El Genio de Oriente, Reseña Propia.
El Genio de Oriente, Reseña Propia.
El Genio de Oriente, Reseña Propia.
El siguiente tema del que nos habla el autor Joaquín Córdoba, es sobre la mayor
invención de la humanidad y la más importante, la escritura, diciendo que es esta
la forma básica que determina el pensamiento y cultura de las gentes de Oriente.
Es en Oriento donde nos encontramos ante la primera escritura de la humanidad.
Afirma que los documentos más antiguos donde aparece la escritura se datan
de la época de Uruk.
Joaquín nos habla de la escritura cuneiforme, siendo compuesta por unos signos
compuestos por cuatro elementos: unas cuñas, una vertical, otra horizontal, una
oblicua y otra como una especie de cabeza de cuña. Estos signos se escribían
de izquierda a derecha sobre tablillas de arcilla. Como estos textos no presentan
el mismo sistema mecánico, los especialistas pueden diferenciar las épocas y
autores. Esta lengua será acogida por otras lenguas, como la eblaita, la elamita,
hitita, hurrita, entre muchas otras. Más adelante, con la introducción del alfabeto
y la evolución de otras lenguas, la escritura cuneiforme desaparecerá,
floreciendo la cursiva.
Para finalizar el autor nos cuenta que hacia el segundo milenio se comenzó a
usar en las ciudades fenicias un alfabeto lineal compuesto por2 22 signos que
llegará a ser la nueva forma de escritura.
Otro lazo de unión de los escribas era su fe, cuyo ejemplo del autor es que “en
el tercer milenio, la diosa y escriba Nisaba constituía la devoción especial de los
escribas y letrados”.
También afirma que la corte se asiria estaría repleta de letrados rivalizados entre
ellos por alcanzar el “favor real”. Uno de los puestos más peculiares e importante
fue el educador del príncipe heredero, ya que algunos monarcas recibieron una
auténtica formación de estos letrados, como por ejemplo Assurbanipal, que
demostró sus conocimientos de la escritura cuneiforme y en la lengua sumeria y
acadia, encontrado por escrito. Otro caso demostrado es el caso de los
sasánidas, cuyos príncipes conocían las lenguas, además sabían contar, montar
a caballo, entre otras numerosas actividades.
Al finalizar el tema de los letrados, Joaquín Córdoba nos habla de que la cultura
y el pensamiento se producían en diferentes establecimientos, siendo estos los
templos, las bibliotecas y en los archivos de palacio.
Otra gran aportación que añadió Joaquín Córdoba a su libro fue el pensamiento
religioso, afirmando que la primera gran aportación de la cultura y el pensamiento
de Oriente Antiguo fue la idea de la religión. También afirma que el mundo
religioso mesopotámico fue el primero en concebir una respuesta para la religión
y para la filosofía a aquellas grandes preguntas cuyo contenido iba sobre el
origen, el ser y el devenir. El primero en aportar su convicción sobre la libertad
humana para decidir entre el bien y el mal, y en aportar la definición de la
esperanza en el más allá fue Zaratustra.
Afirma que fueron los sumerios y los acadios los primeros en poder desarrollar
un sistema de escritura capaz de expresar los pensamientos, los dioses los
cuales creían y sus numerosos mitos. Según Joaquín Córdoba, la religión
comenzó siendo naturalista, consagrando las fuerzas naturales del ser humano
para poder evolucionar a un antropocentrismo deliberado. Conocemos gracias a
los textos sumerios la existencia de entre unos 1.000 y 2.000 dioses, destacando
la trinidad que gobernaba sobre los demás: Anu, dios del cielo; Enlil, dios de la
atmosfera, de la tormenta y del viento; y Enki, dios de las aguas subterráneas.
Los demás se mueven en torno a estos, como por ejemplo Nanna, dios de la
luna; o Ishtar, diosa del amor y de la guerra. También se fue definiendo una
cosmología, consolidando el nacimiento del universo a partir del caos y las aguas
primordiales.
El autor comenta que las oraciones, los exvotos hacia los dioses, las
peregrinaciones hacia los santuarios, entre otras, eran expresiones de la religión
popular, al igual que las de los textos de magia y adivinación, teniendo que luchar
contra la desgracia. Concebían la muerte como ente más allá del propio mal, ya
que no se veía como un castigo, sino como consecuencia racional del orden de
las cosas, descrito en la creación.
Nos cuenta que la literatura nació a la par que, con la escritura de Próximo
Oriente, siendo esta muy original ya que no requería de ningún tipo de modelo.
El autor destacó que una gran parte de la literatura fue creada para ser contada
en voz alta, y esta era acompañada por música; y que las leyendas míticas y
narraciones religiosas erar representadas en público.
Destacó también que el primer campo literario oriental antiguo fue el denominado
épica, donde re contaban diferentes mitos, al igual que numerosas luchas y las
reflexiones de los dioses y los héroes. Destacó del mundo sumerio las figuras de
tres reyes míticos, siendo estos Enmerkar, su hijo Lugalbanda y Gilgamesh, este
último fue uno de los héroes más populares en la historia. Estos héroes destacan
fundamentalmente por su belleza formal y por la riqueza de su contenido. Uno
de las literaturas épocas por excelencia es la llamada Epopeya de Gilgamesh
donde cuenta la historia de dos hombres y una disputa lucha contra la muerte
que conduce a su protagonista a la búsqueda de la inmortalidad, contado en un
largo canto.
En cuanto al tema referido a la música, el autor destaca que no fueron los griegos
los primeros en conocer el campo de la música, sino que sus inicios, al igual que
de la composición musical y los sistemas de notación son datados de Oriente
próximo antiguo.
El autor tiene que afirmas que los sistemas de notación griegos fueron más
claros que los de Oriente, pero estos eran anteriores, más sistemáticos y sus
letrados buscaron la solución a un problema, que fue que dividieron la octava en
diferentes grados y desarrollaron un sistema de notación con capacidad para la
lectura de melodías.
El autor quiere destacar que, desde los propios inicios estuvo vigente uno de los
principios más conocidos e importantes del derecho, que es el de que “la
ignorancia de la ley no excusa de su cumplimiento”. También destaca que la
profesión de jurista era otra de entre todas las educaciones que impartían los
escribas. J. Córdoba destaca varios de las disposiciones legales y de los códigos
del tercer milenio al primero, de entre ellos: Código de Hammurabi, del tercer
milenio; y las Leyes Caldeas, en el primer milenio.
Para finalizar con el tema, al autor nos dice que gracias a los archivos Amarna y
Hatussa, nos han proporcionado una gran colección de tratados internacionales,
como el firmado por Hatti y Egipto, o como el de Hatti con Mitanni, constituyendo
a las grandes aportaciones de la historia del derecho internacional y político entre
diferentes y numerosos estados.
El autor nos dice que los comienzos de las ciencias de la naturaleza y el hombre
se encuentran en la llamada ciencia sumeria de las listas. Las ciencias de la
zoología, la botánica y la minería tiene su origen en la clasificación de las
especies o familias realizadas nuevamente por los letrados. En cuanto al ámbito
de la geografía tuvo su origen en la ciencia de las listas. Los propios sumerios
elaboraron listas topográficas locales o de ríos, con canales, regiones, países y
montañas, siendo el primer mapa regional conocido el de la ciudad de Garsu-
Nuzi, mencionado por el autor. Por último, en la práctica de la medicina, está
junto con la cirugía eran actividades muy importantes. En cuanto al catálogo de
los textos relacionados con la medicina, el autor comenta que son de una larga
extensión, destacando tratados de diagnósticos.
El último punto del libro nos habla de las ciencias exactas, la astronomía y la
tecnología. El autor afirma que el origen de las matemáticas y la geometría, la
astronomía y las técnicas antiguas se datan del mundo del Próximo Oriente.
Fueron los letrados quienes realmente crearon las matemáticas avanzadas,
estables y definidas, cuyo sistema de cálculo era superior al griego. Esto fue
afirmado por Ptolomeo, quien prefería el sistema oriental en sus operaciones.
También crearon el álgebra. En cuanto a la astronomía, esta fue, según el autor,
uno de los saberes más prestigiados por los antiguos, ya que trataba de
conocimientos unidos al calendario y la astrología, y porque constituía una
ciencia de observación y una disciplina unida a las matemáticas. Se han
encontrado numerosos textos astronómicos, al igual que tablillas de
observaciones de eclipses, y de la caída de los meteoritos.
En las últimas páginas del libro, el autor Joaquín Córdoba dedica unas palabras
a una conclusión sobre su magistral obra: nos cuenta que la conciencia y la
recreación de la cultura y pensamiento del Próximo Oriente antiguo en nuestro
mundo ha sido y es un camino muy difícil. Sus problemas principales son, el
mundo invencible levantado con los valores y presunciones concebidas por la
biblia, al igual que por el peso de la tradición grecorromana y por la dificultad de
la investigación asiriológica, teniendo detrás muchísima historia y
descubrimientos de miles ediciones de documentos y múltiples regiones y
lugares, que aún no se han podido descubrir. En el siglo XX se han empezado a
introducir todo lo relacionado con el mundo de Oriente antiguo, aunque solo sea
en los medios académicos, pero con un intento de expansión hacia el mundo del
cine y del teatro, diversos modos de divulgación pública y muy interesante.
VALORACION PERSONAL
Un problema, para nada relevante, podría ser, como dije antes, la corta extensión
del libro, ya que el autor no podría especificar en muchos ámbitos, teniendo que
hacer un resumen que, desde mi punto de vista, requiere una concentración y
años de estudio para logar comprender toda la historia, al igual que todo lo que
conlleva, y plasmarlo en las pocas páginas de este majestuoso libro.
Pienso que la elección de los temas que J. Córdoba expone son los más
adecuados, desde mi punto de vista, ya que le da más importancia al
pensamiento, a la cultura, a las personas, y sobre todo a la escritura, siendo
estos temas más complicados en cuanto a su razonamiento y comprensión para
los especialistas, dejando atrás temas de menos importancia, como la
arquitectura, entre otras.