Paper Miguel Schmukler Panel II

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Miguel Schmukler

Generación Y

Desde que finalizamos nuestros estudios nos preguntamos qué va a ser de


nuestra vida profesional y cómo vamos a satisfacer nuestras expectativas.
La mayoría de nosotros tiene como objetivo evolucionar y vivir de nuestra
profesión, siempre y cuando no tengamos que resignar totalmente nuestra vida personal
para lograrlo.
Hemos vivido y pertenecido a mundos totalmente diferentes al de nuestros
padres. En nuestra era lo inmediato es regla, los divorcios y cambios familiares han
aumentado enormemente, y hasta se nos ha estimulado otra zona del cerebro (la derecha,
que involucra todo lo que sea la creatividad).
Dentro del ámbito profesional pasa lo mismo. Las reglas de juego han
cambiado drásticamente, así como los medios y posibilidades para desarrollarnos como
profesionales.
Estos cambios tan repentinos traen como consecuencia que muchas veces
pertenezcamos a estructuras las cuales no terminan de satisfacernos o trabajamos de
maneras que consideramos anticuadas. Estamos en la era de la velocidad y de la
interactividad, pero a veces parecería que esta regla no se aplica a nuestros ámbitos
laborales, en donde el exceso de formalidad y la cantidad de horas conspiran contra
nuestros pasatiempos, hobbies y creatividad, en definitiva contra nuestra calidad de vida.
Entonces surge la pregunta que todos nos hacemos: ¿Cuál es el precio que
debo pagar para crecer?
Es sorprenderte indagar en los pares y obtener que la mayoría no está dispuesta
a sacrificar tantas cosas para alcanzar el denominado éxito: “miro a los de arriba y no
quiero llegar a ese punto, prefiero resignar cosas”.
Entonces es aquí en donde otras alternativas comienzan a aparecer como
opciones viables. Es decir, que si en trabajo no podemos realizarnos como personas
íntegras, será difícil que nos retengan por mucho tiempo.

¿Qué pretendemos de nuestras estructuras laborales?


Miguel Schmukler

Es muy importante remarcar que, contrariamente a lo que suele creer la


mayoría, el salario no ocupa el primer puesto dentro de nuestras ambiciones dentro de una
estructura laboral.
Al estar en un proceso de aprendizaje y crecimiento profesional, antes que
dinero ponemos otro tipo de factores como prioritarios:
- identidad en el proyecto para el cual trabajamos,
- ambientes sanos y agradables de trabajo (tanto en lo físico como en el trato
personal),
- participación constante en la toma de decisiones,
- comunicación continua con nuestro entorno,
- libertad y flexibilidad
- canales de comunicación con todas las jerarquías de la estructura
- tutores que nos aconsejen y nos brinden contención.
Esta demostrado que cuando se dan las condiciones adecuadas el profesional
puede rendir hasta un 20% más y el índice de renuncias baja en casi un 80%.
Somos una generación que necesita constante feedback y devoluciones en
cuanto a nuestro rendimiento. Necesitamos sentirnos valorados, aunque eso implique una
llamada de atención, pero necesitamos que nos digan ALGO!!
La fidelidad con la empresa se generará en tanto y cuanto haya canales
sinceros de comunicación entre los miembros. Hay que conocer a las personas que trabajan
dentro de la estructura, el trabajo que realizan, y hasta sus gustos. De esta manera se rompe
“molde” tradicional, lo cual permite que el profesional se encuentre cómodo y a gusto, lo
que está demostrado mejorará enormemente su creatividad y sobre todo su eficiencia.
Hoy en día, jóvenes muy talentosos se sienten desmotivados dentro de las
estructuras, por ende, grandes estudios o empresas pierden gente valiosa y capaz por no
hacer algo que suele ser gratis, que es comprender y satisfacer las necesidades de esta
nueva generación.
Hemos nacido y vivido en un mundo de relativa bonanza económica, donde
todo es posible, y en el cual con una computadora y una conexión a Internet se puede
montar una empresa.
Miguel Schmukler

En este sentido, no vemos porque el trabajo no puede estar complementado con


el placer. Mientras otras generaciones consideran que éstos dos conceptos nunca se cruzan,
nosotros creemos que es complementan, es más demandamos que así sea. Por eso
pretendemos:
- ambientes saludables y hasta ecológicos
- flexibilidad en horarios y lugares de trabajo.
La flexibilidad exigida se basa principalmente en que demandamos trabajar por
objetivos y no cantidad de horas. ¿Si el trabajo esta hecho, porque me tengo que quedar?
Valoramos informalidad y el reconocimiento por nuestra tarea. Asimismo, la
gran mayoría de nosotros esta involucrado en alguna actividad social, de caridad o pública.
Debemos tener el tiempo para poder realizarlas.
Imploramos un reconocimiento justo, personal, público y constante. Creemos
en la justicia en cuanto a los resultados obtenidos. De no dar el reconocimiento merecido,
se desmotiva sumamente a la persona por el simple hecho que hacer algo o no hacerlo tiene
el mismo valor.
Tenemos una concepción muy fuerte del trabajo en equipo y del sentido de la
comunidad. Internet nos ha dado las herramientas para que nuestras ideas sean expresadas
libremente. Aceptamos la diversidad y somos democráticos.

Riesgos de nuestra generación

En la “Generación Y” no estamos acostumbrados al esfuerzo. Hemos vivido


siempre en el ámbito del consumo, acompañado por economías que dentro de todo nos han
permitido tener acceso a muchos bienes.
Nunca ha faltado trabajo, por lo cual no ha sido necesario esmerarnos para
marcar un diferencial.
Somos muy propensos al cambio y nos cuesta asumir compromisos que no nos
otorguen una satisfacción inmediata.

En definitiva ¿qué es lo que buscamos?


Miguel Schmukler

- Valoración de nuestro trabajo


- Comunicación dentro de la estructura
- Trabajar para vivir y no vivir para trabajar
- Reconocimiento de nuestros aciertos y constante feedback
- Libertad y flexibilidad para trabajar
- Lugares de trabajo que sean amigables y confortables
- Sentir que somos útiles
- Tiempo para nuestras actividades personales, ya sean deportes, hobbies, etc.

Resultaría beneficioso para todos adaptar las estructuras, o formar nuevas, en


base a las nuevas pretensiones y necesidades de la comunidad. De esta manera se podrían
obtener mejores rendimientos, una mayor fidelidad y una mayor armonización dentro de
nuestros ámbitos de trabajo.
El factor fundamental en el cual debemos trabajar todas las generaciones es la
comunicación. Recién ahí nos vamos a dar cuenta que los “BB” y los “X” no son nuestros
enemigos, sino al contrario, somos socios complementarios para lograr un objetivo común.

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