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    Caperusuta y Las Aves

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    Isaac lluminagua
    Caperucita ayudó a las aves del bosque durante un invierno crudo al darles comida y refugio en su casa. Cuando los aldeanos de una villa vecina amenazaron con atacar su pueblo para robarles las provisiones, Caperucita envió a una paloma con un mensaje de auxilio al rey. Aunque la paloma tardó en regresar, los guardias del rey llegaron justo a tiempo para derrotar a los malhechores antes de que saquearan las casas.

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    Caperusuta y Las Aves

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    Isaac lluminagua
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    Caperucita ayudó a las aves del bosque durante un invierno crudo al darles comida y refugio en su casa. Cuando los aldeanos de una villa vecina amenazaron con atacar su pueblo para robarles las provisiones, Caperucita envió a una paloma con un mensaje de auxilio al rey. Aunque la paloma tardó en regresar, los guardias del rey llegaron justo a tiempo para derrotar a los malhechores antes de que saquearan las casas.

    Descripción original:

    cuento infantil

    Título original

    caperusuta y las aves

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    Caperucita ayudó a las aves del bosque durante un invierno crudo al darles comida y refugio en su casa. Cuando los aldeanos de una villa vecina amenazaron con atacar su pueblo para robarles las provisiones, Caperucita envió a una paloma con un mensaje de auxilio al rey. Aunque la paloma tardó en regresar, los guardias del rey llegaron justo a tiempo para derrotar a los malhechores antes de que saquearan las casas.

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    Caperucita ayudó a las aves del bosque durante un invierno crudo al darles comida y refugio en su casa. Cuando los aldeanos de una villa vecina amenazaron con atacar su pueblo para robarles las provisiones, Caperucita envió a una paloma con un mensaje de auxilio al rey. Aunque la paloma tardó en regresar, los guardias del rey llegaron justo a tiempo para derrotar a los malhechores antes de que saquearan las casas.

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    Cuento de animales: Caperucita y las aves

    Caperucita y las aves

    Hubo una vez en el mundo, un invierno crudo y feroz, que hacía temblar de frío todas las criaturas
    del bosque, en especial los pájaros pequeños. La nieve cubría la tierra, y llenaba de fría escarcha
    las ramas de los árboles. De esta manera, era imposible para las avecillas buscar comida con que
    alimentar a sus crías.

    La hermosa y buena Caperucita, sintió compasión de los pajaritos y comenzó a llenar su ventana
    con granos de arroz. En pocos segundos, la ventana se llenó de estas criaturas, que además,
    buscaban el calor de la casa. Entonces, Caperucita dejó pasar a todas las aves del bosque, quienes
    se refugiaron a los pies de la chimenea.

    Con el tiempo, los alimentos comenzaron a escasear también para los hombres, y la aldea vecina
    decidió atacar el poblado donde vivía Caperucita con el fin de arrebatarle todas sus provisiones.
    “Nos superan en número. Debemos pedir ayuda al Rey” gritó uno de los habitantes, pero otro dijo
    “Es imposible. Los caminos están cubiertos por la nieve”.

    Entonces, la joven Caperucita pidió a la paloma que enviara un mensaje al rey, y la blanca ave
    pareció entender, pues salió a toda velocidad por la ventana. Con el paso de los días, Caperucita
    no recibía noticias de la paloma y para colmo de males, los enemigos habían entrado en el pueblo
    con la intención de saquear cada una de las casas.

    Fue en ese preciso instante, cuando asomó la esperanza, y aparecieron milagrosamente los
    guardias del Rey, propinando una severa golpiza a los malhechores, quienes huyeron a toda prisa
    del lugar. La paloma mensajera llegaba detrás, volando con sus últimas fuerzas hasta caer en las
    manitas tiernas de Caperucita.

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