Lógica Uzcátegui
Lógica Uzcátegui
Lógica Uzcátegui
16 de septiembre de 2019
ÍNDICE GENERAL
1 Prólogo 1
2 Lógica simbólica 15
2.1 Proposiciones y tablas de verdad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
2.1.1 Conectivos lógicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
2.1.2 Tablas de verdad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
2.1.3 Otras expresiones formales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
2.2 Cálculo proposicional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2.2.1 Implicación lógica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2.2.2 Razonamientos válidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
2.2.3 Falacias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
2.2.4 Equivalencia lógica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
3 Conjuntos 47
3.1 Nociones básicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
3.1.1 Definiciones por comprensión y por extensión . . . . . . . . . . . . 48
3.1.2 Igualdad de conjuntos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
3.1.3 El conjunto vacío . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
3.1.4 Subconjuntos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
3.1.5 El conjunto potencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
3.1.6 Las operaciones elementales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
3.1.7 Diagramas de Venn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
3.2 La lógica y las operaciones sobre conjuntos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
3.2.1 Cuantificadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
3.3 Propiedades de las operaciones entre conjuntos . . . . . . . . . . . . . . . . 73
3.3.1 Algunas propiedades de la relación ⊆ . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
3.3.2 Unión e intersección . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
3.3.3 Complementación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
3.3.4 Diferencia simétrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
iii
iv carlos uzcátegui aylwin
3.3.5 Contraejemplos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
3.4 El producto cartesiano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
3.4.1 Algunas propiedades del producto cartesiano . . . . . . . . . . . . . 94
3.5 Lógica y álgebra booleana (continuación) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
3.5.1 Silogismos categóricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
3.6 Demostraciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
3.6.1 Afirmaciones condicionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
3.6.2 Afirmaciones universales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
3.6.3 Demostraciones por reducción al absurdo . . . . . . . . . . . . . . . 107
3.6.4 Demostraciones de igualdades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
3.6.5 Resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
5 Relaciones 147
5.1 Relaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
5.2 Relaciones reflexivas, simétricas y transitivas . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
5.3 Grafos y Digrafos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
5.4 Relaciones de equivalencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
5.5 Relaciones de orden . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 166
5.6 Aplicaciones de los grafos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168
5.6.1 El problema de los puentes de Königsberg . . . . . . . . . . . . . . 168
5.6.2 El problema “Agua, Luz y Teléfono” . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
5.6.3 El problema de los cuatro colores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
6 Funciones 173
6.1 El concepto de función como relación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
6.1.1 Representación gráfica de funciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . 176
6.1.2 Funciones por partes y funciones características . . . . . . . . . . . 177
6.1.3 ¿Cuántas funciones existen entre dos conjuntos? . . . . . . . . . . . 179
6.2 Funciones inyectivas, sobreyectivas y biyectivas . . . . . . . . . . . . . . . . 182
6.2.1 Funciones inyectivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182
Índice general v
En estas notas presentamos algunos de los conceptos y herramientas básicas que necesi-
tará un estudiante de matemáticas durante todos sus estudios de pregrado. Creemos que,
a pesar de la naturaleza abstracta de las matemáticas y de su parafernalia simbólica, sus
ideas fundamentales se pueden presentar de tal manera de convencer al estudiante que la
matemática no es sólo una larga cadena de teoremas entrelazados entre sí.
El libro consta de 5 capítulos. En el primero estudiamos los rudimentos de la lógica sim-
bólica. Introduciremos la jerga especial que usamos en matemáticas para expresarnos con
precisión: proposiciones lógicamente equivalentes, contrarrecíproca, implicaciones, contra-
dicciones, condicionales, premisas, conclusiones, etc. El capítulo 2 contiene las nociones
básicas de la teoría de conjuntos que serán usados en prácticamente todos los estudios de
matemáticas. Haremos especial énfasis sobre la analogía entre las propiedades de la lógica
y las del álgebra booleana. En el capítulo 3 trataremos la inducción matemática. En este
método de demostración se conjugan tres temas fundamentales de la matemáticas: la ló-
gica, los conjuntos y los números. En el capítulo 4 presentamos las nociones básicas sobre
las relaciones binarias como preparación para el capítulo que le sigue sobre funciones.
Daremos un tratamiento muy elemental e introductorio al tema de las funciones.
Este libro se base en otro que escribí para ser usado en la Universidad de Los Andes
(Mérida, Venezuela) [10]. Cuando comencé a trabajar, en el año 2015, en la Universidad
Industrial de Santander (Bucaramanga, Colombia) me dí cuenta que a pesar de que los
contenidos de aquel libro eran similares al curso dictado en la UIS, resultaría mas útil para
los estudiantes y profesores que dictaran el curso, tener a su disposicián un libro texto
mas adaptado al programa. Escribir otro libro fue una oportunidad excelente para revisar
aquel texto, corregirle algunas deficiencias e incorporarle nuevos ejercicios. La versión que
presentamos ha sido usada en la UIS durante varios años y por eso he tenido la suerte
de recibir numerosas observaciones y sugerencias. En especial quiero agradecer a los pro-
fesores Rafael Isaacs, Javier Camargo y Wilson Olaya por sus comentarios. Finalmente,
quiero también agradecer, como siempre lo hago en estas circunstancias, a los estudian-
tes que detectaron errores y me hicieron preguntas que muchas veces se convirtieron en
2 carlos uzcátegui aylwin
ejercicios del texto. En varios momentos de su elaboración hemos consultado los libros
[1, 4, 7, 8, 13, 15, 11].
2. 1 + 1 = 2.
3. 1 + 1 = 3.
1. Espérame!
3. x + y = x
4. ¡A estudiar!
5. El es un estudiante.
x + y = x para algún x, y ∈ Z,
entonces esa afirmación es una proposición verdadera. Pues vemos que escogiendo apro-
piadamente los valores de x y y la ecuación es correcta. Por ejemplo, si x = 1 y y = 0, se
cumple que x + y = x. La oración 5 tampoco es una proposición, pues no se sabe a quién
se refiere el pronombre “El”. ✷
CAPÍTULO 2. LÓGICA SIMBÓLICA 17
Una proposición que no contenga ningún conectivo se dice que es una proposición
simple, también se les llama proposiciones atómicas. Por ejemplo, la afirmación “ 34
es menor que 100” es una proposición simple. Las proposiciones que contengan algún
conectivo se llaman proposiciones compuestas. Un ejemplo de proposición compuesta
es “ 3 es un número impar y 28 es par”.
En general, la oración declarativa con que se expresa una proposición puede ser larga
y compleja y por esto es conveniente, para simplificar su presentación y manipulación,
sustituirla por un letra. Usaremos las letras P , Q, R · · · para simbolizar proposiciones.
De igual manera, los conectivos serán representados en forma simbólica de la siguiente
manera:
¬ para la negación
∨ para la disyunción
∧ para la conjunción
→ para el condicional
↔ para el bicondicional
¬P se lee “no P ”
P ∨Q se lee P óQ
P ∧Q se lee P yQ
P →Q se lee Si P , entonces Q
P ↔Q se lee P si, y sólo si Q
P = “está lloviendo”
Q = “el Sol está brillando”
R = “hay nubes en el cielo”
18 carlos uzcátegui aylwin
Con estas tres proposiciones simples podemos construir varias proposiciones compuestas
como se ilustra a continuación.
Ejemplo 2.4. Sean P , Q y R como en el Ejemplo 2.3. Considere las siguientes proposi-
ciones compuestas.
1. (P ∧ Q) → R
2. ¬P ↔ (Q ∨ R)
3. ¬(P ∨ Q) ∧ R
4. (P → R) → Q
5. ¬(P ↔ (Q ∨ R))
La primera de ellas dice “Si está lloviendo y el sol está brillando, entonces hay nubes
en el cielo”. La tercera podría traducirse como: “no es el caso que esté lloviendo o el sol
esté brillando, pero hay nubes en el cielo”. Se recurrió a la frase “pero...” en lugar de “y...”
para indicar que la frase que seguía no estaba afectada por la expresión “no es el caso”.
Dejamos a cargo del lector traducir las otras proposiciones a oraciones en español. Tenga
presente que al hacerlo puede obtener oraciones que no son de uso frecuente en español.
✷
“Si P , entonces Q”
Q → P.
Usando la notación del Ejemplo 2.3 podemos expresar simbólicamente esta proposición
por P → R. La recíproca expresada simbólicamente es R → P y dice
1. La negación de
Está lloviendo y el Sol está brillando
es
No está lloviendo o el Sol no está brillando.
Es decir, la negación de una proposición de la forma P ∧ Q dice lo mismo que la
siguiente proposición
¬P ∨ ¬Q.
2. La negación de
Está lloviendo o el Sol está brillando
es
No está lloviendo y el Sol no está brillando.
Pero usualmente decimos: Ni está lloviendo, ni el sol está brillando.
Es decir, la negación de una proposición de la forma P ∨ Q dice lo mismo que la
proposición siguiente
¬P ∧ ¬Q.
20 carlos uzcátegui aylwin
3. La negación de
es
Está lloviendo y no hay nubes en el cielo.
La negación de un proposición condicional P → Q dice lo mismo que la proposición
P ∧ ¬Q.
“P , si Q”.
“P , sólo si Q”.
Esta proposición dice que P ocurre solamente si Q ocurre. Por eso decimos que Q
es una condición necesaria para que P ocurra. En otras palabras, cada vez que P se
cumple, necesariamente Q también. Por eso esa expresión equivale a decir que “Si P ,
entonces Q”. Por ejemplo, la proposición “ Iré a la playa sólo si Gabriela me acompaña” se
interpreta como “ Si voy a la playa, entonces Gabriela me acompaña”. Pues si realmente
fuí a la playa, necesariamente Gabriela me acompañó.
En resumen, el significado de P ↔ Q es el mismo que la conjunción de P → Q y
Q → P.
CAPÍTULO 2. LÓGICA SIMBÓLICA 21
Ejercicios 2.1.1
1. ¿Cuáles de las siguientes son proposiciones? En caso que sea una proposición, diga
si es verdadera o falsa.
a) 5 + 2 = 7.
b) 24 < 32 .
c) El Presidente actuó en contra de la Ley.
d ) Tu voto es tu opinión.
e) ¿Te duele?
f ) Me duele.
g) El polo norte es frío y el polo sur es caliente.
h) Perro que ladra no muerde.
i ) Si llueve el miércoles, no saldremos de paseo.
j ) Si Venezuela gana el campeonato, entonces Colombia pierde.
3. Traduzca cada una de las siguientes oraciones a notación lógica de manera análoga
a lo hecho en el ejercicio 2 (introduzca las letras que haga falta).
a) El número de cédula de Genaro es menor que 5 millones o es mayor que seis
millones.
22 carlos uzcátegui aylwin
P = “ 25 < 33 ”
Q = “ 3 < 16 ”
R = “ 22999 < 121000 ”.
(i) Podemos concluir que P ∨ Q es verdadera, pues al menos Q lo es. Note que también
podemos afirmar que Q ∨ R es verdadera, aun cuando no sabemos si R es verdadera
o no.
(iv) Un momento de reflexión debería convencer al lector de que una proposición con-
dicional “Si S, entonces T ”, solamente puede ser falsa cuando S es verdadera y T
no lo es. En todos los otros casos, necesariamente, es verdadera (pues no hay otra
alternativa). Por eso Q → P es falsa, pues Q es verdadera y P no lo es. Por la
misma razón tenemos que R → Q es verdadera, independientemente de si R es o no
verdadera.
Los valores de verdad son las dos alternativas que tenemos para una proposición:
ser verdadera o ser falsa. Serán denotados respectivamente con las letras V y F. Si una
proposición es verdadera diremos que su valor de verdad es V, y si es falsa, diremos que
es F.
Ahora veremos algo fundamental para todo lo que sigue en este capítulo. Volvamos al
ejemplo al comienzo de esta sección. Si en lugar de las proposiciones P y Q usamos las
siguientes (P ′ se lee P prima).
P′ = “ 24 < 32 ”
Q′ = “ 5 < 10 ”
24 carlos uzcátegui aylwin
Entonces P y P ′ son ambas falsas y Q y Q′ son ambas verdaderas. Debería ser claro que
al igual que antes tenemos que P ′ ∨ Q′ es verdadera; P ′ ∧ Q′ es falsa; ¬P ′ es verdadera y
Q′ → P ′ es falsa. Lo mismo es válido si en lugar de P usamos cualquier otra proposición
que sea falsa y en lugar de Q usamos cualquier otra proposición que sea verdadera.
En resumen tenemos que:
(p ∧ q) → r.
(p ∧ q) → r
¬p ↔ (q ∨ r)
¬(p ∨ q) ∧ r
(p → r) → q
¬(p ↔ (q ∨ r))
(p ∧ q) ∨ ¬(p → q)
((p → q) ∧ (q → r)) → (p → r)
CAPÍTULO 2. LÓGICA SIMBÓLICA 25
p ¬p
V F
F V
p q p∨q
V V V
V F V
F V V
F F F
Estas tablas se leen horizontalmente. Por ejemplo, la primera línea dice que si p es
verdadera y q es verdadera, entonces p ∨ q también es verdadera. La tercera línea dice que
si p es falsa y q es verdadera, entonces p ∨ q es verdadera etc.
Las tablas de verdad para los otros conectivos son:
p q p∧q p q p→q
V V V V V V
V F F V F F
F V F F V V
F F F F F V
Ejemplo 2.9. Hay una manera más simple de presentar las tablas de verdad. En la última
fila indicaremos a cuál paso del procedimiento corresponde esa columna.
p q p∧q ∨ ¬ (p → q)
F F F F F V
F V F F F V
V F F V V F
V V V V F V
paso 1 1 2 4 3 2
p p→p
V V
F V
p q p→q p ∧ (p → q) [p ∧ (p → q)] → q
V V V V V
V F F F V
F V V F V
F F V F V
CAPÍTULO 2. LÓGICA SIMBÓLICA 27
✷
Un fórmula que reciba F en cada una de las filas de su tabla de verdad se dice que es
una contradicción. Note que una fórmula es una contradicción si, y sólo si, su negación
es una tautología. La contradicción más simple es p ∧ ¬p.
Ejercicios 2.1.2
1. Considere las siguientes fórmulas:
p → q, ¬p → ¬q, q → p, ¬q → ¬p,
E K 4 7
Alguien afirmó: Todas las tarjetas que tienen una vocal en una cara tienen un número
par en la otra. ¿Cuál es la menor cantidad de tarjetas que hay que voltear para
verificar si tal afirmación es verdadera? ¿Cuáles hay que voltear?
6. Rodolfo y Margarita están hablando. Rodolfo dice: (1) ¿Qué iremos a comer hoy?
Margarita, que parece molesta, le responde: (2) Si quieres comer, o preparas tu
comida o comes lo que sobró de anoche. Y Rodolfo responde: (3) Uhm....Como que
no tengo hambre. Observe que (2) y (3) pueden ser ambas verdaderas y de esta
manera Rodolfo no contradice lo dicho por Margarita y no tiene que cocinar y ni
comer recalentado!
28 carlos uzcátegui aylwin
7. José está mirando una fotografía de un hombre. Alguien llega y le pregunta: ¿Quién
es la persona que aparece en la foto? José responde diciendo: No tengo hermanos
ni hermanas. Pero el padre del hombre de la foto es el hijo de mi padre. ¿Quién es
la persona que aparece en la foto? (a) El abuelo de José. (b) El padre de José. (c)
José. (d) El hijo de José. (e) Ninguna de las anteriores.
8. En un pueblo sus habitantes siempre dicen la verdad o siempre dicen mentiras. El
grupo V está formado por aquellos que dicen siempre la verdad y el grupo M por
aquellos que siempre dicen mentiras. Tres habitantes P , Q y R del pueblo estaban
conversando en la plaza. Una persona que caminaba por la plaza le preguntó a
P : ¿Eres del grupo V o del grupo M? Como no pudo escuchar la respuesta de P ,
entonces le preguntó a Q: ¿Qué fué lo que dijo P ? Y Q respondió: “P dijo que él era
del grupo M”. En este momento R habló y dijo: “No le creas a Q, él está mintiendo”
¿A qué grupo pertenecen Q y R?
y la contrarrecíproca es:
Si y 2 − x2 6≤ 39, entonces x 6≥ 5 o y 6≤ 8.
Ejercicios 2.1.3
φ ⇒ ψ.
(1) φ es una condición suficiente para ψ. Pues es suficiente que φ sea verdadera (o
que lo que φ afirma se cumpla) para que ψ también lo sea.
30 carlos uzcátegui aylwin
(2) ψ es una condición necesaria para φ. Pues cada vez que φ se cumple (es verda-
dera), necesariamente ψ también se cumple.
Veamos un ejemplo sencillo.
En este caso, que alguien esté inscrito en el registro electoral es suficiente información
para concluir que esa persona es mayor de edad. Por otra parte, ser mayor de edad es una
condición necesaria para poder inscribirse en el registro electoral.
Ejemplo 2.11. La proposición “Los perros ladran y muerden” lógicamente implica cada
una de las siguientes proposiciones: “Los perros ladran” y “Los perros muerden”. Aquí
hemos usado el siguiente hecho
(p ∧ q) ⇒ q.
Esto puede fácilmente verificarse usando tablas de verdad. En efecto, observemos que la
única línea de la tabla de verdad de p∧q que recibe una V es cuando p y q reciben también
V.
Observe también que p 6⇒ (p ∧ q). Pues, por ejemplo, cuando p recibe valor V y q valor
F, se tiene que p ∧ q recibe valor F y p valor V.
✷
Ejemplo 2.12. La proposición “Los estudiantes son competentes” implica lógicamente la
siguiente proposición: “Los estudiantes son competentes o los profesores son injustos”. El
lector verificará que este argumento ilustra la siguiente afirmación:
p ⇒ (p ∨ q)
El lector deberá hacer las tablas de verdad correspondientes y verificar esta última afir-
mación. Observe que también tenemos que
(p ∨ q) 6⇒ p
✷
Ejemplo 2.13. Considere las proposiciones “Juan compró la entrada para el cine”, de-
notémosla con la letra P , y “Juan tiene derecho a entrar al cine”, que denotaremos con
la letra Q. La proposición P → Q dice que “si Juan compró la entrada, entonces tiene
derecho a entrar al cine”. Si aceptamos las proposiciones P y P → Q, entonces podemos
lógicamente concluir Q, es decir, “Juan tiene derecho a entrar al cine”.
El ejemplo anterior es un caso particular de una regla general. Considere las fórmulas
[p ∧ (p → q)] y q. Mostraremos que
[p ∧ (p → q)] ⇒ q
p q p→q p ∧ (p → q)
V V V V
V F F F
F V V F
F F V F
Ejemplo 2.14. Considere las proposiciones “Si llueve, entonces voy al cine” y “No voy al
cine”. Si aceptamos ambas proposiciones, entonces podemos lógicamente concluir la pro-
posición “No llueve”. La regla general detrás de este argumento es la siguiente. Considere
las fórmulas (p → q) y ¬q. Tenemos que
[(p → q) ∧ ¬q ] ⇒ ¬p
Ejemplo 2.15. Considere las proposiciones “Voy al cine o a dormir” y “No voy al cine”.
Si aceptamos ambas proposiciones, entonces podemos lógicamente concluir la proposición
“Voy a dormir”. La regla general detrás de este argumento es la siguiente. Considere las
fórmulas (p ∨ q) y ¬q. Tenemos que
[(p ∨ q) ∧ ¬q ] ⇒ p
Ejemplo 2.16. “Si el lunes voy a clase, no iré al banco” y “Si no voy al banco el lunes,
entonces no podré comprar el disco”. Si aceptamos ambas proposiciones, entonces podemos
lógicamente concluir que “Si el lunes voy a clase, no podré comprar el disco”. La regla
general detrás de este argumento es la siguiente:
[(p → q) ∧ (q → r) ] ⇒ (p → r)
Ejemplo 2.17. “Si Rodrigo viene, iré al cine” y “Si Isabel viene, iré al cine”. Si aceptamos
ambas proposiciones, entonces podemos lógicamente concluir que “Si Rodrigo o Isabel
vienen, iré al cine”. La regla general detrás de este argumento es la siguiente:
[(p → r) ∧ (q → r) ] ⇒ (p ∨ q) → r
✷
32 carlos uzcátegui aylwin
Implicaciones lógicas
p ⇒ (p ∨ q) adición
(p ∧ q) ⇒ p simplificación
[ p ∧ (p → q) ] ⇒ q Modus Ponens
[ ¬q ∧ (p → q) ] ⇒ ¬p Modus Tollens
[ (p ∨ q) ∧ ¬q ] ⇒ p silogismo disyuntivo
[ (p → q) ∧ (q → r) ] ⇒ (p → r) silogismo hipotético
Tabla 2.1:
La Tabla 2.1 resume algunas implicaciones lógicas. Dejamos a cargo del lector hacer las
correspondientes tablas de verdad.
En latín, la palabra Modus significa “modo” o “procedimiento”, Ponens proviene de la
palabra “ponere”, que significa “afirmar”, y Tollens viene de “tollere”, que significa “negar”.
La terminología completa para la regla Modus Ponens es Modus Ponendo Ponens, que
significa un procedimiento que afirma (“ponens”) el consecuente de una condicional afir-
mando (“ponendo”) el antecedente. De igual forma, Modus Tollendo Tollens significa el
procedimiento que niega el antecedente de una condicional negando el consecuente.
Ejercicios 2.2.1
1. Demuestre las implicaciones lógicas de la tabla 2.1 dada en la sección 2.2.1, es decir,
compare las correspondientes tablas de verdad.
a) (p → q) ⇒ (p → (p ∧ q)).
b) (p → q) ∧ (p → r) ⇒ (p → (q ∧ r)).
c) ((p → q) ∧ q) ⇒ p.
“No llueve”.
Premisas: φ1 , φ2 , · · · , φn .
Conclusión: ψ.
φ1
φ2
..
.
φn
ψ
Un razonamiento con premisas φ1 , · · · , φn y conclusión ψ es válido si
φ1 ∧ φ2 ∧ · · · ∧ φn ⇒ ψ.
Premisas: p, p → q, q → r.
Conclusión: r.
Para justificar que este razonamiento es válido haremos una deducción o derivación.
Justificación
(1) p Premisa
(2) p→q Premisa
(3) q De (1) y (2) por Modus Ponens
(4) q→r Premisa
(5) r De (3) y (4) por Modus Ponens
El argumento anterior es válido pues en cada paso de la derivación hemos incluido una
fórmula que es una de las premisas o una fórmula que es lógicamente implicada por
algunas de las anteriores. Y la última línea de la deducción contiene precisamente r, que
es la conclusión de nuestro argumento.
✷
CAPÍTULO 2. LÓGICA SIMBÓLICA 35
Reglas de inferencia
α α∧β
Adición Simplificación α
α∨β
α ¬β
α→β α→β
Modus Ponens Modus Tollens ¬α
β
α∨β α→β
¬β β→γ
Silogismo Disyuntivo α Silogismo Hipotético α→γ
α→β α
γ→δ β
Prueba por casos Conjunción
(α ∨ γ) → (β ∨ δ) α∧β
Tabla 2.2:
La regla Modus Ponens puede verse como una derivación que tiene dos premisas: p y p →
q y que como conclusión tiene q. De manera similar, la regla Modus Tollens y los silogismos
hipotético y disyuntivo son derivaciones con dos premisas. Por otra parte, las reglas de
simplificación y de adición son derivaciones que tienen solamente una premisa. Estas
derivaciones también suelen llamarse reglas de inferencia. En la tabla 2.2 indicamos
algunas de las reglas de inferencia válidas más comunes. Como observará el lector, ellas
provienen de las implicaciones lógicas que presentamos en la tabla 2.1.
Ejemplo 2.21. Si compramos una parcela, entonces construimos una casa o esperamos
para vender la parcela a un precio mayor. Si construimos una casa o compramos un
apartamento, entonces compramos muebles. Si compramos muebles, entonces compramos
un televisor. Si nos esperamos para vender la parcela, tendremos dinero suficiente para
comprar un apartamento. Por lo tanto, si compramos una parcela, entonces compraremos
un televisor. ¿Es este razonamiento válido?
(P) Compramos una parcela
(Q) Construimos una casa
(R) Compramos muebles
(S) Compramos un televisor
(T) Esperamos para vender la parcela más adelante a mejor precio
(U) Compramos un apartamento
En forma simbólica, el razonamiento que estamos estudiando es
Premisas: p → (q ∨ t), (q ∨ u) → r, r → s, t → u.
Conclusión: p → s.
Observemos que bastaría mostrar que a partir de las premisas podemos deducir la
siguiente fórmula:
(q ∨ t) → (q ∨ u)
pues de esa forma obtendríamos la cadena:
p → (q ∨ t) , (q ∨ t) → (q ∨ u) , (q ∨ u) → r , r → s.
y a partir de estas podemos obtener p → s usando repetidamente el silogismo hipotético.
Usaremos esta idea para construir la derivación que presentamos a continuación.
Justificación
(1) (q ∨ u) → r Premisa
(2) r→s Premisa
(3) (q ∨ u) → s Silogismo hipotético en (1) y (2)
(4) q → (q ∨ u) Tautología
(5) u → (q ∨ u) Tautología
(6) t→u Premisa
(7) t → (q ∨ u) Silogismo hipotético en (5) y (6)
(8) (q ∨ t) → (q ∨ u) Prueba por casos en (4) y (7)
(9) (q ∨ t) → s Silogismo hipotético en (3) y (8)
(10) p → (q ∨ t) Premisa
(11) p→s Silogismo hipotético en (9) y (10)
✷
Otra manera de mostrar la validez del razonamiento en el último ejemplo es verificando
la siguiente implicación lógica:
[ (p → (q ∨ t)) ∧ ((q ∨ u) → r) ∧ (r → s) ∧ (t → u) ] ⇒ (p → s)
38 carlos uzcátegui aylwin
Para hacerlo usando una tabla de verdad tendríamos que hacer una tabla con 26 = 64
filas, pues tenemos 6 variables proposicionales. Ahora debería quedar claro que el método
de la derivación es mucho más corto que el de hacer tablas de verdad, pero requiere más
ingenio para llevarlo a cabo.
Observación 2.22. La razón de por qué se puede incluir una tautología en cualquier paso
de una derivación es que una tautología es una consecuencia lógica de cualquier fórmula.
En efecto, suponga que φ es una fórmula cualquiera y ψ es una tautología. Dejaremos al
lector la tarea de convencerse que φ → ψ es una tautología. El lector interesado también
comprobará que al ser φ → ψ una tautología, entonces φ ⇒ ψ. En palabras, una tautología
es una consecuencia lógica de cualquier fórmula.
Ejercicios 2.2.2
2. Considere las siguientes deducciones que parecen una forma de simplificación. De-
termine cuál es válida y cuál no lo es. Halle una derivación de la que es válida y
explique porqué la otra no lo es.
(α ∧ β) ∨ γ
a) α∨γ
(α ∨ β) ∧ γ
b) α∧γ
4. Para cada una de las deducciones en el ejercicio anterior invente una historia que
tenga esa estructura lógica (similares a los del ejercicio #1).
6. Yoana, una niña de 7 años, acaba de conocer a Elena, hija de Carmen. Carmen dice
que Yoana se parece bastante a su mamá y pregunta a Yoana: ¿A quién se parece
Elena, a la mamá o al papá? Aunque Yoana nunca ha visto al padre de Elena, dice
que Elena se parece a su papá. ¿Cuál pudo ser el razonamiento usado por Yoana
para concluir esto? ¿Qué premisas usó Yoana tácitamente?
7. Un prisionero debe hacer una elección entre dos puertas: detrás de una de ellas está
una hermosa dama y detrás de la otra se halla un tigre hambriento. Suponga que
cada una de las puertas tuviera un letrero y el prisionero sabe que solamente un
letrero es verdadero. El letrero de la primera puerta dice:
En uno de estos cuartos hay una dama y en uno de estos cuartos hay un tigre.
Con esta información, el prisionero es capaz de elegir la puerta correcta (¿la del
tigre?) Este problema es tomado de [2].
8. Supongamos que tenemos un número entero positivo menor que 14 y que satisface
las siguientes condiciones: es divisible por 3 y al sumarle 2 se obtiene un número
divisible por 4. Entonces ese número es el 6. Convénzase que este razonamiento es
correcto. Exprese este razonamiento usando la lógica proposicional e indique cuáles
son las reglas de inferencia usadas en la demostración.
2.2.3. Falacias
Una falacia es un argumento inválido que tiene la apariencia de ser correcto. En algunos
casos, su aparente correctitud se debe a que es similar a uno que sí es correcto.
Ejemplo 2.23. Supongamos que alguien dice que “Si llueve, no iré a trotar” y sucedió
que esa persona no fué a trotar. Entonces concluimos que llovió.
(p → q) ∧ p ⇒ q.
¿Es este argumento correcto? La respuesta es que no lo es, pues tenemos que
(p → q) ∧ ¬p 6⇒ ¬q
como lo puede verificar el lector interesado. Sin embargo, la regla Modus Tollens dice
precisamente que
(p → q) ∧ ¬q ⇒ ¬p.
Que correspondería al siguiente argumento válido:
El lector interesado en conocer más sobre las falacias puede consultar [12].
p q p∨q ¬(p ∨ q) ¬p ¬q ¬p ∧ ¬q
V V V F F F F
V F V F F V F
F V V F V F F
F F F V V V V
42 carlos uzcátegui aylwin
p q p→q ¬p ¬q ¬q → ¬p
V V V F F V
V F F F V F
F V V V F V
F F V V V V
Reglas de sustitución
Suponga φ ⇔ ψ y α ⇔ β. Entonces
S1 ¬φ ⇔ ¬ψ
S2 α ∧ φ ⇔ β ∧ ψ
S3 α ∨ φ ⇔ β ∨ ψ
CAPÍTULO 2. LÓGICA SIMBÓLICA 43
Equivalencias lógicas
3a p ∨ (q ∨ r) ⇔ (p ∨ q) ∨ r Leyes asociativas
3b p ∧ (q ∧ r) ⇔ (p ∧ q) ∧ r
4a p ∧ (q ∨ r) ⇔ (p ∧ q) ∨ (p ∧ r) Leyes distributivas
4b p ∨ (q ∧ r) ⇔ (p ∨ q) ∧ (p ∨ r)
6 p → q ⇔ ¬q → ¬p Contrapositiva
7 p → q ⇔ ¬p ∨ q Implicación
Tabla 2.3:
Transitividad Si φ ⇔ ψ y ψ ⇔ ρ, entonces φ ⇔ ρ.
La tabla 2.3 muestra algunas equivalencias lógicas importantes. Dejamos a cargo del
lector comprobar estas equivalencias haciendo las correspondientes tablas de verdad.
Usaremos las equivalencias presentadas en la tabla de arriba junto con la propiedad que
enunciamos justo después de la tabla para mostrar que esa fórmula es equivalente a
p ∧ (¬q ∧ ¬r).
Justificación
La línea (8) nos dice que la fórmula ¬(p → (q∨r)) es lógicamente equivalente a p∧¬q∧¬r,
que es claramente mas simple que la primera.
Una vez que se tenga destreza con el manejo de las reglas de equivalencia uno puede
resumir lo anterior de la siguiente manera:
Observación 2.26. Es importante que el lector note que φ ⇔ ψ ocurre cuando se cumplen
simultáneamente que φ ⇒ ψ y también que ψ ⇒ φ. Por esta razón, cuando se quiere
establecer la equivalencia lógica entre dos proposiciones, uno puede hacerlo mostrando
dos implicaciones lógicas.
Premisas: q → r, p → q, p ∨ t, t → s, ¬r.
Conclusión: s.
Justificación
Ejercicios 2.2.4
(α ∧ ¬α) ∨ β ⇔ β.
46 carlos uzcátegui aylwin
Algunos conjuntos en matemáticas aparecen con tanta frecuencia y son de tal impor-
tancia que han recibido una notación especial. Veamos algunos de ellos: El conjunto de
los números naturales se denota con el símbolo N.
N = {0, 1, 2, 3, 4 · · ·}.
que está formado por los números naturales junto con sus opuestos y lo denotamos con
Z. El conjunto de los números racionales, denotado con el símbolo Q, consiste de los
números fraccionarios, es decir, de las expresiones de la forma m
n
donde n y m son enteros
y m es distinto de cero. Por ejemplo, los siguiente números son racionales
1 35 3 12 3
, ,− , , .
2 6 5 55 7
Los números racionales contienen a todos los enteros, pues la fracción de la forma n1
representa al entero n. Por ejemplo, 21 es el número 2 y −5
1
es el −5.
Los números reales se representan con expresiones decimales finitas e infinitas de la
forma
3, 141592653589 · · ·
1, 414213562373095 · · ·
(por cierto, el primero es una aproximación del famoso número π que corresponde a la
mitad
√ de la longitud de una circunferencia de radio 1 y el segundo es una aproximación
de 2). El conjunto de los números reales se denota por R.
Teniendo estos conjuntos a nuestra disposición, ahora es más fácil definir otros conjuntos
por comprensión.
Ejemplos 3.2. 1. El orden de los números enteros lo denotamos con el símbolo <.
La expresión n < m se lee “n es menor que m”. También escribiremos m > n para
indicar lo mismo que n < m. En general, también usará el símbolo < para el orden
entre los números reales. El símbolo ≤ se lee “menor o igual que”. Por ejemplo,
n ≤ m indica que n es menor que m o que n es igual a m. Esto también se escribe
m ≥ n.
Podemos usar < para definir conjuntos. Por ejemplo:
{m : m ∈ Z y − 4 < m}
que consiste de todos los enteros mayores que -4. Observe que después de los dos
puntos se escribe la condición que deben tener los elementos del conjunto que esta-
mos definiendo. En este caso pedimos dos condiciones: que sean enteros y que sean
mayores que -4.
50 carlos uzcátegui aylwin
{m : m ∈ Q y − 4 < m}.
{m ∈ Z : −4 < m}
que de inmediato le indica al lector el tipo de objetos que forman el conjunto que se
define, en este caso, el conjunto contiene sólo números enteros. Es importante que el
lector comprenda que estas dos formas de describir los conjuntos son equivalentes.
Es decir,
{m : m ∈ Z y − 4 < m} = {m ∈ Z : −4 < m}.
{x ∈ X : x tiene la propiedad P }.
Es decir, la definición por comprensión consiste en separar una parte del conjunto
X por medio de una propiedad: La parte de X que contiene exactamente todos los
elementos de X con la propiedad en cuestión.
{x ∈ N : 3 ≤ x < 8}.
{3, 4, 5, 6, 7}.
6. Recuerde que es irrelevante la letra usada para la variable en las definiciones por
compresión. Por ejemplo
El conjunto A está definido por comprensión. Sin embargo, en este caso podemos también
dar una descripción de A por extensión, es decir, podemos dar una lista completa de todos
sus elementos:
n n2 − n
1 0
2 2
3 6
4 12
En resumen, tenemos que
A = {0, 2, 6, 12}.
Note que la frase “para algún n ∈ {1, 2, 3, 4}” indica que la variable n puede tomar
cualquiera de los valores 1, 2, 3 o 4, y además, que para hacer la lista completa de los
elementos de A debemos considerar todas esas alternativas. Una frase alternativa podría
ser “donde n es alguno de los números 1, 2, 3, 4”.
✷
El primer conjunto definido en los ejemplos 3.2 también suele representarse de la si-
guiente manera
{−3, −2, −1, 0, 1, 2, 3, 4, · · · }.
Los 3 puntos · · · es la manera de decir etcétera en matemáticas. El contexto debe aclarar el
significado de · · · . Es importante tener presente que este tipo de notación para conjuntos
es algo ambigua, pues presupone que el lector es capaz de inferir los otros elementos del
conjunto.
Ilustraremos ahora otra manera de presentar los conjuntos definidos por comprensión.
Considere el conjunto X de todos los números naturales que son el cuadrado de algún
natural. Podemos expresar la definición de X de la siguiente forma:
X = {n ∈ N : n = m2 para algún número natural m}.
Por ejemplo tenemos que 4 ∈ X, 6 6∈ X, 9 ∈ X, 7 6∈ X. Sin embargo, también se usa la
siguiente notación para describir al conjunto X
X = {m2 : m ∈ N}.
Queremos resaltar que estas dos maneras de describir la colección de todos los cuadrados
de números naturales son equivalentes, es decir,
{n ∈ N : n = m2 para algún número natural m} = {m2 : m ∈ N}.
La ventaja que tiene la segunda descripción, aparte de ser más corta, es que señala ex-
plícitamente el procedimiento que debemos seguir para obtener todos los elementos del
conjunto. En nuestro ejemplo, el procedimiento consiste en tomar el cuadrado de los nú-
meros naturales. Podemos también describir al conjunto X usando la notación ambigua
que mencionamos anteriormente
{0, 1, 4, 9, 16, 25, 36, 49, 64, · · · }.
52 carlos uzcátegui aylwin
Con esta notación ambigua uno espera que el lector adivine cuál es el procedimiento que
debe seguirse para obtener todos los elementos del conjunto.
Veamos otros ejemplos que usaremos con frecuencia.
{0, 2, 4, 6, 8, 10, 12, 14, 16, · · ·} {1, 3, 5, 7, 9, 11, 13, 15, · · ·}.
El lector reconoció seguramente que el primero es el conjunto de los números naturales
pares y el segundo es el de los números impares. Si quisiéramos evitar la ambigüedad
de los · · · podemos describir estos conjuntos de la manera siguiente:
{2n : n ∈ N} {2n + 1 : n ∈ N}.
A veces se usa o mas bién se abusa del símbolo de igualdad y se describen conjuntos de
la siguiente manera
{2n : n = 0, 1, 2, 3, 4}.
Esta notación quiere indicar que la variable n puede tomar los valores 0, 1, 2, 3 ó 4.
Tenemos entonces que
{2n : n = 0, 1, 2, 3, 4} = {0, 2, 4, 6, 8}.
Ejemplo 3.4. Considere el siguiente conjunto
A = {6, 10, 14, 18, 22, 26, 30, · · ·}
Lo que observamos de los elementos que nos dan de A es que la diferencia entre dos
consecutivos es 4. Por lo tanto, entre el primero 6 y el tercero 14, la diferencia es de 2 · 4.
Esto sugiere lo siguiente:
A = {4n + 2 : n ∈ N y n ≥ 1}
Insistimos que la última descripción del conjunto A es mejor que la primera.
Queremos saber si A es igual a B. Por la forma en que A está definido podemos dar
una lista completa de sus elementos como lo hicimos en el ejemplo 3.3. Tenemos que
A = {1, 2}
B = {1, 2, 3}
Estos cuatro conjuntos tienen una propiedad en común: no contienen elementos. Así que
todos ellos son iguales (nótese que cada par de ellos satisfacen la definición de igualdad
de conjuntos dada en la definición 3.5). Al conjunto que no tiene elementos se le llama
conjunto vacío y se denota por ∅.
El conjunto vacío podría parecer inútil, pero no lo es. él cumple un papel tan importante
en la teoría de conjuntos como el número cero en la aritmética.
3.1.4. Subconjuntos
Otro concepto que está muy relacionado con la igualdad de conjuntos es el de subcon-
junto.
2. Ya sabemos que N ⊆ Z, Z ⊆ Q y Q ⊆ R.
A = {n ∈ N : n(n − 1)(n − 2) = 0}
B = {0, 1, 2, 3, 4}.
Para determinar si A ⊆ B ó B ⊆ A debemos primero conocer los elementos de A.
Por simple inspección vemos que 0 ∈ A, 1 ∈ A y 2 ∈ A ¿habrá otros? Para que un
número natural n pertenezca a A, debe satisfacer la ecuación
n(n − 1)(n − 2) = 0.
Recordemos que el producto de varios enteros es igual a cero sólo cuando alguno
de ellos es igual a cero. De esto obtenemos que n(n − 1)(n − 2) = 0, sólo si n = 0,
n − 1 = 0 ó n − 2 = 0. Por lo tanto los únicos elementos de A son 0, 1 y 2, es decir,
A = {0, 1, 2}. Ahora es fácil verificar que A ⊆ B.
Por otra parte, como 4 ∈ B y 4 6∈ A, entonces B no es un subconjunto de A. Esto
usualmente se escribe
B 6⊆ A.
∅ ⊆ A
A ⊆ A
Para mostrar que dos conjuntos A y B son iguales, es suficiente mostrar que
A⊆B yB⊆A
CAPÍTULO 3. CONJUNTOS 55
es un conjunto con tres elementos: {1}, {2, 3} y {1, 3, 6}. Otro ejemplo es {∅}, cuyo único
elemento es ∅. Observemos que ∅ ∈ {∅} y como ∅ no contiene elementos, entonces tenemos
que ∅ =6 {∅}.
El conjunto formado por todos los subconjuntos de un conjunto dado A se llama el
conjunto potencia o conjunto de partes de A, y lo denotamos por P(A).
P(A) = {B : B ⊆ A}
2. Consideremos el conjunto {1}. Los subconjuntos de {1} son ∅ y {1}. Por eso
X = P({1, 2})
Y = P({1, 2, 3})
Por inspección se obtiene que {3} ∈ Y , pero {3} 6∈ X, pues {3} 6⊆ {1, 2}. En
consecuencia, X 6= Y .
P({a, b, c}) = {{a, b, c}, {a, b}, {a, c}, {b, c}, {a}, {b}, {c}, ∅}.
6. Notemos que P({a, b, c}) tiene 23 elementos. Un resultado general, que se verá más
adelante, dice que si A tiene n elementos, entonces P(A) tiene 2n elementos. Por
ejemplo, P({1, 2, 3, 4, 5}) tiene 25 elementos.
56 carlos uzcátegui aylwin
P(P(P({1, 2})))
22
tiene 22 = 216 = 65.536 elementos. Si aplicamos una vez más la operación de tomar
el conjunto potencia, tenemos
P(P(P(P({1, 2}))))
Este conjunto tiene 265536 elementos. Intente el lector calcular este número (necesi-
2
22 16
tará varias páginas para escribirlo). Observe que 22 = 22 = 265536 .
✷
Ejemplo 3.10. Recomendamos al lector que preste especial atención al uso de los símbo-
los de pertenencia, ∈, y de inclusión, ⊆. Con cierta frecuencia, los estudiantes, al comienzo,
no los usan correctamente. Por ejemplo, suponga que A ⊆ N, las siguientes expresiones
son equivalentes:
3 ∈ A y {3} ⊆ A.
Pero no tiene sentido decir que 3 ⊆ A.
En general, observe que decir que x ∈ A es equivalente a decir que {x} ⊆ A. Pero puede
ocurrir que no tenga ningún sentido escribir x ⊆ A.
A ∪ B = {x : x ∈ A ó x ∈ B}
A ∩ B = {x : x ∈ A y x ∈ B}
A \ B = {x : x ∈ A y x 6∈ B}
Ahora usaremos estas operaciones para definir otra. La diferencia simétrica, denotada
por A△B, se define de la siguiente manera
A△B = (A \ B) ∪ (B \ A)
Ejemplo 3.12. Imagínese la siguiente situación. Sobre una mesa hay 6 objetos dorados
marcados con las letras a, b, c, d, e y f . Hay cuatro personas A, B, C y D que deben
determinar cuáles de esos objetos son realmente de oro y cuáles son imitaciones. La elección
de cada persona la expresaremos por un conjunto que contiene las letras correspondientes
a los objetos que la persona considera son de oro.
A = {a, b, c, e, f } B = {a, b, c, d, e}
C = {d} D = {e, f }
Ahora bien, los objetos realmente de oro son a y f . ¿Quién de las cuatro personas se
acercó más a la respuesta correcta? Si sólo nos interesara saber quienes eligieron los
objetos correctos tenemos que A sería el que se acercó más a la respuesta. Sin embargo, si
también queremos incluir la información adicional sobre los objetos incorrectos que cada
persona eligió, entonces debemos escoger a D, pues D mostró tener mejor criterio que A,
ya que eligió uno sólo de los objetos de oro y además eligió sólo uno incorrecto. Por otro
58 carlos uzcátegui aylwin
lado, A eligió 3 objetos incorrectos, C eligió solamente un objeto incorrecto, pero no eligió
ninguno correcto.
Veamos la diferencia simétrica de los conjuntos A, B, C y D con la respuesta correcta
{a, f }
A△{a, f } = {b, c, e} B △{a, f } = {b, c, d, e, f }
C △{a, f } = {a, d, f } D △{a, f } = {a, e}
Con este ejemplo vemos que la operación de diferencia simétrica nos permite estimar qué
tan parecidos son dos conjuntos. El número de elementos que tiene la diferencia simétrica
entre la respuesta de cada persona y la respuesta correcta provee de un criterio para
decidir cuál de las personas es la ganadora. En nuestro caso vemos que D △{a, f } tiene el
menor número de elementos, y por esa razón podemos decir que D es quien mostró poseer
el mejor criterio. ✷
Nuestro próximo ejemplo ilustra cómo se puede mostrar una propiedad general sobre las
operaciones sobre conjuntos. El lector debería prestar bastante atención a este ejemplo,
pues el método usado en él se repetirá con frecuencia en todo el curso.
Ejemplo 3.13. Sean A y B conjuntos cualesquiera. Mostraremos que
A \ B = A \ (A ∩ B). (3.1)
A \ B ⊆ A \ (A ∩ B) (3.2)
y
A \ (A ∩ B) ⊆ A \ B. (3.3)
Veamos la primera afirmación. Lo que deseamos hacer es mostrar que cualquier elemento
de A \ B también pertenece a A \ (A ∩ B). Para hacerlo, denotemos con x un elemento
cualquiera de A \ B. Entonces, por definición de la diferencia, se tiene que x ∈ A y x 6∈ B.
Por lo tanto, también se tiene que x 6∈ A ∩ B. Como x se tomó en A, hemos mostrado que
x ∈ A \ (A ∩ B). Ya que x representa un elemento cualquiera de A \ B, podemos concluir
que A \ B ⊆ A \ (A ∩ B).
La segunda afirmación se trata de manera análoga. Tomemos un elemento cualquiera x
en A \ (A ∩ B). Entonces, por definición de la diferencia se tiene que x ∈ A y x 6∈ A ∩ B.
Por lo tanto, se tiene que x 6∈ B (pues, si no fuera así, entonces x ∈ A ∩ B, lo que no
puede ser). Como x se tomó en A, hemos mostrado que x ∈ A \ B. Ya que x representa
un elemento cualquiera de A \ (A ∩ B), podemos concluir que A \ (A ∩ B) ⊆ A \ B.
Lo dicho hasta ahora es una justificación precisa de que las afirmaciones (3.2) y (3.3)
son válidas. En otras palabras, los conjuntos A \ B y A \ (A ∩ B) tienen los mismos
elementos. Es decir, la afirmación (3.1) es válida.
Este tipo de justificaciones precisas y apropiadas es lo que llamamos rigor matemá-
tico, y es la característica principal de las demostraciones en matemáticas.
✷
CAPÍTULO 3. CONJUNTOS 59
Ejemplo 3.14. Supongamos que nuestro universo son los números naturales y sea A el
conjunto de números pares, es decir, A = {2n : n ∈ N} y U = N. Entonces tenemos que
Ac es el conjunto de números impares, pues
N \ A = {2n + 1 : n ∈ N}.
Ahora bien, si nuestro universo hubiese sido el de todos los números enteros, es decir,
U = Z, entonces tendríamos que
Otra noción que se usa con frecuencia es la siguiente. Diremos que dos conjuntos son
disjuntos si no tienen elementos en común. En símbolos, los conjuntos A y B son disjun-
tos, si A ∩ B = ∅. Un ejemplo de dos conjuntos disjuntos son el conjunto de los números
pares y el de números impares. Veamos otros ejemplos. Considere los siguientes conjuntos:
A ∩ (B \ A) = ∅.
A B A B
A∪B A∩B
A B
A\B Ac
A B
A ∩ Bc
CAPÍTULO 3. CONJUNTOS 61
A B
A△B
A⊆B
Por último, también podemos representar 3 conjuntos usando diagramas de Venn. Por
ejemplo, la intersección de tres conjuntos A, B y C se representa de la manera siguiente:
A B
A∩B ∩C
62 carlos uzcátegui aylwin
Ejercicios 3.1
1. Dé una lista completa de los elementos de cada uno de los siguientes conjuntos:
a) {x ∈ N : 3 ≤ x < 9}
b) {1/n2 : n ∈ N, n es par y 0 < n < 11}
c) {z ∈ Q : 0 ≤ z 2 ≤ 10 y z 3 ∈ N}
d ) {x ∈ Z : x = n2 − n3 para algún n ∈ {1, 2, 3, 4}}
e) P(P({1, 2}))
2. Lea cuidadosamente lo dicho en los ejemplos 3.2 y determine si las siguientes defi-
niciones son correctas. En caso que lo sean, halle dos elementos del conjunto y en
caso que no sean correctas, justifique porqué no lo son.
a) A = {n ∈ N : 3n + 2}
b) A = {3n + 2 : n ∈ N}
c) A = {x ∈ Q : y + 1 ≥ 6}
d ) A = {z ∈ Q : z = y + 1 para algún y ∈ Q con y ≥ 6}
e) A = {2x + 1 ∈ Q : x ≤ 6}.
f ) A = {y ∈ Q : y = 2x + 1 con x ≤ 6}
4. Determine si los conjuntos A y B son iguales (revise lo hecho en los ejemplos 3.6):
a) A = {2n2 : n ∈ N y 0 ≤ n ≤ 3}
B = {2, 0, 8, 18}
b) A = {n2 + 1 : n ∈ N y 0 ≤ n ≤ 3}
B = {x ∈ Q : x = n2 + 1 para algún n ∈ Q con 0 ≤ n ≤ 3}
c) A = {n ∈ N : n + 1 ≥ 2}
B = {n ∈ Z : n + 1 ≥ 2}
d ) A = {n ∈ N : 3 ≤ n ≤ 6}
B = {x : x ∈ N y 3 ≤ x ≤ 6}
e) A = {n ∈ Q : n ∈ N}
B = {n ∈ N : n ∈ Q}
CAPÍTULO 3. CONJUNTOS 63
f ) A = P({1, 2})
B = {X ∈ P({1, 2, 3}) : 3 6∈ X}
g) A = {∅} y B = ∅
h) A = {∅} y B = {∅, {∅}}
i ) A = {{∅}} y B = {∅}
5. a) Determine Muestre que las siguientes afirmaciones son verdaderas: {∅} ∈ {∅, {∅}}
y {∅} ⊆ {∅, {∅}}.
b) Halle otro ejemplo de dos conjuntos A y B tales que A ∈ B y A ⊆ B son
ambas verdaderas.
8. Para cada uno de los siguientes conjuntos halle una propiedad que sirva para defi-
nirlos por comprensión:
(i) {0, 3, 6, 9, 12, 15, 18, 21, · · ·} (ii) {1, 4, 7, 10, 13, 16, 19, 22, · · ·}
(iii) {0, 5, 10, 15, 20, 25, 30, 35, · · ·} (iv) {0, 1, 8, 27, 64, 125, 216, · · ·}
(v) {2, 4, 8, 16, 32, 64, · · ·} (vi) {7, 11, 15, 19, 23, 27, 31, · · ·}
(vii) {1, 8, 15, 22, 29, 36, 43, 50, · · ·} (viii) {0, −1, 2, −3, 4, −5, 6, −7, · · ·}
y después resuelva las preguntas (iii) y (ix) usando como conjunto universal a N.
(i) A ∪ B (ii) A ∩ C (iii) (A ∪ B) ∩ (C c ∪ D)
(iv) A \ B (v) C \ D (vi) B △D
(vii) (A ∩ C) ∪ B (viii) (A ∪ C) ∩ B (ix) (B c △D c )△Ac
13. Exprese los siguientes enunciados usando las operaciones elementales entre conjun-
tos.
a) Todos los elementos de A están en B o están en C.
b) Si un elemento de A está en C, entonces también está en B.
c) Los elementos que están tanto en A como en B, también están en C.
d ) Los elementos de A y los de B están en C.
e) Todo elemento de A o de B pertenece a C o a D.
14. a) Haga el diagrama de Venn de los siguientes conjuntos: (A∪B)∩C, A∪(B ∩C).
b) Halle tres conjuntos A, B y C no vacíos tales que
(A ∪ B) ∩ C 6= A ∪ (B ∩ C)
(D ∪ E) ∩ F = D ∪ (E ∩ F ).
A ∩ (B ∪ C) = (A ∩ B) ∪ (A ∩ C).
16. De manera similar a como se hizo en el ejemplo 3.13, justifique las siguientes afir-
maciones:
a) A ⊆ A ∪ B
b) A ∩ B ⊆ A ∪ B
para cualquier par de conjuntos A y B.
17. De manera similar a como se hizo en el ejemplo 3.13, justifique las siguientes afir-
maciones:
a) A = (A ∩ B) ∪ (A \ B)
b) A ∪ B = (A \ B) ∪ (A ∩ B) ∪ (B \ A)
c) (A ∩ B) \ C = (A \ C) ∩ (B \ C)
CAPÍTULO 3. CONJUNTOS 65
d ) (A \ B) \ C = A \ (B ∪ C)
18. Las siguientes afirmaciones son falsas. Proporcione conjuntos A, B y C que no
cumplan con lo expresado.
a) A ∪ B = A ∩ B
b) A ∩ B = A△B
c) (A ∩ B) ∪ C = (A ∩ C) ∪ B
d ) (A \ B) \ C = A \ (B \ C)
e) A△(B ∪ C) = (A△B) ∪ (A△C)
f ) A△(B ∩ C) = (A△B) ∩ (A△C)
A∩B p∧q
A∪B p∨q
Ac ¬p
Es importante que el lector comprenda y recuerde esta tabla, pues es fundamental para
trabajar con los conjuntos. En particular, observe el significado de x 6∈ A ∩ B y x 6∈ A ∪ B.
Como es costumbre en matemáticas, no hemos mencionado el conjunto universal, pues el
contexto debe indicarlo.
66 carlos uzcátegui aylwin
3.2.1. Cuantificadores
El lenguaje de la lógica proposicional es insuficiente para expresar la mayoría de los
resultados de la matemática. Hace falta introducir otros símbolos. Por ejemplo, la noción
de subconjunto A ⊆ B se define diciendo que todo elemento de A debe pertenecer a B.
La expresión “todo elemento de” ocurre con mucha frecuencia en matemáticas y refleja
una de sus características más importantes: la posibilidad de expresar y demostrar he-
chos generales sobre los elementos del universo que se esté analizando. El símbolo que se
usa para abreviar esa expresión es ∀, que se lee “para todo”, y se llama cuantificador
universal.
Ahora podemos enunciar la definición de la relación de subconjunto usando el cuanti-
ficador universal:
A⊆B ∀x(x ∈ A → x ∈ B)
A 6⊆ B ∃x (x ∈ A ∧ x 6∈ B)
En la siguiente tabla veremos algunas relaciones entre conjuntos que se expresan usando
cuantificadores.
A⊆B ∀x (x ∈ A → x ∈ B)
A 6⊆ B ∃x (x ∈ A ∧ x 6∈ B)
A=B ∀x (x ∈ A ↔ x ∈ B)
A 6= B ∃x [(x ∈ A ∧ x 6∈ B) ∨ (x 6∈ A ∧ x ∈ B)]
A ∩ B 6= ∅ ∃x (x ∈ A ∧ x ∈ B)
A∩B =∅ ∀x (x 6∈ A ∨ x 6∈ B)
La tabla anterior también sirve para ilustrar cómo se comportan los cuantificadores
cuando se niega una expresión que los contiene. Al negar un cuantificador universal se
obtiene uno existencial, y, viceversa, al negar un cuantificador existencial se obtiene uno
universal.
¬∀xψ ∃x¬ψ
¬∃xψ ∀x¬ψ
CAPÍTULO 3. CONJUNTOS 67
3. Considere la afirmación
Para ver si es verdadera debemos hallar un natural que satisfaga la condición espe-
cificada. Si sustituimos en la expresión n2 + 3 la variable n por los valores 0, 1, 2, 3, 4
obtenemos respectivamente 3, 4, 7, 12 y 19. Vemos entonces que al sustituir n por
4 obtenemos la siguiente proposición verdadera “18 < 42 + 3 < 20”. Por lo tan-
to, la afirmación (3.5) es verdadera, pues al menos existe un natural n tal que
18 < n2 + 3 < 20.
∃n ∈ N (n3 ≥ 9).
Ejemplos 3.19. En cada uno de los siguientes casos queremos hallar conjuntos A y B
de números naturales que satisfagan la propiedad indicada.
1. ∃x ∈ N (x ∈ A ∧ x ∈ B).
Considere los conjuntos A = {1, 2, 3} y B = {2, 3, 4}. Este par de conjuntos satisface
la propiedad indicada, pues, por ejemplo cuando x es igual a 2 se cumple que x ∈ A
y x ∈ B. ¿Qué podemos decir en general?, en otras palabras, ¿cuáles pares de
conjuntos A y B satisfacen esta propiedad? Veamos:
∃x ∈ N (x ∈ A ∧ x ∈ B) ⇔ ∃x ∈ N (x ∈ A ∩ B)
⇔ A ∩ B 6= ∅
Esto nos dice que cualquier par de conjuntos A y B tales que A ∩ B 6= ∅ satisfacen
la propiedad indicada.
2. ∄x ∈ N (x ∈ A ∧ x ∈ B).
En este caso, basta tomar dos conjuntos disjuntos, por ejemplo, A = {1, 2, 3} y
B = {4, 5}. Tenemos que no existe x tal que x ∈ A y x ∈ B.
De lo visto en el ejemplo anterior tenemos que
∄x ∈ N (x ∈ A ∧ x ∈ B) ⇔ A ∩ B = ∅
3. ∃x ∈ N (x ∈ A ∨ x ∈ B).
Por ejemplo, A = {1, 2, 3} y B = {4} satisface la propiedad indicada. Pues haciendo
x igual a 1 se cumple que x ∈ A ∨ x ∈ B. En otras palabras, 1 es un ejemplo de que
CAPÍTULO 3. CONJUNTOS 69
∃x ∈ N (x ∈ A ∨ x ∈ B) ⇔ ∃x ∈ N (x ∈ A ∪ B)
⇔ A ∪ B 6= ∅
Esto nos dice que cualquier par de conjuntos A y B tal que A ∪ B no sea vacío, es
un ejemplo en que la propiedad indicada es verdadera.
4. ∃x ∈ N (x 6∈ A ∧ x 6∈ B).
Considere A = {1, 2} y B = {4, 5}. Entonces, haciendo x igual a 6 se tiene que
x 6∈ A y x 6∈ B. En general tenemos que
∃x ∈ N (x 6∈ A ∧ x 6∈ B) ⇔ ∃x ∈ N (x ∈ Ac ∧ x ∈ B c )
⇔ ∃x ∈ N (x ∈ Ac ∩ B c )
⇔ Ac ∩ B c 6= ∅
5. ∃x ∈ N (x 6∈ A ∨ x 6∈ B).
Los mismos conjuntos A y B que en el ejemplo anterior satisfacen esta propiedad.
En general, tenemos que
∃x ∈ N (x 6∈ A ∨ x 6∈ B) ⇔ ∃x ∈ N (x ∈ Ac ∨ x ∈ B c )
⇔ ∃x ∈ N (x ∈ Ac ∪ B c )
⇔ Ac ∪ B c 6= ∅
6. ∄x ∈ N (x ∈ A ∨ x ∈ B).
En este caso, el único ejemplo es A = B = ∅. En efecto,
∄x ∈ N (x ∈ A ∨ x ∈ B) ⇔ ∀x ∈ N ¬(x ∈ A ∨ x ∈ B)
⇔ ∀x ∈ N (x 6∈ A ∧ x 6∈ B)
⇔ ∀x ∈ N (x ∈ Ac ∧ x ∈ B c )
⇔ ∀x ∈ N (x ∈ Ac ∩ B c )
⇔ Ac ∩ B c = N
A = {x ∈ N : ∀y ∈ N (x ≤ 10 + y)}
70 carlos uzcátegui aylwin
Para que un número natural x pertenezca al conjunto A, debe cumplir cada una de las
siguientes condiciones
x ≤ 10 + 0
x ≤ 10 + 1
x ≤ 10 + 2
x ≤ 10 + 3
x ≤ 10 + 4
x ≤ 10 + 5
x ≤ 10 + 6
..
.
.
Hemos colocado .. pues el cuantificador “∀y ∈ N” impone una condición para cada y ∈ N.
Por inspección podemos convencernos que A = {0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10}.
✷
Ejemplo 3.21. También es frecuente usar expresiones en que aparecen ambos cuantifica-
dores. Por ejemplo, para expresar que todo número real positivo tiene una raíz cuadrada,
lo hacemos de la siguiente manera:
∀x ∈ R [x > 0 → ∃y ∈ R (y 2 = x)]
Se puede simplificar esta expresión introduciendo un símbolo para denotar los números
reales positivos. Normalmente se usa R+ . Podemos entonces escribir la afirmación anterior
de la siguiente manera:
∀x ∈ R+ ∃y ∈ R (y 2 = x).
Esta expresión usualmente se lee así: Para todo x en R+ , existe un y en R tal que y 2 es
igual a x. Observe que la expresión “tal que” no aparece y en su lugar usamos los paréntesis
( ).
✷
Observación 3.22. Hay algo más sobre el uso de los cuantificadores que queremos men-
cionar brevemente. Las proposiciones que usan cuantificadores se enuncian referidas a un
contexto. Por ejemplo, cuando escribimos ∀x ¿a qué no estamos refiriendo la decir “para
todo x”? Siempre que se use el cuantificador ∀ debe haber un contexto (a veces llamado
el universo del discurso) donde la variable x toma sus valores. Los mismo podemos decir
acerca del cuantificador ∃. En el ejemplo 3.19, el universo fue explícitamente mencionado,
pues siempre escribimos ∀x ∈ N o ∃x ∈ N. Para evitar confusiones es conveniente indicar
el universo. Sin embargo, por brevedad, se tiende a no mencionarlo explícitamente.
Ejercicios 3.2
∀x ∈ R ((x − 1)3 ≥ x3 )
5. Determine cuáles de las siguientes proposiciones son verdaderas y en caso que sean
falsas dé un contraejemplo.
72 carlos uzcátegui aylwin
a) ∀x ∈ R ∃y ∈ R (x + y ≥ 0)
b) ∃y ∈ R ∀x ∈ R (x + y ≥ 0)
c) ∀x ∈ R ∀y ∈ R (x2 + y 2 ≥ 0)
d ) ∀y ∈ R ∀x ∈ R (x2 + y 2 > 0)
e) ∃y ∈ R ∃x ∈ R (x2 + y 2 > 0)
6. En cada uno de los ejercicios que siguen, halle conjuntos A, B, C todos ellos sub-
conjuntos de N que cumplan con la propiedad indicada.
a) ∀x ∈ N (x ∈ A ∨ x ∈ B ∨ x 6∈ C)
b) ∀x ∈ N (x ∈ A ∧ x ∈ B ∧ x 6∈ C)
c) ∀x ∈ N (x 6∈ A → (x ∈ B ∨ x 6∈ C))
d ) ∃x ∈ N ((x ∈ A ∨ x ∈ B) ∧ (x 6∈ A ∨ x ∈ C))
e) ∀x ∈ N ∃y ∈ N (x ∈ A → y ∈ B)
f ) ∃y ∈ N ∀x ∈ N (x ∈ A → y ∈ B)
g) ∃x ∈ N ∀y ∈ N (x ∈ A → y ∈ B)
h) ∀x ∈ N ∃y ∈ N [x ∈ A → ( (y ∈ B ∩ A) ∧ (y 6= x)) ]
i ) ∀x ∈ N ∃y ∈ N (x ∈ A → ((y ∈ B ∧ x 6∈ C))
A = {x ∈ N : Si x ≥ 9, entonces x es impar}
B = {x ∈ N : Si x + 5 ≥ 10, entonces x ≤ 20}
C = {x ∈ R : x ≤ 10 y x ≥ −8}
D = {x ∈ R : x ≤ −7 o x ≥ 22}
Determine cuáles de las siguientes proposiciones son verdaderas y cuáles son falsas.
B = {x ∈ N : Si x ∈ A, entonces x es par}
C = {x ∈ N : x ∈ A y x es impar}
D = {x ∈ N : Si x ∈
6 A, entonces x es par}
Si A ⊆ B y B ⊆ C, entonces A ⊆ C.
∀x (x ∈ A → x ∈ C).
Para ver esto, sea x un elemento de A arbitrario (pero fijo). Queremos mostrar que x ∈ C.
En efecto, una de nuestras suposiciones es que A ⊆ B, y como x lo tomamos en A podemos
concluir que x ∈ B. La segunda suposición es que B ⊆ C, pero como ya mostramos que
x ∈ B, podemos finalmente concluir que x ∈ C.
Si representamos con un diagrama de Venn que A ⊆ B y B ⊆ C tenemos el siguiente
diagrama
C
B
A
A⊆B⊆C
Si A ⊆ B, entonces B c ⊆ Ac . (3.6)
Para mostrar (3.6) haremos uso de una de las equivalencias lógicas vistas en el capítulo
2. Recordemos que una proposición condicional es lógicamente equivalente a su contrarre-
cíproca. En símbolos:
(φ → ψ) ⇔ (¬ψ → ¬φ).
Por eso, la afirmación (3.6) es equivalente a la siguiente afirmación:
Si B c 6⊆ Ac , entonces A 6⊆ B. (3.7)
Por lo tanto, para demostrar que (3.6) es válida, basta que mostremos que (3.7) lo es.
Supongamos que A y B son conjuntos tales que B c 6⊆ Ac y mostremos que A 6⊆ B. Como,
por hipótesis, B c 6⊆ Ac , entonces existe un elemento x que pertenece a B c pero no a Ac .
Es decir, existe x tal que x ∈ B c y x 6∈ Ac . En otras palabras, existe x tal que x 6∈ B y
x ∈ A. Esto precisamente dice que A 6⊆ B y así hemos mostrado (3.7).
✷
Otra manera de enunciar la equivalencia lógica de dos proposiciones es a través de la
expresión si, y sólo si. Es decir, φ ⇔ ψ dice lo mismo que φ si, y sólo si ψ. Recordemos
además que esto último también es equivalente a decir que se cumple simultáneamente
que φ ⇒ ψ y que ψ ⇒ φ. El siguiente ejemplo ilustra el uso del si, y sólo si.
Si A ∩ B = A, entonces A ⊆ B (3.9)
Si A ⊆ B, entonces A ∩ B = A. (3.10)
76 carlos uzcátegui aylwin
Recordemos que cuando decimos que “Q si, y sólo si P ” estamos afirmando que las
proposiciones Q y P son equivalentes. Esto significa que Q se cumple, si P se cumple y
viceversa, P se cumple, si Q se cumple.
Ahora demostraremos (3.8). Primero veremos la afirmación (3.9). Nuestra hipótesis es
que A ∩ B = A. Sabemos que A ∩ B ⊆ B. Luego, sustituyendo iguales por iguales (es
decir, sustituyendo A ∩ B por A) obtenemos que A ⊆ B.
La afirmación (3.10) se demuestra de manera similar. Nuestra hipótesis ahora es que
A ⊆ B y queremos mostrar que A ∩ B = A. Ya sabemos que A ∩ B ⊆ A (¿por qué?), así
que queda mostrar que A ⊆ A ∩ B. Tomemos x ∈ A, por hipótesis A ⊆ B, luego x ∈ B y
en consecuencia x ∈ A ∩ B. ✷
El ejemplo anterior nos dice que desde el punto de vista de la lógica, afirmar que un
conjunto A es subconjunto de otro conjunto B es equivalente a afirmar que A ∩ B = A.
El esquema que hemos usado en la demostración anterior se repetirá con mucha fre-
cuencia y es importante que el lector le preste atención:
(1) Si P , entonces Q.
(2) Si Q, entonces P .
Ejemplo 3.28. Queremos determinar todos los conjuntos A que cumplan con la siguiente
ecuación
A ∩ {1, 3, 5} = A.
Por lo visto anteriormente sabemos que un conjunto A cumple con esta ecuación si, y sólo
si, satisface la siguiente condición
A ⊆ {1, 3, 5}.
Por lo tanto, los únicos conjuntos que cumplen con la ecuación indicada son
∅, {1}, {3}, {5}, {1, 3}, {1, 5}, {3, 5}, {1, 3, 5}.
✷
CAPÍTULO 3. CONJUNTOS 77
“P , sólo si Q”
dice que Q es una condición necesaria para que P ocurra. En otras palabras, esa expresión
equivale a decir que “Si P , entonces Q”.
1a A ∪ B = B ∪ A Leyes conmutativas
1b A ∩ B = B ∩ A
2a A ∪ (B ∪ C) = (A ∪ B) ∪ C Leyes asociativas
2b A ∩ (B ∩ C) = (A ∩ B) ∩ C
3a A ∪ (B ∩ C) = (A ∪ B) ∩ (A ∪ C) Leyes distributivas
3b A ∩ (B ∪ C) = (A ∩ B) ∪ (A ∩ C)
Estas leyes (junto con otras que veremos más adelante) se conocen como las leyes del
álgebra de conjuntos o también como las leyes del álgebra boolena.
Las leyes conmutativas dicen que el orden en que se unan o intersecten dos conjuntos
es irrelevante, lo cual es bastante evidente observando las definiciones de la unión y la
intersección.
Las leyes asociativas garantizan que el uso de los paréntesis no es necesario en las
expresiones que usan sólo uniones o sólo intersecciones. Es decir, ya que A ∪ (B ∪ C) =
(A ∪ B) ∪ C, entonces podemos definir un conjunto a través de la expresión A ∪ B ∪ C
sin que haya ninguna ambigüedad acerca de cuál conjunto estamos definiendo. De manera
similar podemos escribir A ∩ B ∩ C sin problemas de ambigüedad. Esto no sucede, por
ejemplo, si tenemos una expresión como la siguiente
A ∪ B ∩ C.
En este caso no queda claro a qué conjunto nos referimos, pues tenemos dos alternativas
(A ∪ B) ∩ C
78 carlos uzcátegui aylwin
y
A ∪ (B ∩ C).
Estas dos expresiones no denotan en general el mismo conjunto (vea el ejercicio 14 de la
sección 3.1.6). Por esto, el uso de los paréntesis es necesario.
Todavía nos queda por justificar la validez de las leyes distributivas. La demostración
de esta ley no es tan directa y recurriremos a un argumento un poco más elaborado. Pero
antes de hacerlo queremos comentar el significado de las propiedades de las operaciones
sobre conjuntos.
En general, las leyes del álgebra de conjuntos permiten manejar las operaciones entre
conjuntos y en muchos casos se puede simplificar el “cálculo” al usarlas. Veamos, por
ejemplo, lo que dice la ley distributiva 3b:
A ∩ (B ∪ C) = (A ∩ B) ∪ (A ∩ C).
(3 + 5) · 4 = 3 · 4 + 5 · 4.
Podríamos decir que la expresión en el lado izquierdo de la igualdad es más simple que la
del lado derecho, pues para calcularla es necesario efectuar menos operaciones.
A ∪ (B ∩ C) = (A ∪ B) ∩ (A ∪ C). (3.11)
Antes de dar una demostración sugerimos al lector que haga los diagramas de Venn corres-
pondientes a A∪(B ∩C) y (A∪B)∩(A∪C) y observe que en ambos diagramas obtenemos
la misma región sombreada. Los diagramas de Venn como herramientas para guiarnos en
nuestros razonamientos, son útiles pero tienen limitaciones. Por ejemplo, cuando se está
trabajando con más de tres conjuntos los diagramas se vuelven muy engorrosos1 .
A ∪ (B ∩ C) ⊆ (A ∪ B) ∩ (A ∪ C).
1
En el libro Máquinas lógicas y Diagramas de Martin Gardner [6] se estudian otros tipos de diagramas.
Por ejemplo, cuando se trabaja con cuatro conjuntos, Venn propuso usar elipses en lugar de círculos.
CAPÍTULO 3. CONJUNTOS 79
∀x [x ∈ A ∪ (B ∩ C) → x ∈ (A ∪ B) ∩ (A ∪ C)].
(A ∪ B) ∩ (A ∪ C) ⊆ A ∪ (B ∩ C).
∀x [x ∈ (A ∪ B) ∩ (A ∪ C) → x ∈ A ∪ (B ∩ C)].
Observación 3.30. Notemos que la demostración tiene dos partes. La primera consistió
en mostrar que
A ∪ (B ∩ C) ⊆ (A ∪ B) ∩ (A ∪ C)
80 carlos uzcátegui aylwin
(A ∪ B) ∩ (A ∪ C) ⊆ A ∪ (B ∩ C).
El lector debe prestar mucha atención al esquema de esta demostración, pues lo repe-
tiremos cada vez que queramos demostrar la igualdad de dos conjuntos.
Observación 3.31. (Prueba por casos) La demostración anterior tiene otra peculiari-
dad que deseamos resaltar. El argumento usado se separó en casos. Lo que ocurrió fue lo
siguiente. En la primera parte de la demostración, una vez fijado un elemento arbitrario x,
se separó el argumento en dos casos: x ∈ A o x ∈ B ∩ C. Considere entonces las siguientes
proposiciones:
P x ∈ A ∪ (B ∩ C)
Q x∈A
R x∈B∩C
S x ∈ (A ∪ B) ∩ (A ∪ C)
Lo que queríamos demostrar era la siguiente proposición:
P →S
(q → s) ∧ (r → s) ⇒ (q ∨ r) → s.
Por consiguiente, concluimos que (Q ∨ R) → S. Por otra parte, por definición de unión se
tiene que P → (Q ∨ R). Y finalmente, la ley del silogismo hipotético nos asegura que
Caso 1: Supongamos que A 6⊆ B. Entonces por definición del conjunto potencia, tenemos
que A 6∈ P(B). Pero claramente A ∈ P(A). Por lo tanto P(A) 6= P(B).
Como en ambos casos se mostró que P(A) 6= P(B), entonces podemos concluir que la
afirmación (3.13) es verdadera y por lo tanto la afirmación original (3.12) también lo es.
✷
Es importante verificar que los casos considerados cubran todas las posibilidades. Por
ejemplo, dados dos conjuntos A y B, hay tres alternativas posibles:
Ejemplo 3.33. Ahora veremos una generalización de las leyes distributivas. Mostraremos
que para cada cuatro conjuntos A, B, C y D cualesquiera se cumple que
(A ∪ B) ∩ (C ∪ D) = (A ∩ C) ∪ (A ∩ D) ∪ (B ∩ C) ∪ (B ∩ D). (3.14)
(A ∪ B) ∩ (C ∪ D) ⊆ (A ∩ C) ∪ (A ∩ D) ∪ (B ∩ C) ∪ (B ∩ D)
y
(A ∩ C) ∪ (A ∩ D) ∪ (B ∩ C) ∪ (B ∩ D) ⊆ (A ∪ B) ∩ (C ∪ D).
82 carlos uzcátegui aylwin
3.3.3. Complementación
Ahora enunciaremos las propiedades básicas de la complementación. Las letras A y B
denotarán subconjuntos de un conjunto universal U.
6a A ∪ U = U Leyes de la identidad
6b A ∩ U = A
7a (Ac )c = A
7b A ∩ Ac = ∅
7c A ∪ Ac = U
7d Uc = ∅
7e ∅c = U
⇔ x ∈ Ac ∩ B c Definición de intersección
Ac ∩ (A ∪ B) ⊆ B.
En efecto,
A ⊆ [ (B \ C)c \ A ]c (3.15)
A△B = (A ∩ B c ) ∪ (B ∩ Ac )
= (B ∩ Ac ) ∪ (A ∩ B c )
= B △A.
La segunda igualdad está justificada por la ley conmutativa 1a para la unión. Esta pro-
piedad de △ usualmente se expresa diciendo que △ es conmutativa.
84 carlos uzcátegui aylwin
Veremos ahora que △ es una operación asociativa. Es decir, mostraremos que dados tres
conjuntos A, B y C cualesquiera se cumple que
Esto sugiere que antes de continuar es conveniente conocer una expresión sencilla para
(A△B)c . Afirmamos que
En efecto,
= (Ac ∩ B c ) ∪ (Ac ∩ A) ∪
(B ∩ B c ) ∪ (B ∩ A) Ejemplo 3.33
= (Ac ∩ B c ) ∪ ∅ ∪ ∅ ∪ (B ∩ A) 7b
= (Ac ∩ B c ) ∪ (B ∩ A) 6a
(A△B)△C = (A ∩ B c ∩ C c ) ∪ (B ∩ Ac ∩ C c ) ∪ (C ∩ Ac ∩ B c ) ∪ (C ∩ B ∩ A) (3.18)
(A△B)△C = (A ∩ B c ∩ C c ) ∪ (B ∩ Ac ∩ C c ) ∪ (C ∩ Ac ∩ B c ) ∪ (C ∩ B ∩ A).
Ya casi llegamos al final. Veamos ahora como calculamos A△(B △C). Para esto obser-
vemos que △ es una operación conmutativa, por esto
Pero (3.18) nos permite también calcular (B △C)△A. En efecto, sustituyendo A por B, B
por C y C por A en (3.18) obtenemos
(B △C)△A = (B ∩ C c ∩ Ac ) ∪ (C ∩ B c ∩ Ac ) ∪ (A ∩ B c ∩ C c ) ∪ (A ∩ C ∩ B) (3.19)
Comparando (3.18) y (3.19) podemos concluir (por fin!) que (A△B)△C = A△(B △C).
3.3.5. Contraejemplos
Hasta ahora nos hemos concentrado en ilustrar algunos de los métodos usados para
demostrar la validez de una afirmación. Ahora veremos cómo podemos mostrar que una
afirmación general no es válida. Es importante saber mostrar que algo no es válido, pues
esto nos puede llevar a intuir o sospechar qué es lo válido.
Ejemplo 3.36. Supongamos que alguien afirma que A ⊆ A ∩ B para cualquier par de
conjuntos A y B. ¿Es esta afirmación correcta? Veamos dos ejemplos concretos:
(1) A = {1, 2} y B = {1, 2, 3}. En este caso tenemos que {1, 2} ⊆ {1, 2} ∩ {1, 2, 3}.
(2) A = {1, 2} y B = {2, 3}. Entonces {1, 2} ∩ {2, 3} = {2} pero {1, 2} 6⊆ {2}.
Vemos entonces que la afirmación no es válida en general, pues se cumple para algunos
conjuntos pero para otros no. ✷
Los ejemplos donde falla una proposición (como la anterior) son llamados contraejem-
plos. En el caso que analizamos los conjuntos {1, 2} y {2, 3} (para A y B respectivamente)
son un contraejemplo a la afirmación inicial.
Si A 6= ∅ y B 6= ∅, entonces A ∩ B 6= ∅ ? (3.20)
(b) Veamos otro caso, dejemos A igual, es decir, A = {1, 2, 3} pero hagamos B más
pequeño, digamos {n ∈ N : n ≥ 4}. En este caso tenemos que {1, 2, 3}∩{n ∈ N : n ≥
4} = ∅ y además ninguno de ellos es vacío. Así, A = {1, 2, 3} y B = {n ∈ N : n ≥ 4}
son un contraejemplo a la afirmación.
Si A ⊆ B ∪ C, entonces A ⊆ B ó A ⊆ C ?. (3.21)
Pero {1, 3, 5} 6⊆ {0, 1, 2, 3} y {1, 3, 5} 6⊆ {4, 5, 6}. Por lo tanto la afirmación (3.21) es falsa.
✷
A continuación daremos algunas indicaciones generales sobre cómo refutar una afirma-
ción:
p∨q
debemos hallar un ejemplo donde valga ¬(p∨q). Como ¬(p∨q) ⇔ ¬p∧¬q, entonces
debemos conseguir un ejemplo donde valga ¬p∧¬q. Es decir, un ejemplo donde valga
¬p y también ¬q.
p→q
Ejercicios 3.3
A ∩ (B ∪ C) = (A ∩ B) ∪ (A ∩ C).
(A ∪ B ∪ C)c = Ac ∩ B c ∩ C c .
7. Demuestre lo siguiente
a) A ∪ B = B si, y sólo si, A ⊆ B
b) A ⊆ C y B ⊆ C si, y sólo si, A ∪ B ⊆ C
c) Si A ⊆ B, B ⊆ C y C ⊆ A, entonces A = B y B = C
(A ∩ B) ∪ (C ∩ D) = (A ∪ C) ∩ (A ∪ D) ∩ (B ∪ C) ∩ (B ∪ D)
Si A ⊆ B c , entonces A ∩ B = ∅.
Si A ∩ B 6= ∅, entonces A 6⊆ B c .
c) A△B = Ac △B c ,
d ) A ∪ (A△B) = B ∪ (A△B).
e) A△B ⊆ (A△C) ∪ (C △B).
f ) A ∪ C = B ∪ C, si, y solo si, A△B ⊆ C.
13. a) Halle un conjunto C tal que {1, 2, 3, 6, 8}△ C = {2, 3, 8, 9, 10}. (Sugerencia: Si
no consigue la respuesta, siga a la parte (b)).
b) En este problema resolveremos de manera general una pregunta similar a la
hecha en (a). Sean A, B ⊆ {1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10} dos subconjuntos cuales-
quiera. Muestre que existe un subconjunto C de {1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10} tal
que A△C = B. (Sugerencia: Use el ejercicio 12 y razone como si estuviera
despejando una ecuación, es decir, piense que C es la incógnita).
15. En este ejercicio, no olvide que los elementos de P(A) son también conjuntos. De-
muestre lo siguiente
a) A ⊆ B si, y sólo si P(A) ⊆ P(B)
b) P(A ∩ B) = P(A) ∩ P(B)
c) P(A) ∪ P(B) ⊆ P(A ∪ B)
17. Determine cuales de las siguientes afirmaciones son equivalentes entre si. Sean A, B
y C conjuntos.
a) ∀x(x ∈ A → x ∈ (B ∪ C))
b) ∀x((x 6∈ C ∧ x ∈ B) ∧ x ∈ Ac )))
c) ∀x((x 6∈ B ∧ x ∈ C c ) → x 6∈ A)
d ) ¬[∃x((x ∈ B → x ∈ C) ∨ x ∈ A)]
CAPÍTULO 3. CONJUNTOS 89
e) ∃x((x ∈ C ∧ x 6∈ B) ∨ x 6∈ A))
f ) ¬[∀x(x ∈ A ∧ (x ∈ B ∨ x 6∈ C))]
18. Diga cuáles de las siguientes afirmaciones son verdaderas y cuáles falsas. Para las
verdaderas dé una demostración y para las falsas proporcione un ejemplo en el que
la afirmación no se cumpla.
a) Si A 6= ∅ o B 6= ∅, entonces A ∪ B 6= ∅.
b) Si A 6= ∅ o B 6= ∅, entonces A ∩ B 6= ∅.
c) Si A ∩ B ⊆ C, entonces A ⊆ C o B ⊆ C.
d ) Si A ∪ B = A ∩ B, entonces A = B.
e) Si A ⊆ B o A ⊆ C, entonces A ⊆ B ∪ C.
f ) P(A) ∪ P(B) = P(A ∪ B).
g) Si P(A) ∈ P(B), entonces A ∈ B.
h) Si A ∈ B, entonces P(A) ∈ P(B).
19. En los siguientes ejercicios haremos una afirmación y propondremos una “demostra-
ción”. Diga si la demostración es correcta. En caso que no lo sea, si es posible dé
una demostración correcta, o de lo contrario, dé un contraejemplo que muestre que
la afirmación es falsa.
a) Afirmación: Si A y B son conjuntos tales que P(A) ⊆ P(B), entonces A ⊆ B.
“Demostración”:
x∈A ⇒ {x} ⊆ A
⇒ {x} ∈ P(A)
⇒ {x} ∈ P(B)
⇒ {x} ⊆ B
⇒ x∈B
Esto muestra que si x ∈ A, entonces x ∈ B. Por lo tanto A ⊆ B.
b) Afirmación: Sean A, B y C conjuntos. Si A ⊆ B, B ⊆ C, entonces A ⊆ C.
“Demostración”: Si x ∈ C, entonces, como B ⊆ C, tenemos que x ∈ B. Ya que
A ⊆ B y x ∈ B, entonces x ∈ A. Esto muestra que si x ∈ C, entonces x ∈ A.
Por lo tanto A ⊆ C.
c) Afirmación: Si A, B y C conjuntos tales que A ⊆ B, B ⊆ C, entonces A ⊆ C.
“Demostración”: Considere los siguientes conjuntos: A = {1, 5, 8}, B = {1, 4, 5, 8, 10}
y C = {1, 2, 4, 5, 6, 8, 10}. Entonces A ⊆ B, B ⊆ C y A ⊆ C.
d ) Afirmación: Si X = {x ∈ N : x2 < 14} y Y = {0, 1, 2, 3}, entonces X = Y .
“Demostración”: Como 02 = 0 y 0 < 14, 12 = 1 y 1 < 14; 22 = 4 y 4 < 14; y
32 = 9 y 9 < 14. Entonces X = Y .
90 carlos uzcátegui aylwin
e) Afirmación: A ∩ ∅ = A.
“Demostración”: Sabemos que x ∈ A ∩ ∅ si, y sólo si, x ∈ A y x ∈ ∅. Como
x ∈ ∅ es falso, entonces x ∈ A y x ∈ ∅ si, y sólo si, x ∈ A ∩ ∅. Esto muestra
que A ∩ ∅ = A.
f ) Afirmación: P(A \ B) \ {∅} ⊆ P(A) \ P(B).
“Demostración”: Sea x ∈ P(A \ B) \ {∅}. Entonces x ∈ P(A) \ P(B). Por lo
tanto P(A \ B) ⊆ P(A) \ P(B). ✷
g) Afirmación: Si A ∩ B = A ∩ C, entonces B ⊆ C.
“Demostración”: Sea x ∈ B. Consideraremos dos casos: x ∈ A o x ∈ C.
Caso 1: Supongamos que x ∈ A. Entonces x ∈ A ∩ B. Como por hipótesis
A ∩ B = A ∩ C, concluimos que x ∈ A ∩ C. Por lo tanto x ∈ C.
Caso 2: Supongamos que x ∈ C. En este caso no hay nada que probar. ✷
(a, b).
A × B = {(a, b) : a ∈ A y b ∈ B}.
A × B = {(1, p), (1, q), (1, r), (2, p), (2, q), (2, r)}.
Observe que (1, 2) 6= (2, 1) a diferencia de lo que ocurre con los conjuntos donde el
orden no es importante, pues {1, 2} = {2, 1}. El par (1, 1) es legítimo, en cambio
2
La palabra cartesiano hace referencia al nombre del filósofo y matemático francés René Descartes
(1596-1650) quién fué el creador de la geometría analítica.
CAPÍTULO 3. CONJUNTOS 91
el conjunto {1, 1} es en realidad el conjunto {1} pues no hace falta repetir los
elementos. En algunos libros los pares ordenados se denotan por < 1, 2 > para evitar
una posible confusión con el intervalo (1, 2) de la recta real. Nosotros mantendremos
la notación más tradicional de (a, b) para pares ordenados pues el contexto siempre
aclarará a qué nos estamos refiriendo.
Como su nombre lo indica, el orden en un par ordenado es importante pues dos pares
ordenados (a, b) y (c, d) son iguales si se cumple que a = c y b = d.
Ejemplo 3.40. Si se tira dos veces una moneda al aire y convenimos en representar con
la letra c si sale “cara” y con s si sale “sello”, entonces todos los resultados posibles son:
cs, cc, ss y sc. Podemos usar el producto cartesiano {c, s} × {c, s} para representar todas
las posibilidades
{c, s} × {c, s} = {(c, s), (c, c), (s, s), (s, c)}.
Ejemplo 3.41. (El plano cartesiano) El conjunto R2 que consiste de todos los pares
ordenados de números reales sirve para representar un plano. El conjunto R2 general-
mente se representa por un sistema de coordenadas, llamadas precisamente coordenadas
cartesianas.
92 carlos uzcátegui aylwin
y
b
(x, y)
✷
Ejemplos 3.42. Podemos definir subconjuntos interesantes de R2 usando ×.
1. Consideremos el intervalo de la recta real [0, 1] que consiste de todos los núme-
ros reales x tales que 0 ≤ x ≤ 1. El producto cartesiano [0, 1] × [0, 1] tiene una
interpretación geométrica: un cuadrado de lado 1.
(0, 1) (1, 1)
(0, 0) (1, 0)
A×R
b b b
R×B
(0, 3) b
(0, 2) b
(0, 1) b
(0, 0)
(1, 3) bc bc
(1, 1) bc bc
b b b
✷
Podemos formar el producto cartesiano de tres conjuntos: A × B × C. Para esto se
introduce el concepto de una tripleta ordenada (a, b, c) donde a ∈ A, b ∈ B y c ∈ C.
A × B × C = {(x, y, z) : x ∈ A, y ∈ B, z ∈ C}.
A3
en lugar de A × A × A.
Ejemplos 3.43. 1. (El espacio tridimensional) El conjunto R3 que consiste de todas
las tripletas ordenadas de números reales se usa para representar el espacio tridi-
mensional.
94 carlos uzcátegui aylwin
2. (El cubo) El conjunto [0, 1]×[0, 1]×[0, 1] tiene una interpretación geométrica natural:
El cubo de lado 1.
b
(0, 0, 1)
b
(1, 0, 1) b
(1, 1, 1)
b
b
(0, 1, 0)
b b b b b b b b
b
(0, 0, 0)
b
(1, 0, 0) b
b
(1, 1, 0)
A × (B ∪ C) = (A × B) ∪ (A × C).
(i) A × (B ∪ C) ⊆ (A × B) ∪ (A × C)
y
(ii) (A × B) ∪ (A × C) ⊆ A × (B ∪ C).
Veamos (i). Sea (x, y) ∈ A × (B ∪ C), entonces x ∈ A y y ∈ (B ∪ C). Luego hay dos
casos a considerar:
Caso a: Supongamos que y ∈ B. Entonces como x ∈ A, se tiene que (x, y) ∈ A × B, y
por lo tanto (x, y) ∈ (A × B) ∪ (A × C).
CAPÍTULO 3. CONJUNTOS 95
Veamos (ii). Sea (x, y) ∈ (A × B) ∪ (A × C). Entonces hay dos casos a considerar:
Caso a: Supongamos (x, y) ∈ A × B. Entonces x ∈ A y y ∈ B. Por lo tanto y ∈ B ∪ C
y en consecuencia (x, y) ∈ A × (B ∪ C).
Caso b: Supongamos (x, y) ∈ A × C. Entonces x ∈ A y y ∈ C. Por lo tanto y ∈ B ∪ C
y en consecuencia (x, y) ∈ A × (B ∪ C).
Ejemplo 3.45. Hay otra forma de presentar las demostraciones en el álgebra de conjuntos.
Usaremos el ejemplo anterior para ilustrar lo que queremos decir. Para probar la igualdad
A × (B ∪ C) = (A × B) ∪ (A × C),
(x, y) ∈ A × (B ∪ C) ⇔ (x ∈ A) ∧ ( y ∈ B ∪ C )
⇔ (x ∈ A) ∧ [(y ∈ B) ∨ (y ∈ C)]
⇔ [(x, y) ∈ A × B ] ∨ [ (x, y) ∈ A × C]
⇔ (x, y) ∈ (A × B) ∪ (A × C).
Observe que hemos introducido los paréntesis y corchetes para evitar ambigüedad ló-
gica con los conectivos. En el tercer paso hemos usado la ley distributiva de la lógica
proposicional que dice lo siguiente
p ∧ (q ∨ r) ⇐⇒ (p ∧ q) ∨ (p ∧ r).
A × (B ∩ C) = (A × B) ∩ (A × C ).
En efecto,
96 carlos uzcátegui aylwin
⇔ (x ∈ A ) ∧ [ (y ∈ B ) ∧ ( y ∈ C )]
⇔ [( x ∈ A ) ∧ ( y ∈ B )] ∧ [( x ∈ A ) ∧ ( y ∈ C )]
⇔ [ (x, y) ∈ A × B ] ∧ [ (x, y) ∈ A × C ]
⇔ (x, y) ∈ (A × B) ∩ (A × C).
p ∧ (q ∧ r) ⇐⇒ (p ∧ q) ∧ (p ∧ r).
(i) Supongamos que x 6∈ A, es decir x ∈ Ac . Entonces de nuevo hay dos casos posibles:
(ia) Si y ∈ B, entonces (x, y) ∈ Ac × B. (ib) Si y 6∈ B, entonces (x, y) ∈ Ac × B c .
En cualquiera de los casos, hemos verificado que (x, y) ∈ (A×B c ) ∪ (Ac ×B) ∪ (Ac ×B c ).
La afirmación recíproca la dejamos como ejercicio al lector.
Ejercicios 3.4
1. Sean A = {1, 2}, B = {−1, −2, −3}, C = {a, b, c}, D = {4} y E = {1, 2, 3}.
a) Determine por extensión los siguientes conjuntos:
(i) A × B (ii) A × B × C (iii) B × A
(iv) A × C × A (v) A3 (vi) B 2 × D
b) Muestre que A × B ⊆ E × B.
c) Muestre que (A × B) ∩ (B × B) = ∅.
d ) Muestre que A × B 6= B × A.
2. Sea A = {1, 2, 3}, B = {a, b} y C = {5, 6, 7}. Determine por extensión los conjuntos:
(a) A2 × B, (b) B × A2 , (c) B 3 y (d) A × B × C.
b) (3, 6) × (3, 7)
c) (1, 4] × (3, +∞)
d ) [0, 2) × R
e) R × [1, 3]
f ) ([0, 2) × R) ∩ (R × [1, 3])
a) (A × B) ∩ (C × D) = (A ∩ C) × (B ∩ D).
b) A × (B \ C) = (A × B) \ (A × C).
c) Si A ⊆ B, entonces A × C ⊆ B × C.
d ) A × ∅ = ∅.
e) A × B = ∅ si, y sólo si A = ∅ o B = ∅.
8. En los siguientes ejercicios daremos un argumento que podría ser una “demostra-
ción”. Determine cuáles de las afirmaciones son correctas y cuáles argumentos son
correctos y completos. Justifique su respuesta.
98 carlos uzcátegui aylwin
a) Afirmación: (A × B) ∪ C = (A × C) ∪ (B × C).
“Demostración”:
x ∈ (A × B) ∪ C si, y sólo si x ∈ A × B ó x ∈ C
si, y sólo si x ∈ A y x ∈ B ó x ∈ C
si, y sólo si x ∈ (A × C) ∪ (B × C).
✷
b) Afirmación: Si A × B = A × C y A 6= ∅, entonces B = C.
“Demostración”:
A×B A×C
=
A A
por lo tanto B = C. ✷
c) Afirmación: Si A × B = A × C y A 6= ∅, entonces B = C.
“Demostración”: Mostraremos primero que B ⊆ C. Sea b ∈ B. Como A 6= ∅
escogemos a ∈ A. Entonces (a, b) ∈ A × B. Luego por hipótesis tenemos que
(a, b) ∈ A × C y por lo tanto b ∈ C. Esto muestra que B ⊆ C.
La prueba de que C ⊆ B es análoga. ✷
9. Todos los conceptos usados en matemáticas pueden ser expresados en términos de
conjuntos. Veamos cómo hacerlo con el concepto de par ordenado. Sean A y B dos
conjuntos. Dados a ∈ A y b ∈ B, se define ha, bi (usaremos provisionalmente esta
notación) como el conjunto
{{a}, {a, b}}.
a) Sea A = {1, 2} y B = {3, 4}. Determine todos los elementos de {ha, bi : a ∈
A y b ∈ B}.
b) Muestre que para cada a ∈ A y b ∈ B se cumple que ha, bi ∈ P(P(A ∪ B))
c) Muestre que la definición de ha, bi satisface la propiedad fundamental de los
pares ordenados, a saber, ha, bi = hc, di si y sólo si a = c y b = d.
d ) Sea A, B y C conjuntos. Exprese los elementos de (A × B) × C como se hizo
antes para los elementos de A × B.
10. Imagine una ciudad organizada por carreras y calles como Bucaramanga. Suponga
que las carreras y las calles comienzan en la Cero. Además que todas las cuadras
(bloques) son de 100 metros. Para dar una dirección tenemos dos alternativas. La
primera es la tradicional en términos de carreras y calles, por ejemplo, carrera 27 #
15-40, que como todos sabemos, significa que la casa está en la carrera 27 a 40 metros
de la calle 15. Pero también podemos dar las direcciones como pares ordenados del
plano cartesiano. Traduzca las direcciones que se indican. Convengamos que las
calles corren en dirección Este-Oeste y las carreras Norte-Sur.
a) (2700, 1540).
b) (200, 2735).
CAPÍTULO 3. CONJUNTOS 99
Si aceptamos como verdaderas las proposiciones (1) y (2), entonces necesariamente (3)
también lo es. Por eso el razonamiento anterior es válido. ¿Qué tiene que ver esto con las
propiedades de los conjuntos? Como veremos a continuación, la validez de razonamientos
de este tipo se puede justificar a través de los conjuntos.
Denotemos por M al conjunto de todos los seres mortales, por s a Sócrates y por H
al conjunto de todos los hombres. Entonces, el silogismo anterior puede ser expresado
usando el lenguaje de los cuantificadores de la manera siguiente:
(1) ∀x (x ∈ H → x ∈ M).
(2) s ∈ H.
(3) s ∈ M.
Los silogismos categóricos usan las expresiones “todos”, “algunos” y “ninguno”. Veamos
otros ejemplos.
Ejemplo 3.50. Considere el siguiente razonamiento
Al igual que en el ejemplo anterior, podemos ver que si las dos primeras proposiciones
son verdaderas, entonces la tercera también lo es. Pues la segunda dice que al menos
existe un perro equilibrista y por la primera sabemos que ese perro es también un animal
equilibrista.
Denotemos por P al conjunto de todos los perros, por A al de los animales y por E
al de los seres vivos que son equilibristas. En forma simbólica podemos representar este
razonamiento de la manera siguiente.
102 carlos uzcátegui aylwin
(1) ∀x (x ∈ P → x ∈ A)
(2) ∃x (x ∈ P ∧ x ∈ E)
(3) ∃x (x ∈ A ∧ x ∈ E)
O de manera equivalente:
(1) P ⊆ A
(2) P ∩ E 6= ∅
(3) A ∩ E 6= ∅
Para mostrar la validez de este argumento notemos que (2) nos dice que P ∩ E 6= ∅,
por lo tanto podemos escoger un elemento de P ∩ E que denotaremos con la letra a. En
particular, a ∈ P . En consecuencia, por (1), sabemos que a ∈ A. Así hemos mostrado que
a ∈ E ∩ A. Esto dice que E ∩ A 6= ∅.
✷
(1) ∀x (x ∈ A → x ∈ B)
(2) ∄x (x ∈ A ∧ x ∈ B)
(3) ∃x (x ∈ A ∧ x ∈ B)
(4) ∃x (x ∈ A ∧ x 6∈ B)
Note que hemos traducido “ningún” por “no existe” y “algún” por “existe”.
Como antes, podemos expresar estas proposiciones de manera equivalente como sigue:
(1) A⊆B
(2) A∩B =∅
(3) A ∩ B 6= ∅
(4) A ∩ B c 6= ∅
Observación 3.51. Ya hemos mencionado (ver la observación 3.22) que para evitar con-
fusiones al usar cuantificadores conviene mencionar el contexto o universo sobre el cual se
está trabajando. En el ejemplo 3.50 podemos tomar como contexto el conjunto de todos
CAPÍTULO 3. CONJUNTOS 103
los seres vivos. Esperamos que el lector pueda reconocer sin dificultad un contexto ade-
cuado para cada uno de los razonamientos que aparezcan más adelante. No haremos más
comentarios sobre este aspecto, pero aseguramos al lector que esta aparente ambigüedad
no causa ningún problema a la hora de determinar la validez de los razonamientos que
presentaremos.
(1) ∃x (x ∈ P ∧ x ∈ A)
(2) ∄x (x ∈ P ∧ x 6∈ E)
(3) ∃x (x ∈ E ∧ x ∈ A)
O de manera equivalente:
(1) P ∩ A 6= ∅
(2) P ∩ E c = ∅
(3) E ∩ A 6= ∅
(1) P ∩ A 6= ∅
(2’) P ⊆ E
(3) E ∩ A 6= ∅
Este razonamiento es válido. Pues por (2’) sabemos que P ⊆ E y por consiguiente
P ∩A ⊆ E ∩A (verifíquelo!). Por (1) sabemos que P ∩A 6= ∅. En consecuencia, E ∩A 6= ∅.
✷
Este razonamiento es inválido, pues las premisas son verdaderas y la conclusión es falsa.
La forma general de este razonamiento inválido es la siguiente:
(1) ∀x (x ∈ A → x ∈ B)
(2) ∃x (x ∈ C ∧ x ∈ B)
(3) ∃x (x ∈ C ∧ x ∈ A)
Vemos en este ejemplo que la premisa (2) garantiza que existe un elemento, que de-
notaremos por a, en C ∩ B. Pero no tenemos información que nos permita concluir que
a ∈ A, pues la premisa (1) sólo dice que aquellos que estén en A también están en B. Es
sencillo conseguir un contraejemplo, es decir, queremos tres conjuntos que satisfagan las
premisas pero no la conclusión. Por ejemplo, tome A = {1}, B = {1, 2} y C = {2}.
✷
Para concluir, veremos otro tipo de razonamientos, similar al silogismo categórico, pero
que involucra más de 2 premisas (y por esto no son llamados silogismos).
Ejemplo 3.54. Considere el siguiente razonamiento:
(1) M ⊆L
(2’) J ⊆M
(3’) L ⊆ Hc
(4’) J ⊆ Hc
Ejercicios 3.5
1. Imite lo hecho en el ejemplo 3.48 y traduzca las siguientes leyes sobre la equivalencia
lógica en leyes del álgebra booleana.
a) [p ∧ (q ∨ r)] ⇔ [(p ∧ q) ∨ (p ∧ r)]
b) [(p ∨ q) → r] ⇔ [(p → r) ∧ (q → r)]
c) [(p ∧ q) → r] ⇔ [(p → r) ∨ (q → r)]
2. Imite lo hecho en el ejemplo 3.49 y traduzca las siguientes leyes sobre la implicación
lógica en leyes del álgebra booleana:
a) p ⇒ (p ∨ q)
b) (p ∧ q) ⇒ p
c) (p → q) ∧ ¬q ⇒ ¬p
d ) [(p → q) ∧ (q → r) ⇒ (p → r)
3. Los ejercicios que presentaremos a continuación fueron tomados de [3] y [12]. Ex-
prese los siguientes razonamientos usando el lenguaje de los cuantificadores y de los
conjuntos. Determine si son válidos.
a) Ningún músico es boxeador, todos los músicos son aficionados al arte; en con-
secuencia, ningún boxeador es aficionado al arte.
b) Nadie que tenga como principal interés ganar las elecciones es un verdadero
demócrata y todos los políticos activos son personas cuyo principal interés
es ganar las elecciones; en consecuencia, ningún verdadero demócrata es un
político activo.
c) A todos los chivos jóvenes les gusta brincar. Ningún animal joven es saludable,
a menos que le guste dar brincos. En consecuencia, todos los chivos jóvenes son
saludables.
d ) Todos los ladrones son deshonestos. Algunas personas deshonestas son descu-
biertas. En consecuencia, algunos ladrones son descubiertos.
e) Algunos mamíferos no son caballos porque ningún caballo es centauro y todos
los centauros son mamíferos. (Suponga que el conjunto de los centauros no es
vacío.)
f ) El azúcar es dulce. La sal no es dulce. Por lo tanto, la sal no es azúcar.
g) Todas las águilas pueden volar. Algunos elefantes no pueden volar. En conse-
cuencia, algunos elefantes no son águilas.
106 carlos uzcátegui aylwin
h) Todos los bebés son ilógicos. Nadie que sea despistado puede enfrentar un
cocodrilo. Las personas ilógicas son despistadas. Por lo tanto, los bebés no
pueden enfrentar cocodrilos.
i ) Ningún pájaro, excepto los pavos reales, se siente orgulloso de su cola. Algunos
pájaros, que se sienten orgullosos de sus colas, no pueden cantar. Por lo tanto,
algunos pavos reales no pueden cantar.
j ) Ninguna de las papas, excepto las últimas que compramos, han sido cocidas.
Todas las papas que están en el plato están listas para comer. Ninguna papa
cruda se puede comer. En consecuencia, algunas papas en el plato son de las
últimas que compramos.
3.6. Demostraciones
Como dijéramos en la introducción, está fuera de los objetivos de este texto dar una
definición precisa de lo que se entiende por “demostración”. En esta sección haremos una
aproximación a una definición de esta noción. Primero recordaremos brevemente algunos
de los tipos de demostración vistos hasta ahora.
∀x P (x)
en la cual P (x) significa que el elemento x tiene la propiedad P . Este tipo de proposiciones
aparecieron con frecuencia al demostrar las propiedades de los conjuntos. Recordemos que
normalmente, la demostración de una afirmación universal comienza con frase: “Sea x un
elemento arbitrario. Mostraremos que x tiene la propiedad P ...”
(x − 1)3 + x3 = (x + 1)3 .
x3 − 3x2 + 3x − 1 + x3 = x3 + 3x2 + 3x + 1.
Agrupando tenemos
x3 − 6x2 = 2.
Factorizando obtenemos
x2 (x − 6) = 2. (3.22)
lo que queremos mostrar, hemos establecido la validez de la ecuación 3.22. Y por otra
parte también hemos establecido que la ecuación 3.22 no puede ser válida. Esto es una
contradicción.
El haber deducido una contradicción (a partir de la suposición de que si existían tres
enteros a, b y c consecutivos tales que a3 + b3 = c3 ) nos garantiza que la suposición
inicial no puede ser verdadera. En consecuencia, tales enteros no existen y con esto hemos
demostrado lo que queríamos4 .
En términos generales, si queremos demostrar de manera indirecta que P implica ló-
gicamente a Q, lo que debemos hacer es motrar que a partir de P ∧ ¬Q se deduce una
contradicción. Pues en este caso es fácil convencerse de que P ∧ ¬Q también es una con-
tradicción y por consiguiente ¬(P ∧ ¬Q) es una tautología. Es decir, ¬P ∨ Q es una
tautología. Pero P → Q es lógicamente equivalente a ¬P ∨ Q y por lo tanto P → Q es
una tautología. Esto último dice que P ⇒ Q.
Más adelante tendremos oportunidad de ver otros ejemplos en los que se usa el método
de reducción al absurdo.
3.6.5. Resumen
Las demostraciones son similares a las deducciones o derivaciones que vimos en el
contexto del cálculo proposicional. Podemos decir que una demostración de una afirmación
P consiste de una sucesión de afirmaciones P1 , P2 , · · · , Pn tales que cada afirmación Pi se
4
Es natural preguntarse si es imprescindible razonar indirectamente. El lector interesado puede tratar
de hacerlo directamente. Muestre que si x3 + (x + 1)3 = (x + 2)3 , entonces lo mismo ocurre si en lugar
de x colocamos x − 1. Ahora reflexione si este hecho es suficiente para justificar la afirmación.
CAPÍTULO 3. CONJUNTOS 109
deduce de las anteriores usando algún razonamiento válido y además la última de ellas,
Pn , debe ser la afirmación P que se quería demostrar. Las proposiciones P1 , · · · , Pn−1 se
llaman las premisas y Pn se llama la conclusión. Las premisas pueden ser resultados ya
demostrados anteriormente o proposiciones que se deducen de las definiciones básicas de
la teoría de conjuntos (es decir, de la relación ∈, conjunto potencia, ⊆, etc.). Ahora bien,
cuando decimos que se “deducen” de las anteriores queremos decir que
P1 ∧ P2 ∧ · · · ∧ Pi ⇒ Pi+1
Sin mucho esfuerzo se verifica que esta afirmación es válida cuando n toma cualquiera
de los valores 0, 1, 2 o 3 y el lector podría, con un poco de paciencia, verificarla para
muchos otros valores de n. Sin embargo, esto no justifica que esa afirmación sea verdadera.
La herramienta usada para demostrar afirmaciones como la enunciada en (4.1) y otras
similares será estudiada en este capítulo.
1. C1 = {1, 2, 3}.
4. C4 = {21, 22, 23, 24, 25, · · · }, es decir, C4 es el conjunto de todos los números natu-
rales mayores que 20.
112 carlos uzcátegui aylwin
Estos cuatro conjuntos tienen en común que todos ellos tiene un primer elemento. Por
ejemplo: 21 es el primer elemento de C4 , 11 es primero de C2 .
Sea C un conjunto de números naturales, diremos que m es el mínimo de C si se
verifican las dos condiciones siguientes:
(i) m ∈ C.
(ii) Si n ∈ C, entonces m ≤ n.
Notemos que todo conjunto tiene a lo sumo un elemento mínimo. Pues si m y l son dos
elementos que verifican las condiciones (i) y (ii), se tendría que m, l ∈ C y además, por
la condición (ii), se tendría que l ≤ m y m ≤ l. Por lo tanto, m = l.
La propiedad que observamos en los conjuntos C1 , C2 , C3 y C4 es válida para todos los
subconjuntos (no vacíos) de N. Esta propiedad es de tanta importancia que le daremos
un nombre propio:
Este principio no se puede deducir de las propiedades algebraicas de los números na-
turales (aquellas que se refieren a las operaciones de suma y multiplicación) o de las
propiedades elementales de los conjuntos (álgebra booleana).
El concepto de elemento mínimo de un conjunto también está definido para subconjun-
tos arbitrarios de números, no necesariamente números naturales. Sin embargo, es muy
importante observar que si el conjunto en cuestión no es un subconjunto de N, no es cierto
en general que el conjunto tenga un elemento mínimo. Esto lo ilustramos en los ejemplos
que presentamos a continuación.
Ejemplos 4.1. 1. Considere el conjunto Z de todos los números enteros. Es fácil con-
vencerse de que Z no tiene un elemento mínimo, pues dado cualquier entero m
tenemos que m − 1 < m y m − 1 también es un entero.
C no tiene mínimo. ¿Como podríamos verificar esta afirmación? Basta mostrar que
para cualquier elemento de C existe otro elemento de C menor que él. Sea x ∈ C
cualquiera, entonces x debe ser igual a n1 para algún número natural n > 0. Como
1
n+1
< n1 y n+1
1
también pertenece a C, entonces n1 no es el mínimo de C.
4. Considere el conjunto
C = {x ∈ Q : 3 < x}.
Este conjunto no tiene un elemento mínimo. Pues dado cualquier número x ∈ C,
veremos que existe otro y ∈ C con y < x. En efecto, considere y = x+3 2
. Es claro
que y es un racional (¿por qué?). Mostraremos que y ∈ C y además que y < x. En
efecto, notemos que
x+3 x−3
y−3 = −3 = .
2 2
Como x > 3, entonces x − 3 > 0. De esto se concluye que y − 3 > 0, es decir y > 3 y
por lo tanto y ∈ C. De igual forma tenemos que y < x: Pues x − y = x − x+3 2
= x−3
2
y de aquí , al igual que antes, concluimos que x − y > 0 y por lo tanto x > y.
✷
Lo que hace tan importante al principio de buena ordenación es que se refiere a cual-
quier subconjunto no vacío de N, sin importar la manera usada para definir el conjunto.
Los siguientes dos ejemplos ilustran lo que acabamos de decir.
Ejemplo 4.2. Considere la siguiente situación. Supongamos que hacemos un experimento
en que participan los estudiantes de la Facultad de Ciencias. Cada estudiante lanza una
moneda 100 veces y anota el número de veces que salió “cara”. Definimos el siguiente
conjunto
C = {n ∈ N : n es el número de veces que obtuvo “cara” alguno de los estudiantes}
Considere el conjunto
Es fácil ver que 1 6∈ C, pues 1 + 2 + · · · + 99 > 100. También tenemos que 2 6∈ C, pues
992 = 9801, 982 = 9604 y 9801 + 9604 = 19405; y por otra parte, 1002 = 10.000. El
principio de buena ordenación nos dice que en caso que C no sea vacío, entonces debe
tener un elemento mínimo. Observemos que el mínimo de C es precisamente el menor
número natural que satisface la desigualdad (4.2).
114 carlos uzcátegui aylwin
Bastaría entonces que mostráramos que C 6= ∅. Notemos que los números que estamos
sumando en el lado izquierdo de (4.2) son todos menores o iguales que 99n . Por eso tenemos
que
1n + 2n + · · · + 99n ≤ 99(99)n .
Es suficiente entonces conseguir un natural n tal que
Pues en este caso, n también cumpliría (4.2). El problema ahora consiste en conseguir un
natural n tal que 99 < ( 100
99
)n . Usando una calculadora de mano se puede verificar que
458
100
99 <
99
Por lo tanto, 458 ∈ C y en consecuencia C 6= ∅.
Ya que hemos mostrado que C no es vacío, entonces debe tener un elemento mínimo.
Observe que no estamos afirmando que 458 sea el mínimo de C, sólo podemos asegurar
que el mínimo de C es menor o igual a 458. ¿Cuál es el menor elemento de C? El principio
de buena ordenación no nos ayuda a conseguir el número buscado, sólo nos asegura que
existe.
✷
(i) m ∈ C.
(ii) Todo elemento de C es menor o igual que m.
Observe la analogía entre estas dos condiciones y las que definen el mínimo de un
conjunto. Como ya hemos visto, un conjunto de números naturales puede no tener un
máximo, por ejemplo, N no tiene máximo, ¿que otro ejemplo conoce el lector?
Hay dos conceptos relacionados con los conceptos de máximo y mínimo que introduci-
mos a continuación.
Diremos que un conjunto C de números naturales es acotado superiormente si existe
un número natural p tal que todo elemento de C es menor o igual que p; en este caso
decimos que p es una cota superior de C. Notemos que decir que p es una cota superior
de C, es equivalente a decir que se cumple lo siguiente:
C ⊆ {0, 1, 2, · · · , p}.
Haremos dos observaciones útiles sobre las cotas y los conjuntos acotados superiormente.
CAPÍTULO 4. EL PRINCIPIO DE INDUCCIÓN MATEMÁTICA 115
C = {n ∈ N : n2 divide a 397.902.050}.
Dar una lista de todos los elementos de C no es del todo fácil. Por ejemplo, 1 ∈ C, 2 6∈ C
(aunque 2 divide a 397.902.050), 3 6∈ C, 4 6∈ C, 5 ∈ C (¡verifíquelo!). Así que no podemos
determinar por inspección si C tiene o no un elemento máximo. Sin embargo, sí podemos
mostrar que todos los elementos de C son menores que 397.902.050. En efecto, de la
definición del conjunto C tenemos que para cada n ∈ C, se cumple que n2 ≤ 397.902.050.
Como n ≥ 1, entonces n ≤ n2 . Luego, necesariamente n ≤ 397.902.050. En otras palabras,
397.902.050 es una cota superior de C. Ya observamos anteriormente que esto significa
que
C ⊆ {1, 2, 3, · · · , 397.902.050}.
Por eso es bastante natural sospechar que C sí debe tener un elemento máximo. Es claro
que 397.902.050 no es el máximo, pues no pertenece a C. Si 397.902.049 estuviera en C,
él sería el máximo de C. Si 397.902.049 no está en C, entonces 397.902.048 podría ser
el máximo,...etc. De esta manera continuamos descendiendo (con mucha paciencia) hasta
116 carlos uzcátegui aylwin
que nos topemos por primera vez con un elemento de C; ese número es el máximo de C
(!). ✷
Los ejemplos anteriores sugieren que N tiene la siguiente propiedad: todo conjunto
(no vacío) de números naturales que admita una cota superior, necesariamente tiene un
elemento máximo. Uno estaría tentado a tomar esta propiedad como un nuevo principio
acerca de N, al igual que se hizo con el principio de buena ordenación. Sin embargo, no
hace falta hacerlo, pues como veremos a continuación se puede deducir lógicamente del
principio de buena ordenación.
Teorema 4.6. Todo conjunto no vacío de números naturales que sea acotado superior-
mente tiene un máximo.
Nuestra hipótesis dice simplemente que A no es vacío. Luego, por el principio de buena
ordenación, A tiene un elemento mínimo. Sea m el mínimo de A. Mostraremos que m es el
máximo de C. Como m pertenece a A, entonces m es una cota superior para C, es decir,
todo elemento de C es menor o igual que m. Así que nos queda sólo por mostrar que m
pertenece a C. Haremos la prueba por reducción al absurdo. Supondremos que m 6∈ C y
veremos que eso conduce a una contradicción. Ya que suponemos que m 6∈ C y a la vez
sabemos que m es una cota superior de C, entonces podemos concluir que n < m para
todo n ∈ C. Por lo tanto, para todo n ∈ C se tiene que n ≤ m − 1. Esto dice que m − 1
es una cota para C, es decir, que m − 1 ∈ A, pero eso contradice que m es el mínimo de
A. Esta contradicción vino de suponer que m no pertenecía a C. Por lo tanto m ∈ C y
con esto termina la demostración. ✷
Veamos con ejemplos lo que se hizo en la demostración del teorema anterior:
A continuación daremos una definición que será necesaria para responder algunos de
los ejercicios de esta sección.
Definición 4.7. Sea C es un conjunto de números (pueden ser naturales, enteros, racio-
nales o reales) diremos que
Ejercicios 4.1
1. Considere los siguientes conjuntos de números. Lea las definiciones dadas en 4.7.
En cada caso, determine si el conjunto es acotado superior o inferiormente y si
tiene máximo o mínimo. En el caso que el conjunto tenga máximo y/o mínimo,
determínelos. Justifique su respuesta.
(k) {7 − 1
2n
: n ∈ N y n ≥ 1}
{n ∈ N : 13 ≤ n y n divide a 82.861}.
Justifique su respuesta.
118 carlos uzcátegui aylwin
C = {n ∈ N : 1n + 2n + 3n + 4n < 5n }.
7. En cada uno de los ejercicios que siguen determine si el conjunto indicado tiene
mínimo y/o máximo.
a) A = {x ∈ N : x = n + 3 para algún n ∈ N}.
b) A = {x ∈ N : x = 2n + 1 para algún n ∈ N}.
c) A = {x ∈ N : x = 4}.
d ) A = {x ∈ N : x = 6 + (−1)n para algún n ∈ N}.
e) A = {x ∈ N : x = 40} ∪ {x ∈ N : x = n+30 para algún n ∈ N tal que 0 ≤ n ≤ 20}.
C = {n ∈ N : n5 + 3 ≤ 10000}.
Halle (si es posible) 3 elementos del conjunto C y determine si C tiene mínimo y/o
máximo.
9. Responda las mismas preguntas que en el ejercicio anterior para cada una de los
conjuntos indicados.
1 5002
a) {n ∈ N : 5 + n+1
< 1000
}.
1 6927
b) {n ∈ N : 7 − n
> 1000
}.
4.2. Sucesiones
Las funciones1 que tienen dominio N se usan con mucha frecuencia en Matemáticas y
reciben un nombre especial: sucesiones. Una sucesión sobre un conjunto A es una regla
que asigna a cada número natural un elemento de A.
0, 2, 4, 6, 8, · · · ,
1 1 1 1
1, , , , , · · · ,
2 4 8 16
Esta sucesión viene dada por la regla de correspondencia n 7→ 1
2n
.
✷
Las sucesiones son una lista etiquetada de objetos en que las etiquetas son los núme-
ros naturales. Es usual denotar las etiquetas con subíndices. Vistas de este modo, las
sucesiones se escriben de la siguiente forma
a0 , a1 , a2 , a3 , a4 , · · · (4.3)
Para definir una sucesión es necesario indicar la manera en que se asigna a cada número
natural el correspondiente elemento de la sucesión. Por ejemplo, si decimos que an = n2 ,
queda completamente determinada la sucesión: 0, 1, 4, 9, 16, 25, · · · .
La notación para sucesiones varía según el contexto. De hecho, es muy frecuente que
las sucesiones se presenten como listas indizadas donde los subíndices comienzan en el 1
en lugar del 0. Es decir,
a1 , a2 , a3 , a4 , · · ·
Cada vez que usemos sucesiones dejaremos bien claro cuál es el conjunto de índices que
estamos usando. En la sección que sigue veremos que la elección del conjunto de índi-
ces no es en realidad importante. La letra usada para los subíndices no tiene que ser
necesariamente la letra n, también escribiremos (ai )i , (ak )k o (am )m .
an = 2n + 1
1, 3, 5, 7, 9, 11, · · · ,
la cual corresponde a la sucesión de todos los números impares. También podemos repre-
sentar esta sucesión usando índices en los naturales positivos. Pongamos
bn = 2n − 1
b1 = a0 , b2 = a1 , b3 = a2 , b4 = a3 .
a1 = 4, a2 = 7, a3 = 10, a4 = 13.
CAPÍTULO 4. EL PRINCIPIO DE INDUCCIÓN MATEMÁTICA 121
Queremos representar esta sucesión usando como índices todos los naturales. Es
decir, queremos una sucesión (bn )n≥0 tal que b0 = 4, b1 = 7, b2 = 10, etc. Tomemos
bn = 3(n + 1) + 1 = 3n + 4 para n ≥ 0. La sucesión bn satisface lo deseado, pues se
cumple que bn = an+1 para n ≥ 0 y esto dice que b0 = a1 , b1 = a2 , etc. Por lo tanto,
(bn )n≥0 y (an )n≥1 son sucesiones equivalentes.
cn = 3n − 11 para n ≥ 5.
3. Considere las sucesiones (an )n dada por an = 5n − 2 para n ≥ 1 y (bn )n dada por
bn = 5n − 17 para n ≥ 4 ¿Serán equivalentes? Calculemos los primeros términos de
estas sucesiones
a1 = 3, a2 = 8, a3 = 13, a4 = 18
b4 = 3, b5 = 8, b6 = 13, b7 = 18.
Verifiquemos que estas dos sucesiones son equivalentes. En efecto, se tiene que bn =
an−3 para n ≥ 4.
4. Sean (an )n dada por an = 5n+2 para n ≥ 0 y (bn )n dada por bn = 5n−8 para n ≥ 3
¿Serán equivalentes? Notemos que el primer elemento de an es a0 = 5 · 0 + 2 = 2,
en cambio el primer elemento de bn es b3 = 5 · 3 − 8 = 7. Por lo tanto no son
equivalentes.
✷
a0 , a1 , a2 .
n
X
ai = a1 + a2 + · · · + an . (4.4)
i=1
Este símbolo se lee “la sumatoria de ai desde i igual a 1 hasta n”. Por ejemplo,
3
X
ai = a1 + a2 + a3 .
i=1
Aunque parezca quizá inútil, el caso n igual a 1 también está permitido, y se tendría que
1
X
ai = a1 .
i=1
✷
Ejemplo 4.12. Considere la sucesión constante ai = 1 para i ≥ 0. Tenemos que
3
X
ai = a1 + a2 + a3 = 1 + 1 + 1 = 3.
i=1
Este símbolo se lee “el producto de ai desde i igual a 1 hasta n” (también se dice “la
productoria” en analogía con el símbolo de suma). Por ejemplo,
4
Y
ai = a1 · a2 · a3 · a4 .
i=1
✷
El caso particular cuando ai es igual a i nos da la definición del factorial de un número
natural n ≥ 1. Más precisamente, el factorial de n, denotado por n!, se define de la
siguiente manera:
Yn
n! = i = 1 · 2 · 3 · 4 · · · (n − 1) · n.
i=1
6! = 1 · 2 · 3 · 4 · 5 · 6 = 720.
20! = 2.432.902.008.176.640.000.
El número 1.000.000! tiene 5.565.709 cifras. En la tabla que sigue mostraremos los primeros
términos de las sucesiones 2n y n!. Mostraremos más adelante que 2n < n! para n ≥ 4.
n 2n n!
0 1 1
1 2 1
2 4 2
3 8 6
4 16 24
5 32 120
6 64 720
7 128 5.040
8 256 40.320
9 512 362.880
10 1.024 3.628.800
124 carlos uzcátegui aylwin
Ejercicios 4.2
1. En cada uno de los siguientes ejercicios determine una sucesión (bn )n que sea equi-
valente a (an )n .
a) (an )n dada por an = 4n para n ≥ 0. Hallar (bn )n≥1 .
b) (an )n dada por an = 4n para n ≥ 0. Hallar (bn )n≥6 .
c) (an )n dada por an = 7n + 3 para n ≥ 1. Hallar (bn )n≥3 .
d ) (an )n dada por an = n2 para n ≥ 1. Hallar (bn )n≥0 .
7
X 6
X 6
X
(a) (i + 3) (b) (3i − 1) (c) i2
i=4 i=2 i=2
6 5 5
X 1 Y Y
(d) (e) (2i + 1) (f ) i2
i=2
i i=2 i=3
6 7 8
Y 1 Y Y
(g) (h) (−1)i (i) (−1)i
i=2
i i=2 i=2
X8 X8 10
X
(j) 5 (k) 2 (l) 2
i=2 i=3 i=6
CAPÍTULO 4. EL PRINCIPIO DE INDUCCIÓN MATEMÁTICA 125
A = {n ∈ N : Pn recibió el mensaje}.
Estamos suponiendo dos cosas. Primero, que P0 recibió el mensaje, es decir que 0 ∈ A.
Y además, que si Pn recibe el mensaje, entonces lo trasmite a Pn+1 . En otras palabras, el
conjunto A satisface las siguientes dos condiciones
(i) 0 ∈ A.
(ii) Si k ∈ A, entonces k + 1 ∈ A.
El principio de inducción nos asegura que A tiene que ser igual a N. Es decir, todas las
personas en la fila reciben el mensaje.
Lo que sucede en esta situación hipotética es análogo a lo que se conoce como el efecto
dominó. Probablemente, el lector ha visto esos arreglos de las piezas del dominó en los
cuales las piezas están dispuestas de tal manera que al inclinarse la primera de ellas, las
otras van sucesivamente cayendo como en una reacción en cadena.
Ahora enunciaremos el principio de inducción de manera precisa.
Teorema 4.14. (Principio de Inducción) Sea A un subconjunto de números naturales
que satisface las siguientes dos condiciones:
(i) 0 ∈ A.
(ii) Para todo k ∈ N, si k ∈ A, entonces k + 1 ∈ A.
Entonces se tiene que A = N.
¿Cómo podemos demostrar la validez del principio de inducción? Supongamos que
A ⊆ N satisface las dos condiciones (i) y (ii) en la hipótesis del Teorema 4.14. Queremos
mostrar que A contiene a todos los números naturales. La condición (i) nos dice que 0 está
126 carlos uzcátegui aylwin
en A, y por la condición (ii) sabemos que entonces 1 también está en A. Pero entonces, 2
también debe estar, y así sucesivamente. Este argumento intuitivo podríamos considerarlo
suficiente para convencernos que A debe ser N. Sin embargo, queremos dar un argumento
aún más convincente, pues es un poco vago decir “y así sucesivamente”. Veamos pues
una demostración matemática del principio de inducción basada en el principio de buena
ordenación.
Demostración del Teorema 4.14: Supongamos que A ⊆ N satisface las dos condiciones (i)
y (ii). Queremos mostrar que A contiene a todos los números naturales. La demostración
la haremos por reducción al absurdo. Supondremos que A no es igual a N y veremos que
esto conduce a una contradicción.
Supongamos que A 6= N, entonces el conjunto B = N \ A no es vacío. Por el principio
de buena ordenación sabemos que B tiene un primer elemento que denotaremos con la
letra m. Como 0 ∈ A, entonces m > 0 y por lo tanto m − 1 ≥ 0. Por ser m el mínimo
de B se tiene que m − 1 6∈ B. Por lo tanto m − 1 ∈ A y por la condición (ii) concluimos
que m ∈ A. Pero esto contradice que m es el mínimo de B, pues en particular, m ∈ B, es
decir, m 6∈ A. La contradicción provino de suponer que B 6= ∅, es decir, de suponer que
A 6= N. Por consiguiente A = N.
✷
n(n + 1)
0+1+2+···+n = .
2
Sea A el siguiente conjunto
Si sustituimos n por 0 en la ecuación (4.6) vemos que ambos miembros son iguales a cero.
Esto muestra que la ecuación (4.6) se cumple cuando n es igual a cero y por lo tanto
0 ∈ A. Ahora veremos que A satisface la segunda condición del principio de inducción, es
decir, que si k ∈ A, entonces k + 1 ∈ A. En otras palabras, supondremos que la igualdad
(4.6)) se cumple cuando n es igual a k y mostraremos que también se cumple cuando n
CAPÍTULO 4. EL PRINCIPIO DE INDUCCIÓN MATEMÁTICA 127
k(k + 1)
sk = ,
2
por lo tanto
k(k + 1)
sk+1 = + (k + 1).
2
De aquí obtenemos
k (k + 1)(k + 2)
sk+1 = (k + 1) +1 = .
2 2
Y esto muestra que (4.6) se cumple cuando n es igual a k +1. En otras palabras, k +1 ∈ A.
Por el principio de inducción concluimos que A es igual a N y por lo tanto concluimos
también que (4.6) se cumple para todo natural n. ✷
1, 3, 5, 7, 9, 11, · · ·
El término general de esta sucesión viene dado por 2n + 1 para n ≥ 0. Ahora calcularemos
la suma de los primeros números impares. Probaremos que para todo natural n se cumple
que
sn = 1 + 3 + 5 + · · · + (2n + 1).
Sustituyendo n por cero en (4.7) vemos que ambos miembros son iguales a uno, y por lo
tanto (4.7) se cumple cuando n es igual a 0, en otras palabras, 0 ∈ A. Supongamos que
128 carlos uzcátegui aylwin
sk+1 = sk + (2(k + 1) + 1) = sk + 2k + 3.
Esto muestra que (4.7) se cumple cuando n es igual a k + 1. Por el principio de inducción
concluimos que A es igual a N, en otras palabras, hemos mostrado que (4.7) se cumple
para todo n. ✷
(i) P0 es válida.
Por “proposición matemática” se entienden afirmaciones del tipo que hemos estudiado
en el capítulo dedicado a la lógica. La afirmación que para todo natural n se cumple la
ecuación (4.6) es un ejemplo de una proposición matemática. Los ejemplos que presenta-
remos en todo este capítulo aclararán mejor el significado de esta expresión.
Es importante enfatizar en que en el segundo paso de una demostración por inducción,
uno no muestra que Pk+1 es verdadera. Lo que se demuestra es la proposición condicional:
Así que en realidad uno demuestra una colección infinita de proposiciones condicionales:
si P0 es verdadera, entonces P1 es verdadera; si P1 es verdadera, entonces P2 es verdadera;
si P2 es verdadera, entonces P3 es verdadera... etc.
Como se ve en los dos ejemplos que hemos presentado, el uso del conjunto A no es
esencial, pues desempeña un papel auxiliar. De ahora en adelante presentaremos las de-
mostraciones que usen el principio de inducción siguiendo el esquema siguiente:
Las demostraciones que sigan este esquema se llamarán demostraciones por induc-
ción.
Ejemplo 4.17. Mostraremos que para todo número natural n se cumple que
n < 2n . (4.9)
(i) Base de la inducción: Como 0 < 1, es claro que (4.9) es válido cuando n es igual a
0.
(ii) Paso inductivo: Para todo k ∈ N, si k < 2k , entonces k + 1 < 2k+1.
Hipótesis inductiva: Sea k ∈ N tal que k < 2k .
Debemos mostrar: k + 1 < 2k+1 .
Notemos primero que si k fuera igual a cero; entonces, lo que deseamos mostrar se
cumple obviamente, pues 0 + 1 < 20+1 . Por esto supondremos que k ≥ 1. Multi-
plicando por 2 ambos miembros de la desigualdad dada en la hipótesis inductiva
obtenemos que
Ahora bien, ya vimos que podemos suponer que 1 ≤ k. Luego, sumando k a ambos
miembros de esta desigualdad obtenemos que k + 1 ≤ 2k. Y usando la desigualdad
(4.10) y la transitividad de la relación de orden obtenemos que k + 1 < 2k+1 .
Por el principio de inducción concluimos que (4.9) es válido para todo número na-
tural n.
✷
Ahora calcularemos el número de elemento del conjunto potencia. Para hacerlo usaremos
el Principio de inducción. El paso inductivo está basado en la siguiente idea. Consideremos
el conjunto potencia de {1, 2, 3}. Clasificamos los subconjuntos de {1, 2, 3} en dos grupos:
el primero consiste de aquellos que no contienen al 3 y el segundo del resto, es decir,
aquellos que sí contienen al 3
∅ {1} {2} {1, 2}
P(∅) = {∅}.
Luego P(∅) tiene 1 elemento y por lo tanto se satisface que P(∅) tiene 20 elementos.
(ii) Paso inductivo: Para todo k ∈ N, si para todo conjunto A con k elementos se cumple
que P(A) tiene 2k elementos, entonces para todo conjunto B con k + 1 elementos
se cumple que P(B) tiene 2k+1 elementos.
Hipótesis inductiva: Sea k ∈ N tal que para todo conjunto A con k elementos se
cumple que P(A) tiene 2k elementos.
P(A) ∩ {C ⊆ B : x ∈ C} = ∅.
P(B) = 2 · 2k = 2k+1 .
✷
2
Para el lector versado en funciones biyectivas, note que f : P(A) → {C ⊆ B : x ∈ B} dada por
f (C) = C ∪ {x}, es una biyección. Esto lo veremos en la sección 6.6.2.
CAPÍTULO 4. EL PRINCIPIO DE INDUCCIÓN MATEMÁTICA 131
Pk Pk+1
(ii) Paso inductivo: Para todo k ∈ N, si i
i=0 2 = 2
k+1
−1, entonces i=0 2i = 2k+2 −1.
Ejemplo 4.20. (La Leyenda del ajedrez) 3 Dice una leyenda que el ajedrez fué in-
ventado por un joven hindú llamado Lahur Sessa para dar un poco de distracción a un
príncipe aburrido y deprimido por las calamidades producidas por guerras interminables.
El príncipe, en agradecimiento por tan maravilloso invento, ofreció darle a Lahur Sessa
lo que él pidiera. El joven no deseaba nada a cambio de su invento. El príncipe, molesto
por tanta modestia, insistió. Lahur Sessa expresó que no quería ni joyas, ni tierras, ni
palacios. Deseaba su recompensa en granos de trigo. Dijo:
“dadme un grano por la primera casilla, dos por la segunda, cuatro por la
tercera, ocho por la cuarta, y así duplicando sucesivamente hasta llegar a la
sexagésima cuarta y última casilla del tablero”.
Los algebristas del palacio del príncipe calcularon el número exacto de granos de trigos
que debía recibir el joven hindú y constataron que ni sembrando toda las tierras de la
India podrían reunir tal cantidad de granos. El príncipe tuvo que reconocer su falta de
moderación al ofrecer una recompensa cuyo tamaño no sabía estimar ¿Cuántos eran los
granos de trigo? Los números que representan los granos pedidos forman la siguiente
sucesión
1, 2, 4, 8, 16, 32, · · · , 263 .
Así que el número total es
63
X
2i = 264 − 1 = 18.446.744.073.709.551.615.
i=0
Ejemplo 4.21. Mostraremos que para todo natural n se cumple una de las siguientes
alternativas:
Paso inductivo: Si k sastisface una de las alernativas (i), (ii) o (iii), entonces k + 1 también
satisface una de ellas.
Hipótesis inductiva: Supongamos que k satisface alguna de las alternativas (i), (ii) o (iii).
Queremos mostrar: k + 1 satisface alguna de las alernativas (i), (ii) o (iii).
Como hay tres alternativas, presentaremos el razonamiento por casos:
(3) Supongamos que k = 3m+2 para un natural m. Entonces k+1 = 3m+3 = 3(m+1),
esto muestra que k + 1 satisface la alternativa (i) del enunciado.
Hemos mostrado que k + 1 satisface alguna de las tres alternativas del enunciado. Con
esto termina la prueba del paso inductivo. ✷
El resultado anterior se puede expresar diciendo que el resto al dividir un natural por
3 es 0, 1 o 2.
Las dos condiciones (i) y (ii) en el enunciado del principio de inducción son necesarias
como lo muestran los siguientes ejemplos.
Ejemplo 4.22. Para cada n considere la proposición “(n + 1)2 + n + 1 es impar”, denoté-
mosla por Pn . Es claro que P0 es falsa (¿por qué?). Sin embargo, mostraremos que si Pk
es verdadera, entonces Pk+1 también es verdadera. En efecto, tenemos lo siguiente
(k + 2)2 + k + 2 = k 2 + 4k + 4 + k + 2
= k 2 + 2k + 1 + k + 1 + 2k + 4
= (k + 1)2 + (k + 1) + 2(k + 2).
8k+1 − 3k+1 = 8 · 8k − 3 · 3k
= 8 · 8k − 8 · 3k + 5 · 3k
= 8 · (8k − 3k ) + 5 · 3k
= 8 · 5m + 5 · 3k
= 5 · (8m + 3k )
De lo anterior se concluye que 8k+1 − 3k+1 es múltiplo de 5. ✷
Ejemplo 4.26. Sean A y B dos conjuntos no vacios. Suponga que A tiene n elemento y
B tiene m elementos. Entonces A × B tiene n · m elementos.
Haremos la prueba por inducción en el número de elementos de A, es decir, inducción
en la variable n. Sea B un conjunto con m elementos, digamos
B = {b1 , b2 , · · · , bm }.
Como C tiene k elementos, por hipótesis inductiva, C × B tiene k · m elementos. Por otra
parte, ya vimos que {a} × B tiene m elementos. Por lo tanto, A × B tiene k · m + m
elementos, es decir (k + 1) · m elementos ✷
(i) m ∈ A.
136 carlos uzcátegui aylwin
Entonces {n ∈ N : m ≤ n} ⊆ A. ✷
La demostración de este resultado la dejamos como ejercicio (ver ejercicio 13). Podemos
enunciar el teorema anterior en términos de “proposiciones matemáticas”.
(i) Pm es válida.
Queremos demostrar: 2k+1 < (k+1)!. Como estamos suponiendo que k ≥ 4, entonces
es claro que 2 < k + 1. Por hipótesis inductiva tenemos que 2k < k!. Multiplicando
por 2 ambos miembros de esta desigualdad obtenemos que
2 · 2k < 2k!.
Tenemos entonces que 2k+1 < 2k! y 2k! < (k + 1)!. Por la transitividad de <
concluimos que
2k+1 < (k + 1)!.
Por el teorema 4.28 concluimos que 2n < n! para todo n ≥ 4. Observe el lector que esta
desigualdad no es válida cuando n ≤ 3. ✷
CAPÍTULO 4. EL PRINCIPIO DE INDUCCIÓN MATEMÁTICA 137
3 3 3 3 n2 (n + 1)2
3
1 +2 +3 +4 +···+n = . (4.15)
4
(i) Base de la inducción: Sustituyendo n por 1 en (4.15) vemos que ambos miembros
son iguales a 1, esto muestra que (4.15) es válida para n igual a 1.
(ii) Paso inductivo: Si (4.15) es válida cuando n es igual a k, entonces (4.15) es válida
cuando n es igual a k + 1.
Hipótesis inductiva: Sea k ∈ N tal que s
k 2 (k + 1)2
13 + 23 + 33 + 43 + · · · + k 3 = .
4
Sumando (k + 1)3 a ambos miembros de la igualdad dada en la hipótesis inductiva
obtenemos
k 2 (k + 1)2
13 + 23 + 33 + 43 + · · · + k 3 + (k + 1)3 = + (k + 1)3
4
k 2 (k + 1)2 + 4(k + 1)3
=
4
(k + 1)2 [k 2 + 4(k + 1)]
=
4
(k + 1)2 (k 2 + 4k + 4)
=
4
(k + 1)2 (k + 2)2
= .
4
Con esto hemos verificado que (4.15) es válida cuando n es igual a k + 1.
Por el principio de inducción concluimos que (4.15) es válida para todo n. ✷
Vimos en (4.6) que
n(n + 1)
1+2+3+4+···+n = .
2
De esto se deduce inmediatamente que
n2 (n + 1)2
(1 + 2 + 3 + 4 + · · · + n)2 = .
4
Por consiguiente podemos expresar de manera elegante la suma de los primeros cubos
como sigue
Xn
i3 = (1 + 2 + 3 + 4 + · · · + n)2 .
i=1
138 carlos uzcátegui aylwin
✷
Para finalizar enunciaremos el llamado principio de inducción fuerte o principio
de inducción completa.
Teorema 4.31. Sea A un subconjunto de números naturales tal que:
(i) 0 ∈ A.
Ejercicios 4.3.1
n n
X 2n(n + 1)(2n + 1) X
(c) (2i)2 = (d) (2i)3 = 2[n(n + 1)]2
3
i=1 i=1
n n
X X 1
(e) 2i = 2n+1 − 1 (f) i(i + 1) = n(n + 1)(n + 2)
3
i=0 i=0
n n
X n(3n − 1) X 3(3n − 1)
(g) (3i − 2) = (h) 3i =
2 2
i=1 i=1
n n
X X 4(4n − 1)
(i) 1+ i(i!) = (n + 1)! (j) 4i = .
3
i=1 i=1
n
X 1 n
(k) =
n(n + 1) (n + 1)
i=1
6. Generalize el ejercicio 5
8. Encuentre una fórmula para cada una de las siguientes expresiones. Observe que los
valores de i van hasta n + 2. (Sugerencia: Es más fácil de lo que parece.)
n+2
X n+2
X n+2
X n+2
X
3
(a) i (b) i (c) (2i + 1) (d) 2i + 1.
i=1 i=1 i=0 i=0
n
X
9. Encuentre una fórmula para (2i − 1)2 . ¿Qué relación guarda esta expresión con
i=1
12 + 22 + 32 + 42 + 52 + · · · + n2 ?
10. Encuentre una fórmula para cada una de las siguientes sumatorias.
140 carlos uzcátegui aylwin
n
X n
X
(a) (1 + i) (b) (3 + i2 )
i=1 i=1
n
X n
X
(c) (i2 − i) (d) (2 + i3 )
i=1 i=1
n
X
(e) (i + i2 + i3 ).
i=1
(i) r0 = r1 = 1
n rn
0 1
1 1
2 2
3 3
4 5
5 8
6 13
7 21
8 34
tn−1 − tn−2 .
Es decir
tn = 3tn−1 − 2tn−2 .
Por ejemplo, si durante el primer año, el crecimiento fué igual a 1 tendríamos que t0 = 0 y
t1 = 1. Con estos datos y la ecuación de recurrencia podemos conseguir cualquier término
que queramos. Por ejemplo, para hallar t3 debemos calcular primero t2 y luego obtenemos
que t3 = 2t2 − t1 . Los primeros cinco términos de esta sucesión son los siguientes:
n tn
0 0
1 1
2 3
3 7
4 15
5 31
6 63
7 127
8 255
Algunas sucesiones definidas por recursión también pueden expresarse con una regla.
Por ejemplo, la sucesión de Fibonacci también puede obtenerse de la siguiente manera:
√ !n+1 √ !n+1
1 1+ 5 1 1− 5
rn = √ −√ .
5 2 5 2
CAPÍTULO 4. EL PRINCIPIO DE INDUCCIÓN MATEMÁTICA 143
En el ejercicio 3 pedimos al lector que verifique que en efecto la sucesión anterior satisface
la recurrencia
rn = rn−1 + rn−2
y las condiciones iniciales r0 = r1 = 1.
La sucesión del ejemplo 4.32 también la podemos expresar de la siguiente forma
tn = 2n − 1.
Dejamos al lector verificar que en efecto esta sucesión satisface la ecuación de recurrencia
tn = 3tn−1 − 2tn−2
Ejercicios 4.4
1. Halle el término indicado de cada una de las siguientes sucesiones definidas por
recurción.
a) tn = tn−1 − 4tn−2 con t0 = −1 y t1 = 4. Halle t5 .
b) sn+2 + 3sn+1 + 2sn = 0 con s0 = 1
2
y s1 = 41 . Halle s5 .
tn−1
c) tn = con t0 = 2 y t1 = 3. Halle t6 .
tn−2
√
d ) an = an−1 − an−2 − n2 con a0 = 2 y a1 = 0. Halle a4 .
2. Las siguientes dos sucesiones definidas por recursión, son conocidas. ¿Puede el lector
determinar cuál es en cada caso?
a) r0 = 1 y rn = n · rn−1 .
b) r0 = 1 y rn = 2 · rn−1 .
I Supongamos nos dicen que todas las semillas que están en la bolsa son de color
blanco. Y además que las semillas regadas sobre la mesa provienen de esa bolsa.
Concluimos, sin necesidad de mirar con más detenimiento las semillas, que todas
ellas son de color blanco.
Regla: Todas las semillas de esta bolsa son blancas ∀x (x ∈ S → x ∈ B)
Premisa: Estas semillas son de esta bolsa c∈S
Conclusión: Estas semillas son blancas c∈B
La lógica en que se basa este razonamiento es la que hemos estado estudiando y es
la que se usa en matemáticas. Se le conoce como lógica deductiva y el proceso de
inferencia se llama deducción.
II De nuevo nos dicen que todas las semillas que están en la bolsa son de color blanco.
Pero ahora nos acercamos a la mesa y observamos que las semillas que están sobre
ella son todas de color blanco. De esta información podríamos inferir que todas
esas semillas sueltas provienen de la bolsa. De alguna forma, nuestro razonamiento
podría verse como una manera de “explicar” por qué las semillas que están sobre la
mesa son de color blanco.
CAPÍTULO 4. EL PRINCIPIO DE INDUCCIÓN MATEMÁTICA 145
enfoque usado por el matemático italiano G. Peano (1858-1932), quien presentó una lista
de propiedades básicas que caracterizan al sistema de los números naturales. El principio
de inducción es una de esas propiedades fundamentales de N. Peano describe su sistema
de la siguiente manera:
A1 El 0 es un número natural.
5.1. Relaciones
La noción de relación es usada frecuentemente en la vida diaria. Un ejemplo muy
“familiar” es la relación “ser padre de”. Veamos otros ejemplos de relaciones antes de
introducir la definición matemática.
147
148 carlos uzcátegui aylwin
Ejemplo 5.2. Consideremos la relación < de orden estricto entre números naturales.
Podemos representar esta relación como una colección de pares ordenados de la manera
siguiente:
R = {(n, m) ∈ N × N : n < m}.
Por ejemplo, (3, 5) ∈ R y (4, 2) 6∈ R. Por supuesto que ésta no es la manera usual de
expresar la relación de orden, pero nos sirve para motivar la definición que daremos a
continuación. ✷
Los dos ejemplos que hemos presentado tienen en común que la relación en cuestión
fue representada en términos de colecciones de pares ordenados y esto es la clave de la
siguiente definición.
Las relaciones entre dos conjuntos se conocen también por el nombre de relaciones
binarias. Cuando A es igual a B diremos que R es una relación sobre A. Observe que
decir que R es una relación de A en B no es lo mismo que decir que R es una relación de
B en A.
El concepto de relación incluye muchas posibilidades como veremos en los ejemplos a
continuación.
Ejemplos 5.4. 1. Sean A = {1, 2}, B = {3, 4} y R = {(1, 3), (1, 4)}. Tenemos que R
es una relación entre A y B. Pero R no es una relación entre B y A.
2. Otro ejemplo de una relación de A en B consiste en tomar todos los pares ordenados
(a, b) ∈ A × B. Es decir, si ponemos R igual a A × B, tenemos que R es una relación
de A en B. Según esta relación cada uno de los elementos de A está relacionado con
cada uno de los elementos de B (¿Puede imaginarse un ejemplo de la vida diaria
donde ocurra esta situación?).
Ejemplo 5.6. Sea A = {1, 2}, B = {3, 4} y R = {(1, 3), (1, 4)}. Entonces por inspección
tenemos que dom(R) = {1} y rango(R) = {3, 4}.
Dejemos A y B como en el ejemplo anterior, es decir, A = {1, 2} y B = {3, 4}. Pero
ahora tomemos como R al conjunto {(1, 3), (2, 3)}. Entonces por inspección tenemos que
dom(R) = {1, 2} y rango(R) = {3}. Este ejemplo muestra que el rango y el dominio
dependen de la relación R que estemos estudiando. ✷
150 carlos uzcátegui aylwin
(1) Veamos que rango(R) = {n ∈ N : 0 < n}. Para mostrar la igualdad de estos
dos conjuntos debemos mostrar dos cosas: (i) rango(R) ⊆ {n ∈ N : 0 < n} y (ii)
{n ∈ N : 0 < n} ⊆ rango(R).
(i) Sea n ∈ rango(R). De la definición de rango se concluye que n ∈ N y también,
y esto es lo más importante, que existe m ∈ N tal que (m, n) ∈ R. Es decir,
m < n. Por consiguiente n 6= 0, luego n ≥ 1.
(ii) Sea n ∈ N con n ≥ 1, queremos ver que n ∈ rango(R). Como n ≥ 1, tenemos
que n−1 ≥ 0, luego n−1 ∈ N y además n−1 < n. Por lo tanto, (n−1, n) ∈ R.
Es decir, n ∈ rango(R).
(2) Veamos que dom(R) = N. De manera similar, mostraremos dos cosas: (i) N ⊆
dom(R) y (ii) dom(R) ⊆ N.
(i) Sea n ∈ N, queremos mostrar que n ∈ dom(R). En efecto, simplemente notemos
que (n, n + 1) ∈ R pues n < n + 1.
(ii) De la propia definición de dom(R) se deduce que dom(R) ⊆ N.
Vemos que dom(R) = A, pues dado cualquier a ∈ A tenemos, por ejemplo, que (a, A) ∈ R.
Por otra parte, rango(R) = P(A)−{∅}. En efecto, si B ⊆ A no es vacío, entonces tomemos
x ∈ B. Luego (x, B) ∈ R y esto nos dice que B ∈ rango(R). Por otra parte, es claro que
ningún a ∈ A cumple que (a, ∅) ∈ R, esto es, ∅ 6∈ rango(R). ✷
Ejercicios 5.1
Cierto tipo de relaciones binarias aparecen con mucha frecuencia en Matemáticas y por
esto han recibido un nombre especial. Introduciremos algunas de ellas a continuación.
2. Se dice que R es simétrica, si cada vez que (a, b) ∈ R entonces también se cumple
que (b, a) ∈ R. Es decir
Si aRb, entonces bRa.
En la vida diaria usamos con frecuencia relaciones transitivas. Por ejemplo, la relación
más temprano que entre sucesos en el tiempo, más pesado que entre objetos, dentro de entre
objetos son todas relaciones transitivas. También usamos relaciones que no son transitivas.
Por ejemplo, la relación ser padre de entre personas no es una relación transitiva. Algunos
juegos usan reglas que dan lugar a una relación no transitiva. Por ejemplo, la regla del
conocido juego infantil Piedra (I), Papel (P) o Tijera (T) establece que I le gana a T,
T le gana a P , P le gana a I. Pero I no le gana a P y por lo tanto esta relación no es
transitiva.
R = {(1, 1), (1, 2), (1, 3), (1, 4), (2, 2), (2, 4), (3, 3), (4, 4)}.
(b) R no es simétrica, pues por ejemplo tenemos que (1, 2) ∈ R pero (2, 1) 6∈ R.
CAPÍTULO 5. RELACIONES 153
(c) R es transitiva, para esto debemos verificar que si (a, b) y (b, c) están en R, en-
tonces (a, c) también pertenece a R. Veamos algunos casos concretos. Por ejemplo,
(1, 2), (2, 4) ∈ R y vemos que (1, 4) también pertenece a R. Otro ejemplo, (1, 3), (3, 3)
están en R y vemos que (1, 3) también está en R. Por supuesto, los dos casos que he-
mos verificado no garantizan que la relación sea transitiva. Debemos verificar todos
los casos posibles (¡esto lo dejamos al lector!). Otra manera de convencerse de que
R es transitiva, más fácil que la de verificar todos los casos posibles, es observando
que R es en realidad la relación de divisibilidad entre los elementos de {1, 2, 3, 4}.
En efecto, observe que para a, b ∈ {1, 2, 3, 4}, se cumple que
(d) R es antisimétrica. Supongamos que (a, b) ∈ R y (b, a) ∈ R, entonces por una simple
inspección vemos que necesariamente (a, b) es uno de los siguientes pares ordenados:
(1, 1), (2, 2), (3, 3) o (4, 4). Esto muestra que R es antisimétrica.
Los ejemplos anteriores ilustran la forma en que mostraremos que una relación R no
tiene alguna de las cuatro propiedades que estamos estudiando (reflexividad, transitividad,
simetría o antisimetría). Lo que hicimos fué conseguir un contraejemplo de la propiedad en
cuestión. Por ejemplo, para mostrar que una relación R no es transitiva debemos conseguir
tres elementos a, b y c en el conjunto donde está definida la relación tales que (a, b) y (b, c)
estén en R pero (a, c) no esté en R.
Para mostrar que una relación tiene alguna de estas cuatro propiedades no podemos
dar una “receta” general que funcione para todos los casos. En cada caso debemos analizar
la relación dada y buscar la manera de mostrar la propiedad en cuestión.
Ejercicios 5.2
1. Sea X = {1, 2, 3}. Considere las siguientes relaciones en X. ¿Cuáles son reflexivas?,
¿Cuáles son transitivas?, ¿cuáles son simétricas? y ¿Cuáles son antisimétricas?. De-
termine su dominio y su rango.
a) R = ∅.
b) R = {(1, 1)}.
c) R = {(1, 1), (2, 1), (2, 2), (2, 3), (3, 2)}.
d ) R = {(1, 2), (1, 3), (2, 3)}.
e) R = X × X.
2. Considere las relaciones entre personas: “ser padre de”, “ser hijo de”, “ser esposo de”
y “ser hermano de ”. Determine si son reflexivas, simétricas y/o transitivas.
3. Considere cada una de las siguientes relaciones en Z. ¿Cuáles son reflexivas?, ¿Cuáles
son transitivas?, ¿Cuáles son simétricas? y ¿Cuáles son antisimétricas?. Determine
su dominio y su rango.
a) xRy ⇔ x + y < 3.
b) xRy ⇔ x + y = 1.
c) xRy ⇔ x2 + x = y 2 + y.
d ) xRy ⇔ y = 2.
e) xRy ⇔ x divide a y.
f ) xRy ⇔ x e y son primos relativos.
CAPÍTULO 5. RELACIONES 155
5. Dos mujeres están sentadas en el poyo de una ventana. Al ver que se acercan dos
hombres una de ellas dice:
“ Allá vienen nuestros padres, padres de nuestros hijos, esposos de nuestras
madres y nuestros propios maridos”.
Explique si lo que la mujer dijo es posible. En que caso que lo sea, ¿qué relación
guardan entre sí las dos mujeres?
7. Sea R una relación sobre un conjunto A. Muestre que R es reflexiva si, y sólo si,
{(a, a) : a ∈ A} ⊆ R.
8. En los siguientes ejercicios daremos una “demostración” que debe ser corregida.
Justifique su respuesta.
a) Afirmación: Si la relación R es simétrica y transitiva, entonces también es
reflexiva.
“Demostración”: Ya que R es simétrica, tenemos que si (x, y) ∈ R, entonces
(y, x) ∈ R. Luego como (x, y), (y, x) ∈ R y R es transitiva, entonces (x, x) ∈ R
y por lo tanto R es reflexiva. ✷
b) Afirmación: Si las relaciones R y S son transitivas, entonces la relación R ∩ S
es transitiva.
“Demostración”: Supongamos que (x, y) ∈ R ∩ S y (y, z) ∈ R ∩ S. Entonces
(x, y) ∈ R y (y, z) ∈ S. Luego (x, z) ∈ R ∩ S. ✷
c) Afirmación: Si las relaciones R y S son simétricas, entonces la relación R ∩ S
es simétrica.
“Demostración”: Sea
R = {(1, 2), (2, 1), (1, 1), (3, 2), (2, 3), (2, 2)}
y
S = {(2, 3), (3, 2), (2, 2), (3, 4), (4, 3)}.
Entonces R ∩ S = {(2, 3), (3, 2), (2, 2)}. Tenemos que R, S y R ∩ S son simé-
tricas. ✷
156 carlos uzcátegui aylwin
10. Demuestre que si R es una relación binaria simétrica sobre un conjunto A, entonces
el rango y el dominio de R son iguales.
11. Sea R una relación sobre un conjunto A. Para cada x ∈ A definimos los conjuntos
Cx y Dx de la manera siguiente:
a) Considere la relación R sobre {1, 2, 3} dada por R = {(1, 2), (1, 3), (2, 3)}.
Determine C1 , C2 , C3, D1 , D2 y D3 y muestre que
C1 ∪ C2 ∪ C3 = rango(R) y D1 ∪ D2 ∪ D3 = dom(R).
12. Sea R una relación sobre N y C ⊆ N. Diga justificadamente si las siguientes afirma-
ciones son equivalentes.
R = {(1, 1), (1, 2), (1, 3), (1, 4), (2, 2), (2, 4), (3, 3), (4, 4)}.
2 b b
3
1 b
b b b b b b
b b b
b b
Una relación binaria entre dos conjuntos A y B también la podemos representar gráfica-
mente. En este caso ubicaremos el conjunto A a la izquierda, B a la derecha y dibujaremos
flechas que salen de los puntos de A y terminan en los puntos de B de acuerdo a lo es-
pecificado por la relación. Veamos un ejemplo. Sea R la relación de pertenencia entre los
elementos de {1, 2} y sus subconjuntos. Es decir,
b
∅
b
{1}
1 b
b
{2}
2 b
{1, 2}
b
Ejercicios 5.3
1. Haga el digrafo de la relación de prelación entre las siguientes asignaturas del pensum
de Matemáticas: Cálculo 1, 2 y 3; Elementos; Conjuntos; Geometría Euclidiana;
Geomertría diferencial; Algebra Lineal 1 y 2; Análisis 1 y 2.
2. Determine explícitamente todas las relaciones binarias que puedan ser definidas
sobre el conjunto {0, 1}. Haga el digrafo de cada una de ellas. Determine cuáles de
ellas son reflexivas, simétricas, transitivas y/o antisimétricas.
3. Haga el digrafo de cada una las relaciones binarias que puedan ser definidas entre
los conjuntos {0, 1} y {a, b}. ¿Qué puede decir si en lugar de {0, 1} usamos {0, 1, 2}?
1 2
b b
1 2 3 3 4
b b b b b
b b b b b b b
4 3 a b c 1 2
R = {(x, x) : x ∈ X}.
x y z w
R = {(1, 1), (2, 1), (2, 2), (1, 2), (3, 3), (3, 4), (3, 5), (4, 3), (4, 4), (4, 5), (5, 3), (5, 4), (5, 5), (6, 6)}.
1 4
5
2 3 6
(x, y) ∈ R si y = x ó y = −x.
Afirmamos que R es una relación de equivalencia. Es claro que (x, x) ∈ R para todo
x ∈ Z, es decir R es reflexiva. Para verificar que es simétrica, sean x, y enteros tales que
(x, y) ∈ R. Entonces tenemos dos alternativas:
(i) Suponga que y = x. En este caso se cumple que (y, x) ∈ R.
(ii) Suponga que y = −x. En este caso se tiene que x = −y y por lo tanto (y, x) ∈ R.
Falta verificar que R es transitiva. Dejamos al lector la tarea de convencerse de que si
tenemos tres enteros x, y, z tales que x 6= y, y 6= z, (x, y) ∈ R y (y, z) ∈ R, entonces
necesariamente x = z. A continuación mostramos el digrafo de R.
−1 −2 −3
···
1 2 3
Lo primero que debemos observar es que una clase de equivalencia satisface que todos
sus elementos están relacionados entre si. En efecto, sea C una clase de equivalencia y x
el elemento dado por la definción de clase, es decir, C = {y ∈ X : (x, y) ∈ R}. Sean
y, z ∈ C, queremos mostrar que (y, z) ∈ R. Tenemos que (x, y), (x, z) ∈ R. Como R es
simétrica, entonces (y, x) ∈ R. Por ser R transitiva, tenemos que (y, z) ∈ R.
Es claro que el concepto de clase de equivalencia depende de la relación R en cuestión,
por esto es común (y a veces necesario) referirse a ellas como R-clases de equivalencia.
Como las relaciones de equivalencia son tan importantes en Matemáticas, con frecuencia
usaremos el símbolo ∼ para denotarlas. Así, en lugar de escribir xRy, usaremos la notación
x ∼ y,
R = {(1, 1), (2, 1), (2, 2), (1, 2), (3, 3), (3, 4), (3, 5), (4, 3), (4, 4), (4, 5), (5, 3), (5, 4), (5, 5), (6, 6)}.
Observe además que [1]R = [2]R = {1, 2}, [3]R = [4]R = [5]R = {3, 4, 5} y [6]R = {6}.
x ∼ y ⇔ x − y es un múltiplo de 3.
1
También es común usar los símbolos ≈, ∼
= para denotar relaciones de equivalencia.
162 carlos uzcátegui aylwin
x ∼ y ⇔ x − y ∈ Z.
[r]∼ = {r + m : m ∈ Z}
√
Por ejemplo, veamos cual es la clase de equivalencia 2:
√ √ √ √ √ √ √
[ 2]∼ = { 2 + m : m ∈ Z} = {· · · , 2 − 2, 2 − 1, 2, 2 + 1, 2 + 2, · · · }
✷
CAPÍTULO 5. RELACIONES 163
Cn = {x ∈ R : n ≤ x < n + 1} = [n, n + 1)
Observemos que R = n∈Z Cn y además que los conjuntos Cn son disjuntos entre si, esto
S
es, Cn ∩ Cm = ∅ si n 6= m. Mostraremos que se puede definir una relación de equivalencia
en R de tal manera que sus clases de equivalencia sean precisamente los conjuntos Cn . En
efecto, considere la siguiente relación binaria sobre R:
x ∼ y ⇔ ∃n ∈ Z tal que x, y ∈ Cn .
Una colección de conjuntos como los Cn del ejemplo anterior se llaman una partición
del conjunto X.
Como lo mostraremos a continuación, el ejemplo anterior ilustra lo que ocurre con todas
las relaciones de equivalencia.
Ejemplo 5.23. Vamos a definir una relación binaria sobre R2 . Ponga atención a la no-
tación, pues los elementos de R2 son pares ordenados.
Recordemos que si (a, b) ∈ R2 y c ∈ R, entonces c · (a, b) = (ca, cb). Por ejemplo
(2, −1) ∼ (4, −2) pues (4, −2) = 2 · (2, −1).
Es decir,
(i) ∼ es reflexiva. En efecto, para todo (x, y) ∈ R2 , tenemos que (x, y) ∼ (x, y), pues
(x, y) = 1 · (x, y).
(ii) ∼ es simétrica. En efecto, sean (x, y), (w, z) ∈ R2 tales que (x, y) ∼ (w, z). Entonces
existe un real no nulo c tal que (w, z) = c · (x, y). De esto se tiene que (x, y) =
(1/c) · (w, z). Es decir, (w, z) ∼ (x, y).
(iii) Falta verificar que ∼ es transitiva. Supongamos que (x, y), (w, z), (u, v) ∈ R2 son
tales que (x, y) ∼ (w, z) y (w, z) ∼ (u, v). Debemos mostrar que (x, y) ∼ (u, v). Por
definición de la relación ∼, tenemos que existen dos reales no nulos c, d tales que
(w, z) = c · (x, y), y (u, v) = d · (w, z). De lo anterior tenemos que (u, v) = dc · (x, y).
Como dc 6= 0, entonces hemos mostrado que (x, y) ∼ (u, v).
✷
Ejercicios 5.4
1. Considere las siguientes relaciones binarias definidas sobre el conjunto de todos los
estudiantes de la UIS. Determine si son de equivalencia.
a) x está relacionado con y, si tienen la misma edad.
b) x está relacionado con y, si están inscritos en el mismo curso.
c) x está relacionado con y, si sus números cédula de terminan en un número par.
2. A continuación daremos una lista de propiedades que sirven para definir un relación
binaria sobre R. Determine si son de equivalencia. En caso que lo sea, describa lo
mejor que pueda las clases de equivalencia.
a) x2 = y 2 .
b) x3 = y 3 .
c) x − y ∈ Q.
d ) x − y 6∈ Z.
CAPÍTULO 5. RELACIONES 165
e) x − y ∈ N.
f ) x − y ∈ R.
g) x − y 6∈ R.
h) −1 ≤ x − y ≤ 1.
3. Sea A = {1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10} y B ⊆ A. Considere la siguiente relación sobre A:
R = (B × B) ∪ (A \ B) × (A \ B).
Muestre que R es una relación de equivalencia. Dibuje el digrafo asociado a R.
4. Halle todas las relaciones de equivalencia sobre el conjunto {1, 2, 3, 4}.
5. Sea ∼ definida en Z de la siguiente manera: x ∼ y, si x − y es divisible por 4.
Muestre que ∼ es de equivalencia y que existen exactamente 4 clases de equivalencia.
Generalize este problema usando ahora divisibilidad por un entero diferente de 4.
6. Considere la siguiente relación sobre N × N.
(n, m) ∼ (n′ , m′ ) ⇔ n = n′ .
Muestre que ∼ es una relación de equivalencia y halle las clases de equivalencia.
¿Podría hacer el digrafo de esa relación?
7. Considere la siguiente relación sobre N × N.
(n, m) ∼ (n′ , m′ ) ⇔ n = m′ .
¿Es ∼ una relación de equivalencia?
8. Considere las siguientes relaciones sobre el conjunto indicado. Muestre que son de
equivalencia y determine la clase de equivalencia indicada.
a) Sobre N × N dada por (x, y) ∼ (w, z), si x + y = w + z. Determine todos los
elementos de la clase de (1, 2).
b) Sobre N × N dada por (x, y) ∼ (w, z), si x − y = w − z. Determine todos los
elementos de la clase de (1, 1).
c) Responda las preguntas anteriores, pero ahora sobre el conjunto Z × Z usando
las mismas reglas que en los dos ejercicios anteriores. ¿Qué puede decir si
definimos esas relaciones sobre R × R?
9. Considere la siguiente relación sobre R × R:
(x, y) ∼ (w, z) ⇔ ∃r ∈ R [(y = x2 + r) ∧ (z = w 2 + r)].
Muestre que
(x, y) ∼ (w, z) ⇔ (y − x2 = z − w 2 ).
Muestre que ∼ es una relación de equivalencia. Dibuje en el plano la clase de equi-
valencia de (0, 0) y la de (0, 1).
166 carlos uzcátegui aylwin
10. Considere la siguiente relación sobre P(N). Diremos que A está relacionado con B,
si A△B es finito. Muestre que esta relación es de equivalencia.
11. Sea A ⊆ R. Considere la siguiente relación sobre A:
x ∼ y, si existen reales a ≤ b tales que x, y ∈ [a, b] y [a, b] ⊆ A.
Muestre que ∼ es una relación de equivalencia sobre A.
12. a) Sean R y S dos relaciones transitivas sobre un conjunto A. Muestre que R ∩ S
es una relación transitiva sobre A. ¿Podemos decir lo mismo sobre la propiedad
reflexiva y la propiedad simétrica?
b) Responda la misma pregunta pero ahora en relación a R ∪ S.
b a
a bb c bb
b b b b
b c b b b b b b b b
b c a a c a b c
CAPÍTULO 5. RELACIONES 167
Observemos que si no tomamos en cuenta las “etiquetas” a, b y c, esas son todas las
“formas” posibles para ordenar tres puntos:
b
b b b b b
b b b b b b b b b
Ejemplo 5.26. (El orden lexicográfico en N × N). Consideremos el siguiente orden lex
sobre N × N.
(a, b) lex (c, d) si (i) a < b o (ii) a = b y c ≤ d
El orden lexicográfico debe su nombre a que se basa en el mismo criterio usado para
ordenar las palabras en un diccionario. En efecto, los pares en N × N que comienzan con
0 son todos menores que los que comienzan con un 1. Por ejemplo,
(0, 0) ≺lex (0, 1) ≺lex (0, 2) ≺lex · · · (1, 0) lex (1, 1) lex (1, 2) lex · · ·
Ejercicios 5.5
1. Haga un diagrama de todos los órdenes posibles sobre los conjuntos {a, b} y {a, b, c, d}
(la última pregunta tiene una larga respuesta!)
A C
Dbc
A bc bc
C
bc
B
CAPÍTULO 5. RELACIONES 169
Euler demostró que no existe una solución para el problema de los puentes. De hecho
mostró un resultado general sobre grafos que resuelve problemas similares al de los puentes
de Königsberg. El método ideado por Euler para resolver este problema usa el concepto de
la valencia o grado de un vértice. Se define la valencia de un vértice como el número de
arcos que “tocan” al vértice. Por ejemplo, en el caso del problema de los puentes tenemos
que las valencias de los vértices son: A tiene valencia 5, B, C y D tienen cada uno valencia
3. El teorema de Euler dice que para que exista un circuito de Euler es necesario que la
valencia de cada vértice sea un número par. Como en el grafo asociado al problema de los
puentes no se cumple esa condición, entonces no existe un circuito de Euler.
Euler también mostró que el recíproco es válido para cierto tipo de grafos. Diremos que
un grafo es conexo si uno puede “viajar” entre dos vértices cualesquiera. Euler mostró
que si la valencia de cada uno de los vértices de un grafo conexo es par, entonces en el
grafo existe un circuito de Euler.
Consideremos ahora la siguiente situación.
D Dbc
4 3
A C 7
A bc bc
C
5 6
B
1 bc
2
B
bc bc bc
A L T
170 carlos uzcátegui aylwin
Quisiéramos hacer la instalación de tal forma que las líneas de luz y teléfono y las tube-
rías de agua no se crucen. ¿Es posible hacerlo? Para responder esta pregunta necesitaremos
introducir otros conceptos sobre grafos.
En general en un grafo los lados pueden cruzarse. Los grafos que se pueden representar
en un plano sin que se crucen su lados se llaman grafos planos o planares.
Por ejemplo, el grafo de la izquierda es planar, pues también lo podemos representar
como en el diagrama de la derecha.
4bc 4bc
1 bc bc
3 1 bc bc
3
bc bc
2 2
Podemos entonces enunciar el problema del Agua, Luz y Teléfono de manera equivalente
preguntando si su grafo es planar. Si lo es, entonces la respuesta a la pregunta inicial es
“sí” y si no es planar, entonces la respuesta es “no”.
Cuando se representa en un plano un grafo conexo y plano, queda dividido en regiones
contiguas llamadas caras. Por ejemplo, considere el siguiente grafo:
1
D
bc bc
2
C
6 bc
B bc
5
A
bc bc
3
4
Hemos indicado sus 4 caras: A, B, C y D. Observe que D es la cara “exterior” del grafo.
Euler notó que no importa como tracemos el grafo en un plano, el número de caras es
el mismo. El número de caras (f ) está determinado por el número de vértices (v) y el
número de lados (e) mediante la fórmula siguiente
Fórmula de Euler para Grafos: Si G es un grafo plano, conexo, con e lados, v vértices
y f caras, entonces
f = e − v + 2.
Por ejemplo, el grafo anterior tiene f = 4 caras, e = 8 lados y v = 6 vértices. Tenemos
que 4 = 8 − 6 + 2.
Usando esta fórmula es posible mostrar que el problema del Agua, Luz y Teléfono no
tiene solución pues su grafo no es plano.
CAPÍTULO 5. RELACIONES 171
A D
C
B F
E
Abc Dbc
C bc bc
F
bc bc
B E
Ejercicios 5.6
bc bc bc
bc bc bc bc bc bc
bc bc bc bc bc bc
bc
172 carlos uzcátegui aylwin
2. Los siguiente grafos son planares. Trácelos de tal manera que no se crucen sus aristas.
bbc
bbc
a bc bc
c
a bc bc
c
bc bc
d bc bc bc
f
d e e
3. Coloree los siguiente mapas usando a lo sumo cuatro colores. Haga el grafo asociado
a cada mapa.
B C A B
A L
D J KG
F G E H I
E D C
CAPÍTULO 6
FUNCIONES
✷
Observemos que en la definición de función se requiere que la relación cumpla con dos
condiciones:
Notemos que (1) nos dice que el conjunto A es el dominio de R y (2) nos asegura
aún más, pues cada elemento de A está relacionado con un sólo elemento de B. El único
elemento b al que a está asociado se le llama la imagen de a. Así que una función de A
en B asigna a cada elemento de A uno de B y es por esto que las funciones también son
llamadas asignaciones.
173
174 carlos uzcátegui aylwin
Ejemplos 6.2. 1. Sea A = {1, 2}, B = {3, 4, 5} y R = {(1, 3), (1, 4), (2, 3)}. Tenemos
que R es una relación entre A y B. Pero R no es una función. Pues el 1 está
relacionado con dos elementos de B, esto es, la condición (2) no se cumple. Observe
que la condición (1) sí se cumple en este ejemplo.
2. Sea A = {a, b, c}, B = {3, 4} y R = {(a, 3), (b, 3)}. Tenemos que R es una relación
entre A y B. Pero R no es una función. Pues el elemento c no está relacionado con
ningún elemento de B, esto es, la condición (1) no se cumple.
3. Sea A = {1, 2}, B = {3, 4, 5} y R = {(1, 3), (2, 4)}. En este caso R es una función.
Pues para cada a ∈ A existe un único b ∈ B tal que (a, b) ∈ R.
✷
Las funciones se denotan generalmente con las letras f, g, h y en lugar de escribir “a f b”,
para indicar que a está relacionado con b, se escribe
f (a) = b.
Diremos que f (a) (que se lee “f de a”) es la imagen de a bajo f . También se dice “la
imagen de a por f ” o que b es el “valor” que toma f en a. Para indicar que f es una
función de A en B escribimos
f : A → B.
Ya dijimos que A se llama el dominio de f y a B se le llama contradominio o codomi-
nio. Un subconjunto de B que juega un papel importante en el estudio de las funciones
es el rango el cual se define de la siguiente manera:
rango(f ) = {b ∈ B : b = f (a) para algún a ∈ A}.
El rango de una función es el conjunto formado por las imágenes de los elementos del
dominio y es por esto que también se acostumbra llamarlo el conjunto imagen. Como
veremos en los ejemplos, en general, B no es igual al rango.
El conjunto de todas las funciones de un conjunto A en un conjunto B se denota por
BA.
Ejemplos 6.3. 1. Usualmente las funciones se presentan a través de una “regla” que
asigna a cada elemento de A un único elemento de B. Por ejemplo, consideremos los
conjuntos A = {1, 2, 3} y B = {1, 2, 3, 4, 5, 6} y la regla que asigna a cada número
a ∈ A el número 2a. Usualmente expresamos esta regla de asignación escribiendo
f (a) = 2a,
pero también se acostumbra a escribir
a 7→ 2a.
De esta manera hemos definido una función de A en B. El siguiente conjunto repre-
senta a f como un conjunto de pares ordenados:
{(1, 2), (2, 4), (3, 6)}.
CAPÍTULO 6. FUNCIONES 175
{(n, n + 1) ∈ N × N : n ∈ N}.
(iii) La regla de asignación (o ley de correspondencia) entre los elementos del dominio
y los del contradominio.
✷
176 carlos uzcátegui aylwin
¿Cuándo dos funciones son iguales? Para que dos funciones f y g sean iguales se deben
cumplir las tres condiciones siguientes:
Ejemplos 6.5. 1. En el Ejemplo 6.4 tenemos que las funciones f y g son distintas
pues, aunque usan la misma ley de correspondencia, sus respectivos dominios no
son iguales.
Ejemplo 6.6. Consideremos la función f : {1, 2, 3} → {1, 2, 3, 4, 5, 6}, dada por f (a) =
2a. Podemos representar esta función con el siguiente digrafo (a veces llamados diagramas
sagitales pues se representan con flechas):
bc
6
bc
5
3 bc
bc
4
2 bc
bc
3
1 bc
bc
2
bc
1
.. ..
6 .bc .bc 6
5 bc bc
5
4 bc bc
4
3 bc bc
3
2 bc bc
2
1 bc bc
1
0 bc bc
0
✷
Ejemplo 6.8. Considere la función f : R → R dada por f (x) = x2 . La representación
gráfica más usada es la siguiente:
Incluir gráfica
2x , si x es par;
h(x) =
3x , si x es impar.
(i) Para A = {1}, tenemos que f{1} (1) = 1 y f{1} (2) = f{1} (3) = f{1} (4) = 0.
Las funciones características las podemos definir en general para cualquier conjunto
U y cualquier subconjunto A ⊆ U de la misma manera que los hicimos en el apartado
anterior.
Ejemplo 6.11. Observemos que para cada U y cada A ⊆ U tenemos una función.
0 , si x ∈ N \ {1, 3, 5, 7};
f{1,3,5,7} (x) =
1 , si x ∈ {1, 3, 5, 7}.
Observemos que A ∩ B = {3, 7}. El lector puede verificar que se cumple lo siguiente
para todo x ∈ N:
fA∩B (x) = fA (x) · fB (x),
esto tiene sentido, pues fA (x) y fB (x) ∈ {0, 1} y por lo tanto los podemos multipli-
car.
0 , si x ∈ R \ (1, 5);
f(1,5) (x) =
1 , si x ∈ (1, 5).
demostrar.
✷
Nos queda por analizar el caso cuando A o B es vacío. Supongamos que A = ∅. Qué
puede ser una función que tenga como dominio el conjunto vacío? Si vemos a una función
de A en B como una relación, es decir, como un subconjunto de A × B, es inmediato que
la única relación, cuando A es vacío, es la relación vacía, es decir, ∅ es una relación entre
∅ y B. Y es también es inmediato verificar que ∅ es una función de ∅ en B. Por lo tanto,
B ∅ tiene un sólo elemento, la función vacía. Por otra parte, si B es vacío, un razonamiento
análogo muestra que la función vacía es la única función de un conjunto cualquiera A en
∅. En resumen, B A tiene un sólo elemento, si A o B es vacío.
Ejercicios 6.1
f (x)f (y) = f (x − y)
para todo x, y ∈ R y además que f (x) > 0 para todo x ∈ R. Halle f (1) y muestre
que f (x) = f (−x) para todo x ∈ R.
CAPÍTULO 6. FUNCIONES 181
f (x) + f (x − 1) = x2
f (x)f (y) = f (x + y)
f ∼ g ⇔ f (a) = g(a).
A una función inyectiva también se le llama una función uno a uno (a veces se escribe: f
es 1 − 1). Este nombre se debe a que elementos distintos del dominio son “enviados” por la
función a elementos distintos del contradominio. La inyectividad tiene una interpretación
en términos del grafo de la función: A cada elemento del contradominio le llega a lo sumo
una flecha.
Ejemplo 6.14. Consideremos los conjuntos A = {1, 2, 3}, B = {1, 3, 4, 5}. En los diagra-
mas que siguen se tiene que la función f es inyectiva y la función g no lo es.
f g
A B A B
bc
5 bc
5
3 bc bc
4 3 bc bc
4
2 bc bc
3 2 bc bc
3
1 bc bc
1 1 bc bc
1
✷
CAPÍTULO 6. FUNCIONES 183
(i) f es inyectiva.
(ii) Para todo a, a′ ∈ A, si f (a) = f (a′ ), entonces a = a′ .
Dejamos la verificación de este hecho al lector (ver ejercicio 11). En los siguientes
ejemplos haremos uso de esta caracterización de la inyectividad.
Ejemplo 6.15. Considere la función f : N → N dada por f (n) = n + 1. Mostraremos
que f es inyectiva. Usaremos el criterio de inyectividad enunciado en el recuadro anterior.
Fijemos dos naturales n, m y supongamos que f (n) = f (m). Debemos mostrar que n = m.
En efecto, nuestra suposición nos asegura que n + 1 = m + 1. Restando 1 en ambos lados
de la igualdad obtenemos que n = m. ✷
Ejemplo 6.16. Considere la función g : N → N dada por g(n) = n2 . Mostraremos que g
es inyectiva. Usaremos otra vez el criterio anterior. Debemos probar que
Es decir,
Si n2 = m2 , entonces n = m.
En efecto, fijemos n, m ∈ N y supongamos que n2 = m2 . De esto tenemos que n2 −m2 = 0.
Factorizando obtenemos que
(n + m)(n − m) = 0.
Hay dos casos a considerar: (i) n + m = 0 y (ii) n − m = 0. Como n, m ∈ N, entonces
n, m ≥ 0. Por lo tanto en el caso (i) tenemos que n = −m y entonces necesariamente se
cumple que n = m = 0. En el caso (ii) tenemos obviamente que n = m.
Considere ahora la función h : Z → N dada por h(x) = x2 . Uno estaría tentado
a rápidamente concluir a partir de lo anterior que h es inyectiva. Pero no es así. Esta
función no es inyectiva, pues h(2) = h(−2) = 4. ¿Cuál es la diferencia con lo que hicimos
para la función g? ✷
En el ejemplo que sigue usaremos la definición original de inyectividad.
Ejemplo 6.17. Defina h : Z → Z de la siguiente manera:
2x − 1 , si x < 0
h(x) =
3x + 1 , si 0 ≤ x.
(i) Supongamos que x < 0 y y < 0. En este caso, por la definición de h, tenemos que
h(x) = 2x − 1 y h(y) = 2y − 1. Como x 6= y es claro que 2x 6= 2y y por lo tanto
2x − 1 6= 2y − 1. Es decir que h(x) 6= h(y).
(iv) Supongamos que y < 0 y x ≥ 0. Este caso se analiza como en el apartado anterior.
Hemos mostrado que en cada uno de los casos se cumple que h(x) 6= h(y). Como estos
cuatro casos son todos los posibles, podemos concluir que h es inyectiva. ✷
(i) f no es inyectiva
(ii) Existe un par de elementos a, a′ ∈ A tales que a 6= a′ y f (a) = f (a′ ).
Notemos entonces que para mostrar que una función no es inyectiva debemos conse-
guir DOS elementos del dominio que tengan la misma imagen.
(i) f es sobreyectiva
(ii) rango(f ) = B.
Notemos que la sobreyectividad indica que en el grafo de la función a todo elemento del
contradominio le llega al menos una flecha (pero puede ser más de una). El primero de
los diagramas que siguen corresponde a una función sobreyectiva, en cambio el segundo
no.
f g
A B A B
bc bc bc bc
bc bc bc bc
bc bc bc bc
bc bc
Como el contradominio de f tiene sólo 3 elementos, podemos verificar esta afirmación con
una simple inspección de todos los casos posibles.
x = (x − 2)y.
Luego
x − xy = −2y.
Y por lo tanto
−2y
x= .
1−y
Usando esta última ecuación mostraremos que si y 6= 1, entonces y está en el rango de f .
En efecto, sea y 6= 1, conseguiremos un real z tal que f (z) = y. Sea
−2y
z= .
1−y
Verificaremos que f (z) = y. En efecto,
−2y −2y
1−y 1−y −2y
f (z) = −2y = −2y−2+2y = = y.
1−y
− 2 1−y
−2
f (B) = B ∪ {2, 3} = B.
(i) f no es sobreyectiva
(ii) Existe un elemento b ∈ B tal que para ningún a ∈ A se tiene que b = f (a).
Notemos que para mostrar que una función no es sobreyectiva debemos encontrar
UN elemento del contradominio que no tenga preimagen.
En el último ejemplo hemos usado un hecho general acerca de las funciones que enun-
ciaremos a continuación.
Teorema 6.27. Sea f : A → B una función. Defina g : A → rango(f ) por g(x) = f (x).
Entonces g es sobreyectiva. ✷
CAPÍTULO 6. FUNCIONES 189
Ejemplo 6.28. Sea f : (−1, −1) → R definida por f (x) = 2x + 3. Afirmamos que f no
es sobreyectiva. En efecto, notemos que si x ∈ (−1, 1) entonces
−1 < x < 1.
Multiplicando por 2 la desigualdad anterior obtenemos que
−2 < 2x < 2.
Ahora sumamos 3 a ambos miembros de la desigualdad anterior y obtenemos
1 < 2x + 3 < 5.
De esto se deduce que el rango de f está contenido en (1, 5). Y por consiguiente podemos
entonces concluir que f no es sobreyectiva pues, por ejemplo, 6 no tiene preimagen.
Podemos de hecho hallar el rango de f . En efecto, afirmamos que
rango(f) = (1, 5).
Nos falta mostrar que (1, 5) ⊆ rango(f). Sea x ∈ (1, 5). Es decir, 1 < x < 5. Entonces
restando 3 obtenemos
−2 < x − 3 < 2.
Ahora dividiendo entre 2 obtenemos
x−3
−1 < < 1.
2
Dejamos al lector la verificación que
x−3
f = x.
2
Con esto queda demostrado que todo x ∈ (1, 5) tiene preimagen y por lo tanto que (1, 5)
es el rango de f . Definimos g : (−1, 1) → (1, 5) por g(x) = 2x + 3. El teorema 6.27 nos
dice que g es sobreyectiva. ✷
A B
bc bc
bc bc
bc bc
bc bc
190 carlos uzcátegui aylwin
Por esta razón se dice que una biyección establece una correspondencia biunívoca entre
los elementos del dominio y del contradominio.
Las funciones inyectivas, sobreyectivas y biyectivas son las herramientas básicas para
comparar el número de elementos de dos conjuntos. Observando el digrafo de una función
biyectiva f : A → B vemos que A y B tienen el mismo número de elementos. Ahora bien,
si f : A → B es inyectiva, sólo podemos afirmar que B tiene al menos tantos elementos
como A (pero puede suceder que B tenga más elementos que A). Por último, si f : A → B
es sobreyectiva, sólo podemos afirmar que A tiene al menos tantos elementos como B (pero
puede suceder que A tenga más elementos que B).
Ejemplo 6.30. Consideremos los conjuntos A = {1, 2, 3}, B = {1, 3, 5} y C = {1, 3}.
Es fácil encontrar una función biyectiva de A en B, una inyectiva de C en A y una
sobreyectiva de B en C. Como lo mostramos en los gráficos que siguen. Sin embargo, no
es posible encontrar una inyección de A en C, ni tampoco una función sobreyectiva de C
en A. En particular, esto nos dice además que no existe un función biyectiva entre A y
C, lo cual es claro pues A tiene 3 elementos y C sólo 2 elementos.
f g h
A B C A B C
3 bc bc
5 3 bc bc
3 5 bc bc
3
2 bc bc
3 bc
2 3 bc
1 bc bc
1 1 bc bc
1 1 bc bc
1
4. Veamos ahora un ejemplo con conjuntos infinitos. Sea E el conjunto de todos los
números pares, es decir, E consiste de todos los números naturales de la forma 2n
con n otro natural. Definimos f : N → E por f (n) = 2n. Mostraremos que f es
biyectiva. Debemos mostrar dos cosas:
(i) f es inyectiva: sean n, m ∈ N y supongamos que f (n) = f (m). Es decir, supon-
gamos que 2n = 2m. De esto inmediatamente concluimos que n = m. Esto muestra
que f es inyectiva.
(ii) f es sobreyectiva: sea k ∈ E cualquiera, entonces k es un número par. Por lo
tanto k es de la forma 2n para un natural n. De esto vemos que la preimagen de k
es n. Por ejemplo, 48 ∈ E y 48 = 2 · 24 así que 24 es la preimagen de 48.
✷
Ejercicios 6.2
1. En cada uno de los ejercicios que siguen determine si existe (y en caso que sea
posible, encuentre) una función f : A → B que sea (a) inyectiva, (b) sobreyectiva,
(c) biyectiva.
a) A = {1, 2, 3, 4} y B = P({1}).
b) A = {1, 2, 3, 4, 5} y B = {0} × {1, 2, 3, 4, 5}.
c) A = {1, 2, 3, 4} y B = P({0, 1}).
d ) A = {1, 2, 3, 4, 5} y B = P({0, 1}).
e) A = P({0, 1, 2}) y B = {1, 2, · · · , 8}.
f ) A = {0, 1} × {0, 1} × {0, 1} y B = {0, 1, 2, · · · , 7}.
2. a) Halle todas las funciones biyectivas que se puedan definir de {1, 2, 3} en {a, b, c}.
¿Puede conseguir una función inyectiva entre estos conjuntos que no sea bi-
yectiva?. ¿Existirá una función sobreyectiva entre estos conjuntos que no sea
biyectiva?
b) Halle una función inyectiva de {1, 2, 3} en {a, b, c, d}. ¿Puede hallarla biyecti-
va?.
c) Halle una función sobreyectiva de {a, b, c, d} en {1, 2, 3}. ¿Puede hallarla in-
yectiva?
10. Determine el rango de las siguientes funciones y si son inyectivas, sobreyectivas y/o
biyectivas.
a) f : P(N) → P(N) dada por f (A) = A ∪ {0, 3, 7}
b) f : P(N) → P(N) dada por f (A) = A ∩ {n ∈ N : n es par}
c) f : P(N) → P(N) dada por f (A) = A△{0, 3, 7}.
d ) f : P(N) → P(N) dada por f (A) = A ∪ (N \ {0}).
11. Sea f : A → B una función. Verifique que las siguientes afirmaciones son equivalen-
tes:
a) f es inyectiva.
b) Para todo a, a′ ∈ A (f (a) = f (a′ ) → a = a′ ).
(Sugerencia: Recuerde que una proposición condicional es lógicamente equivalente
a su contrarrecíproca. Enuncie la contrarrecíproca de la proposición condicional que
aparece en b)).
194 carlos uzcátegui aylwin
12. En los siguientes ejercicios daremos una “demostración” para que la evalúe y deter-
mine si es correcta. Justifique su respuesta.
a) Afirmación: La función f : R → R dada por f (x) = 3x + 5 es inyectiva.
“Demostración”: Sean x, x′ dos números reales con f (x) 6= f (x′ ). Entonces
3x + 5 6= 3x′ + 5. Luego 3x 6= 3x′ y por lo tanto x 6= x′ . Esto muestra que f es
inyectiva.
b) Afirmación: La función f : (1, 5) → (8, 30) dada por f (x) = 3x + 5 es
sobreyectiva.
“Demostración”: Considere la ecuación
y = 3x + 5.
14. Modifique el ejercicio anterior y obtenga un criterio para determinar cuándo una
función definida por partes es sobreyectiva.
15. Lea el ejercicio 14 de la sección §6.1, bajo las condiciones de ese ejercicio, suponga
que f y g son biyecciones, ¿es f ∪ g biyectiva?
53
CAPÍTULO 6. FUNCIONES 195
2(125)
que nos da el resultado final 250. Podemos ver esta secuencia de operaciones en términos
de funciones. Consideraremos las funciones f, g : N → N dadas por
a 7→ g(f (a)).
g◦f
y su regla de correspondencia es
1
Esto es una convención. En algunos textos se acostumbra a leer g ◦ f como g compuesta con f .
196 carlos uzcátegui aylwin
Note que en este ejemplo particular podemos componer f con g y también g con f :
n
f (n) =
n+2
y g : Q → Q definida por
g(x) = x2 .
4
Por ejemplo (g ◦ f )(4) = . ✷
9
f (n) = n3
g(n) = 2n + 4
h(n) = n2 + 2.
CAPÍTULO 6. FUNCIONES 197
, si 0 ≤ x ≤ 1/2,
2x
f (x) =
2(1 − x) , si 1/2 < x ≤ 1.
Incluir gráfica
, si
4x 0 ≤ x ≤ 1/4,
, si
2(1 − 2x) 1/4 < x ≤ 1/2,
(f ◦ f )(x) =
2(2x − 1) , si 1/2 < x ≤ 3/4,
4(1 − x) , si 3/4 < x ≤ 1.
Incluir gráfica
Demostración:
✷
Es natural preguntarse si vale la recíproca de alguna de las afirmaciones del teorema
6.39.
Demostración. Sea x, x′ ∈ A. Suponga que f (x) = f (x′ ). Entonces g(f (x)) = g(f (x′)). Es
decir (g ◦ f )(x) = (g ◦ f )(x′ ). Como g ◦ f es inyectiva, entonces x = x′ . En consecuencia,
f es inyectiva. ✷
En el ejercicio #9 analizaremos otras posibilidades.
Ejercicios 6.3
Haga el diagrama de f ◦ g, g ◦ h y (f ◦ g) ◦ h.
(22 ) )
f (f (f (2))) = 2(2 6= ((22 )2 )2 = g(g(g(2))).
a)
2x + 1 , si x ≤ 1.
f (x) =
3x , si x > 1.
b)
5x − 1 , si x ≤ 1.
f (x) =
x2 , si x > 1.
c)
6x + 8 , si x ≤ 1.
f (x) =
2 − 7x , si x > 1.
1 bc bc
a x bc bc
1 8 bc bc
1
2 bc bc
2 9 bc bc
2
3 bc bc
b y bc bc
3 10 bc bc
3
0 , si x ≥ 0.
g(x) =
1 , si x < 0.
1 bc bc
a a bc bc
1
2 bc bc
b b bc bc
2
3 bc bc
c c bc bc
3
4 bc bc
d d bc bc
4
1A : A → A
definida por
1A (x) = x, para cada x ∈ A.
Hemos usado el subíndice A para denotar la función identidad de A pues obviamente esta
función depende del conjunto A. Es fácil verificar que la función identidad 1A es biyectiva.
Podemos expresar la propiedad que tiene la función g del ejemplo que estamos anali-
zando diciendo que
g ◦ f = 1{1,2,3,4} y f ◦ g = 1{a,b,c,d} .
✷
Las propiedades de la función g en el ejemplo anterior se deben a que f es biyectiva,
como lo demostramos a continuación.
Teorema 6.42. Sea f : A → B. Las siguientes afirmaciones son equivalentes
(i) f es biyectiva.
(ii) Existe una función g : B → A tal que g ◦ f = 1A y f ◦ g = 1B .
Demostración: Para demostrar esta equivalencia debemos mostrar dos implicaciones.
(ii) ⇒ (i). Supongamos que (ii) se cumple. Es decir, supongamos que existe una función
g : B → A tal que g ◦ f = 1A y f ◦ g = 1B . Primero mostraremos que f es inyectiva. Sean
x, x′ ∈ A y supongamos que f (x) = f (x′ ). Queremos ver que x = x′ . Como g ◦ f = 1A ,
entonces de la definición de composición de funciones obtenemos lo siguiente
f (g(y)) = y.
De esta manera hemos mostrado que f es biyectiva y por lo tanto que (ii) ⇒ (i).
(i) ⇒ (ii). Ahora supongamos que f es biyectiva y mostremos que (ii) se cumple. Para
esto debemos definir una función g : B → A que tenga las propiedades deseadas. La idea
para definir g es la misma que usamos para definir g en el ejemplo 6.41, es decir, g se
define “invirtiendo las flechas” en el diagrama de f .
Veamos la función f como una relación de A en B. Es decir, consideremos el siguiente
conjunto:
R = {(x, f (x)) ∈ A × B : x ∈ A}.
Ahora “invirtamos” el orden y obtenemos
(a) Sea y ∈ B cualquiera. Por ser f sobreyectiva, existe x ∈ A tal que y = f (x). Luego
(x, f (x)) = (x, y) y por definición de R′ , tenemos que (y, x) ∈ R′ .
(b) Supongamos que (y, x) y (y, x′) ambas están en R′ . Mostraremos que necesariamente
x = x′ . En efecto, de la definición de R′ tenemos que f (x) = y y f (x′ ) = y. Ahora,
como f es inyectiva, concluimos que x = x′ .
g(y) = x ⇔ f (x) = y.
g ◦ f = g ′ ◦ f = 1A y f ◦ g = f ◦ g ′ = 1B . (6.1)
Es decir, g = g ′.
f −1 ◦ f = 1A y f ◦ f −1 = 1B .
y−1
g −1 (y) = .
2
✷
CAPÍTULO 6. FUNCIONES 205
f (x) = 3 − 4x.
y = 3 − 4x.
Sumando 3 obtenemos
4 < 3 − y < 16.
Dividiendo entre 4 obtenemos
3−y
< 4.
1<
4
Esto muestra que f es sobreyectiva. Además sugiere que la inversa de f es la función
dada por
3−y
f −1 (y) = .
4
En efecto, tenemos que
3−y
3−y
−1
(f ◦ f )(y) = f = 3−4 =y
4 4
y
3 − (3 − 4x)
(f −1 ◦ f )(x) = f −1 (3 − 4x) = = x.
4
✷
206 carlos uzcátegui aylwin
En el teorema 6.42 sobre la existencia de la inversa de una función f se pide que existe
una función g : B → A tal que g ◦ f = 1A y f ◦ g = 1B . Quizá el lector se haya preguntado
si es suficiente pedir una sola de estas dos condiciones para garantizar que f sea biyectiva.
La respuesta es no. Le dejamos al lector la tarea de mostrarlo (ver el ejercicio 9).
Para terminar esta sección mostraremos una propiedad importante de las funciones
identidad.
Teorema 6.46. Sea f : A → B una función. Se tiene que
1B ◦ f = f y f ◦ 1A = f.
✷
Ejercicios 6.4
1. Considere las siguientes funciones. Muestre que son biyectivas y halle sus respectivas
inversas.
a) f : Z → Z definida por f (x) = x + 5.
b) f : Q → Q dada por f (x) = 5x − 8.
c) f : R → R dada por f (x) = x+2
4
.
3x
d ) f : R \ {2} → R \ {3} dada por f (x) = x−2
.
e) f : {0, 1, · · · , 10} → {0, 1 · · · , 10} definida por f (x) = 10 − x.
f ) f : (−1, 3) → (2, 7) dada por f (x) = 45 x + 13
4
.
g) f : (−1, 0) → (0, 41 ) dada por f (x) = 41 x + 1
4
.
h) f : (−8, 8) → (1, 2) dada por f (x) = 1
16
(x − 8) + 2.
x + 1 , si x es par.
f (x) =
x − 1 , si x es impar.
f [C],
se define como el conjunto formado por las imágenes de los elementos de C. En símbolos
f (x) = x + 2.
✷
208 carlos uzcátegui aylwin
f (x) = x2 .
f (x) = 6 − 3x
1 < x ≤ 2 ⇔ 0 ≤ 6 − 3x < 3.
f −1 (b).
Es decir
f −1 (b) = {a ∈ A : f (a) = b}.
CAPÍTULO 6. FUNCIONES 209
f (x) = 2 − x.
Tenemos que
f (x) = x2 + 1.
f −1 ((−3, 0)) = ∅ f −1 ( 12 ) = ∅.
✷
Ejemplo 6.52. Sea f : R → R dada por f (x) = 3x2 + x + 1. Defina una relación S sobre
R dada por
(x, x′ ) ∈ S ⇔ f (x) = f (x′ ).
Mostraremos que S es una relación reflexiva, simétrica y transitiva (es decir, S es una
relación de equivalencia). En efecto, como f (x) = f (x), es obvio que (x, x) ∈ S para todo
x ∈ R, esto dice que S es reflexiva. Para ver que S es simÃ
trica, c tomemos (x, x′ ) ∈
S, entonces f (x) = f (x ). Claramente, f (x ) = f (x) y en consecuencia (x′ , x) ∈ S.
′ ′
Finalmente, para verificar que S es transitiva, sean (x, y), (y, z) ∈ S. Entonces f (x) = f (y)
y f (y) = f (z). Luego f (x) = f (z). Esto es (x, z) ∈ S y así hemos mostrado que S es
transitiva.
Observemos que
✷
210 carlos uzcátegui aylwin
Ejercicios 6.5
f (n, m) = 2n (2m + 1) − 1.
Muestre que S es una relación reflexiva, simétrica y transitiva (es decir, S es una
relación de equivalencia).
g(A) = f [A].
6. Sea f : Z → Z dada por f (x) = x2 + 4. Defina g : P(Z) → P(Z) por g(A) = f [A].
Muestre que g no es inyectiva.
g(A) = f −1 (A).
10. Sea f : A → B una función. Defina g : P(A) → P(B) y h : P(B) → P(A) por
y
h(E) = f −1 (E) con E ⊆ B.
x + 1 , si x es par
f (x) =
x , si x es impar.
f (n) = (n − 1)f (n − 1)
f (n) = n · f (n − 1) + 1
5. En cada uno de los ejercicios que siguen determine si existe (y en caso que sea
posible, encuentre) una función f : A → B que sea (a) inyectiva, (b) sobreyectiva,
(c) biyectiva.
a) A = {1, 2, 3, 4} y B = {0, 1} × {0, 1} × {0, 1},
b) A = {1, 2, 3} y B = {0} × {1, 2, 3, 4, 5,},
c) A = P({0, 1, 2}) y B = {0, 1, 2, · · · , 7},
CAPÍTULO 6. FUNCIONES 213
x + 1 , si x es par
f (x) =
x , si x es impar
Vemos entonces que hay 6 posibles maneras de ordenarlos. Ahora bien, si en lugar de 3
tenemos 1000 libros, no podemos hacer una lista exhaustiva de todas las posibilidades
pues es un número extraordinariamente grande. Por esto se han desarrollado los métodos
de conteo. En esta sección presentaremos algunos de estos métodos. Lo primero que ha-
remos es precisar la noción de “un conjunto con n elementos”. Aunque su significado es
para todos intuitivamente claro, es importante que lo expresemos usando el lenguaje de
las Matemáticas. Al igual que en todo proceso de medición (en el caso que nos ocupa,
estamos interesados en medir el número de elementos de un conjunto) es fundamental
fijar un patrón de referencia. El conjunto con n elementos que usaremos como patrón
es {1, 2, 3, · · · , n} (¿Cuál otro podría ser?). También es conveniente tener a la mano una
notación práctica para trabajar con estos conceptos. Todo esto lo haremos a continuación.
Definición 6.53. Sea A un conjunto y un número natural positivo n. Diremos que A
tiene n elementos si existe una función biyectiva
f : {1, 2, 3, · · · , n} → A.
f (1) = 2
f (2) = 4
f (3) = a
f (4) = b
f (5) = 8
✷
CAPÍTULO 6. FUNCIONES 215
h : {1, 2, 3, · · · , n + m} → A ∪ B
f : {1, 2, 3, 4} → A y g : {1, 2, 3, · · · , 7} → B.
La definición de h es la siguiente
, si x ∈ {1, 2, 3, 4}
f (x)
h(x) =
g(x − 4) , si x ∈ {5, 6, · · · , 11}.
A continuación verificaremos tres cosas: (i) h está bien definida. Es decir, verificaremos
que h en realidad asigna a cada x en {1, 2, · · · , 11} un elemento de A∪B, (ii) h es inyectiva
y (iii) h es sobreyectiva.
(i) h está bien definida. Sea x ∈ {1, 2, · · · , 11}. Hay dos casos a considerar:
216 carlos uzcátegui aylwin
(ii) h es inyectiva. Sean x, x′ ∈ {1, 2, · · · , 11} con x 6= x′ . Mostraremos que h(x) 6= h(x′ ).
Como h está definida por partes consideraremos todos los casos posibles.
(1) Supongamos que x, x′ ∈ {1, 2, 3, 4}. En este caso h(x) = f (x) y h(x′ ) = f (x′ ).
Como f es inyectiva y x 6= x′ , entonces f (x) 6= f (x′ ) y por lo tanto h(x) 6= h(x′ ).
(2) Supongamos que x, x′ ∈ {5, 6, · · · , , 11}. Este caso es similar al anterior.
(3) Supongamos que x ∈ {1, 2, 3, 4} y x′ ∈ {5, 6, · · · , , 11}. En este caso h(x) =
f (x) y h(x′ ) = g(x′ − 4). Como f (x) ∈ A, g(x′ − 4) ∈ B y por la hipótesis
A ∩ B = ∅, tenemos que f (x) 6= g(x′ − 4). Por lo tanto h(x) 6= h(x′ ).
(4) Supongamos que x′ ∈ {1, 2, 3, 4} y x ∈ {5, 6, · · · , , 11}. Este caso se trata como
se hizo con el tercer caso. Dejamos a cargo del lector completar los detalles.
Hemos mostrado que en cada uno de los casos posibles h(x) 6= h(x′ ) por lo tanto h
es inyectiva.
Podemos generalizar el resultado anterior para la unión de tres o más conjuntos disjuntos
de la manera siguiente.
Teorema 6.57. Sean A, B y C tres conjuntos finitos tales que A∩B = A∩C = B∩C = ∅,
entonces A ∪ B ∪ C es finito y además
Cuando una familia de conjuntos {Ai }i tiene la propiedad que Ai ∩ Aj = ∅ para cada
par de índices distintos i, j se dice que la familia es disjunta dos a dos. El resultado
anterior se puede generalizar: Sea {Ai }ni=1 una familia de conjuntos finitos disjuntas dos
a dos, entonces
|A1 ∪ · · · ∪ An | = |A1 | + · · · + |An |.
La demostración de este hecho queda como ejercicio (ver ejercicio 9).
El siguiente resultado es similar al teorema 6.55 pero ahora también incluiremos el caso
donde los conjuntos A y B no son necesariamente disjuntos.
Teorema 6.59. Sean A y B conjuntos finitos, entonces se cumple que
|A ∪ B| = |A| + |B| − |A ∩ B|.
Demostración: Comencemos observando que
A ∪ B = (A \ B) ∪ (A ∩ B) ∪ (B \ A)
y además que
(A ∩ B) ∩ (A \ B) = ∅
(A ∩ B) ∩ (B \ A) = ∅
(A \ B) ∩ (B \ A) = ∅.
218 carlos uzcátegui aylwin
|A ∪ B| = |A \ B| + |A ∩ B| + |B \ A|. (6.2)
(A \ B) ∩ (A ∩ B) = ∅
y además que
A = (A ∩ B) ∪ (A \ B).
Ya que A \ B ⊆ A y A ∩ B ⊆ A, entonces ambos son conjuntos finitos (por el teorema
6.58). Por lo tanto por el teorema 6.55 tenemos que
|A ∪ B| = |A| + |B| − |A ∩ B|
La utilidad de este resultado reside en que en general es más fácil contar el número de
elementos de la intersección de conjuntos que el de la unión de conjuntos. En el ejercicio
11 el lector encontrará algunas indicaciones de como demostrar este resultado.
CAPÍTULO 6. FUNCIONES 219
Ejemplos 6.61. ¿Cuántos enteros del conjunto S = {1, 2, 3, · · · , 1000} son divisibles por
3 o 5? Definimos dos conjuntos D3 y D5 de la siguiente manera
Esto nos dice que |D3 | = 333 y |D5 | = 200. Por otra parte, observemos que si n ∈ D3 ∩D5 ,
entonces n es divisible por 15 (pues la factorización de n en factores primos incluirá tanto
al 3 como al 5). Recíprocamente, si n es divisible por 15 entonces n es divisible por 3 y
por 5. Esto nos dice que
D3 ∩ D5 = {15k : 1 ≤ k ≤ 66}.
Razonando análogamente a como hiciéramos antes, obtenemos que |D3 ∩ D7 | = 47, |D5 ∩
D7 | = 28 y |D3 ∩ D5 ∩ D7 | = 9. Por el principio de inclusión y exclusión tenemos que
Es fácil ver que B tiene 4 elementos (¿cuáles son?). Podemos también definir una biyección
f : A → B entre A y B de la siguiente manera
A = {X ∈ P({1, 2, 3 · · · , k + 1}) : k + 1 ∈ X}
Si A es el conjunto vacío, entonces P(∅) tiene un solo elemento, es decir tiene 20 elemen-
tos. Podemos entonces suponer que |A| ≥ 1. Sea A un conjunto con n elementos y fijemos
un biyección f : {1, 2, 3 · · · , n} → A. Definiremos una función g : P({1, 2, · · · , n}) →
P(A) de la manera siguiente. Dado un subconjunto B ⊆ {1, 2, · · · , n} definimos g(B)
como el conjunto
g(B) = {f (b) : b ∈ B}.
Es decir, g(B) consiste de las imágenes bajo f de los elementos de B. Dejamos al lector
la tarea de convencerse que g es en efecto una biyección (ver ejercicio 18).
✷
|A × B| = |A| · |B|
Daremos otra demostración de esta fórmula, un poco diferente de la que vimos antes.
Para facilitar la presentación, enumeraremos los elementos de A de la siguiente manera:
A = {x1 , x2 , · · · , xn },
A × B = D 1 ∪ D2 ∪ · · · ∪ Dn .
Usando el teorema 6.63 tenemos que, para cada i, |Di | = |B| (¿Cuál es la biyección que
hace falta para poder usar el teorema 6.63?). Así que en la suma anterior tenemos |B|
repetido n veces. En otras palabras,
Observemos que |S| = 900. ¿Cuántos números en S tienen un 3 en la primera cifra? Re-
flexionando un poco vemos que existe 100 de esos números. Podemos también responder
esta pregunta usando lo visto anteriormente acerca de la cardinalidad del producto car-
tesiano. Los números que estamos buscando tienen la forma 3ab, donde a, b son dígitos
entre 0 y 9 (ambos incluidos). Sabemos que existen 102 pares ordenados de la forma (a, b)
con a, b ∈ {0, 1, · · · , 9}. Cada par (a, b) nos proporciona uno de los números buscados,
precisamente el número 3ab. Y recíprocamente, a cada número de la forma 3ab le co-
rresponde el par (a, b). Esto muestra que la función (a, b) 7→ 3ab es una biyección entre
{0, 1, · · · , 9} × {0, 1, · · · , 9} y el conjunto al que le estamos determinando la cardinalidad.
Usando el teorema 6.63 concluimos que existen 100 números de la forma 3ab.
✷
6.6.4. Cardinalidad de B A
En esta sección presentaremos de manera algo diferente la demostración del Teorema
6.12 que dice que si A tiene n elementos y B tiene m elementos entonces existen mn
funciones de A en B, esto es,
|B A | = |B||A|
Introduciremos ahora un concepto que es de uso frecuente en matemáticas que será usado
en la demostración que daremos mas adelante.
Definición 6.69. Sea f : A → B una función y C ⊆ A. La restricción de f a C es una
función de C en B, que denotaremos f ↾ C, dada por la misma regla que f , es decir,
f ↾ (x) = f (x).
f 7→ (f ⌈A, f (c0 ))
El lector debe convencerse que H está bien definida. Veamos que H es una biyección.
Verifiquemos primero que H es inyectiva. Sean f, g ∈ B C con f 6= g. Entonces existe x ∈ C
224 carlos uzcátegui aylwin
tal que f (x) 6= g(x). Hay dos casos a considerar: (a) x ∈ A, entonces (f ⌈A)(x) 6= (g⌈A)(x)
asi f ⌈A 6= g⌈A y por lo tanto H(f ) 6= H(g). (b) x = c0 . Entonces f (c0 ) 6= g(c0) y por
consiguiente H(f ) 6= H(g).
Veamos que H es sobreyectiva. Sea (g, b) ∈ B A × B, esto es, g : A → B y b ∈ B.
Definimos f : C → B por partes de la siguiente manera: Recuerde que C = A ∪ {c0 }.
g(x) , si x ∈ A
f (x) =
b , si x = c0 .
1. Determine si los siguientes conjuntos son finitos y en caso de serlo diga cuantos
elementos tiene.
a) {n ∈ N : La suma de las cifras de n es igual a 5}
√
b) {n ∈ N : 4 + n1 > 17}
3n+1 29
c) {n ∈ N : 4n+2
< 40
}
2. En un grupo de 150 personas, hay 75 que nadan, 50 montan bicicleta y 80 trotan;
y algunos que no hacen ninguna de estas 3 actividades. Además, en el grupo hay
32 personas que trotan pero no andan en bicicleta, 27 que trotan y nadan y 10 que
practican los tres deportes.
a) ¿Cuántas personas solamente trotan (es decir, trotan pero ni nadan ni andan
en bicicleta)?
b) Si 21 personas andan en bicicleta y nadan ¿Cuántas no realizan ninguna de las
tres actividades?
(Sugerencia: Haga un diagrama de Venn).
3. De 200 personas, 150 trotan o nadan (pudieran hacer las dos cosas). Si 85 nadan y
60 hacen las dos actividades ¿cuántas trotan?
4. Una bolsa contiene 50 metras de cuatro colores distintos. Explique por qué debe
haber al menos 13 metras del mismo color.
5. Suponga que se colocan 73 metras en ocho cajas.
a) Muestre que una caja debe contener al menos 10 metras.
b) Muestre que si dos de las cajas están vacías, entonces alguna caja contiene al
menos 13 metras.
CAPÍTULO 6. FUNCIONES 225
, si 1 ≤ x ≤ n
f (x)
h(x) =
g(x − n) , si n + 1 ≤ x ≤ n + m.
8. En este ejercicio damos algunas indicaciones para hacer una prueba por inducción
del teorema 6.55. Sea A con n elementos, B con m elementos y A∩B = ∅. Queremos
mostrar por inducción en n que A ∪ B tiene n + m elementos.
a) Base de la inducción. Suponga que A tiene un solo elemento. Use la idea del
ejercicio anterior para mostrar que A ∪ B tiene m + 1 elementos.
b) Paso inductivo. Suponga que el resultado vale cuando A tiene n elementos.
Debemos mostrarlo para un conjunto con n + 1 elementos. Sea C un conjunto
con n + 1 elementos y B disjunto de C. Escoja un elemento cualquiera c ∈ C.
Sea A = C \ {c}. Entonces A tiene n elementos. Sea D = B ∪ {c} como
c 6∈ B, entonces D tiene m+1 elementos (esto tecnicamente habría que probarlo
separadamente). Ahora observe que C ∪ B = A ∪ D. Como A ∩ D = ∅ y A
tiene n elementos, por la hipótesis inductiva A ∪ D tiene n + m + 1 elementos.
Complete los detalles.
inductiva para concluir que B es finito y que |B| ≤ n. Para el caso (b), considere
el conjunto C = B − {f (n + 1)}. Verifique que C ⊆ A − {f (n + 1)} y por el caso
(a) concluya que C es finito y además que |C| ≤ n. Para finalizar, verifique que
B = C ∪ {f (n + 1)} y use el teorema 6.55 para concluir que |B| = |C| + 1.)
|A ∪ B ∪ C ∪ D ∪ E|.
13. Sean A = {1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10}, B = {2, 3, 5, 7, 11, 13, 17, 19}. Determine
|A ∪ B| |A ∩ B| |A△B| |P(A)| |A × B|
A = {X ∈ P({1, 2, 3 · · · , k + 1}) : k + 1 ∈ X}
y
B = {X ∈ P({1, 2, 3 · · · , k + 1}) : k + 1 6∈ X}.
Verifique las siguientes afirmaciones:
a) B es igual a P({1, 2, 3 · · · , k})
b) A ∩ B = ∅
c) P({1, 2, 3 · · · , k + 1}) = A ∪ B.
17. Sean A, B y C tres conjuntos finitos con |A| = n, |B| = m y |C| = p. Muestre que
|A × B × C| = n · m · p.
(Sugerencia: Halle una biyección entre A × B × C y (A × B) × C. Y use el teorema
4.26).
CAPÍTULO 6. FUNCIONES 227
19. Muestre que la tabla de verdad de una fórmula que tiene n variables proposicionales
tiene 2n filas.
(Sugerencia: Sea A el conjunto de variables que aparecen en la fórmula. Verifique
que el número de filas de la tabla es igual al número de funciones de A en {V, F }).
ÍNDICE ALFABÉTICO
Ac , 59 ∼, 159
B A , 172 ⊆, 53
✷, 16, 109 ∨, 17
⇔, 42 ∧, 17
Π, 122 Z, 49
Q, 49 f : A → B, 172
R, 49 f [C], 204
⇒, 29 f −1 , 201
Σ, 121 f −1 (D), 205
f −1 (b), 205
∩, 56
g ◦ f , 193
fA , 175
F, 23
∪, 56
V, 23
∅, 53
∃, 66 abducción, 144
∀, 66 acotado superiormente, 114
1A , 199 adición, 32
∈, 47 ajedrez, 131
↔, 17 algebra booleana, 77
≤, 49 antecedente, 18
N, 49 arco dirigido, 156
¬, 17 arista de un grafo, 157
∄, 67
base de la inducción, 128
6⇒, 29
6∈, 47 cálculo proposicional, 29
229
230 carlos uzcátegui aylwin
teorema, 109
teorema de Euler, 166
tesis, 29, 33
tetración, 197
unión de conjuntos, 56
universo, 59
[3] L. Carrol. Symbolic logic. Clarkson N. Potter, INC, New York, 1977.
[6] M. Gardner. Máquinas lógicas y diagramas. Editorial Grijalbo S. A., México, 1973.
[11] D. Velleman. How to prove it: a structured approach. Cambridge University, 1994.
[12] I. Copy y C. Cohen. Introducción a la lógica. Limusa, México, 2001. Quinta edición.
233
234 carlos uzcátegui aylwin