Poesía Lolita Lebron
Poesía Lolita Lebron
Poesía Lolita Lebron
POESÍA CÓSMICA DE
LOLITA LEBRÓN
VII
ción de las mismas son conocidas y expresadas y apren-
didas por la opinión verdadera.
VIII
Algunos investigadores, como el médico-criminólogo
César Lombroso y el médico-autor húngaro Max
Nordau , han estudiado el estro considerándolo una
forma de demencia o degeneración; en su discutido
trabajo en dos tomos titulado Degeneración (1892), el
doctor Nordau establecía un nexo entre la degeneración
y el genio creador.
(...)
Durante el apogeo del psicoanálisis freudiano, el doctor
Wilhelm Stekel en su obra Poesía y neurosis , publica-
da en 1923, conceptuó que el poeta no era un psicótico
sino un neurótico que a través de la poesía va liberando
sus inhibiciones. Según él, las cartas y autobiografias de
muchos poetas románticos revelan el odio que sentían
hacia el padre y amor hacia la madre. Destacó, además
la homosexualidad de muchos poetas, sobre todo entre
los clásicos griegos, amén de los que tratan de incesto,
de amor y odio entre hermanos y de las alucinaciones.
El propio Sigmund Freud consideró al "artista"
(inclusive el poeta) como un ser que vive de espaldas a
la realidad, dando rienda suelta a sus deseos en un
mundo de fantasía.
Carl Gustav Jung buscó el origen de los arquetipos
simbólicos de las grandes obras poéticas en el incons-
ciente colectivo. Muchos médicos y filósofos han
advertido la facultad de los poetas para encontrar las
profundas verdades humanas. Karl Jaspers subraya el
hecho de que sólo a través de un largo estudio de los
grandes poetas puede el psicólogo llegar a poseer la
IX
intuición e imaginación que le permitan comprender la
mente humana, sana y enferma.
En estudios recientes se vincula al poeta con el lector,
el subconsciente con el preconsciente, a través de un
complicado mecanismo de comunicación emocional; se
considera la fuente de inspiración del poeta como un
proceso mental primario infraconsciente, de donde
brotan símbolos plenos de significado . El doctor
Ernest Kris en sus Exploraciones psicoanalíticas del
arte (1952) formula esta teoría: "Cuando el nivel
psíquico se acerca al proceso primario... acuden a la
mente palabras , fantasías e imágenes porque llevan
una carga emocional; este proceso primario posee en
grado sumo la propensión a abarcar con un solo símbo-
lo múltiples referencias, logrando así satisfacer a la vez
varias necesidades afectivas. Los sueños son el mejor
ejemplo de este proceso, pero también puede descubrir-
se en la producción poética".
La gama de significados que encierran las palabras e
imágenes explica la oscuridad de muchas obras maestras
de la poesía; éste es uno de sus valores especiales, tanto
para el poeta como para el lector, ya que de su propia
ambigüedad surge el potencial emotivo del símbolo y su
capacidad de satisfacer las diferentes necesidades
emocionales . Debido a esta ambigüedad, el lector puede
hacer su propia interpretación. Además, este proceso no
ocurre en el primer plano de la conciencia, sino en la
preconciencia.
X
Los artificios poéticos contribuyen a aumentar el
valor de las ambigüedades: el metro, la rima y la
construcción poética modifican el lenguaje corriente
dándole nuevos significados y creando problemas de
interpretación y de recreación por parte del lector. La
metáfora es en sí un artificio de los procesos primarios:
característica de los sueños es la tendencia de equiparar
imágenes, sobre todo las que suscitan reacciones emo-
cionales similares y que escapan a la mente despierta,
preocupada con los problemas prácticos de la vida. La
metáfora sirve a los procesos psíquicos comunes al arte
y al sueño con la multiplicidad de sus ambigüedades y,
al mismo tiempo, porque también representa la integra-
ción de dispersos y dispares elementos en una sola
imagen.
El poeta ejerce cierto grado de dominio consciente
sobre las imágenes que acuden del subconsciente;
con poco dominio, su poema puede resultar incompren-
sible; con mucho, corre el peligro de intelectualizarlo.
Las normas poéticas son tan sutiles que eluden el
análisis intelectual.
XI
pasar; estas ligeras y ardientes hijas de la sensación
duermen allí agrupadas en el fondo de mi memoria hasta
el instante en que, puro, tranquilo, sereno y revestido,
por decirlo así, de un poder sobrenatural, mi espíritu
las evoca, y tienden sus alas transparentes, que bullen
con un zumbido extraño, y cruzan otra vez a mis ojos
como en una visión luminosa y magnífica.
Entonces no siento ya con los nervios que se agitan,
con el pecho que se oprime, con la parte orgánica y
material que se conmueve al rudo choque de las sensa-
ciones producidas por la pasión y los afectos; siento, sí,
pero de una manera que puede llamarse artificial;
escribo como el que copia de una página ya escrita;
dibujo como el pintor que reproduce el paisaje que se
dilata ante sus ojos y se pierde entre la bruma de los
horizontes. Todo el mundo siente. Sólo a algunos seres
les es dado el guardar como un tesoro la memoria viva
de lo que han sentido . Yo creo que estos son los
poetas. Es más: creo que únicamente por esto lo son.
XII
enmiendas, me ha asombrado a mí misma, me está
dando la convicción de cómo es absoluta y determinante
la voluntad divina en todo proceso creador de la mente
humana... Soy demasiado católica para ejercitarme en
las llamadas "ciencias ocultas", pero puedo asegurar que
he experimentado el mandato de poderes invisibles
que me han dictado -así, dictado- mis últimos
poemas a través de un estado -gracia que nada tiene
que ver con el éxtasis de los místicos . Es como si de
pronto una fuerza desconocida nos tomase enteros
hasta que el poema es una realidad totalmente lograda.
Esto me hace más humildemente consciente del valor y
la potencia de las fuerzas mentales y espirituales del
hombre, servidoras de otras superiores que nos vienen
de la fuente universal , que es Dios quien nos mide y
dirige las obras determinadas por su omnipotente
voluntad. Quizá corro un gran riesgo de ingenuidad al
hacer en voz alta estas confesiones. Pero yo sé que
muchos de los poetas presentes descubrirán tal vez en
este momento que a ellos les ha pasado lo mismo y que
Dios está en el poema como está en el viento y en el
mar. La inspiración es su voluntad y mandato determi-
nantes.
XIII
paleocortex cerebral, o del intelecto universal a través de
sus sentidos.
XIV
La poesía es el sentimiento; pero el sentimiento no
es más que un efecto, y todos los efectos proceden de
una causa más o menos conocida. ¿Cuál lo será? ¿Cuál
podrá serlo de este divino arranque de entusiasmo, de
esta vaga y melancólica aspiración del alma, que se
traduce al lenguaje de los hombres por medio de sus
más suaves armonías sino el amor?
Sí; el amor es el manantial perenne de toda poesía,
el origen fecundo de todo lo grande, el principio eterno
de todo lo bello; y digo el amor porque la religión,
nuestra religión sobre todo, es un amor también, es el
amor más puro, más hermoso, el único infinito que se
conoce, y sólo a estos dos astros de la inteligencia
puede volverse el hombre cuando desea luz que alum-
bre en su camino, inspiración que fecundice su vena
estéril y fatigada.
¡Tal es la inspiración!
XV
Luego surge el protoidioma dictado por la voz:
XVI
Yo atrueno en el torrente,
y silbo en la centella,
y ciego en el relámpago,
y rujo en la tormenta.
XVII
Yo, en las cavernas cóncavas,
do el sol nunca penetra
mezclándome a los gnomos,
contemplo sus riquezas.
Yo sé de esas regiones
a do un rumor no llega,
y donde informes astros
de vida un soplo esperan.
Yo soy el invisible
anillo que sujeta
el mundo de la forma
al mundo de la idea.
XVIII
Yo, en fin, soy ese espíritu,
desconocida esencia,
perfume misterioso,
de que es vaso el poeta.
responde Naborí:
Yo sé que es la inspiración
influencia espiritual,
fuerza sobrenatural
que somete al corazón.
La produce una emoción
una estrella , una laguna,
una lágrima de luna,
un ave, un mirto, una palma:
es, en conclusión, el alma.
¡y tú no tienes ninguna!
XIX
También habló la voz cósmica a través de Lolita Lebrón:
XX
I
FUEGO
VIVE LA NACIÓN
¡Palante va el escuadrón!
¡Ya mi Nación es dichosa!
¡Oh, qué LUZ Y RESPLANDOR
de Borinquen renacida!
¡Libre! ¡Soberana! ¡Límpida!
¡En la LLAMA de su amor!
3
OYE MI VOZ QUE A TI CLAMA
De Sándalo en la celda
4
EL MAESTRO
No se turba mi mente.
Se crece siempre en tu timón mi ala.
No turba la agonía
ni el inmenso camino de tus huertos,
la pared.
Aquí vivo
trascendida en el orto de tu FUEGO.
CHISPA de tu pasión, ala y ESPADA
de tu potente brazo.
No se trunca
el alto césped que de ti levanta.
Ni el lirio de tu frente aquí en mi SENO
tiembla en el HURACÁN de las cadenas.
Bravo el suspiro , de mi pecho exhala
el valor inmortal de tus hazañas.
De Sándalo en la celda
5
AL MAESTRO
De Sándalo en la celda
6
FUGA
Amaneces serenito
encapullado de rosas
7
florecidas de tu abril.
¡Oh, los RAYOS de tu aurora
pulsándome en tu reír!
¡Oh, jugueteo de vida
y sombra que soy de ti!
De Sándalo en la celda
8
SOY TUYA, LUMINOSO
Tú vertiste en mi PECHO
EL NÉCTAR de tu arrullo;
nardo sutil pusiste
en mi fardo tan crudo.
De Sándalo en la celda
9
MIRADA LA TUYA
De Sándalo en la celda
10
YO HE VISTO TUS MIRADAS
Yo sé de tus tragedias.
Sé que sufres en la placidez del llanto;
entre tus cirios HERIDOS
por los filos del odio...
entre los tristes CARDOS.
¡Gracias,
porque me llenas
de esperanza la vida
en tu lágrima límpida!
De Sándalo en la celda
11
DÉJAME QUE LLEGUE A TI
12
Déjame fluírme en tu LUZ.
Ser como el VIENTO que fluye de tu ser;
y así, en el fresco de tu fluidez divina
darte el beso,
perfecto de mi ser.
De Sándalo en la celda
13
VEN
De Sándalo en la celda
14
UNA POESÍA
De Sándalo en la celda
15
PERENNE VIDA
Perenne vida
IRRADIANDO la oración del mundo
en el arca de tu piedad.
¡Y voy al cielo
en tu entrega de LUZ!
De Sándalo en la celda
16
DECIDME LA VERDAD
De Sándalo en la celda
17
A CHÉ GUEVARA
Y coronó la gloria
con su mano RADIOSA.
18
8
Te llamo en su martirio,
el ASCUA del verdugo
que asesinó su cuerpo
de pétalo tan límpido.
19
11
¡Te llamo
enamorada
del soberano vuelo!
¡En su FUEGO
florezco!
¡Como un RÍO
se desborda
mi palpitar!
¡Y siento
tu cáliz
en mi LABIO!
¡Desbordante!
¡En DESTELLO!
De Grito primoroso
20
21
¡Te llamo
en el latido
de héroe
y LLAMARADA!
En el divino RAYO
del mártir que se escapa
tras fundir la azucena
de su LIRIO EN LA LLAMA.
Te llamo en AGUACEROS
desgranando en tu techo
el mensaje profético...
y en la Revelación
que guarda
"El gran secreto".
De Grito primoroso
21
40
Te llamo
en la ALUMBRADA
aurora
en que te canto
naciéndome en ROCÍOS
para hacer de tus cardos
el manjar de tus MIELES
y el cantar de tus pájaros.
Te llamo en el silbido
que deshojan tus LABIOS
y que ENCIENDE de gozo
mi PECHO aprisionado.
De Grito primoroso
22
45
A la patria, ¡trinante!
¡Levantada en tu cinto
cual heróico ciprés!
¡Rojo! ¡Al punto!
¡En el gozo
del libre amanecer!
De Grito primoroso
23
49
De Grito primoroso
24
51
Te llamo
trascendiendo las rutas,
rasgando firmamentos,
ENCENDIDA, trinante,
remontando el misterio
en vuelo santo, en DARDO
DE INFINITO DESTELLO.
De Grito primoroso
25
54
A tu deber apelo
en Nación y Derecho,
con balanza y medida
de estatura de Pueblo.
A tu deber apelo
con cálices orlados
de mártires eternos
y corazón ARDIDO
en grito
y santo vuelo.
De Grito primoroso
26
61
De don Pedro
es la semilla
que en sus hombros
a ti exalta.
74
¡Levanta, Patria, a la cumbre
de tu corazón y espíritu!
¡Y surja de la montaña
el ave que te libera!
De Grito primoroso
27
89
¡A ti llamo, escultor!
¡Oh, sabio forjador
de polvo en molde
y cresta
de FLAMA
y de creación!
¡A ti llamo, arquitecto
de edificio y peñón,
yo te ofrendo
en mi cántico
un hálito creador,
para Borinquen, ámbito
de ROCA y redención!
De Grito primoroso
28
108
Te llamo, juventud.
Te llamo en la simiente
del milagro del alba.
Y fe santa en capullo
de infinita cantata,
para Borinquen, BRISA
de soberana pascua.
Te llamo, juventud,
te llamo soberana
en cantar de victoria
pulsando la hora santa.
De Grito primoroso
29
114
De su soplo divino
forjó ser preciosísimo,
es tu ser borinqueño
que recibe
este cántico.
De Dios he renacido,
puro en mi seno mece
el IRIS DESLUMBRANTE
de su infinito tálamo.
¡MÍRALO tú en el alba
de este sonoro canto
y en la LLAMA EN QUE ARDO
DE SU PECHO CUAL RAYO
en clamante latido
esperando que trueques
tu desdén en reclamo!
De Grito primoroso
30
127
¡Maestro!
¡Hombre tú! ¡Y mujer!
¡Padre! ¡Madre! ¡Portento!
Trabajador, poeta
de la LUZ y el cimiento.
Hacedor de cosechas,
lluvia fresca en mi pecho.
Yo te llevo en mi sorbo
con elixir de ofrenda.
Me he LIBADO EN TU ARDIENTE
fatigar de promesas,
y he tocado en la cúspide
de tu unción y poema.
He tomado en tu mano
FRUTA hermosa, deleite
de entraña y paladar,
vuelo, augurio, sustento,
selecto despertar.
¡Patria libre!
Trayecto
de rubí y de corola...
¡Tierra libre! ¡Aureola!
De Grito primoroso
31
128
Estoy en el ensueño
despertada en tu hora
y escucho tu pitirre
gorgeándome DESTELLOS.
136
De Grito primoroso
32
137
Himalayas brotaron
en las frondas del bosque
por donde amanecieron
nuestros sueños y cofres.
De Grito primoroso
33
176
Te llamo
en el divino día
en que Isaías,
desde el monte profético
del gran pronunciamiento,
en la infinita LLAMA
vislumbró tu misión.
Y en la ROCA vertida
del infinito Verbo
se ceñía Moctezuma
el caribe ESPLENDOR.
De Grito primoroso
34
192
¡Alboradas!
¡Plenitudes
con cosechas
de sustento!
35
200
De Grito primoroso
36
205
En la tierra de Albizu
repercute el tambor
con flautas y trompetas,
liras, versos y odas,
recitales, corolas,
aves, flores, ANTORCHAS,
fiestas y serenatas,
manjares y cantatas.
De Grito primoroso
37
VIII
XII
¡Respírame , Albizu!,
¡en la infinita esencia
en que arrulla tu vuelo
en treinta octubres eternos!
¡Y en sacra madrugada
de eternas FLAUTAS
DE FUEGO!
38
XVI
Maestro,
te traigo MURALLAS del destierro.
Nada más puedo ofrecerte
si no es la orfandad
del triste PÁJARO,
De En el origen de tu flauta
39
XVII
De En el origen de tu flauta
40
XXXII
Maestro,
tu RADIANTE aureola nos imanta,
y todo árbol crécese muy alto,
y te contempla,
¡rojo de Dios!
¡Arrebolado
en ASCUAS
de la primavera!
De En el origen de tu flauta
41
¡Y ESTA NOCHE, AVE MARÍA!
De Sándalo en la celda
42
SEÑOR, BÚSCAME UNA ROSA
43
y así en mis horas cautivas
oleré tu olor sutil.
Y se abrirán mis narices
como pétalos al fin;
pues he buscado la FLOR
por el tremendo confin,
y entre mis cautivos MUROS
no veo nacer su alelí.
MÍRAME, Señor, muy quedo,
arrúllate en mi sentir;
ábreme en ROSA y que sea
este ser ROSA de ti.
De Sándalo en la celda
44
VOLVERÉ DE NUEVO
Volveré de nuevo
a pulsar la lira de mi inspiración.
Cantos de pitirres , jovillos , pomarrosas,
los cantos rebeldes de sor Ana flor,
pasión ardorosa de belleza límpida,
el rocío verdísimo de mi corazón.
De Sándalo en la celda
45
II
CUERPOS CELESTES
¡VAMOS!
¡Vamos!
¡A romper las cadenas
del tirano!
¡Surjan los batallones!
¡Abra paso
todo libertador
de nuestra raza!
¡Aquí están,
AZADAS Y FUSILES,
FLECHAS Y BALAS,
LANZAS,
MACHETES,
ESPADAS!
¡Raza de héroes!
¡Nuestra SANGRE reclama
valor y sacrificio
por la Patria!
¡Ya sube la marea
en nuestra plaza!
¡Se levantan las ROCAS
en la rosa y el alma
de Mariana!
¡Adelante Boricuas!
¡Surge el ASTRO
iracundo y triunfal
de la jornada!
De Sándalo en la celda
49
EL DÍA DE LA TIERRA
Es el día de la tierra:
mi pasión está de fiesta.
Roja y florecida está mi frente
con siempreviva y con sándalo:
yo soy tierra
y hoy celebro
mi primer llanto.
50
Puse SALIVA en mis golpes,
y con orines lavé mis HERIDAS:
HERIDAS de espinas-amos
tiradas por ricas manos
para mis lomos.
Yo si lo dejo me acaba.
Se hartó de mí. En cerros
me partía: yo era su plato
pleno.
51
Dolían todos mis huesos;
y yo era de él un "sí señor".
De Sándalo en la celda
52
EL TIEMPO POR LA LOMA ASOMA EL GRITO
¡Varones!
El clarín ya la hora reclama.
Arrebola ya el polvo en la planta.
Ya el RÍO de mis venas va en levante
por la escalada cuesta:
va en armada
bosque y SANGRE y timón, nave y entraña.
53
¡Y da la diana
del toque de trompeta!
Se abre la tierra
en FRUTO de aleteo:
¡Abre la tierra de AVES ALUMBRADA!
De Sándalo en la celda
54
LA LLAVE
De Sándalo en la celda
55
FUISTE TÚ
Tú el taíno, tú el Melchor,
tú el Titán, tú el Agüeybana.
Tú, palpitación de Iberia
ya bastante arrepentida,
y en tu ser purificada.
Tú el espartano guerrero
Manolo, ¡tú! El gran leñero
que al tronco estuvo en la zarza
y abrió infinitas raíces
de adentro de la montaña.
De Sándalo en la celda
56
¿Y LA VIDA?
De Sándalo en la celda
57
RENOVADO ESTÁ MI SER
Yo soy de tu palpitación:
soy del MAR y soy del SOL.
Y mi nombre no es Marisol:
me llamo Lolita Lebrón.
Y en el cantío del gallo
oye mi linda canción.
También en el caraqueo
que se acerca a tu fogón,
y en las PIEDRAS verdegrana
búscame que ahí estoy yo.
De Sándalo en la celda
58
DEL POEMA DE LA ALEGRÍA DEL SOL
De Sándalo en la celda
59
POEMA DE LA PRESENCIA DIVINA
60
El toque de su fino dedo deshace la carne
en aireluz de múltiples RADIANCIAS...
y en suavísima claridad hecha con el invisible
hilo de su lirio.
¡Oh, VIENTO DE BRISA dulcísima!
¡Imposible eres de definir!
Él cambia nuestro ser haciéndolo suave cual si alas.
Y vuelve nuestro ser en espejo de aireluz.
Y uno se ve hecho no ya de carne: sino que de
ORO vivo transparente. El padre me dijo que yo
conozco muchas formas del éxtasis: ¡El éxtasis!
¡La trillonada de los OROS celestiales!
De Sándalo en la celda
61
VUELVE A TRINAR
¡Vuelve!
¡ Repléname en ELIXIRES supremos.
¡BRISEA este frondal de yerbabuena
en el ánfora feliz de tu UNIVERSO!
De Sándalo en la celda
62
EN LA PENUMBRA
En la penumbra
bajo el SOL aislándose
en las distancias.
Teñidos los árboles
de ultravioleta
con el mantón del cenit.
RADIANCIAS respirándose
en el venal de LUZ
me inundan.
Estaba
vestida de LUMINOSO
atardecer.
Hombre de viajes
con mochila al hombro.
Pleno el amor para ella.
Él caminaría las jornadas
para partir el PAN.
En hondas respiraciones,
pasos alegres,
63
gustos de PÁJAROS felices,
le daría su presente.
Henchiría el vaso
dichoso de esperanza.
Prendería la ESTRELLA DE SU PECHO.
Y el iris,
trémulo de entrega, gozoso,
rico de SOLES.
De Sándalo en la celda
64
CRUZA EL CAMPO
De Sándalo en la celda
65
3
¡Escucha mi canción
en sollozo y origen
del divino cantor!
Escúchame
en el místico
silencio de la voz,
en la seda del germen
do se guarda el FULGOR.
Y en la íntima voz
de CÓSMICAS ESTRELLAS.
En tropical unción
del romance del SOL
con borinqueña tierra.
66
7
10
¡Te llamo
con la ESPLÉNDIDA
FULGURACIÓN DEL ASTRO
que en tu poesía derrama
pincel y madrugada!
¡Poema del vergel
del poeta y el bardo,
zorzal
PÁJARO alado
soplo
nido
espigar!
De Grito primoroso
67
22
Y en el indescriptible
FULGOR de las estelas,
que es Borinquen, ¡sin par!,
en ámbito y PLANETA.
28
¡FULGURADA DE CHISPAS
te llamo con la espiga
del sacrosanto amor!
68
29
30
Te llamo en la armonía
del FRUTO, EL AGUA, EL SOL;
en la vestal unión
del hogar, la familia,
hijos nuestros, VENDIMIAS,
trigo santo, alegría,
Patria y Liberación.
De Grito primoroso
69
31
Te llamo en la pasión
de gracia sublimada
con mártires y héroes
de la Revolución.
De Grito primoroso
70
32
De Grito primoroso
71
36
¡Vivo
arrullada en capullo
de la sutil espiga
del verso
en primavera!
De Grito primoroso
72
41
Te llamo en mi FULGOR,
nítido girasol
de mi crecida infancia,
audaz PALOMA blanca,
sendero de flor virgen,
AGUA DE LUZ y dalias.
Jilguero de mi noche
en sacra madrugada,
suspiro de mi madre,
arduo eslabón, cantata
en mil notas de oro
y mil puntos de nácar.
Un ave torturada
en presagio de cielo
testimoniando gracia.
Aureola y escala
de casa erguida en COSMOS
en LUZ glorificada.
De Grito primoroso
73
43
De Grito primoroso
74
52
Te llamo en la montaña
asida a nuestra espalda
con su FRUTO llorando
y llave al corazón.
Te llamo en el dolor
del Boricua emigrado
con su TALA DE SOLES
despojada de albor.
75
55
Te llamo de la cárcel
con mi brazo de ESTRELLA
y la azada que rompe
los troncos de la espera.
Te llamo
desde este mar sin playa
entre el hoyo y la CIÉNAGA,
entre ESPINA y burbuja,
entre CLAVO y cadena.
76
79
¡Tierra de puertorriqueños!
¡Con su aflorado cimiento
en el Rosario del Verbo!
¡Con la omnipotente fe
en su entraña palpitante!
¡Mañanera!
¡DESLUMBRANTE!
¡Con sus alas desplegantes
a través de los confines
de ASTROS, ESTRELLAS, DIAMANTES!
¡Pulsadora de UNIVERSO
en flauta crística!
¡Suave
caricia infinita!
¡Cascada en divina SANGRE!
De Grito primoroso
77
83
¡Sacro perfume
en verde LUZ!
¡Montaña
de ángel y NÉCTAR
y ALMÍBAR
consagrados!
De Grito primoroso
78
93
Te llamo en tu LICOR,
la odisea del tiempo,
el sistema del yugo
colonial, destructor.
En siglo de virajes
de atómicos titanes
con trasplantes de genes
y con voces de cuásares.
En SELENE, la Esfinge
del violado perfil,
con monedas y dientes
ilustrando vertientes
de la hora en terror.
79
95
Te llamo
en Bellas Artes
con traje perfumado
y un soplo de aleluya
en mi labio exaltado.
Te llamo en Ateneo
con LUCIDEZ DE ASTRO,
pulcritud de gorgeo
y verso coronado.
De Grito primoroso
80
98
De Grito primoroso
81
109
Juventud,
es Borinquen
cautiva y prisionera
que sacude cadenas
en cánticos de ESTRELLAS
con el augur del cielo
porque naciste tú.
¡Es tu Patria
que levanta
sus voces libertarias
para ceñir su estrella
soberana en tu frente
en honor a tu raza,
a tu cielo, a tu mundo,
a la tierra antillana,
latinoamericana,
borinqueña, africana,
iberoamericana
sin libertad aún!
De Grito primoroso
82
117
¡Yo a ti llamo!
¡A tu alma!
La conciencia,
la escala,
la elevada montaña
do late el corazón.
El Intangible Eterno
es sin peso, sin par,
pulsa el COSMOS,
palpita
y germina y florece
en humano valor.
83
118
Intangible,
el valor es sin metro
y sin casco de acero,
no es PLANETA ni espectro,
pues es soplo divino
para el hombre y el cielo.
El valor no es un arma,
no es DARDO ni es falsa
pretensión del haber.
No es violencia. No es fama.
No es la medida larga
de poder y prisión,
ni el doblegado numen
que en el mundo vegeta
para el surco sin FRUTO,
deshojado y estéril.
84
119
El valor no es riqueza
de metálica cepa
o la ufana grandeza
que te da complicada
la estatura en desliz.
El valor
es la CHISPA infinita
que forjara el suspiro
de tu ser en creación.
El valor es amor infinito
que da al verso
las alas del trino,
y en la cúspide del SOL
hace nido
para un pueblo
gestar y nacer.
85
125
A ti llamo. Trabajador
que auscultas las montañas,
el GRANITO, las SAVIAS,
y penetras profundo
en el IRIS DEL VIENTO.
Tu raíz es la ESTRELLA
del mangum UNIVERSO.
Tú surcas las semillas,
proclamas nacimientos,
eres titán y ángel
del polvo y del DESTELLO.
De Grito primoroso
86
130
Yo quiero tu azahar.
El FRUTO en floración.
La ROSA con su cántico.
Te llamo en el ROCÍO
de tus siglos y pétalos
en aleluya ungido
de la unción de tu aliento.
De Grito primoroso
87
131
Gracias, trabajador,
pincelador de sueños
y de átomos sacros...
gracias por tu pasión,
tu sudor y tu cántaro.
Gracias, trabajador
de surcos y de ASTROS...
sembrador de semillas
de Pedro Albizu Campos.
132
88
135
En la barca de SOLES
he emprendido contigo,
largo viaje.
¡Oh, tallamos
las MURALLAS inmensas,
arrecifes, alcázares,
ilíadas,
madrigales y ESTRELLAS.
89
141
¡Y ya hemos prodigado
con RADIANTE aureola
la caricia al crepúsculo!
90
144
En cesto y MANANTIAL
de imperiales cadenas
sollozó la agonía.
Y se elevó a tu génesis
el clarín con el polen
de fértiles jardines
y latidos de ESTRELLAS.
¡Cicatrices espigan
en loor a la gesta!
91
153
Yo te llamo en madrugada
ante Dios que nos ALUMBRA.
¡El pueblo
con su ropaje,
su cosmético paraje,
hierros, asaltos , portones,
y el ¡ay bendito! SEDIENTO
en cadenas y opresiones!
92
170
172
El día,
en que
en la esfera
del átomo,
en esencia y ROCÍO
FULGURABA TU SUEÑO.
Y el portentoso vuelo,
en el arco triunfal
del vergel paradisíaco,
olía a Dios
y a un tenue
florecer del UNIVERSO
De Grito primoroso
93
175
¡Oh, Borinquen,
qué hermosa
es el alba RADIANTE
DE TU SENO de Dios!
¡Y qué SOL FULGURANTE
de tu frente de virgen
en latido de albor!
179
94
180
¡Te amo!
¡Oh, pasión sublime
del designio!
¡Tierra!
¡Madre y esencia
del excelso latido
de UNIVERSO!
¡Dulce polen,
del Oroazul principio,
en la fragante rosa
de los SUEÑOS!
De Grito primoroso
95
184
¡Claveles!
¡Flambovanes!
¡ Morivivíes!
¡Palomas!
¡Caballeros de Lola!
¡Sol naciente en la loma!
¡Betances
pulsa el grito primoroso!
Y enciende
el arrebol del cántico,
la flauta en el origen,
la ESTRELLA en la simiente,
con Carlos, Andrés, Griselio,
¡los FULGURANTES héroes!
De Grito primoroso
96
185
97
186
De Grito primoroso
98
190
¡LÁMPARAS
de la sabiduría
traen, traen
las vendimias
con azucenas y palmas,
los óleos y las fragancias,
regias almas,
regias flores,
regias arpas!
De Grito primoroso
99
191
De Grito primoroso
100
193
¡Y el germen místico
en odas
del ROCÍO arrebujado
en el SENO presagiado
de nuestra montaña santa,
canta al Señor el poema
de su misericordia y gracia!
De Grito primoroso
101
210
216
¡Floreció la República
en el ASTRO de Albizu!
102
217
¡Raíz
semilla
flor
pueblo en liberación
plumón de ave infinita
y vuelo del Creador!
103
223
¡Canta el cielo!
¡Canta el mundo!
¡Canta el SOL!
¡Las ESTRELLAS
y las LUNAS!
¡METEOROS
y portentos!
¡Cantan
los cantares de la tierra!
¡Los cantares de los ASTROS!
¡Los himnos del UNIVERSO!
De Grito primoroso
104
224
¡Puerto Rico
en el alba
del grito primoroso,
¡besa el SOL!,
¡besa el SOL!,
¡besa el SOL!
¡Libres!
¡Libres repican
las almas del gran pueblo
en Patria que triunfó
en Patria que triunfó
en Patria que triunfó
en Patria que triunfó
en Patria que triunfó
en Patria que triunfó
en Patria que triunfó!
105
225
106
I
Maestro,
VI
¡Se crecieron mis PECHOS y en sus alas
estaba tu perfil pleno de cimas!
De En el origen de tu flauta
107
XI
XX
Y cruzaré el PLANETA
con tu SOL y tu cántaro
ofrendando tu oda
en regio campanario.
De En el origen de tu flauta
108
III
FUEGO CÓSMICO
¡QUÉ FIESTA!
¡Qué fiesta!
¡Viene Jayuya con Griselio al mando!
¡Y levanta la ESPADA
en el brazo inmortal de Oscar Collazo!
¡Aquí estamos
brindamos nuestra SANGRE EN HOLOCAUSTO
a la tierra de Albizu prometida!
¡Lares!
¡Cuna inmortal ! ¡Ala en la cumbre,
ESPADA eterna de triunfante patria,
repicando campanas en sagrarios
de patria liberada en grito sacro!
¡Aleluya! ¡Borinquen, libertamos!
¡Rompamos las cadenas del tirano!
De Sándalo en la celda
111
RÍO FELIZ DE MI SENO
¡RÍO feliz
descendido
desde lo alto
del cielo!
Yo te siento en mi caricia
como infinito UNIVERSO.
Tú me llevas por las ondas
de vertientes y de océanos.
¡Recuerdo el tuyo!
¡Ruedo el mío!
112
Susurro de nube y FUEGO:
¡AGUA buena! AGUA bendita
con LUMBRE eterna en su pétalo.
De Sándalo en la celda
113
ALBIZUS DIAMANTES
De Sándalo en la celda
114
MAESTRO, LA TIERRA HA FLORECIDO
¡Ahora jubilosos
cantamos la alegría del SOL
sobre estenundo
por donde van tus venas
en ASTROS tan fecundos!
¡Cantemos, padre nuestro
Albizu Campos, juntos
la aurora y el cenit
en alborado FRUTO!
Se quedará en la tierra
el jugo de tu gusto
fluyente,
y en los ASTROS
dará savia a otros mundos:
y para Puerto Rico
tu ser, el SOL que es tuyo
será su primavera
la infinita alegría
de tu alborado triunfo.
De Sándalo en la celda
115
HIJOS DE LA VENDIMIA
¡Hijos de la vendimia
de Albizu y Torresola
y de todos los obreros
de la cosecha criolla,
le traigo entre mis manos
un manojo de rosas
que me dieron los prados
de Borinquen, la hermosa!
¡Estas rosas FULGURAN CON SANGRE de patriotas,
y dan al mundo un nuevo acariciar de aroma!
Aroma de agonía, valor y sacrificio
desplegada en primicias de libertad gloriosa.
Las deshojo en los RÍOS DE LUZ para la copa
que brindaré al abrirse el cauce de mi tropa
cuando suene TROMPETA DE SOL a nuestra hora.
Cada pétalo tiene del coqui serenatas
de levantadas frondas...
y de montes -azadas primorosas.
El RÍO fluirá con ráfagas que soplan
con el VIENTO nimbado de la ESTRELLA gloriosa.
¡Hijos, avanza el VIENTO por la empinada loma!
Abrid los pasos anchos, ¡que el aire los albora!
¡La hora ha florecido! La planta está sabrosa...
y sobre el pecho cálido, en LUZ Y FUEGO brota.
¡Hijos, aquí en mis PECHOS LAS LANZAS
se remontan!
Hay LECHE DE ROCÍOS DE ALUMBRAMIENTOS
que oran:
116
y LLAMAS QUE LEVANTAN UN FUEGO
QUE DEVORA.
¡Ungidos en la aurora!
Y al surcar en sus copos.
¡Hijos, cantad, cantad! Cantad que ahora
flotamos renacidos
sobre el mundo en sus ondas.
¡Ya Borinquen es libre...
sobre su frente aflora
la celestial diadema
de SANGRE Y LUZ y ROSAS!
De Sándalo en la celda
117
A TI, MI JÍBARO
De Sándalo en la celda
118
YO HOY CARGO GUINEOS EN LOS HOMBROS
¡Sí,
hoy cargo para nuestra delicia
tus sabrosas comidas,
y tus agigantados PECHOS
como torrecillas!
De Sándalo en la celda
119
CANCIÓN A LA PATRIA
Jirón de tierra
en el lejano azul,
bordado de SOL Y LUZ
de MIELES rosas dulzura
y de PÁJAROS, laúd.
120
el FUEGO de un gran querer:
grande y puro, ¡ya crecido!
Más alto que tu laurel:
CIRIO inextinguible,
ASTRO
de tu nuevo amanecer.
De Sándalo en la celda
121
LA CRISIS
De Sándalo en la celda
122
CANTO AL AMADO SUPREMO
123
NOCHE DE SOL
De Sándalo en la celda
124
PORQUE YO SÉ QUE VAGO
De Sándalo en la celda
125
COMO LA ROCA POTENTE
¡En tu maná
de montaña encapullada
llevas tú el alba!
La borinqueña en ti brota
como un LUCERO.
¡Es la mañana ahora,
te llama la TROMPETA DEL SOL!
Respira más.
Fluye tu PECHO
EN RÍO nuevo,
FÚLGIDO
de pulsaciones boricuas.
126
ESTOY BUSCÁNDOTE
De Sándalo en la celda
127
DE LA VIDA
Trina
un sollozo de inquietud doliente
entre un velo de LUMBRE indefinida.
Llora una angustia honda. En las raíces
de la entraña del ser una voz grita.
HERIDA.
Y siempre lastimada.
Aun en el más alto gozo que la anima.
¡Qué misterio profundo, gran enigma
es este palpitar con su agonía!
Alegría
de ser un ser latente
con trozos de dolor en cada día.
La bandeja del llanto orlada besa
nuestro LABIO con sándalo y poesía.
128
Soplo en la sombra, clara, amanecida.
Espejo del amor en LUZ vivida.
De Sándalo en la celda
129
A MARIANA Y MANOLO
Lares
en la roja montaña
ILUMINADO,
con el SOL de los mártires
repica
campanarios de vida
y de esperanza.
¡Se ha vestido
RADIANTE DE LUCEROS!
La trompeta resuena
en el sendero
ARDOROSO
en arrebol de ESPADAS.
¡Mariana esgrime
su gloriosa LANZA!
¡Adelante lareños!
Amanece
el grito de leñero
en nuestra plaza.
130
ES LA HORA
¡Puertorriqueños, ya es hora!
¡Pronto ENCENDED
VUESTRA LANZA
CON FUEGO del corazón!
¡Id a la lucha que llama
nuestra SANGRE
y nuestra entraña
para libertar la patria
y redimir nuestro honor!
¡Es el deber del varón
dar a la tierra su amor
y libertarla con tesón!
De Sándalo en la celda
131
HÉROES
¡Héroes!
¡Troncos reflorecidos
en siempreviva Isla!
¡Héroes
trascendidos
en el FUEGO santo de Agüeybana!
En la aurora eternal
de los jazmines.
132
MUCHOS VERSOS
Muchos versos
desde frondas y PALOMAS
caían como pétalos
en mi mejilla:
pañitos lavaditos
y untaditos
de añil y polvo
con suspiros,
henchían mi pasión.
La carretera hervía
en negras burbujas
a las doce del día.
133
¡Grandes días los de mi niñez!
Crecidas cintas de SOL
enlazaban mi cabeza.
De Sándalo en la celda
134
YA MARIANA BRACETTI
¡Leonides!
¡Siempreviva trompeta libertaria!
135
"La libertad no tiene boletos",
¡Replicó el clarín!
¡Y el tirano en tu grito se avergüenza y se espanta!
Te nombramos, Leonides, en voz de Paulino,
-en la voz del gran pueblo que este héroe consagra-
te nombramos con trinos de Albizu y de Mariana
¡madrecita criolla! "Madre ejemplar de la Patria".
136
Al tocar en los copos de mi verso de auroras
a la madre Collazo le cantaré mi copla
ENCENDIDA de Oscar con su SANGRE preciosa.
De Sándalo en la celda
137
EN EL ANIVERSARIO DE LA CASA BLAIR
Patria,
¡Hoy en Blair House retumban tus cañones!
¡Oscar avanza espléndido en la marcha
de las hermosas jornadas de tus héroes!
De Sándalo en la celda
138
LLAMA
¡LLAMA!
Vagué buscándote
por todos los latidos,
traigo
flauta de LUCES
en sudores creada,
Aquí te encuentro
en tu nido de SOLES
en tributo
de alba trascendida,
en óleos
etéreos
de madrugada.
Me acaricia
la madreselva.
Tus MIELES PECHOS
saboreando
mi agonizado LABIO.
Tu rojo lodo
encapullándome.
139
Apuré precipicios
de tu ASTRO,
asida de MANANTIALES.
Hace siglos
que vengo
en trasnochado paso,
en el éxtasis
del delirio que ha cuajado.
¡Emprendemos
por el RÍO DE LUCES
en tu hueso de ESTRELLA!
Ahora,
resucitada la CHISPA
que dormía
en un lecho de viajes.
Elevada
con tu PAN que esperaba
en albor de raíces
por tu brazo de tierra!
De Sándalo en la celda
140
SUENA LA TROMPETA
¡Levanta ya la mañana!
La república boricua.
¡Nace! ¡Nace! ¡En este albor!
De Sándalo en la celda
141
PATRIA
¡Patria!
Me has bordado con los dedos
de tus benjamines
lazo de SOL para mis cicatrices,
y pusiste encarnados claveles
en mi frente;
¡y tu grato perfume me felicito!
De Sándalo en la celda
142
12
De Grito primoroso
143
18
144
38
¡Te llamo
en el profundo
latir
de mi faena
al toque de las doce
para encontrarte duro
como el SOL
QUE TE QUEMA!
42
¡A tu sabiduría,
el niño y la poesía
reclaman la vendimia
del paternal abrazo,
la LUZ, el FUEGO sacro
de primavera en ASTRO
de la liberación!
145
44
Estás en el susurro
del AVE que te canta
prendida de la noche
cruzando las distancias.
Estás en el alcázar
de nube y PLENILUNIO,
en tormenta, en CASCADA,
con tu peñón de cielo
hundido en mis entrañas...
erguido y plañidero
allende el horizonte
cantando a la esperanza.
146
50
¡Puertorriqueño!
¡Su aureola de LUZ
saluda
a tu costado!
¡Conmoverá tu pecho
el FUEGO DE SU ASTRO
y abrirán tus MURALLAS
con el ALUMBRAMIENTO
de su vuelo sagrado!
De Grito primoroso
147
80
¡Continentes y océanos
te escuchan
en las inquietas horas
de la tarde!
¡Y reciben
tu queja de FULGORES
en la voz de tu FUEGO
transherida!
148
104
Te llamo en el misterio
de vida, tierra, cielo,
en donde el SOL despunta
y donde toma el FUEGO.
Te llamo
en la penumbra
de tiniebla y DESTELLO
do los ASTROS germinan
y germinan los VIENTOS.
124
149
156
150
168
¡Compatriota,
te llamo de la ROCA
descendida del cielo,
que fue puesta de velo
al amor encarnado
y movieron gozosas
las seráficas manos!
Te llamo en la promesa
de su SANGRE y sudario,
en el lirio divino
que rasgara los ASTROS.
De Grito primoroso
151
171
Te llamo en la caricia
de tu gozo primero,
cuando ARDISTE por dentro
en tu CHISPA DE FUEGO,
y floreciste en niño,
y diste al UNIVERSO
la gloria de ser FRUTO
del jardín borinqueño.
¡Yo te llamo,
en el día primoroso,
cuando ALUMBRASTE al mundo,
y en el cristal del cielo
tu imagen FULGURÓ!
152
VII
XXI
153
XXVII
Maestro,
¡la historia viva de tu ser se ha proclamado,
y a la cumbre del SOL, emblema y templo
en la ESTRELLA levantan tu sudario!
Maestro,
para tu tierra huérfana...
aquí tus hijos sueñan, y bendicen
con óleo de tu lámpara ENCENDIDA
raíz y fronda del árbol de tu palmo.
De En el origen de tu flauta
154
XXVIII
Apóstol,
te traigo mi canción,
ESPADA erguida
en el sacro sudario
de tu emblema.
¡Oh, maestro!
¡El DESTELLO,
de tu alborada sombra
nos festeja!
De En el origen de tu flauta
155
XXX
XXXI
156
Iv
CUERPOS CELESTES -OJOS-LUZ
POEMA DE LA REVOLUCIÓN
159
¡El arrebato que "como germen enterrado late"
en la BRISA inmortal de las montañas!
¡Jayuya,
el grito altísimo reclama!
¡En Moriviví... de encapullada SANGRE,
la primavera LUCE enardecida
el pabellón de Blanca y de Mariana!
160
¡La vestal aurora,
en la LLAMEANTE Doris...
en vírgenes azahares se consagra!
De Sándalo en la celda
161
PLENITUD DE LUZ
Entona
un CLAROSOL en la penumbra, en forma
de querube
en el éxtasis del loto.
De Sándalo en la celda
162
LA HERMOSURA DEL VERSO
Cantar a la palabra
su polen de perfumes,
sus aromas.
Un cántico de jardín.
Olores, fragancias,
FUENTES DIAMANTINAS,
verde FRUTAL de talas rosas.
163
Toda mi ansia cedía
con tu arrullador resuello...
y mis LUCES en tu enorme
ESTRELLA RESPLANDECIENDO
sonreían con tu risa
de varón grande y excelso.
Encantada mi alegría
en éxtasis fue subiendo...
y ya no vi la montaña
ni la sombra ni el estruendo...
¡ni vi nada y todo vi
en tu celestial espejo!
164
Somos lecho y somos alba
y alma y corazón y FUEGO.
¡Allá adentro
en horizonte
de ALUMBRAMIENTOS perfectos
encontrábamos la ciudad
más bella del UNIVERSO:
a mamá, papá, los nenes,
millones de seres buenos
todos vestidos de PERLAS
165
brotadas del firmamento;
la tierra estaba LUCIENTE
con lámparas de los cielos!
De Sándalo en la celda
166
PRIMERO DE MAYO
El primero de mayo,
ejército de los enamorados
de la LLAMA DEL SOL.
167
¡El verde! ¡El verde! ¡El verde omnipotente!
Su magna mano en floración perenne
en la princesa musa de su frente.
La MIRADA en el éxtasis...
el FUEGO despertado.
La vida en regocijo del milagro.
De Sándalo en la celda
168
POEMA AL MAESTRO
Yo lo llevo en mi pecho.
Está entrañado
como mi mismo SENO y mi costado,
y mi propio suspiro y mi rosario.
169
Él es el tiro, el plomo, el humo, el FUEGO
que destroza eslabones; y en resaco
de tiranos
sacude en las trincheras
los déspotas mamones que han tirado
a nuestra dignidad de pueblo
el yugo norteamericano.
De Sándalo en la celda
1.70
Eso soy
Eso soy,
tu queja dulce de amor,
tu gran cariño.
Así soy...
como un suspiro CORTADO
con el rojo filo del VIENTO...
paso y ROCA,
171
y SUEÑO FLAMANTE
sutilmente levantado
del silencio del grito.
Un pétalo en cresponcito:
unos LÚCIDOS poros
para formar una alita
del Avemaría
y del piar de sus PÁJAROS
aquí en la ventanita.
Un pétalo
que ha visto maravillas
abriéndose en el cielo...
descendiéndose
en rosas LLUVIAS
en donde el SOL reposa
su agonía.
172
en trinos de jubilaciones
copas de gozo.
Un pétalo apuntando
sus FUENTES espigadas
en armonía de dicha y celebración.
RADIANTÍSIMO
en el OJO FRUTAL del silencio
entre las madreselvas.
PODRIDO a veces
en pozos de malolientes LLAGAS.
Otras veces en triunfales BRISAS
perfumando los SENOS
que acarician el mundo.
Otras
tiernamente cogido por los PECHOS
DEL VERSO
para en él recrearse.
Otras, acariciado por la feliz MIRADA
de un árbol padre.
Otras,
en los dedos del alba
en aro nupcial ceñido.
De Sándalo en la celda
173
UN PÉTALO
Un pétalo
de aves-frondas parido
en las raíces del hondo mar,
entre cojines de algas,
entre azules aleluyas,
entre tules
de diáfano ROCÍO.
Un pétalo
que BEBIÓ
EN EL BIBERÓN DEL RÍO
LA PURÍSIMA LECHE
DE MÁRTIRES SENOS
en madrigales
de acrisoladas albas.
¡Oh lotos!
¡LODO que floreas
con música de negros
y RADIOSOS PÁJAROS!
¡Estoy aquí; dice tu verbo
en el meciente LABIO
alborado en pasiones
de una isla divina!
174
gorgeante, caribeño
hijo del vientre del SOL
y del mar.
¡Tú! ¡Siempre emperlado en CARACOL!
¡Pétalo!
¡Tú!
¡Cantar de los vivos!
Yo le vi en la venita purpúrea
atravesando por todo el corazón
de aquella verde yerba
cortada para los caballos.
175
en exípila transformado:
en LECHE Y FLOR Y MIEL,
en vida
de noche cenital,
en madrugada
de novia del amor,
y en MARIPOSA.
¡Fluyente tú!
¡MAMAR DE SENOS albos
mi palomeo!
Fino
como el polen
de las gardenias...
176
como el suave aroma
del virginal capullo.
En triunfales BRISAS
los PECHOS del mundo acaricias.
Ternura entrecogida
en la entraña del verso
para así recrearte.
Acariciado
por la feliz mirada
del árbol padre;
en los dedos del alba
en aro nupcial ceñido.
177
Frondas caras
alegrándose en espejos
para servir al tiempo
en platos de HERIDAS límpidas.
saboreo de consagraciones
sobre una mesa de AMAPOLAS
celebrando los nupciales trigos.
De Sándalo en la celda
178
VARÓN DE AMANECERES
¡Varón de amaneceres!
ARDOR, ave y gorgeo.
Albor de los rosales
del SOL en nuestro pueblo.
Abre la madrugada
tus PÁJAROS excelsos.
¡Qué aliento está en tus pétalos!
¡Yo apuro de tu aroma un vaso muy repleto
y el día se me llena de LUZ!
De amor, el pecho.
Hace años que estoy
en un remoto huerto:
(que fue) -diría mejor-
pues hoy es huerto SECO.
Siempre está rebosante
179
de un odio que no acierto
a explicar, pues es como un misterio:
tiene el codo estirado
y el pecho cruel e incierto;
y una mueca a la vida;
yatu hija
de MIRADA trinante
en tirante desprecio.
Es un recodo
desprendido del yanqui:
del yanqui es este huerto:
el rostro es de su ESPEJO,
es de un SOL que no existe
a no ser que en su COSMOS
haya un RAYO perverso.
Él jamás ha tenido
el rocío de lo bueno
lo divino y lo eterno.
¡Amado,
bien tú sabes de esto!
¡No hablemos!
Ya no abre más ancho el desconcierto,
ni la HERIDA,
pues está toda abierta y ofrecida
y ya presto
no darán los martillos
en nuestros propios PECHOS.
180
Pues bien,
afuera pían los PAJARILLOS tiernos.
Es septiembre, y tu aroma de SOL
está en mi SENO.
El monte RESPLANDECE, maestro, en tu recuerdo,
y está mi cama toda con papeles y versos,
y un no sé qué diría de SABORES excelsos
que duele, mucho, y gusta,
porque tanto te quiero.
Y los puertorriqueños
prendieron tu AMAPOLA
en lo alto del cerro,
daba gusto mirarle
con su verdad al tiempo
como gaceta límpida
de tu infinito cesto.
¡Maestro,
yo del gozo tan grande
por poquitín me muero!
Sollozo, ¡créemelo!, padre,
sollozo muy perfecto
de una alegría divina,
181
¡oyelo! ¡divina!
me sacudía en el pecho.
¡Y si hubiera podido
brindar con vasos plenos
del Río Grande de Loíza
y del heroico Río Prieto!
Mi alma entre tus puños
también brindado hubiera.
Bueno, ya no te digo...
tú eres el maestro,
y todo tú lo sabes,
y yo sólo sé amarte
con este amor completo.
Yo te diría mil cosas:
"¿los pies?" ¡ay! -¡que dan FUEGO!
Es raro: ¡pero a veces
están también perfectos!
182
Me pasan tantas cosas,
mi adorado maestro:
es posible que Satán
esté en el yanquipecho
y que por eso sea
tan grande este misterio.
183
Hubo, dice el periódico
un excelente estruendo;
y decidió el Comité
de descolonización de pueblos
que Puerto Rico es "¡Colonia!"
(¡Como si no lo supiéramos!),
y que puede
con la gran resolución
del 68 que han hecho
reclamar en el recinto
del pueblo su gran derecho.
De Sándalo en la celda
184
A UN POETA
185
¡OH, RADIANTE CAUDAL!
186
sus copos
FULGURAN los cirios
de su gran misión.
De Sándalo en la celda
187
ENCAPULLADA
Encapullada
¡oh tierra de la SANGRE
florecida!
Tu alma de UNIVERSO
en el COSMOS me anima.
Toda alada en capullos
de SOL
esta vida.
Encapullada
aurora que abre
de cielo la PUPILA.
188
Encapullada ave
de vuelo que suspira
con aleteo de árboles de LUZ
siempre ofrecida.
Te amo en el silencio
de mártires benditos:
te amo entre ese mismo
latido de tu cima
do en Lares tú brotaste
en grano y en semilla.
De Sándalo en la celda
189
AL MAESTRO
190
ESTA ROJA AURORA
De Sándalo en la celda
191
¿QUÉ ESTOY LEJOS, DE DÓNDE?
192
del inspirado Río Prieto.
¿Que tiene eslabones fuertes
que la atan al monstruoso
colonialismo de América?
¿Y que no puede ya el SOL
MIRAR su cara serena?
¡Su eslabón está mohoso
como el pecho de moscoso,
y será por dedo fino
bien destrozado y deshecho!
De Sándalo en la celda
193
Hijo
Hijo,
aunque estás conmigo
yo siempre te espero.
Mis OJOS te buscan
con HAMBRE EN SUS PUPILAS;
con colirio de rosas
han creído llenarse
en las plenitudes
de la esperanza.
Estás aquí,
y te ruego que no tardes
en el abrir del SOL.
¡Tu arrebolada cara me DESLUMBRA!
¡Se apague mi ser en tu RAYO!
¡Inhálame en tu sudario de celestial ROCÍO!
Te espero
con mi doliente góndola;
¿o es un MANANTIAL?
Eso lo sabes tú que BEBES
el cáliz de la gloria.
194
Reviviré en tu retorno
ahora
frente al iris AZUL
de tus MIRADAS,
y seré mimada
con adoración . ¡Gracias!
De Sándalo en la celda
195
ISLA DE CORAZONES FLORECIDA
Queridos,
MIRADME así en las cumbres
de nuestras lomas y montañas
como una FRUTA
de su albor nacida.
196
En el Moriviví mi LUZ medita;
pues soy de Pedro Albizu Campos la semilla
que levanta hasta Dios su SOL y espiga.
Yo soy grano de su mano... infinita
y huelo al polen de su huella límpida.
Queridos,
nuestro Albizu nos consigna
en capullo infinito a nuestra isla.
Él nos urge
con el óleo de Dios en su PUPILA.
Esta fruta...
de pasión y HAMBRE MORDIDA
en los felices DIENTES de su vida...
hoy la probamos
en saboreo divino. Somos isla
de corazones florecida.
De Sándalo en la celda
197
AL PUEBLO
198
Se han crecido mis brazos
en tu altura,
¡oh, Isla de UNIVERSO despertada!
Yo siento
que tus árboles me alzan,
y que canto
el cántico de HERIDAS liberadas.
De Sándalo en la celda
199
DOLOROSAMENTE
200
¿POR QUÉ?
De Sándalo en la celda
201
ÓYEME EN LA CANDELA
¡Tú
que eres
el sueño de la LUZ
en cáliz de ROCÍO
imperturbado.
Y me has dado a BEBER
tu néctar de amor acrisolado
en la ARDIENTE AMAPOLA DE TUS OJOS!
202
¡Tú
que me has emanado
ENCENDIÉNDOME toda
con el FULGOR DEL FUEGO DE TUS LABIOS!
De Sándalo en la celda
203
SOLILOQUIO CON TIC-TAC
204
¡Yo te cuento el "tanto" con una notita
de múltiples rasgos del átomo en quitas!
205
¡No rías! ¡No rías! La noche es muy seria:
medita. Medita.
Yo al mundo he alertado
a toda la obra del ser que lo anima.
Mírame. No pienses soy vana cosita.
Valgo para mucho: tu tiempo, Lolita".
De Sándalo en la celda
206
CANTO PROFUNDO
207
Más dulce y más bello que todas las MIELES.
¡Mayor que los hombres, la tierra y el SOL!,
estremece el pecho de gozo supremo,
De Sándalo en la celda
208
SU MIRADA
De Sándalo en la celda
209
EL CAPULLITO
210
Requédate en mi amor, ¡oh LUCESITA
brotada de tan lindo petalito!
De Sándalo en la celda
211
MAESTRO
Maestro
la perfección del hombre es muy gloriosa,
soñada fue en la FUENTE primorosa
de aquel primer edén...
pero yo vengo a ti encapullada
en floración de SOL de tus corolas.
MIRA, maestro, el aire me desflora,
y hay un raudal de pétalos en la aurora.
De Sándalo en la celda
212
CANCIÓN DE PÁJAROS
Ya pronto, amor,
mis OJOS y mi corazón recibirán
la alegría de tus jardines,
y en cada flor encontrarán
tu sonrisa.
En tus nubes
de LUCIENTE plata
se alegrarán mis OJOS;
que en la mirada cruzan sus márgenes
y levantan de sus profundidades
el aún más hondo y profundo azul.
En tu lecho de ESTRELLAS
reposará mi alma tan dichosa,
y crecerá en tu paz.
213
¡Son las seis antimeridiano;
y he estado contemplando tu retrato;
tan vívido, maestro, y tan orlado!
De Sándalo en la celda
214
LUMINOSA
¡Esta tarde,
roja rosa de SANGRE ESTÁ MI HERIDA
cuajada de FULGORES EN TU PECHO...
y han crecido tan alto mis dolores
que se visten del oro de tu beso!
De Sándalo en la celda
215
MIRAN A LAS NUBES
Quizá en el alba
con LUMBRE infinita
venga unción divina
para un nuevo SOL.
El techo caído
está sobre el piso;
y el techo y el piso
ambos ROTOS son.
Los trabajadores
con agria sonrisa
MIRAN a las nubes
e imploran a Dios.
De Sándalo en la celda
216
HOMBRE DE LA TIERRA LIBERADA
217
¡Hombre de la tierra,
tallado en ardores de FUEGO divino,
sopló en ti la aurora del SOL infinito!
¡Eres extensión del "si soy divino"!
¿Dime, si es delito
brotarte en tu SEMEN? ¿,Sembrarte en arbustos de carne
que lleva muy hondo en el ser todo el infinito?
218
y rojo mi labio floreció este signo
para que lo pongas en tu rojo libro!)
¡Tala
de exquisito FRUTO!
¡Grano que florece de incontables siglos:
219
gusto que reanima:
jornada de aves! ¡Pasos de destino!
¿Qué somos?
¿De trenes, sonidos?
¿Qué somos?
¿Del quieto nacer del misterio, no somos?
¿No somos, señores, el grito? ¿El grito fecundo?
¿La carne nacida del FUEGO infinito?
¿LUZ en la tiniebla del SOL? ¿Y RAYO muy grande
del SOL de lo altísimo?
De Sándalo en la celda
220
TENGO TODOS LOS DELIRIOS DE LA VIDA
221
con sus trillones de respiraciones
y el meneón de hombro de las gentes?
De Sándalo en la celda
222
MAÑANA
Esta noche
está apagado con nube el firmamento,
nublado está el ROCÍO... y el contento
del cenit.
223
AL MAESTRO
¡Hermosa senda!
Titilante
tu ASTRO me llamaba
en el lejano eco.
¡Voy
crecida de tu palmo!
¡Voy en alas
hasta la cúspide alborear
de Patria!
De Sándalo en la celda
224
POEMA A MI ADORADO
De Sándalo en la celda
225
VERSOS MORIVIVI
¡Vida moriviví!
¡En carmesí
tu orla y tu milagro!
Latido
creador de patria
en pétalo y en ASTRO.
Eres alba
rojísima en mi palmo.
Un esclarecimiento soberano.
ALUMBRAMIENTO.
¡Borinquen
en dolores
de su parto!
De tus OJOS
el SEMEN de la vida
está brotando.
Tengo el arco
de tu infinito soplo borincano,
y al alborear de LUZ
con que se INMOLA
la flor
en el éxtasis sagrado.
Vivo en tu sombra
paseándome en capullos
de tu mano.
De Sándalo en la celda
226
TOCA EL ECO EN MI FAZ
¡Yo la he visto
vestida en pabellón
orlado de ORO,
en rojo, blanco y azul
gozoso el pueblo!
¡La ESTRELLA
EN RAYOS
por doquier regando
de heroicas LLAMAS
todo el horizonte!
El río
en raudales
de claveles rojos
con el rostro de mi hijo
en la corriente.
Abanderados todos
nuestros niños
con rosarios rojísimos
LUCIENDO ANTORCHAS
PRENDIDAS en sus frentes.
De Sándalo en la celda
227
CAMINO DORADO DE MI MIRASOL
228
¡Mamá dame un dulce de tu corazón!
Borinquen responde
arrullando hijos
con toda la gracia
que en su tierra linda
florece del SOL.
De Sándalo en la celda
229
AMOROSAMENTE
De Sándalo en la celda
230
MI VERSO RESONÓ
El arcoiris puso
su espectrum de sonidos
en matices muy pulcros:
las raíces fluyeron de tu voz
que se impuso.
Ya brotan las semillas
en tus nacientes surcos.
Una LLAMA
de tu FÚLGIDA LLAGA
en soborea de SAVIA
me enjugó con tu gusto...
y me florí en albores
de tu MIRAR tan puro...
y vi que en mis PUPILAS
había floreceres
de tus verdes capullos.
De Sándalo en la celda
231
EN EL VERDE DE LOS ÁRBOLES
De Sándalo en la celda
232
SOY FELIZ
De Sándalo en la celda
233
MI POEMA DE SIESTA
De Sándalo en la celda
234
CON EL GRITO DE TIERRA SOBERANA
Su grano floreció...
toda la tierra ALUMBRÓ
en la agonía de su MIRADA:
un nuevo amanecer forjó su SEMEN
con pasión de alborada.
De Sándalo en la celda
235
CONMIGO
¡Con ellos
haré los surcos nuevos y ENCENDERÉ más sueños!
236
ABRE LA ROSA DE MI DESEO
De Sándalo en la celda
237
5
238
15
Tú eres el corazón
de mi eterna jornada.
¡Espejo de mis OJOS!
¡Latido de mi alma!
239
16
Estás en el ARDIENTE
MIRAR DE MIS PUPILAS.
Eres árbol crecido
de la HERIDA sagrada.
Tú eres el poema
del AVE que te canta
en la espiga del día
desprendida del alba.
20
240
120
El valor
es tesoro inmortal.
El valor:
la estatura de Nación
es nacer,
para erguirse sereno
con alma de hombre libre
e ILUMINADO pie,
capaz de ser señor
de su Patria y de su mundo,
su familia, su pez,
amar mucho, y honesto
crear su propio sueño
y hacerlo florecer.
241
133
¡Bolívar!
¡Ya están altas las albas
en racimos!
¡Las tierras
FULGURADAS DE TUS OJOS,
plañen tu iris
en marcha portentosa!
De Grito primoroso
242
150
De Grito primoroso
243
151
¡Golondrina apasionada!
¡Ave tú de mil proezas!
Con tu canción de los héroes
entre pitirres, sinsontes,
en los clamorosos trinos!
¡Arreboles! ¡Arreboles!
De patria libre en el seno
de boricuas ruiseñores.
244
169
Te llamo
en aquel día
REFULGENTE
en que Dios dio sonrisa
a tu divino sueño,
y se abrieron tus OJOS
en el SOL borinqueño,
y dio a LUZ tu gloria
y se inundó de cielo
Puerto Rico,
el hermoso
jardín de los DESTELLOS.
¡El día
en que Borinquen
dejó rasgar su SENO
para que el cielo echara
la LECHE DE SUS PECHOS,
y abrió para ti en hombre,
y para ti dio cetro!
De Grito primoroso
245
177
¡Y en intrépido oído,
cual capullo del SOL,
suspiraba la gloria
de tu resurrección!
246
V
De En el origen de tu flauta
247
XXII
De En el origen de tu flauta
248
XXIX
De En el origen de tu flauta
249
V
CUERPOS CELESTES
OJOS-LUZ-PIEDRA
SI PUEDO VOLVERÉ
Si puedo volveré
y entonces
será para vivirte.
Te gozaré con todo mi poder:
seré ternura de tu bello ser.
Me arrullaré contigo
en BRISA, en hojas;
y con cestos de flores
caminaré los caminos
ungiéndome
en tu hermosura.
Me extasiaré en tu MIRADA
de paloma,
y en tu cálida falda verde y dulce
me sentaré a besarte.
Tomaré de tus SENOS LECHE pura,
y respiraré
el MANANTIAL encanto de tu aire.
253
y polvo
y alma.
En mi total ser.
Conocerte
en tus totalidades
y apreciarte
sin un átomo ignorado.
Saber que fuiste creada para mí,
y para ti.
254
Que fuimos forjados para amarnos
con santa locura
y sacra admiración.
Al despuntar el SOL
seré la feliz que saborea
todo el ESPLENDOR de la belleza:
danzaremos juntos y estáticos,
ebrios
nuestros sueños palpitarán.
Desbordadas nuestras copas
tremularán en los LABIOS.
255
alegrarán nuestra mañana,
y sobre la loma verde
la grama nos anunciará.
El VIENTO acurrucará
todo arbusto
en nuestra dicha y contemplación.
Tu aire
pulsará los violines
de nuestros corazones.
Y te oleré, ¡oh, bálsamo!
¡Tú!, rico polvo de azúcar
y aromas celestiales;
¡LÚCIDO brindis del infinitum,
serás mío!
Tú ROCEARÁS mi carne
del frasco de tu fragancia.
Humedecerás cálidamente
mi novio traje.
¡ Seremos
los inmortales de tu beso!
¡Oh tronco fresco de simiente
pariendo PANES vivos
en SANGRE virgen!
256
como tus alas;
oh, polen límpido!
¿Qué se dirán?
Estarán como yo enamorados...
pero dichosos
en las presencias
de sus acariciadas PUPILAS,
sus altos SENOS,
sus plumajes titilando
con el toque de la adoración.
257
Yo sé que las frondas tiemblan
al roce de tus mimos
y que dejan caer SENOS de dulzura
para la SED saciar.
Tú eres el poema
del inmortal abrazo,
del beso eterno,
del temblor santo.
Eres buena.
Eres ancha e indescriptible
como el átomo
de que te formas.
Tú eres el poema inmortal
de los dioses del verso.
En ti los océanos nacen y corren
por tus designados rumbos;
y en tus RÍOS
las raíces del FRUTO TOMAN SEMEN...
y se abre
en día de plenitud.
En imagen de cielo
florece en ti la vida:
Y en rosacarne y en aire triunfador
nacen cosechas.
258
Cosechas laboradas
con los pulmones y brazos
de tu sueño realizado:
tu visión cierta.
¡Oh tierramadre!
¡Vientre de amores!
¡Fruto encarnado!
Sublime y amorosa
pariendo hijos corazones
en cestos de montañas.
Madre carga de vegetación
de plenos eneros
con tiara de abriles
y niñitos jugando.
¡Tú, el bien!
La ANTORCHA para la noche
de mi torturado pie.
Tú, mi lecho coronado de árboles
con techo ESTRELLADO.
¡MIRAD OJOS EL DÍA RADIANTÍSIMO...
aunque oscurezca!
MIRAD OJOS RADIANTÍSIMOS
259
testificando la LUZ
y abriéndose en ESTRELLAS
ENFRUTADO EN LOS SÉMENES divinos.
260
Me gusta este pino siempre tan fresco,
tan oloroso. En él los pitirres ponen
sus nidos hechos con maestría
para sus azules huevos.
Su verde no cambia y su aroma es de siempre...
como la verdesangre del misterio.
¡Oíd la llamada!
¡El cántaro sublime!
¡Vamos!, ¡al tomar de los NÉCTARES!
Se corona tu cielo
en márgenes de oro y plata
en tu profundo azul.
261
¡ Qué imágenes !
¡Desde el caracol hasta el orangután!
¡Oh, qué ángeles!
Tierra
Si puedo vuelvo a vivirte
para entonces tomarte mía
completamente: y MORIRME
en tu placer: resucitar
en tu falda.
Quiero hacerme de ti
un nido sobre mi SENO
y que mis poros
con tu caricia abran
y sean floración.
Yo enjugaré mi lecho
con tus azahares y oleré a tu salve.
Cantaremos nuestro júbilo
en soplos de dulce aire
de tierra, polvo y cariño.
Oleré a ti
y tendré tu canción en mis entrañas.
Seré de todos tus colores LÚCIDAMENTE:
suave y sutil polvo latente.
Y PIEDRA, planta, flor y ROCA.
Todos nuestros abrazos se juntarán
armoniosamente, en ímpetu de rica vida,
y cerrarán las HERIDAS,
y florecerán
vivos lotos. De Sándalo en la celda
262
POEMA SEGUNDO DEL RíO FELIZ
Me he de quedar arropada
en este diáfano espejo
porque soy del RÍO feliz
burbuja en su pie de cielo...
un romance de infinito
que en su hombro sempiterno
me peina el cabello en sorbos
del amor de Dios tan bueno.
Aquí duermo y aquí canto,
río y gozo y me conmuevo.
El me toca pasitito
desde mi pequeño dedo
y va por toda mi vena,
por mi RÍO, por mi SENO
en una santa caricia
donde yo no me meneo,
porque dice él, que nada
tengo que hacer:
que mi carga
¡la lleva siempre mi "dueño"!
"Dueño" o buen río felícito,
hombre humano, hombre eterno,
CORRIENTE DE AGUA bendita
que arrancas con suave VIENTO
mi ser,
y lo pones todo,
¡sobre tu hombro!
¡Qué es esto!
263
¡Primaverales ROCÍOS
brota en mi nariz el SUEÑO
y huelo a FRUTO renacido
de los primordiales tiempos!
¡Oh, qué jazmín perfumado
brota por mi tan rosado PECHO!
¡Aguamarina y violeta
y azul del tinte del cielo...
purpúrea aureola esa tiara
hecha en caracol tan bello!
¡Jornada!
Río Felicísimo
abrazo del Mundo Nuevo:
¡LUCERO, alba, ROCÍO,
vertiente del azul cielo!
264
y BEBERTE todo, todo,
en éste, tu vaso inmenso!
265
y que se rompía la niña
tan pequeña en tu portento!
¡Jamás, jamás yo lo olvido!
Tenía cinco años lo menos;
y el SOL se me despedía
con un "te veo más luego".
¡Y tú, ¡tan grande!, ¡qué horror!
Pero qué horror tan hermoso,
encantador y perfecto,
tan enorme como el cielo:
y la tierra y los LUCEROS,
los abismos, los misterios,
el CRISTAL, la ROCA, el VIENTO,
el día... la tarde en ida.
La mañana en ti escondida
como un pétalo en su gran huerto:
¡Mundo tú! ¡Tú, UNIVERSO!
Y yo ni siquiera arena.
Ni nadita,
sólo un temblorcito
que respiraba tu aliento;
y aquel estruendoso estruendo
de tu maravilloso VIENTO:
¡aquel tan potente ruido,
aquel abrumador momento
en el solaz del silencio!
266
¡Y tú! ¡Poderoso!, ¡eterno!
Más bello y grande que todo.
Hermoso. Horroroso. Terrible;
como no puedo explicarlo
en la niñez de mi verbo.
Y la naricita mía
embriagada de tu aliento
se hacía trizas, parecíame
con los arrullos del VIENTO.
267
AZUL,
sin forma vertida
de una GOTITA en tu cuello.
¡Río feliz!
¡Cuánto te quiero!
Cada mirada en tus OJOS
me da la vida que tengo:
cada LUZ me trae portentos
de ser en la vida, vida
como un granito de arena
con un corazón latiendo:
como un guiño de tus OJOS,
como un guiño de tu espejo,
como un REFLEJO BRILLANTE,
como una sombra de FUEGO,
como el secreto, el misterio
que pasitito va abriendo
los caudales
de los antros
de la interrogación que llevo.
268
aquí corremos, gozamos,
comemos, dormimos;
aquí felices abrimos
en capullos despertando
en los ROCÍOS de la vida
primaveral del arcano!
269
somos el desprendimiento
de los SOLES en elíxires
que con los ASTROS vertemos.
De Sándalo en la celda
270
MUSA EN MIS OJOS
271
Rico PAN EN MI MESA DE LUCEROS.
Aceite para mis cabellos.
Polvo de tierra para mi piel rosa,
y del SOL tengo el rojo en mi promesa.
De Sándalo en la celda
272
MI ENCARNADO CLAVEL
De tu alegría de SOL
soy arena en tus MUROS
y LLAMA DE TU SOL
en tu verdor maduro.
Me volveré en espejos
de tus CRISTALES DUROS
para ver a tu amada
entrañada en tu arrullo.
Me alegraré en tus OJOS
en tus Albizus OJOS,
¡oh, mi "novio" tan puro!
Y dentro en tus PUPILAS...
¡al mirarnos en uno
nuestros fecundos RAYOS
verán un nuevo mundo! De Sándalo en la celda
273
¡OH, BUENO, BUENO, BUENO!
¡Oh, suspirito
que cruza la ROCA
y palpita en el eco!
Y subo y subo
como un hilito tejido
de tu sudario . Y como una sonrisa
de la agonía de tu costado.
274
Como una venita de tu gran brazo.
¡Qué grande ! ¡ Qué inmensa la vida
cuajada en tus CLAVOS!
¡Tus CLAVOS!
¡Tus CLAVOS que abren
la ROSA de mi pasión
para que te cante
con sonoro LABIO!
De Sándalo en la celda
275
TU SUEÑO LIBRE
Pulsemos el RÍO
DE LA LUZ fogosa,
toda LLAMA, toda vida.
276
Todo un hombre nacido
pero en pañales aún:
del vientre materno florecido.
Florecido
de una isla verde
en ESTRELLA incrustada
del corazón del mundo.
Sí, tócame
abramos el VIENTO DE LOS LUCEROS
en el abanico ARDOROSO
del suspiro.
Tú -Y yo
tormenta de muchas BRISAS:
SAETAS DE FUEGO de montaña.
Océano rugiente
de sonantes ESPADAS
despertadas
al tuntún del eco
de la batalla viva.
Tú y yo
abriendo el caudal extático
en la infinita verdad
del tiempo:
en la amadrugada nación.
277
Tócame que te toco
y nos blandimos de ARDORES:
ARDE LÁMPARA del cielo
en este lecho de árboles
que no se conforman
con raíces inertes.
Y en el susurro
de la entraña que nos conmueve
y anena
como chiquitines
que van de sopetón por el camino
donde está la tienda de los dulces.
¡Sí!
Como niños corriendo
en corazones levantados de sorpresa,
¡porque hay los chavos!
¡Unjúm!, ¡para el merengue!
278
capullito de mi izquierdo SENO
brotado con AGUACERO
de marzo.
Tú eres cédar
de mi derecho SENO
EN LECHE brotando.
¡Oh, mío de SANGRE!
(También tú llevas
la cabra y la mula,
y el caballo y la azada
y un platanal verdísimo
sobre tu grande hombro:
sudor y pulmón,
martirio al fondo
en copla de amanecer,
y adentro, más abajito,
profundo
tu raíz de eternidades LUMINOSAS.
279
Y también café y malanga
y beso de ron caña,
y trino de pájaros,
en la hoja verde y grande
donde papá bebió su taza de café
aquel día de SOL ARDIENTE,
en el bohío de tía Vive,
estando él tísico
bajo un RAYO DE SOL.
280
después del biberón que puso
el LODO sacro
de la raíz rojisísima
con labios del niño mozo.
Tócame.
Abreme con tu puño
de PEÑÓN fecundo:
yo soy tuya. Tu amor me crece
hasta tu punto alto.
¡Ya aleteo
porque alcanzo mi PÁJARO varón!
Ya estoy en el nido esperando
que acaricies mi alma,
rosa de amor ENCENDIDA
de madrugada
para la escapada
y la perenne gracia.
281
Hoy
con ninfas abrumadoras
de grito libre,
te saludo.
¡Te saludo
con tu pecho abrazando mi pecho
en éxtasis de amor soberano!
Isla verdísima.
¡Toda en RAYOS incrustada!
Volcán de sueño santo
en cáliz de brazo de oro
282
y de torres solas
al infinito levantadas.
(También sé de un tedéun
de un cura PETRIFICADO
ante la aurora mariana).
283
que rompe
los nobles esfuerzos!
Resurrecta
en el sueño que te escribo
en mi celda de SOL y monte verde,
lejos,
allende de tu Caribe de amazonas
todas sembradas de pichones ariscos.
¡Penetrada
por tu imán de parirme
con tu dolor de madre tan sublime!
284
Este es tu canto de guerra
silbando
en la nochebuena
entre mis dos brazos
acurrucado
con OJOS perfilados
de vigilia.
Es un MORDER DE LABIOS
EN FRUTO de delicia
y de contemplación:
encaminado brío
de tu resurrección.
Aquí
donde ruge una cadena
que yo he adornado con claveles
encarnados,
y con hilos del oro de tus minas,
con tus perlas de ROCÍO,
y con tu yerbabuena.
Así la he adornado
al ponerle tu cinto de vuelos
para ver nuestro realizado sueño:
¡Tu sueño libre ! ¡Aleluya!
De Sándalo en la celda
285
LA MONTAÑA CON SU GRITO CEÑIDO
286
Es hora ya de cruzar el tiempo
en tu signo de valor y gracia,
y verter en tu SENO tierra mía,
tu redención de patria soberana.
De Sándalo en la celda
287
UN POEMA DE LA CÁRCEL
Amanece...
saludo al día, rudo, seco de sonrisa.
No me contesta...
y me pregunto si estoy ciega.
Busco una faz que me dé una MIRADA amiga:
una voz, una mano: algo de tú y yo:
un cariño.
El silencio duerme
me castiga la orfandad
de la abierta HERIDA
de la patria esclava.
En mi celda
mi vida se recuesta
288
en arrugado camastro
y duele el cuerpo.
Caigo abatida
del ansia del hacer.
289
ni sueños,
ni guiños!
El grito
conmueve la caseta
y hace un temblor
en el alma.
La charla es arma
contra la tranquilidad:
la charla de los barrotes
con suspiros
de la pobre ignorancia,
de la ceguedad.
290
Aquí todo es negativo.
No se admite
la estimulante conversación.
Todo es peluca y sexo:
peacemakers de la warden.
Me he preguntado
por qué es que no me quieren
en la caseta donde vivo,
la de los oldtimers:
la de la alcaide: !su "baby"!
Y sé que es por la huelga
y porque no acepté
el "bajo palabra".
291
Me dicen "orgullosa";
que me creo mejor que ellas.
Me dicen "em al pi" (MIP).
En inglés: "most important person".
Todo porque no acepté el parole.
Ellas no comprenden eso de Colonia:
dicen otras
que tengo que estar mal del sentido,
o que es que tengo miedo
que si retorno a la patria
me asesinen: que a mí
allá no me quieren.
De Sándalo en la celda
292
POR EL PEÑÓN DE DIOS
En su palabra decía:
siembro aquí del SOL un cirio
que será el FARO que guíe
a los hombres al infinito.
293
Vengo dentro de la PIEDRA
y vengo en el LABIO fino
del gran pozo de las AGUAS
que el océano ha vertido.
Vengo en el ser chiquitito
de la PUPILA DEL LIRIO...
y en la larva que florece
del ROCÍO sobre los filos
de los PEÑASCOS que arribo.
294
ME ILUMINÓ en escapadas
y en cada hoyo y abismo.
No dejaré de elevar
mi pie en alas florido
por las hondas del misterio
y las LUCES de mis bríos.
¡Iré siempre.
Jamás quedará estático
mi pie de paso transido!
Y así,
entre brecha y brecha,
en los rumbos , mi destino
295
recojerá todo grano:
espigas de SOL haré
para la noche que he VISTO:
y haré sándalo de intrépidos
pasos... con el sudor del ROCÍO
del ansia humana nacido.
Y en la cumbre de la vida
donde el SOL tiene su nido
este cántaro feliz
con su cardo cristalino
lo arrojaré en la caricia
de mi amado Jesucristo:
y será esta jornada mía,
¡PEÑÓN de Dios infinito
y puerta de la eternidad
de tus alas! ¡Puerto Rico!
De Sándalo en la celda
296
ESTÁS EN LA MURALLA
De Sándalo en la celda
297
A LAS PRESAS QUE JUEGAN
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Ellas mis PÁJAROS CON FLECHAZOS, nudos:
huecos entre sus carnes, tatoo urdos,
cayos de PIEDRA entre sus fieros puños
y untadas BOCAS de atronadores yugos.
De Sándalo en la celda
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INDICE
PRÓLOGO VII
I FUEGO
Vive la nación
Oye mi voz que a ti clama
El maestro
Al maestro
Fuga
Soy tuya, luminoso
Mirada la tuya
Yo he visto tus miradas
Déjame que llegue a ti
Ven
Una poesía
Perenne vida
Decidme la verdad
A ché Guevara
8
9
11
21
40
45
49
51
54
61
74
89
108
114
301
127
128
136
137
176
192
200
205
VIII
XII
XVI
XVII
XXXII
¡Y esta noche, Ave María!
Señor, búscame una rosa
Volveré de nuevo
II CUERPOS CELESTES
¡Vamos!
El día de la tierra
El tiempo por la loma asoma el grito
La llave
Fuiste tú
¿Y la vida?
Renovado está mi ser
Del poema de la alegría del sol
Poema de la presencia divina
Vuelve a trinar
En la penumbra
Cruza el campo
3
7
10
22
302
28 68
29 69
30 69
31 70
32 71
36 72
41 73
43 74
52 75
55 76
79 77
83 78
93 79
95 80
98 81
109 82
117 83
118 84
119 85
125 86
130 87
131 88
132 88
135 89
141 90
144 91
153 92
170 93
172 93
175 94
179 94
180 95
184 96
185 97
303
186 98
190 99
191 100
193 101
210 102
216 102
217 103
223 104
224 105
225 106
1 107
VI 107
XI 108
XX 108
304
Muchos versos 133
Ya Mariana Bracetti 135
En el aniversario de la Casa Blair 138
Llama 139
Suena la trompeta 141
Patria 142
12 143
18 144
38 145
42 145
44 146
50 147
80 148
104 149
124 149
156 150
168 151
171 152
VII 153
XXI 153
XXVII 154
XXVIII 155
XXX 156
XXXI 156
IV CUERPOS CELESTES-OJOS-LUZ
Poema de la revolución 159
Plenitud de luz 162
La hermosura del verso 163
Primero de mayo 167
Poema al maestro 169
Eso soy 171
Un pétalo 174
Varón de amaneceres 179
305
A un poeta 185
¡Oh, radiante caudal! 186
Encapullada 188
Al maestro 190
Esta roja aurora 191
¿Qué estoy lejos , de dónde? 192
Hijo 194
Isla de corazones florecida 196
Al pueblo 198
Dolorosamente 200
¿Por qué? 201
Óyeme en la candela 202
Soliloquio con tic-tac 204
Canto profundo 207
Su mirada 209
El capullito 210
Maestro 212
Canción de pájaros 213
Luminosa 215
Miran a las nubes 216
Hombre de la tierra liberada 217
Tengo todos los delirios de la vida 221
Mañana 223
Al maestro 224
Poema a mi adorado 225
Versos moriviví 226
Toca el eco en mi faz 227
Camino dorado de mi mirasol 228
Amorosamente 230
Mi verso resonó 231
En el verde de los árboles 232
Soy feliz 233
Mi poema de siesta 234
Con el grito de tierra soberana 235
306
Conmigo
Abre la rosa de mi deseo
5
15
16
20
120
133
150
151
169
177
V
XXII
XXIX
V CUERPOS CELESTES
OJOS-LUZ-PIEDRA
Si puedo volveré
Poema segundo del río feliz
Musa en mis ojos
Mi encarnado clavel
¡Oh, bueno, bueno , bueno!
Tu sueño libre
La montaña con su grito ceñido
Un poema de la cárcel
Por el peñón de dios
Estás en la muralla
A las presas que juegan
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Esta edición de
ANTOLOGÍA DE LA POESÍA CÓSMICA DE
LOLITA LEBRÓN
por
Fredo Arias de la Canal
se terminó de imprimir en
septiembre del 2000.
Diseño de
Iván Garmendia R