Tomo - II - Libro Biodiversidad Chile MMA Web
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PATRIMONIO
Y DESAFIOS
TERCERA
TERCERA
TERCERA
EDICIÓN
EDICIÓN
EDICIÓN TERCERA
TERCERA EDICIÓN
EDICIÓN -- TOMO
TOMO IIII
TOMO
TOMO
TOMOIIIIII
MINISTERIO
MINISTERIO
MINISTERIO DEL
DEL
DEL MEDIO
MEDIO
MEDIO AMBIENTE
AMBIENTE
AMBIENTE
Edición
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Diseño
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Fotografía
Jorge Herreros (Fotógrafo Principal - FotoNaturaleza Chile)
José Cañas Aravena (FotoNaturaleza Chile)
Yerko Vuscovich Toledo (FotoNaturaleza Chile)
Flavio Camus Cáceres (FotoNaturaleza Chile)
Marco Subiabre Uribe (FotoNaturaleza Chile)
Autores de artículos aportaron fotos propias.
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Biodiversidad de Chile. Patrimonio y Desafíos.
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PRESENTACIÓN
Chile posee una geografía diversa y compleja, condiciones geológicas y climáticas, que han dibujado paisajes
y ambientes naturales por siglos, extremos, áridos o lluviosos, testigos silenciosos de la historia de nuestro
planeta. Condiciones actuales fueron y siguen estando mediadas por algunas especies y ecosistemas, como
organismos extremófilos q ue h abitan e n l agunas a ltoandinas y c uya d ata, s egún l os c ientíficos, es de má s
de 3 mil millones de años o como el caso de las turberas de la Patagonia chilena, que almacenan grandes
reservorios de metano y carbono, nuestro seguro de vida. Se expresa así una biodiversidad con alto endemismo,
una variedad y abundancia de recursos naturales, pero también diversidad de culturas. Con esto a la vista no
es de extrañarnos que un 65% de los turistas de larga distancia consideran que la naturaleza es la motivación
más influyente para visitar Chile.
El país alberga alrededor de 31.000 especies, entre plantas, animales, algas, hongos y bacterias, que se presentan
en una gran diversidad de ecosistemas marinos, costeros, insulares y terrestres y están heterogéneamente
distribuidos a lo largo del territorio nacional. Es así que en la zona centro y sur del país existe una concentración
inusual de especies endémicas, por lo que esta zona fue catalogada como uno de los 35 puntos calientes
o “hotspots” mundiales de biodiversidad (Myers et. al. 2002, Arroyo et. al 2004, Mittermeir y otros 2004). El
bosque nativo de Chile representa aproximadamente el 18% de la superficie de Chile continental, a su vez, ríosy
humedales se expresan tímidamente hacia el norte, concentrándose vegas, bofedales y lagunas altonadinas,
condición que cambia hacia la zona sur del territorio, donde no sólo los humedales aumentan en número
sino también los ríos, estuarios y lagos. Por otra parte, el 72% de la costa de Chile está influenciada por la
corriente de Humboldt, que se destaca por su alta biodiversidad y productividad, lo propio ocurre en torno
a islas oceánicas, con una red de montes submarinos que han hecho posible el desarrollo de actividades
productivas y entregado alimento.
Así, la biodiversidad contribuye al desarrollo económico de nuestro país, que se basa en la extracción y
exportación de recursos naturales. A modo de ejemplo, el valor económico del bosque nativo alcanzaría una
cifra de US $16.000 millones/año, considerando sólo su aporte por servicios de producción de agua y fijación
de CO2, entre otros. Se abren campos para la ciencia y la investigación de punta, en un contexto de cambio
climático, de gran proyección para Chile y el mundo, mercados basados en la ciencia, la extensión de los
beneficios y el resguardo de nuestro patrimonio genético, pero la contribución de la ciencia para profundizar
este conocimiento es aún lento y disperso.
En los siguientes capítulos de este Tomo II del Libro de Biodiversidad de Chile damos a conocer estas
singularidades y bellezas, el patrimonio natural de Chile que queremos preservar para el mañana.
237 BIBLIOGRAFÍA
10
CAPÍTULO 5
DIVERSIDAD
DE ECOSISTEMAS
12
La llareta (Azorella compacta) es una especie
típica del altiplano. Las agrupaciones de estas
son denominadas Llaretal y se encuentran en el
ecosistema matorral bajo tropical. Nevado de Putre,
Tarapacá. Foto: Jorge Herreros.
DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
La fuente externa más importante de ingreso de energía a Los patrones de distribución espacial de los ecosistemas cons-
los ecosistemas es el sol; parte de la radiación solar que tituyen el paisaje (Turner et al. 2001). El paisaje es modelado
por perturbaciones, procesos bióticos y factores ambientales se extiende por la costa y el interior desde el extremo norte
que operan a diferentes escalas espaciales y temporales hasta la latitud de 25ºS donde alcanza su máxima expresión y
(Turner et al. 2001). A escala regional, la variación espacial penetra a mayores altitudes. Las áreas pre-andinas muestran
del clima es uno de los principales factores que determinan una vegetación muy abierta de matorrales bajos desérticos, la
la variación espacial de la vegetación zonal (Woodward 1987, pampa se muestra interrumpida por formaciones halomórficas
Walter 2002). de bosques espinosos y matorrales y algunas zonas costeras
muestran una vegetación de matorrales desérticos altamente
PATRONES ESPACIALES DE DISTRIBUCIÓN DE LOS condicionados por la incidencia de neblina.
ECOSISTEMAS TERRESTRES ZONALES DE CHILE CON
RELACIÓN AL CLIMA Los matorrales desérticos se extienden por la costa y el interior
hasta la latitud de 31ºS, no obstante, la biomasa vegetal se
La distribución espacial de los ecosistemas terrestres zonales
ve incrementada de norte a sur por el aumento de las pre-
de Chile está regionalmente modelada por los factores del
cipitaciones. Las áreas andinas siguen un patrón de zonación
clima. El detalle documental, cartográfico y bibliográfico sobre
altitudinal por efecto del descenso de las temperaturas, pre-
la siguiente reseña se encuentra en Luebert y Pliscoff (2017).
sentándose formaciones de matorrales bajos y, en las zonas
En la zona norte de Chile las precipitaciones en los Andes de mayor elevación, herbazales de altitud muy abiertos. Este
tienen un origen tropical y se concentran en verano. Su monto último patrón se mantiene en toda el área andina del centro
decrece hacia el oeste y hacia el sur hasta alcanzar valores y sur de Chile, pero con cambios en la composición florística.
mínimos en una diagonal de dirección noroeste-sudeste que
El aumento de las precipitaciones y la disminución de la tem-
marca la transición hacia un régimen de lluvias de invierno. La
peratura hacia el sur, provoca fuertes cambios en la vegeta-
zona andina, que es la más húmeda, presenta una vegetación
ción. Mientras que la temperatura disminuye casi linealmente
de matorrales bajos y pajonales cuya composición y estruc- con la latitud, el máximo de precipitaciones en Chile se pro-
tura varía altitudinalmente de acuerdo con la disminución de duce a la latitud del paralelo 47, a partir del cual comienza
la temperatura. A medida que las precipitaciones se hacen nuevamente a descender.
más escasas y esporádicas hacia el oeste y hacia el sur, la
vegetación se vuelve más abierta llegando a estar totalmen- La existencia de macizos montañosos, Cordillera de la Costa
te ausente en lo que se conoce como desierto absoluto, que y de Los Andes, no sólo producen variaciones altitudinales de
la temperatura, sino que también crean un patrón de precipi- Los bosques esclerófilos andinos y costeros comienzan a ser
taciones, donde la mayor pluviosidad ocurre en las vertientes reemplazados por bosques caducifolios a partir de los 35ºS, los
occidentales (barlovento) y la menor (sombra de lluvias) en las que son relevados por bosques laurifolios a partir de los 39ºS.
vertientes orientales (sotavento). Esto produce un desplazamiento Los bosques laurifolios tienen una baja representación en tér-
hacia el sur de las formaciones vegetales por el interior más seco minos de superficie, quedando confinados a zonas de elevada
(sotavento de la Cordillera de la Costa) respecto a su posición a pluviosidad, baja oscilación térmica y temperaturas modera-
barlovento de ambas cordilleras, más húmedo. Al mismo tiempo, das, condiciones que se encuentran en las faldas cordilleranas,
la Cordillera de la Costa tiene un efecto positivo sobre la conti- tanto andinas como costeras, de la región de los Lagos. En la
medida que la temperatura disminuye y la precipitación au-
nentalidad (reflejado en la amplitud térmica) a sotavento.
menta, tanto en altitud como en latitud, es posible encontrar,
Esta combinación de elementos permite explicar la existencia sobre los bosques laurifolios, bosques resinosos de coníferas y
de formaciones vegetales xeromórficas de matorrales espino- bosques siempreverdes.
sos en la Depresión Intermedia y matorrales esclerófilos en las
La presencia de turberas o de bosques resinosos de coníferas
zonas costeras de Chile central. También explica la presencia
o siempreverdes ubicados sobre sustratos turbosos se expli-
de bosques caducifolios a barlovento de los macizos cordille-
ca por un régimen climático de elevada precipitación y baja
ranos de La Campana-El Roble-Chicauma (33ºS) y Cantillana- temperatura, que favorece la productividad vegetal implicando
Loncha (34ºS) en una matriz regional donde dominan bosques una tasa de descomposición lenta que determina la acumu-
esclerófilos, que a su vez, también están presentes en las lade- lación de materia orgánica en el suelo. Estas formaciones se
ras bajas de los Andes a esa misma latitud. encuentran ampliamente repartidas en toda la zona austral
occidental de Chile, desde Chiloé hacia el sur.
Los bosques espinosos se extienden por la Depresión
Intermedia hasta cerca de los 36ºS, siendo reemplazados En las zonas andinas más altas en que se desarrollan forma-
hacia el sur por bosques esclerófilos y luego por bosques ciones de bosque, es decir por debajo de las formaciones de
caducifolios, que a su vez se distribuyen por la Depresión matorrales bajos, dominan bosques y matorrales caducifolios,
Intermedia hasta cerca de los 40ºS. A partir de esta última asociados a bajas temperaturas y precipitaciones modera-
latitud la Cordillera de la Costa tiende a desaparecer y el das, influidas por el efecto orográfico, y se extienden hasta
patrón de distribución se modifica. el extremo sur donde ocupan los ambientes más xéricos de
la vertiente oriental andina, en contacto con formaciones de terrestres presentes en las Figuras 2 a la 22, codificados del
pastizal y estepa que son dominantes en la Patagonia austral P1 al P125 según la Tabla 1. Además, se indican las unidades
de Argentina y que penetran marginalmente a Chile en las fisiográficas más relevantes. Para cada una de las zonas se
regiones de Aysén y Magallanes. presenta una breve reseña de las principales características de
los ecosistemas terrestres que la componen.
TIPOS DE ECOSISTEMAS TERRESTRES ZONALES Finalmente, se agrega una descripción de los ecosistemas
La lista de ecosistemas terrestres definidos para Chile continen- terrestres no abordados en la representación de transectos,
tal, agrupados en formaciones vegetales y con sus respectivas como son las áreas insulares de Isla de Pascua, Archipiélago
superficies remanentes (km2) se presenta a continuación. Se re- de Juan Fernández y las Islas Desventuradas.
conocen 19 formaciones vegetales (Figura 1) que reúnen un total
125 ecosistemas terrestres zonales “(Tabla 1). Una descripción
detallada y documentada de cada una de estas unidades, así
TRANSECTOS LONGITUDINALES
como su correspondiente cartografía, se encuentra en Luebert Transectos longitudinales zona norte
y Pliscoff (2017). A pesar de las condiciones de extrema aridez y un marcado
contraste térmico, la vegetación de la zona norte de Chile
REPRESENTACIÓN ESPACIAL DE LOS ECOSISTEMAS presenta un variado mosaico vegetacional que ha recibido una
TERRESTRES ZONALES MEDIANTE TRANSECTOS menor atención frente a la exuberante vegetación de la zona
LONGITUDINALES sur del país.
En esta sección se representa espacialmente la variación de
los ecosistemas terrestres en Chile continental en una serie En el sector costero las condiciones climáticas y geomorfoló-
de veinte transectos longitudinales (véase la Figura 1 , con gicas modelan la presencia de una vegetación abierta (ecosis-
la ubicación de los transectos, y las Figuras 2 a la 22, con temas terrestres P1, P2, P3, P6) dominada por la presencia de
sus perfiles). cactáceas y algunas especies arbustivas. En zonas de mayor
altitud la vegetación abierta se transforma en un tapiz vegeta-
Los transectos longitudinales se presentan diferenciados en cional de gran desarrollo gracias al aporte de la neblina o “ca-
cuatro grandes zonas: norte, centro-norte, centro-sur y sur. manchaca” costera. Los ecosistemas terrestres presentan una
Para cada uno de los transectos, se indican los ecosistemas diferenciación latitudinal por las condiciones geomorfológicas
que permiten condiciones favorables para el desarrollo de Hacia el sur de esta zona, la cordillera de la Costa empieza a
estas comunidades (ecosistemas terrestres P2, P9, P10, P11, perder elevación y se transforma en un área con poca variación
P13 y P14). altitudinal, la zona de los llanos, donde se desarrolla en los
años de mayor precipitación el fenómeno conocido como “de-
En el interior, la “pampa desértica” (ecosistema terrestre P1) sierto florido” (ecosistema terrestre P15) que tiene su expresión
presenta la menor cobertura vegetacional existiendo extensos
también en zonas interiores y costeras del sector norte de la
territorios sin la presencia de plantas vasculares. Esta zona co-
región de Coquimbo.
rresponde a la visión más tradicional del desierto de Atacama.
La escasa o casi nula presencia vegetacional se explica por la En la precordillera (ecosistemas terrestres P22, P23, P25) se
ubicación interior fuera de la influencia de las neblinas coste- puede encontrar una vegetación de matorral muy abierto, que
ras y así como también por la ausencia de las lluvias de verano
varía en su composición dependiendo de la latitud y de la alti-
cuya influencia queda confinada hasta las zonas precordillera-
tud, dominado por especies de los géneros Atriplex y Fabiana.
nas, presentándose con intensidad sólo en sectores de mayor
Es posible distinguir una vegetación caracterizada por la pre-
altitud. A pesar de esto, existe un reducido número de espe-
sencia de cactáceas de gran tamaño (Browningia candelaris y
cies que se desarrolla gracias a montos mínimos de humedad
Echinopsis atacamensis). La primera se distribuye en el sector
favorecidos por condiciones especiales del relieve desértico.
Dentro de esta gran zona se presentan condiciones de mayor norte de la precordillera (ecosistema terrestre P31) y la se-
aporte hídrico que permiten el desarrollo de dos ecosistemas gunda en algunas zonas de la región de Antofagasta (ecosiste-
característicos de las zonas desérticas: la vegetación de oasis mas terrestres P23 y P102). Los bosques de Polylepis marcan
y la vegetación de quebradas. La vegetación de oasis se desa- la transición hacia las condiciones de mayor humedad en el
rrolla gracias a la presencia de fuentes de aguas subterráneas, altiplano, desarrollando comunidades que se relacionan tanto
que aportan agua suficiente para el desarrollo de bosques de con la vegetación precordillerana (ecosistema terrestre P97),
especies del genero Prosopis. En las zonas de quebradas, es- como con la presente en el altiplano (ecosistemas terrestres
pecialmente en aquellas que poseen cursos de aguas perma- P98, P99 y P105).
nentes, se desarrolla una vegetación boscosa y de matorral, la
cual ha sido fuertemente alterada por el uso humano con fines El altiplano es el rasgo fisiográfico más particular de esta zona
agrícolas. La vegetación de matorral se distribuye tanto en los del país, la vegetación está fuertemente determinada por la
márgenes de los bosques como en las laderas, presentando variación altitudinal y la intensidad de las precipitaciones, que
también una fuerte alteración. en esta zona tiene la característica de ser predominantes en
(ecosistema terrestre P85). En zonas de mayor altitud se pre- y la porción norte de Tierra del Fuego. Su composición varía
senta un bosque caducifolio achaparrado, con Nothofagus según el relieve, el cual permite la presencia de un mayor o
pumilio como dominante (ecosistema terrestre P65). Cercano menor contingente de especies arbustivas (ecosistemas terres-
al límite de la vegetación se presenta un matorral caducifolio tres P123, P124 y 125).
de Nothofagus antarctica. En las laderas de los macizos andi-
nos, el bosque siempreverde de Nothofagus betuloides vuelve
ECOSISTEMAS TERRESTRES INSULARES
a dominar hacia el interior (ecosistema terrestre P87). En la
vertiente oriental el paisaje se transforma en una estepa de En el Océano Pacifico se encuentra un conjunto de territorios
gramíneas duras (ecosistema terrestre P122). En la transición insulares de origen volcánico, los cuales poseen una vegeta-
entre esta estepa y los bosques del interior se sitúa un bosque ción particular y de gran relevancia biogeográfica. De acuerdo
caducifolio dominado por Nothofagus pumilio (ecosistema a su ubicación latitudinal y cercanía, se distinguen tres grupos
terrestre P63), el cual da paso en zonas más abiertas en un de islas:
matorral caducifolio de Nothofagus antarctica en el límite con
Islas Desventuradas
la estepa (ecosistema terrestre P69).
Ubicadas a los 26º25’ S – 80º00’ O, están compuesta por dos
Hacia el sur, la zona costera se encuentra dominada por la islas, San Félix y San Ambrosio. En ambas se presentan dos
presencia de turberas, que se presentan en las zonas más tipos de vegetación. En primer lugar, existe un matorral carac-
húmedas con especies arbustivas bajas (ecosistemas terres- terizado por la presencia de la compuesta arbórea Thamnoseris
tres P94 y P95), y hacia el interior, en condiciones de menor lacerata, que se distribuye por todos los sectores de las islas,
humedad, por una turbera dominada por musgos y juncos presentando un mayor desarrollo en la isla de San Ambrosio,
(ecosistema terrestre P96). En la zona sur de la región (53°S), propiciado por un mayor desarrollo del suelo y condiciones
se repite la vegetación de turberas descrita, la que se va rela- de mayor humedad producto del relieve. El segundo tipo de
cionando en un complejo mosaico con el bosque siempreverde vegetación es un pastizal de gramíneas compuesto por un alto
de Nothofagus betuloides. Este último domina en los sectores número de especies alóctonas, relacionado directamente con
costeros de las islas (ecosistemas terrestres P89, 990 y P91), las áreas de presencia humana.
siendo acompañado por turberas en cojín, matorrales bajos y
herbazales en los sectores más altos (ecosistemas terrestres Isla de Pascua y Sala y Gómez
P96, P116 y P121). La Isla de Pascua (Rapa Nui) se ubica en los 27º09’ S – 109º23’
O. Presenta una vegetación dominada completamente por
En la porción continental de la región de Magallanes, en la pastizales. El pastizal de mayor presencia en la isla es el ca-
vertiente oriental de la Cordillera de los Andes, se observa un racterizado por Sporobolus indicus, que en algunas zonas es
patrón similar al señalado para el área norte de esta zona: reemplazado por especies del genero Cyperus y Melinis. En
un matorral caducifolio de Nothofagus antarctica (ecosis- los cráteres de los volcanes, el mayor desarrollo del suelo y la
tema terrestre P70), el que da paso a un bosque caducifolio humedad permiten la presencia de algunas especies arbóreas.
de Nothofagus pumilio (ecosistema terrestre P66), hasta el La diversidad de especies en la isla es baja, presentándose solo
borde de la estepa, donde en la transición vuelve a aparecer un pequeño número de helechos y gramíneas endémicos.
el matorral caducifolio achaparrado (ecosistema terrestre
P70). La estepa en la región de Magallanes, dominada por La Isla Sala y Gómez ubicada en los 26°27’ S - 105°28’ O está
Festuca gracillima, cubre todo el sector oriental continental conformada por dos promontorios rocosos unidos por un istmo,
Superficie
Código Ecosistema terrestre remanente
(Km2)
Desierto absoluto 56722
P1 Desierto tropical interior con vegetación escasa 56722
Dunas de aerófitos 381
P2 Dunas tropicales costeras de Tillandsia landbeckii - T. marconae 381
Herbazal efímero 732
P3 Herbazal efímero tropical costero de Nolana adansonii - N. lycioides 732
Matorral desértico 68318
P4 Matorral desértico tropical interior de Malesherbia auristipulata - Tarasa operculata 529
P5 Matorral desértico tropical interior de Atriplex atacamensis - Tessaria absinthioides 8484
P6 Matorral desértico tropical costero de Nolana sedifolia / Eulychnia iquiquensis 1288
P7 Matorral desértico tropical-mediterráneo costero de Ephedra breana / Eulychnia iquiquensis 3051
P8 Matorral desértico mediterráneo costero de Copiapoa boliviana - Heliotropium pycnophyllum 1222
P9 Matorral desértico mediterráneo costero de Gypothamnium pinifolium - Heliotropium pycnophyllum 808
P10 Matorral desértico mediterráneo costero de Euphorbia lactiflua / Eulychnia iquiquensis 709
P11 Matorral desértico mediterráneo costero de Euphorbia lactiflua / Eulychnia saint-pieana 1668
P12 Matorral desértico mediterráneo interior de Oxyphyllum ulicinum - Gymnophyton foliosum 2790
P13 Matorral desértico mediterráneo costero de Heliotropium floridum - Atriplex clivicola 1253
P14 Matorral desértico mediterráneo costero de Oxalis virgosa / Eulychnia breviflora 691
P15 Matorral desértico tropical-mediterráneo interior de Skytanthus acutus - Atriplex desérticola 16073
P16 Matorral desértico tropical interior de Huidobria chilensis - Nolana leptophylla 1256
P17 Matorral desértico mediterráneo costero de Oxalis virgosa - Heliotropium stenophyllum 2491
P18 Matorral desértico mediterráneo interior de Adesmia argentea - Bulnesia chilensis 12361
P19 Matorral desértico mediterráneo interior de Heliotropium stenophyllum - Flourensia thurifera 3953
P20 Matorral desértico mediterráneo interior de Flourensia thurifera - Colliguaja odorifera 8739
P21 Matorral desértico mediterráneo costero de Bahia ambrosioides / Puya chilensis 952
Matorral bajo desértico 65488
P22 Matorral bajo desértico tropical interior de Adesmia atacamensis - Cistanthe salsoloides 23454
P23 Matorral bajo desértico tropical andino de Atriplex imbricata - Acantholippia desérticola 13917
P24 Matorral bajo desértico tropical interior de Nolana leptophylla - Cistanthe salsoloides 14570
P24 Matorral bajo desértico tropical andino de Atriplex imbricata 9926
P26 Matorral bajo desértico mediterráneo andino de Senecio proteus - Haplopappus baylahuen 3621
Matorral espinoso 1367
P27 Matorral espinoso mediterráneo interior de Trevoa quinquenervia - Colliguaja odorifera 874
P28 Matorral espinoso mediterráneo interior de Puya coerulea - Colliguaja odorifera 493
Bosque espinoso 9511
P29 Bosque espinoso tropical interior de Prosopis tamarugo / Tessaria absinthioides 429
P30 Bosque espinoso tropical interior de Geoffroea decorticans - Prosopis alba 477
P31 Bosque espinoso tropical andino de Browningia candelaris - Corryocactus brevistylus 2129
P32 Bosque espinoso mediterráneo interior de Acacia caven - Prosopis chilensis 1156
P33 Bosque espinoso mediterráneo andino de Acacia caven / Baccharis paniculata 478
P34 Bosque espinoso mediterráneo costero de Acacia caven - Maytenus boaria 2145
P35 Bosque espinoso mediterráneo interior de Acacia caven - Lithraea caustica 2697
Matorral esclerófilo 4529
P36 Matorral arborescente esclerófilo mediterráneo costero de Peumus boldus - Schinus latifolia 1465
P37 Matorral arborescente esclerófilo mediterráneo interior de Quillaja saponaria / Porlieria chilensis 3064
Bosque 21283
P38 Bosque esclerófilo mediterráneo andino de Kageneckia angustifolia / Guindilia trinervis 4546
P39 Bosque esclerófilo mediterráneo costero de Cryptocarya alba - Peumus boldus 4220
P40 Bosque esclerófilo mediterráneo costero de Lithraea caustica - Cryptocarya alba 2623
P41 Bosque esclerófilo mediterráneo andino de Quillaja saponaria - Lithraea caustica 2921
P42 Bosque esclerófilo mediterráneo costero de Lithraea caustica - Azara integrifolia 2138
Figura 3: Transecto longitudinal a los 20° de Latitud Sur Figura 14: Transecto longitudinal a los 38° de Latitud Sur
2000
P120
1500 P120 P120
4000 P112 P113 P118 P68 P63 P63
P112 1000 P122
3000 P111 P85 Campo de P88 P69 P69 P69
Cordillera P93 Hielo Norte Cordillera
P28 P28 P38 P91 P122
2000 P37 de Los Andes 500 de Los Andes
P40 P32 Cordones P92
1000 P36 P39 Transversales
0
0
Figura 20: Transecto longitudinal a los 47° de Latitud Sur
Figura 10: Transecto longitudinal a los 32° de Latitud Sur
6000
2000
5000
P118 1500
4000 P120 P68 P68
P112
P111 1000 P66 P66
3000 P121 P121
P38 Cordillera 500 P94 P90 Campo de P89 Cordillera P70 P125
P110 de Los Andes P91 P94 Hielo Sur del Paine P124
2000 P46 P41 P91 P94
0
1000 P39 P41 P32 P33
P40 P40 Cordillera
de la Costa Depresión Intermedia
0 Figura 21: Transecto longitudinal a los 51° de Latitud Sur
Figura 11: Transecto longitudinal a los 33° de Latitud Sur
5000
4000 P112 P112 P118
800
3000 P111 P116 P116
P110 P38 Cordillera 600 P70 P66
2000 P46 de Los Andes Tierra del Fuego
P46 P41 400 P66 P70
Precordillera P95 P90
1000 P34 P39 Cordillera P41 P32 200 P91
P94 P89 Cordillera P125 P124 P125 P124
de la Costa Depresión Intermedia P91 de Los Andes P70
0 0
Figura 12: Transecto longitudinal a los 34° de Latitud Sur Figura 22: Transecto longitudinal a los 53° de Latitud Sur
Desierto absoluto
Así, en su porción chilena, en este desierto, definido como el Tabla 2. Especies de quebradas y de oasis
más árido del planeta, dado que presenta una gran extensión
Representativas Schinus areira
en donde no se ha registrado actividad biológica, ni siquiera
Geoffroea decorticans
microscópica (bacterias y similares), resulta singular y carac-
Baccharis scandens
terística la presencia de sustratos fuertemente mineralizados
Prosopis alba
Singulares Morella pavonis
Haplorhus peruvianus
Tabla 1. Especies de la Pampa del Tamarugal
Acacia macracantha
Representativas Prosopis tamarugo Malesherbia tenuifolia
Prosopis alba Con problemas de conservación Morella pavonis (vulnerable; 3er proceso)
Tessaria absinthioides Prosopis alba (preocupación menor;
Distichlis spicata 3er proceso)
Singulares Prosopis tamarugo Haplorhus peruvianus (vulnerable;
Caesalpinia aphylla 9° proceso)
Prosopis burkartii Solanum lycopersicoides (en peligro y rara;
Con problemas de conservación Prosopis tamarugo (en peligro; 9° proceso 3er proceso)
de clasificación de especies) Significativas Lycopersicon (=Solanum) peruvianum
Prosopis burkartii (en peligro crítico; (mejoramiento genético)
8° proceso) Lycopersicon chilense (=Solanum)
Prosopis alba (preocupación menor; (mejoramiento genético)
3er proceso) Solanum lycopersicoides
Significativas Prosopis strombulifera (amuleto) (mejoramiento genético)
Hacia el margen oriental del desierto de Atacama, sobre la Representativas Browningia candelaris
precordillera andina, producto de un mayor y más frecuente Corryocactus brevistylus
aporte de precipitaciones, se reconoce el Desierto Andino, Trichocereus atacamensis
una faja o piso de vegetación que en gran medida está carac- Singulares Atriplex imbricata
terizada por arbustos marcadamente adaptados a la aridez Acantholippia tarapacana
extrema y herbáceas anuales facultativas (pueden persistir Acantholippia deserticola
más de una temporada si las condiciones ambientales lo Aphyllocladus denticulatus
permiten). Localmente se suman a estos ensambles, en un Con problemas de conservación Browningia candelaris (vulnerable,
gradiente de norte a sur, especies altamente características 6° proceso)
de la familia Cactaceae; así en el extremo norte, continuando Trichocereus atacamensis
desde Perú, Browningia candelaris (“candelabro” o “cardón”) (casi amenazada, 6° proceso)
y Corryocactus brevistylus (“tunilla”) acompañan a Atriplex Solanum lycopersicoides (en peligro y rara;
glaucescens y/o Atriplex imbricata y Philippiamra amaran- 3er proceso)
thoides. Hacia el sur, principalmente en la cuenca del río Loa Significativas Lycopersicon (=Solanum) chilense
y el salar de San Pedro, las cactáceas columnares son reem- (mejoramiento genético)
plazadas por Trichocereus atacamensis (“cardón” o “K’avul”), Solanum lycopersicoides
la cactácea columnar de mayor tamaño en Chile, acompa- (mejoramiento genético)
ñando a los arbustos Ambrosia artemisioides, Atriplex imbri- Acantholippia deserticola (medicinal)
cata y Acantholippia deserticola (=A. punensis), las herbáceas Acantholippia tarapacana (medicinal)
Calandrinia salsoloides y Adesmia atacamensis y las sucu-
lentas acojinadas Maihueniopsis camachoi y Maihueniopsis
conoidea. Más hacia el sur desaparecen las cactáceas como
elementos florísticos fisonómicos, incluso desapareciendo este Desierto andino: desierto de los aluviones
principalmente en el sur de esta zona aparece la cactácea aridez, pero con una mayor recurrencia de precipitaciones even-
arborescente Eulychnia acida var. acida y la columnar arbus- tuales, se desarrolla una cubierta de vegetación permanente de
tiva Trichocereus nigripilis, mientras en las terrazas costeras, muy baja densidad, la cual presenta dos fases según la fisiografía;
con sustratos consolidados, se mantiene Eulychnia breviflora en los llanos y amplios valles que disectan los cordones de cerros
var. breviflora acompañada por extensas formaciones de la que bajan desde la Cordillera de los Andes, se desarrolla la for-
cactácea rastrera Eulychnia choroscensis. Los matorrales mación típica del desierto florido o desierto florido de los llanos;
son dominados por Balbisia peduncularis, Oxalis gigantea y mientras que en los sistemas de serranías al este de esta zona se
Oxalis virgosa, Bahia ambrosioides, Heliotropium stenophy- reconoce el desierto florido de las serranías.
llum y, en los lechos de quebradas, Pleocarphus revolutus.
En la porción más sur de esta zona adquiere importancia la Desierto Florido de los Llanos
cactácea conglomerada Copiapoa coquimbana y la arbustiva
Esta área, entre las cuencas de los ríos Copiapó por el norte
Austrocylindropuntia miquelii.
y Huasco por el sur, en la zona intermedia, se caracteriza por
grandes valles planos, en los cuales, producto de una marca-
En una buena parte del desierto costero, especialmente en las
da aridez, la vegetación permanente se presenta escasa, con
terrazas costeras, se instalan campos dunarios con una vege-
grandes espacios entre los pocos arbustos que normalmente
tación característica, en donde normalmente la expresión bio-
presentan un aspecto decrépito. Situación que varía sustan-
lógica es bastante baja, con una escasa presencia de cactáceas
cialmente, en aquellas temporadas en que las precipitaciones
y solo algunas especies arbustivas como Skytanthus acutus,
invernales son más abundantes que lo normal, relacionándose
Nolana carnosa y la herbácea Tiquilia litoralis.
principalmente con el fenómeno de “el Niño”o bien con fenó-
menos eventuales del tipo “frentes fríos en altura”. Bajo estas
Desierto Florido circunstancias se desarrolla un estrato herbáceo, que primero
En la porción interior, entre la costa y la precordillera, a continua- viste de verde estas planicies y las laderas de los cerros que
ción del desierto absoluto y del desierto andino desde la cuenca rodean estos espacios; para luego, dependiendo de las espe-
del río Copiapó hasta el río Los Choros, producto de una marcada cies dominantes, pintar de vivos colores todo el paisaje. Una de
Los cuadros de Cristaria spp. (malvillas), que incluyen a varias Bulnesia chilensis
gracilis (C. patens) y C. cyanea en esta área, son menos fre- Adesmia argéntea
bradas. Hacia la costa (Desierto Costero), estos cuadros son más Eriosyce algarrobensis
del desierto florido de las serranías. Presenta una fisonomía formaciones puntuales (vegetación intrazonal) dominadas
de matorral alto con cubrimientos medios a bajos, siendo ma- por K’eñoa (Polylepis tarapacana o P. rugulosa), especies ar-
yores en los lechos de escorrentía, y dada la morfología de las bóreas que le dan el nombre de K’eñoales a esta formación.
especies dominantes se presenta de color gris (Bulnesia chi- Otra formación de este tipo son aquellas áreas dominadas
lensis) o más blanquecino (Adesmia argentea). por Azorella compacta (Llareta), generalmente en grandes
elevaciones, en el límite de la vegetación, asociado a los
Matorral arborescente conos volcánicos y portezuelos de los principales cordones
de Balsamocarpon brevifolium montañosos del área.
Este cuadro de vegetación, hoy en día, resulta bastante escaso y
La estepa altiplánica o la vegetación del altiplano sud-
sólo ocasionalmente se puede encontrar en su estado de mayor
américano, es un paisaje de meseta de altura de amplia
desarrollo, especialmente en el margen superior del desierto flo-
extensión que cubre un gran territorio caracterizado por un
rido de las serranías, producto de una extrema explotación de esta
relieve relativamente plano delimitado por grandes cadenas
especie principalmente como material energético (leña y carbón).
montañosas, disectado por cordones o altas cumbres que
emergen, elevándose a altitudes aún mayores. Este am-
Estepa Altiplánica biente se extiende desde Ecuador hasta Chile y Argentina,
Por sobre la zona geográfica en que se desarrolla el desierto pasando por Perú y Bolivia, países en donde alcanza su
de Atacama, en una franja de mayor elevación (altiplano), se mayor extensión. En Chile, se ubica desde el límite norte
establece una vegetación característica, dominada por arbus- hasta la latitud de la ciudad de Copiapó, en la cuenca de la
tos resinosos y hierbas en “penachos” o “champas”, ya sea en laguna del Negro Francisco (Parque Nacional Nevado Tres
formaciones puras de cada uno de estos tipos biológicos, con- Cruces), por sobre los 3.500 m de elevación, normalmente
formando de este modo los “tolares” en el caso de los arbustos, alrededor de los 4.000 m.
o los “pajonales” en el caso de las hierbas. Son frecuentes las
mesclas de ambos tipos constituyendo formaciones mixtas. El límite con el desierto es bastante arbitrario y solo con fines
descriptivos (registro e inventario), ya que se establece un
Puntualmente, en situaciones particulares, principalmente gradiente ambiental, regulado por un delicado balance entre
afloramientos rocosos y exposiciones cálidas se encuentran la humedad aprovechable y la temperatura, variables con
manejados por los grupos humanos que se establecen en su y llaretillares hídricos, los cuales presentan características
entorno, empleándolos como fuente de alimentación para el propias dadas las condiciones de los recursos hídricos locales.
ganado doméstico, complementaria de aquella proveniente de
los terrenos de pastoreo establecidos en la vegetación natural. Estepa altoandina subdesértica
Para la estepa altiplánica de Parinacota se reconoce la pre-
A partir de la cuenca media de Coipasa (río Isluga) hasta la
sencia de diferentes fisonomías en este tipo de vegetación, que
cuenca superior del río Loa (alto Loa), al sur de la estepa alto
incluye a bofedales, vegas, pajonales hídricos, tolares hídricos
andina altiplánica (Parinacota), esta vegetación, se vuelve un
poco más árida y comienza a simplificar su estructura, presen-
Tabla 10. Especies de la vegetación azonal hídrica de la estepa altoandina altiplánica
tando una menor variación de especies dominantes con lo cual
su fisonomía se vuelve más homogénea e incluso desaparecen
Representativas Oxychloë andina algunos de los cuadros fisonómicos de más al norte.
Distichia muscoides
Carex maritima Así los pajonales normalmente están dominados por Festuca
Phylloscirpus deserticola chrysophylla disminuyendo notoriamente la presencia de
Lobelia oligophylla Festuca orthophylla, especialmente en exposiciones de umbría
Werneria pygmaea y a mayor elevación, mientras que en las exposiciones de
Deyeuxia chrysantha solana, con mejor balance térmico pero con menor humedad
Deyeuxia eminens aparece como dominante Stipa (=Jarava) frigida. Los tolares
Deyeuxia curvula continúan dominados por Parastrephia quadrangularis, pero
Distichlis humilis comienza a ser más frecuente en la depresión altiplánica la
Parastrephia lucida presencia de Baccharis incarum, que hacia el norte estaba
Parastrephia lepidophylla segregado hacia la vertiente occidental del altiplano. Los bos-
Frankenia triandra ques de Polylepis tarapacana presentan menor diversidad de
Sarcocornia pulvinata especies lo mismo que los llar etales de Azorella compacta,
Singulares Distichia filamentosa los cuales, en las mayores elevaciones, solo van acompañados
Zameioscirpus muticus por grandes cojines planos y poco densos de Pycnophyllum
Con problemas de conservación Aa (=Myrosmodes) nervosa (vulnerable; molle de color amarillo claro con un claro contraste con el
6° proceso) verde intenso de la llareta. Una de las características signi-
Significativas Aa (=Myrosmodes) nervosa (alimentaria) ficativas es la desaparición de las formaciones boscosas de
Hypochaeris spp. (alimentarias) Polylepis rugulosa en el límite con el desierto de Atacama,
Representativas Festuca chrysophylla Tabla 13. Especies de vegetación zonal de la estepa subdesértica de la puna
de Atacamaa
Stipa frigida
Parastrephia quadrangularis Representativas Stipa frigida
Polylepis tarapacana Festuca chrysophylla
Azorella compacta Baccharis tola
Baccharis incarum Parastrephia quadrangularis
Pycnophyllum molle Adesmia horrida
Singulares Chuquiraga atacamensis Senecio puchii
Lobivia longispina Mulinum crassifolium
Maihueniopsis nigrispina Singulares Mulinum crassifolium
Parastrephia teretiuscula Maihueniopsis conoidea
Con problemas de conservación Polylepis tarapacana (vulnerable; Con problemas de conservación Azorella compacta (vulnerable; 3er proceso)
3er proceso) Significativas Azorella compacta (medicinal)
Azorella compacta (vulnerable; 3er proceso)
Significativas Azorella compacta (medicinal)
Tabla 14. Especies de la vegetación azonal hídrica de la estepa subdesértica de
Diplostephium cinereum (ceremonial)
la puna de Atacama
deserticola, solo puntualmente es posible encontrar bofedales Tabla 15. Especies de la vegetación zonal de la estepa desértica de los salares
andinos
de Oxychloë andina. Una de las características fisonómicas
relevantes es la mayor participación de sectores desprovistos Representativas Stipa frigida
de vegetación, como también la presencia de cuencas endo- Adesmia aegiceras
rreicas en cuyas partes más bajas se establecen humedales Adesmia echinus
del tipo salares. Senecio oreophyton
Fabiana bryoides
comercialización de especies nativas (Armesto et al., 1998; Es urgente desarrollar una estrategia de conservación integra-
Arroyo et al., 2000). En este momento, estas amenazas son da para salvar la biodiversidad del hotspot chileno. En Chile
fuertes, al ser Chile un país de crecimiento rápido y una de las central, donde la situación es más crítica, debería enfatizarse
economías más agresivas de América Latina, manteniendo la conservación de las especies amenazadas, la restauración
una fuerte dependencia de sus recursos naturales. Las plan- de la vegetación nativa en áreas de plantación para crear
taciones forestales, la agricultura, las praderas y las zonas corredores biológicos, la inclusión de áreas de protección,
urbanas en conjunto ocupan el 16,5% (72.000 km) del área aunque sean pequeñas, en todos los proyectos de desarrollo
total del hotspot, porcentaje que se eleva a un 58% en la zona en la franja costera, donde abundan especies endémicas de
sur del área mediterránea (VIII Región). En adición a estos tipos plantas, la creación de incentivos para la conservación priva-
de uso intensivo, vastas extensiones de prácticamente todos da, el establecimiento de jardines botánicos, la estimulación
los tipos de vegetación del hotspot, incluyendo los hábitats de la conservación de matrices semi-naturales fuera de las
alto-andinos, han sido afectados de alguna manera por activi- áreas protegidas y el control de las especies invasoras (Arroyo
dades humanas (pastoreo, quemas, extracción, actividades de et al., 2000; Simonetti et al., 2002). Estudios en curso de las
la minería). Con respecto a la protección de la biodiversidad áreas protegidas sugieren que especies de plantas vasculares
del hotspot, cerca del 19% del territorio de Chile continental de Chile central no están presentes en ningún área protegida
está actualmente protegido (Arroyo & Cavieres, 1997). Sin em- nacional, mientras que los análisis de riqueza de especies y
bargo, menos del 5% de Chile central y Norte Chico está bajo niveles de endemismo en áreas protegidas particulares, llevan
protección (Arroyo & Cavieres, 1997; Squeo et al., 2001). El nivel a la conclusión que los parques varían en su eficiencia en tér-
de protección de los bosques valdiviano/ patagónicos es mejor, minos de capacidad para proteger la biodiversidad (Arroyo et
con un 26,9% de su área total protegida (Muñoz-Schick et al., 2002). Sin duda, la colaboración entre el gobierno, el sector
al., 1966; CONAF-CONAMA-BIRF, 1999). El archipiélago Juan privado y la sociedad civil será esencial para mantener la bio-
Fernández constituye un Parque Nacional. diversidad única de este hotspot mundial.
DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
1 Center for Applied Ecology and Sustainability (CAPES) y Departamento de Ecología, Pontificia Universidad Católica de Chile, Casilla 114-D. Santiago, Chile.
De esta forma las corrientes (que fluyen de sur a norte) y con- Chiloé. Esta convergencia sitúa hacia el norte la zona Norte
tracorrientes (que fluyen de norte a sur) presentes en la zona Subtropical caracterizada por zonas de surgencia costera
centro-norte de Chile desde el oeste hacia el este son (figura activa, salinidad variable y marcadas variaciones de tempe-
1): 1) la rama oceánica de Humboldt (superficial), 2) la contra- ratura superficial. Hacia el sur esta convergencia define la
corriente del Norte (parcialmente subsuperficial), 3) la rama zona Transicional Central caracterizada por bruscos cambios
costera de Humboldt (subsuperficial en su porción norte), 4) de temperatura y por el aporte, en su porción sur, de ríos y
la corriente de Gunther (subsuperficial), 5) la contracorriente lluvias que modifican su salinidad. La Convergencia en la
Chilena (superficial), 6) sólo durante algunos períodos la co- Deriva del Oeste corresponde a la zona en la que se produce
rriente de El Niño (superficial), 7) la corriente Costera Chilena la bifurcación de la corriente del Humboldt hacia el norte y la
(exclusiva de la zona norte y superficial), 8) la surgencia coste- corriente del cabo del Hornos hacia el sur y define el límite de
ra (presente a lo largo de toda la costa pero más acentuada en la zona Central Transicional con la zona Sur-Subantártica, la
algunos “centros de surgencia”). cual se caracteriza por un predominio de aguas subantárticas
durante todo el año con importante influencias de las aguas
Las corrientes marinas transportan masas de agua con distin- continentales en la franja costera, principalmente por aporte
tas características físico-químicas, de manera tal que en ciertos de agua dulce y por un flujo permanente de agua hacia el
puntos de confluencia de dichas masas se producen las deno- sur. En la Convergencia Antártica, la cual atraviesa en sentido
minadas Convergencias Oceánicas. Usualmente entre las con- oeste-este por el paso de Drake, confluyen las aguas suban-
vergencias oceánicas es posible definir “Zonas Oceanográficas” tárticas y antárticas separadas por el frente polar (FP). Al
o verdaderas “regiones” que presentan características particula- sur de esta confluencia se define la zona Antártica que rodea
res de temperatura, salinidad y contenido de oxígeno. a la península Antártica con una importante influencia de
las aguas subyacentes las cuales absorben el calor de los
En nuestro país la interacción entre las corrientes antes
océanos circundantes para luego entregarlo aumentando las
mencionadas definen tres zonas de Convergencia Oceánicas
temperatura de las masas de aire frío de la Antártica.
principales (figura 1): a) La Convergencia Subtropical (CST),
b) la Convergencia en la Deriva del Oeste (CDO) y la c)
Convergencia Antártica (CA). La Convergencia Subtropical FLORA Y FAUNA
es la zona de contacto entre aguas subtropicales cálidas y Desde el punto de vista biológico, existe una activa discusión
salinas que dominan la zona entre Arica y Coquimbo con las sobre las características y limites de los patrones de distribu-
aguas de la rama oceánica de Humboldt y las aguas suban- ción de la flora y fauna marina de nuestro país (Brattström
tárticas que dominan entre Coquimbo y la Isla Grande de & Johanssen, 1983; Santelices, 1991; Castilla et al., 1993;
compone de 45 especies correspondientes a 6 phyla; Annelida, cual se extiende desde la latitud 42ºS hasta 56ºS. Entre esas
Cnidaria, Echinodermata, Hemichordata, Mollusca y Porifera dos provincias la región transicional es usualmente reconocida
(Hey et al., 2006). Una especie bien reconocida de estas zonas para las especies costeras y no para las pelágicas (Antezana,
es el cangrejo Yeti (Kiwa hirsuta) encontrada en chimeneas 1981). Ahumada et al. (2000) entregan una lista de las especies
hidrotermales en las cercanías de Isla de Pascua (Mcpherson dominantes en los distintos hábitat de estas tres provincias
et al., 2005) que posee una asociación con bacterias quimiotró- agregando además al sistema oceánico e insular oceánico, los
ficas (Gofrediet et al., 2008) cuales dado su nivel de aislamiento se presentan como parti-
culares en términos de su composición biótica.
Otros ecosistemas de creciente interes para la conservacion
son los cañones submarinos, que incluyen zonas de concen- Debido a las condiciones de menor temperatura en comparación
tracion de nutrientes, puntos de alta biodiversidad (hotspots), con las regiones cercanas y con otras regiones de similar latitud,
áreas de agregación reproductiva de especies de interés co- la Provincia Peruana presenta una diversidad de especies re-
mercial como la Merluza Austral (Merluccius australis). Un ducida determinada principalmente por la ausencia de especies
sector que presenta este tipo de sistemas se encuentra entre tropicales o de aguas cálidas. Esta Provincia es afectada fuer-
Isla Guafo y Guamlin (Miethke & Gálvez, 2009) temente por los fenómenos de El Niño en los cuales se produce
un aumento en la temperatura de las aguas superficiales que
Diferentes estudios biogeográficos concuerdan con respecto a beneficia la expansión hacia el sur de las especies sudamerica-
los patrones principales de distribución de la biota a lo largo nas. A la vez durante estos períodos —debido a las alteraciones
de la costa (Camus, 2001). A pesar de que los nombres y los en la dominancia de los vientos— se detienen los eventos de
límites exactos varían de acuerdo con los distintos investiga- surgencia, lo cual sumado al aumento de la temperatura provo-
dores, dos unidades biogeográficas o provincias principales, de ca importantes mortalidades y reducciones en la reproducción
naturaleza temperada han sido reconocidas a lo largo de la de muchas de las especies marinas residentes, ya sean algas,
costa Chile tanto para especies costeras como pelágicas: a) la invertebrados o vertebrados (Glynn, 1988). Históricamente los
Provincia Peruana, una región norteña de aguas calidas-tem- efectos del fenómeno El Niño serían los responsables que en
peradas que corre desde Perú hasta la latitud 30ºS; b) La algunas zonas de esta región —las que han sido afectadas
Provincia Magallánica, sureña de aguas temperadas-frías, la sólo por los eventos de mayor magnitud— se encuentren altas
1 Núcleo Milenio Centro de Conservación Marina, Estación Costera de Investigaciones Marinas de Las Cruces, Pontifícia Universidad Católica de Chile
2 Núcleo Milenio de Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas (ESMOI), Universidad Católica del Norte, Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), Instituto
de Ecología y Biodiversidad (IEB)
minadas por una alta abundancia de corales, particularmente Grupo taxonómico Porcentaje Porcentaje
en fondos rocosos a lo largo de las costas oeste y noreste de de Endemismo de Endemismo
Archipiélago en Islas de Pascua
Isla de Pascua. Los corales son más escasos en la costa su- Juan Fernández y Salas y Gómez
reste, expuesta directamente al oleaje oceánico predominante.
Crustáceos 8 10
Contrariamente a la mayoría de los grupos taxonómicos, que
Moluscos 66 35
aparecen ligados taxonomicamente al Indo-Pacífico, los cora-
Otros invertebrados 9% Porifera
les presentan afinidades que indican vinculación con el Pacífico
13% Cnidarios
Este. Es más, las 13 especies de corales pétreos identificados
23% Equinodermos
en Isla de Pascua muestran una amplia distribución geográfica
89% Poliquetos 33% Porifera
a lo largo de los regiones del Pacifico este y Pacifico centro-sur
16% Cnidarios
(Glynn et al., 2007), por lo que este grupo en particular no se
9% Equinodermos
caracteriza por un alto endemismo. Sin embargo, el extremo
4% Poliquetos
aislamiento explicaría la baja riqueza de especies de corales
Peces 10 10
en Isla de Pascua comparado con otras islas de Pacífico.
Peces litorales 87.5 23-26
Si bien se ha avanzado recientemente en el conocimiento de
los arrecifes de coral de Isla de Pascua, conocemos muy poco Recientes esfuerzos para estudiar estos ambientes han co-
sobre los procesos ecológicos que mantienen estas comunida- menzado a develar los misterios de las aguas profundas de las
des de corales. Estudios en curso sugieren que, como en otros islas oceánicas y los montes submarinos asociados. En cada
lugares, la herbivoría es un proceso crítico para prevenir el exploración se abre un mundo por descubrir, con una biodiver-
crecimiento de algas sobre los corales, y es especialmente im- sidad única que a la vez sugiere la importancia de protegerla.
portante en los casos en que los corales han sido previamente El estudio de los arrecifes de coral, montes submarinos y otros
dañados por blanqueamiento inducido por estrés térmico. En ecosistemas profundos como las fuentes hidrotermales es una
Isla de Pascua, donde los peces herbívoros son generalmente necesidad urgente, ya que no se puede proteger lo que no se
pequeños y poco abundantes, los erizos parecen cobrar más conoce. De hecho, ecosistemas únicos y vulnerables, como las
relevancia. De hecho, diferencias en abundancias de erizos y fuentes hidrotermales, han recibido baja protección a nivel
macroalgas entre Pascua y Salas y Gómez (Friedlander et al., mundial y no han sido aún abordados en Chile. Sin embargo,
2013) también sugieren un rol crítico de estos consumidores lo que se ha avanzado en describir los ecosistemas asociados a
La isla Carlos III forma parte del parque marino Francisco Coloane, ubicada en el ecosistema marino Estrecho de Magallanes Oeste de la ecorregión marina Magallanes.
Foto: Jorge Herreros.
61
62
Los ecosistemas de aguas continentales son muy
heterogéneos en cuanto a sus características y
distribución en el territorio nacional. Cascada de la
playa de Curiñanco, Valdivia, Región de los Ríos.
Foto: Jorge Herreros.
DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
5.3 ECOSISTEMAS
DE AGUAS CONTINENTALES
5.3.1 ECOSISTEMAS ACUÁTICOS naturales, como los terremotos y tsunamis y/o derivados
de actividades humanas, tales como cambios en el uso del
ECOSISTEMAS ACUÁTICOS EN CHILE suelo, extracción de agua, descargas de residuos, entre otros.
Manuel Contreras Durante el terremoto del 2010, humedales como los de Tubul-
Raqui (Región del Bío-Bío) modificaron su características
Nuestro país presenta un territorio donde se entrelazan ex- ecológicas pasando de un humedal estuarino a una pradera
tensos desiertos, zonas altiplánicas, cordilleras, valles longi- inundable, dando cuenta del aumento en el nivel del terreno.
tudinales y transversales, campos de hielo, zonas patagónicas, La disminución de cobertura de la vegetación de humedales en
polares y una extensa costa, dominada por fiordos, canales e cuencas endorreicas de las Regiones de Tarapacá, Antofagasta
islas. Donde el clima, la geología y el relieve juegan un rol y Atacama, responde al efecto combinado entre la extracción
relevante como factor estructurador del paisaje (Di Castri & de agua subterránea y variaciones en la recarga natural. Al
Hajek, 1976). contrario, la condición oligotrófica de lagos como el Lleulleu
(Región de la Araucanía) o de lagos patagónicos (Región del
Es en este escenario donde surgen los ecosistemas acuáticos, General Carlos Ibáñez del Campo), dan cuenta de una baja
los cuales permanentemente se mantienen en coherencia presión de origen antrópico.
estructural y funcional con el territorio que los rodea. Esta
propiedad les confiere una función única de conectar dinámi- Es en estos ecosistemas acuáticos, dinámicos, heterogéneos,
camente los biomas, son el sistema circulatorio de la tierra. distribuidos a lo largo de todo el territorio nacional, donde
Es así como los ríos drenan las precipitaciones que caen sobre encontramos una diversidad biológica única con un alto nivel
cuencas hidrográficas, transportando materiales y energía de endemismo, tanto de especies animales como vegetales
hacia los océanos, completando el ciclo hidrológico. Por lo (Vila et al., 2000). En el norte de Chile existen distintos tipos
mismo, son sistemas indicadores del estado ambiental de de ecosistemas acuáticos asociados a cuencas endorreicas,
las cuencas hidrográficas, son un espejo que refleja cambios destacando entre ellos los bofedales y vegas. Un ejemplo es el
problemas de conservación como la fardela blanca, el guanay, biodiversidad con alto valor para la conservación, donde la
y el cisne de cuello negro. La biodiversidad del Budi es consi- singularidad es uno de sus principales atributos. No solamente
derada alta por los autores de la revisión en comparación con en términos de la composición de especies, sino también de
otros ecosistemas similares del centro y sur de Chile, caracte- los procesos ecosistémicos que resultan en la interacción con
rística que ellos asocian a la alta productividad del sistema y la los componentes abióticos. Una expresión de lo anterior es el
calidad particular físico-química de sus aguas. caso de la fauna íctica de las aguas continentales de Chile. La
comunidad íctica está compuesta sólo por 44 especies (Vila et
En las Regiones de Aysén del General Ibáñez del Campo y de al., 1999; Dyer, 2000; Habit et al., 2006). De estos, 24 (54%)
Magallanes y Antártica Chilena podemos encontrar la “turba son endémicos de Chile, un número bajo, si se lo compara
magallánica”, con algunas representantes de este tipo de hu- con otras regiones biogeográficas del mundo. Sin embargo,
medal ubicadas más al norte, como en la cordillera pelada algunas especies tienen una distribución restringida a nivel de
de Valdivia y en la isla de Chiloé, siendo conocidas localmen- subcuencas, en surgencias de agua dulce en los márgenes de
te como “campañas” (Díaz et al., 2005; Valenzuela-Rojas & los salares, como es el caso de género Orestias.
Schlatter, 2004). La vegetación es continua, herbácea, dominada
principalmente por musgos del género Sphagnum. Se describen En general, la información sobre biodiversidad de los ecosiste-
especies de herpetofauna como los anfibios Batrachyla taenia- mas acuáticos en Chile es dispersa, no sistemática, y con una
ta, Eupsophus vittatus, Pleurodema thaul, Bufo arunco; y los notable diferencia en los esfuerzos de investigación y caracte-
reptiles Liolaemus cyanogaster y Liolaemus pictus (Valenzuela- rización realizados en las distintas regiones. Es en este punto
Rojas & Schlatter, 2004a y 2004b). La vegetación dominante donde se requiere aumentar los esfuerzos para disminuir las
que las rodea forman parte de la Selva Valdiviana, dominadas brechas, en particular por el creciente aumento de las amena-
por especies siempreverdes de hojas grandes como el olivillo zas que afectan a los ecosistemas acuáticos.
(Aextoxicon punctatum), el ulmo (Eucryphia cordifolia) y la
tepa (Laureliopsis phillipiana), y el Bosque Nordpatagónico, do- Entre las oportunidades que pueden ayudar a disminuir esta
minado por dos especies de coigües (Nothofagus dombeyi y N. brecha, podemos mencionar al Sistema de Evaluación de
nitida.), la tepa y algunas especies de mirtáceas. Impacto Ambiental (SEIA), instrumento que incorpora el análi-
sis de la protección y manejo de ecosistemas acuáticos, sin em-
Cuando analizamos en un contexto más general esta infor- bargo, existen algunos aspectos que podrían mejorar su ges-
mación, aún cuando es una revisión muy sucinta, podemos tión: i) los ecosistemas acuáticos deben ser considerados desde
darnos cuenta de que los ecosistemas acuáticos presentan una una visión sistémica, lo cual implica analizar los mecanismos
afluentes o efluentes en la dinámica de un lago. En lagos tem- condiciones anóxicas en el hipolimnion, con la consiguiente
perados en la zona centro sur de Chile, es usual encontrar que liberación de nutrientes y gases tóxicos a la columna de agua.
la temperatura aumenta en verano, y disminuye en invierno La mezcla de la columna de agua produce que la materia
por efecto del intercambio calórico entre la superficie del lago acumulada en el hipolimnion durante el período estratificado
y la atmósfera. La cantidad de energía necesaria para produ- quede en contacto con la biota del epilimnion, empobreciendo
cir la mezcla es directamente proporcional a la diferencia de además la calidad del agua superficial.
densidades entre la zona superficial y la profunda del cuerpo
de agua. Este proceso se conoce como estratificación, y nace La principal relación existente entre los procesos físicos y
del hecho que un cuerpo de agua estratificado puede conside- respuesta química y biológica de un lago, es el tiempo de re-
rarse como dos capas (estratos) de densidad homogénea que tención. La relación entre este parámetro y la dinámica quími-
interactúan continuamente. Usualmente, el estrato superficial co-biológica es que, si el tiempo de retención es alto, entonces
se conoce como epilimnion, el profundo como hipolimnion y la dinámica del cuerpo de agua está gobernada principalmente
el intermedio como metalimnion o termoclina en caso que la por los procesos internos, por ejemplo, crecimiento del fito y
estratificación sea por temperatura. zooplancton, reacciones químicas, entre otros. En caso con-
trario, para tiempos de retención bajos se obtiene que la diná-
La existencia de un perfil estratificado en lagos o embalses mica del cuerpo de agua esta gobernada principalmente por
tiene gran importancia en el comportamiento químico y bio- las condiciones de los afluentes que lavan continuamente el
lógico de éste, dado que, además de considerar al cuerpo de cuerpo de agua.
agua compuesto por dos o más estratos, el intercambio másico
entre capas es muy bajo. Este comportamiento implica que Entre las principales funciones de los lagos esta la capacidad
la capa profunda se aísla respecto del intercambio con la at- de producción de materia orgánica autóctona, proceso que se
mósfera, en particular, el traspaso de oxígeno atmosférico. Al denomina eutroficación. Como ya se señalo anteriormente,
recibir poco oxígeno el hipolimnion, las reacciones químicas en la producción biológica en los lagos es regulada por facto-
los sedimentos lo consumen, y por lo tanto, es usual encontrar res como el tiempo de residencia de las aguas y aportes de
nutrientes, dando como resultado una acumulación progresiva acumulación de sales por la elevada evaporación, proce-
de materia orgánica. Los lagos pasan de un estado de bajo so que constituye la principal pérdida de agua del sistema.
contenido de materia orgánica (oligotrófico) hacia un estado Este proceso genera fuertes gradientes espaciales, desde los
de alto contenido de materia orgánica (eutrófico), siendo este puntos de afloramiento de aguas subterráneas (“surgencias”)
proceso unidireccional e irreversible. hacia los sectores de menor altitud (“lagunas terminales”). La
dinámica natural de estos ecosistemas está controlada por el
Los lagos costeros corresponden a un conjunto particular, aporte de agua subterránea y condiciones climáticas regiona-
ya que se caracterizan por presentar una vinculación muy les, esto los hace particularmente sensibles a la disminución
estrecha con el mar, pudiendo estar conectados en forma en el nivel del acuífero y/o aporte hídrico. Una disminución
permanente (ej. estuarios) y/o temporal (ej. lagunas costeras de los mismos origina la compresión areal de los cuerpos de
saladas), a través de una barra de arena. En cualquier caso son agua y sistemas vegetacionales. Desde un punto de vista eco-
sistemas muy dinámicos espacial y temporalmente, en función lógico, estos sistemas tienen una elevada riqueza de especies,
del balance hídrico y de sales regulado por los caudales de constituyendo áreas de concentración de la biodiversidad
los ríos y el mar, respectivamente (MMA, 2010). Una de sus en la región altiplánica (“hot spot”), particularmente por la
características más importantes es la presencia de gradientes, presencia de comunidades extremófilas. La estrecha relación
que permiten una elevada heterogeneidad espacio-temporal y que se genera entre las comunidades biológicas y el medio
por ende, disponibilidad de hábitats para especies acuáticas, físico, determinan la existencia de dinámicas únicas con alto
marinas y riparianas. Esta condición se traduce en que los grado de endemismo en cada ecosistema, sobre la base de la
humedales costeros son sitios de alta concentración de biodi- sustentabilidad temporal que le imprimen los afloramientos
versidad, siendo particularmente relevante la presencia de nu- de aguas subterráneas.
merosas especies de aves migratorias (Millennium Ecosystem
Assessment, 2005). Las turberas son ecosistemas capaces de acumular y alma-
cenar materia orgánica muerta en forma de turba. En una
En cuencas endorreicas altoandinas se encuentran las turbera la formación y acumulación de turba ocurre a mayor
vegas y bofedales, se caracterizan por presentar zonas de velocidad de la que se descompone, de esta forma ocurre una
estratificación estructural y funcional de acuerdo a los diferen- Región del Maule hacia el norte. Por otra parte, desde el punto
tes procesos relacionados con los cambios en agua, oxígeno y de vista de la calidad del agua, aunque ya en 1916 se dictó una
nutrientes en un perfil vertical. A pesar de la importancia eco- ley que prohibía la contaminación de las aguas, en la práctica
lógica de las turberas, en términos de biodiversidad y procesos no existió algún control de los vertidos a los cauces naturales.
ecosistémicos a escala mundial, la caracterización general de Además, desde el siglo XIX se introdujeron masivamente es-
estos sistemas a escala local y regional todavía permanece pecies exóticas a ríos y lagos, comprometiendo seriamente la
poco explorada. La extracción de turba, el drenaje de ellas existencia de las especies acuáticas nativas.
para cambiar su uso de suelo y el uso de fuego o incendios que
las afectan al sur de Chile, sumado a los proceso de cambio Como resultado de estas prácticas históricas o de acciones recien-
climático global, generan una urgente necesidad de entender tes, se puede señalar lo siguiente respecto de la actual situación
a cabalidad las propiedades estructurales y funcionales de ambiental en el país en relación a los ecosistemas acuáticos:
las turberas y así tener un marco científico para un apropiado
manejo de estos sistemas. w ,;:-:;>@1%1<A101;.?1>B->A:-@1:01:/5--8-05?95:A-
ción del caudal superficial y de los acuíferos, por el aumento de
AMENAZAS QUE AFECTAN El ESTADO ECOLÓGICO DE los usos consuntivos (en especial minería y agua potable, APR
LOS ECOSISTEMAS ACUÁTICOS Ingeniería, 2010), y un aumento de la salinización de las aguas,
como resultado de la disminución de los flujos y la elevada
A partir del siglo XIX, los ríos, lagos y humedales, en general,
se consideraron recursos que se podían explotar sin ninguna evaporación de esa zona, lo que se agrega a la elevada salini-
limitación de tipo ambiental. Así, desde esa época, se han dad natural de muchos cauces (por ejemplo: los ríos San José
secado una gran cantidad de vegas y bofedales en el norte del y Copiapó). Lo anterior ha afectado a vegas y bofedales, e im-
país y turberas en la zona sur, y los principales cauces se utili- pactado negativamente la biodiversidad con una disminución
zaron para el regadío hasta el nivel de prácticamente agotar el de la riqueza y abundancia de las especies acuáticas, incluso
escurrimiento superficial en determinados tramos, que se de- originando la extinción local de alguna de ellas (por ejemplo,
nominan “secciones de los ríos”, situación que se presenta de la camarón de río y pejerrey del norte en el río Loa).
w Zona central y norte chico. En esta zona se presenta una Chapo, Llanquihue, Rupanco, Puyehue, Ranco. WWF, 2007). Es
tendencia a una disminución generalizada del caudal superfi- preocupante la alteración ecológica producida por la intro-
cial por aumentos de los usos consuntivos (en especial desde ducción de especies exóticas, (por ejemplo truchas, salmones
la agricultura). Asimismo, se ha observado una disminución y Didymo en los lagos araucanos o ríos de la Región Aysén
de la calidad del agua por un incremento del estado trófico del general Carlos Ibáñez del Campo), algunas de las cuales
de los cuerpos de agua, como consecuencia de las descargas han llegado a adquirir la condición de plagas, produciendo en
de nutrientes provenientes de las agua urbanas (a pesar del algunos casos la alteración de los patrones de escurrimiento
tratamiento de las mismas, CEA, 2009), sumado a aportes de las aguas (ej: castores en Región de Magallanes y Antártica
originados en la agricultura y la industria agropecuaria. Todo Chilena. MMA, 2011).
ello se manifiesta en los tramos terminales de varias cuencas
hidrográficas y en la situación de algunos lagos y ríos costeros, SERVICIOS ECOSISTÉMICOS
que tienen un componente social relevante porque afectan El estudio “Recopilación de Información de Indicadores de
actividades que dependen de la calidad ambiental de este tipo Servicios Ecosistémicos a Nivel Nacional e Internacional”,
de sistemas (ej. pesca, turismo en lagos Lanalhue, embalse realizado por la Fundación Centro de los Bosques Nativos
Rapel, laguna de Aculeo). Asimismo, en diversos cauces se (FORECOS, 2014), identifico los principales servicios ecosisté-
presenta una alteración del régimen hidrológico natural por micos provenientes de los ecosistemas acuáticos (Tabla 1). Los
la existencia de obras hidráulicas que alteran la continuidad resultados permiten establecer el rol fundamental que juegan
hídrica y el flujo natural de sedimentos y materia orgánica, con los humedales a diferentes escalas, desde la sostenibilidad
los consiguientes impactos ambientales. de comunidades locales hasta procesos globales. Lo anterior
permite establecer la necesidad de lograr un entendimiento
w ,;:-?A>%14-;.?1>B-0;A:5:/>191:@;018-/->3-01:A- más acabado de las propiedades de los ecosistemas acuáticos
trientes derivados de actividades acuícolas (por ejemplo: lagos e implementar medidas efectivas para su conservación.
En este contexto, resulta fundamental incluir a las comunida- En la actualidad el conocimiento científico que se dispone de
des locales en esta tarea, ya que son ellas las que mantienen la biodiversidad acuática es limitado, se restringe a grupos
nuestro país, a orilla de ríos o esteros o en la desembocadura humedales, como parte de sus actividades, un ejemplo de
de los mismos, de ellos se extraen recursos naturales como: esto es el estuario del humedal de Queule.
mariscos, peces, e incluso sal, son utilizados como rutas de
navegación y como atractivos turísticos. Ñadis
Sistemas con suelos delgados, saturados o anegados sólo en
En Chile podemos encontrar varios tipos de humedales, algu- invierno, poseen una capa de fierrillo impermeable entre el
nos de los cuales han sido caracterizados (Hauenstein et al., suelo orgánico y el sustrato de ripio, con grandes deficiencias
1999b, Diversidad vegetal en humedales costeros de la Región de macro y micronutrientes, con altos valores de aluminio y
de la Araucanía) como los que presentamos a continuación, y pH relativamente ácidos (5-7). Se localizan en la depresión
que en algunos casos sus nombres obedecen a denominacio- intermedia del centro sur de Chile, entre las regiones de la
nes dadas por las comunidades locales: Araucanía y Los Lagos. Poseen una pobre diversidad de espe-
cies. Este tipo de humedales ha sido utilizado para el pastoreo
Hualves (Bosques pantanosos):
de animales y en algunas zonas del territorio nacional, dre-
Bosques húmedos, con vegetación nativa, anegados y con nados para habilitar suelos para agricultura. En mapudungun
drenaje deficiente. Formados por mirtáceas nativas, como el ñadi significa pantano de temporada.
temo (Blepharocalyx cruckshanksii), la pitra (Myrceugenia
exsucca), el chequén (Luma chequén), y el tepu (Tepualia Albúferas
stipularis), todas ellas especies leñosas. Estos humedales Lagunas salobres, localizadas en la zona litoral, con conectivi-
son hábitat del huillín o nutria de río (Lontra provocax) del dad estacional con el mar. Altamente eutrofizadas, debido a la
camarón de vega (Parastacus nicoletti). Muchas comunida- carga de sales que reciben desde el mar. Un ejemplo de estos
des indígenas tienen una estrecha relación con este tipo de sistemas es la Albufera del Yali, humedal protegido como
TIPO Clasificación funcional Nombres comunes o locales Localidad con tipo caracaterísitico
por ecotipo
Humedal costero Intrusión salina Lago costero, laguna costera, Lago Budi, Sitio Ramsar Laguna Conchalí, Sitio
marisma, estuario. Ramsar El Yali, Humedal Tubul-Raqui, Estuario del
río Queule, Laguna Cahuil
Evaporación salar, bofedal, Puquios Salar de Atacama, Sitio Ramsar Surire, Sitio
Ramsar Sistema hidrológico Soncor, Salar
de Huasco
Infiltración (A) Hualve, pitranto, ñadi, charco, Humedales depresión central de las regiones
pantano VII-IX y sectores de Chiloé.
Zona costera de Araucanía; entre Queule y Toltén
Humedal continental Infiltración saturado (B) Mallín, turberas, pomponales Parque Karukinka (Tierra del Fuego), Parque
Nacional Chiloé, a lo largo de la Isla grande
de Chiloé.
Escorrentía Río, arroyo, esteros, lagos Río Lluta, Río Clarillo, Río Bío-Bío, Lago
Villarrica, Lago Chungará, Sitio Ramsar Parque
Andino Juncal.
Afloramientos Vega, bofedal , ciénagas Sitio Ramsar Laguna Santa rosa y Negro Francisco,
subterráneos Parinacota, Jachucoposa, Ciénagas de Name
la economía, la minería. Sin embargo, son pocos los que cono- una variedad de otros tipos, entre ellos: lagos y lagunas de
cen su importancia y muchos menos los que han contemplado agua dulce, aguas termales y géiseres. Asociados a estos
su belleza. ambientes acuáticos se identifican formaciones densas de
ciperáceas inundadas o semi-inundadas cercanas a lagos y
Los ecosistemas de humedales andinos están localizados, lagunas, vegas o chuscales.
por lo general, en alturas que superan los 3.000 msnm, a di-
ferencia de los humedales altiplánicos que se localizan sobre Estudios recientes (Farías et al., 2014) han evidenciado la exis-
los 2.300 msnm. Los humedales altoandinos son ecosistemas tencia de un mundo microbiano en salares y lagunas altonadi-
frágiles, escasos y con un endemismo relevante. nas de Chile y Argentina, que sólo se repite en determinadas
partes del mundo. Entre estos grupos microbianos se pueden
Desde un punto de vista ecológico, estos sistemas tienen una distinguir a las cianobacterias, microbialitos, estromatolitos,
elevada riqueza de especies, en respuesta a la heterogenei- evaporitas y una variedad cuya nomenclatura varía de acuerdo
dad espacial, constituyendo áreas de concentración de la a su estructura y composición. Estos microrganismos, son los
biodiversidad en la región altiplánica (“hot spot”). Dados los que dieron paso a la vida en el planeta. Esto los hace especiales
factores locales que se presentan en las diferentes cuencas; y deben llamar nuestra atención para brindarles protección.
hidráulicos, edafológicos, la calidad del agua e incluso por
los fenómenos de aislamiento geográfico, la composición
biológica de los humedales en general es específica, es así
como en los humedales altonadinos existe una exclusiva ic-
tiofauna endémica (Vila et al., 1999), característica y única de
estos ecosistemas.
Tabla 2. Descripción de la vegetación asociada a la zona biogeográfica de los humedales andinos y altoandinos. Tomado de: Ahumada & Faúndez, 2009. Modificado.
Sub región de los Andes Mediterráneos : La forma de vida predominante en las partes altas son las plantas arbustivas herbáceas o en
forma de cojín, mientras que en las partes más bajas penetran elementos esclerófilos en el
norte y caducifolios en el sur.
Subregión de las Cordilleras de la Araucanía: Presenta condiciones estivales más favorables que la sub-región de las cordilleras patagónicas
en el que la presencia de humedales se inserta en una matriz de formaciones de araucaria
bosques del género Nothofagus y formaciones de estepa del género Festuca.
& Schlatter, 2004), sin considerar impactos a escala de sitio o en terreno cambian, ampliándose, y hasta ahora no ha sido
cuenca, ni previendo los pasivos ambientales, que esta activi- posible demostrar la efectividad de estas técnicas en todo el
dad no regulada, dejará. rango de condiciones, tanto naturales como antrópicas, en
las que se realiza la extracción de este vegetal (Obenpaur &
Adicionalmente, los espacios desprovistos de vegetación nativa Délano, 2007; 2010; Díaz, 2005).
se convierten en ambientes fértiles para las especies exóticas
Es imprescindible acordar la planificación de dicha extracción,
invasoras, cuyo control es incierto y las consecuencias devas-
cunado ésta sea posible, a escala de cuenca y paisaje, estable-
tadoras para nuestro patrimonio natural, lo que ya se eviden-
ciendo marcos regulatorios de la actividad extractiva, los que
cia en sectores de la Isla de Chiloé, región de Los Lagos.
deberían incluir medidas de fiscalización, monitoreos integra-
Es esencial que esta actividad se realice de manera sustenta- les y definición de áreas sensibles no explotables.
adyacentes del archipiélago de Tierra del Fuego. Los castores la sociedad por los humedales y en particular la protección
son animales acuáticos que construyen diques e inundan am- a través de la designación como Sitio Ramsar, ha impulsado
plias áreas utilizando árboles y arbustos nativos de crecimien- cambios positivos en el país, aunque lentos, involucrando a
to lento, provocando cambios en la hidrología de las cuencas, otros sectores.
en las turberas y los hábitats.
De los 13 Sitios Ramsar designados, 8 están dentro de áreas
protegidas con alguna categoría de protección como parque
SITIOS RAMSAR EN CHILE. BREVE DESCRIPCIÓN DE nacional o reserva nacional, y por lo tanto, tienen algún grado
LOS TIPOS DE HUMEDALES RAMSAR DE CHILE. de manejo. Tres (3) de los trece (13) Sitios Ramsar correspon-
Chile es signatario de la Convención Ramsar, la cual fue apro- den a áreas privadas, y por tanto los modelos son diversos,
bada como Ley de la República en septiembre de 1980 y pro- sin embargo, cabe destacar la preocupación por parte de los
mulgada como tal a través del DS N° 771 de 1981, del Ministerio administradores de estos Sitios Ramsar , como del Parque
de Relaciones Exteriores. Hoy posee 1 Sitios Ramsar, que Andino Juncal, Laguna Conchalí y Salinas de Huentelauquén.
cubren una superficie total nacional de 359.989 Hectáreas, de El caso de Juncal es particularmente importante, ya que solo
los cuales 8 corresponden a Humedales Altoandinos (ver tabla propietaria definió que las 13.796 hectáreas del predio estarían
3
y corresponden a humedales costeros (ver tabla 4), con la dedicadas a la preservación, divulgación y estudios científicos,
excepción de bahía Lomas, que además incluye la zona marina donde se protegen glaciares, cabecera de cuenca del río más
de la bahía. importante de la región, vegas andinas y esteros. Laguna
Conchalí es administrado por una empresa minera y sus 52
El primer sitio designado fue el Santuario Carlos Anwandter, hectáreas son un espacio para la biodiversidad y la educación,
este sitio de 4.877 hectáreas, cuya evolución ha estado mar- espacio abierto al público durante todo el año. Salinas de
cada por grandes sucesos, es un humedal fluvial con marcada Huentelauquén, designado recientemente, es un área adminis-
influencia marina, responde a las fluctuaciones diarias de las trada por una comunidad agrícola, quienes han incorporado
mareas y caudales de agua dulce, localizado en la región de parte de sus predios, dedicados a la producción agrícola, como
Los Ríos. Este humedal se originó producto del terremoto que superficie a proteger. Este Sitio Ramsar, protege la desembo-
afectó a Chile el año 1960, lo que provocó cambios estructura- cadura de uno de los ríos más emblemáticos de la región de
les, hundimiento de tierras e ingreso de mar hacia el interior del Coquimbo (estuario del río Choapa), es un área de descanso de
continente de varios kilómetros, cubriendo de agua tierras de- aves migratorias, e importante para la reproducción de peces
dicadas hasta entonces al cultivo y ganadería. Sin duda desde y crustáceos importantes para la economía local como la lisa
el año 1981, con la designación del primer Sitio Ramsar hasta (Mugil cephalus) y el camarón de río del norte (Cryphiops cae-
la última designación, el año 2015, la percepción e interés de mentarius) endémico, ambas especies de consumo humano,
Conocido es el concepto de “loop microbiano” en ambientes ma- En la biogeoquímica del nitrógeno las interacciones son po-
rinos, en el cual las interacciones tróficas entre fitoplancton, zoo- sibles a través de las transformaciones de este elemento en
plancton y zoobentos dan cuenta del reciclaje de más 80% de la condiciones aeróbicas y anaeróbicas, también presentes en
energía solar fijada como carbono por la fotosíntesis. Mientras, las lagunas salinas someras de los salares altiplánicos. Las
que contados con los dedos de una mano, son los trabajos que formas más frecuentes de este compuesto son NO2-, NO3-,
reportan la fotosíntesis (fijación de carbono) de las comunida- NH4+, NOrg. y N2. La nitrificación es la oxidación biológica de
des microbianas extremófilas de la puna chilena. El trabajo de las formas más reducidas de nitrógeno (amonio) en NO3- y
Ordoñez et al. (2015) muestran esta aproximación, detallando NO2- y a las bacterias quimiolitotróficas oxidantes de amonio
como en los primeros 2 milímetros de los sedimentos del Salar se les conoce como bacterias AOB (del inglés Ammonia-
de Huasco (Región de Atacama), tienen lugar las mayores tasas Oxidizing Bacteria). Aunque, presentando una baja diversidad,
Junto con los amplios rangos de temperatura ambiental diaria y Aun cuando los descubrimientos de especies de aguas sub-
estacional, deficiencia de precipitaciones, bajas concentraciones terráneas comenzaron tempranamente con la descripción de
de oxígeno, intensa radiación solar, presencia de actividad geo- los primeros habitantes conocidos de cavernas (e.g. Proteus
térmica, presencia de extensos depósitos evaporíticos, sin duda anguinus, Laurenti, 1768), hasta hace poco tiempo, las aguas
un hecho que marca la singularidad de los ambientes extremos subterráneas eran consideradas principalmente desde el
en el Altiplano chileno, es la existencia de metales pesados y punto de vista hidrogeológico e hidroquímico. Sin embargo,
metaloides como el arsénico (As). Están presentes en elevadas el reconocimiento de una amplia diversidad de organismos
concentraciones en las aguas y sedimentos de los ecosistemas acuáticos subterráneos ha permitido entender estos reservo-
presentes en la puna. Es así como, en sedimentos superficiales rios como verdaderos ecosistemas, que requieren ser analiza-
del Salar de Punta Negra (Región de Antofagasta), naturalmen- dos en un marco integrado, que incluya aspectos ecológicos
te enriquecidos con As (> 10 mM), se describió la presencia de (Danielopol et al., 2003). En las últimas décadas diversas or-
bacterias arsenito oxidantes, (transforman el As+3 en As+5, este ganizaciones mundiales y regionales, especialmente en Europa
último presenta una menor toxicidad), cuyas tasas de remoción y Norteamérica (e.g. Banco Mundial; Unión Europea; Convenio
de As+3 fueron de hasta un 100% en condiciones controladas RAMSAR), han reconocido la importancia de los ecosistemas
(Díaz-Palma et al., 2013) y con la constatación de la enzima de aguas subterráneas (EAS), incentivando el desarrollo de
arsenito-oxidasa responsable de la transformación de As+3 en nuevos enfoques en su estudio y en el manejo de las aguas
As+5. Este hallazgo, permitió también inferir que las bacterias subterráneas.
aisladas desde el sedimento del salar de Punta Negra, pudieran
estar ganando energía de este proceso oxidativo, lo que consti- Estructura de los ecosistemas de aguas subterráneas
tuye uno de los pocos registros a nivel mundial de este metabo- Karin Bardowicks
lismo, tal como los descritos para el lago Mono-Lake en Santa Los EAS están ubicados espacialmente en acuíferos, formacio-
Barbara California y otros lagos salinos del mundo. nes geológicas de diferente naturaleza y origen. Según el tipo de
sustrato geológico en que se asientan los acuíferos y el espacio
Así como las bacterias y arqueas asociadas a distintos ciclos del
disponible, los EAS se pueden clasificar en tres categorías de
arsénico, las microalgas eucariontes del altiplano chileno parecen
hábitat: acuíferos porosos, acuíferos fracturados y acuíferos
haberse adaptado a condiciones elevadas de este metaloide en sus
kársticos (Figura 1). Los acuíferos porosos son aquellos que ocu-
aguas. El trabajo de Pell et al., (2013), parece documentarlo en el
rren en sedimentos y gravas de origen fluvial o aluvial, donde
caso de todos los tramos del Río Loa (Región de Antofagasta), donde
el agua ocupa los pequeños espacios que se forman entre las
la presencia de microalgas pertenecientes al género Cladophora,
partículas, y pueden constituir acuíferos libres o confinados. Los
arrojó valores de bioacumulación de hasta 11.100 mg As/kg de
acuíferos fracturados se forman en fisuras o grietas en las rocas,
alga, lo que permite inferir que esta alga extremófila presentaría
producidas por erosión del agua en fallas tectónicas, entre
sofisticados mecanismos de adaptación a la presencia natural de
otros procesos naturales. Finalmente, los acuíferos kársticos se
este metaloide en las aguas de los ríos del norte de Chile.
forman principalmente por disolución de rocas compuestas de
Con todo, la evidencia muestra que los microorganismos pre- minerales solubles (por ejemplo calizas) en aguas ligeramente
sentes en ecosistemas extremos del Altiplano chileno, tienen ácidas. Los acuíferos kársticos pueden presentar grandes cavi-
mecanismos de adaptación, con base genética, que les permiten dades, en algunos casos formando cuevas.
vivir y reproducirse en estos ambientes, participando de una
Por otro lado, los EAS también se pueden caracterizar por el
gran diversidad de ciclos metabólicos, representando así la ruta
tipo y origen de las aguas que contienen sus acuíferos. Estas
de entrada y reciclaje de materia y energía más importante en
aguas provienen principalmente de la infiltración natural
estos ambientes, donde dadas las restricciones de sus hábitats,
desde cuerpos de agua superficiales y precipitaciones (Griebler
los eslabones tróficos superiores parecen supeditados a un se-
& Avramov, 2015); también pueden provenir de acuíferos adya-
gundo lugar y donde otra forma de biodiversidad, esta vez meta-
centes, ubicados en otros horizontes del suelo, o por infiltración
bólica, es co-dominante con la puramente taxonómica.
Cueva
Capa de limo
Fisuras
Acuífero confinado
de aguas provenientes de glaciares. Si bien la mayoría de los Biota de ecosistemas de aguas subterráneas
acuíferos están compuestos por agua dulce, se pueden encon- Karin Bardowicks
trar también EAS salobres. Por ejemplo, en acuíferos asocia-
dos a salares (Humphreys, 2009) o en estuarios subterráneos Los EAS albergan especies de diversos grupos taxonómicos,
(Figura 2), que se forman por la intrusión de agua de origen cuyas longitudes máximas van desde micrones hasta pocos
marino en acuíferos costeros, especialmente en zonas áridas centímetros (Gibert et al., 2009). Los organismos que pre-
de latitudes tropicales o subtropicales (Humphreys, 2006). dominan son invertebrados, entre estos, bacterias, hongos,
ciliados, flagelados, crustáceos, moluscos, gusanos y en muy
Los EAS se caracterizan por la ausencia de radiación solar fo- pocos casos se encuentran vertebrados, como peces y anfibios
tosintéticamente activa, por lo tanto, con ausencia de producti- (Schmidt & Hahn, 2012; Griebler & Lueders, 2009; Proudlove,
vidad primaria. Sin embargo, la materia orgánica, los nutrien- 2001; Humphreys, 2006).
tes y el oxígeno de los cuales depende la biota subterránea,
proviene de otros ecosistemas terrestres y acuáticos, con los La mayor parte de los invertebrados están restringidos a zonas
cuales se encuentra conectado mediante ecotonos o zonas de relativamente superficiales de los EAS, debido a que la dispo-
transición, que permiten el flujo de materia y energía (Griebler nibilidad de nutrientes y oxígeno disminuye con la profundidad.
& Avramov, 2015). La concentración de nutrientes disponibles Si bien existen pocas observaciones registradas a más de 100
depende de varios factores, entre ellos el tiempo de residencia m de profundidad, en casos excepcionales, se han observado
del agua en el acuífero, la distancia entre este y la superficie y invertebrados hasta a 1 km de profundidad, en acuíferos kárs-
factores biogeoquímicos (Schmidt & Hahn, 2012), influencian- ticos (Humphreys, 2009), debido a que en éstos los nutrientes y
el oxígeno pueden alcanzar grandes profundidades.
do, junto con la heterogeneidad de hábitat, la composición, ri-
queza y distribución de las especies presentes en los acuíferos.
Mar
Acuífero
Sal
Estuario
Acuífero Salobre Subterráneo
Como consecuencia de la falta de producción primaria, los EAS Desde el punto de vista geográfico, la diversidad de especies
presentan tramas tróficas simples con pocos niveles, basados stigobiontes muestra un patrón aparentemente sesgado hacia
principalmente en especies poco especializadas (Danielopol et las zonas donde se ha realizado un mayor número de estu-
al., 2003). Existe una dominancia de consumidores primarios dios, como Europa, Asia y Norteamérica (Tabla 2). Se espera
microscópicos, como bacterias, hongos y protozoos, los que un aumento permanente del número de especies descritas,
suelen formar biofilms que posteriormente son consumidos especialmente en áreas poco exploradas.
por otros micro y macroinvertebrados (Gibert et al., 1994).
Al alimentarse, los consumidores pueden disminuir las con-
Tabla 2: Especies stigobiontes conocidas por continente (Gibert et al., 2009).
centraciones de materia orgánica y nutrientes, mejorando la
calidad de las aguas (Tione et al., 2014). Como se mencionó Continente Número de especies stigobiontes
anteriormente, la presencia de nutrientes tiene una impor- Europa 2000
tante influencia sobre la abundancia de especies de aguas Asia 561
subterráneas; sin embargo, un aumento en su disponibilidad, África 335
podría repercutir en la disminución de especies estrictamente América del Norte 500
stigobiontes, en favor de especies stigofilas y stigoxenas, cuyas América del Sur 100
tasas metabólicas más elevadas les permiten un mayor éxito Oceanía 226
competitivo en estas condiciones anómalas. Por el contrario,
Antártica 0
en acuíferos con mayores tiempos de residencia, que natural-
mente contienen menos nutrientes y biomasa, predominan los
stigobiontes, debido a que estas condiciones dificultan la so-
Conocimiento de la fauna chilena de ecosistemas de
brevivencia de stigofilos y stigoxenos (Schmidt & Hahn, 2012).
aguas subterráneas
Jorge Pérez-Schultheiss
Conocimiento global de las especies de aguas
subterráneas A nivel nacional, los estudios relacionados con fauna de
Jorge Pérez-Schultheiss aguas subterráneas han sido poco frecuentes y restringidos
exclusivamente a especies del subphylum Crustacea. Los tra-
A pesar que las condiciones ambientales adversas presentes bajos pioneros fueron realizados por el investigador alemán
en los hábitats subterráneos sugieren un bajo número de es- Wolfram Noodt, quien realizó prospecciones en varias zonas
pecies, evaluaciones de la diversidad específica a nivel global, del país desde fines de la década de 1950, describiendo los
indican que estos ecosistemas albergan un número importan- primeros syncaridos y anfípodos conocidos, hasta inicios de la
te de organismos pertenecientes a diversos taxa (ver tabla 1). década de 1970.
Acuífero
Acuífero
Servicios ecosistémicos de aguas subterráneas bofedales y de otros humedales, como manantiales y bosques
Karin Bardowicks freatofíticos (Humphreys, 2006; Figura 4).
Los EAS proveen varios servicios ecosistémicos, algunos de Vulnerabilidad de ecosistemas de aguas subterráneas
ellos fundamentales para el bienestar humano. Como se ha Karin Bardowicks
mencionado anteriormente, las redes tróficas de los EAS par-
Naturalmente las aguas subterráneas presentan bajas
ticipan en el mejoramiento de la calidad de agua mediante
las degradaciones de biomasa, nutrientes y contaminantes. concentraciones de nutrientes, de metales y no contienen
Existen microorganismos especializados en la degradación químicos sintéticos. La presencia de nitrógeno y metales por
de plumas de contaminación (Humphreys, 2006). De esta sobre las concentraciones naturales y de químicos sintéticos,
manera, las especies prestan un servicio ecosistémico fun- como pesticidas o hidrocarburos, pueden causar cambios
damental para la integridad de los ecosistemas asociados y significativos en la biota, indicando la ocurrencia de per-
la protección de la vida humana (Herman et al., 2001; Gibert turbaciones antropogénicas (Korbel & Hose, 2011; Malard
& Deharveng, 2002). Sin embargo, la sustentabilidad de estos et al., 1996). Las principales fuentes de contaminación de
servicios se mantendrá siempre y cuando los EAS presenten aguas subterráneas son las aguas servidas y las actividades
una estructura y funcionalidad integral (Griebler et al., 2010; agrícolas y mineras (Humphreys, 2006). Las aguas servidas
Stein et al., 2010). y las actividades agrícolas generan un aumento en las con-
centraciones de nutrientes y químicos sintéticos, mientras
Uno de los servicios más importantes es la provisión de agua que, las actividades mineras aumentan las concentracio-
de buena calidad para el consumo humano y para el riego de nes de metales y sales por medio de sus residuos líquidos
cultivos, especialmente durante periodos secos o en episodios y sólidos (Humphreys, 2009), drenajes ácidos y aguas de
derivados del cambio climático. Aproximadamente 2,5 billo- contacto. El aumento de la biomasa, nitrato y hierro (III),
nes de personas en el mundo usan aguas subterráneas como entre otros (Humphreys, 2009) suben la demanda de oxí-
fuente de agua potable y cientos de millones de agricultores
geno, produciendo una disminución de la concentración de
la usan para satisfacer su demanda de riego (UNESCO, 2012).
oxígeno bajo los valores recomendados para el desarrollo
En Chile, el uso de agua subterránea para el consumo humano
de la stigofauna (al menos 1 mg/l, ver Hahn, 2006). Así, la
alcanza un 40% del volumen total consumido en zonas urba-
presencia de este tipo de perturbaciones puede provocar un
nas, mientras que en zonas rurales a nivel nacional alcanza
desplazamiento en la estructura y composición del ecosis-
un 76%. Considerando solamente el Valle Central de Chile,
tema (Korbel & Hose, 2011; Tione et al., 2011).
desde la Región Metropolitana a la Región del Bío-Bío, más
de 83% del Agua Potable Rural (APR) se obtiene de aguas sub- Por otro lado, grandes obras de construcción y la minería
terráneas (Política Nacional para los Recursos Hídricos 2015, pueden remover la matriz de hábitat de los EAS, disminu-
Ministerio del Interior y Seguridad Pública). yendo su extensión, de modo similar a lo que ocurre con la
sobreexplotación del recurso hídrico. Debido a la conexión
Además, los invertebrados que habitan los acuíferos contri-
hidrológica entre las aguas subterráneas y superficiales la
buyen al mantenimiento de los espacios por donde se mueve
sobreexplotación de acuíferos puede impactar también en
el agua, asegurando su flujo, alterando los gradientes redox,
los ecosistemas de aguas superficiales, especialmente en
mejorando la liberación de carbonos orgánicos, promoviendo
el nivel de lagos, salares y bofedales. Además, las grandes
la actividad de biofilm, entre otros (Humphreys, 2006). Así los
operaciones afectan los flujos de agua subterránea, y en
EAS permiten una adecuada regulación hídrica para el man-
consecuencia, el transporte de oxígeno y carbono orgánico
tenimiento de ecosistemas acuáticos superficiales, aportando
disuelto, dos recursos básicos para la vida en los acuíferos
a la cantidad y calidad de las aguas de ríos, lagos, vegas,
DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
1 - Departamento de Ecosistemas y Medio Ambiente, Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, Pontificia Universidad Católica de Chile.
- Centro de Desarrollo Urbano Sustentable, CEDEUS
2 - Instituto de Ciencias Ambientales y Evolutivas, Facultad de Ciencias, Universidad Austral de Chile
- Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB-Chile
- Centro de Desarrollo Urbano Sustentable, CEDEUS
3 - Escuela de Agronomía, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Av. Brasil 2950, Valparaíso
4 - 'IRXVSHI(IWEVVSPPS9VFERS7YWXIRXEFPI
*EGYPXEH HI%VUYMXIGXYVE9VFERMWQS]Geografía, Universidad de CSRGITGM¶RJHIPEFEVVIVE$YHIGGP
nativos del norte de Chile, como Geoffrea decorticans (Chañar), de zorro), Prosopis chilensis (Algarrobo), Maytenus boaria
Prosopis chilensis (Algarrobo), Prosopis tamarugo (Tamarugo) (Maitén) y Schinus polygamus (Huingán) (Saldías, 2009).
y dos especies sudamericanas Schinus molle (Pimiento) y
Caesalpinea spinosa (Tara). No se cuenta con información La zona central de Chile, que incluye las regiones de Valparaíso,
cuantitativa respecto a su abundancia o cobertura. También Metropolitana de Santiago, de O´Higgins y del Maule, alberga
son frecuentes, en los espacios públicos, arbustos y plantas alrededor del 60% de la población, la más alta densidad de
florales como Nerium oleander (Laurel de flor), Hibiscus ro- centros poblados y la concentración urbana más grande del
sa-sinensis (Hibisco), Osteospermum pluvialis (Dimorfoteca), país. En la localidad de Placilla (Provincia de Valparaíso) se
Pelargonium ostorum (Cardenal), Gazania splendens (Gazania), identificaron 75 especies de plantas vasculares, de las cuales
y Senecio kaempferi (Senecio) y gramíneas del género Stipa. 43 (57%) son exóticas y 32 (43%) son nativas. Las especies más
frecuentes son Acacia dealbata (Aromo), Acacia melanoxylon
En la ciudad de Ovalle, las especies presentes en los espacios (Aromo australiano), Galega officinalis (Galega) y Rubus ul-
públicos son en su mayoría exóticas, siendo las más frecuentes mifolius (Zarzamora), siendo las tres últimas consideradas
Jacaranda mimosifolia (Jacarandá), Cupressus sp. (Ciprés), invasoras (De la Barrera et al., 2011).
Casuarina cunninghamiana (Casuarina), Chamaecyparis law-
soniana (Chamaecyparis), Araucaria heterophylla (Araucaria En el Área Metropolitana de Santiago predominan las especies
excelsa) y Phoenix canariensis (Palmera canaria). En terrenos exóticas por sobre las nativas, tanto en espacios públicos como
eriazos y en las riberas del Río Limarí es posible encontrar ár- privados. En el arbolado urbano las especies más frecuen-
boles y arbustos nativos que son remanentes de las formacio- tes son Robinia pseudoacacia (Acacio), Acer negundo (Arce
nes vegetacionales silvestres, tales como Senna cumingii var. americano), Liquidambar styraciflua (Liquidámbar), Prunus
coquimbensis (Alcaparra) Acacia caven (Espino), Heliotropium sp. (Ciruelo de flor), Brachichyton populneus (Brachichito),
stenophyllum (Heliotropo), Senecio murorum (Monteazulillo), Platanus orientalis (Plátano oriental), Melia azedarach (Melia),
Adesmia sp. (Espinillo), Muehlenbeckia hastulata (Quilo), Liriodendron tulipifera (Tulipero), Acer pseudoplatanus (Falso
Baccharis marginalis (Chilca), Salix humboldtiana (Sauce), plátano), Jacaranda mimosifolia (Jacarandá), Ligustrum
Baccharis linearis (Romerillo), Ophiosporus triangularis (Cola lucidum (Ligustro). Alrededor de un 15% del arbolado está
compuesto por especies nativas, siendo las más frecuen- un dato relevante dada la importancia de este componente de
tes Quillaja saponaria (Quillay), Cryptocaria alba (Peumo), la estructura urbana.
Maytenus boaria (Maitén), Beilschmiedia miersii (Belloto),
Crinodendron patagua (Patagua), Acacia caven (Espino), y El estudio de avifauna urbana realizado por Mella & Loutit (2007)
Prosopis chilensis (Algarrobo). Una especie sudamericana muy caracteriza la cobertura vegetal de los cerros isla de Santiago,
frecuente en toda la ciudad es Schinus molle (Pimiento), profu- los cuales tienen diferentes grados de intervención y manejo,
samente utilizada en calles y avenidas por su alta resistencia a pero todos han perdido su vegetación original producto de la in-
la sequía y radiación solar. tervención humana. La cobertura total de vegetación alcanza en
promedio el 85%, predominando la cobertura herbácea (34%) y
En los parques del Área Metropolitana de Santiago son más arbustiva (33%). El Cerro Santa Lucía es la excepción, ya que ha
abundantes las especies exóticas (64%) que las especies nativas sido transformado en un parque urbano, y por tanto predominan
(36%), aunque hay un grupo de parques denominados parques los árboles (60%). La cobertura promedio de vegetación nativa
urbanos naturales, que contienen una mayor representación alcanzó el 69% en el conjunto de los cerros analizados, variando
de especies nativas (55%). Las especies más frecuentes son desde un 96% en el cerro La Ballena (sin manejo alguno) hasta
Platanus orientalis y Quillaja saponaria (Correa-Galleguillos el 10% en el Cerro Santa Lucía. La especie dominante en casi
& De la Barrera, 2014). Se han identificado 124 especies de las todos los cerros es Acacia caven (Espino), seguido por Colliguaja
cuales 105 (85%) son exóticas, 16 (12%) son nativas y 3 son endé- odorifera (Colliguay), Trevoa trinervis (Tevo), Baccharis linearis
micas (Rodorff, 2010; Correa-Galleguillos & De la Barrera, 2014). (Romero), Lithraea caustica (Litre) y Cestrum parqui (Palqui).
Las especies introducidas dominantes fueron Eucaliptus glo-
La mayor parte de la vegetación en el Área Metropolitana de bulus (Eucalipto), Rubus ulmifolius (Zarzamora), y Hedera hélix
Santiago se encuentra en los jardines de las viviendas. La su- (Hiedra) (Mella & Loutit, 2007).
perficie total de jardines (incluyendo antejardín y patio) en esta
ciudad supera las 16.700 hectáreas, equivalentes al 26% de la La zona sur de Chile se caracteriza por una rica flora silvestre,
superficie del área metropolitana, y tienen en promedio el 70% sin embargo los estudios realizados en algunas ciudades re-
de su superficie cubierto con vegetación, que se desagrega en gistran la predominancia de especies exóticas, al igual que lo
34% de césped y 37% de cobertura arbórea y arbustiva (Reyes- registrado en el centro y norte de país. En las plazas y parques
Paecke & Meza, 2011). No se cuenta con estudios que permitan de Temuco se han identificado 127 especies de árboles, de las
conocer la composición de especies de los jardines, lo cual es cuales un 73% son exóticos y un 27% nativos. Las especies
el Área Metropolitana de Santiago. Las comunas de Lampa, orgánica, la regulación climática, o la producción de agua
Lo Barnechea, Vitacura y Peñalolén presentaron el mayor pura. Todas ellas son esenciales para la mantención de la vida
potencial, seguidos por Puente Alto, Pudahuel, Las Condes en el planeta. En este contexto, los servicios ecosistémicos han
y Quilicura. En todos los casos las áreas favorables para la sido definidos como los beneficios que la sociedad recibe de los
presencia de fauna nativa se encuentran en la periferia de ecosistemas (MEA, 2005), y dependen en diverso grado de las
estas comunas, en zonas cordilleranas o con mayor cobertura funciones ecosistémicas. Por ejemplo, la polinización es en sí
de vegetación silvestre y menor densidad de urbanización. Las misma un servicio ecosistémico, mientras que la mantención
áreas verdes urbanas presentaron un bajo potencial, debido a de los suelos (fertilidad y estructura) depende de varias funcio-
la densidad de la urbanización que las rodea, y a la ausencia de nes ecosistémicas, entre ellas, la descomposición de materia
conectividad con otras áreas similares. orgánica, la mineralización, la productividad primaria, y de
componentes como la biodiversidad.
Finalmente, San Martín-Órdenes (2013) observó que la ur-
banización tuvo consecuencias negativas sobre la riqueza El bienestar humano depende de una variedad de servicios eco-
de herpetozoos en dos localidades urbanas de Chile central sistémicos, los cuales son más importantes aun en el contexto
(Chimbarongo y Talca), siendo Liolaemus tenuis la especie más urbano porque concentra personas. Entre los servicios ecosis-
frecuente en ambientes urbanos. témicos más relevantes en ambientes urbanos, se encuentran
la mitigación de inundaciones; la regulación del clima local; el
secuestro de carbono y remoción de contaminantes (servicios
Servicios ecosistémicos urbanos
de regulación); y la recreación (servicio cultural). Todos estos
Una función ecosistémica es un proceso biológico, geoquí- tienen una incidencia directa en el bienestar humano.
mico y físico, que ocurre en un ecosistema, producto de la
interacción entre sus componentes (agua, suelo, vegetación, Uno de los servicios ecosistémicos mejor estudiados y más
atmósfera y biota), y entre ecosistemas. Entre estas funciones reconocidos en ecosistemas urbanos, es el servicio de recrea-
se cuentan el control biológico, la descomposición de materia ción. En este contexto, tanto la cantidad de área verde por
Asimismo, persiste el desafío de conocer más y de manera Existen también desafíos de tipo normativo. En la actuali-
diferenciada, los distintos tipos de áreas verdes (p. ej. parques, dad, la normativa chilena establece una definición de áreas
plazas, corredores verdes, áreas naturales periurbanas, equi- verdes entendidas como “superficie de terreno destinada
pamientos con vegetación tales como cementerios, campus preferentemente al esparcimiento o circulación peatonal,
universitarios o clubes deportivos, y los jardines residenciales, conformada generalmente por especies vegetales y otros ele-
entre otros), sean estas formales o informales. Al respecto una mentos complementarios” (Ordenanza General de Urbanismo
serie de indicadores asociados tanto a la composición como y Construcciones, Art. 2.1.31). Así, se reconocen como tales
a la distribución de áreas o infraestructuras verdes han sido parques urbanos y periurbanos, plazas, rotondas y bandejo-
propuestos y calculados, faltando aún mucho por hacer, espe- nes, y elementos de jardinería instalados en las vías públicas;
cialmente para incrementar la calidad de las áreas verdes, su todos ellos concebidos como elementos aislados en la ciudad.
distribución espacial y la justicia ambiental asociada a ellas. Se Esta definición no establece una proporción mínima de ve-
requiere asimismo una cuantificación de servicios ecosistémi- getación, de manera que una plaza pavimentada con pocos
cos urbanos en diferentes ciudades, para contribuir con datos y árboles es considerada área verde, y en cambio, un humedal
estándares al diseño de políticas urbanas. urbano no es reconocido como tal a pesar de que tiene una
mayor cobertura vegetal y mayor potencial de prestación de
En cuanto a la gestión, el principal desafío es el cambio servicios ecosistémicos.
desde una concepción de la biodiversidad urbana y las
áreas verdes como componentes ornamentales o acceso- En términos más concretos, es indispensable integrar criterios
rios en las ciudades, hacia una visión de su importancia ecológicos en la planificación y manejo del arbolado urbano,
como elementos estructurales indispensables en cualquier considerando el origen y características fisiológicas de las
ecosistema urbano. En este sentido, se propone el uso del especies, para disminuir los impactos negativos sobre las
concepto de infraestructura verde, que integra todos los personas (alergias) y optimizar su capacidad de regulación del
espacios vegetados de la ciudad: desde parques y plazas clima urbano, su valor ornamental y contribución a la susten-
formales, hasta los jardines residenciales, parques priva- tabilidad de los ecosistemas urbanos. El arbolado urbano es
dos, humedales y riberas de ríos y lagos, y los entiende un componente importante de la infraestructura verde, ya que
como una red que distribuye distintos servicios ecosisté- constituye una red distribuida por todo el espacio urbano. En
micos en la ciudad. Si se planifica la infraestructura verde, este aspecto, confluyen desafíos de investigación y gestión, ya
al igual que las infraestructuras grises (esto es infraes- que es necesario conocer mejor la adaptabilidad de las espe-
tructura de transportes, energética, redes de agua pota- cies dentro del amplio abanico climático del país, los requeri-
ble y alcantarillado), se podrá utilizar mejor los servicios mientos de viverización, plantación y de manejo una vez que
ecosistémicos que entregan. Por ejemplo, en las ciudades son plantados en la ciudad.
DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
ENFOQUE DE SERVICIOS ECOSISTÉMICOS EN CHILE: ellos Chile, con la misión de evaluar el estado de la biodiversi-
AVANCES EN SU INVESTIGACIÓN E INCORPORACIÓN dad y sus ecosistemas y los SE que estos otorgan a la sociedad.
EN LA TOMA DE DECISIONES PARA LA CONSERVACIÓN Por su parte, un amplio rango de instancias no gubernamenta-
DE LA BIODIVERSIDAD les y privadas, incluyendo ONGs para la conservación (ej. WWF
y TNC) y corporaciones (ej. Corporación 2020), así como alian-
Introducción zas mundiales y regionales tales como Wealth Accounting
A 10 años de la Evaluación de Ecosistemas del Milenio (MEA, and Valuation of Ecosystem Services (WAVES), The Ecosystem
2005), el concepto de servicios ecosistémicos (SE) - cada Services Partnership (ESP), The Economics of Ecosystems and
una de las contribuciones materiales e inmateriales que Biodiversity (TEEB), The Biodiversity Indicators Partnership
los ecosistemas hacen al bienestar humano – se encuentra (BIP) y The System of Environmental-Economic Accounting
ampliamente reconocido, tanto en el ámbito científico como (SEEA) Experimental Ecosystem Accounting (EEA) han rati-
en el ámbito político (Balvanera et al., 2012; Polasky et al., ficado la importancia de los SE. En paralelo, la ciencia rela-
2015). En el año 2012, 118 países firmaron como miembros cionada a la evaluación de SE y su contribución al bienestar
de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y humano ha tenido una expansión exponencial (Polasky et al.,
Servicios Ecosistémicos (IPBES por su sigla en inglés), entre 2015), aunque la investigación sigue estando concentrada en
la cuantificación biofísica de flujos u oferta de SE (Balvanera Tabla 1. Definiciones más usadas de servicios ecosistémicos.
et al., 2012). ... “los beneficios que las poblaciones humanas derivan, directa o
indirectamente, de funciones ecosistémicas” (Costanza et al., 1997)
A pesar de estos avances, aún no existe una incorporación efec-
tiva y sistemática del enfoque de SE en los procesos de toma de ... “las condiciones y procesos a través de los cuales los ecosistemas
naturales y las especies que los constituyen, sostienen la vida humana”
decisiones públicas y privadas (Bennet et al., 2015; Polasky et al.,
(Daily, 1997)
2015). Una explicación para ello radica en la rápida prolifera-
ción de definiciones, marcos conceptuales, enfoques y modelos ... “la capacidad de los procesos naturales y componentes de los
dentro de la comunidad científica, lo que ha dificultado el en- ecosistemas para proveer bienes y servicios que satisfagan las
tendimiento e implementación del concepto (Nahuelhual et al., necesidades humanas, directa o indirectamente” (de Groot et al., 2002)
2015a; Polasky et al., 2015). Esto a su vez, genera niveles varia- ... “el grupo de funciones ecosistémicas que es útil para los humanos”
dos de incertidumbre tanto en el ámbito público como privado (Kremen, 2005)
respecto de la utilidad del concepto en la toma de decisiones.
... “los beneficios que la gente obtiene de los ecosistemas” (MEA, 2005)
Otra razón radica en las posibles barreras que ofrece el sistema
... “los componentes de naturaleza, directamente disfrutados, consumidos
legal e institucional de un país para su incorporación. o utilizados para dar paso al bienestar humano” (Boyd & Banzhaf, 2007)
El objetivo de este capítulo es profundizar en los avances y de- ... “los aspectos de los ecosistemas utilizados (activa o pasivamente) para
safíos que tiene Chile en torno a los SE tanto en el ámbito de la producir bienestar humano” (Fisher et al., 2009)
investigación como en su incorporación en la toma de decisiones ... “un rango de bienes y servicios generados por los ecosistemas que son
para la conservación de la biodiversidad y el bienestar humano. importantes para el bienestar humano” (Nelson et al., 2009)
actores locales que aparece con mayor fuerza, está asociada a objetivo priorizar SE afectados por la calidad del agua, incor-
la política de manejo del agua que crea un contexto de “esca- porando los puntos de vista e intereses de actores relevantes.
sez legal”, referida a los escasos derechos de uso disponibles Esto con el fin de contribuir con antecedentes socioeconómicos
en el territorio (https://www.weadapt.org/node/202). al diseño de las normas secundarias de calidad ambiental para
la protección de las aguas del río Huasco.
Destaca, en ambos casos señalados, la creación de vínculos
con instituciones como Bosque Modelo, lo que ha permiti- Otros estudios recientes incorporando la visión de actores lo-
do una mejor aproximación a los territorios y coordinación cales en la identificación de SE son aquellos desarrollados por
con actores sociales, propiciando un mayor empoderamiento
Delgado et al. (2013) donde se evalúa la contribución de dos
local en torno a los SE y su posterior incorporación en deci-
SE de provisión (madera y agua) a las economías rurales de
siones de planificación.
la cuenca de Aysén a través de un enfoque eco-social, y por
Desde el ámbito institucional, destaca el estudio “Priorización Cárcamo et al. (2014) donde se evalúan, entre otros aspectos,
de servicios ecosistémicos en el marco de las normas secunda- las percepciones de actores sociales de la valoración de SE, las
rias de calidad ambiental para la protección de las aguas del amenazas a su provisión, y la priorización de SE en sistemas
río Huasco” que ha sido impulsado por el MMA y que tiene por costeros del norte de Chile.
estudio es la dispersión de información en distintas instancias influencian la distribución de los SE y sus beneficios, de las
administrativas lo que limita generar una línea base para la preferencias y acceso de distintos beneficiarios, y la manera
evaluación y monitoreo de los SE seleccionados. específica en que los SE impactan el bienestar humano. Aún
existe una escasa comprensión de las motivaciones y pre-
Una necesidad en el ámbito de la cuantificación y mapeo de ferencias de distintos actores sociales por distintos SE y de
SE e indicadores relacionados, como los de vulnerabilidad los posibles conflictos sociales e inequidades que surgen del
socio-ecológica, es la determinación de umbrales ecológi- acceso a distintos SE por distintos individuos y grupos a dis-
cos y sociales. En el primer caso es necesario determinar tintas escalas espaciales y temporales.
aspectos tales como unidades mínimas de mantención de
procesos y funciones ecosistémicas (integridad ecológica) Gobernanza y diseño de instrumentos de compensación. Uno
incluyendo aspectos como la congruencia espacial y la de los aspectos menos estudiados del enfoque de SE en Chile y
conectividad, así como también las unidades mínimas de otros países, es el de su gobernanza.
provisión de SE. Mientras que los umbrales sociales se re-
fieren a los flujos mínimos de SE que debe generar un SE A escala local uno de los casos más significativos desde la
para satisfacer las demandas de beneficiarios tanto locales implementación concreta, se ha desarrollado en el marco del
como distantes. Estos umbrales no necesariamente coinci- proyecto Innova Cuencas y el Comité de Agua Potable Rural
den, y unidades mínimas de provisión pueden no garantizar (CAPR) de Mashue, Comuna de la Unión en la Región de Los
la satisfacción de necesidades locales. Ríos. En esta iniciativa, desde el año 2012 se ha construido un
espacio de interacción entre la sociedad civil y el mundo aca-
Valoración. La valoración de SE en Chile se ha enfocado espe- démico, que tuvo consecuencias relevantes a partir del logro
cialmente en la obtención de valores económicos, por sobre de un “Acuerdo de colaboración para avanzar en un modelo de
otras expresiones de valor social. Estos estudios apuntan a gestión de cuencas en la localidad de Mashue” entre el CAPR y
valorar tanto SE como biodiversidad, cubriendo una amplia las Forestales Masisa y Tornagaleones S.A. y del “Convenio de
variedad de contextos (ej. bosques, humedales) y usando una implementación de un Pago por Servicios Ecosistémicos para
diversidad de métodos, lo que hace difícil su comparación. el CAPR de Mashue”, lo que sentó las bases para propiciar un
Predomina en estos estudios la escala local (ej. Ponce et al.,
proceso de gestión en las microcuencas Higor y Aguas Buenas,
2011; Barrena et al., 2014) pero también hay esfuerzos recientes
y logró implementar la creación del Fondo de Conservación de
de alcance nacional vinculados a la valoración de SE en áreas
Cuencas. Esta experiencia permite visualizar la factibilidad de
protegidas (Figueroa et al., 2010; Cerda & de la Maza 2015).
propiciar procesos de gestión integrada en las cuencas hidro-
En el ámbito institucional dos ejemplos significativos se gráficas del país, apoyados en la normativa legal vigente como
evidencian en la Propuesta de Plan Nacional de Cuentas la ley 20.500 “Sobre asociaciones y participación ciudadana en
Ambientales de Chile - que apunta a construir un sistema la gestión púbica” para lograr la construcción de asociaciones
que pueda integrar todas las demandas de información e in- que funcionen mediante acuerdos voluntarios entre actores
dicadores ambientales y que contenga un Sistema de Cuentas públicos y privados, y que desarrollen estrategias de gober-
Nacionales (SCN), un Sistema de Cuentas Ambientales (SCAE) nanza que permitan el aseguramiento del agua en cantidad y
y un Sistema de Cuentas Ecosistémicas (CEE) - y en el Análisis calidad de las cuencas hidrográficas de las cuales son propie-
General de Impacto Económica y Social (AGIES) donde la tarios (Oppliger et al., 2013).
valoración económica es parte de una evaluación económica
Más allá de casos específicos como el anterior, el conocimiento
más amplia que incluye la agregación de costos y beneficios,
la elección de los indicadores relevantes, la elección de la tasa acerca de cómo la gobernanza influencia la sustentabilidad,
de descuento, el análisis de la incertidumbre y el análisis de eficiencia y equidad de la oferta de SE aún es escaso. Existen
los aspectos distributivos de la implementación de normativas. aún limitados estudios de la efectividad de distintos enfoques
de gobernanza de SE y políticas específicas comparado con
Si bien los estudios antes mencionados han permitido la otras intervenciones (ej. zonificación). Si bien han surgido algu-
construcción de una importante línea base de indicadores nas iniciativas institucionales en torno a mecanismos de com-
del valor económico de SE para distintos ecosistemas, aún pensación como por ejemplo Pagos por Servicios Ambientales
es necesario avanzar en la comprensión de los factores que (PSA), estas no han trascendido la etapa de diseño.
Tabla 3: Síntesis de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas del desarrollo del enfoque de SE en los ámbitos de investigación e institucionalidad a nivel nacional.
FORTALEZAS OPORTUNIDADES
Grupos de investigación con presencia internacional Creciente importancia de los SE en la agenda mundial de conservación
Alianzas formales público-privadas (ej. Corporaciones Regionales de Chile adhiere a distintos acuerdos en torno a los SE (ej. IPBES)
Desarrollo Productivo) capaces de gestionar proyectos e
intervenciones basadas en SE. Existencia de redes internacionales de investigación con las cuales
pueden realizarse intercambios de conocimiento y personas (ej. ESP).
Sistema de Certificación Ambiental Municipal incorpora el concepto de SE
Incipiente vinculación Academia-Institucionalidad-Ciudadanía (ej.
Aumento de reconocimiento del concepto y enfoque de SE en distintos PSA en CAPR)
cuerpos legales
Ordenamiento territorial rural avanza a ser normativo
Creciente descentralización nacional
DEBILIDADES AMENAZAS
Pocos profesionales vinculados a la temática a nivel ministerial Enfoque de SE aún no demuestra el logro de metas de conservación. No
existen ejemplos ( o muy escasos) concretos de aplicación del enfoque
Baja vinculación interministerial (MMA) e intersectorial
Alta dispersión de información a nivel nacional Alto poder político de empresas amparadas en la legislación vigente.
Alta dispersión conceptual y metodológica a nivel académico Alta concentración de recursos naturales en manos de pocos privados
Las empresas sanitarias hacen un muy lucrativo negocio que En la Tabla 1 se sintetizan fortalezas, oportunidades, debilida-
perfectamente podría expresarse en la implementación de des y amenazas que enfrenta la aplicación del enfoque de SE
sistemas de pago por servicios ecosistémicos de producción en Chile desde la investigación y la institucionalidad. A partir
de agua a los propietarios de las cuencas hidrográficas de de las debilidades se plantean algunas directrices para su
donde extraen el recurso, de hecho, según datos de la propia mejora, y de las fortalezas algunos elementos a potenciar.
Superintendencia de Servicios Sanitarios, para el año 2013, las
Una de las principales oportunidades radica en la importan-
utilidades de las 25 sanitarias más grandes del país alcanza-
cia creciente del concepto de SE en la gobernanza ambiental
ron los $261.000 millones.
global en términos de conservación de la biodiversidad y re-
cursos naturales. Sin embargo, cabe señalar que aún no se han
Servicios de captación aguas lluvia realizado monitoreos específicos que avalen los logros de la
Finalmente cabe señalar que el año 1997, entró en vigencia la implementación del enfoque en materia de aumento de área
ley 19.525 que regula los Sistemas de Evacuación y Drenaje protegida y recuperación de hábitats y biodiversidad, y menos
de Aguas Lluvia y se complementa con una serie de regla- aún se ha comprobado la relación entre la aplicación del enfo-
mentos y planes maestros, que entre otras materias ponen en que y la superación de la pobreza.
valor el rol de los humedales lo que brinda una oportunidad
al considerar el SE de captación de aguas lluvia en ciudades La principal amenaza identificada es que a pesar de los múltiples
como Valdivia. Esta norma distingue entre una red primaria esfuerzos de investigación y algunos avances desde lo institucio-
y secundaria de evacuación de aguas lluvia, donde la red nal, aún no existen ejercicios concretos de aplicación del enfoque
primaria en cuanto a su planificación, estudio, construcción, en la toma de decisiones. Las brechas en este sentido, tienen
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Foto: JoW¬'E´Es.
EL HOMBRE Y LA BIODIVERSIDAD
6.1.1 EL MUNDO PRIVADO desarrollo se pone en riesgo a sí mismo, pues como resultado
de la pérdida de esta base o capital natural, reduce o extirpa la
DE LA CONSERVACIÓN DE provisión mínima de los bienes (por ejemplo agua dulce, suelo,
BIODIVERSIDAD medicinas, alimentos) y servicios (por ejemplo regulación cli-
mática, purificación agua, polinización, control de aluviones,
La biodiversidad es un concepto complejo que toca a la enfermedades) que otorga la biodiversidad, sin los cuales se
sociedad toda, sea esta pública o privada. Entendida como vive mal o simplemente no se sobrevive. Y se afectan directa o
la variedad y variabilidad de la vida, se manifiesta en dife- indirectamente las actividades humanas, incluyendo especial-
rentes dimensiones: composicional, estructural y funcional; mente los negocios (WBCSD, 2011). En el caso de países como
las que operan a diferentes niveles jerárquicos: genético, Chile, donde la economía es simple y tiene una dependencia
poblacional, ecosistémico y paisaje (Noss, 1990). El bienes- directa de recursos naturales, esta relación es especialmente
tar humano, incluyendo las actividades que desarrollamos, directa y fuerte.
depende directa o indirectamente de los bienes y servicios
que entrega la biodiversidad (MEA, 2005). Esta dependen- Por ello la necesidad de promover la protección y recuperación
cia tiene dos vías; por una parte las actividades humanas de la biodiversidad es una tarea compartida, a la que debe con-
requieren de biodiversidad (véase por ejemplo Capítulo de fluir con especial interés el mundo privado, y para la cual exis-
Servicios Ecosistémicos), y por otra pueden impactar biodi- ten y es necesario desarrollar, múltiples herramientas. Dentro
versidad tanto negativa como positivamente. de las más conocidas se encuentran las áreas protegidas, que
han sido desplegadas como una de las principales estrategias
Hasta ahora el desarrollo humano, en forma de crecimiento y para intentar frenar la pérdida de biodiversidad. Sin embargo,
tecnología, ha sido promovido a expensas de la biodiversidad, la evidencia ha demostrado que estas áreas son insuficientes
con el resultado de su pérdida, degradación y modificación (Butchart et al., 2010), pues los procesos ecológico-evolutivos
hasta niveles sin precedentes en la historia de nuestro pla- necesarios para mantener la naturaleza operan a escalas ma-
neta (Rockstrom et al., 2009). Paradojalmente, este tipo de yores (de espacio y tiempo) que las ofrecidas por estas zonas
y la naturaleza (Waltner-Toews & Kay, 2005; Andrade et al., extintas, restaurar confianza con comunidades, que impactan
2011). Ofrece una visión integral que espera lograr el sumi- finalmente los negocios.
nistro continuo de bienes y servicios ambientales mediante el
mantenimiento de procesos ecológicos esenciales, cosa que El principio ecosistémico rompe con la separación conceptual
debe realizarse mediante la participación activa de los dife- y metodológica entre humanos y naturaleza, reconociendo
rentes sectores involucrados en su gestión. Reconoce la exis- el rol transformador recíproco del ser humano y sus activi-
tencia de procesos dinámicos, que operan a escalas de tiempo dades, responsable de la generación de ecosistemas y pai-
generalmente amplias. Y lo que es más importante reconoce sajes. Y abre la oportunidad de hacerse cargo de impactos
la existencia de bienes y servicios que ofrecen los ecosistemas (evitando, minimizando, restaurando, compensando), a través
saludables, más allá del recurso puntual que puede ofrecer la de la integración a priori de la biodiversidad en el diseño de
naturaleza en un momento determinado. Que es justamente en proyectos y actividades.
lo que concentran su visión y esfuerzo las industrias y sistemas
productivos en Chile hoy día. Dada la complejidad de los sistemas socio-ecológicos, es
mandatorio aproximarse a este desafío con un enfoque adap-
Esto puede parecer obvio para muchas personas (afortuna-
tativo. Ello permite ampliar las acciones de conservación,
damente), pero en la práctica es un cambio de paradigma en
desde la tradicional preservación en áreas protegidas, hacia
relación a la visión que ha tenido la humanidad de sí misma
el manejo de áreas fuera de ellas, que es justamente donde
por milenios. Resta mucho para que este cambio se inserte
se concentra el mundo productivo. Este enfoque empuja la
en el tejido cultural, que finalmente es el que define la forma
gestión tradicional sectorial, centrada en la extracción de un
en que se hacen las cosas. Esto es especialmente relevante
recurso natural (como pesca, plantaciones de árboles exóti-
para actividades productivas o la industria, pues ellas son en
general ciegas al principio ecosistémico. La comprensión de cos, o acuicultura) hacia una gestión integral, donde se con-
las relaciones que existen entre los diferentes componentes sideran todos los bienes y servicios que provee la naturaleza.
de un ecosistema y su adecuado manejo han sido más de tipo Apunta a optimizar sus beneficios y alcanzar más allá que los
reactivo y operan cuando se perciben situaciones extremas productores, integrando a otros actores relevantes (aunque
de deterioro, a posteriori. Este reconocimiento tardío genera normalmente invisibles) a la gestión del negocio, ampliando
problemas muy difíciles o imposibles de revertir, por ejemplo de paso los grados de equidad del usufructo de los bienes que
recuperar ecosistemas contaminados, revivir poblaciones brinda la naturaleza.
Sin embargo, la experiencia de las empresas ha mostrado que Medio Ambiente hace más de dos décadas, han promovido la
existen costos materiales asociados a una débil gestión de la transición desde una economía clásica hacia una que aplique
biodiversidad y servicios ecosistémicos. Esto tiene consecuen- el manejo sustentable de los ecosistemas, a través del estable-
cias evidentes que van desde la modificación de la calendari- cimiento de regulaciones nacionales y auto-regulaciones que
zación de las actividades de proyectos, hasta el desembolso fijen estándares para las prácticas productivas y apunten a la
monetario asociados a litigios o a multas. Resultando en internalización de los costos derivados de los impactos sobre
elevados costos económicos para las compañías involucra- la biodiversidad.
das. Esto implica riesgos financieros y reputacionales para las
empresas, razón por la cual los factores ambientales están Luego de 20 años de experiencia sin embargo, se han de-
siendo incorporados cada vez más como factores de riesgo de tectado falencias en lo que se refiere a las medidas de
las compañías. En un contexto donde los indicadores tradicio- compensación de impactos sobre biodiversidad derivadas de
nales de activos físicos y financieros ya no son suficientes para proyectos que pasan por el Servicio de Impacto Ambiental
valorizar las industrias. (SEIA) (Püschel & Guijón, 2012; Fundación Chile, 2015). Se
ha constatado por ejemplo, que la identificación de impactos
Estas experiencias negativas pueden darse aun cumpliendo se suele restringir a dimensión composicional de la biodi-
los requerimientos legales locales, sobre todo cuando éstos versidad (especies por ejemplo); las medidas propuestas se
no se encuentran actualizados internalizando los lineamientos concentran en unas pocas actividades (como reforestación
internacionales de gestión de biodiversidad en los procesos de en caso de la flora; rescate y relocalización en el caso de
evaluación de impacto ambiental de los proyectos. Así, para la fauna); y en general no existe clara relación entre los
reducir los riesgos de las empresas asociados a su interac- impactos generados por la actividad productiva con los re-
ción con la biodiversidad, es clave introducir mecanismos que sultados esperados de medidas adoptadas que dicen prote-
apunten a la incorporación de variables de conservación de ger biodiversidad. En algunos casos, por ejemplo en ecosis-
biodiversidad en la economía y planificación del desarrollo temas marinos, las compensaciones efectuadas se abocan
tanto a nivel de países como de proyectos. a responder a problemáticas sociales o económicas de las
comunidades locales. Y no se vinculan de ninguna forma
El sector público nacional y privado han reconocido esta nece- con la mantención o promoción de biodiversidad. Asimismo,
sidad. Y al menos desde la promulgación de la Ley de Bases del existen ejemplos de medidas de mitigación o compensación
2 El concepto de paisaje aquí utilizado difiere del utilizado en el SEIA, donde paisaje se refiere al atractivo visual y turístico de un determinado elemento o conjunto de elementos
del medio ambiente.
En el caso de Chile, tanto desde el Estado como desde el ámbito biodiversidad, como parte de los objetivos ya ampliamente
productivo se han dado pasos significativos hacia la inclusión aceptados y compartidos de construir industrias sustentables.
de la compensación apropiada de biodiversidad en el diseño En el caso de compañías (fundamentalmente mineras) y sec-
del desarrollo, lo que permitirá transitar desde la considera- tores productivos completos (minería 3 y energía4), se han de-
ción de impactos como externalidades, frecuentemente nega- sarrollado políticas explícitas comprometidas con la pérdida
tivas (muy común hasta ahora), hacia su inclusión como una neta cero de biodiversidad. Es así que en la Alianza-Público
variable relevante, incluso a veces definitoria de la viabilidad Privada para una minería Virtuosa, Sostenible e Inclusiva ha
de proyectos. comprometido la meta de Pérdida Neta Cero en biodiversidad
(el objetivo final explícito de la compensación equivalente)
En el ámbito de la política pública, se constata por ejemplo para el sector, en su mapa de ruta hacia el 2035. De manera
la actualización del Reglamento del Sistema de Evaluación similar, el mismo objetivo y la misma fecha de cumplimiento
de Impacto Ambiental, que explicita una jerarquía de mitiga- han quedado plasmados para el sector energético durante el
ción asociada a los impactos y una pérdida neta nula (“efecto proceso de elaboración de la Política Energética para el 2050 5.
positivo alternativo y equivalente”) sobre la biodiversidad.
Recientemente, se ha generado la Guía para el diseño de El establecimiento de compensaciones equivalentes es un pro-
Compensaciones de Biodiversidad en el marco del SEA, del ceso gradual del que existen aún pocos ejemplos en el mundo,
Ministerio de Medio Ambiente. Al mismo tiempo se está trami- lo que abre la posibilidad a Chile de liderar su instalación en
tando en el Congreso una Ley para la creación de un Servicio la Región y posicionar al país en el contexto internacional.
de Biodiversidad y Áreas Protegidas, la cual permitirá sostener Aplicada en el contexto adecuado y siguiendo las mejores
y fortalecer la gestión del capital natural chileno. prácticas, la compensación equivalente es una oportunidad
para compatibilizar los objetivos de desarrollo económico y
El mundo privado también ha reconocido la necesidad de conservación de biodiversidad, al internalizar la tarea de ha-
dar un giro de timón en lo que ha sido su aproximación a la cerse cargo adecuadamente de los impactos sobre la misma en
El cochayuyo (Durvillaea antartica) es una macro alga que se explota en la costa de Chile por comunidades locales de recolectores. Y se comercializa en ferias y mercados.
Foto: Jorge Herreros.
DE PALANGRE SOBRE LAS desde los barcos de pesca constituyen su mayor amenaza, ya
que inexorablemente al comerla quedan enganchadas y se
AVES MARINAS Y EL CAMINO hunden con la línea (espineles o palangres) que retiene los
Entre las acciones a tomar en el IPOA se encuentran: 1) Hacer No obstante, Schlatter & Riveros (1997) encontraron en la isla
un diagnóstico de la situación, 2) Desarrollar medidas de mi- Gonzalo del archipiélago Diego Ramírez cerca de 5.173 pares
tigación y 3) Adoptar un Plan Nacional de Acción. En Chile, el en 1980, y Arata en 1999 contó 3862 pares (Arata & Moreno,
Consejo de Investigación Pesquera ha generado dos proyectos 2002). ¿Cómo se perdió cerca del 25 por ciento de la población
a través del Fondo de Investigación Pesquera (FIP): el primero inicial en 20 años? Probablemente debido al desarrollo de
(FIP 2001-31) destinado a hacer un diagnóstico de la mortalidad las pesquerías de palangre para el bacalao de profundidad.
incidental de aves en la pesquería del Bacalao de Profundidad Siguiendo esa hipótesis se realizó el primer estudio de morta-
lidad incidental en Chile bajo los auspicios del FIP. Este estu-
(Moreno et al., 2003) y el segundo (FIP 2003-21) para concordar
dio embarcó ocho observadores científicos, es decir, personal
con las Empresas Chilenas que pescan con palangre —Pesca
capacitado no sólo para reconocer las especies de aves, sino
Chile S.A., Pesca Suribérica, Globalpesca, Comcar S.A., Pesca
que además el sexo, el estado de madurez y una estimación
Cisne y Pesquera Omega— un primer esbozo de Plan de Acción,
del grupo de edad de las aves muertas, además en técnicas
el cual se ha aplicado durante el año 2004 (Moreno & Arata,
de censo de aves y la aplicación de un diseño estadístico para
2005). En ambos proyectos se contó con observadores científicos
el muestreo en los lances de pesca. Todos los observadores
a bordo que cubrieron el 35 por ciento de la flota, principalmente eran profesionales egresados de carreras de Biología Marina
de las empresas que más han colaborado con estos desarrollos y/o Ingeniería Pesquera.
(Pesca Chile S.A. y Suribérica). Sin embargo, aún quedan pro-
blemas pendientes respecto de la efectividad de las medidas de Durante el año 2003 se calaron aproximadamente 7 millones de
mitigación que deberían aplicarse para eliminar totalmente este anzuelos, de los cuales fueron observados 2 millones. Se registró
problema de conservación de la biodiversidad de aves marinas, una mortalidad promedio de 1.550 (límites de confianza al 95 por
los que se señalarán más adelante. ciento 575-2.220) individuos de albatros de ceja negra, los cuales
anidan en colonias cercanas a las zonas de pesca, principalmente
durante el período de guarda (figura 2), es decir cuando el pollo
ETAPA DE DIAGNÓSTICO
ha eclosionado recientemente del huevo y sus padres tienen que
Las aguas de la corriente de Humboldt son visitadas por alimentarlo muy seguido haciendo viajes lo más cortos posible.
muchas especies de albatros que anidan en Australia y Nueva El drama de estas muertes es que los albatros forman parejas
Zelanda, así como en islas antárticas y subantárticas del fieles (Robertson & Gales, 1998), es decir la muerte de uno de los
Atlántico Sudoriental. Adicionalmente, dos especies de alba- sexos implica que el otro queda solo y no se vuelve a reproducir y
tros anidan en Chile en importantes números (figura 1; tabla 1), además el pollo no puede ser exitosamente alimentado por uno
configurando un 20 por ciento de sus poblaciones mundiales. de los padres y muere rápidamente, pues se necesitan ambos
Estatus UICN
Amenazada
Islas
Vulnerable
Galápagos
En peligro
En peligro crítico
Albatros de Galápagos
Áreas de forrajeo de
Albatros y Petreles
Albatros de
Albatros Real del Sur Ceja Negra
Malvinas Albatros
Albatros Antipodeane
Errante
Albatros de
Petrel Gigante del Sur
Cabeza Gris
Islas, Diego Ramírez, South Georgia
Petrel Gigante
Ildefonso, Evangelistas del Sur
y Diego de Almagro
Figura 1. Importancia de Chile como área de alimentación para los albatros del hemisferio sur. También se indican los lugares de origen de las especie visitantes. En Chile anidan
sólo el albatro de cabeza gris y el de ceja negra. El color de lo nombres indica su estatus de conservación según la Unión Internacional de Conservación de la naturaleza.
padres. De tal manera que una muerte incidental implica la ver con el período del año, siendo durante la temporada repro-
muerte de dos individuos, el pollo y la pérdida de un reproductor, ductiva y de guarda en particular cuando los albatros están más
para la dinámica de la población. El estudio de albatros marcados agresivos: la cercanía de la zona de pesca en esa época; el uso
con PTT (Platform Terminal Trasmiters) o marcas satelitales, despreocupado de las líneas espantapájaros por los buques; la
muestra que la mayor sobreposición ocurre durante el período de alta velocidad de calado, que hace que los espineles queden en
guarda (noviembre y diciembre) (figura 2), precisamente cuando la superficie una mayor distancia tras popa sin hundirse; la falta
se observaron las mayores capturas de aves por unidad de es- de pesos adecuada en los espineles; etc.
fuerzo (aves por cada mil anzuelos) (figura 3). Consecuentemente
hay base científica para pensar que la reducción del tamaño de la Vale la pena destacar que las pesquerías de palangre artesa-
población se debió a mortalidad incidental. nales no han sido mencionadas mayormente aquí, porque su
efecto sobre las aves marinas es mínimo y sus artes de pesca
El diagnóstico es preocupante respecto de las poblaciones de están diseñados de manera tal que se hunden a mayores tasas
albatros de ceja negra, pero al mismo tiempo es reconfortante que las de los industriales, la velocidad de calado es más lenta
saber que el albatros de cabeza gris no está amenazado por la y carecen de la turbulencia que las grandes hélices de los
pesquería, ya que su área de alimentación natural se encuen- buques industriales producen. Mayores informaciones sobre
tra hacia mar abierto (figura 4), donde habitan los calamares este tema se pueden encontrar en Moreno & Arata (2006).
que constituyen su principal alimento. Sin embargo, el precio
que paga por tener que viajar más lejos para ganar energía es
PLAN DE ACCIÓN
que cada pareja sólo se reproduce año por medio. Entonces es
precautorio evitar toda mortalidad incidental por baja que sea Todos estos problemas fueron tratados con personal idóneo y
(entre 5 a 10 albatros por año). gerentes de las empresas pesqueras mencionadas. Durante el
desarrollo del Plan de Acción se escuchó a los Capitanes de
La razón de que ocurra esta mortalidad, es decir por qué las Pesca, en su mayoría españoles, se recogieron sus experiencias
aves se enganchan en los anzuelos, es multifactorial. Tiene que y se investigaron a bordo de los buques las mejores soluciones
para cada pesquería. También se consideró la opinión de otros primera de diciembre— hasta encontrar las mejores soluciones.
estamentos de la sociedad, como la ONG Unión de Ornitólogos El estudio de la efectividad de la línea espantapájaros se realizó
de Chile, científicos vinculados al tema y organismos del Estado en su etapa de terreno en la temporada 2004/05.
de Chile como Subsecretaría de Pesca y Servicio Nacional de
Pesca. Resultó un plan cuyo objetivo central fue reducir la La pesquería de palangre en la PDA dirigida a merluza austral (y
mortalidad en un 90 por ciento respecto a los valores iniciales congrio dorado) aplicará como norma el calado nocturno, como
(FIP 2001-31), dentro de un período de tres años; además se actualmente lo hace. Su plan de investigación es evaluar con más
acordó aplicar medidas de mitigación en toda pesquería en detalle sus mortalidades incidentales y el eventual uso de otras
que se detecte una mortalidad de aves marinas superior a 0,05 medidas de mitigación, tales como el uso de líneas espantapája-
aves/1.000 anzuelos calados. Las principales medidas adopta- ros y la mejora de las tasas de hundimiento cerca de la superficie,
das fueron las descritas a continuación. sin afectar el rendimiento de pesca. A pesar de que el calado aquí
es nocturno, en razón a los hábitos alimentarios de la merluza
Común para todas las pesquerías fue evacuar los desechos por
austral, el petrel de mentón blanco presenta una gran actividad
la banda opuesta a la ventada de virado y verter al mar sus
nocturna y es el ave más afectada por esta pesquería.
desechos entre calados, nunca durante los calados, para no
atraer aves al buque. Si los calados son nocturnos, mantener La pesquería pelágica de pez espada aplicará pesos superiores a
las luces al mínimo para no atraer principalmente al amena- 60 gramos en el destorcedor o punto de unión con la brazolada
zado petrel de mentón blanco. (generando tasas de hundimiento >0.23 m/seg.). La longitud del
reinal no debe ser mayor a dos brazas (3,6 metros) y a menos
La pesquería del bacalao de profundidad comienza con el uso
que calen en total oscuridad, deben usar una línea espantapá-
de línea espantapájaros en todos sus lances pero no colocadas
jaros de al menos 100 metros de longitud, dispuesta en el punto
sobre la borda en dirección a la estela que deja el buque, sino al
menos a una altura de 7 metros sobre la borda (figura 6), para más alto del buque o embarcación artesanal. El plan de inves-
que quede en el aire al menos 40-50 metros más atrás de la tigación contempla la evaluación de la mortalidad incidental en
popa del buque y así trabaje efectivamente. Los pesos en la línea la pesquería de pez espada, diseño de una línea espantapájaros
deben ser de 8.5 kg. cada 40 metros y la línea de pesca debe- estándar y la combinación adecuada de los factores separación
ría ser calada a 6,5 nudos. El plan de investigación adoptado entre pesos, el peso y la velocidad de calado para esta flota,
al momento de terminar el proyecto FIP 2003-21 evaluará para que se adapte a la configuración de las naves y sea suficiente-
el palangre tipo español (con retenida) los mejores sistemas de mente eficiente para reducir significativamente el actual nivel
hundimiento y el uso de dos líneas pajareras estandarizadas de mortalidad incidental. Esta pesquería opera en aguas sub-
durante el período de guarda de los albatros de ceja negra en tropicales y tropicales (archipiélago Juan Fernández, San Félix
el extremo sur de Chile —segunda quincena de noviembre y y San Ambrosio, Pascua) y afecta a los albatros de Chatham y
CAPUE
Incubación
1.000 m 1.500
0.500
Abril
Junio
Sept.
Sept.
Oct.
Oct.
Nov.
Dic.
Feb.
Enero
Enero
Feb.
Mar.
Dic.
-55º -55º
Fecha (quincenas)
N=5 8 32 46 42 19 14 7 10 3 8 13 11 4
-60º -60º
Figura 3. Tasa de mortalidad incidental (aves muertas cada mil anzuelos calados), ob-
tenida durante la etapa de diagnóstico, en forma quincenal, durante el año 2002. Se
-65º -65º observa que en la medida que comienza el período de incubación (septiembre) comien-
za a aumentar la mortalidad incidental. Durante el período de guarda (pollo recién
eclosionado) en noviembre y diciembre aumenta a las mayores tasas y luego decae
durante el período de posguarda. Después se dispersan por todos los océanos del sur en
busca de alimento que asegure su condición física para criar otro pollo.
-90º -85º -80º -75º -70º -65º -60º
Escala: 1.29820391 y Latitud 0º
Figura 2. Zonas de vuelo de los a1lbatros de Diego Ramírez, obtenidas mediante marcaje
con transmisores satelitales. En rojo durante el período de incubación. En azul durante el
período de guarda y en amarillo durante la posguarda. El color verde señala posiciones en la temporada de pesca 2004 (Moreno & Arata, 2005). Cabe
de los buques palangreros que pescan bacalao de profundidad (Dissostichus eleginoides).
destacar que la mayor mortalidad incidental en esta área ocurre
entre noviembre y enero y los observadores concentraron su
de las Galápagos, en peligro crítico y en peligro de extinción, tarea entre septiembre 2004 hasta mediados de febrero de 2005.
respectivamente. Debido a lo anterior es que a pesar que se Consecuentemente dan cuenta del período en que ocurre >95 por
conoce que sus tasas de mortalidad incidental son bajas, se ciento de la mortalidad observada. Con fines de comparación nos
deben tomar todas las precauciones necesarias para evitar con- referimos a la temporada 2002 como aquella que observó los
tinuar con estas tendencias. En consecuencia, se debe hacer un lances entre septiembre 2002 a marzo 2003, y será la temporada
proyecto específico para perfeccionar la aplicación de medidas de pesca del bacalao de profundidad 2004 aquella que comenzó
de mitigación y así llegar a cero mortalidad incidental en esta en septiembre de 2004 y finalizó en marzo de 2005.
pesquería por parte de la flota chilena. Sin embargo, otras flotas
Los resultados de la mortalidad observada se muestran en la
operan en esta área en aguas internacionales y ponen en riesgo
tabla 2 y en ella se vuelve a observar que la especie más vulne-
estas especies, tema para la eventual Organización Regional de
rada por la pesca industrial de bacalao de profundidad en Chile
Pesca (RFMO), que organicen Chile, Nueva Zelanda y Australia e
es el albatros de ceja negra, con una baja mortalidad de otras
inviten a quienes operan en forma distante en esta zona.
especies, como el albatros de cabeza gris.
PRIMERA EVALUACIÓN DEL PLAN DE ACCIÓN Esta significativa reducción en la mortalidad total estimada de
Para hacer una primera evaluación del Plan de Acción en la albatros de ceja negra durante 2004 se debe esencialmente al
pesquería de bacalao de profundidad, se tomaron datos de mor- despliegue de las líneas espantapájaros acordadas en el Plan de
talidad incidental en 126 lances comerciales, correspondientes a Acción. Estas líneas espantapájaros son dispuestas en la parte
672.689 anzuelos calados, de un esfuerzo total de 5.981.420 an- más alta del buque, cubriendo una distancia detrás de la popa de
zuelos calados por la flota industrial de bacalao de profundidad más de 40 metros sin tocar agua. Esta protección aérea permite
Figura 5. Diagrama de un buque de pesca con una línea pajarera o espantapájaros, desplegada correctamente permitiendo que el espinel se hunda bajo ella. Así mantiene
alejada a las aves de la zona de peligro. Pero esta medida no es totalmente eficiente porque el viento cruzado por la banda de estribor la aleja del espinel que es calado desde esa
zona de la popa. De allí que sea necesario regular adecuadamente el peso de la línea para facilitar su hundimiento.
Tabla 1. Censos de las dos especies de albatros chilenas realizadas durante un proyecto conjunto entre Chile (INACH) y Australia (AAD) entre 2001 y 2002 (de Arata, 2004).
Tabla 2. Mortalidades totales observadas para cada una de las especies vulneradas durante el período de estudio del año 2004 (calculado sobre lances con implementación de
líneas espantapájaros, otros lances experimentales se han omitido).
EN CHILE
conservación de la biodiversidad marina.
Stefan Gelcich.
AMERB Y BIODIVERSIDAD
La política de las AMERBs permite a la Subsecretaría de Pesca
INTRODUCCIÓN
asignar derechos de acceso exclusivo a organizaciones de
En 1992 el Convenio sobre Diversidad Biológica fijó objetivos
pescadores artesanales (Castilla, 1994; Castilla et al., 1998;
ambiciosos en el área de la conservación marina, con el propó-
Gelcich et al., 2010). Para que se concedan AMERBs a orga-
sito de proteger al menos al 10% de todas las regiones marinas
nizaciones de pescadores, éstas deben participar activamente
para el año 2012 (Wells et al., 2007). Al no lograr este obje-
en el desarrollo (con la ayuda de biólogos consultores) de los
tivo, en 2010 se presentó una nueva estrategia focalizada en
planes de manejo oficiales. También son responsables de la
mejorar los esfuerzos internacionales para lograr detener la
vigilancia y aplicación de medidas contra la extracción no au-
degradación del patrimonio biológico del mundo, estas son las torizada (Castilla & Gelcich, 2008).
denominadas “Metas de Aichi” (CBD 2013). Las metas incluyen
el desarrollo de una red en que se integra el uso sustentable La primera AMERB se estableció de manera informal en 1989
con una eficiente gestión de Áreas Marinas Protegidas (AMPs), (Castilla et al., 1998). Actualmente en Chile hay alrededor
definidas por el World Conservation Union (IUCN) como: cual- de 700 AMERB legalmente asignadas a organizaciones de
quier área de terreno inter o sub mareal con su agua subya- pescadores (SERNAPESCA, 2010). Éstas ocupan más de 1.100
cente, incluida su biodiversidad asociada y sus características km2 del paisaje marino cerca de la costa, con un tamaño pro-
históricas y culturales; que han sido reservadas por la ley u medio de aproximadamente 100 hectáreas, y una distancia
otro medio eficaz para proteger parte o la totalidad de este promedio entre ellas de 4-10 km (Gelcich et al., 2010). Las
ambiente (Kelleher, 1999; Wells et al., 2007). AMERBs son creadas y evaluadas teniendo en cuenta las
especies bentónicas de importancia económica, como el
Mientras que el enfoque científico dado a las AMPs estuvo, en gastrópodo murícido carnívoro Concholepas concholepas
un comienzo, focalizado en la selección del lugares de alta (considerado en el 80% de AMERBs), las lapas, Fissurella spp.
biodiversidad (Turpie et al 2000) y las respuestas biológicas (70%) y el erizo de mar rojo Loxechinus albus (30%; Castilla
de las especies bajo protección (Micheli et al., 2004; Lester & et al., 1998; Castilla et al., 2007). Los estudios biológicos de
Halpern, 2008), actualmente las AMPs son creadas no sólo la política de AMERBs han mostrado un aumento sustancial
para conservar los paisajes marinos y proveer de hábitat para de la abundancia y el tamaño de estas especies manejadas
la vida marina en peligro de sobreexplotación, sino también en AMERBs, en comparación con las zonas de libre acceso,
para contribuir a la subsistencia de las comunidades locales, siempre que las AMERBs tengan un cuidado efectivo (Castilla
para apoyar las economías nacionales a través de ingresos por et al., 1998; SUBPESCA, 2002).
concepto de turismo, para reponer las pesquerías y para jugar
un papel clave en la adaptación del cambio climático (Watson En Chile, la discusión sobre el papel de las AMERBs como
et al., 2014). En este sentido, los esfuerzos por realizar investi- instrumentos auxiliares de conservación, ha estado histórica-
gaciones multidisciplinarias en AMPs, se han desplazado hacia mente ausente del debate sobre la ampliación de instrumentos
la definición de condiciones de gestión y manejo efectivo de las de conservación marina. De hecho, sólo recientemente se han
áreas. Esto ha llevado al reconocimiento de numerosos casos comenzado a evaluar científicamente las implicancias de las
de “AMPs de papel”; donde la protección marina ocurre sólo AMERBs en conservación de la biodiversidad. Gelcich et al.
en la teoría debido a la falta de gestión y la falta de financia- (2008; 2012) llevó a cabo comparaciones entre zonas de libre
miento adecuado (Mora et al., 2006; Gravestock et al., 2008; acceso, zonas donde se han establecido AMERBs exitosas y
Reid-Grant & Bhat, 2009; Gelcich et al., 2013). un AMP para evaluar los efectos del manejo de las especies
comerciales sobre la biodiversidad y la estructura de las co-
Como consecuencia, si la conservación marina va a contribuir munidades submareales, en el centro de Chile. Sus resultados
efectivamente en el cumplimiento de sus múltiples funciones, muestran que en zonas con bosques de algas, los valores de
además de alcanzar las “Metas de Aichi”, existe una urgen- invertebrados y ensambles de peces rocosos difirieron signi-
te necesidad de acoplar las AMPs y otras herramientas de ficativamente entre zonas de libre acceso, AMERBs y AMP. La
EL HOMBRE Y LA BIODIVERSIDAD
faunísticos como camélidos silvestres (guanaco y vicuña), Estudios sedimentológicos, mineralógicos, geológicos, pali-
suri (ñandú) y aves acuáticas (taguas y guayatas entre otras) nológicos, glaciares y arqueológicos realizados en la vertien-
y constituye un espacio forrajero para los rebaños de caméli- te occidental de la puna de Atacama permitieron generar una
dos domésticos (Núñez & Santoro, 1988). secuencia paleoclimática para el área de estudio. Durante
la transición del Pleistoceno Final al Holoceno Temprano
Sin embargo, es necesario considerar que las condiciones am- (1.000-8.100 A. P.), se observa una fase húmeda que co-
bientales que observamos en la actualidad no han sido siem- mienza EPVIHIHSV HI PSW 12.000 A. P. Los rangos de pre-
pre las mismas, lo que sin duda no sólo tuvo un impacto en cipitación en la región altiplánica atacameña (22°S-24°S) al-
la distribución de la flora y fauna, sino también en los grupos canzan entre 400-500 mm anuales (el promedio anual actual
humanos que ocuparon estos espacios. no supera los 200 mm). Los niveles lacustres de los lagos
altoandinos se encontraban entre 25 y 70 m más altos que
los actuales y correspondían a lagos de agua dulce (Grosjean
et al., 2001; Núñez et al.,1997; Núñez et al., 2002; Messerli
et al., 2000, entre otros). Debido al incremento de las preci-
pitaciones, tanto arbustos propios de elevaciones más altas
como pastos de florecimiento e stival, s e e xpandieron a l o
largo de laderas, que en la actualidad corresponden al borde
del desierto absoluto (Betancourt et al., 2000). Los lagos co-
mienzan a decrecer entre el 8.800 A.P. y el 8.100 A.P. (Geyh
et al., 1999) y durante el Holoceno Medio (8.000-3.600 A.P.)
se observa un período en promedio, más árido que el actual,
cuya transición ocurrió en un intervalo breve y se encuentra
caracterizada por una caída abrupta en los niveles lacustres;
a diferencia del periodo anterior, la mayoría de los lagos eran
Figura 1: Toconce, Chacra y Tolar con cactáceas 3400 msnm. Foto: V. Castro. de poca profundidad y de características hipersalinas (Núñez
estas evidencias, los estudios arqueobotánicos confirman que de esta misma franja altitudinal son ocupadas por grupos de
la ocupación de estos ámbitos por parte de grupos cazadores la Cultura Aconcagua hasta la llegada de los inkas. Algunas
recolectores tardíos se efectuaba en las estaciones de prima- de las instalaciones corresponden a caseríos que alcanzan una
vera-verano, luego del derretimiento de las nieves. Entre los gran extensión (Cornejo, 2004). En estos grupos, la horticultura
restos botánicos carbonizados incluidos en los fogones se ha es relativamente a mayor escala que en el período anterior, tal
encontrado quinoa (Chenopodium quinoa Wild.) fechada en como sucede en los asentamientos Aconcagua del valle central.
3.250-2.980 años cal. a.P. (Planella et al. 2005). Durante este Estos antecedentes arqueológicos constituyen un importante
período los cazadores recolectores se asentaron en forma es- registro de la movilidad valle cordillera durante los distintos
tacional y transitoria en aleros rocosos y campamentos abier- períodos culturales que se reconocen en la región.
tos (Cornejo & Simonetti, 1992).
En la época agroalfarera tardía, hace unos 600 a 500 años
Durante el período Alfarero Temprano (400 A.C. a 900 D.C.) atrás se incorpora Chile Central al Tawantinsuyo. Los restos de
grupos portadores de cerámica y horticultores a pequeña sus asentamientos se mezclaron con los del periodo anterior,
escala, accedieron a sitios en terrazas fluviales bajo los 1.500 si bien siguen siendo los mismos, se EKVIKan elementos
m de altitud 2o obstante, algunos grupos mantienen el modo culturales provenientes de la tradición incaica. Se observa la
de vida cazador recolector (Cornejo & Sanhueza, 2003). En los incorporación de algunos conceptos nuevos sobre el uso de
primeros se recuperan restos óseos de guanaco, y además la cordillera, como lo son los adoratorios de altura como el
cultígenos como quinoa (Chenopodium quinoa), en ocasiones Santuario del Cerro El Plomo y Peladero, el establecimiento
maíz (Zea mays) y presentan una vinculación cultural clara Laguna del Indio, y dos tramos del camino inka, el sitio Puente
con los grupos alfareros Bato y Llolleo del valle central ya de Tierra y cementerios con ofrendas y alfarería inka en San
que estos grupos también ocupan los espacios cordilleranos, José de Maipo, El Manzano, El Canelo y Las Vertientes (Cornejo
convirtiéndose en un lugar de convergencia de diversas tradi- et al., 2006, Cornejo 2008). Estos hitos cordilleranos de presen-
ciones culturales. Se advierte una nueva forma de ocupar el cia inka estarían señalando, conjuntamente con los vestigios
espacio, las poblaciones son de mayor tamaño y se asientan en que paralelamente se han descubierto en el valle central a
la parte baja de las quebradas donde es mejor para las prác- similar latitud, un límite efectivo y simbólico en la expansión
ticas agrícolas. Luego del 900 D.C. las terrazas más amplias del Tawantinsuyu hacia el sur, alrededor del 1440-1480 D. C.
3 El desarrollo metodológico de las estrategias de prospección se encuentra bien detallado en los trabajos de Munita et al. arriba citados. Cabe consignar que la superficie
prospectada efectivamente, a razón de la estrategia de muestreo desarrollada, corresponde a 17,83 km2 en el eje septentrional y de 15, 86 km2 en la meridional.
En estas ocupaciones, el material lítico presente da cuenta de A orillas del lago Villarrica, en su margen norte, se conoce el
una variabilidad significativa ilustrando tecnologías líticas en sitio “Flor del Lago-1” emplazado en la margen de un estero,
que predomina un instrumental “no formatizado”, piezas po- y con fechas alfarero tempranas, hacia el 2.100 AP (Adán et
lifuncionales elaboradas con clastos locales, principalmente al., 2009; Mera et al., 2010). En el sitio se pudo observar un
basaltos, y con ciertas características, como ángulos entre área doméstica y otra área, ocupacional o de descarte, a lo
los 30º y 60º que indican que los instrumentos fueron usados largo y junto al estero. Los estudios arqueobotánicos seña-
preferentemente para el trabajo de la madera, cortar y raspar lan la presencia dominante de flora silvestre, entre las que
(Cordero, 2009: 65). se reconocen diversos taxones de uso doméstico, constructi-
vo, dendroenérgetico, de uso artesanal, y otros comestibles.
Otro conjunto de asentamientos al oriente de los Andes, en Entre estos últimos se encontró peumo (Cryptocaria alba),
actual territorio argentino, complementan la visión que hasta quilo (Muehlenbeckia hastulata), poyen (Fascicularia bicolor),
acá hemos descrito. Hajduk et al. (2011) han dado cuenta de esta relbún (Relbunium hypocarpium), chupón (Greigia sphacelata),
diversidad definiendo un “medio boscoso-lacustre” o MBL como y calle-calle (Libertia chilensis) (Coles, 2010). En las cercanías
un “paisaje variable en el tiempo y en el espacio, que aquí con- de “Flor del Lago-1” se recuperó además un pequeño fogón en
sideramos tanto en el sentido biológico, como cultural” (Hajduk otro asentamiento en el cual se identificó restos de maíz data-
et al., 2011: 263). Los autores proponen que en la zona del lago dos hacia el siglo IX DC (Mera et al., 2009; Adán & Mera, 2011).
Nahuel Huapi se habría desarrollado un modelo de comple-
mentariedad ambiental, influida por los ambientes acuáticos, el En relación con los conjuntos líticos de estos períodos alfare-
uso efectivo del medio boscoso lacustre, el ecotono bosque-es- ros, “Flor del Lago-1” exhibe un dominio de materias primas
tepa y estepa por medio de prácticas variables estacionales y/o locales en las que predomina el basalto, seguida de las an-
logísticas en el marco de un ciclo anual (Op. cit.: 282). desitas y una ocurrencia menor de obsidianas. Se produjeron
matrices útiles para diversos fines como los de raspar, raer
En relación con los restos arqueofaunísticos, los registros y cortar, acorde con la ocupación doméstica del sitio (Mera,
de fauna aportan valiosa información sobre el conocimien- 2010). Se localizaron también algunas manos de moler, como
to y consumo de estos recursos. En “Marifilo-1” se observó también fueron identificadas en Pucón VI, en la otra vertiente
recurrentemente restos óseos en toda la secuencia de zorro del lago (Navarro et al., 2010). En el caso de “Cabeza de Indio-
chilPa (Pseudalopex griseus) y pudú (Pudu pudu), y junto con 1”, en cambio, se registró un número significativo de piezas for-
ello numerosos restos de aves, roedores cricétidos y musté- matizadas, principalmente puntas de proyectil, características
lidos (Velásquez & Adán, 2002; Velásquez & Adán, 2004). La de las tradiciones alfareras regionales (García, 2010). El diseño
abundancia de restos de zorro y pudú señala, no obstante, el de éstas presenta similitudes con otras del Bio-Bio (Caceres et
consumo más continuo del pequeño cérvido, y los escasos al., 2005) y la costa (Jackson, 1997). También son evidentes si-
instrumentos que se han recuperado manufacturadoW sobre militudes con aquellas de Cueva Haichol al oriente del macizo
sus huesos (García, 2006), dan cuenta que su caza no fue sólo GSR cordillerano (García, 2010).
Las prácticas de navegación permiten hacer más comprensible son ampliadas y reforzadas en las tempranas expediciones
la modalidad del sistema de asentamiento. En la aproximación (Villalobos, 1989).
que ha desarrollado Lira (2007; 2008-209), sobre la base de
proposiciones de Bengoa (2003) y otros autores, es evidente En estas primeras referencias, se plasmaría una forma glo-
la importancia que tuvieron las embarcaciones nativas para balizante de referirse al territorio andino, particularmente
articular estos territorios, configurando rutas fluviales y pe- evidente en la crónica de Vivar, la que a juicio de Cisterna
destres. Una de las formas de embarcaciones más recurrentes (1997) sería resultado de una lógica ordenadora propia del
fueron los wampo, o canoas monoxilas, elaboradas mediante pensamiento hispano, en la cual se enfatiza un ordenamiento
el ahuecamiento de un tronco 4, de las cuales los hallazgos ar- lógico y dicotómico, que oponía el llano/valle con la sierra;
queológicos han permitido detectar un buen número de ellas, éste último áspero, intrincado, discontinuo, caracteres que se
incluyendo aquellas del Puerto Pucura en el lago Calafquén, extenderían hacia sus poblaciones, igualmente agrestes y poco
las cuales cuentan con dataciones para tiempos históricos funcionales al proyecto hispano.
(Carabias et al., 2010; Lira, 2007).
Hasta cierto punto esta visión homogeneizante de “la cordille-
ra” ha sido mantenida durante mucho tiempo, pero comienza
Asentamiento, paisaje y movilidad: elementos para la a ser mejor comprendida desde la arqueología, la historia, el
integración de antecedentes arqueológicos e históricos paisaje y su evolución. En este sentido, los estudios que hemos
Los estudios históricos efectuados en la zona pehuenche efectuado nos permiten definir, en el área de estudio que hemos
para los períodos coloniales y republicanos han destacado tratado, paisajes y especialidades singulares. Por un lado, se
la diversidad poblacional y cultural como también el conjun- reconoce un sector alto-pampeano, ya al oriente andino, que
to significativo de transformaciones ocurridas durante este en esta área se vincula con el nacimiento del Bío Bío y mediante
amplio período (Villalobos, 1989; Silva & Téllez, 1993; Molina articulaciones pedestres y fluviales permite la interacción con
& Correa, 1996; Torrejón, 2001; Zapater, 1998). En efecto, desde las importantes cuencas fluviales del Bío Bío y del Imperial-
la temprana ocupación de la zona de Arauco se evidencian Cautín, para generar además una significativa vinculación por
las relaciones económicas y sociales de los cordilleranos con la costa. A continuación se define un área cordillerana domi-
las poblaciones del valle, como de las correrías y encuentros nada por serranías y nacientes fluviales, que cuenta además
bélicos entre estas poblaciones (Vivar, 1979), impresiones que en esta área con un significativo valle longitudinal N-S-N
4 Se conocen canoas de este tipo fabricadas en coigue (Nothofagus dombeyii) y de laurel o triwe(Laurelia sempervivens) (Carabias et al., 2010)
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6 AP., años antes del presente, por convención indica los años que se cuentan hacia atrás a partir de 1950. Se utilizan aquí, las fechas 14C no calibradas, como en la mayoría de
las publicaciones arqueológicas de Fuego-Patagonia.
7 Lago que se forma delante del glaciar.
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Figura 22. Costilla de posible caballo nativo americano junto a artefactos líticos en
madera fósil, Cueva Tres Arroyos 1, capa Va. Foto: Mauricio Massone.
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Figura 25. Bosques y montañas en el sur de Tierra del Fuego, el ámbito de los cazadores
Selk’nam meridionales. Sector próximo al lago Fagnano. Foto: Mauricio Massone.
Englefield 1, Bahía Buena, Punta Santa Ana y Bahía Colorada y más al QMIRXSQ¤WEYWXVEPIW6MZEWIXEP
En los últimos 2.000
sur, en el canal Beagle e isla Navarino, en el segundo componente de años, con el dominio del arco exterior de los archipiélagos, el
Tunel 1, Imiwaia 1 y en los sitios Grandi 1, Áridos Guerrico 136 y 'aleta sistema de adaptación de los canoeros se orientó
Segura 169B, durante el Holoceno medio (Emperaire & Laming, 1961; preferentemente hacia los recursos marinos (Legoupil &
Ortiz-Troncoso, 1975; Legoupil & Fontugne, 1997; Ocampo & Rivas, Fontugne, 1997).
2000; Orquera et al., 2012.). En ambos casos se trata de una zona
Los grupos canoeros o de adaptación marina, cazaban el lobo
intermedia entre la pampa y los archipiélagos y por tanto un terri-
marino, de preferencia desde sus embarcaciones.
torio de transición, donde la caza de especies terrestres y marítimas
Aprovechaban el varamiento de cetáceos, cazaban además
era igualmente posible. En este caso de estudio surge la incógnita
nutrias, algunos mamíferos terrestres y aves, pescaban,
sobre el tipo de adaptación de esos primeros grupos, vinculada al
recolectaban moluscos y otros recursos marinos (Figura 26).
origen del proceso de poblamiento. Se ha propuesto como hipótesis En la costa continental complementaban su dieta mediante
una adaptación terrestre/marina, a partir de una génesis terrestre la caza eventual de guanaco o huemul. A lo largo del
en Patagonia y una progresiva adaptación al ámbito marítimo y tiempo se observan entre los grupos canoeros diferentes
como hipótesis alternativa, un origen del poblamiento puramente cambios tecnológicos, en el uso de materias primas y
marítimo, procedente desde Pacifico, por alguna vía no precisada. De también en la dieta alimentaria. Entre los canoeros
acuerdo al modelo, en ambos casos los primeros grupos habrían pre- tempranos que ocuparon la parte central del estrecho de
ferido ocupar la zona IGSXSREPUYIQEVGEIPP°QMXIIRXVIPEIWXITE Magallanes y el mar interior de Otway, durante el Holoceno
SVMIRXEP ] PSW FSWUYIW SGGMHIRXEPIW. Evidencias más recientes medio, destaca entre otros aspectos, el uso de la obsidiana
permiten proponer la existencia de un tercer núcleo de poblamiento verde para elaborar puntas de proyectiles, cuchillos alarga-
temprano en el área de los canales patagónicos septentrionales, es- dos y otros instrumentos líticos. También son importantes las
pecíficamente en el archipiélago de Chiloé y seno de Reloncaví, con puntas de arpón de una barba y base cruciforme, elaboradas
algunas diferencias culturales, con respecto a los núcleos de pobla- con huesos de mamíferos marinos (figura 27). En algunos
cazadores-recolectores llegan a la zona los primeros grupos algas, que sabemos al menos fueron recolectadas por los pri-
alfareros sin conexión con los grupos precedentes. No obs- meros grupos humanos que ingresaron al continente como lo
tante lo anterior, las comunidades alfareras siguen explotando muestran las evidencias de Monte Verde (Dillehay et al., 1998).
el medio marino, a veces en forma especializada en determina-
dos recursos como las machas (Mesodesma donacium) que es La costa sur de Chile y especialmente la costa de la Araucanía,
intensamente recolectada junto a otros moluscos, crustáceos, es un área geográfica que constituye un espacio geográfico
equinodermos y algas. donde las adaptaciones marinas tienden a ser tecnológica-
mente distinta a las descritas para la costa norte, presentando
Hacia el sur, los grupos humanos que ocuparon la costa son un modo de vida singular modelada por tradiciones culturales
menos conocidos, sin embargo, en la costa de concepción disímiles así como por un ambiente y recursos distintos.
así como en islas como La Mocha y Quiriquina, los primeros
poblamientos se remontan hacia los 7000 años A.P., corres- Finalmente, hacia el extremo austral, en los archipiélagos fue-
pondiente a grupos cazadores y recolectores marinos, algunos guinos, se ha planteado la existencia de dos núcleos de pobla-
de los cuales usaron anzuelos de concha hacia los 6300 años miento antiguo, uno inicial en los mares interiores y otro pos-
A.P., (Massone et al., 2011) e incluso, indicios indirectos atesti- terior, que implico ocupar el arco exterior de los archipiélagos,
guados en isla La Mocha el uso de embarcaciones (Quiroz & hacia el Pacífico, en dirección este-oeste (Legoupil & Fontugne
Sánchez, 2004; Vásquez, 1994 y 1997). El aprovechamiento de 1997).Así, las primeras adaptaciones marítimas se habrían
los recursos marinos, además de peces incluyo la caza de ma- concentrado en el borde del estrecho de Magallanes-mares in-
míferos marinos y la recolección de diversas especies de mo- teriores y más al sur, en el canal Beagle e isla Navarino, en una
luscos, en algunos casos mostrando acumulaciones de varios zona transicional entre la pampa oriental y los archipiélagos
metros del desconche de moluscos, como ocurre en el sitio de occidentales, que permitió el aprovechamiento de los recursos
Raqui-Tubul, en el extremo sur del golfo de Arauco, cuyas acu- marinos así como los terrestres. Al parecer, desde el punto
mulaciones están constituidas básicamente por ostras (Bustoset de vista de sus orígenes, se ha planteado que primero ocurrió
al., 1998). Sin duda también grupos ceramistas y posterior- una adaptación terrestre, la que habría dado origen a una pos-
mente Mapuches aprovechan hasta en la actualidad la riqueza terior de carácter marino o bien, que esta última derivo de
de recursos litorales, entre los que también se incluyen las poblamientos más tempranos procedente desde Pacifico. Sea
Cuando hay posibilidades de mercadeo, si las condiciones lo La primera y más importante distinción efectuada es entre los
permiten, se adopta el cultivo del poroto. animales domésticos y silvestres, es decir, aquellos que son
propiedad del hombre y este los cuida, y aquellos que viven
Muchos de los cultivos de estos pueblos sureños, están más
libres en el campo y no tienen dueño. Dicotomía que se expre-
interdigitados con la economía de feria o de mercado, depen-
sa en los términos uywa (animal criado con dueño) y sallka
diendo de su vinculación con las ciudades.
(animal salvaje sin dueño), compartida en las lenguas aymara
y quechua. Esta dicotomía sería resultado tanto de la expe-
ETNOZOOLOGÍA riencia del hombre andino como de las creencias con respecto
Los estudios sobre etnozoología son más escasos que aque- al origen de los animales (Grebe, 1984). Existiendo algunos
llos vinculados con los conocimientos de la botánica y los animales en una categoría intermedia, animales silvestres
pueblos originarios, aunque el conocimiento y comprensión susceptibles de una semidomesticación, los que son criados
indigena es análogo. con diversos fines, como el burro silvestre, el quirquincho, el
suri, la parina, vicuñas, distintas clases de pato, y el jilguero
Como en el caso de las plantas, los animales tienen una
(Castro, 1986; Romo, 1998). Además, hay un subgrupo de ani-
enorme relevancia en el universo de significaciones de los
males y plantas que pertenecieron a los antepasados míticos,
pueblos originarios. Ellos son sujetos vinculados fuerte-
los gentiles, como se describirá más adelante.
mente a las distintas esferas de la realidad. Comprenden
las relaciones de subsistencia, los antepasados y linajes, la La fauna silvestre es fuente de profundas y detalladas obser-
representación de la organización social y ritual, los mitos vaciones, los pastores andinos al salir al campo, están conti-
de origen y de ese modo habitan en toda la oralidad de estos nuamente rastreando huellas y señales en el suelo, y escudri-
pueblos (véase por ejemplo, Castro, 2004; Montecino 2004; ñando cielos y horizonte en la búsqueda de los animales y aves
Plath, 1976 y 1997; Rozzi, 2003). que por allí transitaron. Primeramente podemos decir que los
animales se distinguen por el conjunto de sus atributos, entre
Un notable trabajo de etnozoología ha sido publicado reciente-
los que podemos mencionar como los más relevantes: El hábi-
mente por el Dr. Rozzi et al. (2003), que considera básicamen-
tat en el que viven: la quebrada, la vega, el cerro, la pampa;la
te, el conocimiento yagan y mapuche sobre las aves. Villagrán
morfología o aspecto externo de los animales es fundamental
et al. (1998) han publicado un estudio sobre bases bibliográfi-
para su identificación, siendo junto a la forma y colorido, de
cas, construyendo una etnozoología mapuche. Para el mundo
importancia decisiva los ruidos y cantos que emite, la forma
andino del norte de Chile, existen dos publicaciones sobre
y localización de sus huellas o fecas, etc.; su comportamien-
etnozoología; uno sobre los aymara (Grebe, 1984) y otro sobre
to y hábitos, como por ejemplo la hora en que “sale” (hábito
las poblaciones andinas de la segunda región (Castro, 1986).
diurno o nocturno), la época del año en que “llega” o si “hay
año redondo” (estacionales o permanentes), si es “carnívoro”,
ETNOZOOLOGÍA ANDINA “basurero”, “come gusanos” “come barro”, “come flores” etc.
El conocimiento de la fauna en el mundo andino está íntima- Por último, es importante la relación que tiene el animal con
mente ligado a todos los niveles del paisaje, la fauna es otro el hombre, pudiendo tener una valoración positiva en el caso
integrante más del ambiente y se refieren a ella haciendo alu- que tenga alguna utilidad como alimento, medicina, anima-
sión a los lugares que habitan, de qué se alimentan y su utili- les utilizados en rituales o pagos; o negativo cuando ocasiona
dad práctica para el hombre. Además, subyacente a cualquier algún tipo de daño a las personas o a su trabajo (depredación
clasificación “andina” de los elementos del medio ambiente, del ganado o chacras, seres de mala suerte o anunciadores de
existiría un orden cosmológico o natural en el que todos estos desgracia, animales que pican o muerden, etc. (Romo, 2001).
elementos tendrían un “dueño” ya sea hombre, divinidades o
antepasados. Existe un tiempo mítico primigenio donde los A través de los elementos antes nombrados se identifican las
gentiles o chullpas habitaron la tierra antes de la salida del distintas especies, de una forma comparativamente no tan
sol; eran seres sabios en íntima comunicación con la natura- sistemática, en relación a lo que se ha estudiado de la flora
leza (Castro & Martínez, 1996). Se cree que en aquel tiempo andina. Sin embargo, en algunos casos se encuentran denomi-
hombres y animales eran en alguna forma “lo mismo”; esa naciones colectivas para algunas familias de animales como
La integración del mundo animal a la cosmovisión mapuche es La etología del pato ketrü, es el puntal de la imagen del propio
evidente en las representaciones simbólicas de algunos grupos sistema de organización mapuche. En su organización social,
región del Loa Superior, que comprende comunidades asentadas cercano al pueblo. Hay variedad de pastos frescos y agua sufi-
entre los 3000 y 4200m de altitud (Villagrán & Castro, op.cit.). ciente para que beban en las vertientes.
Llamas: Se considera la mayor riqueza tener un rebaño de Ovinos: Son mayoritarios en las vegas. En los pueblos también
llamas numeroso, por su valor ceremonial y práctico, dentro se mantienen ovejas, las cuales reciben pasto (alfalfa y un-
de la visión andina, su lana, y como un ahorro frente a gastos quillo)11 en el corral, antes de las 12; después son conducidos
imprevistos de la unidad familiar. Cada llama provee en la a la vega por el pastor y su (s) perros. Esta especie no puede
trasquila de seis a ocho kilos de lana. Salvo muerte por ac- pastear sola, como es el caso de llama y alpaca. Se les lleva
cidente, no se consumen ni venden sino en ocasiones de ce- también a la quebrada; se utiliza además, la broza de las an-
remonias específicas, dentro de un ciclo calendarico religioso denerías y las champas del canal de riego.
anual bastante lleno de conmemoraciones, casi mes a mes en
promedio. Las llamas son las que tienen más movilidad y su Caprinos: Se les maneja en forma similar a los ovinos. Su
ciclo anual comprende distintos pisos ecológicos. número es menor al de las ovejas y llamas. Aunque son va-
lorados por su leche (para elaborar quesos, consumo familiar,
Alpacas: A principios de 1990, el Servicio Agrícola Ganadero intercambio interno y venta), son considerados remolones para
(SAG) ofreció a cada unidad doméstica el regalo de cinco alpa- pastorearlos y más lentos que las ovejas. Un caso de manejo
cas, a condición de que luego les fuera devuelto un ejemplar. reciente se desarrolló en la localidad de Turi. Los lugareños
Todas las unidades que se consideraron capaces de cuidarlas organizaron una cooperativa para poner en marcha una leche-
aceptaron el total ofrecido, o al menos, un macho y hembra re- ría, con el fin de producir queso de cabra. El resultado fue tan
productivos. En los pisos más bajos (300msnm) las alpacas se exitoso, que incluso el producto se comercializó en los super-
mantienen todo el año en la vega, específicamente en el corral mercados de Calama.
y alimentadas especialmente con alfalfa; en la mañana y en la
tarde se llevan a la vega a comer pasto fresco y tomar agua. En Burros: Se cuenta con algunos de estos animales principalmen-
lugares más altos (3400 y mas msnm) la alpaca se deja libre te para transporte y carga, a veces en pequeñas recuas para el
en la transición tolar-pajonal, pero en un radio relativamente intercambio entre comunidades. Hasta mediados de este siglo,
16 Otros valiosos escritos en este sentido para Chile son los de Arrizaga (1988), Bittman (1986) y Mazuda (1988).
Los seres humanos han introducido multiplicidad de espe- El sistema educativo también debiera ser un espacio de puesta
cies en ecosistemas distintos a los originarios, produciéndose en valor y reproducción de los saberes ambientales locales. El
una reelaboración del territorio mediante estas migraciones estudio de Rojas-Maturana sobre transmisión oral de saberes
y prácticas acerca del territorio, en familias del borde costero
no-humanas. Un ejemplo impactante de lo poderoso que re-
de La Araucanía, donde se encuestaron a niños, padres, docen-
sulta la introducción de nuevas especies fue la introducción
tes, y asesores culturales en cinco escuelas básicas, permitió
del castor (Castor canadensis) en Tierra del Fuego, con fines
demostrar cómo los saberes territoriales sobre el medio y su
de su reproducción para la peletería. Hoy día han colonizado
biodiversidad no encuentran un espacio dónde manifestarse
el 98% de los ríos y arroyos de la Isla Grande e islas aledañas,
fuera del hogar. Esta experiencia concluyó que “la sistemati-
y su impacto ha sido descrito como el cambio más grande a
cidad en el acercamiento de los alumnos y alumnas a su cul-
escala de paisaje ocurrido desde la última edad de hielo. Los
tura originaria, la permanencia en el tiempo de los asesores
castores talan árboles para la construcción de sus embalses en
y asesoras culturales, el compromiso real de los profesores y
los ríos, produciendo desforestación, alteración de los cursos
profesoras no mapuches, y el respeto de estos hacia la cultura,
y cuencas, y transformaciones en los ciclos químicos y de nu-
puede lograr resultados satisfactorios en la preservación de
trientes. Esto lleva a plantearse la pregunta sobre qué especies
la lengua y de las prácticas culturales en el territorio” (Rojas-
perteneces a qué lugar, y que sitio ocupa el ser humano en los
Maturana & Peña-Cortés, 2015).
ecosistemas (Ogden & Holmes, 2015).
Una educación fundada en la valoración de la diversidad bioló- La debilidad e incapacidad por parte de Estado para hacer
gica, social, y cultural permitirá superar la tendencia a orientar cumplir las normas de reguardo de los recursos naturales y
el comportamiento en función de intereses a corto plazo, o de culturales, en distintos proyectos de inversión ha obligado a las
la simple costumbre. De esta forma se contribuye a un cambio comunidades indígenas a desarrollar estrategias de moviliza-
cultural en donde se promueven actitudes y comportamien- ción y judicialización para impedir dichos desarrollos. Aunque
tos responsables con el medio ambiente, dirigidas al logro de en el centro de las disputas está el tema de quién controla
un desarrollo culturalmente plural y físicamente sostenible los recursos ambientales de estos territorios reconocidos como
(Aikenhead, 1985). indígenas, un gran problema no resuelto para las organiza-
ciones son los mecanismos de participación impuestos por el
Uno de los problemas claves que enfrentan los pueblos indí-
Estado, la forma de hacer “consultas” muchas de ellas “no
genas es la existencia de conflictos denominados por Sabatini
vinculantes” y una vez que estos proyectos ya se encontraban
(1997) “socio-ambientales” causados por el acceso y control
en etapa de aprobación y sin poder realizarles mayores obje-
de los recursos del medio ambiente, siendo los casos más
ciones (Bolados & Boccara, 2015). La ratificación del Convenio
emblemáticos los de la Central Hidroeléctrica Ralco y los
169 de la OIT en el año 2009 era una promesa de elevar los
conflictos con las madereras en la IX Región, en los que se ha
estándares donde la consulta a las comunidades indígenas era
visto involucrado el pueblo mapuche. Aquí lo que se reclama
obligatoria y vinculante para el Estado, los procedimientos y
son los derechos ancestrales sobre la propiedad y el control
mecanismos para realizarlas continúan siendo tema de dispu-
de su territorio y recursos, y la supervivencia de su forma
ta con varios intentos fallidos.
de vida y costumbres. El resultado de la aplicación de un
modelo económico que atenta contra la sustentabilidad am- Hoy existe una política nacional preocupada de generar un or-
biental ha provocado la toma de conciencia sobre el deterioro denamiento territorial armónico. Se considera la elaboración
ambiental, lo que ha otorgado a las minorías mejores posibi- de Instrumentos de Planificación Territorial, esto es, Planes
lidades de resistir la expansión de los intereses basados en el Regionales de Desarrollo Urbano y Planes Reguladores
modelo económico dominante. No obstante, esto puede tener Intercomunales y Comunales %GXYEPQIRXI se incorpora en
efectos contraproducentes corriéndose el riesgo de volver a forma temprana, IR XSHSW PSW RMZIPIW, el proceso de
la visión del “buen salvaje” donde los pueblos originarios se evaluación ambiental estratégicE.
los idealiza naturalizándolos como perfectamente funciona-
les a su ecosistema. Esta visiones han sido utilizadas para Ello tendría por meta un ordenamiento territorial que tome en
servir a posiciones extremas del ecologismo convirtiendo a consideración las características del territorio, valorando los
los pueblos originarios en un símbolo de resistencia ante la recursos naturales con el fin de orientar sus posibles usos, esta-
devastación que produce el modelo económico neoliberal y bleciendo áreas de oferta y prioridades, de modo que el uso del
la aplicación del libre mercado. La superación de la pobreza territorio sea el más adecuado a sus características, permitien-
de los grupos étnicos debiera sustentarse en la capacidad do la conservación de los recursos y de la biodiversidad, y una
190
capítulo quieren agradecer la confianza de nuestros coau-
tores que contribuyeron con extensos artículos para ser edi-
tados por nosotras. Isabel Cartajena y Maria Teresa Planella
coautoras de Victoria Castro en la sección tierras altas del
norte y centro de Chile; Leonor Adán, Doina Munita, Rodrigo
Mera y Marcelo Godoy, por su escrito ocupaciones huma-
nas en el sur de Chile; Mauricio Massone por su sección de
Extremo sur y Donald Jackson, quien nos legara su manus-
crito inédito sobre la costa pacífica para esta edición, antes
de su reciente fallecimiento en junio de 2015 y a quien con
mucho cariño dedicamos esta versión. Compromete nuestra
gratitud el arquitecto Fernando Maldonado, por la generosi- Daño ambiental a las vegas de Cienaga Redonda, bofedal muerto por
extracción de agua. Altiplano de Atacama. Foto: Jorge Herreros.
dad con las fotografías de su autoría.
EL HOMBRE Y LA BIODIVERSIDAD
EL HOMBRE Y LA BIODIVERSIDAD
LAS INVASIONES BIOLÓGICAS el mundo (Estévez et al., 2015). Las invasiones biológicas se
definen como aquellos eventos en que una especie expande su
COMO AMENAZA A LA rango geográfico de distribución, mostrando un crecimiento
1 Post Doctoral Fellow. Center for Applied Ecology and Sustainability. Pontificia Universidad Católica de Chile. [email protected]
2 Laboratorio de Invasiones Biológicas (LIB) www.lib.udec.cl. Facultad de Ciencias Forestales. Universidad de Concepción
Casilla 160-C, Concepción, Chile. Fonos: 56-41-2204934, 2204679 Fax: 56-41-2255164. [email protected], [email protected]
Componente
Teórico
Componente FLORA TERRESTRE
Biogeográfico
- Ecológico Hoy se recononcen cuatro grandes etapas en el proceso de
EEI candidata a
planes de
introducción de flora exótica a Chile (Pauchard et al., 2011). La
control o primera etapa de introducción comienza en el silo XVI, done
erradicación
se desarrollaron las primeras introducciones deliberadas de
plantas exóticas por parte de los colonizadores españoles
(Montenegro et al., 1991; Jaksic, 1998; Arroyo et al., 2000).
Componente
Valórico Durante la década de 1850, comenzó una segunda etapa de
introducción deliberada de plantas promovida por diferentes
agencias gubernamentales (Castro et al., 2005), las cuales
Figura 1. Esquema representativo de las componente que definen la existencia de importaban plantas a través de programas de intercambio con
especies exóticas invasoras sujetas o potencialmente sujetas a planes de control y/o
erradicación.
instituciones europeas con el fin de ser utilizadas en educa-
ción, medicina botánica, y en la búsqueda de nuevos cultivos
(Philippi, 1882). Sólo en el Jardín Botánico de Santiago, al-
rededor de 2.000 especies introducidas se cultivaron para su
Como se desprende del texto, existen múltiples definiciones de estudio y propagación (Mostny-Glaser & Niemeyer-Fernández,
especies invasoras y para objetivos de este capítulo se utiliza- 1983), aunque con el tiempo éste llegó a tener más de 3.000
rá la propuesta por la Convención de la Diversidad Biológica especies exóticas (Marticorena & Rodríguez, 1995).
(1992): “plantas, animales, patógenos u otros organismos que
son exóticos a un ecosistema, y que pueden causar perjuicios La tercera etapa de introducción se asocia a la masificación
económicos o daños ambientales y afectar la salud humana. de cultivos forestales a mediados del siglo XX (Fuentes et al.
Particularmente aquellos organismos que afectan en forma 2008). Especies forestales muy competitivas en las condicio-
negativa la biodiversidad, provocando la declinación y/o nes climáticas de Chile, como los pinos (Pinaceae), eucaliptos
(Eucalyptus spp.) y aromos australianos (Acacia spp.), son (Richardson y Blanchard 2011). Por ejemplo, recientemente se
plantados masivamente a lo largo del país. Estas especies han detectado dos especies de Fallopia spp. en la Región de Los
no sólo se desarrollan bien, sino que con el paso del tiempo, Lagos, ambas de origen asiático y altamente invasoras en otras
se vuelven invasoras en zonas aledañas a sus plantaciones regiones del mundo (Saldaña et al. 2009, Fuentes et al. 2013).
(Bustamante et al. 2004, Langdon et al., 2010; Fuentes-
Ramírez et al., 2010) (Figura 1). FAUNA TERRESTRE
La introducción de fauna exótica se remonta a la época de la
A fines del siglo XX y con el aumento y globalización del comer-
colonia, período durante el cual se introdujo animales para el
cio internacional, se abre una cuarta etapa para las invasiones
de plantas. En esta etapa, las plantas ornamentales, de horti- desarrollo de la ganadería local, así como animales de com-
cultura o con fines especiales como la producción de biomasa pañía (e.g. perros y gatos). Existían en este período en diversas
o biodiesel, están siendo introducidas en Chile y masificadas colonias a nivel mundial (Nueva Zelanda, América del Sur y del
en cultivos y jardines. Estas nuevas introducciones ocurren Norte, entre otras) “Comités de Recreación de la Patria”, cuyo
fundamentalmente por razones económicas y debido a que las objetivo era ingresar a las colonias especies de flora y fauna
barreras legales para especies potencialmente invasoras en que ayudaran a recrear los paisajes de las tierras natales de
ambientes naturales son muy limitadas (Pauchard et al. 2011). los colonos (Crosby 1972). Ejemplos de introducciones tem-
Lamentablemente, las características para su elección, como el pranas a nuestro país son el conejo (Oryctolagus cuniculus)
rápido crecimiento, adaptación a la sequía y rápida proliferación introducido a mediados del siglo XVIII en la zona central del
vegetativa, son las mismas características que se han detectado país (Camus et al. 2008), aparentemente con fines alimenticios.
como propiciadores de la condición de invasividad de una especie Esta especie no era abundante en Chile en la mitad del siglo
ESCENARIO ACTUAL E IMPACTOS DE LAS INVASIONES especies exóticas invasoras se encuentra en la zona central,
BIOLÓGICAS EN CHILE entre las regiones III y la VIII, siendo esta última la que pre-
senta el mayor número de especies introducidas (Jiménez et
Flora al. 2008, Fuentes et al. 2008, Ugarte et al. 2010). Por otro
Chile tiene un alto porcentaje de plantas introducidas na- lado, los extremos norte y sur del país registran el menor
turalizadas (15% de la flora (743 especies), Fuentes et al. número de especies introducidas, con 54 y 58 especies en las
2013), si se compara con otro países de Latinoamérica como regiones I y II respectivamente y 41 especies en la XI región
Ecuador, donde sólo se han contabilizado 595 especies de (Castro et al. 2005). Este patrón de distribución de flora exó-
plantas introducidas de una flora total de 16.000 (3,7%) tica y exótica invasiva, es un reflejo de la intensidad de acti-
(Jürgensen y León-Yáñez 1999). En la actualidad se ha re- vidades humanas que se realizan a lo largo de Chile, siendo
portado la presencia de especies introducidas en todo el país el uso más intensivo en la zona central de Chile. Como tal es
(Castro et al. 2005), habiéndose registrado para tres especies importante reconocer que el fenómeno de invasión en Chile
una distribución nacional, es decir que está presente en las por flora exótica resulta como un producto secundario de las
15 regiones del país: Erodium cicutarium, Medicago sativa y diversas actividades económicas que realiza el ser humano
Chenopodium album. Las especies introducidas pertenecen en la matriz ambiental, y donde estas son más intensivas
a diversas familias, entre las que se cuentan Poaceae (152 aumenta la probabilidad de una invasión biológica. Entre las
especies), Asteraceae (106 especies), Fabaceae (72 especies) y razones que explicarían la alta concentración de especies
Brassicaceae (41 especies), y a nivel de géneros los más repre- introducidas en la zona central se destacan mayores niveles
sentados son Trifolium, Bromus, Poa, Polygonum y Cyperus de perturbación antrópicas, alta concentración de actividad
(Fuentes et. 2013). El mayor número de especies exóticas se agrícola y ganadera y una larga historia de asentamientos
distribuye entre las regiones IV y X; y el mayor número de humanos. (Matthei 1995, Arroyo et al. 2000, Jiménez et al.
2008, Fuentes et al. 2008, Figueroa et al. 2011). De hecho, la la regeneración por parte de la flora nativa. Entre las res-
mayoría de las especies introducidas se establecen en hábitat ponsables de este tipo de modificación se encuentran el es-
creados por la actividad humana, especialmente áreas per- pinillo (Ulex europaeus) y el retamo (Teline monspessulana),
turbadas, zonas agrícolas y orillas de caminos (Matthei 1995, Cytisus scoparius y Cytisus striatus (e.g. Sheppard y Hosking
Arroyo et al. 2000, Pauchard y Alaback 2004). 2000, Alexander y D’Antonio 2003, Baesa y Roy 2008, García
et al. 2015), las cuales son especies que presentan tejidos
Si bien las regiones que presentan los mayores desafíos con con un alto contenido oleoso que promueve la combustión
respecto la invasión por flora exótica para la biodiversidad a altas temperaturas y además presentan facilitación en su
están entre la III y la VIII, las regiones australes (IX a la XV) germinación de semillas después de un incendio. Especies
presentan un importante aumento del grado de urgencia, como estas, estimuladas por el calor, son frecuentes en
dado que cuentan con extensos paisajes no intervenidos, todas las zonas de matorral de clima mediterráneo, que
expuestos a un aumento considerable de presiones antró- están regularmente expuestas a la renovación del rodal por
picas en los últimos años. La flora invasiva documentada parte del fuego (Keeley y Fotheringhan 2000). Sin embargo,
en la zona sur austral del país, está mostrando un patrón esta interacción positiva fuego-invasor es particularmente
de expansión persistente, asociado a ciclos de fuego, in- perjudicial para los ecosistemas nativos del país, ya que en
troduciéndose en áreas protegidas como lo son el Parque el caso de las semillas de los arbustos del matorral chileno
Nacional Torres del Paine, PN Puyehue y PN Paliaike entre la estimulación directa del fuego no está presente (Muñoz
otros (Dominguez et al. 2006, Godoy et al. 2011, Vidal et al. y Fuentes 1989, Gómez-González y Cavieres 2009). Así, los
2015). Este tipo de interacción genera un importante impac- incendios favorecen a las especies invasivas y contribuyen a
to ecosistémico, modificando los ciclos de perturbación por una transformación del paisaje de matorral a uno de pasti-
fuego, acortando los intervalos entre incendios e impidiendo zal (Gómez-González et al. 2011).
Otra especie que representa una amenaza para la biodiver- malezas como también una grave alteración a la sucesión del
sidad chilena, no solo por ser depredador carnívoro, sino matorral nativo (Jaksic & Fuentes 1980, Jaksic & Soriguer 1981,
por su amplio espectro dietario es el javalí (Sus scrofa). Este Simonetti & Fuentes 1983, Fuentes et al. 1983, Jaksic & Fuentes
omnívoro consume desde tubérculos, bayas y frutos, hasta 1988, Fernández & Sáiz 2007, Camus et al. 2008). Asimismo,
insectos, herpetofauna y pequeños mamíferos. Es depredado se han reportado daños sobre cultivos, frutales y plantaciones
por carnívoros mayores en los paisajes nativos, como el puma forestales (Camus et al 2014). A modo de ejemplo, se pueden
(Puma concolor), por lo cual existe al menos un control po- mencionar casos específicos como el impacto negativo sobre la
blacional natural. No obstante ha sido capaz de establecer regeneración natural del peumo (Cryptocarya alba) (Benedetti
poblaciones viables y expandir su rango de distribución en 2012) o bien la severa herbivoría sobre Convolvulus chilensis,
nuestro país en forma persistente. Su distribución se extiende una hierba perenne, endémica de Chile (Suarez et al. 2004).
desde la Región de O’Higgins hasta el norte de la Región En la isla de Robinson Crusoe, ha erosionado el suelo por
del Maule y entre las regiones de Bio Bio y Aysén (Skewes & su excesivo consumo de la cubierta herbácea y la construc-
Jaksic 2015). Dentro de su área de distribución se encuentran ción de madrigueras (Sáiz & Ojeda 1988). Además, el conejo
22 sitios prioritarios, 30 áreas protegidas, siete bienes nacio- es un facilitador de otras especies exóticas invasivas, ya que
nales protegidos y 49 iniciativas de conservación privadas. En por vía endozoocoría, disemina sus semillas, e.g. la amapola
su rango de distribución se ha reportado que depreda sobre el (Papavers omniferum L.) en Robinson Crusoe, donde ha tenido
monito del monte (Dromicio psgliroides), la ranita de Darwin implicaciones para el manejo de ambas especies invasoras
(Rhinoderma darwinii), el sapito de hojarasca (Eupsophus (Fernández & Sáiz 2007).
Responsables de ser la segunda causa de extinciones de espe- Proyecto GEF de Especies Exóticas Invasoras2, apoyado por el
cies en el mundo, las especies exóticas invasoras (EEI) avanzan Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
silenciosamente por el territorio, compitiendo, depredando y trabaja promoviendo el desarrollo y fortalecimiento de los
transmitiendo enfermedades a los animales y plantas nativas, marcos nacionales y capacidades institucionales, que permitan
y afectando, en ocasiones, grandes extensiones de ecosiste- controlar las especies exóticas que actualmente generan daño
mas, lo que se traduce en una pérdida de biodiversidad para a la flora y fauna local. Esta iniciativa se encuentra ejecutando
Chile, con daños a la agricultura, la ganadería y el turismo. actividades inéditas para el país, como el plan piloto en las
islas del Archipiélago Juan Fernández, que indica medidas de
Según la Comisión para la Cooperación Ambiental de América vigilancia y control por parte de la ciudanía y los servicios pú-
del Norte, las pérdidas económicas causadas por las EEI a nivel blicos presentes en la islas, para evitar el daño producido por
mundial, bordean los USD $1.400 billones anuales. El costo las EEI en un territorio con alta biodiversidad y endemismo3.
para Estados Unidos, es de más de USD $100 mil millones al
año. En tanto, en Europa, la Comisión Europea estima que con- A través del proyecto, además, se investiga el impacto econó-
trolar y reparar el daño que provocan, costaría anualmente 12 mico que generan seis especies exóticas invasoras terrestres,
mil millones de euros. por medio de un estudio desarrollado por la Universidad de
Chile, que valorizará por primera vez las pérdidas generadas
Actualmente, Chile no cuenta con un marco regulatorio ni una por el castor, conejo, jabalí, visón, avispa chaqueta amarilla,
institucionalidad que se haga cargo del control de las EEI. Por zarzamora y espinillo alemán o Ulex. Respecto a los avances
esta razón, el Ministerio del Medio Ambiente a través de su en materia de políticas públicas, es importante destacar que
4 Ambos trabajos (conservación de especies En Peligro e Investigación costo-efectividad) se realizan en conjunto con las ONGs internacionales ISLAND CONSERVATION
y OIKONOS.
ALTO
ÓG ICA BAJO
ECOL
CIÓN
E S TAURA
R
BIODIVERSIDAD Y SERVICIOS
N
CIÓ
LITA
ECOSISTÉMICOS
BI TIEMPO Y COSTOS
R EHA BOSQUE
ANTIGUO
2
'- BOSQUE
0%1%
RE' SUCESIONAL
SUELOS
EROSIONADOS PRADERAS CULTIVOS
BOSQUE
MANEJADO
BAJO ALTO
ESTADO DE DEGRADACIÓN /
ALTO BAJO
TIPO DE SISTEMA
Figura 1. Modelo general de degradación de un ecosistema y posibles objetivos y opciones de manejo e intervención (adaptado de Hobbs & Harris 2001, Chazdon 2008, Van
Andel & Aronson 2012). En el lado izquierdo de la figura, biodiversidad y servicios ecosistémicos se refiere a su disponibilidad, mientras que tiempo y costo se refiere a los gastos
financieros e inversiones requeridas para actividades y opciones de intervención y manejo. Las flechas de izquierda a derecha representan distintas opciones de recuperación
de ecosistemas degradados.
PLENAMENTE
FUNCIONAL EXIGE UNA EXIGE UNA EXIGE UNA
MODIFICACIÓN MODIFICACIÓN MEJORA DE
FISICOQUÍMICA BIOLÓGICA LA GESTIÓN
BARRERA ABIÓTICA
ATRIBUTO DEL
SISTEMA
3
BARRERA BIÓTICA
5
NO
FUNCIONAL 6
Figura 2. Modelo conceptual de la degradación y restauración de un ecosistema (adaptado de Whisenant 1999, y Hobbs & Harris 2001). La resiliencia ecológica de cualquier
ecosistema en un estado dado está indicada por la anchura y la profundidad de la “cubeta” (Holling 1973). La profundidad corresponde al grado de perturbación (hacia la izquierda)
o de intervención (hacia la derecha) requerido para provocar la transición al estado siguiente.
La restauración ecológica en el contexto de otras disciplinas Los programas de restauración ecológica deberían fundamen-
La restauración ecológica, como su propio nombre lo indica, tarse en una visión holística, en donde tanto las necesidades
tiene fuertes vínculos con la teoría y experiencias de la eco- del ecosistema como las necesidades humanas son conside-
logía, principalmente con el conocimiento teórico y empírico radas en el diseño e implementación (Lee & Hancock 2011).
de la sucesión ecológica. Otras sub-disciplinas de esta cien- Sin embargo, los aspectos socioeconómicos de la restauración
cia como la ecología del paisaje o la ecología de ecosistemas muchas veces son los que reciben menos atención (Aronson
222
Agradecimientos
MABS agradece el apoyo del proyecto Fondecyt 11121452. JRB
agradece el financiamiento del proyecto CONICYT-PAI Folio
N°821320007. MEG agradece el apoyo al Centro de Ciencia
del Clima y Resiliencia (CONICYT/FONDAP/15110009). MABS
y CSR agradecen el apoyo del proyecto Fondef-Idea CA13I1027.
MABS, JJA y CSR agradecen el apoyo de los proyectos PFB-23
(CONICYT) y P05-002 (ICM).
El espino (Ulex europaeus) es una especie exótica invasora, de rápido crecimiento, que puede llegar a formar
verdaderas murallas difíciles de controlar. Costa de Valdivia, Región de Los Ríos. Foto: Jorge Herreros.
1 -RZIWXMKEHSV4VSKVEQEHI6IGYVWSW+IR¬XMGSW'IRXVS6IKMSREPHI-RZIWXMKEGM¶R0E4PEXMRE-2-%%Z7ERXE6SWE0E4MRXERE7ERXMEKS. [email protected]
2 Coordinadora Red de Bancos de Germoplasma INIA, Centro Regional de Investigación Quilamapu, INIA, Avenida Vicente Méndez 515, Chillán. [email protected]
3 Coordinador Nacional Programa de Recursos Genéticos, Centro Regional de Investigación Carillanca, INIA, Km 10, Camino Cajón, Vilcún. [email protected]
INICIO
ADQUISICIÓN
PROCESAMIENTO
REGENERACIÓN
CARACTERIZACIÓN
ALMACENAMIENTO DOCUMENTACIÓN
DISTRIBUCIÓN FIN
y catastrófica de la diversidad de cultivos conservada en los Según el Segundo Informe Mundial sobre los Recursos
bancos de semillas tradicionales del mundo. Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura de la FAO,
existen más de 1.750 bancos de germoplasma vegetales en
Los bancos de germoplasma vegetales desarrollan activi- todo mundo. Se estima que actualmente se conservan alre-
dades que en su conjunto componen el manejo de los re- dedor de 7,4 millones de accesiones a nivel mundial, aunque
cursos fitogenéticos, con el fin de asegurar su calidad, uso y solo entre un 25 a 30% de estos son distintas, reflejando gran
disponibilidad futura (Figura 1). Estas son la: a) Adquisición, duplicidad entre bancos de germoplasma.
que puede realizarse a través de la colecta, el intercambio
y la donación de germoplasma ; b) Procesamiento del ger- En sus inicios los bancos de germoplasma vegetal fueron
moplasma; c) Monitoreo de la viabilidad del germoplasma creados principalmente para conservar la diversidad genética
colectado o conservado, d) Caracterización y evaluación, asociadas a cultivos esenciales para agricultura y seguridad
consiste en la descripción sistemática de atributos cualitati- alimentaria. En las últimas décadas, especialmente desde el
vos y cuantitativos de las accesiones de una misma especie o surgimiento del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) en
cultivo; e) Regeneración y multiplicación, en términos gene- 1992 y luego de la Estrategia Global para la Conservación de
rales son actividades similares, referidas a la propagación Especies Vegetales en 2002, se han intensificado los esfuerzos
de una accesión con el fin de disponer de suficiente material y los bancos de germoplasma, particularmente de semillas
para conservación y utilización; f) Almacenamiento, que es han ampliado sus accionar a la conservación de plantas sil-
la mantención de germoplasma bajo condiciones contro- vestres particularmente aquellas amenazadas de extinción.
ladas; g) Documentación, referida al registro, organización Este es el caso del Banco de Semillas para el Millennium
y análisis de la información asociada a las colecciones, y (MSBP Kew), iniciativa iniciada el año 2000, liderada por el
finalmente; h) Distribución de germoplasma, a solicitud de Royal Botanic Cardens Kew (RBG Kew) y en la que participan
los interesados. sobre 80 instituciones de diferentes países. El objetivo del
de conservación de RRGG. Este proyecto vino a sistematizar y ex situ en condiciones de mediano o largo plazo en el
fortalecer el trabajo realizado por los bancos de germoplasma país, de 17 instituciones consultadas solo 4 informaron
en término de las actividades de manejo de las colecciones. mantener colecciones en banco de germoplasma. Todos
estos en general, cumplirían con las condiciones defini-
En el 2013 y en el marco del proyecto “Centro de Recursos das internacionalmente para el almacenamiento a largo
Biológicos Públicos”, INIA establece formalmente la Red y mediano plazo, respectivamente. En total son 3 bancos
de Banco de Germoplasma de INIA, conformada por los 4 bases y 5 bancos activos, además, de 21 cámaras o bancos
bancos activos y 1 banco base de semillas construidos pre- de trabajo para conservación a corto plazo (menos de 3
viamente en el marco del Proyecto INIA-JICA y un Banco años) (Tabla 1). A estos hay que agregar la conforma-
Microbiano. Además, en 2015 ingresa a la Red el banco ción reciente del banco base in vitro de papas de INIA-
activo y base de papas que conserva una importante colec- Remehue (Osorno). Salvo el caso de INIA, en general no
ción de papas nativas. existe antecedente sobre la capacidad de almacenamien-
to y de infraestructura de los otros bancos. La cámara de
BANCO DE GERMOPLASMA EN CHILE conservación del Banco Base de INIA tiene un volumen
de 330 cm3 con capacidad de almacenar 72.000 muestras
Germoplasma vegetal y los bancos activos una capacidad de 30.000 muestras
En el Seguimiento de la Implementación del Segundo de semillas cada uno. A la fecha, de todos los bancos los
Plan de Acción Mundial para los Recursos Fitogenéticos únicos que disponen en línea de información sobre sus
para la Alimentación y la Agricultura realizado por la FAO colecciones, y que tiene un sistema de documentación y
durante el 2015, respecto a las accesiones conservadas acceso público a los recursos genéticos son los bancos de
Tabla 1. Banco de semillas en Chile, instituciones a cargo y sus características según el proceso de seguimiento de la implementación del Segundo Plan de Acción Mundial para
los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura 2015. Nota: Estos datos difieren sustancialmente de lo previamente reportado por Salazar et al. (2006), donde un
número mayor de instituciones reportaron tener bancos de semillas.
El jardín botánico nacional de Viña del Mar, posee un jardín de especies de orquídeas, en donde es posible observar la floración de varias de estas, como la orquídea
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