Familia Diana

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1.

La Familia

1.1. Definiciones:

Es innegable la importancia que tiene la familia para la supervivencia del


individuo y el moldeamiento de su personalidad. Esta ha demostrado su gran
adaptabilidad para adecuarse a las continuas transformaciones sociales; con
todas sus limitaciones, la familia desempeña -y lo seguirá haciendo- un rol
fundamental para la supervivencia y el desarrollo de la especie humana (Dughi,
Macher, Mendoza y Nuñez, 1995: 27).

La familia es una entidad universal y tal vez el concepto más básico de la vida
social; sin embargo, las familias se manifiestan de muy diversas maneras y con
distintas funciones. El concepto del papel de la familia varia según las
sociedades y las culturas. No existe una imagen única ni puede existir una
definición universalmente aplicable, es así que en lugar de referirnos a una
familia, parece más adecuado hablar de “familias”, ya que sus formas varían de
una región a otra y a través de los tiempos, con arreglo a los cambios sociales,
políticos y económicos (ONU, 1994)

Bajo este marco tenemos que la familia “Es una entidad basada en la unión
biológica de una pareja que se consuma con los hijos y que constituye un
grupo primario en el que cada miembro tiene funciones claramente definidas.
No podemos ignorar que la familia está inmersa en la sociedad de la que recibe
de continuo múltiples, rápidas e inexcusables influencias; de lo que resulta que
cada sociedad tiene su tipo de familia de acuerdo con sus patrones e intereses
culturales” (Escardo, 1964)

Asimismo, (Sloninsky, 1962) se refiere a la familia diciendo: “Es un organismo


que tiene su unidad funcional; toda familia como tal, está en relación de
parentesco, de vecindad y de sociabilidad, creando entre ellas influencias e
interacciones mutuas. La estructura interna de la familia determina la formación
y grado de madurez de sus miembros”.

“La familia es una unidad de convivencia en la que se ponen los recursos en


común, entre cuyos miembros hay una relación de filiación o matrimonio, ya no
es un esquema necesariamente padre - madre - hijos”.

Ahora existen otras formas de familias; los divorciados/as con hijos, las mujeres
con hijos que no se casan, las mujeres que voluntariamente no tienen hijos o
aquellas quienes deseando no pueden tenerlos; los hombres o mujeres
solos/as que adoptan hijos, etc.” (Alberdi, 1964; en Peña y Padilla, 1997 : 8).

Por otro lado, Lafosse (1996) define la familia como “un grupo de personas
unidas por los lazos del matrimonio, la sangre o la adopción; constituyendo una
sola unidad doméstica; interactuando y comunicándose entre ellas en sus
funciones sociales respectivas de marido y mujer, madre y padre, hijo e hija y
hermana, creando y manteniendo una cultura común”.

Más recientemente, Benites (1997) nos habla de familia diciendo: “La familia
sigue siendo considerada como la estructura básica de la sociedad, cuyas
funciones no han podido ser sustituidas por otras organizaciones creadas
expresamente para asumir sus funciones. De éstas, la más importante, es
aquella de servir como agente socializador que permite proveer condiciones y
experiencias vitales que facilitan el óptimo desarrollo bio-psico-social de los
hijos”.

A partir del conjunto de definiciones anteriores, conceptualizaremos a la familia


del siguiente modo :

Familia es el conjunto de personas que viven juntas, relacionadas unas con


otras, que comparten sentimientos, responsabilidades, informaciones,
costumbres, valores, mitos y creencias. Cada miembro asume roles que
permiten el mantenimiento del equilibrio familiar. Es una unidad activa, flexible
y creadora, es una institución que resiste y actúa cuando lo considera
necesario. Red de relaciones vividas. La familia como institución social es un
sistema de fuerzas que constituyen un núcleo de apoyo para sus miembros y la
comunidad.

1.2. La Teoría del Clima Social de MOOS:

Para Kemper (2000), la Escala de Clima Social en la Familia tiene como


fundamento a la teoría del Clima Social de Rudolf Moos (1974), y ésta tiene
como base teórica a la psicología ambientalista, que analizaremos a
continuación.

1. La Psicología Ambiental :

La Psicología Ambiental comprende una amplia área de investigación


relacionada con los efectos psicológicos del ambiente y u influencia sobre el
individuo. También se puede afirmar que esta es un área de la psicología cuyo
foco de investigación es la interrelación del ambiente físico con la conducta y la
experiencia humana. Este énfasis entre la interrelación del ambiente y la
conducta es importante; no solamente los escenarios físicos afectan la vida de
las personas, los individuos también influyen activamente sobre el ambiente
(Holahan, 1996; en Kemper, 2000 : 35).

2. Características de la Psicología Ambiental:

Kemper (2000) nos hace una muy breve descripción del trabajo del Claude
Levy (1985) al enfocar las características de la psicología ambiental:
- Refiere que estudia las relaciones Hombre-Medio Ambiente en un aspecto
dinámico, afirma que el hombre se adapta constantemente y de modo activo al
ambiente donde vive, logrando su evolución y modificando su entorno.

- Da cuenta de que la psicología del medio ambiente se interesa ante todo por
el ambiente físico, pero que toma en consideración a dimensión social ya que
constituye la trama de las relaciones hombre y medio ambiente; el ambiente
físico simboliza, concretiza y condiciona a la vez el ambiente social.

- El ambiente debe ser estudiado de una manera total para conocer las
reacciones del hombre o su marco vital y su conducta en el entorno.

- Afirma que la conducta de un individuo en su medio ambiente no es tan solo


una respuesta a un hecho y a sus variaciones físicas; sino que éste es todo un
campo de posibles estímulos (Kemper, 2000 : 37).

3. El concepto de Ambiente según Moos :

Para Rudolf Moos (1974), el ambiente es un determinante decisivo del


bienestar del individuo; asume que el rol del ambiente es fundamental como
formador del comportamiento humano ya que este contempla una compleja
combinación de variables organizacionales y sociales, así como también
físicas, las que influirán contundentemente sobre el desarrollo del individuo.

4. El Clima Social Familiar :

El clima social que es un concepto y cuya operacionalización resulta difícil de


universalizar, pretende describir las características psicosociales e
institucionales de un determinado grupo asentado sobre un ambiente. En
cuanto al Clima Social Familiar, son tres las dimensiones o atributos afectivos
que hay que tener en cuenta para evaluarlo :

Una dimensión de relaciones, una dimensión de desarrollo personal y una


dimensión de estabilidad y cambio de sistemas, las cuales se dividen a su vez
en sub-escalas. Para estudiar estas dimensiones Moos (1974) ha elaborado
diversas escalas de Clima Social aplicables a diferentes tipos de ambiente
como es el caso de la escala de Clima Social en la Familia (FES).

En el Clima Familiar se dan interrelaciones entre los miembros de la familia


donde se dan aspectos de comunicación, interacción, etc.. El desarrollo
personal puede ser fomentado por la vida en común, así como la organización
y el grado de control que se ejercen unos miembros sobre otros.

1.3. Tipos de Familia:

Las Naciones Unidas (1994), define los siguientes tipos de familias, que es
conveniente considerar debido al carácter universal y orientador del organismo
mundial.
1. Familia nuclear, integrada por padres e hijos.

2. Familias uniparentales o monoparentales, se forman tras el fallecimiento


de uno de los cónyuges, el divorcio, la separación, el abandono o la decisión de
no vivir juntos.

3. Familias polígamas, en las que un hombre vive con varias mujeres, o con
menos frecuencia, una mujer se casa con varios hombres.

4. Familias compuestas, que habitualmente incluye tres generaciones;


abuelos, padres e hijos que viven juntos.

5. Familias extensas, además de tres generaciones, otros parientes tales


como, tíos, tías, primos o sobrinos viven en el mismo hogar.

6. Familia reorganizada, que vienen de otros matrimonios o cohabitación de


personas que tuvieron hijos con otras parejas.

7. Familias migrantes, compuestas por miembros que proceden de otros


contextos sociales, generalmente, del campo hacia la ciudad.

8. Familias apartadas, aquellas en las que existe aislamiento y distancia


emocional entre sus miembros.

9. Familias enredadas, son familias de padres predominantemente


autoritarios.

1.4. Funciones de la Familia:

Cada persona tiene necesidades que debe satisfacer y que son muy
importantes para su calidad de vida. La familia es el primer lugar en donde el
niño aprende a satisfacer esas necesidades que, en el futuro, le servirán de
apoyo para integrarse a un medio y a su comunidad. Una de las funciones más
importantes de la familia es, en este sentido, satisfacer las necesidades de sus
miembros.

Además de esta función, la familia cumple otras funciones, entre las que
podemos destacar:

1. La función biológica, que se cumple cuando una familia da alimento, calor


y subsistencia.

2. La función económica, la cual se cumple cuando una familia entrega la


posibilidad de tener vestuario, educación y salud.

3. La función educativa, que tiene que ver con la transmisión de hábitos y


conductas que permiten que la persona se eduque en las normas básicas de
convivencia y así pueda, posteriormente, ingresar a la sociedad.
4. La función psicológica, que ayuda a las personas a desarrollar sus afectos,
su propia imagen y su manera de ser.

5. La función afectiva, que hace que las personas se sientan queridas,


apreciadas, apoyadas, protegidas y seguras.

6. La función social, que prepara a las personas para relacionarse, convivir,


enfrentar situaciones distintas, ayudarse unos con otros, competir, negociar y
aprender a relacionarse con el poder.

7. La función ética y moral, que transmite los valores necesarios para vivir y
desarrollarse en armonía con los demás.

Todas las personas, especialmente los niños, necesitan que la familia a la que
pertenecen cumpla estas funciones. Es tarea de cada miembro de la familia
hacer todo lo posible para lograr esto. (Romero, Sarquis y Zegers, 1997).

1.5. Influencia de la Familia en el desarrollo de la Personalidad:

La familia, como lugar de aprendizaje, de pertenencia, de amor y de seguridad,


nos ofrece las mayores oportunidades para desarrollar nuestras capacidades
personales. La familia es, por lo tanto, un lugar de crecimiento que nos permite
explorar el mundo desde que somos pequeños, para luego ser capaces de
actuar en él.

Cuando un niño vive situaciones que le provocan rabia, miedo o tristeza, la


familia puede ayudar a que esas vivencias difíciles se integren en su proceso
de desarrollo y se fortalezca su personalidad. En estas ocasiones, los niños
necesitan más que nunca ser tomados en serio y sentirse acogidos por la
familia.

Así, la familia juega un papel fundamental en el crecimiento de los hijos.

En este largo proceso los padres dan y también reciben. Ellos dan seguridad
interior a sus hijos al entregarles calor afectivo y la sensación de que son útiles
y valiosos, pero también son recompensados cuando sienten la satisfacción de
verlos jugar, crecer, y aprender todos los días algo nuevo.

Los niños, durante su normal proceso de crecimiento, deben enfrentar


problemas que pueden darse en el área de la educación, de la diferenciación e
independencia del resto de los miembros de la familia, de la presión del grupo
social, del desarrollo de su identidad sexual, etc., todos ellos influirán de una u
otra manera en la consolidación de sus rasgos de personalidad.

Hay problemas que se dan durante el crecimiento del adolescente que pueden
ser más graves y que han aumentado en el último tiempo. Nos referimos a la
adicción a las drogas y alcohol. Se trata de problemas serios que serán
rechazados si el adolescente ha logrado establecer una relación cercana a su
familia, en un clima de confianza y amor entre padres e hijos.

Algunas veces, las malas relaciones en el hogar determinan en los niños una
historia de hostilidad que los impulsa a hacer exactamente lo contrario de lo
que los padres esperan de ellos y realizan comportamientos de autoagresión y
autodestrucción para así hacer sentir a su familia culpables por el fracaso de
sus propias acciones (Romero, Sarquis y Zegers, 1997: 9).

1.6. Familias Expuestas a Riesgos:

Una pregunta importante cabe hacerse ante este concepto ¿por qué algunas
familias en circunstancias difíciles son capaces de salir adelante, mientras que
otras en la misma situación simplemente se deshacen? ¿qué es lo que hace
que unas familias sean más fuertes que otras?.

Actualmente existen millares de familias acechadas por un sinnúmero de


dificultades que ponen en peligro su capacidad de funcionamiento e incluso de
supervivencia; se ven sometidas de hecho a una presión sostenida e intensa
como la enfermedad, la guerra, el hambre, la violencia, problemas del medio
ambiente y otros; presiones que causan graves estragos a la familia tanto de
países desarrollados como de los no desarrollados. Es así que las Naciones
Unidas (1994) ha propuesto el concepto de familias expuestas a riesgos, como
aquellas familias incapaces de cumplir las funciones básicas de producción,
reproducción y socialización. Estas familias no satisfacen las necesidades
básicas de sus miembros en aspectos tales como la salud, la nutrición, la
vivienda, la atención física y emocional y el desarrollo personal. Algunos
factores de riesgo tienen su origen en la propia familia. Entre ellos figuran la
violencia doméstica, la adicción a las drogas y al alcohol, el maltrato y el
abandono de los niños y el abuso sexual, etc.

Como podemos observar, hay una relación directa, entre el comportamiento del
adolescente y su familia; sin embargo, la relación de los jóvenes actuales con
la generación anterior y en particular con su familia es cada vez más frágil. La
adaptación de los jóvenes a la sociedad a dejado de ser una simple transmisión
de actitudes y valores aceptados.

La vida de toda persona esta determinada por normas y valores culturales y por
la interacción social. En el centro de este proceso se encuentra la familia, la
cual recibirá la carga afectiva que producirá el joven al tratar de adaptarse a los
determinantes sociales. Por otro lado, se observa que las grandes
transformaciones que tienen lugar tanto dentro como al entorno de la familia,
combinadas con la madurez social de los jóvenes, su capacidad de generarse
ingresos y la aparición de una cultura de la juventud, han disminuido la
capacidad de la familia para influir en el proceso de adaptación social; es así,
que las escuelas, los grupos de compañeros y la televisión compiten con la
familia en la función de adaptar al joven a la sociedad. (Huerta, 1999)

Existe una serie de problemas sociales cuya incidencia es muy notoria en los
adolescentes y que afecta la integridad del grupo familiar:

- En sexualidad; el SIDA y los embarazos adolescentes.

- En educación y trabajo; abandono escolar y desempleo.

- En familia; “chicos de la calle” y violencia en el hogar.

- En grupo de pares; pandillas, violencia y drogadicción.

Habitualmente; se piensa en estos como “conductas problemas” que afectan el


proyecto vital de los jóvenes y que tiende a ser acumulativo.

Este daño está constituido por dificultades graves que impiden que un individuo
desarrolle sus potencialidades como persona en distintos ámbitos de la vida en
sociedad (trabajo, familia, ciudadanía). Estas dificultades afectan tanto el
presente como el futuro personal del joven, restringiendo sus capacidades y su
horizonte de oportunidades. El daño es primeramente un proceso de deterioro
personal que tiene origen social y que se deriva de la permanencia del
individuo en un entorno conflictivo o “carenciado”. Al respeto cabe formular una
salvedad muy importante; el riesgo juvenil existe en todas las clases sociales,
sin embargo, la pobreza aumenta la vulnerabilidad, al existir menos recursos y
menor protección frente a las situaciones de riesgo. Ante ésta circunstancia, el
ambiente familiar puede actuar en dos dimensiones, según sea el caso, cuando
hay valores o privilegios que transmitir, o bien, cuando lo que se transmite es la
carencia y la vulnerabilidad.

1.7. El Ambiente Familiar Nocivo:

La familia puede volverse nociva cuando sin saberlo, involuntariamente, sin


darse cuenta de que así puede convertirse en un medio patógeno, no cumple
con su rol, cuando las relaciones entre los individuos que la componen son
inadecuadas; cuando no se brinda afecto, o se le brinda mal, cuando la falta de
cultura y de inteligencia, o la pobreza, no permiten que el niño y posterior
adolescente se adapte; cuando los problemas psicológicos, el alcoholismo, la
inadaptación social del padre, de la madre o de los hermanos son para el niño
fuente de profundas perturbaciones (Dot, 1988: 117).

Si la familia se ha formado disarmonicamente, con frecuencia se resquebraja y


aparentemente se desintegra. Cada uno o algunos de sus miembros creen en
tal situación, que ya no hay nexo e interés común familiar, y entonces la
dinámica se vuelve tóxica y venenosa, volcando todo el resentimiento por los
agravios recibidos, por el cariño no satisfecho o las atenciones no
correspondidas. En el sentir de cada uno e los miembros gravita fuertemente el
celo, por la dedicación de los demás a adaptarse a la nueva dinámica familiar o
a otras relaciones.

En éste estado, las posibilidades de concentrarse en los estudios o de pensar


en desarrollo o proyección de futuro para el joven o alguno de los miembros,
son mínimas, ya que la energía vital se encuentra concentrada en un
permanente estado de defensa, lo que imposibilita al individuo y lo sume en la
apatía y la inacción. Algunas situaciones familiares son claramente
desfavorables y riesgosas para la socialización de los niños y adolescentes; la
violencia doméstica, la falta de recursos materiales para asegurar el sustento
cotidiano, la ausencia de lazos estables y solidarios con los otros, el
aislamiento social, el autoritarismo patriarcal tradicional, la ausencia de la ley.

1.8. La Dinámica Familiar.

Generalmente se conoce que los niños se desarrollan bien cuando se crían en


el seno de una familia sana o saludable. Una familia va a ser saludable en la
medida en que funcione como un sistema abierto, con reglas y roles
apropiados a cada situación, donde sus integrantes se comuniquen, tolerando
las diferencias individuales, lo que favorece la cohesión y promueve el
crecimiento de sus miembros. (Olson, 1983; en Huerta, 1999: 47).

Con respecto a esto tenemos que : entre los muchos factores ambientales que
existen básicamente, citaremos a tres que emanan de la intrincada dinámica
familiar. En primer término nos referimos a las relaciones interpersonales
favorables entre los miembros de la familia, que impulsarán al niño a
desarrollar sus tendencias psicológicas al exterior y ha orientarse hacia las
demás personas. En segundo lugar, los estados emocionales de la familia son
fundamentales a la hora de comprender el desarrollo psíquico del niño y el
equilibrio de su personalidad. Como es sabido, el rechazo o la separación de
los padres conducen indefectiblemente a importantes transtornos de la
personalidad del individuo, a traumatismos psíquicos que han de dejar en su
personalidad una huella perenne e imperecedera; por el contrario, la
satisfacción emocional contribuye al equilibrio de la personalidad del niño y al
mismo tiempo fomenta su desarrollo psicofísico. En tercer término, los métodos
de crianza de los hijos, la pedagogía de los padres, etc. Son instrumentos que
inciden directamente en el psiquismo del hijo (Guerra, 1993)

La familia entonces tiene como eje la socialización de las nuevas generaciones.


En este plano, es el agente transmisor de oportunidades y expectativas de
vida. La transmisión de normas, valores e identidades comienza y toma forma
en el ámbito de las relaciones familiares, con sus tensiones, mensajes
contradictorios y controles. La familia es también el ámbito del cuidado y el
afecto. Las experiencias vividas en el ámbito familiar se combinan con las de
otras instituciones y relaciones sociales -desde la escuela hasta la calle, desde
los amigos hasta la autoridad policial - en el proceso de formación del sujeto,
de manera complementaria o contradictoria. Además de las diferencias que
derivan de la clase social y el nivel económico, las familias tienen capacidades
diferenciadas de proveer una socialización que permita al sujeto una vida plena
y con ello, una preparación para la democracia intrafamiliar y social. (ONU,
1994: 50).

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