Procesos de Ejecucion - Procesos No Contenciosos
Procesos de Ejecucion - Procesos No Contenciosos
Procesos de Ejecucion - Procesos No Contenciosos
El Proceso de Ejecución, como proceso especial regulado por la Ley Procesal del
Trabajo, se encuentra ubicado en el Capítulo V, Título II Procesos Laborales de la
Nueva Ley Procesal del Trabajo, artículos del 57º al 63ºº. A decir de Hinostroza
Minguez, Alberto1 “Los procesos de ejecución se rigen por principios y normas
propias, de ahí su autonomía. Se fundan en los denominados títulos ejecutivos o de
ejecución, los cuales expresan la certeza del derecho que se pretende tutelar, siendo,
pues, su razón de ser la realización forzada de la obligación contenida en tales
títulos”. Por su parte Gómez Valdez, Francisco, precisa que: “Los procesos de
ejecución son acciones brevísimas, autónomas por antonomasia, hoy
afortunadamente refundidas en una sola figura jurídica por el Decreto Legislativo
Nº 1069 de 28/06/2008, que requerirán como condición sine qua nom para su
interposición, la existencia de un título ejecutivo (resolución judicial firme, acta de
conciliación judicial, laudo arbitral, resoluciones administrativas de trabajo firme,
etc.), el mismo que ya establece, a priori, una declaración de certeza ineludible e
inequívoca. Por eso es que a los títulos ejecutivos se les exige precisión, liquidez y
exigibilidad a fin de “convertir lo que debe ser en ser”, en felices palabras del
maestro Carnelutti. Es el motivo por el que Eugenia Ariano precisa que el “actor al
obtener sentencia a él favorable, obtendrá con ella la declaración de certeza de la
existencia de la obligación y del incumplimiento del deudor, y como sentencia de
condena desplegará además eficacia ejecutiva”2.
La liquidez del título ejecutivo, está referido “al modo de ser del título, el mismo
que ha de consentir la sustitución del Juez al obligado, satisfaciendo de esta
1
Hinostroza Minguez, Alberto: “Manual de Consulta Rápida del Proceso Civil”. Gaceta Jurídica.
Primera Edición, Mayo 2001, Lima – Perú, pág. 535.
2
Ob.cit. p. 661.
3
Gómez Valdez, Francisco: obra citada, pág. 662.
manera, al acreedor el cobro que se está ejecutando. Con el proceso de ejecución el
juez se sustituye al acreedor y por eso la obligación debe ser de tal manera que se
preste a esa sustitución. La liquidez, o suma líquida, constituye el monto por pagar,
la obligación de dar, la valoración en dinero del título, etc., esto es, que esté
expresado el neto resultante puesto a cobro, que no haya valoración u otra
operación pendiente de cálculo”4.
En una aclaración que nos parece acertada, Francisco Gómez Valdez, respecto a los
presupuestos antes reseñados, concluye: “Por cierto, que estos presupuestos de
hecho que son válidos plenamente en la materia civil, se han visto complementados
con una serie de actos eminentemente laborales (resoluciones administrativas de
trabajo, laudos arbitrales, etc.) que son donde radica la riqueza de las acciones
ejecutivas permitiéndonos, una vez más, estatuir acerca del particularismo del
Derecho del Trabajo y también de su Procedimiento Laboral que no ha debido ser
subsumido al Derecho Procesal común”6.
La derogada Ley Nº 26636 separó los títulos ejecutivos de los títulos de ejecución
(arts. 72º y 76º). La Nueva Ley Procesal del Trabajo los ha unificado en un solo
grupo, bajo la denominación de “Títulos Ejecutivos”, como puede verse del artículo
57º, que comentaremos brevemente más adelante. De acuerdo con la enumeración
que hace la ley, los títulos ejecutivos pueden ser emitidos por las propias partes, por
terceros: Ministerio de Trabajo, Poder Judicial o árbitros.
4
Gómez Valdez, Francisco: obra citada, pág. 662.
5
Gómez Valdez, Francisco: obra citada, pág. 662.
6
Obra citada, pág. 662.
“Se tramitan en proceso de ejecución los siguientes títulos:
7
(http://html.rincondelvago.com/título-ejecutivo.html)
de quien su titularidad alega, lo que a su vez implica que puede bastarse
asimismo sin necesidad de mayores constataciones”8.
La Nueva Ley Procesal del Trabajo, en su artículo 57º, hace una enumeración
taxativa y cerrada de los documentos que califican como títulos ejecutivos,
refiriéndose a documentos que reúnen todos los requisitos que la ley exige para
su validez. De este modo, los títulos ejecutivos a que hace referencia nuestra
norma adjetiva, cumple con los dos requisitos que debe contener todo título
ejecutivo para ser tal: a) que la norma legal en forma expresa le conceda la
condición de título ejecutivo; y b) que reúna todos y cada uno de los requisitos
exigidos por la ley.
Los títulos ejecutivos que pueden dar lugar al proceso de ejecución, son los
siguientes:
Las resoluciones, de acuerdo con el Código Procesal Civil, son “Los actos
procesales a través de los cuales se impulsa o decide al interior del
proceso o se pone fin a éste, pueden ser decretos, autos y sentencias” (art.
120º). Carnelutti define la resolución, señalando que es un “Acto que
emana delos agentes de la jurisdicción y mediante el cual deciden la causa
o pautas sometidas a su conocimiento”. Casarino, precisa que Resolución
8
http://html.rincoldelvago.com/título-ejecutivo.html
judicial es todo acto que emana del Tribunal destinado a sustanciar o a
fallar la controversia materia del juicio”.
9
(http://es.wikipedia.org/wiki/Cosa Juzgada)
posiciones y participa activamente a fin de que solucionen sus diferencias
total o parcialmente” (art. 43º, inciso 2) y artículo 49º, inciso 1) NLPT).
10
Ob. cit. p.51
La conciliación procesal, debe además, contener un incuestionable
requisito de fondo, que de no cumplirse, el juez no la aprobará: “…debe
superar el test de disponibilidad de derechos” (art. 30º NLPT).
A decir de Monroy Cabra, citado por Alberto Hinostroza Minguez 13, “La
conciliación puede ser de varias clases: a) Conciliación extrajudicial
voluntaria, b) Conciliación como una etapa previa obligatoria antes de
iniciar un proceso, c) Conciliación, como primera etapa obligatoria
dentro del proceso, una vez se haya constituido la relación jurídica
11
ob. cit. p. 59
12
(Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, Espasa – Calpe, Madrid,
1970, p. 338, citado por Peña Gonzáles, Oscar: Técnicas de Litigación y Conciliación aplicadas
al Proceso Laboral” APECC Asociación Peruana de Ciencias Jurídicas y Conciliación, 2011, p.
107
13
Monroy Cabra, Marco Gerardo: “La conciliación Como Medio Alternativo de Solución de
Conflictos”. En Revista del Colegio de Abogados de la Plata. La Plata Argentina, año XXXV,
Enero – Diciembre 1995, Nº 56, pág. 180, cita de Hinostroza Minguez, Alberto: “Formas
Especiales de Conclusión del Proceso”. Gaceta Jurídica Editores S. R. Ltda. Octubre 1998,
Primera Edición, Lima – Perú, p. 47
procesal, d) Conciliación como acto bilateral voluntario de las partes
durante el curso del proceso, e) Conciliación para intentar resolver
controversias de carácter interno, y f) conciliación para facilitar la
solución amigable de desavenencias comerciales internacionales”.
14
“Al término de la negociación directa, o de la conciliación, de ser el caso, según el Artículo 61º
de la Ley, cualquiera de las partes podrá someter la decisión del diferendo a arbitraje, salvo que
los trabajadores opten por ejercer alternativamente el derecho de huelga, de conformidad con el
Artículo 62º de la Ley” (art. 46º, del D. S. Nº 012-92-TR, Reglamento del Decreto Ley Nº
25593). “Si no se hubiera llegado a un acuerdo en negociación directa o en conciliación, de
haberla solicitado los trabajadores, podrán las partes someter el diferendo a arbitraje” (art. 61º
LRCT).
deberán acordar someter sus diferencias al arbitraje, a través del
denominado “convenio arbitral”, concebido como “un acuerdo por el que
las partes deciden someter a arbitraje todas las controversias o ciertas
controversias que hayan surgido o puedan surgir entre ellas, respecto de
una determinada relación jurídica contractual o de otra naturaleza”
(Decreto Legislativo Nº 1071, art. 13.1).
Respecto a las características del Laudo Arbitral, se dirá con la ley que
“Todo laudo es definitivo, inapelable y de obligatorio cumplimiento desde
su notificación a las partes”, el mismo que “produce efectos de cosa
juzgada” (Artículo 59º, incisos1) y 2), Dec. Leg. 1071). Dada estas
características, “Si la parte obligada no cumple con lo ordenado por el
laudo, en la forma y en los plazos establecidos, o en su defecto, dentro de
los quince (15) días de notificada con el laudo o con las rectificaciones,
interpretaciones, integraciones y exclusiones del laudo, cuando
corresponda, la parte interesada, podrá pedir la ejecución del laudo a la
autoridad judicial competente, salvo que resulta aplicable el artículo 67º”
(art. 59º, inciso 3), Dec. Leg. 701).
15
“Artículo 48. Contenido de la resolución: 48.1. La resolución que impone una multa debe estar
fundamentada, precisándose el motivo de la sanción, la norma legal o convencional incumplida y
los trabajadores afectados. 48.2. Contendrá expresamente tanto en la parte considerativa y
resolutiva el mandato de la Autoridad Administrativa de Trabajo, dirigido al sujeto o sujetos
responsables, para que cumplan con subsanar las infracciones por las que fueron sancionados. La
resolución, consentida o confirmada tiene mérito ejecutivo respecto de as obligaciones que
contiene” (Ley Nº 28806, Ley General de Inspección del Trabajo).
de suspensión transcurrido” (art. 15º LPCL). Al quedar firme la
resolución administrativa, se podrá recurrir al proceso ejecutivo.
16
El Decreto Legislativo Nº 910, en el Capítulo III Del Servicio de Conciliación Administrativa,
ha creado un Área de Conciliación destinada a promover el acuerdo entre empleadores y
trabajadores o ex trabajadores a fin de encontrar una solución autónoma a los conflictos que
surjan en la relación laboral (art. 27º.1.). La Audiencia de Conciliación puede ser solicitada por
el trabajador, ex trabajador, la organización sindical, por el empleador o por ambas partes. Para
la realización de la Audiencia de Conciliación debe notificarse a ambas partes, con una
anticipación no menor de diez (10) días (art. 27º.2).
solicitando la correspondiente tutela jurisdiccional. Sin embargo, éste
crédito laboral así concebido no tiene mérito ejecutivo y por tanto no
amerita la instauración de un proceso de ejecución, sino un proceso
ordinario laboral o un proceso sumarísimo, según la cuantía.
Al comentar el inciso c), del artículo 57º de la Nueva Ley Procesal del Trabajo,
se ha efectuado un brevísimo comentario respecto a la ejecución de laudo en
materia laboral, por lo que es necesario remitirnos a lo escuetamente anotado.
Sin embargo, a fin de establecer las diferencias entre el contenido del artículo
59º y el antedicho artículo 57º de la Ley, es preciso anotar, que en este último
caso, la referencia es al laudo arbitral laboral como título ejecutivo, en tanto, el
artículo que comentamos se refiere a la ejecución del laudo, o mejor, al
procedimiento que ha de seguirse para ejecutarlo, de aquí, la remisión al
Decreto Legislativo Nº 1071, Ley General de Arbitraje, prescribiendo que:
“Los laudos arbitrales firmes que hayan resuelto un conflicto jurídico de
naturaleza laboral se ejecutan conforme a la norma general de arbitraje”
(resaltado del autor).
17
Monroy Cabra, Marco Gerardo: “La conciliación Como Medio Alternativo de Solución de
Conflictos”. En Revista del Colegio de Abogados de la Plata. La Plata Argentina, año XXXV,
Enero – Diciembre 1995, Nº 56, pág. 180, cita de Hinostroza Minguez, Alberto: “Formas
Especiales de Conclusión del Proceso”. Gaceta Jurídica Editores S. R. Ltda. Octubre 1998,
Primera Edición, Lima – Perú, p. 47
a) Inexigibilidad o iliquidez de la obligación contenida en el título.
b) Nulidad formal o falsedad del título ejecutivo o cuando al haberse
emitido en forma incompleta, se hubiera completado en forma contraria a
los acuerdos adoptados.
c) Inexistencia del vínculo laboral con el afiliado durante los meses en que
se habrían devengado los aportes materia de cobranza, lo que se
acreditará con copia de los libros de planillas.
18
Ver Toyama Miyagusuku, Jorge Luis y Vinatea Recoba, Luis, “Comentarios a la Nueva Ley
Procesal del Trabajo”, primera edición, Setiembre 2010, pp. 259-262)
Lo que la ley sanciona es el acto de temeridad del ejecutado, que se configura
“Cuando a sabiendas se aleguen hechos contrarios a la realidad” (art. 112º,
inciso 1 C. P. C.). Se trata del quebrantamiento de uno de los deberes de las
partes, abogados y apoderados, a que se refiere el artículo 109º, inciso 2), del
mismo Código Procesal Civil, el que estatuye como uno de los deberes: “No
actuar temerariamente en el ejercicio de sus derechos procesales”.
Se trata de una de las tantas novedades que trae la Nueva Ley Procesal del
Trabajo en la búsqueda de una justicia más eficiente, rápida y predecible, al
permitir que sea la parte vencedora la que practique la liquidación de los
derechos accesorios, que se derivan de un derecho principal, como podría ser el
de la reposición, cuya acesoriedad estaría constituida por las remuneraciones
devengadas y sus intereses. Dentro del proceso que ha de seguirse para el cobro
de los derechos accesorios, el vencedor tiene la oportunidad de recurrir al
perito contable adscrito al juzgado en el que se tramita la causa, o “a los
programas informáticos de cálculo de intereses implementados por el
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo”, de acuerdo con su elección,
para los cálculos de lo adeudado.
2. PROCESOS NO CONTENCIOSOS.
Fix Zamudio, sobre esta misma jurisdicción voluntaria o no contenciosa precisa que
“…es un conjunto de procedimientos a través de los cuales se solicita de una
autoridad judicial que fiscalice, verifique o constituya una situación jurídica de
trascendencia social en beneficio del o de los participantes, situación que se
mantiene en tanto no cambien las circunstancias del negocio que les dio origen y
mientras no surja una cuestión litigiosa o controvertida”20.
2.1.Consignación.
19
Vicente y Caravantes, citado por Chichizola, 1963; 166, citado a su vez por Hinostroza
Minguez, Alberto, obra citada, pág. 555.
20
Cita de Hinostroza Minguez, Alberto, obra citada, pág. 555.
La consignación como lo precisa la exposición de motivos del Código Civil es
“el medio que confiere la ley al deudor o al tercero que quiere pagar, para que
se cumpla la obligación en caso que el acreedor no quiera o no pueda aceptar el
pago. Este sistema liberatorio procede en las obligaciones de dar y en las de
hacer que concluyen con la entrega de un bien; el se descarta, desde luego, en
las obligaciones de no hacer”21. Como una figura del Derecho Civil, se
encuentra regulada en el artículo 1251º del Código Civil22, en el que se
“contemplan dos hipótesis: La primera, que el acreedor a quien se hace el
ofrecimiento de pago se niegue a aceptarlo, no obstante concurrir todas las
circunstancias que se requieren para pagar válidamente. La segunda, que el
acreedor no pueda recibir válidamente el pago sería el caso, por ejemplo, del
incapaz que careciera de representante legal”23. Más concretamente Albadalejo,
Manuel, nos dice que “La consignación, según la literalidad de la ley, consiste
en depositar la cosa debida a disposición de la autoridad judicial”24. Nuestra
Ley Procesal del Trabajo, desde una perspectiva procesal prescribe que “La
consignación de una obligación exigible no requiere que el deudor efectúe
previamente su ofrecimiento de pago, ni que solicite autorización del Juez para
hacerlo” (art. 64º NLPT). La consignación, entonces, como facultad del
deudor, no precisa que este haya ofrecido previamente el pago a acreedor,
menos aún que solicite autorización del Juez. Ello puede entenderse como el
derecho que tiene el deudor de cancelar su obligación y la obligación del
acreedor a recibir el pago.
21
Código Civil, Legislación Peruana. A. F. A. Editores Importadores S. A. Primera Edición 2000.
Lima – Perú, pág. 714.
22
“El deudor queda libre de su obligación si consigna la prestación debida y concurren los
siguientes requisitos: 1. Que el deudor haya ofrecido al acreedor el pago de la prestación debida,
o la hubiera puesta a su disposición de la manera pactada en el título de la obligación. 2. Que,
respecto al acreedor, concurran los supuestos del artículo 1338 o injustificadamente se haya
negado a recibir el pago. Se entiende que hay negativa tácita en los casos de respuestas evasivas,
de inconcurrencia al lugar pactado en el día y hora señalados para el cumplimiento, cuando se
rehuse a entregar recibo o conductas análogas” (art. 1251º C. C., texto modificado por e D. Leg.
Nº 768).
23
Código Civil, obra citada, pág. 714.
24
Alvadalejo, Manuel, obra citada, pág. 159.
favor de la otra (acreedor), para la satisfacción de un interés de este, digno de
protección; y a este (acreedor) le compete un comportamiento poder (llamado
derecho de crédito) para pretender y poder exigir tal prestación. El deudor
queda sujeto de tal forma que si voluntariamente no cumple como debe (o sea
si no realiza a prestación o a realiza inexactamente) puede ser constreñido a
hacerlo, y en última instancia responde con sus bienes del incumplimiento
(responder con ello es que estén sometidos a las resultas de las consecuencias
jurídicas del incumplimiento)”25.
2.2. Contradicción.
25
Albadalejo, Manuel: Derecho Civil II, Derecho de Obligaciones, Volumen Primero: La
obligación y el contrato en general. Décima Edición, José María Bosch Editor S. L. Barcelona,
1997, pág. 15.
26
Albaladejo, Manuel: Obra citada, pág. 124.
respectivo”. En este último caso, la consignación deja de ser proceso no
contencioso para convertirse en uno contencioso27.
“En los casos en que las normas de inspección del trabajo exigen
autorización judicial previa para ingresar a un centro de trabajo, esta es
tramitada por el inspector de trabajo o funcionario que haga sus veces. A
tal efecto debe presentar, ante el juzgado de paz letrado de su ámbito
territorial de actuación, la respectiva solicitud. Esta debe resolverse,
bajo responsabilidad, en el término de veinticuatro (24) horas, sin correr
traslado” (art. 67º NLPT).
27
Esta situación se encuentra regulada por el artículo 1254º del Código Civil, que según la
exposición de motivos “se refiere al supuesto de que el acreedor impugne la consignación. En
este caso tendrá que seguirse el juicio respectivo para determinar si la prestación es la debida.
Ello puede dar origen a dos hipótesis. Si el acreedor resulta victorioso en el litigio, por
establecerse que la prestación consignada no era la debida, entonces no se habría producido pago
alguno, con todas sus consecuencias jurídicas. Si, por el contrario, la oposición del acreedor se
desestimara finalmente por sentencia con autoridad de cosa juzgada, la consignación efectuada
surtirá los efectos del pago retroactivamente al día del pago del ofrecimiento” (Código Civil,
obra citada, pág. 718).
5º, Ley de Inspección Nº 28806). Esta facultad, solo podrá ser ejercida, siempre
“que estén debidamente acreditados” y además, “estén investidos de
autoridad” (art. 5º, Ley 28806). Sin embargo, “Si el centro laboral sometido a
inspección coincidiese con el domicilio de la persona física afectada, deberán
obtener su expreso consentimiento o, en su defecto, la oportuna autorización
judicial” (art. 5º, Ley de Inspección del Trabajo). Este es el supuesto que se
regula en el artículo 67º de la Nueva Ley Procesal del Trabajo.
Este último proceso no contencioso, regulado por la Nueva Ley Procesal del
Trabajo, requiere para su procedencia dos requisitos: a) que se trate de una
“mera solicitud de entrega de documentos”; y b) que “se tramite como
pretensión única”. La entrega de certificado de trabajo, podría ser un ejemplo
de este tipo de proceso. Se nos ocurre, que también podría ser la entrega de la
liquidación de la compensación por tiempo de servicios, del semestre
cancelado, que el empleador está obligado a entregar al trabajador, dentro de
los cinco días hábiles de efectuado el depósito, de conformidad con lo
dispuesto por el artículo 29º del Texto Único Ordenado de la Ley de
Compensación por Tiempo de Servicios, Decreto Supremo Nº 001-97-TR.