Ensayo Pensamiento y Poesia. La Busqueda PDF

UNIVERSIDAD DE ALMERÍA
PENSAMIENTO Y
POESÍA: LA BÚSQUEDA
DE LA RAZÓN POÉTICA.
FILOSOFÍA Y LITERATURA
De la razón poética es muy difícil, casi imposible, hablar. Es como si hiciera morir y nacer a un
tiempo; ser y no ser, silencio y palabra, sin caer en el martirio ni en el delirio que se apodera del
insomnio del que no puede dormirse, solamente porque anda a solas. ¿Lo llamaríamos
desamparo? Tal vez. Terror de perderse en la luz más aún que en la oscuridad, necesidad de
respiración acompasada, necesidad de la convivencia, de no estar sola en un mundo sin vida; y
de sentirla, no sólo con el pensamiento, sino con la respiración, con el cuerpo, aunque sea el
minúsculo cuerpo de un pequeño animal, que respira: el sentir de la vida, donde está y donde no
está, o donde no está todavía.
María Zambrano. Notas de un método. Pág. 130.
PENSAMIENTO Y POESÍA: LA BÚSQUEDA DE LA RAZÓN POÉTICA.
Tania Ferre Carrión
1. Introducción.
Me gusta comenzar buscando las palabras clave a las que voy a hacer referencia.
Y eso es lo que he hecho: buscar filosofía y poesía para poder entonces hablar de
ambas unidas o separadas. Los resultados que he encontrado han sido:
- Filosofía según la RAE: Conjunto de saberes que busca establecer, de manera
racional, los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento
de la realidad, así como el sentido del obrar humano.
Y etimológicamente: proviene de la unión de las palabras griegas: φιλος (philos =
amor) y σοφος (sofos = sabiduría). Y de aquí la definición más extendida: amor a
la sabiduría.
- Poesía es la manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio
de la palabra, en verso o en prosa. Del latín poēsis, derivado del griego
ποίησις, que significa creación.
¿Podemos tratar estas dos palabas por separado?
Decía María Zambrano en su libro filosofía y poesía:
(…) A pesar de que otros más afortunados todavía, poesía y
pensamiento hayan podido trabarse en una sola forma expresiva,
la verdad es que pensamiento y poesía se enfrentan con toda
gravedad a lo largo de nuestra cultura.
Pero hay otro motivo más decisivo de que no podamos abandonar
el tema y es que hoy poesía y pensamiento se nos aparecen como

dos formas insuficientes; y se nos antojan dos mitades del hombre:
el filósofo y el poeta.1
Encontramos también en el poema de Antonio Machado está idea de dos
mitades:
Hay dos modos de
conciencia:
una es la luz , y otra,
paciencia.
Una estriba en alumbrar
un poquito el hondo mar;
y otra, en hacer penitencia
con caña o red, y esperar
el pez, como pescador.
Dime tú: ¿Cuál es mejor?
Conciencia de visionario
que mira en el hondo
acuario
peces vivos,
fugitivos,
que no se pueden pescar,
o esa maldita faena
1
“Pensamiento y poesía”. Filosofía y poesía. Pág. 13.
de ir arrojando a la arena
muertos, los peces al mar.2
Aunque para Machado sean de imposible reconciliación lo que él
denomina la “fe racional” y la “fe poética”. Algo que deja claro en estas
palabras: “Estas dos creencias a que aludimos son tan radicalmente
antagónicas que no admiten, a mi juicio, conciliación ni compromiso
pragmático; de su choque saldrán siempre negaciones y blasfemias, como
chispas entre pedernal y eslabón” 3
Como vemos los dos protagonistas del siguiente ensayo están de acuerdo
en la gran distancia que se ha creado desde la antigua Grecia hasta nuestros
días entre filosofía y poesía. Pero será María Zambrano con su razón poética
la que intente hacernos comprender, tal y como ella lo veía, que razón y
pasión, corazón y cabeza, van cogidos de la mano y no pueden ser separados
por más que los filósofos racionalistas se empeñen en lo contrario.
Y en efecto como bien defenderá Zambrano, razón y pensamiento, poesía
y conocimiento no pueden excluirse la una de la otra porque simplemente son
complementarias, necesitan la una de de la otra para darse.
Cierto es que no es lo mismo encontrar semejanzas entre la filosofía y la
poesía que entre la filosofía y la literatura en general, aunque esta se aleja
más pero no la descartamos como cercana a la filosofía, desde mi punto de
vista creo que todo aquello que nos hace reflexionar, que es en eso en lo que
consiste en grandes rasgos la filosofía, se puede considerar cercana a ella, ya
2
“Proverbios y cantares (XXXV)”, en Campos de Castilla. O.C., I pág. 577.
3
“ Juan de Mairena”, O.C. II, pág. 2.071
sea un poema, una carta, un libro o un simple aforismo. Las palabras
esconden tras de sí un gran significado pero no nos podemos quedar en el
significado simple sin mirar más allá porque hay que buscarle su sentido más
amplio. Pero no solo en la literatura encontramos poesía o filosofía. La
encontramos en el día a día, en la vida misma, pero hay que aprender a
mirarla para poder sacar la filosofía de ella. Como diría Zambrano hay que
buscar la simbología de cada cosa. Hay que pararse y mirar no una sino todas
la veces que sean necesarias las cosas para ser capaces de comprenderlas
en su plenitud.
2. Hacia una razón poética: Antonio Machado y María Zambrano
Decía Joseph Joubert en uno de sus aforismos que “Saber es ver en sí
mismo”. Más tarde Zambrano dirá en su libro, El hombre y lo divino, algo
parecido “ La primera realidad que al hombre se le oculta es él mismo” Esto
me hizo pensar que si la filosofía es esa búsqueda eterna de la sabiduría y la
poesía es una manifestación de sentimiento y belleza como no unirlas para
buscar la verdadera razón y con ello la verdadera filosofía; porque está en
nuestro interior esa búsqueda inagotable, aunque para ello necesitamos verla:
buscar en nuestro interior para poder saber y entonces encontrarnos.
Para este ensayo no había dos personajes que mejor englobaran la idea
de pensamiento y poesía. Machado crea poesía, una poesía cargada de
filosofía. Mientras que Zambrano será la que se encargue de unir filosofía y
literatura —o más concretamente poesía—, en una misma, y a esto lo llamará
la búsqueda de la razón poética.

Para María Zambrano la poesía no era solo poesía como para muchos
otros filósofos, para ella la poesía formaba parte de la filosofía. Debemos de
tener en cuenta que María Zambrano no se puede encuadrar dentro del
pensamiento filosófico occidental porque las raíces de sus pensamientos
están más enraizados en el pensamiento oriental por eso critica tanto la forma
racional de los pensadores occidentales.
Será Antonio Machado para María un ejemplo de poeta filosófico al que
hará referencia en muchas de sus obras. Se conocieron en Segovia, Machado
era un gran amigo de Blas Zambrano, padre de María, y desde ese momento
hasta la muerte del poeta en el exilio, ambos establecerán una relación muy
estrecha. En la que María sentirá verdadera admiración por él.
Pero Machado no será solo un simple poeta para Zambrano sino que será
todo un pensador, como para muchas otras personas. Así lo dice Zambrano:
“Un pensador, sí, mas de un pensamiento único que exige, como es ley de lo
único, multiplicidad de formas o de géneros, y aún pluralidad de personas en
quienes darse. (…)”
Dice Abellán “Machado es plenamente un filósofo, si bien hay que incluirle
dentro de la tradición asistemática y ametódica de la filosofía. La filosofía
machadiana está estrechamente vinculada a la poesía, pues nace de modo
eminente de una reflexión filosófica sobre la misma. En lo anterior, Machado
no se diferencia de otros filósofos de cualquier tiempo que realizaron su tarea
reflexiva sobre la base de otros conocimientos previos. El hecho de que
Machado se exprese filosóficamente a través de la poesía o de prosas

literarias, le incluyen dentro de la tradición hispánica de la filosofía, donde ésta
se expresa a través de formas predominantemente literarias” 4
“Hay que aprender a ser movido por la luz” decía María, porque para ella
todo es un juego de luz y el lugar del pensamiento es un lugar en la penumbra,
ya que solo ahí se puede pensar con claridad. Dar luz a la oscuridad de la vida
humana, sacar a la luz todas las cosas que están ocultas o son invisibles.
Decía: “he caminado siempre hacia el alba, no hacia el ocaso”, y es que la luz
es demasiado cegadora y no nos permite ver. Aquí, María hace una crítica al
mito de la caverna de Platón, donde para Platón la sabiduría se encontraba
en esa luz cegadora, pero, sin embargo, Zambrano no comparte esta idea. Y
es para mí un acierto, cuando habla de los claros del bosque porque creo que
engloba a la perfección toda su filosofía: la luz, la mirada, los símbolos, la
metáfora, las sensaciones… Todo en esos claros del bosque; porque ¿acaso
no es difícil encontrar un claro en un bosque y una vez encontrado que los
rayos del sol le den una luz tenue donde los sentimientos y las ideas broten
por si solas?. Es esto lo que entiendo cuando habla de los claros del bosque:
un lugar donde es difícil entrar; al que se entra como por casualidad. Y ¿acaso
no es eso la razón y el corazón: un bosque difícil de ahondar?
“El claro del bosque es un centro en el que no siempre es
posible entrar; (…) luego no se encuentra nada, nada que no sea
un lugar intacto que parece haberse abierto en ese solo instante y
que nunca más se dará así. No hay que buscarlo. No hay que
buscar. Es la lección inmediata de los claros del bosque” 5
4
ABELLÁN, José Luis. El filósofo “Antonio Machado”. Pág. 12-13
5
ZAMBRANO, María. Claros del bosque. Pág. 11
La filosofía de Machado empieza a madurar tras la muerte de Leonor. Será
en Campos de Castilla donde el poeta conformará su pensamiento; pero habrá
que esperar hasta su prosa filosófica. Estará marcado ese pensamiento por
dos filósofos: Ortega y Unamuno. Tenemos un texto de este pensamiento en
el que nos da a entender que sí hay necesidad de que filosofía y poesía se
den, aunque no juntas, pero si como complementarias. Es, pues, necesario el
conocimiento de ambas para ver el mundo con total claridad.
“La filosofía, vista desde la razón ingenua, es, como decía
Hegel, el mundo al revés. La poesía, en cambio- añadía mi
maestro Abel Martín- es el reverso de la filosofía, el mundo visto, al
fin, del derecho. Este al fin, comenta Juan de Mairena, revela el
pensamiento un gadeónico de mi maestro: “Para ver del derecho
hay que haber visto antes del revés”. O viceversa.” 6
Los símbolos serán una parte muy importante en la filosofía de María
Zambrano. Para ella los símbolos son aquello que un filósofo tiene que ver
descubrir y sentir mediante la razón, pero antes tiene que haber captado la
realidad a través de esos símbolos que están en todas partes.
El filósofo griego apetecía solamente captar la realidad racional- la
razón lejos de sobreponerse a la realidad, la manifestaba.
Conocer era poner de manifiesto la realidad. Sólo que a diferencia
de cómo se da en el conocimiento por modo simbólico, el filósofo
tenía que disponerse a “desvelar” la realidad.7
6
OPP 1924
7
ZAMBRANO, María. La razón en la sombra: antología crítica. Pág. 124. 125.
Pero no serán los filósofos los que sean capaces de recoger toda la verdad
de la vida. Necesitamos del poeta para que se encargue de escribir y trasmitir,
porque no se queda en las apariencias, porque indaga en las entrañas de su
yo más profundo; porque busca la realidad en lo más cercano, en lo que todos
pueden ver y se lo hace llegar al resto de personas. Y así no lo hace ver
Zambrano:
La cosa del poeta no es jamás la cosa conceptual del
pensamiento, sino la cosa complejísima y real, la cosa
fantasmagórica y soñada, la inventada, la que hubo y la que no
habrá jamás. Quiere la realidad, pero la realidad poética no es
sólo la que hay, la que es; sino la que no es; abarca el ser y el no
ser en admirable justicia caritativa, pues todo, todo tiene derecho
a ser hasta lo que no ha podido ser jamás. El poeta saca de la
humillación del no ser a lo que en él gime, saca de la nada a la
nada misma y le da nombre y rostro. El poeta no se afana para
que de las cosas que hay, una sean, y otras no lleguen a ser. El
poeta no tema a la nada. 8
Así, pues, Zambrano hace otra diferenciación entre poeta y filósofo: el uso
de las palabras. Para Zambrano es tan importante la sencillez de las palabras,
que ve al filósofo como una persona que no quiere trasmitir nada, mientras
que, para ella, el poeta es la persona que quiere que todo el mundo sienta lo
que él sintió al escribir, porque deja a las palabras que surjan del él para poder
expresar con la mayor realidad aquello que quiere trasmitir. Se sumerge en
ellas para que broten con total libertad de su ser.
8
ZAMBRANO, María. Filosofía y poesía. Pág.22- 23.
El filósofo quiere poseer la palabra, convertirse en su dueño. El
poeta es su esclavo; se consagra y se consume en ella. Se
consume por entero, fuera de la palabra él no existe, ni quiere
existir. Quiere, quiere delirar, porque en el delirio la palabra brota
en toda su pureza imaginaria.9
La poesía, por lo tanto, está hecha para que todo aquel que quiera leerla la
lea y la comprenda: “una felicidad que no puede comunicarse no es una
felicidad”. Por eso para María era tan importante que sus textos fueran
sencillos, no queriendo decir con eso que de sencillos temas, simplemente de
sencilla comprensión para que todo aquel que quiera leer sus textos lo haga
sin ningún impedimento. Por esos a veces hay personas que dicen que la
filosofía de Zambrano es poética, y es así porque en sus textos es clara,
concisa, cercana y sincera; por ello nos da la sensación de estar leyendo la
más hermosa de las poesías, porque nos trasmite belleza, elegancia y sobre
todo: sentimiento.
María Zambrano se remite en su filosofía a un saber anterior a la razón. Un
saber que llamaremos “el saber original”. Para Zambrano no habrá
compresión de la vida sin estos conocimientos. Antes de la razón, existían, al
igual que existe en los animales irracionales, las entrañas, y será esto lo que
marque su filosofía. En las entrañas encontramos las respuestas, no en los
conocimientos racionalistas.
Zambrano quiere terminar con el racionalismo porque es el alma el que rige
nuestras vidas, y es en el alma, y en las más profundas entrañas donde se
encuentra la intuición que estará enfrentada a cualquier tipo de lógica
9
ZAMBRANO, María. Filosofía y poesía. Pág. 42- 43
racionalista; será a esto a lo que María Zambrano llame la razón poética. Ese
conocer mediante el alma, mediante los sentimientos, nuestro yo más
profundo, para así poder conocer el mundo que nos rodea. En definitiva, creo
que lo que Zambrano nos quiere decir con esta razón poética es que tenemos
que mirar con los ojos del alma y no solamente con los ojos de la razón.
También debo de señalar la importancia del tiempo y la mirada en la razón
poética de Zambrano. En la introducción he hecho una breve referencia a la
mirada, pero, para Zambrano es una de las cosas más importantes: la mirada
y la quietud, que marcaran la razón poética. La idea de quietud perdura en sus
escritos y es que para poder mirar con detalle hace falta esa quietud. Para
encontrar la verdadera razón poética es necesario pararse y mirar. La
atemporalidad es muy importante para ese mirar que Zambrano nos propone.
En una vida llena de estrés y de horarios no es posible pararse a mirar a
nuestro alrededor y mucho menos de mirarse a uno mismo. Cuando hablo de
mirar no hablo de lo que veo simplemente, yo puedo ver muchas cosas ¿pero
realmente las miro? Mirar es mucho más que ver. Es profundizar en las cosas
que miramos. Es desmigar cada mirada, cada gesto, cada palabra, cada
imagen. Por ejemplo: no es lo mismo ver arte como el que ve pasar un coche
que pararnos a mirarlo detenidamente, pensar e intentar saber que sentía la
persona que ha realizado la obra y que quería trasmitirnos. Es, como diría
Zambrano, mirar dejando de lado las apariencias, buscar en lo hondo y
profundo de cada ser la autenticidad de nuestras almas. Y esto es lo invisible
lo que a simple vista no podemos percibir. Zambrano dice “Lo invisible si se
percibe es porque ello nos visita y no sabemos clasificarlo”, así podemos
hablar por ejemplo de los símbolos o más sencillo de los sentimientos que se
manifiestan a través de los símbolos. El amor, el cariño, la amistad son
imperceptibles al ojo humano pero son los símbolos los que nos hacen
comprender el significado.
Para terminar, hablar sobre María Zambrano y su razón poética como esto
formaba parte de su ser. Los grandes razonamientos a los que llegó María, a
mi parecer, son gracias a que desde muy pequeña se le enseño a mirar con el
corazón, hace referencia a ello en la dedicatoria de su primer libro “A mi padre
que me enseño a mirar”: El haber de nacido en una familia de maestros que le
enseñaran a ver la vida desde esa perspectiva, haber vivido aquellos años de
libertad como fueron los de la II República, el haber contado con Ortega como
maestro y su exilio son claramente los hechos que crearon la visión poética
de una de nuestras mayores pensadoras.
Conclusiones:
XXIX:
Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar .
Caminante, no hay camino,

Sino estelas en la mar.
Este poema de Antonio Machado se puede traducir como razón poética, la
vida en un poema.
María Zambrano y Antonio Machado nos han permitido ver y entender que la
filosofía no puede ir desligada de la poesía porque ambas forman un todo.
Ambas forman la razón poética.
El estudio y lectura de algunos de los textos de María Zambrano me han
hecho descubrir a una gran pensadora. Una pensadora con ideas muy claras y
que se te hace tan cercana que parece que la conoces. Te enseña a ver la
vida y el pensamiento con otros ojos muy diferentes a los que estamos
acostumbrados. Una pena que fuera y siga siendo aún la “gran desconocida”
del pensamiento.
3. Bibliografía.
- ABELLÁN, J.L. El filósofo “Antonio Machado”. Pre-textos. Valencia. 1995
- ZAMBRANO, María. Filosofía y poesía. Fondo de cultura económica. 1996
- ZAMBRANO, María. La razón en la sombra: antología crítica. Edición de
Jesús Moreno Sanz. Siruela. Madrid. 2004.
4. Filmografía.
- María Querida.
- La mirada invisible: la razón poética de María Zambrano.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/la-mitad-invisible/mitad-invisible-razon-
poetica-maria-zambrano/962880/

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ambas unidas o separadas. Los resultados que he encontrado han sido:

- Filosofía según la RAE: Conjunto de saberes que busca establecer, de manera

racional, los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento

de la realidad, así como el sentido del obrar humano.

Y etimológicamente: proviene de la unión de las palabras griegas: φιλος (philos =

amor) y σοφος (sofos = sabiduría). Y de aquí la definición más extendida: amor a

- Poesía es la manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio

de la palabra, en verso o en prosa. Del latín poēsis, derivado del griego

ποίησις, que significa creación.

¿Podemos tratar estas dos palabas por separado?

Decía María Zambrano en su libro filosofía y poesía:

(…) A pesar de que otros más afortunados todavía, poesía y

pensamiento hayan podido trabarse en una sola forma expresiva,

la verdad es que pensamiento y poesía se enfrentan con toda

gravedad a lo largo de nuestra cultura.

Pero hay otro motivo más decisivo de que no podamos abandonar

el tema y es que hoy poesía y pensamiento se nos aparecen como

dos formas insuficientes; y se nos antojan dos mitades del hombre:

Encontramos también en el poema de Antonio Machado está idea de dos

Hay dos modos de

una es la luz , y otra,

Una estriba en alumbrar

un poquito el hondo mar;

y otra, en hacer penitencia

con caña o red, y esperar

el pez, como pescador.

Dime tú: ¿Cuál es mejor?

que mira en el hondo

que no se pueden pescar,

o esa maldita faena

muertos, los peces al mar.2

Aunque para Machado sean de imposible reconciliación lo que él

palabras: “Estas dos creencias a que aludimos son tan radicalmente

antagónicas que no admiten, a mi juicio, conciliación ni compromiso

pragmático; de su choque saldrán siempre negaciones y blasfemias, como

chispas entre pedernal y eslabón” 3

en la gran distancia que se ha creado desde la antigua Grecia hasta nuestros

pasión, corazón y cabeza, van cogidos de la mano y no pueden ser separados

por más que los filósofos racionalistas se empeñen en lo contrario.

Y en efecto como bien defenderá Zambrano, razón y pensamiento, poesía

y conocimiento no pueden excluirse la una de la otra porque simplemente son

complementarias, necesitan la una de de la otra para darse.

Cierto es que no es lo mismo encontrar semejanzas entre la filosofía y la

poesía que entre la filosofía y la literatura en general, aunque esta se aleja

más pero no la descartamos como cercana a la filosofía, desde mi punto de

consiste en grandes rasgos la filosofía, se puede considerar cercana a ella, ya

sea un poema, una carta, un libro o un simple aforismo. Las palabras

esconden tras de sí un gran significado pero no nos podemos quedar en el

amplio. Pero no solo en la literatura encontramos poesía o filosofía. La

encontramos en el día a día, en la vida misma, pero hay que aprender a

2. Hacia una razón poética: Antonio Machado y María Zambrano

Decía Joseph Joubert en uno de sus aforismos que “Saber es ver en sí

mismo”. Más tarde Zambrano dirá en su libro, El hombre y lo divino, algo

parecido “ La primera realidad que al hombre se le oculta es él mismo” Esto

me hizo pensar que si la filosofía es esa búsqueda eterna de la sabiduría y la

poesía es una manifestación de sentimiento y belleza como no unirlas para

buscar la verdadera razón y con ello la verdadera filosofía; porque está en

buscar en nuestro interior para poder saber y entonces encontrarnos.