Art. 3 LOTTT-Tasa de Cambio Aplicable A Oblig. Lab. (Maribel Armijo C. Laboratorios Elmor, C.A.)
Art. 3 LOTTT-Tasa de Cambio Aplicable A Oblig. Lab. (Maribel Armijo C. Laboratorios Elmor, C.A.)
Art. 3 LOTTT-Tasa de Cambio Aplicable A Oblig. Lab. (Maribel Armijo C. Laboratorios Elmor, C.A.)
En el proceso por cobro de prestaciones sociales y otros conceptos laborales seguido por la
ciudadana MARIBEL CUBEROS ARMIJO, representada judicialmente por los abogados Alexis García,
Carmen Salinas y Hamilton Rodríguez, contra la sociedad mercantil LABORATORIOS ELMOR S.A.,
representada en juicio por los abogados Rafael Blanco Ricovery, César Freites Vallenilla, Marlon Gavironda,
Edhit Viejo del Cura, Andrés Olmos Piña y José Francisco Henríquez Partidas; el Juzgado Superior Cuarto de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, mediante sentencia publicada el 4 de julio de 2017,
declaró con lugar el recurso de apelación de la parte actora, sin lugar la apelación ejercida por la parte demandada
y parcialmente con lugar la demanda, modificando así el fallo dictado el 9 de marzo de ese mismo año, por el
Juzgado Décimo Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la referida Circunscripción Judicial, que
declaró sin lugar la defensa perentoria de prescripción alegada por la demandada y parcialmente con lugar la
demanda.
Contra la decisión de alzada, la parte demandada anunció recurso de casación, el 12 de julio de 2017,
siendo admitido por el Juzgado Superior el día 21 de ese mismo mes y año, y formalizado de forma tempestiva.
No hubo impugnación.
Recibido el expediente en esta Sala, el 16 de noviembre de 2017 se dio cuenta del mismo y se designó
ponente al Magistrado Dr. Danilo A. Mojica Monsalvo.
Mediante auto del 18 de enero de 2018, fue fijada la audiencia pública y contradictoria prevista en el artículo
173 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, para el 5 de abril de ese mismo año, a la 9:30 p.m.
En esta oportunidad, pasa la Sala a reproducir por escrito, la sentencia de conformidad con lo establecido
en el artículo 174 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en los siguientes términos:
CASACIÓN DE OFICIO
En ejercicio de la facultad que confiere el artículo 175 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en su tercer
aparte, de casar de oficio el fallo recurrido con base a las infracciones de orden público y constitucional que en
ella encontrase, aunque no se las haya denunciado, la Sala pasa a decidir, en los siguientes términos:
Al respecto, la Sala Constitucional ha definido lo que debe entenderse por la casación de oficio en sentencia
N° 116 de 29 de enero de 2002, caso: José Gabriel Sarmiento Núñez, al señalar lo siguiente:
…el vigente Código de Procedimiento Civil contempla un régimen mixto, en el que sólo puede haber
recurso de casación si una de las partes (la perjudicada) lo plantea, pero una vez interpuesto, la Sala
de Casación correspondiente puede anular el fallo por vicios no denunciados, siempre que se trate de
normas constitucionales o de orden público. De esta manera, el interés privado sigue teniendo una
prevalencia, pero se matiza por la necesidad de proteger los intereses públicos.
(…)
…el legislador optó por un procedimiento mixto, en el que se mantiene la demanda de parte, a la par
que se faculta a la Sala de Casación para decidir de oficio sobre ciertas violaciones, sin que a las partes
se le conceda oportunidad para alegar lo que estimasen conveniente. Ello, en criterio de esta Sala
Constitucional, no puede ser considerado como una violación al derecho de la defensa porque en
realidad no se trata de un mecanismo instaurado en protección de derechos e intereses particulares,
sino para tutelar ciertas normas cuyo respeto el ordenamiento considera esencial.
Por su parte, esta Sala de Casación Social en Sentencia N° 1.666 de 30 de julio de 2007, estableció lo
siguiente:
Con el propósito de construir la base argumental que a criterio de esta Sala motiva la revisión ex
oficio del fallo recurrido es necesario recordar el carácter de orden público del que están investidas
las normas a las que se contrae el artículo 10 de la Ley Orgánica del Trabajo.
El orden público está integrado por todas aquellas normas de interés público, que son de
cumplimiento incondicional, que no pueden ser derogadas por las partes y, en las cuales el
interés general de la sociedad y del estado supedita el interés particular, para la protección de
ciertas instituciones que tienen elevada importancia para el mantenimiento de la seguridad
jurídica, tales como la oportunidad para la contestación de la demanda, la apertura del lapso
probatorio, y la preclusión de los actos procesales, entre otras.
Por su parte, para esta Sala de Casación Social la noción de orden público está recogida, entre
otras, en decisión N° 22 del 11/07/2002, la cual acogiendo la sentencia de fecha 22 de mayo del
2001, de la Sala de Casación Civil dejó indicado que “representa una noción que cristaliza
todas aquellas normas de interés público que exijan observancia incondicional, y que no son
derogables por disposición privada”.
De acuerdo con las sentencias parcialmente transcritas, la casación de oficio ha sido concebida como una
facultad que tiene en este caso, la Sala de Casación Social, para anular un fallo cuando se observaren agravios
donde esté involucrado el orden público y que no hayan sido denunciados por las partes.
En el caso concreto, se justifica la casación de oficio toda vez que se ha evidenciado la violación de normas
de orden público en la sentencia recurrida, contenidas en los artículos 159 y 160 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, al incurrir el juez de alzada en indeterminación objetiva, al no determinarse con precisión el objeto o la
cosa sobre la cual recae la decisión, es decir se delegaron al experto facultades propias del operador de justicia,
siendo dicha decisión inejecutable.
Al quedar demostrado que hubo continuidad en la relación laboral y que terminó por decisión
unilateral injustificada del patrono procede la indemnización por despido establecida en el artículo 92
de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras que prevé:
Artículo 92. En caso de terminación de la relación de trabajo por causas ajenas a la voluntad del
trabajador o trabajadora, o en los casos de despido sin razones que lo justifiquen cuando el trabajador
o la trabajadora manifestaran su voluntad de no interponer el procedimiento para solicitar el
reenganche, el patrono o patrona deberá pagarle una indemnización equivalente al monto que le
corresponde por las prestaciones sociales.
Con relación a los gastos de repatriación, los mismos son procedentes, en razón de que si bien, no
aparecen reflejados en el contrato, de conformidad con la Ley Orgánica del Trabajo los Trabajadores
y Trabajadoras, corresponde cancelar los gastos de repatriación.
En este mismo orden de ideas, se observa que, la parte actora reclama el pago de la prestación por
antigüedad, la cual resulta procedente por cuanto no se evidenció su cancelación. Para determinar el
monto adeudado por este concepto deberán realizarse, mediante experticia complementaria del fallo,
el cual deberá tomar en consideración deberá utilizar el salario integral del mes, conforme al último
salario, que incluye la porción pagada en dólares con su respectiva conversión más las alícuotas del
bono vacacional, las utilidades, y el bono anual, correspondientes al período respectivo, la suma total
adeudada deberá ser expresada en bolívares para lo cual, el experto deberá (sic) tomar en cuenta las
tasas de cambio oficiales fijadas por el Banco central de Venezuela (sic) respecto a cada período;
mientras que para calcular los días de antigüedad adicional deberá el experto utilizar como base de
cálculo, el salario integral promedio del año pertinente. Asimismo el experto deberá calcular los
intereses sobre la prestación por antigüedad que adeuda la demandada al actor respecto de la
diferencia debida por dicha prestación, a la tasa promedio entre la activa y la pasiva determinada por
el Banco Central de Venezuela, tomando como referencia los 6 principales bancos comerciales del
país, de conformidad con el literal c) del artículo 142 de la Ley Orgánica del Trabajo los Trabajadores
y Trabajadoras.
De la transcripción parcial, se observa que si bien el juez de alzada ordenó la realización de una experticia
complementaria del fallo, señalándole al experto que “deberá tomar en consideración deberá (sic) utilizar el
salario integral del mes, conforme al último salario, que incluye la porción pagada en dólares con su respectiva
conversión más las alícuotas del bono vacacional, las utilidades, y el bono anual, correspondientes al período
respectivo”, no estableció los montos de los salarios para el cálculo de los conceptos declarados procedentes, ni
tampoco los parámetros para realizar dicho cálculo, siendo dicha omisión determinante en el dispositivo del fallo,
no cumpliendo el juez de alzada con la exigencia prevista en el artículo 159 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo (Vid. Sentencia SCS N° 532/10-07-13).
En tal sentido, al haberse constatado infracciones que atentan contra el orden público laboral, esta Sala de
Casación Social, en uso de las atribuciones conferidas por el artículo 175, penúltimo aparte, de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, casa de oficio la sentencia proferida el 4 de julio de 2017, por el Juzgado Superior Cuarto
de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas.
SENTENCIA DE MÉRITO
En el libelo de la demanda, se alegó que en fecha 18 de abril de 1995, la ciudadana MARIBEL CUBERO
ARMIJO inició su relación de trabajo, con la empresa LABORATORIOS ELMOR S.A., desempeñando el cargo
de analista de crédito y cobranzas. Que luego, en abril de 2010, fue asignada para ejecutar labores para TEVA,
en Venezuela, en la misma sede de la demandada y en abril del año 2012 es trasladada efectivamente a la empresa
filiar TEVA PHARMACEUTICALS en Florida-Estados Unidos, para desempeñar el cargo de Auxiliar de
Finanzas Sénior, previa oferta de trabajo, con el objeto de ejecutar una estrategia operacional de servicios
compartidos, específicamente para el área de Latinoamérica, incluido la República Bolivariana de Venezuela.
Que los términos de la asignación se corresponderían con los siguientes: a.- Un sueldo base de (USS 23,08) por
hora, equivalentes a la cantidad de (USS 48.000,00) anual, pagadera cada dos (2) semanas. b.-Una bonificación
anual de 5% de su salario base anual, c- Pago de tiempo extra y otros beneficios contractuales. A los efectos de
la antigüedad se mantuvo la fecha de ingreso (18/04/1995). Que en fecha 7 de agosto de 2015, la trabajadora fue
informada que su asignación en la sede TEVA PHARMACEUTICALS, finalizaría el 15 de agosto de 2015, como
efectivamente se verificó. Alega que debe tenerse que la relación laboral terminó por decisión unilateral
injustificada del patrono, por cuanto no se apoyó a la trabajadora en su regreso a Venezuela, ni fue resuelta su
situación laboral, aun habiendo llegado a su país natal, lo que conllevó a que acudiera a la vía judicial. Señala que
la empresa LABORATORIOS ELMOR S.A., debió cancelar todos los conceptos que correspondan a la
trabajadora por finalización de la relación laboral. En tal sentido, demanda los siguientes conceptos:
1. Prestación de antigüedad prevista en el artículo 142 literal c, de la Ley Orgánica del Trabajo, los
Trabajadores y las Trabajadoras.
4. Gastos de repatriación.
8. Mora en el pago de las prestaciones e indemnizaciones, conforme la vigente Convención Colectiva del
Trabajo de la rama de la Industria Química y Farmacéutica (artículo 63 numeral 4).
Asimismo, arguyó que si bien es cierto, que no se cuenta con el monto del último salario percibido por la
trabajadora, señala que para el mes de marzo del año 2012, su remuneración mensual promedio fue de Bs.
10.138,13; y que el cálculo de la antigüedad y demás conceptos que se reclaman, se calcularan sobre la base del
salario siguiente: Promedio sueldo normal mensual: USS 3.746,09 (Bs. 749.180,54) promedio diario normal: USS
124,87 (Bs.24.972, 68), Alic. Diaria normal Utilidades: USS 8.38 (Bs. 1.675,92), Alic. Diaria Bono Vacacional:
USS 9,61 (Bs. 1.921,90) - precio del dólar SIMADI al 06 de febrero de 2016: Bs. 199,99 -
En consecuencia, demanda por prestaciones sociales y otros conceptos laborales, la cantidad de Treinta y
Nueve Millones Ochocientos Cinco Mil Cuatrocientos Cuarenta y Cuatro Bolívares con Sesenta y Ocho Céntimos
(Bs. 39.805.444,68).
La demandada, reconoció como hecho cierto: la fecha de ingreso: 18 de abril de 1995 y negó los siguientes
hechos: Niega, rechaza y contradice que la relación hubiese concluido el 7 de agosto de 2015. Que el tiempo
laborado para Teva Pharmaceutical pueda entenderse como una continuidad de la relación trabajo con
Laboratorios Elmor S.A. Precisa, que la verdad es que la trabajadora efectivamente mantuvo una relación laboral
desde el 18 de abril de 1995, concluyendo la misma en fecha 16 de abril de 2012, conforme a la renuncia que la
trabajadora le presentara a la empresa. Asimismo, negó que pueda considerarse como una extensión de la relación
laboral la supuesta prestación del servicio de la trabajadora (…) para una sociedad mercantil que no está
constituida en Venezuela, no funciona en este país y sobre la cual solo se menciona que está constituida en Israel
y supuestamente es la casa matriz o accionista de mi mandante (…). Destaca, que la demandada en su
oportunidad canceló los conceptos laborales derivados de esa relación laboral, por la cantidad de Bs. 345.414,64
de lo cual se restó la cantidad de Bs. 166.042,57, en tal virtud, la actora recibió la cantidad de Bs. 179.372,07.
Argumenta, además que lo pretendido por la parte actora es enmarcar los hechos en un supuesto falso;
asumir que se pactó una relación en Venezuela, para la ejecución de una obra en el extranjero, cuando lo cierto,
es que la relación con Laboratorios Elmor S.A., finalizó y es allí donde comienza una nueva relación laboral con
otra empresa (Teva Pharmaceutical) distinta a la demandada residente en otro país (Florida-EEUU) con
condiciones laborales típicas de otro país, y una realidad económica diferente a la venezolana, por lo que -a su
decir- mal podría esa relación laboral regirse por la legislación patria. Igualmente, por otra parte, opone la
prescripción de la acción considerando que el lapso de prescripción establecido en la extinta Ley Orgánica de
Trabajo, es de un año contado a partir de la fecha de terminó de la relación laboral, y que para la referida fecha
(16 de abril de 2012) regía la referida ley, sin que la accionante interpusiera acción alguna que interrumpiera el
referido lapso de prescripción. En tal sentido, solicita se decrete la prescripción de la acción. En cuanto lo
anteriormente señalado, la demandada niega, rechaza y contradice los siguientes conceptos laborales:
1. La antigüedad (articulo 142 literal “c”) seiscientos (600) días, por la cantidad de Bs. 17. 142.300,00.
2. Indemnizaciones por despido injustificado, seiscientos (600) días, por la cantidad de Bs. 142.300,00.
5. Intereses moratorios.
Hechos admitidos: De los hechos alegados por la parte demandante únicamente la parte demandada aceptó
como cierto, la fecha de ingreso de trabajadora: 18 de abril de 1995.
Delimitación de la Controversia:
Con base a los hechos en los cuales la parte demandante fundamenta su acción, así como los hechos en los
cuales la demandada sustenta su defensa; resulta evidente que los límites en los cuales ha quedado planteada la
controversia, en cuanto a las pretensiones deducida por la actora en su libelo y las defensas opuestas por la parte
demandada en su contestación, están dirigidos a determinar: lo concerniente a la continuidad del vínculo laboral
invocada por la actora, con ocasión de los servicios personales prestados en el exterior (Florida Estados Unidos),
así como la forma y fecha de terminación de la relación de trabajo, y como consecuencia de ello, la procedencia
o no de la indemnización por despido injustificado reclamada por la actora, conforme al artículo 92 de la Ley
Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras y demás conceptos demandados.
Siendo lo anterior así, procede esta Sala al análisis del material probatorio promovido por las partes, para
lo cual observa:
Documentales.
1) Marcadas “A”, “B”, “C”, “D” y “E”, cursantes desde el folio 31 al 70 de la pieza N° 1, consistentes en
originales de comunicado de fecha 09/09/2011, solicitud L-1 N° EAC-156-53545, de fecha 10/01/2012,
constancia de fecha 26/04/2012, solicitud de fecha 17/02/2015, constancia de fecha 07/08/2015. Esta
documentales fueron promovidas junto con su traducción del idioma original al castellano realizada por el
ciudadano Alfonzo Daniel Sáez Ruiz, con cédula de identidad N°12.711.460, quien según la Resolución del
entonces Ministerio de Interior y Justicia (hoy Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores Justicia
y Paz) N° 452 de fecha 7 de octubre de 2004, publicada en Gaceta Oficial de de la República Bolivariana de
Venezuela N° 38.040 del 8 de octubre de 2004, ostenta el título de interprete público otorgado por el mencionada
órgano. En tal sentido y en virtud que las referidas instrumentales fueron promovidas y evacuadas conforme con
el artículo 185 del Código de Procedimiento Civil y no fueron impugnadas por la contraparte, deben valorarse, al
no haber sido cuestionada la traducción por la parte contraria y siendo que fue hecha por un experto debidamente
autorizado por la leyes y autoridades venezolanas, debe entenderse como fidedignas, ergo, se le otorga pleno valor
probatorio de conformidad con el artículo 10 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo y en concordancia con lo
establecido por la doctrina de esta Sala sentada por la sentencia N° 0905 de fecha 21 de octubre de 1013,
caso: Francisco Campilongo Papa contra Aserca Airlines, C.A. De estas probanzas se demuestran las
circunstancias siguiente: 1) La relación entre la accionada y su filial Teva Pharmaceuticals USA, Inc. como una
sola entidad de trabajo, es decir como una unidad económica a tenor del artículo 46 de la Ley Orgánica del
Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras; 2) Que la empresa filiar en el exterior ofertó a la accionante un
empleo en esa filial ubicada en los Estados Unidos de América; 3) Que ambas entidades de trabajo consideran a
la trabajadora su empleada; 4) Que la filial Teva Pharmaceuticals USA, Inc., reconoce una antigüedad del vínculo
laboral desde el 18 de mayo de 1995, fecha en la cual ingresó la trabajadora a prestar servicios para la accionada;
5) Los beneficios y condiciones de trabajo ofertados para el traslado allende las fronteras; y 6) La fecha de
terminación de la relación laboral el día 15 de agosto de 2015, en la empresa filial ubicada en el Estado de la
Florida, Estados Unidos de América.
2) Marcada “F”, cursante al folio 71 de la pieza N° 1, consistente en copia fotostática simple de recibo de
pago del periodo comprendido entre 01/12/01 y 15/12/01, suscrito por la entidad de trabajo LABORATORIOS
ELMOR S.A., a favor de la ciudadana CUBERO ARMIJO MARIBEL; al respecto se observa que la parte
promovente igualmente solicitó la exhibición del original de esta documental, que fue admitida por el juez a
quo, observándose también que la accionada, no produjo el original intimado, manifestando para ello que
reconocía el contenido de dicha instrumental en los términos que aparece en la copia presentada, motivo por el
cual se le otorga valor probatorio conforme a los artículos 78 y 86 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en
razón de no haber sido impugnadas por la parte contraria. De esta probanza queda evidenciado el pago a la
accionante de los conceptos y beneficios en ella referidos, por parte de la demandada para la quincena del 1° de
diciembre de 2001 al 15 del mismo mes y año.
3) Marcada “G”, cursante desde el folio 72 al 73, de la pieza N° 1, consistente en copia fotostática simple
de las políticas de apoyo de traslado a empleados al momento de ser transferidos; cuya documental se le otorga
valor probatorio conforme al artículo 78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en razón de no haber sido
impugnadas por la parte contraria. Este instrumento demuestra las condiciones de trabajo que la accionada otorga
a sus trabajadores en el supuesto de trasladado a la empresa filial ubicada en la ciudad Miami, estado de la Florida
de los Estados Unidos de América.
4) Marcadas “H 1 y H2”, cursantes a los folios 74 y 75, de la pieza N° 1, consistente en copias fotostáticas
simple de la visa de trabajo F3599271 N° CONTROL 2012048814000002, y K1581625 N° control
201506156200001 pasaporte; a cuyas documentales, a pesar de no haber sido impugnadas por la parte contraria,
no se les otorga valor probatorio conforme al artículo185 del Código de Procedimiento Civil aplicable de acuerdo
a lo establecido en el aparte único del artículo 70 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, por no ser producida
conforme las formalidades de ley; la traducción por interprete público, y no haber solicitado la misma en la
oportunidad de ley tal como lo prescribe la norma in comento.
Testimoniales
Promovió la testimonial del ciudadano Julio Cesar Useche Canchita, titular de la cedula de identidad No.V-
5.611.270; al respecto observa esta Sala de la reproducción del video de la audiencia de juicio, la incomparecencia
del mencionado testigo a rendir su declaración, de lo cual se dejó constancia en al acta respectiva, por lo que esta
Sala no tiene materia que valorar.
Requerimiento de informes, dirigida al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) y Embajada
de los Estados Unidos de América. Se observa que la parte promovente desistió del presente medio de prueba en
la oportunidad de la celebración de la audiencia de juicio; en consecuencia esta Sala no tiene materia sobre la cual
pronunciarse.
Documentales.
1) Marcada “B”, cursante a los folios 2 y 3 del cuaderno de recaudos N° 1, consistente en documental
original de “finiquito de relación laboral”, suscrito por la entidad de trabajo LABORATORIOS ELMOR S.A., a
favor de la trabajadora, y copia de instrumento cheque de gerencia; se les otorga valor probatorio conforme al
artículo 78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en razón de no haber sido impugnadas por la parte contraria,
desprendiéndose de las mismas, los pagos realizados a la accionante por concepto de prestaciones sociales, así
como la fecha de inicio de la relación laboral. De la cual se demuestra el pago de la cantidad de Bs. 345.414,64
por concepto de “finiquito de relación laboral”, y los pagos efectuados por la demandada a la trabajadora en
fecha 16 de abril de 2012, que adminiculada con el instrumento promovido por la accionante marcado “C” (folios
48 al 51 de la pieza principal) es demostrativa de que el pago del referido “finiquito” ocurrió al momento del
traslado de la actora a la casa matriz de la demandada.
2) Marcadas “C1”, “C2” y “D”, cursantes del folio 4 al 6 del cuaderno de recaudos N° 1, consistentes en
originales de constancias de trabajo y egreso por ante el IVSS, del la ciudadana Maribel Cuberos, emitidas por
Laboratorios Elmor S.A.; a cuyas documentales se les otorgan valor probatorio conforme al artículo 78 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, en razón de no haber sido impugnadas por la parte contraria. De la cual se
desprende el tiempo de servicio prestado por la trabajadora para la demandada en Venezuela.
3) Marcadas “E y F1”, cursantes desde el folio 7 al 239 del cuaderno de recaudos N° 1, consistentes en
originales de comunicados, emitidos por la entidad de trabajo Laboratorios Elmor S.A., dirigidos a la ciudadana
Maribel Cuberos; a las cuales se les otorga valor probatorio, conforme al artículo 78 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, en razón de no haber sido impugnadas por la parte contraria. Con estas documentales se demuestran
los pagos hechos por la accionada a la demandante durante su tiempo de servicios en Venezuela.
4) Cursantes del folio 240 al 244 del cuaderno de recaudos N° 1, consistentes en originales de recibos de
cobranzas, memorándum y solicitud de anticipo, suscritos por la entidad de trabajo LABORATORIOS ELMOR
S.A., a favor de la hoy demandante, las cuales son valoradas conforme el artículo 78 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, en razón de no haber sido impugnadas por la parte contraria. Quedando con ello demostrado la fecha
de inicio de la relación laboral y los pagos realizados por la referida empresa a la demandante de autos.
5) Cursante al folio 245 del cuaderno de recaudos N° 1, consistente en original de factura N° 166/95 y
constancia médica, de fecha 21/11/95, la cual es desechada del acervo probatorio por no aportar nada para la
resolución de la presente controversia.
Analizadas y valoradas las pruebas evacuadas en el presente juicio, pasa la Sala a pronunciarse en los
siguientes términos:
Artículo 72. Salvo disposición legal en contrario, la carga de la prueba corresponde a quien afirme hechos
que configuren su pretensión o a quien los contradiga, alegando nuevos hechos. El empleador, cualquiera
que fuere su presencia subjetiva en la relación procesal, tendrá siempre la carga de la prueba de las causas
del despido y del pago liberatorio de las obligaciones inherentes a la relación de trabajo. Cuando
corresponda al trabajador probar la relación de trabajo gozará de la presunción de su existencia, cualquiera
que fuere su posición en la relación procesal.
Artículo 135. Concluida la audiencia preliminar sin que haya sido posible la conciliación ni el arbitraje, el
demandado deberá, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes, consignar por escrito la contestación de
la demanda, determinando con claridad cuáles de los hechos invocados en la demanda admite como ciertos
y cuales niega o rechaza, y expresar asimismo, los hechos o fundamentos de su defensa que creyere
conveniente alegar.
Se tendrán por admitidos aquellos hechos indicados en la demanda respectiva, de los cuales, al contestar la
demanda, no se hubiere hecho la requerida determinación, expuestos los motivos del rechazo, ni aparecieren
desvirtuados por ninguno de los elementos del proceso.
Las disposiciones legales citadas, regulan la distribución de la carga probatoria en el proceso laboral, según
el cual la carga de la prueba corresponde a quien afirme hechos que configuren su pretensión o a quien los
contradigan, alegando hechos nuevos (en la contestación de la demanda) así, la parte actora deberá acreditar sus
alegatos y el empleador deberá probar su defensas y excepciones que lo liberen de sus obligaciones para con el
trabajador y tiene también la carga de demostrar los hechos nuevos incorporados por él al proceso, asimismo, la
forma como la accionada debe contestar la demanda, es decir, determinar con claridad cuáles de los hechos
afirmados en la demanda admite como ciertos y cuáles niega o rechaza, debiendo aducir los fundamentos de su
defensa que estimare conveniente alegar.
En tal sentido, cuando el demandado no niegue la existencia de la relación laboral, se invertirá la carga de
la prueba en lo que se refiere a todos los restantes alegatos contenidos en el libelo que tengan conexión con la
relación laboral. Es decir, es el demandado quién deberá probar la improcedencia de los conceptos que reclama
el trabajador. Asimismo, tiene el demandado la carga de probar todos aquellos alegatos nuevos que le sirvan de
fundamento para rechazar la pretensión del actor.
Se tendrán como admitidos aquellos hechos alegados por el demandante en su libelo, que el demandado no
niegue o rechace expresamente en su contestación, aunado al hecho de que tampoco haya aportado a los actos,
alguna prueba capaz de desvirtuar los alegatos del actor.
Sobre este último punto, la Sala ha insistido que es importante que los jueces analicen el motivo de la
omisión de fundamentos en la contestación, puesto que pueden tratarse de hechos negativos absolutos, es decir,
aquellos que no implican a su vez ninguna afirmación opuesta, ya que son indeterminados en tiempo y espacio,
siendo por lo tanto de difícil comprobación por quien niega, por lo que le corresponde a la parte que los alegó –
al trabajador- la carga de aportar las pruebas pertinentes a fin de demostrar la ocurrencia de tales hechos.
Ahora bien, al ser la fecha de finalización del vinculo laboral, parte de la presente litis, resulta importante
señalar, que la prestación de los servicios personales por parte de la trabajadora, se ejecutó en dos países distintos,
vale decir, desde el día 18 de abril de 1995 hasta 16 de abril 2012 en Venezuela para la empresa Laboratorios
Elmor S.A., y desde el mes de abril del mismo año, para Teva (subsidiarias de Teva Fharmaceuticals) en el cargo
de Analista de Crédito y Cobranzas.
Al respecto, esta Sala en sentencia N° 1.513 de fecha 17 de diciembre de 2012 Caso: Gustavo Enrique Pérez
Nation contra la sociedad mercantil Procter & Gamble de Venezuela, S.C.A., estableció:
Con base en el cúmulo probatorio valorado ut supra establece esta Sala la existencia de una relación
laboral convenida en Venezuela -y prestada inicialmente en nuestro país-, y posteriormente trasladado
el trabajador al extranjero para continuar prestando sus servicios, asumiendo la parte patronal, como
política empresarial en el país sede indicado, en este caso, Venezuela, el pago de una remuneración
denominada en principio “sueldo base” y luego “sueldo expatriado”, los aportes al Seguro Social
Obligatorio, aporte de Caja de Ahorro, pagos de utilidades en algunos períodos fiscales, aportes por
prestación de antigüedad según fideicomiso aperturado en el Banco Mercantil en el período
comprendido del 15 de septiembre de 1997 al 31 de julio de 2006; razón por la que resulta aplicable
la legislación laboral patria, puesto que el supuesto de hecho se enmarca en la norma prevista en el
artículo 10 de la Ley Orgánica del Trabajo (1997) aplicable rationae tempore.
El referido criterio fue ratificado por esta misma Sala mediante sentencia N° 1.202 del 23 de noviembre
2016, (Caso: HUGO FERNANDO SILVA PARADA, contra AUTODESK, INC.), señalándose:
En ese mismo orden de ideas, esta Sala considera necesario señalar que, conforme a lo consagrado por la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley Orgánica del Trabajo y su Reglamento, así
como específicamente en el artículo 10 de la Ley Orgánica del Trabajo de 1997 –aplicable ratione
temporis- el cual establece que las disposiciones de esa Ley son de orden público y de aplicación
territorial y rigen a los venezolanos y extranjeros con ocasión al trabajo prestado o convenido en el
país, las cuales en ningún caso, serán renunciables ni relajables por convenios particulares, salvo aquellos
que por su propio contexto revelen el propósito del legislador de no darles el carácter imperativo; la
legislación laboral venezolana debe ser aplicable a toda relación que se encuentre comprendida en tales
supuestos, a saber, ‘… a los venezolanos y extranjeros con ocasión al trabajo prestado o convenido en
el país …’. (Resaltado del original)
Así pues, en la presente causa resulta aplicable la legislación laboral venezolana, únicamente en cuanto
al período de tiempo en el cual el trabajador desempeñó sus funciones laborales para la empresa
demandada dentro del territorio nacional, es decir, respecto al servicio prestado en Venezuela, aun cuando
el trabajador es extranjero; y también, al lapso en el que el trabajador prestó sus servicios en Estados
Unidos, ya que la realización de sus funciones en ese país se convino en Venezuela donde se encontraba
antes de su traslado. Resultando improcedente su aplicación respecto al período en el cual laboró en la
ciudad de México, por cuanto sus labores no fueron ejecutadas ni convenidas en Venezuela. Así se declara.
(Subrayado del presente caso).
En virtud del criterio reiterado de esta Sala, en aquellos casos donde la relación de trabajo se prestó o fue
convenida en Venezuela, se aplicará la legislación laboral venezolana.
En el presente caso, observamos que el contrato de trabajo entre las partes, fue ejecutado en forma sucesiva
en dos países distintos, fue pactado en Venezuela donde comienza en fecha 18 de abril de 1995, y prosiguió en
Weston-Florida Estados Unidos, donde se desarrolló sin interrupción alguna, dada la reubicación aceptada por la
trabajadora, en virtud de que no fue objetada y continuó prestando sus servicios para esa empresa -Teva
Fharmaceuticals- hasta el 15 de agosto de 2015, vale decir, durante 20 años, 3 meses y 27 días. Lo anteriormente
expuesto, significa que fue en Venezuela donde se inició el contrato de trabajo y donde se ejecutó la mayor parte
del mismo, habiendo acordado las partes continuar la ejecución del contrato de trabajo en el exterior.
Ahora bien, lo anteriormente expuesto, pone en contexto que las partes voluntariamente acordaron que la
ejecución del contrato de trabajo se desempeñara fuera de Venezuela. En tal virtud, el tiempo de servicio realizado
por la trabajadora en un país distinto, (Estados Unidos) plantea a la Sala la problemática de su regulación jurídica.
En tal virtud, el artículo 3 de la de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadora, dispone:
Artículo 3º. Esta Ley regirá las situaciones y relaciones laborales desarrolladas dentro del territorio
nacional, de los trabajadores y trabajadoras con los patronos y patronas, derivadas del trabajo como
hecho social. Las disposiciones contenidas en esta Ley y las que deriven de ella rigen a venezolanos,
venezolanas, extranjeros y extranjeras con ocasión del trabajo prestado o convenido en el país y, en
ningún caso, serán renunciables ni relajables por convenios particulares. Los convenios colectivos
podrán acordar reglas favorables al trabajador y trabajadora que superen la norma general respetando
el objeto de la presente Ley.
Igualmente se aplicaran las disposiciones de esta Ley a los trabajadores contratados y las trabajadoras
contratadas en Venezuela para prestar servicios en el exterior del país.
La disposición laboral antes transcrita, delimita el imperio de la ley al trabajo que se presta efectivamente
o que se conviene en Venezuela para ser prestado por venezolanos en el extranjero (artículo 65 ejusdem) es decir,
establece la aplicación de dos principios jurídicos lex loci executionis y lex loci celebrationis para la regulación
de las situaciones jurídicas derivadas de una relación de trabajo. La primera regulará aquellas surgidas con ocasión
del trabajo prestado en Venezuela, en otras palabras, la determinación de la Ley corresponderá según el lugar
donde sea ejecutado el convenio de trabajo, esto es, en el territorio nacional. El segundo principio, regula la
situación jurídica del trabajo, convenido en Venezuela para ser prestado fuera del territorio nacional, siempre que
se trate de un asalariado venezolano, en concordancia con el artículo 65 de la de la Ley Orgánica del Trabajo, los
Trabajadores y las Trabajadoras. Sin embargo, a criterio de esta Sala y con fundamento en el imperio de la
voluntad de los celebrantes de fijar las estipulaciones y contenido del convenio de trabajo, siempre que no se
desconozca el carácter imperativo y tuitivo de la legislación laboral, las partes bien pueden convenir en Venezuela
la prestación de un servicio en el extranjero, servicio que estará regulado por la ley venezolana y tan sólo cuando
la ley extranjera resulte más favorable que lo pactado, es que aquella, la ley laboral nacional, que cedería ante la
aplicación casuística de la ley extranjera.
El criterio antes expresado, tiene su fundamento en que el contrato de trabajo celebrado en Venezuela como
ley entre las partes, se regula, en primer término, por las disposiciones acordadas por las partes, y en segundo
lugar, por las propias de la legislación laboral venezolana, que se consideran supletorias de lo no expresamente
dispuesto por los contratantes o sustitutivas de lo estipulado, si el acuerdo viola los preceptos de orden público, y
finalmente por las disposiciones establecidas en las leyes vigentes en el país extranjero donde el trabajo
efectivamente se ha ejecutado, siempre que resulten más beneficiosas para el trabajador.
Por otra parte, al respecto ha señalado el tratadista patrio Dr. Rafael Alfonzo Guzmán, en su obra “La Nueva
Didáctica del Derecho del Trabajo”, respecto a la interpretación del artículo 10 de la Ley Orgánica del Trabajo
(actual articulo 3 LOTTT) al dar una lectura adicional al principio de la territorialidad de la Ley Laboral
Venezolana, cuando indica:
De conformidad con el artículo 10 de la Ley Orgánica del Trabajo, las disposiciones de esa ley ‘son
de orden público y de aplicación territorial; rigen a los venezolanos y extranjeros con ocasión del
trabajo prestado o convenido en el país...’. Es decir, que según la referida norma, una doble noción
territorial delimita, ahora con claridad, la vigencia de las disposiciones de esa ley: en primer lugar,
porque ella alude al territorio como limitado asiento material del Estado, en donde su soberanía se
ejerce al dictar y hacer cumplir las disposiciones de la ley; y, en segundo término, porque según esa
misma norma, el territorio es el lugar donde acaecen o suceden las situaciones y relaciones jurídicas
que dicha ley regula; o sea, aquéllas surgidas con ocasión del trabajo prestado (lex loci execucionis),
o convenido (lex loci celebrationis) en el territorio nacional venezolano.
En principio, los contratos de trabajo para organizar y dirigir la actividad de una empresa que presta
servicios en diversos países, se hallan sujetos a la legislación laboral del lugar de su celebración. Dado
que esos acuerdos han de ejecutarse normalmente en países diferentes del lugar donde fueron
celebrados, es lógico pensar que ambos contratantes se vincularon a sabiendas de la existencia de
reglas de orden público propias de los territorios donde el contrato habría de ejecutarse, reglas ante
las cuales las estipulaciones del convenio de trabajo celebrado han de ceder, temporalmente, su
prelación.
La aplicación casuística de la ley extranjera (sólo en cuanto resulte más favorable que lo pactado), y
temporal (sólo a los hechos y situaciones que se realizan durante la permanencia del trabajador en
territorio extranjero), lejos de significar la desintegración del contrato celebrado en fragmentos
independientes de tiempo, modo y lugar, es expresión de la unidad inescindible del mismo y de la
verdadera intención de los contratantes.
En razón de lo anterior, tal como lo explica el autor venezolano citado, el artículo 3 de la Ley Orgánica del
Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras,- antes 10 de la Ley Orgánica del Trabajo-, contiene dos supuestos
de hecho que acarrean la aplicación de la legislación laboral venezolana, a saber, el trabajo prestado y el convenido
en Venezuela, y siendo que el caso concreto encuadra en el segundo de los supuestos de la norma, éste se
encuentra regulado por las leyes venezolanas. Así se declara.
En otro orden de ideas, conteste con la doctrina de esta Sala de Casación Social, contenida en la sentencia
numero 641 de fecha 22 de junio de 2010, (Caso: Jorge Escriba contra Pepsi-Cola Panamericana, S.R.L.) relativa
a la aplicación de la ley laboral venezolana al tiempo efectivamente prestado en el país con exclusión del período
de la prestación de servicios del trabajador en países distintos a Venezuela, es preciso señalar, que tal doctrina,
no es aplicable al caso de autos, en razón de que la misma se refiere a los denominados trabajadores
internacionales, esto es, asalariados extranjeros que fueron contratados en el exterior y posteriormente trasladados
a Venezuela, país éste donde finalizó su relación laboral. Tal doctrina recoge el principio lex loci executionis.
Por el contrario, el criterio que sustenta la presente decisión, aplica el principio lex loci
celebrationis, también consagrado en el artículo 3 de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las
Trabajadoras, principio que por lo demás, en nada contradice las disposiciones de la Ley de Derecho Internacional
Privado, relativo a la validez de la regulación del negocio jurídico, por la ley correspondiente al lugar de la
celebración del acto.
Los contratos de trabajo celebrados por trabajadores venezolanos y trabajadoras venezolanas para la
prestación de servicios fuera del país deberán extenderse por escrito, ser autenticados ante
funcionarios o funcionarias competentes del lugar donde se celebren y legalizados por un funcionario
o funcionaria consular de la nación donde deban prestar sus servicios.
El patrono o la patrona deberán otorgar fianza o constituir depósito en un banco venezolano, a entera
satisfacción de la Inspectoría del Trabajo, por una cantidad igual al monto de los gastos de repatriación
del trabajador o trabajadora y los de su traslado hasta el lugar de su residencia.
a) Los gastos de transporte y alimentación del trabajador o trabajadora y todos los que se originen por
el cumplimiento de obligaciones sobre inmigración u otro concepto semejante, serán por cuenta del
patrono o de la patrona.
En este orden de ideas, el criterio imperante en esta Sala, según la derogada Ley Orgánica del Trabajo de
fecha 19 de junio de 1997, era que no se aplicaba la ley laboral venezolana a la prestación de los servicios en el
exterior, pues así lo ordenaba el principio de territorialidad consagrado en el artículo 10 eiusdem que es el tenor
siguiente:
Las disposiciones de esta Ley son de orden público y de aplicación territorial; rigen a venezolanos
y extranjeros con ocasión del trabajo prestado o convenido en el país y en ningún caso serán
renunciables ni relajables por convenios particulares, salvo aquellos que por su propio contexto
revelen el propósito del legislador de no darles carácter imperativo. Los convenios colectivos podrán
acordar reglas favorables al trabajador que modifiquen la norma general respetando su finalidad.
Sin embargo, el referido principio, no tiene asignado un mandato absoluto en la novísima Ley Orgánica
del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras del 7 de mayo de 2012, ya que se admite ciertas excepciones,
bajo el principio lex loci celebrationis, al consagrar en forma inédita, que aplica también la ley laboral venezolana
a los trabajadores contratados para prestar servicios en el exterior, sin distinguir entre venezolanos o extranjeros.
En efecto, el artículo 3 de la ley sustantiva laboral vigente, estatuye:
Esta Ley regirá las situaciones y relaciones laborales desarrolladas dentro del territorio nacional, de
los trabajadores y trabajadoras con los patronos y patronas, derivadas del trabajo como hecho social.
Las disposiciones contenidas en esta Ley y las que deriven de ella rigen a venezolanos, venezolanas,
extranjeros y extranjeras con ocasión del trabajo prestado o convenido en el país y, en ningún caso,
serán renunciables ni relajables por convenios particulares. Los convenios colectivos podrán acordar
reglas favorables al trabajador y trabajadora que superen la norma general respetando el objeto de
la presente Ley. Igualmente se aplicaran las disposiciones de esta Ley a los trabajadores contratados
y las trabajadoras contratadas en Venezuela para prestar servicios en el exterior del país. (Subrayado
nuestro).
En este marco de ideas, de acuerdo con esta nueva regulación queda decantada la tesis de la territorialidad
absoluta, pues en la actualidad admite excepciones, tales como, la subordinación cuando se continúe ejerciendo
por el empleador desde el territorio nacional o por la voluntad expresa de las partes, cuando se someta al desarrollo
del vínculo a la regulación venezolana -como en el caso que nos ocupa- o que de manera clara, la intención de las
partes sea mantener la relación como se venía desarrollando inicialmente.
Es importante significar, que de acuerdo con el artículo 53 de la Ley Orgánica del Trabajo, los
Trabajadores y las Trabajadoras vigente, se asume la posición que la doctrina laboral ha denominado relacionista,
en el sentido que la fuente de obligaciones entre trabajador y patrono derivan de su propia ejecución o de la
incorporación del trabajador a la empresa, vale decir, por la prestación del servicio y no directamente de la
suscripción del contrato de trabajo, que representa la tesis contractualista. Sin embargo, aunque sean posiciones
doctrinarias, antagónicas, hoy día se consideran concepciones que se complementan, así se manifiesta, en la ley
sustantiva del trabajo, al denominar al Título II, “De la Relación de Trabajo” y en el Capítulo II del mismo Título
se refiere “Del Contrato de Trabajo”.
Ahora bien, vista la sentencia recurrida, se impone a esta Sala el deber de examinar las circunstancias
concretas del caso, a fin de determinar si se justifica la aplicación y la protección de la ley venezolana a los
servicios prestados en el extranjero contratados en nuestro país o si, por el contrario, se encuentran excluidos de
ésta.
En el caso de autos, la parte demandante es una venezolana cuya contratación con la empresa demandada
-Laboratorio Elmor S.A.- se hizo dentro de los límites del territorio nacional, que luego fue convenida previa
oferta de trabajo y reubicada para prestar sus servicios en la empresa Teva Pharmaceuticals, del mismo grupo
económico, ubicada en el exterior del país (Weston-Florida, Estados Unidos) donde el empleador reconoció
expresamente, que para efectos de antigüedad, se mantenía la fecha del 18 de abril de 1995, fecha en la que
ingresó la trabajadora a laborar en la Empresa Laboratorios Elmor, S.A., situada en la ciudad de Caracas-
Venezuela, y que la referida fecha continuaba siendo el inicio de la relación.
En refuerzo de lo anterior cabe señalar, que si bien Laboratorios Elmor, S.A., -donde inició la relación
laboral la trabajadora- no fue la empresa que suscribió el contrato con la accionante para prestar sus servicio en
el exterior, en Teva Pharmaceuticals U.S.A., ambas empresas están vinculadas, tal como se evidencia de las actas
del expediente, específicamente del contrato suscrito entre las partes, al indicar expresamente -Teva
Pharmaceuticals- que se trababa de una reubicación de la trabajadora, igualmente al señalar que la
trabajadora prestaba sus servicios para ella desde abril del año 2010 (folio 48 del cuaderno de recaudos) siendo
que para la fecha de dicha contratación, la trabajadora continuaba prestando sus servicios para Laboratorios Elmor
S.A., tal como se evidencia del “Finiquito de Relación Laboral”, cursante al folio 2 del cuaderno de recaudos,
donde se indica que la fecha de egreso de la trabajadora de esa empresa es el 16 de abril de 2012, lo cual
a todas luces evidencia la continuidad de la relación laboral de la accionante con Laboratorio Elmor S.A.
En este mismo marco de ideas, se puede observar que la sociedad contratante Laboratorios Elmor, S.A., a
través de la Empresa Teva Pharmaceuticals, U.S.A, contrató a la trabajadora Maribel Cubero Armijo, y siendo
que ambas empresas son subsidiarias de la empresa matriz en Israel Pharmaceuticals Industries, L.T.D, descarta
de plano que la prestación personal de servicios del demandante desarrollada después de abril de 2012, haya
beneficiado a una persona jurídica diferente, autónoma e independiente de la empresa Laboratorios Elmor, S.A.,
en Venezuela, donde la trabajadora inició su relación el 18 de abril de 1995, por lo que no puede predicarse un
cambio real de empleador a partir de la data en mención, esto teniendo como fundamento, que ninguno de los
medios de convicción arrimados al juicio demuestra tal situación.
En resumen, se concluye sin equívocos de los medios probatorios analizados que la reubicación de la
demandante desde Venezuela a la ciudad de Weston-Florida, no tuvo la intención de cambiar o variar los
elementos estructurales de la contratación laboral que se venía dando desde el año 1995 en Venezuela, hasta el
15 de agosto de 2015, cuando culminó la relación laboral en territorio estadunidense motivo por el cual, de
conformidad con el principio de la primacía de la realidad sobre las formas o apariencias, la relación de trabajo
en los Estados Unidos de América, no fue más que una continuación de la que se venía ejecutando en Venezuela,
con el mismo empleador, siendo que con el traslado de la trabajadora en este tipo de casos especiales, no se puede
pretender desconocer las garantías y derechos derivados de la legislación del trabajo y de la seguridad social
establecida en la ley laboral sustantiva venezolana.
Por demás, es importante observar que cuando se presentan transformaciones o divisiones empresariales
y existen dudas respecto de quien funge como empleador, de quien vende su fuerza de trabajo, el juez debe dar
aplicación al principio de la primacía de la realidad sobre las formas o apariencias consagrado en el artículo 89,
numeral 1, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en aras de determinar, quien se benefició
económicamente, en últimas, de la prestación personal de los servicios de la trabajadora, pues de conformidad
con la doctrina actualizada, este será el criterio determinante en esos casos en los cuales se desdibuja de cierta
manera el ejercicio en concreto de la subordinación jurídica y así se declara:
En consecuencia, resulta forzoso para esta Sala concluir, que es procedente la protección de la ley
venezolana a los servicios prestados en el extranjero por la ciudadana Maribel Cubero Armijo, dado que hubo
continuidad en el vínculo laboral y que las partes convinieron en someterse a la legislación laboral venezolana,
conforme al contrato de trabajo celebrado entre las partes (lex loci celebrationis) en el cual una de las condiciones
establecidas, fue que la empresa TEVA PHARMACEUTICALS, asumiría la antigüedad que tenía la accionante
en la empresa LABORATORIOS ELMOR S. A., lo que supone la continuidad de la relación de trabajo, y así se
declara.
En tal sentido, se observa que, la parte actora reclama el pago de la prestación por antigüedad por todo el
período que duró la relación de trabajo, sin embargo, no indicó los montos de los salarios devengados mes a mes,
sino que dicha petición la hace computando este concepto, conforme al último salario, quebrantando lo dispuesto
en el artículo 142 literales “a”, “b” y “c”, es por ello, que dada la procedencia de la diferencia de este concepto,
por cuanto hubo una sola relación de trabajo entre las partes, la cual se inició en fecha 18 de abril de 1995 hasta
el 15 de agosto de 2015. En ese sentido, conforme al numeral 1 de la disposición transitoria segunda de la Ley
Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras, se ordena a tales efectos, la realización de una
experticia complementaria del fallo, de la manera siguiente: A partir del 19 de junio de 1997, hasta el 30 de abril
de 2012, a razón de cinco (5) días de salario por cada mes, multiplicados por el salario diario integral devengado
en el mes correspondiente, todo ello en virtud que la accionante para la fecha de entrada en vigencia de la derogada
Ley Orgánica del Trabajo (19 de junio de 1997) tenía una antigüedad superior a la fracción de seis (6) meses, ello
en razón del artículo 108 de la Ley Orgánica del Trabajo (1997); luego a partir del mes de mayo de ese mismo
año, se debe calcular con fundamento a lo establecido en el artículo 142 literal a) de la Ley Orgánica del Trabajo,
los Trabajadores y las Trabajadoras, que prevé el cómputo de la garantía de las prestaciones sociales, el cual se
hará por un pago trimestral de quince (15) días de salario integral a razón del último salario devengado en el
respectivo trimestre.
En ese sentido, siendo que la actora no indicó los correspondientes salarios por ella devengados mes a mes
durante la existencia de la relación de trabajo, sino que por el contrario sólo señaló el monto del último salario
por ella devengado, se ordena a la empresa demandada poner a disposición del experto encargado de realizar la
experticia complementaria para la determinación del referido concepto, los diferentes salarios devengados por la
actora durante la relación de trabajo, de lo contrario, el experto considerará el último salario promedio diario
señalado por la actora a tales efectos, el cual se corresponde con la cantidad de Bs. 24.972,68, que comprende la
porción percibida en dólares americanos convertida en bolívares a la tasa oficial en la República Bolivariana de
Venezuela para el momento de finalización de la relación de trabajo, (tal como lo ha establecido esta Sala, entre
otras en decisión N° 112 de fecha 16/3/15, y su aclaratoria N° 411 del 17/6/15; debiendo añadirse en este caso,
las diferentes alícuotas de bono vacacional y las utilidades, para conformar el salario integral diario, todo ello de
conformidad a lo previsto en los artículos 174 y 223 de la Ley Orgánica del Trabajo (1997) hasta el mes de abril
de 2012, y luego a partir del mes de mayo de 2012, conforme a los artículos 131 y 192 de la Ley Orgánica del
Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras.
Los montos que resulten de ambos cálculos, a su vez deberán ser sumados, entendiéndose que la totalidad
constituye la garantía de prestaciones sociales generadas por la accionante durante la relación laboral, de
conformidad con lo establecido en el numeral 1 de la disposición transitoria segunda de la Ley Orgánica del
Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras.
Igualmente deberá calcular el experto, los dos (2) días adicionales a los cuales hace referencia el artículo
108 de la reforma de Ley Orgánica del Trabajo (1997) hasta el 30 de abril de 2012; y a partir de mayo de 2012,
conforme al literal a) del artículo 142 de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras,
considerando el salario integral promedio generado en el año a computar -de conformidad con lo establecido en
el artículo 71 del Reglamento de la reforma de Ley Orgánica del Trabajo (1997) actualmente vigente-.
Adicionalmente, se debe efectuar el cálculo que señala el literal c) del artículo 142 de la Ley Orgánica del
Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras, por todo el tiempo de servicio, en atención a lo previsto en la
disposición transitoria segunda, numeral 2 eiusdem, por lo que verificándose para la accionante un tiempo de
servicio de veinte (20) años, tres (3) meses y veintisiete (27) días, debe considerarse una antigüedad total de veinte
(20) años, a razón de treinta (30) días por año multiplicados por el último salario promedio integral, al cual se
hizo referencia anteriormente.
Por último, el experto luego de haber computado lo generado por aplicación de los literales a) y b) del
artículo 142 de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras, unificará ambos montos –
entendiéndose que en el literal a) deberá considerarse todo lo que es garantía de prestaciones sociales –período
comprendido desde el 19 de junio de 1997 hasta la fecha de finalización de la relación de trabajo (15/8/2015),
todo ello conforme al referido artículo 142; y el producto de la referida suma deberá compararlos con el resultado
del cálculo ordenado a efectuar en atención al literal c) del artículo 142 eiusdem, el monto que resulte superior
entre ambos cálculos, se tomará en consideración a los efectos de compensar la suma pagada a la actora por
concepto de adelanto sobre prestaciones sociales contenida en la instrumental marcada “B” (“Finiquito de
Relacion Laboral”) del período en el cual prestó servicios la actora en Venezuela, vale decir, la cantidad
de trescientos cuarenta y cinco mil cuatrocientos catorce bolívares con sesenta y cuatro céntimos (Bs.
345.414,64) y el resultado final será el que corresponda a la accionante por concepto de prestaciones sociales
(Vid. Sentencia SCS N° 357/14-04-16).
Asimismo, conforme a lo previsto en el artículo 143 en su aparte cuarto, de la Ley Orgánica del Trabajo,
los Trabajadores y las Trabajadoras, se ordena el pago de los intereses sobre las prestaciones sociales, el monto
en cuestión será determinado mediante experticia complementaria del fallo, para lo cual el experto que se designe
a tales efectos, tomará en consideración el período de duración de la relación de trabajo que vinculó a las partes,
así como los distintos salarios devengados por la accionante en dicho período, tomándose en consideración lo
establecido por esta Sala supra, debiendo deducirse del monto que resulte de la experticia, la cantidad cancelada
por este concepto, conforme “Finiquito de Relación Laboral” por la prestación de servicio en Venezuela.
Por otra parte, con relación a la indemnización por despido injustificado, esta Sala pasa a pronunciarse en
los siguientes términos:
En tal sentido, visto que la parte actora alegó el despido injustificado, y que la demandada negó en su
contestación que el tiempo que la trabajadora laboró dentro de la empresa TEVA PHARMACEUTICARLS C.A.,
pueda entenderse como una extensión de la relación laboral convenida con la empresa Laboratorios Elmor, S.A.,
sin explicar la consecuencia y efectos pactados mediante un contrato en la que claramente la empresa TEVA
PHARMACEUTICARLS C.A., acepta la continuidad de la relación laboral, lo cual denota una contradicción en
el escrito de contestación referido a este punto, y a la luz del contraste con el contrato de trabajo, -analizado en
su oportunidad- por consecuencia inmediata es la presunción de veracidad sobre los demás elementos
constitutivos de la relación, y al establecerse en el caso de autos, la continuidad de la relación laboral, se invierte
la carga de la prueba en lo que se refiere a los restantes alegatos contenidos en el libelo, que guardan conexión
con la relación de trabajo; por lo que al demandado le correspondía probar y no lo hizo, sobre el salario percibido
por la trabajadora, el tiempo de servicio y si le fueron cancelados los conceptos demandados, quedando en
consecuencia por admitidos lo señalado por la demandante, en su libelo que fue despedida injustificadamente.
En consecuencia, al quedar demostrado que hubo continuidad en la relación laboral o un solo contrato de
trabajo y la manifestación de voluntad unilateral del patrono del despido injustificado de la trabajadora en fecha
15 de agosto de 2015, se declara la procedencia del pago de la indemnización por despido establecida en el artículo
92 de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras, que prevé:
Artículo 92. En caso de terminación de la relación de trabajo por causas ajenas a la voluntad del
trabajador o trabajadora, o en los casos de despido sin razones que lo justifiquen cuando el trabajador
o la trabajadora manifestaran su voluntad de no interponer el procedimiento para solicitar el
reenganche, el patrono o patrona deberá pagarle una indemnización equivalente al monto que le
corresponde por las prestaciones sociales.
Artículo 92 Todos los trabajadores y trabajadoras tienen derecho a prestaciones sociales que les
recompensen la antigüedad en el servicio y los amparen en caso de cesantía. El salario y las
prestaciones sociales son créditos laborales de exigibilidad inmediata. Toda mora en su pago genera
intereses, los cuales constituyen deudas de valor y gozarán de los mismos privilegios y garantías de
la deuda principal.(Resaltado de la Sala).
Por su parte, la clausula 63 numeral 4 de la Convección Colectiva del Trabajo de la Rama de la Industria
Química y Farmacéutica (2014-2016) dispone:
(Omissis)
De las reproducciones de las normas se extrae que, conforme la disposición Constitucional toda mora en el
pago de las prestaciones sociales genera intereses, los cuales constituyen deudas de valor y gozarán de los mismos
privilegios y garantías de la deuda principal. Asimismo, del extracto parcial de la disposición contractual se extrae
que las prestaciones sociales del trabajador y cualquier otra pasivo debido al término del vínculo laboral, deberán
ser cancelados a los trabajadores dentro de los tres (3) días a la terminación del vinculo laboral, en su defecto el
patrono deberá pagar una penalidad equivalente a un (1) dia de salario por cada uno de retaso en el pago como
si el trabajador estuviese prestando efectivamente el servicio, (Resaltado de la Sala)
Ahora bien, considera esta Sala que los referidos conceptos son pretensiones excluyentes, siendo así y
conforme con el principio indubio pro operario y máximas de experiencia, valorando que la sanción contractual
diaria resulta más beneficiosa que los intereses moratorios diarios que pudiera devengar el capital de las
prestaciones sociales y demás conceptos laborales demandados. Pasa esta Sala ha establecer que la norma
aplicable al caso sub examine, vale decir, la que más favorece a la trabajadora se corresponde con la disposición
contractual contenida en la cláusula 63 numeral 4 de la referida convención colectiva.
En tal virtud, resulta procedente el concepto de mora en el pago de prestaciones e indemnizaciones, según
la vigente (2014-2016) Convección Colectiva del Trabajo de la Rama de la Industria Química y Farmacéutica
(clausula 63 numeral 4) e improcedente los intereses de mora, conforme el artículo 92 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, y no ambas indemnizaciones como lo pretende la parte actora. Así se
declara.
Por lo que se ordena una experticia complementaria del fallo que deberá determinar el monto a pagar a la
trabajadora por este concepto, se establece que el cómputo del mismo debe hacerse mediante la referida
experticia, desde la fecha en que la misma es exigible, es decir, desde la fecha de finalización de la relación de
trabajo (15 de agosto de 2015) hasta la oportunidad del pago efectivo tal como lo establece la referida cláusula.
Conforme al salario promedio diario normal de veinticuatro mil novecientos setenta y dos bolívares con sesenta
y ocho céntimos (Bs. 24.972,68).
Ahora bien, en relación a los gastos de transporte aéreo de bienes personales por la cantidad de cinco
millones (Bs. 5.000.000,00) y gastos de repatriación por la cantidad de un millón trescientos setenta y nueve mil
novecientos treinta y un bolívar (Bs. 1.379.931,00) dispone el artículo 65 literal a) de la Ley Orgánica del Trabajo,
los Trabajadores y las Trabajadoras, lo siguiente:
Artículo 65. Los contratos de trabajo celebrados por trabajadores venezolanos y trabajadoras
venezolanas para la prestación de servicios fuera del país (…) El patrono o la patrona deberá otorgar
fianza o constituir depósito en un banco venezolano a entera satisfacción de la Inspectoría del Trabajo,
por una cantidad igual al monto de los gastos de repatriación del trabajador o trabajadora y los de su
traslado hasta el lugar de su residencia.
a) Los gastos de transporte y alimentación del trabajador o trabajadora y todos los que se
originen por el cumplimiento de obligaciones sobre inmigración u otro concepto semejante,
serán por cuenta del patrono o de la patrona. (Resaltado de la Sala)
(Omissis)
De la norma parcialmente transcrita se colige que los conceptos peticionados, vale decir, gastos de
transporte aéreo de bienes personales y gastos de repatriación; son parte integrante del contrato de trabajo con
ocasión en el cumplimiento de obligaciones sobre inmigración u otro concepto semejante, por lo que el deudor
es el patrono. En este orden de ideas, establecido como ha sido la continuidad de la relacion laboral, la procedencia
de los referidos conceptos resultan como consecuencia de la misma, aunado al hecho que la demandada no
demostró haber cumplido con el pago oportuno de su obligación legal En tal virtud, proceden los referidos montos
peticionados por la parte actora. Así se declara.
En lo concerniente a las obligaciones derivadas de la seguridad social, cabe señalar que esta Sala ha
establecido:
En ese sentido, en primer lugar, pasa esta Sala a verificar el reclamo del pago correspondiente a las
cotizaciones del Seguro Social Obligatorio establecido en la Ley del Seguro Social, que le fueron
descontadas por el patrono y que éste no canceló al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales
(IVSS). Así, es necesario señalar como lo hizo el sentenciador de juicio, que los aportes con ocasión
a las contribuciones parafiscales establecidas en las leyes que regulan la seguridad social en
Venezuela, como en el caso de autos, las retenciones por seguridad social, constituyen tributos que
son los impuestos, tasas y contribuciones que deben ser establecidas mediante Ley, en virtud del
principio de la reserva legal tributaria, la cual debe establecer el sujeto activo, ente o persona de
derecho público legitimado para exigir el cumplimiento de la obligación, el sujeto pasivo u obligado
en la relación jurídico tributaria, el hecho imponible, etc., por lo que la Ley del Seguro Social
Obligatorio estableció de forma clara tales elementos de la relación jurídico tributaria, señalando
quienes son los obligados o sujetos pasivos y el sujeto activo encargado de la recaudación; por lo que
resulta contrario a derecho que la actora solicite el pago de la cantidad correspondiente a los montos
que le fueron descontados de su salario para el pago de las cotizaciones, pues es el Instituto
Venezolano de los Seguros Sociales es el legitimado para ejercer dichas solicitudes, resultando así
improcedente dicha reclamación, por no ser la accionante la legitimada activa. Así se establece. (Vid.
sentencia N° 1219, del 3/11/2011 caso: Marisol Molina Díaz contra Manufacturas Titina, C.A.).
Ahora bien, observa la Sala que cursan a los folios cuatro (4) y cinco (5) de la pieza de recaudos, planilla
14-100 y Constancia de Egreso de Trabajador, emanadas del Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y
Seguridad Social, Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, a nombre de la accionante, de lo que se evidencia
que la demandada cumplió con notificar al Seguro Social el egreso de la actora, por lo que la accionante tenía la
carga de demostrar la participación o comunicación que debía realizar a la empresa para que le fueran entregados
tales documentos, lo cual no hizo, razón por la que se declara la improcedencia del pago por este concepto. Así
se declara.
Por otra parte, y en atención a los montos condenados a pagar, siendo la corrección monetaria para preservar
el valor de lo debido, un concepto de orden público social, de conformidad con la sentencia N° 1.841 de 2008,
antes referida, se ordena indexar los montos de los conceptos declarados procedentes, tomando en cuenta el índice
nacional de precios conforme a los respectivos boletines emitidos por el Banco Central de Venezuela, desde la
fecha de terminación de la relación laboral (15/08/15) hasta el decreto de ejecución para el caso de las prestaciones
sociales previstas en el artículo 142 de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras; y, desde
la notificación de la demandada sociedad mercantil LABORATORIOS ELMOR S.A., para el resto de los
conceptos declarados procedentes, excluyendo únicamente el lapso en que el proceso haya estado suspendido por
acuerdo de las partes, o haya estado paralizado por motivos no imputables a ellas, es decir, caso fortuito o fuerza
mayor, como el receso judicial.
En resumen se condena a la codemandada LABORATORIOS ELMOR S.A., a pagar los montos por los
conceptos que se mencionan a continuación por el tiempo que duró la relación de trabajo, vale decir, veinte (20)
años, tres (3) meses y veintisiete (27) días: Prestaciones sociales, conforme al literal “d” del artículo 142 de la
Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras; los intereses de las prestaciones sociales previstos
en el artículo 143 ejusdem; indemnización por despido injustificado, por un monto equivalente al que le
corresponde por las prestaciones sociales a la parte actora; gastos de transporte aéreo de bienes personales, por la
cantidad de cinco millones (Bs. 5.000.000,00); gastos de repatriación por la cantidad de un millón trescientos
setenta y nueve mil novecientos treinta y un bolívar (Bs. 1.379.931,00); mora en el pago de las prestaciones e
indemnizaciones, conforme la Convección Colectiva del Trabajo de la Rama de la Industria Química y
Farmacéutica (2014-2016) y la indexación judicial o corrección monetaria.
Asimismo se establece, que si para el momento de la ejecución de la presente decisión está en práctica en
el tribunal encargado de ejecutar la presente decisión, lo establecido en el Reglamento del Procedimiento
Electrónico para la Solicitud de Datos del Banco Central de Venezuela, el cual fue dictado por la Sala Plena del
Tribunal Supremo de Justicia, en sesión de fecha 30 de julio de 2014, publicado en la Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela N° 40.616 de fecha 9 de marzo de 2015, el juez ejecutor procederá a aplicar
éste con preferencia a la experticia complementaria del fallo, para el cálculo de los intereses moratorios e
indexación de los conceptos condenados. Así se declara.
Por los motivos antes señalados, se declara parcialmente con lugar la demanda intentada por la actora en
contra de la sociedad mercantil LABORATORIOS ELMOR S.A. Así se declara.
DECISIÓN
En mérito de las consideraciones anteriores, el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de Casación Social,
administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la ley,
declara: PRIMERO: CASA DE OFICIO la sentencia dictada por el Juzgado Superior Cuarto de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas dictada en fecha 4 de julio del año
2017. SEGUNDO: ANULA la sentencia referida. TERCERO: Parcialmente con lugar la demanda.
Particípese de dicha remisión al Juzgado Superior de origen, de conformidad con lo previsto en el artículo
176 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
Dada, firmada y sellada en la sala de Despacho de la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de
Justicia en Caracas a los ocho (08) días del mes de junio del año 2018. Años 208° de la Independencia y 159° de
la Federación.
La Presidenta de la Sala,
MARJORIE CALDERÓN GUERRERO
El Vicepresidente de la Sala,
JESÚS MANUEL JIMÉNEZ ALFONZO
El Magistrado,
EDGAR GAVIDIA RODRÍGUEZ
La Magistrada,
MÓNICA MISTICCHIO TORTORELLA
El Magistrado Ponente,
DANILO A. MOJICA MONSALVO
La Secretaria,
ANGELA MARÍA MORANA GONZÁLEZ
R.C. N° AA60-S-2017-000774
Nota: Publicada en su fecha a