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INCONSTITUCIONALIDAD DE LEY
A) Jorge Antonio Serrano Elías expresa, que el Decreto 52-87 del Congreso de la
República, que contiene la Ley de los Consejos de Desarrollo Urbano y Rural, adolece
de vicio total de inconstitucionalidad porque con su creación se ha modificado la
División Administrativa del territorio nacional, que prevé el artículo 224 de la
Constitución Política de la República, lo que menoscaba gravemente la autonomía
municipal garantizada por la misma Constitución en su artículo 134; y porque al
promulgar el citado Decreto, se ha omitido la consulta popular a que se refiere el
artículo 173 de la Constitución y exigida por la norma 280 del mismo cuerpo legal
superior, como requisito para que d Congreso pueda emitir reformas a la Constitución.
El formulante afirma que el Decreto 52-87 impugnado constituye un golpe a la
autonomía municipal, afectando la descentralización que por mandato constitucional es
propia de dicha autonomía; que denota un absorbente centralismo estatal, debido a la
dependencia económico administrativa a que quedan sujetos los municipios, en
relación a los Consejos de Desarrollo Urbano y Rural, lo que debilita la autoridad de los
mismos Que si se entiende por autonomía municipal la libertad que se concede al
municipio para dirigir los asuntos concernientes a su administración, ésta es lesionada
por el Decreto cuestionado, el que por tratarse de una ley general, debió efectuarse
previo a su promulgación, la consulta popular ordenada constitucionalmente y, que no
habiéndose hecho así, el mismo deviene inconstitucional, atentándose contra la
seguridad jurídica y contra el imperio de la Ley. Argumenta que tal Decreto contraría
los artículos 175 y 253 de la Constitución Política de la República, estimando que el
artículo 175 citado refiere que ninguna ley podrá contrariar las disposiciones
constitucionales y la que así lo haga será nula ipso jure Que la autonomía municipal
resulta, a criterio del interponente, lesionada por el Decreto que impugna de
inconstitucionalidad, toda vez que éste crea una duplicidad de funciones de los
Consejos Municipales en sus artículos 9 y 10, limitando las potestades del municipio en
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B) Por su parte, Carlos Alfonso González Quezada, Ana María del Carmen González
Saénz y Fermín Gómez, en su planteamiento de Inconstitucionalidad Parcial del mismo
Decreto 52-87, impugnan sus artículos 1, 2, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 28 y 29,
afirmando que las normas citadas violan, infringen y tergiversan los artículos 225, 226
y 228 de la Constitución Política de la República, las que contiene la regulación para la
organización y coordinación de la Administración Pública, en tanto que el Decreto que
tachan, en su artículo 2 contraría tales normas constitucionales al agregar a los
Consejos Nacionales, Regionales y Departamentales de Desarrollo Urbano y Rural, dos
consejos más, denominándolos "Consejos Municipales" y "Consejos Locales". En cuanto
a la inconstitucionalidad de los artículos del 9 al 17, 28 y 29 de la ley que atacan,
manifiestan que son nulos, porque norman las funciones, la coordinación e integración
de los Consejos Municipales y Locales, no establecidos constitucionalmente. Agregan,
que el artículo 1 desnaturaliza jurídicamente al precepto contenido en el artículo 225
de la Carta Magna y el espíritu constitucional con que fue creado el Consejo Nacional
de Desarrollo Urbano y Rural, otorgándole una función o fin que no le corresponde,
pues el mandato constitucional no ordena al Consejo Nacional de Desarrollo Urbano y
Rural "promover la organización y participación de la población en el desarrollo integral
del país". Estiman que el agregado que la ley impugnada hace las disposiciones
señaladas en la Constitución, constituye un abuso de "poder legislativo", el que tiene
un fin político, ya que persigue por medio del control gubernamental, un sistema de
organización y participación política de la ciudadanía en general, beneficiando al
partido oficial que de esa manera podría asegurarse la perpetuación en el poder
Señalan que al crear el sistema de "consejos" y dentro de éste, un nuevo órgano
denominado "Consejo Municipal", han olvidado que las corporaciones municipales son
instituciones autónomas, las que se rigen por el Código Municipal y, que cuando actúen
en función de "Consejo Municipal de Desarrollo Urbano y Rural" estarán sujetas por
arriba al Presidente de la República quien coordina dicho Consejo, disposición que
destruye la concepción clásica de la Corporación Municipal, socavando la célula de la
democracia representativa, restándole los derechos que la Constitución le reconoce en
el Capítulo Séptimo Señalan también que la ley impugnada ha omitido desarrollar el
precepto del artículo 231 de la Constitución Política, lo que conceptúan como
"Inconstitucionalidad por omisión" Que al contrariar las normas constitucionales
citadas, por medio de la creación del Decreto 52-87, se está violentando el artículo 175
por el que la Constitución manda que ninguna ley puede contrariar sus disposiciones;
que igualmente se vulnera el artículo 119 literal b) de la misma, relativo a la obligación
del Estado de promover la descentralización administrativa, pues el referido Decreto,
por el contrario, la concentra, formando una pirámide cuyo vértice superior resulta ser
el Presidente de la República, como ya se dijo al coordinar todos estos consejos,
retrocediendo de esta manera a un absolutismo. Finalmente, manifiestan que cumplen
con el deber constitucional de velar como ciudadanos porque la Constitución Política de
la República se cumpla, interponiendo la presente acción de inconstitucionalidad, para
que se mantenga en el país, el principio de legalidad.
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CONSIDERANDO
IV. Que para examinar los casos específicos que denuncian como
inconstitucionalidades Carlos Alfonso González Quezada y compañeros, debe partirse
de las exposiciones del Capítulo II del Título V, de la Constitución Política de la
República, que establece el Régimen Administrativo del Estado, en conjugación con el
capítulo VII del mismo título, que se refiere al régimen Municipal, ya que ambos entran
dentro del título constitucional correspondiente a la estructura y Organización del
Estado, tema central y común de las inconstitucionalidades reclamadas; así vemos que
el artículo 226 de la Constitución autoriza expresamente al Congreso de la República
para "modificar la división administrativa del país, estableciendo un régimen de
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Para precisar en qué consiste la autonomía Municipal, debemos acudir al artículo 253
que dice: "Autonomía Municipal. Los municipios de la República de Guatemala, son
instituciones autónomas. Entre otras funciones les corresponde: a) elegir a sus propias
autoridades; b) Obtener y disponer de sus recursos y c) Atender los servicios públicos
locales, el ordenamiento territorial de su jurisdicción y el cumplimiento de sus fines
propios. Para los efectos correspondientes emitirán las ordenanzas y reglamentos
respectivos.
Esta explanación constitucional sólo deja por dilucidar cuales son los fines propios de
las Municipalidades y aquí nos encontramos con que estos fines han variado tanto a
través de los tiempos, a partir del Derecho Romano, y a través de países en que
gozaron de verdaderos fueros, hasta otros en que no fueron más que divisiones
administrativas, ejecutantes de las órdenes del poder central. En la doctrina pasa lo
mismo; desde las conmovedoras palabras de Alexis de Tocqueville: "Las comunas
parecen salir directamente de las manos de Dios" ("De la Democratie en Amérique"),
hasta quienes les niegan todo halo espiritual y las consideran útiles, tanto en cuanto
prestan mejor los servicios públicos.
que tanto los Alcaldes como las corporaciones serían electas popularmente. Más
explícita fue la de 1956 al preceptuar que: "para el gobierno de los municipios, se
estatuye un régimen autónomo que comprende: la facultad de disponer de sus
recursos, el cumplimiento de sus fines propios y la atención administrativa de los
servicios públicos locales". Previendo que "en sus respectivas jurisdicciones, los
Alcaldes ejercerán funciones gubernativas, como representantes y delegados del
Gobernador, como representantes del pueblo y como jefes de la administración de
bienes, rentas y servicios municipales". Igual principio repite la de 1965, aunque
estableciendo que la autonomía es de carácter técnico dejando al Ejecutivo la ejecución
de "obras de grandes proporciones que no puedan efectuar las Municipalidades".
Queda así establecido que en nuestra historia constitucional el Gobierno del Municipio
ha sido la función propia global de las Municipalidades y éste era el panorama que se
presentaba cuando se faccionó y promulgó la Constitución que hoy nos rige y que
como ya se ha dicho habla de los "fines propios" de las Municipalidades. La sumaria
descripción de los alcances del régimen municipal concluye con resaltar el notable
avance que la Constitución actual introdujo en el sistema municipalista consolidando su
autonomía con la asignación de un porcentaje privativo de los ingresos ordinarios del
Estado para las municipalidades, lo cual debe interpretarse como el énfasis del
legislador constituyente en asegurar ese carácter autónomo. Llega así el momento de
confrontar las disposiciones atacadas, con los mandatos constitucionales.
Examinado en detalle los artículos del Decreto 52-87 del Congreso de la República, que
tachan de inconstitucionales Carlos Alfonso González Quezada y compañeros,
encontramos las objeciones formuladas así: "Artículo 1. Naturaleza. Los Consejos de
Desarrollo Urbano y Rural se instituyen para organizar y coordinarla administración
pública mediante la formulación de las políticas de desarrollo urbano y rural, así como
la de ordenamiento territorial y, promover la organización y participación de la
población en el desarrollo integral del país, conformando un sistema Nacional de
Consejos de Desarrollo Urbano y Rural". El Párrafo objetado, lejos de violar el artículo
constitucional 225, lo desarrolla, cumpliendo el mandato constitucional que este
artículo encierra. En nada contradice a la creación de dichos Consejos, la conformación
de un sistema nacional de Consejos de Desarrollo Urbano y Rural, ni menos puede
contrariarla la organización y participación de la población en el desarrollo integral del
país.
V- Prosiguen diciendo que los "artículos 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 28 y 29 son
nulos ipso jure, pues norman funciones, la coordinación e integración de los Consejos
Municipales y Locales, no establecidos Constitucionalmente".
VI- Esta corte estima que los artículos 9 y 10 que se refieren a los Consejos
Municipales y sus funciones, respectivamente, tampoco contrarían la Constitución,
pues si bien es cierto que la ley relacionada crea tales Consejos Municipales integrados
por el Alcalde, que los preside, y los demás miembros de la Corporación Municipal, y
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que las funciones asignadas no son exactamente las que establece el Código Municipal,
debe tenerse presentes también las que estipula el artículo 224, párrafo tercero, de la
Constitución Política de la República el cual ha previsto, en materia de división
administrativa lo relativo a los términos municipales, los que no podrían quedar al
margen de las legiones de desarrollo, temiendo la ley ordinaria la limitación de no
menoscabar la autonomía municipal. La constitucionalidad de los artículos 9 y 10
citados queda salvada porque la ley al crear los consejos Municipales tuvo la previsión
de integrarlos con los miembros de las propias corporaciones municipales, con lo que
se preserva el carácter representativo y democrático que debe privar en los órganos
políticos del Estado, debiendo hacerse la observación interpretativa que el hecho de
que los alcaldes y miembros de las corporaciones municipales formen estos Consejos
implica la autonomía de los mismos y que en caso de controversia entre la forma de
ejercicio de las funciones municipales y las de los Consejos Municipales de desarrollo
urbano y rural, deberán reconocerse las de los primeros en atención a su origen
constitucional y sus características de autónomos y representativos.
VII- En la Constitución figura la división político administrativa del país, que reconoce
el ámbito nacional, el departamental y el municipal. Estos dos últimos podrán incluirse
dentro de regiones de desarrollo "con criterios económicos, sociales y culturales".
(artículo 224, segundo párrafo). Los municipios corresponden a lo que en la doctrina se
identifica como regímenes locales, como una manifestación primaria de una
inmediación de la personalidad acerca de un territorio. La pertenencia al municipio
tiene un sentido íntimo, acercando al individuo al centro de toma de decisiones
respecto de los asuntos más relacionados con sus intereses cotidianos: vivienda,
satisfactores primarios de la familia, trabajo, relaciones sociales y recreación. El
régimen local puede ser apreciado desde una doble perspectiva, por un lado, la
política, y por el otro la administrativa.
Tales manifestaciones del régimen local (la naturaleza de órganos políticos de las
municipalidades y su inmediatividad en la función administrativa) se realizan según el
telos constitucional fortaleciendo el Municipio y no vaciándolo de sustancia; y siendo,
como lo reconoce la Constitución, una estructura democrática, ésto es de participación
social, debe protegérsele para que pueda representar con vigor las voluntades de la
comunidad que le pertenece
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En efecto ¿cómo podrán las municipalidades, sin perder su autonomía, permitir que
otros Organismos ejercieren las funciones que establece el artículo 137?, ¿como
podrían las municipalidades conservar el gobierno de los municipios, si se permite su
fraccionamiento en múltiples organizaciones? Esto es aún más grave, si vemos que
conforme el artículo 12 sólo exige que estas organizaciones tengan un territorio
determinando, sin requerir que tal territorio esté localmente dentro del de un sólo
municipio. Por otra parte, las municipalidades no nombran, ni siquiera participan, en la
designación de los Comités Ejecutivos. Solamente convocan a los presidentes de tales
comités a reuniones periódicas, para darles participación en los problemas del
Municipio, sin siquiera colocarlos en un plan de igualdad, como sería el de que la
Municipalidad deliberara acerca de los problemas de los Consejos Locales. Con la forma
de designación de los consejos Ejecutivos, se produce la dispersión del poder
municipal; con la forma de su funcionamiento, la duplicidad de gobierno de las
localidades, y con la dependencia de estos Consejos al nacional, se pierde la
autonomía municipal Por estas razones es evidente la inconstitucionalidad de los
artículos 2o., inc. e), 11, 12, 13, 14, 15, 16 y 17 del Decreto 52-87 del Congreso de la
República.
CITA DE LEYES
LEYES APLICABLES Artículos 28, 29, 157, 171, 172, 173, 175, 224, 225, 226, 228,
253, 254 255,256, 257, 267, 268 inciso a), 276 de la Constitución Política de la
República; 1, 3, 6, 7, 42 inciso d) ; 133, 134, 137, 139, 140, 143, 144, 145, 146, 148,
149, 150 y 163 inciso a) de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad; 1, 3, 4, 5, 7, 8, del Código Municipal; 157, 159 y 163 de la Ley del
Organismo Judicial
POR TANTO
I) Sin lugar la Inconstitucionalidad General Total planteada por Jorge Antonio Serrano
Elías, sin perjuicio de lo que se resuelve en el apartado siguiente;
II) La Inconstitucionalidad de los artículos 2 inciso e) 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17 y 29
del Decreto 52-87 del Congreso de la República;
III) Sin lugar la inconstitucionalidad general parcial solicitada en cuanto al resto de las
disposiciones denunciadas, las que no contravienen la Constitución Política de la
República;
V) Esta sentencia deberá publicarse en el Diario Oficial, dentro de los tres días
siguientes de que se esté firme;
VI) Notifíquese