Tema 04
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FORMAS
Forma seca o atrófíca (80%). Se caracteriza por la aparición de drusas y de placas de atrofia geográfica. Las drusas son
depósitos amarillentos y redondeados de material de desecho de la digestión de la parte externa de los fotorreceptores
bajo el epitelio pigmentario; pueden ser blandas o duras, y aparecer aisladas o confluyendo
La aparición de drusas blandas confluentes indica mayor riesgo de degenerar a forma exudativa. En general, esta forma
produce pérdidas de agudeza visual más progresiva, que suele evolucionar a lo largo de unos años.
Forma húmeda o exudativa. Es menos frecuente que la anterior, y se caracteriza por la presencia de membranas
fibrovasculares subretinianas que dan lugar a exudación, hemorragias subretinianas, y desprendimientos de retina
exudativos.
Se trata de una forma de mucho peor pronóstico, con una grave y rápida disminución de la agudeza visual.
DISTROFIAS RETINIANAS HEREDITARIAS
Las distrofias hereditarias del fondo de ojo son un grupo de trastornos que normalmente
ejercen sus principales efectos sobre el complejo epitelio pigmentario retiniano (EPR)-
fotorreceptores y la coriocapilar, y causan diversos grados de deterioro de la visión; el
grupo más común de distrofias es el de la retinosis pigmentaria.
Las distrofias de conos realmente son la mayoría de las veces distrofias de conos-bastones.
Se presentan en adultos jóvenes con pérdida de visión central.
Las uveítis posteriores suelen afectar al mismo tiempo a la retina suprayacente, causando
disminución de la visión
Uveítis posteriores supurativas [endoftalmitis). Provocadas por bacterias piógenas y, a
veces, por hongos. Son secundarias a cirugía ocular, traumatismos y, a veces, a
émbolos sépticos (endoftafmitis endógena). Se trata de patologías muy graves que
precisan del uso de antibióticos o antifúngicos habitualmente por vía intravítrea.
Cuando la inflamación sobrepasa la esclera y se extiende a los tejidos orbitarios, se
habla de panoftalmitis.
Uveítis posteriores no supurativas. Inflamación tisular, con infiltración de macrófagos y
de células epitelioides, que se extiende a la retina y generalmente al
vitreo,provocando necrosis tísular y fibrosis.
ETIOLOGIA
Por causas locales (sinusitis, infecciones de vecindad, etc.) o generales. En muchos casos,
existe una alteración de la inmunidad con autosensibilización a elementos pigmentados y
vasculares de la úvea, lo que explicaíra la frecuencia de las recidivas y la dificultad para
encontrar una etiología
Las causas más frecuentes varían con la localización geográfica: Toxoplasmosis (30-50% de
los casos), idiopáticas, tuberculosis, sarcoidosis, CMV o Candida.
CLINICA
El paciente suele referir visión con niebla o moscas volantes.
Sin dolor.
Lesiones exudativas o cicatrices en coroides.
DIAGNOSTICO
TRATAMIENTO
Cuando se llega a determinar la causa, el tratamiento es el etiológico. Además, en muchas
ocasiones se utilizan corticoides sistémicos perioculares o intraoculares.
En las uveítis de causa autoinmunitaria se emplean también inmunosupresores como
ahorradores de corticoides.