Reseña Sobre El Texto "El Problema de La Autonomía Científica y Cultural en Colombia"
Reseña Sobre El Texto "El Problema de La Autonomía Científica y Cultural en Colombia"
Reseña Sobre El Texto "El Problema de La Autonomía Científica y Cultural en Colombia"
Borja
7 de enero del 2020 Asignatura: Introducción a las ciencias Sociales
Universidad Nacional de Colombia
“¿Se ha prestado atención al hecho de que cuando el gobierno deviene patrimonio de una
clase particular, se incrementa los cargos fuera de toda mesura, creándose las plazas no
en atención a las necesidades de los gobernados, sino a las de los gobernantes?”.
E. J. Sieyes
El Tercer Estado
Enero de 1789
La aguda capacidad de análisis de Orlando Fals Borda se evidenció desde sus primeros años
de ejercicio profesional, cuando muy temprano, en 1970, en “El problema de la autonomía
científica y cultural en Colombia”, prevenía los ataques contra“…la supervivencia cultural y
la personalidad de las áreas atrasadas, para llevarlas a una homogeneización social impuesta
directa o indirectamente […] a una estandarización de mercados supeditados a las naciones
dominantes” y ejemplificaba con el caso de Puerto Rico y la mediatización de su cultura y
economía, advirtiendo una tendencia a “engullirse el resto del continente”.
Si bien para la militancia de izquierda las iniciales cercanías con tan destacado académico,
se han dado más por su faceta de militante político, intelectual comprometido y dirigente de
izquierda, es imposible reseñar “El problema de la autonomía científica y cultural en
Colombia”, uno de sus muchos textos, sin tener en cuenta su trayectoria vital, su postura
ética, su ejercicio docente, la rigurosidad científica de sus análisis y la profundidad de su
pensamiento.
Orlando Fals Borda nació en 1925 en la ciudad de Barranquilla (Colombia), inició sus
estudios “superiores” en la Universidad de Dubuque, su maestría en la Universidad de
Minnesota en 1953 y el grado de Ph. D. en Sociología de la Universidad de la Florida en
1955.
A su regreso de Estados Unidos junto con Camilo Torres Restrepo, fundó en 1959 la Facultad
de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, convirtiéndose en su
primer decano.
Fundó el 'Frente Unido' junto con Camilo Torres Restrepo entre 1964-1965 y fue protagonista
de diversos procesos políticos y comunicacionales, entre los que se destaca la revista
Alternativa en sus dos etapas. Tras el Acuerdo de Paz con el Movimiento 19 de Abril (M-19)
participó en la Alianza Democrática M-19 con cuya lista llegó a ser miembro de la Asamblea
Nacional Constituyente en 1991.
En los últimos años fue dirigente del Frente Social y Político y artífice de la articulación que
originó en el 2006 el Polo Democrático Alternativo.
Por sus aportes en áreas de la sociología, educación, historia, cultura regional, teoría y
práctica social, investigación participativa y ordenamiento territorial, plasmados en muchas
obras entre las que destacan “Campesinos de los Andes” (1955), “El Hombre y la Tierra en
Boyacá” (1957), “La violencia en Colombia” (1962), Ciencia propia y colonialismo
intelectual (1970), “Mompox y Loba: Historia Doble de la Costa” (1979), se le reconoce
nacional e internacionalmente como un intelectual orgánico, centrado en las realidades de
nuestros pueblos y comprometido en la construcción de un orden social más justo.
Para Fals Borda el conocimiento -su proceso de producción, su distribución y uso- no podía
estar éticamente desligado del contexto histórico, social, económico, político y cultural en el
cual se generaba. Estaba convencido de que todas aquellas condiciones hacían parte e influían
de manera directa en la observación, recopilación, análisis y conclusiones del científico, que
-a su vez- incidían dialécticamente en la realidad investigada.
Por ello, asumió la compleja tarea de involucrarse en los procesos sociales que investigaba,
rompiendo con la neutralidad tan en boga en los años 50 fundamentalmente en las escuelas
de formación de investigadores sociales norteamericanos, donde él se formó.
En línea con tal razonamiento, entendía que los niveles de autonomía cultural y científica
están directamente relacionados con el sistema político y la clase social que lo detenta.
Cuando en “El problema de la autonomía científica y cultural en Colombia”, afirma “de dos
culturas observables que conviven en Colombia -una elitista y una popular-, la elitista tiende
a ser extranjerizante, lo cual reduce obviamente las posibilidades de un desarrollo científico
y técnico y autónomo”, constata el eje histórico de confrontación entre las mayorías y una
élite que –si bien es nacida en éste suelo- piensa y se asume como europea o norteamericana
y que, desde esa postura endofóbica desprecia lo popular, lo propio.
Reivindica en el mismo texto “la cultura popular como respuesta a condiciones ecológicas y
humanas del trópico” y su “tendencia de creación autónoma que parte de los tiempos
precolombinos y que hoy constituye una reserva cultural y técnica de primer orden”,
ubicándola como fruto de la resistencia.
Empero, lejos de una lectura fatalista, señala una ruta “cuando la cultura elitista se nutre de
la popular y de la ecología local” para abrir “veneros muy ricos en originalidad y creatividad
científica y técnica”.
En las tres afirmaciones, Fals Borda se evidencia como científico social y como ser político:
identifica la realidad, problematizándola, reivindica con fuerza lo propio y muestra una
alternativa.
Como investigador social, Fals Borda, conoció a fondo la realidad múltiple, compleja y
variable de Colombia y del continente y desde ese conocimiento de nuestras condiciones
reales, imaginó escenarios, ordenamientos, regiones… Con audacia se adelantó a su tiempo
y planteó la necesidad de reordenar política y económicamente el país, de manera tal que las
divisiones administrativas se reconsideraran para interpretar correctamente las realidades
socio - culturales de las regiones y sobre esa nueva estructura, abordar las grandes
transformaciones que necesita con urgencia nuestro país.
Como científico destacado, tuvo la osadía de abrir caminos nuevos y de transitar otros
senderos poco usados, siempre con la profunda confianza en la capacidad de los sectores
populares de labrar ellos mismos su nuevo destino, apropiándose de las herramientas del
saber y generando la organización de base que les permitiera cuestionar, debatir y asumir el
poder político.
Desde esas tres vertientes, Fals Borda apuntó a la creación de un Proyecto Nacional de corte
progresista que, desde la derrota y muerte del Libertador Simón Bolívar, expresado
históricamente de diversas formas y con distintos voceros en diferentes etapas históricas,
briega por transitar el camino de potencia a acto.
Nuestro reto colectivo, como futuros politólogos estriba en conocer a fondo su legado
integral, para no ser inferiores al mismo.