El Acompañamiento Pedagógico en Las Escuelas Normales
El Acompañamiento Pedagógico en Las Escuelas Normales
El Acompañamiento Pedagógico en Las Escuelas Normales
Resumen
El presente escrito, forma parte de la línea de investigación correspondiente a la
“Formación de Docentes”, que tiene como objetivo, analizar las diferentes opiniones
y perspectivas de los estudiantes normalistas sobre los procesos de seguimiento y
acompañamiento de la práctica educativa.
Introducción
La Escuela Normal Profesor Carlos A. Carrillo de Santa María del Oro, El Oro,
Durango en el tema del acompañamiento encontramos diferentes opiniones sobre
su concepto o tratamiento escolar. Es una situación que se le ha dedicado análisis
en el trabajo colegiado de academias, grupos focales, reflexión en las aulas de
clase y de manera sistemática los resultados nos indican que existen serias
deficiencias en los procesos de asesoría académica, tutoría individualizada y el
acompañamiento se ve deteriorada en su ejecución al realizar los estudiantes sus
prácticas educativas en educación básica.
Es necesario tener presente que la formación profesional del docente es vital para
su desempeño posterior en las aulas de clase. Por ello, éste tiene que reconocerse
como un promotor de cambio, pero sobre todo, como un sujeto responsable para
asumir sus actos y acciones en un contexto democrático y justo. En consecuencia,
las evidencias obtenidas en el campo investigativo son muestra fehaciente del
esfuerzo realizado en la escuela normal, pero sobre todo, del compromiso y la
identidad docente de los estudiantes normalistas en su quehacer cotidiano de
práctica profesional. (Imbernón, 2007 citado en Estrada, González y
Konstantinovich, 2017).
De acuerdo con Torres (2009) la práctica no es reductible a hacer algo, sino que
posee sentidos simbólicos, históricos y sociales. En ella se asientan siglos, de
formas de hacer, de saber hacer y de pensar, que se revelan a través de los
dispositivos utilizados principalmente para su conservación y menos para el cambio
(Ponce, 2009). El gran problema de la indagación y la comprensión de la actuación
de la práctica, consisten en cómo pasar de lo que se dice y se hace (observable), a
la interpretación de su sentido simbólico y subjetivo.
Los resultados muestran la existencia de dos categorías finales sobre la opinión que
tienen los estudiantes sobre el acompañamiento que le ofrecen sus maestros en el
trayecto de práctica profesional. Dichas categorías se exponen a continuación:
Entonces según SEP (2012): “la práctica se concreta en contextos específicos los
cuales brindan la posibilidad de lograr nuevos aprendizajes, de ahí que se
reconozca el sentido formativo que ésta tiene en el proceso de formación” (p. 7).
“Desde el tercer semestre en la Escuela Normal Profesor Carlos A. Carrillo
comenzaron mis jornadas de práctica, las cuales fueron realizadas en diferentes
Jardines de Niños”. (A3)
“..durante las semanas en las que he estado a cargo de un grupo de niños, las
limitantes para sacar el trabajo de enseñanza con calidad, han sido muy pocas, y
esto es gracias, sin duda alguna, al apoyo incondicional que se me ha brindado, y
con el que espero contar durante el resto de mi preparación académica.” (A1)
Por otro lado, la figura principal de este proceso es el estudiante normalista que
según SEP (2012, p.18) dice que:
La participación activa del estudiante normalista en las tareas de la docencia serán
el referente para la reflexión, el análisis y la mejora de su práctica. Los procesos
reflexivos y de crítica así como su capacidad de argumentación se coinvertirán en
el referente para diseñar y aplicar propuestas cuyo fin sea transformar su docencia
y generar explicaciones fundamentadas.
“Soy alumna de la escuela Normal Profesor Carlos A. Carrillo, actualmente estoy
cursando el octavo semestre de la Licenciatura en Educación Primaria. A lo largo
de toda mi carrera he recibido el apoyo, asesoramiento y acompañamiento de
diferentes maestros, los cuales gracias a ellos he llegado hasta aquí.” (A5)
“Además, la observación continua me benefició para comprometerme aún más con
el trabajo y tener siempre todo organizado, realizado de la mejor manera, acorde a
los contenidos, las necesidades del grupo y el contexto en el que se realizaba la
práctica, poniendo a prueba mis capacidades y habilidades para poder formarme
como docente”. (A6)