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Índice
Introducción............................................................................................... 5
1. El contexto sociopolítico................................................................. 7
1.1. Los antecedentes lejanos ............................................................. 7
1.2. Los años sesenta-setenta ............................................................. 10
2. El contexto sociocultural................................................................. 23
2.1. De la fenomenología al estructuralismo ..................................... 24
2.2. En torno a la ideología y la política ........................................... 28
2.3. Movimientos sociales y contraculturales .................................... 31
2.4. Las nuevas propuestas artísticas ................................................. 36
4. El contexto cinematográfico.......................................................... 47
Bibliografía................................................................................................. 53
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Introducción
En este módulo se pretende sintetizar ese magma que va a actuar como tras-
fondo de la actividad cinematográfica y que, además, va a tener notables inci-
dencias en lo que posiblemente sea la culminación del cine como dispositivo
crítico. Para ello, se abordarán someramente en los sucesivos capítulos tres
contextos�centrales:
• El sociopolítico.
• El sociocultural.
• El específicamente cinematográfico.
No se pretende aquí desarrollar a fondo los múltiples aspectos que engloba ca-
da uno de esos apartados, sino meramente restituir aquellos que tendrán ma-
yor incidencia para la comprensión de los rasgos que caracterizarán las con-
vulsiones sufridas por el aparato cinematográfico.
1. El contexto sociopolítico
El devenir político de los años sesenta todavía está bajo el influjo de las conse-
cuencias de la Segunda Guerra Mundial, cuando menos en dos aspectos esen-
ciales:
3) La progresiva expansión�de�los�valores�de�la�sociedad�norteamericana
que acompañan a su primacía económica, política y militar, ejemplificada ya
en la posguerra con el desarrollo del plan Marshall.
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Filmografía
Las�dictaduras�del�sur�de�Europa:
Filmografía
La�sociedad�socialista:
Slike iz zivota udarnika [Escenas de la vida de un trabajador de choque] (B. Cengic, 1972).
La insoportable levedad del ser (The Unbearable Lightness of Being; Ph. Kauffman, 1987).
Filmografía
El�sionismo�y�la�causa�palestina:
Focalizando más nuestra atención sobre los años sesenta, contexto cercano al
despliegue pleno del cine como dispositivo crítico, debemos resaltar ciertos
acontecimientos más concretos:
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Filmografía
La�Francia�de�De�Gaulle:
La�guerra�de�Argelia:
Filmografía
Gran�Bretaña:�del�imperio�al�swinging�London:
Mirando hacia atrás con ira (Look Back in Anger; T. Richardson, 1959).
Sábado noche, domingo mañana (Saturday Night, Sunday Morning; K. Reisz, 1960).
La�cuestión�irlandesa:
En el nombre del padre (In the Name of the Father; J. Sheridan, 1993).
Filmografía
RFA:�del�milagro�económico�a�los�años�del�plomo:
Todos nos llamamos Alí (Angst essen Seele auf; R. W. Fassbinder, 1974).
El honor prohibido de Katharina Blum (Die verlorene Whre der Katharina Blum; V. Schlöndorff,
1975).
Viaje a la felicidad de Mamá Kusters (Mutter Küsters' Fahrt zum Himmel; R. W. Fassbinder,
1975).
El segundo despertar de Christa Klages (Das zweite Erwachen der Christa Klages; M. von Trotta,
1977).
El silencio tras el disparo (Die Stille nach dem Schuss; V. Schlöndorff, 2000).
RAF: Facción del Ejército Rojo (Der Baader Meinhof Komplex; U. Edel, 2008).
4)�Italia, que vio instaurada la República en 1946, tras la caída del fascismo y
el referéndum sobre la monarquía, consolida el poder de la DC (Democrazia
Cristiana) desde 1948 hasta que culmina la apertura�a�sinistra pactando con
el PSI (Partito Socialista Italiano) en 1962, tras la ruptura de la alianza de este
con el PCI (Partito Comunista Italiano) en 1956, que sigue siendo el gran par-
tido de la izquierda italiana y europea, con una muy fuerte incidencia en el
campo cultural y muy específicamente cinematográfico.
Filmografía
Italia:�de�la�apertura�a�sinistra�al�terrorismo:
Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha (Indagine suun cittadino al di sopra di
ogni sospetto; E. Petri, 1970).
Filmografía
Estados�Unidos/Vietnam:
Filmografía
Latinoamérica:�del�golpismo�a�la�guerrilla:
La�cuestión�vasca�y�el�terrorismo:
Jitsuroku rengô sekigun: Asama sansô e no michi [Ejército Rojo Unido] (K. Wakamatsu, 2008).
Filmografía
Estados�Unidos:�política�/�derechos�civiles�/�guerrilla�/�magnicidios:
Todos los hombres del presidente (All the President´s Men; A. J. Pakula, 1976).
(1)
8) La República�Popular�China no está exenta de convulsiones. Ya en 1956 «Permitir que 100 flores florez-
1 can y que cien escuelas de pensa-
se desarrolla la campaña de las 100 flores (1956-57), que pretendía abrir el miento compitan es la política de
desarrollo del régimen a la crítica y revisión. promover el progreso en las artes
y de las ciencias y de una cultura
socialista floreciente en nuestra tie-
rra».
Pero tras el fracaso de las medidas propulsoras del llamado Gran Salto Adelante
de comienzos de la década, será en agosto de 1966 cuando se coloca el primer
dazibao (diario mural) en la Universidad de Pekín, seguida de las primeras con-
centraciones de los jóvenes guardias rojos en la plaza de Ti en An Men, dando
inicio a la llamada Revolución�Cultural. Se trata de una campaña de masas
por iniciativa del propio Mao Zedong (con el apoyo de un sector dirigente,
la llamada Banda de los Cuatro) contra altos cargos del partido (sobre todo el
sector encabezado por Liu Shaoqi y Deng Xiaoping) e intelectuales conside-
rados traidores a los ideales revolucionarios. Extendida por todo el país, abar-
ca las zonas rurales, la clase obrera urbana y el propio ejército, mediante la
acción de los comités populares. Si bien el período más activo alcanza hasta
el IX Congreso del Partido (abril de 1969), sus consecuencias no se detienen
hasta la muerte de Mao y un subsiguiente golpe militar (1976) liderado por
Deng Xiaoping, que acarrea el arresto de la Banda de los Cuatro, el retorno al
estado anterior y el comienzo del giro económico hacia una economía mixta
de mercado. La reeducación forzosa de muchos intelectuales y su traslado a
zonas rurales, la purga de elementos del aparato de poder, el culto al líder Mao
Zedong y la síntesis de los principios marxista-leninistas asumidos por él en
el Libro rojo fueron los rasgos principales de un movimiento que tuvo impor-
tantes repercusiones en la izquierda occidental, dando lugar al desgajamien-
to de las tendencias maoístas respecto a los aparatos oficiales de los partidos
comunistas.
Filmografía
Hacia�el�despertar�chino:
Balzac y la joven costurera china (Balzac et la petite tailleuse chinoise; Dai Sijie, 2002).
Amor bajo el espino blanco (Shan zha shu zhi lian; Zhang Yimou, 2010).
Filmografía
La�nueva�izquierda:
2. El contexto sociocultural
Sería insuficiente creer que los fenómenos contestatarios de los años sesenta
–y sus consecuencias en los setenta– se restringen al ámbito político.
Filmografía
El�espíritu�contestatario:
¿Por qué le da el ataque de locura al señor R? (Warnum laüft Herr R amok?; R. W. Fassbinder,
1969).
Filmografía
El�existencialismo�en�el�cine:
Claude Lévi-Strauss
Principales obras: Las estructuras elementales del parentesco (1949), Tristes trópicos (1955),
Antropología estructural (1958), El pensamiento salvaje (1962), Lo crudo y lo cocido (1964).
«El sentido ya no es lo que está dado, y aquello cuyo lenguaje oscuro hay que comprender,
al contrario, es lo que se da a la estructura para constituir un modelo.»
Jacques Derrida
Ahí radica la importancia que toma la semiología como disciplina que abor-
da el funcionamiento de los signos –más allá del campo de lo estrictamente
lingüístico, aunque apoyada en ello– y de los códigos, que preceden y se inde-
pendizan (del mensaje y del emisor) instaurando un principio de pertinencia,
sobre todo en el marco del interés hacia la comunicación (Eco, Garroni):
«… una sociedad está compuesta de individuos y de grupos que se comunican entre sí.»
Gilles Deleuze
Principales obras: Empirismo y subjetividad (1953), Diferencia y repetición (1968), Lógica del
sentido (1969), El Anti-Edipo. Capitalismo y esquizofrenia (con F. Guattari, 1972), Rizoma
(Introducción) (con F. Guattari, 1976), Mil mesetas: Capitalismo y esquizofrenia (1980), La
imagen-movimiento. Estudios sobre cine I (1983), La imagen-tiempo. Estudios sobre cine II
(1985), El pliegue: Leibniz y el barroco (1988), ¿Qué es la filosofía? (1991).
Jacques Lacan
Principales obras: La psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad (1932), El estadio
del espejo como formador de la función del «yo» (1936/1949), Escritos (1966).
Esa reflexión� sobre� las� formas� de� imposición� del� orden, de la acción del
poder (y del saber) en todos sus estratos, será desarrollada al amparo de la
confrontación entre lo normal y lo patológico (Foucault), primero en el cam-
po de la clínica y luego de otras formas de exclusión, sujetas a la lógica de la
identidad, incapaz esta, como señala Descombes, de representarse lo otro sin
reducirlo a lo mismo.
Michel Foucault
Principales obras: La historia de la locura en la época clásica (1961), Las palabras y las cosas
(1966), La arqueología del saber (1969), El orden del discurso (1970), Vigilar y castigar (1975),
Historia de la sexualidad: La voluntad de saber (1976), Microfísica del poder (1980), Historia
de la sexualidad, 2: El uso de los placeres (1984), Historia de la sexualidad, 3: La inquietud
de sí (1984).
«Si la interpretación nunca puede acabarse es sencillamente porque no hay nada que
interpretar. No hay ningún primero absoluto que interpretar, pues en el fondo todo es
ya interpretación, cada signo es en sí mismo no la cosa que se ofrece a la interpretación,
sino interpretación de otros signos.»
M. Foucault (1979). La microfísica del poder (pág. 144). Madrid: Ediciones de la Piqueta.
Louis Althusser
Principales obras: La revolución teórica de Marx [Pour Marx] (1965), Para leer «El Capital»
(con E. Balibar, J. Rancière…, 1965), Montesquieu, la política y la historia (1959), Lenin y
la filosofía (1969).
Ved también
El gran debate –que veremos que se reproduce en lo cinematográfico–
será la confrontación no-dialéctica entre idealismo (ideología) y ma- Estudiaremos esta confronta-
ción en el ámbito del cine en
terialismo (ciencia). el apartado «Idealismo frente a
materialismo cinematográfico»
del módulo «Ideología, cine y
política».
Una ciencia esta que se presenta bajo la forma de «práctica teórica», que per-
mite analizar un fenómeno estableciendo su naturaleza de clase a partir de
su relación con la producción, en el marco general de la establecida entre las
capas de la población y los medios de producción.
Theodor W. Adorno
Principales obras: Dialéctica del iluminismo (con Horkheimer, 1947), Minima moralia
(1951), Dialéctica negativa (1966), Teoría estética (1970).
Eric Fromm
Principales obras: Autoridad y familia (con Horkheimer y otros, 1936), El miedo a la libertad
(1941), El arte de amar (1956), Marx y Freud (1962).
El éxito popular de los libros de Herbert Marcuse en los tiempos del Mayo
del 68 sería una prueba del atractivo de esa perspectiva, si bien allí donde
predominaban las teorías lacanianas se consideraba que su planteamiento de
la represión –con base social– estaba desfasado y era simplista, pues para Lacan
el refoulement (rechazo) precedería y explicaría la represión, basando el deseo
en lo imposible, solo satisfecho en el sueño.
Herbert Marcuse
Cita
Alumno de Heidegger e inscrito en la Escuela� de� Frankfurt (Instituto para la Investi-
gación Social), Herbert Marcuse (1898-1979) se exilia a Estados Unidos –como Adorno, Lacan, a los estudiantes de Vin-
Horkheimer, Kracauer, etc.–, donde se convertirá en uno de los principales y más conoci- cennes que le abucheaban, en
diciembre de 1969:
dos guías�de�la�contestación�de�los�años�sesenta. Tras una revisión de la teoría hegelia-
na, e influido por el marxismo (cuyo exponente soviético critica acerbamente) y el psi- «Soy antiprogresista […].
coanálisis, reflexiona sobre la separación entre lo existente y las exigencias de la raciona- Aquello a lo que aspiráis como
revolucionarios es a un Amo.
lidad. De ahí su análisis de la condición humana bajo un régimen seudodemocrático pero
Lo tendréis.»
en verdad totalitario y explotador, que reduce�al�hombre�a�una�unidimensionalidad
instrumentalizadora, bajo una apariencia de tolerancia que contribuye a la integración
en el sistema del tradicional sujeto revolucionario. Sin embargo, el apoyo freudiano le
permite proponer la labor constructiva del Eros en pro de una civilización no represiva,
donde el «principio�del�placer» puede ser un motor revolucionario. De ahí que ya sea
posible técnicamente –en la perspectiva de los años sesenta– el cumplimiento o final
de�la�utopía, liberadora de la opresión y la miseria, solo diferida por la organización so-
ciopolítica establecida. Y ante el fracaso contestatario en la esfera política, siempre que-
dará la «dimensión�estética» como alternativa al «principio de realidad» que sustenta
la sociedad contemporánea.
Principales obras: Razón y revolución (1941), Eros y civilización (1955), El marxismo soviético
(1958), El hombre unidimensional (1964), El final de la utopía (1967), Contrarrevolución y
revuelta (1972). La dimensión estética (1978).
«Reprimir el deseo, no solo en los otros, sino en uno mismo, ser policía de los demás y
de uno mismo es lo que crea tensión, y esto no es ideología, sino economía.»
Filmografía
Historia�revolucionaria:
La repentina riqueza de los pobres de Kombach (Der plötzliche Reichtum der armen Leute von
Kombach; V. Schlöndorff, 1971).
Antonio Gramsci: días de cárcel (Antonio Gramsci: giorni di carcere; L. del Fra, 1977).
En los años sesenta las teorías políticas, filosóficas, sociológicas, etc. tienen su
correspondencia en una serie de actitudes, comportamientos y movimientos
sociales que o�bien�recuperan�viejas�tradiciones, o�bien�significan�la�emer-
gencia�de�nuevos�paradigmas�sociales.
Filmografía
Libertarismo/anarquismo�(histórico):
Filmografía
Filmografía
Filmografía
Filmografía
Wilhelm Reich: los misterios del organismo (WR: Misterije prganizma; D. Makavejev, 1971).
Alguien voló sobre el nido del cuco (One Flew Over the Cuckoo´s Nest; M. Forman, 1975).
Filmografía
El enigma de Gaspar Hauser (Jeder für sich und gott gegen alle; W. Herzog, 1975).
Filmografía
El evangelio según San Mateo (Il vangelo secondo Mateo; P. P. Pasolini, 1964).
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Hermano sol, hermana luna (Fratello sole, sorella luna; F. Zeffirelli, 1972).
Filmografía
Filmografía
Paseo por el amor y la muerte (A Walk with the Love and Death; J. Huston, 1969).
La�droga:
Yo, Cristina F (Christiane F - Wir Kinder vom Bahnhof Zoo; U. Edel, 1981).
• La vida apartada del conjunto social, organizada en comunas (urbanas o rurales), con
el referente de la vida salvaje propia de las antiguas tribus indio-americanas.
• La exploración de los estados alterados de conciencia, logrados por dos vías princi-
pales: la psicodelia (LSD, hongos alucinógenos, hachís y marihuana) y la meditación
trascendental (ambientada por el incienso y otras sustancias ambientales).
Filmografía
Nuevo�periodismo:
Miedo y asco en Las Vegas (Fear and Loathing in Las Vegas; T. Gillian, 1998).
El�underground:
(Grotowsky, Kantor, Müller, Barba, Bene). Esas fórmulas tendrán estrechas co-
nexiones con su cine contemporáneo, muy específicamente con el cine más
radical y crítico.
Filmografía
Letrismo
geografía urbana (G. Debord, 1955) y Métodos de détournement (G. Debord y G. J. Wolman),
a los que hay que añadir un film: Hurlements en faveur de Sade (1955).
Cita
Lectura recomendada
Algunas citas de la Internacional Situacionista:
Documentos y materiales si-
«La denuncia teórica y práctica del estalinismo, bajo todas sus formas, debe ser el punto tuacionistas, incluidos nu-
de partida de todas las futuras organizaciones revolucionarias.» merosos textos de la revis-
ta, pueden consultarse en:
http://www.sindominio.net/
«Quienes hablan de revolución y de lucha de clases sin referirse explícitamente a la vida
ash/.
cotidiana, sin entender lo que hay de subversivo en el amor y de positivo en el rechazo
de las trabas, llevan en la boca un cadáver.»
«Nosotros solo nos preocupamos por organizar el detonador; la explosión libre deberá
mantenerse fuera de cualquier tipo de control.»
Todas esas ideas constituyen ese trasfondo que determina los sucesos de Mayo
del 68 más allá de sus contenidos directamente políticos; pero también fue el
comienzo del fin de la Internacional Situacionista, disuelta en 1972.
«… no existe la vida como tal, sino una representación espectacular de ella […] el pro-
letario moderno ya no es el productor enajenado del producto, según la terminología
marxista, sino el consumidor, y consumidores somos todos…
C. Torreiro (1988). «Apuntes (seguramente) incompletos sobre una década poco prodi-
giosa». En: Varios autores. Los años que conmovieron al cinema. Las rupturas del 68 (pág.
41). Valencia: Filmoteca Generalitat Valenciana.
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Decisivos en el proceso de politización, en sentido crítico, que van a experi- Ved también
mentar amplios sectores de la cinematografía, como se verá más adelante, es
Profundizaremos en estos as-
preciso aquí remarcar algunos aspectos significativos que permitan evocar y pectos en el apartado «La poli-
comprender los fenómenos ocurridos en Francia durante los meses de mayo y tización del cine», del módulo
«Ideología, cine y política».
junio de 1968. El propio arranque de los acontecimientos, desde la constitu-
ción del llamado Movimiento del 22 de marzo,
Algunas premisas del Movimiento del 22 de marzo según José M.ª Vidal
Villa
Las consignas que espolean un movimiento contestatario, con una amplia di-
mensión generacional y muchas veces de extracción burguesa, proponen «la
expansión del campo de lo posible» (Sartre) a través del asambleísmo, la au-
togestión, la acción directa, la lucha contra las jerarquías de todo tipo, la re-
vocabilidad de los cargos, la circulación libre de ideas, la abolición de la divi-
sión social del trabajo, la pluralidad de tendencias políticas, el rechazo de las
burocracias sindical y partidista, la generalización de reivindicaciones inicial-
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Cita
Para ello, los instrumentos preferidos eran las huelgas, las ocupaciones (de fa-
cultades, fábricas y centros públicos), las sentadas, las manifestaciones más o
menos violentas (con sus barricadas y asaltos a lugares simbólicos e institucio-
nales), los enfrentamientos con la policía, la prensa alternativa, los murales
y pintadas, etc.
Por su representatividad, vale la pena evocar algunos de los eslóganes aparecidos en las
paredes parisinas:
• Revuelta estudiantil.
• Confluencia con el movimiento obrero.
• Represión/disolución.
• Restauración de la situación y constitución de nuevos grupos políticos.
13 de mayo (lunes): convocatoria a una huelga general contra la represión y por el au-
mento salarial y los derechos sindicales, seguida por nueve millones de trabajadores. Ma-
nifestación parisina con doscientos mil participantes. Ocupación de la Sorbona.
27 de mayo: acuerdos de Grenelle con un incremento del salario mínimo industrial del
35 % y del 12 % para el conjunto de trabajadores, siendo rechazados por parte de los
huelguistas, que desoyen a los dirigentes sindicales.
5 de junio: declaración de la CGT sobre el retorno al trabajo: «En todas partes donde las
reivindicaciones han sido satisfechas, el interés del asalariado es manifestarse en masa
por la reanudación del trabajo en la unidad».
Cita
«Tal vez la revuelta juvenil es una Fiesta vacía, el llamamiento, la invocación de un acon-
tecimiento siempre futuro y que jamás se hará presente –jamás será. O tal vez es una
conmemoración: la Revolución no aparece ya como la elusiva inminencia del futuro sino
como un pasado al que no podemos volver y tampoco abandonar […]. Al mimarlos, los
exorciza: durante unas semanas se niega a sí misma en las blasfemias y los sacrilegios de
su juventud para luego afirmarse más completa y cabalmente en la represión. Víctima
ungida por el prestigio ambiguo de la profanación, la juventud es el chivo expiatorio de la
ceremonia: en ella, después de haberse autoprofanado, la sociedad se castiga a sí misma.
Profanación y castigo simbólicos: todo es una representación inclusive si, como ocurrió
el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de Tlatelolco en México, la ceremonia moderna evoca
(repite) el rito azteca: varios cientos de muchachos y muchachas inmolados, sobre las
ruinas de una pirámide, por el Ejército y la Policía.»
Además, aquella proliferación y fragmentación tuvo una muy importante re- Ved también
percusión sobre todo en lo que estudiaremos como cine militante, por lo que
Analizaremos el cine militante
merece la pena establecer un cierto mapa que posteriormente nos permitirá en el apartado homónimo del
establecer las correspondientes vinculaciones. Esa actividad política radical de módulo «La praxis crítica».
4. El contexto cinematográfico
Pero el mayor relieve lo tienen las tendencias� exponentes� de� las� últimas
aportaciones�de�la�modernidad�cinematográfica. Una modernidad –«mo-
do de articulación moderno» (MAM)– que remonta sus orígenes a los años
de la posguerra, a la eclosión�del�neorrealismo�italiano, a la emergencia�de
ciertas�individualidades –sean procedentes de él (Rossellini, Visconti, Felli-
ni, Antonioni), sean autónomas (Bresson, Bergman, Dreyer, etc.)– y a la gran
renovación�crítica que tendría su máxima expresión con la aparición de la
revista Cahiers�du�Cinéma en abril de 1951. Ahí se consagrarían los dos�prin-
cipios�básicos�sustentadores�de�la�modernidad: la política�de�los�autores y
la teoría�de�la�puesta�en�escena.
Desde finales de los años cincuenta se abrió esa segunda fase de la modernidad
cinematográfica, la de los nuevos�cines, que se desarrolló en paralelo en el
área occidental europea (free-cinema, nouvelle vague, cinéma verité, junger deuts-
che film, nuevos cines italiano, español, sueco, belga, etc.) y en la oriental (Po-
lonia, Checoslovaquia, Hungría, URSS, Yugoslavia y Rumanía, sobre todo). Ya
de pleno en los años sesenta la dinámica de los nuevos cines se extendió fuera
de Europa, bajo dos modalidades básicas: la renovación de viejas industrias
cinematográficas (Brasil, Argentina, México, Chile, Canadá, Japón) y la apari-
ción de nuevas cinematografías vinculadas al empeño antiimperialista (Cuba)
o descolonizador (Argelia, Túnez, Senegal, etc.). En estos casos se trató de mo-
vimientos fuertemente politizados, en la medida en que la (re)construcción de
un cine nacional adquirió valor dentro de la estrategia política.
Esos canales (ampliados a las universidades, las fábricas, las escuelas, los
centros culturales y artísticos, etc.) serían más tarde las vías más impor-
tantes para la circulación del cine crítico realizado en los márgenes o
completamente fuera del comercio cinematográfico.
Los nuevos cines –y el cine moderno en general– no nacieron fuera del ámbi-
to comercial, pero sí crearon nuevos segmentos de la exhibición, más especia-
lizados y minoritarios, como las salas de arte y ensayo –y sus correspondien-
tes distribuidoras– o los festivales de cine, fuesen de gran alcance (Cannes,
Venecia, Berlín), de alcance medio (San Sebastián, Karlovy Vary, Moscú, Mar
del Plata, Viña de Mar, etc.) o especializados (Pesaro, Oberhausen, Manheim,
Tours, Benalmádena, etc.). Y al amparo de los cineclubs, filmotecas, la crítica
y la entrada –aún lenta– del cine en la enseñanza superior, se�desarrolló�un
nuevo�público especialmente sensibilizado hacia los cineastas modernos, ca-
paces de otras formas de consumo, como por ejemplo el subtitulado de las
versiones originales.
Tampoco los nuevos cines se situaron fuera del ámbito institucional, pues con-
taron habitualmente con un fuerte apoyo estatal (a veces vía las televisiones,
entonces estatales), incluidos obviamente los países totalitarios, en la concien-
cia de la grave crisis que amenazaba al cine tradicional. La necesidad de reno-
var los cuadros de la producción y creación cinematográfica se aliaba con las
renovaciones formales y temáticas. Una renovación que alcanzó al conjunto
de técnicos, guionistas, intérpretes (creando un renovado star-system) e inclu-
so productores, adaptados a las nuevas formas de producción (cooperativas,
autoproducción de los propios directores, unidades de producción, etc.) y ro-
daje que la tecnología y los bajos costes permitían.
El relativo bajo coste de los films permitió que, pese a los limitados rendimien-
tos de taquilla de los films –en la mayor parte de casos–, se pudiese mantener la
producción durante algunos años, aunque progresivamente esos nuevos cines
fueron a su vez entrando en crisis, como ocurre casi de forma definitiva a co-
mienzos de los setenta, salvo alguna excepción como los casos alemán y suizo.
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Bibliografía
Aspectos generales
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