Este documento discute el concepto de ignorancia. Sostiene que todos somos ignorantes en cierta medida ya que el conocimiento es relativo y ninguna persona puede saberlo todo. También distingue entre ignorancia y falta de conocimiento, y explica que el conocimiento iniciático obtenido a través de órdenes como la masonería es diferente del conocimiento profano, ya que se enfoca en principios metafísicos y espirituales más que en información. El objetivo final del conocimiento iniciático es la liberación de las limitaciones humanas y el desar
Este documento discute el concepto de ignorancia. Sostiene que todos somos ignorantes en cierta medida ya que el conocimiento es relativo y ninguna persona puede saberlo todo. También distingue entre ignorancia y falta de conocimiento, y explica que el conocimiento iniciático obtenido a través de órdenes como la masonería es diferente del conocimiento profano, ya que se enfoca en principios metafísicos y espirituales más que en información. El objetivo final del conocimiento iniciático es la liberación de las limitaciones humanas y el desar
Este documento discute el concepto de ignorancia. Sostiene que todos somos ignorantes en cierta medida ya que el conocimiento es relativo y ninguna persona puede saberlo todo. También distingue entre ignorancia y falta de conocimiento, y explica que el conocimiento iniciático obtenido a través de órdenes como la masonería es diferente del conocimiento profano, ya que se enfoca en principios metafísicos y espirituales más que en información. El objetivo final del conocimiento iniciático es la liberación de las limitaciones humanas y el desar
Este documento discute el concepto de ignorancia. Sostiene que todos somos ignorantes en cierta medida ya que el conocimiento es relativo y ninguna persona puede saberlo todo. También distingue entre ignorancia y falta de conocimiento, y explica que el conocimiento iniciático obtenido a través de órdenes como la masonería es diferente del conocimiento profano, ya que se enfoca en principios metafísicos y espirituales más que en información. El objetivo final del conocimiento iniciático es la liberación de las limitaciones humanas y el desar
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A.∙. L.∙. G.∙. D.∙. G.∙. A.∙. D.∙. U.∙.
L.∙. I.∙. F.∙.
O.∙. de Caracas, 20 de Abril de 2006 (e.∙. v.∙.)
Resp.∙. Log.∙. Sol de Caracas, No 195, V.∙. M.∙. Q.∙. H.∙. P.∙. V.∙. Q.∙. H.∙. S.∙. V.∙. QQ.∙. HH.∙. Todos
LA IGNORANCIA
“Si pertenecer a la “élite” de los cultos e intelectuales,
significa renunciar a mi condición de ser ”Integro” prefería el camino de la mas profunda ignorancia.”
La ignorancia según el diccionario de la Real Academia Española, significa: Falta
de ciencia, de letras y noticias, general o particular. Pero también, entre los sentidos mas comunes con que usamos ignorancia es para reconocer o identificar que alguien no es versado o tiene muy poca cultura, y por cultura entendemos, el saber dado por o en: la familia, la educación, el estudio, la lectura, el arte, etc., etc., etc., (nótese que este saber es aprehendido por reflejo, que en términos generales viene de una fuente y a través de un tercero llega a nosotros generándose una cadena con innumerables eslabones, que como una cadena cerrada no es posible determinar el primer y último eslabón). Por tal razón, catalogamos de ignorante a un ser humano que, por ejemplo, sea analfabeto, o que no haya ido a la escuela o no haya terminado la primaria o el bachillerato, o cuando, generalmente, ejerce trabajos u oficios de muy baja calaña o simplemente los vagos, entre otros, son ignorantes. Por otro lado, alguien que al menos sea leído o haya ido a la Universidad o se haya destacado en el arte o las ciencias, etc. nunca se podrá catalogar a una persona así de ignorante, verdad? Ahora bien, hay que tener cuidado con lo que se quiere decir con ignorancia, incluido el punto de vista iniciático. En primer lugar, existe una diferencia entre ignorancia y desconocimiento que a todas luces resulta evidente: Decimos que, el desconocimiento de la ley no implica su fiel cumplimiento. Estar informado no quiere decir que una persona no sea ignorante. En principio, un ingeniero no sabe de medicina como un médico de ingeniería, esto aplica para todos los ramos del saber y de la ciencia. Si nos adentramos en el plano de lo que llamamos cultura, nos encontramos con personas leídas y que tienen información. Pero, realmente conocen todos los dominios? Sabrá esta persona realmente cómo calcular el combustible para que tenga el empuje necesario las aeronaves que rompen la fuerza de la gravedad. El campesino que lee mas o menos o quizás es analfabeta pero conoce todos los aspectos de la naturaleza para sus cultivos y crías, podemos decir que es ignorante? Si continuamos haciendo ejemplos no terminamos nunca porque en materia estadista o filosófica sucede lo mismo. Entonces, si decimos que alguien es culto, que podría ser lo contrario a ignorante, es porque tiene más información que otros o que nosotros. Significa que ser culto es, entonces, relativo. Y si comparamos los grandes filósofos de la antigüedad tendrían, hoy en día, un abismo de falta de conocimientos en comparación a los tiempos modernos, pues en nuestros días se logran avances en la aeronáutica espacial, en la electrónica, en la química, la medicina con los intercambios de órganos, etc. que ni en sueños podrían aquellos hombres imaginar. Como corolario podemos decir, consecuentemente, que todos somos ignorantes, porque el ser culto es simplemente relativo pues interviene siempre la comparación por lo extenso que resulta las ramas del saber en el dominio profano. Si entramos, ahora, al dominio de las ordenes iniciáticas, éstas no son una excepción. ¿Quién en el mundo de hoy en día sabe qué es Masonería? Muy pocos, verdad? Incluso, en nuestras propias Logias Masónicas, entre los hermanos, existen diferencias sobre el objetivo de la Masonería o lo qué es la Masonería. Y algunos de nosotros algunas veces concluimos que nos falta muchísimo en la Masonería, en algunas circunstancias hay hermanos que han dicho que para realizarse en la Masonería se necesitan muchas vidas. La respuesta como ya hemos visto no está en el orden profano, tampoco en los estamentos filosóficos o religiosos porque éstos pensamos que por su carácter exterior pertenecen, de alguna forma al orden profano, quedándonos uno sólo, el nuestro, el iniciático. Lo que enseña una Tradición iniciática, como la Masonería, es que la ignorancia es una forma de “ver” de comprender las contingencias de la vida donde el aspecto catalizador y ordenador es la conciencia. Así como decimos que la Masonería es un estado de vida pues también la ignorancia es un estado de vida porque cada uno piensa, dice y obra por lo que él cree que es cierto o que le conviene mas, aquí caben todos las modalidades en que un ser humano se pueda desenvolver: familia, amistades, trabajos, creencias religiosas, etc., la vida es un cúmulo de experiencias, que a medida en que estemos mejor preparados para afrontarlas mas provecho le sacamos. Esa mejor preparación se refiere al conocimiento. Como nadie puede dar lo que no tiene, y el conocimiento no viene sin esfuerzo, las diferentes modalidades o avatares, afrentas o problemas y también alegrías, logros y éxitos, se enfrentan o se asimilan de mejor manera a través del conocimiento, que no solo se refiere al sociológico o filosófico sino, en nuestro caso, al iniciático, porque el primero de ellos solo trata de la parte humana, lo que se puede ver, medir o analizar, mientras que en la Masonería corresponde con lo universal o metafísico, siendo la primera ruptura que tenemos con lo conocido que traíamos del mundo profano: la triple naturaleza del hombre. La Masonería como una orden iniciática, milenaria, el conocimiento que podemos obtener se refiere a otros estados de realización humana, que aunque su estudio es paulatino, por etapas, éstas las pone el iniciado, y el resultado, es la transformación del ser en otra cosa que está fuera del dominio profano y no puede compararse, ni con la de los grandes eruditos o descubridores de los grandes adelantos de la ciencia profana, ni con las de los grandes filósofos ni jerarcas de las iglesias o religiones del mundo. El conocimiento iniciático a diferencia del profano que no es mas que una repetición o memorización de conceptos, que aunque nos quedemos pasmados o embelezados por el verbo de los oradores no es mas que el uso de la razón, mientras el otro tipo de conocimiento, es completamente diferente del expuesto porque se produce desde nuestro interior, es a través del símbolo que logramos entender esos dos estados fuera de nuestro realidad humana y mas aún trata directamente del espíritu, razón por la cual existen ordenes iniciáticas. Lo expuesto, hasta ahora, es porque siendo la Masonería una doctrina tradicional tiene necesariamente como centro y como punto de partida el conocimiento de los principios metafísicos, y que, además, todo lo que ella comporta, a título más o menos secundario, no es definitivamente más que la aplicación de esos principios en diferentes dominios, que en muchas Logias Masónicas es confundido con el perfeccionamiento del hombre como algo de que él debe hacer, según ciertos parámetros iniciáticos, pero llevados, exclusivamente, a la vida profana manteniéndonos ligados a los efectos en vez de dirigirnos a las causas. Nos referimos la talle de la piedra bruta como el fin de la Masonería pero esto no es mas que la exigencias que requieren las ordenes iniciáticas para emprender en verdadero camino, porque el talle de la piedra bruta y el desarrollo de las virtudes se generan por si mismas como efecto de la interiorización del conocimiento iniciático, es mas en el estado primordial o adepto se execra para siempre, de la naturaleza humana, el llamado del deseo y la fascinación del materialismo. Entonces, este conocimiento así realizado en nosotros, y que no entramos en materia ahora por no salirnos del tema, es lo que significa ver la luz, ver el camino hacia los principios, hacia los arquetipos que le dan a nuestra vida su razón de ser y que una vez trabajados, es el despertar en nosotros de la sabiduría, que no es otra cosa que el sabio manejo de nuestras vidas en su sentido multifacético y metafísico en todas las eventualidades que se nos presenten incluso la muerte. El camino de un iniciado es trascender las limitaciones humanas que es lo mismo que desarrollar nuestras posibilidades para liberarnos de los avatares de la vida y encaminarnos hacia el ser hacia nuestra esencia o principio único que es nuestro espíritu, razón de nuestra existencia. Como ya se mencionó, la ignorancia es un estado de conciencia que no nos permite comprender nuestra realidad individual, social y metafísica en conjunto para un buen vivir, que no es otra cosa que vivir en paz. Vas comprendiendo que tu cambio interior se genera por el conocimiento verdadero, no aprehendido, para llegar a una conciencia capaz de abarcar la realidad de nuestra vidas y por esa razón nace la verdadera humildad que es la genuflexión al conocimiento, arrodillar nuestra rodilla derecha al piso (que simboliza la razón) y bajar nuestra cabeza como símbolo del destierro de la soberbia intelectual profana. Por eso vemos como algunos profesionales con grandes conocimientos en la ciencias o las artes, incluídas sus potencialidades o capacidades muy desarrolladas tanto laborales como artísticas, son autoritarios, déspotas, egoístas, ambiciosos y pueden, en algunas oportunidades, rayar los límites del abuso y sometimiento de los demás. Mientras que un iniciado consciente de ese elaborado conocimiento, en su vida profana, dá a cada cosa su verdadero valor, y no se deja llevar por el llamado del materialismo del mundo profano, siendo, entonces, un hombre integro en sus deberes y derechos. No se quiere decir que el conocimiento o la información profana no sea importante, pero en las sociedades iniciáticas los iniciados gobernaban el estamento político y social porque tenían el conocimiento metafísico y profano. Al tener sus potencialidades desarrolladas no pueden los defectos, pasiones y vicios imponerse de alguna manera pues están prácticamente desechados, porque el conocimiento profano está subordinado al metafísico, tradicional o iniciático. Hasta ahora para concluir con la ignorancia, es comparable a aquel que manteniéndose en la cima de una montaña puede ver, igualmente, sin tener que desplazarse, sus diferentes vertientes, mientras que aquel que escala esta misma montaña sólo percibe de ella la parte más próxima a él, esto viene cuando aquel que ya conoce y ve todo en conjunto, el estado corporal y sutil en su intima comunión con la naturaleza, que a diferencia de la ciencia que solo ve la fenomenología en el estado corporal, resulta comprendiendo la naturaleza humana y universal, en conjunto con todas las modalidades o vicisitudes tanto negativas como positivas que conforman su existencia. Y el camino para tachar definitivamente la ignorancia es dentro de las tradiciones iniciáticas. En la tradición Islámica, se dice, que todo ser es “muslim” cuando está sometido a la Voluntad Divina, de la cual, nada puede sustraerse, la diferencia entre los seres consiste en que mientras unos se conforman consciente y voluntariamente al orden universal, otros lo ignoran o incluso pretenden oponerse a él y a esto último es lo que queremos decir lo que es ignorancia, que cuando se trata de nuestra orden, nosotros los Masones, deberíamos estar vinculados a la Voluntad Divina de manera consciente y efectiva que en nuestra tradición Masónica se conoce como “el plan del G.∙. D.∙. G.∙. A.∙. D.∙. U.∙.” resultando que los ignorantes puros y simples son los profanos. En cuanto al titulo de este trabajo incluye también la libertad, pero al reconocer la ignorancia como un cierto estado de vida producto de la poca sabiduría que se tiene para llevar a cabo las diferentes modalidades de la vida en procura del fin último, que es el estado adámico o estado primordial, el sentido que le podemos dar a la libertad es el de ser libres nosotros al no tener ninguna atadura emocional o mental que nos aleje del camino del iniciado, es el de perfeccionamiento del hombre como humano, como ser universal queriendo decir que conoce y maneja los misterios de la naturaleza y del universo y por último, el principial que realmente los demás son ilusorios con respecto a este que es el espiritual el fin último de todo el camino.