Ejemplo de Ensayo Expositivo

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Tena, 27 de septiembre de 2017

Nombre: Ismael Prado


Ikiam
Grupo 3
Ensayo final
Huella hídrica

La huella hídrica es un indicador que contabiliza toda el agua contenida en los

productos de consumo de cada persona o un grupo de personas. Este indicador “permite

identificar impactos sobre el recurso hídrico a causa de los hábitos de consumo de grupos

de población en ubicaciones geográficas específicas” (Arévalo et. al, 2011, p. 104). La

huella del agua, como también se la conoce, nos muestra una cantidad (volumen) del agua

consumida y su origen, con el objetivo de reducir y consumir la cantidad necesaria de ese

líquido; es por esto, que los tres componentes básicos para determinar la huella hídrica

son el agua azul, verde y gris. En la agricultura, que es el sector que más consume los

recursos hídricos, el consumo de agua azul y el agua verde son sus determinantes

principales. Por otro lado, las empresas productoras de textiles y de alimentos tratan de

reducir el consumo del agua de una manera sostenible, para así también reducir la

contaminación en el proceso productivo. Commented [L1]: IDEA TESIS

El agua azul, verde y gris de la huella hídrica, además de ser los componentes

esenciales para determinarla, nos proporcionan una diferencia de la procedencia del agua

para el consumo del ser humano. El agua azul es el agua dulce proveniente de fuentes

superficiales y subterráneas como son la de los ríos, lagos y acuíferos (Arévalo et. al,

2011; Rodríguez et. al, 2008). El agua verde es el agua de la lluvia que se almacena en

las superficies de los suelos, al mismo tiempo satisface el crecimiento de la vegetación y

realimenta a las aguas subterráneas y superficiales temporalmente, por lo que siempre

termina evaporándose y vuelve a la atmósfera (Aldaya, 2012; Arévalo et. al, 2011; Sotelo

et. al, 2012). El concepto de agua gris aún es analizado, pero algunos autores la definen

como la “que se evapora directamente a la atmósfera, sin haber sido utilizada de manera
productiva, e incluye a las pérdidas en aguas abiertas y en la superficie del suelo, también

es considerada como la parte no productiva del agua verde” (Sotelo et. al, 2012, p. 242).

El sector agrícola, por naturaleza siempre ha abastecido de alimentos al ser

humano. Pero para eso, también necesita abastecerse de millones y millones de litros de

agua para producir los sembríos y generar los alimentos. Es por esto que, en el ámbito

agrícola, determinar la huella hídrica del agua azul y verde es esencial, para conocer y

analizar el uso del agua en las cosechas. En cuanto al agua verde, las estimaciones de esta

pueden variar, debido al cambio y la irregularidad de las precipitaciones en cierta zona

geográfica dónde se encuentren los cultivos (Salmoral et. al, 2011). En cuanto al agua

azul, existen sistemas de riego que nutren a las cosechas, que provienen de fuentes de

agua naturales como ríos o lagos (Aldaya et. al, 2012), y esto hace que esté ligada

estrechamente al agua verde debido a que, estás fuentes también son abastecidas por las

lluvias, por lo que también tiende a variar y dificulta realizar una estimación exacta. A

esto se suma los análisis de tiempos de sequías y el regadío artificial por parte del ser

humano.

Las empresas productoras de textiles y de alimentos, año tras año han tenido que

aumentar su producción debido a la gran demanda que genera la sociedad. Esto viene

acompañado sin duda, del incremento poblacional que se ha dado en los últimos años.

Uno de los materiales más usados por las industrias textiles, es el algodón y es que, para

fabricar una camisa de este material se necesitan aproximadamente 2700 litros de agua

(Aldaya, 2012). Así mismo, una empresa productora de dulces necesita aproximadamente

2400 litros de agua para fabricar una barra de 100 gramos de chocolate y un ingenio

azucarero necesita 1500 litros de agua para realizar 1 kilogramo de azúcar refinada

(Hoekstra, 2009).
Las industrias textiles y de alimentos son consumidoras de grandes cantidades de

agua. Es así que, estas mismas tratan de reducir su consumo de una manera sostenible

para no afectar al ambiente ni a la sociedad, ya que existen algunas empresas que

descargan directamente a áreas naturales el agua contaminada (agua gris) del proceso

productivo, afectando así a la naturaleza. Por esta razón, las fábricas textiles y

alimentarias deben poseer una planta de tratamiento de aguas residuales para reducir la

contaminación (Aldaya et. al, 2008).

Las técnicas sostenibles dentro de una empresa ya sea textil, alimentaria o

agrícola, conllevan varios factores para que esta sea efectiva. Existen tres factores que

permite que una empresa sea sostenible: ambiental, social y económico (Carrera, 2017).

Estos tres ámbitos deben ir de la mano para lograr su objetivo; pero si no lo están nunca

una empresa será sostenible. Igualmente Carrera (2017) hace mención a la relación

siguiente: “una camiseta de algodón orgánico o un panel solar no pueden ser en sí

sostenibles. Como mucho podríamos denominarlos sostenibilistas … Por lo tanto

no hay empresas o tecnologías sostenibles sino sostenibilistas” (p. 24).

La huella hídrica trata de dar a la humanidad un cálculo expresado en números de

toda el agua que se consume por persona o la utilizada para fabricar un producto, y

mostrar que, la mayoría de esta es malgastada y contaminada. De igual manera, usar la

cantidad necesaria de agua también reduce el impacto de la huella hídrica por persona en

el planeta. Para concluir, cuidar este recurso hídrico para que no sea desperdiciado aún

más, depende de cada persona y de su cultura, demostrando así su compromiso por cuidar

un bien natural e indispensable para la raza humana. A su vez, desarrollar técnicas de

conservación en cada poblador del planeta es un arduo trabajo, debido al gran número de

habitantes y al incorrecto pensamiento de muchos pero, tampoco es imposible.


Referencias bibliográficas

Aldaya, M. (2012). Introducción a la Evaluación de la Huella Hídrica. Ponencia

presentada en el Seminario Internacional “Información Estadística y Geográfica

para el Mejor Manejo del Agua en México”. Recuperado de

http://inegi.org.mx/eventos/2012/agua/doc/Maite%20Aldaya_La%20huella%20

del%20agua.pdf

Aldaya, M. M., Llamas Ramón, M., Garrido, A., y Varela, C. (2008). Importancia del

conocimiento de la huella hidrológica para la política española del agua.

Encuentros multidisciplinares. 10(29), pp. 1-12.

Arévalo, D., Lozano, J., y Sabogal, J. (2011). Estudio nacional de Huella Hídrica

Colombia Sector Agrícola. Revista Internacional e Sostenibilidad, Tecnología y

Humanismo, (6), pp. 101-126.

Carrera-Gallissa, E. (2017). Los retos sostenibilistas del sector textil. Revista de Química

e Industria Textil, (220), p. 20-32.

Hoekstra, A. Y. (2009). Huella Hídrica. Water Footprint. Recuperado de

http://aquabook.agua.gob.ar/files/upload/contenidos/10_5/Huella_Hidrica_Comi

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Rodríguez Casado, R., Garrido Colmenero, A., Llamas Madurga, M. R., y Varela-Ortega,

C. (2008). La huella hidrológica de la agricultura española. Papeles de Agua

virtual, (6), pp. 1-38.

Salmoral, G., Dumont, A., Aldaya, M. M., Rodríguez-Casado, R., Garrido, A., y Llamas,

M. R. (2011). Análisis de la huella hídrica extendida de la cuenca del

Guadalquivir. Fundación Botín. Observatorio del Agua, (3), pp. 1-91.


Sotelo Navalpotro, J. A., Olcina Cantos, J., García Quiroga, F., y Sotelo Pérez, M. (2012).

Huella hídrica de España y su diversidad territorial. Estudios Geográficos,

73(272), pp. 239-272. doi: 10.3989/estgeogr.201.209

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