Alimentacion Apvl
Alimentacion Apvl
Alimentacion Apvl
Esta patología no sólo afecta al paciente, sino también a todo su grupo familiar
y entorno social.Frente a la sospecha de una APLV, una historia clínica
completa y un examen físico acucioso son fundamentales para el diagnóstico.
En la historia clínica son de importancia la edad de inicio, el tipo de síntomas
y su frecuencia, tiempo entre la ingestión y el inicio de los síntomas, detalles
del tipo de alimentación (leche materna o fórmula) y antecedentes de atopia
personal y familiar.
Se ha demostrado que la alimentación con lactancia materna exclusiva
durante los primeros 4 a 6 meses de vida reduce el riesgo de APLV y de la
mayoría de las manifestaciones de alergia severa durante el período de
lactante.
Sospecha clínica de APLV El primer paso del proceso diagnóstico es
establecer la sospecha clínica, sobre la base de una anamnesis y examen
físico acuciosos. Dentro de los antecedentes es relevante indagar sobre
historia personal y familiar de atopia.
El riesgo de atopia en un paciente aumenta si uno de los padres o hermano
tienen enfermedad atópica (20-40% y 25- 35% respectivamente). Este riesgo
aumenta aún más si ambos padres son atópicos (40-60%)(4, 7). También es
de importancia determinar el tipo de alimentación y edad de introducción de
potenciales alérgenos. Se ha demostrado que la alimentación con lactancia
materna exclusiva durante los primeros 4 a 6 meses de vida, reduce el riesgo
de APLV y de la mayoría de las manifestaciones de alergia severa durante el
período de lactante. Sin embargo, no es posible excluir APLV en lactantes
alimentados al pecho exclusivo, pues antígenos de la leche de vaca ingerida
por la madre pueden pasar a través de su leche y sensibilizar al niño. Además
debe evaluarse la curva de crecimiento, pues el deterioro de ésta constituye
criterio de severidad en APLV. Respecto a la historia actual, son de
importancia la edad de inicio, el tipo de síntomas y su frecuencia, tiempo
entre la ingestión del alimento y el inicio de los síntomas(1,9). La mayoría de
las veces, los síntomas ocurren luego de las primeras semanas de
introducción de leche de vaca. No existen síntomas ni signos
patognomónicos de APLV y el diagnóstico diferencial dependerá de los
sistemas afectados. Los sistemas más frecuentemente comprometidos son:
tracto gastrointestinal (40-60%), piel (40-50%) y tracto respiratorio (20-30%),
pudiendo afectar más de un órgano en un número considerable de casos. La
anafilaxia representa una forma de presentación con compromiso
multisistémico severo, que afortunadamente es de baja frecuencia en APLV.
Además del órgano blanco, las manifestaciones clínicas dependerán del tipo
de reacción inmunológica involucrada. En este sentido se distinguen las
reacciones de tipo inmediato, que ocurren minutos a horas luego de la
exposición y habitualmente involucran mecanismos mediados por IgE, de
aquellas de tipo retardado, que ocurren horas a días luego de la ingestión y
pueden estar mediadas por mecanismos de tipo celular o mixtos
FACTORES PREDISPONENTES
La APLV se puede dar tanto por cantidades muy pequeñas de leche de vaca
(incluso una gota de leche) como por cantidades más importantes (p.ej. un
biberón de 160 ml). Esto va a depender de cada paciente y de la sensibilidad
que tenga a la proteína.
1.-Síntomas cutáneos. La gran mayoría de los niños con APLV (75-90%) presentan más
de un síntoma y son los dermatológicos agudos (enrojecimiento, urticaria,
hinchazón generalizada) los más frecuentes. Habitualmente los síntomas iniciales
son enrojecimiento o urticaria en la zona de la boca y alrededores, que
posteriormente pueden generalizarse a otras partes del cuerpo. Su intensidad puede ser
variable y muchas veces se acompañan de otras manifestaciones no cutáneas.
2.-Síntomas digestivos. En un porcentaje elevado de casos, la primera manifestación
de APLV es el rechazo del lactante al biberón. Son frecuentes los vómitos, la diarrea y el
cólico del lactante Llanto inconsolable).
3.-Síntomas respiratorios. Consisten en broncoespasmo (presencia de sibilancias:
ruidos respiratorios que hacen pensar en dificultad respiratoria), estridor (por
inflamación de la laringe que se caracteriza por ronquera y tos), rinoconjuntivitis
(inflamación de la conjuntiva de los ojos que se acompaña de moqueo nasal).
Tratamiento
La única forma de prevenir una reacción alérgica es evitar la leche y sus proteínas.
Esto puede ser difícil porque la leche es un ingrediente común en muchas
comidas. Asimismo, algunas personas con alergia a la leche pueden tolerar la
leche en algunas formas, por ejemplo, la leche que se calienta en los productos
horneados, o en algunos alimentos procesados, como el yogurth.