La Santa PDF
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RESUMEN
La Santa es un cuento que relata la historia de un hombre colombiano llamado Margarito Duarte, un
tipo callado, sin estudios avanzados, pero letrado, que no tuvo una vida muy afortunada. Por su
costumbre de leer, a los dieciocho años consiguió un puesto de escribano en el ayuntamiento de su
ciudad. En esta misma edad, se casó con una mujer muy guapa, que, desafortunadamente, se murió
poco después, justo en el parto de su primera hija. La niña era más bella que la propia madre, sin
embargo, a causa de una fiebre, vino a morirse a los siete años.
La vida de Margarito siguió entonces sin mayores apuros, pero, once años después de la muerte de
su hija, Margarito fue comunicado de que sus parientas, mujer e hija, serían exhumadas a causa de
la construcción de una represa en el cementerio del municipio.
En este momento, Margarito se pone frente al misterio que cundirá por toda su vida, pues, allí,
tumbada en el ataúd, está su hija, con la apariencia de una viviente, como si solamente estuviera
dormida. La niña no demostraba ninguna señal de que era una difunta, con la excepción, claro, de
que sus órganos no más latían y de que su cuerpo carecía de peso. Todo en la muchacha reflejaba
vida, incluso las flores que llevaba presas en las manos.
De ahí en adelante, tras ese suceso, Marguerito se marcha a Roma con el objetivo de que el
Vaticano y el Papa reconozcan la santidad de su amada hija, que la beatifiquen. Sin embargo, estos
intentos, sí, fue más de uno, no tendrán el efecto deseado por el padre, pues, en la historia, se pasan
22 años sin que las autoridades competentes hicieran caso de las solicitaciones del pobre viejo, que,
no obstante, nunca perdió la esperanza de que su niña fuera canonizada.
RESUMEN DE LA OBRA LITERARIA "EL AHOGADO MAS
HERMOSO DEL MUNDO"
La historia comienza con unos niños jugando en la orilla de la playa cuando de pronto se encuentran
con un cuerpo. Jugaron con el muerto toda la tarde. En eso alguien los ve y avisa al pueblo. Los
hombres lo carga hasta la casa cercana y se dan cuanta que pesa más de lo normal. Lo acuestan en el
suelo y ven que era mucho más grande que cualquier hombre, además se percataron que el hombre
no era de la ciudad, pues en ella se conocían todos.
Los hombres para asegurarse que no era de allí salieron a averiguar, mientras las mujeres se
quedaron aseándolo. Mientras lo hacían se daban cuenta de lo que le había sufrido el cadáver, pero
no solo eso, sino notaron que no solo era alto, fuerte y viril, sino que tal hombre no les cabía en la
imaginación. No había en el pueblo cama ni mesa tan grande o tan fuerte que lo aguantara, no había
zapatos, pantalones, camisas que le quedaran; entonces decidieron hacerle la ropa a tal hermoso ser
para así continuar su muerte con dignidad. Sentadas en círculo, contemplándolo, no habían sentido
tantas ansias como aquella noche. Pensaban que si hubiera vivido en el pueblo no había casa tan
grande a la de él, su mujer habría sido la más feliz.
Las mujeres siguieron emergidas en sus fantasías. Las más viejas pensaron que se llamaba Esteban,
mientras las más jóvenes pensaron que se podría llamar Lautaro. Las mujeres que lo habían vestido,
peinado, cortado las uñas y raspado la barba se dieron cuenta lo infeliz que tuvo que ser ese hombre
con tal cuerpo descomunal, que hasta después de muerto estorbaba. Condenado a pasar de medio
lado por las puertas y a permanecer de pie en las visitas para no destrozar ningún mueble debido a
su enorme cuerpo, teniendo así que sufrir todo el tiempo, solo así no pasaría ninguna vergüenza.
Poco después, al amanecer, las mujeres lo contemplaron tan indefenso, muerto, y parecido a sus
esposos que comenzaron a llorar. En eso llegan los hombres con la noticia de que tampoco era de
los pueblos vecinos, las mujeres dijeron
Los hombres pensaron que era cosas de mujeres y lo que deseaban era deshacerse del intruso antes
que saliera el sol bravo. Querían ponerle un ancla en los tobillos para que se sumergiera en las
profundidades oceánicas para que no volviera a la orilla, pero mientas se apresuraban más cosas se
les ocurría a las mujeres para perder tiempo. Tanto fue así que se cansaron y le preguntaron con
qué objeto tanta cosa para un forastero, si como quiera se lo iban a masticar los tiburones. Tanto
alboroto por un muerto al garete dijeron los hombres. Una de las mujeres que, mortificada por tanta
insolencia, le quito el pañuelo de la cara…. No había duda, de que era Esteban. Solo un Esteban en
el mundo, y estaba allí tirado. Basto quitarle el pañuelo para que supieran que estaba avergonzado
de tal tamaño en su cuerpo y tanta hermosura. Hasta los hombres que sentían amarga las minuciosas
noches del mar temiendo que sus mujeres se cansaran de soñar con ellos para soñar con ahogados,
hasta aquellos, se estremecieron al verle el rostro de sinceridad. Fueron por flores para el muerto, y
hubo tantas flores, tanta gente que no se podía caminar.
Fue un dolor inmenso devolverlo a las aguas huérfano y decidieron todos los del pueblo terminar
cm parientes de él. Lo soltaron sin ancla para que volviera cuando quisiera. Se miraron y se dieron
cuenta que jamás volverían a estar completos. Por primera vez sería diferente sus casas iban a tener
puertas anchas, pisos firmes techos altos para que el recuerdo de Esteban anduviera sin tropezar. Se
pintaría la fachada de colores alegres en memoria de Esteba
Una noche en la que volvía a casa completamente embriagado, le pareció que el gato evitaba su
presencia y en un momento de enojo le hiso saltar un ojo con un cortaplumas como arma.
Después arrepintió, pero el gato se quedó sin uno de sus globos oculares. Poco después una mañana
a sangre fría le pasó una soga por el cuello y lo ahorcó en la rama de un albor, pero la noche de ese
mismo día se despertó encontrando la casa envuelta en llamas, y lo único que pudo quedar en pie,
fue un tabique divisorio con la imagen del gato.
Después de un tiempo, su situación fue relativamente normal, tenía casa, mujer y proyectos para el
futuro, hasta un día que encontró un gato con cierto parecido a Plutón, al que llevo a su casa; gato
que llego a odiar por varias de sus similitudes con su antigua preferida mascota.
Un día decidió matarlo, sostuvo en sus manos un hacha, pero las manos de su esposa detuvieron su
trayectoria hacia el pobre animal, pero en un momento de extrema locura y rabia le hundió el hacha
en la cabeza, matando a su mujer.
En el momento de la inspección en el sótano de su casa los policías oyeron sonidos de la pared que
nuestro perturbado personaje había golpeado para hacerle notar a los oficiales (torpemente por
cierto) de que su casa poseía buena estructura, estos procedieron a tumbar la pared en la encontraron
el gato sobre la cabeza del cadáver de su esposa.
El corazón delator resumen
EL CORAZÓN DELATOR EDGAR ALLAN POE RESUMEN El narrador cuenta que es muy
nervioso, y dicen que está loco, no sabe porque se le metió en cabeza, ni que lo había echo pensar
así. Piensa que erasu ojo, parecido al de los buitres, azul pálido, nublado por una catarata, cada vez
que lo miraba se le congelaba la sangre, por eso se fue obsesionado con la idea de matar al viejo.
Fue muy amablecon él, durante toda la semana, en las noches abría lentamente la puerta de la pieza
del anciano, metía la cabeza y una linterna y alumbraba exactamente el ojo del anciano, durante
siete noches a lamisma hora y encontraba el ojo cerrado. No podía concretar su propósito, odiaba
ese ojo, no al viejo, en las mañanas hablaba con él, sin que sospechara que durante todas las noches
a las 12 loespiaba.
inalmente la octava noche, abrió la puerta nuevamente y se sentía ganador, incluso soltó una risa, y
parece que el viejo escuchó, porque se movió en la cama, pero no se retiró, la pieza
estabacompletamente a oscuras, por lo tanto el anciano no podía ver nada, tomó la linterna y un
dedo resbaló sobre la perilla de la puerta, el viejo al escuchar el ruido se sentó en la cama,
preguntando quiénestaba allí, el hombre no se movió durante una hora, y el anciano también se
quedó sentado y quieto.
De pronto un gemido, un lamento, venía de su alma llena de miedo, el hombre ya antes lo
habíasentido en su propio pecho, cuando se llenaba de terror, el viejo sufría, quiso sentir piedad por
él. El terror del viejo iba en aumento trataba de persuadirse que el miedo era infundado, que no
pasabanada, que debía ser un ratón en el entretecho. Se intentó calmar, fue inútil, no podía notar la
presencia del hombre.
después de esperar un rato y ver que el anciano no se movía, encendió lalinterna y lo primero que
ve, fue el ojo del anciano, se llenó de odio, no veía nada más que ese ojo. De pronto empezó a sentir
el tic-tac de un reloj, una vibración débil, era el corazón del viejo...