El Quijote
El Quijote
El Quijote
HÉCTOR GALLEGO
1ºBACH-B
RESUMEN POR CAPÍTULOS
PARTE 1
Capítulo I:
Un hidalgo de la Mancha, de clase noble baja, de unos 50 años de edad,
de complexión recia pero seca, da en leer libros de caballerías hasta
llegar a perder el juicio. Determina, enloquecido por las fantasías leídas
en esos libros, hacerse caballero andante y, como tal, ir a buscar
aventuras. Para ello, prepara sus armas (desfasadas armas), revisa su
caballo y le pone nombre (Rocinante), se pone nombre a sí mismo, como
caballero que va a ser, (don Quijote de la Mancha) y busca una dama a
la que amar y servir (Dulcinea del Toboso).
Capítulo II:
Poniendo en efecto su pensamiento, una mañana de julio sale de su
casa, como caballero andante, a deshacer agravios. Pero le asalta la
preocupación de que no ha sido armado caballero y que, en
consecuencia, ni puede ni debe entrar en combate con caballero alguno.
Mas pudiendo más su locura, decide continuar y hacerse armar a la
primera ocasión. Ese primer día no le ocurre ninguna aventura. Llega por
la noche a una venta, que él cree que es castillo, donde cena en
compañía de dos prostitutas y del ventero, a los que imagina como dos
damas y gobernador del castillo.
Capítulo III:
Después de cenar, don Quijote pide al gobernador del castillo (el
ventero) que, tras velar las armas, le arme caballero, y así poder ir a
buscar aventuras como caballero andante. El ventero, cerciorándose de
su falta de juicio, se burla de él haciéndole creer que él también es
caballero y diciéndole que sí le armará y aconsejándole que se provea de
dineros y de otras cosas necesarias. Don Quijote vela las armas en un
patio del castillo (el corral de la venta). Durante la vela, un arriero, y
después otro, acuden al pozo para dar de beber a sus animales de
carga, para lo cual deben apartar las armas que don Quijote está
velando. Éste defiende la vela y agrede a los arrieros. Los compañeros
de éstos comienzan a arrojar piedras a don Quijote, y el ventero, para
evitar más problemas, decide abreviar ceremonias: da por terminada la
vela de armas y seguidamente arma caballero a don Quijote, ayudado de
las dos prostitutas (doncellas; la Tolosa y la Molinera). Don Quijote
agradece haber sido armado caballero, y sale de la venta.
Capítulo IV:
Don Quijote, ya hecho caballero andante, sale de la venta pero,
siguiendo los consejos del ventero, decide volver a su casa para
proveerse de lo necesario, además de escudero. En el camino de vuelta
le suceden sus dos primeras aventuras:
Socorre a un muchacho de quince años, criado de un rico labrador de
Quintanar, al que éste está azotando por no prestar cuidado al hato de
ovejas. Bastará que don Quijote se aleje para que el labrador siga con su
castigo.
Pretende hacer confesar a unos mercaderes toledanos que van camino
de Murcia que Dulcinea del Toboso es la más hermosa del mundo. Uno
de los mercaderes, viendo su locura, se burla de él; don Quijote entonces
le acomete, pero tropieza y cae, y un mozo de mulas aprovecha la
ocasión para molerle las costillas.
Capítulo V:
Un labrador (Pedro Alonso), vecino de su pueblo, encuentra a don
Quijote malherido, le recoge y lo lleva a su casa, a donde llegan ya de
noche. Allí están reunidos el ama y la sobrina de don Quijote y dos
amigos suyos: el cura (Pero Pérez) y el barbero (Maese Nicolás)
comentando la desaparición de don Quijote y que la culpa de ello es de
los libros de caballerías que leía. Por lo que deciden que al día siguiente
sean quemados. En ese momento, llega el labrador trayendo a don
Quijote, al que acuestan para que descanse. El cura se informa por el
labrador de lo ocurrido, y decide que al día siguiente se quemen los
libros de caballerías de don Quijote.
Capítulo VI:
Capítulo VII:
Don Quijote despierta y empieza a delirar. Todos le calman, y el ama
comienza a quemar los libros (culpables de la locura de don Quijote).
Además deciden clausurarle la habitación de los libros y convencerle de
que ha sido obra de un encantador. Convencido de ello, pasa quince
días sosegado y conversando con el cura y el barbero sobre la
necesidad de los caballeros andantes, a la par que persuade a un
labrador, vecino suyo (Sancho Panza), para que le sirva de escudero,
prometiéndole que le hará gobernador de una ínsula, y hacen los
preparativos de todo lo necesario (dineros, alforjas, camisas, etc.)
conforme al consejo del ventero. Salen de noche para no ser vistos.
Primera conversación entre escudero y amo.
Capítulo VIII:
En el camino descubren unos molinos de viento, que don Quijote cree
que son gigantes. Decide acometerlos, sin que le sirva de mucho que
Sancho le diga que son sólo molinos. Don Quijote embiste y sale mal
parado, atribuyendo el cambio (de gigantes a molinos) a un encantador.
Siguen camino, a Puerto Lápice, en busca de aventuras. Pasan la noche
entre unos árboles: don Quijote piensa en su señora Dulcinea. Llegan a
Puerto Lápice, y don Quijote confunde a dos frailes con dos
encantadores que llevarían a una princesa cautiva (una dama vizcaína
que viene más atrás en un coche). Acomete a los frailes, y después a un
escudero de la dama, que no quiere que el caballero les haga ir al
Toboso (para hablar con Dulcinea). El capítulo acaba con el combate en
suspenso.
Capítulo IX:
Cervantes acude al recurso narrativo de que él es sólo traductor (además
indirecto -pues se sirve de un morisco aljamiado, o que sabe castellano-)
de unos cartapacios en los que había conseguido descubrir la
continuación de las aventuras de don Quijote. Continuación que enlaza
justo con el combate entre don Quijote y el vizcaíno: vence don Quijote y
obtiene la promesa de que ha de presentarse ante su señora Dulcinea
del Toboso (tal y como sucedía en los libros de caballerías que él leía).
Capítulo X:
Ganada la sentencia, Sancho solicita a don Quijote el gobierno de la
ínsula y que busquen amparo por si la Justicia les persigue (por lo
ocurrido con los frailes y con el vizcaíno). Don Quijote solicita de su
escudero que le reconozca como el "más valeroso caballero". Sancho así
lo hace, y le dice que se cure las heridas. Don Quijote le habla entonces
del bálsamo de Fierabrás (bálsamo mágico capaz de sanar las heridas),
y Sancho lo ve más provechoso que el prometido gobierno de la ínsula.
Don Quijote, al ver su celada rota por el combate, jura arrebatársela a
algún caballero. Hablan sobre comer y prosiguen camino en busca
donde pasar la noche: llegarán a las chozas de unos cabreros.
Capítulo XI:
Son acogidos por los cabreros, que les dan de cenar. Don Quijote elogia
la vida de estas personas, en la que todo es paz, amistad y concordia, al
igual que sucedía en los tiempos antiguos, y explica que los detestables
siglos de ahora (con su malicia) han hecho que naciera la orden de los
caballeros andantes, a la que él pertenece, para defender, amparar y
socorrer. Llega otro cabrero y sus compañeros le piden que cante para
don Quijote sus amores. Don Quijote vuelve a ser curado de la oreja, y
se van a acostar
Capítulo XII:
Pero en eso llega otro cabrero y anuncia a todos la muerte, por amores,
de Grisóstomo, un estudiante que se hizo pastor por seguir a la bella
Marcela. El cabrero anuncia que el entierro será a la mañana siguiente, y
todos deciden ir a presenciarlo. Otro cabrero relata a don Quijote la
historia de ambos jóvenes, y cómo la belleza de Marcela atrae a multitud
de pretendientes, a los que trata cortésmente pero a los que desdeña. Se
acuestan finalmente.
Capítulo XIII:
Se dirigen al lugar del entierro. En el camino se encuentran con unos
pastores, y con un par de hombres a caballo que, atraídos por la noticia
de muerte tan singular, también van a presenciarlo. Uno de los hombres
(Vivaldo) pregunta a don Quijote el motivo de ir armado de la manera en
que va. Don Quijote se lo explica. Y Vivaldo, viendo su falta de juicio y
con ánimo de burlarse de él, le incita a que le hable de la caballería
andante (sobre si es importante y si los caballeros andantes anteponen
sus armas a Dios; don Quijote afirma y niega respectivamente). Don
Quijote cuenta que su dama es Dulcinea. Finalmente llegan al lugar del
entierro, donde otro grupo de pastores procede, bajo la dirección de
Ambrosio -amigo de Grisóstomo-, a enterrar el cadáver. Ambrosio alaba
a su amigo y Vivaldo pide que no queme los papeles de enamorado de
aquél. Vivaldo se dispone a leer uno de esos papeles.
Capítulo XIV:
Vivaldo lee la canción de Grisóstomo (en la que éste se queja de
Marcela). En seguida aparece Marcela. Y, ante la recriminación de
Ambrosio, ella se defiende aduciendo que no se le puede culpar de la
muerte de Grisóstomo, pues sólo ha mostrado "honesto proceder y
recato" y a nadie quiso ni dio esperanzas. Terminan de enterrar a
Grisóstomo, y don Quijote decide ir en busca de Marcela para ofrecerle
sus servicios.
Capítulo XV:
Cervantes vuelve al recurso narrativo de que él sigue la historia a través
de Cide Hamete Benengeli y continúa en el momento en que don Quijote
iba en busca de Marcela. Llegan a un prado y allí paran a descansar y a
comer; y Rocinante, atraído por unas jacas de unos arrieros (gallegos se
dirá a lo largo de todo el capítulo, aunque en el título ponga "yangüeses",
de Yanguas, en Soria o en Segovia), acude a ellas. Visto lo cual, los
arrieros le apalean. Don Quijote y Sancho acuden para defenderlo, pero
también a ellos les apalean. Ambos se duelen de los golpes, y deciden ir,
como buenamente puedan, en busca de lugar donde pasar la noche.
Llegan a una venta (que don Quijote vuelve a creer que es castillo).
Capítulo XVI:
Allí les curan y les preparan aposento. En la venta también se aloja un
arriero, que había acordado con la moza de servicio (Maritornes) yacer
en cuanto quedara todo en silencio. Pero llegando la moza de servicio al
aposento en el que se encuentran don Quijote, Sancho Panza y el
arriero, aquél la confunde con la hija del señor del castillo (la hija del
ventero) y empieza a hablarle al estilo de los libros de caballerías. El
arriero, celoso, trata de defenderla, y en la poca luz de la habitación,
todos empiezan a golpearse, quedando don Quijote aún más malparado.
Un cuadrillero de la Santa Hermandad entra a poner orden.
Capítulo XVII:
Don Quijote y Sancho comentan lo sucedido. El cuadrillero le pregunta
entonces que qué tal está, y don Quijote le reprende por su modo de
hablarle, que él entiende despectivo. El cuadrillero le golpea en la cabeza
con el candil, dejándole aún peor malparado. Don Quijote hace creer a
Sancho que todo es obra de "encantamentos", y, ante lo mal que se
encuentran, decide hacer el bálsamo de Fierabrás (que lo cura todo). Lo
hacen y lo toman, sentándole mejor a don Quijote que a Sancho. Al irse
de la venta, don Quijote se despide del ventero, pero éste le reclama el
pago. El caballero dice que eso no está en uso en los de su orden, y se
va sin hacerle caso. El ventero y otra gente de la venta entonces se
vengan en Sancho, manteándole, y quedándose con sus alforjas.
Capítulo XVIII:
Don Quijote se pelea con un cabrero por parecerle que le falta al respeto;
pero durante esa pelea oye el sonido de una trompeta y cree que se trata
de una nueva aventura. Pero es una procesión en la que llevan a una
virgen en petición de lluvia. Don Quijote cree que llevan a la imagen
cautiva y acomete a los disciplinantes. Uno de ellos se defiende y derriba
a don Quijote. Sancho acude a socorrerle; y, creyéndole muerto, le
alaba. Deciden volver a la aldea de ambos en el carro encantado (con el
cura y el barbero). Son recibidos en su pueblo: Sancho, por su mujer, y
don Quijote, por su ama y sobrina. Se termina diciendo que no se han
podido hallar noticias de la tercera salida que hizo don Quijote, pero que
sí se encontraron unos pergaminos en una caja de ploma, dedicados a
don Quijote, Sancho Panza, Dulcinea y Rocinante.
PARTE 2
Capítulo I:
Tras creer todos que Don Quijote se había curado de su locura, después
de estar en su casa durante un mes aproximadamente, volvió a caer en
ella tras que uno de sus amigos trabara una conversación de caballeros
andantes con él.
Se propuso una tercera salida y el bachiller Sansón Carrasco se ofreció
escudero para él.
Capítulo II:
Don Quijote y Sancho parten al Toboso en busca de Dulcinea.
Sancho al mentir a su amo de que ya la había visto, encontró a tres
aldeanas e hizo disimular que una de ellas era Dulcinea y las demás sus
acompañantes.
Don Quijote la ve como una aldeana y dice que un encantador ha
transformado la realidad, Sancho a su vez, gracias a la locura de Don
Quijote, logra escapar de su mentira.
Las aldeanas huyen de ellos.
Capítulo III:
Don Quijote y Sancho se encuentras con unos comediantes llamados
“Las Cortes de la Muerte”. Estos le roban el rucio a Sancho pero no
llegan a enfrentarse.
Más tarde se encuentran con el Caballero del Bosque y su escudero con
quienes hablan.
Don Quijote y este se enfrentan debido a que él dice ya había derrotado
a Don Quijote. Estos resultan ser Sansón Carrasco y el vecino Tomé
Cecial, con los que Don Quijote dice que ha sido un encantador que ha
transformado la realidad.
Capítulo IV:
Don Quijote y Sancho se encontraron con el caballero del Verde Gabán
con quien entablan una conversación.
Más tarde se encontraron dos carretas que llevaban dos leones para el
rey y Don Quijote dijo que las abrieran para enfrentarse con los leones.
Estos no salieron y Don Quijote quedó victorioso. Pasó a llamarse el
Caballero de los Leones. Sancho y Don Quijote fueron a hospedarse a la
casa del Caballero del Verde Gabán llamado Diego Miranda.
Capítulo V:
Don Quijote y Sancho se encuentran con dos estudiantes quienes les
invitan a la boda de Camacho y Quiteria.
Quiteria estaba enamorada de Basilio y este de ella, pero no podían
contraer matrimonio por la diferencia estamental.
En la boda se presenta Basilio que se hace el moribundo pidiendo la
mano de Quiteria para poder ir al cielo. Esta acepta. Al instante todos se
dan cuenta de que es una farsa y Basilio y Quiteria se quedan juntos.
Don Quijote los defiende.
Capítulo VI:
Don Quijote se adentra en la cueva de Montesinos ayudado a través de
una cuerda por un humanista y Sancho.
Al salir Don Quijote, estaba dormido y cuenta lo que le había sucedido.
Cuenta que se había encontrado con un anciano y demás personajes
que estaban encantados por Merlín, entre ellos estaba Dulcinea.
Capítulo VII:
Don Quijote se encuentra con un titiritero y su mono que adivina el
pasado y presente.
El mono adivina que es Don Quijote de la Mancha y estos le pagan para
ver si es verdad las aventuras sucedidas en la cueva de Montesinos a lo
que el mono dice que no.
Más tarde Maese Pedro lleva a cabo una actuación de títeres con una
historia de moros, con lo que Don Quijote confunde la realidad y piensa
que son moros de verdad y los destruye con lo que luego le paga el
dinero al titiritero.
Capítulo VIII:
Cide Hamete Benengeli cuenta quien era Maese Pedro, que era uno de
los galeotes llamado Ginés de Pasamonte que se había comprado un
mono y en verdad no era adivino sino que se informaba de las cosas
sucedidas.
En otra parte de este capítulo, se cuenta la historia de los rebuznadores
que estaban ofendidos por las burlas hacia ellos.
Este pueblo se enfrenta con el otro que ofrece las burlas debido al mote
que habían adoptado.
Sancho para aliviar la situación rebuznó y recibió una paliza debido a que
pensaban que se estaba burlando.
Más tarde Sancho reclama a Don Quijote un sueldo y dice que no quiere
ser más escudero pero finalmente la situación vuelve a la normalidad.
Capítulo IX:
Don Quijote y Sancho se encuentran con una duquesa y un duque
aficionados a los libros de caballerías y especialmente al que estos dos
protagonizan.
Les invitan a su palacio y le preguntan cosas sobre sus historias, le
prometen una ínsula a Sancho.
Más tarde estos dos planean una burla el estilo caballeresco basado en
lo sucedido en la cueva de Montesinos.
Capítulo X:
Sancho y Don Quijote salen de caza con los duques, y como estos ya
habían planeado su burla, en la que aparece Merlín y le dice a Don
Quijote que para poder desencantar a Dulcinea, Sancho ha de darse tres
mil trescientos azotes en sus posaderas, a lo que Sancho lamentándose
acepta.
Capítulo XI:
Sancho le entrega una carta para su mujer Teresa, a la duquesa.
Más tarde aparece la señora Trifaldi que es condesa. Esta solicita la
ayuda de Don Quijote para liberarla de su mal, que este era:
Debido al amor irresponsable de Antonomasia y Clavijo, estos se habían
convertido en estatuas por el gigante Malambruno y las señoras del reino
llamado Candaya habían sido condenadas con barbas hasta que el
valiente Don Quijote se enfrentara con él.
Don Quijote acepta el reto y se dirige con Sancho a esta misión.
Capítulo XII:
Don Quijote y Sancho fueron a por el desafío de desencantar a las
dueñas barbadas. Para esto se tuvieron que subir en el caballero
Clavileño, un caballo de madera que los duques fungieron que volaba
gasta donde estaba el gigante.
Tras esta burla, los duques los felicitaron pues habían roto el
desencantamiento con solo intentarlo.
Capítulo XIII:
A Sancho se le concede su ínsula prometida por el duque. Don Quijote le
da una serie de consejos para ser buen gobernador. A Don Quijote se le
presenta una dama llamada Altisidora que parece estar profundamente
enamorada de él.
Capítulo XIV:
Sancho comenzó a gobernar su ínsula, justo y sabiamente. Se le
presentaron una serie de casos a los que supo resolver correctamente.
Altisidora se vuelve a encontrar con Don Quijote y este confundido pero
siempre defendiendo el amor a Dulcinea.
Capítulo XV:
Sancho sigue con su gobierno no muy satisfecho de ello por la falta de
alimento por su salud y la cantidad de problemas sociales que lo
atareaban.
Don Quijote sigue con los duques y tiene un encuentro con Doña
Rodríguez en la habitación quien le habla de que quiere vengar a su hija
por haber sido deshonrada por un hombre.
Capítulo XVI:
Capitulo XVII:
En este capítulo Sancho, Don Quijote y Teresa se cartean.
Más tarde se presenta doña Rodríguez y le pide a Don Quijote justicia
por su hija, a lo que él acepta.
Capítulo XVIII:
Unos enemigos atacan la isla Barataria (la isla gobernada por Sancho).
Sancho cansado de su vida de gobernador decide dejarla y se va con su
rebuzne pero este se queda atascado.
Más tarde es rescatado por Don Quijote y vuelve a ser su escudero.
Capítulo IX:
Don Quijote fue a vengar a la hija de doña Rodríguez, pero el burlador
había desaparecido y dejó en su lugar a su lacayo Tosilos.
Este dijo que no quería enfrentarse por la fuerza al quedar deslumbrado
por la belleza de la burlada y se casaron.
Don Quijote y Sancho partieron a por nuevas aventuras.
Capítulo XX:
Don Quijote y Sancho en este capítulo se encuentran con diversas
aventuras.
Se encuentran a unas labradoras que fingen una Arcadia. Estas lo
conocen por el libro escrito sobre él.
Más tarde son atacados por unos toros y van a comer a un local en el
que se encuentran con Don Jerónimo y Don Juan quienes comparan la
1ª y 2ª parte del Quijote apócrifo.
Capítulo XXI:
Por camino de Barcelona, Don Quijote cansado de que Sancho no se
diera los azotes que se debía de dar, le dice que se los va a dar él, a lo
que Sancho se negó y lo atacó.
Más tarde se encuentran con Roque Guinart un caballero al que Don
Quijote le propone hacerse caballero andante.
Aparece la vengadora Claudia Jerónima que le pide ayuda a Roque
porque mató a un hombre del que estaba enamorada y decía que había
propuesto matrimonio a otra mujer.
Don Quijote y Sancho son acogidos en la casa de Antonio Moreno.
Capítulo XXII:
En la casa de Antonio Machado, se encuentran con una cabeza del
dueño que tiene fama de que a todo lo que le preguntan, lo responde.
Ellos aprovechan para hacer las preguntas y para preguntar si lo ocurro
en Montesinos era realidad, a lo que la cabeza respondió que un poco de
todo.
Don Quijote y Sancho se embarcan y se encuentran con una
embarcación en la que están siendo azotados los galeotes.
Condenan a un hombre que intenta matar a los soldados del general.
Pero este resulta ser una mujer llamada Ana Félix la que cuenta su
historia. Se propone liberar a su amado Gaspar Gregorio.
Capítulo XXIII:
Don Quijote se enfrenta con el Caballero de La Blanca Luna que le hace
confesar que su dama es más bella que Dulcinea y si se niega caerá en
batalla. La condición de este caballero era que si Don Quijote perdía se
iría a su casa un año sin ser caballero andante.
Don Quijote es derrotado. El caballero resulta ser Sansón Carrasco.
Capítulo XXIV:
Don Quijote y Sancho son atacados por unos puercos que vana la feria a
ser vendidos.
Más tarde son cogidos esclavos de unos hombres quienes los llevan a la
casa del duque, en la que se finge que Altisidora está muerta.
En esta burla de los duques hacen que Sancho se haga daño para su
resurrección. Altisidora resucita y les confiesa que todo era una comedia
pero ellos no la creen.
Capítulo XXV:
Don Quijote y Sancho de regreso a su aldea, se encuentran con Álvaro
Tarfe, personaje de la segunda parte del Quijote. Este confiesa que no
son nada igual a como se les retrata en el libro.
Nada más llegar a su casa, Don Quijote cuenta que no puede ser
caballero andante durante un año y que quiere ser pastor.
Don Quijote cae enfermo debido a una fiebre y reconoce que es Alonso
Quijano y que se volvió loco debido a los libros de caballerías.
Hace un testamento y muere cuerdo.
PERSONAJES
Zoraida: Mujer bella, creyente cristiana, ángel de Dios entre una cuadrilla
de musulmanes.
ESTRUCTURA
Ø En primer lugar las dos partes . Y esto, que podría haber sido una
mera división externa, se convierte en auténtico hecho
estructurador por las diferencias que se muestran entre una y otra.
Especialmente importante, en este sentido, la que afecta al
desarrollo de los personajes principales. En efecto, si bien hay una
evolución continua a lo largo de toda la obra, la diferencia de su
comportamiento entre la primera parte y la segunda es marcada.
En la primera, don Quijote ve la realidad transformada por su
imaginación caballeresca (donde hay molinos ve gigantes, por
ejemplo); en la segunda, en cambio, la ve como es y son los
demás personajes los que las convierten en aventuras
caballerescas (como ocurre en el pasaje de los leones). Don
Quijote, por tanto, se acerca cada vez más al mundo de la
realidad. Por otra parte, Sancho, en la segunda parte, se ha
acomodado mejor a su amo y participa más de su mundo, llegando
a vivir la pura ilusión en la ínsula Barataria. Todo ello des emboca
en el entrecruzamiento final del idealismo de don Quijote con el
realismo de Sancho.