Libro 8 - El Cumplimiento de La Mision PDF
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LA MISION Y
LA RESPONSABILIDAD
DE LA IGLESIA
AUTOR
Pr. Melchor Ferreyra
PORTADA
Damiana E. Izaguirre Cervantes
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Damiana Esther Izaguirre
dizacer@gmail.com
Editorial Montemorelos, S. A. de C. V.
Carretera Nacional Km 206
Montemorelos, Nuevo León CP 67515
Tels. (826) 263 36 19, 263 64 12
CONTENIDO
1. La Iglesia establecida. 5
3. La acción universal 15
4. Evangelismo coordinado 19
6. La Iglesia triunfante 25
7. Por lo tanto 27
8. La historia 29
“Fue el propósito del Salvador que después de ascender al cielo para con-
vertirse en intercesor del hombre, sus seguidores continuaran con la obra
que él había comenzado…Algunos están dispuestos a ir hasta los confines
de la tierra con el propósito de llevar la luz de la verdad a los hombres, pero
Dios exige que toda alma que conozca la verdad trate de ganar a otros al
amor de la misma. Si no estamos dispuestos a hacer sacrificios especiales
para salvar a las almas que están a punto de perecer, ¿cómo podremos ser
considerados dignos de entrar en la ciudad de Dios?” Servicio Cristiano,
pag. 12
6 El cumplimiento de la misión
SE NECESITAN 2
AGENTES
HUMANOS.
8 El cumplimiento de la misión
b. Una bendición para nosotros.
“Dios podría haber alcanzado su objeto de salvar a los
pecadores, sin nuestra ayuda; pero a fin de que podamos
desarrollar un carácter como el de Cristo, debemos participar en
su obra. A fin de entrar en su gozo – el gozo de ver almas
redimidas por su sacrificio, -- debemos participar de sus labores
a favor de su redención.” DTG, 116
c. Un llamado Personal.
“Cada verdadero discípulo nace en el reino de Dios como
misionero. El que bebe del agua viva, llega a ser una fuente de
vida. El que recibe llega a ser un dador. La gracia de
Cristo en el alma es como un manantial en el desierto, cuyas
aguas surgen para refrescar a todos, y da a quienes están por
perecer avidez de beber el agua de la vida.” DTG, 166
d. Somos Deudores.
“El salvar almas debe ser la obra de la vida de todos los que
profesan a Cristo. Somos deudores al mundo de la gracia que
Dios nos concedió, de la luz que ha brillado sobre nosotros,
y de la hermosura y el poder que hemos descubierto en la verdad.”
SC, 14
e. El camino de Dios.
“…encomendó su obra en la tierra a los que habían recibido la luz
del Evangelio… No ha provisto otro medio para la proclamación
de su verdad.” SC, 31
i. EL mandato Divino
“Id y doctrinad”
“Id Por todo el mundo.” Marcos 16:15
“Cristo se hallaba sólo a pocos pasos del trono celestial cuando dio
su comisión a sus discípulos. Incluyendo como misioneros a todos
los que creyeran en su nombre, dijo: “Id por todo el mundo,
predicad el evangelio a toda criatura.” El poder de Dios había de
acompañarlos.” SC, 14
12 El cumplimiento de la misión
l. Nuestra Verdadera Obra.
“la obra evangélica, la tarea de abrir las Escrituras a otros, el
amonestar a hombres y mujeres acerca de lo que sobrevendrá al
mundo, ha de ocupar más y más tiempo de los siervos de Dios.”
Ev, 16
El cumplimiento de la misión 13
LA ACCIÓN 3
UNIVERSAL
1. La Iglesia entera.
“Largo tiempo ha esperado Dios que el espíritu de servicio se posesione
de la iglesia entera, de suerte que cada miembro trabaje por él según su
capacidad. HAp, 91
“La obra podría haber sido terminada. Si el pueblo de Dios hubiera lle-
vado a cabo el propósito del Señor de dar al mundo el mensaje de mise-
ricordia, tiempo ha Cristo hubiera venido a la tierra, y los santos habrían
recibido la bienvenida a la ciudad de Dios.
“Las promesas de Dios nunca fallan. Los ángeles de Dios en sus mensajes
a los hombres señalan el tiempo como un período muy corto. Así me fue
siempre manifestado. Es verdad que el tiempo se ha prolongado más d elo
que esperábamos en los primeros días del mensaje. Nuestro Salvador no
vino tan pronto como lo esperábamos. ¿Pero ha fallado la palabra de Dios?
¡Nunca! Se debiera recordar que las promesas y amonestaciones de Dios
son de carácter semejante.
“Dios ha confiado a su pueblo una obra para ser realizada en esta tierra.
El mensaje del tercer ángel debía ser proclamado, las mentes de los creyen-
tes debían ser dirigidas al santuario celestial, donde Cristo entró para ex-
piar a su pueblo. La reforma del sábado debía ser continuada. La violación
de la ley debía ser reparada. El mensaje debía ser proclamado en alta voz,
para oír las palabras de amonestación. El pueblo de Dios debía purificar
sus almas a través de una obediencia sincera a la verdad, y estar preparado
para mantenerse firme y sin mancha ante su presencia en ocasión de su
venida.
“No culpéis a Dios. Tal vez tengamos que permanecer aquí en este mun-
do muchos años más debido a la insubordinación, como les sucedió a los
hijos de Israel; pero por amor de Cristo, su pueblo no debe añadir pecado
sobre pecado culpando a Dios de las consecuencias de su propia conducta
errónea.
“Cuando termine el mensaje, (la venida del Señor) no demorará más que
el tiempo que tome la tarea de presentar el mensaje a toda nación, lengua
y pueblo. ¿Olvidaremos nosotros, los que pretendemos ser estudiantes de
las profecías, que la tolerancia de Dios para con los impíos es una parte del
vasto y misericordioso plan por el cual él está tratando de lograr la salva-
ción de las almas?” Ev, 387-388
18 El cumplimiento de la misión
EVANGELISMO 4
COORDINADO
2. Trabajo unido.
“El ministro y los miembros de la iglesia se han de unir como una sola
persona en la tarea de levantar y hacer prosperar a la iglesia... Esta obra es
tanto del ministro como de los miembros. Los corazones deben estar uni-
dos. Unámonos y avancemos hombro contra hombro…Todos debieran ser
colaboradores con Dios para hacer sentir al ministro que tiene ayudantes
en los cuales puede confiar. El ministro puede apresurar este propósito tan
deseado demostrando confianza en los miembros y poniéndolos a trabajar.”
(E. G. de White, Review and Herald, 9 Julio 1885)
“Los ministros debieran confiar en los dirigentes y miembros de sus igle-
sias, y enseñarles a trabajar por el Maestro…Que despierten los miembros de
la iglesia. Que se tomen de la mano de los ministros y obreros, ayudándoles a
sostenerla en alto, haciendo avanzar d este modo los intereses de la causa” Ibid.
El cumplimiento de la misión 19
“Bajo Dios, cada uno ha de hacer su trabajo señalado, respetado, amando
y animado pro los otros obreros. Juntos han de llevar adelante la obra hasta
completarla.” HAp. 222
3. “Nuestra” carga.
“Nuestra guerra es agresiva. Tremendos problemas están delante de no-
sotros, sí, son inminentes… Que nada empequeñezca la fuerza de la verdad
para este tiempo. La verdad presente ha de ser nuestra preocupación. El
mensaje del tercer ángel debe hacer su obra de separar de las iglesias a un
pueblo que hará su resolución por los principios de la verdad eterna.” Ev,
173
4. El propósito de Dios.
“No es propósito del Señor que se deje a los ministros hacer la mayor par-
te de la obra de sembrar las semillas de verdad. Hombres que o han sido
llamados al ministerio deben ser estimulados a trabajar por el Maestro de
acuerdo con sus diversas capacidades. Centenares de hombres y mujeres
que están ahora ociosos podrían prestar un servicio aceptable. Proclaman-
do la verdad en los hogares de sus amigos y vecinos, podrían hacer una
gran obra para el Maestro.” SC, 86
5. Error fatal.
“Es un error fatal suponer que la obra de salvar almas depende solamente
del ministerio. El humilde y consagrado creyente a quien el Señor de la
viña le ha dado preocupación por las almas, debe ser animado por los hom-
bres a quienes Dios ha confiado mayores responsabilidades. Los dirigentes
de la iglesia de Dios han de comprender que la comisión del Salvador se da
a todo el que cree en su nombre, Dios enviará a su viña a muchos que no
han sido dedicados al ministerio por la imposición de las manos.” HAp.
90-91
20 El cumplimiento de la misión
ESTO SI SE 5
PUEDE Y ES
POSIBLE
“No debería haber demora en estos esfuerzos bien planeados para educar
a los miembros de la iglesia.” T 9, 119.
El cumplimiento de la misión 23
LA IGLESIA 6
TRIUNFANTE
26 El cumplimiento de la misión
POR LO TANTO 7
1. Haced resonar.
“Haced resonar la alarma por toda la longitud y anchura de la tierra. De-
cid a la gente que el día del Señor está cerca y se apresura grandemente.
No quede nadie sin amonestación. Podríamos estar en lugar de las pobres
almas que yerran. Podríamos haber sido colocados entre los bárbaros. De
acuerdo con la verdad que hemos recibido en mayor medida que los demás,
somos deudores para impartírsela.” JT 2, 375-376
2. Marchad
“¡Despertaos! La batalla prosigue. La verdad y el error se acercan a su fi-
nal conflicto. Marchemos bajo la bandera ensangrentada del Príncipe Em-
manuel, y luchemos la buena batalla de la fe, para lograr honores eternos;
por que la verdad triunfará, y nosotros hemos de ser más que victoriosos
por Aquel que nos amó. Las preciosas horas del tiempo de gracia están
terminando. Asegurémonos la vida eterna, para que podamos glorificar
a nuestro Padre celestial, y ser los medios para salvar a las almas por las
cuales Cristo murió.” SC, 98
3. Apresuraos.
“Este mensaje debe ser dado con prontitud, renglón tras renglón, precep-
to tras precepto. Los hombres se verán pronto obligados a tomar decisiones
importantes y debemos cuidar de que tengan ocasión de comprender la
El cumplimiento de la misión 27
verdad, de manera que puedan decidirse inteligentemente por el lado del
bien. El Señor llama a su pueblo a trabajar – y con fervor e inteligencia –
mientras se prolonga el tiempo de gracia.” JT 3, 345
5. Escuchad el llamamiento.
“Hermano mío, hermana mía, medita en estas cosas…”
“Cada uno de vosotros tiene una obra que hacer. Vuestra infidelidad y
negligencia son anotadas contra vosotros en el libro mayor del cielo. Ha-
béis cercenado vuestras facultades, y disminuido vuestra capacidad. Ca-
recéis de la experiencia y eficiencia que podríais tener. Pero antes de que
sea demasiado tarde, os ruego que despertéis. No demoréis más. El día
está casi terminado. El sol poniente se está por esconder para siempre de
vuestra vista. Mientras la sangre de Cristo intercede, podéis hallar perdón.
Recurrid a todas las energías del alma, dedicad a trabajar fervientemente
para Dios y para vuestros semejantes las pocas horas que quedan.
“Mi corazón está conmovido hasta lo sumo. Las palabras son inadecua-
das para expresar mis sentimientos mientras intercedo por las almas que
perecen. ¿Deberé interceder en vano? Como embajadora de Cristo, qui-
siera incitaros a trabajar como nunca habéis trabajado. Vuestro deber no
puede ser transferido a otro. Nadie sino vosotros mismos puede realizar
vuestra obra. Si retenéis vuestra luz alguien quedará en tinieblas por vues-
tra negligencia.
“La eternidad se extiende delante de nosotros. El telón está por alzarse.
Los que ocupamos esta posición de solemne responsabilidad, ¿qué estamos
haciendo, qué estamos pensando, que nos aferramos a nuestro egoísta amor
a la comodidad, mientras la almas están pereciendo en derredor nuestro?
¿Se han encallecido completamente nuestros corazones? ¿No podemos
sentir o comprender que debemos hacer una obra a favor de la salvación de
los demás” J 2, 164-165
28 El cumplimiento de la misión
LA HISTORIA 8
“CUAN GRANDES
COSAS HA
HECHO DIOS”
Dios ha realizado una obra maravillosa para la salvación del hombre por
medio de su pueblo. El extraordinario crecimiento de la iglesia Adventista
del Séptimo Día ha sorprendido a todo el mundo religioso. Todo esto es el
resultado del poder de Dios en las vidas de los hombres y mujeres quienes
aman a Dios y sirven a su causa.
El cumplimiento de la misión 29
“ID POR TODO 9
EL MUNDO…”
El cumplimiento de la misión 31
La tarea era inmensa. Requirió tiempo para aprender los nuevos idiomas,
conocer a la gente y sus razas. Los años pasaron. Los zapadores murieron
uno tras otro. No se había alcanzado una feligresía de 200.000 miembros
en nuestra denominación cuando la Sra. White fue llamada al descanso.
Ellos no tuvieron el privilegio de ver que nuestro movimiento había alcan-
zado un cuarto de millón de feligreses en todo el mundo. Para alcanzar esa
cifra (250.000), se necesitaron sesenta y dos largos años de trabajo arduo y
sacrificio. Se alcanzó dicha cifra en el año de 1925 y diez años mas tarde la
mensajera del Señor murió.
Si va al sitio más al norte donde pueda existir una ciudad, allí encontrará
Ud. Una iglesia adventista en Hammerfest, Noruega. Si va a la parte in-
habitada más al sur, --Punta Arenas—al extremo sur de Sud América, allí
encontrará Ud. Una iglesia adventista. Si escala la parte mas alta de los
Andes, llamada el “techo del mundo” o penetra en las tierras montañosas
32 El cumplimiento de la misión
del Asia, allí también encontrará Ud. La obra de Dios. O si desciende a las
tierras más bajas y penetra en las selvas de todos los continentes del mundo,
allí encontrará nuevamente la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Puede
Escuchar su canto y hacer una oración en esas iglesias, no importa donde
ellas estén, son miembros de la IASD con una misma esperanza
Esas iglesias pueden ser tal vez, grandes con una capacidad aproximada
para 5.000 personas sentadas, o pueden ser edificios de simple bambú con
congregaciones pequeñas, pero ellas están allí, llevando el mismo mensaje
y predicando el mismo evangelio.
El cumplimiento de la misión 33
LAS RAZONES 10
El cumplimiento de la misión 35
AUN 11
QUEDAN
MAYORES
COSAS
El cumplimiento de la misión 37
REAVIVAMIENTOS
PROMETIDOS
12
“Si los miembros laicos de la iglesia se despiertan para hacer la obra que
pueden hacer, y mirando cada uno cuánto puede hacer en la obra de ganar
almas para Jesús, emprenden la guerra a su propio costo, veremos a muchos
abandonar las filas de Satanás para colocarse bajo el estandarte de Cristo.
Si nuestro pueblo decide actuar de acuerdo con la luz dada en estas pocas
palabras de instrucción, veremos por cierto la salvación de Dios. Se pro-
ducirán reavivamientos admirables. Se convertirán pecadores, y muchas
almas serán añadidas a al iglesia. Cuando pongamos nuestro corazón en
unidad con Cristo y nuestra vida en armonía con su obra, el Espíritu que
descendió sobre los discípulos en el día de Pentecostés, descenderá sobre
nosotros.” (JT 3, 250)
El cumplimiento de la misión 39
SE REPETIRA 13
EL DIA DE
PENTECOSTES
“Estas escenas han de repetirse, y con mayor poder, El descenso del Es-
píritu Santo en el día de Pentecostés fue la primera lluvia, pero la última
lluvia será más abundante.” Lecciones Prácticas del Gran Maestro, 111.
“Vi que este mensaje terminaría con fuera y vigor muy superiores al
clamor de media noche.” TS 1, 22
El cumplimiento de la misión 43
TRES MIL 15
EN UN DIA
MULTITUDES SE UNIRAN
“El Señor reprende a sus hijos por sus pecados, para poder humi-
llarlos y guiarlos a ver su rostro. Al ellos regenerarse, y el amor de
Cristo revivir en sus corazones, Dios responderá amorosamente a sus
peticiones. Los fortalecerá en el transcurso de su regeneración, al-
zará por ellos perdón contra el enemigo. Derramará sobre ellos sus
ricas bendiciones, y ellos en forma de rayos reflejarán la luz del cielo.
Entonces una multitud, no de su fe, verá que Dios está con sus hijos,
y se unirán con ellos para servir al Redentor.” Review and Herald, 25
de febrero de 1902.
El cumplimiento de la misión 45
EL TRIUNFO 16
GLORIOSO
CORO
¿Trabajad! ¡Trabajad!
¡Esperad y velad!
¡Confiad! ¡Siempre orad!
Que Cristo pronto volverá.