Estrategias Directivas
Estrategias Directivas
Estrategias Directivas
La estrategia es una combinación de acciones que, planificadas de forma anticipada, tienen como
objetivo alcanzar unas metas empresariales determinadas, de crecimiento y expansión, teniendo
en cuenta los medios y recursos actuales y potenciales con lo que cuenta la organización. El
establecimiento de una política estratégica empresarial requiere de un conjunto de análisis, para
los cuales se hará uso de las herramientas necesarias.
Contamos con una visión estratégica del capital humano como instrumento que ayuda a conseguir
los objetivos empresariales desde una perspectiva competitiva dentro de un entorno en un
constante cambio, aportando una visión ética de los negocios como marco en el que encuadrar la
actuación profesional futura o desde una óptica de responsabilidad personal.
Todo lo que hacemos influye en los demás y como consecuencia, en la organización y desarrollo
de la actividad. De ahí que las habilidades directivas en la gestión de las personas sean de vital
importancia en las organizaciones. Los modelos operativos y las estrategias más innovadoras para
diseñar y gestionar cada aspecto de la dirección de los recursos humanos requieren hoy más que
nunca de un perfecto equilibrio entre rendimiento y satisfacción profesional y personal.
A nivel legal, debemos tener en cuenta que existe una amplia legislación en las áreas de mercantil,
laboral administrativa, medioambiental, competencia, sanidad, energía, distribución comercial y
otras muchas. Así pues, es muy extensa la legislación existente que afecta a la actividad que las
empresas llevan a cabo, teniendo que prestar atención no sólo a las legislaciones de distinto rango
que afectan a dicha actividad, sino también a las modificaciones que, cada día con mayor
frecuencia, éstas experimentan.
Estrategias funcionales
Es aquella que precisa el ¿CÓMO? Hacer, operar, funcionar, es decir, después de delimitar
la estrategia corporativa que concreta el ¿qué hacer?, la estrategia funcional, viene a indicar el
cómo se deben aplicar y utilizar los recursos para lograr lo que se quiere lograr.
Un área funcional de la empresa adopta este tipo de estrategia para alcanzar los objetivos
plasmados en la estrategia de la corporación, maximizando los recursos con que se cuenta y la
productividad de estos. Además, procura el cuidado y desarrollo de la capacidad funcional y
operativa a fin de alcanzar una ventaja competitiva a la empresa.
Tienen que coordinarse para que funcionen coherentemente con la estrategia corporativa
y la estrategia de negocios.
Se estructuran según los departamentos o áreas funcionales en que se divide la empresa, por ello
las estrategias funcionales más usuales en cualquier empresa son:
Estrategia de producción:
Define los lineamientos a seguir durante los venideros años en lo referente al sistema de
productivo (tipo de sistema a utilizar, características técnicas, incorporación de tecnología al
proceso, proceso de almacenamiento, etc.).
Determina las acciones que se deben llevar a cabo para colocar los productos y/o servicios en el
mercado correspondiente (afianzamiento de ciertas características comerciales del
producto, establecimiento de precios, definición de los canales de distribución, uso de las
diferentes estrategias de comunicación, etc.).
Estrategia financiera:
La empresa debe fijar las fuentes de financiación necesarias para poder llevar a cabo todos sus
proyectos de inversión, además tener en cuenta el coste asociado a dichas fuentes.
Sirve para que la empresa planifique las acciones a seguir concernientes a la introducción de
nuevas técnicas dirigidas a la mejora de la eficiencia productiva, bien sean nuevas técnicas de
gestión empresarial, nuevas maneras de motivación del personal, nuevas sistemáticas de
producción, etc.
Estrategias operativas
La estrategia operativa se define como la confección de políticas y planes de acción, para el uso de
los recursos con que cuenta la empresa en búsqueda de una ventaja competitiva que permita
alcanzar los objetivos y metas del negocio.
Implica un proceso flexible a los cambios para poder adaptarse a los requerimientos del mercado
cambiante, en vista de que coordina los objetivos y metas operativas con los de la
organización, debe anticiparse a necesidades futuras.
Deben estar coordinada con la estrategia empresarial, para alcanzar los objetivos de una
en función de la otra, sin entorpecer ni afectar ninguna de las áreas.
A la hora de definir una estrategia de operaciones, se debe primero conocer ciertos puntos
esenciales, que se deben cumplir en el programa estratégico, como lo son: