Método de La Lectio Divina
Método de La Lectio Divina
Método de La Lectio Divina
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EG 49
4
C. de DREUILLE, Lectio divina, un camino para orar la Palabra de Dios, CB 164 Verbo Divino,
Pamplona 2014, Páginas 15-17
3
6
E. BIANCHI, Orar la Palabra, Burgos, Monte Carmelo, 2000
7
BENEDICTO XVI, Exhortación apostólica postsinodal sobre la Palabra de Dios en la vida y en la
misión de la Iglesia, nº 87. Ebidesa, Madrid 2010
8
E. BIANCHI, op.cit.,
9
C. M. MARTINI, Pregare de la Biblia, Mensajero1986
5
10
G.ZEVINI, Lectio divina para cada día del año. Verbo Divino, Estella 2004
11
C. M. MARTINI, Al alba te buscaré. La escuela de la oración, Estella 1995, 52.
6
Desde Orígenes, en el siglo III hasta nuestros días, este método de la lectio
divina no es única en sus etapas, sino que ha sido practicada con una cierta
multiplicidad de opciones: de dos a cinco pasos, incluso más, de 7 pasos,
conocido como el método Lumko en África.
La forma más mencionada de lectio divina es como hemos dicho la
que se da en cuatro pasos, que es la lectura, la meditación, la oración y la
contemplación.13 Es de notar la comparación que Guido establece entre
estos cuatro momentos y la acción de alimentarnos:
12
C. DREUILLE, op. cit., pág.18
13
A. IZQUIERDO, La lectio divina en el Sínodo de la Palabra de Dios. http//www
prait.org/sb/index.php/
7
Tal vez haya quien piense que la lectio divina es para personas que tienen
mucho tiempo a disposición, que no va con las personas tan estresadas de
nuestro tiempo. El cardenal C. M. Martini llegó a decir que la “lectio divina”
es un derecho de todo bautizado y debe ser accesible a todos.15
Representa una verdadera gracia de Dios, en la que ha de iniciarse con
cuidado a todo cristiano. Es un modo fuerte de afirmar que la lectio divina
se ha de practicar, no solo en las celdas de los Monasterios, sino también en
las casas de los pueblos y de las ciudades.
Qué importante me parece este tiempo de lectio divina en éste clima que
voy diciendo, para quienes tienen como misión enseñar y transmitir saber y
sabor, que sois muchas de los que hoy estáis aquí.
Su fortaleza es el amor:
• Me siento atraída.
• La “lectio divina” es el camino de un Encuentro. Un encuentro
verdadero, auténtico, que llena profundamente.
14
BENEDICTO XVI, En el Ángelus del 6 de noviembre del 2005 recurre al esquema cuatripartito pero
con palabras y matices algo diversos: leer y releer la Palabra de Dios (lectio), “rumiar” y “exprimir el
jugo” de la Palabra para que alimente la meditación (meditatio) y la contemplación (Contemplatio), para
que riegue como linfa la vida concreta (operatio)
15
C. M. MARTINI, Citado por N. Calduch-Benages. Sínodo de la Palabra 2010
16
E. BIANCHI, Por qué orar, cómo orar, Sal Terrae, Santander 2010. 14 E. BIANCHI, op.cit.,
8
17
E.BIANCHI, op. cit.,
18
B.OLIVERA, OCSO “La tradición de la lectio divina". C. Monásticos 16 (1981) 57, 179-203
19
B.OLIVERA, OCSO
20
G. DE SAIN- TIERRY, Carta de oro SC 223, 239.
9
1. Lectio. Lectura.
- Lectura pausada por un lector/a.
¿qué dice el texto? Leer el texto de manera atenta y respetuosa.
Detenerse (estar-reposar) sobre el texto. Dios habla. El hombre
escucha.
- Lectura personal del texto (15minutos)
2. Meditatio. Meditación.
Explicación del texto por parte de la persona que guía la Lectio (5 min.
Aproximadamente.)
- ¿qué me dice el texto? Dios ilumina. El hombre medita, busca, digiere.
10
3. Oratio. Oración.
Oraciones espontáneas a partir del texto (10 min.)
¿qué me hace decirle a Dios este texto? Dios escucha. El hombre
habla, pregunta, gusta, confía, pide.
4. Contemplatio. Contemplación.
A nivel personal (5 min)
Dios ofrece su comunión. El hombre vive en su presencia, comulga
con Dios, se deleita.
1ª Etapa o peldaño
LECTURA
- APRENDER A LEER
- ACOGER LA PALABRA
- RUMIAR LA PALABRA
21
P. MOURLON-BERNAERT, El hombre en el lenguaje bíblico. Corazón, lengua, y manos en la Biblia.
CB 46, Estella, Verbo Divino 1988
11
APRENDER A LEER
Si, en algunas épocas, la dificultad residía en la propia capacidad de
lectura, hoy entre nosotros ocurre lo contrario.
ACOGER LA PALABRA
El texto se lee por primera vez. Sobre todo si parece difícil u oscuro, es
preciso- esto es válido para todos los textos- hacer un acto de fe en el poder
de la Palabra de Dios, pedir que nos guíe, al Espíritu Santo, como hemos
dicho. Se puede leer en voz alta, escribirla.
Y consultar las notas de la Biblia, algún comentario, buscar algunas
explicaciones. Y por último, después de cada lectura hay que disponer de un
tiempo de silencio para que la Palabra de Dios llegue a nuestro corazón.
RUMIAR LA PALABRA
-Leer y releer; leer con lápiz en mano, subrayando palabras que impresionan:
personajes, acciones, temas, sentimientos; estudiar el texto para descubrir
su sentido literal, histórico.23
22
C. de DREUILLE, op. cit., 26-30
23
B. OLIVERA, OCSO. La tradición de la lectio divina, Cuadernos Monásticos 16(1981) 57, 179
13
ella, Dios está queriendo hablar con nosotros y decirnos algo. En este
instante bajamos la cabeza, hacemos silencio interior y abrimos el oído del
corazón. (Sal 85,9)24
Es en ese momento que la lectura se transforma en meditación.25
2ª Etapa o peldaño
MEDITACIÓN
Aquí hay que recoger lo que queda después de haber pasado el texto por el
tamiz de las lecturas sucesivas.
En los inicios de la vida monástica, Pacomio, fundador del cenobitismo o
vida monástica en común, recomienda como principal tarea a sus monjes el
“meditar” y “leer”. Aquí “meditar” tiene el significado de “repetir” y
mediante la repetición, el “aprender de memoria”26 hace falta un esfuerzo
de memorización, para poder leer en la liturgia, pero también para saborear
el texto mientras se hace algún trabajo manual.27 Esta forma de trabajar,
recordando algo de lo experimentado en la “lectio” caracteriza la jornada de
trabajo de los de monjes y monjas.
24
CASIANO, colaciones
25
C. MESTESTRS, OC.WWW. La lectura fiel de la Biblia.(consulta 11/julio/2014)
26
A. IZQUIERDO, LC Lectio Divina. Introducción y método de la LD, Paulinas Lima. Perú 2009
27
H.RAGUER, Lectio Divina. Introdudción y método de la LD, Paulinas Lima. Perú 2009
14
3ª Etapa o peldaño
ORACIÓN
respuesta del creyente a ese Dios que le ha hablado. Es ahora, y solo ahora,
cuando el hombre puede finalmente tomar a su vez la palabra y dirigirse al
Señor. Es el momento de la oración. Cuando el hombre entra en este diálogo,
el Señor se compromete entonces a escucharlo. Si se pide a los hombres que
se dejen tocar por la Palabra de Dios, el Señor ha aceptado y querido
igualmente que la palabra de los hombres, en oración, toque su propio
corazón. Reconocemos que la Palabra de Dios tiene un poder; pero que la
palabra del hombre adquiera un poder sobre el corazón de Dios, eso es lo
que quizá resulte más sorprendente. Tenemos un ejemplo notable de ello
en la oración de intercesión de Abrahán en Gn18. El Señor revela al patriarca
su proyecto: “¿Voy a ocultar a Abrahán lo que voy a hacer?” (Gn 18,17). Da
así la posibilidad al patriarca de responderle con una gran audacia y de
interceder por los habitantes de Sodoma. También de esta experiencia
podríamos decir los que hacemos de la intercesión, una vida y mucho amor.
El diálogo roto por Adán y recuperado a partir de Abrahán encuentra su
cumplimiento en Cristo Jesús “Al entrar en el mundo”, Cristo expresa su
respuesta al Padre con las mismas palabras del salmista (Sal 40). “Aquí estoy,
para hacer tu voluntad”. Y en la cruz es también con el versículo de los
salmos como se dirige a su Padre, “Dios mío, Dios mío, por qué me has
abandonado” (Sal 21) y restableciendo en su persona y para siempre el
diálogo entre Dios y la humanidad. Este es el sentido de la oración de Jesús.
Impresiona ver a Jesús no solo dar gracias a su Padre, sino igualmente
dirigirse a Él en Getsemaní y en el Calvario.31
Jesús, muchas veces nos dicen los evangelios, se retiraba a orar, esa
relación con su Padre le renovaba en su interior el designio de amor que
juntos habían soñado.
31
C. de DREUILLE, OP, CIT., 42
16
32
Intercedemos por todos, y nos ponemos “en el medio” de tantas
situaciones que necesitan de su luz.
Oración de intercesión, de alabanza, de petición, de perdón, de acción de
gracias.
Puede ser incluso una oración de rebelión o de protesta, frente a las
situaciones de pecado social de nuestro mundo, como la oración de Jer 12
“Tú llevas la razón, Yahvé, cuando discuto contigo, pero voy a tratar contigo
un punto de justicia. ¿Por qué tienen suerte los malos y viven en paz todos
los traidores? Pero a mí Yahvé, me conoces y me ves; has comprobado que
mi corazón está contigo”.
4ª Etapa o peldaño
CONTEMPLACIÓN
32
C. M. MARTINI, Hacia Jerusalén. Helder, 2003, 165. “Interceder no quiere decir simplemente “rogar
por alguien”, como se cree a menudo. Etimológicamente viene a ser “dar un paso hacia el medio”, dar un
paso de manera que nos sitúe en medio de una situación. Entonces intercesión quiere decir estar allí donde
el choque tiene lugar, colocarse entre las dos partes en lucha. Este es el gesto de Jesús en la cruz, Jesús,
está en el medio”.
33
C. de DREULLE, op. cit.,
34
C. MESTER, Lectura orante de la Biblia, La casa de la Biblia. Verbo divino, Estella 1997
17
Cuando llegamos a este momento percibimos al Señor como Luz, y nos hace
ver la luz. Como la experiencia que tuvo San Benito vio “Todo el mundo como
recogido en un solo rayo de sol”35. Las personas que viven con Dios
transmiten luz.
Es ver todo con los ojos nuevos de uno que ha pasado por la experiencia
pascual, con la visión que da el Espíritu: ver cosas nuevas, experimentar
gustos diferentes, juzgar con criterios superiores como los discípulos
después de Pentecostés, que sin causa alguna de su parte, experimentaron
la alegría y la transmitían. La contemplación consiste en hacerse presente a
Aquel que está presente. Es precisamente el objetivo del método de la lectio
divina.
35
G. MAGNO, “Libro II de los Diálogos” Cap. XXXV
36
B. OLIVERA, OCSO. Op., cit.
18
Son los mismos peldaños que nos conducirán a una verdadera calidad de
relación con aquellos con los que nos encontremos:
- La lectura se desarrollará en el encuentro con el otro y la calidad de
nuestra escucha.
- La meditación nos enseña a caminar con el otro a partir de lo que nos
confía;
- La oración nos enseña a decir una palabra que será adaptada a la
persona con la que nos encontramos y a desarrollar el diálogo.
- La contemplación nos invita finalmente a ponernos de acuerdo unos
con otros (Hch 1, 14) en una relación animada por el amor fraterno.
La lectio divina mueve la vida del creyente a convertirse en don para los
demás, es el fruto del conjunto del recorrido de la lectio divina.
No sé si os habéis percatado, yo lo experimento: en el encuentro con la otra
persona, desde el momento que comienzas esa relación hasta su final, el
20
rostro de esa persona cambia, su rostro es más luminoso, y más bello. ¿Lo
habéis experimentado?
La lectio divina nos ha hecho descubrir cómo nuestra relación con Dios se
convierte a partir de ahora en la matriz de todas las relaciones humanas. 37
La lectio divina, deja en la persona, las huellas del que le ha habitado, nos
hace sensibles y audibles a su Presencia y a sus nuevas llamadas, de forma
que durante el día seguimos escuchándole y recibiendo sus llamadas.
Te hace ser o tender hacia lo que has escuchado y vivido en la lectio divina.
Favorece una unificación de la persona y también con los demás.
Los momentos de la lectio divina, no son islas a lo largo del día. Sus ecos
vuelven a lo que hacemos, miramos, hablamos, y escuchamos, a las personas
con las que nos relacionamos. La lectio divina se vuelve así, como una
posibilidad de orientar toda nuestra vida.
La lectio divina puede contribuir hoy, a pasar de una fe y de una relación con
Dios infantil, a una fe y una relación con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo
adulta, a través de la Palabra. Ha sido y es para mí, una forma de entrar en
relación con Dios Padre en su designio y proyecto de amor para todos sus
hijos e hijas.
No se relaciona uno cada día con un amigo sin hacerse más cercano y más
semejante”, escribía Édith Stein.
37
C. de DREUILLE, Lectio divina. Un camino para orar la Palabra de Dios, CB 164 , Verbo Divino,
Pamplona 2014, 55
21
Vive la experiencia que muestra ésta bella imagen que tenemos hoy
aquí del Evangelio de San Marcos 5, 22-34
Hay una atracción, esta mujer la hemorroisa “oyó hablar de Jesús y,
acercándose por detrás entre la gente, le tocó el manto, diciéndose: ”Con
sólo tocarle el borde de su manto, me curo. Le tocó, e inmediatamente se
curó. Jesús se para, y dándose cuenta de que había salido de Él aquella
fuerza, preguntó, ¿quién me ha tocado?
Y seguía mirando alrededor para ver quién había sido. La mujer, asustada se
echó a sus pies y le confesó todo.
- Hija tu fe te ha curado. Vete en paz y curada.
22
BIBLIOGRAFÍA
BENEDICTO XVI, Exhort. Ap. Postsinodal Verbum Domin, La Palabra del Señor, Edibesa, Madrid
2010.
BIANCHI, Enzo, Por qué orar, cómo orar, Sal Terrae, Santander 2010.
CASIANO. Colaciones
DREUILLE de C. Lectio Divina. Un camino para orar la Palabra de Dios. Verbo Divino. Cuadernos
Bíblicos 164, Pamplona 2014
GARCÍA, C. M., La lectura de Dios. Aprox.a la lectio divina. Zamora, Ed. Monte Casino, Zamora
1980.
IZQUIERDO, A., Lectio Divina. Introducción y método Ed. Paulinas. Lima (Perú) 2009
NURSIA BENITO RB
OLIVERA, B. OCSO "La tradición de la lectio divina" en Cuadernos monásticos 16 (1981) pp. 179-
203