Ciclo Celular
Ciclo Celular
Ciclo Celular
El ciclo celular. La división celular, constituida por la mitosis (división del núcleo) y la citocinesis (división del
citoplasma), ocurre después de completarse las tres fases preparatorias que constituyen la interfase.
Interfase.
Es el período comprendido entre mitosis. Es la fase más larga del ciclo celular, ocupando casi
el 90 % del ciclo, transcurre entre dos mitosis y comprende tres etapas:
Fase G1 (del inglés Growth o Gap 1): Es la primera fase del ciclo celular, en la que existe
crecimiento celular con síntesis de proteínas y de ARN. Es el período que trascurre entre el fin de
una mitosis y el inicio de la síntesis de ADN. Tiene una duración de entre 6 y 12 horas, y durante
este tiempo la célula duplica su tamaño y masa debido a la continua síntesis de todos sus
componentes, como resultado de la expresión de los genes que codifican las proteínas
responsables de su fenotipo particular. En cuanto a carga genética, en humanos (diploides) son 2n
2c.
Fase S (del inglés Synthesis): Es la segunda fase del ciclo, en la que se produce la replicación
o síntesis del ADN, como resultado cada cromosoma se duplica y queda formado por dos
cromátidas idénticas. Con la duplicación del ADN, el núcleo contiene el doble de proteínas
nucleares y de ADN que al principio. Tiene una duración de unas 10-12 horas y ocupa alrededor
de la mitad del tiempo que dura el ciclo celular en una célula de mamífero típica.
Fase G2 (del inglés Growth o Gap 2): Es la tercera fase de crecimiento del ciclo celular en la
que continúa la síntesis de proteínas y ARN. Al final de este período se observa al microscopio
cambios en la estructura celular, que indican el principio de la división celular. Tiene una
duración entre 3 y 4 horas. Termina cuando la cromatina empieza a condensarse al inicio de la
mitosis. La carga genética de humanos es 2n 4c, ya que se han duplicado el material genético,
teniendo ahora dos cromátidas cada uno.
Es la división celular en la que una célula progenitora (células eucariotas, células somáticas -
células comunes del cuerpo-) se divide en dos células hijas idénticas. Esta fase incluye la mitosis,
a su vez dividida en: profase, metafase, anafase, telofase; y la citocinesis, que se inicia ya en la
telofase mitótica. Si el ciclo completo durara 24 horas, la fase M duraría alrededor de 30 minutos.
Comparación entre la fisión binaria, mitosis y meiosis, tres tipos de división celular.
Regulación celular
La regulación y el control de las funciones celulares y el organismo tienen una importancia
trascendental para el desarrollo y mantenimiento de la vida. Aspectos tan importantes como el
metabolismo, el transporte de sustancias a través de las membranas, los procesos de
conservación, transmisión y expresión de la información genética, y otros muchos, están todos
sujetos a finos mecanismos de regulación y control. Una de las bases moleculares más importante
sobre la cual descansan estos mecanismos es el ciclo de fosforilación y desfosforilación de
proteínas. Este mecanismo requiere la acción concertada de dos tipos de enzimas: las proteínas
kinasas que realizan la fosforilación y las fosfoproteínas fosfatasas que catalizan la
desfosforilación.
Las proteínas quinasas (Cdk) se asocian con distintas ciclinas en las diferentes etapas del ciclo celular,
formando el complejo Cdk-ciclina. La activación de este complejo dispara procesos que conducen a la célula a
través de las distintas fases del ciclo. La degradación de las ciclinas inactiva el complejo.
Las proteínas kinasas
Se denominan proteínas kinasas (para este trabajo solamente kinasas) a aquellas enzimas, o
sea, proteínas con actividad catalítica, que catalizan la transferencia de grupos fosforilos desde un
nucleósido trifosfatado (generalmente el ATP) hacia aminoácidos hidroxilados que forman parte
de una proteína. Por tanto, las kinasas pertenecen al grupo de las fosfotransferasas.
Una proteína (azul) es fosforilada con un grupo fosfato donado por el ATP, reacción catalizada por una proteína
cinasa.
Las proteínas kinasas suelen clasificarse en tres grupos: Las que transfieren el grupo fosforilo
hacia residuos de serina o treonina (seril(treonil)-proteína kinasa, S/TPK); las que lo hacen hacia
residuos de tirosina (tirosil-proteína kinasa, YPK) y las terceras lo hacen hacia cualquiera de ellos
(S/YPK).
Es común que estas proteínas pertenezcan a familias génicas y muchas de ellas presenten
varios isoformas con características cinéticas y mecanismos de control sutilmente diferentes.
Entre las SPK las dos familias más importantes son la AGC (por sus miembros fundadores las
proteínas kinasas A, G y C) y la familia de las kinasas de las proteínas activadas por mitógenos,
MAPK (del inglés, Mitogen-Activated Proteín Kinases). La primera posee más de 80 miembros y
la segunda, alrededor de 20 enzimas. Entre las YPK se distinguen dos tipos principales: Las que
actúan como receptores de membrana (58 miembros agrupados en 20 familias) y las
intracelulares (30 miembros que forman 11 familias).
Todas las proteínas kinasas están organizadas por dominios. Al menos tres dominios integran
la proteína: el dominio catalítico, en el cual se distinguen dos sitios: uno, de unión al ATP (lazo
P) y el otro, que interviene en la catálisis (lazo T), que contiene un aminoácido hidroxilado, cuya
fosforilación incide en el estado de actividad de la enzima; el otro dominio es el de regulación
que, bien por cambios conformacionales, bien por la unión con otras moléculas, puede influir en
la mayor o menor actividad de la enzima y el tercer dominio es de autoinhibición que, en la
mayoría de los casos, contiene una secuencia de aminoácidos similar a la que es reconocida por la
enzima durante la catálisis, pero no contiene el aminoácido hidroxilado. Este dominio se asocia
con el sitio catalítico y mantiene la enzima en un estado inactivo, hasta el momento en que se
produce la activación por el dominio regulador. En algunas proteínas kinasas, el dominio de
autoinhibición está formando parte de otro polipétido y la proteína se presenta en forma de
oligómeros inactivos, que al disociarse adquieren la actividad.
Las fosfoproteínas fosfatasas son enzimas que catalizan la hidrólisis del enlace éster fosfórico.
Al igual que las kinasas, existen tres grandes grupos de fosfatasas: Las que catalizan la hidrólisis
del enlace del fosfato a residuos de serina o treonina, (S/TPP); las que lo hacen sobre residuos de
tirosina (YPP) y las que tienen especificidad dual (S/YPP).
Entre las S/TPP las más estudiadas han sido la 1 (PP1) y la 2 (PP2). Las PP4, PP5, PP6 y PP7
han sido menos estudiadas y no se mencionan en el artículo. A su vez, las PPP2 se clasifican en
tres subtipos atendiendo al requerimiento de cationes para su actividad. Así, la PPP2A no
requiere de ningún catión, la PPP2B requiere de Ca 2+ y la PPP2C requiere de Mg2+, esta última
de la familia PPM.
La PPP1 está formada por una subunidad catalítica de 37 kDa, de la cual existen cuatro
isoformas. La holoenzima se completa con la asociación de subunidades reguladoras que pueden
inhibir la actividad enzimática, limitar la especificidad de sustrato o dirigir la subunidad catalítica
a los compartimentos celulares. En humanos, se han identificado aproximadamente 180 de estas
subunidades. La PPP1 es, por lo tanto, de localización en partículas.
En el caso de la PP2A, la subunidad catalítica (C) está formada por 309 aminoácidos para una
masa molecular de 36 kDa y de ella existen dos isoformas. La subunidad reguladora general (A,
también conocida como PR65) es de 65 kDa y también existen dos isoformas. Existen, al menos,
15 subunidades reguladoras específicas que se agrupan en cuatro familias de acuerdo con su peso
molecular PR54, PR55, PR72, y PR110. Asimismo, existen tres formas de PR55 y dos de PR72.
Las combinaciones de estas subunidades contribuyen a la gran diversidad estructural y funcional
de las PPP2A, pues con ellas pueden formarse alrededor de 70 combinaciones.
Para demostrar la tesis planteada en el título de este trabajo solamente se expondrá un proceso
de sobrada importancia en la naturaleza viva, la reproducción celular.
Es importante resaltar que las reacciones catalizadas por quinasa y fosfatasa no son exactamente las opuestas:
la fosforilación consume ATP pero la desfosforilación no lo produce. En consecuencia, el ciclo fosforilación—
desfosforilación consume energía, aunque la proteína quede inalterada.
Control de la reproducción celular
La reproducción es una de las características más sobresalientes de los seres vivos. En las
células eucariontes, esta se realiza mediante un complejo proceso denominado mitosis. La
participación de kinasas y fosfatasas en el control de la progresión de este proceso es tan
prominente que pudiera dividirse la mitosis en dos grandes etapas: etapa de las kinasas que
abarca desde finales de G2 hasta la metafase y la etapa de las fosfatasas que comprende desde el
inicio de la anafase hasta el comienzo de la fase G1. Sin embargo, kinasas y fosfatasas están
unidas y opuestas durante todo el proceso dando un magnífico ejemplo de la tesis que se pretende
demostrar en este trabajo.
Aunque el número de ambos tipos de enzimas que intervienen en el proceso es impreciso, las
principales kinasas mitóticas son la kinasa 1 dependiente de ciclina, Cdk1 (del inglés, Cyclin-
Dependent Kinase), las kinasas de la familia Aurora (Aurora A, B y C) y la familia de las kinasas
poloides, Plk (del inglés, Polo-Like Kinases) (Plk1 a Plk4). Por su parte las principales fosfatasas
son las PP1, PP2A, y la Cdc25 que es de especificidad dual. A continuación, se hará una breve
descripción de los eventos moleculares que garantizan la progresión de la mitosis. La exposición
se hará en forma simplificada para justificar la tesis del trabajo. Una exposición exhaustiva de los
mecanismos moleculares de la mitosis sobrepasa el alcance de este artículo. La participación de
kinasas y fosfatasas en la mitosis se resume en la siguiente figura.
Eventos previos a la mitosis
Durante la fase S en el núcleo se produce la duplicación del ADN y las dos moléculas
resultantes del proceso se mantienen unidas mediante un complejo multiproteínico denominado
cohesinas que se va depositando y forma un anillo alrededor de las nuevas moléculas, en la
misma medida en que se van integrando. Por otra parte, en el citoplasma se realiza la duplicación
de los centríolos que es un evento que depende de la actividad de la Aurora A. También depende
de esta kinasa el reclutamiento hacia ese organelo de varias proteínas entre ellas la U-tubulina.
Aunque el papel preciso de esta kinasa en el proceso no está totalmente dilucidado su
participación en el mismo está demostrada.
Estas acciones contrarias hacen posible que la mitosis visualizada con el microscopio óptico
comience con la aparición de pares de filamentos largos y delgados unidos en un punto. Fue
precisamente la presencia de estos filamentos lo que dio nombre al proceso, pues mitosis
proviene del griego mitos que significa hilos.
Al nivel molecular, el evento clave para el comienzo de la mitosis es la activación del factor
promotor de la mitosis, MPF (del inglés, M-phase Promoting Factor) compuesto por la Cdk1, y la
ciclina B. La Cdk1 se forma constitutivamente durante todo el ciclo celular, pero la ciclina B
solamente comienza a sintetizarse a mediados de la fase S y se asocia con la Cdk1. Sin embargo
el complejo permanece inactivo, debido a la actividad de las kinasas MYT1 (del inglés,
Membrane-associated Tyr/Thr kinase) y Wee (porque mutaciones en el gen producen organismos
de pequeño tamaño) que fosforilan a CDK1 en la Treonina 14 (T-14) y la tirosina 15 (Y-15)
respectivamente inhibiendo su actividad. La activación del MPF depende además de la unión a la
ciclina B de la desfosforilación en T-14 y Y-15 y la fosforilación en T-160.
Por otra parte, la separación de las cromátidas hace posible que la kinasa Aurora B fosforile a
la histona H3 en serina-10 de la cromatina acelerando la condensación de esta que se observa
durante la profase y prometafase.
El MPF fosforila a la lámina B y nucleoporinas del complejo del poro nuclear y con estas dos
acciones promueve el desensamblaje de la envoltura nuclear con lo cual finaliza la profase y da
comienzo la prometafase.
La unión de las fibras del huso al kinetocoro es controlada por la acción coordinada y opuesta
de Aurora B y PP1. Proteínas del kinetocoro reclutan la PP1 (con la subunidad reguladora
SDS22) hacia el kinetocoro y allí su acción contrarresta la de Aurora B tanto por la
desfosforilación de sus sustratos como de la propia kinasa. Por su parte, Aurora B inhibe el
reclutamiento de PP1 fosforilando CENPE en los sitios de unión de PP1. Este mutuo control
puede establecer un estado dinámico de las fosforilaciones en la zona externa del kinetocoro
cuando el mecanismo que genera la tensión separa la Aurora B hacia el interior y la PP1 hacia el
exterior del kinetocoro, permitiendo una rápida respuesta ante errores en la unión de los
cromosomas al huso.
Simultáneamente, el MPF fosforila a las proteínas Cdc20 y Cdh1 (del inglés, Cdc20
homologue 1), que son coactivadores del complejo promotor de la anafase, APC (del inglés,
Anaphase Promoting Complex) así como algunas subunidades del APC. La Cdc20 fosforilada es
secuestrada en el huso por el complejo de control del ensamblaje del huso, SAC (del inglés,
Spindle Assembly Checkpoint) y la Cdh1 en su forma fosforilada no puede unirse al APC. Las
fosforilaciones del APC por el MPF son contrarrestadas por otras fosforilaciones catalizadas por
la PKA que tienen un efecto inhibitorio. Cuando se establece la unión bipolar de los cromosomas
se disocia el SAC y se libera la Cdc20 fosforilada que se une al APC. La PP1 elimina entonces
las fosforilaciones provocadas por la PKA conduciendo a la activación total del APC.
En biología, la mitosis es un proceso que ocurre en el núcleo de las células eucariotas y que
procede inmediatamente a la división celular, consistente en el reparto equitativo del material
hereditario (ADN) característico. Este tipo de división ocurre en las células somáticas y
normalmente concluye con la formación de dos núcleos separados (cariocinesis), seguido de la
separación del citoplasma (citocinesis), para formar dos células hijas.
La mitosis es el tipo de división del núcleo celular en la que se conserva intacta la información
genética contenida en los cromosomas, que pasa de esta manera sin modificaciones a las dos
células hijas resultantes. La mitosis es igualmente un verdadero proceso de multiplicación celular
que participa en el desarrollo, el crecimiento y la regeneración del organismo. Este proceso tiene
lugar por medio de una serie de operaciones sucesivas que se desarrollan de una manera continua,
pero para facilitar su estudio han sido separadas en varias etapas.
En animales y plantas, pero no siempre en hongos o protistas, la envoltura nuclear que separa
el ADN del citoplasma se desintegra, desapareciendo la frontera que separaba el contenido
nuclear del citoplasma. Los cromosomas se ordenan en el plano ecuatorial de la célula,
perpendicular a un eje definido por un huso acromático. Éste es una estructura citoesquelética
compleja, de forma ahusada, constituido por fibras que son filamentos de microtúbulos. Las
fibras del huso dirigen el reparto de las cromátidas hermanas, una vez producida su separación,
hacia los extremos del huso. Por convenio científico, a partir de este momento cada cromátida
hermana sí se considera un cromosoma completo, y empezamos a hablar de cromosomas
hermanos para referirnos a las estructuras idénticas que hasta ese momento llamábamos
cromátidas. Como la célula se alarga, las fibras del huso «tiran» por el centrómero a los
cromosomas hermanos dirigiéndolos cada uno a uno de los polos de la célula. En las mitosis más
comunes, llamadas abiertas, la envoltura nuclear se deshace al principio de la mitosis y se forman
dos envolturas nuevas sobre los dos grupos cromosómicos al acabar. En las mitosis cerradas, que
ocurren por ejemplo en levaduras, todo el reparto ocurre dentro del núcleo, que finalmente se
estrangula para formar dos núcleos separados. Se llama cariocinesis a la formación de los dos
núcleos con que concluye habitualmente la mitosis. Es posible, y ocurre en ciertos casos, que el
reparto mitótico se produzca sin cariocinesis (endomitosis) dando lugar a un núcleo con el
material hereditario duplicado (doble número de cromosomas).
La mitosis se completa casi siempre con la llamada citocinesis o división del citoplasma. En
las células animales la citocinesis se realiza por estrangulación: la célula se va estrechando por el
centro hasta que al final se separa en dos. En las células de las plantas se realiza por tabicación, es
decir, las células hijas “construyen” una nueva región de pared celular que dividirá la una de la
otra dejando puentes de citoplasma (plasmodesmos). Al final, la célula madre se parte por la
mitad, dando lugar a dos células hijas, cada una con una copia equivalente y completa del
genoma original. Cabe señalar que las células procariotas experimentan un proceso similar a la
mitosis llamado fisión binaria. No se puede considerar que las células procariotas experimenten
mitosis, dado que carecen de núcleo y únicamente tienen un cromosoma sin centrómero.
Cariocinesis.
La cariocinesis (del griego cario = núcleo y cinesis = movimiento), mitosis astral o mitosis
anfiastral, es la división del núcleo celular. Consiste en la primera fase de la mitosis, que es el
proceso por el cual el material genético de una célula madre se distribuye de manera idéntica
entre dos células hijas.
Diagrama mostrando los cambios que ocurren en los centrosomas y el núcleo de una célula en el proceso de la
división mitótica.
La división de las células eucariotas es parte de un ciclo vital continuo, el ciclo celular, en el
que se distinguen dos períodos mayores, la interfase, durante la cual se produce la duplicación del
ADN, y la mitosis, durante la cual se produce el reparto idéntico del material antes duplicado. La
mitosis es una fase relativamente corta en comparación con la duración de la interfase.
Interfase.
Profase.
Se produce en ella la condensación del material genético (ADN), para formar unas estructuras
altamente organizadas, los cromosomas. Como el material genético se ha duplicado previamente
durante la fase S de la Interfase, los cromosomas replicados están formados por dos cromátidas,
unidas a través del centrómero por moléculas de cohesinas.
Uno de los hechos más tempranos de la profase en las células animales es la duplicación del
centrosoma; los dos centrosomas hijos (cada uno con dos centriolos) migran entonces hacia
extremos opuestos de la célula. Los centrosomas actúan como centros organizadores de unas
estructuras fibrosas, los microtúbulos, controlando su formación mediante la polimerización de
tubulina soluble. De esta forma, el huso de una célula mitótica tiene dos polos que emanan
microtúbulos.
Los dos centros de origen de los microtúbulos (en verde) son los centrosomas. La cromatina ha comenzado a
condensarse y se observan las cromátidas (en azul). Las estructuras en color rojo son los cinetocoros. (Micrografía
obtenida utilizando marcajes fluorescenteses).
Prometafase
La envoltura nuclear se ha disuelto, y los microtúbulos (verde) invaden el espacio nuclear. Los
microtúbulos pueden anclar cromosomas (azul) a través de los cinetocoros (rojo) o interactuar
con microtúbulos emanados por el polo opuesto. La envoltura nuclear se separa y los
microtúbulos invaden el espacio nuclear. Esto se denomina mitosis abierta. Los hongos y algunos
protistas, como las algas o las tricomonas, realizan una variación denominada mitosis cerrada, en
la que el huso se forma dentro del núcleo o sus microtúbulos pueden penetrar a través de la
envoltura nuclear intacta.
Cada cromosoma ensambla dos cinetocoros hermanos sobre el centrómero, uno en cada
cromátida. Un cinetocoro es una estructura proteica compleja a la que se anclan los microtúbulos.
Aunque la estructura y la función del cinetocoro no se conoce completamente, contiene varios
motores moleculares, entre otros componentes. Cuando un microtúbulo se ancla a un cinetocoro,
los motores se activan, utilizando energía de la hidrólisis del ATP para "ascender" por el
microtúbulo hacia el centrosoma de origen. Esta actividad motora, acoplada con la
polimerización/despolimerización de los microtúbulos, proporciona la fuerza de empuje necesaria
para separar más adelante las dos cromátidas de los cromosomas.
Cuando el huso crece hasta una longitud suficiente, los microtúbulos asociados a cinetocoros
empiezan a buscar cinetocoros a los que anclarse. Otros microtúbulos no se asocian a
cinetocoros, sino a otros microtúbulos originados en el centrosoma opuesto para formar el huso
mitótico. La prometafase se considera a veces como parte de la profase.
Metafase.
Dado que una separación cromosómica correcta requiere que cada cinetocoro esté asociado a
un conjunto de microtúbulos (que forman las fibras cinetocóricas), los cinetocoros que no están
anclados generan una señal para evitar la progresión prematura hacia anafase antes de que todos
los cromosomas estén correctamente anclados y alineados en la placa metafásica. Esta señal
activa el checkpoint de mitosis.
Cuando todos los cromosomas están correctamente anclados a los microtúbulos del huso y
alineados en la placa metafásica, la célula procede a entrar en anafase (del griego ανα que
significa "arriba", "contra", "atrás" o "re-"). Es la fase crucial de la mitosis, porque en ella se
realiza la distribución de las dos copias de la información genética original.
Entonces tienen lugar dos sucesos. Primero, las proteínas que mantenían unidas ambas
cromátidas hermanas (las cohesinas), son cortadas, lo que permite la separación de las
cromátidas. Estas cromátidas hermanas, que ahora son cromosomas hermanos diferentes, son
separados por los microtúbulos anclados a sus cinetocoros al desensamblarse, dirigiéndose hacia
los centrosomas respectivos.
Estos dos estados se denominan a veces anafase temprana (A) y anafase tardía (B). La anafase
temprana viene definida por la separación de cromátidas hermanas, mientras que la tardía por la
elongación de los microtúbulos que produce la separación de los centrosomas. Al final de la
anafase, la célula ha conseguido separar dos juegos idénticos de material genético en dos grupos
definidos, cada uno alrededor de un centrosoma.
Los microtúbulos anclados a cinetocoros se acortan y los dos juegos de cromosomas se aproximan a cada uno
de los centrosomas.
Telofase.
La telofase (del griego τελος, que significa "finales") es la reversión de los procesos que
tuvieron lugar durante la profase y prometafase. Durante la telofase, los microtúbulos no unidos a
cinetocoros continúan alargándose, estirando aún más la célula. Los cromosomas hermanos se
encuentran cada uno asociado a uno de los polos. La envoltura nuclear se reforma alrededor de
ambos grupos cromosómicos, utilizando fragmentos de la envoltura nuclear de la célula original.
Ambos juegos de cromosomas, ahora formando dos nuevos núcleos, se descondensan de nuevo
en cromatina. La cariocinesis ha terminado, pero la división celular aún no está completa.
Si a continuación no se produce la citocinesis, entonces se originará una célula binucleada. La
polinucleación en los tejidos de muchos organismos, es un proceso genéticamente programado de
citodiferenciación y desarrollo.
Citocinesis.
Esquema resumen de las distintas fases de la división celular: profase, prometafase, metafase, anafase, telofase y
citocinesis.
Consecuencias de la mitosis.
Mediante el proceso mitótico, el material genético se divide en dos núcleos idénticos, con lo
que las dos células hijas que resultan si se produce la división del citoplasma serán genéticamente
idénticas. Por tanto, la mitosis es un proceso de división conservativo, ya que el material genético
se mantiene de una generación celular a la siguiente. La mayor parte de la expresión génica se
detiene durante la mitosis, pero mecanismos epigenéticos funcionan durante esta fase, para
"recordar" los genes que estaban activos en mitosis y transmitirlos a las células hijas.
Errores en la mitosis.
Aunque los errores en la mitosis son muy poco frecuentes, este proceso puede fallar,
especialmente durante las primeras divisiones celulares en el cigoto. Los errores mitóticos pueden
ser especialmente peligrosos para el organismo, porque el descendiente futuro de la célula madre
defectuosa mantendrá la misma anomalía.
Esquema del genoma tras una mutación, en este caso una trisomía del cromosoma 21.
Una parte de estos errores pueden detectarse por alguno de los puntos de control existentes a
través del ciclo celular, lo cual produce una parada en la progresión celular, dando tiempo a los
mecanismos reparadores a corregir el error. Si esto no ocurre, el efecto de estas anormalidades
genéticas dependerá de la naturaleza específica del error. Puede variar de una anomalía
imperceptible, a carcinogénesis o a la muerte del organismo.
Endomitosis.
La endomitosis es una variante de la mitosis sin división nuclear o celular, lo que da lugar a
células con muchas copias del mismo cromosoma en el mismo núcleo. Este proceso también se
denomina endoreduplicación, y las células resultantes endopoliploides. Un ejemplo de una célula
que sufre endomitosis es el megacariocito.
Se observan dos megacariocitos (un poco por debajo del centro) en una muestra de médula ósea.
Meiosis
Meiosis (del griego μείωσις meíōsis 'disminución') es una de las formas de la reproducción
celular, este proceso se realiza en las gónadas para la producción de gametos. La meiosis es un
proceso de división celular en el cual una célula diploide (2n) experimenta dos divisiones
sucesivas, con la capacidad de generar cuatro células haploides (n). En los organismos con
reproducción sexual tiene importancia ya que es el mecanismo por el que se producen los
ovocitos y espermatozoides (gametos).
Este proceso se lleva a cabo en dos divisiones nucleares y citoplasmáticas, llamadas primera y
segunda división meiótica o simplemente meiosis I y meiosis II. Ambas comprenden profase,
metafase, anafase y telofase.
En la meiosis II, las cromátidas hermanas que forman cada cromosoma se separan y se
distribuyen entre los núcleos de las células hijas. Entre estas dos etapas sucesivas no existe la
etapa S (replicación del ADN). La maduración de las células hijas dará lugar a los gametos.
Visión general de la meiosis. En la interfase se duplica el material genético. En meiosis I los cromosomas
homólogos se reparten en dos células hijas, se produce el fenómeno de entrecruzamiento. En meiosis II, al igual que
en una mitosis, cada cromátida migra hacia un polo. El resultado son cuatro células hijas haploides (n).
Historia de la meiosis.
La meiosis fue descubierta y descrita por primera vez en 1876 por el conocido biólogo alemán
Oscar Hertwig (1849-1922), estudiando los huevos del erizo de mar.
Fue descrita otra vez en 1883, en el nivel de cromosomas, por el zoólogo belga Edouard Van
Beneden (1846-1910) en los huevos de los gusanos parásitos Ascaris. En 1887 observó que en la
primera división celular que llevaba a la formación de un huevo, los cromosomas no se dividían
en dos longitudinalmente como en la división celular asexual, sino que cada par de cromosomas
se separaba para formar dos células, cada una de las cuales presentaba tan solo la mitad del
número usual de cromosomas. Posteriormente, ambas células se dividían de nuevo según el
proceso asexual ordinario. Van Beneden denominó a este proceso “meiosis”.
La reproducción sexual se caracteriza por la fusión de dos células sexuales haploides para
formar un cigoto diploide, por lo que se deduce que, en un ciclo vital sexual, debe ocurrir la
meiosis antes de que se originen los gametos.
En contraste, la gametogénesis femenina, llamada ovogénesis, genera un solo óvulo por cada
célula que entra en la meiosis, mediante un proceso que asigna virtualmente todo el citoplasma a
uno solo de los dos núcleos en cada división meiótica. Al final de la primera división meiótica se
retiene un núcleo; el otro, llamado primer cuerpo polar, se excluye de la célula y por último
degenera. De modo similar, al final de la segunda división un núcleo se convierte en el segundo
cuerpo polar y el otro núcleo sobrevive. De esta forma, un núcleo haploide pasa a ser el receptor
de la mayor parte del citoplasma y los nutrimentos acumulados de la célula meiótica original.
Sin embargo, aunque la meiosis se realiza en algún punto de los ciclos vitales sexuales, no
siempre precede directamente a la formación de gametos. Muchos eucariontes sencillos (incluso
algunos hongos y algas) permanecen haploides (sus células se dividen por mitosis) la mayor parte
de su vida, y los individuos pueden ser unicelulares o pluricelulares. En ellos, dos gametos
haploides (producidos por mitosis) se fusionan para formar un cigoto diploide, que experimenta
la meiosis para volver al estado haploide.
Los ciclos vitales más complejos se encuentran en vegetales y en algunas algas. Estos ciclos
vitales, que se caracterizan por alternancia de generaciones, consisten en una etapa diploide
multicelular, denominada generación esporofita, y una etapa haloideo multicelular, a la que se
llama generación gametófita. Las células esporofitas diploides experimentan la meiosis para
formar esporas haploides, cada una de las cuales se divide en forma mitótica para producir un
gametofito haploide multicelular. Los gametofitos producen gametos por mitosis. Los gametos
femeninos y masculinos (óvulos y espermatozoides) se fusionan entonces para formar un cigoto
diploide, el cual se divide de manera mitótica para producir un esporofito diploide multicelular.
Proceso celular.
Los pasos preparatorios que conducen a la meiosis son idénticos en patrón y nombre a la
interfase del ciclo mitótico de la célula. La interfase se divide en tres fases:
Fase G1: caracterizada por el aumento de tamaño de la célula debido a la fabricación acelerada
de orgánulos, proteínas y otras materias celulares.
Fase S: se replica el material genético, es decir, el ADN se replica dando origen a dos cadenas
nuevas, unidas por el centrómero. Los cromosomas, que hasta el momento tenían una sola
cromátida, ahora tienen dos. Se replica el 98 % del ADN, el 2 % restante queda sin replicar.
Meiosis. Se divide en dos etapas. Meiosis I o fase reductiva: su principal característica es que el material
genético de las células hijas es la mitad (n) del de las células progenitoras (2n). Meiosis II o fase duplicativa: las
células resultantes de esta etapa tienen diferente contenido genético que sus células progenitoras (n).
Meiosis I
En meiosis 1, los cromosomas en una célula diploide se dividen nuevamente. Este es el paso
de la meiosis que genera diversidad genética.
Profase I
La Profase I de la primera división meiótica es la etapa más compleja del proceso y a su vez se
divide en 5 subetapas, que son:
Leptoteno
La primera etapa de Profase I es la etapa del leptoteno, durante la cual los cromosomas
individuales comienzan a condensar en filamentos largos dentro del núcleo. Cada cromosoma
tiene un elemento axial, un armazón proteico que lo recorre a lo largo, y por el cual se ancla a la
envuelta nuclear. A lo largo de los cromosomas van apareciendo unos pequeños engrosamientos
denominados cromómeros. La masa cromática es 4c y es diploide 2n.
Zigoteno o cigonema
Además el eje proteico central pasa a formar los elementos laterales del complejo
sinaptonémico, una estructura proteica con forma de escalera formada por dos elementos laterales
y uno central que se van cerrando a modo de cremallera y que garantiza el perfecto apareamiento
entre homólogos. En el apareamiento entre homólogos también está implicada la secuencia de
genes de cada cromosoma, lo cual evita el apareamiento entre cromosomas no homólogos.
Durante el zigoteno concluye la replicación del ADN (2 % restante) que recibe el nombre de
zig-ADN.
Paquiteno
Una vez que los cromosomas homólogos están perfectamente apareados formando estructuras
que se denominan bivalentes se produce el fenómeno de entrecruzamiento cromosómico
(crossing-over) en el cual las cromátidas homólogas no hermanas intercambian material genético.
La recombinación genética resultante hace aumentar en gran medida la variación genética entre la
descendencia de progenitores que se reproducen por vía sexual.
La recombinación genética está mediada por la aparición entre los dos homólogos de una
estructura proteica de 90 nm de diámetro llamada nódulo de recombinación. En él se encuentran
las enzimas que medían en el proceso de recombinación.
Durante esta fase se produce una pequeña síntesis de ADN, que probablemente está
relacionada con fenómenos de reparación de ADN ligados al proceso de recombinación.
Diploteno
Los cromosomas continúan condensándose hasta que se pueden comenzar a observar las dos
cromátidas de cada cromosoma. Además en este momento se pueden observar los lugares del
cromosoma donde se ha producido la recombinación. Estas estructuras en forma de X reciben el
nombre quiasmas. Cada quiasma se origina en un sitio de entrecruzamiento, lugar en el que
anteriormente se rompieron dos cromátidas homólogas que intercambiaron material genético y se
reunieron.
En este punto la meiosis puede sufrir una pausa, como ocurre en el caso de la formación de los
óvulos humanos. Así, la línea germinal de los óvulos humanos sufre esta pausa hacia el séptimo
mes del desarrollo embrionario y su proceso de meiosis no continuará hasta alcanzar la madurez
sexual. A este estado de latencia se le denomina dictioteno.
Diacinesis
Esta etapa apenas se distingue del diplonema. Podemos observar los cromosomas algo más
condensados y los quiasmas. El final de la diacinesis y por tanto de la profase I meiótica viene
marcado por la rotura de la envoltura nuclear. Durante toda la profase I continuó la síntesis de
ARN en el núcleo. Al final de la diacinesis cesa la síntesis de ARN y desaparece el nucléolo.
Anotaciones de la Profase I
La envoltura nuclear desaparece. Un cinetocoro se forma por cada cromosoma, no uno por
cada cromátida, y los cromosomas adosados a las fibras del huso comienzan a moverse. Algunas
veces las tétradas son visibles al microscopio. Las cromátidas hermanas continúan estrechamente
alineadas en toda su longitud, pero los cromosomas homólogos ya no lo están y sus centrómeros
y cinetocoros se encuentran separados.
Metafase I
Anafase I
Los cromosomas se separan uniformemente. Los microtúbulos del huso se acortan en la región
del cinetocoro, con lo que se consigue remolcar los cromosomas homólogos a lados opuestos de
la célula, junto con la ayuda de proteínas motoras. Ya que cada cromosoma homólogo tiene solo
un cinetocoro, se forma un juego haploide (n) en cada lado. En la repartición de cromosomas
homólogos, para cada par, el cromosoma materno se dirige a un polo y el paterno al contrario.
Por tanto el número de cromosomas maternos y paternos que haya a cada polo varía al azar en
cada meiosis. Por ejemplo, para el caso de una especie 2n = 4 puede ocurrir que un polo tenga
dos cromosomas maternos y el otro los dos paternos; o bien que cada polo tenga uno materno y
otro paterno.
Telofase I
Cada célula hija ahora tiene la mitad del número de cromosomas pero cada cromosoma
consiste en un par de cromátidas. Los microtúbulos que componen la red del huso mitótico
desaparecen, y una envoltura nuclear nueva rodea cada sistema haploide. Los cromosomas se
desenrollan nuevamente dentro de la carioteca (envoltura nuclear). Ocurre la citocinesis (proceso
paralelo en el que se separa la membrana celular en las células animales o la formación de esta en
las células vegetales, finalizando con la creación de dos células hijas). Después suele ocurrir la
intercinesis, parecido a una segunda interfase, pero no es una interfase verdadera, ya que no
ocurre ninguna réplica del ADN. No es un proceso universal, ya que si no ocurre las células
pasan directamente a la metafase II.
Meiosis II
Profase II
Los cromosomas continúan acortándose y engrosándose. Se forma el huso entre los centriolos,
que se han desplazado a los polos de la célula.
Metafase II
Las fibras del huso se unen a los centrómeros de los cromosomas. Estos últimos se alinean a lo
largo del plano ecuatorial de la célula. La primera y segunda metafase pueden distinguirse con
facilidad, en la metafase I las cromátidas se disponen en haces de cuatro (tétrada) y en la
metafase II lo hacen en grupos de dos (como en la metafase mitótico).
Anafase II
Las cromáticas se separan de sus centró meros, y un grupo de cromosomas se desplaza hacia
cada polo. Durante la Anafase II las cromátidas, unidas a fibras del huso en sus cinetocoros, se
separan y se desplazan a polos opuestos, como lo hacen en la anafase mitifica. Como en la
mitosis, cada cromática se denomina ahora cromosoma.
Telofase II
En la telofase II hay un miembro de cada par homólogo en cada polo. Cada uno es un
cromosoma no duplicado. Se reensamblan las envolturas nucleares, desaparece el huso
acromático, los cromosomas se alargan en forma gradual para formar hilos de cromatina, y ocurre
la citocinesis.
Comparación de la mitosis y la meiosis. En estos ejemplos, cada célula diploide tiene seis cromosomas (2n = 6).
Las características comunes a ambos procesos están escritas sobre fondo naranja; las características de la mitosis
en rosa y las propias de la meiosis en amarillo.
Variabilidad genética.
El proceso de meiosis presenta una vital importancia en el ciclo de vida o los ciclos vitales ya
que hay una reducción del número de cromosomas a la mitad, es decir, de una célula diploide (ej:
46 cromosomas en el ser humano) se forman células haploides (23 cromosomas). Esta reducción
a la mitad permite que en la fecundación se mantenga el número de cromosomas de la especie.
También hay una recombinación de información genética, que es heredada del padre y la
madre; el apareamiento de los homólogos y consecuente crossing-over permite el intercambio de
información genética. Por lo tanto el nuevo individuo hereda información genética única y nueva,
y no un cromosoma íntegro de uno de sus parentales. Otra característica importante en la
significación de la meiosis para la reproducción sexual, es la segregación al azar de cromosomas
maternos y paternos. La separación de los cromosomas paternos y maternos recombinados,
durante la anafase I y II, se realiza completamente al azar, hecho que contribuye al aumento de la
diversidad genética. En la anafase I, por cada par de homólogos existen dos posibilidades: un
cromosoma puede ir a un polo mitótico o al otro.
Anomalías cromosómicas.
En la meiosis debe tener lugar una correcta separación de las cromátidas hacia los polos
durante la anafase, lo que se conoce como disyunción meiótica; cuando esto no ocurre, o hay un
retraso en la primera o segunda división meióticas, conduce a problemas en la configuración de
los cromosomas, alterándose el número correcto de estos, es decir, dejan de ser múltiplos del
número haploide original de la especie, lo que se conoce como aneuploidía. Entre los problemas
en el material genético encontramos:
Anomalías en humanos:
Monosomía
Síndrome de Turner: solamente un cromosoma "X" presente. Los afectados son hembras
estériles, de estatura baja y un repliegue membranoso entre el cuello y los hombros. Poseen el
pecho con forma de escudo y pezones muy separados, así como ovarios rudimentarios y manchas
marrones en las piernas.
Cariotipo del Síndrome de Turner
Trisomía
Síndrome de Down - Trisomía del cromosoma 21: es la aneuploidía más viable, con un 0,15 %
de individuos en la población. Incluye retraso mental (C. I. de 20-50), cara ancha y achatada,
estatura baja, ojos con pliegue apicántico y lengua grande y arrugada.
Síndrome de Patau - Trisomía del cromosoma 13. Se trata de la trisomía menos frecuente. Se
suele asociar con un problema meiótico materno, más que paterno y, al igual que en el síndrome
de Down, el riesgo aumenta con la edad de la madre. Los afectados mueren poco tiempo después
de nacer, la mayoría antes de los tres meses, como mucho llegan al año. Se cree que entre el 80 y
90 % de los fetos con el síndrome no llegan a término.
Recién nacido con trisomía 13. a) Fenotipo característico con en el que se observan las malformaciones
características en la linea media (labio leporino+fisura palatina y onfalocele); b) Detalle del perfil y mano con
hexadactilia.
Apoptosis
La apoptosis es una vía de destrucción o muerte celular programada o provocada por el mismo
organismo, con el fin de controlar su desarrollo y crecimiento, puede ser de naturaleza fisiológica
y está desencadenada por señales celulares controladas genéticamente. La apoptosis tiene una
función muy importante en los organismos, pues hace posible la destrucción de las células
dañadas, evitando la aparición de enfermedades como el cáncer, consecuencia de una replicación
indiscriminada de una célula dañada.
En contraste con la necrosis —que en realidad no es una forma de muerte celular, sino que es
un patrón morfológico que ocurre después de la muerte de un tejido en organismos vivos—
resultante de un daño agudo a los tejidos, la apoptosis es un proceso ordenado, que generalmente
confiere ventajas al conjunto del organismo durante su ciclo normal de vida. Por ejemplo, la
diferenciación de los dedos humanos durante el desarrollo embrionario requiere que las células de
las membranas intermedias inicien un proceso apoptótico para que los dedos puedan separarse, o
la renovación epitelial de la mucosa intestinal.
Necrosis vs Apoptosis
Apoptosis celular
Etimología
La palabra apoptosis procede del griego apóptōsis, que significa: apó "a partir de" + ptōsis
"caída". Se puede referir a la apoptosis mediante las expresiones: "muerte celular apoptótica" y
"muerte celular programada".
Funciones de la apoptosis
La apoptosis puede ocurrir por ejemplo, cuando una célula se halla dañada y no tiene
posibilidades de ser reparada, o cuando ha sido infectada por un virus. La "decisión" de iniciar la
apoptosis puede provenir de la célula misma, del tejido circundante o de una reacción proveniente
del sistema inmunológico. Cuando la capacidad de una célula para realizar la apoptosis se
encuentra dañada (por ejemplo, debido a una mutación), o si el inicio de la apoptosis ha sido
bloqueado (por un virus), la célula dañada puede continuar dividiéndose sin mayor restricción,
resultando en un tumor, que puede ser un tumor canceroso.
Regulación del sistema inmunitario
Ciertas células del sistema inmunitario, los linfocitos B y linfocitos T, pueden llegar a
desarrollar propensión a atacar células de tejido sano del propio organismo al que pertenecen.
Estas células autorreactivas son eliminadas mediante apoptosis. Por ejemplo, antes de ser
liberados hacia el resto del organismo, los linfocitos T, una vez formados en la médula ósea, son
sometidos a pruebas de reacciones autoinmunes dentro del timo, que es el órgano encargado de
su maduración para evitar reacciones de autoinmunidad. De esta forma, alrededor del 95% de los
linfocitos T recién creados —y que son los que han mostrado propensión a atacar tejido propio—
son destruidos vía apoptosis.
Desarrollo
La muerte celular programada es parte integral del desarrollo de los tejidos tanto de plantas
(viridiplantae) como de animales pluricelulares (metazoa), y no provoca la respuesta inflamatoria
característica de la necrosis. En otras palabras, la apoptosis no se parece al tipo de reacción
resultante del daño a los tejidos debido a infecciones patogénicas o accidentes. En lugar de
hincharse y reventar -y, por tanto, derramar su contenido, posiblemente dañino, hacia el espacio
intercelular-, las células en proceso de apoptosis y sus núcleos se encogen, y con frecuencia se
fragmentan. De esta manera, pueden ser eficientemente englobadas vía fagocitosis y,
consecuentemente, sus componentes son reutilizados por macrófagos o por células del tejido
adyacente.
Existen dos razones diferentes para explicar por qué las células mueren por apoptosis: La
eliminación de células en exceso y la eliminación de células que representan un peligro para la
integridad del organismo.
Células infectadas con virus, son destruidas por los linfocitos T citotóxicos.
Células del sistema inmune. Después de la respuesta inmune, las células efectoras han de
ser eliminadas para prevenir que ataquen a los constituyentes propios del organismo. Los
linfocitos T citotóxicos inducen la apoptosis en cada una de las distintas células del
sistema inmune e incluso en ellas mismas. Cualquier defecto en la maquinaria apoptótica
de estas células inmunes, se encuentran asociados con enfermedades autoinmunes tales
como el lupus eritematoso o la artritis reumatoide.
Células con DNA lesionado. La lesión en su genoma hace que las células puedan llegar a
desarrollar cáncer. Las células responden a la lesión al DNA incrementando la producción
de p53, un poderoso inductor de la apoptosis. Las mutaciones en p53 producen una
proteína defectuosa que a menudo se detecta en células cancerosas
Células cancerosas. La radioterapia y la quimioterapia inducen la apoptosis en algunos
tipos de cáncer.
Homeostasis
Mecanismos de la apoptosis
una inducción negativa: como la pérdida de una actividad supresora, la falta de factores de
crecimiento o la disminución de los contactos con las células que la rodean.
una inducción positiva: como es el resultado de la unión de un ligando a un receptor o la
recepción de señales conflictivas.
Investigación científica indica que hay tres vías de apoptosis, el extrínseco, el intrínseco y el
perforina/granzima.
receptores del factor de necrosis tumoral (TNF)- se conectan con complejos como el
TRADD (TNFR-asociado al dominio de muerte) que actúa como una plataforma de
adaptación para reclutar moléculas de señalización, como la proteína de interacción con el
receptor, y activa factores de transcripción (NFk B y el JNK/AP-1). A diferencia de Fas, el
receptor de TNF raramente activa procesos de apoptosis, a menos que la síntesis de
proteínas se encuentre bloqueada, sugiriendo la existencia de factores celulares que
suprimen los estímulos apoptóticos generados por el TNF. Los modelos FasL/FasR y
TNF-α/TNFR1 mejor caracterizan los eventos de la vía extrínseca.
los receptores Fas- proteínas transmembranales que en la porción intracelular se enlaza con
FADD (factor asociado al dominio de muerte) activando caspasas 8 y 10 (grupo de
proteínas perteneciente al grupo de las cisteín-proteasas, caracterizadas por presentar un
residuo de cisteína que media la ruptura de otras proteínas). En el modelo de FasL/FasR, la
aglutinación del Fas ligando al receptor Fas causa la aglutinación de la proteína adaptador
FADD. Después de esto, un complejo de muerte inducida señalización es formado y como
resultado la procaspasa-8 se activa. Una vez que procaspasa-8 se activa, la fase de
ejecución de apoptosis se inicia. Esta fase es considerada la vía final de apoptosis.
Caspasas de ejecución activan endonucleasas citoplasmáticas que degradan material
nuclear y proteasas que degradan proteínas nucleares y citoesqueletos. Caspasas-3,
caspasas-6 y caspasas-7 funcionan como efector caspasas que henden varios sustratos que
incluyen citoqueratinas, PARP, la membrana plasmática del citoesqueleto proteína alfa
fodrin, la proteína nuclear NuMA y otros que causan los cambios en morfología y
bioquímica en las células apoptóticas. Estos tipos de receptores y su ligando desempeñan
un papel importante en modelos apoptóticos como son la supresión periférica de las
células T maduras al final de una respuesta inmune, la muerte de células diana (células
infectadas por virus), la destrucción de células cancerosas mediada por células T
citotóxicas y por natural killer, así como la eliminación de las células inmunes reactivas a
tumores que expresan constitutivamente el ligando de Fas.
Apoptosis mediada por receptores de muerte se puede inhibir por la proteína c-FLIP lo cual se
ata a FADD y la caspasa-8 causando ineficaces.
En contraste con la vía extrínseca que se induce extracelularmente, la vía intrínseca se induce
intracelularmente. La vía intrínseca de la apoptosis puede ser desencadenada por daño en el
ADN, grandes aumentos en la concentración de calcio citosólico910 o estrés celular, así como un
aumento en la generación de especies reactivas de oxígeno en la mitocondria.11 Esto activa la
expresión del gen supresor de tumores p53, que a continuación, activa las proteínas pro-
apoptóticas. PUMA y NOXA se expresan por el gen p53 y codifican para los dos miembros de la
familia Bcl2 que gobiernan la permeabilización de la membrana mitocondrial externa, Bax y Bak.
La expresión de estas proteínas provoca una translocación de la mitocondria, reduciendo la su
membrana que resulta en la liberación de citocromo C y Apaf-1. Una vez que el citocromo C se
une a Apaf-1 y procaspasa-9, se forma un apoptosoma. Este apoptosoma a continuación, activa la
caspasa-9. Una vez que la caspasa-9 se activa, la mayor activación de otras caspasas, como las
caspasas-3 y -7 permiten la digestión de los objetivos esenciales que afectan a la viabilidad
celular.
El aumento en los valores p53 conduce a la inducción en la transcripción de otros genes como
p21/WAF1/Cip1, un inhibidor de proteínas cinasas reguladas por ciclinas, inhibiendo la entrada
en fase S del ciclo celular. Como resultado la célula se detiene en la fase G1, la cual provee de
una barrera cinética en la replicación de un genoma potencialmente dañado. Si la célula no puede
reparar el daño genético, p53 induce la muerte celular por un mecanismo que se postula que
puede estar mediado por aumentos en la síntesis de Bax, una proteína de la familia de Bcl-2 con
propiedades proapoptóticas. un mal funcionamiento del gen p53 puede promover el desarrollo de
tumores debido a la proliferación de células con una reparación del ADN de forma incompleta.
Fase de decisión.
Una vez que la célula recibe una señal de muerte, debe decidir si debe sobrevivir o
desencadenar los procesos de muerte. En esta fase de decisión se ha situado a la mitocondria
como organelo fundamental. Como uno de los acontecimientos principales se altera la
permeabilidad de las membranas mitocondriales a causa de la formación de un complejo
multiproteico que conduce a la liberación del contenido intramitocondrial como el citocromo C,
el factor inductor de apoptosis y miembros de la familia de caspasas. Otros acontecimientos
desencadenados en la membrana son la alteración de la cadena transportadora de electrones, la
perdida de potencial electroquímico y cambios en el ciclo metabólico de óxido/reducción.
Fase de ejecución.
Una vez que la célula ha tomado la decisión de morir, en su interior se produce una serie de
procesos bioquímicos que conducen a la degradación de proteínas y de la cromatina. Entre las
proteasas implicadas en los procesos de muerte celular se encuentran las caspasas, las calpaínas,
la granzima B y el complejo multiproteico denominado proteosoma.
La activación de las caspasas puede tener lugar en respuesta a estímulos tanto extracelulares
como intracelulares. Estas hidrolizan secuencias específicas de tetrapéptidos que contienen un
residuo aspartato. Entre sus sustratos se encuentran: elementos del citoesqueleto (actina, fodrina,
proteína Tau y catenina), enzimas encargadas de reparar (PARP) o degradar (ADNasa) el ADN
celular, factores de transcripción (retinoblastoma, HDM2), proteínas reguladoras (proteína cinasa
C, fosfatasas 2A, cinasas de adhesión focal), así como miembros de la familia del oncogén Bcl-2
(Bid). Las calpaínas son cisteína proteasas que requieren Ca2+ para su traslocación hasta la
membrana citoplasmática, rápida autólisis y activación. Entre sus sustratos se encuentran también
factores de transcripción, oncogenes, proteí-nas de membrana y del citoesqueleto. Estas están
sobreactivadas durante procesos excitotóxicos e isquémicos y en patologías como la enfermedad
de Alzheimer.