David
David
David
Esta sección nos presenta una serie de pasajes de difícil traducción, como lo son 2
Samuel 1:9, 1:18, y la referencia a los ciegos y cojos.
Pensamiento Clave
El Señor sujeta al pueblo a su rey
Una aplicación que el autor hace es que nosotros también podemos vencer
nuestros pecados por la fe en el reinado de la gracia del Señor. Mediante la fe el
Señor Jesucristo venció las tentaciones y mediante su Espíritu Él venció en David.
De la misma forma mediante su Espíritu Él vence en nosotros hoy.
Rey en Hebrón
Pese a la muerte de Saúl y por ende un nuevo sentimiento de seguridad en Israel
para David, el no da ningún paso sin reconocer al Señor y consulta si debía
regresar y adónde ir. La dirección del Señor fue clara, sería Hebrón. Así se trasladó
con sus hombres, sus familias y posesiones a Hebrón.
El primer paso en el cumplimiento de la promesa del Señor fue ser ungido como
rey de su tribu Judá. Ahora restaba esperar que el Señor mismo lo confirmara
como rey de todo Israel.
Guerra civil
Frente a este escenario de desató una guerra civil entre las tribus de Israel y Judá.
Abner, después de reunir un ejército, marchó contra Judá. Pese a que una guerra
de este tipo sería terrible, David no podía dar la espalda al llamado del Señor, y
dado que se estaban rebelando contra el Señor debía enfrentar la situación y de
ser preciso librar una batalla. David envió a Joab con los hombres de Judá.
Abner propuso un duelo de doce luchadores de cada bando y la lucha fue tan
intensa que los veinticuatro cayeron en la batalla. Entonces los dos ejércitos se
enfrentaron y Abner fue derrotado. En medio de la batalla, siendo perseguido por
Asael, hermano de Joab, Abner le dio muerte, pero con mucha dilación. En esto
se demuestra que comprendían que esta guerra era una abominación.
La batalla de ese día terminó con un toque de queda decretado por Joab y
regresaron a Hebrón. Pese a esto la guerra continuó, pero David seguía
fortaleciéndose mientras las tropas de la casa de Saúl iba perdiendo su fuerza.
David también recibió la bendición de tener más hijos durante su estadía en
Hebrón.
Negociaciones
La casa de Saúl es dividida por causa de que Abner toma Rizpa quién había sido
mujer de Saúl, demostrando así que deseaba la posición de su señor y esto, por
supuesto desagradó a Is-boset. Al ser reclamado por Is-boset al respecto, Abner
decide entregar todo el trono a David, reconociendo, contra su propia voluntad
la elección de David.
Por su parte Abner comienza a hacer su tarea y a inclinar el corazón del pueblo a
David, empezando por la tribu de Benjamín, la tribu de Saúl. También regresa a
Mical a David y termina por reunirse con David en Hebrón. Allí se promete a David
unir a todo Israel en el pacto con David.
Es así como el pueblo se liga al Señor por medio de su rey. Por amor al Señor
debían considerar al rey como cabeza del pueblo.
En David finalmente el pueblo había reconocido al rey que el Señor les había
concedido. El Señor mismo hizo que el pueblo se sometiera a su rey. Todo Israel
fue convencido de que David sabía que su pueblo seria salvado, solo mediante la
justicia. Es así como Israel puede ver en David a un tipo del Mesías. De la misma
forma, hoy el Señor sujeta a su pueblo a Cristo, su Rey.
Jerusalén elegida
David realiza una de los primeros actos oficiales como rey al tomar militarmente la
fortaleza de los jebuseos. David había decidido que la ciudad de Jerusalén fuera
la capital de reino. Quienes la habitaban hacían burla diciendo que los ciegos y
los cojos podían protegerla, haciendo alusión a lo inexpugnable de la ciudad.
Mas no contaban con la obra del Espíritu del Señor en David y sus hombres y,
encendidos en ira contra los enemigos de Israel, la tomaron sin mayor dificultad.
Israel ahora comprende que David reina en Israel mediante el favor del Señor y
en compañerismo con él, dando libertad al pueblo de Dios.
La aclaración del autor acerca de los motivos por los cuales Dios impide que
David construya su templo es iluminadora, pues no permite pensar en la
obediencia de David como un acto pecaminoso, sino como un acto con
profundo significado teológico al señalar la realidad del pecado que persiste en
el mundo, y que es castigado con la muerte. Entonces cuando el pecado sea
conquistado totalmente, se nos concederá la habitación total de Dios entre
nosotros.
La anticipación del cumplimiento de la habitación de Dios en medio de nosotros
en Cristo es notable; igualmente se sigue el derramamiento del Espíritu Santo en la
iglesia en comunión con Él.
Esta sección también nos narra el intento, por parte de David, de traer el arca, la
representación del trono de Dios, a Jerusalén y otras situaciones con los enemigos
de Israel y las consecuencias del pecado de David.
Pensamiento Clave
El Rey de Israel reinará para siempre sobre el pueblo de Dios
En este punto David comprendió que algo andaba mal con el desfile, pero no
entendía la razón. Esto lo hizo reflexionar sobre la santidad del Señor y lleno de
temor hizo levar el arca a una casa cercana, la de Obed-edom.
El arca era una señal de la presencia de Dios en medio del pueblo a través del
Ángel del pacto. El esplendor del reinado de David era derivado de esta orada
de Dios en medio de ellos. Es así como este lazo, fue un tipo de Cristo, que como
el Ángel del Señor, ahora se ha hecho carne para que Él mismo pudiera ser el Rey
de su pueblo.
Mical mostró su desprecio por la fe de David en el Señor al hacer burla de él. Pero
David le señaló que fue precisamente la preocupación de su padre por sí mismo
más que por el honor del Señor lo que lo llevó al rechazo por parte del Señor.
Debido a esto Mical fue estéril, la casa de David no sería construida por medio de
ella.
En la noche, por medio de una visión, el Señor indicó a Natán que no permitiría la
construcción de templo alguno para Él hasta que el reino en Israel fuera
totalmente establecido. Debido a los grandes conflictos con los que David debía
lidiar aún en Israel, el Señor confirmaría a su hijo como un rey de paz y se le daría
el privilegio de construir templo al Señor. De esta forma se muestra que es la obra
de la gracia del Señor la que precede a la nuestra. La iniciativa siempre es del
Señor.
La promesa del Señor sobre la casa de David era que sería establecido su reino
para siempre, de modo que no podría cumplirse en el hijo de David. Se trataba
de la promesa de que Cristo nacería del linaje de David. Cristo, sería el gran hijo
de David. El hijo de David construiría el templo, pero Cristo construiría el verdadero
templo. La morada de Dios entre los hombres se hizo real por medio de Cristo,
quién convertiría a su pueblo y eventualmente a toda la tierra en una casa
donde Dios habitaría con agrado.
La respuesta de David antes las palabras de Natán son de suma humildad por los
favores recibidos del Señor. David concluye su oración con la absoluta certeza
del cumplimiento de la promesa del Señor mediante la fe.
Justicia y rectitud
Una vez habiendo recibido del Señor honor y poder, los enemigos del pueblo del
Señor se levantaron contra él. El autor señala que se trató de un impulso
provocado por el odio hacia el pueblo del Señor y en última instancia hacia el
Señor mismo. Pero Dios dio la victoria a David sobre sus enemigos.
Derrotó y subyugó a los filisteos, a los moabitas a los reyes sirios de Soba y de
Damásco. Tomó oro y plata de los enemigos del Señor que fue usado
posteriormente para la construcción del templo. Derrotó también a los amonitas,
los edomitas y a los amalecitas. Tuvo la precaución de dejar tropas de ocupación
para garantizar el pago de tributos.
David como tipo de Cristo, proveía a su pueblo seguridad al reinar con justicia y
rectitud. Las palabras del autor son preciosas: “Cuán grande es la seguridad del
pueblo del Señor bajo el escudo de Cristo”
El nombre puesto por el Señor mismo fue Jedidias, que señala el comienzo del
cumplimiento de la promesa del Señor sobre la casa de David y sobre Israel al
mostrarle misericordia.
Pensamiento Clave
La gracia del Señor para su pueblo está en su amado
Estado de guerra
El nuevo rey de Amón, escuchando el mal consejo de su corte, decide llevar a
cabo una afrenta sobre unos emisarios que David ha enviado para manifestar su
pesar por la muerte del padre. Rasura la mitad de sus barbas y les corta la parte
inferior de sus ropas y los envía de regreso, trayendo una afrenta al mismo rey
David.
David, al saberlo les ordena quedarse en Jericó hasta que les crezca la barba.
Entre tanto los amonitas toman por sueldo a mercenarios de los sirios. David envió
a su general Joab quién al enfrentar a los enemigos del Señor se ve en medio de
los sirios y los amonitas, lo que lo lleva a dividir a su ejército en dos frentes. Los
amonitas huyeron a su ciudad al ver que Joab había derrotado a los sirios
después de enfrentarlos.
Debido a que los amonitas no habían sido vencidos aún, se hace necesaria otra
campaña. Los sirios estaban agrupándose nuevamente y su rey, Hadad-ezer,
había hecho traer soldados desde Mesopotamia. David entonces reunió a su
ejército y derrotó a los sirios haciéndolos sus tributarios, después de obligarlos a
hacer la paz con él.
Lujo indisciplinado
En un acto de autosuficiencia, cuando debía salir en frente de su ejército a llevar
a cabo los juicios del Señor sobre sus enemigos, David decide quedarse en el
palacio y enviar a Joab. En este instante, supone que su reino ya está establecido
y seguro, pero más que por la gracia y la fidelidad del Señor, por su propia fuerza.
David no está descansando en la gracia del Señor, sino que estaba dependiendo
de su propio poder.
La escena que transcurre, es bien conocida; sin embargo resaltar, que el estado
espiritual de David desencadena los hecho de su adulterio, que es por supuesto
consensuad con Betsabé, quién pese a su condición de mujer casada accede al
pecado. Posteriormente se observan los intentos infructuosos de David por
esconder su pecado restaurando el matrimonio de Urias con la mujer con quién
ha pecado.
David finalmente toma a Betsabé por mujer y piensa haber dejado a tras la
página de su pecado. Sin embargo para el Señor lo que ha hecho David es una
gran abominación y no dejará de castigar dicho pecado. Le permite convivir con
su pecado por un tiempo. En esta condición David escribe una serie de Salmos
sobre su condición delante del Señor y la dura experiencia de vivir con pecados
inconfesos, que le impedía acercarse con toda libertad al Señor. Dios estaba
preparando a David a través de su propia experiencia con el pecado.
Pese a lo riguroso del juicio, el elemento de gracia de parte del Señor, se deja ver
en la preservación de la vida y el trono de David.
Los actos de David resultaban indescifrables para sus siervos, lo que estos no
comprendían era que David, más que estar luchando por la vida del niño, estaba
luchando por la gracia del Señor y ahora que el niño había muerto, se sometía
humildemente al juicio de Dios. El mismo un día moriría pero lo haría creyendo en
la gracia del Señor.
Con este acto de parte de David, el pueblo recibe la lección de solo poner su
confianza en el Señor, David era tan pecador como ellos. Su fe debía estar
puesta solo en su futuro Redentor. Es precisamente gracias al futuro salvador que
hay gracia para David. Esta es nuestra lección, en Cristo el Señor nos ha
concedido toda gracia como pueblo suyo.
Perdón
La lección del Señor para David y para el pueblo era la necesidad de mirar hacia
el futuro, a la venida del Salvador. En un nuevo hijo que el Señor les concede
tener, David ve la gracia del perdón del Señor. Lo nombra justamente Salomón,
debido a que ahora hay paz entre el Señor y él mismo. De la misma manera una
mas grandiosa revelación del favor del Señor se deja ver cuando Natán trae un
mensaje a David en el que le indica que el nombre de este hijo será Jedidías, que
significa amado del Señor. Y señala al futuro Redentor que nacería de este niño.
Con esto Israel y David mismo son llamados a mirar al futuro Redentor de Israel.
Victoria
Finalmente David se corona con la corona del rey amonita, declarando así que el
territorio de Amón ha pasado a ser parte de Israel y los amonitas son sometidos a
trabajar para Israel. De esta manera se revela el juicio de Dios sobre los enemigos
de la gracia del Señor.
David como el ungido del Señor y como Rey de Israel era un tipo de Cristo. Era la
cabeza de Israel en el pacto y en la gracia que el Señor le confería también
manifestaba su gracia al pueblo. David fue el libertador de Israel y en esa
condición, también fue rechazado.
Pensamiento Clave
El Señor guarda el lugar del rey en medio de su pueblo
Amnón viola a Tamar quien es hermana de Absalón y ahora este busca una
ocasión para asesinarlo. Es notable que la actitud de David es negligente frente a
la necesidad de disciplinar a su hijo. Al parecer el hecho de conocer su culpa
resulta en el descuido de la disciplina de sus hijos.
Finalmente, después de dos años, Absalón llevó a cabo su venganza en una fiesta
que ofrecía y a la que había invitado a todos los príncipes de Israel. Dio
instrucciones de asesinar a Amnón y así fue hecho. Los demás príncipes huyeron y
salvaron la vida; sin embargo lo ocurrido era muy grave. El acto de violación en la
casa de David y ahora el asesinato de uno de sus hijos por parte de su hermano.
Las consecuencias del pecado de David eran evidentes en su casa.
Reconciliación
Absalón había huido y se había escondido en casa de su abuelo. Pero David
anhelaba el regreso de Absalón, lo amaba mucho y ya había olvidado el enojo y
el dolor por el asesinato de Amnón.
El autor atrae la atención sobre el hecho de que este amor no era santificado,
puesto que pese a la gravedad del pecado de Absalón, que incluía haber
desechado el yugo del pacto del Señor, no aplico la disciplina adecuada. El
amor por su hijo fue más fuerte que su enojo por el pecado. La necesidad de
arrepentimiento era absoluta.
Joab se vale de su astucia para hacer ver al rey, la posibilidad del regreso de
Absalón a la ciudad, pero sin la disciplina perfecta del Señor que produce
verdadero arrepentimiento. Al permitir David el regreso de Absalón sin el
respectivo fruto de arrepentimiento estaba mostrando una actitud de debilidad
de su parte. Tras todo el planteamiento de la mujer que Joab había enviado para
convencer a David, también se encontraba la esperanza de David sobre Absalón
debido a su belleza, era su motivo de orgullo.
Dos años después; sin embargo, David no había permitido a Absalón verlo,
entonces aquel usó a Joab para que intercediera por el ante el rey, haciendo uso
de presiones, como la quema de un campo de cebada. En esta condición
Absalón estaba limitado para llevar a cabo sus propios planes. David finalmente
accede a recibirlo y lo besó.
Así se llevó a cabo la reconciliación, pero no bajo el Señor. Puesto que el corazón
de Absalón no estaba con el Señor, tampoco estaba con su padre. Absalón no
era creyente, y David era muy débil ante Absalón, sus ojos había sido
enceguecidos por su enfermizo amor por su hijo.
La rebelión
Ahora que Absalón ha sido devuelto al palacio y recibido el favor de David, se
halla en condiciones de efectuar sus planes. Su primer paso es ganarse el favor
del pueblo con lisonjas y su pomposa actitud. Sin embargo, el pueblo, no
reconocía en el a quién los estaba alejando del ungido del Señor. No eran
capaces de reconocer la verdadera naturaleza de la conducta de Absalón.
David hace regresar a los sacerdotes Sadoc y Abiatar con el arca del Señor.
David se somete humildemente al juicio del Señor y confía en su voluntad sobre su
regreso a Jerusalén. También acordó que sería informado por parte de los
sacerdotes a través de sus hijos Ahimaas y Jonatán que permanecerían fuera de
la ciudad.
David impide a Abisai matar a Simei, arguyendo que Dios mismo ha enviado a
Simei para maldecirlo. De esta forma, David se muestra sumiso frente al castigo
del Señor. David enfrentaba el castigo del Señor tras las palabras que proferían
contra él, aunque no fueran ciertas. Así es como David, siendo tipo de Cristo, sufre
el rechazo de su propio pueblo.
Husai aconsejo a Absalón reunir primero a todo Israel antes de atacar, pero
sabiendo que esa tarea le daría a David el tiempo suficiente para reunir sus
propios seguidores puesto que no todo Israel apoyaría a Absalón. De esta forma
el Señor mismo usó las palabras de Husai para influenciar a Absalón y sus hombres
y preservar la vida de David.
Con el revés en su consejo, el Señor muestra que Ahitofel había tomado una
posición contraria al pacto del Señor. Así fue vencido, pese a su astucia, por el
Señor a través de Husai. Al ver esto, regresó a su casa y se ahorcó. Así murió el
hombre que se había levantado contra la gracia del Señor y la cabeza del pacto.
La victoria
Husai informó a través de los hijos de los sacerdotes que debía cruzar el Jordán,
de modo que siguió su viaje a Mahanaim en Transjordania. Allí se enfrentaron lso
dos ejércitos y Absalón fue vencido y perdió la vida en manos de Joab, pese a
que David había dado instrucciones claras acerca de perdonarle la vida.
Haber rechazado a la cabeza del pacto y por ende al Señor mismo, le costó la
vida y su honor, pues pasó a la historia con vergüenza.
El regreso a Jerusalén
La falta en David de ser gobernado completamente por su llamado, le impedía
ver las cosas con claridad y tomaba decisiones sin sentido.
David trajo de nuevo el orden a Jerusalén y pese a que las mujeres que Absalón
había tomado no le fueron restauradas como esposas, David se aseguró de suplir
sus necesidades por el resto de sus vidas.
Restauración total
David, continuando con su trato injusto contra Joab, comisiono a Amasa, el
excomandante de Absalón, juntar al ejército y perseguir a Seba. Pero los hombres
de Joab no confiaban en Amasa de modo que este se tardó en reunir al ejército
y David tuvo que ordenar a Abisai, hermano de Joab, que persiguiera a Seba con
sus soldados.
Pese a la renovada paz en Israel, el pueblo aún tendría que ser confrontado
debido a que no había confesado sus pecados al Señor.
También nos muestran el juicio de Dios sobre la casa de Saúl debido a que sus
acciones obedecían a su egoísmo y no a la justicia del Señor. De la misma forma
se presenta la hambruna como un efecto del juicio por el pecado del rey; sin
embargo, la exhibición de los cadáveres de la casa de Saúl, mostraba que se
estaba haciendo algo respecto de los pecados de aquel.
Rizpa con su acción, a favor de la casa de Saúl, conmueve a David y ordenó que
los huesos de Saúl y Jonatán y los otros siete fueran enterrados en el sepulcro de la
familia. Así el linaje de Saúl halló descanso en Israel.
Se nos presenta el censo del pueblo y la plaga como resultado de la ira de Dios,
debido a que no se han arrepentido del pecado de haber rechazado a su rey en
las rebeliones de Absalón y Seba.
Pensamiento Clave
A través de su ungido el Señor es una lámpara para su pueblo.
Josué había invocado el nombre del Señor cuando prometió que se brindaría
protección a los Gabaonitas; sin embargo, Saúl, movido por su orgullo y el del
pueblo y no por el nombre del Señor, había matado a muchos, por esto la
maldición del reinado de Saúl, se dejaba sentir con fuerza aún después de su
muerte. David es llamado a quitar la maldición.
La forma de pagar el crimen cometido contra los gabaonitas era que siete
descendientes de la casa de Saúl fueran ejecutados públicamente, muertos y
luego ahorcados. Mefi-boset fue perdonado junto con su familia. Los muertos
fueron dos hijos de Rizpa y cinco hijos de la hija mayor de Saúl.
Por medo del hambre, el Señor hizo saber que Israel era responsable del pecado
tanto como Saúl y la muerte de este no había quitado los efectos del pecado,
debido a que Israel no se había apartado del mismo. Por esto los siete colgados
fueron muertos por el pecado de todo el pueblo. E esto el Señor mostró su gracia,
ya que perdonó al pueblo. En la muerte del Salvador, esa misma gracia se hizo
mucho más gloriosa al morir en lugar de su pueblo.
Pese a que la lámpara de la casa de Saúl había sido quitada, aún había
misericordia para la casa de Saúl. Rizpa cuidó de los cuerpos durante toda la
cosecha en un acto de fidelidad a la casa de Saúl. Luego, al terminar la cosecha,
las lluvias regresaron, como una muestra de la misericordia del Señor y de que la
maldición había sido quitada.
Al enterarse de las acciones de Rizpa, David hizo subir los huesos de Saúl y de
Jonatán y los enterró en el sepulcro del padre de Saúl junto a los restos de los siete
ahorcados. En esto también se dejó ver la misericordia del Señor, la maldición
había sido quitada y la casa de Saúl no había sido exterminada.
Ser reconocido como la lámpara de Israel debió traer mucha alegría a David.
Pero la verdadera lámpara de Israel sería alguien que nacería de su linaje
conforme a la promesa de Dios, Cristo mismo. Fue a través de Cristo que David
fue una lámpara para Israel pese a sus pecados.
Al finalizar su vida, David cantó sobre la fidelidad del Señor en medio de todas las
experiencias vividas. Cantó de la gracia del Señor que le había sido mostrada
porque había vivido conforme al Señor.
David tampoco paso por alto sus pecados. El Señor lo guio a confesar sus
pecados una y otra vez y el Señor lo perdonó. Mostró siempre su humildad
delante del Señor, reconociendo que no eras sus méritos sino la bondad del
Señor, su lámpara la que lo había sostenido siempre.
El altar de reconciliación
En la última etapa de la vida de David, cometió un pecado que resultó más
grave que los anteriores. Debido al rechazo que el pueblo había mostrado hacia
David al haber escogido a Absalón y luego a Seba el Señor traería su juicio por
medio de David a causa de no haberse arrepentido el pueblo de esos pecados.
Al acercarse la plaga hacia Jerusalén, David tuvo una visión del ángel destructor
extendiendo su mano hacia Jerusalén. Es aquí cuando David se postra delante
del Señor y confiesa su culpa y su responsabilidad delante del Señor y se ofrece
por su pueblo. En un anticipo de la obra del Mediador que se ofrecería sí mismo
por el bien de su pueblo. Por amor a Cristo, el Señor decidió levantar la plaga
antes del tiempo señalado.
Por instrucción de Gad, el profeta David levantó un altar en la era de Arauna, que
el mismo compró, construyendo un altar y presentando luego una ofrenda
quemada y una ofrenda de paz. Después de esto fue levantada la plaga.
Pese al pecado de David y del pueblo, y el castigo que el Seño había traído
sobre ellos, el Señor los había perdonado. David no fue rechazado ni su casa y
pudo seguir siendo rey de Israel y cabeza del pacto para bendición del pueblo.
La lámpara de Saúl se había extinguido, pero David pudo seguir siendo la
lámpara de Israel gracias al pacto que el Seño había hecho con él.