Monografía Sobre in The Light of Air - Agustín Issidoro
Monografía Sobre in The Light of Air - Agustín Issidoro
Monografía Sobre in The Light of Air - Agustín Issidoro
La obra
El orgánico de la obra está conformado por arpa, piano, percusión, viola, cello y
electrónica fija. En la partitura se indica que, idealmente, los instrumentos deben estar
amplificados. La duración estimada es de 43 minutos. Es decir, una obra de magnitudes
considerables actualmente.
Formalmente consiste en 4 movimientos: Luminance, Serenity, Exsistence y
Remembrance. A estas divisiones se les agregan un prólogo y un epílogo, y transiciones entre
cada uno de los movimientos.
En vistas del objetivo del presente trabajo, se plantea abordar la descripción de la
obra separada y ordenadamente según las anteriores divisiones formales. De esta manera se
espera poder atender equitativamente a toda la obra, prestando atención y espacio a cada uno
de los momentos de la misma.
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Prólogo y Luminance
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momentos. La obra abre con este ruido y las luces son una representación visual del resultado
sonoro y la conducta total de este movimiento.
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Otros dos eventos merecen la atención dentro de este movimiento y que se
destacan dentro esta textura antes mencionada. El primero es la conformación de un contrapunto
entre viola y cello (c.44). Esta micro-textura está precedida por los compases del piano antes
mencionados en los que se amplía el contenido de alturas. A su vez, este contrapunto
desemboca en el otro evento, un gesto que aparece en la viola (c.47), en una figuración mucho
más rápida que el resto y de un repertorio de alturas más grande, aunque no se perciben tan
claramente por la dinámica y el tipo de toque. El contrapunto y el gesto se repetirán más adelante.
El gesto pasa al cello y al contrapunto se suman el piano, con mayor presencia y actividad, y el
arpa, transformando sutilmente la textura.
c.44
c.56
La sección marcada como transición (cc.69-77) entre este movimiento y el
siguiente, repite el gesto antes mencionado.
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Serenity
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movimiento anterior, debido a que se trata de una sucesión conectada de notas y en rápida
figuración. Sin embargo, tímbricamente son muy distantes. Mientras que en el primer gesto las
alturas son apenas discernibles, en el segundo están muy claras. El primer gesto tiene un
importante contenido inarmónico debido a la forma de frotado de las cuerdas, a la vez que
también es más rápido y presenta crescendos y diminuendos en sus extremos y entonces parece
aparecer y desaparecer rápidamente. Es más un gesto tímbrico que otra cosa. Esto no quiere
decir que estos dos materiales no vayan a dialogar entre sí y a transformarse mutuamente.
Por cuestiones de extensión, no se podrá reparar sobre cada una de las instancias
en las que este gesto ocurre transformado. Bastará con mostrar algunas elaboraciones en las
que también dialoga con el primer gesto de las cuerdas y el resto de la textura. En líneas
generales, entonces, podemos hablar hasta aquí de 4 estratos: el gesto melódico descendente
del arpa y el piano; el gesto tímbrico de las cuerdas; la textura de tipo drone ahora caracterizada
por la sonoridad de quintas, pero que también presenta contenido inarmónico en los que están
incluidos los trémolos de los frotamientos de las cuerdas del arpa y del piano con objetos
extraños; y el estrato generado por el ruido, a veces más incluido dentro de la textura anterior
cuando se trata de trémolos, y a veces despegado cuando los estratos de los dos gestos
dialogan.
En el extracto siguiente (cc.143-144) se pueden apreciar claramente estos
estratos. Por un lado, el piano permanece con intervenciones de características más vinculadas
al gesto original. El arpa ya presenta un gesto que tímbricamente puede asociarse y relacionarse
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con el de las cuerdas, que está ocurriendo también en el cello. Viola y cello continúan con alturas
sostenidas y prolongadas, ahora del orden de los cuartos de tono. Por último, el estrato del ruido,
realizado aquí por raspones arrítmicos producidos por el rasguño de las uñas contra los
Almglockens.
El resultado de todo esto es una textura tímbricamente muy compleja en relación
a la cual todo el primer movimiento suena como una introducción o un aviso. Está claro que, por
lo menos hasta aquí, la música intenta manifestarse como una continuidad y construirse de
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menor a mayor. Curiosamente, es el estrato del ruido el que comienza a ganar prominencia y el
que se dirige hacia el próximo movimiento. Paulatinamente, todos los instrumentos, salvo la viola,
abandonan los roles de los estratos que antes se mencionaron y empiezan a adoptar conductas
rítmicas más densas, a la vez que producir sonidos dentro del espectro del ruido. La viola
permanece en un armónico de 4ta ¿aumentada? sobre la nota Fa, junto con la electrónica.
Existence
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Entre la textura drone vuelven a aparecer las quintas en doble cuerda del cello. Esta
vez se encuentran en un registro más grave, lo cual las hace más presentes, y además sobre
dos las dos cuerdas al aire más graves: Do y Sol. Esto les da un distintivo tímbrico y un cuerpo
que permite a esta sonoridad proyectarse y hacerse lugar entre el resto de los elementos.
Efectivamente, estas quintas suenan especiales porque van a soportar algo especial.
Las quintas aparecen resignificadas cuando entra una melodía en la viola en c.175. Es una
melodía muy lenta, solemne y folklórica del noreste europeo. La melodía, aun así, es muy
austera. Apenas 3 notas conforman el motivo: Si bemol, La y Do. Es la primera vez en la obra en
la que la textura se configura claramente en una figura-fondo, entonces todo tiene otro valor. La
melodía se repite y se fragmenta entre piano y arpa, por momentos parece un canon. Los
glissandi de armónicos en la viola (c.180) tienen ahora una función melódica, de
complementariedad con la melodía que suena. En rigor, salvo la melodía, todo lo que suena
ahora ya ha sonado antes.
En el extracto puede verse la textura figura-fondo.
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Hacia c.186 la melodía de la viola se transforma en aquellas dobles cuerdas que
aparecieron en el primer movimiento y que sugerían un contrapunto. La confirmación de este
recuerdo aparece cuando el cello retoma aquel primer gesto en c.188. El arpa en ritmo de blancas
sostiene las quintas, como en aquel entonces también sostenía octavas. La transición
nuevamente descansa sobre un colchón armónico que se sostiene.
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Remembrance
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La confirmación viene con los eventos más fuertes de la obra, en c.335. Son
clusters cromáticos en fortíssimo. Están agotando la inercia de resonancia que queda. La obra
termina con otra resonancia: las grabaciones de la interpretación reproducidas con un
pequeñísimo parlante que vibra adherido al tam-tam.
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