Jur - TS (Sala de Lo Civil, Seccion 1a) Sentencia Num. 59-2012 de 22 Febrero - RJ - 2012 - 4986

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Tribunal Supremo
(Sala de lo Civil, Sección 1ª) Sentencia num. 59/2012 de 22 febrero
RJ\2012\4986

COMPRAVENTA CIVIL: Arras: clases y su concepto: diferencia entre las penales y las penitenciales;
RESOLUCION: procedencia: incumplimiento del vendedor: falta de entrega de la cosa vendida: venta
de inmueble libre de cargas cuando se discutía en pleito distinto su propiedad no deviniendo
finalmente propietario el vendedor: devolución duplicada de la cantidad recibida en concepto de arras
penales conforme a la intención de los contratantes y la literalidad de las cláusulas
pactadas.SENTENCIA: INCONGRUENCIA: Incongruencia interna: ha de estar en relación con los
argumentos que integran la ratio decidendi y acontece cuando se produce una contradicción entre
los pronunciamientos de la parte dispositiva integrantes del fallo y la motivación en que este se
fundamenta.

Jurisdicción: Civil

Recurso de Casación 1793/2008

Ponente: Excmo Sr. Antonio Salas Carceller

Los antecentes necesarios para el estudio de la Sentencia se relacionan en su fundamento de


derecho primero.El TS declara haber lugar al recurso, casa y anula la Sentencia dictada
el30-06-2008por la Sección Decimoctava de la Audiencia Provincial de Madrid, declarando resuelto
por incumplimiento de la vendedora el contrato de compraventa celebrado, con imposición de costas
a ésta.

SENTENCIA
En la Villa de Madrid, a veintidós de Febrero de dos mil doce.
Visto por la Sala Primera del Tribunal Supremo, integrada por los Magistrados al margen
indicados, los recursos extraordinario por infracción procesal y de casación contra la sentencia
dictada en grado de Apelación por la Sección Decimoctava de la Audiencia Provincial de Madrid,
como consecuencia de autos de juicio ordinario nº 562/06 , seguidos ante el Juzgado de Primera
Instancia nº 20 de Madrid; cuyos recursos fueron interpuestos ante la mencionada Audiencia por la
representación procesal de Inmomar 2005, S.L . y Sidercom Inmobiliaria, S.L ., representadas
ante esta Sala por el Procurador de los Tribunales don Ramón Rodríguez Nogueira; siendo parte
recurrida Mantequerías Olmedo, S.A ., representada por el Procurador de los Tribunales don
Antonio de Palma Villalón.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO
Ante el Juzgado de Primera Instancia fueron vistos los autos, juicio ordinario, promovidos a
instancia de Inmomar 2005 S.L. y Sidercom Inmobiliaria, S.L. contra Mantequerías Olmedo, S.A.
1.- Por la parte actora se formuló demanda arreglada a las prescripciones legales, en la cual
solicitaba, previa alegación de los hechos y fundamentos de derecho, que se "... dicte en su día
Sentencia en virtud de la que: 1. Se declare la resolución del contrato de compraventa firmado por
Mantequerías Olmedo, S.A. e Inmomar 2005, S.L. el 17 de junio de 2005 (documento nº 6).- 2. Se
declare que Inmomar 2005, S.L. (o, subsidiariamente, Sidercom, S.L.) tiene derecho a que
Mantequerías Olmedo, S.A. le abone el importe de Seiscientos seis mil quinientos cuarenta y uno
con treina y ocho céntimos de euro (606.541,38 euros).- 3. Se condene a Mantequerías Olmedo,
S.A. a abonar a Inmomar 2005, S.L. (o, subsidiariamente, a Sidercom, S.L.) la cantidad de

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Seiscientos seis mil quinientos cuarenta y uno con treinta y ocho céntimos de euro (606541,38
euros). 4. Se impongan las costas de este procedimiento a la sociedad demandada."
2.- Admitida a trámite la demanda, la representación procesal de Mantequerías Olmedo, S.A.
contestó a la misma, oponiendo a las pretensiones deducidas de adverso los hechos y fundamentos
de derecho que tuvo por conveniente para concluir solicitando que, "... dicte en su día sentencia por
la que se desestime íntegramente la demanda y se absuelva a mi representada de todos los
pedimentos deducidos en la misma en su contra, resolviendo igualmente respecto de la alegación de
nulidad del negocio jurídico en que se funda la demanda, condenando expresamente a la parte
demandante al pago de las costas causadas en el presente procedimiento".
3.- Convocadas las partes a la audiencia previa, las pruebas propuestas y declaradas pertinentes
fueron practicadas en el juicio, quedando los autos conclusos para sentencia.
4.- El Juzgado de Primera Instancia dictó Sentencia con fecha 29 de enero de 2008 , cuya parte
dispositiva es como sigue: "FALLO: Desestimo la demanda presentada por Sidercom Inmobiliaria, SL
e Inmomar 2005, SL contra Mantequerías Olmedo, SA, absolviendo a ésta.- No se hace imposición
de costas."
SEGUNDO
Contra dicha sentencia interpuso recurso de apelación la actora, y sustanciada la alzada, la
Sección Decimoctava de la Audiencia Provincial de Madrid, dictó sentencia con fecha 30 de junio de
2008 (PROV 2008, 283213) , cuyo Fallo es como sigue: "Que desestimando el recurso de apelación
interpuesto por Sidercom Inmobiliaria S.L. S.U. y Inmomar S.L. representados por el Procurador de
los Tribunales Sr. Rodríguez Nogueira contra la sentencia dictada por el Ilmo. Sr. Magistrado Juez
titular del Juzgado de 1ª. Instancia nº 20 de Madrid de fecha 29 de enero de 2008 en autos de juicio
ordinario nº 562/06 Debemos Confirmar y Confirmamos íntegramente la misma sin expreso
pronunciamiento en cuanto a las costas procesales causadas en esta alzada."
TERCERO
El Procurador don Ramón Rodríguez Nogueira, en nombre y representación de Inmomar 2005
S.L. y Sidercom Inmobiliaria S.L., formalizó recurso extraordinario por infracción procesal y de
casación, fundado el primero en dos motivos: 1) Al amparo de lo dispuesto en el artículo 469.1.2º de
la Ley de Enjuiciamiento Civil ( RCL 2000, 34 , 962 y RCL 2001, 1892) , por infracción del artículo
218, apartados 1 y 2, de la misma Ley , al adolecer la sentencia impugnada de incongruencia e
incoherencia interna así como de falta de motivación; y 2) Al amparo de la misma norma procesal,
por infracción de lo dispuesto en los artículos 217 , 218.2 , 316 , 319 , 326 y 376 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil , por valoración arbitraria de la prueba practicada.
Por su parte el recurso de casación se formula por los siguientes motivos: 1) Por infracción del
artículo 1.281, párrafo primero, del Código Civil ( LEG 1889, 27 ) ; y 2) Por infracción de los artículos
1.454 y 1.256 del Código Civil .
CUARTO
- No habiéndose solicitado por todas las partes la celebración de vista pública ni estimándola
necesaria este Tribunal, se señaló para votación y fallo del recurso el día 26 de enero de 2012.
Ha sido Ponente el Magistrado Excmo. Sr. D. Antonio Salas Carceller ,
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO
La sentencia dictada por la Audiencia Provincial, hoy recurrida, en su fundamento de derecho
segundo, cita como antecedentes del presente litigio los siguientes hechos que considera
acreditados:
1) Mediante un documento denominado "carta de intenciones", fechado el 23 de mayo de 2005,
Sidercom Inmobiliaria S.L. manifestó su voluntad de adquirir de Mantequerías Olmedo S.A. el local
comercial sito en Madrid c/ Serrano nº. 74 por un precio de 5.228.805.- #, dándose un plazo de
quince días para proceder a la revisión legal de las circunstancias del local.

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2) Efectuada la revisión y estando conforme con la situación, se firmó el 17 de junio de 2005


contrato de compraventa en documento privado por el que se vendía esa finca libre de cargas a
Inmomar 2005 S.L., filial de Sidercom Inmobiliaria S.L., en cuya cláusula 3 se pactaba en concepto
de "arras penitenciales" la cantidad pagada por el comprador de 522.880,50.- # más IVA, de manera
que en el caso de que la compraventa no llegare a consumarse por causas imputables al vendedor,
la compradora podría exigir la devolución del duplo y si, por el contrario, no llegare a consumarse por
causas imputables al comprador, el vendedor podría disponer de la finca haciendo suya la cantidad
entregada; si se consumara la venta, esa cifra formaría parte del precio pactado.
3) Con anterioridad a todo ello, en litigio seguido ante el Juzgado de 1ª Instancia nº 52 de Madrid,
con fecha 23 de enero de 2003, fue dictada sentencia por la que se dejaba sin efecto la adquisición
anterior del local por la vendedora Mantequerías Olmedo S.A., ordenándose la cancelación de las
inscripciones registrales de dominio a su favor vigentes, sentencia que fue recurrida en apelación por
lo que se instó su ejecución provisional, en cuya virtud con fecha 9 de febrero de 2004 se anotó
preventivamente su "fallo" en el Registro de la Propiedad. Dicha sentencia fue revocada por otra de
la Sección 13ª de la Audiencia Provincial de Madrid, de fecha 22 de septiembre de 2004 , recurrida
en casación ante esta Sala.
4) Una vez revocada la sentencia de instancia por la de la Audiencia Provincial, la vendedora instó
ante el Juzgado de 1ª Instancia nº 52 de Madrid la cancelación de la anotación preventiva de la
sentencia, solicitud que fue denegada por auto de 26 de octubre de 2005, el cual fue revocado por
auto de fecha 29 de enero de 2007 de la Sección 11ª de la Audiencia Provincial que ordenó cancelar
tal anotación por serlo de sentencia y no tratarse de una medida cautelar, que no consta instara la
allí demandante prestando la necesaria caución.
5) Entretanto, con fecha 17 de octubre de 2005, las partes vendedora y compradora
comparecieron en la notaría para el otorgamiento de la escritura pública de compraventa derivada de
lo pactado en documento privado de 17 de junio de 2005, otorgamiento que no se llevó a cabo al
manifestar la compradora que el local no estaba libre de cargas puesto que constaba anotada
preventivamente la sentencia antes citada, por lo que la vendedora había incumplido el contrato.
Ante ello, la vendedora procedió a reintegrar a la compradora la cantidad recibida a cuenta del
precio.
Con fecha 12 de abril de 2006, Inmomar 2005 S.L. y Sidercom Inmobiliaria S.L., interpusieron
demanda de juicio ordinario contra Mantequerías Olmedo S.A. interesando que se dictara sentencia
por la que se declarara la resolución del contrato de compraventa celebrado entre Inmomar S.L. y la
demandada con fecha 17 de junio de 2005 y que se condenara a dicha demandada a indemnizar a
Inmomar 2005 S.L., y subsidiariamente a Sidercom Inmobiliaria S.L., en la cantidad de 606.541,38
euros.
La demandada se opuso a la demanda y, seguido el proceso por sus trámites, el Juzgado dictó
sentencia de fecha 29 de enero de 2008 por la que desestimó la demanda, sin especial
pronunciamiento sobre costas.
Las demandantes recurrieron en apelación y la Audiencia Provincial de Madrid (Sección 18ª) dictó
nueva sentencia de fecha 30 de junio de 2008 (PROV 2008, 283213) que desestimó dicho recurso y
confirmó íntegramente la sentencia de primera instancia, sin especial pronunciamiento sobre costas
de la alzada.
Contra esta última recurren las demandantes por infracción procesal y en casación.
SEGUNDO
Sostiene la Audiencia, en el párrafo sexto del fundamento de derecho tercero de la sentencia hoy
recurrida, que «no se ha instado en la demanda el pago de una cantidad en concepto indemnizatorio
por la resolución contractual derivada del incumplimiento por la vendedora de la obligación de
entrega de la cosa en la forma pactada ( artº. 1462 C.c (LEG 1889, 27) .), sino la mera aplicación
como arras penitenciales de una entrega a cuenta que no tenía tal carácter puesto que no se pactó
como posibilidad de desistimiento voluntario con o sin causa por ninguna de de las partes, por lo que
si sólo se insta el abono como consecuencia de un pacto de arras penitenciales inexistentes, la
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consecuencia no puede ser otra que la desestimación de la demanda».


A continuación, y a mayor abundamiento, la sentencia alude a la falta de diligencia de la
compradora al no comprobar la situación del inmueble en el Registro de la Propiedad; afirma que,
aunque existiera en el Registro una anotación preventiva de sentencia, a la fecha tanto de la
suscripción de la "carta de intenciones" como del documento privado de compraventa, la sentencia
preventivamente anotada carecía de valor alguno y no debía por ende figurar anotada; e igualmente
sostiene que en el momento fijado para el otorgamiento de la escritura pública la finca vendida, en
puridad, estaba libre de cargas pues de hecho la Audiencia ordenó la cancelación de la anotación
preventiva pocos días después.
Por último, reiterando la "ratio decidendi" de la sentencia -que está en relación con la naturaleza de
la acción ejercitada y la imposibilidad de su alteración por el tribunal- dice que «podría discutirse si
esa ocultación de la pendencia del proceso determinó un incumplimiento por la vendedora causante
del desistimiento de la compradora y si esa conducta ha causado perjuicios a la demandante
fundados en ese "incumplimiento" de la vendedora, pero ello nos derivaría al examen de las
consecuencias indemnizatorias de un incumplimiento contractual en el que habría de acreditarse y
probarse la existencia y cuantificación de los perjuicios en relación con la mayor o menor diligencia
del comprador y la gravedad de la ocultación por el vendedor, pero no habiendo sido tal el
fundamento de la acción ejercitada sino únicamente la consideración de que la cláusula tercera del
contrato de compraventa regulaba una pura cláusula de arras penitenciales a los efectos del artículo
1454 C.c . y no siendo así, no es posible entrar en el examen de una acción indemnizatoria no
ejercitada».
Sentado lo anterior, procede entrar a examinar los motivos de ambos recursos.
Recurso extraordinario por infracción procesal
TERCERO
El primero de los motivos se formula por infracción del artículo 218, apartados 1 y 2, de la misma
Ley, al adolecer la sentencia impugnada, según la parte recurrente, de incongruencia e incoherencia
interna además de incurrir en falta de motivación.
Se confunde en este caso por la parte recurrente su disconformidad con los razonamientos y
conclusiones obtenidas por la sentencia impugnada, con la incongruencia interna y la falta de
motivación como aspectos que revelan el incumplimiento de las normas procesales reguladoras de la
sentencia.
La falta de motivación existe cuando la lectura de la resolución no permite comprender cuáles son
las razones del "fallo", creando por ello indefensión a la parte cuyas pretensiones no son acogidas en
tanto que carecerá de los elementos necesarios para poder razonar su discrepancia al interponer los
correspondientes recursos.
Al respecto, esta Sala en sentencia núm. 545/2011, de 18 julio (RJ 2011, 6123) , tiene declarado
que el derecho a una resolución fundada «que constituye uno de los aspectos del derecho
fundamental a la tutela judicial efectiva reconocido en el artículo 24.1 CE (RCL 1978, 2836) implica
que la resolución debe estar motivada. La motivación exige expresar los criterios fácticos y jurídicos
esenciales que llevan a la decisión ( SSTC, 119/2003, de 16 de junio ( RTC 2003, 119 ) ; 75/2005, de
4 de abril ( RTC 2005, 75 ) ; 60/2008, de 26 de mayo ( RTC 2008, 60 ) ). La infracción constitucional
se produce cuando hay carencia total de motivación o ésta es manifiestamente insuficiente, cuando
la motivación está desprovista de racionalidad, desconectada de la realidad de lo actuado o da lugar
a un resultado desproporcionado o paradójico. La motivación ha de ser adecuada y suficiente a la
naturaleza del caso y circunstancias concurrentes y el juicio de suficiencia hay que realizarlo ( SSTC
66/2009, de 9 de marzo ( RTC 2009, 66 ) y 114/2009, de 14 de mayo ( RTC 2009, 114 ) ) atendiendo
no sólo al contenido de la resolución judicial considerada en sí misma, sino también dentro del
contexto global del proceso, atendiendo al conjunto de actuaciones y decisiones que, precediéndola,
han conformado el debate procesal; es decir, valorando las circunstancias concurrentes que
singularicen el caso concreto, tanto las que estén presentes, explícita o implícitamente en la
resolución recurrida, como las que no estándolo, constan en el proceso».

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No puede sostenerse que la sentencia impugnada carezca de motivación ya que con toda claridad,
y con independencia de las demás razones que adiciona a mayor abundamiento, afirma que la
desestimación de la demanda se fundamenta en el hecho de que la parte demandante solicita el
pago de una cantidad en concepto de arras penitenciales "ex artículo 1454 del Código Civil ( LEG
1889, 27 ) " y en el contrato no se pactaron con tal cualidad, que habría permitido a cualquiera de las
partes apartarse de lo convenido con las consecuencias prevista en dicha norma.
Por las mismas razones no existe incongruencia interna de la sentencia, pues partiendo de lo
expresado se desestima la demanda por entender la Audiencia que la pretensión formulada en este
sentido por la parte demandante (amparada en lo dispuesto por el artículo 1454 del Código Civil )
integra la "causa petendi", que el tribunal no puede modificar so pena de incurrir entonces
efectivamente en incongruencia. Esta Sala, entre otras en sentencia núm. 314/2011, de 4 julio (RJ
2011, 5963) , ha afirmado que la incongruencia interna «afecta al principio de seguridad jurídica y al
derecho a la tutela judicial efectiva y que acontece cuando en la sentencia se produce una
contradicción entre los pronunciamientos de la parte dispositiva integrantes del fallo y la motivación
en que este se fundamenta ( SSTS de 25 de junio de 2008, RC n.º 1599/2001 (RJ 2008, 4609) , 4 de
junio de 2001, RC n.º 1255/1996 (RJ 2001, 6663) )». Se trata de una irregularidad que atañe no tanto
al deber de congruencia de las sentencias sino a su motivación ( STC 140/2006, de 8 de mayo ( RTC
2006, 140 ) , STS de 22 de junio de 2006, RC 3492/1999 (RJ 2006, 4712) )». Dicha contradicción no
puede imputarse a la sentencia impugnada.
CUARTO
El motivo segundo viene a denunciar la infracción de los artículos 217 , 218.2 , 316 , 319 , 326 y
376 de la Ley de Enjuiciamiento Civil ( RCL 2000, 34 , 962 y RCL 2001, 1892) , por valoración
arbitraria de la prueba practicada.
Acumula así preceptos relativos a la carga de la prueba (artículo 217), la motivación (artículo
218.2), la valoración del interrogatorio de las partes (artículo 316), de la prueba de documentos
públicos (artículo 319), de la de documentos privados (artículo 326) y de las declaraciones de
testigos (artículo 376).
Si se examina el desarrollo del motivo, se advierte que no imputa a la Audiencia la vulneración de
la norma sobre carga de la prueba, pues no se ha dado la situación prevista por el artículo 217 de la
Ley de Enjuiciamiento Civil . La sentencia de esta Sala núm. 856/2010, de 30 diciembre (RJ 2011,
1788) afirma que «la infracción de las normas sobre la atribución de la carga de la prueba se produce
cuando la sentencia considera que un hecho relevante para la decisión es dudoso y, no obstante,
aplica los efectos perjudiciales de dicho vacío probatorio a la parte a la que no corresponde según lo
dispuesto en el artículo 217 de la Ley de Enjuiciamiento Civil -que efectivamente es una norma
procesal reguladora de la sentencia- pero dicha norma carece de aplicación cuando la sentencia ha
considerado probado el hecho de que se trata cualquiera que sea el medio mediante el cual dicha
prueba se ha obtenido y la parte que lo haya aportado».
La propia sentencia impugnada ya refiere, al inicio de su fundamento de derecho segundo, que la
cuestión planteada tiene "un carácter eminentemente jurídico desde el momento en que no existen
discrepancias en cuanto a los hechos fundamentadores de la acción". Los hechos aparecen
objetivamente claros en su desarrollo y la disconformidad de la parte recurrente se refiere en realidad
a las consecuencias jurídicas de tales hechos, lo que constituye la cuestión de fondo, siendo así que
en realidad la motivación discutida es la que afecta a los elementos jurídicos y no a los fácticos en el
sentido a que se refiere el artículo 218.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil .
Por ello el motivo decae ya que a continuación reitera la afirmación de que la prueba, en general,
ha sido valorada de forma arbitraria en relación con las consecuencias jurídicas obtenidas sin una
precisión adecuada sobre los diversos medios probatorios a que se refiere en el encabezamiento,
cuando en realidad los hechos, como ya se ha dicho, son claros y la valoración de la prueba por
definición ha de estar referida exclusivamente a su fijación para, a partir de ellos, deducir las
consecuencias jurídicas que procedan mediante la aplicación de las normas jurídicas que convengan
al caso.

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Recurso de casación
QUINTO
El primer motivo del recurso denuncia la infracción del artículo 1281, párrafo primero, del Código
Civil ( LEG 1889, 27 ) , sobre la interpretación de los contratos, mientras que el segundo se refiere a
la infracción del artículo 1454, relacionado con el 1256, ambos del Código Civil .
La sentencia de esta Sala nº 826/2010, de 17 diciembre ( RJ 2011, 1554 ) (Recurso 649/2007 ),
señala que la jurisprudencia ha venido declarando que «la interpretación de los contratos es
competencia de los tribunales de instancia, por lo que la realizada por estos ha de prevalecer y no
puede ser revisada en casación en la medida en que se ajuste a los hechos considerados probados
por la Audiencia Provincial en el ejercicio de su función exclusiva de valoración de la prueba, con la
única excepción de que se demuestre que ha vulnerado las reglas legales de interpretación
contenidas en el Código Civil o que las conclusiones alcanzadas con su aplicación resultan de todo
punto ilógicas, irracionales o arbitrarias».
La sentencia impugnada, tras una referencia doctrinal y jurisprudencial a las distintas clases de
arras -penitenciales, confirmatorias y penales- niega que se trate en el caso de unas arras de
carácter penitencial que permitirían a cada una de las partes desistir del contrato en los términos del
artículo 1454 del Código Civil , haciendo suya el vendedor la cantidad recibida o debiendo devolverla
duplicada; conclusión que puede ser compartida. Pero, no obstante, a continuación afirma en
referencia al caso que «de consumarse el contrato se determina el efecto de que la entrega ha de
considerarse parte del precio, en tanto que no se trata de arras penales». Esta es la interpretación
que difiere de la verdadera intención de las partes en relación con la literalidad de la cláusula. Esta
aparece redactada en el siguiente sentido: en el caso de que la compraventa no llegare a
consumarse por causas imputables a la parte vendedora, la compradora podrá exigir la devolución
del duplo de la cantidad entregada en concepto de arras. Si por el contrario la compraventa no
llegara a consumarse por causas imputables a la parte compradora, la parte vendedora quedará libre
de transmitir las fincas objeto del contrato y hará suya la cantidad entregada en concepto de arras.
Claramente se desprende del texto que no se trata de unas arras meramente confirmatorias,
aunque en caso de cumplimiento hubiera de imputarse su cuantía al pago del precio, sino de unas
arras de carácter penal, similares a la cláusula de tal carácter contemplada en el artículo 1152 del
Código Civil , pues lo que prevén es la indemnización que ha de satisfacer la parte incumplidora del
contrato a la que ha cumplido cuando esta última interese la resolución, por lo que al no haberlo
apreciado así la Audiencia ha de entenderse infringido el artículo 1281 del Código Civil que contiene
los primeros criterios de interpretación -que son los preferentes- referidos a la intención de los
contratantes y la literalidad de las cláusulas.
A tal efecto conviene la cita de la sentencia de esta Sala núm. 643/2010, de 27 octubre (RJ 2010,
7609) , que refiriéndose a la sentencia de 31 julio 1992 (RJ 1992, 6505) , seguida por otras muchas,
distingue los tres tipos de funciones que las arras pueden cumplir: "como señal de la celebración de
un contrato, en que la cantidad entregada es anticipo o parte del precio (arras confirmatorias), como
garantía del cumplimiento o arras penales, que se pierden si el contrato se incumple, pero que no
permiten desligarse del mismo; y como arras penitenciales, que son las únicas que permiten resolver
o desistir del contrato [...]". Asimismo la sentencia de 29 junio 2009 (RJ 2009, 4762) insiste en que
las arras penales no permiten desistir del contrato, cuando afirma que «encaja también en las de
carácter penal, las cuales, a diferencia de las penitenciales, se pactan como simple garantía del
cumplimiento del contrato mediante su pérdida o devolución doblada, pero no al objeto de que las
partes puedan desistir lícitamente del contrato con tal proceder» (en igual sentido, las sentencias de
16 (RJ 2009, 1987) y 24 marzo 2009 (RJ 2009, 1660) ).
SEXTO
Por ello procede la estimación del primero de los motivos y, en consecuencia, del recurso de
casación con el efecto de casar la sentencia y entrar a resolver sobre el fondo de la cuestión
planteada.
Sobre ello no cabe duda de que ha existido un claro incumplimiento por parte de la vendedora

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Mantequerías Olmedo S.A. que, habiendo vendido el inmueble libre de cargas a Inmomar 2005 S.L.
en fecha 17 de junio de 2005, resultó que no era así puesto que la propiedad del mismo se discutía
en un proceso distinto, lo que había dado lugar a una anotación preventiva en el Registro de la
Propiedad. Es cierto que la Audiencia Provincial en aquel caso acordó la cancelación de dicha
anotación, pero continuó el pleito -que ya era conocido por la compradora- culminando en la
sentencia dictada por esta Sala nº 680/2011, de 26 septiembre ( RJ 2011, 6579 ) (Recurso nº 473/05
), aportada al Rollo de Sala, que finalmente ha significado la declaración de que la vendedora no era
verdadera propietaria del inmueble.
En consecuencia era procedente la resolución del contrato por incumplimiento de la vendedora y
procede acordarla ahora con los efectos previstos en la indicada cláusula séptima, debiendo devolver
la vendedora duplicada la cantidad recibida en concepto de arras penales.
SÉPTIMO
De conformidad con lo establecido en los artículos 394 y 398 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (
RCL 2000, 34 , 962 y RCL 2001, 1892) , procede imponer a la parte recurrente las costas
correspondientes al recurso por infracción procesal, que se desestima, sin especial declaración sobre
las causadas por el recurso de casación. Al estimarse íntegramente la demanda procede, por
aplicación de los mismos artículos, condenar a la demandada al pago de las costas de primera
instancia, sin especial declaración sobre las costas de la apelación.
Por lo expuesto, en nombre del Rey y por la autoridad conferida por el pueblo español.
FALLAMOS
Que DEBEMOS DECLARAR Y DECLARAMOSno haber lugar al recurso extraordinario por
infracción procesal y haber lugar al de casación interpuesto por la representación procesal de
Inmomar 2005 S.L. y Sidercom Inmobiliaria S.L., contra la sentencia dictada por la Audiencia
Provincial de Madrid (Sección 18ª) de fecha 30 de junio de 2008 (PROV 2008, 283213) , en Rollo de
Apelación nº 389/2008 dimanante de autos de juicio ordinario seguidos ante el Juzgado de Primera
Instancia nº 20 de dicha ciudad con el nº 562/2006, en virtud de demanda interpuesta por dichas
recurrentes contra Mantequerías Olmedo S.A. la que casamos y en su lugar, con estimación de la
demanda interpuesta por las hoy recurrentes:
1º) Declaramos resuelto por incumplimiento de la vendedora Mantequerías Olmedo S.A. el
contrato de compraventa de fecha 17 de junio de 2005, celebrado con Inmomar 2005 S.L. sobre el
local sito en Madrid, c/ Serrano nº 74.
2º) Condenamos a dicha demandada a satisfacer a las actoras la cantidad de 606.541,38 euros.
3º) Condenamos igualmente la demandada Mantequerías Olmedo S.A. al pago de las costas de
primera instancia, sin que haya lugar a especial pronunciamiento sobre las causadas en la apelación.
4º) En cuanto a las costas ahora causadas, condenamos a las recurrentes Inmomar 2005 S.L. y
Sidercom Inmobiliaria S.L. al pago de las correspondientes al recurso extraordinario por infracción
procesal, que se desestima, sin especial pronunciamiento sobre las del recurso de casación. *
Así por esta nuestra sentencia, que se insertará en la COLECCIÓN LEGISLATIVA pasándose al
efecto las copias necesarias, lo pronunciamos, mandamos y firmamos .- Juan Antonio Xiol Rios.-
Jose Ramon Ferrandiz Gabriel.- Antonio Salas Carceller.- Encarnacion Roca Trias.- Rafael
Gimeno-Bayon Cobos.- Firmado y Rubricado. PUBLICACIÓN.- Leída y publicada fue la anterior
sentencia por el EXCMO. SR. D. Antonio Salas Carceller , Ponente que ha sido en el trámite de los
presentes autos, estando celebrando Audiencia Pública la Sala Primera del Tribunal Supremo, en el
día de hoy; de lo que como Secretario de la misma, certifico.

13 de octubre de 2016 © Thomson Reuters 7

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