Caso Brigitte

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CASO BRIGITTE (27 Años)

LA SUSTITUTA DE MI MISMA
UNA ENFERMEDAD DE LA MENTALIDAD

Se trata de una mujer de 27 años que nació en 1949, muy próxima


al final de la segunda guerra mundial.

EL CONTEXTO

La internan el 27 de febrero del 1976 . El día anterior Lacan da la


octava clase del vigésimocuarto de sus Seminarios “L´Insu qui
sait,,,,” y en ella se plantea, de diversos modos, la pregunta sobre
si la practica del psicoanalisis es una estafa, a la vez que nos
transmite su falta de esperanza.

Tras la presentación de Brigitte resulta muy convincente esta


posición de falta de esperanza a la que ha llegado Lacan. Esa
misma impresión la hemos tenido en varias de las presentaciones
de enfermos que hacemos en Madrid con algunas personas cuyo
pronostico es desolador. De hecho, el ultimo paciente que
entrevisté en diciembre nos dejó con ese sentimiento. Ese hombre
de 47 años que no podía hacer prácticamente nada porque
después tenía que lavarse, solo aspiraba a llevar una vida normal,
pero no tenía con qué fabricar algún tipo de suplencia, es decir,
una manera de engancharse a algo. Nada le interesaba
especialmente, nunca tuvo ideales ni siquiera delirantes, la
vacuidad de su pensamiento contrastaba con la presencia
permanente de ese goce pegajoso y sucio que se adhiere a su
cuerpo y no hay manera de sacárselo de encima. Nada en él
tomaba consistencia y su discurso era una sucesión de frases
hechas, lugares comunes, sin ningún orden de enunciación que
diera la prueba de la existencia del sujeto. “creo que iré mejorando
poco a poco” es lo ultimo que pudo decir al despedirse, lo cual nos
dejó desesperanzados respecto a su futuro.

En 1987 (diez años antes de que surgiera el concepto de psicosis


ordinaria) Jacques Alain Miller escribe un articulo titulado
“Enseñanza de la presentación de enfermos” que fue publicado
en el libro “Matemas I”. Precisamente en este articulo toma como
ejemplo paradigmático de “esos locos normales que constituyen
nuestro ambiente” el caso que hoy vamos a comentar y que
llamaremos por el nombre de Brigitte, a condición de añadirle un
sobrenombre que nos da la clave de su posición en la vida “la
interina de si misma”

1999/2000 Miller en su curso “Los usos del lapso” trabaja el


arrebato de Lol V. Stein que de alguna manera completa esta
referencia a las enfermedades de la mentalidad. La protagonista
carece del sentimiento de tener un cuerpo, como Brigitte y necesita
de todo un bricolage muy particular para tener el sentimiento de
continuidad de la vida. También aparece el tema del vestido como
algo crucial. Si tenemos tiempo lo podemos comentar algo de Lol
V. y establecer una diferencia con la histeria de Dora

EL INFORME PREVIO A LA ENTREVISTA

Brigitte llega al hospital Pinel después de una noche en la que


estuvo leyendo sin cesar sobre el tema de la hipnosis. Afirma estar
embrujada o hipnotizada, lo que la convierte en juguete de fuerzas
desconocidas. Se presenta muy expansiva y con pensamiento
confuso y caótico

Es la mayor de siete hermanos. El séptimo murió cuando ella tenia


8 años, pero no es mas que un dato del informe.
Hizo el CAP de taquigrafía, pero comenzó a trabajar como monitora
de niños psicóticos durante ocho meses

El encuentro en un tren con un tal Cristian da lugar a un embarazo


y el 8/ JULIO / 72 tiene un niño (Loie) que después de un dos años
de intentar ocuparse de él, deja a cargo de una nodriza
OCTUBRE 73 inicia una terapia con la señorita MO que dura 10
meses, hasta AGOSTO 74.
En circunstancias desconocidas se produce un internamiento
hospitalario de MAYO a OCTUBRE del 74 por manía persecutoria,
según queda registrado en el informe. Durante el internamiento se
produce la muerte del padre.
JUNIO a DICIEMBRE del 75 internamiento en Caen por manía
atípica (?) La prescriben un tratamiento con Litio y le ponen un
dispositivo intrauterino, supongo que como anticonceptivo.
De vuelta a Paris trabaja en casa de un medico que esta casado
con una mujer que tiene una hija epiléptica.

El padre fue alcoholico y violento.

ENTREVISTA CON LACAN

“Quieren valorarme”, dice nada mas empezar la entrevista


No podemos negar que dice la verdad, en cierto modo es eso lo
que hacemos tras la salida del paciente (recuerden el caso de
aquel hombre que quiso quedarse para escuchar la valoración que
hacíamos de él).
¿Cómo maneja Lacan la situación? No niega la verdad que se
expresa con el significante “valorar” pero introduce una inversión
fundamental: de la posición rebajada de objeto de estudio, la eleva
a la dignidad de un reconocimiento simbólico al valor que ella tiene
como sujeto. “Efectivamente, estoy aquí para que le
reconozcamos su valor”. Consigue de esta manera que ella
cambie de talante e incluso agradece que Lacan se haya tomado la
molestia de venir a escucharla.

A la pregunta con la que se inicia toda presentación, así como toda


primera entrevista, ¿por qué está aquí? ella responde de una
manera que me resulta muy conocida. “Tengo problemas con
mis empleadores” o “no soporto la autoridad, ni las reglas”.
No es de extrañar que esto sea un denominador común en
aquellos casos donde la “insondable decisión del ser” se traduce en
el rechazo a lo que viene del Otro, al significante amo. Pero, en el
caso de BB hay además otro factor que parece más especifico y es
la condición de ser interina de si misma por no tener un lugar en el
mundo

No soporta ser una Empleada temporal destinada a ser sustituida


en los trabajos, reemplazada por cualquiera y en cualquier
momento porque eso redobla su condición de interinidad en la
existencia. En San Cheron dice que encuentra un lugar porque no
sustituía a nadie, pero inmediatamente se contradice y plantea que
estaba tranquila antes de San Cheron. No solo se contradice
constantemente sino que ademas responde a las preguntas de
Lacan derivando sus palabras hacia cualquier lado. Por ejemplo: Lo
importante es la rosa... (canción francesa muy conocida) que la
lleva metonimicamente hasta las bicis, la canción de las bicis, etc.
Es una pura metonimia asociativa sin anclaje y se pierde en
divagaciones estériles.

Lacan trata de centrarla constantemente y para ello entra


directamente al asunto de su hijo: “me gustaría saber cómo tuvo
a su niñito”.Las respuestas que obtiene son evasivas, incluso
llegan a ser muy defensivas, por momentos es Brigitte quien
interpreta a Lacan, “Ud me pregunta por mi hijo, pero esta
pensado en sus propios hijos”. Lacan insiste para saber si es
conocedora de cómo se concibe un hijo o si tiene una teoría
delirante al respecto. No la tiene, sabe que no ha sido el espíritu
santo, tampoco un embarazo histérico, en sus palabras ha sido
algo carnal. No desconoce como se produjo la concepción pero
para ella se trata de un hecho puro y duro “una obra de la carne”
sin ninguna huella de deseo y de amor

La señorita B. no puede con el niño y sabe que no podrá hasta que


deje de estar enferma de la cabeza y consiga tener un buen lugar
en el mundo, un lugar grande y no la pequeñez que tiene ahora.
Por ejemplo “el lugar de una madre que quiere a su hijo” y vivir
entre “gente distinguida” y no gente ordinaria. Gente que es
respetada porque cuenta con un titulo

Lacan da un quiebro a la conversación y le pregunta si alguna vez


se sintió hipnotizada (como aparece en el informe del
internamiento). Ella responde que nunca le había ocurrido algo así
hasta hace poco. Relata, entonces, un episodio extraño, un tanto
maniaco. No necesitaba dormir, ni tenia dolor, estaba en plena
forma, y se puso a leer incansablemente varias noches seguidas,
también escribía. Los libros explican que la hipnosis puede
transmitirse y que después de eso el sujeto se despierta.
Lacan, buscando los antecedentes historicos, le pregunta si acaso
eso repercutió en su pasado y efectivamente, BB reconoce que con
diez años se identifico con una chica que no se parecía a ella. La
niña era guapísima y con cierta maldad la dibujo a ella feísima “fue
el primer amor no correspondido”. ¿Tenemos, acaso, un indice
del sentimiento de amor al otro? Parece que no porque
inmediatamente aclara que la amaba al mismo titulo que amaba a
su muñeca o a los gatos, pero no ama a los padres porque nunca
le dieron cariño.

No continúa con el tema de los padres sino que pasa a describir su


errancia en una época en que hacia auto stop y cuenta como
conoció de este modo a un tal Robert (Jacques) y también a
Cristian, el padre de su hijo.

Cuando afirma “Soy incapaz de amar” Lacan la responde


llamándola “cielito”. Este significante provoca en ella una fuerte
risa y lo asocia a otros dos significantes por oposición: guarra y
puta. Pero, como no es la asociación propia de una histeria que la
lleva a descubrir el deseo inconsciente de carácter sexual. B realiza
una asociación estéril que no lleva a ninguna parte, salvo a una
metonimia en la que un termino se define mediante el que le suele
acompañar: de puta pasa a chulo y de chulo a puta.

¿De qué se trata en este aparente juego de palabras? Se trata de


hacer payasadas durante la entrevista, como un personaje de
guiñol. Lacan propone el significante “pavonearse”, que es el
modo en que ella cree lograr que los otros reconozcan su valor.
Aquí Lacan se pone serio e intenta frenar su teatrillo planteándole
que las cosas que hace, sus payasadas, son mas bien propias de
la enfermedad mental. Como vemos, Lacan no se anda por las
ramas cuando tiene que cortar el goce del paciente.

Después de eso intenta, nuevamente, centrarla y para ello la


interroga directamente sobre el sindrome de influencia. Brigitte se
escabulle una vez mas pero acaba reconociendo la influencia de la
Sta Olivenes quien la comparó con una de las niñas a las que
cuidaba. Una niña que tenia cara de enferma mental. Entonces, se
sale del interrogatorio y se mete directamente con un medico que
está en la sala y que, a su parecer, tiene cara de enfermo mental.
La señorita O. manipulaba a todo el mundo, pero, sobre todo, no le
quería pagar la comida. Es curioso este asunto de la comida
porque la lleva en su deriva metonimia a la madre. Una madre que
le servia animales, en la nota a pie de pagina aclara que se trata de
“un símbolo de la naturaleza humana en la que unos animales se
comen a los otros”, pero no se muy bien de dónde sacan esta
interpretación. Después dirá que el niño la enfadaba porque no
quería comer como ella quería. En todo caso este asunto de la
comida permanecerá muy opaco y no abre una linea que nos
conduzca al objeto de la pulsión.

Ademas de la Sta O. hay otra persona que le hace daño: Marie


Aline

En este punto de la entrevista surge algo fundamental: la


necesidad de buscar un referente con el cual identificarse: “yo me
imaginé que me parecía a ella. Lo que buscaba con eso era
parecerme a alguien. Es condición de vida. Por eso indago en
sus vidas, quiero llevar sus vidas, llevo la vida del otro, eso es
lo que busco”

Estamos ante la manifestación de una verdadera falta de


personalidad. Si entendemos la personalidad como la paranoia,
podríamos derivar que sus difusos sentimientos persecutorios no
son el indice de una paranoia. No hay la mas mínima densidad del
yo, es como una cascara vacía que necesita desesperadamente
encontrar un referente en el otro imaginario. Como ella misma dice
“es condición de vida”. A falta del sentimiento de tener una vida
propia necesita apropiarse de la vida que reflejan los otros. Es a
esta vacuidad a lo que Lacan denomina “mentalidad”

Ella vive en un mundo de falsos semblantes, rodeada de falsos


enfermos, de falsos doctores. “Me gustaría vivir como un
vestido, si yo fuera anónima podriá elegir el vestido en el que
pienso... Soy un poco un teatro de marionetas” “representar la
vida de todos los días, habría querido representar la blusa que
una plancha”. Es la pura falta de consistencia en la que el
imaginario, al no tener el peso de lo real, se evapora sin llegar a
cristalizar en un yo.

Lee a J. P. Sartre, también a Simone de Beauvoir, pero no se


queda con las ideas que transmiten sino únicamente con algunas
palabras que la emocionan. Ejemplo: “cuidados maternales”. Esos
cuidados que ella no pudo dar a su hijo.

¿Dónde queda el amor? Lacan indaga y B. suelta la prenda del


amor a la comadrona que la atendió en el embarazo y el parto. Un
amor mayor que el amor al hijo mismo. Interesante derivación
donde la comadrona actúa como el recurso a un imaginario con el
que intenta anudar real y simbólico. A fin de cuentas la comadrona
es una figura materna. Más aun, es una experta en cuidados
maternales.
El amor a los hombres solo le trae decepciones, dice, aunque esta
afirmación no va acompañada de ningún afecto. Había conocido
varios hombres pero ninguno adquirió la más mínima consistencia
para ella, ningún objeto capta la libido de Brigitte. No hay amor
hacia el otro, tampoco se ha sentido amada y, sobre todo, no hay
amor propio. En el lugar de la falta de lazo con el objeto B es como
una hoja al viento, “es algo que flota” porque el semblante se
encuentra desconcertado de lo real (lo veremos después)

“Preferiría vivir colgada, como un vestido” dice ella. “No sé


dónde estoy. Estoy en todos lados” “invento palabras”
El señor Gato ha sonreído. Los machos me perseguían. Hay un
gato gordo que me perseguía. Gato, ratón….. perseguidor y
perseguido se hacen reversibles en un confuso juego de
personajes. Ella misma es ese personaje convertido en payaso,
con sus amores fracasados, su impotencia, su desesperación. “El
payaso que piensa, el payaso que llora, los payasos que tienen
hambre, que tienen miedo·
Cuando los semblantes (mixto de I +S) no tienen el peso de lo real
todo son reflejos, juegos de apariencias, falsas apariencias que
fluctúan de un extremo al otro sin fijarse en ningún punto. Se dice
enferma pero no sabe que lo está. No hay subjetivación alguna
sino un hacer como hacen los otros. La película de Woody Allen
titulada “Zelig” “nos presenta a un hombre que poseía una
capacidad camaleonica de trasformar su apariencia en función de
las personas y el medio que lo rodeaba… Podría decirse que lo
que da la clave de la estructura intima del fenómeno elemental en
estos casos es que, en ellos lo forcluido de lo simbólico retorna …
en lo imaginario”1 Esta variación tan notable de los semblantes da
lugar a presentaciones distintas como algunas personalidades
múltiples, pero también cuadros de despersonalizacion, confusión
etc

Ella misma ingresa porque la persiguen, la gente le hace signos, ve


a una chica con su chaleco que adopta su identidad
Lacan se agarra a este asunto del chaleco y no suelta su presa, el
interrogatorio al que la somete es casi policial porque esta tratando
de pescar el punto de persecución y la certeza. Pero no hay la
certeza de lo que Miller plantea como las enfermedades del Otro,
por oposición a las enfermedades de la mentalidad

Y qué es lo que mas le pesa del pasado (Lacan busca el peso de


lo real sin encontrarlo)
La forma en la que murió el padre de un infarto en el que ella tuvo
alguna culpa, pero de eso no supimos más.

Brigitte se cansa y Lacan va finalizando la entrevista con la


pregunta de rigor: ¿Qué desearía al salir de aquí?
Estar como antes cuando trabajaba. Pero, cuál es su oficio? qué le
gustaría hacer?
Vale la pena citar la respuesta de B: “Mi cometido, para lo que
estudie, es para encontrar un lugar en la sociedad….los
mundos imaginarios….soy papeles, los tiro, los rechazo, los
acumulo… he trabajado en cualquier sitio, en ninguna parte…
Ninguna referencia y sin embargo, hace diez años que trabajo.

COMENTARIO DE LACAN

“Es muy difícil pensar los límites de la enfermedad mental. Esta


persona no tiene la menor idea del cuerpo que tiene que meter
1 F Schejtman. “Philip Dick con Jacques Lacan. Clinica psicoanalitica como ciencia ficción” pagina 89 y 90
bajo ese vestido, no hay nadie para habitar la vestimenta. Ilustra
lo que llamo el semblante. Nadie logró hacerla cristalizar. No es
una enfermedad mental seria, una de esas formas
identificables, que se encuentran a menudo. Lo que dice no
tiene articulación, velar por la readaptación me parece utópico
y fútil…Se puede llamar a eso - ¿por qué no? - una “parafrenia
imaginativa”… Es el ejemplo de la enfermedad mental, la
excelencia de la enfermedad mental… No es una grave
enfermedad .. Puede salirse bien. Ella forma parte de esos locos
normales que constituyen nuestro ambiente”.

Hay que aclarar que cuando Lacan plantea la psicosis en términos


de normalidad no guarda relación alguna con la idealización de la
misma que llego a hacer el movimiento de la anti psiquiatría para
quienes el normal y lucido es el loco. La normalidad en Lacan se
refiere a la condición del ser hablante que sufre por estar carcomido
por el lenguaje (Miller). Es a este hecho de estructura que Lacan le
llama mentalidad. Todos tenemos una mentalidad. El hipnotismo,
desde esta perspectiva, es el efecto de sugestión inherente a la
palabra y si no todos nos sentimos hipnotizados es porque
disponemos de la pantalla del fantasma y de la constitución de un yo
que se cree dueño de si mismo

Según nos dice Miller en su comentario, lo excelente del caso es que


nos muestra con nitidez que su ser es puro semblante, sus
identificaciones no se precipitaron en un yo, por tanto, no hay
ninguna persona. Sobre todo, bajo el vestido no hay un cuerpo

Cita de Miller “Y estaba allí hipómana, imaginario extraviado sin


yo, espejo enganchado en todas partes, pero captado por nada,
pura mentalidad desvergonzada. No hay significante amo y , a
la vez nada que venga a darle el lastre de alguna sustancia, no
hay objeto a que llene su paréntesis (singular sustancia
lacaniana hecha de falta, pero la falta que se vuelve a encontrar
constante da la persona de un sujeto la ilusión de su síntesis y
la valoriza”

Miller, siguiendo a Lacan establece una distinción entre las


enfermedades de la mentalidad y las enfermedades del Otro. Las
primeras son las enfermedades de "los seres que se acercan al
puro semblante” En cuanto a las enfermedades del Otro Miller toma
el ejemplo de otra presentación de enfermos realizada por Lacan. En
esta ocasión se trata de un hombre de 52 años que no presenta la
menor flotación sino, por el contrario, él sabe claramente lo que es:
una porquería. Siempre tuvo que vérselas con figuras de un Otro
perfecto frente al cual el tiene la certeza insoslayable de ser una
porquería. Pero ese ser de porqueriza le da una fuerte consistencia,
lo que no le libra de los intentos de suicidio.

La enfermedad mental es seria cuando el sujeto tiene una certeza,


es la enfermedad del Otro no tachado. La enfermedad de la
mentalidad no es seria, ni toma la palabra en serio porque la
dimensión misma del Otro esta en deficit” Esto se ve claramente con
B. que se burla de todos los Otros que la tratan, desde los doctores
hasta el propio Lacan que, a la sazón, sabe que es una personalidad
relevante. ¿Qué tipo de transferencia puede, entonces, establecer?

Fabian Schejtman plantea la pura mentalidad como un semblante


que “no se anuda con nada real, puro parecer o para-ser -para
utilizar un neologismo de Lacan que acentúa el prefijo para,
que significa “al margen de”, “junto a” o “contra”, a la vez que
juega con el efecto de parecer propio del semblante. Un
vestido sin cuerpo que se desliza al margen del poco de ser al
que puede pretender acceder el ser hablante, un ser de real”

Su hijo podría salvarla, dice la buena voluntad de quienes están


tratándola y Lacan, que conoce mejor los limites de esta enfermedad
de la mentalidad, les disuade para que no insistan por ese lado pues
B. es como una hoja al viento, no puede ni con ella misma, menos
aun puede hacerse cargo de su hijo. Tiene que ocuparse primero de
que la valoren. Esa es la orientación que Lacan les deja respecto
hacia dónde no deben empujar a su paciente.

Al mismo tiempo Lacan nos deja una lección de psicopatología


muy interesante que ha dado lugar a numerosos comentarios sobre
este caso. Por una parte inventa un diagnostico en el momento ,
pero a la vez se inspira en la buena psiquiatría de figuras como
Kraepelin que ya habían descrito cuadros muy curiosos, distintos
de las grandes psicosis y a los que le da el nombre de parafrenía.
Brigitte entraría en la categoría de “parafrenia imaginativa”

Pero es Carlos Pereyra, psiquiatra argentino, quien en 1945


examina con maestría la categoría propuesta por Kraepelin,
avanzando en la vía del real del síntoma en la parafrenia: “la
afección aqueja con preferencia al sexo femenino entre las
edades de treinta y cincuenta años, es de marcha crónica,
incurable y a pesar de que el absurdo y la fantasía se acentúan con
el curso del tiempo, no se presenta una verdadera destrucción de
la personalidad (5, 52)”. Define al sujeto parafrénico como la
primera víctima de su imaginación. Pone entonces el acento en la
incoherencia de su decir, en el que falta el pensamiento
fundamental (5, 84): “Dentro del delirio, las relaciones entre las
cosas y las afirmaciones de estas relaciones escapan a toda
posibilidad crítica. Los principios causales y las secuelas lógicas,
incorporadas al conocimiento y afianzadas por la experiencia,
pierden en absoluto su invulnerabilidad y son sustituidas por
sorprendentes improvisaciones (5, 88)”. Las nuevas ideas
surgidas no se hilvanan con las anteriores, lo que les da un
franco carácter polimorfo.

Pereyra señala por un lado la proximidad del cuadro con la manía:


“La característica general del delirio se asemeja a las ocurrencias
delirantes de los maníacos, con los que, por otra parte, se
confunden, por las alternativas eufóricas e irritables del carácter y
su incansable actividad, señalándose la diferencia por la evolución
y la mayor fijeza de las ideas (5, 52).” Por otro lado opone la
iniciativa, curiosidad, movilidad y fluidez del pensamiento
parafrénico al automatismo, la apatía y rigidez del
esquizofrénico. También la distingue de la paranoia por lo
absurdo de las ideas que sustentan, aproximando el cuadro
ocasionalmente a los estados místicos cuando la condensación y
concentración de representaciones lleva a un estado de
arrobamiento (5, 73).

Seminario RSI (1974/75) Lacan desplaza la neurosis del lugar


privilegiado que ocupaba antes para convertirla en una modalidad,
entre otras, de anudamiento. Después de Aun, Lacan va dejando de
emplear el termino neurosis después de Aun a favor de síntoma
edipico.

F. Schejtman localiza el lapsus de la cadena en uno de los puntos


entre imaginario y simbólico que deja suelto a lo real al mismo
tiempo que interpenetrados imaginario y simbolico. Ello comporta
una prevalencia del semblante (I y S) sin el soporte de lo real.
Diferencia de la parafrenia con las otras formas no borroneas
(Psicoticas) del encadenamiento
1. Esquizofrenia: S y R se interpenetran dejando suelto lo I
2. Paranoia: Los tres registros se ponen en continuidad
3. La mania/ Melancolia: I y R quedan interpenetrados mientras
que lo S se escapa
4. Parafrenia: I y S interpenetrados, se suelta lo

DIFERENCIA ENTRE BRIGUITE O LOV V STEIN Y DORA

Semejanzas: la blancura de la Sra K para Dora versus el vestido de


la otra mujer para Love V.

¿A qué lugar van a parar en la estructura en cada caso? ¿Cuál es


la función que cumple?

Histeria - fascinación por el cuerpo de otra mujer que esta en el


lugar de la pregunta sobre qué es ser una mujer? mas allá de los
efectos que la mujer pueda producir en el hombre. Su estructura
esta hecha de cuatro lugares. Dora repara al padre impotente

Lol V. - se sostiene en tres patas, es un taburete que cojea


arrobamiento = toma el cuerpo de la otra para tener el sentimiento
de tener un cuerpo no para formularse pregunta alguna. La clinica
del arrebato donde el sentimiento de la vida está roto, no se
sostiene la continuidad del yo. Ella pudo llevar una vida
absolutamente normal durante diez años después del episodio
inicial del arrebato en la escena del baile. Normal, es decir, vacía.
Puro ordenamiento de la casa sin alma

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