Ensayo Venezolano 3

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República bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular para la educación


Colegio san francisco de sales
Materia: castellano
Sección: 4to D

Ensayo
venezolano
Nombre del alumno: profesor:
Jordán Samanez # 35 Reina Gonzales

Caracas 1 de noviembre del 2018


introducción

En Venezuela, el ensayo se consolida como forma de expresión de un


grupo homogéneo y literariamente organizado. A continuación, un destacado
conocedor del ensayo venezolano Gabriel Jiménez Eman, propone retomar los
nombres que han cultivado el genero a lo largo de siglo XIX. Sus dilatadas
investigaciones sobre esa manifestación proteica que es ensayo se sintetizan
ahora en el artículo clásicos y románticos ensayistas literarios venezolano del siglo
XIX. Por su parte, el conocido intelectual Luis barrera Linares reflexiona, en un
ensayo de gran agudeza, sobre la critica literaria en Venezuela, trazando a un lado
su polémica fundación a comienzos del siglo XX. Y mostrando de otro, su
desarrollo y sus variables en el contexto cultural nacional
Características del ensayo venezolano
1. Los escritores de ensayos en esta época se inspiraban a escribir en relación
a la identidad nacional.
2. El objetivo de sus escritos era construir las bases para fundar una nación
recién independizada.
3. Cuando sale a la luz el modernismo, los ensayos se amplían y empiezan a
ser más estéticos y literarios.
4. La historia, la sociología, la filosofía, el derecho, la psicología, la antropología,
las ciencias naturales y la crítica literaria entran al mundo del ensayo dentro
de una nueva concepción metodológica .
Origen
El ensayo en el Siglo XIX y principios del XX
Muchos autores coinciden en señalar que el origen del ensayo venezolano
se remonta a los años finales del siglo XIX. En este período los ensayistas se
dedicaron a reflexionar en torno a la identidad nacional. El objetivo principal de sus
escritos fue el de elaborar las bases ideológicas para fundar la nación recién
independizada. En el modernismo esta temática se amplía al incluir lo estético y lo
literario Cuando sale a la luz el modernismo, los ensayos se amplían y empiezan a
ser más estéticos y literarios.
Ensayistas destacados
José Vicente Abreu: En 1949 se graduó de periodista en la Universidad
Central de Venezuela (UCV), y al año siguiente obtuvo el título de profesor de
castellano, literatura y latín en el Instituto Pedagógico Nacional. A partir de 1950,
se destacó como uno de los más importantes líderes juveniles de Acción
Democrática (AD) en la clandestinidad. Durante su participación en la resistencia
contra la dictadura fue detenido por la Dirección de Seguridad Nacional sufriendo
feroces torturas. Fue llevado al Campo de concentración de Guasina - Sacupana
(1951-1952) y la Cárcel de Ciudad Bolívar (1953-1955), permaneciendo en esta
última hasta 1957, año en que fue expulsado a México. Nació EL 20 de junio en
1927 en San Juan d e Payara y murió el 25 de abril de 1987 de cirrosis hepática

Miguel Acosta Saignes: En 1930 inicia su carrera profesoral que a lo largo


de cuarenta años lo llevará a desempeñar numerosas cátedras en instituciones de
educación secundaria y superior: Matemática y Preceptiva en el instituto San
Pablo (1930-1931), Matemática y Psicología en el Colegio Católico Venezolano
(1933-1936), Geografía en el liceo Caracas (1947), Antropología en el Instituto
Pedagógico de Caracas (1947), Culturas Prehispánicas de América, Antropología
y Etnografía Antigua de Venezuela en la Universidad Central de Venezuela (1947),
entre otras. También a partir de 1930 se inicia como periodista, siendo colaborador
de: El Heraldo, La Voz del Estudiante, Últimas Noticias, El Nacional, entre otros.
En 1931, se casó con su prima María Teresa Acosta Oropeza de apenas 15 años
de edad y en 1933 reingresó a la UCV para estudiar Derecho. Funda la Gaceta de
América (1935) con Inocente Palacios y La Victoria (1936) con Juan Morales Lara
y Alejandro Alfonso Larraín. En su actividad política, en 1935 organiza gremios y
sindicatos en el interior del país y participa en la fundación del Partido Republicano
Progresista (PRP)(que sería el partido legal de los comunistas venezolanos) dirige
si órgano informativo El Popular, junto con Ernesto Silva Tellería, Carlos Irazábal y
Miguel Otero Silva.

En 1937 es expulsado del país junto con otros luchadores políticos por el
gobierno del general Eleazar López Contreras al ser parte de la llamada
Generación del 28. Se exilia en México donde inicia una intensa actividad
intelectual que lo llevará a escribir para la prensa, a iniciar estudios de economía
que cambiará luego por los de antropología e historia y a publicar sus primeros
libros: Latifundio: el problema agrario en Venezuela (1938), Petróleo en México y
Venezuela (1941), Los caribes de la costa venezolana (1946). En 1945 se recibe
como etnólogo y maestro en ciencias antropológicas con la tesis El comercio de
los aztecas. En 1946 regresa a Venezuela y se incorpora como profesor de la
recién fundada Facultad de Filosofía y Letras de la UCV, en la cual crea por
petición de Mariano Picón Salas (decano fundador) el Departamento de
Antropología. Igualmente participa en la creación de la Sección de Historia de esa
facultad y de la Escuela de Periodismo, ambas en 1947. Funda la Comisión
Nacional Indigenista (1948) y la revista Archivos Venezolanos de Folklore (1949),
ésta junto con Ángel Rosenblat y Rafael Olivares Figueroa.

En 1961 obtiene el título de licenciado en geografía y en 1962 el de doctor


en antropología. Se desempeña como decano de la Facultad de Humanidades y
Educación en dos ocasiones (1965-1968 y 1968-1971). Sus aportes a la cultura
intelectual venezolana se concretan al estudio del problema del latifundio; del
período prehispánico, en el cual abarca Venezuela en su totalidad y toma en
cuenta todas las manifestaciones de las parcialidades indígenas; de la presencia
africana en el territorio y su significado en el pasado y presente; del papel de
Simón Bolívar en la historia venezolana como hombre surgido de una realidad
específica. Son numerosas las distinciones que recibió Acosta Saignes a lo largo
de su vida, las últimas de las cuales fueron los homenajes acordados por la
Academia Nacional de la Historia (1986) y la Universidad Central de Venezuela
(1988). Nace el 8 de noviembre de 1908 en San Casimiro u muere el 10 de febrero
de 1989 por causas naturales

Andrés bello: En 1797 comenzó sus estudios en la Real y Pontificia


Universidad de Caracas, donde se graduó de bachiller en artes el 14 de junio de
1800. Ese mismo año, antes de graduarse, recibió en Caracas al naturalista
alemán Alexander von Humboldt y a su compañero, Aimé Oppland, y los
acompañó a escalar y explorar el Cerro Ávila, que separa la ciudad del Mar
Caribe. También realizó estudios inacabados de derecho y medicina, aprendió por
su propia cuenta inglés y francés, y dio clases particulares, contándose el joven
Simón Bolívar entre sus alumnos. Sus traducciones y adaptaciones de textos
clásicos le dieron prestigio, y en 1802 ganó por concurso el rango de Oficial
Segundo de Secretaría del gobierno colonial. Durante el periodo 1802-1810, Bello
se convirtió en una de las personas intelectualmente más influyentes en la
sociedad de Caracas, destacándose al desempeñar labores políticas para la
administración colonial, además de ganar notoriedad como poeta, al traducir la
tragedia Zulima de Voltaire.2 Al llegar la primera imprenta a Caracas en 1808, la
gran notoriedad de Bello lo volvió el candidato ideal para asumir la dirección de la
recién creada Gaceta de Caracas, una de las primeras publicaciones venezolanas.
El 10 de julio de 1810, lugar desde el que se dirigieron hacia Londres con el fin de
establecer contactos con miembros de las altas esferas británicas. La misión
encomendada a Bello, Bolívar y López encuentra graves problemas para
desarrollar su labor, puesto que la situación política había cambiado el eje de los
intereses ingleses respecto de América. Por un lado, la invasión napoleónica a
España había acercado al Reino Unido con su tradicional enemigo, frente al
peligro común que consistía Napoleón Bonaparte. Esto significó para el gobierno
de Londres tener que ayudar a la causa hispana, otorgándole créditos y ayuda a la
Junta Suprema Central que gobernaba en nombre del "cautivo" Fernando VII. Sin
perjuicio de aquello, y utilizando un doble discurso, Londres toleraba la
propaganda independentista americana en su territorio, en especial la realizada
por el también venezolano Francisco de Miranda, al mismo tiempo que le otorgaba
a los americanos la calificación de beligerantes. Los intereses británicos con la
independencia de las colonias españolas de América no iban más allá.

Con esos antecedentes, la delegación venezolana fue recibida por el


canciller británico Richard Wellesley, hermano del Duque de Wellington, en cinco
entrevistas no oficiales realizadas en su domicilio particular. La postura británica
fue clara y desde el principio dieron a entender que en esos momentos, el apoyo
político a la causa de la independencia era imposible y trataron de desviar las
negociaciones hacia acuerdos comerciales más acordes con los intereses
británicos, en un intento además de presionar a España para que les dejase
comerciar libremente con sus colonias. Otra de las razones para permitir el
recibimiento informal de la embajada venezolana era el de evitar que los mismos
tuvieran que recurrir a la ayuda francesa, pese al escaso interés mostrado por
Bonaparte hacia la región. El fracaso de la misión provoca el regreso de Bolívar al
Nuevo Mundo, con el fin de sumarse a la guerra que arreciaba entonces en el
continente. Bello y López quedan entonces a cargo de la embajada, empezando a
vivir diversas penurias económicas ante el cada vez más escaso aporte realizado
por el gobierno de la naciente república.

En esta época Bello empieza a desenvolverse dentro de la sociedad


londinense, trabando una breve pero influyente amistad, durante el escaso tiempo
que confluyeron en dicha ciudad, con Francisco de Miranda. Este aprovechó los
amplios conocimientos de Bello para sumar a distintos actores a la causa. Miranda
en aquella época residía bajo el amparo británico en Londres, con el fin de
escapar de la constante persecución española, quien lo había convertido en uno
de sus principales enemigos. Bolívar, López y Bello fueron recibidos por Miranda
en su casa de Graf ton Street, a donde concurrieron reiteradamente con el fin de
acceder a las esferas de influencia que Miranda había desarrollado.

Otro de los personajes que ejercería una amplia influencia sería su amigo
José María Blanco White, protegido de Lord Holland. Sería este último, bajo
instancias de Blanco, quien le proporcionaría cierta estabilidad a Bello, al
contratarlo como su bibliotecario y profesor particular. Junto con éste se
desempeña en el periódico El Español, que no abogaba por una independencia
total de España. En tal medio se desempeñó como redactor, y en su calidad de tal
tomó contacto con personajes como Francisco Antonio Pinto, futuro presidente de
Chile, Antonio José de Irisarri, encargado de negocios de Chile y quien impulsaría
su viaje a Santiago; Servando Teresa de Mier, con quien colaboraría en El
Español; James Mill, economista y político escocés y padre de John Stuart Mill;
Jeremy Bentham, filósofo inglés, padre del utilitarismo; y los españoles Vicente
Salva, Bartolomé José Gallarda y Antonio Puig Blanch, entre otros.

Pese a la ayuda recibida por Blanco White, la situación económica de Bello


se hace cada vez más precaria. En 1812 manifiesta su intención de regresar a
Venezuela, pero el gran terremoto que asoló Caracas el 26 de marzo de 1812 no
permitió aquello e impidió además que su familia pudiera ayudarlo, dada la pérdida
de buena parte del patrimonio familiar. Para agravar más la situación, la derrota
patriota y la caída de la Primera República significan el fin de todo apoyo
económico desde América y el encarcelamiento de su amigo Francisco de
Miranda. Ante tales descalabros, Andrés Bello presentó una solicitud de amnistía
que tentativamente había anunciado el gobierno español ante el fracaso
momentáneo de la independencia americana. Tal solicitud aparece presentada en
la embajada española en Londres, fechada el 31 de junio de 1813 (no 1812), un
curioso error en un eficiente y minucioso funcionario público. En una parte de
aquella petición Bello expresó: El suplicante puede alegar también en su favor la
notoria moderación de sus opiniones y conducta, que aún llegaron a hacerle mirar
como desafecto de la causa de la Revolución; y cita en su abono el testimonio de
cuantas personas le hayan conocido en Caracas, de las cuales no será difícil se
encuentren muchas en Cádiz

La petición de Bello no tuvo ningún resultado. Al año siguiente trabó


relación, por medio de El Español, con el sacerdote Servando Teresa de Mier,
destacado revolucionario mexicano que publicaría varios textos en defensa de la
causa americana. Además, se relacionó con Francisco Antonio Pinto, quien en
esos momentos se desempeñaba como agregado comercial en la capital británica.
Éste le dio a conocer a Bello que los patriotas chilenos se habían inspirado en el
poema épico de La Araucana, de Alonso de Ercilla, para su causa. Pinto, quien
anteriormente se desempeñaba como agente comercial, había sido comisionado
por el gobierno de Chile como su agente (embajador), primero en Buenos Aires y
después en Londres. En este lugar confrontó, al igual que Bello, la caída del
gobierno patriota tras la derrota de Rancagua, que sumió a Pinto en una situación
de grave carestía. Pese a encontrarse en una situación similar, Bello ayudó en
todo lo posible, junto a Manuel de Sarratea, al infortunado diplomático. Así
trabaron los dos una profunda amistad, siendo Pinto uno de los escasos miembros
de su círculo cercano. De regreso a Chile, Pinto tomaría parte en las victorias
patriotas en Chacabuco y Maipú, formando parte de la cúpula política del país. En
1827, ante la renuncia del capitán general Ramón Freire a la primera magistratura,
Pinto es elegido como presidente de Chile. Durante su breve ejercicio del cargo,
en vísperas de la guerra civil y la derrota liberal en Lircay, en uno de sus últimos
decretos nombra a Bello como oficial segundo del Ministerio de Hacienda de Chile,
cargo que no ocupó.

En mayo de 1814 Bello contrajo matrimonio con la inglesa de 20 años Mary


Ann Boyland. De esta unión nacen sus primeros tres hijos Carlos (1815),
Francisco (1817) y Juan Pablo Antonio (1820). Su vida familiar se ve
constantemente afectada por la falta de sustento, que intenta mejorar solicitando
un empleo al gobierno de Cundinamarca, en 1815, y al de las Provincias Unidas
del Río de la Plata, al año siguiente. En este último caso, el trabajo fue concedido
a Bello, pero por razones poco claras nunca lo asumió en propiedad. Su situación
alcanza en 1816 a mejorar un poco al recibir alguna ayuda por parte del gobierno
británico, con lo que pudo realizar algunas investigaciones en la biblioteca del
Museo Británico. En este lugar se encontraba trabajando, cuando Thomas Bruce,
conde de Elgin, presentó los mármoles del Partenón, en 1819. Al año siguiente
colaboró con James Mill en la transcripción de los manuscritos de Jeremy
Bentham. Su esposa se vio afectada por la tuberculosis, enfermedad de la que
falleció el 9 de mayo de 1821, seguida por su hijo Juan Pablo, en diciembre de
aquel año, siendo el primero de nueve de sus hijos que vio morir en vida.

En esta época trabaría también amistad con el granadino Juan García del
Río y, más importante aún para su futuro, conoció en 1819 al guatemalteco
Antonio José de Irisarri, quien se había desempeñado como director supremo
interino de Chile en 1814, y después de la independencia de Chile como canciller
de la nueva República. Ese mismo año le escribió a Irisarri solicitándole ayuda,
con el fin de ser contratado en la legación chilena en Londres. Tal designación
demoró más de seis meses, aunque Bello logró finalmente ser designado para un
empleo estable, como secretario de la legación en junio de 1822. Sus dificultades
económicas terminaron con ese cargo.
Bello llegó a Chile en 1829, junto con su esposa Isabel Antonia Dunn, con
quien había contraído matrimonio el 24 de febrero de 1824. Casado dos veces,
Bello tuvo quince hijos, de los cuales vio morir a nueve entre ellos: Francisco
(1817-1845), Carlos Bello Boyland (1815-1854), Juan (1825-1860) y Emilio Bello
Dunn (1845-1875) Manuel Antonio Tocornal, su sucesor en la rectoría de la
Universidad de Chile, señaló:
una conversación con el maestro, en la cual me contó que; cuando era
muchacho, entró en el dormitorio de su madre y oyó una voz que salía del gran
Crucifijo colgado sobre el lecho. La voz extrahumana anunciaba gloria, renombre,
honores; y luego decía: "Pagarás todo esto con la muerte de los que engendres,
que serán también espíritus nobles y dignos de alcanzar gloria". Bello no era
hombre capaz de creer en supercherías; pero cada vez que la muerte le
arrebataba a alguno de sus hijos, repetía adolorido: "¡Ya me lo dijo el Cristo de
Caracas!".

Su designación titular fue de Oficial Mayor del Ministerio de Hacienda,


académico del Instituto Nacional y fue el fundador del Colegio de Santiago, rival
del Liceo de Chile, creado por José Joaquín de Mora. Tuvo una importante
participación en la actividad literaria y cultural en la llamada Sociedad Literaria de
1842. Ese mismo año, con la fundación de la nueva Universidad de Chile, se le
otorgó el título de primer rector.

Colaboró en la edición del diario El Araucano entre 1840 y 1860, siendo el


medio cultural de referencia casi obligatoria en aquella época. Participó en el
debate y polémica sobre el carácter de la educación pública, junto con Domingo
Faustino Sarmiento. En estos años, durante su estadía en Chile, publicó sus
principales obras sobre gramática y derecho, y recibió distintos reconocimientos
por tal labor, siendo el más importante el recibido en 1851, cuando fue nombrado
miembro honorario de la Real Academia Española.

El Congreso Nacional le otorgó unánimemente la nacionalidad chilena, por


gracia, el 17 de octubre de 1832.5 Sin embargo, este acuerdo no fue publicado en
El Araucano, el diario oficial de la época. Posteriormente, en la edición del 7 de
diciembre de 1832 de ese periódico, se publicó un «aviso oficial» que señaló: «Se
han dado cartas de naturaleza a favor de don Benito Fernández Maqueira, de don
Carlos Eduardo Mitchall, de don Victorino Garrido, de don Andrés Bello y de don
Tomas Ovejero». En consecuencia, Andrés Bello no recibió la nacionalidad por
gracia, sino que él la solicitó conforme al reglamento sobre la materia publicado el
9 de noviembre de 1832, tal como cualquier otro extranjero.

Se desempeñó como senador por la ciudad de Santiago en el periodo 1837-


1864. Fue el principal y casi exclusivo redactor del Código Civil chileno entre 1840
y 1855, considerado una de las obras más originales de la legislación americana.
Entre su obra literaria, destaca su traducción libre de la Oración por todos, de
Víctor Hugo,2 considerada por muchos la mejor poesía chilena del siglo XIX.
Impulsor de la Universidad de Chile,7 fue designado su primer rector, cargo que
desempeñó hasta su muerte. Nació el 29 de noviembre de 1781 en Caracas,
Capitanía General de Venezuela Falleció en la ciudad de Santiago el 15 de
octubre de 1865, y fue enterrado en el Cementerio General de dicha ciudad.
Ignacio Domeyko señaló, para su funeral: Dudaría la razón que, en una sola vida,
un solo hombre pudiera saber tanto, hacer tanto y amar tanto.

Simón bolívar: Simón Bolívar nació en Caracas en 1783, cuarto hijo de una
familia de la burguesía criolla, a quienes se apodaba “mantuanos”, por el manto
que usaban las damas de los estratos altos de la sociedad colonial. Tenían
numerosas propiedades y plantaciones, y eran partidarios del comercio libre. Su
padre integró un grupo enfrentado con las autoridades a partir de las reformas
borbónicas. Falleció cuando Simón no había cumplido aún tres años de edad. Su
madre murió cuando tenía nueve años, quedando a cargo de su tío. Se formó en
Caracas con el rousseauniano Simón Rodríguez y el erudito Andrés Bello. Viajó a
completar su educación a España. Además de idiomas, esgrima, baile y
matemáticas, en Madrid estudió a los clásicos y a los principales autores de su
época. Allí contrajo matrimonio y regresó a Venezuela, donde su esposa murió
prematuramente en 1803. Retornó a Europa: España, París, Milán: son los
tiempos de gloria de Napoleón. Convencido de la necesidad de luchar por la
independencia de su patria, regresó a América, pasando por Estados Unidos.
Llegó a Caracas en 1807, dedicándose a la administración de sus plantaciones.

Ante los acontecimientos europeos, la prisión del rey de España por parte
de Napoleón y la posterior invasión francesa a la Península, la confusión y la
agitación se adueñaron de las ciudades americanas. Así, a comienzos del año
1809 llegaron a Caracas unos despachos oficiales que anunciaban la creación de
la Junta Central de España e Indias que terminó instalándose en Sevilla. En el
panorama de incertidumbre reinante, el 19 de abril de 1810, los miembros del
Cabildo de Caracas decidieron constituir una Junta Conservadora de los Derechos
de Fernando VII en un acto que se conoce como "La firma del Acta de
Independencia", con la cual se obligó al entonces Capitán general de Venezuela a
ceder sus poderes a esta Junta. Como parte del movimiento político, se decidió la
expulsión de los funcionarios españoles, a quienes se embarcó rumbo a España.
Así comenzaron las hostilidades con el Consejo de Regencia que había asumido
la autoridad formal en España ante el avance francés.

Bolívar fue enviado por el nuevo gobierno a Londres con el grado de


coronel junto con Andrés Bello y Luis López Méndez en una misión diplomática
con instrucciones de solicitar apoyo británico a la Junta en nombre del rey
Fernando VII, aprovechando la circunstancia de que España y Gran Bretaña eran
ahora naciones aliadas. Sin embargo, Inglaterra no quiso enemistarse con las
autoridades españolas.

A pesar de que no se cumplieron todos los objetivos de la delegación, se


lograron algunos compromisos importantes gracias a la presencia de Francisco de
Miranda en Londres, con quien Bolívar empezó a mantener contactos y
negociaciones. Se consiguieron facilidades para el comercio y, al menos, se
obtuvo la neutralidad inglesa en relación con los asuntos americanos frente al
Consejo de Regencia.

De regreso a Caracas, Bolívar promueve el retorno de Miranda y colaboró


activamente en la afirmación de la Primera República, aunque se manifestó
adverso a la Constitución del año 1811, por considerarla excesivamente liberal y
federalista, inoportuna para el momento y no acorde a la realidad histórica y social
de los pueblos de la América española.

En lucha ante las tropas realistas capitaneadas por Monteverde, Bolívar


fracasó en su intento de retener la fortaleza de Puerto Cabello. Este
acontecimiento, sumado al terremoto de marzo de 1812, precipitó la caída de la
joven república. Bolívar habría tenido participación en un episodio confuso, en el
cual Miranda es tomado prisionero y entregado a los realistas. Bolívar, por su
parte, marchó a una isla del Caribe, desde la cual regresó hacia Nueva Granada
para reincorporarse a la lucha. Desde Cartagena publica un manifiesto en el que
vuelca su análisis de los acontecimientos y las razones del fracaso de la Primera
República. Allí pueden observarse elementos centrales de su pensamiento
político, que desarrollará más tarde a lo largo del proceso emancipador y de
constitución de los nuevos estados independientes.

En 1813 emprende desde Cúcuta la que sería llamada la “Campaña


Admirable”: cruzando los Andes desde el oeste, comienza a vencer a los realistas,
decreta la “guerra a muerte” en Trujillo y entra triunfalmente a Caracas en agosto
de ese año junto a Mariño, quien logra avanzar finalizando exitosamente su
Campaña de Oriente. Bolívar se hizo cargo del gobierno e intentó ordenar la
administración y reorganizar el ejército. Pero los llaneros, aliados a los realistas y
capitaneados por Boves, lo acechan y terminan por vencerlo en 1814, obligándolo
a retirarse hacia el oriente, desde donde intenta reconquistar posiciones junto a
Mariño, lo cual resulta imposible. Así cae la Segunda República. Bolívar marcha
hacia Nueva Granada, pero ante las derrotas sufridas por Antonio Nariño y los
revolucionarios de esa región, decide emigrar a Jamaica en 1815, en busca del
apoyo británico.

El escenario europeo ha cambiado radicalmente a raíz de la derrota de


Napoleón y el restablecimiento de las monarquías absolutistas, unidas en Santa
Alianza. Desembarcará y se hará cargo de la región el general Morillo, al frente de
numerosas tropas enviadas por el rey Fernando VII, decidido a recuperar sus
reinos. Para ese entonces, el Virrey de Lima había recuperado Chile y el Alto
Perú. Solamente quedaban en poder de los gobiernos revolucionarios el Río de la
Plata, las regiones del centro y norte de la actual Argentina y la región del
Paraguay. Es durante ese exilio que Bolívar realiza un lúcido diagnóstico y
pronóstico de la situación (Carta de Jamaica), reafirmando el ideal
independentista, consciente de los obstáculos y las dificultades, pero esperanzado
en las posibilidades de victoria.

Dado que no logra el apoyo británico esperado, viaja a Haití y recibe ayuda
del presidente Pétion para reiniciar la lucha en 1816. Bolívar se establece en
Angostura, a orillas del Orinoco, en el oriente venezolano, y comienza a hostilizar
a los realistas desde el este, mientras Santander lo hace desde Nueva Granada.
Progresivamente, Bolívar va logrando establecer la llamada Tercera República y
convocará a un Congreso en Angostura que sentaría las bases de una nueva
institucionalidad independiente de España. Sus ideas constitucionales toman
como base el modelo británico adaptado a un régimen republicano (Discurso de
Angostura).

La victoria bolivariana de Boyacá (7 de agosto de 1819) decidirá la suerte


de Bogotá y Nueva Granada. Los acontecimientos en España introducen un
compás de espera: los liberales se resisten al absolutismo de Fernando VII y
logran que se establezca una constitución. Pero no hay señales auspiciosas para
el movimiento emancipador americano, como nos las hubo en tiempos de la
constitución de Cádiz en 1812. Se retoma la beligerancia y la victoria de Carabobo
(24 de junio de 1821) logrará la liberación de la región caraqueña, mientras que la
victoria de Sucre en Pichincha (24 de mayo de 1822) asentará a los
independentistas en Quito.

Los éxitos militares permitirán el desarrollo político, de forma que este


proceso derivará en la Constitución de Cúcuta de 1821, nacimiento oficial de la
República de Colombia (historiográficamente denominada la “Gran Colombia”,
conformada por las actuales repúblicas de Venezuela, Colombia y Ecuador).
Bolívar es nombrado presidente y Santander vicepresidente. Éste último será
quien ejerza ordinariamente las funciones de gobierno, ya que Bolívar partirá en
expedición militar hacia el Perú, que ya había declarado su independencia el 28 de
julio de 1821 a instancias de la presencia del general San Martín, que había
ingresado triunfalmente en Lima el 12 de julio previo, al frente de un ejército
libertador proveniente del sur, luego de la liberación de Chile.

El hasta entonces Virrey de Lima se había establecido con tropas en la


sierra, por lo cual era imprescindible culminar la liberación total de algunas
regiones del Perú y el Alto Perú, en manos realistas.

En tal situación, Bolívar y San Martín se encuentran en Guayaquil el 26 de


julio de 1822. Fruto de esa entrevista, San Martín se retira de la escena y Bolívar
aguarda la solicitud de las autoridades peruanas para que comande el tramo final
de la lucha. Bolívar llega a Lima en septiembre de 1823 y es nombrado Dictador
en febrero de 1824. Junto a Sucre vencen al ejército español en Junín (6 de
agosto de 1824) y Sucre completa la victoria independentista en Ayacucho (9 de
diciembre de 1824).

Sucre organiza el Congreso que proclama la República de Bolivia (1825) y


Bolívar envía un discurso para ser leído en el Congreso Constituyente que se
reunió para organizar la nueva nación. Allí expone un nuevo programa político e
institucional en el cual se manifiestan tanto su diagnóstico de la realidad como sus
ideas para establecer las nuevas repúblicas sobre gobiernos firmes, previniendo la
anarquía y las disensiones que temía podían oscurecer el futuro americano
(Mensaje al Congreso Constituyente de Bolivia).

Bolívar había convocado a los nuevos gobiernos independientes


americanos a enviar delegados a un Congreso a realizarse en Panamá con la
finalidad de buscar la unión y confederación de todos los países emergentes de
las hasta entonces colonias españolas. Este Congreso se realizó en 1826 y no
tendrá los resultados esperados, pero resultará un precedente permanentemente
invocado hasta el presente a la hora de intentar fortalecer la unidad sudamericana.

A pesar de haber sido nombrado presidente vitalicio del Perú hacia fines de
ese mismo año, Bolívar no acepta y se dirige hacia Colombia, amenazada por la
desunión. El escenario cambia: a la liberación del dominio español, una vez
acallados los fragores de la guerra independentista, le sucederán los problemas
entre las nuevas naciones y los enfrentamientos entre las distintas facciones
políticas. A fin de propiciar un entendimiento, Bolívar convocará a la Convención
de Ocaña, que se realizará en 1828. La imposibilidad de acuerdo entre los
federalistas liderados por Santander y los partidarios de un gobierno fuerte y
centralizado, liderados por el propio Bolívar, llevarán al fracaso de la reunión. A fin
de evitar la anarquía, Bolívar se declara Dictador y promulga un Decreto Orgánico
el 27 de agosto de 1828, con el que procura mantener la unidad de Colombia. Un
mes después, en Bogotá, logra escapar de un intento de asesinato por parte de
sus adversarios.

En ese clima de confusión y enfrentamiento, tropas de Perú invaden


Guayaquil a fin de anexarlo. El incidente culmina cuando Sucre vence en Tarqui
(febrero de 1829) y mantiene la ciudad bajo la jurisdicción colombiana. Durante la
segunda mitad de ese año se empiezan a manifestar en Bolívar los síntomas de la
tuberculosis que lo llevará a la muerte.

Bolívar intenta normalizar la situación convocando a un nuevo Congreso


Constituyente. En enero de 1830, en Bogotá, se dispone a inaugurarlo (Mensaje al
Congreso Constituyente de la República de Colombia). En su discurso formaliza
su renuncia indeclinable a la presidencia, a fin de allanar los caminos. Sin
embargo, la disgregación de la “Gran Colombia” no se podrá evitar: la región
venezolana se niega a enviar delegados, con lo que oficializa su separación de
Colombia, siendo nombrado Páez como presidente. En mayo, Quito oficializa su
separación y Flores asumirá la presidencia del Ecuador. En relación con estos
eventos, Sucre morirá asesinado cuando retornaba del Congreso realizado en
Bogotá.

Bolívar, enfermo y desanimado, marcha hacia el extranjero por el río


Magdalena, pero muere en Santa Marta, en las costas de la actual Colombia, el 17
de diciembre de 1830.

Fernando Báez: nación en los años 1970 conocido como un bibliotecólogo,


poeta, ensayista y novelista venezolano, reconocido por sus trabajos sobre la
destrucción de libros y recientemente por su investigación sobre los destrozos que
la invasión de Irak de 2003 ha causado en las obras artísticas de ese país.]

Báez es Licenciado en Educación y Doctor en Bibliotecología. Trabajó


algunos años en la Universidad de Los Andes en Mérida.
Entre sus obras destacan Historia universal de la destrucción de libros
(2004), Historia de la antigua biblioteca de Alejandría (Premio de Ensayo Vintilia
Hora, 2003), La destrucción cultural de Iraq (prologado por Noam Chomsky, 2004).
Recientemente publicó su primera novela, El traductor de Cambridge (2005).

Báez también ha traducido textos del griego clásico, específicamente Los


fragmentos de Aristóteles (publicado en 2002) y La poética de Aristóteles. Edición
en griego, latín y Castellano (2003).

Fue declarado persona non grata por las autoridades de los Estados
Unidos, luego de la publicación de su libro sobre Irak.
Temas de abordaje del ensayo
venezolano

El ensayo de vanguardia surge con las generaciones del 18 y 28,


especialmente con la producción de Julio Planchart, Enrique Bernardo Núñez,
Mario Briceño Iragorry y Mariano Picón Salas, quienes abordaron en sus páginas
los problemas sociohistóricos y culturales venezolanos.

A partir de los años sesenta los ensayistas se ven influenciados por el


pensamiento teórico posmoderno. Tras el cuestionamiento de las grandes
ideologías de la modernidad, los ensayistas toman un tono más escéptico,
emparentado con los planteamientos filosóficos mundiales de finales del Siglo XX.
Los ensayistas de la posmodernidad abordan temas como la globalización, los
medios de comunicación masiva, la relatividad de la noción de verdad. Se instaura
en el género la duda y lo inacabado del planteamiento de las ideas como marcas
fundamentales de la época. Luis Britto García, Víctor Bravo, Elisa Lerner,
Guillermo Sucre, entre otros, han producido ensayos de gran valor filosófico,
estético y social
Conclusión

En Venezuela, el ensayo se consolida como forma de expresión de un


grupo homogéneo y literariamente organizado (José Ramón Medina, 50 años de
literatura venezolana, p.186) con los escritores que integraron la primera
generación positivista: José Gil Fortoul, Lisandro Alvarado, César Zumeta. Luis
Razetti, Laureano Vallenilla Lanz, Pedro Manuel Arcaya, Samuel Darío
Maldonado, por citar a los más destacados.
Anexos
José Vicente Abreu

Miguel Acosta Saignes


Andrés Bello

Simón bolívar
Bibliografía

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707567817?_ga=2.73063827.1031772046.1541010222-571187830.1537566720
http://ensayomarial.blogspot.com/
https://www.buenastareas.com/materias/el-ensayo-venezolano-conclusion/0
https://vlexvenezuela.com/tags/ensayo-venezolano-concepto-3757838
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Venezolanos/62835751.html
https://www.monografias.com/docs/Novela-Regional-Y-El-Ensayo-
Venezolano-F3KDGVPC8G2Z
https://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:Ensayistas_de_Venezuela
https://es.scribd.com/doc/315432444/Ensayo-Espanol-y-Venezolano-
Caracteristicas
Escala de estimación

Desempeño ante y durante la evaluación 2 pts.


Dominio del contenido 10 pts.
Capacidad de resumen y análisis 2 pts.
Expresa correctamente y coherentemente las ideas 2 pts.
Ortografía y redacción 2 pts.
Sigue instrucciones 2 pts.

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