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El Proceso Mixto

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EL PROCESO MIXTO.

No hay un solo proceso mixto, sino que en un estudio híbrido concurren diversos procesos
(Hernández-Sampieri y Mendoza, 2008). Las etapas en las que suelen integrarse los
enfoques cuantitativos y cualitativo son fundamentalmente: el planteamiento del problema,
el diseño de investigación, el muestreo, la recolección de los datos, los procedimientos de
análisis y/o interpretación de los datos (resultados).
Ahora comentaremos brevemente las etapas claves para investigaciones mixtas. En el centro
de recursos en línea (capítulo 12, “Ampliación y fundamentación de los métodos mixtos”)
se extienden conceptos e información sobre tales fases (incluyendo más ejemplos).

Planteamiento de problemas mixtos.

Un estudio mixto comienza con un planteamiento del problema que demanda claramente el
uso e integración de los enfoques cuantitativo y cualitativo. En este siglo, diversos artículos
y textos han incluido diferentes cuestiones sobre los planteamientos mixtos, pero dada la
naturaleza introductoria de este capítulo, nos limitaremos a los aspectos prácticos para
desarrollarlos.

La formulación del planteamiento tiene tres momentos decisivos (Hernández-Sampieri y


Mendoza, 2012), aunque como en cualquier investigación, siempre se encuentra en
evolución y puede ser modificada para adaptarse al estudio:

a) Al inicio del estudio, producto de una primera evaluación del problema y la revisión de
la literatura básica.
b) Al momento de tomar decisiones sobre los métodos.
c) Una vez que se tienen los primeros resultados e interpretaciones emergentes.

Por ahora, nos limitaremos al primero.


Al comienzo de la investigación, regularmente el planteamiento mixto contiene la intención
conjunta del estudio, así como los propósitos de las ramas cuantitativa y cualitativa de la
investigación y la argumentación para incorporarlas o mezclarlas y responder al problema
de interés. Lo anterior puede tener tres vertientes:
1. Primero formular los objetivos y preguntas cuantitativas y cualitativas separadas,
seguidas de interrogantes explícitas para métodos mixtos. Por ejemplo, en una investigación
que involucra la recolección y análisis simultáneos de datos cuantitativos y cualitativos
(concurrente), una pregunta sería: ¿convergen los resultados y descubrimientos cuantitativos
y cualitativos? En un estudio más secuencial (en donde primero hay una fase de recolección
y análisis CUAN o CUAL y luego una segunda del otro enfoque), la pregunta sería: ¿de qué
forma el seguimiento de descubrimientos cualitativos ayuda a explicar los resultados
cuantitativos iniciales? O bien, ¿cómo los resultados cualitativos explican, expanden o
clarifican las inferencias cuantitativas?

2. Redactar una o varias preguntas mixtas o integradas y después dividirlas en


preguntas derivadas o secundarias cuantitativas y cualitativas separadas para responder a
cada rama o fase de la indagación. Esto es más común en investigaciones concurrentes o en
paralelo que en secuenciales.

Por ejemplo, supongamos que vamos a estudiar las funciones que cubre la asistencia a
discotecas (discos), bares, antros y equivalentes en los adultos jóvenes universitarios de 21
a 27 años, de alguna gran ciudad sudamericana (Buenos Aires, Santa Fe de Bogotá, Santiago
de Chile, Lima, Caracas y otras). La pregunta general podría ser: ¿qué funciones cumple
entre los adultos jóvenes estudiantes ir a antros y centros nocturnos? Las preguntas
secundarias podrían ser: ¿por qué razones asisten a esos lugares? (CUAN), ¿qué bebidas y
alimentos consumen y en qué cantidad? (CUAN), ¿qué funciones específicas manifiestan
para asistir? (por ejemplo, socialización, evasión, entretenimiento, etc.) (CUAN), ¿cómo
describen y caracterizan sus vivencias y experiencias en tales sitios? (CUAL), ¿qué
sentimientos expresan? (CUAL), ¿qué tan agradables-desagradables son esas experiencias
para ellos? (CUAN).
Para responder, podríamos al mismo tiempo realizar observación abierta (CUAL) y
entrevistas mixtas semiestructuradas durante una semana en antros y centros nocturnos. En
las entrevéis tas se podrían formular algunas interrogantes con categorías “cerradas”.
También, el estudio se enriquecería con una encuesta y grupos de enfoque en una
universidad. Durante la investigación podrían emerger nuevas preguntas a raíz de los
resultados iniciales y los intereses del investigador como: ¿qué conductas manifiestan para
relacionarse con otras personas de su mismo género y del género opuesto? (por ejemplo,
intercambiar caricias, besarse, únicamente charlar, bailar). Además, podríamos ahondar en
casos individuales (biografías).

Desde luego, es una simplificación, pero esperemos que se comprenda el sentido de las
interrogantes.
Otro ejemplo en un estudio concurrente o simultáneo lo proporcionan Tashakkori y Creswell
(2007). La pregunta mixta podría ser: ¿cuáles son los efectos del tratamiento X en ciertas
conductas y percepciones de los grupos A y B? Las preguntas derivadas del cuestionamiento
mixto general podrían ser: ¿los grupos A y B son o no diferentes en las variables Y y Z?
(CUAN) y ¿cuáles son las percepciones y construcciones de los participantes en los grupos
A y B respecto al tratamiento X? (CUAL).

3. Escribir preguntas para cada fase de la investigación de acuerdo con la evolución


del estudio. Si la primera etapa es cuantitativa, la interrogante deberá ser enmarcada como
una pregunta CUAN y su respuesta tentativa será la hipótesis. Si la segunda etapa es
cualitativa, la pregunta será redactada como CUAL. Esto es más usual en los estudios
secuenciales.
Las tres prácticas ofrecen diferentes perspectivas, lo que los investigadores e investigadoras
deben reflexionar es si se incluyen en el planteamiento preguntas y objetivos para cada
aproximación (CUAN y CUAL), o si se prefieren preguntas y objetivos que enfatizan la
naturaleza mixta y la integración; o bien, planteamientos que trascienden las preguntas
secundarias cuantitativas y cualitativas. Lo importante es que quede claro lo que
pretendemos investigar y la naturaleza mixta del estudio en cuestión.
Asimismo, al ubicar a los métodos mixtos en un continuo multidimensional, más que una
tercera opción agregada a la dicotomía cualitativa-cuantitativa, y tomando en cuenta lo
comentado previamente, se crea un dilema interesante: ¿la mezcla debe o puede ocurrir desde
el planteamiento, o debe limitarse a los métodos del estudio (recolección y análisis de datos
e inferencias —discusión—)? Hernández-Sampieri y Mendoza (2008) consideran que ya sea
de manera explícita o implícita, desde el planteamiento debe combinarse las aproximaciones
CUAN y CUAL, aunque como señalan, el desarrollo del estudio generalmente producirá
preguntas y objetivos adicionales (emergentes y derivados de los primeros resultados).
Con el fin de clarificar los planteamientos mixtos, Teddlie y Tashakkori (2010) nos ofrecen
un diagrama para ilustrar su formulación, el cual se muestra en la figura 17.3. Asimismo, se
ejemplifica el diagrama con el caso de un estudio en cierta provincia de México sobre las
experiencias de egresados universitarios en el proceso de obtención de empleo y los factores
que inciden en éste.

Revisión de la literatura
En la mayoría de los estudios mixtos se realiza una revisión exhaustiva y completa de la
literatura pertinente para el planteamiento del problema, de la misma forma como se hace
con investigaciones cuantitativas y cualitativas (véase el capítulo 4 de este libro y el capítulo
3 del centro de recursos en línea). Es necesario incluir referencias cuantitativas, cualitativas
y mixtas.
Además de la revisión de la literatura y el consecuente desarrollo de un marco teórico, está
el asunto de la “teorización”, es decir, si el estudio se guía o no por una perspectiva teórica
con mayor alcance (Creswell, 2013a). Puede ser una teoría de las ciencias (por ejemplo:
teoría de la atribución en psicología, teoría de usos y gratificaciones en comunicación, teoría
del valor en economía, teoría de la motivación intrínseca en el estudio del comportamiento
humano en el trabajo, teoría de Hammer sobre el cáncer) o un enfoque teorético
transformador como la “investigación acción participativa”.
Como señala Creswell (20013a), todos los investigadores se fundamentan en teorías, marcos
de referencia o perspectivas para la realización de sus estudios y éstas pueden ser más o
menos explícitas en las investigaciones mixtas. Hernández-Sampieri y Mendoza (2008)
recomiendan que sean explicitadas con claridad, dado que los métodos mixtos son
relativamente nuevos en Iberoamérica. Las teorías orientan sobre los tipos de planteamientos
que se generan, quiénes deben ser los participantes en el
estudio, qué tipos de datos es pertinente recolectar y analizar, y de qué modo, y las
implicaciones hechas mediante la investigación. Los enfoques transformadores también
guían todo el conjunto de procesos mixtos.

Hipótesis
En los métodos mixtos, las hipótesis se incluyen “en y para” la parte o fase cuantitativa,
cuando mediante nuestro estudio pretendemos algún fin confirmatorio o probatorio; y son
un producto de la fase cualitativa (que generalmente tiene un carácter exploratorio en el
enfoque híbrido). Podemos entonces, tener hipótesis predeterminadas derivadas del
planteamiento del problema, hipótesis emergentes durante el proceso de investigación e
hipótesis derivadas de resultados cualitativos, cuantitativos o de la mezcla.
Diseños
Realmente cada estudio mixto implica un trabajo único y un diseño propio, por lo que resulta
una tarea más “artesanal” que los propios diseños cualitativos; sin embargo, se han
identificado modelos generales de diseños que combinan los métodos cuantitativo y
cualitativo, y que guían la construcción y el desarrollo del diseño particular (Creswell,
2013a; Tashakkori y Teddlie, 2010; y Hernández Sampieri y Mendoza, 2008). Así, el
investigador elige un diseño mixto general y luego desarrolla un diseño específico para su
estudio.

CONCLUSIÓN
PRIMERA: Los métodos mixtos o híbridos han tenido un crecimiento vertiginoso en la
última década. Los métodos mixtos representan un conjunto de procesos sistemáticos,
empíricos y críticos de investigación e implican la recolección y análisis de datos
cuantitativos y cualitativos, así como su integración y discusión conjunta, para realizar
inferencias producto de toda la información recabada (metainferencias) y lograr un mayor
entendimiento del fenómeno bajo estudio.
SEGUNDA: Los métodos mixtos son una vía adicional a los enfoques cuantitativo y
cualitativo de la investigación.
TERCERA: La investigación mixta se utiliza y ha avanzado debido a que los fenómenos y
problemas que enfrentan actualmente las ciencias son tan complejos y diversos que el uso
de un enfoque único, tanto cuantitativo como cualitativo, es insuficiente para lidiar con esta
complejidad.
CUARTA: Los métodos mixtos utilizan estrategias de muestreo que combinan muestras
probabilísticas y muestras propositivas (CUAN y CUAL). Gracias al desarrollo de los
métodos mixtos y ahora la posibilidad de hacer compatibles los programas de análisis
cuantitativo y cualitativo pueden ser codificados como números y también analizados como
texto.

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