Familia Diana
Familia Diana
Familia Diana
La Familia
1.1. Definiciones:
La familia es una entidad universal y tal vez el concepto más básico de la vida
social; sin embargo, las familias se manifiestan de muy diversas maneras y con
distintas funciones. El concepto del papel de la familia varia según las
sociedades y las culturas. No existe una imagen única ni puede existir una
definición universalmente aplicable, es así que en lugar de referirnos a una
familia, parece más adecuado hablar de “familias”, ya que sus formas varían de
una región a otra y a través de los tiempos, con arreglo a los cambios sociales,
políticos y económicos (ONU, 1994)
Bajo este marco tenemos que la familia “Es una entidad basada en la unión
biológica de una pareja que se consuma con los hijos y que constituye un
grupo primario en el que cada miembro tiene funciones claramente definidas.
No podemos ignorar que la familia está inmersa en la sociedad de la que recibe
de continuo múltiples, rápidas e inexcusables influencias; de lo que resulta que
cada sociedad tiene su tipo de familia de acuerdo con sus patrones e intereses
culturales” (Escardo, 1964)
Ahora existen otras formas de familias; los divorciados/as con hijos, las mujeres
con hijos que no se casan, las mujeres que voluntariamente no tienen hijos o
aquellas quienes deseando no pueden tenerlos; los hombres o mujeres
solos/as que adoptan hijos, etc.” (Alberdi, 1964; en Peña y Padilla, 1997 : 8).
Por otro lado, Lafosse (1996) define la familia como “un grupo de personas
unidas por los lazos del matrimonio, la sangre o la adopción; constituyendo una
sola unidad doméstica; interactuando y comunicándose entre ellas en sus
funciones sociales respectivas de marido y mujer, madre y padre, hijo e hija y
hermana, creando y manteniendo una cultura común”.
Más recientemente, Benites (1997) nos habla de familia diciendo: “La familia
sigue siendo considerada como la estructura básica de la sociedad, cuyas
funciones no han podido ser sustituidas por otras organizaciones creadas
expresamente para asumir sus funciones. De éstas, la más importante, es
aquella de servir como agente socializador que permite proveer condiciones y
experiencias vitales que facilitan el óptimo desarrollo bio-psico-social de los
hijos”.
1. La Psicología Ambiental :
Kemper (2000) nos hace una muy breve descripción del trabajo del Claude
Levy (1985) al enfocar las características de la psicología ambiental:
- Refiere que estudia las relaciones Hombre-Medio Ambiente en un aspecto
dinámico, afirma que el hombre se adapta constantemente y de modo activo al
ambiente donde vive, logrando su evolución y modificando su entorno.
- Da cuenta de que la psicología del medio ambiente se interesa ante todo por
el ambiente físico, pero que toma en consideración a dimensión social ya que
constituye la trama de las relaciones hombre y medio ambiente; el ambiente
físico simboliza, concretiza y condiciona a la vez el ambiente social.
- El ambiente debe ser estudiado de una manera total para conocer las
reacciones del hombre o su marco vital y su conducta en el entorno.
Las Naciones Unidas (1994), define los siguientes tipos de familias, que es
conveniente considerar debido al carácter universal y orientador del organismo
mundial.
1. Familia nuclear, integrada por padres e hijos.
3. Familias polígamas, en las que un hombre vive con varias mujeres, o con
menos frecuencia, una mujer se casa con varios hombres.
Cada persona tiene necesidades que debe satisfacer y que son muy
importantes para su calidad de vida. La familia es el primer lugar en donde el
niño aprende a satisfacer esas necesidades que, en el futuro, le servirán de
apoyo para integrarse a un medio y a su comunidad. Una de las funciones más
importantes de la familia es, en este sentido, satisfacer las necesidades de sus
miembros.
Además de esta función, la familia cumple otras funciones, entre las que
podemos destacar:
7. La función ética y moral, que transmite los valores necesarios para vivir y
desarrollarse en armonía con los demás.
Todas las personas, especialmente los niños, necesitan que la familia a la que
pertenecen cumpla estas funciones. Es tarea de cada miembro de la familia
hacer todo lo posible para lograr esto. (Romero, Sarquis y Zegers, 1997).
En este largo proceso los padres dan y también reciben. Ellos dan seguridad
interior a sus hijos al entregarles calor afectivo y la sensación de que son útiles
y valiosos, pero también son recompensados cuando sienten la satisfacción de
verlos jugar, crecer, y aprender todos los días algo nuevo.
Hay problemas que se dan durante el crecimiento del adolescente que pueden
ser más graves y que han aumentado en el último tiempo. Nos referimos a la
adicción a las drogas y alcohol. Se trata de problemas serios que serán
rechazados si el adolescente ha logrado establecer una relación cercana a su
familia, en un clima de confianza y amor entre padres e hijos.
Algunas veces, las malas relaciones en el hogar determinan en los niños una
historia de hostilidad que los impulsa a hacer exactamente lo contrario de lo
que los padres esperan de ellos y realizan comportamientos de autoagresión y
autodestrucción para así hacer sentir a su familia culpables por el fracaso de
sus propias acciones (Romero, Sarquis y Zegers, 1997: 9).
Una pregunta importante cabe hacerse ante este concepto ¿por qué algunas
familias en circunstancias difíciles son capaces de salir adelante, mientras que
otras en la misma situación simplemente se deshacen? ¿qué es lo que hace
que unas familias sean más fuertes que otras?.
Como podemos observar, hay una relación directa, entre el comportamiento del
adolescente y su familia; sin embargo, la relación de los jóvenes actuales con
la generación anterior y en particular con su familia es cada vez más frágil. La
adaptación de los jóvenes a la sociedad a dejado de ser una simple transmisión
de actitudes y valores aceptados.
La vida de toda persona esta determinada por normas y valores culturales y por
la interacción social. En el centro de este proceso se encuentra la familia, la
cual recibirá la carga afectiva que producirá el joven al tratar de adaptarse a los
determinantes sociales. Por otro lado, se observa que las grandes
transformaciones que tienen lugar tanto dentro como al entorno de la familia,
combinadas con la madurez social de los jóvenes, su capacidad de generarse
ingresos y la aparición de una cultura de la juventud, han disminuido la
capacidad de la familia para influir en el proceso de adaptación social; es así,
que las escuelas, los grupos de compañeros y la televisión compiten con la
familia en la función de adaptar al joven a la sociedad. (Huerta, 1999)
Existe una serie de problemas sociales cuya incidencia es muy notoria en los
adolescentes y que afecta la integridad del grupo familiar:
Este daño está constituido por dificultades graves que impiden que un individuo
desarrolle sus potencialidades como persona en distintos ámbitos de la vida en
sociedad (trabajo, familia, ciudadanía). Estas dificultades afectan tanto el
presente como el futuro personal del joven, restringiendo sus capacidades y su
horizonte de oportunidades. El daño es primeramente un proceso de deterioro
personal que tiene origen social y que se deriva de la permanencia del
individuo en un entorno conflictivo o “carenciado”. Al respeto cabe formular una
salvedad muy importante; el riesgo juvenil existe en todas las clases sociales,
sin embargo, la pobreza aumenta la vulnerabilidad, al existir menos recursos y
menor protección frente a las situaciones de riesgo. Ante ésta circunstancia, el
ambiente familiar puede actuar en dos dimensiones, según sea el caso, cuando
hay valores o privilegios que transmitir, o bien, cuando lo que se transmite es la
carencia y la vulnerabilidad.
Con respecto a esto tenemos que : entre los muchos factores ambientales que
existen básicamente, citaremos a tres que emanan de la intrincada dinámica
familiar. En primer término nos referimos a las relaciones interpersonales
favorables entre los miembros de la familia, que impulsarán al niño a
desarrollar sus tendencias psicológicas al exterior y ha orientarse hacia las
demás personas. En segundo lugar, los estados emocionales de la familia son
fundamentales a la hora de comprender el desarrollo psíquico del niño y el
equilibrio de su personalidad. Como es sabido, el rechazo o la separación de
los padres conducen indefectiblemente a importantes transtornos de la
personalidad del individuo, a traumatismos psíquicos que han de dejar en su
personalidad una huella perenne e imperecedera; por el contrario, la
satisfacción emocional contribuye al equilibrio de la personalidad del niño y al
mismo tiempo fomenta su desarrollo psicofísico. En tercer término, los métodos
de crianza de los hijos, la pedagogía de los padres, etc. Son instrumentos que
inciden directamente en el psiquismo del hijo (Guerra, 1993)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS :
Berger, G. (1964). “Tratado práctico de Análisis del Carácter”. Bs. As. Ed. EL
ATENEO.
Dughi, P., Macher, E., Mendoza, A. y Nuñez, C. (1995). “Salud mental, infancia
y familia”. Perú. UNICEF – IEP.
Super, D. (1967). “Psicología de los Intereses y las Vocaciones”. Bs. As. Ed.
Kapelusz.