Contextos

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 56

Contextos

PID_00234913

José Enrique Monterde Lozoya

Tiempo mínimo de dedicación recomendado: 4 horas


© FUOC • PID_00234913 Contextos

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño general y la cubierta, puede ser copiada,
reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio, sea éste eléctrico,
químico, mecánico, óptico, grabación, fotocopia, o cualquier otro, sin la previa autorización escrita
de los titulares del copyright.
© FUOC • PID_00234913 Contextos

Índice

Introducción............................................................................................... 5

1. El contexto sociopolítico................................................................. 7
1.1. Los antecedentes lejanos ............................................................. 7
1.2. Los años sesenta-setenta ............................................................. 10

2. El contexto sociocultural................................................................. 23
2.1. De la fenomenología al estructuralismo ..................................... 24
2.2. En torno a la ideología y la política ........................................... 28
2.3. Movimientos sociales y contraculturales .................................... 31
2.4. Las nuevas propuestas artísticas ................................................. 36

3. Mayo del 68 y sus alrededores........................................................ 38


3.1. La Internacional Situacionista .................................................... 38
3.2. Los acontecimientos de Mayo de 1968 ...................................... 40
3.3. Otros focos de contestación ....................................................... 43
3.4. Sobre algunas consecuencias de la contestación ........................ 44

4. El contexto cinematográfico.......................................................... 47

Bibliografía................................................................................................. 53
© FUOC • PID_00234913 5 Contextos

Introducción

La progresiva� radicalización� de� las� actividades� cinematográficas, en sus


planos productivo, crítico y teórico, en la perspectiva del uso�del�cine�como
dispositivo�crítico desarrollada durante los años sesenta y primeros setenta
del siglo XX, no puede entenderse si no es en el marco de unos contextos mar-
cados por diversos fenómenos�sociopolíticos y otras tantas convulsiones�en
el�campo�de�las�ideas y las costumbres. El nexo común a todo ello se reconoce
bajo apelativos como «los�años�de�la�contestación» o la «era�de�la�protesta»,
fórmulas que alcanzan mucho más allá de territorio de lo explícitamente po-
lítico para extender la dimensión crítica a múltiples instituciones, actitudes,
comportamientos, etc.

En este módulo se pretende sintetizar ese magma que va a actuar como tras-
fondo de la actividad cinematográfica y que, además, va a tener notables inci-
dencias en lo que posiblemente sea la culminación del cine como dispositivo
crítico. Para ello, se abordarán someramente en los sucesivos capítulos tres
contextos�centrales:

• El sociopolítico.
• El sociocultural.
• El específicamente cinematográfico.

No se pretende aquí desarrollar a fondo los múltiples aspectos que engloba ca-
da uno de esos apartados, sino meramente restituir aquellos que tendrán ma-
yor incidencia para la comprensión de los rasgos que caracterizarán las con-
vulsiones sufridas por el aparato cinematográfico.

Como complemento al texto, se ha considerado conveniente añadir una apor-


tación filmográfica. Dado que se trata de hablar sobre cine, parece aconsejable
acudir a los propios textos fílmicos como material iluminador de los diferentes
apartados de la contextualización política, social y cinematográfica, bajo un
doble registro:

• De una parte, aquellos films generados contemporáneamente al período


evocado.

• De otra, aquellos títulos que a posteriori han abordado la reconstrucción


histórica de ese pasado reciente y que pueden servir tanto de ilustración
rememorativa como de reflexión más o menos analítica.
© FUOC • PID_00234913 6 Contextos

Junto con bibliografía general, lecturas recomendadas sobre aspectos concre-


tos, citas bibliográficas insertas en el texto o ampliaciones de los temas desa-
rrollados situadas al margen, incluimos, pues, esas referencias filmográficas,
generosas aunque no exhaustivas, regidas siempre por un criterio de idonei-
dad y pertinencia.
© FUOC • PID_00234913 7 Contextos

1. El contexto sociopolítico

1.1. Los antecedentes lejanos

El devenir político de los años sesenta todavía está bajo el influjo de las conse-
cuencias de la Segunda Guerra Mundial, cuando menos en dos aspectos esen-
ciales:

• La división del mundo en dos bloques políticos, el occidental-capitalista,


liderado por Estados Unidos –auténtico vencedor del conflicto bélico– y el
oriental-socialista, dirigido por la URSS.

• Las últimas consecuencias de los procesos descolonizadores que comenza-


ron con la independencia del subcontinente indostánico en 1947.

Sin embargo, algunos elementos significativos han ido apareciendo en los


años transcurridos desde el final de la guerra. Sintéticamente, detectaríamos
los siguientes entre los que tienen raíces más lejanas:

1) El desarrollo�de�la�energía�atómica como posible arma bélica, lo que intro-


duce el llamado equilibrio del terror, que permite mantener el carácter «frío»
del enfrentamiento, salvo en algunas circunstancias «calientes» (por ejemplo:
la guerra de Corea). Esa hipótesis de guerra nuclear alcanza su paroxismo en la
crisis de los misiles de Cuba, en octubre de 1962, en pleno supuesto deshielo
entre las dos potencias. Por otra parte, el enfrentamiento entre ellas se expan-
de a otros campos, especialmente a la llamada carrera espacial, que arranca en
los años cincuenta.

2) La radicalización�formal�de�la�división�entre�ambos�bloques, que se con-


creta primero con conflictos bélicos (guerra civil griega, 1945-1949), luego con
la partición de Alemania (RFA y RDA) en 1949, y se visualiza con la erección
del Muro de Berlín el 13 de agosto de 1961, consagrando la noción del telón de
acero como límite entre los territorios capitalista y comunista, que se integran
en dos organizaciones político-militares, la OTAN y el Pacto de Varsovia, res-
pectivamente. Esa situación estratégica influirá en el sostén a regímenes auto-
ritarios en el Occidente europeo (España, Portugal, Grecia), mantenidos hasta
mediados de los años setenta.

3) La progresiva expansión�de�los�valores�de�la�sociedad�norteamericana
que acompañan a su primacía económica, política y militar, ejemplificada ya
en la posguerra con el desarrollo del plan Marshall.
© FUOC • PID_00234913 8 Contextos

4) La expansión del desarrollismo�económico –bajo la fórmula del llamado


milagro�económico– en varios países de la Europa occidental, principalmente
la RFA e Italia, que junto con otras cuatro naciones (Francia, Bélgica, Luxem-
burgo y Países Bajos) firmarán el Tratado de Roma (1957), que dará lugar al
Mercado Común europeo. Esa circunstancia económica tendrá diversas reper-
cusiones, desde el paulatino asentamiento de la llamada sociedad�de�consumo
(y del�bienestar) hasta potentes fenómenos migratorios desde el sur de Euro-
pa (Italia, España, Portugal, Yugoslavia, Grecia y Turquía) hacia los países más
desarrollados económicamente.

Filmografía

Las�dictaduras�del�sur�de�Europa:

La guerra ha acabado (La Guerre est finie; A. Resnais, 1966).

Z (Z; Costa-Gavras, 1969).

O Thiassos (Th. Angelopoulos, 1975).

Deus, patria e autoridade (R. Simoes, 1976).

Sonámbulos (M. Gutiérrez Aragón, 1977).

Viva la clase media (J. M. González Sinde, 1980).

Los santos inocentes (M. Camus, 1984).

El Lute: camina o revienta (V. Aranda, 1987).

El tren de la memoria (M. Arribas-A. Pérez, 2005).

Un franco, 14 pesetas (C. Iglesias, 2006).

Salvador (M. Huerga, 2006).

5) La aparición de los primeros�conatos�emancipatorios respecto al estatuto


geopolítico instaurado en la conferencia de Yalta, entre los países�integrados
en�el�área�de�influencia�de�la�URSS: Berlín (1953), Polonia (1956) y Hun-
gría (1956), son los ejemplos más claros del intento de liberalización política
–aún dentro de los esquemas socialistas– y de autonomía respecto al liderazgo
soviético. El caso más grave fue el desmantelamiento militar de la rebelión
húngara por la invasión de las tropas del Pacto de Varsovia, procedimiento
repetido con ocasión de la llamada Primavera de Praga, experiencia reprimida
en agosto de 1968. Paralelamente, tras la muerte de Stalin (marzo de 1953) se
producirá la llamada desestalinización, con su denuncia del culto a la persona-
lidad y del realismo socialista, concretada por el nuevo secretario general del
PCUS, Nikita Jruschov, en el XX Congreso del partido (febrero de 1956).

Filmografía

La�sociedad�socialista:

Los brujos inocentes (Niewinni czarodzieje; W. Wajda, 1960).

El coraje cotidiano (Kazdy den odvahu; E. Schorm, 1964).

Los verdes años (Zoldar; I. Gaal, 1965).


© FUOC • PID_00234913 9 Contextos

Walkover (Walkover; J. Skolimowski, 1965).

Mne dvadtsat let [Tengo 20 años] (M. Juciev, 1965).

Andrei Rublev (Andrei Rubliov; A. Tarkovski, 1966).

Hori, ma panenko [El baile de los bomberos] (M. Forman, 1967).

Rece do gory [Arriba las manos] (J. Skolimowski, 1967-81).

10.000 soles (Tizezer Nap; F. Kosa, 1967).

La piedra lanzada (Feldobott Kö; S. Sara, 1968).

La estructura del cristal (Struktura krysztalu; K. Zanussi, 1969).

A Tanu [El testigo] (P. Bacso, 1969).

Territorio prohibido (Tiltott terulet; P. Gabor, 1969).

Los halcones (Magasiskola; I. Gaal, 1970).

Ucho [La oreja] (K. Kachina, 1970).

Jelenidö [Tiempo presente] (P. Bacso, 1971).

Slike iz zivota udarnika [Escenas de la vida de un trabajador de choque] (B. Cengic, 1972).

La prima (Premija; S. MIkaelian, 1976).

El hombre de mármol (Czlowiek z marmuru; A. Wajda, 1977).

La insoportable levedad del ser (The Unbearable Lightness of Being; Ph. Kauffman, 1987).

6) La disputa�de�la�centralidad�del�bloque�comunista por parte de la Repú-


blica�Popular�China, nacida definitivamente en 1949, cuya influencia no solo
abarcará su área geográfica (extendida curiosamente hasta Albania), sino que
contaminará las organizaciones izquierdistas occidentales bajo los principios
del maoísmo. Esa disputa, bajo la acusación de revisionismo hacia la URSS, se
concreta a finales de los años cincuenta con la ruptura formal entre los dos
principales países comunistas y la subsiguiente división de su bloque.

7) La consolidación� del� proceso� descolonizador que acaba con los


imperios europeos, muchas veces de forma no pacífica: guerras de In-
donesia (1945-1949), Indochina (1945-1954), Madagascar (1947), Malasia
(1948-1960), Kenia (1952-1959), Argelia (1954-1962), Congo (1961-1965), An-
gola (1961-1975), Mozambique (1964-1975), etc. Muchos de esos países de re-
ciente constitución, junto con otros que han roto con las áreas de influencia
establecidas (desde la Yugoslavia comunista liderada por Tito al Egipto del na-
cionalista Nasser, capaz de nacionalizar el canal de Suez, provocando una cri-
sis internacional en 1956), se autodenominan «no alineados», dando origen
a la noción de tercer mundo.

8) Los años cincuenta significan la expansión�de�la�clase�media�norteameri-


cana, gracias al bienestar económico, y el definitivo despegue de la sociedad
de�consumo con especial expresión en el crecimiento demográfico (el baby
boom) –que motivará el nacimiento de la juventud (los teenagers) como seg-
mento social con poder adquisitivo y nuevas formas culturales–, con la apari-
© FUOC • PID_00234913 10 Contextos

ción de nuevos medios de comunicación (televisión), con un urbanismo abo-


cado a la extensión periférica de la ciudad que va acompañado del incremento
del parque automovilístico, etc.

9) Los conflictos�derivados�del�nacimiento�del�Estado�de�Israel y la parti-


ción de Palestina, muy vinculado al descubrimiento del horror de los campos
de exterminio tras la caída del nazismo, sea en su forma bélica (guerras de
1948 y 1956) o política, con un especial auge de cierto panarabismo y de la
constitución de un nuevo modelo socializante, ejemplificado por la cultura
del kibutz.

Filmografía

El�sionismo�y�la�causa�palestina:

Hill 24 Doesn't Answer (Th. Dickinson, 1955).

Éxodo (Exodus; O. Premingerm, 1960).

La sombra de un gigante (Cast a Giant Shadow; M. Shavelson, 1966).

Le moineau (Y. Chahine, 1967).

Un mur à Jerusalem (F. Rossif, 1968).

Pour quoi Israel? (C. Lanzmann, 1973).

Kafr Kassem (Kafr Kassem; B. Alaouie, 1974).

L’heure de la libération a sonné (H. Srour, 1974).

L’Olivier (S. Le Peron, 1975).

Le Liban dans la tourmente (J. Saab-J. Stocklin, 1975).

Fortini/Cani (J. M. Straub-D. Huilllet, 1976).

21 horas en Múnich (21 Hours at Munich; W. Graham, 1976).

Domingo negro (Black Sunday; J. Frankenheimer, 1977).

Operación Relámpago (Mivtsa Yonatan / Entebbe: Operation Thunderbolt; M. Golan, 1977).

West Beirut (West Beyrouth; Z. Doueri, 1998).

One Day in September (K. McDonald, 1999).

Kippur (A. Gitai, 2000).

Ralph Bunge: An American Odyssey (W. Greaves, 2001).

Persona non grata (O. Stone, 2002).

Múnich (Munich; S. Spielberg, 2005).

1.2. Los años sesenta-setenta

Focalizando más nuestra atención sobre los años sesenta, contexto cercano al
despliegue pleno del cine como dispositivo crítico, debemos resaltar ciertos
acontecimientos más concretos:
© FUOC • PID_00234913 11 Contextos

1)�Francia, en pleno conflicto argelino, pasa�de�la�IV�a�la�V�República, en-


cabezada por el general Charles�de�Gaulle (y con André Malraux al frente del
novedoso Ministerio de Cultura); en su haber estará el final de la guerra, con
los acuerdos de Evian (marzo de 1962), tras una profunda división social con
amplias repercusiones en el terreno intelectual (campañas de Jean-Paul Sar-
tre desde Les Temps Modernes o libros-denuncia, como La Question, de Henry
Alleg, o la creación de la Red Jeanson) y el empeño en convertir a Francia en
potencia nuclear. Paralelamente, se producirán las escisiones y el desgaste de
la SFIO (Section Française de la Internationale Ouvrière), que desembocarán
en la creación del PSF (Parti Socialiste Français) en mayo de 1969.

Filmografía

La�Francia�de�De�Gaulle:

Al final de la escapada (A bout de souffle; J. L. Godard, 1960).

Crónica de un verano (Chronique d´un été; J. Rouch-E. Morin, 1961).

Cleo de 5 a 7 (Cléo de 5 à 7; A. Varda, 1961).

Deux ou trois choses que je sais d’elle (J. L. Godard, 1967).

O salto (Ch. de Chalonge, 1968).

Elise ou la vrai vie (M. Drach, 1969).

Le temps de vivre (B. Paul, 1969).

Le chagrin et la pitié (M. Ophuls, 1971).

El atentado (L’attentat; Y. Boisset, 1972).

Chacal (The Day of the Jackal; F. Zinnemann, 1972).

Les Bicots-nègres, vos voisins (M. Hondo, 1974).

Mémoires d’immigrés (Y. Benguigui, 1996).

La�guerra�de�Argelia:

El soldadito (Le petit soldat; J. L. Godard, 1961).

Adieu, Philippines (J. Rozier, 1963).

Octobre à Paris (J. Panijel, 1962).

Muriel (Muriel ou le temps d’un retour; A. Resnais, 1963).

La batalla de Argel (La battaglia di Algeri; G. Pontecorvo, 1966).

Mando perdido (Lost Command; M. Robson, 1966).

Le Vent des Aures (M. Lakhdar-Hamina, 1966).

La Guerra d’Algerie (Y. Courrière, 1970-1972).

R. A. S. (Y. Boisset, 1972).

Avoir 20 ans dans les Aurès (R. Vautier, 1972).

Chronique des années de braise (M. Lakhdar Hamina, 1975).

La cuestión (La Question; L. Heynneman, 1977).


© FUOC • PID_00234913 12 Contextos

La Guerre sans nom (B. Tavernier, 1992).

La traición (La trahison; Ph. Faucon, 2005).

2)�Gran�Bretaña experimentó en la posguerra el nacimiento�del�welfare�state


merced al éxito electoral del Partido Laborista (Atlee, 1945-1951), que tras per-
der el poder comenzará una nueva etapa con su renuncia al marxismo (con-
greso de Brighton, 1957). Tras notables convulsiones sociales (pérdida del im-
perio y de la primacía mundial, crecimiento de la inmigración, pervivencia
decadente de los principios victorianos, influencia cultural norteamericana,
nacimiento de movimientos juveniles, campañas antinucleares, etc.), se lle-
ga a un nuevo período laborista (Wilson, 1964-1970) y a las profundas trans-
formaciones socioculturales de los años sesenta, con Londres como epicentro
mundial.

Filmografía

Gran�Bretaña:�del�imperio�al�swinging�London:

March to Aldermaston (L. Anderson, 1958).

Mirando hacia atrás con ira (Look Back in Anger; T. Richardson, 1959).

El animador (The Entertainer; T. Richardson, 1960).

Sábado noche, domingo mañana (Saturday Night, Sunday Morning; K. Reisz, 1960).

The Kitchen (J. Hill, 1961).

The Laether Boys (S. Furie, 1963).

Blow-Up (Blow-Up; M. Antonioni, 1966).

Tiempo de locura (Smashing Time; D. Davis, 1967).

If… (If…; L. Anderson, 1968).

Domingo, maldito domingo (Sunday, Bloody Sunday; J. Schlesinger, 1971).

My Childhood (B. Douglas, 1972).

Ábrete de orejas (Prick Up Your Ears; S. Frears, 1987).

Escándalo (Scandal; M. Caton Jones, 1989).

La�cuestión�irlandesa:

Jaque a la reina (Hennessy; D. Sharp, 1975).

Cal (P. O´Connor, 1984).

Agenda oculta (Hidden Agenda; K. Loach, 1989).

Juego de patriotas (Patriot Games; Ph. Joyce, 1992).

Juego de lágrimas (The Cryin Game; N. Jordan, 1992).

En el nombre del padre (In the Name of the Father; J. Sheridan, 1993).

En el nombre del hijo (Some Mother's Son; T. George, 1996).

Michael Collins (Michael Collins; N. Jordan, 1996).

El boxeador (The boxer; J. Sheridan, 1997).


© FUOC • PID_00234913 13 Contextos

La sombra del diablo (The Devil's Own; A. J. Pakula, 1997).

El General (The General; J. Boorman, 1998).

Domingo sangriento (Bloody Sunday; P. Greengrass, 2002).

Omagh (Omagh; P. Travis, 2004).

Cinco minutos de gloria (Five Minutes of Heaven; O. Hirschbiegel, 2009).

3) En la RFA, el milagro�económico, conducido por la CDU (Christlich-De-


mokratische Union Deutschlands) de Konrad Adenauer y Ludwig Erhard (en el
poder entre 1949 y 1969), tiene su reflejo en la renuncia del SPD (Sozialdemo-
kratische Partei Deutschlands) al marxismo en el congreso de Bad Godesberg
(noviembre de 1959), la expulsión de su rama universitaria, el SDS (1961), y en
el nacimiento del neonazi NDP (Nazional Demokratische Partei) en noviem-
bre de 1964. Todo ello desemboca en la gran coalición CDU-SPD (1966) con
Willy Brandt como vicepresidente (y futuro jefe de gobierno, 1969-1974), que
desarrolla un neoautoritarismo anticontestatario (Ley de partidos, 1967; esta-
do de excepción, 29-V-1968) que incluye la supresión de derechos civiles (in-
violabilidad del teléfono, correo y domicilio; servicio militar obligatorio para
mujeres), la reforma universitaria y un cómplice reformismo sindical.

Filmografía

RFA:�del�milagro�económico�a�los�años�del�plomo:

No reconciliados (Nicht versöhnt; J. M. Straud, 1965).

Una muchacha sin historia (Abschied von gestern; A. Kluge, 1966).

Escenas de caza en la Baja Baviera (Jagdszenen aus Niederbayern; P. Fleischmann, 1968).

Todos nos llamamos Alí (Angst essen Seele auf; R. W. Fassbinder, 1974).

El honor prohibido de Katharina Blum (Die verlorene Whre der Katharina Blum; V. Schlöndorff,
1975).

Viaje a la felicidad de Mamá Kusters (Mutter Küsters' Fahrt zum Himmel; R. W. Fassbinder,
1975).

El segundo despertar de Christa Klages (Das zweite Erwachen der Christa Klages; M. von Trotta,
1977).

El cuchillo en la cabeza (Messer im Kopf; R. Hauff, 1978).

Alemania en otoño (Deutschland im Herbst; Varios autores, 1978).

La tercera generación (Die dritte Generation; R. W. Fassbinder, 1979).

Palermo o Wolfsburg (Palermo oder Wolfsburg; W. Schroeter, 1979).

Der Kandidat (A. Kluge, 1980).

Las hermanas alemanas (Die bleierne Zeit; M. von Trotta, 1981).

Lola (Lola; R. W. Fassbinder, 1981).

Stammheim, el proceso (Stammheim; R. Hauff, 1986).

El silencio tras el disparo (Die Stille nach dem Schuss; V. Schlöndorff, 2000).

Die Innere Sicherheit (Ch. Petzold, 2000).


© FUOC • PID_00234913 14 Contextos

Baader (Ch. Roth, 2002).

RAF: Facción del Ejército Rojo (Der Baader Meinhof Komplex; U. Edel, 2008).

Wer wenn nicht wir (A. Veiel, 2011).

4)�Italia, que vio instaurada la República en 1946, tras la caída del fascismo y
el referéndum sobre la monarquía, consolida el poder de la DC (Democrazia
Cristiana) desde 1948 hasta que culmina la apertura�a�sinistra pactando con
el PSI (Partito Socialista Italiano) en 1962, tras la ruptura de la alianza de este
con el PCI (Partito Comunista Italiano) en 1956, que sigue siendo el gran par-
tido de la izquierda italiana y europea, con una muy fuerte incidencia en el
campo cultural y muy específicamente cinematográfico.

Filmografía

Italia:�de�la�apertura�a�sinistra�al�terrorismo:

La dolce vita (La dolce vita; F. Fellini, 1959).

Rocco y sus hermanos (Rocco e i suoi fratelli; L. Visconti, 1961).

El empleo (Il posto; E. Olmi, 1961).

Una vida difícil (Una vita difficile; D. Risi, 1961).

Divorcio a la italiana (Divorzio alla italiana; P. Germi, 1963).

Il fuorilegge del matrimonio (P. y V. Taviani, 1963).

Pelle viva (G. Fina, 1963).

Le mani sulla città (F. Rosi, 1963).

Antes de la revolución (Prima della rivoluzione; B. Bertolucci, 1964).

Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha (Indagine suun cittadino al di sopra di
ogni sospetto; E. Petri, 1970).

¡Queremos los coroneles! (Vogliamo i colonelli; M. Monicelli, 1972).

Trevico-Torino (E. Scola, 1972).

El caso Mattei (Il caso Mattei; F. Rosi, 1973).

Delito de amor (Delitto d’amore; L. Comencini, 1973).

Confidencias (Gruppo di familia in un interno; L. Visconti, 1974).

Tres hombres y una mujer (C’eravamo tanto amati; E. Scola, 1974).

Todo Modo (Todo Modo; E. Petri, 1976).

Excelentísimos cadáveres (Cadaveri eccellenti; F. Rosi, 1976).

Un burgués pequeño, pequeño (Un borghese piccolo, piccolo; M. Monicelli, 1977).

Padre, patrón (Padre, padrone; Hnos. Taviani, 1977).

La terraza (La terrrazza; E. Scola, 1980).

La historia de un hombre ridículo (La tragedia di un uomo ridicolo; B. Bertolucci, 1981).

Colpire al cuore (G. Amelio, 1983).

El caso Moro (Il caso Moro, G. Ferrara; 1984).


© FUOC • PID_00234913 15 Contextos

Secretos, secretos (Segreti segreti; G. Bertolucci, 1985).

La segunda vez (La seconda volta; M. Calopresti, 1995).

Buenos días, noche (Buogiorno, notte; M.Bellocchio, 2003).

La mejor juventud (La meglio gioventú; M.T. Giordana, 2003).

Mi hermano es hijo único (Mio fratello è figlio único; D. Luchetti, 2007).

La prima línea (R. de Maria, 2009).

Piazza Fontana: romanzo di una strage (M. T. Giordana, 2012).

5) Las luchas anticolonialistas devienen en antiimperialistas en estos años


sesenta, con diversos focos. Estados Unidos sucede a Francia en la guerra de
Vietnam (extendida a Laos y Camboya), defendiendo el régimen dictatorial de
Vietnam del Sur ante el comunista de Vietnam del Norte (apoyado por la URSS
y no por China). La intensificación de la intervención norteamericana (de
16.000 soldados en 1963 a 500.000 en 1968, con 55.000 muertos) se extiende
desde 1964 hasta 1973, cuando los tratados de París provocan su retirada, si
bien la guerra termina con la caída de Saigón en 1975. Sucesos como el falso
incidente del golfo de Tonkin (1964), los bombardeos del Norte (a partir de
1965), la ruta Ho-Chi-Minh, la ofensiva comunista del Tet (1968), etc. jalonan
el desarrollo de una guerra capaz de provocar un considerable disenso en los
propios Estados Unidos (sentadas [sit-in], manifestaciones, quema de cartillas
de reclutamiento, deserciones y exilios de conscriptos, etc.) y una oleada an-
tiamericana en todo el mundo que tendrán amplia resonancia en los medios
de comunicación y en el propio cine.

La contestación a la guerra de Vietnam en Occidente

En Europa occidental la oposición a la guerra del Vietnam se manifestó de múltiples


maneras: la fundación Russell (1963) y el VSC (Vietnam Solidarity Campaign, 1966) en
Gran Bretaña; el CVN (Comité Vietnam National, 1966) y el CVB (Comité Vietnam de
Base, 1967) en Francia; o el movimiento organizado por el SDS desde la Freie Universität
de Berlín y la fundación Comuna I, creada en Berlín en marzo de 1967 y expulsada del
SDS en mayo del mismo año por su radicalismo.

Filmografía

Estados�Unidos/Vietnam:

Loin du Vietnam (Varios autores, 1967).

Dix-septième parallèle (J. Ivens, 1967).

Boinas verdes (The Green Berets; J. Wayne, 1968).

In the Year of the Pig (E. de Antonio, 1969).

Richard M. Nixon (E. de Antonio, 1971).

Winter Soldiers (Varios autores, 1972).

Hearts and Minds (P. Davis, 1972).

El cazador (The Deer-Hunter; M. Cimino, 1978).

El regreso (Coming Home; H. Ashby, 1978).

Apocalypse Now (F. F. Coppola, 1979).


© FUOC • PID_00234913 16 Contextos

Los gritos del silencio (The Killing Fields; R. Joffe, 1984).

Platoon (O. Stone, 1986).

La chaqueta metálica (Full Metal Jacket; S. Kubrick, 1987).

Good Morning, Vietnam (B. Levinson, 1987).

Nacido el 4 de julio (Born on the Fourth of July; O. Stone, 1989).

El desafío: Frost contra Nixon (Frost/Nixon; R. Howard, 2008).

6) El fermento antiimperialista tiene otro gran foco en Latinoamérica, en


paralelo al apoyo norteamericano a diversos golpismos, sea con intervencio-
nes directas –muy tempranas en Centroamérica (Panamá, Guatemala, Nicara-
gua, Honduras)–, sea con posteriores ayudas a los golpes militares que jalonan
Brasil, Chile, Argentina, Uruguay, etc., en los sesenta y setenta. Con la Revo-
lución cubana culminada por Fidel Castro en 1959, se extiende por el subcon-
tinente la lucha�guerrillera rural o urbana, ejemplificada por el foquismo en
Bolivia de Ernesto Che Guevara (que se convierte en un símbolo mundial para
el inconformismo juvenil, con su efigie reproducida en múltiples pósteres) y
luego prolongada desde comienzos de los setenta por las FARC colombianas, el
brasileño ALN (Açao Libertadora Nacional), los montoneros peronistas de iz-
quierdas y el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) argentinos, los tupama-
ros uruguayos, el chileno MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), etc.

Filmografía

Latinoamérica:�del�golpismo�a�la�guerrilla:

Los fusiles (Os fuzis; R. Guerra, 1964).

El Che Guevara (P. Heusch, 1968).

Memorias del subdesarrollo (T. Gutiérrez Alea, 1968).

La hora de los hornos (F. Solanas-O. Getino, 1968).

Che! (R. Fleischer, 1969).

La sangre del cóndor (J. Sanjinés, 1969).

Sierra Maestra (A. Giannarelli, 1969).

Queimada (G. Pontecorvo, 1969).

Voto + Fusil (H. Soto, 1970).

México, la revolución congelada (R. Gleyzer, 1970).

Los traidores (R. Gleyzer, 1972).

Estado de sitio (Etat de siège; Costa-Gavras, 1972).

Operación Masacre (J. Cedrón, 1972).

El enemigo principal (J. Sanjinés, 1973).

Camilo Torres (F. Norden, 1974).

Llueve sobre Santiago (H. Soto, 1975).

La espiral (La Spirale; A. Mattelart, 1975).


© FUOC • PID_00234913 17 Contextos

Crónica de un subversivo latinoamericano (M. Walerstein, 1975).

La batalla de Chile (P. Guzmán, 1976-1981).

Llueve sobre Santiago (H. Soto, 1976).

La insurrección (P. Lilienthal, 1979).

Desaparecido (Missing; Costa-Gavras, 1981).

La historia oficial (L. Puenzo, 1985).

Las madres de la Plaza de Mayo (S. Blaustein Muñoz-L. Portillo, 1985).

La noche de los lápices (H. Olivera, 1986).

O que é isso companheiro? (B. Barreto, 1997).

Perón, sintonía del sentimiento (L. Favio, 1999).

Garaje Olimpo (M. Bechis, 1999).

El caso Pinochet (P. Guzmán, 2001).

Comandante (O. Stone, 2003).

Machuca (A. Wood, 2004).

Calle Santa Fe (C. Castillo, 2007).

El secreto de sus ojos (J. J. Campanella, 2009).

Infancia clandestina (B. Ávila, 2012).

No (P. Larrain, 2012).

La�cuestión�vasca�y�el�terrorismo:

Camada negra (M. Gutiérrez Aragón, 1977).

Operación Ogro (Ogro; G. Pontecorvo, 1979).

El proceso de Burgos (I. Uribe, 1979).

La fuga de Segovia (I. Uribe, 1981).

La muerte de Mikel (I. Uribe, 1983).

Ander y Yul (Ander eta Yul; A. Díez, 1989).

Sombras en una batalla (M. Camus, 1993).

Días contados (I. Uribe, 1994).

A ciegas (D. Calparsoro, 1997).

Yoyes (H. Taberna, 1999).

El viaje de Arián (E. Bosch, 2000).

Asesinato en febrero (E. Ortega, 2001).

La playa de los galgos (M. Camus, 2003).

La pelota vasca (J. Medem, 2003).

Olvidados (I. Arteta, 2004).

Perseguidos (E. Ortega, 2004).

El lobo (M. Courtois, 2004).


© FUOC • PID_00234913 18 Contextos

Trece entre mil (I. Arteta, 2005).

Salvador (M. Huerga, 2006).

GAL (M. Courtois, 2006).

Todos los días son tuyos (J. L. Gutiérrez, 2007).

Clandestinos (A. Hens, 2007).

La casa de mi padre (G. Merchán, 2008).

Tiro en la cabeza (J. Rosales, 2008).

Todos estamos invitados (M. Gutiérrez Aragón, 2008).

El infierno vasco (I. Arteta, 2008).

Jitsuroku rengô sekigun: Asama sansô e no michi [Ejército Rojo Unido] (K. Wakamatsu, 2008).

Al final del túnel (E. Ortega, 2011).

7) Junto con la movilización contra la guerra de Vietnam, Estados�Unidos se


ve afectado por otros fenómenos sociopolíticos de gran importancia, comen-
zando por los movimientos de pro derechos civiles para la población afroame-
ricana. El antisegregacionismo (que demanda el derecho al voto, la movili-
dad, la igualdad en la enseñanza, etc.) adopta las formas pacíficas y cívicas en-
cabezadas por Martin Luther King, líder de la llamada Marcha sobre Washington
(1963), premio Nobel de la Paz (1964) y asesinado en Memphis (4-V-1968).
Pero también opciones más agresivas, como las que representan las revueltas
del barrio de Watts (Los Ángeles, agosto de 1965) y diversos motines entre
1965 y 1968 (Newark, Detroit, Oakland) con cerca de doscientos muertos; de
ahí deriva la constitución del Black Panther Party (verano de 1966), con líderes
carismáticos como los fundadores Huey P. Newton y Bobby Seale, junto con
Angela Davis, Stokely Carmichael, Eldridge Cleaver, Bobby Hutton o George
Jackson. Todo ello se integraba en el seno del llamado Black Power (mundial-
mente conocido por el desafío de algunos atletas afines durante los Juegos
Olímpicos de México, en 1968) y tenía como antecedente la figura de Malcom
X, miembro de la Nación del Islam y también asesinado (Nueva York, 1965).

Asimismo, cabe reseñar la presencia de los Young Lords portorriqueños (1968)


y los Brown Berets chicanos (1967), así como de otros grupos radicales, como
el SDS (Students for Democratic Society), impulsores del sit-in o sentada con-
testataria; de su facción, los Weatherman, caracterizados por la colocación de
bombas en edificios públicos y de los que se desgajaría la guerrilla del Black
Liberation Army; de los yippies (Youth International Party, 1967), fundados
por Abbie Hoffman y Jerry Rubin, entre otros, que alcanzaron máxima noto-
riedad por los sucesos de la Convención Demócrata de Chicago en 1968, e
incluso de la tardía y pintoresca guerrilla del Ejército Simbiótico de Liberación
(Symbionese Liberation Army), creado en 1973 y que alcanzó notoriedad con
el secuestro de Patty Hearst, la nieta del magnate inspirador de Ciudadano Ka-
ne. También cabría añadir los primeros movimientos feministas, a partir del
Women´s Liberation Movement (1966).
© FUOC • PID_00234913 19 Contextos

Filmografía

Estados�Unidos:�política�/�derechos�civiles�/�guerrilla�/�magnicidios:

En el calor de la noche (In the Heat of the Night; N. Jewison, 1967).

The Edge (R. Kramer, 1968).

The Black Panthers (A. Varda, 1968).

Prologue (R. Spry, 1968).

Medium Cool (H. Wexler, 1969).

Cowboy de medianoche (Midnight Cowboy; J. Schlesinger, 1969).

Ice (R. Kramer, 1970).

Joe, ciudadano americano (Joe; J. Avildsen, 1970).

The Strawberry Statement (S. Hangman, 1970).

Eldridge Cleaver, Black Panther (W. Klein, 1970).

Milhouse: A White House Comedy (E. de Antonio, 1971).

El candidato (The Candidate; M. Ritchie, 1972).

American Grafiti (American Graffiti; G. Lucas, 1973).

Serpico (S. Lumet, 1973).

El último testigo (The Parallax View; A. J. Pakula, 1974).

Nashville (R. Altman, 1975).

Todos los hombres del presidente (All the President´s Men; A. J. Pakula, 1976).

Rocky (J. Avildsen, 1976).

Secret Honor (R. Altman, 1984).

Arde Mississipi (Burning Mississipi; A. Parker, 1988).

The Thin Blue Line (E. Morris, 1988).

J. F. K.: caso abierto (J. F. K.; O. Stone, 1991).

L. B. J. The American Experience (D. Grubin, 1991).

Hoffa, un pulso al poder (Hoffa; D. de Vito, 1992).

Malcolm X (S. Lee, 1992).

Forrest Gump (R. Zemeckis, 1994).

Casino (M. Scorsese, 1995).

Nixon (O. Stone, 1995).

Apolo XIII (Apollo 13; R. Howard, 1995).

Huracán Carter (Hurricane Carter; N. Jewison, 1999).

Trece días (Thirteen Days; R. Donaldson, 2000).

The Weather Underground (S. Green-B. Siegel, 2002).

Bobby (E. Estévez, 2006).

El desafío: Frost contra Nixon (Frost / Nixon; R. Howard, 2008).


© FUOC • PID_00234913 20 Contextos

J. Edgar (C. Eastwood, 2011).

Criadas y señoras (The Help; T. Taylor, 2011).

Argo (B. Affleck, 2012).

(1)
8) La República�Popular�China no está exenta de convulsiones. Ya en 1956 «Permitir que 100 flores florez-
1 can y que cien escuelas de pensa-
se desarrolla la campaña de las 100 flores (1956-57), que pretendía abrir el miento compitan es la política de
desarrollo del régimen a la crítica y revisión. promover el progreso en las artes
y de las ciencias y de una cultura
socialista floreciente en nuestra tie-
rra».
Pero tras el fracaso de las medidas propulsoras del llamado Gran Salto Adelante
de comienzos de la década, será en agosto de 1966 cuando se coloca el primer
dazibao (diario mural) en la Universidad de Pekín, seguida de las primeras con-
centraciones de los jóvenes guardias rojos en la plaza de Ti en An Men, dando
inicio a la llamada Revolución�Cultural. Se trata de una campaña de masas
por iniciativa del propio Mao Zedong (con el apoyo de un sector dirigente,
la llamada Banda de los Cuatro) contra altos cargos del partido (sobre todo el
sector encabezado por Liu Shaoqi y Deng Xiaoping) e intelectuales conside-
rados traidores a los ideales revolucionarios. Extendida por todo el país, abar-
ca las zonas rurales, la clase obrera urbana y el propio ejército, mediante la
acción de los comités populares. Si bien el período más activo alcanza hasta
el IX Congreso del Partido (abril de 1969), sus consecuencias no se detienen
hasta la muerte de Mao y un subsiguiente golpe militar (1976) liderado por
Deng Xiaoping, que acarrea el arresto de la Banda de los Cuatro, el retorno al
estado anterior y el comienzo del giro económico hacia una economía mixta
de mercado. La reeducación forzosa de muchos intelectuales y su traslado a
zonas rurales, la purga de elementos del aparato de poder, el culto al líder Mao
Zedong y la síntesis de los principios marxista-leninistas asumidos por él en
el Libro rojo fueron los rasgos principales de un movimiento que tuvo impor-
tantes repercusiones en la izquierda occidental, dando lugar al desgajamien-
to de las tendencias maoístas respecto a los aparatos oficiales de los partidos
comunistas.

Filmografía

Hacia�el�despertar�chino:

Derrière la Grande Muraille (R. Menegoz, 1959).

China está cerca (La Cina è vicina; M. Bellocchio, 1967).

La Chinoise (J. L. Godard, 1967).

El ejército rojo de las mujeres (Hóngsè Niángzǐjūn, 1971).

Chung-Kuo. Cina (M. Antonioni, 1972).

Comment Yukong déplaça les montagnes (J. Ivens, 1976).

El último emperador (The Last Emperor; B. Bertolucci, 1987).

El rey de los niños (Hai zi Wang; Chen Kaige, 1987).

¡Vivir! (Huozhe; Zhang Yimou, 1994).

Adiós a mi concubina (Ba wang bie ji; Chen Kaige, 1993).


© FUOC • PID_00234913 21 Contextos

Xiu Xiu (J. Chen, 1998).

Balzac y la joven costurera china (Balzac et la petite tailleuse chinoise; Dai Sijie, 2002).

Sunflower (Xiang ri kui; Zhang Yang, 2005).

Qinghong [Sueños de Shanghái] (Wang Xiaoshuai, 2005).

Ciudad 24 (Er shi si cheng ji; Jia Zhang Ke, 2008).

Amor bajo el espino blanco (Shan zha shu zhi lian; Zhang Yimou, 2010).

9) A medida que avanza la década, en el conjunto de la Europa�occidental Ved también


se produce el nacimiento de la llamada nueva�izquierda, caracterizada por su
Trataremos el situacionismo en
antidogmatismo y antiburocratismo (claramente dirigidos contra el marxis- el apartado «La Internacional
mo soviético y los revisionistas partidos comunistas occidentales) y por su an- Situacionista».

tirreformismo (respecto a otras organizaciones de izquierdas absorbidas por


los sistemas de la democracia formal). Sus antecedentes se remontan al grupo
Socialisme ou Barbarie, nacido en Francia a finales de los años cuarenta como
escisión de la Cuarta Internacional y cuya revista dirige Cornelius Castoriadis
hasta 1966, derivando desde el trotskismo inicial hacia la autonomía obrera, el
consejismo y el socialismo libertario. Posteriormente en la propia Francia lle-
garán grupos como los espontaneístas del ICO (Informations Correspondance
Ouvrières, 1960) y los consejistas de Pouvoir Ouvrière (1963), además, eviden-
temente, de la Internationale Situationiste (IS), que publicará doce números
de su revista entre 1958 y 1969.

10) Esa nueva�izquierda se manifiesta como tal en diversas publicaciones.


En Gran Bretaña, gracias a la New Left Review (NLR), derivada de la inicial New
Reasoner (1959), integrada por exmilitantes del PCB escindidos en 1956. Con
un brillante comité de redacción constituido entre otros por Edward Thom-
pson, Doris Lessing, Ralph Milliband y Raymond Williams, esta publicación
será un auténtico faro de la izquierda anglosajona. A su vez, en Italia la re-
novación de la izquierda también se localiza en numerosas revistas: Quaderni
Piacentini (Piacenza, 1962), donde colaboran intelectuales como Piergiorgio
Bellocchio, Franco Fortini, Goffredo Foffi y Alberto Asor Rosa; Quaderni Rossi
(QR), creada por Rainiero Panzieri y Mario Tronti (Turín, 1961); al escindirse,
este último crea Classe operaia (1964) junto con Toni Negri y Massimo Cacciari,
e Il Potere Operaio (1967), favorable a la insurrección armada contra el Estado
y el sabotaje como forma de lucha.

En el resto de Europa destacan cabeceras más o menos efímeras como la ale-


mana Konkret (1957-1973), impulsada por Klaus Rainer Röhl, esposo de Ulri-
ke Meinhof (con firmas como Wolf Biermann, Heinrich Böll, Daniel Cohn-
Bendit, Rudi Dutschke, Günter Wallraff, Hans Magnus Enzensberger y Günter
Grass) y la holandesa Provo (1965-1968), portavoz del anarquizante y contra-
cultural movimiento homónimo que alcanzó relevancia sobre todo por los al-
tercados provocados cuando la boda de la princesa Beatriz (marzo de 1966).
© FUOC • PID_00234913 22 Contextos

Filmografía

La�nueva�izquierda:

Pajarracos y pajarillos (Uccellaci e uccellini; P. P. Pasolini, 1965).

China está cerca (La Cina è vicina; M. Bellocchio, 1967).

La Chinoise (J. L. Godard, 1967).

Partner (B. Bertolucci, 1968).

Amore e rabbia (Varios autores, 1968).


© FUOC • PID_00234913 23 Contextos

2. El contexto sociocultural

Sería insuficiente creer que los fenómenos contestatarios de los años sesenta
–y sus consecuencias en los setenta– se restringen al ámbito político.

Precisamente, uno de los elementos más novedosos y significativos de


esos años fue la colusión de la política con otras muchas protestas y re-
beliones que, desde la crítica de las instituciones y costumbres estable-
cidas, se expandieron inextricablemente por el conjunto de la sociedad.

Todo ello también alimentó el empeño�de�usar�el�dispositivo�cinematográ-


fico�de�forma�crítica, incluyendo –como veremos– el propio dispositivo en
esa crítica. El cine actuó en relación con las nuevas temáticas, movimientos,
objetivos e ideas que florecieron en esos años y, por tanto, resulta imprescin-
dible la reseña de sus factores más señalados. Así que propondremos un cierto
inventario, tan variopinto y disperso como se quiera, pero cuyo entramado
constituye un contexto ineludible.

Filmografía

El�espíritu�contestatario:

Trio (G. Mingozzi, 1967).

Week-end (J. L. Godard, 1967).

Dillinger ha muerto (Dillinger è morto; M. Ferreri, 1968).

Sotto il segno dello scorpione (Hnos. Taviani, 1968).

Pocilga (Porcile; P. P. Pasolini, 1969).

¿Por qué le da el ataque de locura al señor R? (Warnum laüft Herr R amok?; R. W. Fassbinder,
1969).

Charles muerto o vivo (Charles mort ou vif; A. Tanner, 1969).

Los caníbales (I canibali; L. Cavani, 1970).

La estrategia de la araña (La strategia del ragno; B. Bertolucci, 1970).

Zabriskie Point (Zabriskie Point; M. Antonioni, 1970).


© FUOC • PID_00234913 24 Contextos

2.1. De la fenomenología al estructuralismo

Al�término�de�la�guerra�mundial, en el campo filosófico se imponen, bajo Lectura recomendada


la influencia de los recientes horrores desvelados, las diversas tendencias exis-
Una precisa descripción del
tencialistas y fenomenológicas, sobre todo en el doble foco, francés (A. Kojè- panorama del pensamiento
ve, J. P. Sartre, M. Merleau-Ponty, S. de Beauvoir, J. Wahl, E. Lévinas, P. Ricoeur, francés de esos años puede
encontrarse en:
etc.) y alemán (con E. Husserl como punto de partida: M. Heiddeger, K. Jaspers, V.�Descombes (1982). Lo mis-
E. Fink, H. Gadamer, etc.), con el objetivo básico de refinar la correlación entre mo y lo otro. Cuarenta y cin-
co años de filosofía francesa
la cosa reducida al objeto y el pensamiento reducido a la conciencia. (1933-1978). Madrid: Cáte-
dra.

Sin embargo, al llegar los años sesenta, la concepción aún restringida de lo


filosófico como área específica se difumina, de tal manera que bien se diluye en
paradigmas de más amplio alcance cultural, bien se sintetiza en la trayectoria
de una serie de pensadores, que difícilmente pueden subsumirse bajo la mera
condición de filósofos, instituidos como maîtres penseurs en esos años sesenta
y setenta.

Filmografía

El�existencialismo�en�el�cine:

Les jeux sont faits (J. Delannoy, 1947).

Les mains sales (F. Rivers, S. Berriau, 1951).

Los orgullosos (Les orgueilleux; Y. Allegret, 1953).

Huit-clos (J. Audry, 1954).

I sequestrati di Altona (V. De Sica, 1962).

El silencio (Tystnaden; I. Bergman, 1963).

El proceso (Le Procès; O. Welles, 1962).

Persona (Persona; I. Bergman, 1966).

El extranjero (Lo straniero; L. Visconti, 1967).

Le mur (S. Roullet, 1967).

La hora del lobo (Vargtimmen; I. Bergman, 1967).

Kafka (S. Soderbergh, 1991).

La peste (L. Puenzo, 1992).

Le premier homme (G. Amelio, 2012).

Así, en�los�años�sesenta el paradigma�cultural más caracterizado será el es-


tructuralismo, capaz de alcanzar las disciplinas más diversas, de la antropo-
logía (Lévi-Strauss) a la lingüística y la crítica literaria, de la filosofía a la his-
toria, de las ciencias positivas al psicoanálisis y el marxismo…

Claude Lévi-Strauss

El estructuralismo de Claude Lévi-Strauss (1908-2009) parte de la sociología francesa


(Durkheim, Mauss), la antropología cultural americana (Boas, Lowie, Krober) y la lingüís-
tica del Círculo de Praga (Jacobson, Trubetskoi), superando el positivismo de la primera y
el particularismo de la segunda. A partir de su rechazo�del�etnocentrismo, desarrolla un
© FUOC • PID_00234913 25 Contextos

método comparatista que le permite determinar ciertas estructuras, inconscientes o «in-


variantes» para todas las culturas, detectables a partir del análisis de las relaciones pro-
fundas entre los fenómenos a salvo de las semejanzas aparentes y a favor de las diferen-
cias sistematizadas. Por ello, rechaza el historicismo (y la irrepetibilidad de todo suceso
histórico), la evolución social o el progreso (salvo por la ilusión etnocéntrica que califica
de primitivo lo que Lévi-Strauss denomina «pensamiento�salvaje»), el existencialismo y
la fenomenología (que consideran irreductibles la conciencia y la subjetividad). En cierto
modo, produce una deriva de la antropología hacia la semiología, asumiendo los aspec-
tos no verbales de las culturas como sistemas de signos y detectando los «mitemas» que
las recorren. Será acusado por U. Eco (en La estructura ausente) de acercarse a una nueva
metafísica y de la ambigüedad de su consideración como método (lo propugnado por
Lévi-Strauss), teoría, estilo, doctrina o ideología.

Principales obras: Las estructuras elementales del parentesco (1949), Tristes trópicos (1955),
Antropología estructural (1958), El pensamiento salvaje (1962), Lo crudo y lo cocido (1964).

De la descripción positivista característica de la fenomenología se pasará así a


la deconstrucción (Derrida); de la prioridad de la referencia (denotación) a la
de�la�enunciación; de la primacía de la conciencia del sujeto en su vivencia
productora de sentido a la deshumanización�estructuralista, negadora�del
papel�del�sujeto (la muerte del hombre y el fin de la historia) y de�la�posibi-
lidad�del�sentido:

«El sentido ya no es lo que está dado, y aquello cuyo lenguaje oscuro hay que comprender,
al contrario, es lo que se da a la estructura para constituir un modelo.»

M. Serres (1968). La communication (pág. 33). París: Minuit.

Jacques Derrida

Partiendo de la crítica de la fenomenología de Husserl y del psicoanálisis, basándose en


el ser como identidad y presencia originarias, Jacques Derrida (1930-2004) inicia su crí-
tica�al�logocentrismo y propone que el�ser�es «diferencia», del que solo alcanzamos
ciertas huellas o trazas. Luego invierte la tradición, anteponiendo una escritura originaria
(archiestructura) a la lengua hablada, desarrollando una oscura ciencia de la escritura
(gramatología). Paralelamente inicia –basado en Heidegger– la destrucción de la historia
de la metafísica (deconstrucción): ello implica mostrar la construcción de un concep-
to cualquiera a partir de procesos históricos y acumulaciones metafóricas, revisando las
condiciones de posibilidad de los sistemas conceptuales filosóficos y, con ello, del abuso
de la racionalidad. Asimismo, reivindica la noción de differance en un significativo doble
sentido: como diferencia y como participio del verbo diferir, de lo que resulta –por ejem-
plo– la irreductibilidad de la obra de arte a la idea o concepto (el sentido), negándole su
totalidad y por tanto cualquier aprehensión global, a favor de un sentido interminable-
mente alegórico del texto, ajeno a la referencialidad o denotación pura. Todo ello funda-
menta una democrática polisemia que convierte el acto de lectura en una diversidad de
«diseminaciones», incapaz de hallar una buena lectura.

Principales obras: La escritura y la diferencia (1966), La voz y el fenómeno. Introducción al


problema del signo en la fenomenología de Husserl (1967), De la gramatología (1967), La
diseminación (1972), Márgenes de la filosofía (1972), La carta postal. De Sócrates a Freud y
más allá (1980), La deconstrucción en las fronteras de la filosofía (1989), Mal d’archive (1995).

Ahí radica la importancia que toma la semiología como disciplina que abor-
da el funcionamiento de los signos –más allá del campo de lo estrictamente
lingüístico, aunque apoyada en ello– y de los códigos, que preceden y se inde-
pendizan (del mensaje y del emisor) instaurando un principio de pertinencia,
sobre todo en el marco del interés hacia la comunicación (Eco, Garroni):

«… una sociedad está compuesta de individuos y de grupos que se comunican entre sí.»

C. Lévi-Strauss (1958). Anthropologie structurale (pág. 326). París: Plon.


© FUOC • PID_00234913 26 Contextos

La connotación�se�identifica�con�la�ideología o las mitologías (Barthes), en


lo que básicamente deberá ser una crítica�del�discurso, en la medida en que
todas las manifestaciones de lo social (moda, deporte, ciencia, etc.) son formas
discursivas, igual que los propios films.

El formalismo�estructuralista, pues, desvía la atención desde los con-


tenidos hacia la dimensión�formal (Serres), fomentando la labor�com-
parativa y los aspectos�relacionales, revelando el sistema de funciones
en que se apoyan todos los modelos de una misma estructura. Y en la
comparación aparecen ante todo las diferencias (Deleuze), pues el va-
lor de cada elemento particular es diferencial o de oposición.

No se trata de interpretar (como aproximación a un contenido presente bajo


las apariencias), sino de establecer�las�equivalencias�formales o isomorfis-
mos. En el límite utópico del estructuralismo se vislumbra la idea de un código
universal determinante de los invariantes de todas las estructuras.

Gilles Deleuze

En la primera etapa de su obra, Gilles Deleuze (1925-1995) pretende invertir�la�relación


tradicional�identidad-diferencia en la metafísica mediante su revisión de filósofos co-
mo Hume, Kant, Bergson, Spinoza y Nietzsche; al tiempo, estudia las mutaciones del ca-
pitalismo expresadas en la evolución tecnológica. También desarrolla su reflexión sobre
la noción de repetición como una modalidad lógica y ontológica afirmativa, sin remi-
sión a un fundamento originario (en realidad inexistente), mientras que no considera la
diferencia subordinada a la identidad como negación o diversidad, sino como esencia
del movimiento. En El Anti-Edipo, escrito junto a Félix Guattari, critica el concepto freu-
diano y lacaniano de inconsciente (desde la categoría marxista de producción: más fábrica
que teatro); así, el esquizoanálisis propone al deseo como productor mediante «máqui-
nas�deseantes», afirmando el carácter social y político de los fantasmas inconscientes,
procediendo con ello a una desedipización y desterritorialización�del�inconsciente.
Luego introduce el uso del término botánico del rizoma para entender cierta forma de
pensar el desarrollo y la multiplicidad (distinta de la forma arborescente) en el marco de
un pensamiento nómada; para ello, también introduce el concepto de meseta. Posterior-
mente, abordará intensamente el pensamiento sobre el cine, con una de las principales
aportaciones de finales del siglo XX.

Principales obras: Empirismo y subjetividad (1953), Diferencia y repetición (1968), Lógica del
sentido (1969), El Anti-Edipo. Capitalismo y esquizofrenia (con F. Guattari, 1972), Rizoma
(Introducción) (con F. Guattari, 1976), Mil mesetas: Capitalismo y esquizofrenia (1980), La
imagen-movimiento. Estudios sobre cine I (1983), La imagen-tiempo. Estudios sobre cine II
(1985), El pliegue: Leibniz y el barroco (1988), ¿Qué es la filosofía? (1991).

La puesta�en�duda�del�positivismo, dudando de la victoria del logos sobre el


mythos y, por tanto, del triunfo de la racionalidad como expresión del orden
(Hegel: «Lo real es racional»), llevó a la crítica�del�logocentrismo (Derrida),
en pos de una «razón ampliada» capaz de entender la irracionalidad del loco o
del salvaje, que exceden o preceden la razón instrumental. De la misma forma
que el significante precede al significado y el mensaje indica las posibilidades
y límites del código, se plantea que el sentido surge del sinsentido (Deleuze) –
tal como ilustran el «significante flotante» (Lévi-Strauss) o la «metáfora signi-
ficante» (Lacan)–, como un «efecto de sentido».
© FUOC • PID_00234913 27 Contextos

Jacques Lacan

El polémico psicoanalista Jacques Lacan (1901-1981), ajeno a cualquier institución uni-


versitaria, por antitética a la esencia de la investigación psicoanalítica, propone un radi-
calizado «retorno�a�Freud», incorporando aportaciones del estructuralismo, la lingüísti-
ca, las filosofías fenomenológicas y existencialistas, la antropología, la geometría, la to-
pología y la teoría de los juegos. Entre sus aportaciones principales –expuestas de forma
no sistemática y eminentemente opaca, básicamente en sus diversos seminarios–, se en-
cuentra la concepción de un inconsciente�estructurado�como�un�lenguaje, operando
combinatoriamente por los mismos procesos que generan la metáfora y la metonimia,
asimilables respectivamente a las condensaciones y desplazamiento freudianos; explica
la relación entre consciente e inconsciente desde la topología, aplicando como modelo
la «banda�de�Moebius»; la identificación de la fase constitutiva de la psique humana con
el «estadio�del�espejo»; la distinción entre tres registros básicos de lo psíquico, imbrica-
dos según un nudo borromeo: lo�real, lo�imaginario y lo�simbólico; la concepción del
deseo como la articulación de las pulsiones (regidoras del comportamiento humano) en
el registro de lo simbólico y junto con el placer opuesto al mero goce (donde el sujeto
pierde su libertad), o el concepto de forclusión de lo simbólico aplicable al tratamiento de
la psicosis.

Principales obras: La psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad (1932), El estadio
del espejo como formador de la función del «yo» (1936/1949), Escritos (1966).

Esa reflexión� sobre� las� formas� de� imposición� del� orden, de la acción del
poder (y del saber) en todos sus estratos, será desarrollada al amparo de la
confrontación entre lo normal y lo patológico (Foucault), primero en el cam-
po de la clínica y luego de otras formas de exclusión, sujetas a la lógica de la
identidad, incapaz esta, como señala Descombes, de representarse lo otro sin
reducirlo a lo mismo.

Michel Foucault

La crítica�histórica�de�la�modernidad emprendida por Michel Foucault (1926-1984) se


centra en el estudio de las relaciones�entre�el�poder,�el�saber (la episteme) y�el�discurso,
lo que le lleva al análisis histórico de las instituciones sociales (psiquiatría, medicina,
enseñanza, prisiones) y de la sexualidad humana. Retomando inicialmente la influencia
de Nietzsche y Heidegger, refuta la concepción humanista del sujeto moderno –nacido
en el Renacimiento– como fundamento del devenir histórico y del conocimiento, que
entiende la historia resultante del proyecto humano; de ahí que no propugne una histo-
riografía sino una arqueología. En su análisis del devenir de la episteme y de su función
en el control�social, revisa las «tecnologías�de�castigo» («monárquica» y «disciplinaria»)
y compara las sociedades modernas –en su hipervisibilidad– con el diseño de las prisiones
bajo el principio del «panóptico», en pos de una «normalización» generalizada. Esta es
la que atiende cuando reconstruye el papel discursivo de la sexualidad en la era moderna
(del siglo XVII al XIX) entendida como la emergencia del «bio-poder»; eso sí, de un poder
fragmentado, ubicuo, capilar y deslocalizado (objeto de una «microfísica�del�poder»)
que afecta a las relaciones sociales, familiares, sexuales o productivas más por vía de la
«interiorización�de�la�norma» que por la represión directa.

Principales obras: La historia de la locura en la época clásica (1961), Las palabras y las cosas
(1966), La arqueología del saber (1969), El orden del discurso (1970), Vigilar y castigar (1975),
Historia de la sexualidad: La voluntad de saber (1976), Microfísica del poder (1980), Historia
de la sexualidad, 2: El uso de los placeres (1984), Historia de la sexualidad, 3: La inquietud
de sí (1984).

Así, por una parte se construye un «pensamiento�de�la�diferencia» y, por otra,


se dibuja, frente al cierre hermenéutico, una apertura�nihilista:

«Si la interpretación nunca puede acabarse es sencillamente porque no hay nada que
interpretar. No hay ningún primero absoluto que interpretar, pues en el fondo todo es
ya interpretación, cada signo es en sí mismo no la cosa que se ofrece a la interpretación,
sino interpretación de otros signos.»

M. Foucault (1967). Nietzsche (pág. 189). París: Minuit.


© FUOC • PID_00234913 28 Contextos

Y permanece necesariamente la perpetua reflexión�sobre�el�poder (y el sa-


ber): no se escapa a la pérfida constatación de que no� se� puede� oponer� al
poder�más�que�otro�poder, en lo que resulta la consabida traición�de�toda
realización�revolucionaria. Vinculación saber-poder en la medida en que los
poderes ejercen como «condiciones de posibilidad» de los saberes (pedagogía,
medicina, psiquiatría, criminología, etc.):

«El poder no es un fenómeno de dominación masiva y homogénea de un individuo sobre


los otros, de un grupo sobre otros, de una clase sobre otras; el poder contemplado desde
cerca no es algo dividido entre quienes lo poseen y los que no lo tienen y lo soportan.
El poder tiene que ser analizado como algo que no funciona sino en cadena. No está
nunca localizado aquí o allá, no está nunca en manos de algunos. El poder funciona,
se ejercita a través de una organización reticular. Y en sus redes circulan los individuos
quienes están siempre en situaciones de sufrir o ejercitar ese poder, no son nunca el
blanco inerte o consistente del poder ni son siempre los elementos de conexión. El poder
transita transversalmente, no está quieto en los individuos.»

M. Foucault (1979). La microfísica del poder (pág. 144). Madrid: Ediciones de la Piqueta.

2.2. En torno a la ideología y la política

El carácter antipositivista, antihistoricista y antidialéctico del estructura-


lismo se reflejará también en ciertos�análisis�de�lo�ideológico. Así, Louis Alt-
husser pretende distanciarse del legado hegeliano en el marxismo, centran-
do en el desfase entre experiencia y conocimiento el concepto de ideología –
asimilado a la idea de «falsa representación» como resultado de la relación
experimentada entre los hombres y sus condiciones de existencia– que, sien-
do real, no se da como auténtico conocimiento ya que integra siempre algo
imaginario.

Louis Althusser

Desde la base estructuralista, Louis Althusser (1918-1990) se enfrenta a las interpretacio-


nes empiristas, economicistas y humanistas del marxismo, asumiendo el carácter�cientí-
fico�del�materialismo�histórico, gracias a su producción de conocimiento real (la célebre
«ruptura�epistemológica», tomada de Bachelard), frente a su concepción ideológica, dis-
tanciándose del Marx joven, excesivamente hegeliano e influido todavía por Feuerbach.
Para él, la historia es un proceso sin sujeto ni fines, carece de sentido, siendo su motor
las fuerzas productivas y la lucha de clases. Tras subordinar la filosofía (entendida como
ideología) a las ciencias, solo estima como «correcta» (no verdadera) la filosofía marxista
en su relectura estructuralista de El Capital. Introduce el concepto de aparato�de�Estado,
que puede desglosarse tanto en su componente represiva como ideológica; esta noción
de los «aparatos ideológicos de Estado» será decisiva en la teoría crítica cinematográfica.

Principales obras: La revolución teórica de Marx [Pour Marx] (1965), Para leer «El Capital»
(con E. Balibar, J. Rancière…, 1965), Montesquieu, la política y la historia (1959), Lenin y
la filosofía (1969).

Con ello Althusser desplaza el marxismo desde la «filosofía de la praxis» hacia


una epistemología ajena a cualquier conocimiento fenomenológico. Eso im-
plica enfatizar la cientificidad de El Capital (puesto que produce conocimiento
real) frente a la atención hacia el primer Marx, el de los Manuscritos, del que
salían las nociones de alienación, negatividad, etc., que, por ejemplo, alimen-
taban las posiciones de ciertos marxistas de posguerra (Sartre) y de los promo-
tores de la «teoría crítica» (Adorno, Hokheimer).
© FUOC • PID_00234913 29 Contextos

Ved también
El gran debate –que veremos que se reproduce en lo cinematográfico–
será la confrontación no-dialéctica entre idealismo (ideología) y ma- Estudiaremos esta confronta-
ción en el ámbito del cine en
terialismo (ciencia). el apartado «Idealismo frente a
materialismo cinematográfico»
del módulo «Ideología, cine y
política».
Una ciencia esta que se presenta bajo la forma de «práctica teórica», que per-
mite analizar un fenómeno estableciendo su naturaleza de clase a partir de
su relación con la producción, en el marco general de la establecida entre las
capas de la población y los medios de producción.

Theodor W. Adorno

Theodor W. Adorno (1903-1969) defiende el racionalismo como instrumento a la vez de


libertad y dominio en su crítica de la sociedad capitalista, con especial atención hacia la
crítica�de�las�industrias�culturales y su mercantilizada cultura de masas. En su Dialéc-
tica del iluminismo (junto a Max Horkheimer) procede al análisis crítico del origen de la
razón, hegemónica en Occidente, en el período de la Aufklärung (Ilustración); una razón
sofocada por el totalitarismo de la sociedad burguesa (directo en el fascismo, indirecto
mediante la integración) que, además, la instrumentaliza hasta hacerle perder sus fines
esenciales. El énfasis en la negatividad dialéctica le aleja del hegelianismo clásico, de aquí
que su «teoría�crítica» se entienda como una «dialéctica�negativa».

Principales obras: Dialéctica del iluminismo (con Horkheimer, 1947), Minima moralia
(1951), Dialéctica negativa (1966), Teoría estética (1970).

Son diversas las formas en que se conceptualiza la ideología, en su carácter


ahistórico, distintas de la mera «falsa conciencia» o engaño: como el discurso
que justifica una situación de hecho según un fundamento de derecho; como
un discurso particular que se pretende universal y absoluto, o como la repre-
sentación de la relación imaginaria con las condiciones reales de existencia.

Es pues la ideología lo que recubre la función de ciertos «aparatos�de


Estado» que permiten mantener la hegemonía burguesa: así, junto con
los «aparatos represivos», funcionan los «aparatos�ideológicos�de�Es-
tado» (AIE), que abarcan ámbitos tan diversos como la enseñanza, la
familia, la religión, la jurisprudencia, los medios de comunicación, la
cultura y el arte (y, por tanto, el cine), etc.

En otro sentido, la revisión de los procesos revolucionarios implica que no


basta el paso de la situación objetivamente revolucionaria –fruto de la contra-
dicción entre «fuerzas productivas» y «relaciones de producción»– a su subje-
tivación por las masas; entonces se inyecta en el proyecto revolucionario el
papel del deseo y el goce, en la tradición instaurada por el freudomarxismo
(Marcuse, Fromm, Reich).

Eric Fromm

En el marco de una nueva «ciencia�del�hombre», Eric Fromm (1900-1980) se enfrenta a


las perversiones totalitarias apoyado en el pensamiento de Marx y Freud (a lo que luego
se añadirá la influencia del budismo zen, a través de la noción de iluminación) como des-
pliegue de las intuiciones humanas, lo cual le conduce hacia cierta forma de misticismo.
Desde el concepto de inconsciente�social ataca al determinismo económico, el raciona-
lismo y mecanicismo propios de la sociedad contemporánea, a favor de la realización
© FUOC • PID_00234913 30 Contextos

del�amor,�la�justicia�y�la�libertad en pos de la satisfacción de las necesidades radicales


humanas: la espontaneidad de las relaciones, la creatividad y expresividad personal o
la fraternidad universal.

Principales obras: Autoridad y familia (con Horkheimer y otros, 1936), El miedo a la libertad
(1941), El arte de amar (1956), Marx y Freud (1962).

El éxito popular de los libros de Herbert Marcuse en los tiempos del Mayo
del 68 sería una prueba del atractivo de esa perspectiva, si bien allí donde
predominaban las teorías lacanianas se consideraba que su planteamiento de
la represión –con base social– estaba desfasado y era simplista, pues para Lacan
el refoulement (rechazo) precedería y explicaría la represión, basando el deseo
en lo imposible, solo satisfecho en el sueño.

Herbert Marcuse
Cita
Alumno de Heidegger e inscrito en la Escuela� de� Frankfurt (Instituto para la Investi-
gación Social), Herbert Marcuse (1898-1979) se exilia a Estados Unidos –como Adorno, Lacan, a los estudiantes de Vin-
Horkheimer, Kracauer, etc.–, donde se convertirá en uno de los principales y más conoci- cennes que le abucheaban, en
diciembre de 1969:
dos guías�de�la�contestación�de�los�años�sesenta. Tras una revisión de la teoría hegelia-
na, e influido por el marxismo (cuyo exponente soviético critica acerbamente) y el psi- «Soy antiprogresista […].
coanálisis, reflexiona sobre la separación entre lo existente y las exigencias de la raciona- Aquello a lo que aspiráis como
revolucionarios es a un Amo.
lidad. De ahí su análisis de la condición humana bajo un régimen seudodemocrático pero
Lo tendréis.»
en verdad totalitario y explotador, que reduce�al�hombre�a�una�unidimensionalidad
instrumentalizadora, bajo una apariencia de tolerancia que contribuye a la integración
en el sistema del tradicional sujeto revolucionario. Sin embargo, el apoyo freudiano le
permite proponer la labor constructiva del Eros en pro de una civilización no represiva,
donde el «principio�del�placer» puede ser un motor revolucionario. De ahí que ya sea
posible técnicamente –en la perspectiva de los años sesenta– el cumplimiento o final
de�la�utopía, liberadora de la opresión y la miseria, solo diferida por la organización so-
ciopolítica establecida. Y ante el fracaso contestatario en la esfera política, siempre que-
dará la «dimensión�estética» como alternativa al «principio de realidad» que sustenta
la sociedad contemporánea.

Principales obras: Razón y revolución (1941), Eros y civilización (1955), El marxismo soviético
(1958), El hombre unidimensional (1964), El final de la utopía (1967), Contrarrevolución y
revuelta (1972). La dimensión estética (1978).

Pero la importancia de esa subjetividad revolucionaria se manifiesta en otro


éxito editorial: El Anti-Edipo, que G. Deleuze y F. Guattari publican en 1972;
en su análisis político del deseo, incluidas las perversiones del deseo gregario,
encaminado a la conciliación de la economía «política» (Marx) y la «libidi-
nal» (Freud), en pos de un deseo «productivo» (como «voluntad de poder»),
transferido a la infraestructura y, por tanto, revolucionario:

«Reprimir el deseo, no solo en los otros, sino en uno mismo, ser policía de los demás y
de uno mismo es lo que crea tensión, y esto no es ideología, sino economía.»

G. Deleuze; F. Guattari (1972). Capitalisme et schizophrénie. I. L’anti-Edipe. París: Minuit


(pág. 415). (Trad. esp.: Barcelona: Barral, 1973).

Filmografía

Historia�revolucionaria:

Ça ira. Il fiume della rivolta (T. Brass, 1965).

Masculin-féminin (J. L.Godard, 1966).

Eros + Masacre (Erosu purasu Gyakusatsu; Y. Yoshida, 1968).

Der Leone Have Sept Cabeças (G. Rocha, 1970).


© FUOC • PID_00234913 31 Contextos

La repentina riqueza de los pobres de Kombach (Der plötzliche Reichtum der armen Leute von
Kombach; V. Schlöndorff, 1971).

John Reed: México insurgente (P. Leduc, 1971).

No estoy solo (San Michele aveva un gallo; Hnos. Taviani, 1972).

Les Camisards (R. Alio, 1972).

Allosanfan (Allonsanfan; Hnos. Taviani, 1973).

El veraneo (La villegiatura; M. Leto, 1973).

La Guerre du pétrole n’aura pas lieu (S. Ben-Barka, 1974).

El sospechoso (Il sospetto; F. Maselli, 1975).

Novecento (B. Bertolucci, 1976).

Antonio Gramsci: días de cárcel (Antonio Gramsci: giorni di carcere; L. del Fra, 1977).

Guerres Civiles en France (Varios autores, 1977).

Scenes of the Class Struggle in Portugal (R. Kramer, 1977).

Rojos (Reds; W. Beatty, 1981).

Seeing Red (J. Reichert, J. Klein, 1983).

Die Geduld der Rosa Luxembourg (M. von Trotta, 1986).

2.3. Movimientos sociales y contraculturales

En los años sesenta las teorías políticas, filosóficas, sociológicas, etc. tienen su
correspondencia en una serie de actitudes, comportamientos y movimientos
sociales que o�bien�recuperan�viejas�tradiciones, o�bien�significan�la�emer-
gencia�de�nuevos�paradigmas�sociales.

Entre�los�primeros, cabe mencionar un cierto�espíritu�libertario, un retorno


tanto a los clásicos del anarquismo (Bakunin y Proudhon, pero también Sorel,
impulsor de la acción directa), acompañados por las diversas formas del socia-
lismo utópico (Fourier, Owen, Cabet, Morris) o de otras tendencias heterodo-
xas (Bataille, Artaud), sin olvidar la recuperación de ciertas figuras del marxis-
mo menos oficialista (Trostky, Bujarin, Korsch, Luxembourg, Bloch, Kolontai,
Gramsci, Bordiga, etc.).

Filmografía

Libertarismo/anarquismo�(histórico):

I compagni (M. Monicelli, 1963).

Metello (M. Bolognini, 1970).

Malatesta (P. Lilienthal, 1970).

Sacco y Vanzetti (Sacco e Vanzetti; G. Montaldo, 1970).

Joe Hill (B. Wideberg, 1971).

Film de amor y de anarquía (Film d’amore e d’anarchia; L. Wertmuller, 1973).

La Cecilia (J. L. Comolli, 1975).


© FUOC • PID_00234913 32 Contextos

Un hombre llamado Flor de otoño (P. Olea, 1978).

La verdad sobre el caso Savolta (A. Drove, 1979).

Casas Viejas (J. L. López del Río, 1983).

Tierra y libertad (Land and Freedom; K. Loach, 1995).

Entre�los�nuevos�paradigmas�sociales, que abarcan desde la liberación sexual


(con una importante incidencia del desarrollo de la píldora anticonceptiva)
hasta la confrontación institucional, habría que hacer referencia a diversos
movimientos:

• De liberación�de�la�mujer (feminismo), alejado de las pretéritas reivindi-


caciones sufragistas y progresivamente dotado de una fuerte carga teórica,
que de los años setenta en adelante dará lugar a una importante produc-
ción en el campo cinematográfico.

Filmografía

El fruto (Es; U. Schamoni, 1965).

La novia del pirata (La fiancée du pirate; N. Kaplan, 1969).

Nathalie Granger (Nathalie Granger; M. Duras, 1971).

Fuego de paja (Strohfeuer; V. Schlöndorff, 1972).

Histoires d’A (Ch. Velmont, 1974).

Jeanne Dielman, 23 Quai du Commerce, 1080, Bruxelles (Ch. Akerman, 1975).

Die allseitig reduzierte Persönlichkeit-Redupers (H. Sander, 1977).

Mais qu’est-ce qu’elles veulent? (C. Serreau, 1978).

Go Fish (R. Troche, 1994).

• De liberación�homosexual, a partir del foco de San Francisco y los distur-


bios de Stonewall en el Greenwich Village neoyorquino (junio de 1969),
que condujeron a la creación del Frente de Liberación Gay, visualizados
en el día del Orgullo Gay.

Filmografía

Andy Warhol's Lonesome Cowboys (A. Warhol, P. Morrisey, 1968).

Los chicos de la banda (The Boy in the Band; W. Friedkin, 1970).

The Times of Harvey Milk (R. Epstein, 1984).

El celuloide oculto (The Celluloid Closet; R. Epstein, 1995).

Mi nombre es Harvey Milk (Milk; G. Van Sant, 2008).

• De emancipación�familiar, cuyo resultado será la constitución de nuevas


formas de agrupamiento social, como por ejemplo las comunas.

Filmografía

Un sabor a miel (A Taste of Honey; T. Richardson, 1961).


© FUOC • PID_00234913 33 Contextos

Las manos en los bolsillos (I pugni in tasca; M. Bellocchio, 1965).

Grazie zia (S. Samperi, 1968).

Teorema (Teorema; P.P. Pasolini, 1968).

Charles, vivo o muerto (Charles, vif ou mort; A. Tanner, 1969).

Juventud sin esperanza (Taking off; M. Forman, 1971).

El desencanto (J. Chavarri, 1976).

Caro Michele (M. Monicelli, 1976).

Los ojos, la boca (Gli occhi, la bocca; M. Bellochio, 1982).

• De defensa�de�la�naturaleza (ecologismo), que responderá a la conciencia


de los efectos de la industrialización, potenciada por la posterior crisis del
petróleo, y de la explotación de la energía nuclear.

• De rechazo�de�la�institución�psiquiátrica, concretada en las diversas ma-


nifestaciones de la «antipsiquiatría» (Laing, Cooper, Szasz, Basaglia, Guat-
tari, etc.).

Filmografía

Diario de una esquizofrénica (Diario di una schizofrenica; N. Risi, 1968).

Wilhelm Reich: los misterios del organismo (WR: Misterije prganizma; D. Makavejev, 1971).

L’ospite (L. Cavani, 1971).

Vida de familia (Family Life; K. Loach, 1971).

Alguien voló sobre el nido del cuco (One Flew Over the Cuckoo´s Nest; M. Forman, 1975).

• De crítica�a�otras�instituciones como la�escolar (desescolarización) o la


medicina, que encarna la figura de Iván Illich, junto con la floración�de
movimientos�de�renovación�pedagógica (Summerhill, Benjamin Spock,
Paulo Freire, etc.).

Filmografía

El pequeño salvaje (L’Enfant sauvage; F. Truffaut, 1969).

En el nombre del padre (Nel nome del padre; M. Bellocchio, 1972).

Bisturí, la mafia blanca (Bistouri, la mafia bianche; L. Zampa, 1972).

El enigma de Gaspar Hauser (Jeder für sich und gott gegen alle; W. Herzog, 1975).

Chiedo asilo (Chiedo asilo; M. Ferreri, 1979).

• De renovación� de� la� religión� católica, impulsada por el desarrollo del


Concilio Vaticano II, dando lugar a nuevas expresiones de la acción ecle-
siástica (curas obreros, teología de la liberación, uso lengua vernácula,
etc.).

Filmografía

El evangelio según San Mateo (Il vangelo secondo Mateo; P. P. Pasolini, 1964).
© FUOC • PID_00234913 34 Contextos

E venne un uomo (E. Olmi, 1965).

La religiosa (Suzanne Simoni, la réligieuse de Diderot; J. Rivette, 1965).

Francesco d’Asis (L. Cavani, 1966).

Las sandalias del pescador (The Shoes of Fisherman; M. Anderson, 1968).

La vía Láctea (La Voie lactée; L. Buñuel, 1969).

Galileo (L. Cavani, 1969).

Hermano sol, hermana luna (Fratello sole, sorella luna; F. Zeffirelli, 1972).

La audiencia (L’udienza; M. Ferreri, 1972).

Ya no basta con rezar (A. Francia, 1972).

Jesucristo Superstar (Jesuchrist Superstar; N. Jewison, 1973).

Camilo, el cura guerrillero (F. Norden, 1974).

• De expansión�del�pensamiento�oriental (hinduista, budista, confucio- Filmografía


nista, etc.).
Milarepa (L. Cavani, 1974).

• De impulso�de�la�paz (pacifismo) y oposición�a�lo�militar instituciona-


lizado (el ejército), que se fundamenta por entonces en el servicio militar
obligatorio.

Filmografía

Senderos de gloria (Paths of Glory; S. Kubrick, 1957).

Rey y patria (King & Country; J. Losey, 1963).

Hombre contra la guerra (Uomini contro; F. Rosi, 1970).

Y Dios está con nosotros (Dio è con noi; G. Montaldo, 1971).

Marcha triunfal (Marcia trionfale; M. Bellocchio, 1976).

• De expresión�contracultural, que se concreta en una serie de movimien-


tos como los beatniks, los hipsters y, definitivamente, los hippies, cuya de-
nominación se origina en el High-Ashbury de San Francisco, en septiem-
bre de 1966, y cuya contracultura se expande por todo Occidente, sobre
todo a partir del llamado Verano del Amor (1967). Si bien este movimiento
no desarrolló una acción política propia, no dejó de participar en los acon-
tecimientos contestatarios de aquellos años (antisegregacionismo, campa-
ñas antiguerra de Vietnam, etc.).

Filmografía

Buscando mi destino (Easy Rider; D. Hopper, P. Fonda, 1969).

Paseo por el amor y la muerte (A Walk with the Love and Death; J. Huston, 1969).

More (B. Schroeder, 1969).

Hair (M. Forman, 1978).

Generación perdida (Heart Beat; J. Byrum, 1980).

El almuerzo desnudo (The Naked Lunch; D. Cronenberg, 1991).


© FUOC • PID_00234913 35 Contextos

Howl (R. Epstein, J. Friedman, 2010).

Hippies Forever (L. Alaejos, C. Moro, 2005).

La�droga:

La conexión (The Connection; Sh. Clarke, 1962).

Synanon (R. Quine, 1965).

The Trip (R. Corman, 1967).

More (B. Schroeder, 1969).

Pánico en Needle Park (Panic in Neddle Parc; J. Schatzberg, 1971).

Yo, Cristina F (Christiane F - Wir Kinder vom Bahnhof Zoo; U. Edel, 1981).

Bird (C. Eastwood, 1988).

Drugstore Cowboy (G. Van Sant, 1989).

Factory Girl (G. Hickenlooper, 2006).

The Substance: Albert Hofmann's LSD (M. Witz, 2012).

Rasgos característicos del movimiento jipi

• El pacifismo (con la guerra de Vietnam como trasfondo), la no violencia y el amor


libre («Haz el amor y no la guerra») con fuertes componentes hedonistas.

• El rechazo de la sociedad consumista y la defensa de la autogestión, abogando por la


producción artesanal frente al industrialismo.

• La vida apartada del conjunto social, organizada en comunas (urbanas o rurales), con
el referente de la vida salvaje propia de las antiguas tribus indio-americanas.

• La exploración de los estados alterados de conciencia, logrados por dos vías princi-
pales: la psicodelia (LSD, hongos alucinógenos, hachís y marihuana) y la meditación
trascendental (ambientada por el incienso y otras sustancias ambientales).

• La adopción de ciertas formas de vestir (ropa floreada, pantalones de campana, faldas


largas, rechazo del sujetador) y del peinar (melena, axilas y piernas sin depilar).

• El culto a la naturaleza (simbolizado por la decoración floral) y un pre-ecologismo.

• El acompañamiento musical, fuese el folk y la canción protesta, el rock psicodélico,


el acid-rock y la música hindú.

• El desarrollo de la prensa alternativa (San Francisco Oracle, It, Oz).

• El nomadismo, que gira en torno a lugares de peregrinación: Katmandú, San Francis-


co, Ibiza, Ámsterdam…

• El orientalismo, con elementos procedentes del budismo, brahamanismo, confucio-


nismo, etc., que derivan en misticismos, chamanismos y esoterismos diversos.

• El gusto por las grandes concentraciones, generalmente con un pretexto musical


(Monterey, Woodstock, Wight…).
© FUOC • PID_00234913 36 Contextos

2.4. Las nuevas propuestas artísticas

Dentro de la actividad de renovación cultural, también se produjo toda una Cita


serie de transformaciones�en�el�terreno�artístico, muchas de las cuales ten-
«El concepto americano de
drían su� correlato� cinematográfico. En la literatura cabe señalar propues- juventud presupone que to-
tas muy diversas, que van desde el experimental nouveau roman francés (Si- dos los rebeldes vuelven tar-
de o temprano al redil, regre-
mon, Robbe-Grillet, Butor, Duras, Sarraute) hasta el llamado nuevo periodis- san al rebaño. Pero a nosotros
no nos pueden ignorar. Aun-
mo (Wolfe, Capote, Mailer, Walsh, Thompson, Talese). También se produce la que las ideas que están detrás
de nuestra música no gusten,
renovación del cómic (Crumb, Corben, Shelton, Sheridan, Spiegelman), aho- no queda más remedio que es-
ra bajo la contracultural etiqueta de underground, la cual se extendería a otros cucharla porque está en todas
partes.»
campos, como el cine (Anger, Mekas, Warhol, Morrisey) o la música (Velvet Frank Zappa
Underground, Frank Zappa, The Fuggs).

Filmografía

Nuevo�periodismo:

Elegidos para la gloria (The Right Stuff; Ph. Kauffman, 1983).

Miedo y asco en Las Vegas (Fear and Loathing in Las Vegas; T. Gillian, 1998).

Truman Capote (B. Miller, 2005).

Historia de un crimen (Infamous; D. McGrath, 2006).

El�underground:

Yo disparé a Andy Warhol (I Shot Andy Warhol; M. Harron, 1996).

Factory Girl (G. Hickenlooper, 2006).

Por su parte, las artes�plásticas experimentan la última gran y variopinta olea-


da vanguardista, aunque escasamente conexa con el underground. Encontra-
mos, entre los vestigios y derivaciones del expresionismo abstracto y el infor-
malismo, las maneras de la nueva figuración, el hiperrealismo, el new-dada,
el arte neoconcreto, el grafiti y el pop-art, la simplicidad del minimal-art, el
arte cinético-lumínico, los comienzos del arte cibernético y combinatorio, el
environment, el land-art, el arte povera, el accionismo, el fluxus, el body-art, el
happening y todas las restantes formas del arte conceptual.

Paralelamente, también se desarrollan las múltiples formas de la música�rock


y�pop, con todas sus mezclas con variantes preexistentes (jazz, blues, rythm &
blues, góspel, folk, country, etc.) y una importante renovación en el campo del
teatro, donde junto con la influencia determinante de creadores reconocidos
(Brecht, Jarry, Artaud, Piscator, Adamov, Genet, Ionesco, Beckett, Witkiewicz)
se plantean nuevas influencias (formas orientales, del kabuki al Nô) y sobre
todo unas fórmulas mucho más agresivas y contestatarias, como el teatro de
guerrilla (Gut Theatre, Teatro Campesino, San Francisco Mime Group) o las
propuestas de compañías de resonancia mundial (Living Theatre, The Bread
& Puppet, The Open Theatre, Performance Group) o de figuras individuales
© FUOC • PID_00234913 37 Contextos

(Grotowsky, Kantor, Müller, Barba, Bene). Esas fórmulas tendrán estrechas co-
nexiones con su cine contemporáneo, muy específicamente con el cine más
radical y crítico.

Filmografía

Monterey Pop (D. A. Pennebaker, 1968).

Woodstock (M. Wadleigh, 1970).

Gimme Shelter (D. y A. Maysles, 1970).

El fantasma del paraíso (Phantom of Paradise; B. De Palma, 1974).

Tommy (K. Russell, 1975).

El nacimiento de los Beatles (Birth of the Beatles; R. Marquand, 1979).

Los Doors (The Doors; O. Stone, 1991).

I´m Not There (T. Haynes, 2009).

Destino: Woodstock (Taking Woodstock; A. Lee, 2009).


© FUOC • PID_00234913 38 Contextos

3. Mayo del 68 y sus alrededores

Tanto en el plano de la realidad como en términos simbólicos, el conjunto


de alternativas, protestas, reivindicaciones, actitudes contestatarias, rebeldías,
sueños de revolución, etc. parecieron confluir en un tiempo y lugar que con-
densamos en el estallido�del�Mayo�de�1968 en el escenario parisino, aunque
se hubiesen gestado en lugares tan alejados de Nanterre o la Sorbona como la
Universidad Libre de Berlín, la de Berkeley o la London School of Economics.
Por su importancia objetiva, su valor simbólico, pero sobre todo por lo que
va a significar en el campo cinematográfico, debemos prestarle una atención
particular, no sin situar uno de sus inspiradores más significativos –el situa-
cionismo– y revisar también algunas de sus consecuencias.

3.1. La Internacional Situacionista

Si bien la Internacional Situacionista se creó formalmente en Cosio d’Arroscia


el 28 de julio de 1957, era el resultado de diversas fuerzas confluentes en una
propuesta que se apartaba de los parámetros del partido político tradicional.
Fuerzas más cercanas al ámbito de la vanguardia artística –la Internacional Le-
trista, el Movimiento Internacional por un Bauhaus Imaginista y la Asociación
Psicogeográfica de Londres–, vagamente herederas del surrealismo, que no a
la ortodoxia política, si bien había concomitancias con aspectos planteados
desde colectivos como Socialismo o Barbarie. Su nombre derivaba de la volun-
tad�de�crear�situaciones –entendidas por Guy Debord como «la construcción
concreta de ambientes momentáneos de la vida y su transformación en una
calidad pasional superior»–, en línea con el lema de Rimbaud «Cambiar la vi-
da». Sus ámbitos principales eran el urbanismo, la geografía�urbana y el ci-
ne. Un urbanismo no entendido tanto en términos de planificación como en
la propuesta de una nueva vivencia de la ciudad, definida por el concepto de
deriva, rompiendo con la experiencia rutinaria, de forma que el situacionismo
tendrá un papel importante en la crítica�de�la�vida�cotidiana, que será uno
de los pilares de la contestación de los años sesenta.

Letrismo

El letrismo es un movimiento vanguardista procedente inicialmente del campo de la


poesía y creado por el rumano Isidore Issou en 1945; daba la primacía al aspecto sonoro
de la lengua por encima de su valor semántico. Heredero de anteriores vanguardias –
dadá, futurismo, surrealismo–, cuajó en el París de posguerra y se expandió hacia otros
campos, con especial presencia en el cinematográfico. En octubre de 1952 se produjo la
escisión de la Internacional Situacionista, como consecuencia del boicot a una rueda de
prensa de Charles Chaplin. Orientado hacia nuevas propuestas en el campo del urbanis-
mo (inventan el concepto de psicogeografía y el utópico «movimiento de deriva») y en
el del arte, postulando la disolución de los museos y el detournement como una forma
de reciclaje capaz de invertir el sentido hegemónico del objeto y contradictorio con la
idea de recuperación. Su principal órgano de expresión fue la revista Potlatch. De entre
sus impulsores, el más significativo en el futuro sería Guy Debord. Entre los textos más
notables de este movimiento están: Formulario para un nuevo urbanismo (G. Ivain, 1953),
Arquitectura para la vida (A. Jorn, 1954), Aullidos por Sade e Introducción a una crítica de la
© FUOC • PID_00234913 39 Contextos

geografía urbana (G. Debord, 1955) y Métodos de détournement (G. Debord y G. J. Wolman),
a los que hay que añadir un film: Hurlements en faveur de Sade (1955).

Más allá de su peso cuantitativo –siempre minoritario (menos de setenta inte-


grantes) y vanguardista–, su influencia creció durante los años sesenta, gracias
a diversas publicaciones, donde se reivindicaban posiciones�anticapitalistas
y el trabajo contra� la� dominación� ideológica,� expresada� en� el� consumo.
En primer término la revista Internationale Situationniste, iniciada en junio de
1958 y que publicó doce números hasta septiembre de 1969; luego los textos
de Debord, fundamentalmente La sociedad del espectáculo (1967), uno de los
libros más determinantes en el campo de la crítica social de la segunda mitad
del siglo XX. También cabe reparar en otros textos de amplia difusión: Décla-
ration à les revolutionaires de l’Argelie et de tous les pays (Argelia, 1965), De la
miseria en el medio estudiantil considerada en sus aspectos económico, político, so-
ciológico, sexual y especialmente intelectual, y algunos medios para remediarla (De
la misére en milieu étudiant), de Mustapha Khayati (Universidad de Estrasbur-
go, 1966), Traité de savoir-vivre à l´usage des jeunes générations (1967), de René
Vaneighem, y el libro colectivo Enragés et situationnistes dans le mouvement des
occupations (1968).

Cita
Lectura recomendada
Algunas citas de la Internacional Situacionista:
Documentos y materiales si-
«La denuncia teórica y práctica del estalinismo, bajo todas sus formas, debe ser el punto tuacionistas, incluidos nu-
de partida de todas las futuras organizaciones revolucionarias.» merosos textos de la revis-
ta, pueden consultarse en:
http://www.sindominio.net/
«Quienes hablan de revolución y de lucha de clases sin referirse explícitamente a la vida
ash/.
cotidiana, sin entender lo que hay de subversivo en el amor y de positivo en el rechazo
de las trabas, llevan en la boca un cadáver.»

«Queremos que las ideas sean peligrosas.»

«Nosotros solo nos preocupamos por organizar el detonador; la explosión libre deberá
mantenerse fuera de cualquier tipo de control.»

Todas esas ideas constituyen ese trasfondo que determina los sucesos de Mayo
del 68 más allá de sus contenidos directamente políticos; pero también fue el
comienzo del fin de la Internacional Situacionista, disuelta en 1972.

«… no existe la vida como tal, sino una representación espectacular de ella […] el pro-
letario moderno ya no es el productor enajenado del producto, según la terminología
marxista, sino el consumidor, y consumidores somos todos…

No cabe hablar de revolución como de un proceso unívoco; es preciso crear multitud de


actos espontáneos, de situaciones revolucionarias capaces de modificar el espacio-tiem-
po de las clases dominantes, de la misma forma que es preciso reinventar el lenguaje,
elemento de alienación.»

C. Torreiro (1988). «Apuntes (seguramente) incompletos sobre una década poco prodi-
giosa». En: Varios autores. Los años que conmovieron al cinema. Las rupturas del 68 (pág.
41). Valencia: Filmoteca Generalitat Valenciana.
© FUOC • PID_00234913 40 Contextos

3.2. Los acontecimientos de Mayo de 1968

Decisivos en el proceso de politización, en sentido crítico, que van a experi- Ved también
mentar amplios sectores de la cinematografía, como se verá más adelante, es
Profundizaremos en estos as-
preciso aquí remarcar algunos aspectos significativos que permitan evocar y pectos en el apartado «La poli-
comprender los fenómenos ocurridos en Francia durante los meses de mayo y tización del cine», del módulo
«Ideología, cine y política».
junio de 1968. El propio arranque de los acontecimientos, desde la constitu-
ción del llamado Movimiento del 22 de marzo,

demuestra el grado de espontaneísmo e improvisación que los carac-


terizó, dada la mezcla de elementos políticos globales con múltiples
reivindicaciones de todo tipo, surgidas en el medio estudiantil y luego
extendidas a los sectores obreros.

Cronología de antecedentes inmediatos

21 de marzo de 1967: un grupo de estudiantes masculinos de Nanterre invaden la resi-


dencia femenina al grito de «Libertad de circulación», siendo violentamente expulsados
por la policía, que rompió una norma de salvaguardia de origen medieval.

8 de enero de 1968: abucheos al ministro de Juventud y Deporte en la Universidad de


Nanterre por su Libro blanco sobre la juventud estudiantil. Primera aparición pública de
Daniel Cohn-Bendit.

20 de marzo: manifestación estudiantil violenta convocada por el Comité Vietnam Na-


cional, que entre otras ataca la sede de American Express.

22 de marzo: encierro de estudiantes de Nanterre contra detenciones del día anterior y a


favor de otras protestas. Se origina el Movimiento del 22 de marzo, encabezado por Cohn-
Bendit y Serge July, difundiendo el texto Agir et Réagir. Se abre un período de debates y
boicots (a exámenes y clases magistrales) durante las siguientes semanas.

13 de abril: manifestación en el centro de París de cinco mil estudiantes en protesta por


el atentado sufrido por Rudy Dutchske, líder del SDS alemán y de la efervescencia de la
Universidad Libre berlinesa, reprimida por la policía.

Algunas premisas del Movimiento del 22 de marzo según José M.ª Vidal
Villa

• La libertad política, que se debe expresar sin exclusiones en las facultades.

• Un modelo de organización basado en la democracia directa en el que coexisten gru-


púsculos organizados y no organizados. El papel motor lo asume el «núcleo actuan-
te».

• La Universidad crítica como punto de partida de un proceso permanente de agitación


en el conjunto de la sociedad.

Las consignas que espolean un movimiento contestatario, con una amplia di-
mensión generacional y muchas veces de extracción burguesa, proponen «la
expansión del campo de lo posible» (Sartre) a través del asambleísmo, la au-
togestión, la acción directa, la lucha contra las jerarquías de todo tipo, la re-
vocabilidad de los cargos, la circulación libre de ideas, la abolición de la divi-
sión social del trabajo, la pluralidad de tendencias políticas, el rechazo de las
burocracias sindical y partidista, la generalización de reivindicaciones inicial-
© FUOC • PID_00234913 41 Contextos

mente particulares, el anticonvencionalismo en las actitudes y costumbres, el


desdén hacia la sociedad de consumo («burocráticamente dirigida», según H.
Lefèbvre) de la que sin embargo eran partícipes, etc.

Cita

El líder de la CGT Georges Seguy declaró el 7 de mayo:

«Ninguna complacencia hacia los elementos confusos y provocadores que denigran a la


clase obrera acusándola de haberse aburguesado y tienen la osada pretensión de querer
inculcarle la teoría revolucionaria y dirigir su combate […]. Pero actúan con plena satis-
facción del poder.»

Para ello, los instrumentos preferidos eran las huelgas, las ocupaciones (de fa-
cultades, fábricas y centros públicos), las sentadas, las manifestaciones más o
menos violentas (con sus barricadas y asaltos a lugares simbólicos e institucio-
nales), los enfrentamientos con la policía, la prensa alternativa, los murales
y pintadas, etc.

Las consignas del 68

Por su representatividad, vale la pena evocar algunos de los eslóganes aparecidos en las
paredes parisinas:

• «La imaginación toma el poder» (Sorbona).


• «Prohibido prohibir. La libertad comienza con una prohibición» (Sorbona).
• «Seamos realistas, pidamos lo imposible» (Censier).
• «Queremos el mundo, y lo queremos ahora».
• «No te fíes de alguien que tenga más de treinta años».
• «Si no formas parte de la solución, formas parte del problema».
• «La barricada cierra la calle, pero abre el camino» (Censier).
• «Bajo los adoquines está la playa».
• «Decreto el estado de felicidad permanente» (Facultad de Ciencias Políticas).
• «El arte ha muerto. Esto, Godard no podrá remediarlo» (Sorbona).
• «La novedad es revolucionaria, la verdad también» (Censier).
• «Cuando oigo la palabra “cultura” saco mi CRS» (Nanterre).
• «Olvídense de todo lo que han aprendido. Comiencen a soñar» (Sorbona).
• «Desabrochen el cerebro tan a menudo como la bragueta» (Odeón).

El movimiento puede dividirse en cuatro fases:

• Revuelta estudiantil.
• Confluencia con el movimiento obrero.
• Represión/disolución.
• Restauración de la situación y constitución de nuevos grupos políticos.

Cronología de los sucesos de mayo

2 de mayo: cierre de la Universidad de Nanterre, hasta los exámenes de junio.

3 de mayo (viernes): estudiantes de Nanterre se unen a los de la Sorbona en protesta


por el cierre y por la expulsión de Francia del judío alemán Cohn-Bendit. La irrupción
de la policía –bajo pretexto de un ataque ultraderechista– provoca más de cuatrocientos
detenidos, al tiempo que más de tres mil estudiantes se manifiestan por el Barrio Latino,
con duras intervenciones policiales.

6 de mayo (lunes): asamblea en la Place Saint-Michel y nuevas manifestaciones de sesenta


mil estudiantes con barricadas y enfrentamientos con la policía.

7 de mayo: nuevas manifestaciones a partir de las asambleas previas que diariamente se


hacen en la Place Denfert-Rochereau.
© FUOC • PID_00234913 42 Contextos

10 de mayo (viernes): las manifestaciones desembocan en la llamada Noche de las Barri-


cadas, con decenas de miles de estudiantes y centenares de heridos. Retorno del primer
ministro Georges Pompidou de su viaje por Asia central.

13 de mayo (lunes): convocatoria a una huelga general contra la represión y por el au-
mento salarial y los derechos sindicales, seguida por nueve millones de trabajadores. Ma-
nifestación parisina con doscientos mil participantes. Ocupación de la Sorbona.

14-18 de mayo: ocupación de fábricas en Nantes, Cléon (Seine-Maritime, con retención


de la directiva), Beauvois (Lockhee), Flins (Renault), Le Mans, Orleans (Unelec), Boulog-
ne-Billancourt (Renault), Besançon (Rhodicéta), etc., con antecedentes en la ocupación
de la Rhodicéta en febrero-marzo de 1967

16 de mayo: marcha estudiantil hacia Boulogne-Billancourt, la mayor fábrica francesa,


para establecer una unión con las fuerzas obreras. Extensión de la huelga a la radio-tele-
visión, carbón, transporte, metro, gas y electricidad, controladores aéreos, etc.

24 de mayo: manifestación en París con ataques a la Bolsa, el Ayuntamiento y los minis-


terios de Justicia y Hacienda.

25 de mayo: comienzan negociaciones entre el gobierno, la patronal y los sindicatos.

27 de mayo: acuerdos de Grenelle con un incremento del salario mínimo industrial del
35 % y del 12 % para el conjunto de trabajadores, siendo rechazados por parte de los
huelguistas, que desoyen a los dirigentes sindicales.

29 de mayo: manifestación estudiantil en solidaridad con ferroviarios en huelga y ante


la presunta desaparición del presidente de la República, Charles de Gaulle.

30 de mayo: manifestación de apoyo a De Gaulle y «en defensa de la República» en los


Campos Elíseos, con trescientos mil participantes. Declaración radiofónica de De Gaulle,
tras entrevistarse con el general Massu –jefe de las tropas estacionadas en la RFA– anun-
ciando su negativa a dimitir.

Cronología de los acontecimientos de junio

1 de junio: disolución de la Asamblea Nacional y convocatoria de elecciones al cabo de


cuarenta días. Vuelven a funcionar los transportes.

5 de junio: declaración de la CGT sobre el retorno al trabajo: «En todas partes donde las
reivindicaciones han sido satisfechas, el interés del asalariado es manifestarse en masa
por la reanudación del trabajo en la unidad».

6 de junio: mientras en muchas empresas retornan al trabajo tras las negociaciones, se


producen en Flins duros enfrentamientos con la policía, que intenta desalojar a los obre-
ros, mientras que la propia CGT impide su conexión con los estudiantes.

10 de junio: muerte de un estudiante de secundaria en los choques con la policía, lo que


provoca nuevos disturbios.

11 de junio: en el ataque de los CRS (Compagnies Républicaines de Securité) a la fábrica


de la Peugeot en Sochaux, se producen dos muertos.

12 de junio: ilegalización y disolución de los considerados grupos de extrema izquierda,


junto con la prohibición de manifestaciones durante dieciocho meses.

15 de junio: amnistía a conspiradores golpistas de la OAS para crear grupos de acción


ciudadana.

16 de junio: reanudación de las actividades en la Sorbona.

17 y 18 de junio: últimas fábricas resistentes: Renault y Rhodicéta.

23 y 30 de junio: elecciones legislativas ganadas por la UDR gaullista con el 60 % de los


votos y 293 diputados frente al 40 % de la izquierda socialista y comunista ortodoxa.
© FUOC • PID_00234913 43 Contextos

3.3. Otros focos de contestación

No necesariamente como reverberación del Mayo parisino, pues se correspon-


dían a dinámicas propias, en ese 1968 se produjeron otros focos contestatarios
(¿revolucionarios o simplemente rebeldes?), muchas veces con sus correspon-
dientes represiones, que tendrían diversa repercusión social y política, así co-
mo variada incidencia en el campo cinematográfico.

Entre esos fenómenos, pueden individualizarse algunos:

• Los sucesos asociados a la Convención Demócrata en Chicago, en agosto


de 1968 (el mismo año de los asesinatos de Martin Luther King y de Robert
Kennedy), con duros enfrentamientos entre manifestantes antiguerra de
Vietnam y la policía.

• La invasión de Checoslovaquia por las tropas del Pacto de Varsovia el 20 de


agosto, que aplastó el intento de liberalización socialista conocido como
Primavera de Praga iniciado en enero del mismo año.

• La represión de la protesta estudiantil en la plaza de las Tres Culturas de


Tlatelolco (Ciudad de México) el 2 de octubre de 1968, con centenares de
muertos, solo diez días antes del inicio de los Juegos Olímpicos.

Cita

«Tal vez la revuelta juvenil es una Fiesta vacía, el llamamiento, la invocación de un acon-
tecimiento siempre futuro y que jamás se hará presente –jamás será. O tal vez es una
conmemoración: la Revolución no aparece ya como la elusiva inminencia del futuro sino
como un pasado al que no podemos volver y tampoco abandonar […]. Al mimarlos, los
exorciza: durante unas semanas se niega a sí misma en las blasfemias y los sacrilegios de
su juventud para luego afirmarse más completa y cabalmente en la represión. Víctima
ungida por el prestigio ambiguo de la profanación, la juventud es el chivo expiatorio de la
ceremonia: en ella, después de haberse autoprofanado, la sociedad se castiga a sí misma.
Profanación y castigo simbólicos: todo es una representación inclusive si, como ocurrió
el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de Tlatelolco en México, la ceremonia moderna evoca
(repite) el rito azteca: varios cientos de muchachos y muchachas inmolados, sobre las
ruinas de una pirámide, por el Ejército y la Policía.»

O. Paz (1971). Los signos en rotación (pág. 302). Madrid: Alianza.

• El llamado otoño caliente de 1969 en Italia, con una multiplicación de la


contestación universitaria, huelgas y ocupaciones de fábricas, en el seno de
una radicalización que tendrá dramáticas consecuencias en los posteriores
años de plomo.

• Las algaradas estudiantiles en España, que en enero de 1969 llevan a la


proclamación del estado de excepción por parte del Gobierno franquista,
provocadas tanto por el ejemplo del Mayo francés –silenciado y manipu-
lado por la prensa oficial– como por dinámicas propias, con antecedentes
como las revueltas estudiantiles de 1956, la expulsión de la universidad
de una serie de catedráticos solidarios con los estudiantes –Enrique Tierno
Galván, Agustín García Calvo y José Luis López Aranguren– y la dimisión
de otros, como Antonio Tovar y José María Valverde, o la inhabilitación de
© FUOC • PID_00234913 44 Contextos

Santiago Montero Díaz y Mariano Aguilar Navarro, la caputxinada, en abril


de 1966, cuando la policía asalta el Convento de los Capuchinos de Sa-
rriá (Barcelona), donde se estaba constituyendo el Sindicato Democrático
Universitario como alternativa al oficial SEU, y que provocó el inmediato
cierre de la Universidad de Barcelona, la suspensión de empleo y sueldo de
sesenta y ocho profesores no numerarios (penenes), o el concierto multi-
tudinario del cantante Raimon en la Universidad Complutense de Madrid
el 18 de mayo de 1968.

3.4. Sobre algunas consecuencias de la contestación

El Mayo del 68, como cristalización simbólica de todo el empuje contestatario


de los años sesenta, tiene dos�derivas, en ocasiones sí, pero ni mucho menos
siempre, conexas:

• De una parte, la proliferación�de�partidos,�grupos�y�grupúsculos�radi-


cales�de�izquierdas, divididos en diversas tendencias, sujetos a un perma-
nente juego de escisiones, dogmatismos y confrontaciones, de tal forma
que casi jamás consiguieron establecer un frente común capaz de alcanzar
resultados válidos en los procesos electorales, lo que por otra parte no fi-
guraba en su imaginario revolucionario.

• De otra, la radicalización confrontada al fracaso de cualquier auténtica lí-


nea de masas, el activismo de fuerzas violentas vinculadas a la extrema-de-
recha y la influencia de opciones militares planteadas fuera de las fronteras
europeas, desde la guerrilla latinoamericana hasta la resistencia palestina,
condujo a la oleada� terrorista que iba a traumatizar a ciertos países de
Occidente: RFA, Italia, Irlanda, España, Francia…

Además, aquella proliferación y fragmentación tuvo una muy importante re- Ved también
percusión sobre todo en lo que estudiaremos como cine militante, por lo que
Analizaremos el cine militante
merece la pena establecer un cierto mapa que posteriormente nos permitirá en el apartado homónimo del
establecer las correspondientes vinculaciones. Esa actividad política radical de módulo «La praxis crítica».

izquierdas tuvo sus epicentros en Francia e Italia.

En Francia destacaron tres grupos:

• Gauche�Proletariènne, resultante de la unión entre los restos del Movi-


miento 22 de marzo, liderado por Alain Geismar, y del principal grupo
maoísta, la Union des Jeunnesses Communistes Marxistes-lenninistes (m-
l), que contó con importantes apoyos intelectuales tras su ilegalización
en junio de 1970, encabezados por Jean-Paul Sartre, que llegó a dirigir
en 1971 su periódico La Cause du Peuple, a quien se vio vendiendo sus
ejemplares en las calles parisinas (también ayudó a otras dos publicaciones
maoístas: Tout y J’accuse). Más tarde (en abril de 1973), Sartre intervendría
en la creación de un diario mucho más potente e influyente, inicialmente
© FUOC • PID_00234913 45 Contextos

maoísta, aunque luego mucho más moderado: Libération. Este colectivo –


fuertemente jerarquizado y que llegó incluso a reivindicar el estalinismo–
desarrolló algunas acciones espectaculares entre 1968 y 1970 (robo masivo
de billetes de metro luego repartidos gratuitamente, saqueo de tiendas de
lujo, sabotaje industrial…).

• Lutte� Ouvrière, derivado de la Union Communiste (fundada en 1950),


principal grupo trotskista en esos primeros años setenta, con un periódico
del mismo título. A él pertenece la eterna aspirante (desde 1974) a la pre-
sidencia de la República, Arlette Laguiller.

• Ligue�Communiste�Révolutionnaire, sección francesa de la IV Interna-


cional, también trotskista (fundada esta en 1938), derivada de la Juventud
Comunista Revolucionaria (JCR) bajo el impulso de Alain Krivine en 1966
y la influencia teórica de Ernest Mandel, entre otros.

Por su parte, Italia vio nacer, entre otros, a:

• Avanguardia�Operaia, creada en Milán en 1968 a partir de una platafor-


ma obrerista-leninista que abarca numerosos grupúsculos, con la volun-
tad de constituirse en el auténtico partido marxista-leninista italiano, a la
izquierda del potente PCI. Con una importante presencia de los Comita-
ti Unitari di Base (CUB), promotores de la autonomía de base obrera co-
mo alternativa a los sindicatos burocratizados, reivindicando el consejis-
mo obrero y el alejamiento de la política convencional. Su poderosa im-
plantación en el norte industrial fue el agente básico del otoño caliente
de 1969. En 1976 se integraría en Democrazia Proletaria (DP) junto con
otros grupos e iniciaría la vía parlamentaria, tras serios incidentes violen-
tos a cargo de su servicio de orden confrontado a grupos e individuos de
extrema-derecha.

• Lotta� Continua fue fundado en Turín en noviembre de 1969 con una


doble base obrera y estudiantil, como resultado de una escisión del Mo-
vimento Operai-studenti que había movilizado la universidad y la FIAT.
Desarrolló una fuerte teorización sobre los nuevos sujetos revolucionarios,
gracias a un considerable aparato propagandístico (un diario y un sema-
nario), ampliando la agitación a nuevos ámbitos, como el ejército (Prole-
tari in Divisa). Se mantuvo al margen de la lucha parlamentaria, incluso
algunos de sus miembros pasaron a la acción armada, hasta su integración
en Democrazia Proletaria en 1976.

• Potere�Operaio fue el otro grupo resultante de la escisión del Movimen-


to Operai-studenti en 1969, con Antonio Negri como máximo exponente
teórico y dirigente. Cobijó una sección dedicada desde 1971 a la lucha ar-
mada, lo cual incidió en la disgregación ocurrida en 1973, cuando algunos
sectores constituyeron el embrión de la Autonomia Operaia.
© FUOC • PID_00234913 46 Contextos

• Partito�Radicale, fundado inicialmente en 1956 y disuelto 1963, fue re-


fundado en 1967, abierto a los intereses más diversos de la nueva izquier-
da, siendo los impulsores desde dentro del sistema de referéndums victo-
riosos (como el que se celebró sobre el divorcio) y de campañas en pro del
aborto, la libertad conciencia, el feminismo…

Esta dinámica radical-izquierdista (confrontada por otra parte a algunos gru-


pos armados de extracción ultraderechista) se vio apoyada por la presencia de
la revista Il Manifesto, creada en junio de 1969 y dirigida por Lucio Magri y Ros-
sana Rossanda. Su posición ante la invasión de Checoslovaquia y otros temas
provocó la expulsión de sus promotores del PCI (noviembre 1969), llegando
a constituir una formación política que obtuvo representación parlamentaria.
En abril de 1971 se transforma en diario, manteniendo a la vez su presencia
electoral, fusionándose con el Partito Democratico di Unità Proletaria (PDUP)
en julio de 1974. Y todo ello sin olvidar otros movimientos sociales con ob-
jetivos más concretos, caso del Mouvement de Libération des Femmes (MLF)
y el Front Homosexuel d’Action Revolutionnaire en Francia, o del Comité de
Acción para la Liberación de la Mujer (nacido en Berlín en 1968), que junto
con otros colectivos, como Aktion 218 (1971), lograron la despenalización del
aborto en la RFA.

Finalmente, se debe reseñar la salida más extrema de la contestación de los


sesenta que conducirá a los llamados años�de�plomo en Alemania e Italia. El
terrorismo existente hasta entonces tenía una motivación de corte nacionalis-
ta: el IRA (Irish Republican Army) se había creado en 1922, pero fue en 1969,
con la creación del IRA-Provisional, cuando se revitalizó; el embrión de ETA se
remonta a 1958, cuando se crea el Euskadi ta Askatasuna, pero sería en junio
de 1968 cuando comienza de verdad su lucha armada. Además, se pudieron
encontrar en diversos lugares de Europa (Francia, Austria, Alemania, etc.) los
rastros del terrorismo palestino (con el famoso Illich Ramírez como ejemplo
máximo) y de otros orígenes extraeuropeos (caso de la oposición iraní al Go-
bierno del Sha…). Pero sin duda fueron la Rote�Armee�Fraktion (RAF, Fracción
Ejército Rojo) alemana, mal llamado Banda Baader-Meinhof, nacida en 1970,
y las Brigate�Rosse (BR), constituidas en 1974, los ejemplos más relevantes.
© FUOC • PID_00234913 47 Contextos

4. El contexto cinematográfico

Completaremos la descripción del contexto de la plenitud del cine como dis-


positivo crítico a finales de los sesenta y los setenta introduciendo algunas
consideraciones sobre el estado de la cinematografía. Desde el punto de vista
industrial, se mantuvo el dominio de Hollywood, pese a que se hallaba en una
profunda crisis interna, tanto creativa como económica, que desembocaría en
el new Hollywood de los años setenta. Al margen o en los límites del cine ma-
yoritario norteamericano, durante los años sesenta se abren nuevas�vías, bajo
diversas etiquetas: cine�independiente (tanto de ficción como documental),
underground, new�american�cinema, cine�experimental, cine�expandido,
etc.

Mientras, las cinematografías nacionales europeas tradicionales trampeaban


la crisis derivada de la definitiva implantación de la televisión, de los cambios
del público y del envejecimiento de las fórmulas tradicionales renovando los
géneros (con la preeminencia del spaghetti-western, el péplum, los agentes se-
cretos, el terror, etc.) y las estrellas (con los nuevos intérpretes surgidos de los
nuevos cines), y con el incremento de las coproducciones en pos de públicos
más amplios.

Pero el mayor relieve lo tienen las tendencias� exponentes� de� las� últimas
aportaciones�de�la�modernidad�cinematográfica. Una modernidad –«mo-
do de articulación moderno» (MAM)– que remonta sus orígenes a los años
de la posguerra, a la eclosión�del�neorrealismo�italiano, a la emergencia�de
ciertas�individualidades –sean procedentes de él (Rossellini, Visconti, Felli-
ni, Antonioni), sean autónomas (Bresson, Bergman, Dreyer, etc.)– y a la gran
renovación�crítica que tendría su máxima expresión con la aparición de la
revista Cahiers�du�Cinéma en abril de 1951. Ahí se consagrarían los dos�prin-
cipios�básicos�sustentadores�de�la�modernidad: la política�de�los�autores y
la teoría�de�la�puesta�en�escena.

Frente a los rasgos esenciales del clasicismo cinematográfico –«modo de arti-


culación institucional» (MAI)–, que son la narratividad y la transparencia, el
cine�moderno�apuesta�por�la�discursividad y la�opacidad. La primera deriva
de un conjunto de estilos personales, fruto de un punto de vista propio, que
implica el predominio de múltiples poéticas sobre una supuesta –e inexisten-
te– estética modernista; eso que Pasolini denominará «cine de poesía». La se-
gunda obliga al trabajo hermenéutico, pasar del «qué cuenta» al «qué dice»,
repercutiendo eso en el papel de la crítica cinematográfica, los debates abiertos
de los cineclubs o las monografías de cineastas.
© FUOC • PID_00234913 48 Contextos

Paralelamente, en el campo�teórico-crítico se produjo en los años cuarenta


y cincuenta una proyección sobre el cine de las corrientes�existencialistas y
fenomenológicas, en ocasiones con pretensiones cientifistas (así, el desarro-
llo de la filmología, con especial atención a la psicología de la percepción y
a la sociología empírica aplicadas al cine), en otras más espiritualistas. Al lle-
gar los años sesenta se abrió el campo teórico-crítico hacia el estructuralismo
y, sobre todo, la semiología�fílmica, que junto con la aplicación del psicoa-
nálisis –preferentemente de matriz lacaniana– fueron los paradigmas básicos
del contexto teórico cinematográfico, en connivencia –como veremos– con el
trabajo ideológico.

Desde finales de los años cincuenta se abrió esa segunda fase de la modernidad
cinematográfica, la de los nuevos�cines, que se desarrolló en paralelo en el
área occidental europea (free-cinema, nouvelle vague, cinéma verité, junger deuts-
che film, nuevos cines italiano, español, sueco, belga, etc.) y en la oriental (Po-
lonia, Checoslovaquia, Hungría, URSS, Yugoslavia y Rumanía, sobre todo). Ya
de pleno en los años sesenta la dinámica de los nuevos cines se extendió fuera
de Europa, bajo dos modalidades básicas: la renovación de viejas industrias
cinematográficas (Brasil, Argentina, México, Chile, Canadá, Japón) y la apari-
ción de nuevas cinematografías vinculadas al empeño antiimperialista (Cuba)
o descolonizador (Argelia, Túnez, Senegal, etc.). En estos casos se trató de mo-
vimientos fuertemente politizados, en la medida en que la (re)construcción de
un cine nacional adquirió valor dentro de la estrategia política.

Un aspecto determinante en esos años, impulsor de los nuevos cines y tam-


bién muy importante de cara a las formas más militantes del cine, fueron los
nuevos avances�tecnológicos: las cámaras de 16 mm, primero, luego las de
súper-8 mm y finalmente las primeras videocámaras y magnetoscopios; los
procedimientos de toma de sonido en directo (como el magnetófono Nagra);
las películas de emulsión más sensible y menos necesitadas de apoyo lumíni-
co, etc. Todo eso permitió rodajes más rápidos, ligeros, baratos, en exteriores o
interiores naturales (abandonando los clásicos estudios y su escenografía), la
captación del sonido en encuestas en la calle (como en Crónica de un verano).

Así, el instrumental cinematográfico se puso al alcance de grupos ajenos


a la pesada industria tradicional, lo cual permitió no tanto una demo-
cratización del cine, pero sí un acceso más amplio al medio cinemato-
gráfico.

También la puesta en marcha –desde la posguerra– de filmotecas, cineclubs


y otros�circuitos�de�difusión�cinematográfica permitió no solo cultivar la
cultura cinematográfica como nunca había ocurrido, ya que no significó una
absorción pasiva por parte del espectador, sino una actividad importante en
debates y coloquios sobre las películas proyectadas.
© FUOC • PID_00234913 49 Contextos

Esos canales (ampliados a las universidades, las fábricas, las escuelas, los
centros culturales y artísticos, etc.) serían más tarde las vías más impor-
tantes para la circulación del cine crítico realizado en los márgenes o
completamente fuera del comercio cinematográfico.

Los nuevos cines –y el cine moderno en general– no nacieron fuera del ámbi-
to comercial, pero sí crearon nuevos segmentos de la exhibición, más especia-
lizados y minoritarios, como las salas de arte y ensayo –y sus correspondien-
tes distribuidoras– o los festivales de cine, fuesen de gran alcance (Cannes,
Venecia, Berlín), de alcance medio (San Sebastián, Karlovy Vary, Moscú, Mar
del Plata, Viña de Mar, etc.) o especializados (Pesaro, Oberhausen, Manheim,
Tours, Benalmádena, etc.). Y al amparo de los cineclubs, filmotecas, la crítica
y la entrada –aún lenta– del cine en la enseñanza superior, se�desarrolló�un
nuevo�público especialmente sensibilizado hacia los cineastas modernos, ca-
paces de otras formas de consumo, como por ejemplo el subtitulado de las
versiones originales.

Tampoco los nuevos cines se situaron fuera del ámbito institucional, pues con-
taron habitualmente con un fuerte apoyo estatal (a veces vía las televisiones,
entonces estatales), incluidos obviamente los países totalitarios, en la concien-
cia de la grave crisis que amenazaba al cine tradicional. La necesidad de reno-
var los cuadros de la producción y creación cinematográfica se aliaba con las
renovaciones formales y temáticas. Una renovación que alcanzó al conjunto
de técnicos, guionistas, intérpretes (creando un renovado star-system) e inclu-
so productores, adaptados a las nuevas formas de producción (cooperativas,
autoproducción de los propios directores, unidades de producción, etc.) y ro-
daje que la tecnología y los bajos costes permitían.

Los nuevos cineastas surgieron de tres ámbitos no excluyentes entre sí:

• Primero las escuelas�de�cine: IDHEC (Institut des Hautes Etudes Cinéma-


tographiques), CSC (Centro Sperimentale de Cinematografia), escuelas de
Lödz (Polonia) y Moscú (URSS), FAMU (Praga), London Film School, EOC
(Escuela Oficial de Cinematografía), etc. Muy relevante es indicar que en
esas escuelas no solo se formaron muchos de los integrantes de los nuevos
cines nacionales, sino también los procedentes de países no europeos que
no contaban con instalaciones equivalentes.

• Un segundo ámbito fue la práctica de la crítica�cinematográfica durante


los años de formación e incluso como estrategia de penetración en el sis-
tema cinematográfico.

• Y finalmente, la producción-realización�de�cortometrajes, como prácti-


cas en las escuelas, como encargos industriales o institucionales, siguiendo
© FUOC • PID_00234913 50 Contextos

la tradición del corto documental, pero sobre todo introduciendo el corto


de ficción que permitía las primeras experiencias autorales.

Desde�el�punto�temático –descontada la búsqueda estilística–, los nuevos ci-


nes también significaron notables cambios:

• Atención preferente hacia temáticas� juveniles o incluso infantiles, por


identidad generacional o recuerdo de un pasado reciente. Unos jóvenes
muchas veces difíciles, inestables, desarraigados, errantes, confrontados a
la familia, el mundo del trabajo, la sociedad en general.

• Una dimensión�edípica muy clara, manifiesta no solo en el terreno perso-


nal y familiar, sino sobre todo en el plano histórico-político. Constatemos
que estos cineastas habían nacido mayoritariamente entre 1930 y 1945,
por lo que no habían tenido intervención directa en los acontecimientos
bélicos, en los regímenes totalitarios y en sus consecuencias (resistencia,
colaboracionismo, complicidades varias, guerras civiles, gestación de los
regímenes socialistas, etc.) o incluso en el desarrollo del capitalismo de
posguerra. Por tanto, esos tiempos eran los de sus padres; esa era su res-
ponsabilidad y a esas generaciones anteriores se dirigió la demanda y ajus-
te de cuentas, lo que podríamos considerar un «revisionismo histórico».
Recordemos dos títulos suficientemente significativos: Mirando hacia atrás
con ira (T. Richardson, 1959) y No reconciliados (J. M. Straub, 1965).

• Un fuerte carácter�subjetivista,�narcisista, muchas veces en términos au-


tobiográficos, que se plasma tanto en los temas argumentales como en las
filigranas estilísticas definidoras de la condición autoral.

• La aparición�en�las�pantallas�de�nuevos�sujetos, a través de una galería


de personajes muchas veces situados en los antípodas del héroe del cine
clásico, en su vertiente hollywoodense o como el «héroe positivo» del cine
socialista. Delincuentes más o menos juveniles, prostitutas, obreros, lum-
pen, empleados, etc. pueblan las pantallas para incomodidad de las aún
activas censuras. Y esos personajes realizan avances en el terreno del sexo
–y a veces, de la violencia– desconocidos hasta entonces en el cine, mos-
trando una franqueza capaz de derribar muchos tabúes (homosexualidad,
drogadicción, prostitución, incesto, raciales, etc.) y abordar de una nueva
forma los sentimientos amorosos y de todo tipo.

• Una meta-reflexividad muy modernista, expresada mediante dedicato-


rias, citas (de pinturas, títulos de portadas de libros, fragmentos de novelas
y poemas, carteles de cine, fragmentos de films, nombres propios y apelli-
dos, etc.), presencias y cameos, eslóganes, etc.
© FUOC • PID_00234913 51 Contextos

El relativo bajo coste de los films permitió que, pese a los limitados rendimien-
tos de taquilla de los films –en la mayor parte de casos–, se pudiese mantener la
producción durante algunos años, aunque progresivamente esos nuevos cines
fueron a su vez entrando en crisis, como ocurre casi de forma definitiva a co-
mienzos de los setenta, salvo alguna excepción como los casos alemán y suizo.
© FUOC • PID_00234913 53 Contextos

Bibliografía
Aspectos generales

Arbasino, A.; Mekas, J. (1970). Entre el «underground» y el «off off». Barcelona: Anagrama.

Bersteinn, S.; Milza, P. (1999). Histoire de la France au xxe siècle. 1958-1974 . Bruselas:
Complexes.

Betts, R. (1991). France and Decolonization (1900-1960). Londres: MacMillan.

Blumer, G. (1972). La revolución cultural china (1965-1967). Barcelona: Península.

Borne, D. (1988). Histoire de la societé française depuis 1945. París: A. Colin.

Brillant, B. (2003). Les Clercs de 68. París: PUF.

Cantor, N. F. (1973). La era de la protesta. Madrid: Alianza.

Châtelet, F. y otros (1977). Los marxistas y la política, III. La crítica marxista de la Revolución
(1949-1974). Madrid: Taurus.

Clark, P. (1988). Chinese Cinema: Culture & Politics since 1949. Cambridge: Cambridge Uni-
versity Press.

Cohn-Bendit, D. (1998). La revolución y nosotros, que la quisimos tanto. Barcelona: Anagrama.

Descombes, V. (1982). Lo mismo y lo otro. Cuarenta y cinco años de filosofía francesa


(1933-1978). Madrid: Cátedra.

Fairbank, J. K. (1997). China, una nueva historia. Barcelona: Andrés Bello.

Fontaine, A. (1967). La Guerre civile froide (mai 68 et ses suites). París: Fayard.

Fontana, J. (2011). Por el bien del imperio. Una historia del mundo desde 1945. Barcelona:
Pasado & Presente.

Fuentes, J. F.; La Parra López, E. (2001). Historia Universal del Siglo xx. Madrid: Síntesis.

Goetschel, P.; Loyer, E. (2001). Histoire culturelle et intellectuelle de la France au 20e siècle.
París: A. Colin.

Goffman, K. (2005). La contracultura a través de los tiempos. De Abraham al acid-house. Bar-


celona: Anagrama.

Hobsbawm, E. (1989). Historia del siglo xx, 1914-1991 . Barcelona: Crítica.

Hsü, I. C. Y. (1999). The Rise of Modern China. Oxford: Oxford University Press.

James, D. E. (1992). Jonas Mekas & the New York Undeground. Princeton: Princeton University
Press.

Joffrin, L. (1998). Mai 68, histoire des événements. París: Seuil

Kaspi, A. (1998). Les Américains. Les États Unis de 1945 à nos jours. París: Seuil.

Le Goff, J. P. (2002). Mai 68, l’héritage impossible. París: La Découverte.

Lucie-Smith, E. (1989). Movements in art since 1945. Londres: Thames & Hudson.

Maffi, M. (1975). La cultura underground (2 vols.). Barcelona: Anagrama.

Malamud, C. (1992). América Latina, siglo xx. La búsqueda de la democracia . Madrid: Síntesis.

Mammarella, G. (1990). L’Italia contemporanea (1943-1989). Bolonia: Il Mulino.

Marchán, S. (1972). Del arte objetual al arte del concepto. Las artes plásticas desde 1960. Madrid:
Comunicación (“Serie B”, 17).

Mekas, J. (1975). Diario cinematográfico. El nacimiento del Nuevo Cine Americano. Madrid:
Fundamentos.
© FUOC • PID_00234913 54 Contextos

Nieto, A. (1971). La ideología revolucionaria de los estudiantes europeos. Barcelona: Ariel.

Paredes, J. (ed.) (1999). Historia universal contemporánea II. El mundo actual. Barcelona: Ariel.

Rouquié, A. (1982). L’Etat militaire en Amérique Latine. París: Seuil.

Teed, P. (1992). Dictionary of Twentieth-Century History. 1914-1990. Oxford: Oxford Univer-


sity Press.

Tyler, P. (1973). Cine underground. Barcelona: Planeta.

Winock, M. (1987). Chronique des années soixante. París: Seuil.

Winock, M. (1997). Le siècle des intellectuels. París: Seuil.

Vidal Villa, J. M. (1978). Mayo’68. La imaginación al poder. Barcelona: Bruguera.

Zizek, S. (1994). Todo lo que usted siempre quiso saber sobre Lacan y nunca se atrevió a preguntarle
a Hitchcock. Buenos Aires: Manantial.

La modernidad cinematográfica y los nuevos cines

Apra, A. (ed.) (1986). New American Cinema. Turín: Cinema Giovane.

Balint Kovacs, A. (2007). Screaning Modernism. European Art Cinema, 1950-1980. Chicago:
University of Chicago Press.

Brunetta, G. P. (2007). Il cinema italiano contemporáneo. Roma-Bari: Laterza.

Buttafava, G. (ed.) (1987). Al di là del disgello. Cinema sovietico degli anni 60. Turín: Cinema
Giovani.

Chateau, D.; Gardies, A.; Jost, F. (1981). Cinémas de la modernité. París: Klincksieck.

Corrigan, T. (1984). New German Film: The Displaced Image. Austin: University of Texas.

Cueto, R.; Weinrichter, A. (eds.) (2004). Dentro y fuera de Hollywood. La tradición indepen-
diente en el cine americano. Valencia: Filmoteca Valenciana / Festival de Cine de Gijón.

De Baecque, A. (1998). La Nouvelle vague portrait d’une jeunesse. París: Flammarion.

Desser, D. (1988). Eros + Massacre. An Introduction to the Japanese New Wave Cinema. Bloo-
mington: University Indiana Press.

Elsaeser, T. (1989). New German Cinema. A History. Londres: British Film Institute / McMi-
llan.

Font, D. (2002). Paisajes de la modernidad. Barcelona: Paidós.

Frodon, J.-M. (2010). Le cinema français de la Nouvelle Vague à nos jours. París: Cahiers du
Cinéma.

Heredero, C. F.; Monterde, J. E. (eds.) (2001). En torno al Free-Cinema. La tradición realista


en el cine británico. Valencia: Filmoteca Valenciana / Festival de Cine de Gijón.

Heredero, C. F.; Monterde, J. E. (eds.) (2002). En torno a la Nouvelle Vague. Rupturas y


horizontes de la modernidad. Valencia: Filmoteca Valenciana / Festival de Cine de Gijón.

Heredero, C. F.; Monterde, J. E. (eds.) (2003). Los «Nuevos Cines» en España. Ilusiones y
desencantos de los años sesenta. Valencia: Filmoteca Valenciana / Festival de Cine de Gijón.

Leonardi, A. (1971). Occhio, mio. Il New American Cinema. Milán: Feltrinelli.

Losilla, C.; Monterde, J. E. (eds.) (2006). Vientos del Este. Los nuevos cines en los países
socialistas europeos. 1955-1975. Valencia: Filmoteca Valenciana / Festival de Cine de Gijón.

Losilla, C.; Monterde, J. E. (eds.) (2007). Paisajes y figuras: perplejos. El Nuevo Cine Alemán.
1962-1982. Valencia: Filmoteca Valenciana / Festival de Cine de Gijón.

Losilla, C. (2012). La invención de la modernidad. Barcelona: Cátedra.


© FUOC • PID_00234913 55 Contextos

Martini, E. (ed.) (1991). Free Cinema e dintorni. Nuovo Cinema Inglese 1956-68. Turín: Festival
Cinema Giovani.

Martini, E. (ed.) (1992). Innamorati e lecca lecca. Indipendenti americani anni´60. Turín: Fes-
tival Cinema Giovani.

Monterde, J. E.; Riambau, E.; Torreiro, C. (1987). Los «Nuevos Cines» europeos
1955-1970. Barcelona: Lerna.

Monterde, J. E. (2005). En torno al nuevo cine italiano. Los años sesenta: realismo y poesía.
Valencia: Filmoteca Valenciana / Festival de Cine de Gijón.

Muller, M.; Tomassi, D. (1990). Nuovo cinema giaponese degli anni 60. Turín: Festival Cine-
ma Giovani.

Orr, J.; Taxidou, O. (1998). Post-War. Cinema and Modernity. Edimburgo: Edinburgh Uni-
versity Press.

Pasolini, P. P.; Rohmer, E. (1971). Cine de poesía contra cine de prosa. Barcelona: Anagrama.

Riambau, E. (1998). El cine francés (1958-1998). Barcelona: Paidós.

Spagnoletti, G. (ed.) (1985). Nuovo cinema tedesco negli anni´60. Milán: Ubulibri.

Varios autores (1989). Prima della rivoluzione. Schermi italiani 1960-69. Venecia: Marsilio.

También podría gustarte