Biorremediación de Suelos Contaminados Por Hidrocarburos

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UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA LA MOLINA

FACULTAD DE INGENIERIA AGRICOLA

BIORREMEDIACIÓN DE SUELOS
CONTAMINADOS POR HIDROCARBUROS

CURSO:
Ingeniería del Agua Y Medio Ambiente
DOCENTE :

Ing. Ricardo Apaclla Nalvarte


CICLO:
2016- II
INTEGRANTES:
 ALEJOS ASENCIO, CAROL S.

 ORIHUELA CLEMENTE, DENIS

 ROMERO ELIAS, FRANK N.

 SIMÓN MORI, GEORGE A.

 ULLOA CASTAÑEYRA, JAIME M.

LA MOLINA – 2016

1
ÍNDICE

I. INTRODUCCIÓN……………………………………………………….3

II. ANTECEDENTES HISTÓRICOS


DE LA
BIORREMEDIACIÓN………………………………………….…….....3

III. FUNDAMENTACIÓN BIOQUÍMICA


DE LA BIODEGRADACIÓN……………………………..……....……5

IV. FACTORES QUE CONDICIONAN LA


BIORREMEDIACIÓN DE UN SUELO …………………………...…..5

V. VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA
BIORREMEDIACIÓN………………………...………………………..11

VI. ETAPAS DEL TRABAJO PARA UNA


BIORREMEDIACIÓN MÁS EFICAZ ………………………………....12

VII. MÉTODOS DE
BIORREMEDIACIÓN………………..…………………………………12
7.1 BIORREMEDIACIÓN “IN SITU” …………………………………12
7.2 BIORREMEDIACIÓN “EX SITU” …………………………………17
7.3 FITORREMEDIACIÓN: OTRA ALTERNATIVA DE
BIORREMEDIACIÓN ………………………………………………21

VIII. CONCLUSIONES Y
RECOMENDACIONES……………………………………………………………..……23

2
I. INTRODUCCIÓN

La biorremediación es una tecnología que utiliza el potencial metabólico de los


microorganismos (fundamentalmente bacterias, pero también hongos y levaduras) para
transformar contaminantes orgánicos en compuestos más simples poco o nada
contaminantes, y, por tanto, se puede utilizar para limpiar terrenos o aguas contaminadas
(Glazer y Nikaido, 1995).
Su ámbito de aplicabilidad es muy amplio, pudiendo considerarse como objeto cada uno
de los estados de la materia (Atlas y Unterman, 1999):
Sólido. Con aplicaciones sobre medios contaminados como suelos o sedimentos, o bien
directamente en lodos, residuos, etc.
Líquido. Aguas superficiales y subterráneas, aguas residuales.
Gases. Emisiones industriales, así como productos derivados del tratamiento de aguas o
suelos.
También se puede realizar una clasificación en función de los contaminantes con los que
se puede trabajar (Alexander, 1999; Eweis et al., 1999):
Hidrocarburos de todo tipo (alifáticos, aromáticos, BTEX, PAHs,...).
Hidrocarburos clorados (PCBs, TCE, PCE, pesticidas, herbicidas,...).
Compuestos nitroaromáticos (TNT y otros).
Metales pesados. Estos no se metabolizan por los microorganismos de manera
apreciable, pero pueden ser inmovilizados o precipitados.
Otros contaminantes. Compuestos organofosforados, cianuros, fenoles, etc.
Los microorganismos transforman y metabolizan aeróbicamente los hidrocarburos y otros
compuestos orgánicos hasta dióxido de carbono, agua y fuentes de alimento para sustentar
su crecimiento y reproducción, es decir, la biodegradación ocurre naturalmente. Es
conocido que los microorganismos indígenas tienen la capacidad de adaptarse y
eventualmente degradar cualquier compuesto orgánico natural sin asistencia del hombre;
sin embargo, esta adaptación requiere la presencia de condiciones ambientales apropiadas
tales como el pH, temperatura, el aceptor final de electrones (que en procesos aeróbicos
es el oxígeno), concentraciones de contaminante no tóxicas para los microorganismos y
adecuadas condiciones de humedad y conductividad del medio, entre las mas importantes.
La ausencia de alguna o varias de las anteriores condiciones puede limitar parcial o
totalmente la actividad
biológica y es cuando la mano del hombre juega un papel fundamental en la optimización
del proceso, ya sea mejorando estas condiciones para aumentar la población de
microorganismos (bioaumentación) y/o manipulando genéticamente los
microorganismos para la degradación específica de algunos compuestos químicos.

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II. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA BIORREMEDIACIÓN

A mediados del siglo XX se desarrollaron las primeras investigaciones encaminadas a


estudiar el potencial de los microorganismos para biodegradar contaminantes (Zobell,
1946; Davis, 1956). Este “uso” intencionado recibió entonces el nombre de
biorremediación ("bioremediation"). Las primeras técnicas que se aplicaron fueron
similares al "landfarming" („labranza‟) actual y sus actores, lógicamente, compañías
petrolíferas. Las primeras patentes, fundamentalmente para remediación de vertidos de
gasolina, aparecen en los años 70. En los años 80 se generalizó el uso del aire y peróxidos
para suministrar oxígeno a las zonas contaminadas mejorando la eficiencia de los
procesos degradativos.
Durante los años 90 el desarrollo de las técnicas de "air sparging" (burbujeo de oxígeno)
hizo posible la biorremediación en zonas por debajo del nivel freático. Al mismo tiempo,
la implementación en la práctica de aproximaciones experimentales en el laboratorio
permitió el tratamiento de hidrocarburos clorados, los primeros intentos con metales
pesados, el trabajo en ambientes anaerobios, etc. Paralelamente, se desarrollaron métodos
de ingeniería que mejoraron los rendimientos de las técnicas más populares para suelos
contaminados ("landfarming", "composting", etc.) (Riser-Roberts, 1998).

En la actualidad, la biorremediación enfrenta un nuevo reto: el de convencer a las


compañías y a los organismos oficiales de su alto potencial. En algunos países, la
biorremediación fue una técnica poco reconocida y marginada, hoy en día se ha
convertido en una verdadera industria. Esta “industria” busca seguir mejorando en sus
líneas interdisciplinares, que se pueden resumir en los siguientes puntos:
Integración en el proceso de técnicas innovadoras que ayuden a comprender y controlar
los fenómenos de transporte de nutrientes y otros posibles aditivos.
Desarrollo de técnicas rápidas de biología molecular que permitan caracterizar las
poblaciones indígenas de los emplazamientos contaminados, así como su potencial
enzimático (Theron y Cloete, 2000; Watanabe, 2001).
Exploración de las implicaciones del concepto de biodisponibilidad ("bioavailability")
definido por las propiedades físico-químicas de los contaminantes. Se trata de un factor
que en muchos casos está limitando la biodegradación y en otros reduciendo la toxicidad
de los contaminantes.
Desarrollo definitivo de técnicas de bioaumentación realmente útiles (Major et al., 2002).

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III. FUNDAMENTACIÓN BIOQUÍMICA DE LA BIODEGRADACIÓN

El fundamento bioquímico de la biorremediación se basa, principalmente, en la serie de


reacciones de óxido-reducción (cuyo fin es la obtención de energía) que se producen en
la cadena respiratoria, o transportadora de electrones de las células. La cadena la inicia
un sustrato orgánico (compuestos hidrocarburados) que es externo a la célula y que
actúa como dador de electrones, de modo que la actividad metabólica de la célula acaba
degradando y consumiendo dicha sustancia (Maroto Arroyo, articulo internet).
Los aceptores más comúnmente utilizados por los microorganismos son el oxígeno, los
nitratos, el hierro (III), los sulfatos y el dióxido de carbono. Cuando el oxígeno es
utilizado como aceptor de electrones la respiración microbiana se produce en
condiciones aerobias, y los procesos de biodegradación serán de tipo aerobio; sin
embargo, si utiliza los sulfatos o el dióxido de carbono se produce en condiciones
reductoras o anaerobias, y los procesos de biodegradación serán de tipo anaerobio
(Figura. 3.1)

FIGURA3.1. Esquema de las reacciones

IV. FACTORES QUE CONDICIONAN LA BIORREMEDIACIÓN DE UN


SUELO

La biodegradabilidad de una mezcla de hidrocarburos presente en un suelo contaminado


depende de diversos factores, los cuales como pueden clasificarse en cuatro grupos:
Medio ambientales.
Físicos.
Químicos.
Microbiológicos.

4.1 FACTORES MEDIO AMBIENTALES


Los factores medio ambientales son aquellos necesarios a la hora de proporcionar las
condiciones óptimas para el crecimiento de los microorganismos que llevan a cabo la
recuperación. Los microorganismos son muy sensibles a los cambios de temperatura,
pH, disponibilidad de nutrientes, oxígeno y humedad.

El pH. Afecta significativamente la actividad microbiana. En consecuencia, cuanto


mayor sea la diversidad de microorganismos existentes, potencialmente mayor será el
rango de tolerancia. No existen unas condiciones preestablecidas que sean óptimas en
todos los casos, pero en términos generales el crecimiento de la mayor parte de los
microorganismos es máximo dentro de un intervalo de pH situado entre 6 y 8. En
general, el pH óptimo para las bacterias heterótrofas es neutro (pH 6 - 8), mientras que

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es más ácido para los hongos (pH 4 - 5). El pH óptimo establecido para procesos de
biodegradación es neutro (pH 7,4 - 7,8) (Dibble y Bartha, 1979).
Así mismo el pH también afecta directamente en la solubilidad del fósforo y en el
transporte de metales pesados en el suelo. La acidificación o la reducción del pH en el
suelo se puede realizar adicionando azufre o compuestos del azufre.

Temperatura. Es uno de los factores ambientales más importantes que afecta la


actividad metabólica de los microorganismos y la tasa de biodegradación.
Generalmente, las especies bacterianas crecen a intervalos de temperatura bastante
reducidos, entre 20 y 30 ºC (condiciones mesófilas), decreciendo la biodegradación por
desnaturalización de las enzimas a temperaturas superiores a 40 ºC e inhibiéndose a
inferiores a 0 ºC. Sin embargo, también se ha dado la biodegradación de hidrocarburos a
temperaturas extremas:
 10ºC en suelos subárticos y subalpinos (Sparrow y Sparrow, 1988; Margesin y
Schinner, 1997a,b).
 5ºC en suelos árticos (Whyte et al., 1999)
 60ºC por una cepa termófila de Bacillus stearothermophilus aislada de un suelo
contaminado con crudo de petróleo del desierto kuwaití (Sorkoh et al., 1993).

Humedad. Los microorganismos requieren unas condiciones mínimas de humedad para


su crecimiento. El agua forma parte del protoplasma bacteriano y sirve como medio de
transporte a través del cual los compuestos orgánicos y nutrientes son movilizados hasta
el interior de las células. Un exceso de humedad inhibirá el crecimiento bacteriano al
reducir la concentración de oxígeno en el suelo (el rango varía en función de la técnica).
Por lo anterior, la humedad del suelo puede limitar de forma severa la biodegradación,
fundamentalmente en suelos superficiales afectados por oscilaciones importantes en el
contenido de agua. No obstante el nivel óptimo de humedad depende de las propiedades
de cada suelo, el tipo de contaminación y si la biodegradación es aeróbica o anaeróbica.

El oxígeno. Es el aceptor final de electrones generalmente empleado en procesos


biológicos y también es necesario en determinados tipos de reacciones de oxidación –
reducción catalizada por enzimas. Los microorganismos, oxidan compuestos orgánicos
o inorgánicos, obteniendo así la energía necesaria para su crecimiento. El proceso de
oxidación da lugar a electrones que intervienen una cadena de reacciones en el interior
de la célula y, al final, deben ser vertidos en el entorno. El aceptor final de electrones es
el receptor de los mismos y, en el caso de un metabolismo aerobio, O2 es el aceptor y
H2O es el producto.
La mayor parte de hidrocarburos presentes en los productos petrolíferos son degradados
con mayor extensión y rapidez de forma aeróbica (O2 como aceptor final de electrones),
ya que en ausencia de O2, y en presencia de aceptores de electrones alternativos (NO3-,
SO42-, CO2, Mn4+ y Fe3+) los hidrocarburos pueden ser degradados, pero con unas
tasas de biodegradación muy inferiores a las aeróbicas (Holliger y Zehnder, 1996;
Grishchenkov et al., 2000; Boopathy, 2002; Massias et al., 2003).

Necesidad de nutrientes inorgánicos. El metabolismo microbiano está orientado a la


reproducción de los organismos y éstos requieren que los constituyentes químicos se
encuentren disponibles para su asimilación y sintetización. Los nutrientes
principalmente requeridos son el fósforo y el nitrógeno, por tanto, las concentraciones
asimilables de dichos elementos presentes en el suelo, suelen ser limitantes para un
incremento y activación de la población microbiana, mientras que otros nutrientes

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esenciales como el Ca2+, Na+, Fe2+ y SO42- ya están presentes en cantidades
suficientes (Menn et al., 2000).
La adición de fuentes de N y P inorgánicas, generalmente tiene un efecto positivo
incrementando las poblaciones microbianas y las tasas de biodegradación de
hidrocarburos en suelos contaminados (Dott et al., 1995; Breedveld y Sparrevik, 2001;
Chaineau et al.,2003).
Las proporciones molares de C:N:P, descritas en la bibliografía, respecto al contenido
de carbono a degradar son muy distintas; el rango normal de C:N:P depende del sistema
de tratamiento a emplear, siendo de modo habitual 100:10:1.
Aunque en general la adición de fuentes inorgánicas de N y P al suelo es beneficiosa
para los procesos de biodegradación, de igual manera, el uso excesivo de nutrientes
inorgánicos también puede inhibir los procesos de biodegradación (Zhou y Crawford,
1995; Margesin y Schinner, 1997; Genouw et al., 1994). Para evitar el exceso de
nutrientes, así como la pérdida de los mismos por lixiviación, también se han utilizado
fertilizantes inorgánicos oleofílicos de liberación lenta (Inipol EPA® 22) para la
biorremediación de suelos contaminados (Lindstrom et al., 1991; Pritchard y Costa,
1991) Además es importante destacar que la acción de los nutrientes inorgánicos puede
estar limitada debido a la interacción química con los minerales del suelo. (el amonio se
puede unir a las arcillas por intercambio catiónico y el fosfato puede unirse y precipitar
con iones calcio, hierro y aluminio) (Morgan y Watkinson ,1992).

4.2 FACTORES FÍSICOS

Los factores físicos de mayor importancia en la biorremediación son la


biodisponibilidad, la presencia de agua y la provisión de un aceptor de electrones
adecuado, por ejemplo, el oxígeno.
Biodisponibilidad. La tasa de degradación depende tanto de la capacidad de transporte
y del metabolismo microbiano, como de la transferencia de masas del compuesto.
La relación entre estos factores se conoce como biodisponibilidad. En los suelos uno de
los factores limitantes para la biodegradación es la transferencia de masas, ya que los
microorganismos de los suelos contaminados, suelen tener amplias capacidades
biodegradativas al estar expuestos a una gran variedad de compuestos orgánicos
diferentes. Por lo tanto la adsorción, la absorción, desadsorción, disolución y la difusión
son fenómenos, propios de la transferencia de masas, que condicionan la
biodisponibilidad de los contaminantes (Stucki y Alexander, 1987; Tabak et al., 1994 y
1995; Harms et al., 1996; Bosma et al., 1997). Un fenómeno que afecta de forma
negativa a la biodisponibilidad de los contaminantes es el envejecimiento o ageing que
se define como la pérdida de la biodegradabilidad de los compuestos a lo largo del
tiempo en el suelo (aunque la población microbiana mantenga intacto su potencial
catabólico), el cual es más importante en suelos con elevado contenido en materia
orgánica (Huesemann, 1995; Nocentini, 2000; Breedveld y Sparrevik, 2001). Este
efecto se produce por una serie de fenómenos como son: la adsorción con la materia
particulada del suelo, absorción a la materia orgánica del suelo, a la baja difusividad de
los compuestos, principalmente desde los microporos; a la disolución en fases líquidas
no acuosas (FLNAs), o a la formación de uniones covalentes con la materia orgánica e
inorgánica del suelo ( Loosdrecht et al., 1990; Weissenfels et al., 1992; Erickson et al.,
1993; Alexander, 1995; Shuttleworth y Cerniglia, 1995; Alexander, 1999; Bosma et al.,
1997). Con la finalidad de aumentar la biodisponibilidad de los contaminantes existen
numerosos ejemplos en la bibliografía de la utilización de tensoactivos sintéticos y

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biotensoactivos en la biorremediación de suelos contaminados por hidrocarburos
(Volkering y Breure, 1998 ; Chritofi y Ivshina, 2002).
Presencia de agua. Ésta es necesaria ya que, como se ha visto con anterioridad, los
microorganismos toman en carbono orgánico, los nutrientes inorgánicos y los aceptores
de electrones, necesarios para el crecimiento microbiano, de la fase líquida. Por lo tanto,
el agua debe estar en contacto con los contaminantes estar presente en cantidades que
permitan el desarrollo de las comunidades microbianas. Sin embargo, el agua puede
llegar a inhibir el flujo de aire y reducir el sumito de oxígeno necesario para la
respiración microbiana. Existen valores de humedad óptima para biorremediación de
terrenos no saturados, que habitualmente están entre 150 y 250 grados de agua por kg
de terreno seco.

4.3 FACTORES QUÍMICOS

El factor químico más importante en la biorremediación es la estructura molecular del


contaminante, cómo ésta afecta a sus propiedades químicas y físicas y su capacidad para
ser biodegradado. La capacidad para ser biodegradado está relacionada con factores
tales como la solubilidad, el grado de ramificación, el grado de saturación y la
naturaleza y el efecto de los sustituyentes. Estructura química. La inherente
biodegradabilidad de un hidrocarburo depende, en gran medida, de su estructura
molecular. Siendo los parámetros que más van a afectar la halogenación, la existencia
de ramificaciones, la baja solubilidad en el agua y la diferente carga atómica.
De las distintas familias de hidrocarburos del petróleo, los n-alcanos y los alcanos
ramificados (isoprenoides) de cadena intermedia (C10-C20) son los sustratos más
fácilmente degradables por los microorganismos del suelo, y que por lo tanto tienden a
ser eficazmente biodegradados. Sin embargo, los alcanos de cadena larga (>C20) son
más difíciles de degradar debido a su (elevado peso molecular) y su baja solubilidad en
agua (Chaineau et al., 1995). Los cicloalcanos, por norma general, se degradan más
lentamente que los nalcanos y alcanos ramificados. De igual forma, los HAPs que
contienen de 2 a 3 anillos aromáticos pueden ser biodegradados eficazmente en el suelo
en condiciones ambientales óptimas, mientras que los HAP de 4 anillos, y
especialmente, los de 5 o más anillos bencénicos presentan una mayor recalcitrancia
inherente y una baja solubilidad (Kästner, 2000). Las fracciones de resinas y asfaltenos
son las que presentan una menor degradabilidad debido a las complejas estructuras
químicas y al elevado peso molecular de sus moléculas (Harayama et al., 1997, 1999).

4.4. FACTORES MICROBIOLÓGICOS

El factor microbiológico más importante en la biorremediación es la transformación


biológica de compuestos orgánicos, catalizada por acción de las enzimas. La
biodegradación de un compuesto específico es frecuentemente un proceso que se realiza
paso a paso en el cual se involucran muchas enzimas y muchos organismos. Las
enzimas son específicas en términos de los compuestos que atacan y las reacciones que
catalizan. Más de una enzima es normalmente requerida para romper una sustancia
orgánica. Frecuentemente, los organismos que tienen las enzimas para degradar están
presentes en el suelo.

4.5. MICROORGANISMOS EN LA BIORREMEDIACIÒN

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Existen varias clases de microorganismos: mohos, levaduras, bacterias, actinomicetos,
protozoos, algas, virus.

El suelo es un ambiente muy apropiado para el desarrollo de los microorganismos tanto


eucariotas (algas, hongos, protozoos) como procariotas (bacterias y arqueas), además de
encontrar virus y bacteriófagos. Todos estos organismos establecen relaciones entre
ellos en formas muy variadas y complejas y también contribuyen a las características
propias del suelo por su papel en la modificación de las fases sólida, líquida y gaseosa
antes mencionadas. Los microorganismos desempeñan funciones de gran importancia
en relación con procesos de edafogénesis; ciclos biogeoquímicos de elementos como el
carbono, el nitrógeno, oxígeno, el azufre, el fósforo, el hierro y otros metales; fertilidad
de las plantas y protección frente a patógenos; degradación de compuestos xenobióticos,
etc. En un suelo agrícola están presentes alrededor de 1010 organismos por g de suelo y
constituyen una biomasa de aproximadamente 1500 kg por Ha. Un gramo de suelo fértil
puede contener 5 m de micelio fúngico, 108 células bacterianas, 106 esporos de
actinomicetos. Los microorganismos hacen parte fundamental de los procesos de
biorremediación. En gran parte, las bacterias casi siempre son los degradadores
primarios, aunque en algunas ocasiones los hongos juegan un papel importante. Las
bacterias desempeñan el papel de mayor importancia en la biodegradación de
contaminantes orgánicos en suelos; los hongos también metabolizan compuestos
orgánicos pero no son tan eficientes como las bacterias.

4.5.1. Bacterias
Las bacterias son el grupo de organismos más abundante en los suelos y la cantidad de
especies presentes en el mismo parece relativamente constante alrededor del
mundo. Dichos organismos son un grupo diverso con variaciones extensivas en las
propiedades morfológicas, ecológicas y fisiológicas y son los principales degradadores
de compuestos orgánicos naturales y xenobióticos encontrados en el suelo. Las más
comunes son Pseudomonas, Arthrobacter, Achromobacter, Micrococcus, Vibrio,
Acinetobacter, Brevibacterium, Corynebacterium y Flavabacterium.
Por su diversidad, las bacterias se encuentran regularmente en comunidades
heterogéneas; algunas especies son degradadores primarios, es decir, ellas inician la
degradación de la materia orgánica en el suelo; otras crecen en compuestos resultantes
de la degradación parcial de complejos orgánicos o productos residuales de
degradadores primarios.
Las bacterias tienen tres apariencias físicas generales
Esféricas (cocos)
Forma de bastones (bacilos)
Forma de espiras (espirilos)
Y se clasifican usando sus características físicas, químicas, genéticas y metabólicas.
El uso y tolerancia al oxígeno que es uno de los métodos más generales de clasificación.
Los aerobios estrictos son bacterias que requieren oxígeno como aceptor final de
electrones y crecen solamente en presencia del mismo. Las aerobias facultativas son
bacterias que pueden utilizar aceptores de electrones terminales alternativos y crecer en
presencia o ausencia de oxígeno. Algunas anaerobias son tolerantes al oxígeno, pero
éste es tóxico a muchas anaerobias estrictas.
Las bacterias también se pueden clasificar como eutrofas, las cuales crecen en presencia
de altas concentraciones de sustratos, y oligotrofas, las cuales crecen con
concentraciones trazas.

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Los actinomicetos son un grupo intermedio entre las bacterias procariotas más
primitivas y los hongos eucariotas; éstos están presentes en un gran número de suelos.
Toleran un intervalo amplio de pH y temperatura, crecen bajo condiciones limitadas de
nutrientes y son resistentes a desecación. Aunque su tasa de crecimiento es más baja que
la de las bacterias, la habilidad de los actinomicetos para crecer en
condiciones adversas permiten a estos predominar cuando las condiciones del medio
son difíciles8.
Algunas bacterias son capaces de formar esporas cuando las condiciones de crecimiento
son muy adversas, como cuando el suelo está seco o cuando los nutrientes están
limitados. Las esporas son muy resistentes al calor y no son fáciles de destruir por
radiación u otros factores químicos tales como ácidos y desinfectantes. Las bacterias
formadas de esporas son muy comunes en suelos donde las condiciones pueden ser muy
variables.

4.5.2 Hongos
Los hongos son altamente protistas, no tienen movimiento y emplean materia orgánica
como fuente de carbono y energía. Algunos de los hongos mejor conocidos son mohos,
levaduras y setas.
En comparación con las bacterias, los hongos son menos numerosos y crecen a
velocidades considerablemente bajas; además, los procesos metabólicos de éstos son
menos diversos. Como grupo, los hongos tienden a ser más tolerantes a los ácidos que
las bacterias (muchas especies crecen a un pH óptimo de 5 o menos) y son más
sensibles a la variación en la humedad.
Un hongo que tiene un considerable potencial en el tratamiento de compuestos
orgánicos peligrosos es Phanerochaete chrysoporium, hongo de la podredumbre blanca.
Este organismo produce una encima extracelular peroxidasa que degrada la lignina en
presencia del peróxido; se ha encontrado que degrada una alta variedad de compuestos
altamente clorados y recalcitrantes. El uso de dicho hongo está limitado para
condiciones en las cuales el nitrógeno esté limitado porque la peroxidasa no se produce
de otra manera.

4.5.3 Microorganismos concretos

Los microorganismos aislados en suelos poseen actividades de peroxidasas y


oxigenasas, que permiten la oxidación de algunas fracciones del petróleo. Esta
oxidación cambia las propiedades de los compuestos haciéndolos susceptibles a ataques
secundarios y facilitando su conversión a bióxido de carbono y agua. Rhodococcus.
Uno de los géneros bacterianos más explotados en bioprocesos no convencionales es
Rhodococcus, un grupo único consistente en microorganismos que presentan una gran
diversidad metabólica, capaz de transformar, biodegradar y utilizar como única fuente
de carbono compuestos hidrófobos.

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V. VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA BIORREMEDIACIÓN

VENTAJAS
Mientras que los tratamientos físicos y buena parte de los químicos están basados en
transferir la contaminación entre medios gaseoso, líquido y sólido, en la
biorremediación se transfiere poca contaminación de un medio a otro.
Es una tecnología poco invasiva y generalmente no requiere componentes estructurales
o mecánicos que signifiquen una amenaza para el medio.
Comparativamente, es económica viable y al tratarse de un proceso natural, suele tener
aceptación por parte de la opinión pública.

DESVENTAJAS
La biodegradación incompleta puede generar intermediarios metabólicos inaceptables,
con un poder contaminante similar o incluso superior al producto de partida y algunos
compuestos contaminantes son tan resistentes que pueden incluso inhibir a
biorremediación.
Es difícil predecir el tiempo de requerido para un proceso adecuado y el seguimiento y
control de la velocidad y/o extensión del proceso es dispendioso.

VI. ETAPAS DEL TRABAJO PARA UNA BIORREMEDIACIÓN MÁS EFICAZ

6.1 INVESTIGACIÓN Y CARACTERIZACIÓN DE LA CONTAMINACIÓN Y


DEL EMPLAZAMIENTO

La caracterización del emplazamiento se lleva a cabo mediante el estudio del mismo


detallando la volumetría del suelo a tratar, las condiciones geológicas e hidrogeológicas,
analizando las características del suelo y sus propiedades (pH, granulometría, humedad,
porosidad, etc).
La caracterización del contaminante se centra en la investigación del tipo y
concentración del mismo, así como la biodisponibilidad de los compuestos en el suelo
(aceptores de electrones, metales pesados, nutrientes, etc).

6.2 ANÁLISIS Y ELECCIÓN DE LAS MEDIDAS BIOCORRECTIVAS

Para ello se hace necesario:


a) Identificar y cuantificar los contaminantes. Definiendo sus propiedades físico
químicas más importantes:
Identificación y clasificación de compuestos.
Concentración en suelos y aguas subterráneas.
Caracterización de la presión de vapor, constante de Henry, densidad y grado de
solubilidad.
b) Conocer los factores que influyen en la transformación biológica de los
contaminantes:
Factores ambientales tales como humedad, oxígeno disuelto, temperatura, pH,
disponibilidad de nutrientes.
Factores microbiológicos tales como presencia de microorganismos y aclimatación de
las poblaciones microbianas.

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c) Designar las medidas biocorrectivas. En función de los factores anteriormente
expuestos, se debe elegir el sistema de biotratamiento más adecuado.

6.3 DISEÑO Y EVALUACIÓN DEL SISTEMA

Para el diseño de un sistema de biorrecuperación es necesario establecer unas etapas de


trabajo, en las cuales se determinan y evalúan los parámetros fundamentales necesarios
para su eficacia.
Las etapas a seguir en el diseño de un sistema de biotratamiento son:
a) Evaluación de la viabilidad de la técnica. Se deben estudiar los parámetros de
evaluación que definen el sistema elegido, así como se deben evaluar las condiciones de
biotratabilidad, los objetivos de limpieza exigidos y los costes de tratamiento
necesarios.
b) Evaluación del diseño. Se deben estudiar los factores que afectan la eficacia de la
técnica y las posibles mejores o acondicionamientos a aplicar.
c) Evaluación del control y seguimiento. Para asegurar la correcta ejecución y un
progreso adecuado del tratamiento se debe llevar a cabo un plan de control y
seguimiento del sistema. Para una correcta optimización se deberán controlar los
siguientes puntos:
 Control de las condiciones de degradación y biodegradación. Se debe registrar
la variación de concentración de TPH, BTEX, CO2 desprendido y Oxígeno
disuelto, variación de nutrientes (N, P, etc).
 Control de los parámetros que afectan directamente en el funcionamiento del
sistema.
6.3 ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS

En esta última etapa se deben analizar los resultados obtenidos, haciendo un balance de
los objetivos alcanzados y los marcados inicialmente. En este punto, si fuese necesario,
se deben proponer y estudiar aquellas mejoras o modificaciones necesarias para la
optimización del sistema.

VII. MÉTODOS DE BIORREMEDIACIÓN

El término biorremediación se aplica a cualquier sistema o proceso en el que se empleen


métodos biológicos para transformar contaminantes en el suelo o en las aguas. La
biorrecuperación en suelos contaminados puede llevarse a cabo “In Situ”: excavando el
terreno y tratándolo a pie de excavación, o bien “Ex Situ”, en instalaciones aparte.
Existen parámetros que aumentan o disminuyen la probabilidad de obtener buenos
resultados en el proceso de biorremediación en un medio contaminado por
hidrocarburos. La técnica apropiada para llevar a cabo este proceso, debe ser el
resultado de la valoración de una serie de variables y de características del sitio o del
contaminante a tratar.

7.1. BIORREMEDIACIÓN “IN SITU”

Este tipo de tratamiento normalmente es la opción más adecuada para la recuperación


de suelos, ya que no es necesaria la preparación y excavación del material contaminado.
No obstante, antes de decidir el tipo de tratamiento deben valorarse numerosos factores
entre los que se destacan:
Impacto ambiental en la zona.

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Actividades industriales que pueden verse afectadas.
Costos comparativos con otros tratamientos.
La dificultad de acceso a la zona contaminada para proveer de oxígeno y nutrientes.
La determinación del porcentaje de tratamiento.
La velocidad del proceso.
El potencial peligro de extensión de la contaminación.
El método de la biorremediación “In Situ” de suelos se puede dividir en dos tipos:
tratamiento de compuestos volátiles y tratamiento de compuestos semivolátiles y no
volátiles. Las técnicas más utilizadas se ven con detalle a continuación:

7.1.1. BIOAIREACIÓN O BIOVENTEO

Es una variante de la técnica de extracción de gas con vapor (“Soil Gas Extraction” o
“Volatilización”), que consiste en suministrar aire al terreno contaminado para
promover la actividad de los microorganismos presentes en el subsuelo y biodegradar
los hidrocarburos. El aire se suministra mediante un sistema de extracción e inyección.
Para diseñar estos sistemas es necesario conocer la permeabilidad del suelo a los gases,
con el fin de determinar el radio de influencia de los pozos de venteo, la distancia entre
pozos y las dimensiones de los equipos de inyección. La bioaireación generalmente se
lleva a cabo en áreas poco profundas y pequeñas; a menudo es factible la instalación de
barreras para guiar el flujo, el uso de cubiertas, un control intensivo, un plan de
muestreo y un sistema de ventilación.
Una característica determinante en la selección de esta técnica es el tipo de
contaminante, puesto que es de mayor efectividad donde los contaminantes tienen baja
volatilidad. Además se deben tener en cuenta las características físicas del suelo, la
profundidad de la zona contaminada y el potencial para transportar contaminantes fuera
de la zona.

VENTAJAS.
 Es una técnica altamente efectiva para tratar contaminaciones con compuestos
con baja presión de vapor (menos de 1 mmHg), ya que su tasa de degradación es
mucho mayor que la de volatilización (Matthews, 1993).
 Como todos los tratamientos “In Situ”, cuando los costos de excavación son
altos el bioventeo puede ser una alternativa económicamente interesante. No
requiere área adicional para llevar a cabo el tratamiento, ni el uso de maquinaria
pesada.
DESVENTAJAS. LAS LIMITANTES DE ESTE MÉTODO SON:
 Tipo y concentración del contaminante.
 Perdida de nutrientes en el subsuelo.
 Bajo contenido de humedad del suelo y la dificultad de lograr el caudal de aire a
través de la zona contaminada; por ello requiere características especiales del
suelo en cuanto a humedad, porosidad, conductividad hidráulica, etc.
 Requiere largos períodos de tiempo para obtener la concentración final de
hidrocarburo deseada. Los tiempos de limpieza pueden durar de meses a años.
 La descontaminación puede llevarse a cabo por efecto de la volatilización de
compuestos más que por su biodegradación.

13
7.1.2. INYECCIÓN DE AIRE A PRESIÓN

Consiste en inyectar aire a presión en la parte inferior para deslazar el agua de los
espacios intersticiales de la matriz del suelo. Esta inyección genera principalmente dos
efectos:
1. El aire inyectado absorbe gran cantidad de los hidrocarburos volátiles presentes en el
agua y el suelo.
2. El aire eleva los niveles de oxígeno del agua mejorando la biodegradación de los
contaminantes (Matthews, 1993).
Con la inyección de aire a presión se llevan a cabo dos mecanismos de remoción del
contaminante, la volatilización de compuestos de la zona insaturada y la fase acuosa y la
biodegradación. El mecanismo gobernante depende de las características de los
contaminantes.

Las características determinantes en la selección de esta técnica son:


 El tipo de contaminante. Se degradan fácilmente las moléculas más pequeñas
(hasta C20), siendo más biodegradables los compuestos parafinados o de cadena
lineal que los compuestos aromáticos. En general, son favorables los
compuestos de alta volatilidad (presión de vapor mayor de 10 mm de Hg a
20ºC).
 Tipo de suelo. Los suelos deben contener bajos contenidos en arcilla y ser lo
más homogéneamente posible, con un valor de permeabilidad al aire adecuado
(> 10-10 cm2).
 Los aportes de oxígeno deben ser suficientes, así como la existencia de fuentes
de carbono, aceptores de electrones y energía suficientes.
 Deben existir unas condiciones óptimas de pH (6 a 8), de humedad (12 a 30%
en peso), potencial redox mayor de -50 mV, temperatura entre 0 y 40 ºC y los
nutrientes del suelo en relación N:P de 10:1.

VENTAJAS

 Es un proceso excelente para casos donde los compuestos volátiles son los
contaminantes principales.
 Necesidad de tiempos de actuación cortos (meses).
 No requiere área adicional para llevar a cabo el tratamiento, ni el uso de
maquinaria pesada.

DESVENTAJAS

 El principal problema es la biodisponibilidad de los microorganismos. Cuanto


menor es la solubilidad de los contaminantes menor será la biodisponibilidad.
 En este sistema hay poco control del movimiento del agua subterránea y los
contaminantes, lo cual puede acelerar y agravar la extensión de la
contaminación.
 En cuanto a las profundidades, la literatura recomienda profundidades mínimas
aproximadas de 1,2 metros, necesarias para confinar adecuadamente el aire
inyectado; y máximas aproximadas de 9 metros, por debajo de las cuales sería
muy difícil controlar la dirección del desplazamiento del aire.

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 Los cambios en la litología del suelo pueden afectar la dirección y la velocidad
del flujo, más aún si se tiene en cuenta que el aire a presión viaja
aceleradamente.

7.1.3. ATENUACIÓN NATURAL


La atenuación natural, aunque no está considerada como una técnica de
descontaminación propiamente dicha, está englobada dentro de las técnicas de
remediación “In Situ”. Su característica principal es la utilización de los procesos
fisicoquímicos de interacción contaminante-suelo y los procesos de biodegradación que
tienen lugar de forma natural en el medio. Estos procesos se conocen como procesos de
biotransformación natural. Los procesos de biotransformación natural son aquellos que
van a reducir la concentración de los contaminantes y entre los que se encuentran la
dilución, dispersión, volatilización, adsorción, biodegradación y aquellas reacciones
químicas que se producen en el suelo y que contribuyen de alguna forma a la
disminución de la contaminación. Esta técnica se aplica en aquellos casos en los que
exista contaminación producida por hidrocarburos de tipo halogenado o no halogenado.
La atenuación natural puede darse en presencia (condiciones aeróbicas) o ausencia de
oxigeno (condiciones anaeróbicas).
En presencia de oxígeno los microorganismos convierten en última instancia los
contaminantes en dióxido de carbono, agua y masa celular microbiana (mineralización).
En el caso de escasez de oxígeno, los microorganismos dependen de otros aceptores de
electrones disponibles (nitrato, sulfato, formas oxidadas de Fe o Mn,...). Se trata de una
biodegradación anaerobia, cuyos mecanismos y significado se están comenzando a
comprender en los últimos años (Heider et al., 1999).
Entre los factores que influyen en la eficacia y viabilidad de la atenuación natural
destacan:
 La existencia de unas condiciones geológicas y geoquímicas favorables.
 Las necesidades de reducción de la masa contaminante en un intervalo razonable
de tiempo (meses a años), tanto en la superficie del suelo como en la zona más
subsuperficial del mismo.
 Confirmación de la existencia de los tipos y número de poblaciones de
microorganismos que puedan biodegradar los contaminantes.
 La concentración de los compuestos utilizados como aceptores de electrones en
condiciones anaerobias debe ser superior a 0,21 mg/l para nitratos, la de Fe3+
para que pueda ser reducido a Fe2+ debe ser superior a 21,8 mg/l y la de sulfatos
mayor de 0,21 mg/l.
 El potencial redox debe estar situado entre un rango de -400 y 800 mV.
 Deben existir unas condiciones óptimas de pH (6 a 8), de humedad (12 a 30%
en peso), temperatura entre 0 y 40 ºC y los nutrientes del suelo en relación N:P
de 10:1.
 Existencia de un coeficiente de retardo favorable para que se produzcan los
fenómenos de sorción con suficiente eficacia.
Si se aportan al medio algunos de los elementos de los que carece o bien se potencian
los existentes, se favorece la eliminación del posible contaminante. En muchos casos
este tipo de intervención será necesario para reforzar el proceso natural o bien para
implantar unas condiciones que reduzcan el riesgo. En esto se basan la bioestimulación
y la bioaumentación, que son aproximaciones biotecnológicas de la atenuación natural.

VENTAJAS.
 Es una técnica de biorremediación “In Situ” de muy bajo costo.

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 Puede darse en presencia o ausencia de oxígeno, por tanto no se hace necesario
adicionar oxígeno al medio contaminado.
DESVENTAJAS.
 La exigencia de protección y el riesgo de los potenciales receptores durante el
tiempo que dura la atenuación.
 Producción y conservación en el medio de subproductos de carácter persistente
o más tóxico que los iniciales, durante y después de la atenuación natural.

7.1.4. BIOESTIMULACIÓN
En este sistema, el agua subterránea es conducida a la superficie por medio de un
sistema de pozos de extracción, se acondiciona en un reactor para volverla a inyectar y
estimular la degradación bacteriana de los contaminantes del subsuelo y del acuífero. En
el reactor en superficie se agregan al agua: nutrientes, oxígeno, microorganismos
previamente seleccionados y adaptados, y el efluente se retorna al subsuelo por medio
de pozos de inyección, aspersores superficiales o galerías de infiltración distribuidas a
lo largo y ancho del sitio que se requiere remediar. Algunas veces esta técnica utiliza
biosurfactantes para ayudar al lavado de contaminantes del suelo (Zitrides, 1990);
(Cole, 1994).
Las características determinantes en la selección, el éxito o el fracaso de esta técnica de
remediación son:
 Tipo de suelo. Los suelos deben ser lo más homogéneos posible, con un valor
de porosidad y permeabilidad al aire adecuado (> 10-10 cm2).
 Deben existir unas condiciones óptimas de pH (6 y 8), de humedad (1230% en
peso), temperatura entre 0 y 40 ºC y los nutrientes del suelo en relación N:P de
10:1.
VENTAJAS.
 Esta técnica es muy útil en el tratamiento de extensas zonas contaminadas de
centros industriales donde no es posible o conveniente parar el proceso operativo
para realizar el tratamiento requerido.

7.1.5. BIOAUMENTACIÓN
Otras líneas de investigación han llevado a la introducción de microorganismos
aclimatados o incluso modificados genéticamente en el medio, con el fin de mejorar la
biodegradación (Walter, 1997; Atlas y Unterman, 1999). Esta técnica funciona en
condiciones de laboratorio o bioreactor, pero en ambientes externos (suelo o agua) su
implantación depende de una serie de factores (Alexander, 1999).
 Presencia de toxinas, nutrientes y condiciones ambientales, movilidad y/o
distribución de los microorganismos y la presencia de abundante materia
orgánica.
 Los microorganismos añadidos deben sobrevivir a los depredadores y competir
con éxito con la población autóctona antes de ocupar los nichos potenciales.
 En general, los ambientes más selectivos y la utilización de consorcios
microbianos favorecen la bioaumentación.

Ventajas.
No requiere área adicional para llevar a cabo el tratamiento, ni el uso de maquinaria
pesada.

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DESVENTAJAS.
El tamaño de la población de microorganismos degradadores crece rápidamente como
respuesta a la contaminación del medio y es muy difícil, si no imposible, incrementar la
población microbiana más allá de esos valores.

7.2. BIORREMEDIACIÓN “EX SITU”

Dos son los tratamientos que se distinguen cuando el procedimiento se realiza fuera del
lugar donde está la contaminación: tratamiento por vía sólida y tratamiento por vía
suspensión.
La biorrecuperación vía sólida se puede realizar por dos métodos: tratamiento en lechos
y tratamiento por compostaje. La diferencia fundamental entre ambos es el sistema de
aireación, mientras que en el primero sólo se pueden tratar las capas de suelo menos
profundas, en el compostaje se requiere la formación de grandes apilamientos de
material degradable.
En el tratamiento vía suspensión se excava el material contaminado y se traslada a un
reactor. La característica de este método es la suspensión en un medio acuoso del suelo
contaminado, es decir, el tratamiento se lleva a cabo bajo condiciones de saturación de
agua.
La ventaja de estos procedimientos frente a los primeros radica en la posibilidad de
optimizar mejor los parámetros microbiológicos, así como el control del proceso; a
cambio, lógicamente, de un mayor costo.

7.2.1. DISPOSICIÓN SOBRE EL SUELO

También conocido como “Landfarming”, tratamiento en lechos o tratamiento vía sólida.


Esta es la técnica más usada para la biorremediación de los lodos contaminados con
hidrocarburos y de otros desechos de la industria petrolera. Esta técnica consiste en
excavar los suelos contaminados, extenderlos sobre un área suficientemente amplia y
estimular las variables de incidencia en el proceso para promover la actividad de los
microorganismos encargados de degradar los hidrocarburos. Antes de extender el suelo
contaminado se deben adecuar las condiciones de la superficie para controlar los
lixiviados y las aguas lluvias (Zitrides, 1990).
Una vez extendido el suelo contaminado se irriga con las soluciones de nutrientes, los
microorganismos y los aditivos químicos en el caso que sean necesarios para la
biodegradación. Periódicamente se debe airear el suelo para suministrarle oxígeno, con
la ayuda de tractores y retroexcavadoras (aireación mecánica) o sistemas de inyección
de aire comprimido. Además, el espesor del suelo extendido debe ser menor de 70 u 80
cm, con el fin de permitir la transferencia de oxígeno del aire atmosférico a la pila del
suelo,
El sitio donde se realice el tratamiento debe ser adecuado para el manejo de aguas
lluvias y control de agua de escorrentía. El suelo extendido debe tener una pendiente
para retirar excesos de humedad en la pila. Se deben construir canaletas o diques en
tierra o suelo – cemento para evitar la entrada de agua de escorrentía a la zona de
tratamiento. En áreas de riesgo de contaminación de acuíferos, se debe impermeabilizar
la zona de tratamiento con sellos de arcilla o geomembranas para evitar el arrastre de
hidrocarburos solubles de las lluvias hacia las aguas subterráneas.
Para empezar el procedimiento, se hace una búsqueda y selección de bacterias nativas
aisladas de las muestras de suelos que se encuentran contaminados, ya que estas tienen

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la capacidad catabólica para crecer bajo las condiciones físico-químicas y de estrés a las
que están sometidas, y tendrán un mejor desempeño a la hora de la biorremediación.
La búsqueda comienza en el procesamiento de una muestra de suelo mediante una serie
de diluciones, tratando de obtener aquellos morfotipos cultivables; ya que una gran
parte de los microorganismos del suelo no pueden ser recuperados en medios para el
cultivo de microorganismos.
Además de una búsqueda general, se realiza una específica a través de medios selectivos
y diferenciales, en la cual se pretende aislar ciertos morfotipos como las Pseudomona
sp. y bacterias lactosa positivas (bacterias capaces de utilizar la lactosa), debido a su
bien conocida actividad degradadora de hidrocarburos.
Luego, estas diluciones son sembradas en diferentes medios de cultivo donde grandes
familias de morfotipos se hacen presentes; éstas varían en densidad y diversidad. La
diversidad está determinada por los morfotipos recuperados que se diferencian según su
morfología macroscópica (su aspecto físico), mientras que la densidad está determinada
por el número total de individuos que pertenecen a un grupo con una morfología
macroscópica común.
Estos datos de densidad y diversidad son de gran valor. Primero, porque indican acerca
de la calidad microbiana del suelo, ya que un suelo que tiene gran número de
morfotipos, es un suelo que tiene vida y por ende presenta una buena prospección para
la biorremediación debido a su posible alta actividad microbiana. Segundo, porque
aquellos morfotipos que se encuentren en mayor número serán seleccionados por su
habilidad para sobrevivir a la presión selectiva del contaminante y para usarlo como
fuente de energía y carbono, pues por eso están creciendo.
Ya seleccionados los morfotipos se conforma un consorcio o pool de microorganismos
degradadores de hidrocarburos y, utilizando la estrategia de bioaumentación, se hace
una producción a mayor escala y en proporciones estratégicas de estos. En esta
producción debe tenerse en cuenta el volumen de suelo contaminado para biorremediar,
la concentración del contaminante y las clases de morfotipos que se aislaron.
Los factores a tener en cuenta en la aplicación del “Landfarming” son:
 La existencia de unas condiciones geológicas y geoquímicas favorables.
 El manejo de un consorcio microbiano sobre la utilización de un solo
morfotipo, debido a que los morfotipos al estar en grupo pueden tolerar mejor
los cambios físico-químicos en el campo y sus actividades metabólicas pueden
interactuar entre sí para la parcial o final biorremediación.
 Conocer las condiciones ambientales en las cuales se desea que los morfotipos
trabajen, para así poder optimizar la biorremediación, cambiando los posibles
parámetros físicos o químicos que puedan ir en contra de la actividad microbiana
en el material a biorremediar o en el ambiente.
 Resaltar la importancia que tiene la selección de microorganismos autóctonos
(aislados del lugar para la biorremediación), debido a que estos morfotipos se
encuentran mejor adaptados al contaminante; a diferencia de morfotipos
foráneos, que aunque con una gran actividad biorremediadora, pueden no
funcionar bajo las condiciones ambientales del lugar.

VENTAJAS.
 Es económico con respecto a otras técnicas de biorremediación.
 Es un proceso considerado de bajo nivel tecnológico que no requiere exigentes
consideraciones de ingeniería, y a la vez permite una fácil manipulación y
control de las variables de diseño y operación.

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DESVENTAJAS.
 Requiere grandes extensiones de terreno para disposición de suelos y no es
viable si no se cuenta con suficiente área.
 Cuando los contaminantes son hidrocarburos livianos la remediación puede ser
acelerada por su volatilización, lo cual generaría problemas con las autoridades
ambientales donde las regulaciones de emisiones atmosféricas son exigentes.
 Cuando la contaminación es profunda los costos de excavación y movimiento
de tierras pueden ser altos.

7.2.2. BIOCELDAS O BIOPILAS

La técnica conocida como bioceldas o biopilas es un tratamiento de biorrecuperación en


condiciones no saturadas, que consiste en la reducción de la concentración de
contaminantes derivados del petróleo en suelos excavados mediante el uso de la
biodegradación a partir de la construcción de un sistema cerrado que permita controlar
lixiviados, hidrocarburos volátiles y algunas variables de diseño mediante el suministro
de nutrientes y oxígeno a través de la pila del suelo.
La técnica consiste en la formación de pilas de material biodegradable de dimensiones
variables, formadas por suelo contaminado y materia orgánica (compost) en condiciones
favorables para el desarrollo de los procesos de biodegradación de los contaminantes.
En el fondo de la pila el sistema cuenta con un aislante que generalmente son
geomembranas o canales plásticos para el control de lixiviados. Estas pilas de compost
pueden ser aireadas de forma activa, volteando la pila, o bien de forma pasiva, mediante
tubos perforados de aireación, con distribución permanente de nutrientes,
microorganismos y aire. En principio, las biopilas se pueden aplicar a la mayoría de los
compuestos orgánicos, siendo más eficaz en los compuestos de carácter más ligero.
Entre los factores que influyen en la aplicación de las biopilas se destacan:
 Los hidrocarburos deben ser no halogenados y deben encontrarse en el suelo en
concentraciones menores a 50.000 ppm.
 Dada la necesidad de excavación y posterior depósito del suelo contaminado, se
requiere una superficie de trabajo relativamente grande cuyas dimensiones
dependen del volumen de suelo a tratar.
 Necesidad de una densidad de poblaciones microbianas (>1.000 CFU/gramo de
suelo), condiciones de humedad (40 a 85% de capacidad de campo), temperatura
(10 a 45ºC), textura (baja proporción de arcillas), pH del suelo adecuadas (6 a
8) y baja presencia de metales pesados (< 2.500 ppm).
 La concentración de nutrientes en el suelo cuyo rango normal de C:N:P sea de
100:10:1.
VENTAJAS.
 Esta técnica es muy eficiente en el tratamiento de residuos con bajas
concentraciones de hidrocarburos.
 Por ser un sistema cerrado permite un mayor control de las variables del
proceso, como el control de condiciones climatológicas adversas (baja
temperatura o alto régimen pluviométrico).
 Cuando no se dispone de espacio suficiente para extender el suelo, este sistema
permite construir pilas de suelo cuatro o cinco veces más altas que en una
disposición sobre el suelo (ocupa diez veces menos área)(Zitrides, 1995).

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DESVENTAJAS.
 Si en el proceso se generan gases o vapores de hidrocarburos volátiles regulados
por la autoridad ambiental, o las condiciones climatológicas de la zona pueden
afectar negativamente la eficiencia del proceso, la pila del suelo se debe cubrir
con membranas o poner techo de forma similar a los invernaderos. Los vapores
generados en el proceso se deben colectar y tratar antes de ser emitidos a la
atmósfera. Lo que incurre a costos adicionales.
 Como todos los tratamientos “Ex Situ”, cuando la contaminación es muy
profunda, el movimiento de tierra puede requerir costos más altos.

7.2.3. TRATAMIENTO DE BIOSUSPENSIÓN

También conocido como sistema biorreactor o contacto líquido-sólido. El


procedimiento consiste en excavar el suelo contaminado y luego introducirlo en un
reactor añadiendo nutrientes, agua, y los cultivos microbianos adecuados para que se
lleve a cabo la degradación. Se mezcla bien y se airea la suspensión hasta que las
transformaciones de los compuestos seleccionados para su eliminación alcanzan el nivel
deseado. A continuación se detienen el mezclado y la aireación, y se deja a los sólidos
separarse de los fluidos por sedimentación. El sedimento es retirado y, si la
transformación ha tenido éxito, el suelo se devuelve a su lugar de origen, mientras que
los líquidos se tratan como aguas residuales.
El suministro de oxígeno puede realizarse mediante aireación difusa, turbina difusora y
aireación superficial (Metcalf y Eddy, 1991). La tasa de transferencia de oxígeno
necesaria es función de la tasa de degradación de los compuestos orgánicos y de la tasa
de crecimiento microbiano. Su determinación no es fácil de hacer, sin embargo, las tasas
de transferencia disminuyen al aumentar la concentración de sólidos suspendidos.
El mezclado y el suministro de nutrientes también son fundamentales, ya que por el
primero se incrementa el contacto entre los microorganismos y los componentes
contaminantes, dando como resultado un incremento de las velocidades de transferencia
de masa y de reacción. Los nutrientes normalmente optimizan la biorrecuperación por
favorecer el crecimiento de los microorganismos. Por otro lado, el mezclado y la
aireación ayudan a romper los flóculos de tierra y a disolver los contaminantes.

VENTAJAS.

 En comparación con otros procesos de tratamiento, los reactores vía suspensión


proporcionan el mayor contacto entre los contaminantes, los microorganismos,
el oxígeno, el agua y los nutrientes.
 La capacidad de controlar los sistemas del tratamiento vía suspensión es mucho
mayor y por tanto puede ser la tecnología más efectiva.
 El tratamiento vía suspensión puede aplicarse en particular a los suelos
contaminados con residuos oleosos y de consistencia alquitranada (siendo estos
compuestos difíciles de biodegradar).
 Es más rápido y requiere menos superficie que otros sistemas.
DESVENTAJAS.
 Debido al energético mezclado y a la aireación forzada se favorece el escape de
emisiones de aire, por ello la suspensión no es una buena elección para suelos
donde los compuestos volátiles sean mayoría.
 Esta técnica demanda mayor cantidad de dinero a comparación de otras técnicas
de biodegradación.

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7.3. FITORREMEDIACIÓN: OTRA ALTERNATIVA DE BIORREMEDIACIÓN

La fitorremediación constituye una variación de las técnicas de biorremediación, que se


basa en el uso de plantas verdes y los microorganismos asociados a ellas así como las
enmiendas del suelo y técnicas agronómicas dirigidas a liberar, contener, o transformar
en compuestos inocuos a los contaminantes del suelo.
Inicialmente, el término de fitorremediación se asoció al uso de plantas capaces de
bioconcentrar niveles inusuales de metales en sus tejidos. La mayor parte de ellas están
constituidas por pequeñas plantas herbáceas que se desarrollan en zonas metalúrgicas
naturales o en depósitos.
Hoy en día, las investigaciones en fitorremediación se encaminan no sólo al tratamiento
de contaminantes inorgánicos (metales, metaloides, haluros y radionucleidos), sino
también al tratamiento de contaminantes orgánicos (50); algunas especies de plantas
probadas con éxito en la fitorremediación de suelos contaminados con hidrocarburos del
petróleo son: Zea mays L., Panicum maximun Jacq., Paspalum virgatum L.,
Echinochloa polystachya H.B.K., Sorghum vulgare L., Phaseolus vulgaris L., Phaseolus
coccineus L., Chamaecrista nictitans (L.) Moench., Brachiaria brizantha (Hochst. ex A.
Rich) Stapf., Triticum aestivum L., Hordeum vulgare L., entre otras. (Revista
Latinoamericana de Microbiología vol 48. Abril - Junio de 2006)
Comprendiendo tanto los procesos dirigidos a liberar el contaminante de la matriz del
suelo (descontaminación), como los encargados de secuestrarlos en dicha matriz
(estabilización).

7.3.1. FITODESCONTAMINACIÓN Y FITOESTABILIZACIÓN


La fitodescontaminación es el proceso por el cual la concentración de contaminantes del
suelo se reduce a niveles tolerables a través de la acción de las plantas, su microflora
asociada y de las técnicas agronómicas apropiadas. A su vez, comprende los siguientes
procesos:
 Fitoextracción. Es el proceso por medio del cual, tanto los contaminantes
metálicos, como los contaminantes orgánicos del suelo, son absorbidos
directamente por las plantas e incorporados a su biomasa, que con posterioridad
será recolectada para su destrucción.
 Fitovolatilización. Proceso por el cual las plantas y la actividad microbiana
asociada, a través de enzimas especializados, pueden transformar, degradar y
finalmente volatilizar los contaminantes desde el suelo. La volatilización puede
producirse tanto desde el sistema radicular como desde la parte superficial del
suelo.
 Fitodegradación. Es el proceso mediante el cual las plantas toman el
contaminante y lo metabolizan transformándolo en un material sin riesgos para
el medio natural.
 Rizodegradación. Es el proceso por medio del cual las raíces de las plantas, su
microflora asociada y/o los productos excretados destruyen el contaminante en
la zona radicular.
La fitoestabilización es el proceso que está encaminado al secuestro y estabilización de
los contaminantes en los suelos. Se utilizan plantas tolerantes al contaminante, capaces
de estabilizarlo mecánicamente, y por tanto impiden su transporte a otros medios,
incluyendo el agua subterránea.

21
7.3.2. TOLERANCIA DE LAS PLANTAS A LOS CONTAMINANTES

Una característica esencial en cualquier tecnología de fitorremediación es la tolerancia


de las plantas a los contaminantes, que se define como la capacidad para resistir la
acumulación en sus tejidos de elevados niveles de compuestos tóxicos. Para comprender
el desarrollo de las plantas hipertolerantes es necesario conocer las estrategias
moleculares que adoptan para resistir los efectos tóxicos de los contaminantes
inorgánicos y orgánicos.
Tolerancia a los metales pesados. La tolerancia a los metales pesados por las plantas
está limitado tanto por la admisión celular, como por la resistencia de los metales una
vez que han penetrado en las células.
Las estrategias empleadas por las plantas, para resistir los efectos tóxicos causados por
los metales pesados, se relacionan con los siguientes mecanismos:
 Establecimiento de enlaces entre los metales y la pared celular.
 Nivel de tolerancia por la membrana celular hacia los metales.
 Reducción del transporte por la membrana celular.
 Flujo activo de metales desde las células hacia el exterior.
 Nivel de tolerancia de los enzimas vegetales hacia los metales.
 Compartimentación o acumulación del exceso de metales en órganos
subcelulares como son las vacuolas.
 Quelación del metal por ligandos orgánicos y/o inorgánicos (fitoquelatos).
 Precipitación del metal al formar compuestos de baja solubilidad.
Tolerancia a los contaminantes orgánicos. Las plantas muestran una variación
considerable de su tolerancia hacia los contaminantes orgánicos; dos son los
mecanismos por los que las plantas pueden incrementar su resistencia a los
contaminantes orgánicos. El primero de ellos consiste en la transformación de los
elementos tóxicos en la rizosfera, para ello la planta libera más del 20% de su
fotosintato dentro del suelo en forma de exudado radicular. El fotosintato liberado está
constituido por una mezcla de azúcares, alcoholes, fenoles, ácidos orgánicos y proteínas
que rápidamente son utilizados por las comunidades microbianas existentes en la
rizosfera. Estas poblaciones pueden ser, de 100 a 10.000 veces mayores que las
poblaciones presentes en la matriz del suelo, y se caracterizan por presentar enzimas
específicos capaces de metabolizar los contaminantes orgánicos hacia formas menos
tóxicas.
El segundo mecanismo se produce una vez que los contaminantes han atravesado el
sistema radicular. En este caso, los elementos tóxicos pueden seguir dos vías de
transformación, por un lado se trasladan hacia brotes y hojas para, posteriormente,
volatilizarse, y por otro pueden sufrir procesos de metabolización hacia nuevas formas..

7.3.3. FUTURO DE LA FITORREMEDIACIÓN


La fitorremediación es una tecnología emergente en el tratamiento de la contaminación,
su aplicación es cada vez mayor y sus resultados se están valorando como muy
positivos. La utilización de técnicas, en campo, con plantas herbáceas, gramíneas,
vegetación arbórea y algunos mutantes transgénicos, pone de manifiesto que la
fitorremediación empieza a ser una tecnología competitiva en la recuperación de suelos
contaminados.
El conocimiento de los procesos fisiológicos que tienen lugar en la planta, junto al
conocimiento de los compuestos tóxicos, está haciendo que se puedan seleccionar
plantas con mayores niveles de tolerancia hacia contaminantes específicos. Además, por
técnicas genéticas se pueden incrementar la biomasa vegetal, su morfología, densidad

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radicular o penetración en profundidad, así como favorecer la existencia de asociaciones
específicas de microorganismos-raíces.
La fitorremediación podría ser particularmente atractiva en medios con bajo riesgo,
donde los contaminantes estén limitados a la zona radicular y donde no hubiera fuertes
contrastes climáticos. En estas condiciones, la velocidad de la toma de contaminantes
por especies fitoextractoras y la velocidad de fitodegradación por enzimas específicos
podrían, probablemente, ser mayores que la velocidad de difusión de los contaminantes.
Sin embargo, la fitorremediación está limitada por las condiciones que impiden un
crecimiento normal de las plantas como son: el clima. la topografía, los procesos de
erosión, y concentraciones de contaminante que exceda del nivel de tolerancia de las
plantas.
También limita la utilización de esta técnica el tiempo que haya para la
descontaminación (la fitorremediación es lenta), y la distancia del contaminante a zonas
sensibles: ríos, lagos, lagunas y aguas subterráneas.

VIII. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

 En general, la contaminación de suelos por productos, compuestos o desechos


orgánicos de la industria petrolera pueden ser tratados y recuperados
ecológicamente con la biorremediación, basada en la estimulación de los
microorganismos para adecuación de los factores abióticos.

 Así mismo podría indicarse que en suelos de textura contrastantes como los
arcillosos y arenosos, deben emplearse acondicionadores orgánicos que permitan
mejorar la estructura de la mezcla para favorecer así la biorremediación.

 Tanto los tratamientos ex-situ como in-situ son una buena alternativa para
conseguir degradar el contaminante, siendo los tratamiento ex-situ los que
mejores resultados presentan, ya que las variables pueden ser mejor controladas,
es un tratamiento costoso a causa del transporte del terreno contaminado a la
zona de tratamiento. El tratamiento in situ es el más recomendado para suelos
permeables cuando la contaminación afecta a los horizontes subsuperficiales.

 En cualquier tratamiento de biorremediación la velocidad de descomposición


por los organismos va a depender de su concentración, de determinadas
características del suelo (disponibilidades de oxígeno y de nutrientes, pH,
humedad y temperatura) y de la estabilidad del contaminante. Para definir el
tratamiento más apropiado es necesario un estudio previo de las características
edáficas del suelo y el nivel de contaminación que presenta, con el fin recuperar
sus características biológicas y morfológicas.

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