Cristo Mediador y Plenitud de La Revelacion
Cristo Mediador y Plenitud de La Revelacion
Cristo Mediador y Plenitud de La Revelacion
2019_1
Hno. Dr. Alexandre José Rocha de Hollanda Cavalcanti
1
Cf. ARTOLA ARBIZA, Antonio María; SÁNCHEZ CARO, José Manuel. Introducción al estudio de la Biblia. 2.
Biblia y Palabra de Dios. Estella: Verbo Divino, 1989, p. 43-44.
2
Ibid., p. 218.
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En consecuencia de este carácter pleno y definitivo de la Revelación completada por
Cristo, la fe cristiana no puede aceptar “revelaciones” que pretenden superar o corregir la
Revelación de la que Cristo es la plenitud (Dei Verbum, n. 2).
La distinción en Cristo entre “mediador” y “plenitud” nos permite considerar la
distinción entre forma y contenido de la revelación.
• Forma: En cuanto mediador Cristo establece la continuidad entre Dios y el hombre y
hace que la Revelación siendo divina tenga las características propias para ser
entendida por el hombre: es la forma de la revelación.
• Contenido: Cristo, como plenitud de la Revelación, expresa el contenido de la misma,
que escapa a toda pretensión humana de alcanzarla por su propio esfuerzo.
En Jesucristo se realiza la autorevelación de Dios en toda su plenitud. En el momento
oportuno se revelará luego el Espíritu que procede del Padre (cf. Jn 15, 26), y que el Padre
enviará en el nombre del Hijo (cf. Jn 14, 26)3.
En la audiencia General de 16 de enero de 2013, el Papa Benedicto XVI afirmó:
«Con la Encarnación la Revelación alcanza su cumbre, su plenitud. La Palabra eterna
habita entre los hombres y revela la intimidad de Dios, realizando la obra de la salvación».
Cada acción de Cristo es revelación divina, por tanto, con su presencia, palabras, signos
y milagros, sobre todo con su muerte y gloriosa resurrección, con el envío del Espíritu Santo,
Cristo lleva a plenitud toda la revelación y la confirma con testimonio divino (DV, 4).
Jesús mismo afirmó a Felipe: «Quien me ha visto a mí ha visto al Padre» (Jn 14, 9). En
esta expresión se encierra sintéticamente la novedad del Nuevo Testamento: Dios manifestó
su rostro, es visible en Jesucristo, en quien el contenido de la Revelación y el Revelador
coinciden, alcanzando su cumplimiento y plenitud4.
Para concluir el tema, el Catecismo una enseñanza de San Juan de la Cruz:
«En darnos a su Hijo, que es Palabra suya, todo nos los habló de una vez en esta sola
Palabra. Por lo cual, el que ahora quisiese preguntar a Dios, o querer alguna otra
revelación, haría una necedad y un agravio a Dios, no poniendo los ojos totalmente en
Cristo». (Cf. Carm. 2, 22. Apud. CEC 65)
La Declaración Dominus Iesus sobre la unicidad y universalidad salvífica de Jesucristo
afirma que para poner remedio a la mentalidad relativista actual, es necesario reiterar el
carácter definitivo y completo de la revelación de Jesucristo. Es, por lo tanto, contraria a la fe
de la Iglesia la tesis del carácter limitado, incompleto e imperfecto de la Revelación de
Jesucristo, que sería complementaria a la existente en las otras religiones5.
3
JUAN PABLO II. Audiencia General del 01 de junio de 1988.
4
El texto está resumido, para estudio más profundo buscar el original del mensaje.
5
Cf. Declaración Dominus Iesus, de 16 de agosto de 2.000. ns. 5-6.
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