Cerebro de Una Persona Con Hiperactividad
Cerebro de Una Persona Con Hiperactividad
Cerebro de Una Persona Con Hiperactividad
1. El contacto físico
La oxitocina desencadena un sistema de recompensas
excepcional cada vez que establecemos contacto físico con
alguien significativo. Es bien sabido que las relaciones sexuales, por
ejemplo aumentan, los niveles de oxitocina. No obstante, también los
abrazos de los amigos o familiares, las caricias de nuestros hijos e
incluso ese achuchón con nuestras mascotas, resulta muy gratificante
para nuestro cerebro.
2. Las palabras de aliento
Cuando alguien nos hace un cumplido, nos anima o nos consuela
nos sentimos bien, encontramos calma y bienestar. Estas palabras
de aliento nos hacen sentir queridos y valorados. A su vez, el acto de
ser nosotros mismos quienes apoyemos a los demás y les infundamos
ánimo y apoyo también revierte en nosotros mismos: también
producimos oxitocina.
Las palabras son una poderosa arma para sentirnos bien y hacer
sentir bien a los demás. Pueden transmitir bondad, compasión y
amor. Nos conectan y erigen un pilar fundamental en nuestras
relaciones sociales.
3. Escuchar a los demás
Escuchar es una forma increíble de aumentar la oxitocina. Todo el
mundo quiere sentirse reconocido. A todos nos gusta saber que somos
comprendidos, aceptados, validados… Es otro componente esencial
en nuestros vínculos cotidianos.
Por ello, nunca está de más recordar el gran poder de la escucha
activa y de esa mirada que atiende, acoge y mira sin juzgar. No
practiques la multitarea cuando alguien requiera tu atención. Ofrécete
a la persona que te está hablando con total apertura; el esfuerzo
siempre vale la pena.
4. Meditación
La meditación relaja cuerpo y mente, permitiéndonos entrar en
calma y equilibrio, reduciendo así el estrés. Esta práctica que
hunde sus raíces en la antigüedad se está arraigando cada vez en
nuestra sociedad. Es más, la práctica psicológica reconoce ya sus
beneficios, siendo el mindfulness un enfoque más que valorado y
aceptado.
En la cultura occidental la palabra meditación viene del
latín meditatĭo que originalmente indicaba un tipo de ejercicio
intelectual. En este sentido, la meditación es un valioso
instrumento para apagar los miedos y liberar oxitocina.
«La meditación y la oración alimentan el alma».
-Og Mandino-
5. Ejercicio
El ejercicio no sólo sirve para mantener el cuerpo sano. Con el
ejercicio y la actividad física aumentan las endorfinas y también la
oxitocina. Además, la sangre se oxigena y llega con mayor impulso y
facilidad al cerebro y a otras partes del cuerpo. La cantidad de
hormonas que se liberan en este proceso es muy positivo.
6. Llorar
«Llorar es un acto saludable y necesario para la salud de nuestro
organismo», dice el doctor Stephen Sideroff, psicólogo clínico de
la Universidad de California, Los Ángeles. El llanto actúa como
liberador de nuestras emociones, disminuye el estrés y el cortisol
y aumenta los niveles de oxitocina.