Convenio Arbitral
Convenio Arbitral
Convenio Arbitral
2. ARBITRAJE…………………………………………………..……..……………………..5
2.1 NATURALEZA JURÍDICA DEL ARBITRAJE………..…………………………..6
3. CONVENIO ARBITRAL…………………………………………………………………..8
3.1 AUTONOMÍA DEL CONVENIO ARBITRAL……………………………………..9
3.2 CARACTERES DEL CONVENIO ARBITRAL…………………………………..11
3.3 CAPACIDAD PARA CELEBRAR EL CONVENIO ARBITRAL………………..11
3.4 FORMA DEL CONVENIO ARBITRAL…………………………………………..12
3.5 EL OBJETO DEL CONVENIO ARBITRAL Y EL OBJETO DEL
ARBITRAJE………………………………………………………………………………….13
3.6 CONVENIO ARBITRAL Y LA PRESCRIPCIÓN DE DERECHOS:………….14
3.7 CLÁUSULAS PATOLÓGICAS DEL CONVENIO ARBITRAL………………..15
4. CONVENIO ARBITRAL………………………………………………………………....15
4.1 CUESTIONES APTAS PARA ARBITRAJE…………………………………......16
4.2 ARBITRAJE COMO JURISDICCIÓN ALTERNATIVA…………………………16
4.3 CLASES DE ARBITRAJE…………………………………………………………17
4.3.1 ARBITRAJE DE DERECHO O DE CONCIENCIA……………………….18
4.3.2 ARBITRAJE DOMÉSTICO O INTERNACIONAL………………………...18
5. LOS ÁRBITROS…………………………………………………………………………18
5.1 REGLAS DE ÉTICA……………………………………………………………….19
6. PROCEDIMIENTO ARBITRAL…………………………………………………………20
7. CONCILIACIÓN EN SEDE ARBITRAL………………………………………………..21
8. LAUDO ARBITRAL………………………………………………………………………22
8.1 RECURSOS CONTRA EL LAUDO………………………………………………22
8.2 RECURSO APELACIÓN………………………………………………………….23
8.3 RECURSO DE ANULACIÓN……………………………………………………..23
9. TRIBUNAL ARBITRAL………………………………………………………………….24
9.1 COMPOSICIÓN DEL TRIBUNAL………………………………………………..25
10. EXCEPCIÓN DE CONVENIO ARBITRAL…………………………………………..25
11. MODELO DE RESOLUCIÓN ………………………………………………………...28
12. TRABAJO A MANO……………………………………………………………………32
13. BIBLIOGRAFIA…………………………………………………………………………34
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1. INTRODUCCIÓN
Toda relación humana está expuesta a conflictos de múltiple índole, en el que
están en juego intereses diversos.
A medida que el hombre ha ido evolucionando ha tratado de encontrar
diversos medios para solucionar sus diferencias, hasta llegar al ordenamiento
jurídico para garantizar condiciones de vida y normas de conducta dentro de
la sociedad, con el fin de mantener la fuerza y evitar la violencia como
métodos orientados a la administración de justicia, a través de un tercero
imparcial que dirima sus confrontaciones.
En nuestro país está establecido en nuestra constitución que solo el poder
judicial puede administrar justicia, con excepción de la militar y arbitral, la
constitución permite la jurisdicción arbitral, la cual es un sistema de resolución
de conflictos, un tribunal es nombrado por las partes en conflictos.
En el presente trabajo se va a tratar de explicar en qué consiste el convenio
arbitral y principalmente la excepción del convenio arbitral.
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2. ARBITRAJE
Es un proceso en el cual se trata de resolver extrajudicial las diferencias que
surjan en las relaciones entre dos o mas partes, quienes acuerden la
intervención de un tercero (arbitro o tribunal arbitral), para que los resuelva.
De todas las instituciones antes mencionada, el arbitraje es el que mayor
aproximación tiene con el modelo adversarial del litigio común.
Es un mecanismo típicamente adversarial, cuya estructura es básicamente la
de un litigio. El rol del arbitro es similar al del juez; las partes le presentan el
caso, prueban los hechos y sobre esa base decide la controversia. Sin
embargo, no obstante sus similitudes el arbitraje mantiene con el sistema
judicial una gran diferencia, la decisión que pone fin al conflicto no emana de
los jueces del estado, sino de particulares libremente elegidos por las partes.
A diferencia de la conciliación y mediación, el tercero neutral no ayuda ni
colabora con las partes a efectos de resolver el conflicto mas bien impone una
solución vía Laudo Arbitral, que tiene efectos de sentencia judicial.
El arbitraje se llega generalmente en forma voluntaria a través de cláusulas
mediante las cuales las partes deciden someter determinadas cuestiones a ser
resueltas por el árbitro en lugar de acudir a la justicia ordinaria.
Nuestra constitución vigente de 1993, en su art. 138 establece: "la potestad de
administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el, poder judicial a través
de sus órganos jerárquicos con arreglo a la constitución y a las leyes", y en su
art. 139 señala: "no existe ni puede establecer jurisdicción alguna
independiente, con excepción de la militar y la arbitral", de igual modo el art. 62
preceptúa: "los conflictos derivados de la relación contractual solo se
solucionan en la vía arbitral o en la vía judicial, según los mecanismos de
protección previsto en el contrato o contemplados en la ley", finalmente en
relación al propio estado, en la parte final del art. 63 dispone: "el estado y las
demás personas de derecho publico pueden someter las
controversias derivadas de relación contractual a tribunales constituidos en
virtud de tratados en vigor. Pueden también someterlas a arbitraje nacional o
internacional en la forma en que disponga la ley".
Como vemos la constitución al tiempo que garantiza el acceso a la justicia
ordinaria, permite a los particulares y aun al estado, a dejar de lado ese medio
recurriendo al arbitraje como formula alternativa.
Por lo demás el estado reconoce la decisión arbitral el valor de cosa juzgada,
considerando para tal efecto el procedimiento de ejecución de sentencia
judicial, como expresamente señala el art. 83 de la ley Nº26572, "el laudo
arbitral consentido o ejecutoriado tiene el valor equivalente a una sentencia y
es eficaz y de obligatorio cumplimiento desde su notificación a las partes. Si lo
ordenado en el no se cumple por la parte o partes a quienes corresponda
hacerlo, el interesado podrá solicitar su ejecución forzada ante el juez
especializado en lo civil del lugar de las sede del arbitraje que corresponda".
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Sin lugar a dudas el arbitraje no pretende reemplazar a los jueces ni mucho
menos desmerecerlos, antes bien complementan el papel que desempeñan
dentro de la sociedad.
Dado el origen privado del arbitraje, es que las partes pueden designar el
árbitro o tribunal arbitral, según sea el caso.
Existen particularidades de la figura que admiten presentarlos conforme al
sistema donde vayan a insertarse.
- el arbitraje voluntario proviene de la libre determinación de las partes, sin que
preexista un compromiso que los vincule.
- el arbitraje forzoso en cambio viene impuesto por una cláusula legal o por el
sometimiento pactado entre las partes antes de ocurrir el conflicto.
A su vez elección de la vía supone recurrir a árbitros libremente seleccionados
o bien designar a un organismo especializado (arbitraje institucionalizado).
La decisión del laudo obliga pero no somete, es decir determina efectos que
vinculan el derecho de las partes, pero la inejecución no tiene sanción de
árbitros. En todo caso son los jueces ordinarios quienes asumen la
competencia ejecutiva.
2.1 NATURALEZA JURÍDICA DEL ARBITRAJE
Acerca de la naturaleza jurídica del arbitraje, en el tiempo se han propugnado
hasta cuatro teorías, entre ellas tenemos: la teoría contractualista, la
jurisdiccionalista, la ecléctica y la autónoma. Por aspectos estrictamente
referenciales, nos vamos a referir en forma muy breve acerca de cada una de
ellas:
Teoría Contractualista.- De acuerdo con la Dra. Canduelas Cervantes y otras,
esta teoría se fundamenta en el sentido que "el arbitraje es equiparable a un
contrato privado, como una manifestación más de soberanía y poder de
disposición de las partes sobre sus relaciones jurídicas, sometiendo la solución
de determinadas controversias a la decisión de uno o más árbitros." El mayor
fundamento acerca de la tesis contractualista, en palabras del Dr. Roca
Martínez, consiste en que el arbitraje se encuentra en el ámbito del derecho
privado; así como es privado el negocio jurídico de que los árbitros derivan sus
facultades, así es privada su función, así son de derecho privado las relaciones
que se engendran entre ellos y las partes, y del mismo modo lo es el laudo que
dictan.
Teoría Jurisdiccional.- Al respecto la Dra. Canduelas Cervantes y otras
manifiestan que la teoría se sustenta en " la idea del elemento jurisdiccional o
procesal del arbitraje pone el acento en el carácter o función decisoria al juez
subraya el rasgo acerca de la equivalencia entre la sentencia y el laudo." Así
mismo el Dr. Serra Dominguez, manifiesta que el laudo arbitral es el resultado
de una actividad jurisdiccional. Consecuentemente con el concepto de
jurisdicción que propugna, considera que históricamente es anterior a la
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legislación, y por tanto, su noción independiente de la atribución por parte
del Estado a unos órganos determinados. El órgano es irrelevante; lo
interesante es la función y los efectos de ésta. En su argumentación aporta
toda una serie de razones para sostener la jurisdiccionalidad del arbitraje, de
las que destaca la concurrencia simultanea de juicio y cosa juzgada
Teoría Ecléctica.- Sobre el particular, la Dra. Ledesma Narvaez, manifiesta
que "considera al arbitraje como una institución de naturaleza contractual, en
su origen, pero jurisdiccional en sus efectos. Destacando este carácter, se dice
que el arbitraje es para-jurisdiccional o cuasi-jurisdiccional, o es calificado como
un equivalente jurisdiccional.
Teoría Autónoma.- Para el Dr. Cantuarias Salaverry, consiste en que como una
institución independiente, la cual existe ante la necesidad de crear espacios
necesarios para la solución de conflictos fuera del aparato jurisdiccional del
Estado.
El Tribunal Constitucional, sobre la naturaleza del arbitraje, asumió la teoría
jurisdiccionalista, ello se infiere de la lectura del considerando 12, de la
sentencia STC N° 6167-2006-PHC-Lima (Fernando Cantuarías Salaverry con
la Cuarta Sala Penal con reos libres de la Corte de Lima), cuyo texto es "12 El
reconocimiento de la jurisdicción arbitral comporta la aplicación a los tribunales
arbitrales de las normas constitucionales y, en particular, de las prescripciones
del artículo 139º de la de Constitución, relacionadas a los principios
y derechos de la función jurisdiccional. Por ello, el Tribunal considera y reitera
la protección de la jurisdicción arbitral, en el ámbito de sus competencias, por el
principio de "no interferencia" referido en el inciso 2) del artículo constitucional
antes citado, que prevé que ninguna autoridad puede avocarse a causas
pendientes ante el órgano jurisdiccional, ni interferir en el ejercicio de
sus funciones. Los tribunales arbitrales, por consiguiente, dentro del ámbito de
su competencia, se encuentran facultados para desestimar cualquier
intervención y/o injerencia de terceros –incluida autoridades administrativas y/o
judiciales– destinada a avocarse a materias sometidas a arbitraje, en mérito a
la existencia de un acuerdo arbitral y la decisión voluntaria de las partes.
En el mismo sentido el Dr. Caballol Angelats, sostiene al afirmar que, "La
naturaleza jurisdiccional del arbitraje es plenamente compatible con su
fundamento contractual. El Contrato explica la posibilidad de acudir al arbitraje
en el caso concreto. La jurisdiccionalidad explica que tras la aceptación, los
árbitros no vean condicionado, ni el desarrollo de su actuación, ni el alcance
vinculante de su decisión a la posterior anuencia de las partes.
Asimismo, el Dr. Caivano, sobre la naturaleza jurisdiccional del arbitraje
manifiesta que "El arbitraje es una forma de "justicia privada". Lo que pretende
significarse a través de esa expresión –que no tiene connotaciones políticas o
ideológicas- es que se trata de una actividad jurisdiccional ejercida por
particulares que no integran los órganos del Poder Judicial de un Estado. La
naturaleza jurisdiccional del arbitraje es hoy incuestionable, ya que en
el desempeño de la misión que toca a los árbitros se encuentran las
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características propias de aquélla: al fin y al cabo, la jurisdicción no es sino la
función de administrar justicia.
Finalmente, la Dra. Quiñonez Alayza, afirma que, "Al respecto Linares y Díaz-
Candia, señalan que habiendo obtenido reconocimiento a nivel constitucional la
jurisdicción arbitral, los árbitros comparten los mismos derechos
y obligaciones de los jueces. En forma similar sobre el arbitraje opina el Dr.
Sierralta Ríos, al manifestar que "Es uno de los mecanismos más antiguos de
solución de conflictos, según el cual las partes someten su divergencia a la
opinión ilustrada de un árbitro, que actúa como si fuera un juez, pero con la
diferencia que ha sido escogido por las partes y se le ha revestido de facultad
de juzgamiento.
En conclusión, respecto a la naturaleza del arbitraje, nuestro país con el
pronunciamiento del Tribunal Constitucional, ha adoptado la teoría
jurisdiccionalista, ya que los árbitros también administran justicia, por imperio
de la Constitución Política y que la principal diferencia con la justicia ordinaria,
está en que las partes, fijan las reglas del procedimiento arbitral, en el caso de
arbitraje Ad Hoc y se sujetan a las reglas de un centro de arbitraje, para el caso
de arbitraje Institucional, en ambos casos las partes se someten
voluntariamente a la jurisdicción del Tribunal Arbitral y al resultado de su
pronunciamiento.
3. CONVENIO ARBITRAL
Acerca del convenio arbitral el Dr. Cantuarias Salaverry, explica que su actual
concepción data del Convenio de Nueva York, al referirse que, a partir del
Convenio sobre Reconocimiento y Ejecución de las Sentencias Arbitrales
Extranjeras, conocido como la Convención de Nueva York de 1958, en su
artículo II establece que 1.- Cada uno de los Estados Contratantes reconocerá
el acuerdo por escrito conforme al cual las partes se obliguen a someter a
arbitraje todas las diferencias que hayan surgido o puedan surgir entre ellas
respecto a una determinada relación jurídica, contractual o no contractual,
concerniente a un asunto que pueda ser resuelto por arbitraje. 2.- La expresión
acuerdo por escrito denotará una cláusula compromisoria incluida en un
contrato o en un compromiso, firmados por las partes o contenidas en un canje
de cartas o telegramas. A cerca del Convenio de Nueva York, nuestro país
mediante Resolución Legislativa N° 24810, publicada el 25 de mayo de 1988,
aprobó la Convención sobre el Reconocimiento y la Ejecución de las
Sentencias Arbitrales Extranjeras", adoptada en Nueva York el 10 de junio de
1958.
Ahora bien, el convenio arbitral, en palabras de la Dra. Bernardo San José,
manifiesta que, tiene su base en la autonomía de la voluntad, y sus requisitos
de constitución, validez y eficacia se rigen, en principio, por los
correspondientes preceptos del Código Civil. La misma autora nos informa en
el sentido que "El convenio arbitral tiene origen privado, pero a de producir sus
efectos en una esfera, la procesal, en la que predomina el interés público (al fin
al cabo, el Estado es un último término el garante de una ordenada y eficaz
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resolución de los conflictos intersubjetivos que evite la autotutela) y en la que
subyace, en todo caso, la renuncia (parcial, eso sí) al derecho fundamental a
obtener la tutela de jueces y tribunales.
Dicho enfoque también es compartido por el Dr. Ramos Méndez, al afirmar
que, "el convenio arbitral no es más que un pacto o una cláusula contractual de
la que se desprende la opción de las partes por el arbitraje Tal parecer en
términos más amplios también, es compartido por el Dr. Soto Coaguila, acerca
del convenio arbitral al referirse que, "El convenio arbitral puede pactarse como
parte integrante del contrato (por ejemplo, como una cláusula del contrato) o
como un acuerdo independiente. Las partes tienen la libertad de pactar el
convenio arbitral al tiempo de celebrar el contrato e insertarlo como una
cláusula o pactarlo con posterioridad, exista o no conflicto entre las parte.
Ahora bien, el Dr. Cantuarias Salaverry, acerca del convenio arbitral, indica
que, "Como podemos apreciar, la figura del "convenio arbitral" permite a las
partes el acceder al arbitraje bastándoles haber suscrito un acuerdo en forma
previa al nacimiento del conflicto, sin que sea necesaria la suscripción de
ningún otro contrato cuando la controversia se presente. De similar parecer es
la Dra. Canduelas Cervantes y otros, al manifestar que, "El convenio arbitral es
el acuerdo que soporta la estructura del arbitraje, y tiene como finalidad que las
partes consientan y expresen su voluntad de resolver la controversia utilizando
este medio de naturaleza hetercompositiva.
Hechas esas precisiones y a decir del Dr. Cantuarias Salaverry, los elementos
esenciales del convenio arbitral son solo dos: 1. El compromiso inequívoco y
claro de que las partes desean someterse al arbitraje; y 2. La fijación de la
relación jurídica respecto de la cual se arbitrarán los conflictos. El referido autor
manifiesta que, no quiere decir que cualquier otro tema distinto a los dos únicos
elementos esencial del convenio arbitral no pueda (y en muchos casos deba
por razones prácticas) estipularse al momento en que se otorga el convenio
arbitral. Lo que pasa es que las partes podrán pactarlos en cualquier momento
e, inclusive, los árbitros podrán decidirlos o supletoriamente podrá aplicarse la
ley arbitral que corresponde.
Por lo tanto, de lo expuesto se puede concluir que el convenio arbitral, está
sustentado en la autonomía de la voluntad de la partes de someterse a la
jurisdicción arbitral y que no está sujeta a formalidades, pudiendo ser parte de
un contrato o en forma independiente mediante un pacto, exista o no conflicto
entre las partes.
3.1 AUTONOMÍA DEL CONVENIO ARBITRAL:
Al ser la autonomía de las partes un elemento vital, para la existencia del
convenio arbitral y sus subsecuentes efectos, es pertinente invocar al Dr.
Cárdenas Mejia, quien se expresa en el sentido que, "La autonomía del pacto
arbitral constituye hoy día un principio fundamental en materia de arbitraje.
Además de consideraciones puramente técnicas que le sirven de fundamento,
el mismo obedece al deseo de asegurar que se logre lo que las partes
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quisieron cuando celebraron el pacto arbitral, esto es, que sus litigios
vinculados al contrato se decidan a través de árbitros en forma expedita.
En palabras de la Dra. Bernardo San José, la autonomía del convenio arbitral
significa que, " la eventual nulidad del contrato principal en que el pacto arbitral
se encuentra inserto no se extiende al pacto mismo. Es la llamada "autonomía
sustancial" del convenio arbitral, ampliamente estudiada y defendida por la
doctrina y la jurisprudencia, sobre todo en el ámbito del arbitraje comercial
internacional
Por otro lado el Dr. Cárdenas Mejia, añade que, el principio de la autonomía de
las partes participantes en el convenio arbitral, consiste en que, "En su fórmula
tradicional este principio implica que el pacto arbitral es considerado
independientemente del contrato principal al cual se refiere el litigio, por lo cual
el pacto arbitral no se ve afectado por los hechos que determinan la extinción e
invalidez o suspenden la eficacia del contrato. El referido autor concluye en el
sentido que "el principio busca asegurar la eficacia del pacto arbitral, evitando
que se vea perturbado por la invocación de la nulidad o inexistencia del
contrato en relación con el cual surge el litigio
En efecto el convenio arbitral, es un acuerdo dotado de autonomía
e identidad propia, respecto al contrato, no obstante ello el convenio arbitral
puede estar incluido en una cláusula y ser parte de dicho contrato o el convenio
arbitral, puede estar incluido en un documento distinto separado del contrato, la
forma que adopte el convenio arbitral, es dispositiva por los signatarios del
convenio, es decir, las partes adoptan la forma que mejor les acomode a su
intereses.
Por su parte, la Ley de Arbitraje, sobre la autonomía del convenio arbitral, en el
inciso 2 del artículo 41, preceptúa que El convenio arbitral que forme parte de
un contrato se considerará como un acuerdo independiente de las demás
estipulaciones del mismo. La inexistencia, nulidad, anulabilidad o ineficacia de
un contrato que contenga un convenio arbitral, no implica necesariamente la
inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia de éste (...)". Del texto
se advierte sin lugar a dudas que en nuestro país el convenio arbitral, tiene
plena autonomía, es decir, tiene su estructura, sus reglas y vida propia, al no
ser parte del contrato, es decir, se ratifica el principio de separabilidad del
convenio arbitral.
En conclusión, el principio de la autonomía del convenio arbitral, respecto del
contrato, supone que la nulidad del contrato no conlleva Ipso Iure, a la nulidad
del convenio arbitral; de la misma forma la resolución, la rescisión o anulación
del contrato no afecta el convenio arbitral, es decir, se garantiza el deseo de las
partes de que sus conflictos vinculados con el contrato sea decidido por
árbitros.
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3.2 CARACTERES DEL CONVENIO ARBITRAL:
En términos muy generales, el convenio arbitral, es un acto jurídico intervivos,
por lo general, bilateral, pues requiere de confluencia de las manifestaciones de
voluntad de ambas partes.
Puede ser también un acto plurilateral, al estar previsto al interior del estatuto
de una persona jurídica. En efecto la Sexta Disposición Complementaria de la
Ley de Arbitraje, considera como convenio arbitral, a las estipulaciones
contenidas en los estatutos de una persona jurídica. Es decir, las controversias
que pudieran surgir entre la persona jurídica y sus miembros, administradores,
representantes y funcionarios o las que surjan entre ellos respecto de sus
derechos u obligaciones o las relativas al cumplimiento de los estatutos o la
validez de los acuerdos. Así mismo, la referida disposición preceptúa que el
convenio arbitral alcanza a todos los miembros, directivos, administradores,
representantes y funcionarios que se incorporen a la sociedad, así como a
aquellos que al momento de suscitarse la controversia hubiesen dejado de
serlo. En ese sentido, este convenio arbitral, obliga a los integrantes de las
personas jurídicas, por cuanto al constituirse como tales, sus integrantes
quedan subordinados a sus disposiciones estatutarias, así como los que con
posterioridad en forma voluntaria se incorporen a la persona jurídica.
Excepcionalmente el convenio arbitral, puede ser un acto unilateral mortis
causa y cuando la voluntad del testador, lo establece como acto de última
voluntad para obligar a sus sucesores y causahabientes. Al respecto, la
Séptima Disposición Complementaria de la Ley de Arbitraje, dispone que,
mediante estipulación testamentaria puede disponerse el sometimiento a
arbitraje de las controversias que puedan surgir entre sucesores, o de ellos con
los albaceas, incluyendo las relativas al inventario de la masa hereditaria, su
valoración, administración y partición.
Finalmente, el artículo 15 de la Ley de Arbitraje, contempla acerca de las
relaciones jurídicas estándares, trátese de cláusulas generales de contratación
o de contratos por adhesión, en ambos casos con estipulaciones específicas,
en las que contemple el convenio arbitral, bajo la condición de que dichos
convenios hubiesen sido conocidos por quienes no los redactó, usando
diligencia ordinaria.
3.3 CAPACIDAD PARA CELEBRAR EL CONVENIO ARBITRAL:
Dado que la Ley de Arbitraje, no realiza ninguna mención sobre la capacidad
para formalizar un convenio arbitral, y teniendo en consideración el carácter
negocial de este podemos tipificar sus elementos de capacidad en la exigencia,
de la capacidad de goce y, de ejercicio[39]prevista en el Código Civil.
Siendo el convenio arbitral un acto jurídico, es de ineludible aplicación lo
previsto en el artículo 140 del Código Civil, en tal sentido la manifestación de
voluntad, es imprescindible para su celebración, debiendo emanar de sujetos
capaces, salvo las excepciones previstas por ley, en palabras del Dr. Torres
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Vásquez " la capacidad es la aptitud de la persona para ser sujeto de derechos
y obligaciones y para realizar actos con eficacia jurídica.
Por otro lado, acerca de los representantes legales de las personas jurídicas, el
artículo 167 del Código Civil, dispone que los representantes legales requieren
autorización expresa para realizar los siguientes actos, entre ellos celebrar
compromiso arbitral, al respecto consideramos que su redacción responde a
una realidad de 1984, oportunidad en la que entro en vigencia el referido
cuerpo sustantivo, además que en dicho período, estaba en vigor el Código de
Procedimientos Civiles de 1912, que regulaba el juicio arbitral, como el único
procedimiento para los árbitros, de derecho o amigables componedores. Es así
que recién el año de 1992, el Decreto Ley N° 25935 cambio la
conceptualización del convenio arbitral, mediante la incorporación de principios
sobre la autonomía de la voluntad de las partes, marcando distancia entre
cláusula compromisoria y compromiso arbitral.
Ahora bien, retornando acerca de lo previsto en el artículo 167 del Código Civil
y sus alcances, el artículo 10 de la Ley de Arbitraje, flexibiliza la facultad de
representación, que tienen los gerentes o administradores, en el sentido que
por su solo nombramiento están facultados para celebrar convenios arbitrales,
en representación de las personas jurídicas en arbitrajes y ejercer todos los
derechos y facultades previstos en la Ley de Arbitraje, este nuevo matiz
también contribuye a la eficiencia del arbitraje, al evitar barreras innecesarias,
pues lo que se trata es de solucionar las controversias surgidas entre las
partes.
3.4 FORMA DEL CONVENIO ARBITRAL:
El convenio arbitral al ser una expresión de manifestación de voluntad de
quienes con la capacidad requerida, le dan existencia, por lo tanto tiene
necesariamente forma, además de ser medio de prueba de su existencia y
contenido del convenio.
La Ley de Arbitraje, en su artículo 13, dispone que el convenio arbitral, deberá
constar por escrito, mediante una cláusula incluida en un contrato o un acuerdo
independiente. Esta figura es extendida en el sentido que se entenderá que el
convenio arbitral, es escrito cuando quede constancia de su contenido en
cualquier forma, ya sea que el acuerdo de arbitraje o contrato se haya
concertado mediante la ejecución de ciertos actos o por cualquier medio;
además que se entenderá que el convenio consta por escrito cuando se cursa
una comunicación electrónica y la información en ella es accesible para su
ulterior consulta, es decir, se trata de una forma Ad Probationem
En efecto la redacción del artículo 13 de la Ley de Arbitraje, responde a la
Opción I del artículo 7 de la Ley Modelo UNCITRAL enmendada el 2006 cuya
finalidad es ampliar los alcances del concepto de escritura, debiendo
entenderse como ella como cualquier forma de registro del acuerdo de voluntad
entre las partes, evidentemente, esta flexibilización, está vinculada con los
distintos medios tecnológicos de comunicación, que oferta el mercado y los que
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en el futuro invente el hombre, la única exigencia para la validez del acuerdo,
es que los registros de la parte o partes signatarias del convenio arbitral,
puedan ser verificados posteriormente, por lo tanto, bajo este contexto la firma
como asentimiento de voluntad deviene en innecesaria.
Este concepto, sobre la forma del acuerdo del arbitraje, tiende a ser unitaria en
nuestro continente un ejemplo es la Ley de Arbitraje Comercial de Venezuela, a
decir del Dr. Rengel Romberg, comenta en los siguientes términos "En cuanto a
la forma del acuerdo de arbitraje, la nueva ley es precisa y recoge novedades
sobre la materia, pues no solamente que deba constar para escrito en cualquier
documento o conjunto de documentos que dejen constancia de la voluntad de
las partes de someterse a arbitraje, sino que además admite que una cláusula
arbitral, constituirá un acuerdo de arbitraje.
3.5 EL OBJETO DEL CONVENIO ARBITRAL Y EL OBJETO DEL ARBITRAJE:
Teniendo en consideración que el convenio arbitral, es un acto jurídico o
negocio jurídico, éste ineludiblemente debe cumplir con requisitos, para su
validez, en tal sentido, acerca del objeto del convenio, el numeral 2 del artículo
140 del Código Civil, preceptúa que, sus características deben ser física y
jurídicamente posible, así como determinado o, por lo menos determinable.
Sobre el particular el Dr. Vidal Ramírez, acerca del objeto del convenio arbitral,
afirma que viene a ser la relación jurídica que vincula a las partes que lo han
celebrado. La relación jurídica debe ser físicamente posible esto es, que los
derechos, deberes u obligaciones que le son inherentes deben existir o tener la
posibilidad de existir y, además, deben ser jurídicamente posibles, esto es,
guardar conformidad con el ordenamiento jurídico, y deben también ser
determinados, esto es, pueden ser identificados, o ser determinables, esto es,
ser susceptibles de identificación.
Por otro lado, el objeto del convenio arbitral, consiste en todo aquello sobre lo
que versa, es decir, en puridad la controversia, actual o que pueda surgir entre
las partes signatarias del convenio, en materias de su libre disposición. Acerca
de las características del objeto del convenio arbitral, la Dra. Bernardo San
José, indica las siguientes "1.- La controversia cuya resolución se encomienda
a los árbitros debe revestir carácter jurídico; 2.- No es necesario que la
controversia esté concreta y específicamente determinada; 3.- La cuestión
litigiosa ha de afectar a una materia sobre la que las partes tengan la libre
disposición conforme a Derecho; y 4.- La relación jurídica de la que surge o
puede surgir la cuestión litigiosa puede ser contractual o no contractual.
Los Drs. Castillo Freyre y Vásquez Kunze, respecto de los derechos
arbitrables, manifiestan que " no menos cierto es que las leyes que regulan la
institución arbitral en el mundo se estructuran en razón de una técnica
legislativa estándar que establece dos criterios para definir la arbitrabilidad de
un derecho: el criterio positivo y el criterio negativo. Se entiende por el primero
el que permite a las partes someter a arbitraje los conflictos sobre derechos
que la ley pone bajo su dominio, esto es, derechos sobre los que las partes
tienen la autoridad de disponer libremente. Es éste, como se verá al momento
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de revisar la ley sobre la materia, un criterio abierto e inclusivo, pues la norma
que se estructura bajo su sombra no específica ni enumera cuáles son esos
derechos de libre disposición. Por el contrario, el criterio negativo es excluyente
y cerrado en la medida en que inspira a la norma a sancionar una lista de
derechos sobre los que las partes se hallan expresamente prohibidas de
recurrir a la vía extrajudicial del arbitraje en caso de una controversia.
Ahora bien, para el Dr. Cantuarias Salaverry, respecto de la materia arbitrable
en el sentido que "Resulta una tarea complicada el poder determinar de
antemano qué puede someterse a arbitraje y qué se encuentra excluido de esta
vía. Sin embargo puede afirmarse que se puede someter a arbitraje cualquier
controversia referida una materia que sea de libre disposición de la partes y
que no puede recurrirse a esta vía cuando se trate de cuestiones que interesan
el orden público.
Finalmente, la Ley de Arbitraje, en el numeral 2.1, contiene un criterio más
amplio acerca del objeto del arbitraje en el sentido que se puede someter a
arbitraje las controversias emanadas de relaciones contractuales, sin
restricción alguna; no obstante ello, también otras de distintas naturaleza a
condición de que la ley las señale como arbitrables, en el mismo sentido opina
el Dr. Bullard Gonzalez, sobre el referido artículo, "el artículo continúa y se
refiere aquellos casos que la ley, los tratados o acuerdos internacionales
autoricen. Ello significa que la ley o tratados, partiendo de un marco
constitucional vigente en el Perú, pueden autorizar que arbitren en temas que
no serían en principio de libre disposición."
En conclusión, de acuerdo con la Ley de Arbitraje, se pueden someter a
arbitraje; i) Las materias de libre disposición conforme a derecho; ii) Aquellas
materias que señale la ley; y iii) Los acuerdos internacionales que se hayan
suscrito y que contengan una autorización para someter controversias a
arbitraje.
3.6 CONVENIO ARBITRAL Y LA PRESCRIPCIÓN DE DERECHOS:
La prescripción extintiva, contenida en el artículo 1989, del Código Civil, es una
institución del derecho, el cual la acción o la pretensión, se extingue, sin
embargo el derecho queda a salvo. En efecto, la extinción se produce por el
decurso del tiempo por la inacción del titular del derecho del que se materializa
en la pretensión y vencido el plazo prescriptorio, normado en la ley. Este plazo
prescriptorio, es susceptible de interrumpirse por las razones previstas en el
Código Civil y en las respectivas normas especiales.
Ahora bien, la interrupción del plazo de prescripción, se fundamenta en el
hecho de que el titular del derecho intente hacer valer su pretensión, mediante
la solicitud de arbitraje a la otra parte.
Finalmente, la Ley de Arbitraje, en su Novena Disposición Complementaria,
establece en el sentido que, comunicada la solicitud de arbitraje, se interrumpe
la prescripción de cualquier derecho o reclamo sobre la controversia que se
propone someter a arbitraje, siempre que llegue a constituirse el tribunal
12
arbitral. No obstante, la claridad de la norma, quedaría sin efecto la interrupción
de la prescripción cuando se declara nulo un laudo o cuando se ordene la
terminación de las actuaciones arbitrales. La referida disposición
complementaria, proscribe cualquier pacto contenido en el convenio arbitral
destinado a impedir los efectos de la prescripción.
3.7 CLÁUSULAS PATOLÓGICAS DEL CONVENIO ARBITRAL:
Teniendo en consideración que el convenio arbitral es una cláusula, dentro de
un contrato o mediante un acuerdo independiente, debemos tener sumo
cuidado en su elaboración, pues a decir, del Dr. Soto Coaguila, "de su correcta
estipulación dependerá el adecuado desarrollo del procedimiento arbitral. No
debemos permitir que se conviertan en cláusulas de media noche (midnigth
clauses) o en cláusulas de estilo, caracterizadas porque se copian y pegan de
un contrato a otro, como si de formatos predeterminados se tratara. Las
bondades que proporciona el arbitraje pueden verse seriamente mermadas por
la presencia de las denominadas "cláusulas arbitrales patológicas", esto es,
cláusulas que adolecen de defectos que, a la postre, obstaculizan el normal
desenvolvimiento del proceso arbitral.
La denominación de cláusulas patológicas, ha sido incorporada,
al lenguaje jurídico por el Dr. Eisemann, como aquella que por su redacción, no
puede cumplir con las cuatro funciones esenciales que debe cumplir un
acuerdo arbitral, durante o después del arbitraje, en ese sentido las cuatro
funciones son: "i) Producir consecuencias obligatorias; ii) Excluir la injerencia
de autoridades judiciales; iii) Dotar de facultades al Tribunal Arbitral para
resolver la controversia; y iv) Crear un procedimiento que bajo condiciones de
eficiencia y rapidez lleve a la rendición de un laudo arbitral que sea susceptible
de ejecución"
En efecto la cláusula patológica, es aquella que pone en riesgo la eficacia del
arbitraje, desde su génesis contiene errores, vicios, ambigüedades, no delimita
su alcance, incluye cuestiones de más, tal situación produce problemas en el
procedimiento arbitral. Para no patologizar la cláusula arbitral, se debe tener
presente que: i) La cláusula no sea extensa; ii) Evitar redacción complicada; iii)
Evitar ambigüedades en la cláusula y iv) Evitar cláusulas 4 x 4, todo terreno, es
decir, que sirvan para todo tipo contratos o relaciones jurídicas.
4. CONVENIO ARBITRAL
Es el acuerdo voluntario entre las partes para solucionar sus diferencias, que
surgen de una relación contractual o no contractual que sean o no, materiade
un proceso judicial, sujeta a requisitos generales establecidos en la legislación
civil para la validez de los contratos.
La ley de arbitraje considera este principio en materia de convenio arbitral,
exigiendo la forma escrita, bajo sanción de nulidad. En la forma de una cláusula
inserta en el texto del contrato, o bajo la forma de un acuerdo independiente.
13
El objeto del convenio arbitral debe ser lícito y posible. La ley de arbitraje ha
regulado las materias susceptibles de someterse a arbitraje, como son las
materias determinadas o determinables sobre la que las partes tengan la libre
disposición; exceptuándose las cuestiones que verse sobre el estado o
capacidad civil de las personas, ni las relativas a bienes o derechos de los
incapaces, sin la previa autorización judicial. Aquellas sobre las que ha recaído
resolución judicial firme, salvo consecuencias patrimoniales provenientes de su
ejecución.
En cuanto se refiere a las partes del proceso; las que interesan al orden
público, o que versen sobre delitos o faltas, sin embargo, cabe arbitrarse
respecto a la cuantía de la responsabilidad civil cuando no ha sido fijada en
resolución judicial firme.
En una palabra no son competentes los arbitras en las que este interesado el
orden publico.
Cuando existe un convenio arbitral, ya no es competente el juez en lo
jurisdiccional, debiendo declinar su avocación. Si el convenio es anterior evita
el proceso judicial, que pueda promoverse y si fuera celebrado estando
pendiente un tramite judicial, produce el efecto de extinguirlo (art. 1 de la ley
Nº26572).
4.1 CUESTIONES APTAS PARA ARBITRAJE
Son aquellas divergencias producto de transacciones entre las partes
vinculadas por relaciones comerciales duraderas, en las que además de
resolver el conflicto puntual, es necesario mantener la relación en términos que
les permita seguir negocios en el futuro o lo que se originen en
el comerciointernacional, por la publicidad que el arbitraje ofrece en cuanto a
elegir no solo la persona de los árbitros, sino el lugar donde se llevara a cabo el
juicio, el idioma, el procedimiento, etc.
La eficacia del arbitraje radica en la validez de la relación de la decisión que
emana del árbitro, en esa virtud el laudo, esta respaldado por la cosa juzgada y
es factible de ejecución al igual que una sentencia judicial.
A través del arbitraje las partes habrán sustituido el juicio de conocimiento y
todo el trámite que se requiere en la justicia para llegar a una sentencia en
menor tiempo, con menor costo con el mismo resultado.
4.2 ARBITRAJE COMO JURISDICCIÓN ALTERNATIVA
Los jueces deben su jurisdicción a la constitución y al marco jurídico previsto
para la administración de justicia en el poder judicial. En el caso de los árbitros
su jurisdicción depende en forma mediata de la constitución y de la norma que
establece la administración de su sentencia particular de administración de
justicia, en la que los litigantes que los nombran para resolver un
caso concreto, los facultan a juzgar en forma inmediata. Su jurisdicción es
limitada al no poder pronunciarse sobre asuntos que no le han sido sometidos y
14
deben laudar (resolver), dentro de un plazo expresa o tácitamente concedido
por las partes.
Por lo demás la jurisdicción de los árbitros, a diferencia de los jueces estables,
no es permanente ni genérica, sino limitada a cuestiones comprometidas y a un
tiempo determinado que las partes o en defecto de pacto expreso, le otorga
para la expedición del laudo.
Los árbitros no pueden ir mas allá de lo que las partes señalen en el convenio
arbitral o en su defecto, el que surja de las disposiciones legales supletorias
(art. 48 de la ley Nº26572).
4.3 CLASES DE ARBITRAJE
Arbitraje institucional: en este arbitraje intermedia entre los árbitros una entidad
especializada que administra y organiza el trámite y presta serviciosútiles para
resolver la controversia.
Se rige por una reglamentación al que se someten las partes, sin embargo se
valen de instrumentos cada vez mas ágiles, de modo de adecuar las reglas de
las necesidades de los usuarios surgiendo reglamentos de arbitraje común, u
otras variantes como arbitraje acelerado, para optimizar la duración del proceso
de gran importancia para el tiempo como facto fundamental.
También hay otras formas Standard, para pactar el arbitraje a través
de modelos de convenio arbitral y todos los servicios de rutina para posibilitar
su arbitraje, como recibir y modificar las demandas, fijar los honorarios de los
árbitros y peritos, elegir los árbitros, resolver recusaciones contra ellos,
sustituirlos por vacancia o renuncia, fijar la sede del arbitraje o el idioma en que
se tramitaran las actuaciones y en general todo lo relacionado al proceso de
arbitraje.
En el arbitraje libre o adhoc no existe ninguna institución que administre el
sistema; son las propias partes las que suministran las normas sobre las que
den actuar y todo lo necesario para que el arbitraje proceda.
Así les proveen de los mecanismos de elección de los árbitros, indican el lugar,
el idioma, los procedimientos a aplicar, métodos de coerción en caso de
incumplimiento, plazo para laudar y los recursos pertinentes que cabrían contra
el laudo.
La desventaja en este tipo de arbitraje esta que no habiendo intervenido una
entidad que preste el servicio administre el sistema e intermedie entre las
partes, cualquier diferencia que surja entre ellas será resuelta en sede judicial.
Si las partes no se ponen de acuerdo, sobre el árbitro tercero, si se produce
una recusación contra un árbitro, se debe reemplazar, si procede reemplazarle
al árbitro por renuncia, fallecimiento o irresponsabilidad al ejercer el cargo.
La elección de estos mecanismos deber ser puesta en conocimiento de las
partes sobre sus ventajas y desventajas.
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4.3.1 ARBITRAJE DE DERECHO O DE CONCIENCIA
Los árbitros se rigen por normas legales y deciden los asuntos litigiosos con
arreglo al derecho escrito.
En cambio el árbitro de conciencia puede dejar de lado la norma jurídica en el
proceso mismo como en la sustentación del laudo; es decir que resuelven de
acuerdo a su criterio, sin embargo esa discrecionalidad no es ilimitada puesto
que debe respetar el principio elemental de garantizar la defensa en juicio, en
el que debe tener en cuenta la equidad.
La ley da prioridad al arbitraje de conciencia, por cuanto contempla que en
caso de no haber pactado que el arbitraje sea de derecho, se tiene por
entendido que es de conciencia (art. 3 párrafo 3, ley Nº26572).
La diferencia entre ambas estriba en que en el laudo de derecho, cabe
apelación (art. 60 párrafo 1 ley Nº26572), en los laudos de conciencia, no
procede ningún recurso (art. 60 ultimo párrafo, ley Nº26572).
4.3.2 ARBITRAJE DOMÉSTICO O INTERNACIONAL
Esta calificación obedece cuando intervienen un estado o se vincula con más
de uno:
La ley de arbitraje Nº26572 Art. 91, define como arbitraje internacional cuando
existen los siguientes factores:
a) si las partes tiene al momento de celebrar el convenio arbitral domicilios en
estados diferentes.
b) si uno de los lugares siguientes esta situado fuera del estado en que las
partes tienen sus domicilios.
b.1.- el lugar de arbitraje, si este ha sido determinado en el acuerdo de arbitraje
o con arreglo a el;
b.2.- el lugar de cumplimiento de una parte sustancial de las obligaciones de la
relación jurídica o el lugar con el cual el objeto del litigio tenga relación mas
estrecha.
5. LOS ÁRBITROS.
El arbitro es la persona elegida por las partes para resolver una controversia,
es por ello la parte esencial del arbitraje mismo, todo el sistema gira entorno a
el, desde que en su integridad moral y buen criterio descansa la confiabilidad y
la eficacia del arbitraje como mecanismo de resolución de conflictos.
El árbitro debe reunir cualidades de idoneidad y experiencia, aplicando su
criterio personal y buen juicio, manteniendo la imparcialidad
eindependencia frente a las partes.
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5.1 REGLAS DE ÉTICA
1.- Aceptar el cargo con el ánimo de actuar con celeridad y justicia.
2.- Analizar previamente al asumir el cargo, no tener compromiso alguno con
las partes.
3.- Evitar cualquier situación que ponga en duda su neutralidad.
4.- Si su neutralidad se ha afectado apartarse del caso, si a pesar de ello las
partes ratifican su confianza, solo seguirá si su conciencia estima que debe
proseguir arbitrando.
5.- Debe abstenerse actuar en forma subjetiva, leudando en forma mas
objetiva.
6.- No debe excederse en su autoridad.
7.- Debe cuidar que el procedimiento se conduzcan dentro de los cauces de la
normalidad, a fin de no perjudicar la imagen del arbitraje.
8.- Debe evitar situaciones conflictivas entre las partes promoviéndola celeridad
en el proceso.
9.- Debe dar oportunidad a las partes a manifestarse y argumentar su defensa
respetando sus opiniones con cordura y corrección.
10.- Debe mantener la confidencialidad de todo lo tratado en el proceso.
11.- No debe transmitir a nadie las decisiones que se tomen ni anticipar su
opinión a ninguna de las partes.
Quienes pueden ser Árbitros
Según la ley puede ejercer como arbitro cualquier persona mayor de edad, en
pleno ejercicio de sus derechos civiles. Exigiendo la ley que el árbitro de
derecho debe ser abogado, puede ser nacional o extranjero.
Cuando se designa a una persona jurídica como arbitro, se entiende que actúa
como entidad nominadora (Art. 20, ley Nº26572).
Impedimentos
Tienen impedimento los Magistrados, con excepción de los Jueces de Paz, los
Fiscales, los Procuradores Públicos y los Ejecutores Coactivos, el Presidente
los Vice-Presidentes, los Parlamentarios y miembros del Tribunal
Constitucional, Oficiales Generales y Superiores de las Fuerzas Armadas y
Policía Nacional, salvo los profesionales asimilados, los Exmagistrados en las
causas que han conocido, el Contralor General de la Republica
en procesosarbitrarios en que participen las entidades bajo su control (Art.
26, ley Nº26572).
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6. PROCEDIMIENTO ARBITRAL
Si bien es cierto que el arbitraje es producto del consentimiento de las partes
que optan por recurrir al arbitraje en lugar de ir al poder judicial, sin embargo
pueden pactar las normas por las que trascurrirá el proceso, ya sea en forma
directa mediante reglas a las que deben ceñirse los árbitros, o en forma
indirecta en que las reglas del procedimiento las emite la institución arbitral a
las que las partes se someten, tan bien las partes pueden encomendar a los
propios arbitras elaborar las reglas el procedimiento.
La caracteriza su mayor flexibilidad e informalidad, sin imponerse pautas
rígidas a los árbitros en que estos deben actuar con cierta libertad, sin la rigidez
de un proceso judicial, manteniendo la igualdad entre las partes, posibilidad de
ser escuchados y derecho a una solución verdaderamente justa.
BRICEÑO SERRA, comenta: que la situación del local elegido como sede del
arbitraje propicia la instantánea percepción de intenciones y el rápido
conocimiento de la voluntad de las parte, facilitando los interrogatorios,
aclaraciones, resúmenes de cosas y documentos, como mayor marco para que
las partes presenten conclusiones y los árbitros valoren elementos y
razonamientos que les sean expuestos.
Nuestra ley prescribe como norma de principio que las partes pueden pactar el
lugar y las reglas a las que se sujete el proceso correspondiente que tenga
establecida la institución arbitral a quien recomienda su organización.
A falta de acuerdo, dentro de los diez días siguientes a la aceptación del árbitro
único o del último de los árbitros, estos deciden el lugar y las reglas del proceso
del modo que consideren más apropiado, atendiendo a la conveniencia de las
partes.
La decisión será notificada a las partes; durante el proceso arbitral deberá
tratarse a las partes con igualdad y darle a cada uno de ellos plena oportunidad
de hacer valer sus derechos (Art. 33, ley Nº26572).
La ley prevé un procedimiento supletorio (Art. 34, ley Nº26572), por lo cual se
establece el siguiente trámite:
* La parte que formula su pretensión ante los árbitros lo hará dentro de 8 días
de notificado la instalación del Tribunal Arbitral debiendo ofrecerpruebas.
* Citar al demandado para que dentro de 8 días, manifieste que convenga a su
derecho y ofrezca la prueba correspondiente.
* Los árbitros citaran a las partes a audiencia de conciliación a fin de
proporcionar un arreglo entre ellas o aclarar la existencia de hechos
controvertidos.
* Los medios probatorios se actúan en una o más audiencias en un plazo que
no excederá de 15 días.
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* Producida la prueba los árbitros pueden solicitar a las partes un alegato
escrito.
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8. LAUDO ARBITRAL
Es la decisión que emiten los árbitros para finalizar un litigo, de tal forma dan
cumplimiento a su designación como arbitro, a diferencia del juez de
jurisdicción, que al provenir de la estructura orgánica del estado tiene carácter
permanente y genérica, con delimitaciones, propias en materia territorial y
funcional, y su labor no culmina con la emisión de una sentencia definitiva. Es
mas el juez tiene la potestad para hacerla cumplir disponiendo las medidas
pertinentes para ello. Los árbitros en cambio nacen de una fuente convencional
y por lo tanto limitada al caso de la resolución de una situación concreta, así
una vez finalizado el conflicto desaparecen sus facultades.
El laudo equivale a una sentencia, que de acuerdo a ley del arbitraje debe ser
escrito bajo sanción de nulidad. En principio los árbitros no pueden abstenerse
y de hacerlo, debe entenderse se adhieren a lo decidido por la mayoría (Art. 45,
46, ley Nº26572).
En caso de arbitraje de derecho, el aludo debe consignar el lugar y la fecha de
emisión, los datos que identifiquen a las partes y a los árbitros, la cuestión
sometida a arbitraje y a una somera relación de los hechos, alegaciones y
conclusiones de las partes, la valoración de las pruebas en que se sustenta la
decisión, la decisión concreta y los fundamentos de hecho y derecho en que se
fundamenta (Art. 50, ley Nº26572).
En caso de arbitraje de conciencia, no se exige en términos estrictos la
valoración de las pruebas ni la fundamentación de derecho, no obstante lo cual
no requiere una fundamentación razonada de la decisión (Art. 51, ley Nº26572).
La ley establece que el laudo debe emitirse en caso de no haberse dispuesto
otra cosa, en un plazo de 20 días de vencida la etapa probatoria.
Si los árbitros consideran necesario contar con un plazo adicional, podrán
ampliarlo, sin exceder de 15 días más (Art. 48, ley Nº26572).
La emisión del aludo debe emitirse dentro del plazo acordado por las partes, o
fijado en las normas reglamentarias, o la ley a falta de acuerdo entre las partes
su incumplimiento acarrea graves consecuencias, tanto en lo concerniente a la
validez del laudo, y a la responsabilidad de los árbitros. En caso que los
árbitros fallen fuera del plazo, constituye causal de nulidad del laudo (Art. 73,
inc. 5, ley Nº26572), por carácter de jurisdicción al agotarse el vencimiento del
plazo.
8.1 RECURSOS CONTRA EL LAUDO
En principio los laudos son definitivos, no procediendo recurso alguno salvo las
expresamente autorizadas por ley (Art. 59, ley Nº26572).
Los recursos que la ley franquea son dos: Apelación y Anulación, no son
acumulables o formulados subsidiariamente, alternativo o sucesivos; invocado
uno de ellos, el otro resulta improcedente (Art. 70, ley Nº26572).
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8.2 RECURSO APELACIÓN
Se formula contra un laudo que se considera anulable, con el objeto de revisar
una eventual error de juzgamiento de los árbitros, el objeto es que un órgano
superior en jerarquía revise lo decidido por los árbitros en el laudo para
confirmarlo, modificarlo o revocarlo. Culmina con una sentencia, que confirma
su modificación total o parcial del laudo.
La apelación del aludo es cuestión disponible por los litigantes, estos pueden
formular un sistema arbitral de sentencia única o establecer un recurso de
apelación, pudiendo en este ultimo caso disponer libremente ante quien se
sustanciara el mismo y las condiciones bajo las cuales precederá.
Se interpone cuando se ha pactado previamente su admisibilidad en el
convenio arbitral, o cuando proviene de los reglamento de la institución a la que
las partes se han sometido.
La facultad de las partes es poder implementar una apelación ante una
segunda instancia arbitral. Se interpreta que en caso de silencio o duda, el
recurso se tramita ante árbitros diferentes de los que distaron el aludo, que
integran un Tribunal de tres árbitros elegidos en al misma forma que se
eligieron a los árbitros de primera instancia, o en su defecto de acuerdo a las
disposiciones supletorias de la ley (Art. 62, inc. 2, ley Nº26572).
8.3 RECURSO DE ANULACIÓN
Tiende a invalidar el pronunciamiento arbitral, por carecer de los requisitos que
impone la legislación, por ello los medios de impugnación no resultan
disponibles por las partes al sustentarse en cuestiones de orden público.
No se revisa el fondo de lo decidido, por los árbitros sino se controla el
cumplimiento de los recaudos legales, sin analizar el acierto o desacierto de la
decisión adoptada en el aludo; se tramita ante el Poder Judicial, y se resuelve
sobre la validez o nulidad del laudo, estando prohibido el juez revisar el fondo
de la controversia.
La anulación del aludo es inadmisible sino se prueba alguna de las causales
que la ley contempla (Art. 73, ley Nº26572) como son:
* El planteamiento debe formularse ante los propios árbitros en sede arbitral.
* Que la parte no haya sido notificada de la designación de un arbitro,
impidiéndole hacer valer su derecho de defensa.
* Que la composición del Tribunal no se ajuste al convenio.
* Que se haya laudado sin las mayorías recurridas.
* Que el laudo se expida fuera del plazo.
* Que se haya laudado sobre materias no sometidas expresa o implícitamente
a decisión de los árbitros.
21
Sin perjuicio de ello el Tribunal tiene la facultad de anular de oficio el aludo total
o parcialmente, si la materia sometida a decisión de los árbitros no pudiera ser
llevada a arbitraje.
El recurso de anulación debe plantearse dentro de los diez días hábiles de
notificado el laudo de primera o de segunda instancia directamente ante la Sala
Civil de la Corte Superior de la sede del lugar del arbitraje (Art.
71, ley Nº26572) anulando el recurso la Sala requerida por oficio las
actuaciones de los árbitros. Recibido el expediente se pronunciara sobre la
admisibilidad del recurso, concediéndolo o denegándolo. De concederse se
correrá traslado a las partes por cinco días para expresar lo conveniente a su
derecho y ofrecer pruebas. De admitirse las pruebas se actuaran en un plazo
de diez días (Art. 74, 75, 76, ley Nº26572).
La decisión de la instancia judicial puede ser favorable o desfavorable en este
último caso, el laudo arbitral deviene en firme con posibilidad de promover
judicialmente su ejecución. La sentencia judicial es irrecurrible (Art.
77, ley Nº26572) queda así agotada la sanción judicial contra el laudo.
* De anularse el laudo arbitral, queda restablecida la competencia judicial.
* Si se anula por un vació de procedimiento, en que la parte no haya hecho
valer su derecho, se remitirá la causa a los mismos árbitros para que
reconozcan el proceso arbitral en el mismo estado en que se produjo la
contienda.
* De anularse el aludo, por no haberse ajustado a lo pactado en la composición
del Tribunal, quedan en libertad las partes de elegir nuevo árbitro, esto por
provenir del convenio valido, que implica la renuncia a la vía judicial.
* Si se anula por haber laudado los árbitros en violación de las mayorías
recurridas se devolverá la causa, para que dicten un nuevo laudo.
* Si se anula por haber laudado fuera del plazo o sobre puntos no sometidos en
su discusión, o de haber sido anulado de oficio por no ser la materia arbitrable,
quedara restablecida la competencia judicial.
Contra lo resuelto por la Corte Superior solo procede el recurso de Casación, si
el laudo ha sido anulado total o parcialmente (Art. 77, ley Nº26572).
9. TRIBUNAL ARBITRAL
Es el que esta facultado a decidir sobre su propia competencia, incluso sobre
oposiciones en torno a la existencia o validez del convenio arbitral. La decisión
del tribunal arbitral que el contrato es nulo, no determina la nulidad del
convenio arbitral, puesto que el convenio que forma parte de un contrato se
considera independiente de las demás estipulaciones del mismo.
La oposición debe formularse en el momento de presentarse la contestación.
En tal caso las partes no están impedidas de formular la oposición por el hecho
de haber designado a u arbitro o participado en su designación, la oposición al
tribunal arbitral cuando se ha excedido en su mandato, se formulara de
22
inmediato, sin embargo el tribunal arbitral puede en cualquiera de los casos
presentar una oposición mas tarde, de considerar justificada la demora.
Contra la decisión del tribunal arbitral no procede impugnación alguna; sin
perjuicio del recurso de anulación, si la oposición es desestimada, cuando así
corresponda.
9.1 COMPOSICIÓN DEL TRIBUNAL
Las partes pueden designar libremente el número de árbitros, de no haber
acuerdo los árbitros serán tres. Así mismo pueden nombrarse árbitros
suplentes, no siendo obstáculo la nacionalidad de los mismos.
Si no hay acuerdo en la designación de los árbitros, en el arbitraje con tres
árbitros, cada parte nombra a un arbitro y estos a un tercero quien presidida el
tribunal.
Si una parte no designa al arbitro dentro (10) días de recibido el requerimiento
de la otra parte, o si los dos árbitros no se ponen de acuerdo sobre el
nombramiento, la designación es por la institución arbitral que la parte
interesada señale.
La institución arbitral será la que se encuentre en el lugar donde debe
realizarse el arbitraje, de haberlo previsto o cualquiera de las instituciones
arbitrales ubicadas en Lima, elección del interesado.
En el caso de la arbitraje con arbitro único o cuando las partes acuerden
elegirla de mutuo acuerdo, si no llegan a un acuerdo trascurrido (10) días de la
primera propuesta, el mismo se hará por la institución arbitral que señale
cualquiera de las partes a falta de designación del presidente del tribunal
arbitral, asumirá tal condición de arbitro designado, a aquel designado por los
miembros del tribunal arbitral.
Designación de Árbitros por el Juez
Ocurre cuando las partes no se ponen de acuerdo para designara los árbitros y
tampoco lo designa la institución arbitral.
Si las partes no han solicitado previamente el nombramiento se hará a
instancias del juez especializado en lo civil al que las partes se hubieran
sometido expresamente; a falta de ello el juez especializado en lo civil del
distrito judicial de Lima de acuerdo a lo prescrito en el (Art. 23, ley Nº26572).
Al nombrarse al árbitro debe tenerse en cuenta las condiciones establecidas en
el convenio arbitral, tomándose las previsiones para designar a un árbitro
independiente e imparcial.
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incluye, como excepción en el inc. 13 de Art. 446, en el 2do párrafo del Art.
448, el cual precisa que : “ … para la excepción de convenio arbitral
únicamente se admite como medio probatorio el documento que acredita su
existencia”.
También se encuentra contemplada en el Art. 16 de la Ley General de
Arbitraje, cuando se trata de arbitraje nacional precisa, que “ si se promoviera
una acción judicial relativa a un materia que estuviera reservada a decisión de
los árbitros de acuerdo con el convenio arbitral o cuyo conocimiento ya
estuviera sometido por las partes a dicha decisión, tal circunstancia podrá
invocarse como excepción de Convenio Arbitral, dentro del plazo previsto en
cada proceso. Vencido el plazo correspondiente se entiende renunciado el
derecho a invocarla y sin efecto alguno el convenio arbitral.
Si la materia ya estuviera sometida al conocimiento de los árbitros, el Juez
deberá amparar la excepción de convenio arbitral. Si la materia todavía no está
sometida al conocimiento de los árbitros, el Juez también deberá amparar la
excepción de convenio arbitral, salvo que la materia sea manifiestamente no
arbitrable de conformidad con el Art. 1 de la Ley General de Arbitraje.
Encontrándose en trámite la excepción de convenio arbitral, las actuaciones
arbitrales podrán iniciarse o proseguirse e inclusive dictarse el laudo.
Por otro lado, el convenio arbitral es un acto jurídico solemne porque para su
validez debe revestir la forma escrita prevista por la ley, entendiéndose que es
escrito cuando esté consignado en un documento firmado por las partes, o
cuando exista un intercambio de cartas, cables, telex, donde se deje constancia
documental del acuerdo o cuando exista un intercambio de escritos, de
demanda y contestación en los que la existencia de un convenio arbitral sea
afirmada por una parte y la otra parte no manifiesta su negativa.
El Art. 11 de la Ley General de Arbitraje, precisa que : “sin perjuicio de lo
dispuesto en el articulo anterior, los convenios arbitrales referidos a relaciones
jurídicas contenidas en Cláusulas Generales de Contratación o Contratos por
Adhesión, serán exigibles entre las partes, en tanto dichos convenios hayan
sido conocidos o hayan sido conocibles por la contraparte usando la diligencia
ordinaria.
Se presumirá, sin admitir prueba en contrario, que el convenio arbitral era
conocible si se cumple con algunos de los supuestos siguientes :
1. Si es puesto a conocimiento del público, mediante adecuada publicidad.
2. Si las condiciones generales que incluyen el convenio arbitral se encuentran
insertas en el campo del contrato principal y este último es por escrito, y está
firmado por ambas partes.
3. Si las condiciones generales, a pesar de no estar reproducidas en el cuerpo
del contrato principal, están reproducidas en el reverso del documento, y se
hace referencia al arbitraje en el cuerpo del contrato principal, y este es por
escrito y firmado por la otra parte.
24
4. Si el convenio arbitral se encuentra incluido en condiciones estándares
separadas del documento principal, pero se hace referencia en el cuerpo del
contrato principal a la existencia del arbitraje y éste es por escrito y firmado por
la otra parte.
Si se estableciera que el convenio arbitral no fue conocido o conocible por la
contraparte al momento de la celebración del contrato, el estipulante del
convenio arbitral, no podrá exigir su aplicación, salvo que posteriormente su
contraparte lo acepte expresamente y por escrito. Empero, la contraparte si
podrá exigir la aplicación de dicho convenio arbitral, así éste no hubiera sido
inicialmente conocido o conocible.
En síntesis, la excepción de Convenio Arbitral procede cuando las partes han
sometido la controversia a arbitraje; es decir, cuando en un proceso judicial se
constata que lo que se pretende en el proceso ha sido sometido a un convenio
arbitral.
En el supuesto caso de encontrarse en trámite tanto el proceso arbitral como el
judicial, es procedente la excepción de convenio arbitral por ser específica, no
siendo procedente en este caso la excepción de litispendencia.
Cuando el laudo arbitral se encuentra firme o ejecutoriado, y se promueve un
proceso judicial sobre la misma materia, objeto del convenio, en el proceso
judicial debe proponerse la excepción de Cosa Juzgada y no la de Convenio
Arbitral, porque de conformidad con el Art. 59 de la Ley General de Arbitraje, el
Laudo tiene valor de Cosa Jugada, y es más el Art. 453 del C.P.C., precisa que
procede la excepción de Cosa Juzgada cuando el proceso haya sido resuelto
con sentencia o laudo firme.
Cuando las partes en el curso de un convenio arbitral concilian o transigen sus
pretensiones, el árbitro dicta la correspondiente orden de conclusión del
procedimiento, y posteriormente se inicia un procedimiento judicial sobre la
misma pretensión, el interesado no podrá interponer la excepción de convenio
arbitral, sino en todo caso la excepción de conclusión del proceso por
conciliación o transacción.
Corresponde al excepcionante invocar la existencia del convenio arbitral, con la
finalidad de lograr la conclusión del proceso y archivo del expediente por dicha
causal.
Los efectos de esta excepción son:
1) Si se declara infundada ésta excepción, se declarará saneado el proceso, es
decir la existencia de una relación jurídico procesal válida.
2) Si se declara fundada esta misma excepción, se declarará la nulidad de lo
actuado y la conclusión del proceso, sin declaración sobre el fondo; y una vez
consentido y/o ejecutoriado el auto resolutorio, el cuaderno de excepciones se
agregará el principal y se agregará el principal y se archivará el expediente.
25
11. MODELO DE RESOLUCIÓN
26
DEL SUR Sociedad Anónima, pero no extenderse a la hora demandante que
es ajena a ese acuerdo (…) quedaría claro que el petitorio de la demanda se
encuentra fuera de las materias posibles de someterse a competencia arbitral,
pues la nulidad no es un asunto que sea disposición de las partes”. Manifiesta
que la interpretación de la Sala de lo dispuesto por la Ley General de Arbitraje
no es suficiente. Esta interpretación limitada lo único que permite es la
existencia de dos procesos que se refieren a la misma materia y que corren el
riesgo de terminar con fallos contradictorios, causando grave daño a la
recurrente; agrega, finalmente, que se estaría afectando el inciso 3° del artículo
88 del Código Procesal Civil y los incisos 2° y 3° del artículo 139 de la
Constitución vigente.”(sic)
3. CONSIDERANDO:
Primero.‐ Que, previo a examinar los agravios que sustentan la denuncia in
procedendo, y por tratarse de cuestionamientos a la motivación de la resolución
de vista, resulta pertinente que este Supremo Tribunal transcriba a
continuación los principales extractos de la referida resolución, los cuales
conforma n la ratio decidendi de la decisión judicial: (Sexto Considerando) “(…),
ya que el convenio arbitral que contempla el contrato objeto del proceso sólo
puede alcanzar, en el mejor de los casos, a las partes que lo celebraron,
COMPAÑÍA MINERA CASAPALCA SA. y ENERGÍA DEL SUR SA., pero no
extenderse a la ahora demandante, que es ajena a ese acuerdo. Además debe
recordarse (de manera igualmente concluyente) que de acuerdo al artículo 1°
de la Ley General de Arbitraje, Ley 26572, ‘pueden someterse a arbitraje las
controversias determinadas o determinables sobre las cuales las partes tienen
facultad de libre disposición, así como aquellas relativas a materia ambiental’
(…); con lo cual quedaría claro que el petitorio de la demanda se encuentra
fuera de las materias posibles de someterse a competencia arbitral, pues la
nulidad no es un asunto que sea de disposición de las partes.” (sic)
Segundo.‐ Que, ahora bien, se debe señalar respecto del deber de debida
motivación, que tal como se ha desarrollado en la jurisprudencia constitucional
de nuestro país y en la propia Corte Suprema, este constituye un derecho que
no exige una determinada extensión de la motivación, por lo que su contenido
se respeta siempre que exista una fundamentación jurídica, congruencia entre
lo pedido y lo resuelto y, por sí misma, exprese una suficiente justificación de la
decisión adoptada.
Tercero.‐ Que, el examen de la resolución de vista, obliga a este Tribunal a
destacar que el principio de congruencia, entendido como desajuste externo
entre el fallo judicial y las pretensiones de las partes, no sólo se vulnera cuando
la pretensión en concreto no recibe respuesta, sino también cuando se soslaya
toda valoración o examen de alguna alegación sustancial formulada
oportunamente por las partes. Ciertamente debe distinguirse entre la respuesta
judicial que deben merecer las pretensiones, siendo la exigencia de
congruencia mucho más intensa, y de otro lado, las alegaciones que sustentan
la pretensión, las que pueden dividirse, según las particularidades de cada
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caso, entre alegaciones sustanciales y meras alegaciones. Por las primeras, se
identifica a aquellas alegaciones que contienen hechos o argumentos jurídicos
básicos y fundamentales que nutren la pretensión, debiendo ser tratadas en
forma expresa, o siquiera implícita, en el que se revele que tal argumento ha
sido tomado en cuenta, de lo contrario se desatiende una defensa con posible
incidencia en el fallo.
No sucede así con las meras alegaciones, las cuales se componen por simples
argumentos secundarios o instrumentales del razonamiento jurídico sustancial,
para los cuales es suficiente una respuesta genérica.
Cuarto.‐ Que, al expedirse la resolución de vista y declarar improcedente la
excepción de convenio arbitral en la parte resolutiva sin analizar la posibilidad
de que exista fallos contradictorios; toda vez que, la recurrente mediante escrito
de fojas quinientos sesenta y cinco, hace presente a la Octava Sala
Especializada en lo Civil de Lima que entre ENERSUR y Casapalca se inició un
arbitraje que a la fecha se tramita en la Cámara de Comercio de Lima bajo el
número 1198‐119‐2006; más aún, si señala lo siguiente: “(…) actualmente
existen dos procesos jurisdiccionales en los que se persigue el mismo
resultado, es decir en ambos se está evaluando si las cláusulas 15.2 y 15.4,
literal e), son válidas. Ante ello, es evidente que existe la posibilidad que en
ambos procesos se produzcan fallos contradictorios, pues mientras el Tribunal
Arbitral podría otorgarle plena validez a las cláusulas y pasar analizar si el
contrato quedó resuelto de pleno derecho, en el proceso judicial se podría
declarar la nulidad de las cláusulas y la plena vigencia del contrato, o
viceversa” (véase del escrito número dos de la recurrente, fojas quinientos
sesenta y siete); además si de fojas quinientos ochenta y nueve aparece la
petición de arbitraje, por lo que el Ad quem deberá hacer un análisis mas
razonado de la excepción de convenio arbitral a fin de salvaguardar incluso la
jurisdicción arbitral reconocida en los incisos 1, 2 y 3 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, pues la fundamentación en el sexto
considerando de la sentencia de vista resulta ser insuficiente para declarar
improcedente dicha excepción. Este aspecto lleva a este Tribunal a considerar
que la Sala de vista, al menos respecto de esta alegación de carácter
sustancial, ha incurrido en vicio de incongruencia ex silentio, por lo que dicho
órgano jurisdiccional debe cumplir con absolver de manera adecuada tal
argumento impugnatorio, máxime, si de ello depende un adecuado control
judicial de las decisiones jurisdiccionales y la posibilidad de asegurar el
derecho de defensa de las partes.
Quinto.‐ Que, asimismo, esta Sala Suprema debe afirmar finalmente, que si
bien la motivación judicial no puede convertirse en un extenso y minucioso
desarrollo de cada alegación efectuada por las partes ‐dado que se permite
que la fundamentación sea breve o concisa, si ello es suficiente‐ pero, de otro
lado, la motivación judicial no puede instituirse en una actividad autónoma o
independiente de las alegaciones sustanciales esgrimidas por las partes en el
ejercicio de su derecho de defensa, en especial en materia de impugnación, en
la que opera la regla «tantum appellatum quantum devolutum», por la cual “las
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facultades del órgano ad quem se extienden a aquello que ha sido objeto del
recurso, o mejor, al enjuiciamiento de aquellas cuestiones deducidas en la
instancia a las que se refiere la impugnación del recurrente principal o, en su
caso, del apelado; lógicamente, teniendo en cuenta también las alegaciones
formuladas por este último” (el subrayado es nuestro), conforme lo señala
acertadamente el autor Pascual Serrats, en la obra “El Recurso de Apelación
Civil” (Editorial Tirant Lo Blanch, año dos mil uno, página veintiuno).
4. DECISIÓN:
Estando a las consideraciones precedentes y a lo establecido por el artículo
396, inciso 2° apartado 2.1, del Código Procesal Civil:
Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Energía del Sur
Sociedad Anónima (ENERSUR), a fojas quinientos noventa y uno; en
consecuencia NULA la sentencia de vista de fojas quinientos cincuenta y
nueve, su fecha nueve de enero de dos mil ocho, expedida por la Octava Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima.
ORDENARON que la citada Sala Superior emita nuevo fallo de acuerdo a las
consideraciones vertidas; en los seguidos por Desarrollos Subterráneos del
Perú Sociedad Anónima Cerrada, sobre nulidad de acto jurídico.
DISPUSIERON la publicación de esta resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; intervino como Ponente el señor Juez Supremo
Távara Córdova; y los devolvieron.‐
SS.
ALMENARA BRYSON
TAVARA CORDOVA
CELIS ZAPATA
MAC RAE THAYS
ALVAREZ LOPEZ
jd.
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SENTENCIA
CAS. Nº 1785‐2009
LIMA
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12. TRABAJO A MANO
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13. BIBLIOGRAFÍA:
http://spij.minjus.gob.pe/juris/civil-pdf/civil-07252.pdf
http://blog.pucp.edu.pe/blog/seminariotallerdpc/2010/02/08/las-excepciones-en-el-
codigo-procesal-civil-peruano/
https://www.monografias.com/trabajos27/arbitraje-peru/arbitraje-peru.shtml
https://www.monografias.com/trabajos82/convenio-arbitral/convenio-arbitral2.shtml
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