Sindicatos
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Introducción
La libertad de asociación y el derecho de los trabajadores a organizarse están consagrados en la Constitución Política del
Estado y en el artículo 212 y siguientes del Código del Trabajo, recogiéndose en ellas el espíritu de los convenios
internacionales de la OIT.
Las normas fundamentales sobre libertad sindical se encuentran contenidas en la constitución de la OIT, que surge del Título
XIII del Tratado de Paz de Versalles, complementado por la declaración de Filadelfia de 1944 y por los Convenios N° 87, de
1948, sobre libertad sindical y protección del derecho de sindicalización y N° 98, de 1949, sobre aplicación de los principios
del derecho de sindicalización y de negociación colectiva.
Derecho de Sindicalización
La ley reconoce a los trabajadores del sector privado y de las empresas del Estado, cualquiera sea su naturaleza jurídica, el
derecho a constituir las organizaciones sindicales que estimen convenientes con la sola condición de sujetarse a la ley y a los
estatutos de las mismas.
Mediante la Ley N° 19.759, Reforma Laboral, que entró en vigencia el 1° de diciembre de 2001, se reconoce el derecho de
los trabajadores de las empresas del Estado dependientes del Ministerio de Defensa Nacional o que se relacionen con el
Gobierno a través de dicho Ministerio, a constituir sindicatos de conformidad con las normas del Código del Trabajo,
contenidas en su Libro Tercero. En todo caso, la misma normativa establece, expresamente, la prohibición de negociar
colectivamente que afecta a estos trabajadores, contenida en el artículo 304 del Código del Trabajo.
Características de la afiliación de un trabajador a una organización sindical:
a) Es única, es decir, un trabajador no puede pertenecer a más de un sindicato simultáneamente, en función de un mismo
empleo. Sólo puede afiliarse a más de un sindicato si ello ocurre en función de distintos empleos. Similar limitación existe
respecto de los sindicatos, de las federaciones y confederaciones, por lo que estas organizaciones sindicales no pueden
pertenecer a más de una organización de grado superior de un mismo nivel. Si un trabajador, o un sindicato, o una
federación, o una confederación, se incorporan a otra organización se produce la caducidad inmediata de toda afiliación
anterior.
b) Es personal, lo cual significa que no puede transferirse ni delegarse.
c) Es voluntaria, por lo que nadie puede ser obligado a afiliarse a una organización sindical para desempeñar un empleo o
desarrollar una actividad. De igual forma no podrá impedirse la desafiliación de un trabajador de una organización sindical.
Tipos de Sindicatos
El artículo 216 del Código del Trabajo establece que las organizaciones sindicales se constituirán y denominarán en
consideración a los trabajadores que afilien, enumerando a modo ejemplar las siguientes:
a) Sindicato de empresa: es aquel que agrupa a trabajadores de una misma empresa;
b) Sindicato interempresa: es aquel que agrupa a trabajadores de dos o más empleadores distintos;
c) Sindicato de trabajadores independientes: es aquel que agrupa a trabajadores que no dependen de empleador alguno, y
d) Sindicato de trabajadores eventuales o transitorios: es aquel constituido por trabajadores que realizan labores bajo
dependencia o subordinación en períodos cíclicos o intermitentes.
La enumeración señalada precedentemente, no presenta el carácter de taxativa, por lo cual, los tipos de sindicatos no se
agotan en los que el artículo 216 señala. Lo anterior significa que se reconoce el derecho de los trabajadores a organizarse
en la forma que sea más conveniente a sus intereses. En definitiva, el legislador entrega a los trabajadores la determinación
de darse la organización sindical que más se acomode a sus intereses, realidad, perspectivas, etc., lo que refuerza la
autonomía sindical de estas organizaciones.
Constitución de Sindicato
La constitución de un sindicato necesariamente debe respetar la siguiente tramitación:
- El acuerdo para la constitución de un sindicato debe ser adoptado en asamblea especialmente convocada para tal efecto.
- Esta asamblea de trabajadores debe celebrarse con los quórum mínimos exigidos por la ley, según el sindicato a formar.
- En esta asamblea, deben aprobarse los estatutos y proceder a la elección del directorio, todo lo cual debe quedar registrado
en una acta correspondiente.
- Se requiere, necesariamente, la presencia de alguno de los ministros de fe señalados en el artículo 218, del Código del
Trabajo: Inspector del Trabajo, Notario Público, Oficial de Registro Civil y los funcionarios del Estado que sean designados
en calidad de tal por la Dirección del Trabajo.
- Las votaciones son siempre secretas y personales.
- El acta original de constitución del sindicato y dos copias de sus estatutos, certificados por el ministro de fe, deben
depositarse en la Inspección del Trabajo que corresponda al domicilio de la organización, dentro del plazo de 15 días
corridos, contado desde la fecha de la asamblea constituyente.
- El sindicato adquiere su personalidad jurídica inmediatamente de efectuar el depósito de los estatutos y del acta de
constitución.
- De no efectuarse este depósito en el plazo antes referido, debe procederse a una nueva asamblea constitutiva.
- La Inspección del Trabajo puede, dentro del plazo de 90 días corridos, contados desde la fecha del depósito del acta,
formular las observaciones que considere a la constitución del sindicato.
- Formuladas las observaciones a la constitución y/o estatutos sindicales, el sindicato tendrá un plazo de 60 días, contados
desde la notificación, para corregir o en su defecto reclamar de las observaciones al Juzgado de Letras.
Debe tenerse presente que el artículo 218, del Código del Trabajo, establece que, para efectos sindicales, detentan la calidad
de Ministros de Fe, los Inspectores del Trabajo, los Notarios Públicos, los Oficiales del Registro Civil y los funcionarios de
la Administración del Estado que sean designados en esa calidad por la Dirección del Trabajo. Para la constitución de un
sindicato deberá recurrirse a uno de los Ministros de Fe mencionados. En los demás actos y actuaciones de las
organizaciones sindicales, en que la ley requiera genéricamente un Ministro de Fe, tendrán esa calidad los mencionados
precedentemente. Si la ley nada dispone, serán ministros de fe, las personas que los Estatutos del sindicato determinen
dentro del marco de autonomía sindical.
Fuero laboral
El fuero es una especial forma de protección que la ley otorga a determinados trabajadores en razón del cargo o función que
desempeñan o debido a circunstancias especiales como la constitución de un sindicato.
El fuero constituye una forma de proteger al trabajador que cuenta con dicho beneficio pues el dependiente aforado solo
puede ser despedido cuando se solicite y obtenga autorización judicial para ello.
De acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico laboral, en lo que respecta a las organizaciones sindicales, los trabajadores
sujetos a fuero son los siguientes:
a) Fuero en la constitución de un sindicato: mediante la reforma Laboral, Ley N° 19.759, el legislador ha pretendido facilitar
la constitución de sindicatos y proteger a los trabajadores que concurran a la asamblea de constitución de un sindicato de
empresa, de establecimiento de empresa o de un sindicato interempresa, otorgándoles fuero laboral. El fuero de los socios
que constituyen la organización sindical, se extiende desde los 10 días anteriores a la celebración de la respectiva asamblea
constitutiva y hasta 30 días después de realizada esta asamblea. Su duración no puede exceder de un máximo de 40 días.
Tratándose de un sindicato de trabajadores eventuales o transitorios, el fuero se extiende desde los 10 días anteriores a la
celebración de la asamblea de constitución y hasta el día siguiente de dicha asamblea. El fuero para estos trabajadores no
puede exceder de 15 días. El fuero correspondiente a la constitución de un sindicato sólo puede invocarse dos veces en cada
año calendario. De esta forma se busca evitar la reiteración indefinida de asambleas constitutivas.
b) Fuero de los candidatos al directorio sindical: los trabajadores, candidatos al directorio de su organización, en
conformidad al artículo 238, del Código del Trabajo, gozan de fuero desde que el directorio en ejercicio, comunica al
empleador y la Inspección del Trabajo, la fecha en que debe realizarse la elección y hasta la fecha en que tenga lugar dicha
elección. La comunicación debe efectuarse no antes de 15 días a la fecha de la elección. El fuero que pueden invocar los
candidatos al directorio, se limita a un máximo de dos veces en cada año calendario.
c) Fuero de los dirigentes sindicales: se extiende desde la fecha de la elección y hasta seis meses después de haber cesado en
el cargo. Esta protección se encuentra consagrada en el artículo 243, del Código del Trabajo e implica que el director
sindical no puede ser despedido si no se cuenta con la autorización judicial para ello. En todo caso el fuero concluye de
inmediato cuando la cesación en cargo se produzca por censura de la asamblea sindical, por sanción aplicada por el tribunal
competente en cuya virtud deban hacer abandono del mismo, o por término de la empresa. En el caso de los directores de
sindicatos de trabajadores eventuales o transitorios cuyos contratos sean de plazo fijo o por obra o faena determinada el
fuero solo los ampara durante la vigencia el respectivo contrato sin que se requiere solicitar su desafuero al término de cada
uno de ellos.
d) Fuero del delegado sindical: Esta protección, también contemplada en el artículo 243, del Código del Trabajo, impide el
despido de un trabajador elegido delegado sindical desde la fecha de su elección y hasta seis meses de terminado su
mandato. Lo anterior, salvo que el empleador cuente con la autorización judicial para el término de contrato.
En todos los casos enumerados, salvo la situación especial de los directores de sindicatos de trabajadores eventuales o
transitorios cuyos contratos sean de plazo fijo o por obra o faena determinada, para despedir al trabajador se requiere que
exista, previamente, una autorización del juez competente. La solicitud de desafuero sólo puede ser deducida por las
causales de vencimiento del plazo convenido en el contrato (artículo 159 Nº 4 del Código del Trabajo), conclusión del
trabajo o servicio que dio origen al contrato (artículo 159 Nº 5 del Código del Trabajo), o por cualquiera de las causales del
artículo 160 del Código del Trabajo. No procede solicitar autorización judicial para despedir a un trabajador aforado
invocando la causal de necesidades de la empresa, establecimiento o servicio. Mientras no se obtenga la autorización del
tribunal, no es procedente despedir al trabajador o separarlo de sus funciones. En todo caso, el juez como medida prejudicial
y en cualquier estado del juicio y en forma excepcional y fundada, puede decretar la separación provisional del trabajador
sujeto a fuero laboral, con o sin derecho a remuneración.
El Directorio Sindical
Según lo sanciona el artículo 234, del Código del Trabajo, el directorio representa judicial y extrajudicialmente al sindicato.
Además establece que a su presidente le es aplicable lo dispuesto en el artículo 8° del Código de Procedimiento Civil.
La aplicación del artículo 8° del Código de Procedimiento Civil al presidente del sindicato, significa que este se encuentra
autorizado para litigar a nombre de la organización con las facultades que expresa el inciso 1º, del artículo 7, del mismo
cuerpo legal, pudiendo actuar en todos los trámites e incidentes del juicio y en todas las cuestiones que por vía de
reconvención se promuevan, hasta la ejecución completa de la sentencia definitiva.
Número de directores
El número de directores debe ser fijado libremente en los estatutos de la organización sindical, salvo en los sindicatos que
cuenten con menos de 25 socios, en cuyo caso, serán dirigidos por un Director Sindical, el que debe actuar como presidente
y goza de fuero laboral. En los demás casos, el número de directores será el que fijen los Estatutos, sin embargo, el fuero y
los permisos sindicales que la ley concede los directores sindicales, solamente corresponden a las más altas mayorías
relativas, según el número de socios de la entidad, según se desprende del artículo 235 del Código del Trabajo. Así,
atendiendo a los socios del sindicato, el número de directores que gozará de fuero y permiso es el siguiente:
a) Sindicato que reúne entre 25 y 249 socios: Tres directores.
b) Sindicato que agrupa entre 250 y 999 socios: Cinco directores.
c) Sindicato que afilia entre 1.000 y 2.999 socios: Siete directores.
d) Sindicato formados por 3.000 o más socios: Nueve directores.
e) Sindicatos de empresa, con presencia en dos o más regiones y que reúnan 3.000 o más socios: Once directores.
Elecciones de directorio
El artículo 237 regula esta materia señalando que, para la primera elección de directorio se considera candidatos a todos los
trabajadores que concurran a la asamblea constitutiva y que reúnan los requisitos contemplados en los Estatutos para ser
director sindical. Esta es una medida de protección para los que participan en la asamblea de constitución. El fuero se
extiende desde los 10 anteriores a la elección y hasta los 30 días siguientes de celebrada la asamblea.
Para las elecciones posteriores a la primera elección de directorio, los Estatutos deben regular la forma, oportunidad y
publicidad en que deben presentarse las candidaturas. En el evento que los Estatutos omitan regular esta materia es la ley la
que determina la forma de proceder. Así, ante el silencio de los estatutos del sindicato las candidaturas deben ser presentadas,
por escrito, al secretario de la entidad sindical, no antes de 15 días ni después de 2 días anteriores a la elección. El secretario
debe comunicar, mediante carta certificada, la presentación de la candidatura a la Inspección del Trabajo dentro de los 2 días
hábiles siguientes a su formalización.
Resultarán elegidos directores del sindicato los candidatos que obtengan las más altas mayorías relativas. En caso de
igualdad de votos se resuelve en la forma que dispongan los estatutos y, si los estatutos nada señalan, deberá practicarse una
nueva elección, entre los que se encuentren en igualdad de votos.
El Delegado Sindical
De acuerdo a lo sancionado por el artículo 229, del Código del Trabajo, los trabajadores de una empresa que estén afiliados
a un sindicato interempresa o de trabajadores eventuales o transitorios, podrán designar de entre ellos a un delegado sindical.
Requisitos para elegir el delegado sindical y derechos de este:
a) Si los trabajadores afiliados a estos sindicatos, dentro de la empresa, son, a lo menos ocho, pueden elegir un delegado
sindical que goza de fuero, en los términos establecidos en el artículo 243 para los directores sindicales.
b) Si los trabajadores de la empresa, afiliados a uno de estos sindicatos, no tienen representación en el directorio y son 25 o
más, podrán elegir tres delegados sindicales que gozarán de fuero.
c) Ahora, si estos trabajadores son a lo menos son 25 y tienen un representante en el directorio del sindicato interempresa o
de trabajadores eventuales o transitorios a que se encuentran afiliados, podrán elegir dos delegados sindicales y viceversa,
gozando todos ellos de fuero laboral.
En el caso de estos permisos sindicales adicionales, el dirigente o delegado sindical debe dar aviso por escrito con 10 días
de anticipación, al empleador, de la utilización de estos permisos. Además, en el caso de los permisos sindicales adicionales,
las remuneraciones y las cotizaciones previsionales de cargo del empleador serán pagadas por la respectiva organización
sindical, sin perjuicio de un acuerdo de las partes en sentido contrario. Los directores sindicales tienen derecho a conservar
el empleo. Se entiende cumplida esta obligación, por parte del empleador, si se asigna al trabajador otro cargo de igual
grado y remuneración al que anteriormente desempeñaba.
Patrimonio Sindical
El patrimonio del sindicato está conformado por el conjunto de derechos y obligaciones susceptibles de estimación
pecuniaria o avaluables en dinero. En otros términos, el patrimonio tiene una parte activa, conformada por créditos y bienes
sociales y una parte pasiva o deudas de la entidad. Según el artículo 256, del Código del Trabajo, el patrimonio sindical está
conformado por:
- Las cuotas sociales ordinarias y extraordinarias, de acuerdo a lo señalado en los estatutos.
- El aporte de los adherentes a un instrumento colectivo y del 75% de la cuota sindical, para quienes el empleador les hace
extensivo sus beneficios.
- Las donaciones y asignaciones testamentarias que les hicieren.
- Los frutos de sus bienes.
- El producto de la venta de sus activos.
- Las multas cobradas a sus socios, de conformidad a los estatutos.
- Las utilidades que obtengan en el ejercicio de actividades comerciales y otras, de acuerdo a sus finalidades estatutarias.
- Otras fuentes de financiamiento estatutarias.
También dentro del marco de la autonomía sindical los sindicatos pueden adquirir, conservar y enajenar toda clase de bienes.
El sindicato puede usar, gozar y disponer de los bienes que le pertenecen, es decir, servirse o utilizarlos y beneficiarse con
los frutos y productos que del bien. También puede vender, hipotecar, etc.
Para la enajenación de bienes raíces que formen parte del patrimonio sindical, solamente se exige que sea tratada en
asamblea citada para tal efecto por la directiva, quedando entregada esta materia a lo que fijen los estatutos de la
organización. En todo caso, si el bien raíz es de un avalúo fiscal superior a 14 UTA o se trata del único inmueble del
sindicato, para enajenarlo o pactar una promesa de compraventa o realizar cualquier otra convención tendiente a gravarlo se
requiere de la aprobación en asamblea extraordinaria y en presencia de un ministro de fe. En dicho caso, además, el acuerdo
debe ser tomado por el quórum que señalen los estatutos, pero no puede ser inferior a la mayoría absoluta de los afiliados.
A los directores sindicales les corresponde ejercer la administración de los bienes sociales del sindicato debiendo responder
por ellos civil y penalmente, sin perjuicio del derecho a censurar que mantiene la asamblea. Es importante tener en cuenta
que la responsabilidad de los directores sindicales, en la administración del patrimonio sindical, no prescribe por el hecho de
dejar de pertenecer al sindicato o la empresa.
Del artículo 259, del Código del Trabajo emana que dado que la organización tiene una personalidad jurídica y dentro de sus
atributos un patrimonio propio, no se confunde con el de los socios individualmente considerados. Esta norma, resulta vital
para dar permanencia a los bienes sociales. De no existir, los socios podrían enajenar los bienes de un sindicato y repartirse
los recursos que de esta obtuviesen, lo que está prohibido expresamente. Claramente, el legislador ha dispuesto que los
bienes de una organización sindical, una vez disuelta, deben pasar a otra organización sindical y en ningún caso sus bienes
pueden pasar a otro tipo de entidad que la indicada.
Fusión de Sindicatos
El artículo 233 Bis, del Código del Trabajo, permite que los socios de un sindicato acuerden la fusión de éste con otro. Para
ello se debe votar favorablemente la fusión, en cada uno de los sindicatos involucrados. Luego se debe aprobar el nuevo
estatuto, por cada uno de estos sindicatos. A continuación se debe proceder a la elección del directorio de la nueva
organización, lo cual debe tener lugar dentro de los 10 días siguientes de celebrada la última asamblea. Los bienes de las
organizaciones que se fusionan, pasarán de pleno derecho a la nueva organización.
Disolución de Sindicato
Las organizaciones sindicales no están afectas a disolución o suspensión administrativa, correspondiendo a la asamblea la
facultad de acordar la disolución o al juez laboral la competencia para declarar la disolución del sindicato. El legislador ha
establecido que la disolución del sindicato no afecta los derechos y obligaciones de sus asociados emanados de instrumentos
colectivos, celebrados o suscritos por la organización sindical cuya disolución se acuerda o declara judicialmente. La
disolución de una organización sindical podrá emanar de:
- La voluntad de la organización, para lo cual, se requiere el acuerdo de la mayoría absoluta de sus afiliados, en asamblea
extraordinaria, citada con la anticipación fijada en los estatutos. Este acuerdo deberá ser registrado en la Inspección del
Trabajo respectiva.
- Por declaración judicial, ante el incumplimiento grave de las obligaciones que le impone la ley al sindicato o por haber
dejado de cumplir los requisitos necesarios para su constitución.
En caso de que la disolución del sindicato sea declara por el juez laboral, solamente puede ser solicitada por la Dirección del
Trabajo o por cualquiera de los socios de la entidad que se disuelve. El procedimiento en el cual se declare la disolución del
sindicato considera que el juez conoce y falla en única instancia, sin forma de juicio, con los antecedentes que le
proporcione el solicitante y oyendo al directorio de la organización. La resolución judicial que determine la disolución de
una organización sindical, debe nombrar un liquidador de los bienes de la entidad, salvo que los estatutos lo establecieren.
Para efectos de la liquidación de la entidad sindical, esta se entiende existente, en los documentos de la organización, se
indicará que esta se encuentra en liquidación.