Leyendad Urbanas

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Cocodrilos en las alcantarillas?

¿La autoestopista que desaparece


al tomar la curva? ¿La canguro que estaba tan ciega que metió al
gato en el microondas? No, en realidad nada de eso le ha sucedido
al vecino de la hermana de un amigo tuyo, y probablemente
tampoco le haya pasado nunca a nadie. Son leyendas urbanas.
Cuentos y creencias populares que, pese a contener elementos
sobrenaturales o inverosímiles, se presentan como hechos reales.
Se transmiten por tradición oral, de boca en boca, y van
embelleciéndose con cada nueva versión, creando un folclore
contemporáneo. Se ceban en la superstición y en el morbo, y casi
siempre tienen cierta moralina, "si haces tal –o si no lo haces–, te
pasará esto…". He aquí 10 tan terroríficas como universales:

La autoestopista fantasma

Lleva circulando siglos, adaptándose a los distintos medios de


transporte. Consiste básicamente en que una mujer hace autostop
al borde de una carretera: Un coche se detiene y se sube a la parte
de atrás. Al llegar a una peligrosa curva, la autoestopista advierte
del peligro. Cuando el vehículo ha rebasado la curva, la mujer ha
desaparecido misteriosamente. Luego, el conductor, o conductor y
copiloto, se entera de que en ese punto murió trágicamente una
mujer. En algunas versiones, la pasajera no avisa del peligro y el
coche sufre un accidente y mueren conductor o pasajeros, aunque
siempre queda algún superviviente, claro, para poder contar la
historia. En nuestro país la fatídica curva se ubica en el puerto de
la Cruz Verde, un paso de montaña de la sierra de Guadarrama, y
se dice que hay otra curva con su fantasma en el puerto de
Galapagar.

También hay variaciones en las que el autoestopista es un padre


angustiado que tiene que llegar como sea al lecho de su hijo
moribundo. O ancianas siniestras que anuncian el fin del mundo.
A veces es una novia vestida de blanco que murió el día de su
boda. Vamos, que hay versiones para todos los gustos.

Hace unos años, se hizo viral un vídeo de apariencia casero que


espantó a medio Portugal. Estaba rodado desde dentro de un
coche en el que viajaban tres amigos. El vehículo recogía en mitad
de la noche a una joven, Teresa Fidalgo, y sufre un accidente.
Según los créditos murieron los tres amigos. En realidad era un
fragmento del vídeo A Curva que su director, David Rebordão,
quiso promocionar por internet. Causó furor en redes sociales,
muchos creyeron que era real. Fue tal la conmoción que el director
tuvo que aclarar la situación.

Ya sea por venganza, o por advertir de un peligro, en la ciudad o


en entornos rurales, la dama de blanco siempre visita de noche.
Westend61

La dama de blanco

Es una leyenda parecida a la anterior, y también está extendida


por todo el mundo. En ella, una mujer vestida de blanco aparece
durante un breve periodo de tiempo en alguna zona rural. Su
historia suele estar relacionada con alguna tragedia de carácter
local. Son mujeres que han perdido a hijos, maridos o han sido
víctimas de una traición y su espíritu vaga sin descanso clamando
venganza.

En el medievo, cuando esta fantasmagórica figura aparecía


significaba que alguien cercano, de la familia o del vecindario, iba
a morir. En la tradición inglesa, la Dama de Blanco custodiaba un
tesoro, pero murió repentinamente, antes de que pudiera revelarle
a nadie dónde se hallaba escondido. Cuentan que en el siglo XIX
la dama blanca se apareció hasta tres veces al hijo de los dueños
del castillo de Blenkinsopp en Northumbria, pero es cierto que en
esa parte de Inglaterra todos los castillos tienen sus leyendas de
fantasmas. La dama Blanca en Gales también guarda un tesoro.
Cuando un hombre tuvo el valor de acercarse a ella, le
recompensó con la mitad. En su avaricia, él se lo llevó todo, pero
la Dama de Blanco reaccionó, y con sus poderes sobrenaturales,
mató al codicioso abusón.

La Casa de las Siete Chimeneas, en pleno centro de Madrid, está


encantada y por las noche se pasea por el tejado el fantasma de
Elena.
Luis García

En la capital madrileña también hay una dama de blanco que,


noctámbula y sin asomo de vértigo, se pasea de noche por el techo
de la casa de las Siete Chimeneas en la Plaza del Rey. Se trata de
Elena, hija de un montero de Felipe II y supuesta amante del rey
que pereció en extrañas circunstancias y que, según varios
testigos, sigue deambulando por la villa y corte. Pero por las
alturas.
En 1996 se extendió la leyenda de que escuchar la música del
Pueblo Lavanda del videojuego de Pokémon incitaba a los
menores al suicidio.
anucha sirivisansuwan

Los suicidios de Pokémon

En marzo de 1996, tras el lanzamiento de Pokémon Rojo y Verde


1.0, en Japón se dieron 104 suicidios de niños entre 10 y 15 años.
Algunos se ahorcaron, otros se arrojaron al vacío desde altos
edificios, los hubo que se cortaron las venas. ¿Qué tenían todos en
común? Todos ellos, según sus padres, estaban enganchados al
juego. Se desencadenó el rumor de que escuchar la música del
Pueblo Lavanda incitaba a los menores al suicidio. Según esta
leyenda urbana, ritmos binaurales de tono alto afectaban al
cerebro de los niños, aunque, como sucede con el test del
mosquito, los adultos eran inmunes a esa frecuencia. Alguien se
inventó una enfermedad, "el Síndrome del Pueblo Lavanda", que
inducía a los niños al suicidio. La leyenda se disparó por las redes,
amenizada con todo tipo de especulaciones, como el peligro
inminente de los cartuchos de juego que todavía circulaban por el
mundo, responsables directos de las muertes. Se habló mucho del
suicidio de uno de los programadores, Chiro Miura, y del macabro
legado que dejó.

El problema de los suicidios juveniles en Japón poco tiene que ver


con los videojuegos y mucho con las gran presión que sufren los
adolescentes: el temor al fracaso escolar es tan acuciante que la
angustia juvenil que se da en cualquier cultura se convierte aquí
en obsesión y terror.
La canguro, según la leyenda urbana de turno, a veces es víctima,
a veces, verdugo.
Westend61

La llamada viene de dentro de la casa

En general esta es la historia: una canguro se encuentra en una


casa, cuidando a unos niños que duermen plácidamente desde
hace horas. Empieza a recibir llamadas amenazantes que en
realidad vienen de dentro de la casa. Cuando va a comprobar
cómo están los pequeños, se encuentra con que han sido
asesinados. Luego suele ser ella la que muere.

A veces lo que sucede es que la canguro está tan colocada de


marihuana (o lo que sea) que cuando le entra hambre mete al
bebé de la casa en el microondas, o alguna barbaridad similar. Ya
he dicho que con cada nueva versión la leyenda se hace aún más
monstruosa y disparatada.

La moraleja es clara: "Mujeres, proteged a vuestros hijos". Hay


variaciones de esta historia en todas partes, desde Scream hasta
los clásicos, como Otra vuelta de tuerca de Henry James. Con los
avances de la tecnología en telefonía móvil, se espera que la
historia devenga en horror basado en wasap o en asesinos que
utilizan Tinder para localizar a sus víctimas.
Qué gran clásico, tras una noche loca, te despiertas con una resaca
de campeonato y un riñón de menos.
pastorscott

Atraco a un riñón

Este relato también tienen infinidad de variantes, pero el principio


es el mismo: un hombre se deja seducir por una mujer hermosa –
o tiene sexo con una meretriz–. A la mañana siguiente, se
despierta sin recuerdo alguno de la noche anterior, y descubre una
sospechosa cicatriz a la altura del riñón, víscera que estará
entonces a merced del mejor postor el mercado negro. La
moraleja no puede ser más clara, ¿verdad? A veces en lugar de
despertarse sin un riñón se despierta con un mensaje:
"Bienvenido al club del sida". Y casi siempre ha desaparecido
también la cartera, con su documentación y dinero.

Esta leyenda del tráfico de órganos en ocasiones se da sin ni


siquiera intercambio carnal. Hubo una época en que se decía que
perdías un riñón si te atrevías a acceder al probador de según qué
tiendas, y no por el precio de la ropa, sino que lo del riñón era
literal. Alguien te contaba de alguien que había entrando en una
tienda y su pareja, al ver que no salía, se asoma y le dicen que allí
no hay nadie. El

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