Ecosistemas Del Mundo
Ecosistemas Del Mundo
Ecosistemas Del Mundo
La taiga (del ruso: тайгá, y éste probablemente del yakuto: тайҕа; todo territorio inhabitado, cubierto de
vastos bosques, espesura del bosque)1 o bosque boreal es un bioma caracterizado por sus formaciones
boscosas de coníferas, siendo la mayor masa forestal del planeta.2 En Canadá se emplea «bosque boreal»
para designar la zona sur del ecosistema, mientras que «taiga» se usa para la zona más próxima a la línea de
vegetación ártica. En otros países se emplea «taiga» para referirse a los bosques boreales rusos y bosque de
coníferas para los demás países.
Geográficamente se sitúan en todo el norte de Rusia (incluyendo Siberia), norte de Europa, en la región de la
Bahía del Hudson, en el norte de Canadá y en el estado de Alaska. Está limitada al sur por la estepa y al norte
por la tundra. El hemisferio sur no tiene zonas de taiga porque la porción de tierra en las latitudes en que
esta se desarrolla es muy reducida. En este hemisferio, se desarrolla, el bosque subpolar magallánico
Flora y fauna
La taiga está dominada por coníferas que superan los 40 m, de copa piramidal y hoja perenne, destacando
los alerces, abetos, píceas y pinos. El alerce de Gmelin tolera los inviernos más fríos al norte. La taiga es el
bosque con menor biodiversidad, con dosel abierto y en sus subsuelos predominan los líquenes. La taiga del
sur es un bosque mixto que alterna las coníferas con árboles caducifolios como el arce, el olmo y el roble,
tiene dosel cerrado, el suelo cubierto de musgos y en los claros se encuentran arbustos, flores y variadas
hierbas.
La taiga, o bosque boreal, es la biocenosis propia del clima de los bosques boreales. Se trata de un bosque de
coníferas que soporta condiciones climáticas de frío y bajas precipitaciones. Para que aparezca debe existir
como mínimo un mes con más de 10 °C de media. Las especies dominantes son los alerces píceas, los pinos y
los abetos. Se trata de una vegetación de coníferas perennifolias que aportan muy poca materia orgánica al
suelo, y muy tupida, por lo que los rayos del sol tienen dificultad para alcanzar el sotobosque. De esta
manera, el cortejo florístico es pobre, con abundancia de helechos, líquenes y musgos. En el estrato
arbustivo aparecen abedules, álamos, mimbres, alisos y serbales, entre otras. La omnipresencia de coníferas
da al paisaje un aspecto monótono. Las temperaturas veraniegas por encima de los 0 °C de media permite
que el suelo no esté helado durante todo el año, por lo que aunque predomina el permafrost, aparecen
podsoles y en las zonas más húmedas turbas. Se trata de suelos evolucionados pero pobre en nutrientes, y
con tendencia a la acidez. La naturaleza perennifolia de las plantas provocan el escaso aporte de nutrientes,
y que estos sean muy ácidos.
La fauna presenta pocas especies, ya que debe de estar preparada para los largos y fríos inviernos. Las
especies herbívoras son relativamente abundantes, como el reno, el ciervo y el alce; aunque las carnívoras
están bien representadas, como el lince, el zorro, el lobo, la marta, el visón o la comadreja; además del oso y
grandes cantidades de aves. Abundan los roedores como el ratón, y lagomorfos como el conejo o la liebre y
durante el verano hay una explosión de insectos y gusanos excavadores.
Tundra
La tundra (del ruso тундра ‘llanura sin árboles’, y del lapón tūndâr ‘tierra infértil’)1 se describe como la
región biogeográfica polar, cuya vegetación es de bajo crecimiento más allá del límite norte de la zona
arbolada.
Es un bioma que se caracteriza por su subsuelo helado, falta de vegetación arbórea o, en todo caso, de
árboles naturales, lo cual se debe a la poca heliofanía y al estrés del frío glacial; los suelos, que están
cubiertos de musgos y líquenes, son pantanosos, con turberas en muchos sitios. Se extiende principalmente
por el hemisferio norte: en el extremo norte de Rusia,2 Alaska, norte de Canadá, sur de Groenlandia y la
costa ártica de Europa.2
En el hemisferio sur se manifiesta con temperaturas mucho más parejas durante el año y en lugares como el
extremo sur de Chile y Argentina, islas subantárticas como Georgia del Sur, Auckland y Kerguelen y en
pequeñas zonas del norte de la Antártida3 cercanas al nivel del mar.
Se desarrolla a una latitud aproximada de 63º 33'.4 Bajando estas latitudes se suelen encontrar bosques de
coníferas (la taiga) con algunas betuláceas enanas en el hemisferio norte, bosques y selva húmeda fría de
fagáceas seguidos de coníferas australes en el hemisferio sur.5
También existen biomas semejantes a los de la tundra por efecto de altura, como en el Tíbet y en diversos
niveles de las montañas alrededor del mundo, como ocurre en zonas tropicales.
Se pueden distinguir tres tipos de tundra: alpina,6 ártica6 y antártica7 la alpina se encuentra en zonas
montañosas, mientras que la ártica se encuentra en zonas más bajas en donde se forman charcos y es en
ésta donde hay mayor presencia de vegetación; por último, la antártica, que cuenta con mucho menos
biodiversidad que las dos anteriores. En la tundra, la vegetación está compuesta de arbustos enanos, juncias
y hierbas, musgos y líquenes. Árboles dispersos crecen en algunas regiones de tundra. El ecotono (o región
límite ecológica) entre la tundra y el bosque se conoce como la línea de árboles o límite de bosque.
Clima
Los climas de tundra normalmente se ajustan a la clasificación climática de Köppen ET, lo que significa un
clima local en el que al menos un mes tiene una temperatura promedio lo suficientemente alta como para
derretir nieve (0 °C), pero ningún mes con una temperatura promedio superior a 10 °C (50 °F), por lo que
grandes extensiones se convierten en pantanos (turberas); esto sucede por el deshielo y porque los suelos
no permiten que se filtre el agua, debido al permafrost, que favorece la solifluxión.
En zonas cercanas, en torno a los círculos polares, donde los inviernos son extremadamente fríos y los
veranos cortos y frescos, se tienen lluvias ligeras en verano y nevadas el resto del año. Su clima polar propicia
que durante los largos inviernos la temperatura permanezca en promedio a −28 °C y que el terreno esté
cubierto por hielo y nieve.
El límite de frío generalmente cumple con los climas EF de hielo y nieves permanentes; el límite de verano
cálido generalmente se corresponde con el límite hacia los polos o la altitud de los árboles, donde se
clasifican en los climas subárticos designados Dfd, Dwd y Dsd (inviernos extremos como en partes de Siberia
), Dfc que es típico en Alaska, Canadá, partes de Escandinavia, Rusia Europea y Siberia Occidental (inviernos
fríos con meses de congelación), o incluso Cfc (ningún mes más frío que –3 °C (27 °F) como en partes de
Islandia y el extremo sur de América del Sur). Los climas de tundra, por regla general, son hostiles a la
vegetación leñosa, incluso cuando los inviernos son comparativamente suaves según los estándares polares,
como en Islandia.
A pesar de la diversidad potencial de climas en la categoría ET que involucra precipitación, temperaturas
extremas y estaciones húmedas y secas relativas, esta categoría raramente se subdivide. Las precipitaciones
y nevadas son generalmente leves debido a la baja presión de vapor del agua en la atmósfera fría, pero como
regla la evapotranspiración potencial es extremadamente baja, permitiendo terrenos pantanosos y turberas
incluso en lugares con precipitaciones típicas de desiertos de latitudes medias y bajas. La cantidad de
biomasa de tundra nativa depende más de la temperatura local que de la cantidad de precipitación.
Fauna
La fauna tiene la necesidad de protegerse del frío. Algunos animales desarrollan un denso pelaje y acumulan
una gran cantidad de grasa subcutánea: su relación superficie-volumen es lo más pequeña posible para
aislarse del frío. Otros construyen galerías en la nieve cuando no hay en el suelo; y, por último, algunos
migran en épocas muy frías, como el caribú (o reno).
Los poiquilotermos, por su parte, contemplan estados de resistencia al frío, con ciclos de desarrollos cortos
en épocas cálidas. Abundan los insectos ápteros y acuáticos, escasean los reptiles y anfibios.
Los niveles tróficos son muy cortos en invierno, con pocas especies no migratorias; aumenta la cadena trófica
con la llegada de los animales migratorios. En ecosistemas litorales, las aves y los mamíferos litorales, como
focas y lobos de mar (Otaria flavescens), también son un importante componente migratorio. Dado lo
anterior y la poca diversidad de presas, los cambios de uno afectan al conjunto, de ahí las grandes
fluctuaciones poblacionales periódicas de las tundras, mayor de lo que es general.
Existen herbívoros —el caribú (o reno), el buey almizclero, la liebre ártica, la cabra nival y el lemming— y
carnívoros —el oso blanco (en el extremo norte), el lobo, el halcón gerifalte, el oso kodiak y el búho nival—.
Los salmones son, en gran medida, la base de la red trófica para la fauna de este bioma.9
Flora
La vida vegetal se ve expuesta a bajas temperaturas, lo cual dificulta su supervivencia, además la obtención
de agua resulta escasa, pues esta se encuentra congelada durante la mayor parte del año. Además, la
materia inorgánica mineralizada es muy pobre, debido a la baja tasa de descomposición de la materia
orgánica. En las tundras, donde las temperaturas son inferiores a 10 °C en el mes más cálido y los períodos
sin hielos tienen una duración inferior a tres meses al año, se imposibilita el crecimiento arbóreo, por lo que
las plantas comunes son los musgos y los líquenes, que no pasan los 10 cm de altura, ya que los fuertes
vientos les impiden alcanzar un mayor desarrollo.
Las praderas
El bioma de la pradera se encuentra entre un clima boscoso y desértico donde las precipitaciones son menos
cotidianas pero en conjunto sí que existen además de una heterogénea, una abundante fauna y vegetación.
Los biomas de las praderas tienen unas características singulares que debemos conocer por su vital
importancia reguladora y también son llamadas matorral de montaña.
La ubicación geográfica de las praderas son a lo largo de varios continentes podemos encontrar biomas de
praderas como pueden ser áfrica del Sur, américa del Sur y del Norte con especial atención en Argentina,
Australia o Eurosia Central.
Los pastizales y matorrales templados o dicho de otro modo, las praderas y estepas, conforman un bioma
cuyos ecosistemas predominantes lo constituyen los herbazales de clima templado entre semiárido y
húmedo, con una estación cálida y otra marcadamente fría en invierno.
Los pastizales templados se encuentran en cinco áreas principales: las praderas (prairies) de las Grandes
Llanuras de Norteamérica, la pampa de Sudamérica, los veld de Sudáfrica, las estepas de Asia y las sabanas
del sur de Australia.
En este ecosistema las gramíneas, juncales, pastos o césped constituyen la vegetación dominante. Aunque
en las praderas de las regiones templadas y pueden existir más de 50 especies de plantas vasculares y en las
praderas tropicales más de 200, en general, dos o tres especies de gramíneas son las que dominan más del
60% de la biomasa del terreno; aquí habitan grandes herbívoros y aves, además de una gran cantidad de
flora.
En las zonas donde la precipitación anual supera los 600 milímetros y los suelos son profundos y ricos en
materia orgánica se extienden las praderas. La vegetación anual de este ambiente es continua y está
representada por las gramíneas, pero estas han sido prácticamente sustituidas por cultivos de cereales (maíz,
trigo, cebada) y oleaginosas (girasol, soja).
Los pastizales ocurren generalmente en el centro de los continentes donde la precipitación pluvial es
intermedia entre la de los desiertos y los bosques y donde hay grandes variaciones estacionales de la
temperatura (veranos calientes e inviernos fríos). La presencia de árboles ha sido reducida en esta área
debido a los fuegos, el pastoreo y ramoneo por herbívoros como el bisonte, venados y caballos, y la
precipitación relativamente baja. La mayoría de las praderas han sido alteradas extensamente y ahora son
las principales regiones mundiales de producción de cereales como trigo, maíz y otros granos.
Tipos de praderas
Las praderas se pueden clasificar en dos tipos principales de biomas; las templadas y tropicales. Por norma
las ubicadas en el hemisferio sur recibe más precipitaciones que las otras, del hemisferio norte.
Praderas templadas
Praderas tropicales
Praderas templadas
De media reciben de agua de lluvia durante todo el año de 75 a 25 centímetros de agua. Tiene una
vegetación más baja y en ocasiones son sólo unos milímetros. Tienen dos estaciones decrecimiento; una de
letargo (La hierba no crece por el frío) y otra de crecimiento constante.
Praderas tropicales
Son aquellas que durante todo el año las temperaturas son más o menos calidad, teniendo una estación de
lluvia y otra seca. La más conocida podríamos decir que es la sabana Africana qué sirve de hogar a miles de
especies de animales tan conocidos como son las cebras, los leones, las jirafas, los rinocerontes o los
afamados elefantes, entre otros.
Flora de la pradera
La vegetación en las praderas ubicadas en el hemisferio sur es mucho más densa ya que tiene más y lluvias
que en la zona del Norte. En cuanto a tipos de flora podemos encontrar El Juncal, girasol, trébol, gramíneas
entre otros.
Por la cantidad de animales herbívoros y su pastoreo, grandes incendios y las pocas precipitaciones rubiales
existe una escasez de árboles en este bioma. Por el contrario la mano del hombre actuado con contundencia
en las diferentes praderas en beneficio de producir principalmente cereales como pueden ser el trigo, maíz y
otro tipo de granos esenciales para el consumo humano.
Clima pradera
El clima de la pradera ante territorios que son semiáridos, es un clima húmedo donde el invierno es frío y los
veranos son cálidos alcanzando los 21 grados centígrados.
Se pueden distinguir dos estaciones a lo largo del año; la de latencia y la de crecimiento. La estación de
crecimiento es cuando la vegetación puede crecer y no hay heladas, la estación de latencia debido al frío la
vegetación no crece.
Regiones
Los principales pastizales templados son los siguientes:
Praderas de Norteamérica: Situadas en las Grandes Llanuras de Estados Unidos y Canadá. Son pastizales
altos y abundantes hacia el Este y son cortos, áridos o estepáricos hacia el Oeste.
Estepa euroasiática: Se encuentra al sur de los bosques templados en Rusia, Ucrania, Mongolia, China y los
países del Asia Central como Kazajistán.
Pastizales y matorrales argentinos: En Argentina está la región pampeana y la Patagonia. Destacan varias
ecorregiones que se consideran pastizales y matorrales templados, entre ellos la más conocida es la pampa
(praderas), otras regiones son el espinal (pastizales arbolados xerófilos), el monte (matorrales y estepa
arbustiva), la estepa patagónica (estepa arbustiva) y la estepa de las islas del Atlántico Sur. Las pampas
alcanzan también a Brasil, Paraguay y Uruguay, sin embargo el WWF considera estos pastizales como
sabanas subtropicales, pero no lo son en toda su extension, al sur del paralelo 30, es decir todo el territorio
uruguayo y la mitad sur de Rio Grande del Sur en Brasil es una pradera templada cuya temperatura media se
situa generalmente entre los 16C/17C y no supera los 20C de promedio anual en ningún punto.Siendo los
veranos mucho mas frescos que en la parte norte de la Pampa argentina (22C de promedio en el mes mas
calido de la costa uruguaya).Es decir que es una pradera templada con las 4 estaciones bien diferenciadas
también.
Veld sudafricano: Constituido por pastizales y arbustal corto. Se encuentran a cierta altitud, por lo que el
WWF lo considera como pradera y matorral de montaña.
Sabana australiana: La sabana templada del sudeste australiano se compone de pastizales arbolados de
eucaliptos a lo largo de Nueva Gales del Sur.
Desierto
Un desierto es un bioma de clima árido, donde las precipitaciones son escasas. Estos suelen poseer poca
vida, pero eso depende del tipo de desierto; en muchos existe vida abundante, la vegetación se adapta a la
poca humedad (matorral xerófilo) y la fauna usualmente se oculta durante el día para preservar humedad. El
establecimiento de grupos sociales en los desiertos es complicado y requiere de una importante adaptación
a las condiciones extremas que en ellos imperan. Los desiertos forman la zona más extensa de la superficie
terrestre: con más de 50 millones de kilómetros cuadrados, ocupan casi un tercio de esta. De este total, 53 %
corresponden a desiertos cálidos y 47 % a desiertos fríos.1
Los procesos de erosión son factores de suma importancia en la formación del paisaje desértico. Según el
tipo y grado de erosión que los vientos eólicos y la radiación solar han causado, los desiertos presentan
diferentes tipos de suelos: desierto arenoso es aquel que está compuesto principalmente por arena, que por
acción de los vientos forman las dunas, y desierto pedregoso o rocoso es aquel cuyo terreno está constituido
por rocas o guijarros (este tipo de desiertos suele denominarse con la palabra árabe hamada).
Los desiertos pueden contener valiosos depósitos minerales que fueron formados en el ambiente árido, o
fueron expuestos por la erosión. En las zonas bajas se pueden formar salares. Debido a la sequedad de los
desiertos, son lugares ideales para la preservación de artefactos humanos y fósiles.
También se define desierto como un lugar despoblado, no habitado por humanos ni apenas por ser vivo
alguno. Según esta definición, también son desiertos los situados en climas más fríos, como el ártico o la
tundra.2
Las personas han luchado por vivir en los desiertos y las tierras semiáridas circundantes durante milenios.
Los nómadas han trasladado sus rebaños y manadas a donde sea que haya pastoreo y los oasis han brindado
oportunidades para un estilo de vida más estable. El cultivo de regiones semiáridas fomenta la erosión del
suelo y es una de las causas del aumento de la desertificación. La agricultura en el desierto es posible con la
ayuda del riego y el Valle Imperial en California proporciona un ejemplo de cómo las tierras antes áridas se
pueden hacer productivas mediante la importación de agua de una fuente externa. Muchas rutas
comerciales se han forjado en los desiertos, especialmente en el desierto del Sahara, y tradicionalmente eran
utilizados por caravanas de camellos que transportaban sal, oro, marfil y otros bienes. Un gran número de
esclavos también fueron llevados hacia el norte a través del Sahara. También se realiza alguna extracción de
minerales en los desiertos y la luz solar ininterrumpida ofrece la posibilidad de capturar grandes cantidades
de energía solar.
Grandes desiertos
Gran parte de todos los desiertos del mundo se ubican en zonas caracterizadas por las altas presiones
constantes (ver: anticiclón), condición que no favorece a la lluvia. Entre los desiertos de estas zonas están:
los desiertos del Sáhara (el tercer desierto más extenso del mundo después de la Antártida y el Ártico3),
Kalahari, Namib y del Ogaden en África; los desiertos Arenoso y Victoria en la mayor parte de Australia; los
desiertos de Gobi (o Chamō), Kara Kum, Takla Makán, de Arabia, Rub Al Jalí, de Siria, de Judea, Sinaí-Néguev
en Asia.
En América, existen los desiertos de Arizona-Sonora en la frontera de los Estados Unidos con México,
Mojave, en los Estados Unidos, el de Atacama localizado en el norte de Chile, oeste de Bolivia y el sur de Perú
(el más árido del planeta) y motivo de una guerra, la Guerra del Pacífico, entre aquellos tres países
sudamericanos a fines del siglo XIX, el que era rico en salitre, en lo que hoy es el norte de Chile.
Gran parte de los desiertos se deben a su continentalidad, es decir, su extrema distancia del mar: por
ejemplo, el de Gobi y los demás del Asia Central. No llegan hasta ellos los vientos húmedos que provienen de
los océanos.
Los desiertos de las costas occidentales del sur de África y de América del Sur se ven afectados por la
presencia de corrientes oceánicas frías que provocan baja hidratación en la atmósfera.
Tipos de desierto
La mayoría de las clasificaciones radica en una combinación del número de días de lluvia por año, la cantidad
pluviométrica anual, temperatura, humedad y otros factores. En 1953, Peveril Meigs dividió las regiones
desérticas de la Tierra en tres categorías, de acuerdo con el total de lluvia que reciben. Por este sistema, hoy
ampliamente aceptado, los terrenos extremadamente áridos son los que tienen por lo menos 12 meses
consecutivos sin lluvia, los terrenos áridos tienen menos de 250 milímetros de lluvia anual y los terrenos
semiáridos tienen una media de precipitación anual entre 250 y 500 milímetros. Los terrenos áridos y
extremadamente áridos son los desiertos, y los terrenos semiáridos, cubiertos de gramíneas, generalmente
se llaman estepas.
Sin embargo, la aridez por sí sola no proporciona una descripción exacta de lo que es un desierto. Por
ejemplo, la ciudad de Phoenix, en Arizona, recibe menos de 250 mm de lluvia al año, y está clasificada
obviamente como desértica. Sin embargo, algunas regiones gélidas de Alaska o de la Antártida también
reciben menos de 250 mm de lluvia por año, sin embargo para la percepción común no son desérticas (se
trata en efecto de desiertos fríos o desiertos niveles: en ellos la vida superior es muy difícil, pero la
evapotranspiración y la posibilidad de encontrar agua dulce es notoriamente mayor que en la clásica noción
de lo que es un desierto). Para definir más concretamente un desierto, sea cálido o frío, uno de los
parámetros que se utilizan es el del promedio anual de precipitaciones: menos de 500 mm/año suponen una
zona semiárida en donde existe mucho estrés hídrico (aunque este se puede amortiguar si las temperaturas
son bajas, por debajo de los 15 °C promedio anual). Otra definición ecológica de desierto es la de una zona
que recibe igual o menos de 100 mm/año de precipitaciones y sin la compensación de ninguna otra fuente
natural de agua dulce.
Las diferencias de criterios residen en el fenómeno llamado evapotranspiración. La evapotranspiración es la
combinación de pérdida de agua por evaporación atmosférica del agua del suelo, junto con la pérdida de
agua también en forma de vapor a través de los procesos vitales de las plantas. El potencial de
evapotranspiración es, por lo tanto, la cantidad de agua que se evapora en una región dada. La ciudad de
Tucson, en Arizona, recibe unos 300 mm anuales de lluvia, sin embargo, pueden evaporarse unos 2500 mm
de agua en el periodo de un año. En otras palabras, significa que casi ocho veces más agua podría evaporarse
en esta región de la que normalmente cae. Las tasas de evapotranspiración en regiones de Alaska son
bastante más inferiores; entonces, aun recibiendo precipitaciones mínimas, estas regiones distan mucho de
la definición básica de un desierto: un lugar donde la evaporación supera el total de la precipitación
pluviométrica.
Por tanto, existen diferentes formas de zonas desérticas. Los desiertos fríos pueden estar cubiertos de nieve;
estos lugares no reciben mucha lluvia, y la que cae permanece congelada como nieve compacta. Estas áreas
se llaman comúnmente tundra, cuando en ellas existe una corta estación con temperaturas por encima de
cero grados Celsius y florece algo de vegetación en ese periodo; o regiones polares, si la temperatura
permanece bajo el punto de congelación durante todo el año, dejando el suelo prácticamente sin formas de
vida.
La mayoría de los desiertos no polares se forman porque reciben poquísima agua. El agua tiende a refrescar
o, por lo menos, a moderar los efectos del clima en el que es abundante. En algunas partes del mundo los
desiertos surgen debido a la existencia de «barreras» a la lluvia: cuando las masas de nubes descargan la
mayor parte de su humedad sobre una cadena de montañas, las áreas que se encuentran más allá son áridas
porque el aire apenas contiene humedad.
Los desiertos también se clasifican por su localización geográfica y patrón climático predominante, como
vientos alisios, latitudes medias, barreras anti-lluvias, costeros, de monzón, y polares. Algunas áreas
desérticas antiguas presentes en regiones no-áridas forman los llamados paleodesiertos.
Desiertos costeros
Los desiertos costeros se localizan generalmente en los bordes occidentales de continentes próximos a los
trópicos de Cáncer y de Capricornio. Están influidos por corrientes oceánicas costeras frías que discurren
paralelas a la costa. Debido a los sistemas de viento locales que dominan los vientos alisios, estos desiertos
son menos estables que los de otro tipo. Durante el invierno, la niebla, producida por corrientes frías
ascendentes, cubre frecuentemente los desiertos costeros con un manto blanco que bloquea la radiación
solar. Los desiertos costeros son relativamente complejos, pues son el producto de sistemas terrestres,
oceánicos y atmosféricos. Un desierto costero, el de Atacama, en Chile, es el más seco de la Tierra. En él, una
lluvia posible de ser medida —es decir, de 1 mm o más— puede tener lugar una vez cada 5, 20 o hasta cada
400 años.45 Esto se debe a que se encuentra la corriente marina fría de Humboldt (procedente de la
Antártida) con la corriente marina cálida Ecuatorial Sur (procedente del ecuador). Al encontrarse, la
humedad se condensa, llueve en el océano, y llegan pocas precipitaciones a esta zona, convirtiéndose en
árida y deshabitada.
Desiertos de monzón
Monzón (palabra derivada del árabe que significa estación climática) se refiere a un sistema de vientos
estacionales. Los monzones se desarrollan como consecuencia de las variaciones de temperatura entre los
continentes y los océanos. Así, los vientos alisios del sur del océano Índico descargan lluvias en la India al
llegar a la costa. Conforme el monzón cruza la India de sureste a noroeste, por el llamado Talweg del Monzón
(aproximadamente el valle del río Ganges) y surca las elevadas montañas del Himalaya pierde su humedad
en copiosísimas lluvias y nevadas hasta el punto que en el lado oriental de la cadena montañosa Aravalli el
viento ya es seco y con efecto foehn (es decir por calentamiento adiabático). Los desiertos del Rajastán y
Cholistán en el noroeste de la India, y el desierto de Thar entre Pakistán y la India, son parte de una región de
desierto de monzón al oeste de la cadena montañosa.
Climas desérticos
Los desiertos están distribuidos entre distintas zonas:
Zonas semiáridas o esteparias: Estas tienen una media de precipitaciones de 250 a 500 mm anuales. Suelen
estar situadas en los bordes de los desiertos y abarcan alrededor del 15 % de la superficie terrestre del
planeta.
Zonas áridas: Con precipitaciones anuales de 25 a 250 mm, abarcando el 16 % de la superficie terrestre.
Zonas hiperáridas: Son tan secas que a veces no llueve durante años. Estas abarcan el 4 % de la superficie
terrestre, (especialmente en el desierto de Atacama y desierto Antártico). Su oscilación térmica diaria puede
llegar a superar los 20 grados Celsius.
Flora y fauna
La fauna de los desiertos es escasa y poco variada. Incluye reptiles, como las serpientes y lagartos; insectos,
como escarabajos y hormigas del género Cataglyphis; arácnidos, como los escorpiones; aves carroñeras,
buitres, y mamíferos, como ratones, zorros, chacales y camellos.
La flora del clima desértico es escasa, baja y dispersa. Deja extensas superficies sin cubrir, que están
ocupadas por arena, piedras o rocas. Las estepas son hierbas bajas y arbustos aislados en los desiertos,
plantas espinosas, como los cactus y matorrales. Solamente en los oasis la presencia de agua permite una
vegetación abundante, entre la que destacan las palmeras, y algunos arbustos.
Un indlandsis (en danés, «hielo interior»), llamado habitualmente en castellano casquete glaciar, y a veces
calota de hielo o capa de hielo, es una masa de hielo de gran espesor que cubre una región extensa de la
superficie continental en las regiones polares de la Tierra. Se localizan en latitudes extremas con una
extensión convencional de más de 50 000 km². En otros tiempos geológicos había un número mayor y
cubrían una superficie más extensa, pero en la actualidad sólo cubren la Antártida y Groenlandia. No debe
confundirse este concepto ni con el de banquisa, la capa de hielo flotante de extensión variable que se forma
en los mares polares, ni con el casquete polar.
Descripción y origen
El término indlandsis se aplicó inicialmente a las zonas cubiertas por hielos permanentes de Groenlandia,
Islandia y los archipiélagos árticos. En la actualidad, la palabra danesa es la usada por los geógrafos para
referirse a todo campo de hielo de dimensiones continentales y que persiste durante siglos.
Los indlandsis poseen una forma cupular con una gran curvatura, independientemente del relieve que posea
el sustrato en que están asentados. El peso del hielo (en las partes más profundas "hielo fósil") (en la
Antártida llega a tener 2000 m de espesor) provoca que la superficie de la litosfera bajo el hielo se encuentre
en una buena parte bajo el nivel del mar. Al fin y al cabo el hielo glaciar es una roca sólida que contribuye a la
estructura de la corteza y condiciona su equilibrio isostático.
Durante los períodos glaciales, la extensión de las capas de hielo se amplía considerablemente: en el Würm o
wurmiense, los casquetes se extendieron por Europa y Norteamérica hasta unos 45º grados de latitud.
Durante los períodos tibios o cálidos interglaciales, el retroceso de las capas de hielo deja señaladas huellas
en el relieve de las tierras emergidas. En primer lugar, se produce por isostasia una lenta elevación del
territorio que ha estado bajo el hielo, y se presentan formaciones geofísicas características: escudos —
extensas planicies y llanuras debidas a la fuerte erosión que causa la capa de hielo al avanzar y retroceder—.
Esto se aprecia especialmente en el hemisferio norte, en donde destacan el Escudo Canadiense y el Escudo
Báltico, lagos glaciares, colinas morrénicas (especialmente drumlins), valles de origen glaciar, fiordos, firths,
rías, gigantescos cantos rodados y —como ocurre en la Patagonia argentina— picachos aislados (antiguos
nunataks) llamados chihuidos.
Suelos
Los suelos suelen ser infértiles, formados por granitos, areniscas, doleritas o granito negro. Estos suelos
presentan alternancia de congelamiento y deshielo, son de alta salinidad, de pH entre neutro y alcalino y con
muy poca materia orgánica. El suelo puede estar congelado, lo cual suele llamarse permafrost.
Topografía
Está dominada por glaciares, rocas, cantos rodados, fragmentos de rocas, dunas de nieve, lagos cubiertos de
manera perenne por hielo y corrientes de agua de muy bajo caudal, escasas y efímeras.
Flora
La vegetación es dispersa y generalmente dominada por criptógamas (plantas que no se reproducen usando
semillas, como musgos, hepáticas y líquenes).
La cobertura es pobre (2 %). Este tipo de vegetación está particularmente desarrollada en la Antártica.
La diversidad de plantas con flor en el Ártico es mucho mayor que en la Antártica, donde solo existen 2
especies de fanerógamas.
En la región Ártica existen coberturas extensas y densas, que en algunas áreas están enriquecidas con
nutrientes —como las partes que están debajo de los acantilados y rocas donde anidan las aves—. Esta
vegetación no tiene equivalente en la Antártica.
En la región Ártica se presenta una zona de tundra e incluye hábitats dominados por pequeñas plantas
vasculares, sin crecimiento significativo de árboles o hierbas, exceptuando las formas enanas postradas,
como el sauce ártico (Salix arctica), que está sustentado por permafrost.
Así mismo, presenta las siguientes hierbas: Astragalus norvergicus, de 40 cm de altura; Draba lactea, que
crece entre 6 y 15 cm; Oxyria digyna, de 10 a 20 cm de talla; la amapola ártica Papaver radicatum; la
coltsfoot dulce del ártico Petasites frigidus, de 10 a 20 cm de altura; y la Potentilla chamissonis, que alcanza
entre 10 a 25 cm de talla, entre otras.
Flora
En la Antártica, escenario de condiciones más extremas, la vegetación es mucho más reducida, debido a las
muy bajas temperaturas y a los prolongados períodos sin luz, de oscuridad total.
Entre las aproximadamente 100 especies de musgos reportadas se destacan los musgos endémicos
Schistidium antarctici, Grimmia antarctici y Sarconeurum glaciale.
Se han reportado 75 especies de hongos que se desarrollan en la Antártica; de estas hay 10 especies
macroscópicas que crecen de manera esporádica junto a musgos en el verano. También existen 25 especies
de hepáticas, como el alga Prasolia crispa, entre otras 700 algas verdes y verde-azules.
Plantas vasculares
Entre las plantas leñosas se desarrollan algunas pocas coníferas pertenecientes a las familias Podocarpaceae
y Araucariaceae; estas son especies de las familias Cunoniaceae y Atherospermataceae. También destacan
las hayas australes (Nothofagus antarctica).
Existendos especies vasculares fanerógamas endémicas o nativas de la Antártica: una gramínea, el pasto
antártico, hierba de pelo o hierba pilosa antártica (Deschampsia antartica); y la perla de la Antártica, clavelito
antártico o hierba perla (Colobanthus quitensis), de pequeñas flores blancas. Estas son pequeñas y crecen
entre los musgos.
Fauna Invertebrados
La fauna de invertebrados del suelo de las dos zonas polares terrestres está distribuida en parches. Incluye
protozoarios, tardígrados, rotíferos, nematodos, gusanos, ácaros y colémbolos.
La Antártica alberga una diversidad mucho menor de insectos de solo dos especies de moscas, mientras que
el Ártico tiene una variedad de estos y de escarabajos. También existen arañas en el Ártico.
La mayoría de los insectos polares no son herbívoros; se alimentan de microorganismos y detritus (materia
orgánica en descomposición).
Vertebrados
La presencia de vertebrados herbívoros en el Ártico es un factor distintivo muy importante entre las dos
regiones polares.
En el Ártico viven herbívoros como el pequeño roedor lemino o lemming ártico (Dicrostonix torquatus) y la
liebre ártica (Lepus arctica), así como especies de mayor tamaño como el reno (Rangifer tarandus) y los
bueyes almizcleros (Ovibus moschatus). Grandes poblaciones de aves migratorias —como los gansos de
nieve (Chen caerulescens), la perdiz nival (Lagopus muta), el escribano nival (Plectrophenax nivalis) y las
gaviotas árticas (Sterna paradisaea)— utilizan las zonas altas del Ártico durante la estación cálida para
alimentarse.
Los vertebrados cazadores —como el oso polar (Ursus maritimus) y el lobo ártico (Canis lupus arctos)— están
presentes durante todo el año en la región ártica. El buey almizclero es el herbívoro de mayor talla, con
buena cobertura de pelaje aislante del frío.
Por otro lado, un factor particular de los ecosistemas antárticos costeros es la concentración de aves marinas
y mamíferos en etapas de reproducción, cría o reposo. La transferencia de nutrientes de estas
concentraciones de animales puede fertilizar y acelerar el desarrollo de vegetación y de comunidades de
artrópodos asociadas.
La fauna de las regiones polares presenta mecanismos de adaptación como los de los mamíferos que
desarrollan pelajes densos y acumulan grasa en la zona subcutánea. Otros viven al abrigo del frío en galerías
y túneles subterráneos, y algunos migran durante los meses de temperaturas más bajas.
Fauna marina
Entre la fauna marina ártica existen peces, moluscos y mamíferos como ballenas barbadas (Mysticeti spp.),
belugas (Delphinapterus leucas), focas (familia Phocidae) y morsas (Odobenus rosmarus).
Los consumidores primarios herbívoros son la liebre ártica, el buey almizclero y el caribú. Los consumidores
secundarios que depredan a estos herbívoros son el lobo ártico y el zorro. El oso polar es depredador de
focas y peces.
Aves
En el Ártico existen pocas aves, y estas son migratorias, como el charrán ártico o gaviotín ártico (Sterna
paradisaea) —que migra entre el Ártico y la Antártica— y el búho nival (Bubo candiacus).
Fauna de la Antártica
La fauna de la Antártica está caracterizada por el bajo número de especies (poca diversidad), pero por una
gran riqueza en individuos. No hay mamíferos terrestres ni morsas como en el Ártico, ni anfibios o reptiles,
pero la fauna marina es la más abundante y variada del continente.
Pingüinos: En la Antártica viven pingüinos antárticos de 5 especies. Entre estas destacan el pingüino
emperador (Aptenodytes forsteri) y el pingüino adelia (Pygoscelis adeliae). Ambos habitan
permanentemente esta zona.
También existen tres especies migratorias: el pingüino papua (Pygoscelis papua), el pingüino rey
(Aptenodytes patagonicus), y el pingüino de barbijo (Pygoscelis antartica), que viajan durante el invierno a
climas menos adversos.
Aves voladoras
Las demás aves de la Antártica son voladoras, como el albatros viajero o errante (Diomedea exulans), la skua
polar (Catharacta maccormiki), el cormorán antártico (Phalacrocorax bransfieldensis), la gaviota dominicana
o cocinera (Larus dominicanus) y la gaviota parda o skúa (Catharacta skua).
También hay petreles como el damero o paloma del cabo (Daption capense), que tiene plumaje blanco y
negro; y el petrel gigante antártico (Macronectes giganteus). La paloma antártica (Chionis alba) vive
permanentemente en la Antártica.
Peces y crustáceos
La fauna acuática marina está constituida por algunos peces como los bacalaos antárticos (Notothenia
corliceps y Dissostichus mawsoni) y la merluza negra (Dissostichus eleginoides), crustáceos krill (Euphasia
superba), focas y ballenas.
Focas
En la Antártica existen varias especies de focas: la foca de Ross (Ommatophoca rossi), la foca de Weddell
(Leptonychotes weddellii), el elefante marino austral (Mirounga leonina), la foca cangrejera (Lobodon
carcinophagus), el lobo fino antártico (Arctocephalus gazella) y el leopardo marino o foca leopardo (Hydrurga
leptonyx).
Ballenas
Entre las especies de ballenas que viven en la Antártica están la ballena azul (Balaenoptera musculus), la
ballena de aleta o rorcual común (Balaenoptera physalus), el rorcual antártico (Balaenoptera borealis) y el
rorcual pequeño o minke (Balaenoptera bonaerensis).
También destacan la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae), la ballena austral (Eubalaena glacialis) y las
ballenas dentadas: cachalote (Physeter macrocephalus, Physeter catodon), la orca (Orcinus orca) y la ballena
nariz de botella o zifio calderón austral (Hyperodon planifrons).
Sabana
La sabana es un bioma caracterizado por un estrato arbóreo-arbustivo en que su dosel arbóreo tiene una
escasa cobertura, ya sea por árboles pequeños o por tener poca densidad de ellos, que le permite un estrato
herbáceo continuo y generalmente alto. Combina características del bosque y del pastizal. Normalmente, las
sabanas son zonas secas de transición entre selvas y semidesiertos. Las sabanas se encuentran ubicadas en
zonas tropicales y subtropicales, sobre todo con climas tropicales secos; aunque en ocasiones también se
incluyen ecosistemas templados similares bajo esta denominación.1 La sabana más conocida es la sabana
africana.
Los ecosistemas de la sabana son zonas formadas por grandes praderas con escasos árboles, también son
llamados praderas tropicales. Es un tipo de bioma característico en el que el dosel arbóreo (Son las copas y
regiones superiores de los árboles) tiene una cobertura escasa, ya sea porque tenemos una poca densidad
de árboles o porque los mismos son pequeños.
Es una combinación de las características del bosque y praderas, donde normalmente las regiones de las
sabanas son zonas secas entre la transición de los semidesiertos y las selvas. El espectáculo visual de las
sábanas es impresionante y varían según su región geográfica. Teniendo diferentes tipos de suelo, de flora,
fauna y diferencias en la temperatura. Algunos los denominan las praderas tropicales.
La ubicación geográfica de las sabanas es en las zonas subtropicales y tropicales, con abundantes regiones
ubicadas en los climas tropicales secos.
Las principales sábanas se encuentran a lo largo y ancho del Continente Africano, también existen
determinadas regiones de sábanas tropicales en Australia, India y América del Sur con zonas de importancia
ubicadas en Venezuela, Brasil o Colombia.
Sabanas montañosas
Se encuentran a altitudes elevadas (zonas alpinas y subalpinas) en diferentes regiones del planeta. Se
caracterizan por haber evolucionado como islas, aisladas por las especiales condiciones climáticas y,
frecuentemente, albergan muchas especies endémicas. Las plantas características de este hábitat muestran
adaptaciones tales como estructuras en roseta, superficies cerosas y hojas pubescentes.
Vegetación
Herbáceas: Gramíneas de los géneros Aristida; Andropogon, típico de América; Triodia y Astrebla, típicos de
Australia. Estas herbáceas a veces superan los 2 m, muchas veces por su tamaño pueden ser confundidas con
estepas (pseudoestepas), especialmente entre sabanas y desierto. Las gramíneas tienen xeromorfía con
aparato vegetativo en haces densos y rizomas de crecimiento activo, enraizamiento denso y semillas
abundantes.
Arbustivo: Diversos; sin vegetación emergentes de las hierbas "campos de amazonia". Con árboles y arbustos
diseminados "campos cerrados"; con árboles abundantes "bosques claros". Frecuentemente, especialmente
en América del Sur, con morichales en las selvas de galería.
Características: Enraizamiento potente y profundo; hojas caducas en estación seca; Troncos bajos y
tortuosos; Coronas escalonadas; Corteza fuerte protectora de fuego; Hojas grandes coriáceas.
Especies: Acacia, Albizia, Prosopis,etc
Clima de la sabana
El clima en la sabana es bastante cálida todo el año. Se caracteriza por una estación durante los meses de
verano humedad, con lluvias y una estación más seca durante el resto del año que podríamos decir que es
invierno.
En media, clima tropical con algunos periodos secos.
Temperaturas medias mensuales alrededor de > 17 °C.
Precipitación media anual entre 750 y 1300 mm.
Al menos 5 meses al año, durante la estación seca, con una estimación de menos de 100 mm mensuales.
La estación seca coincide con el periodo que más frío hace.
Flora de la sabana
La mayor parte de la sabana está cubierta de diferentes tipos de pastos, entre los que se incluyen la hierba
de limón, la hierba de Rodas, el césped estrella y la hierba de las Bermudas. También hay muchos árboles
esparcidos por la sabana. Algunos de estos árboles incluyen el acacia, el baobab y el chacalberry.
flora en la sabanaDebido a la climatología, la vegetación en la sabana a lo largo de los años ha ido
desarrollando diferentes técnicas para soportar esos cambios de clima durante el año.
Por ejemplo, las plantas tienen más raíces, bulbos o troncos que de costumbre, son mucho más largas y
profundas para poder acceder mejor a los minerales líquidos, la capa freática y nutrientes de la tierra,
además de disponer de semillas resistentes.
Las sabanas del este de África son conocidas por su ocasional arboleda de acacias. La hierba elefante puede
crecer hasta 10 pies de altura, prosperando en las sabanas de África cerca de ríos y lagos.
Los árboles de Baobab se encuentran en las llanuras de África e India, y pueden crecer hasta 80 pies de altura
y vivir por miles de años. Los árboles de eucalipto se encuentran en las praderas tropicales de Australia.
Tipos de vegetación
Son regiones herbáceas a base de gramíneas de los géneros Andropogon, Aristidia, Louditia; Astreba y
Triodia que son típicas de la región de Australia. Estas herbáceas, a veces incluso superan los dos metros,
muchas veces por su tamaño pueden ser confundidas con las estepas (pseudoestepas). Disponen de un
enraizamiento denso y semillas abundantes.
Arbustivo diverso: sin vegetación emergentes de las hierbas “campos de amazonia”. Con árboles y arbustos
diseminados “campos cerrados”; Con árboles abundantes “bosques claros”.
Características: Enraizamiento potente y profundo. Hojas caducas en estación seca con troncos bajos y en
formas tortuosas además de unas coronas escalonadas. Corteza protectora para el fuego y hojas grandes
coriáceas.
Especies: Acacia, Prosopis, Albizia, Afzalia, etc.
Fauna de la sabana
Una de las vistas más espectaculares de la naturaleza son los animales de la sabana africana. Debido a que la
sabana es tan rica en hierbas y vida arbórea, muchos grandes herbívoros (comedores de plantas) viven aquí y
se concentran en grandes manadas. Estas incluyen por ejemplo cebras, ñus, elefantes, jirafas, avestruces,
gacelas y búfalos. Por supuesto, donde hay muchos herbívoros, debe haber depredadores.
La mayoría de animales se mueven en grandes manadas. Por norma general, las aves disponen de amplías
alas para poder realizar largos recorridos y los animales patas largas y bastante fuertes en el caso de los
mamíferos.
Hay muchos depredadores poderosos vagando por la sabana incluyendo leones, hienas, guepardos,
leopardos, mambas negras y perros salvajes. Los animales que comen plantas han desarrollado maneras de
evitar los depredadores.
Algunos animales como la gacela y el avestruz usan la velocidad para tratar de escapar de los depredadores.
La jirafa usa su altura para detectar depredadores desde lejos y el elefante usa su tamaño y fuerza de corte
para mantener a los depredadores alejados.
Al mismo tiempo, los depredadores de la sabana han adaptado sus propias habilidades especiales. El
guepardo es el animal terrestre más rápido y puede correr en ráfagas de 70 millas por hora para atrapar a su
presa. Otros animales, como los leones y las hienas, cazan en grupos y atrapan a los animales más débiles,
lejos de la protección del rebaño.
Una de las razones por las que en la sabana pueden vivir muchos tipos diferentes de animales herbívoros
(comedores de plantas) es que se han adaptado a comer una gran variedad de plantas diferentes.
fauna de la sabanaPor ejemplo en la sabana australiana tenemos el afamado koala que se alimenta de hojas
de eucalipto y es un gran trepador de árboles con garras afiladas.
Como característica principal de los carnívoros que podemos encontrar, es el tamaño grande como por
ejemplo el león. Hay que tener en cuenta que es un territorio perfecto de caza dado que las hierbas son
bajas y pueden tener unas amplias vistas para poder cazar. Hay una especie de equilibrio natural entre los
herbívoros y los grandes carnívoros.
Estepa
La estepa (del francés: steppe, y éste del ruso: степь, step, AFI: sʲtʲepʲ)1es un bioma que consiste en un
territorio de vegetación herbácea, propio de climas extremos y escasas precipitaciones. También se le asocia
a un semidesierto frío, para establecer una diferencia con las sabanas de climas cálidos. Estas regiones se
encuentran lejos del mar, con clima árido continental, una gran variación térmica entre verano e invierno y
precipitaciones que no llegan a los 250 mm anuales. Predominan las hierbas bajas y matorrales. El suelo
contiene muchos minerales y poca materia orgánica; también hay zonas de la estepa con un alto contenido
en óxido de hierro, lo que otorga una tonalidad rojiza a la tierra.
Estepa norteamericana
En Norteamérica, las Grandes Llanuras se estrechan desde el sur de Canadá hasta el norte de México, en los
estados estadounidenses de Colorado, Kansas, Montana, Nebraska, Nuevo México, Dakota del Norte,
Oklahoma, Dakota del Sur, Texas y Wyoming. Son un tipo de estepa que se caracteriza por un clima menos
severo que el de las estepas asiáticas.
La estepa norteamericana está habitada por perritos de la pradera, bisontes americanos y otros.
La vegetación de la estepa norteamericana está dominada por praderas y pasto que crece a baja altura.
Estepa subtropical
En Europa, algunas regiones alrededor del mar Mediterráneo tienen un clima y vegetación similar a la de
otras estepas, como en Sicilia (Italia), Zaragoza o Almería (España). Así como la pampa magallánica y el Norte
Chico en Chile, también tienen un clima similar al de una estepa.
CLIMA:
Es árido y netamente continental, es decir, con temperaturas extremas.
anuales.Grandes variaciones entre invierno y verano;los veranos son secos y los inviernos, largos y fríos, con
precipitaciones que no llegan a los 250 mm anuales. En este ecosistemas sólo se presentan el factor climático
y el edáfico(físicos y químicos).Estos factores permiten al ecosistema tener una flora y fauna ricas con rasgos
propios.
El clima es árido y netamente continental, con temperaturas extremas: la media anual es de -12ºC. La
amplitud térmica anual -diferencia de temperatura entre invierno y verano- es grande; los veranos son secos
y los inviernos, largos y fríos. El factor limitante es el agua: la media anual de precipitaciones llega a 250
milímetros.
En primavera y otoño llegan las lluvias, breves y muy violentas, tras las cuales el terreno se satura de agua. Es
el momento en que crece la hierba; los escasos árboles, muchos de ellos con forma de botella, llenan sus
troncos para disponer de reservas. Durante las lluvias, los pocos riachos de la estepa pueden convertir sus
lechos secos en torrentes turbios e impetuosos en apenas diez minutos. Finalizada la temporada de lluvias,
volverá la sequía durante varios meses.
FAUNA:
Entre los animales propios de la estepa en las distintas regiones del planeta están el coyote y el bisonte en
América del norte, el avestruz en América del Sur, los caballos y antílopes en Europa y Asia, y el canguro en
Australia. Los animales autóctonos de las mesetas, han sido desplazados por especies introducidas por el
hombre a partir de la conquista y colonización. La fauna originaria estaba constituida por el tigre, el aguara-
guazu o "gran zorro", el ciervo pampeano y el pecari, los que hoy en día han emigrado hacia el norte,
dejando un reducido numero de estas especies en el ecosistema.
Los animales que habitan estas regiones son especies adaptadas a soportar los veranos calurosos y los
inviernos fríos y secos. El antílope Saiga, por ejemplo, es un mamífero cuyas fosas nasales están
desarrolladas de modo que pueda filtrar el aire frío y polvoriento. La grulla damisela es un ave migratoria,
que se traslada hacia la estepa desde otros ambientes en la estación estival. El frío y el calor intensos,
además de impedir el desarrollo vegetal, obligan a los animales a migrar en busca de cualquier pozo de agua
fangosa.
FLORA: La vegetación de la estepa es de tipo xerófilo, para adaptarse a la escasez del agua. La vegetación
predominante es la herbácea, hierbas bajas y matorrales, siendo comunes las gramíneas, los arbustos
espinosos, las hierbas y matas aromáticas.
El MATORRAL (plantas no herbáceas) suele ser un componente importante y también pueden hallarse
plantas leñosas como árboles o arbustos, frecuentemente formando cinturones o grupos a lo largo de los
cursos de agua
Xerófilas: Espinas : Son formaciones agudas que pueden ser de origen foliar o bien ramas que se han
reducido a espinas.
Ejemplos: Cactáceas (Opuntia sp. o chumbera,
Ferocactus), Juniperus oxicedrus o enebro, Rhamnus lycioides o espino negro, Genista hirsuta o genista.
Sedun sediforme
Suculencia : Muchas plantas xerófitas captan agua durante los periodos cortos de lluvias, almacenándola
en su interior. El corte de sus hojas presentan un aspecto carnoso o suculento (de ahí su nombre) y muchas
veces gelatinoso.
Ejemplos: Áloe sp. conocido como Áloe, Ágave americana o pita.
Suelos
Los suelos que componen las estepas están poco desarrollados. Son ricos en elementos minerales pero con
poca materia orgánica, por lo común menos que en las praderas. Las distintas tonalidades que se observan
en los suelos de la estepa se deben a los contenidos de óxido de hierro, que si son elevados les dan una
coloración rojiza. En general son suelos duros porque nunca han sido roturados.