Arendt Heidegger
Arendt Heidegger
Arendt Heidegger
8-13
ISSN 1989-9092
http://www.revistafactotum.com
Abstract: In this paper Martin Heidegger's being-toward-death and Hannah Arendt's being-toward-beginning are
compared. Whereas death is for Heidegger the “end” of man as an individual being, i.e. Separates him from his
facticity, birth is for Arendt the “end” of man as an intersubjective (political) being.
Keywords: Martin Heidegger, Hannah Arendt, metaphysics, Dasein, being-toward-death, being-toward-beginning.
constantemente nuevos inicios. Señala totalidad del ser ahí. El otro “fin” es
Arendt que: el “comienzo”, el “nacimiento”.
(Heidegger, 1980: 403)
“[E]l resultado y fin de una acción es,
simplemente, que la acción carece de fin. Según Colomer (1990: 520-530) la
El proceso de un acto puede literalmente muerte en Heidegger no es sino la
perdurar a través del tiempo hasta que la conclusión de una inconclusión, pues
humanidad se acabe.” (Arendt, 2009: 253) mientras existe el ser-ahí, nunca está
acabado, ni la muerte misma lo determina.
Carece de fin porque gracias a la Ello porque no hay posibilidad de
natalidad, entendida como nacimiento y experimentar el tránsito del ser-ahí al no
como inicio, es que surge la posibilidad de ser. Señala que nuestra vida en movimiento
comenzar algo nuevo, cuestión que permite incesante no rompe la finitud de nuestro ser,
la acción carezca de un final. Pues los pero sí conecta al ser con su posibilidad de
nuevos son portadores de la acción, que dejar de ser. Tal estado del ser ahí, no
viene desde antes de su nacimiento y que significa que la muerte sea el fin, un haber
les sobrevivirá. llegado al fin, sino Sein-zum-Ende (ser para
Como vemos, aunque la muerte y la el fin) en medio de la facticidad.
natalidad son contrarios, parecen abrirse La vida fáctica en Heidegger es la vida
camino desde el mismo principio: el carácter que se hace en lo diario. Con esto quiere
incesante de la vida. Esto conduce a la significar que la vida humana es
pregunta clave: si Arendt y Heidegger interpretación que se otorga a aquello que
entienden el ser como un ser de movimiento ocurre en la cotidianidad. En efecto, la vida
incesante, ¿por qué para Heidegger la humana es una vida vivida desde el viviente,
muerte es su “fin”, y para Arendt no tiene fin que desde dentro se interpreta como un
puesto que hay natalidad? Las razones proceso de centro interno que se vive en
parten de un fin distinto. Como sabemos, primera persona porque
Heidegger caracteriza al Dasein3 como un
ser capaz de interpretar, necesitado de “[L]a esencia del ser-ahí está
interpretación y en estado de interpretado.4 en su existencia […] y es un “yo
Todo aquello, en cuanto se desenvuelve en soy”, “tú eres”. Y el ser-ahí es en
la vida fáctica, un arrojo al mundo del cual cada caso mío, a su vez, en uno u
no se puede escapar hasta la muerte. Esta otro modo de ser.” (Heidegger,
1980)
visión del ser es para Heidegger un modo de
vivir rodeado de posibilidades hasta dejar de
ser; o bien, la posibilidad más extrema de Dicho de otro modo, la hermenéutica
Dasein, la muerte. Sin embargo, la muerte heideggeriana es un estudio del ser en
no es la finitud de kínesis del ser. Es por cuanto ser de la facticidad y su relación con
esta razón que Heidegger debe dejar en el ser-ahí.
claro que Esta visión del ser es para Heidegger un
modo de vivir rodeado de posibilidades hasta
“[L]a muerte sólo es el “fin” del “dejar de ser”, o bien, la posibilidad más
ser ahí formalmente tomada, sólo es extrema de Dasein, morir. En efecto, para
sino de los fines que encierran la Heidegger la muerte no es un
acontecimiento, puesto que no se vive. Esto,
3
El ser-ahí proyecta su ser en cuanto a posibilidades que porque para él la cotidianidad es justamente
constituyen su existencia misma. Dasein no es un ente, sino un el ser “entre” el nacimiento y la muerte. El
existente, es un ser contenido en su existencia. En efecto, Dasein, situado en la vida fáctica, vive su
existencia, Dasein, y ser-en-el-mundo, son lo mismo. Para
Heidegger este modo de ser del hombre es un “yo mismo”, el vida interpretando las posibilidades como
cual vive sólo su propio ser arrojado a la vida fáctica. una manera de anticiparse a la muerte, el
4
Como el Dasein es ser-en-el-mundo, debe necesariamente saber que el ser llega al fin, y el fin de la
entenderse a si mismo. Interpretarse dentro de la vida fáctica es existencia se da mientras se puede estar
interpretar los acontecimientos que le suceden, i.e. se comprende
proyectándose hacia ella. El ser entonces es
de acuerdo a su existencia. El interpretar supone que su ser-en-
el-mundo es también para otro, y si bien se dijo en la cita anterior un ser-relativamente-a-la-muerte. Pero esta
que el ser-ahí vive su propio ser como un “yo mismo”, este se espera, que tiene carácter temporal, se da
rodea de otros seres, por ello es que necesita interpretar al otro en la cotidianidad, y esto mismo hace
en las mismas condiciones de mundo que él (entendido mundo ignorar voluntariamente el acontecer futuro
como su modo de ser en la vida fáctica). Estos dos modos de
interpretar -a sí mismo y al otro- constituyen la auto-interpretación de la muerte. Esto es así porque de esta
(apertura a lo otro), lo que significa que toda interpretación que forma el ser-ahí escapa de la preocupación
haga el Dasein, en relación a las posibilidades que constituyen su de morir, por cuanto la envolvente
existencia, es una interpretación acerca de sí mismo. De este cotidianidad le otorga otras preocupaciones
modo, es que el ser-ahí esta determinado en sus posibilidades.
de acuerdo a las posibilidades que se puedan significa un “no todavía”, “aún hay tiempo”,
dar en la vida fáctica. 5 en otras palabras, abre el tiempo para dar
Esto es lo que precisamente incomoda a nuevos sentidos a las cosas, para un
algunos filósofos posteriores a Heidegger. “renacer” (cf. Anders et al., 2008). No
Romano (2008), por ejemplo, repara que obstante esto último, es justo aclarar que a
Heidegger se detenga con tanto interés en la Romano, a diferencia de Arendt, no le
importancia de la muerte descuidando una interesa en demasía el carácter público del
posible analítica de la natalidad como acontecimiento del nacer, sino más bien su
acontecimiento. Sin embargo, para su implicancia en el “yo” existenciario, a partir
contra, él mismo descuida el concepto de de la natalidad.
kínesis heideggeriano, lo que lo hace
alejarse de un juicio filosófico completo. Si 4. El ser-para-el-inicio en Arendt
para Romano el ser es más que un ser-
hacia-la-muerte, es un ser desde donde se Hannah Arendt señala que no obstante
puede siempre generar nuevos sentidos, lo siendo la muerte un acto inevitable, el
que, en verdad, genera un-ser-hacia-la-vida, nombre no es ser-en-el-mundo para morir,
aun reconociendo la muerte como algo sino para comenzar lo nuevo en compañía
ineludible. Quiere significar, a nuestro juicio, de otros hombres; es decir, el ser en el
que a través de la existencia y los mundo se da sólo en compañía de seres-en-
acontecimientos que se nos presenten, el-mundo. En esta misma línea, Castoriadis
somos capaces de dar nuevos sentidos a las (2005) –lector de Arendt y en sintonía con
cosas que ya estaban, donde el su pensamiento– sostiene que el hombre
acontecimiento de la natalidad es el don de históricamente ha sido capaz de crear y de
una oportunidad que irrumpe para que ello poner sentidos donde antes no lo había. La
suceda (cf. Romano, 2008: 32-42). No capacidad de crear del ser humano “propone
obstante, este dar nuevos sentidos a las y pone una forma nueva”, i.e. da el salto
cosas que ya estaban, no es algo que sobre lo que ya había (lo que en verdad, es
Heidegger desconozca.6 De hecho, la muerte generado por el acontecimiento mismo). En
en Heidegger abre la vida como posibilidad, efecto, Castoriadis quiere salvar al hombre
puesto que también para él la muerte de una creencia determinista y finita
(muerte). La creación (como nacimiento de
5
Cf. Heidegger (1980: 253-256). Es necesario agregar, para algo nuevo) en Castoriadis, significa que a
una mayor comprensión, que en Heidegger la vida fáctica está
llena de acontecimientos que nos hacen escoger entre
partir de un acontecimiento, como para
posibilidades, pero la vida misma espera un fin, un descanso sin nosotros lo es el nacimiento o lo nuevo, se
retorno, a decir de Heidegger, la posibilidad más extrema, la puede dar “el establecimiento de un nuevo
muerte propia. La relación que tiene el Dasein con su finitud (la eidos, de una nueva esencia.” (Castoriadis,
muerte); es decir, hasta donde llega lo define como un ser-para-
la-muerte. Por lo tanto, la muerte no se cumple como las otras
2005: 99)
posibilidades, porque la muerte es la finitud, es determinante e Sin embargo, aunque esto parezca cierto
ineludible. En consecuencia, la muerte no se vive porque “saca al ¿Por qué Arendt declara que la natalidad nos
ser ahí justamente de la posibilidad de experimentar este tránsito asegura el aspecto de continuidad? Para
[del ser al no ser] y de comprenderlo como experimentado”
(Heideger, 2008: 260). No obstante, el ser-ahí tiene nociones de Arendt, somos seres destinados a iniciar y
la muerte por la experiencia de muerte de los otros, aunque estas continuar. Y aun cuando la muerte ha
referencias se proyectan sólo como un fin posible, que como ocupado un lugar relevante en la reflexión
posibilidad es indescriptible, porque sólo se puede entender como filosófica y religiosa, meditatio mortis es
un fin que jamás deja de ser posibilidad, ya que no es una
posibilidad común que en lo ordinario termina por acabarse. Por
una cuestión puramente humana y se hace
ello es que se puede entender como un vuelco del ser del “ser- presente cada vez que el hombre se
ahí” al ya “no ser-ahí” y no como un saber lo que se experimenta interroga sobre su existencia. Arendt concibe
en la muerte, ya que la muerte es en sí, inexperimentable. la muerte no como el término de la
Heidegger sostiene en este caso que “el morir no es un hecho
dado, sino un fenómeno que hay que comprender
existencia, sino como un final biológico que,
existenciariamente, […] que es peculiar en cada caso” (Heideger, aunque sea ineludible, no es el fin del ser,
2008: 262). puesto que la vida no es esperar la muerte
6
Heidegger utiliza para esto el término Augenblick (en Heidegger tampoco), sino un comenzar
(literalmente “pestañeo”), un tiempo vivido que no pasa sin dejar lo nuevo, blindado por la infinitud de la
una trascendencia en el ser, ya que puede ser fundamental en
nuestras vidas, inclusive nos puede hacer renacer (iniciar nuevas
natalidad. Sin embargo, observamos que
cosas). Un Augenblick puede ser, por ejemplo, el nacimiento de hasta en estas “similitudes” entre Heidegger
un hijo, o cuando los tesalonicenses escucharon a San Pablo, sus y Arendt hay diferencias, pues para Arendt
vidas se trasformaron definitivamente en un renacer. no es la vida fáctica (la cotidianidad) lo que
Precisamente a Heidegger le interesa en San Pablo el concepto
del tiempo kairos como el instante en que nuestra vida comienza
hace al hombre olvidar una muerte biológica
a tener nuevos sentidos. Este kairos puede cambiar la vida de segura, esto sólo lo hace ocupar su tiempo
una persona en un cien por ciento, para mejor o para su contra.
Referencias