Captacion de Aguas Subsuperficiales

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CAPTACIÓN DE AGUAS SUBSUPERFICIALES

1.1 GENERALIDADES

Se refiere el término “subsuperficial” al agua que infiltra a escasa profundidad, como por
ejemplo, en el subálveo de los ríos, que es aquella franja longitudinal entre ambas
márgenes de una corriente, en la cual, por ser la interfase río-acuífero, el nivel del agua freática
se encuentra a escasa profundidad. Por efecto de la infiltración del agua de la corriente en el
subsuelo, ésta es de buena calidad. Siendo posible, mediante una obra de toma sencilla,
extraerla con las ventajas que ofrece su filtración natural y economía de la captación.

Para captar aguas subsuperficiales se pueden construir pozos excavados de poca


profundidad, llamados “norias” o mediante un sistema sencillo de hincado de pozos de
pequeño diámetro y profundidad si es muy somero el nivel freático de las aguas.

Para la captación más eficiente del agua subsuperficial, se utilizan pozos someros tipo
Ranney, que constan de un depósito central en donde se capta el agua que recolectan tuberías
radiales perforadas e inmersas en la zona saturada del acuífero.

Los puyones o pozos hincados son una alternativa económica para aquellos casos en que
se tenga una fuente subsuperficial confiable.

Se utilizan además galerías filtrantes, opción adecuada cuando se desea interceptar


perpendicularmente el flujo subsuperficial. En este caso, para pequeñas galerías se instalan
tuberías ranuradas en el fondo de la excavación rellena de grava graduada.

1.2 CAPTACIÓN DE AGUAS SUBÁLVEAS

Estas son llamadas aguas freáticas se caracterizan por estar a presión atmosférica, a poca
profundidad o relativamente baja y no estar confinadas, pues circulan a través de mantos
porosos como arena, grava, tobas poco coherentes, aluviones, etc. Estas aguas se captan
mediante pozos a cielo abierto, galerías filtrantes o mediante sistemas de puyones (well point),
o pozos Ranney, un ejemplo claro de aprovechamiento de estas aguas son los pozos
emplazados en el subálveo de cauces superficiales, sobre todo en aquellos casos en los
que el acuífero es alimentado por la corriente.

1.2.1 Pozos a cielo abierto o pozos someros

Al utilizar pozos a cielo abierto o someros, se recomienda tengan un diámetro mínimo


de 1.50 m, si es circular y si es rectangular debe tener también 1.50m, en el lado menor. Estos
pozos tienen una profundidad generalmente comprendida entre 10 y 20 m, y raras veces
podrá ir más allá de los 25 m. Si la pared del pozo, tipo indio, es de concreto, la parte situada
en el estrato permeable debe llevar perforaciones de acuerdo con un previo estudio
granulométrico, pero si no se dispone de estos datos, se recomienda que el diámetro de las
perforaciones sea de 2.5 a 5.0 cm, colocadas a tresbolillo (ver figura 4.1) a una distancia de
15 a 25 cm centro a centro. Pozos con ademe de mampostería de piedra o tabique, se
dejarán espacios sin juntear en el estrato permeable, procurando mantener el espaciamiento
ya recomendado (ver figura 4.2).

En los pozos tipo indio la cimbra se forma previamente en el exterior y en el sitio de la


construcción, se arma el refuerzo y se va colando el ademe o pared, mismo que por su
propio peso y el auxilio de la excavación se va hincando a medida que se profundiza el pozo.
El ademe se forma en anillos de un 1.00 a 1.50 m de altura, con el diámetro requerido y
espesor mínimo de 0.30 m, dependiendo este último del peso que debe tener el anillo para
vencer la fricción entre el concreto y el suelo. El espesor del pozo insertado en la zona
de saturación del acuífero lleva orificios distribuidos en la forma indicada. El primer anillo va
provisto de una cuchilla biselada para concentrar la carga del peso o del lastre que se coloca
encima, con el objeto de que la estructura se hunda a medida que se calzan los anillos,
profundizando el pozo a medida que el procedimiento avance.

Estos pozos se recomiendan para aprovechar acuíferos freáticos someros, de fuerte espesor
y constituido por materiales fragmentarios no cementados o sin consistencia, como las capas
de origen aluvial que se encuentran en las márgenes de los ríos o en el fondo de los valles

Figura 4.1 Pozo excavado


Como estas aguas están a poca profundidad, la calidad bacteriológica es deficiente ya que
no reciben una buena filtración, si a esto se agrega que por lo general las corrientes
subterráneas siguen la pendiente topográfica del terreno, para no empeorar su calidad
deben tomarse precauciones para que no entre agua que no se haya filtrado por lo menos a
través de 4.00 m de suelo. El brocal del pozo debe tener como mínimo 50 cm sobre el nivel del
terreno y la tapa debe ser de concreto armado con una saliente perimetral de 50 cm. Si el pozo
es de mampostería o tabique debe colocarse una capa impermeable de concreto o de arcilla
compactada de 15 o 20 cm de espesor en la periferia de la pared hasta una profundidad de
4.00 m.

Si el pozo se ubica dentro o cerca de una zona poblada, debe elegirse un punto elevado con
respecto a los puntos de contaminación y alejado de ellos a una distancia de al menos
25 m de su emplazamiento.

Figura 4.2 Pozo con ademe de mampostería de tabique


Las obras de captación a través de pozos someros consisten en una batería de pozos
interconectados, como se muestra en la Figura 4.3, siendo las condiciones ideales tener un
acuífero extenso, conectado con el cuerpo superficial de agua y requerir un gasto de extracción
pequeño.

Figura 4.3 Pozos someros

La aplicación de pozos someros a un acuífero se ve limitado por el número de unidades a


considerar, llegando al límite que, de requerirse un número excesivo de pozos, sea preferible
la solución de una Galería Filtrante.
Diseño geométrico

Los pozos someros son excavados en el manto permeable, al cual se le coloca un ademe
perforado. En la parte superior del pozo se instala el equipo de bombeo que extrae el agua y
en el fondo se coloca una capa de material graduado de grueso a fino, como se muestra en la
Figura 3.67

Una variante en cuanto a pozos someros, se cuentan con los puyones (well points), que reciben
el nombre por el procedimiento de construcción (Figura3.74), Se han utilizado pocas veces
para el abastecimiento de agua, únicamente en localidades rurales, y consiste en introducir
en el terreno, en pozo perforado o hincado, una punta coladora de pozo, denominada
"puyón", hasta la formación acuífera.

Para detalles de sus características se recomienda consultar los "Lineamientos Técnicos para
la Elaboración de Estudios y Proyectos de Agua Potable y Alcantarillado de la CNA."

Proyecto Estructural

El diseño estructural de los pozos someros es semejante al de los pozos Ranney, a excepción
de la losa o tapón inferior, el cual no existe en los pozos someros. En el 3.5.3. se describe
detalladamente el procedimiento de diseño y construcción para estructuras de este tipo.

1.2.2 Captación por Galerías Filtrantes

La galería filtrante es una estructura que se construye bajo el lecho de un río, mediante el cual
se capta el agua del subalveo por filtración y se extrae por gravedad o bombeo.

Para obtener el gasto deseado es necesario definir la longitud de la galería, el diámetro de la


conducción con su longitud, el número y dimensiones de los orificios y la profundidad de
desplante, los cuales dependen de los resultados de los estudios de permeabilidad del suelo.

Localización

Las galerías filtrantes deben orientarse de acuerdo a la dirección predominante del flujo
subterráneo natural dentro del manto permeable. Se tienen dos tipos de orientaciones
extremas, la primera paralela al escurrimiento superficial y la segunda en dirección
perpendicular.

En el caso de que la corriente en el río alimente a un estrato de alta permeabilidad, el eje de la


galería se construirá paralela al eje del río Figura 4.4. De igual manera, se construirá la galería
paralela al eje del río si el manto permeable es de gran extensión y alimenta a la corriente,
esto es, se presenta el flujo del acuífero hacia la corriente superficial, figura 4.4
Figura 4.4 Galerías filtrantes

Cuando se presenta un escurrimiento rápido en estratos de baja permeabilidad, la galería se


instalará perpendicular al eje del escurrimiento. En la Figura 4.5 se ilustra esta posición.

Figura 4.5 Galería filtrante, transversal al escurrimiento


Otros usos que se pueden obtener de una galería filtrante es el mejoramiento de un manantial
cuando su gasto ha disminuido debido al abatimiento de los niveles freáticos o piezométricos,
existiendo la posibilidad de captar estratos con una mayor carga hidráulica.

Cuando la descarga de un manantial es por fisuras, se puede interceptar con la galería un


mayor número de ellas, para concentrarlas con una sola estructura.

Cuando el espesor saturado de un acuífero es pequeño, el gasto y rendimiento de pozos puede


ser bajo, resultando mas conveniente el uso de una galería filtrante, pues se aprovecha la
capacidad transmisora en sentido horizontal.

Diseño Hidráulico

Estas obras, en lo general, deben proyectarse de acuerdo con la posición y forma del acuífero,
con el corte geológico, curvas de nivel de terreno y superficie del nivel freático, a fin de orientar
la galería con la dirección de la mayor pendiente de la superficie formada por el nivel de
sustracción. Esta obra de captación está formada por una tubería perforada en su parte
superior (figura 4.6), colocada sin juntear, que se instala en el fondo de una zanja de sección
trapecial hecha a propósito, con la pendiente adecuada, en donde para evitar que a través de
las perforaciones entre arena o tierra del relleno de la zanja y para lograr filtrar el agua al mismo
tiempo, se coloca sobre el tubo como material de relleno, grava clasificada generalmente
en tres capas o espesores que varían (de 40 a 70 cm) según la profundidad del la zanja.

Figura 4.6 Galería filtrante


Esta zona filtrante estará constituida por material pétreo lavado con una granulometría
adecuada a la del terreno natural del acuífero. La última capa estará formada por material
producto de excavación. En ningún caso el diámetro del conducto será menor de 30 cm y la
zanja, de preferencia, de sección trapecial. La profundidad máxima de estas obras no deben
exceder de 6.00 m, salvo casos especiales.

El ancho del fondo se recomienda sea de 2 a 3 veces el diámetro de la tubería. La capacidad


de una galería filtrante se puede calcular de forma empírica con la ecuación matemática
siguiente (figura 4.7):

Figura 4.7 Cono de depresión en galería filtrante

Q = KL(2H − h′)h′ / 2R

donde:
Q es el gasto o caudal que circula, en m3/s.
K es el coeficiente de permeabilidad que depende de la granulometría y porosidad
del material del acuífero, en m/s. Se puede calcular en laboratorio con un permeámetro.
R es el radio del círculo de influencia o cono de depresión de la galería, en m.
(perforaciones de observación)
H es la carga estática o distancia vertical del nivel estático al estrato
impermeable, en m
L es la longitud de la galería, en m
h’ es el abatimiento observado (nivel estático - nivel dinámico establecido con la
extracción)

Generalmente en lugar de un fondo horizontal se considera cierta pendiente S. En este caso


puede calcularse previamente el gasto que escurre por el manto acuífero antes de la
construcción de la galería:

Q=KS H L
Con los valores de Q y L queda definido el caudal unitario q = Q/L con el cual es posible
conocer caudales de diseño por tramos (cuando es muy larga la galería) de la tubería,
considerando, de ser necesario, establecer diferentes diámetros (ya que se tendría un flujo
espacialmente variado - ingresos a lo largo del escurrimiento); la longitud de cada tramo
depende de factores locales morfológicos. En muchos casos, dada la longitud de la galería,
una vez establecido el caudal de aprovechamiento único o por tramos, se calcula el diámetro
de la conducción con un proceso similar al de cálculo de colectores de drenaje, estableciendo
los ingresos a cada tramo de tubería mediante el producto de la longitud de tramos acumulada
aguas arriba de la misma y el caudal q unitario.

Las galerías filtrantes se emplean también en la captación de manantiales cuando se presentan


en las laderas o cuando afloran en una superficie y no en un punto definido. Se
emplean, en general, en la captación de aguas subálveas, es decir, agua que se infiltra a poca
profundidad.

La posición de la galería en un río puede ser transversal a la corriente o paralela a ella


dentro o fuera del cauce, de acuerdo con la distribución y la circulación del agua friática o
subálvea, que se determinarán por observación de pozos de exploración emplazados en el
área de estudio.

Las perforaciones de los conductos deben ser en forma de ranuras en vez de circular por
presentar más dificultad a la obturación. Si las perforaciones se hacen circulares, su dimensión
y espaciamiento será el indicado en el caso de los pozos a cielo abierto o excavados.

La longitud del trazo de la galería depende de análisis geológicos, geofísicos y geohidrológicos


del acuífero en los cuales se definen de manera aproximada los límites de las formaciones, es
decir, del conocimiento del medio acuífero dependerán las dimensiones del aprovechamiento.

Geometría

En la figura 4.8 se muestran los detalles de una galería filtrante con dos opciones, tubo
precolado, ranurado, y galería colada en el sitio. Es conveniente que en los extremos de las
galerías, y en longitudes aproximadas de 50 metros, se construyan pozos de visita.
Figura 4.8 Galería filtrante (detalles)
El costo de una galería filtrante se incrementa rápidamente al aumentar las dimensiones de los
conductos para obtener un mayor gasto, ya que se incrementan tanto la excavación en el
material permeable, el cual se requiere utilizar tablaestacado para evitar derrumbes, el
bombeo de achique, así como, las capas de material graduado que se colocan alrededor de
los conductos para restituir el terreno natural.

La vida útil de la galería es limitada, ya que se disminuye rápidamente la permeabilidad del


acuífero en la proximidad de la galería, siendo la limpieza sumamente difícil y en algunos casos
prácticamente imposible.

En galerías con diámetros pequeños es posible efectuar una limpieza parcial, inyectando agua
a contra flujo en intervalos cortos de tiempo. En los diámetros grandes o longitudes grandes no
es posible esto. Sin embargo, es posible introducir, hincado dentro del acuífero, colectores
horizontales, ya sea desde la propia galería, de los pozos de visita o desde el propio cárcamo
de bombeo, con el fin de atravesar la zona en que se ha disminuido la permeabilidad.

Proyecto estructural

La estructura de captación de las galerías filtrantes, como se mencionó en el inciso anterior,


son tubos prefabricados o galerías coladas en sitio. Estas estructuras, cuando se encuentren
en operación tienen las mismas cargas hidráulicas tanto en el interior como en el exterior,
por lo que su diseño se reduce en considerar las acciones producidas por su peso propio;
durante la construcción, además de su peso propio a la carga del relleno del terreno y filtros,
por lo que se deberá diseñar para esta condición.

1.2.3 Pozos Radiales o Ranney

Los pozos Ranney son captaciones horizontales, como las galerías filtrantes. Se diferencia de
las galerías filtrantes por la localización de los colectores radiales ranurados, ver figura 4.9

El proceso constructivo contempla como primer etapa la construcción del cárcamo, que
consiste en un cilindro vertical que puede ser construido mediante el procedimiento tipo pozo
indio, el que se va construyendo e hincando por peso propio y efectuando la excavación dentro
del cilindro. Una vez concluido y colada la losa de fondo los colectores se hincan
horizontalmente mediante gatos, los que llevan los siguientes accesorios:

• Un tramo de tubo terminado en punta para facilitar su penetración en el terreno.


• Anillos que sirven de guía al tubo y un cople o manguito impermeable.
• La extremidad de cada tubo que entra al pozo central está provista de una
compuerta plana accionada desde la casa de maquinas que se ubica sobre dicho pozo.
Figura 4.9 Pozo radial o Ranney

Estos pozos están basados en los principios siguientes:

a) Filtración de una gran superficie de capa acuífera.

b) Extracción artificial de la arena de la misma capa acuífera.

c) Control del gasto o caudal del pozo cerrando las compuertas que se
requieran.
d) Impermeabilidad de las paredes del pozo, pues actúan como cárcamo
recolector de las aguas .

Diseño Hidráulico

La capacidad de captación en régimen permanente o de servicio normal, es dada por la


siguiente expresión:
Q = 2π r h0 ( K / 15) 1/2
donde:
3
Q es el gasto en m /s.

r es el radio del pozo, en m.


ho es la altura del agua sobre la solera en régimen permanente (cota del agua
- cota de la solera)
K es el coeficiente de permeabilidad, en m/s.

De la anterior expresión, se puede ver que el caudal depende del radio r y de la altura
ho y como no se puede hacer mucho para aumentarla esta última diferencia, debe actuarse
sobre el radio, que puede ser grande.

Al ser la velocidad de infiltración en estos pozos (0.1mm/s) hasta 30 veces inferior a la de los
ordinarios (3 mm/s) el arrastre de arenas y elementos finos es menor y se reduce el peligro de
azolvamiento de los tubos. Para regular esta velocidad de infiltración se maniobran las
compuertas.

Al ser menor la velocidad de extracción y mayor la velocidad de captación de aguas, el


descenso de la capa acuífera es menor que la de los pozos ordinarios.

El rendimiento hidráulico de la capa acuífera en estos pozos supera entre un 45% a 60% la
producción de un pozo ordinario de diámetro similar, pudiendo llegar, en capas freáticas,
a caudales de 200 a 400 l/s.

Si los pozos están próximos a un río, pueden dar de 750 a 1,150 l/s.

La filtración que produce la captación no es totalmente segura, pues aunque pequeño,


suele haber arrastre de arenas, y la gravilla que queda en el lecho no asegura la acción
bacteriológica de una adecuada filtración, por lo que, si a veces puede evitarse la turbiedad, no
así la desinfección.

La velocidad de construcción de un pozo puede ser de 5 a 7 m por semana para el pozo o


cárcamo y de 8 a 10 m diarios para la penetración de los tubos horizontales.

Muchas ciudades y plantas industriales favorablemente localizadas para ello, emplean


los pozos Ranney en sus captaciones. El propio movimiento de las aguas de las corrientes
superficiales (caso particular), cuando estos pozos son utilizados, tienden a impedir que el
fango obture el área de captación en el lecho del río.
La producción de un pozo Ranney dependerá de la permeabilidad del acuífero y de la
temperatura del agua.

Localización

La mejor utilización del pozo Ranney se logra en acuíferos delgados ya que se cuenta
con una gran superficie de captación, a través de los colectores radiales. Son adecuados para
explotar acuíferos de gran permeabilidad, que son profundos para utilizar una galería filtrante y
de poco espesor para pozos verticales.

Al estar los colectores radiales distribuidos en el acuífero, se evitan fuertes abatimientos locales
como el que provocaría un bombeo puntual, disminuyendo el arrastre de material o de mantos
de aguas de calidad no deseable como podrían ser de agua salada o salobre que se presentan
en la franja costera.

Proyecto estructural

Los pozos Ranney generalmente son estructuras cilíndricas de concreto reforzado y se


construyen ya sea de una sola sección a cielo abierto en donde se efectúa la excavación para
la construcción, realizando posteriormente el relleno alrededor del pozo o por medio del
procedimiento denominado “pozo indio”, en el cual se van colando las secciones conforme
se avanza en la construcción y el hincado del cilindro.

Al diseñar un pozo Ranney, se deben considerar las siguientes acciones:

Acciones permanentes. Estas acciones son las debidas al peso propio, incluyendo de la
plataforma de operación y aleros, el empuje exterior del relleno, empuje hidrostático debido al
nivel freático, incluyendo subpresión.

Acciones variables. Estas son debidas a la carga viva y a los equipos de bombeo que
normalmente se encuentran sobre el pozo. Se recomienda consultar el libro “Diseño estructural
de recipientes” del MAPAS, para las acciones que deben considerarse.

La losa de cubierta se diseña para la carga debida al peso propio y las cargas variables. Si se
tiene el proyecto funcional con la posición y datos de los equipos de bombeo, como es el peso
y carga dinámica, se diseñarán las losas y trabes para el apoyo de los equipos.

La losa o tapón inferior se debe diseñar para dos condiciones de operación, la primera es al
término de la construcción y antes de empezar a operar, en la cual se tiene la supresión del
agua y el pozo no se encuentra con agua en su interior; la segunda condición es durante
la operación y la carga que actúa es la reacción neta del terreno sobre la losa de fondo.
Se debe de analizar la descarga al terreno cuando el pozo se encuentra con agua en su interior
a su máxima capacidad, y el terreno donde se localiza es de baja capacidad, en cuyo caso se
requiere colocar alerones en la parte inferior o superior, dependiendo si la construcción es a
cielo abierto o por el procedimiento de “pozo indio”

El muro circular del pozo se debe analizar para la presión exterior del agua y del relleno
considerando el pozo vacío. Este análisis se realizará como un recipiente cilíndrico de acuerdo
a las recomendaciones indicadas en el libro ”Diseño estructural de recipientes” del MAPAS.

El segundo procedimiento de construcción es el más adecuado, ya que en el primero se


requiere realizar una excavación en un suelo saturado, por lo que es necesario tener un
bombeo de achique continuo durante la construcción.

La construcción mediante el procedimiento de pozo indio consiste en construir la dovela inferior


de aproximadamente 1.0 a 1.5 m de altura del cilindro en el sitio, y excavar en el centro de la
dovela; al realizar la excavación, la dovela, por su propio peso, empieza a descender; por lo
que se debe controlar dicha excavación a fin de que no se produzca una excavación desigual
que cause una inclinación definitiva en la estructura.

1.2.4 Sistema de Puyones (well point)

También se puede captar el agua freática por un sistema llamado de puyones, cuando
el medio permeable es arenoso y superficial.

Este sistema consiste en hincar en el terreno una serie de tubos de pequeño diámetro
38.1mm a 76.2mm (11/2” a 3”) y de 4 o 5 m de longitud (figura 4.10). Estos tubos se perforan y
se hincan a distancias que fluctúan entre 30 y 50 m uno de otro y se conectan todos a un tubo
múltiple, que a su vez está conectado a la succión de una bomba. Los tubos perforados se
protegen en toda su longitud con una malla, que sirve de colador con el fin de evitar la obturación
de las perforaciones y de proteger la bomba de la acción abrasiva de la arena. Con este sistema
se captan pequeñas cantidades de agua, cada puyón bajo las condiciones de diseño
mencionadas, no capta más de 1 l/s

Figura 4.10 Sistema de Puyones (well point)

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