Disciplinas Espirituales
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Objetivos: El alumno -
1. Entenderá que la oración es la base de todo ministerio efectivo.
2. Entenderá que uno no puede ministrar efectivamente sin primero “escuchar” a
Dios.
3. Entenderá la razón verdadera del ayuno.
Sección 1: La oración
Los Evangelios muestran que Jesús mantenía una vida muy activa de oración
desde el principio de su ministerio público hasta la noche en que lo arrestaron.
Jesús no sólo oraba en público, sino también pasaba largas horas a solas en
comunión con su Padre. Pasó la noche orando antes de nombrar a los doce
apóstoles (Lucas 6:12). Después de la alimentación de los cinco mil, cuando la
gente quiso hacerlo su Rey, Jesús se fue a orar para recuperar su perspectiva y
tener comunión con su Padre (Juan 6:15, Mateo 14:23). Antes de su arresto pasó
tiempo agonizando en oración en el Jardín de Getsemaní. (Mateo 26:39).
El modelo de oración que Él les enseñó incluye los componentes básicos para la
comunicación con Dios:
“Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como
en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo
hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también perdonamos a
nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal;
porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos.
Amén. Mateo 6:9-13
Una pregunta que surge muy a menudo tiene que ver con la mejor hora del día para
estar a solas con Dios. Algunos tienen su tiempo especial con Dios por la noche,
otros durante el día. Yo recomiendo que le dé a Dios el tiempo del día cuando
usted esté más alerta. Una parte muy importante de su tiempo con Dios es
ponerse la armadura espiritual que le ha provisto. Si usted es una persona
nocturna y prefiere tener su tiempo con Dios por la noche, asegúrese de usar el
tiempo para prepararse para el próximo día.
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Tenga un lugar donde escuchar
Para poder escuchar la voz de Dios, tiene que darle toda su atención. Tiene que
dejar que le hable a través de la Palabra a su espíritu interior. Tiene que tomar
tiempo para que le dé la dirección necesaria para vivir victoriosamente y para
ministrar efectivamente a aquéllos a quienes Él le ha encomendado para ayudarles
en su crecimiento espiritual.
¿Cómo puede usted saber que está escuchando la voz de Dios y que no la está
confundiendo con otra cosa? Dios nunca contradice Su Palabra escrita cuando le
habla. Si usted recibe una impresión acerca de algo, pruébela preguntando, ¿está
esto de acuerdo con lo que yo conozco de Dios? A veces sentirá algo que usted
sabe que no vino de su propia mente. Al seguir orando y leyendo la Palabra, el
Espíritu Santo le confirmará lo que le ha revelado y le dará paz.
Hace poco fui desafiado a “orar la Palabra” a favor de mi esposa, mis hijos, y
aquéllos por los cuales yo estaba intercediendo. Estaba orando por mi pastor
usando las palabras de 1 Pedro 5:2-3, “Yo pido que mi pastor pastoree las ovejas
de Dios que están bajo su cuidado, teniendo cuidado de ellas, no porque tenga que
hacerlo, sino porque está dispuesto, como Dios quiere que sea, no con avaricia,
sino deseoso de servir, no señoreando sobre los que están bajo su cargo, sino
siendo un ejemplo para su grey”.
Cuando usted ora la Palabra de Dios, no tiene que dudar si está o no está orando
de acuerdo a Su voluntad. Definitivamente es Su voluntad; siempre es Su voluntad
cumplir Su Palabra. Dios contestará poderosamente a medida que usted ora Su
Palabra.
Recuerdo que desde niño escuchaba a los ancianos hablar de “orar hasta la
victoria”. No entendía en aquel tiempo lo que querían decir, ni tampoco tenía la
paciencia para ponerlo en práctica. Básicamente “orar hasta la victoria” quiere decir
“orar hasta recibir la contestación” o “hasta que Dios nos quite la carga de orar.”
Mientras Dios nos cargue con una preocupación específica, tenemos que ser fiel y
seguir orando.
“También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre y
Cap. 2 Disciplinas Espirituales
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no desmayar, diciendo: “Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni
respetaba a hombre”. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual
venía a él diciendo: hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún
tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni
tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le
haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo
el Señor: “Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a
sus escogidos, que clamen a él de día y de noche? ¿Se tardará en
responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el
Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” Lucas 18:1-8.
La importancia de ayunar
La disciplina espiritual de ayunar se enseña y se practica tanto en el Antiguo
Testamento como en el Nuevo. Un aspecto importante de su vida y disciplina
espiritual es crecer en la fe y llegar a ser responsable de su propio crecimiento
espiritual. Un tiempo regular de ayuno le ayudará en su peregrinaje hacia la
madurez espiritual.
Jesús también trató con los abusos del ayuno en Mateo 6:16-18.
Ejercicios:
1. Consiga un diario y empiece a orar con propósito y con estrategia.
2. Pida a Dios que le dé versículos para orar a favor de su familia y de quienes
usted guía espiritualmente.
3. Ponga en práctica el “orar hasta la victoria” usando el gráfico en la
lección como modelo para anotar las contestaciones de Dios.
4. Después de leer y meditar en Isaías 58:1-5 y Mateo 6:16-18,
aparte un tiempo para orar y ayunar. Mantenga su diario a mano para
anotar la dirección que Dios le da para su vida espiritual y para su ministerio.
5. Esté preparado para compartir sus experiencias con su grupo de estudio.
Referencias
Neighbour, Ralph W., Jr. The Arrival Kit (El Juego de Llegar). Houston:
Touch Publications, 1996.
Freidzon, Claudio J. Un Veradero Encuentro. Buenos Aires: Rey de Reyes,
1999.
Lección 2: La Mayordomía
Objetivos: El alumno –
1. Pensará de nuevo su concepto de la mayordomía, el cual incluye más que el
dinero.
2. Aprenderá el significado de tres palabras griegas y cómo pueden afectar su
modo de ver el ministerio.
3. Viviár por gracia en cuanto a ejercer la mayordomía.
Introducción
Cuando escuchamos la palabra “mayordomía” inmediatamente pensamos en
dinero. Cuando nuestra iglesia celebra el mes de mayordomía nosotros
automáticamente pensamos que el pastor predicará sobre el diezmar. Por muchos
años esto es lo que significó la mayordomía para mí. Pero estoy aprendiendo que
aunque la mayordomía incluye el manejo de las finanzas, involucra mucho más que
ellas.
Es verdad que Jesús habló mucho sobre el dinero: hay más referencias al dinero
que a la oración en las enseñanzas de Jesús en los Evangelios. La Biblia nos dice
que donde está nuestro tesoro, allí también estará nuestro corazón (Mateo 6:21).
Cuando nuestro corazón está en el lugar correcto y empezamos a entender los
principios de la mayordomía, estaremos preparados a emprender la tarea de
manejar nuestras responsabilidades de acuerdo a la voluntad de Dios.
Oikos
Una palabra griega que es la clave para un mejor entendimiento de la mayordomía
es la palabra “Oikos”. Oikos significa simplemente “familia” u “hogar.’ Podemos
expandirla para incluir a los que están en nuestro círculo de influencia. Su Oikos ha
sido definido como esas personas con que usted pasa por lo menos una hora por
semana. Algunas personas tienen un Oikos pequeño, otros tienen un Oikos
grande.
Usando la definición de Oikos para que incluya aquellas personas con las que usted
comparte una hora o más por semana, encontrará que su Oikos es mucho más que
sus familiares inmediatos; es también sus compañeros de trabajo, sus compañeros
de escuela, sus amigos y sus vecinos. Éstas son las personas a quienes Dios lo ha
llamado para que les ministre. Esto nos lleva a otra palabra griega que se relaciona
con la palabra Oikos, es la palabra Oikonomos, y significa “mayordomo”, “gerente” o
“administrador.”
Oikonomos
En Lucas 12:42 Jesús dijo: “¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su
señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?” Este mayordomo
o administrador es la persona que el señor de la casa nombra para suplir todas las
necesidades de los sirvientes de su hogar (Oikos). Dr. Ralph W. Neighbour, Jr.
Explica que el mayordomo (Oikonomos) les provee comida a los sirvientes en los
tiempos apropiados. Obviamente, el mayordomo no usa sus propios recursos para
hacerlo. El único recurso a su disposición es aquel que el señor le ha confiado. El
mayordomo no puede distribuir comida a menos que sea provisto por el señor
primero (Neighbour 1996:46).
Oikodomeo
Eso nos lleva a la segunda palabra relacionada con Oikos, “Oikodomeo”, que
literalmente quiere decir “construir”, como en la construcción de una casa, pero la
palabra también se refiere a la construcción o edificación de los compañeros
cristianos. Veamos dos ejemplos:
“Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los
débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros
agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación”.
Romanos 15:1-2
“¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene
salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación.
Hágase todo para edificación (Oikodemeo).” 1ra Corintios 14:26
Un repaso rápido…
Oikos
Un grupo pequeño de personas que tienen una relación especial unos con otros.
Marcos 5:19; Hechos 16:31-34
Una bendición de la vida cristiana es el vivir bajo la gracia. Algunas personas creen
e inclusive enseñan que el diezmar es un concepto del Antiguo Testamento y que
es parte de la Ley. Dicen que como estamos viviendo bajo la gracia estamos libres
de la ley y de sus demandas, así que no tenemos que diezmar. Hay algo erróneo
en esta enseñanza y solamente tenemos que examinar unos pocos ejemplos de la
vida bajo la ley y la vida bajo la gracia para ver que esto está lejos de la verdad. En
Mateo 5:21-22 Jesús dijo:
“Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare
será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje
contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquier que diga Necio, a
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su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga Fatuo,
quedará expuesto al infierno de fuego.”
¿Qué descubrimos en estos dos ejemplos de la vida bajo la ley comparada con la
vida bajo la gracia? Las expectativas son más altas bajo la gracia que antes. El
punto clave que recordar es que Jesús no está dando más leyes que tenemos que
cumplir; al contrario, nos está revelando lo que podemos llegar a ser y cómo
podemos vivir con el poder y presencia del Espíritu Santo. Ahora hay expectativas
más altas, las cuales podemos alcanzar por la presencia del Cristo que vive en
nosotros.
“Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen
primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad ante
prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de
exigencia nuestra.” 2 Corintios 9:5
¿Qué porcentaje de sus posesiones pertenecen a Dios? Si contestó que el diez por
ciento, se equivocó. Todas sus posesiones pertenecen a Dios. Cuando usted
reconozca que todo lo que es y todo lo que tiene le pertenecen a Dios, puede abrir
sus manos, su corazón y su vida para darle a Él generosamente y con liberalidad.
Él abrirá las ventanas de los cielos, y derramará sobre usted bendición hasta que
sobreabunde (Malaquías 3:10).
Referencias
Neighbour, Ralph W., Jr. The Arrival Kit (El Juego de Llegar). Houston:
Touch Publications, 1996
Objetivos: El alumno
1. Demostrará que el uso de los dones espirituales se relaciona estrechamente con
la vida de oración y la mayordomía.
2. Podrá identificar los dones espirituales mencionados en el Nuevo Testamento.
3. Descubrirá los dones espirituales que Dios nos ha dado.
Introducción
Los dones espirituales son descritos como la sangre vital del Cuerpo de Jesucristo.
Dios, a través del Espíritu Santo, se los da a los creyentes para la edificación de la
Iglesia. Pablo dice en 1 Corintios 12 que no debemos ser ignorantes acerca de los
dones espirituales. Hay diversos dones, pero sólo un Espíritu. Hay diversidad de
ministerios, pero un sólo Señor. Hay diversidad de operaciones, pero el mismo
Dios "hace todas las cosas, en todos" (1 Corintios 12:4-6). Los dones espirituales
no son algo que nos divide o nos confunde. Provienen de Aquel que dio Su vida
por la Iglesia, que es la Cabeza de la Iglesia, y que desea que la Iglesia sea
saludable y edificada en todo aspecto. Esto se confirma en el versículo 7 del
mismo capítulo, "Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para
provecho." Se entiende que es el provecho de todos.
Por muchos años he creído en los dones espirituales y creía que Dios me había
dado algunos, pero no entendía cómo y cuándo el creyente debía usar su don.
Ciertamente algunos dones son obvios; podemos entender el uso del don de
enseñanza, el don de dar, el don de servir. Pero, ¿qué del don de ciencia, de
sabiduría, de exhortación, de sanaidad o el de hacer milagros?
“¿Qué hay, pues hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene
salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación.
Hágase todo para edificación.”
¿Puede pensar en algunos otros dones espirituales? Algunos han sugerido que los
siguientes también son dones espirituales. ¿Qué cree usted?
Joel Comiskey sugiere cuatro principios claves para ayudar a las personas a
descubrir su don específico en el ambiente de un grupo pequeño.
Ø Aprender acerca de los dones espirituales leyendo los pasajes acerca de dones
(1 Corintios 12, Romanos 12 y Efesios 4). También sería de ayuda leer uno o
dos libros buenos sobre los dones espirituales.
Ø En un grupo pequeño tratar de ejercer cuantos dones sea posible.
Ø Examinar sus deseos. Ejercer un don no debe ser una tarea difícil. Debe
disfrutarlo. ¿Le gusta explicar las verdades de la Biblia? Quizás tiene el don de
enseñar. ¿Ora por las personas en el grupo y hay sanidad? Quizás tiene el don
de sanidad. ¿Le encanta traer refrescos y organizar eventos para los grupos?
Quizás tiene el don de ayudar. ¿Le interesa ir a visitar un miembro de la célula
que está pasando dificultades? Quizás tiene el don de misericordia.
Ø Buscar confirmación de los demás miembros del grupo. Otros serán edificados
por su don. Esté atento a sus respuestas. ¿Qué confirman en usted? ¿Se dan
cuenta de su capacidad de aclarar el significado de la Biblia? Es muy posible
que alguien le diga que tiene el don de enseñar. (Comiskey 2001)
Unirlo todo
La Biblia afirma claramente que no somos aislados en nuestro andar cristiano.
Somos parte de un cuerpo y cada uno tiene una función dentro del cuerpo. Pablo
tenía una visión de cómo el cuerpo debe funcionar en el contexto de los dones
espirituales:
Referencias