Este documento presenta una guía de estudio personal sobre la autoridad del cuerpo de Cristo. Explica que cada miembro debe desempeñar su papel y reconocer la ayuda de los demás, manteniendo la obediencia. Al someternos a la autoridad de otros miembros, aceptamos las riquezas de Cristo, quien instituyó la autoridad para concedernos sus dones y suplir nuestras debilidades. La verdadera obediencia es hacer la voluntad de Dios, no solo cumplir mandatos. Rechazar la autoridad
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Este documento presenta una guía de estudio personal sobre la autoridad del cuerpo de Cristo. Explica que cada miembro debe desempeñar su papel y reconocer la ayuda de los demás, manteniendo la obediencia. Al someternos a la autoridad de otros miembros, aceptamos las riquezas de Cristo, quien instituyó la autoridad para concedernos sus dones y suplir nuestras debilidades. La verdadera obediencia es hacer la voluntad de Dios, no solo cumplir mandatos. Rechazar la autoridad
Este documento presenta una guía de estudio personal sobre la autoridad del cuerpo de Cristo. Explica que cada miembro debe desempeñar su papel y reconocer la ayuda de los demás, manteniendo la obediencia. Al someternos a la autoridad de otros miembros, aceptamos las riquezas de Cristo, quien instituyó la autoridad para concedernos sus dones y suplir nuestras debilidades. La verdadera obediencia es hacer la voluntad de Dios, no solo cumplir mandatos. Rechazar la autoridad
Este documento presenta una guía de estudio personal sobre la autoridad del cuerpo de Cristo. Explica que cada miembro debe desempeñar su papel y reconocer la ayuda de los demás, manteniendo la obediencia. Al someternos a la autoridad de otros miembros, aceptamos las riquezas de Cristo, quien instituyó la autoridad para concedernos sus dones y suplir nuestras debilidades. La verdadera obediencia es hacer la voluntad de Dios, no solo cumplir mandatos. Rechazar la autoridad