Cuento Pinocho HOJA 1
Cuento Pinocho HOJA 1
Cuento Pinocho HOJA 1
Narrador: pepito grillo caminaba por la ciudad cuando le sorprendió la noche decidió
buscar
un lugar confortable para dormir.
Pepe grillo: que linda casita, veo una luz brillante, me acercare a la ventana.
Gepetto: tengo que trabajar esta noche, tallare un gran trozo de madera.
Narrador: en seguida salió Gepetto del taller, una luz brillante ilumino toda la carpintería.
hada que hermoso muñeco de madera, te tocare la cabeza, podrás caminar y hablar
y
y si eres bueno algún día te convertirás en un niño de carne.
Narrador: dicho esto el hada desapareció., de repente Pinocho salto de la mesa y dio un grito de alegría.
Pepe grillo: prométeme que serás mi amigo, -por favor dime que si-.
Pinocho: ¡Pues claro que seré tu amigo! ¡Te lo prometo grillo saltarín.
Narrador: a la mañana siguiente cuando Gepetto despertó sintió una gran alegría, al ver a pinocho
convertido en un muñeco animado.
Gepetto: ¡Que alegría siento! Mi muñeco habla y camina, hijo mío mañana iras a la escuela, quiero hacer
de ti un hijo bueno y aplicado.
HOJA 2
Narrador: de camino a la escuela, Pinocho se encontró con un gato y un zorro que haraganeaban en
la calle.
zorro: si quieres divertirte vamos al teatro de títeres del barrio, tu papa no tiene por
qué
enterarse.
Dueño teatro: ¡Qué muñeco más lindo! te convertiré en una marioneta muy divertida”.
Narrador: y así fue. Pinocho actuó en el teatro y tuvo un gran éxito. Pero pasado un rato ya extrañaba a
su papá.
Pinocho: Por favor dueño del teatro extraño mucho a mi papá, déjeme ir se lo suplico.
Dueño teatro: no permitiré que te vayas ¡El público se divierte mucho contigo!
Narrador: Pinocho lloro y lloro tanto que sus lágrimas inundaron el teatro de títeres, y el dueño no tuvo
más remedio que dejarlo marchar.
Dueño teatro: anda pues, está bien me has convencido, eres libre y cuídate mucho.
Narrador: aquello era obra del hada que castigaba a Pinocho, por mentir a su papá.
Narrador: en el camino Pinocho y Pepe grillo, se encontraron con una carreta tirada por dos burros y
cargada de niños sonrientes.
HOJA 3
Pinocho: -A dónde van-
Cochero: vamos al país de los juguetes ¡ven con nosotros, allá todo es muy divertido! ¡Te la pasaras
muy bien!
Narrador: desde luego este muñequito de madera era un demonio de chico. ¡Otra vez había desobedecido
a su papá!
Pinocho: qué bonito lugar está lleno de juguetes, y sobre todo porque los niños no van a la escuela.
Pinocho: ¡Oh qué horror! Me están creciendo las orejas, quiero irme de aquí.
Narrador: así, que una noche sin luna, mientras todos los niños dormían Pepe grillo y Pinocho escaparon
del país de los juguetes.
Después de caminar días y días llegaron a la casa del viejo Gepetto, pero una desagradable
sorpresa los esperaba, el carpintero había desaparecido.
Narrador: así pues los dos amigos partieron hacia la playa en busca de Gepetto, pero el viejo tuvo tan
mala suerte que se lo trago una ballena azul.
Se embarcaron en un pequeño bote las olas los balanceaban pero Pinocho no sentía ningún
miedo, lo único que deseaba era rescatar a su padre del vientre de la ballena.
Grillo: Pinocho, mira ahí está la ballena azul que estamos buscando.
Narrador: el grillo tenía razón, aquella era la ballena que se había tragado a Gepetto.
HOJA 4
Pinocho: Pepe grillo, ayudemos a papá, vamos a saltar de la barca pera meternos en la boca de la
ballena.
Gepetto: aquí estoy Pinocho, Pepe grillo, que gusto de verlos me han encontrado ¿Pero cómo
saldremos de aquí ?
Pepe grillo: hagamos una fogata, el fuego llenara de humo el vientre de la ballena y estornudara de tal
manera que saldremos despedidos por su boca.
Narrador: resulto como lo había planeado el grillo, la ballena asfixiada por el humo dio un estornudo tan
fuerte que Gepetto, Pinocho y Pepe grillo salieron volando del vientre, y fueron a parar a la
playa.
Narrador: aquella noche ya en casa de Gepetto recibieron la visita inesperada del mago.
Mago: Pinocho a pesar de ser un muñeco muy travieso tienes buenos sentimientos y quieres mucho a
tu papá, te convertiré en un niño de carne y hueso.
A partir, de aquel día Pinocho fue un niño muy estudioso y aplicado y jamás volvió a decir
mentiras.