Fractura-Luxación de Bennet. Fractura de Los Metacarpianos y Dedos. Enf de Dupuytren
Fractura-Luxación de Bennet. Fractura de Los Metacarpianos y Dedos. Enf de Dupuytren
Fractura-Luxación de Bennet. Fractura de Los Metacarpianos y Dedos. Enf de Dupuytren
Generalidades.
Las fracturas metacarpianas conjuntamente con las fracturas de falanges suponen el 10 % del total de las
fracturas. Las fracturas de MTC suponen el 40 % de las fracturas de la mano teniendo en cuenta que el 10 % son
fracturas del cuello del 5º MTC.
Estas según la porción anatómica de la lesión pueden estar ubicadas en la base, la diáfisis, el cuello y la
cabeza de cada metacarpiano, siendo los mas comunes las Fracturas de la Base de 1 ER MTC y del Cuello de 5TO
MTC.
Factores que influyen en la producción de la Fractura: La mano comprende dos arcos: transversal (articulaciones
MTC-F) y longitudinal (3º radio). Los dos arcos tienen concavidad palmar, que dan la forma de copa a la mano que
favorece la prensión. 2º y 3º MTC son fijos, por lo que la fracturas a este nivel tienden a ser estables, por muy unidos
a la segunda línea del carpo. En cambio el 1º, 4º, 5º MTC son móviles y contribuyen a ahuecar la mano. Los fijos no
toleran deformaciones: reducción anatómica.
En relación a trazo de las fracturas, estas pueden ser comunmente: oblicuas: cuando el mecanismo de
producción requiere cierto grado de tensión, no tienden al cabalgamiento o acortamientos, por lo general no requieren
tracción y si existe retraso en la consolidación y/o pseudoartrosis. O transversas: cuando el mecanismo de
producción es por una fuerza directa, presentando estas gran incidencia de cabalgamiento cuando ocurren en
diáfisis, por lo que en comparación con las oblicuas su consolidación tiende a ser más tardía.
En cuanto al diagnostico de estas Fracturas, es de tipo clínico (con los signos y síntomas propios de una
fractura) y radiológico (con la realización de Rx AP, Lateral y oblicua), siendo el tratamiento conservador (colocación
de yeso o férulas funcionales) o quirúrgicos (Clavos, tutores, RC, etc) en funcion del tipo y mecanismo especifico de
la fractura.
En 1881, EDWARD HALLORAN BENNETT presenta por primera vez ante la Dublin Pathological Society una
serie de fracturas de los metacarpianos. Es un hecho perfectamente conocido la facilidad de reducción frente a la
dificultad de contención en la mayor parte de estos traumatismos, independientemente del tipo anatómico a que
corresponda la fractura, lo que puede ser responsable de un severo déficit funcional del pulgar e incluso de una
artrosis secundaria trapecio-metacarpiana.
Las causas de esta inestabilidad después de la reducción son puramente anatómicas. La articulación
trapecio-metacarpiana, de encaje recíproco o «en silla de montar», predispone a la inestabilidad. Así, en el plano de
los movimientos de flexión-extensión de esta articulación la superficie que presenta el trapecio es convexa frente a la
concavidad correspondiente de la base del metacarpiano, limitando dicho movimiento la cápsula articular y sobre
todo el ligamento posterointerno o ligamento volar.
De este modo, cuando ocurre la fractura, este ligamento, que permanece intacto, mantiene en su lugar un
fragmento más o menos grande de la base del metacarpiano, donde se inserta, mientras que el resto del hueso
tiende a deslizarse hacia abajo gracias a la morfología de esta articulación y ayudado por la tracción que ejerce el
tendón del abductor largo del pulgar y también del extensor, con lo que se .establece la luxación.
Clasificación:
Existe con frecuencia cierta confusión en cuanto a la clasificación de las fracturas de la base del primer
metacarpiano. Siguiendo un criterio anatómico se propone la clasificación de McNEAL y LICHTENSTEIN (1933) :
l. lntraarticulares: a) Tipo Bennett. Se define como una fractura oblicua intraarticular de la base del primer
metacarpiano; el trazo de fractura comienza a nivel de la superficie articular y sigue un trayecto oblicuo hacia dentro y
distal, terminando en la cara palmar del hueso en un punto variable, según la oblicuidad del trazo. El fragmento volar,
posterointerno, puede variar de tamaño, desde un pequeño fragmento de cortical unido a su ligamento homónimo
hasta un relativamente amplio fragmento triangular cuya base puede comprender más de la mitad de la superficie
articular del metacarpiano.
El desplazamiento en este tipo de fractura es muy variable, incluso mínimo a veces pero en cualquier caso hay que
considerarla como inestable.
b) Tipo Rolando. - Similar a la anterior, estas fracturas presentan tres fragmentos, asociando al trazo principal de la
fractura de Bennett un segundo trazo transverso u oblicuo, en Y o en T. Descritas por SILVIO ROLANDO en 1910,
cabe clasificar también dentro de este tipo las fractur.as multifragmeni arias conminutas intraarticulares de la base del
primer metacarpiano.
II. Extraarticulares: Aquí no existe el problema de la luxación ni de la incongruencia trapecio-metacarpiana como en
las intraarticulares, pero sí el desplazamiento del fragmento distal, sobre todo en las fracturas de trazo oblicuo, más
inestables, que conduce a una deformidad en bayoneta muy importante y difícil de estabilizar, con retracción de
partes blandas de la primera comisura y el cierre del ángulo intermetacarpiano, como en las intraarticulares.
a) Oblicuas de la base. - Son fracturas producidas por un mecanismo de flexión con el pulgar colocado en oposición
o abducción. Fueron descritas por WINFICTERSTEIN en 1927 con un trazo de fractura extraarticular y oblicuo de
dentro a fuera y en dirección a la base.
b) Transversas de la base. - Descritas por ROBERTS en 1938, están igualmente producidas por un mecanismo de
flexión pero con el pulgar colocado en posición media, en semiabducción. El trazo de fractura es aquí transversal de
la base del primer metacarpiano o próximo a ella
lIl. Complejas: Son producidas por un traumatismo violento, generalmente con un gran componente de torsión,
donde el trazo de fractura además de ser intraarticular y con frecuencia conminuto, se prolonga distalmente en
dirección a la difisis del primer metacarpiano.
COSTAGLIOLA y colaboradores (1969), clasifican las fracturas de la base del primer metacarpiano en
estables e inestables; las primeras corresponderían a las fracturas transversas extraarticulares, siendo el resto de las
variedades inestables.
TRATAMIENTO
Ante cualquier método de tratamiento que adoptemos hay que tener presente una serie de principios indispensables
para la consecución de unos resultados satisfactorios:
1. Evitar el cierre del primer espacio intermetacarpiano, especialmente en las fracturas intraarticulares tipo Bennett y
en las oblicuas de la base, con la subsiguiente pérdida die la capacidad de prensión de la mano.
2. Evitar la incongruencia articular, causa de una artrosis [ecundaria de la articulación trapecio·metacarpiana.
3. Evitar el acortamiento, que ocurre principalmente en las fracturas tipo Rolando y en las oblicuas de la base.
Pero el tratamiento de elección consiste en reducción mediante tracción y presión digital en la base del
metacarpiano, seguido de un enclavado percutáneo mediante agujas de Kirschner e inmovilización con yeso
antebraquial
Luxofractura de Bennett
Tratamiento
Reducción: tracción sobre el eje del pulgar + presión sobre la base
Contención:
Vendaje enyesado antebraquial. Bien ajustado a la base del MTC por detrás y a su cabeza por delante, que
incluya articulación MTC-F. Debe mantenerse la tracción mientras se coloca. Autores recomiendan la
inclusión de AK en el vendaje.
Tracción continua + vendaje enyesado: Puede ser tanto a través de un alambre que atraviese el pulpejo,
como a través de tracción blando mediante esparadrapo ( poco eficaz) como tranesquelética, ya sea en el
MTC, la falange proximal o la distal ( método más eficaz aunque sobre las falanges crea rigidez:
transmetacarpiana de elección). Mantener 3-4 semanas y la inmovilización enyesada 2 semanas más.
Osteosíntesis: la mayoría de los autores la recomiendan como de primera elección. Debe realizarse siempre
que exista un fragmento intraarticular que incluya más del 25 % de la superficie.
Secuelas:
a. Estéticas: deformidad en cayado del MTC, ensanchamiento de la base que protruye en el dorso de la mano y
el cierre del primer espacio interóseo.
b. Funcional: limitación de los movimientos del pulgar, artrosis a medio plazo. inestabilidad de la articulación
trapecio-metacarpiana, con tendencia a luxación posterior del MTC. Puede practicarse una osteotomía
cuneiforme de base posterior. Si aún así es rebelde: artrodesis.
Complicaciones
Consolidación viciosa
La angulación provoca desequilibrio de la musculatura intrínseca-extrínseca y resultar en una pérdida de fuerza o
dolor con la prensión, y en deformidad estética. Osteotomías en cuña corrigen la deformidad sin aumentar el
acortamiento. Fijación con AK cruzadas o con placa y tornillos.
Deformidad rotacional: superposición del dedo afectado. Se recomienda osteotomía a nivel de la base del MTC.
Deben pedirse proyecciones radiológicas para tener una idea en tres dimensiones de cómo está la fractura. Debe
planificarse con cuidado la técnica de la osteotomía. Uso de AK para fijar. No inmovilización externa postoperatoria.
Pseudoartrosis
Rara. Después de traumatismos de gran energía con pérdida ósea. Es favorecida por fijación interna en distracción.
La inmovilización prolongada está contraindicada por el riesgo de rigidez articular: intervención quirúrgica si a los 4
meses no se ha producido consolidación. No suelen ser frecuentes las adherencias tendinosas y contracturas
musculares. Debe tenerse en cuenta que la mayoría de las pseudoartrosis están relacionadas directamente con
graves lesiones de tejidos blandos.
Artrosis
En las fracturas con componente intraarticular. Importancia de reducción anatómica. Tratamiento: artrodesis,
artroplastia de interposición.
1.- Fractura del cuello: Fx mas común, Fx del cuello del 5to metacarpiano se produce la Fx de boxeador, se produce
cuando el puño está cerrado. Las fracturas del cuello de los metacarpianos son comunes También causan dolor,
inflamación, hipersensibilidad y a veces deformidad. Puede ocurrir deformidad rotatoria. El quinto metacarpiano es
más comúnmente lesionado por el golpe (fractura del boxeador).
Fractura del cuello del 5to. Metacarpiano. Las fracturas del cuello del 5to. metacarpiano son relativamente
frecuentes por el hecho de que el borde cubital de la mano es un punto de ataque y de apoyo; el impacto de la mano
cerrada al golpear de frente sobre un obstáculo, o sobre la cabeza del contrario en el caso del boxeo, es una causa
frecuente de fractura. Esta tiende a desplazarse hacia bajo y hacia el lado radial. Esta fractura diagnosticada
precozmente, reducida anatómicamente y con una buena inmovilización, consolida en un tiempo de 4 a 6 semanas,
después de las cuales, con una rehabilitación adecuada, evoluciona satisfactoriamente. Las complicaciones más
frecuentes de estas fracturas son la angulación con rotación de la cabeza, y la alteración de la biomecánica funcional
de la mano con limitación de la flexión del 5to. dedo.
2.- Fx oblicua de los metacarpianos: el mecanismo de producción de esta fractura supone cierto grado de tensión,
no tiende al cabalgamiendo o acortamiento, no requiere de tracción,retraso de consolidación o pseudoartrosis.
3.- Fractura transversa de la diáfisis: se produce por una fuerza directa, mayor tendencia a cabalgamiento,
consolidación se produce mas tardíamente. Fracturas de la diáfisis de los metacarpianos 2º a 5º Las podemos
clasificar en 3 grupos: transversales, oblicuas y conminutas. En lesiones transversas se considera que una
angulación superior a los 30º en el dedo meñique y de 20º en cualquiera de los otros dedos es de indicación de
reducción y en muchas ocasiones quirúrgica. En las fracturas oblicuas la malrotación es una complicación mal
tolerada, una rotación de 10º puede provocar una superposición de los dedos de 1,5 cm
4.- Fractura de la base: producto de traumatismo indirecto, impactacion, consolidadion temprana. . Poco frecuentes.
Suelen ser extraarticulares y sin desplazamientos: tratamiento con inmovilización con férula de escayola. Las
fracturas de la base del metacarpiano de los dedos segundo a quinto pueden asociarse a luxofracturas
carpometacarpianas. Además de una radiografía anteroposterior, es importante solicitar una proyección lateral
verdadera y una proyección lateral en 30° de pronación. Las fracturas desplazadas necesitan reducción, cerrada o
abierta y fijación interna.
Diagnóstico: clínico (dolor, antecedentes de traumatismo, tumefacción, crepitantes, prominencia de cabeza del
metacarpio en la palma, acortamiento de la diáfisis. Radiologico (Rx A-P y oblicua).
Tratamiento:
Fx del cuello: férula dorsal antebraquiopalmar, yeso 4-5 semanas, si hay angulacion se corrige.
Acotaciones: Fx de la base 2-4 metacarpiano son estables, Fx del 5to metacarpiano es mas inestable, Fx de diáfisis
desplazada reducción a dedo cerrado con alambres y yeso, reducción cruenta verificar anatomía de dedos y uñas, Fx
epífisis no desplazada inmovilización.
Consecuencia de fuerza directa o aplastamiento, lesión de partes blandas. Las fracturas de la falange proximal o
primera falange constituyen el 50 % de las lesiones observadas a nivel de la mano. Se producen por choque directo y
pueden ser abiertas por aplastamiento. Se pueden originar también por un mecanismo de hiperflexión, de torsión o
por ambos a la vez. Las fracturas de las falanges proximales generalmente presentan una angulación en extensión
(ángulo de vértice volar). El fragmento proximal se desvía en flexión por acción de los interóseos y el fragmento distal
se desvía en extensión por acción de la bandeleta central.
Diagnóstico: clínico (En cualquier falange lesionada se encuentran los síntomas y signos propios de las fracturas
con los desplazamientos descritos y daños en las partes blandas, todo esto de acuerdo con la envergadura del
trauma. Se presenta, además, lo que muchas veces pasa inadvertido, la rotación interfragmentaria, que puede
ocasionar una incapacidad de importancia después de cicatrizada la lesión.), radiológico (Mediante las radiografías
se pueden apreciar los diferentes trazos de las fracturas y las falanges lesionadas, lo cual resulta de gran valor para
establecer el compromiso articular.)
Tratamiento: anestesia, reducción, inmovilización. Si la fractura se presenta sin desplazamiento de los fragmentos,
se realiza la inmovilización con una férula anterior por espacio de 3 semanas, con las articulaciones interfalángicas
en posición funcional, luego se retira la inmovilización y tras la comprobación clínico - radiográfica de la consolidación
se indica fisioterapia para restaurar la movilidad articular que por lo regular se logra en no más de 2 semanas.
Es importante no extender la inmovilización por mayor tiempo pues se comprometen las articulaciones interfalángicas
y puede sobrevenir una rigidez permanente. Las fracturas de las falanges distales por aplastamiento se tratan en
ocasiones con cura local de partes blandas sin inmovilización, y si esta se utiliza, es más bien para reducir
el edema de las partes blandas.
Análisis de mecanismos: En este caso la inserción del tendón extensor tracciona hacia arriba el fragmento
proximal, mientras que el tendón superficial flexor tracciona hacia abajo el fragmento distal. Si la fractura
ocurre más distalmente, la tracción del extensor queda neutralizada y el fragmento proximal se dirige mas bien
hacia abajo por la acción del tendón superficial que actúa sobre él. Esto último es lo común (desplazamiento con
angulación). Dx y tratamientos idénticos a lo dicho para la falange proximal
Diagnostico
Clínica de fractura mas proyecciones Ap y oblicua de mano derecho o bien AP perfil absoluto del dedo en cuestión
Tratamiento
Anestesia
Reducción por manipulación si esta desplazada mediante tracción longitudinal y flexión
Inmovilización adecuada: antes de la reducción se prepara de antemano una férula de yeso antebraquial palmar
anterior abarcando la totalidad de la mano hasta las articulaciones interfalángicas proximales
Debe moldearse en forma precisa y los contornos de la mano con flexión dorsal de 35 grados a nivel de la muñeca y
flexión palmar aproximadamente de 40 grados a nivel metacarpiano. El enyesado se extiende por debajo del dedo
afecto. La interfalángica proximal debería flexionarse 45 grados.
Reposicionamiento del lecho ungueal Independiente del tipo y mecanismo de lesión, se debe determinar si hay
compromiso o no del lecho ungueal, ya que este tejido es de vital importancia para el crecimiento normal de la uña.
En algunos casos la lesión será evidente sobre todo en aquellas lesiones cortantes; sin embargo, en los traumas por
aplastamiento es común caer en el error de solicitar radiografía y, si no hay lesión, realizar manejo conservador con
inmovilización y dar el alta, sin asegurarse si hay lesión o no a dicho nivel. Por esta razón se recomienda determinar
en este tipo de lesiones si hay o no presencia de hematoma subungueal y a qué área corresponde; se encuentra que
un compromiso mayor al 50% es sugestivo de lesión.
Es de vital importancia determinar la presencia o no de fractura de algunos de los segmentos de la falange distal, ya
que de no realizar el manejo oportuno se presentarán complicaciones y secuelas a corto y largo plazo que
comprometerán la funcionalidad del dedo o los dedos afectados. Se recomienda, de acuerdo con el mecanismo de
lesión, solicitar radiografía AP y lateral; una vez realizada, se debe determinar a qué nivel está la fractura para así
establecer el manejo. Los lugares afectados pueden ser tres.
El tercio distal es lugar comúnmente más afectado. Se debe realizar inmovilización de la interfalángica distal,
garantizando un adecuado movimiento de la interfalángica proximal durante tres a cuatro semanas. Antes de
realizar la inmovilización es importante garantizar que no haya lesión del lecho ungueal y, de ser así, primero se debe
efectuar la corrección como se describió anteriormente. Sin embargo, ante la ausencia de lesión de lecho ungueal y
con integridad completa de la placa, esta se comporta como férula y el tratamiento sería únicamente sintomático.
En el tercio medio, una vez reconocida la fractura a este nivel, hay que determinar si es desplazada o no. Cuando
no hay desplazamiento se debe realizar inmovilización de la interfalángica distal durante tres a cuatro semanas. Si
hay desplazamiento, se recomienda manejo quirúrgico, fijación percutánea o considerar remisión para manejo
especializado.
En el tercio proximal es común encontrar lesión ligamentaria o avulsión tendinosa, por eso es imperativo realizar un
adecuado examen físico. Se proponen inmovilizaciones que garanticen la extensión total de la articulación
interfalángica distal por un tiempo no menor a ocho semanas. A este nivel se pueden observar fracturas
desplazadas, conminutas y luxación palmar de la falange distal, lo cual requiere manejo especializado.
Un dedo en martillo es una deformidad del dedo que se da cuando el tendón que endereza el dedo Cuando una
pelota u otro objeto golpea la punta del dedo o el pulgar, doblándolos a la fuerza Se debe a la ruptura del tendón
extensor en su inserción a nivel de la base de la falange distal, acompañado de la avulsión o no de un fragmento
marginal de hueso. Se produce generalmente cuando se produce una flexión forzada del dedo estando el extensor
contraído o bien por un golpe directo sobre la inserción. No puede extenderse activamente la falange bien por un
golpe directo sobre la inserción. No puede extenderse activamente la falange distal
La acción sin exposición del flexor largo produce 60-30 grado de deformidad en flexión (típico dedo de martillo).
SÍNTOMAS
En un dedo en martillo, la punta del dedo se cae: no se puede enderezar por sí sola. Es posible que el dedo duela,
esté inflamado y se ponga morado, en especial si hay una fractura asociada, pero a menudo lo único presente es la
incapacidad de enderezar la punta. Ocasionalmente se acumula sangre debajo de la uña. La uña puede incluso
desprenderse del pliegue de piel que hay en la base de la uña.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico es evidente por la apariencia del dedo. Los médicos a menudo piden radiografías para ver si se
desplazó un trozo de hueso y para asegurarse de que la articulación esté alineada.
TRATAMIENTO NO QUIRÚRGICO
La mayoría de las lesiones de dedo en martillo se pueden tratar sin cirugía. Se debe aplicar hielo de inmediato y debe
mantenerse la mano en alto (con los dedos apuntando al techo). Es preciso obtener atención médica en el plazo de
una semana de producirse la lesión. Es de particular importancia recibir atención inmediata si hubiera sangre debajo
de la uña o si la uña se desprendiera. Esto podría ser un signo de laceración del lecho ungueal o una fractura
expuesta (compuesta).
Hay muchos tipos diferentes de entablillados y yesos para los dedos en martillo. El objetivo es mantener la punta del
dedo recta hasta que el tendón sane. La mayor parte del tiempo se usa un entablillado a tiempo completo durante
ocho semanas (véase la Figura 3). Durante las siguientes tres a cuatro semanas, la mayoría de los pacientes
comienza gradualmente a usar el entablillado con menos frecuencia. El dedo por lo general recupera una función y
una apariencia aceptables con este tratamiento. No obstante, no es inusual que carezca de un poco de estiramiento
al final del tratamiento. Su cirujano o el terapeuta de la mano le mostrarán cómo usar el entablillado y también le
enseñarán ejercicios para mantener el movimiento de la articulación media (la articulación interfalángica proximal)
para que el dedo no se vuelva rígido.
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
Se puede pensar en una reparación quirúrgica cuando las lesiones de dedo en martillo tienen fragmentos óseos
grandes o una mala alineación articular. En estos casos se usan clavijas, alambres o incluso pequeños tornillos para
sujetar el fragmento óseo y realinear la articulación (véase la Figura 4). También podría considerarse la cirugía si no
es viable el uso de un entablillado o si el tratamiento no quirúrgico no lograra restituir con éxito el estiramiento de los
dedos. El tratamiento quirúrgico del tendón dañado puede incluir afirmar el tejido del tendón estirado usando injertos
de tendón, o incluso fusionar la articulación para que quede derecha.
La enfermedad de Dupuytren es una afección benigna de la mano que se caracteriza por el desarrollo de un tejido
fibroproliferativo en forma de nódulos y cuerdas que afecta a la aponeurosis palmar produciendo una contractura
progresiva e irreversible de los dedos.
Es una fibrosis o engrosamiento anormal en la fascia palmar de origen desconocido que provoca el cierre progresivo
de la mano por retracción de la aponeurosis palmar superficial
La retracción de la aponeurosis palmar y sus prolongaciones digitales van formando nódulos y cuerdas fácilmente
palpables que cierran lenta pero progresivamente la mano. Generalmente los dedos involucrados son el meñique y el
anular, pero todos pueden afectarse aisladamente o en conjunto.
El primer caso de esta condición fue descrito por el médico suizo Félix Plater en 1614 (quien le atribuyó una causa
traumática), siendo luego descrito por otros autores como H Cline, en 1777 y por Ashley Cooper, en 1822; sin
embargo, el nombre del médico francés Guillaume Dupuytren predominó para esta condición, quien en 1831 describe
en detalle la fibromatosis localizada en la aponeurosis palmar, realizando la primera cirugía de fasciotomía abierta.
CAUSAS
La enfermedad de Dupuytren (ED) es una enfermedad inflamatoria crónica del tejido conectivo, de etiología y
patogenia no aclaradas, y de transmisión autosómica dominante.
Se trata de una fibromatosis aponeurótica superficial, de tipo nodular, caracterizada por una proliferación incontrolada
de fibromiofibroblastos asociada a un aumento de la producción de factores de crecimiento, con abundante síntesis
de matriz fibrilar extracelular. La causa que inicia y perpetúa la proliferación tisular es desconocida, pero diversos
estudios han encontrado cambios clínicos, bioquímicos, epidemiológicos y morfológicos
EPIDEMIOLOGÍA
Hay dos teorías sobre el origen de la ED, la intrínseca y la extrínseca:1ª Teoría intrínseca, postulada por Dupuytren,
según la cual la causa estaría en la misma aponeurosis palmar, considerando que la enfermedad era una
exageración del estado normal de la aponeurosis2ª Teoría extrínseca, desarrollada por Go-yrand95 y posteriormente
por MacCallum y Hueston94 y por Hueston96, la lesión primaria (nódulo palmar) asienta en los tejidos superficiales a
la aponeurosis, con-cretamente en la dermis cutánea, desde donde por los septos fibrosos se induce la contractura
de la aponeurosis adyacente, y nunca asienta en la cara profunda de la aponeurosis palmar
CLÍNICA
La primera manifestación de la enfermedad es la aparición de un nódulo duro en la zona de los pliegues de la palma
que molesta por la presencia del mismo, pero no duele ( el profesor dijo en clase que si era doloroso) . Habitualmente
el paciente cree que es un callo por trabajo manual y no realiza la consulta médica en forma temprana. Luego
progresivamente el nódulo se transforma en una cuerda que se va extendiendo hacia los dedos y va cerrando la
mano. En los estadios finales de la enfermedad la persona afectada no puede abrir su mano, dificultándose la toma
de objetos y la higiene de la misma
La progresión es impredecible. Algunas personas solo presentan bultitos o cordones pequeños, mientras que otras
presentan dedos sumamente doblados. La enfermedad más grave suele ocurrir en casos en los que la aparición se
da a una edad más temprana
Clasificación de Tubiana:
En esta clasificación se mide el grado total de flexión del sumando los grados de contractura de las distintas
articulaciones.
Estadio 0 = No lesión
DIAGNÓSTICO
TRATAMIENTO
El tratamiento de la ED en su localización palmar tiene tres finalidades, una funcional: corregir las retracciones, y
otras profilácticas: evitar las complicaciones y prevenir las recidivas. No existe un tratamiento curativo, el tratamiento
es sintomático y dirigido a corregir las retracciones
En casos leves, en especial si la función de la mano no se ve afectada, solo se requiere observación. En casos más
graves, hay varias opciones de tratamiento disponibles, el de elección es el quirúrgico
Quirúrgico : La indicación quirúrgica se establecerá cuando estén afectadas las MCF, el test de la mesa (table top
test) de Hueston sea positivo, o cuando existan grandes nódulos incapacitantes en trabajadores manuales
Cirugía (en casos de severas contracturas, eliminándola): la técnica quirúrgica consiste en abrir la piel encima de los
tendones afectados y escindirlos, eliminando el tejido fibroso. Es un procedimiento no curativo, ya que
la fascia remanente no afectada puede aún desarrollar la enfermedad y en muchos casos son necesarias cirugías
ulteriores. Además, la fascia engrosada suele tomar nervios y arterias digitales, por lo que existe el riesgo de
dañarlos.