Jardin P - 1-110
Jardin P - 1-110
Jardin P - 1-110
Por
El Rabino ShalomArush
Director de las lrrstitaciones 'Jat shel Jesed'-
'Hilo de Bondad'
Autor de:
'En el Jardín de la Fe'
'La Sabiduría Femen¡ka'
'En el Jardín de la Riqueza'
3-
4 | En el lddin de la Paz
-5-
6 | Er el lüdin de la P¿
Advertencia Importante 5
Glosario 390
-11-
Nota del Traductor:
Prefacio de la Edición Española
13
14 I En el Jardín de la Paz
.
Querido lector, este libro conocido también como I-a guia
matrimonial para el verdadero varón" sacará 1o mejor de ti
como homb¡e, ma do y padre. Si aún no has encontrado tu
"media naraqia", si ya has celebrado tus bodas de oro, o si
acabas de comenzar tu vida matri¡¡onial, ¡En el Jardín de
la Paz' se transformará rípidamente en tu fiel compañero y
guia.
-1,7-
18 I En el Ja¡dín de la Paz
Rabino ShalomArush
Jerns lér1, Elal 5T2 -SeDtiembre 2012
Capltulo Uno:
El Precepto Principal
Cada hombre debe saber muy bien: Lo más importa¡te en
el seNicio al Creador es el'Shalom Bait',l^paz hogareña. Lo
más significativo para el ffecimiento espiritual y acercamiento
al Creador es la paz matimonial. El marido debe invertir en
la armonía conyugal todos sus esfuerzos, ya que éste es un
Precepto p¡incipal que debe obligarse a cumplir durante toda
la vida. Mientras no hay paz e¡ el matrimonio, se debe dedicar
todo el tiempo y los esfuezos necesarios para aprender sobrc
el tema, rezar, y hacer todo lo posible para lograrla.
Quedarse soltero
Todo aquel que tiene un poco de conciencia espi tual,
entiende que el verdadero objetivo del homb¡e en la vida es
acercarse y apega$e al Creador, a Su Torá y a Sus Prcceptos.
Aparentemente, es mucho más fácil conseguirlo siendo
solt€ro, sin el yugo de una familia a la que s€ debe atender
y proveer el sustento, como dice el Talmud, que el hombre
casado tiene como una pied¡a de molino colgándole del
cuello. De ser así, uno podría pensar que Hashem preferiría
que nos quedámmos solteros para que pudiémmos servirlo
sin interferencias externas. Sin embargo, no es así. Nadav
,21
22 | En el Iardln de la Paz
y
El Excelso Sabio Pilar de BoÍdad, shlit"a
considemba las quejas de su mujer como producto
del mal carácter que ella tenía y de su bajo nivel
espiritual. Obviamentg ella no valomba los médtos
de ese genuino sabio de la Torá, un verdadero justo
y piadoso hombe y por eso no lo respetaba y solía
moleslarlo en forma constante con sus mezquinas
exigencias y acusaciones inJundadas. El siempre se
aseguraba de proveede todo el dinero que necesitaba
para que no pudiera quejarce que él no se preocupa
por ella. Todo su matdmonio no era pam él más
que un embrollo sin fin y en vez de enfrentarse a
su esposa, optaba por mantenerse alejado. Incluso
en los fines de semana y en las festividades siempre
se las aüeglaba para organiza¡ un "comprcmiso de
Capítulo Uno: El P¡ecepto Principal | 29
Un gran mensaje
Varios grandes Justos contemporáneos que han leído
este libro, han dicho que todo aquél que Io estudie bien, lo
repase cada mes y cumpla con todo lo esc to, anula de sí
mismo, de su familia, y del mundo entero todos los malos
.decretos, los problemas, las enfermedades y las muertes
repe¡trnas, ya que la gmn mayoría de las desgracias que
hay en el mundo, como los accidentes de tránsito. atentados.
enfermedades incurables. elc.. son producto del sufrimienro
de las mujeres, por la falta de respeto de sus ma¡idos. Sus
lágrimas despierta¡r el Atributo de Justicia Divina en el
mundo, lo que causa todo tipo de males. por Io tanto. si una
sola Iág ma de una mujer causa semejante Juicios severos
en el mundo, entonces cuántas bendiciones despiertan la
sonrisa de ¡rna mujet su alegria...
Repetir y memorizar
Es muy imporlante saber que es sumamenle necesario
repetir y memo zar lo aprcndido debido a que Ia Mala
Inclinación es extremadamente fuerte en ese sentido, y hace
todo lo posible para destrui¡ la paz en el hogar. Ademáq
todos los puntos e¡ los que se debe trabajar para lograr la
paz hogareña, son muy delicados y hay que aprenderlos y
repetirlos con el fin de que penetren prcfundamente en la
conciencia del hombre y pasen a la acción.
Auto-corrección
Hay que saber que este libro no es meramente un libro de
'bonsejos" a través del cual el marido pued¿ alcanzar la paz
conyugal y una vida tranquila, sino es un libro de ,Auto-
corrección". Este libro contiene una guía completa para que
€I hombre pueda alcanzar su rectificación personal en forma
total, pues la rectificación del hombre gim en torno al tema
de la paz en el hogar. ¿Por qué? Porque la paz en el hogar es
el único verdadero parámetro para poder sabe¡ si el hombre
rectificó lo necesario o si aún ti€ne algo para ¡ectificar. Sólo
a través de la falta de paz en su hogar pod.á el hombre saber,
con la guía de este libro, qué más le falta corregir como
persona y de qué modo hacerlo.
El verdadero objetivo
Rabí Najman de Breslev enseña &ikutey Mahüán rr, 37) qüe
el verdadero objetivo del hombrc en este mundo es se¡vi¡ al
C¡eador y andar por Sus caminos. Esto nospermite conocerlo
y acercaúos a El, y éste debe ser eI principal objetivo de cada
hombre, ya que es ésta la misrna voluntad del Creador que
Lo conozcamos. Por Io tanto, no debemos tener ninguna
otra intención en nuestro esfuerzo y trabajo espiritual, sino
realizar fielmente Su voluntad.
El honor de la esposa
Tenemos que saber que en el campo espi(itual la raíz
del alma de la mujer es el honor. Toda su vitalidad y
alegria dependen del honor que le demuestm su marido. En
consecuencia, todo 10 que afecte a su honor la lastima en su
raíz, debilita su vitalidad, y hasta puede matarla e¡ cuerpo y
en esprrnu.
El fundamento principal
El fundamento que las críticas dest¡uyen Ia paz conyugal
es tan claro y definitivo, que cada vez que viene un m¿r do
a consultarme por la falta de paz hogareña luego que me
cuenta todas sus quejas, me describe los problemas con su
esposa y los factorcs que, según su opinión, son los causantes
de la falta de paz le digo lo siguiente: "Te escuché, pero
tienes que saber que todos los motivos que mencionaste como
causantes no son váidos. ¡El motivo principal por el que no
tienes paz en tu hogar es porque continuamente criticas y le
reprochas a tu mujer!
¡Énfasisl
Aquí debemos enfatizar especialmente, las consecuencias
de las críticas del ma¡ido pueden ser tan se as a tal punto que
existen casos en los que la esposa llega a sufrir e[f€rmedades
fisicas, Io que aparentemente no debería atribuirse al marido.
Especialmente en los casos que se trata de un esposo delicado
e incluso noble donde no parece haber relación alguna entrc él
y el sufrimiento de su esposa, de hecho se debe directamente
a la falta de conocimi€nto del esposo de la Fohibición de
criticarla en forma alguna. Y aunque lo haga muy pocas
veces, aquellas pocas c ticas pueden llevar a la esposa a una
depresión telrible, a tal punto que pierda toda la alegda de
vivir, e incluso llegue a sufrir fastornos fisicos, infecciones,
y distintas complicaciones todo por las críticas de su
marido...
Capítulo Dos: Sin Críticas 41
Observ¿ y ya entenderás
Ya que la mujer es el espejo de su marido, él debería saber
cómo interpretar lo que ve e¡ ese espejo a fin de llegar a las
conc¡usion€s apropiadas. Ilusharemos con algunos ejemplos
en los cuales la muje¡ si¡ve de espejo para su ma¡ido, y de
ellos cada uno podrá extraer conclusiones con respecto a su
propia vida. Cada esposo debe rezar p¿ra que Hashem le de
la sabiduría necesaria para entender lo que observa en su
"espejo".
Tu 'espejo personal'
El entendimiento del principio que la esposa es el espejo
de su marido es lo primero que lleva al hombre a no criticar
a su esposa en absoluto, Cada vez que ve en ella un defecto,
de inmediato debe reflexionar y buscar que es lo que debe él
corrcgir en sí mismo, ya que 10 que ve en ella, es el reflejo de
su prcpla lmagen.
La lupa
Una esposa no es un mero espejo que refleja imágenes
de tamaño natural, sino algo mucho más sofisticado- Es de
hecho un miqoscopio electrónico de alta potencia que rcvela
y expone todo lo oculto en su esposo. En otas palabras, ella
es un "espejo de aumento" que agranda todas las cualidades
y los defectos de su marido. Por ejemplo, si uno tiene una
Ieve tendencia a la ira, Hashem Ie mostrará ese mal rasgo por
medio de su esposa, y en forma ampliada. Ella estará obligada
a mosharle desproporcionados niveles de cólera, para que de
esa forma él reciba el me¡saje.
Espejo o tribulaciones
Por supuesto que la mujer refleja de la mejor forma a un
ma do que la respeta y hace todo lo posible para no criticarla
y reprocharla. Pero si la critica y la entristece, entonces los
ataques de ira d€ ella provienen directamente de su prcfundo
pesa¡ y dolor. Entonces, el mensaje Divino es muy claro:
iEstás oprimiendo a tu muje¡! ¡Debes cambiar tu conducta,
hacer Teshuyá y dej^r de atormentarla!
Reflejo de lo interior
La esposa és un espejo del interior del hombrc, no de su
exterior. Es verdad que con un profundo análisis de su interior,
el hombre podría ver sus abundantes fallas y defectos. Sin
e¡¡bargo, como ya mencionamos, la naturaleza del hombre
le lleva a cubrir y hacer borrosa la verdad de su interior. Le
es más agradable al homb¡e cree¡ que todo está bien y no
tiene que cambiar. Sin embargo, al saber que su esposa es el
espejo de su inte¡iot puede ver Io que tiene que rectificar,
escudriñar en sí mismo, y descubrir la verdad. Entonces,
descubrirá su verdadera dimensión interior con todos sus
muchos defectos, y podrá empezar a trabajar pa¡a resolve os
y lograr su perfección.
El sol y la luna
Según la Cabalá, la parte esotérica de la Torá, existe una
rcgla general en laCreación, elhombre es el'mashpía', el ql!¡e
influye, el dador, y la mujet es 1a 'mekabelét', la ¡eceptom,
quien recibe. Asi como ocurre con el sol y la luna en un nivel
espidtual , el marido se asemeja al sol y la esposa a la luna.
Así como la luna no brilla con luz prcpia sino solamente por
la luz del sol,la mujer rcfleja la "luz" que rccibe de suesposo.
Por lo tanto, la "oscu dad" de la esposa tiene como origen
una falta en su ma¡ido, o seauna "iluminación" deficiente de
parte de é1. A un esposo que falla en trabajar sobre sí mismo
y mejorar sus rasgos de carácter le es imposible ilumina¡ a su
esposa.
Un altaYoz
La mujer está "programada" íntegramente por €l Creador.
No sólo que ella es el espejo de su esposo, sino que también
funciona como un altavoz del Crcador, por el cual le habla
al hombre. Esto se parece al caso de una pe$ona que habla
en un cuarto por un micrófono, y otta persona le escucha
por medio de un altavoz en otro cuafio. Si escucha gritos e
insultos en su contra por medio del altavoz, ¿¿le pasa¡ía por Ia
mente enoja$e con el altavoz, contestarle, pelearse o discuti¡
con éI?? ¡Por supuesto que no! Un hombre no¡mal buscaría
a qL¡ien está hablando por el micrófono y con él ajustaría
cuentas por los insultos.
Aclaración
La abstención de criticar el comportamiento de la esposa
se aplica después de la acción, es deci¡ después que ella ya ha
cometido el error. Sin embargo, si el marido nota que su esposa
Capítulo Dos: Sin Críiicas 161
El camino correcto
La co¡clusión que resulta de todo 10 anterior es clara
y definitiva: ¡La menor de las críticas formulada por el
maddo es ultra peligrosa y-por lo tanto- completamente
prohibida!
Revés el revés
Aquella enseñanza -que al juzgar favorablemente a una
persona le ayudas a mejo¡ar su camino- contradice el criterio
genemlizado. La gente tiende a supone. que el modo de
corregir a los demás es buscar e identificar sus defectos y
vicios, y luego reprocharles, criticarles y amen¿lzarles para
provocar un cambio beneficioso.
Esto es verdad aun si sólo y¿mo.r los puntos buenos del otro
incluso sin pronunciar una sola palabra. y tanto más cuando
les decimos palabms amables y les indicamos sus puntos
buenos, lo que lo fortalece y le permite creer en sí mismo,
animándole a esforzarse pam mejorar.
El camino intermedio
Si, después de todo lo qüe aprendimos, el marido aún se
empeña en querer actuar, hablar, o aconsejade a su mujer
sobre el mejor camino a seguir, debe saber que en el mlrn o
momento en que comprueba su falla ile está prohibido
criticarl¿! Tal como enseño el Caón de Vilna, que hay que
aprender de Hashem Mismo que no se dirigió a Adán, el
p ¡¡er hombre, e¡r elmomento de cometer el pecado de comer
Ia f¡uta prohibida, sino que esperó hasta que se cubriera con
una hoja de higuera.
Capitdo Dos: Sin C¡íri.as 167
El eje princip¡l
Existe una regla fundame¡tal de la que depe¡de toda 1a
aleg a de la mujer Ese fundamento es el eje principal sobre el
cual se apoya la paz doméstica: al entenderlo, el marido puede
lograr la paz fác¡lmenle. ¿Cuál es ere princjpio? FI ;arido
debe interiodzar que su mujer debe ser lo más importante
para él y tiene que hacerle sentir que ocupa el primer lugar
en su vida.
69-
70 | En el Iardín de la Paz
La primera queja era que cada vez que ella necesitaba que
su ma¡ido llegue a casa a una hora determinada y ser puntual,
ya sea para ir a una clase, hacer compras o por cualquier
otro motivo, ¡él nunca llegaba a tiempo aunque 10 hubie¡a
prometido!
El oígeno de la mujer
Para compre¡der la profundidad de este punto, hay que
saber que el Creador creó el alma de la mujer de tal modo que
toda su vida se alimenta del honor que recibe, tal como está
escrito (sarnos 45t4): "Todo el honor de la hija del Rey - está en
su interioi'. En otras palab¡as, la vitalidad interior de la mujer
es su honor; para ella renunciar el honor es como rechazar el
arre que respira.
Dar de tu tiempo
En uno de los casos que atendí relacionados con problemas
de paz hoga¡eña, lo que le reprochaba la mujer a su marido era
que nunca encon¡raba liempo ni pará ella nipara sus niños.
La raíz
Este tema es muy profundo. Si el marido ve que invierte
tiempo y energía e¡ charlas fatigosas y en esfuerzos pam
contentar a su esposa, darle satisfacción y alegrarla, y
después de todo ella aún no está satisfecha, d€be saber que
esto ocure porque no ha interiorizado el concepto del .primer
lugar'. El todavía no colocó a su mujer en su lugar adecuado,
respetándola y queriéndola de ve¡dad. Él solamente tata de
reparar sus quejas especificas, diciéndole: .iBstás enfadada
poaque no llegué a la ho¡a convenida?
¡Desde ahora en
adelante llegaré a horario! ¿Te afliges porque no hice lo qué
me pediste? ¡Desde aho¡a en adelante, haré 1o que deseas!,'.
Esto es inútil, y por consiguie¡te él no conseguirá hacerla
verdademmente feliz.
Un cortocircuito en la comunicación
En geneml, la mujer ¡o [ecesita a su marido fisicamente a
su lado. Por eIcontmrio, al estar éI encasale molestaylecausa
tensión poaque para ella le es mucho más cómodo ocupa$e
de sus asuntos cuando éI no está presente. Pero cuando la
actitud del marido no es la adecuada, la sensación de ella de
no ocupar el p mer lugar en su vida se manifiesta en quejas y
exigencias, y le pide que vuelva a casa y qr¡e se quede mucho
tiempo. En realidad, ella no le necesita ve¡daderamente en la
casa, pero al no saber cómo defurir lo que quiere de é1, hasta
cuando él hace lo que Ie pide y vuelve a casa a tiempo, ella
queda insatisfecha.
¡Sé s¿bio!
En consecuencia el marido debe 'sentar cabeza', reflexionar
y comp¡ender que cuando su mujer le pide alguna cosa,
entonces en lugar de encapricharse y replicar que no es el
momento adecuado, y que se encuentra en medio de algo
importante, etc., es preferible ¡enunciar a su tiempo por ella.
Así, su esposa estará siempre contenta y le dará libertad.
El padre compasivo
Debemos saber que labaseprincipal de Ia educación de los
niños depende del padre. Cuando el padre es un ejemplo de
virtudes, alguien que trabaja sob¡e sí mismo, sabe contener
su enojo, ser paciente, ser conciliatorio, pacifista, humilde,
sabe callar cuando le gritan, etc., entonces, al ver qué persona
especial es su padre, los niños lo toman como ejemplo, un
modelo de imitación, y ésta es la base de la educación.
Un gran ahorro
Comprobamos de nuevo esta regla fundamental: Con
u¡ra pequeña renuncia llega un gran beneñcio. Tal como al
rcnunciar el esposo a su tiempo, se ahorra el que debería
perder para apaciguar a su mujer, rcgocija¡la e inspirarle de
nuevo la confianza, así en el acto de ceder al no "apiadarse"
de los niños, é1 gana muchísimo.
Hijastros
Existen parejas en las que el marido tiene hüos de un
matrimonio anterior viviendo con ellos. Muchas veces a este
hombre le parece que cualquier observación de su segunda
¡¡ujer hacia a sus hijos, cualquier reproche o reacción,
provieneü de que no son sus propios niños y que no les
quiere.
Sustento
Otro ejemplo y prueba para comprobar si de verdad el
mafido conside¡a que su mujer se encuentra en el primer
lugar en su vida, es el tema del sustento.
Carrera
Un artista famoso, ocupado en el desarrollo de un proyecto
importante, tropezó con problemas hogareños. Su esposa
sintjó que el proyecto era más importante para él que ella y de
inmediato se opuso a todo ese asunto. Ella empezó a gritar]e:
"¡Me fastidia este proyecto! Es para ti más importante que
yo. que los niños y que el hogai'. Además. agregó que no
estaba dispuesta -de ninguna mane¡a- a clue continuase. Por
supuesto, toda la casa estalló en discusiones y tensiones...
isin comparaciones!
Existe una regla que cada ma¡ido debe tomar en cuenta:
La más grande competidora de toda mujer es otra mujer...
Po¡ lo tanto, debe el marido cumplir con el sigr¡iente versícr¡lo
(salnos l6a): "Ni pronunciaté sus nomb¡es sobre mis labios"...
es decir, ino mencionar ni siquiera el nombre de otla mujer
en su casa!
La protección de l¿ mirada
El cuidar el maaido sus ojos, que significa no observar
a otras muje¡es, es esencial de la ubicación de la esposa
en el 'primer lugar'- Porque, si el esposo realmente coloca
a su esposa en el lugar primordial, ¿cómo es que observa a
otÉ mujer? Al ver a otra mujer, es inevitable que el hombre
despie¡te sus instintos masculinos y desee su belleza, y por lo
tanto ocasiona una separación entrc él y su esposa, ya que al
apartame de su esposa, ella se aparta de é1.
La entrada a casa
Es conocida la regla que "todo va tras el comie¡zo,,.
Por eso, la entnda del marido al hogar después de un día
saturado de trabajo o de estudio es de 10 más importaíte, y
es el momento adecuado pa¡a demostr¿lrle a su esposa que
ella ocupa el prime¡ lugar en su vida. Por lo tanto, antes de
dedicars€ a sus hüos, el hombre de inmediato debe buscar a
su esposa diciendo: "¡Holal ¿Querida? ¿Dóndeestás?Ah, hola
niños, hola queridos..., pero ante todo necestto ver a mamá.
¿Dónde estii mamá? ¡Ante todo, mamá!".
Ésta es la Torá
Es muy importante no malinterpretar Io que hemos
aprendido hasta ahora. Nadie debe recibir la falsa imprcsión
que le está permitido violar la Torá con el fin de colocar a su
esposa en el primer lugar y cumpli con todo lo que le pide.
¡Los Preceptos de la Torá con todas las leyes y restdcciones
de los Sabios debe¡ ser obseNados al pie de la letra! Es que el
ma do debe ser lo bastante inteligente para hacerle senti¡ a su
Caplruto Tres: Et primer Lugd I 97
Sin nervios
Algunos hombres empiezan a dar con gran devoción sus
p m€ros pasos en el camino de la Torá y su corazón arde
hacia su Padre Celestial. Sin embargo, ellos sufren situaciones
de gÉn tensión en su casa y se preguntan cómo van a colocar
a su mujer delante de Hashem, el Creador del Universo, el
Rey de reyes...
Para empezar, hay que saber con toda seguddad que esli
bien claro para cualquier pe$ona con cdterio y también para
lamujermisma, que el Creador y la Torá están por encima de
todo. La cuestión sólo consiste en darle ala€sposa la sensación
que recibe la exclusiva ¿tención de su marido, que no existe
quien pueda competir con ella ni siquiera Hashem. Y ésta
es también la voluntad del C¡eador Mismo.
Escuchar al rabino
He aquí una historia sobre el gran Justo, el Rabí de Rostov
zt"/, de la cual podamos ap¡ender un g¡an lección: