Resumenes de Jurisprudencia 2017
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Resumenes de Jurisprudencia 2017
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de Jurisprudencia
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Sucre - Bolivia
Resúmenes de
Jurisprudencia
Magistrados y Magistradas
U na norma jurídica,
sea esta de carácter
sustantivo o adjetivo,
contiene una descripción
genérica y abstracta
de un determinado acto o
hecho, consiguientemente la
única manera lógica de poder
materializar su contenido
es aplicándolo a un caso
concreto.
Por un principio de
responsabilidad las decisiones
que asume una autoridad judicial,
respecto a un determinado caso concreto, imperativamente deben hacerlo
por escrito, mediante una resolución judicial, la cual debe estar debidamente
fundamentada es decir que su decisión debe estar apoyada en derecho,
pero también debe estar motivada, lo que implica que la autoridad judicial,
debe explicar de manera coherente porque motivos llegó a un determinado
entendimiento, explicación que debe ser lo más clara, concreta y precisa
posible.
Estos fallos judiciales, una vez hayan adquirido calidad de cosa juzgada
material, son de cumplimiento obligatorio para las partes del proceso, pero
también lo son para la misma autoridad judicial, quien en mérito al principio
de previsibilidad, está obligado a fallar de igual manera, respecto a una
situación fáctica idéntica. Si posteriormente ha decidido cambiar de criterio,
deberá explicar en su resolución, las razones o motivos por los cuales estaría
ocurriendo ello.
Consiguientemente, las decisiones judiciales que se emitieron en un
determinado tiempo, en un Tribunal de Cierre, como es el Tribunal Supremo
de Justicia, se constituyen en jurisprudencia, fallos judiciales que son una
prueba idónea de cómo las autoridades judiciales, también crean derecho y
no solo aplican el derecho.
Esta es la razón fundamental por la cual la publicación de “Resúmenes
de Jurisprudencia 2017”, es una labor que el Tribunal Supremo de Justicia,
mediante su unidad de Sistematización y Jurisprudencia, encara en forma
sería, teniendo siempre presente que dicho trabajo, se constituye en una
herramienta fundamental, para los litigantes, abogados en el ejercicio libre,
servidores judiciales jurisdiccionales y el pueblo en general.
Como es ya de público conocimiento la presente publicación contiene
jurisprudencia relevante, que se emitió en Sala Plena y las diferentes
Salas Especializadas de este Tribunal Supremo de Justicia, resúmenes de
jurisprudencia que permiten conocer la aplicación práctica de una norma
jurídica a un caso concreto
Finalmente agradecer el apoyo decidido de las Magistradas y Magistrados
del Tribunal Supremo de Justicia, que permitieron se materialice este nuevo
número de esta publicación, al haber seleccionado –reiteramos- sus fallos
más relevantes.
Sucre, noviembre de 2017
Para computar la posesión esta debe ser independiente, no puede coexistir una
posesión compartida entre los que alegan posesión natural y la del poseedor
que ejerce su derecho de propiedad, ante tal eventualidad la calificación de los
primeros pasa a ser considerada como detentación y no posesión propiamente
dicha.
“En relación a la acusación de haberse infringido el art. 397 del Código de Procedimiento
Civil, respecto a la postura del demandado que continúa siendo propietario del bien,
que vendió el inmueble a Rocío Miriam Castro, refiriendo que cursa una carta dirigida
a Nancy Fernández solicitando la desocupación; corresponde señalar que el hecho de
que Julio Gastón Fernández Bozo, continúa o no con la titularidad del predio para nada
cambia la decisión de los de instancia que calificaron de detentadores a los recurrentes,
esto en consideración a que el Ad quem advirtió que desde el 13 de noviembre de
2005 (fecha de registro y publicidad de la escritura de compra) hasta el 25 de octubre
de 2009 se ha generado la posesión conjunta de los demandantes y demandados, y
concluye que no se produjo el abandono del predio por parte de su titular, aspecto que
denota que no se generó la posesión independiente como se ha descrito en el punto
III.1 de la doctrina, pues para computar la posesión esta debe ser independiente, no
puede coexistir una posesión compartida entre los que alegan posesión natural y la
del poseedor que ejerce su derecho de propiedad, ante tal eventualidad la calificación
de los primeros pasa a ser considerada como detentación y no posesión propiamente
dicha, haciendo constar que dicha calificación no fue observado por los recurrentes´.
4.- Respecto a la infracción del art. 56 de la Constitución Política del Estado y los arts.
105 y 1538 del Código Civil, en cuanto a la posesión material del inmueble describiendo
que las facturas no hubieran sido tomadas en cuenta; se debe señalar que el texto
constitucional descrito refiere que se protege la propiedad privada siempre que cumpla
una función social, y en el caso de autos se evidencia que el demandado Julio Gastón
Fernández Bozo –conforme al criterio del Ad quem- ejerció su derecho de propiedad
poseyendo el inmueble objeto de Litis, consiguientemente, conforme a la doctrina no
puede generarse una `posesión conjunta´ lo que descalifica a los recurrentes como
poseedores y asignándoles la calidad de detentadores del inmueble, por lo que no se
evidencia haberse infringido el art. 56 del texto Constitucional. Asimismo corresponde
señalar que en cuanto a la cita de los arts. 105 y 1538 del Código Civil, la primera es
relativa a los modos de adquirir el derecho de propiedad y la segunda la publicidad y
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Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
su efecto de los actos que genera la inscripción del título, que no inciden para nada en
la calificación descrita por el Auto de Vista.
En cuanto a las facturas que alegan haber sido canceladas por los recurrentes, las
mismas no son suficientes para revertir el criterio asumido por el Auto de Vista, en
sentido de que el demandado ejerció la posesión, solo constituyen indicios de que
ejercen el animus (intención de comportarse como propietarios) de la posesión, empero
de ello, dicho ánimus no podía haber sido ejercido en el predio, precisamente porque el
propietario ejercía la posesión de su propiedad, consiguientemente dichas facturas no
pueden revertir la decisión adoptada, por ello es que se considera que los recurrentes
no han cumplido con el art. 87 del Código Civil, que refiere los requisitos del corpus
(aprehensión material del bien) y el animus (la intención de ostentar el derecho de
propiedad), requisito último que no fue acreditado por los recurrentes, en consideración
a que el Auto de Vista dedujo que el propietario Julio Gastón Fernández Bozo, no
abandonó su propiedad, sino que lo poseyó desde la gestión 2005 a 2009, periodo en
el cual los recurrentes alegaron haber ejercido la posesión del predio”.
Por tanto: Infundado.
La parte demandada que resulta ser la abuela y madre de los actores, al haber
transferido a favor de su otra hija a título de venta el 50 % del inmueble de carácter
ganancial adquirido con su finado esposo, no se hallaba comprendida dentro de la
limitación prevista por el art. 1059 del sustantivo civil por ser una transferencia a título
oneroso, habiendo simplemente hecho uso legítimo de su derecho de propiedad.
“En cuanto a la afirmación de que la vendedora no podía disponer libremente del total
de sus acciones, se debe indicar que el art. 105.I del Código Civil, establece que la
propiedad es un poder jurídico que permite a su titular usar, gozar y disponer de su
patrimonio con la condición de ejercerlo en forma compatible con el interés colectivo
dentro de los límites y con las obligaciones que estable el ordenamiento jurídico; en
tratándose de existencia de herederos forzosos, el límite para la disposición patrimonial
está dada por el art. 1059 del Código Civil, permitiendo a su titular únicamente disponer
la quinta parte de su patrimonio, siendo esta la restricción máxima que impone la Ley;
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pero esa restricción es para el caso de liberalidades gratuitas como ser donaciones y
no así para disposiciones onerosas como la compra-venta o permuta, caso en el cual
el propietario puede disponer libremente de todo su patrimonio recibiendo a cambio
otro bien que tiene un valor monetario o es valuable económicamente; en ese mismo
sentido debe ser entendido lo dispuesto en el art. 1066 del mismo cuerpo legal; en
ese sentido este Tribunal ha establecido en el Auto Supremo Nº 518/2014 de 8 de
septiembre donde se razonó que la disposición realizada de su patrimonio por los
causahabientes a título oneroso, no puede ser atacada de nulidad por los herederos
conforme se tiene establecido en el Punto III de la doctrina aplicable, aspecto que debe
tenerse presente.
En el caso de autos, la demandada Aurora Miranda Vda. de Ayarachi (abuela y madre
de los actores), al haber transferido a favor de su otra hija a título de venta el 50 %
del inmueble de carácter ganancial adquirido con su finado esposo Octavio Ayarachi
Mendoza, no se hallaba comprendida dentro de la limitación prevista por el art. 1059
del sustantivo civil por ser una transferencia a título oneroso, habiendo simplemente
hecho uso legítimo de su derecho de propiedad”.
Por tanto: Infundado.
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Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
Si bien el art. 1520 del Código Civil establece que la caducidad no puede
aplicarse de oficio, empero encuentra su salvedad cuando se trate de derechos
indisponibles; y en el caso de autos, lo que se cuestiona es la filiación y por
ende la identidad de un menor que es innegociable, indisponible e irrenunciable
en aplicación del principio del interés superior del menor, por lo que la
caducidad fue correctamente observada de oficio por el Tribunal de Alzada, esto
en razón a que el derecho a la filiación y a la identidad constituye precisamente
un derecho indisponible.
“Acusa que se violaría los arts. 1498 y 1520 del CC, ya que en relación al art. 1520 del
CC, este instituto se aplicaría necesariamente a procesos que tratan sobre derechos
patrimoniales, este proceso es por derechos personalismos, no patrimoniales, no se
trata de un derecho real y no estarían en litigio terrenos, para que se aplique el art. 1520
del CC; al respecto, previamente debe hacerse notar que no existe violación del art.
1498 del CC., toda vez que en el caso de autos se analiza un plazo de caducidad como
es el establecido en el segundo párrafo del art. 204 del Código de Familia aplicable al
caso, razón por la que en la Litis no se aplicó y menos interpreto el art. 1498 del CC,
que el recurrente señala se habría violado.
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Por otra parte, en cuanto a la supuesta violación del art. 1520 del CC; se debe señalar
que conforme lo desarrollado en el punto III.1 de la doctrina aplicable, si bien el art.
1520 del Código Civil establece que la caducidad no puede aplicarse de oficio, dispone
también la salvedad de aplicarse de oficio cuando se trate de derechos indisponibles;
y en el caso de autos, lo que se cuestiona es la filiación y por ende la identidad de un
menor que es innegociable, indisponible e irrenunciable en aplicación del principio del
interés superior del menor desarrollado en el punto III.3 de la doctrina aplicable, por
lo que la caducidad fue correctamente observada de oficio por el Tribunal de Alzada,
esto en razón a que –reiteramos- el derecho a la filiación y a la identidad constituye
precisamente un derecho indisponible, conforme se desarrolló en el punto III.1 de la
doctrina aplicable; resultando errado el criterio del recurrente de considerar que el art.
1520 del CC, se aplicaría solo a derechos patrimoniales que en la mayoría los casos
resultan disponibles por ser conciliables, sin embargo la excepción que dispone dicho
precepto legal respecto a la facultad de determinar la caducidad de oficio en los casos
de tratarse derechos indisponibles, es aplicable a todos los casos donde se sustancian
derechos indisponibles, y en el caso de autos su aplicación es correcta más si se toma
en cuenta que el proceso versa sobre derechos de un menor; no siendo evidente lo
acusado en este punto”.
Por tanto: Infundado.
La Entidad Financiera al constituirse como ente financiador para el pago del precio
de la venta, tenía la obligación de proceder con el desembolso total del monto
financiado que era exclusivo para el pago del precio por la compra del inmueble
en favor del vendedor, tal cual se tiene establecido en las clausulas segunda y
sexta de la escritura pública suscrita, y no como procedió la entidad financiera
a desembolsar una parte del crédito financiado a persona ajena al contrato,
generando inseguridad del contrato de transferencia del inmueble realizado por el
actor, pues equivocando su acción causó perjuicios al vendedor de buena fe.
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“Teniendo en cuenta estos antecedentes, y siendo esos los fundamentos por los cuales
demandaron la nulidad, corresponde precisar que, se entiende por error al concepto
equivocado que se tiene de la realidad, consiste en creer verdadero lo que es falso,
y falso lo verdadero. Atendiendo a su gravedad y a los efectos que produce, los arts.
474, 475 y 476 del Código Civil, clasifican al error en: 1) esencial, 2) substancial y 3)
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de cálculo, respectivamente. El error como vicio del consentimiento, afecta la función
cognoscitiva del sujeto pues su voluntad interna se forma en base a la ausencia de
conocimiento o a un conocimiento equivocado, se produce pues, una divergencia entre
la voluntad interna del sujeto y lo que en realidad busca con su manifestación. Hay error
esencial cuando el concepto equivocado o la ignorancia recaen sobre la naturaleza
o el objeto del contrato. Debe precisarse que para que exista error, este debe ser
generalmente involuntario, en todo caso, no debe ser obra del otro contratante, por
cuanto si el error es provocado por la otra parte, si ésta se ha valido de procedimientos
ilícitos precisamente para producir ese error o para evitar que quien lo sufre llegue a
descubrirlo, estamos frente a dolo, previsto por el art. 482 del Código Civil, en virtud al
cual se invalida el consentimiento cuando los engaños usados por el otro contratante
son tales que sin ellos el otro no habría contratado, como señala el Tratadista chileno
Arturo Alessandri Rodríguez.
En el caso sub lite, el error acusado sea este involuntario o producido, no ha sido
demostrado por los ahora demandantes, quienes no han cumplido con la carga
probatoria que imponía el art. 375 del Código de Procedimiento Civil, y las pruebas
referidas por el Ad quem, testifical de Tito Livio Suárez Catala que presuntamente estaría
corroborada con lo expuesto por el ahora demandado Omar Alejandro Spechar Jordán
en su memorial de contestación al recurso saliente a fs. 863 y vta., parágrafo II, en su
primera parte, así como los extractos bancarios, pruebas que considera que no habrían
sido tomados en cuenta en la Sentencia de primera instancia, siendo que las mismas, a
su criterio habrían permitido establecer la validez o invalidez de los contratos, empero
el Tribunal de Alzada, se limita a efectuar una apreciación genérica de las mismas;
de todas maneras si estos extractos estarían referidos a los comprendidos de fs. 147
a 151 del Banco Económico, si bien en su encabezado refieren que corresponden al
periodo comprendido de 09/08/2007 al 02/02/2012, empero en la certificación de fs. 151
se concluye que dicha cuenta fue aperturada en fecha 09/08/2007 (fs. 14) y cerrada
en fecha 14/01/2008 (fs. 150), además se certifica que a nombre de Sergio Néstor
Garnero, Nancy Griselda Rasmusen de Garnero y Empresa Integral Agropecuaria, no
se registran cuentas ni operaciones en su base de datos; entretanto, las de fs. 152 a 452
del Banco Bisa, corresponden a los extractos emitidos de Integral Agropecuaria S.A. de
las gestiones 2007 a 2011, y las correspondientes a Spechar Jordán Omar Alejandro de
las gestiones 2007 a 2008, concluyéndose en la certificación de fs. 452 que las cajas de
ahorro y cuenta corriente correspondientes a Omar Alejandro Spechar Jordán, fueron
cerradas en fechas 17 de abril de 2007, 17 de enero de 2008 y 06 de marzo de 2008,
respectivamente, en tanto que las cuentas corrientes correspondientes a Sergio Néstor
Garnero fueron cerradas en fechas 26 de enero de 2009, y si bien se certifica además
que la Empresa Integral Agropecuaria tiene cuentas corrientes aperturadas desde
fecha 05 de diciembre de 2007 a la fecha de la certificación (07 de febrero de 2012),
empero estos extractos y certificaciones no resultan ser concluyentes para demostrar
el error esencial en que hubiesen incurrido los demandantes, es decir que la mismas
no demuestran que estos hubiesen suscrito los documentos sobre reconocimiento de
deuda creyendo que se trataba sobre compromiso de compra venta de grano comercial
de soya; lo mismo ocurre con la declaración del testigo Tito Livio Suárez Catala (fs. 810
y vta.), este según refiere el Ad quem, habría indicado que `como responsable del
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área no he visto ningún comprobante que acredite alguna transacción (con relación
a Omar Alejandro Spechar Jordán), además habría explicado `que con la empresa
GRANOS se habrían realizado transacciones´, de dicha declaración testifical se infiere
que la misma, no resulta ser determinante para demostrar el error esencial porque
tampoco acredita la suscripción de los documentos sobre reconocimiento de deuda
creyendo que se trataba de un compromiso de compra venta, es más al constituirse
en dependiente de la empresa demandante (Gerente Financiero Administrativo de la
Empresa Integral Agropecuaria S.A.) la eficacia jurídica de su atestación se encuentra
cuestionada, lo que le resta credibilidad; por otro lado, el Ad quem de forma general y
sin especificar, sostiene que la referida declaración testifical, `presuntamente´ estaría
corroborada con lo expuesto por Omar Alejandro Spechar Jordán en su memorial de
contestación al recurso de apelación saliente a fs. 863 vta., parágrafo II, en su primera
parte, empero en dicho punto el demandado se limita a transcribir entre comillas lo que
el referido testigo habría manifestado en su declaración; de donde se infiere que dichas
pruebas no son suficientes como para acoger la pretensión de la parte actora.
Asimismo, a manera de aclaración diremos que el recurrente en la parte final de su
denuncia en el punto dos, hace mención que el Tribunal de Alzada habría sostenido
que no se ha apreciado la confesión provocada de Omar Alejandro Spechar Jordán, al
respecto revisado el contenido del Auto de Vista el Ad quem si bien, hizo mención a la
confesión provocada del demandado, pero lo hace respecto a lo que habría manifestado
la parte demandante en su recurso de apelación sobre la omisión valorativa de dicha
prueba; sin embargo se advierte que su fundamento radica esencialmente en la
valoración de las pruebas precedentemente expuestas, consistentes en los extractos
bancarios, testifical de Tito Livio Suarez Catala y memorial de contestación que habría
efectuado el demandado al recurso saliente a fs. 863 vta.-II en su primera parte, no
así en la referida prueba confesoria, por lo que no amerita mayor consideración al
respecto”.
Por tanto: Casa.
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“En cuanto a que su demanda habría sido admitida, y contestada por la parte
demandada, por lo que la misma parte demandada abrió la competencia del Juez de
la causa esto de acuerdo al art. 7 del Código de Procedimiento Civil y el art. 13 de
la Ley N° 025 que regula sobre la extensión de la competencia que dispone que es
tácito cuando el demandado contesta ante un juez incompetente; corresponde señalar
que conforme se desarrolló en el Auto Supremo Nº 168/2013 citado en el punto III.3
de la doctrina aplicable, la competencia que es el modo o manera como se ejerce la
jurisdicción (poder-deber que tiene el Juez para administrar justicia) por circunstancias
concretas de materia, cuantía, grado, turno, territorio, naturaleza, imponiéndose por
tanto una competencia por necesidades de orden práctico, en ese entendido, vemos
que la jurisdicción es el género, mientras que la competencia viene a ser la especie,
así, todos los jueces tienen jurisdicción pues tienen el poder de administrar justicia,
pero cada Juez tiene competencia para conocer y resolver determinados asuntos.
En tal entendido, la competencia por ser de orden público y estar determinada por la
CPE como una forma de delimitación de la jurisdicción, tiene por objeto determinar cuál
va a ser el Tribunal que va a conocer, con preferencia o exclusión de los demás, una
controversia que ha puesto en movimiento la actividad jurisdiccional. Por ello se ha
señalado que, si la jurisdicción es la facultad de administrar justicia, la competencia fija
los límites dentro de los cuales se ejerce tal facultad; razón por la que constituyendo un
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presupuesto procesal de todo proceso (uno de los pilares sobre los que se establece
la base y eficacia del proceso), la falta de competencia no es convalidable, debiendo
tener presente la entidad recurrente que el hecho de que la otra parte haya contestado
a su demanda no significa una convalidación tácita de la competencia, ya que la art.
13 de la Ley N° 025 que regula sobre la extensión de la competencia, es solo aplicable
en casos incompetencia en razón de territorio como la misma norma establece; en el
caso de autos se tiene que el tema central es la incompetencia en razón de materia,
incompetencia que no resulta convalidable, pues admitir la sustanciación de un proceso
en la jurisdicción que no corresponde y por un Juez carente de competencia para
conocer y resolver el asunto, significaría tramitar un proceso viciado, lo que significaría
una afrenta a las normas legales que regulan la competencia y la propia CPE; no
siendo evidente lo acusado en este punto”.
Por tanto: Casa.
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prescripción adquisitiva, sino, conforme se ha desarrollado en la doctrina aplicable sub
punto III.3, para la procedencia de la pretensión de usucapión decenal o extraordinaria
también deben concurrir los dos elementos de la posesión, que son: el corpus, que
es la aprehensión material de la cosa y, el animus, que se entiende como el hecho
de manifestarse como propietario de la cosa, además que esta posesión debe ser
pública, pacífica, continuada e ininterrumpida por más de diez años; coligiéndose en
consecuencia de lo expuesto, que para la procedencia de la usucapión no solo es
necesario acreditar la ocupación física del bien inmueble por el término establecido por
ley, sino demostrar la posesión efectiva del bien inmueble por más de diez años con la
concurrencia de los dos elementos de la posesión que son: el corpus y el animus, y el
cumplimiento de los demás requisitos, es decir que la misma haya sido ejercitada de
manera pública, pacífica, continua e ininterrumpida como se señaló.
En la especie, en la pretensión de su demanda, el demandante expresa que al
abandonar y retirarse los representantes y co-propietarios de la Asociación `Ayni
Ruway´, ha quedado en la casa como `gestor´, reconociendo posteriormente que ha
quedado en calidad de administrador (fs. 38) y/o cuidador (fs. 101), esto es, en calidad
de dependiente o de representante de el o los propietarios de la Asociación referida, es
decir en calidad de detentador.
Al respecto corresponde citar que el art. 89 del Código Civil, dispone `(Como se
Transforma la Detentación en Posesión). Quien comenzó siendo detentador no puede
adquirir la posesión mientras su título no se cambie, sea por causa proveniente de un
tercero o por su propia oposición frente al poseedor por cuenta de quien detentaba
la cosa alegando un derecho real…´, normativa que tiene estrecha relación con la
doctrina de la interversión desarrollada en el punto III.4. En el caso de autos, el actor,
a más de exteriorizar las simples manifestaciones de su voluntad, no ha demostrado
con prueba idónea cuando su título de detentador ha cambiado al de poseedor, esto a
efectos de acreditar el transcurso efectivo del tiempo para su pretensión de usucapión
decenal, tampoco en obrados se demuestran hechos o actos exteriores que revistan un
carácter ostensible e inequívoco que impidan al propietario el ejercicio de su derecho,
o un verdadero alzamiento contra su derecho. Es decir que la interversión, que hace
referencia a la inversión o cambio de la detentación en posesión, no ha sido acreditada
por actos contundentes que revistan carácter ostensible e inequívoco”.
Por tanto: Infundado.
SALA CIVIL 25
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
“Respecto a la violación, aplicación indebida y errónea del art. 1.446 del Código Civil,
la recurrente alega que el Tribunal de Alzada no habría considerado doctrinalmente
el significado de la Acción Pauliana y que la parte actora habría demostrado los cinco
requisitos jurídicos exigidos por el citado artículo, pero que sin embargo el Tribunal de
Alzada distorsionando su aplicación correcta habría confirmado la injusta e incorrecta
Sentencia, cuestionando la Resolución de primera instancia confirmada por el Auto de
Vista ahora impugnado, cuyo fundamento central se basa en el hecho de que la parte
actora no habría dado cumplimiento a todos los requisitos que hacen viable a la Acción
Pauliana, en particular el numeral 3) de la citada norma.
En el caso que presente, el criterio de los Jueces de Instancia es que la parte demandante
no habría dado cumplimiento al requisito señalado en el numeral 3) de la citada norma,
en el entendido de que: `…en obrados se advierte que, no existe prueba objetiva
de que los compradores del bien inmueble Cirilo Calatayud Balderrama y Hortencia
Zeballos de Calatayud hubieran tenido conocimiento de la deuda que Remberto
Zeballos Calatayud tiene con la señora Juana Campo Vda. de Ortuño, puesto que
cuando se realizó la transferencia del lote de terreno NO existían gravámenes sobre
el mismo que puedan llevar a la convicción de que los nuevos propietarios hubieran
tenido conocimiento de la existencia de alguna deuda del Sr. Remberto Zeballos…´
Sin embargo no se tomó en cuenta la deuda pendiente que tenía Remberto Zeballos C.
en favor de Juana Campos de Ortuño garante del deudor a la fecha de la interposición
de la demanda se encuentra prescrita conforme se declaró al acogerse la excepción
de prescripción, que en el caso de Autos fue dispuesto por los Jueces de Instancia
en merito a los argumentos de orden legal descritos en la respuesta al primer punto,
hecho que hace inexigible el pago de la acreencia pretendida por la actora.
En tal sentido, debemos señalar que el quinto y último requisito del art. 1446 del Código
Civil, exige que el crédito sea líquido y exigible; si bien sobre el particular la recurrente
indica que la prescripción no habría operado en el presente caso, dicho extremo ha
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sido resulto por los Jueces de Instancia al haber declarado probada la excepción de
prescripción, en consecuencia no se habría dado cumplimiento al num. 5) del citado
artículo; es decir que la acreencia se tornó en inexigible.
En conclusión para ejecutar el cobro de una deuda esta debe tener esa condición de
exigibilidad con la finalidad que pueda hacerse efectiva materialmente la obligación y
siendo este uno de los requisitos que hacen a la procedencia de la acción pauliana,
conforme lo establece el numeral 5) del art. 1446 del Sustantivo Civil, como es la
exigibilidad del crédito; sin embargo siendo que en el caso presente la deuda que se
pretende repetir se encuentra prescrita, deuda de la cual depende la existencia de la
acción pauliana, cuya finalidad es proteger al acreedor de posibles disposiciones que
pudiera realizar el deudor en perjuicio de propio patrimonio, así se tiene señalado en
punto III.1 de la doctrina aplicable.
Se debe tener presente que al ser la acción Pauliana es una acción de protección de
crédito del acreedor conforme antes se expuso, la misma no puede ser procedente
cuando el crédito que precisamente genera el derecho de accionar la revocatoria de
una supuesta transferencia fraudulenta se convierte en inexigible, esto por efecto de la
prescripción del mismo; es decir, no se puede a través de la acción pauliana proteger
un crédito prescrito, ya que dicha prescripción decanta en el incumplimiento del quinto
requisito del art. 1446 del Código Civil, aspecto que da lugar a la inviabilidad de la acción
pauliana, cuya existencia depende de la obligación señalada supra, razonamiento que
no fue desarrollado por los de instancia , pero que si bien establece en esta etapa el
motivo correcto de la improcedencia de la acción pauliana dicho yerro no modifica la
decisión de fondo de los Jueces de Instancia. Deviniendo en infundado lo acusado en
este punto”.
Por tanto: Infundado.
SALA CIVIL 27
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
“Respecto a la acusación de no haber ponderado la prueba de fs. 170 a 172, 174 a 176,
que evidenciaría la existencia de juicio de divorcio entre sus padres y la manifestación de
su madre a la demanda de división y partición de su padre, que la compra se lo efectuó
por parte de él y su hermano, no habiéndose considerado ganancial, considerado por
el recurrente como confesión espontánea, corresponde puntualizar que la misma para
tener valor legal en el proceso `…la que se hiciere en la demanda, contestación o en
cualquier acto del proceso y aun en ejecución de sentencia…´ conforme señalaba el Art.
404.II del Código de Procedimiento Civil con el que se tramitó el proceso, (conteniendo
el mismo entendimiento lo previsto en el art. 15..III del Código Procesal Civil Ley 439),
no concurriendo aquel aspecto en el caso examinado, es decir, no se lo efectuó a
tiempo de presentar la demanda, la contestación a la demanda reconvencional u otro
acto del proceso, consecuentemente cuando se pretende valor probatorio contundente
como `confesión espontánea´ las manifestaciones realizadas en un proceso distinto
y no en el actual como exige la norma, no tiene el alcance que supone el recurrente,
debiendo tenerse presente que la confesión hecha en distinto juicio respecto al tema
debatido en el proceso actual, no hace fe de la misma sino se reputa solo como prueba
indiciaria”.
Por tanto: Infundado.
28 SALA CIVIL
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continuos, una de Isidoro Choque Poveda ubicada detrás de su bien inmueble que
incluía un paso común y la otra contigua a su propiedad con acceso a la avenida Juana
Azurduy de Padilla que adquirió de Gualberto Choque Poveda, por lo que resultaría
innecesaria la servidumbre de paso; resultando de esta manera errado el razonamiento
del Tribunal de Alzada respecto a que la Sentencia de traslado de servidumbre de paso
tendría calidad de cosa juzgada por lo que la misma no podría ser desvirtuado por
prueba testifical, cuando por lo expuesto supra, la servidumbre de paso, haya sido
establecida por acuerdo de partes o judicialmente, puede ser suprimida en cualquier
momento a instancia de parte interesada, cuando la misma sea hace innecesaria,
resultando en consecuencia viable la prueba testifical para acreditar dicho extremo.
En ese entendido, si bien la prueba testifical así como la inspección judicial fueron
ofrecidas y producidas por la parte demandada, empero al ser uno de los principios que
rigen en materia ordinaria el principio de comunidad de la prueba, que fue desarrollado
en el punto III.3 de la doctrina aplicable al caso de Autos, debemos señalar que una vez
que un medio probatorio es incorporado al proceso, esta debe ser tomada en cuenta
ya sea para determinar o no la existencia del hecho sobre el cual versa la pretensión,
pudiendo en consecuencia resultar favorable a quien la propuso o al adversario, por lo
que remitiéndonos a la declaración testifical de descargo (fs. 178) debemos señalar que
el Testigo Roger Franco Torrez Llanos en su calidad de anticresista de la demandada
Mariana Choque Padilla, a la pregunta 6 de; `si es cierto y evidente que la salida que
tiene la señora Mariana Choque Padilla a la avenida Juana Azurduy de Padilla, como la
señora Modesta Mamani Serrudo, como de varios inquilinos es a través de una tienda
y por una trastienda de una persona de la tercera edad´, contestó que dicho aspecto
si resultaba evidente, arguyendo que: ´tanto para salir y especialmente para ingresar
al inmueble debo tocar la puerta de la tienda donde vive doña Albina no recuerdo
sus apellidos, debo ingresar por la tienda y trastienda a la habitación que recibí en
anticrético.´, de igual forma este testigo ante la solicitud de aclaración a dicha pregunta,
manifestó que: `Si, la tienda y trastienda es de propiedad de la señora Mariana Choque
Padilla´; de estas declaraciones, este Tribunal infiere que la parte demandada, al
margen de pretender demostrar su pretensión reconvencional de reivindicación de
mejor derecho de propiedad de la servidumbre de paso, también demostró que la
propiedad que adquirió con derecho a la servidumbre de paso sobre el bien inmueble
de la actora, al encontrarse actualmente contigua a otro bien inmueble que también
resulta ser de propiedad de la titular del bien enclaustrado, los ocupantes tienen acceso
a la vía pública a través de ese bien inmueble; extremo que es corroborado por el acta
de la audiencia de inspección judicial (fs. 176 a 177 y vta.), donde el abogado de la
parte demandada señaló que se ingresó al inmueble por una tienda y trastienda que
ocupa una señora en calidad de anticresista, sirviendo dichos ambientes como ingreso
y salida para los demás inquilinos y propietaria (Mariana Padilla Choque), situación
que fue corroborado por el Juez de la causa, que señaló que en la actualidad los
que habitan y viven en la parte que correspondía a Isidoro Choque (actualmente de
propiedad de Mariana Choque Padilla), transitan por la tienda y trastienda del inmueble
de propiedad de las demandadas; quedando de esta manera claramente establecido,
que la servidumbre de paso que existía en el bien inmueble de propiedad de la actora
evidentemente dejó de ser útil, pues la misma fue instituida por el enclaustramiento que
tenía la propiedad de Isidoro Choque Poveda, la misma que al haber sido transferida
30 SALA CIVIL
Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
a la demandada Mariana Padilla, que al ser también titular del derecho propietario de
un bien inmueble contiguo a este y que tiene acceso a la vía pública, se deduce que la
servidumbre de paso debe cesar, pues no resulta lógico que al tener la demandada su
propia ingreso y salida, por una tienda y trastienda que es de su propiedad pretenda
mantener vigente la servidumbre de paso instituido en el inmueble de la actora.
Consecuentemente, y como quedó demostrado por la prueba testifical y la inspección
judicial, que por una cuestión eminentemente formalista, que no es compartida por
este Tribunal Supremo de Justicia, fue omitida en su valoración, cuando lo que en
realidad importa es el derecho que tiene las partes a la impugnación de resoluciones
judiciales quedando de lado los pruritos formalistas, es que se tiene demostrado que
la servidumbre de paso dejó de ser útil para la demandada, en razón a que el predio
enclaustrado se adhirió físicamente a otro inmueble con acceso a la vía pública que
también es de propiedad de la demandada tal y como lo acreditan las Escrituras Públicas
Nº 464/2005 y 906/2005 que se encuentran debidamente inscritas en Derechos Reales
(fs. 61 a 74)”.
Por tanto: Casa.
“Respecto a la acusación relativa a la infracción de los arts. 138 y 87 del Código Civil,
serán respondidos conjuntamente, en consideración a que se encuentran ligados;
SALA CIVIL 31
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
32 SALA CIVIL
Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
“En cuanto a que se habría pasado por alto que: nunca se habría probado que sus
personas actuaron en beneficio de su hijo Marco Vitalio Zubieta Vargas, menos que sus
actos se dirigieron a defraudar; y que jamás se demostró que sus personas a tiempo de
la compra efectuaron alguna irregularidad o vicio, tampoco se probó que sus personas
conocían de las restricciones o gravámenes que no existían a momento de la venta;
que por solo apreciaciones y especulaciones del Juez se manifestaría que actuaron
en complicidad con su hijo; aspectos que vulnerarían sus derechos consagrados en la
CPE.
Al respecto, corresponde señalar que conforme mencionan el recurrente en su
recurso de casación, al referirse a Marco Vitalio Zubieta Vargas como su hijo,
afirmación reiterada por los demandados a lo largo del proceso, se evidencia el vínculo
consanguíneo que existe entre los codemandados Miguel Ángel Zubieta Villegas y
Jenny Vargas Gutiérrez, con Marco Vitalio Zubieta Vargas quien conforme refieren los
mismos demandados es su hijo, quien es deudor de la demandante, y toda vez que
entre los mismos existía una relación de parentesco consanguíneo directo (padres-
hijo) que además eran copropietarios del mismo inmueble, en cuota parte, se debe
tener presente que conforme se orientó en el punto III.2 de la doctrina aplicable, la
finalidad de impartir justicia basada en los principios de imparcialidad, probidad y
verdad material se encuentran consagrados en la Constitución Política del Estado,
razón por la que no puede ignorarse el vínculo de parentesco consanguíneo que existe
entre los demandados, razón por la cual no resulta lógico, ni sustentable el hecho de
que los codemandados sostengan que no conocía de la deuda que tenía su hijo, más
si ambos son copropietarios del mismo bien inmueble del cual su hijo les transfirió su
cuota parte, en tal entendido, no habiendo probado los demandados lo contrario, no
SALA CIVIL 33
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
resulta lógico que entre familiares de primer grado como son los padres e hijos, como
se da en el caso presente, los padres no hayan tenido conocimiento de la deuda que
tenía su hijo con la demandante Betty Sánchez Rivas; deviniendo en infundado lo
acusado en este punto”.
Por tanto: Infundado.
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
siguiente plan de pagos: el primer pago, a la firma del contrato como reserva oficial
$us. 2.500, el segundo, al término de la obra gruesa (Febrero de 2008) la suma de
21.650 $us., y el tercero, el saldo `financiado comercial´ que no incluye intereses (A
la entrega del departamento) en la suma de $us. 56.350. Si bien en el inciso b) de la
cláusula quinta del contrato se establece que el incumplimiento de pago por más de
tres meses de cuotas dará lugar a la resolución del contrato de pleno derecho, sin
necesidad de intervención judicial acorde con lo dispuesto por el art. 569 del Código
Civil, y en su cláusula novena se concreta que la recepción final de la obra será 16
meses computables a partir de la firma del contrato con una tolerancia de 90 días,
sin embargo de obrados no se evidencia prueba idónea y fehaciente que acredite la
data de la conclusión de la obra gruesa, menos el acta de recepción definitiva del
departamento o edificio. De donde, empero se puede inferir que los vendedores en el
contrato han acordado que a la entrega del departamento se debe cancelar el saldo de
$us. 56.350 por parte de la compradora, saldo que en el marco del art. 511 del Código
Civil se entiende que puede ser financiado por una entidad comercial, aspecto último
que se ratifica además de los folletos y trípticos emitidos por los vendedores.
Ahora bien, en el marco de los arts. 510, 514, 518, 521, 584, 594, 614.1) del Código
Civil y de la doctrina aplicable desarrollada en el punto III.5 de la presente resolución,
se puede concretar que en los contratos que tienen por objeto la transferencia de la
propiedad de una cosa determinada o de cualquier derecho real, la transferencia o la
constitución tiene lugar por efecto solo del consentimiento, salvo el requisito de forma
en los casos exigibles, en consecuencia, en observancia de la buena fe que debe
primar entre los contratantes, el vendedor tiene la obligación principal de entregar la
cosa vendida al comprador.
En ese antecedente, de la prueba documental de fs. 828 que cursa en obrados, se
evidencia que la compradora ha cancelado los importes del primer y segundo pago
en el término convenido, por lo que no incurrió en la mora establecida en la cláusula
quinta, de consiguiente en el marco de la buena fe que debe primar en todo contrato,
correspondía a los vendedores entregar el referido departamento y en su caso los
documentos que viabilicen el crédito comercial para el pago del saldo deudor; por
su parte, la obligación interdependiente de la compradora una vez entregado el
departamento, es el pago del saldo deudor.
Sin embargo, de obrados no se colige que los vendedores hayan hecho la entrega
del departamento a la compradora, al contrario, confiesan que no se hizo la entrega y
que en dicho departamento se encuentra habitando otra persona, extremos estos que
ratifican su incumplimiento.
De donde se puede inferir, que la parte demandada en tiempo oportuno cumplió con
los pagos parciales, en ese antecedente a contrademandado el cumplimiento del
contrato, de donde se entiende que la reconviniente tiene la firme intención de cumplir
con el contrato y su obligación, por lo que al efecto, en el caso de autos ha acreditado
su solvencia financiera (fs. 1392 a 1397), lo que no ha sido desvirtuado por la parte
adversa”.
Por tanto: Infundado.
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Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
fehaciente quien sería la persona o personas contra quienes deben ser interpuesta
la presente acción, no pudiendo ser en consecuencia la demanda dirigida contra
presuntos interesados, pues es deber de los actores que juntamente con su demanda
acrediten dicho extremo, de lo contrario, como ya se señaló supra, la sentencia que se
emita no será eficaz.
Sin embargo, al margen de lo ya expuesto corresponde aclarar a los recurrentes, que las
certificaciones emitidas por la Honorable Alcaldía Municipal, así como los formularios
de pago de impuestos, que fueron adjuntados a su demanda como prueba documental
preconstituida, no son considerados como prueba idónea que acredite la verdadera
titularidad del derecho propietario del bien inmueble que se pretende usucapir, pues
como ya se señaló supra, la certificación emitida por la oficina de Derechos Reales,
es la única documental válida para acreditar quien es el titular del derecho propietario
y contra quien procedería el efecto extintivo y no así otras documentales emitidas por
instituciones que no acreditan la titularidad, como es el caso de las certificaciones
obtenidas de la H.A.M. de Sipe Sipe. De esta manera se concluye que el Auto de
Vista no equivocó su razonamiento que dio origen a la nulidad de obrados, pues
previamente hacer admitida la demanda, la parte actora deberá identificar y acreditar
fehacientemente quien o quienes son los correctos legitimados pasivos en el presente
proceso, por lo que el reclamo deviene en infundado”.
Por tanto: Infundado.
“En cuanto a su primer punto es decir, que al tener las partes derechos propietario
registrado en Derechos reales no sería viable su pretensión de reivindicación.
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Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
hubiese transferido la propiedad tanto al actor como al demandado, por lo que,
correspondía al Tribunal de apelación la dilucidación del mejor derecho propietario
realizando un minucioso estudio de la tradición de dominio que existió en ambos títulos
y establecer mediante el análisis de ésta cadena de hechos si en sus antecedentes
de dominio existe un causante común que habría transmitido la propiedad a distintos
propietarios que constituyan a su vez el antecedente dominial del demandante y del
demandado y establecer mediante el análisis de ésta cadena de hechos a quien le
corresponde el mejor derecho propietario, es decir todo ese Trabajo intelectivo,
asimismo dentro de ese estudio deberá determinar la existencia o no de sobre posición
en el bien objeto de Litis, pudiendo ser sobre la totalidad o en parte del bien objeto en
litigio, conforme a lo expuesto en el punto III,4, extremos que deben ser debidamente
analizados por el Tribunal de apelación, por lo que, no resulta correcto el entendimiento
asumido por el Tribunal de segunda instancia a los efectos de rechazar esta pretensión,
correspondiendo en todo caso su análisis en el fondo”.
Por tanto: Anula el auto de vista.
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Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
del art. 1507 del Código Civil en consideración a que desde su perspectiva habría
transcurrido más del término previsto por ella para el pago por las mejoras introducidas
en el bien inmueble en litigio, cuestionando el razonamiento de los de instancia que
establecieron que no era posible aplicar la referida norma ante el hecho de haberse
establecido recién aquella obligación emergente de la demanda de entrega de
bien inmueble. Bajo ese antecedente se tiene que la norma en cuestión establece
efectivamente que los derechos patrimoniales se extinguen por la prescripción en el
plazo de cinco años, a menos que la ley disponga otra cosa.
En el caso en cuestión se hace innecesario analizar aspectos referidos a la existencia y
cuantificación de las mejoras reclamadas en razón a que inclusive desde la perspectiva
de los demandados aquellas mejoras existieron y no existe mayor discusión al respecto,
centrándose la discusión respecto al tiempo para su reclamo. En ese antecedente
es pertinente señalar que el desacuerdo se hace patente cuando la parte recurrente
sostiene que la prescripción debió correr a partir del hecho generador que serían las
mejoras introducidas y que se habría establecido su data fuera de más de seis años,
no obstante habrá que considerar que en el caso en litigio el reclamo de la parte actora
nace a consecuencia de otra demanda entre las mismas partes sobre la entrega de
bien inmueble, en la que si bien no se contrademandó este reconocimiento, de manera
separada se acciona en este proceso.
De manera puntual es pertinente señalar que al inicio de la demanda, no había certeza
de si existían en verdad las mejoras reclamadas, y de existir eran atribuibles a la actora,
habiéndose establecido aquel aspecto durante la tramitación del proceso y a la dictación
del fallo correspondiente determinar su existencia, aspecto no debatido en el recurso
examinado, bajo ese antecedente y entendiendo que las mismas los efectuó la actora
(poseedora) la resolución emitida en primera instancia establece la procedencia de una
suma que se fija como pago por los trabajos realizados como mejoras, considerando
pertinente la indemnización por ellas, siendo aplicable lo previsto por la primera parte
del art. 97-I del Código Civil que señala: `El poseedor también tiene derecho a que se
le indemnicen las mejoras útiles y necesarias que existan a tiempo de la restitución.´ ,
bajo ese entendimiento, el tiempo que se reclama para la producción de la prescripción
corre desde el momento de la restitución del bien inmueble, es decir, en el caso no ha
transcurrido plazo alguno que pueda suponerse susceptible de cómputo para entender
que existió prescripción, consecuentemente no existe posibilidad de aplicar el art. 1507
del Código Civil”.
Por tanto: Infundado.
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Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
“En el caso presente, mediante memorial de fs. 41 a 42, subsanado a fs. 54, ampliado
de fs. 530 a 532 vta., aclarado a fs. 535, el actor Roberto Rómulo Coronado Díaz,
formula su pretensión de restitución de inmueble y otros, que es admitida por proveído
de fs. 535 vta., la misma que refiere en lo sustancial para el presente fallo, que es
propietario de un lote de terreno de 522 m2., de superficie, signado con el número
48, Manzano No. 5, ubicado actualmente en la calle Av. De Las américas, esquina
calle Guatemala registrado en el Folio con matrícula No. 1011990029670, respecto de
dicho inmueble pide se disponga la restitución de los lotes que ocupan Jhonny Mauro
Carvajal Quinteros e Isidora Luz Bellido de Carvajal, en una extensión de 277,20 m2.,
y contra Felipe Mario Nava Ortiz y Lidia Ferreira Romero de Nava en una extensión de
244,80 ms2, más el resarcimiento de daños y perjuicios ocasionados, asimismo refiere
que su demanda se sustenta en la Sentencia emitida por el Juez Primero de Partido en
lo Civil de Capital, que declara probada la demanda y en consecuencia nulas y sin valor
legal las transferencias realizadas por los demandados, disponiendo la cancelación de
las partidas de fecha 28/04/1984; 04/07/1984; 20/08/1984; 27/10/1992; 17/04/1985;
15/01/2002 y 04/04/2003 y al haber sido ganada dicha demanda su derecho propietario
estaría vigente y subsistente por dicha Sentencia, en base a esos antecedentes
impetra la restitución de su lote de terreno, pretensiones sustentadas sobre la base de
la Sentencia de fecha 03 de diciembre de 2004, cursante a fs. 6 y vta.
Ahora bien, de la revisión de obrados a fs. 1083 a 1086, se tiene la Sentencia
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
Nº 12/2015 de 23 de febrero pronunciada por la Sala Plena del Tribunal Supremo de
Justicia, dentro del recurso extraordinario de revisión de la Sentencia emitida el 03 de
diciembre de 2004 por el Juez Primero de Partido Ordinario en lo Civil y Comercial de
Sucre, en el proceso de nulidad de venta del inmueble sito en calle Luis Paz de esta
ciudad seguido por Roberto Rómulo Coronado Díaz contra el FONVIS, German Mogro
Gutierrez, Elena Vargas de Mogro, Felipe Mario Nava Ortiz, Mario Nava Ortiz, Arcenio
Cardozo Gonzales, Elena Acebey de Cardozo, Máximo López Lopez, Jhonny Mauro
Carvajal Quinteros e Isidora Luz Bellido de Carvajal, Sentencia base de la rehabilitación
de derecho propietario y su registro en Derechos Reales del demandante en la presente
causa, establece que en el proceso de nulidad de escrituras planteado por Roberto
Rómulo Coronado Díaz, introdujo fraude en dicho proceso de nulidad de Escrituras
Públicas, cuya Sentencia se revisa en el Tribunal Supremo de Justicia conforme ya
se refirió, haciendo víctima del engaño al juzgador e impidiendo el legítimo ejercicio
del derecho a la defensa de los demandados en dicho proceso; por lo que declaró
fundado el recurso de revisión extraordinaria de Sentencia y en consecuencia anuló la
Sentencia pronunciada el 3 de diciembre de 2004 por el Juez Primero de Partido en lo
Civil-Comercial de la ciudad de Sucre, en el proceso de nulidad de escrituras planteado,
seguido por Roberto Rómulo Coronado Díaz contra Jhonny Mauro Carvajal e Isidora
Luz Bellido de Carvajal, disponiendo que el Juez de la causa, exija el cumplimiento de
todos los requisitos exigidos por la norma del artículo 327-4) de la misma disposición
legal; Sentencia del proceso de nulidad que por su efecto retroactivo rehabilitó el
derecho propietario del demandante-actor en la presente causa; en consecuencia
al quedar sin efecto la referida Sentencia, se rehabilitó el derecho propietario de los
demandados por sobre el derecho propietario del demandante que quedó sin efecto
por el momento, mientras resuelva el proceso de nulidad de Escrituras Públicas antes
referida.
En consecuencia, por la documental de fs. 6 y vta., resulta evidente que en aquel
proceso de nulidad de Escrituras Públicas seguido por Roberto Rómulo Coronado Díaz
contra Jhonny Mauro Carvajal e Isidora Luz Bellido de Carvajal y otros, se ha anulado
obrados hasta la admisión de la demanda, esto quiere decir que la causa petendi,
es decir la causa de la pretensión (causa de pedir), integrada con las proposiciones
fácticas y el derecho alegado que constituyen la razón de la pretensión de pedir en
la presente causa (Roberto Rómulo Coronado Díaz contra Jhonny Mauro Carvajal e
Isidora Luz Bellido de Carvajal y otros) que conforme se expuso supra, por efecto de
la Sentencia de Sala Plena del Tribunal Supremo, ha desaparecido, puesto que en el
presente proceso el actor tomó la Sentencia del proceso de nulidad como sustento
y base para solicitar la restitución de la posesión de los terrenos sobre su derecho
propietario que se rehabilitó precisamente por efecto de la Sentencia emitida por el Juez
Primero de Partido en lo Civil de Capital, que ha sido anulado en forma posterior a raíz
de la Sentencia Nº 12/2015 de 23 de febrero, cursante de fs. 1083 a 1086, pronunciada
por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, consiguientemente al haberse
adjuntado esta Sentencia en forma posterior al inicio de la demanda se ha generado
la sustracción de materia conforme al fundamento expuesto en la doctrina aplicable,
por lo que emitir pronunciamiento sobre la base individual de una Sentencia anulada,
se daría lugar a confrontar la decisión pronunciada en aquel proceso de Revisión
Extraordinaria de Sentencia frente a la decisión emitida en el caso presente, por lo que
se hace necesario aplicar la doctrina de la sustracción de la materia desarrollada en los
SALA CIVIL 43
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
Autos Supremos 392/2013 y 1007/2016 entre otros, como una medida de administrar
justicia, sujeta a la verdad material, con la finalidad de evitar el pronunciamiento de
decisiones que a la postre serían inejecutables por no asistir al actor la titularidad del
inmueble litigado.
Esta teoría de la sustracción de la materia conforme se tiene expuesto de manera
amplia de la doctrina, es correctamente aplicada al caso presente, pues al haberse
generado la `sustracción de materia´ en la Litis no se puede acoger o denegar el
derecho precisamente por falta de materia justiciable, que no significa que el actor
pueda intentar nuevo proceso en base a las resultas del proceso judicial ajeno a esta
causa”.
Por tanto: Anula todo lo obrado, sin reposición.
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
Tribunal en el Auto Supremo Nº 516/2014 el cual señaló: `…el principio dispositivo
es reconocido por la doctrina como un principio básico e informador del proceso
civil estrechamente ligado a la naturaleza privada de los derechos subjetivos que se
controvierten en él. Así, si el Estado reconoce a los ciudadanos un derecho subjetivo
de libre disponibilidad, es evidente que sólo al titular de ese derecho subjetivo le
compete discernir y decidir si desea instar la tutela jurisdiccional de tal derecho dando
inicio a un proceso; definir el contenido y alcance de la tutela que solicita y; disponer
del derecho poniendo fin al proceso´.
De lo analizado supra, en el caso presente se evidencia que el actor no cuenta con
derecho subjetivo alguno que por el que se acredite para demandar en el presente
proceso, lo cual implica señalar que no tiene la legitimación activa necesaria para
su pretensión de nulidad de declaratoria de herederos de Celso Vallejo Condo, en
consideración a que en momento alguno refiere ser pariente de la causante del
demandado, y si bien señala haber adquirido propiedades del que fuera cónyuge de
la madre del indicado, aquello no denota de ninguna manera un derecho subjetivo
sucesorio que lo legitime a interponer la demanda de nulidad de declaratoria de
herederos, aspecto que debió ser observado por el A quo, si bien esta situación de la
carencia de legitimación de la parte actora fue observado por el Ad quem, no se hizo
mayor énfasis para repulsar la demanda y determinar su improponibilidad subjetiva.
Es preciso además señalar que el interés legítimo para que un tercero demande la
nulidad de un acto jurídico, está referido a la existencia de un derecho subjetivo, cuyos
efectos dependan del acto jurídico que se pretenda invalidar, es decir, el interés legítimo
del actor debe estar vinculado a la ineficacia que busca con su acción, ya que el interés
propio está en el derecho subjetivo que pretende hacer valer por efecto de la invalidez
que se acciona, aspecto que no ocurre en el caso de autos, en consideración a que
la parte actora pretende justificar su interés legítimo con el argumento que hubiera
realizado compra de terrenos de quien fuera cónyuge de la causante del demandado,
aspecto que de ninguna manera tiene vinculación directa con la declaratoria de
herederos que en definitiva se persiguió anular, debiendo entender que si aquello es
evidente y las referidas compras los tiene registrados como señala, aquel aspecto
tiene mecanismos jurisdiccionales propios para su protección, que de ninguna manera
dependen de la validez o no de la declaratoria de herederos”.
Por tanto: Anula todo el proceso.
SALA CIVIL 45
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
“… dentro del caso que se analiza, se tiene que el demandante Guido German Oporto
Carrasco interpuso demanda ordinaria de Mejor Derecho Propietario, Reivindicación y
pago de Daños y Perjuicios, alegando ser único y legítimo propietario del bien inmueble,
ubicado en la Urbanización el `Porvenir´, signado con el Nº 10, Manzano Nº 504, cuya
superficie es de 330 m2, de la ciudad de El Alto, debidamente registrado en oficinas
de Derechos Reales bajo la Matricula Nº 2.01.4.01.0003959. Continuando señala que
dicho bien habría sido cedido al ahora demandado Carlos Erquicia Orellana en un acto
de bondad y ayuda al prójimo; toda vez que el mismo no tenía donde vivir ni pasar
las noches, siendo este el motivo por el cual le fue entregado en calidad de cuidador
en tanto hubiera conseguido un lugar donde vivir; sin embargo solicitada que fue la
desocupación el ahora demandado se rehusó a desocupar y devolver el bien inmueble
manifestado ser el dueño. Por lo que interpone la presente acción con los argumentos
señalados supra.
Puesta la demanda en conocimiento del demandado Carlos Erquicia Orellana, quien
por memorial de fs. 106 a 108 vta., responde negativamente los extremos de la
demanda y señala haber ingresado en el inmueble no por un acto de filantropía del
demandante, sino como efecto de la suscripción de un contrato de anticresis suscrito
con el demandante en fecha de 12 de febrero de 2004, y posterior formalización de
venta de dicho inmueble meses después, mediante documento privado de fecha 18
de octubre de 2004, documental que es presentada en calidad de pre constituida
adjunta el memorial de respuesta (fs. 104 y 105). Como se puede advertir de la revisión
exhaustiva de los documentos referidos se tiene que estos han sido suscritos entre
los ahora contendientes y en particular de la revisión del documento privado de fs.
105 (documento privado de compra venta), cuyo contenido refleja la voluntad de
46 SALA CIVIL
Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
disposición que hace Guido German Oporto Carrasco de su bien inmueble, declarado
textualmente en la Cláusula Segunda lo siguiente: `Al presente por así convenir a mis
interés de forma libre y voluntaria, sin que exista vicio, dolo del consentimiento, doy en
calidad de venta real y definitiva mi referido bien inmueble a favor del señor CARLOS
ERQUICIA ORELLANA por el precio libremente convenido de $us. 8.310 (OCHO MIL
TRESCIENTOS DIEZ DOLARES AMERICANOS 00/100), suma de dinero que recibo
en forma efectiva en moneda de curso legal y corriente a mi entera satisfacción´ … Del
contexto señalado se infiere que el demandante ha dispuesto el derecho propietario
que tenía sobre el bien inmueble objeto de Litis, mediante un acto de disposición
denominado venta, pues al ser este un contrato con efectos reales cuyo objeto es la
transferencia de la propiedad de una cosa determinada, misma que es perfeccionada
con el consentimiento de las partes intervinientes como ocurrió en el presente caso,
habiendo sido perfeccionado el acto de disposición. En consecuencia el vendedor
ahora demandante habría dejado de ser propietario del bien inmueble en cuestión.
Al margen de lo manifestado, cabe señalar que el contrato es ley entre las partes
contratantes y no puede ser disuelto sino por consentimiento mutuo por las causas
autorizadas por ley, conforme se tiene señalado en el art. 519 del Sustantivo Civil,
siendo válido el documento en tanto no sea declarado nulo por sentencia ejecutoriada,
aplicable al presente caso. Asimismo en cuanto al registro de un inmueble en oficinas
de Derechos Reales, el art. 1538 del mismo cuerpo de leyes dispone: que ningún
derecho real sobre inmuebles surte efectos contra terceros sino desde el momento en
que se hace público; lo que significa que este registro tiene como finalidad la publicidad
y oponibilidad de terceros contra el titular del derecho, aspecto que no invalida el
documento de compra venta suscrito entre las partes.
En ese antecedente y conforme lo señala la doctrina aplicable en el punto III.2 se tiene
establecido que las partes o sujetos procesales en una determinada causa deben
necesariamente ostentar algún tipo de derecho subjetivo o un interés legítimo, de lo
contrario carecería de este requisito que hace atendible una acción.
En el caso de Autos y conforme lo anotado precedentemente el demandante ha dejado
de ostentar ese derecho propietario que tenía sobre el inmueble respecto al cual
solicita la reivindicación, consecuentemente carecería del derecho que lo habilita para
interponer la presente acción, siendo claro que al no tener legitimación ad causan que
consiste en ser la persona que de conformidad con la ley sustancial puede formular
las pretensiones contenidas en la demanda, pues como se tiene manifestado el sujeto
puede ser activo o pasivo de la relación jurídica sustancial pretendida, aspecto que
debe ser objeto de análisis del Juez de la causa a tiempo de admitir la misma, máxime
si la legitimación es un presupuesto para intervenir válidamente en un proceso ya sea
como demandante o como demandado; lo que significa que la pretensión de mejor
derecho propietario, reivindicación y pago de daños y perjuicios debe ser deducida
por y frente a una persona procesalmente legitimada, es decir que acredite derecho
propietario que pueda verse afectado, lo contrario torna en inadmisible la demanda.
De lo razonado se debe entender que la presente acción de mejor derecho propietario,
reivindicación y pago de daños y perjuicios, instaurado por Guido German Oporto
Carrasco, (vendedor del bien inmueble), cuya pretensión es reivindicar el bien
inmueble vendido por el mismo; pretendiendo desconocer haber suscrito el documento
de transferencia y alegar seguir siendo el único y legítimo propietario con interés en la
SALA CIVIL 47
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
causa, derecho subjetivo que fue enervado por el demandado a través del documento
de transferencia suscrito en fecha 18 de octubre de 2004 (ver fs. 105); hecho jurídico
que en definitiva le priva de la legitimación activa alegada por la parte actora,
aspecto que debió ser exigido por el Juez de primera instancia a tiempo de admitir la
demanda, como se tiene ya manifestado por ser un presupuesto de admisibilidad. De
lo manifestado el actor no cuenta con derecho subjetivo alguno que lo habilite para
demandar en el presente proceso, por lo que no tiene la suficiente legitimación activa
para intervenir en el mismo”.
Por tanto: Anula.
48 SALA CIVIL
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Sin embargo, conforme a la doctrina aplicable desarrollada en el presente caso de
autos, y al ser reiterativa su denuncia sobre la pena convencional, este Tribunal en el
marco de la buena fe y equidad que debe primar en todo contrato, considera que debe
tomarse en cuenta que por la naturaleza del contrato suscrito y la obligación parcialmente
incumplida, en relación a la documentación que permita el perfeccionamiento de la
venta y el registro de propiedad de la actora, colige que la pena convencional de $us. 10
por cada día de retraso fijada por el Ad quem resulta excesiva, por cuanto el promitente
vendedor ya realizó la entrega de la mayor parte de la documentación convenida en el
contrato, entre los cuales también se encontraba la certificación impositiva y el proyecto
de minuta, por lo que en el marco de los principios y valores establecidos por los arts.
8.II (igualdad, equidad social y justicia social), y 180.I (verdad material e igualdad)
de la Constitución Política del Estado y de lo previsto por el art. 535 del Código Civil,
normativa que se rige bajo el principio de `la mutabilidad de la cláusula penal´, dicho
exceso corresponde ser reducido por un carácter de equivalencia a la obligación
incumplida, esto velando por el carácter equitativo que debe regentar los contratos,
porque la misma no debe sobrepasar los límites permitidos para la finalidad que estaba
prevista la prestación (retrasada), pues lo contrario implicaría que en el menor tiempo
posible, el beneficiario de la pena convencional pueda favorecerse económicamente
en desmedro de su contraparte, a ello se debe resaltar la circunstancia del presente
caso, donde el promitente vendedor ha entregado la referida oficina en posesión de
la parte actora desde la fecha de suscripción del contrato, aspecto que incide en la
decisión para reducir la pena convencional, criterio discrecional que este Tribunal opta
en base al referido art. 535 del Código Civil, por lo que corresponde casar la resolución
sobre este aspecto”.
Por tanto: Casa Parcialmente.
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Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
50 SALA CIVIL
Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
Auto de Vista de 15 de marzo de 2010 (fs. 29 y vta.) emitido en atención al recurso de
apelación interpuesto por su esposa juntamente con su persona, en función al cual la
indica Resolución confirmó en su totalidad el Auto de aprobación de remate.
Conforme se tiene establecido en el Punto III.2 de la doctrina aplicable, cuando se acude
a la vía ordinaria pretendiendo modificar lo resuelto en proceso ejecutivo o coactivo,
el juicio de conocimiento debe recaer sobre el aspecto sustancial o fondo mismo de
lo resuelto en el proceso ejecutivo, esto es lo decidido en sentencia con relación a la
causa principal y las excepciones y no así para invalidar actos procesales realizados en
ejecución de sentencia como ocurre en el caso presente con la subasta y adjudicación
del inmueble y auto de aprobación del mismo, pues para ello se encontraba previsto
los incidentes y recursos, siendo además la ley la que establecía causales específicas
para dejar sin efecto dichos actuados judiciales (arts. 544-545 Cod. Pdto. Civ.) y en
caso de no prosperar los mismos, la parte afectada podía incluso recurrir de manera
directa a la justicia constitucional y no así a la vía ordinaria.
Al margen de lo señalado, debe dejarse establecido que, por la prueba documental
de fs. 204 a 215 presentado por el propio actor, se tiene conocimiento de la existencia
de una Sentencia de divorcio ejecutoriada en junio de 2013 emergente del proceso
de divorcio seguido por la que fuera su esposa en contra de su persona, donde el
Juez familiar salvó la partición y división de los bienes gananciales para ejecución de
Sentencia, y al haberse controvertido en dicho proceso la ganancialidad del inmueble
que hoy se reclama, lógicamente que esa división y partición se tiene que realizar, previa
comprobación del estado ganancial del inmueble y de no demostrarse esa situación,
sencillamente no habrá división y es en ejecución de la Sentencia de divorcio donde
tiene que dilucidarse esa situación; sin embargo desde la fecha de la ejecutoria de
dicha Sentencia hasta el presente ya transcurrió mucho tiempo, sin que el recurrente
haya hecho conocer en este proceso esa decisión”.
Por tanto: Infundado.
SALA CIVIL 51
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
“Sobre la infracción del art. 519 del Código Civil, respecto a la prohibición de venta
contenido en la Escritura Pública Nº 082/2004 y la prioridad de los accionistas de
adquirir el predio al precio del valor catastral; se debe señalar que del contenido de la
referida Escritura Pública consta en la cláusula quinta en la que se señala: `Se hace
constar que yo, como vendedor y mis hermanos como compradores, no podrán vender
sus acciones y derechos a terceras personas, teniendo prioridad los otros accionistas
a precio catastral´, el texto describe la prohibición de enajenación a terceros, la misma
no puede ser considerado como una limitación absoluta, caso para el cual se aplicaría
el art. 109 del Código Civil, la cláusula descrita refiere sobre una limitación relativa,
pues al existir otros copropietarios, la venta en favor de estos se encontraba abierta
durante todo el tiempo desde la suscripción de la E.P. Nº 082/2004, aspecto que no
sucedió en el caso presente, sino que se optó por una división y partición, caso para
el cual, al existir una postura de la parte demandada de conservar el predio, tan solo
corresponde efectuar la venta del inmueble sobre el porcentaje de los actores que
se traduce en el 25% sobre el inmueble, en favor de los otros copropietarios, venta
que no podrá ser efectuado en base al precio catastral como describe la cláusula
quinta del contrato en estudio, sino en base a su precio comercial, pues de optar en
base una venta en base al precio catastral –en la literalidad del contrato- se infringe la
equivalencia de la prestación que los actores deben recibir por la enajenación de su
patrimonio en desmedro de sus intereses económicos favoreciendo a uno y/o varios
de los copropietarios que al quedarse con la fracción del inmueble podrán gozar de los
frutos del mismo económicamente aventajados por la venta efectuada, aspecto que no
condice con las buenas costumbres; en razón de lo expuesto este Tribunal estima que
52 SALA CIVIL
Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
debe respetarse la cláusula de venta interna entre los copropietarios, y solo en caso
de que no exista interés en los demandados en adquirir el predio se podrá convocar
a una venta pública de la fracción del terreno, criterio adoptado en base al aporte
doctrinario de Robert Omar Berizonce, quien postula la tesis de la desformalización de
los procedimientos en la que expone lo siguiente: `La humanización presupone no sólo
la desacralización y desformalización de los procedimientos, la proscripción del exceso
ritual y del formulismo, en general, para hacer los trámites judiciales más accesibles
y comprensibles para todos; sino, además, la consagración de ciertas instituciones
procesales equilibradoras (Cappelletti, 1974). Se trata de instituciones, principios y
reglas procesales que se consagran en los ordenamientos modernos para configurar
una justicia de contenido social y público, éticamente sustentable, que coloca en manos
de los jueces la responsabilidad y el compromiso de evitar, en los casos concretos, el
oprobio de que se incurra en injusticia con el pretexto de administrar justicia, lo cual
es la peor de las injusticias. En sus desarrollos más modernos se ha erigido como
una verdadera y propia justicia `de acompañamiento´, una jurisdicción `protectora´ de
particular incidencia en la tutela procesal diferenciada de los derechos `sensibles´,
económicos, sociales y culturales, incluyendo los derechos colectivos (Morello, 1989,
2005; Berizonce, 2009).´, sobre esta base no corresponde dejar sin efecto dicho proceso,
sino por su naturaleza peculiar, corresponde adoptar un mecanismo de venta que pueda
satisfacer los intereses de las partes en afán de precautelar el interés económico del
patrimonio de los litigantes, al no existir una norma expresa para la solución del caso
presente, corresponde efectuar un lineamiento para solucionar el conflicto jurídico, esto
en base a los principios de armonía social y respeto a los derechos establecidos en el
art. 178.I de la Constitución Política del Estado; consiguientemente corresponderá al
Juez de primera instancia tasar el inmueble y con su resultado optar porque se efectué
una venta interna en la misma pudiendo adoptar los mecanismo para el proceso de
remate hasta una segunda convocatoria con la reducción del precio, en la que puede
soslayar plazos tomando en cuenta que es una venta interna entre copropietarios,
pudiendo ofertar una segunda propuesta a los copropietarios con la rebaja del 25%
análogamente adecuado en base al art. 422.I del Código Procesal Civil, y solo en caso
de que no exista propuestas de adjudicación hasta la segunda convocatoria, el Juez
deberá descartar la venta interna entre copropietarios y convocar la subasta pública del
inmueble en su totalidad como dispuso la Sentencia, sobre la base del informe pericial
aprobado rigiendo para el mismo el trámite de remate establecido en el Código Procesal
Civil, para la venta del total del inmueble, solución que este Tribunal considera `justo´
e intermedio entre las posturas de los contendientes, pues la función jurisdiccional
debe dar una solución que pueda alcanzar la paz social entre los litigantes, al efecto
corresponde reiterar que al existir una cláusula de prelación de venta la misma debe
ser respetada por los que suscribieron el contrato y sus herederos conforme señalan
los arts. 519 y 524 del Código Civil, al no ser la disposición contractual en función de la
persona (intuito personae), asimismo se considera que la venta al precio catastral no
condice con la equidad de las prestaciones patrimoniales”.
Por tanto: Casa Parcialmente.
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SALA CIVIL 55
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
reduce al tiempo dispuesto por la Ley, no pudiendo la misma brindar protección jurídica
más allá de ese plazo, de tal modo que el usufructuario no puede ceder su derecho a
favor de terceras personas de por vida y en caso de ocurrir esa situación se incurría
en un círculo vicioso interminable afectando la esencia temporal que lo caracteriza,
pues bajo ese lógica, el cesionario (tercera persona) podría a su vez ceder el usufructo
de por vida a favor de otras personas, afectando de esta maneta al titular del bien el
ejercicio pleno de su derecho de propiedad.
En el caso presente, de acuerdo al contrato de compra-venta contenido en el
documento de fecha 03 de julio de 1997 que cursa de fs. 3 a 5, se puede evidenciar
que el vendedor Roberto Barrientos Orellana (+) se reservó el derecho de usufructo por
el resto de su vida sobre la totalidad del inmueble objeto de transferencia, sin embargo
posteriormente mediante documento de fecha 05 de julio de 1999, protocolizado con el
Testimonio Nº 2215/99 (fs. 6), cede su derecho de usufructo sobre parte de inmueble
a favor de su esposa Nelly Arteaga Antelo sin establecer término alguno, quedando
ambos como usufructuarios del inmueble, y posteriormente mediante documento de 25
de mayo de 2010 protocolizado con el Testimonio Nº 192/2010 (fs. 7-8), hace renuncia
y a la vez cede la totalidad de su derecho de usufructo en favor de su nombrada esposa
indicando que élla queda como la única y exclusiva beneficiaria de por vida hasta sus
últimos días, aspecto en el cual se ampara la hoy recurrente, sin tomar en cuenta que la
libertad contractual de acuerdo al art. 454.II del Código Civil, se encuentra subordinada
a los límites que establece la propia Ley y en el caso específico a los arts. 217.I y 219.I
del Código Civil, no pudiendo ser desconocidas dichas norma legales.
La cesión del usufructo de por vida realizada a favor de la recurrente, contraviene de
manera terminante lo dispuesto por las citados normas legales, desnaturalizando la
esencia de dicho instituto jurídico; al margen de ello, no existe ninguna constancia
en antecedentes del proceso de que se haya procedido a notificar a los propietarios
demandantes con las dos cesiones realizadas, ni mucho menos intervinieron en la
suscripción de dichos documentos y el hecho de que se haya procedido al registro
en Derechos Reales de una de esas cesiones, no implica notificación en los
términos dispuestos por el art. 219.II de la Ley sustantiva de la materia, toda vez que
la comunicación debe ser realizada antes o al momento de la cesión para que los
propietarios del inmueble emitan su opinión si están de acuerdo o no con dicha cesión
y no así después de consolidado el trámite.
Conforme a las normas legales de referencia, la recurrente en su calidad de cesionaria,
solo podía gozar del derecho de usufructo hasta el día del fallecimiento de su esposo
Roberto Barrientos Orellana, cuyo deceso según el certificado de defunción de fs.1
ocurrió el 28 de febrero de 2016, hecho que según el art. 244 num. 1) con relación al
art. 217.I ambos del Código Civil, constituye causa de extinción del usufructo que tenía
a su favor la nombrada persona, así como de cualquier otra cesión que pudo haber
realizado a favor de terceras personas; consiguientemente el Juez de primera instancia
al haber declarado en Sentencia extinguido el usufructo del cual gozaba Roberto
Barrientos Orelllana, así como la cesión del mismo realizado a favor de la hoy recurrente
disponiendo la cancelación del gravamen respectivo ordenando la desocupación y
entrega del inmueble, fallo que al haber sido confirmado por el Tribunal de apelación,
ambas instancias actuaron correctamente sin infringir norma legal alguna…”.
Por tanto: Infundado.
SALA CIVIL 57
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
Si bien los supuestos contenidos en el art. 365 del Código Procesal Civil,
no disponen de manera expresa cual es la determinación que debe asumir
el Órgano Jurisdiccional en caso de inconcurrencia de ambas partes a
la audiencia preliminar, sin embargo, conforme a la doctrina aplicable
desarrollada en el presente caso de autos, la inasistencia de ambas partes
a la audiencia preliminar no implica la terminación del juicio, porque
conforme a la interpretación extensiva de la norma y en observancia de los
principios de favorabilidad, igualdad, equidad y del debido proceso en su
componente derecho a la defensa, las partes tienen aún el derecho de justificar
documentalmente el motivo de su inasistencia, en el plazo que prevé la ley.
58 SALA CIVIL
Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
la inasistencia de ambas partes a la audiencia preliminar no implica la terminación del
juicio, porque conforme a la interpretación extensiva de la norma y en observancia de los
principios de favorabilidad, igualdad, equidad y del debido proceso en su componente
derecho a la defensa, las partes tienen aún el derecho de justificar documentalmente
el motivo de su inasistencia, en el plazo que prevé la ley.
De consiguiente, en la especie, correspondía al A quo por única vez suspender simple y
llanamente la audiencia, y exhortar alternativamente a las partes, para que en el término
de tres días de suspendida la audiencia, justifiquen con prueba documental idónea la
razón de fuerza mayor insuperable que hubiere imposibilitado su concurrencia a la
audiencia preliminar, para que una vez presentado dicho justificativo el A quo disponga
lo que en derecho corresponda, o en su caso, ante la inexistencia de justificativo de la
parte actora o reconviniente, conforme al art. 365.III del Código Procesal Civil dé por
desistida la pretensión con todos sus efectos.
De lo examinado podemos concluir refiriendo que la determinación asumida por
los tribunales de instancia no resulta siendo correcta, por lo que en resguardo de la
garantía del debido proceso en su elemento derecho a la defensa, corresponde anular
obrados a objeto de que se dicte una nueva Resolución”.
Por tanto: Anula obrados hasta la Resolución de fs. 86 inclusive, y se dispone que el A
quo en el marco de la presente Resolución y la facultad que le otorgan los numerales
art. 1.4 y 8, y 365.II del Código Procesal Civil, disponga la suspensión de la audiencia
simple y llanamente, para que las partes en el término establecido por ley justifiquen
su inasistencia.
SALA CIVIL 59
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
60 SALA CIVIL
Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
demandados se encontraba vigente -desde el 21 de enero de 2015- conforme se tiene
a fs. 104 y vta., como también se tiene señalado en cláusula primera de la minuta de 26
de febrero de 2015, concluyendo en consecuencia que el contrato del cual se pretende
la nulidad tiene objeto, que en el caso de autos resulta ser el derecho propietario
transferido por Pedro Gonzales Flores y Antonia Morales Pinto de Gonzales en favor
de Adolfo Mariscal Espada y Nieves Jael Vildozo Buitrago de Mariscal.
Respecto a la causal contenida en el inc. 2) del art. 549 del CC; por el acta de inspección
judicial de fs. 1276 y vta., se tiene acreditado la existencia física del inmueble en
cuestión, por tanto determinado el derecho propietario de los demandantes, en cuanto
a la imposibilidad de ejercicio del derecho propietario por parte de los compradores,
ya que estos no podrían entrar en posesión del inmueble, dicho aspecto no condice
con una causal o vicio que se haya producido a tiempo de la formación del contrato
para determinar su invalidez, al contrario representa una cuestión sobreviniente a la
formación del contrato y su cumplimiento, por lo que dicho aspecto no puede representar
un motivo para determinar la nulidad del contrato, por otra parte al existir el objeto del
contrato, el fundamento de que la ilicitud del objeto y del contrato radicaría en el hecho
de haberse transferido un inmueble del cual no se tenía el derecho propietario deja de
tener sentido y fundamento; por lo que tampoco resulta procedente la causal contenida
en el art. 549 inc. 2) del CC.
En el caso de la causal contenida en el art. 549 inc. 3) del CC, corresponde precisar
que conforme se desarrolló en el punto III.2 de la doctrina aplicable, un contrato con
causa ilícita es aquel por el que las partes persiguen una finalidad económico-práctica,
contraria a normas imperativas (contrato ilegal) o a los principios de orden público
(contrato prohibido) o de las buenas costumbres (contrato inmoral). En el segundo
caso el motivo ilícito se encuentra en la voluntad de la partes de dar vida al contrato
(elemento subjetivo), bajo estos términos se debe tener presente que la causa es
independiente de la voluntad de los contratantes y es distinta del motivo; en dicho
entendido se debe tener presente que la causa en el contrato tuvo la finalidad de
transferir el derecho propietario del inmueble en cuestión a los ahora demandantes,
finalidad que no decanta en un contrato ilegal o prohibido, siendo el motivo que llevo
a las partes a suscribir el contrato la disposición del inmueble en cuestión a cambio
del precio en dinero para los compradores y la adquisición del derecho propietario
para los compradores, por lo que el elemento subjetivo que motivo a los partes para
la suscripción de la minuta de transferencia tampoco resulta ilegal o contrario al orden
público o las buenas costumbres; resultando errado el criterio de que el hecho de
que se habría vendido un inmueble sin tener derecho propietario acredita la causa y
motivo ilícito, cuando conforme ya se explicó supra dichos aspectos se enfocan a la
finalidad que las partes perseguían en la suscripción del contrato; razones por las que
no resulta procedente la causal contenida en el inc. 3 del art. 549 del CC; resultando
en consecuencia errado el criterio de los jueces de instancia para determinar la nulidad
de la minuta de 26 de febrero de 2015, ya que conforme se fundamentó supra la
transferencia en cuestión tiene objeto, resultado evidentes los reclamos de fondo
acusados por los recurrentes.
SALA CIVIL 61
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
En tal entendido toda vez que la pretensión de nulidad del contrato de 26 de febrero
de 2015, no resulta procedente en razón a los fundamentos expuestos supra, tampoco
corresponde el pago de daños y perjuicios, dispuesto por los jueces de instancia
emergente de la declaración de nulidad del contrato antes referido”.
Por tanto: Casa.
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
Sala Penal
SALA PENAL 63
Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
SALA PENAL 65
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
“Alega la violación de los arts. 400 y 413 del CPP y consiguiente contradicción con
precedentes contradictorios referidos al principio de: `Nom Reformatio In Peius´, ya
que el Auto de Vista de 12 de junio de 2015, declaró la improcedencia de la apelación
formulada por ambos imputados y confirmó la resolución impugnada con la modificación
de la pena a dos años de reclusión, resolución que fue dejada sin efecto por falta
de fundamentación mediante el Auto Supremo 134/2016-RRC del 22 de febrero; sin
embargo, en ningún momento el referido Auto Supremo dispone que el Auto de Vista
modifique el quantum de la pena porque no fue motivo de impugnación por ninguno
de los tres recurrentes, aspecto que contradice el art. 400 del CPP, que establece que
cuando la resolución fue impugnada por el imputado no podrá ser modificada en su
perjuicio, norma que es concordante con el art. 413 del CPP, que establece en su tercer
párrafo que cuando el recurso fue interpuesto solo por el imputado, en el juicio de
reenvió no se podrá interponer una sanción más grave que la impuesta en la Sentencia
anulada”.
(…)
“…conforme se evidencia del apartado II.4 de esta Resolución, en previsión del Auto
Supremo arriba referido, la Sala Penal y Administrativa del Tribunal Departamental
de Justicia de Pando, dictó el Auto de Vista de 27 de junio de 2016 (resolución ahora
impugnada), que ante el reclamo efectuado por el recurrente respecto a la falta de
valoración y fundamentación en la determinación de la pena, concluyó que la inasistencia
al parto fue una omisión grave, empero se hallaba atenuada por la actividad referida
del médico, de ahí que el entendimiento del Tribunal sobre la gravedad de la ausencia
en el parto no le fue del todo correcta, aspecto por el que declaró la improcedencia
de los recursos planteados, confirmando la sentencia con la modificación de la pena
de reclusión de Edwin Roger Vaca Guzmán a tres años; de donde se evidencia, que
la denuncia interpuesta por el recurrente, no resulta cierto; puesto que, el Tribunal
de alzada, en ningún momento agravó la situación del impugnante; toda vez, que el
Tribunal de mérito le impuso una pena de cuatro años de reclusión y ante el recurso de
66 SALA PENAL
Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
apelación restringida ejercida como un medio de defensa por el recurrente, se emitió el
Auto de Vista ahora recurrido que modificó la pena a tres años de reclusión, actuando
el Tribunal de apelación dentro del límite establecido por el art. 400 parágrafo primero
del CPP; por cuanto, la pena impuesta por el Tribunal de alzada no supera el fijado por
el Tribunal de mérito; no resultando lógico la pretensión del recurrente de que para la
fijación de la pena debía tomarse la pena impuesta en el Auto de Vista de 12 de junio
de 2015, toda vez, que la misma ya fue dejada sin efecto; además, no resulta aplicable
al caso de autos lo previsto por el art. 413 parágrafo tercero de la norma adjetiva
penal, ya que, la misma se refiere cuando exista un juicio de reenvío aspecto que
no aconteció en el presente caso; consecuentemente, no se advierte vulneración al
principio `Non Reformatio In Peius´, como alga el recurrente; puesto que, si bien el Auto
Supremo 134/2016-RRC de 22 de febrero no señaló específicamente que se modifique
el quantum de la pena; sin embargo, tampoco estableció que el Tribunal de alzada se
hallaba impedido de hacerlo, aspecto que de ninguna manera resulta contradictorio a
los arts. 400 ni 413 del CPP; toda vez, que la pena ahora impuesta por el Tribunal de
alzada de ninguna manera supera a la fijada por el Tribunal de mérito…”.
“Denuncia el imputado Edwin Roger Vaca Guzmán Dávalos que el Auto de Vista
impugnado no contiene fundamentación, porque alude a los fundamentos que
sirvieron de atenuantes consistente en que su persona se encontraba atendiendo a
otras personas en el momento del hecho; sin embargo, de manera contradictoria en la
parte resolutiva determinó la agravación de la pena a tres años de reclusión cuando
el Auto Supremo 134/2016-RRC determinaba que solo se fundamente el porqué de la
reducción a dos años y no así incrementar la misma”.
(…)
“…que la Resolución recurrida incurrió en el mismo defecto que el primer Auto de
Vista, que fue dejado sin efecto por falta de fundamentación a tiempo de modificar el
quantum de la pena, observándose que incumplió con el principio de vinculatoriedad
de los fallos judiciales que fue expuesto en el acápite III.2 de esta Resolución; toda
vez, que resulta contrario al Auto Supremo 134/2016-RRC de 22 de febrero (emitido
en la presente causa); puesto que, el Tribunal de alzada no observó las normas
procesales vigentes a las cuales estaba obligado a enmarcarse, debiendo exponer
de forma clara qué hechos fácticos establecidos como probados por el Tribunal de
mérito, lo llevaron a determinar que no fueron tomados en cuenta como atenuantes,
advirtiéndose que el Tribunal de alzada no pude descender a revisar cuestiones de
SALA PENAL 67
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
“…denuncia que: 1) Fue condenado a un año y seis meses de trabajo sin precisar
qué institución y sin contar con su consentimiento, tal como prescribe el art. 28 del
CP, como tampoco se señaló sobre su lugar de residencia ni se tomó en cuenta su
profesión; y, 2) Incongruencia omisiva sobre la imposición de doble sanción; de un lado,
la prestación de trabajo; y, de otro lado, la prohibición de incurrir en otro ilícito similar
sin establecer un límite temporal de la revisión exhaustiva del recurso de apelación
restringida planteado por el imputado, actual recurrente, se evidencia que dicho sujeto
procesal; primero, no solicitó enmienda y complementación sobre los extremos que
considera no estar suficientemente claros de la Sentencia; y segundo, no planteó
reclamo alguno, en su recurso de apelación restringida, sobre los aspectos que ahora
requiere en etapa casacional”.
(…)
“Así, corresponde señalar que conforme a la jurisprudencia constitucional y a la doctrina
68 SALA PENAL
Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
legal expuesta en el Fundamento III.1 de la presente Resolución, se tiene que la nulidad
de los actuados procesales, corresponderá en aquellos casos en los que se constate
que éstos se hubieran realizado con violación de los requisitos, formas o procedimiento
que la ley procesal previó para su validez, ello bajo la pretensión de asegurar el ejercicio
pleno del debido proceso y de regular la actuación procesal ante la inobservancia de
los requisitos, formas o procedimientos previstos por la ley procesal penal. En ese
orden, conforme se desarrolló en la Sentencia Constitucional 0731/2010-R, para que
opere la nulidad procesal deben cumplirse algunos presupuestos necesarios ligados
a principios procesales, como los de especificidad o legalidad, finalidad del acto,
trascendencia y de convalidación.
Por ser de interés al tema analizado, resulta necesario revisar el principio de
convalidación; puesto que, de su naturaleza jurídica se puede extraer que toda nulidad
se convalida por el consentimiento; es decir, que aún en el supuesto de concurrir en
un determinado caso, los presupuestos de la nulidad, ésta no podrá ser declarada si
es que el interesado consintió expresa o tácitamente el acto defectuoso; la primera,
en el caso que la parte que se cree perjudicada se presenta al proceso ratificando el
acto viciado; y la segunda, cuando en conocimiento del acto defectuoso, no lo impugna
por los medios idóneos (incidentes, excepciones, recursos, etc.) dentro de los plazos
legales”.
Por tanto: Infundado.
“…se constata del reclamo efectuado por el imputado en apelación restringida, que su
reclamo sólo se funda en el transcurso de más de seis meses desde el inicio del juicio
hasta la dictación de la sentencia, sin establecer el sustento normativo que permita
fundar su reclamo, al no existir norma legal alguna que establezca un plazo de duración
máxima del acto del juicio; por otra parte, tampoco refiere de manera fundada en su
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Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
“En el caso de autos, el recurrente denuncia que dentro del proceso penal seguido en
su contra, la acusación de la fiscalía versaba únicamente en el delito de Concusión y la
acusación particular en los delitos de Concusión, Uso Indebido de Influencias, Beneficios
en Razón del Cargo, Incumplimiento de Deberes, Ejercicio Ilegal de la Profesión y
Atentados Contra la Libertad; y, que jamás se lo juzgó por la relación causal o posible
de Tentativa, que sería una forma de aparición del delito, en ninguna parte del Auto de
apertura de juicio tampoco se mencionó la posibilidad de la Tentativa con relación a los
tipos penales contenidos en las acusaciones, del cual señala que no pudo defenderse
como lo hizo de los demás delitos, por los que se lo absolvió como son Beneficios
en Razón del Cargo, Incumplimiento de Deberes, Ejercicio Ilegal de la Profesión y
Atentados Contra la Libertad de Trabajo, habiendo sido condenado finalmente por
los tipos penales de Concusión y Uso Indebido de Influencias en grado de Tentativa;
supuestamente, al no haberse podido probar su condena, lo que vulneraría en toda
forma, el principio de congruencia. Y que ante tal denuncia, el Tribunal de alzada no
consideró los extremos reclamados.
Con relación a lo señalado, tal como se explicó precedentemente, no se puede sostener
vulneración del principio de congruencia, por el simple hecho de que los delitos
endilgados, tanto en la acusación fiscal y/o particular, no hubieren sido considerados
de manera idéntica a tiempo de pronunciarse la Sentencia de mérito; sino, se condenó
al imputado por determinados delitos en grado de Tentativa, en aplicación de lo
preceptuado por el art. 8 del CP; puesto que por las razones anotadas en el presente
fallo, dicho extremo de ninguna manera implica irrupción de la congruencia que debe
existir entre la acusación y la Sentencia; puesto que los sancionados son los hechos y
no los tipos penales; por tanto, mientras se trate de delitos comprendidos dentro de la
misma familia de tipos penales protegidos, aun asimilando a otro delito o bien difiriendo
el grado de participación, no se incurre en vulneración al principio de congruencia.
Por tanto: Infundado.
SALA PENAL 71
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
“La primera denuncia formulada por la recurrente, relaciona que el Auto de Vista
violentó los principios de la debida fundamentación y de congruencia, al haber resuelto
únicamente el agravio fundado en la presunta errónea aplicación de la norma sustantiva
por incorrecta subsunción de los hechos probados”.
(…)
“En el caso analizado, ante la omisión en la que incurre el Tribunal de impugnación, de no
responder en forma secuencial a los agravios detectados en los recursos de apelación
restringida, supone incidir en incongruencia omisiva, que denota una resolución carente
de respuesta razonada, motivada y congruente, a las pretensiones oportunamente
propuestas; por consiguiente, constituye un vicio de incongruencia omisiva (citra
petita o ex silentio), en claro desconocimiento de los alcances del art. 124 y 398 del
compilado procesal; sin embargo, sin soslayar la doctrina legal emergente del Auto
Supremo 103/2013 de 10 de abril, en el que el Tribunal de alzada apoyó la decisión de
innecesaria consideración de los otros motivos de los recursos de apelación restringida,
debe tenerse que se enfatizó esta posibilidad, no como un aspecto imperativo y general,
sino que como advierte dicho fallo, siempre y cuando se determine la conveniencia de
no resolver otros motivos que hubieren sido alegados, ante la detección de defectos
absolutos no convalidables al cual se aboca la fundamentación, tomando en cuenta los
principios de economía procesal y fundamentalmente de razonabilidad `según el caso´.
Ahora bien, es menester analizar la situación particular que presenta el caso, pues
no obstante haberse hecho visible la existencia de incongruencia omisiva, ésta debía
emerger ante una situación de evidente agravio a los intereses de la parte apelante
o dicho de otra forma, ante la falta de respuesta a un motivo o agravio expresado y,
que ese acto de omisión genere afectación a los intereses de la parte que lo invocó
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
y sea ésta de la magnitud o categoría de ser vulneratoria de derechos o garantías
fundamentales, en este caso de la parte apelante que es la indicada para realizar el
reclamo, pues es quien aludió el inicial agravio en el recurso de apelación; sin embargo,
en el caso presente, quien alega este motivo, es la recurrente, cuando la misma no
habiendo interpuesto recurso de apelación restringida -porque la Sentencia le fue
favorable-, lógicamente no podría alegar no haber recibido respuesta fundamentada,
así como al no haber explicado y acreditado la dimensión o consecuencia dañosa que
directamente hubiere sufrido con el acto omisivo, permite determinar si efectivamente y
sin desconocer su calidad de sujeto procesal para intervenir en el proceso e interponer
los recursos legalmente establecidos, le correspondía en esta particular situación,
imputar un motivo al Tribunal de alzada en recurso de casación; consiguientemente,
la motivación del agravio le correspondía a la parte directamente afectada con el acto
jurídico o la que acredite interés en el asunto y en quien recaen las consecuencias
jurídicas de la resolución o acto de la autoridad que se impugna, que al no haberse
acreditado estos aspectos, la recurrente obró con evidente falta de legitimación activa
para la activación del motivo alegado; en consecuencia, el motivo carece de sustento
legal”.
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Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
Cuando el imputado garantiza como libre un lote de terreno del cual sabe que
se encuentra gravado a favor de una entidad bancaria, actúa de mala fe, es decir
dolosamente; más aún cuando se establece que la víctima o sujeto pasivo del
delito obra de buena fe, creyendo que el inmueble que se le está otorgando
en garantía se encuentra libre de disposición, y el hecho que no se encuentre
registrado en la Oficina de Derechos Reales no conlleva a desvirtuar la
existencia del hecho antijurídico pues debe entenderse que el primer supuesto
del tipo penal de Estelionato además de vender, es el que grava.
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Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
de acuerdo a lo señalado por el autor Carlos Morales Guillén en su libro Código Penal
Comentado y Concordado, que en su página 299 señala: `…la figura prevista en la
primera parte; es decir, vender o gravar como libres los que fueren litigiosos o
estuvieren embargados o gravados, hace que el sujeto activo además de violar el
Código Civil actúe de mala fe. Una de las condiciones para la validez de los contratos
es la buen fe, quien no actúa de este modo es responsable civilmente de todas la
perdidas y perjuicios que cause siempre que la otra parte actué de buena fe. La acción
consiste en que a estos bienes se les da la característica de estar libres de todo litigio,
gravamen o embargo. El litigio, gravamen o embargo deben estar vigentes en el
momento de materializar el contrato. Quien compra, grava o embarga, siendo
el sujeto pasivo, debe por cierto obrar de buena fe. Puede tratarse de bienes
muebles o inmuebles. Son bienes litigiosos los que están en discusión, cuestionados
en juicio en lo que se refiere a su propiedad o condiciones de estas. Son bienes
embargados los que están afectados como garantía de una obligación o afectados a
consecuencia de un juicio, por orden judicial, aunque esta no se haya registrado en
Derechos Reales. Son bienes gravados los afectados por un derecho real de garantía.´
De lo transcrito precedentemente, se tiene que el Tribunal de alzada a tiempo de
precisar los argumentos de la sentencia en los que se subsumen los hechos al tipo
penal de Estelionato, justamente cumple con lo desarrollado en la doctrina citada pues,
establece que el imputado garantizó como libre un lote de terreno del cual sabía que
se encontraba gravado a favor del Banco Los Andes Procredit S.A., (30 de noviembre
de 2010) actuando por supuesto de mala fe, es decir dolosamente; ahora bien, el
gravamen a dicha entidad bancaria era previo a la garantía de ejecución de obra
pactada estableciéndose según el Tribunal de alzada y la sentencia que la víctima
o sujeto pasivo del delito obró de buena fe; es decir, creyó que el inmueble que se
le estaba otorgando en garantía no sólo una sino dos veces, se encontraba libre de
disposición, por lo que, no hubiese registrado en la Oficina de Derechos Reales de
Chuquisaca; aspecto que, no conlleva a desvirtuar la existencia del hecho antijurídico
pues, como señala Carlos Creus en su obra Derecho Penal Parte Especial, se debe
entender al primer supuesto del tipo penal de Estelionato además de vender, el que
grava esto es: `Grava el que constituye sobre la cosa un derecho real de garantía
(hipoteca, prenda, anticresis); pero no lo hace quien sólo constituye una obligación
personal sobre la cosa (p.ej., obligarse a devolver la cosa en virtud de un pacto de
retroventa); tampoco constituye gravamen la inhibición general que ha recaído sobre el
agente, ni la afectación del bien a un privilegio derivado de un acto jurídico cualquiera
que no creen aquellos derechos reales de garantía a los que nos hemos referido´,
conforme a todo lo desarrollado precedentemente, se concluye de manera inequívoca
que el Tribunal de alzada, se pronunció a todos los cuestionamientos de la apelación
restringida formulada por el imputado no siendo evidente la incongruencia omisiva
alegada y menos la existencia de contradicción con el precedente contradictorio
invocado, deviniendo en consecuencia el presente recurso en infundado”.
Por tanto: Infundado.
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
Por tanto: Infundado.
Auto Supremo: 214/2017-RRC de 21 de marzo.
Delito: Abuso Deshonesto.
Magistrada Relatora: Dra. Maritza Suntura Juaniquina.
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Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
Siendo así que solo el Ministerio Público, interpuso apelación restringida contra la
Sentencia remitiéndose los antecedentes al Tribunal de alzada; posteriormente, la Sala
Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca por Auto de
Vista 275/2016 de 4 de agosto de 2016, rechazó por inadmisible su recurso; de estos
antecedentes, se advierte que la recurrente mal pudo interponer recurso de apelación
restringida debido a que nunca fue notificada con la Sentencia.
Consecuentemente, el Tribunal de alzada al no haber advertido la falta de notificación
con la Sentencia a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del Distrito Nº 2, pese a
que en el primer acápite del Auto de Vista impugnado consigna la acusación particular
de Marco Antonio Cruz Pemintel, abogado de la Defensoría Niñez y Adolescencia,
conforme se precisa en el requerimiento de acusación, permitió que se le vulneren
el derecho al debido proceso relacionado con la seguridad jurídica y el principio de la
impugnación…”.
Por tanto: Deja sin efecto.
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
de que, el Tribunal de Sentencia de Padilla se hubiera pronunciado sobre una petición
no formulada”.
(…)
“…resulta lógico y aceptable desde el punto de vista legal, que el Tribunal de origen
hubiera ingresado a analizar todos los tipos penales por los que se encuentra procesado
el coimputado Jhon Clive Cava Chávez, aun cuando algunos de ellos no hubieran
sido objeto de solicitud de extinción de la acción penal por prescripción, puesto que al
considerarse la unidad de juzgamiento, de la cual derivará, conforme al concurso ideal
previsto por el art. 44 del CP, una sola sentencia y pena que abarque el análisis de
todos los tipos penales en concurso, absorbiendo eventualmente, la pena más grave
a las menos graves que concurren en la misma acción. Por lo tanto, no resultaba
viable realizar un análisis independiente de cada tipo penal a efectos de considerar la
prescripción.
Entonces, bajo ese marco normativo, con los argumentos expuestos en los citados
Autos, acudiendo al apoyo de la legislación nacional e internacional sobre derechos
humanos, el Tribunal de Sentencia arribó a la conclusión que el delito de Vejaciones y
Torturas, previsto en el art. 295 del CP, alcanza la calidad de crimen de lesa humanidad,
y que por lo tanto, resulta imprescriptible, y por ende, al haberse determinado la
aplicación de la teoría de la absorción, los demás tipos penales, con excepción de los
que fueron extinguidos en aplicación y ejercicio del derecho a la igualdad, quedarían
impregnados por la pena mayor; como sería la correspondiente al delito de Torturas, el
cual, de acuerdo al desarrollo explicado, resultaría imprescriptible.
El razonamiento precedente, tal como se señaló, en ningún momento mereció
cuestionamiento alguno, por parte del coimputado; por lo tanto, asumió ejecutoria,
y mal podría ahora ser modificado como consecuencia de la presentación de una
nueva solicitud de extinción de la acción penal por prescripción en esta etapa; puesto
que, dicho extremo en todo caso debió haber sido impugnado en su oportunidad, lo
contrario implica una aceptación tácita, que mal podría ser modificado en instancias
posteriores, porque ya fue objeto de análisis, dando lugar a Resoluciones que a la
fecha se encuentran legalmente ejecutoriadas”.
“Cabe aclarar que en el presente caso, el fondo del análisis no deriva en el cómputo del
tiempo de la prescripción propiamente dicho, al contrario, existe un razonamiento firme,
que establece la imprescriptibilidad de un delito imputado, como es el de Vejaciones y
Torturas al habérsele otorgado la calidad de crimen de lesa humanidad, extremo que
no mereció ningún tipo de impugnación; por lo tanto, el transcurso del tiempo resulta
irrelevante para el análisis de la extinción pretendida.
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Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
El juzgador en base al segundo párrafo del art. 374 del CPP, no tiene facultades
para modificar la condena solicitada por el Ministerio Público respecto al
incremento, pero en sentido inverso y bajo el principio de favorabilidad el Juez
puede reducir la sanción.
“En ese ámbito, los recurrentes atribuyen al Auto de Vista impugnado de faltar a la
verdad, al considerar que en la imposición de la sanción a la imputada, se hubiere obrado
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
aplicando el principio de favorabilidad, reduciendo la pena solicitada por el Ministerio
Público para imponer la sanción de tres años de privación de libertad; en ese entendido,
el aludido punto 6 del Considerando III del Auto de Vista recurrido; efectivamente,
presenta un fundamento que no representa una realidad coherente con la expresada en
los datos el proceso en particular la Sentencia, pues sostiene que el Ministerio Público
en la solicitud de aplicación de procedimiento abreviado en favor de la imputada Ruth
Argentina Elías Bustos, hubiere solicitado la imposición de una penalidad de tres años
de privación de libertad, que el Juzgador en base al segundo párrafo del art. 374 del
CPP, habría reducido la sanción a dos años bajo el principio de favorabilidad tomando
en cuenta que la observación del SEDES, únicamente se refirió a la pena, que el Juez
no puede incrementar. Este planteamiento no es evidente, ya que de la revisión de
los antecedentes relacionados al caso, consistentes en el Requerimiento Conclusivo
y la solicitud de aplicación de procedimiento abreviado del Ministerio Público, de fs. 8
a 11 vta. y del Acta de Audiencia de consideración de procedimiento abreviado, de fs.
13 a 14, advierten objetivamente que el acusador público, ha mantenido una posición
invariable respecto a la solicitud de imposición de la pena consistente en dos años
de privación de libertad; en ese mismo sentido, se manifiesta el fundamento de la
Sentencia emitida por el juzgador a quo, por lo que corresponde desechar que del
ente encargado de llevar adelante la pretensión acusatoria, en momento alguno haya
emanado un pronunciamiento en sentido de imponer la pena de tres años en contra de
la acusada, misma que fuera rebajada por el juzgador. Sin embargo, existe una postura
discordante de parte del SEDES expresado en audiencia con relación a la imposición
de la pena, que solicitó se imponga el quantum de tres años, specto que fue rescatado
por la Sentencia al consignar: `…se imponga una sanción no de dos años sino de tres
años…´ (sic), a lo que el juzgador fundamentó que en base al segundo párrafo del
art. 374 del CPP, que no tiene facultades para modificar la condena solicitada por el
Ministerio Público respecto al incremento, pero en sentido inverso y bajo el principio
de favorabilidad el Juez puede reducir la sanción; así establecido, no se ha aplicado
ninguna situación favorable, menos reducido la solicitud Ministerio Público con relación
a la penalidad aplicada; en consecuencia, este aspecto llamativo en la actuación del
Tribunal de alzada de efectuar afirmaciones alejadas de la realidad, implica una lectura
errática de los antecedentes en su labor de control jurídico de la Sentencia”.
Por tanto: Infundado.
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Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
“El Tribunal de alzada añadió también que el tipo penal de Peculado, se consuma en
el momento en que el sujeto activo se apropia de los bienes que tiene en su poder o
custodia, la intención es de apropiarse del bien, desde ya es doloso con intención de
producir un daño, el elemento subjetivo estaría concurrente el dolo; es decir, la acción de
apropiarse, beneficiarse, aprovechando su condición de funcionaria pública, abusando
de esta función y sus bienes en cuya virtud la subsunción encajaría plenamente al
ilícito condenado, no habiéndose enervado la acusación fiscal ni particular así se
tendría de las pruebas producidas en juicio, menos colaboraría la declaración de la
imputada para deslindar su responsabilidad, cuando señaló ”que el equipo topográfico
fue dejado por su propia decisión a la portera del municipio en presencia de otras
personas que le ayudaron, dejando un estuche de color rojo que contenía el equipo
de estación total en la Oficina Técnica de la Alcaldía el día viernes 12 de noviembre
de 2010 aproximadamente a horas. 20:30”; sin embargo, dichos extremos no fueron
corroborados en el juicio oral, lo que haría entrever la concurrencia del verbo nuclear
de apropiarse del bien, concluyendo de ello la correcta subsunción del tipo penal
condenado, pues si bien la acusada señaló que el equipo topográfico fue dejado a
la portera dicha versión no fue corroborada con elementos de convicción alguno, no
siendo atendible la petición de la imputada, ya que ante una apreciación concreta de
los hechos se tuvo que la acusada se prestó el equipo de topografía y no lo devolvió
hasta la fecha de emisión del fallo menos hubiera ayudado en el esclarecimiento del
hecho; es decir, en poder de quien estaría el referido equipo, no resultando evidente la
falta del verbo nuclear del tipo penal de Peculado, habiéndose generado una correcta
aplicación de la ley sustantiva.
De lo señalado precedentemente se tiene que el Tribunal de alzada a tiempo de
resolver el agravio denunciado por la imputada en su recurso de apelación restringida,
de manera precisa señala los acápites de la sentencia donde se encuentran los
argumentos del Tribunal de mérito, en los que hace la subsunción de los hechos al tipo
penal, que analizados en alzada corroboran lo afirmado en la Sentencia condenatoria;
es decir, que la recurrente con su actuar doloso infringió la norma penal prevista en el
art. 142 del CP; es decir, al haberse prestado el equipo de estación total y no haberlo
restituido al Municipio de Challapata como correspondía, mereciendo un reproche
penal y por ende la aplicación de una pena, no siendo evidente como se desarrollará
posteriormente que, no se haya acreditado el verbo nuclear del delito de Peculado”.
Por tanto: Infundado.
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Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
cómo estos se subsumieron en el tipo penal del art. 271 del CP, contaba con sustento
legal, dado que no sería aplicable la Ley 1768, sino por ser más favorable la Ley 369,
porque no establece pena privativa de libertad, siendo correcto que la acusada sea
juzgada y condenada bajo dichos parámetros, no siendo condenable a pena privativa
de libertad sino a trabajos comunitarios, “…siempre y cuando se haya demostrado
el hecho ilícito y la participación de la acusada en el ilícito para ser sancionada con
trabajos comunitarios” (sic), habiendo sostenido dicha postura en los principios de
legalidad y de irretroactividad de la leyes penales desfavorables, reconocidos en la
Norma Fundamental y el Código Penal, que reconocen la retroactividad de las leyes
cuando son favorables al imputado, aclarando que si bien la conducta de la recurrente
no resulta atípica, pero por la levedad de la conducta hace que sea sancionado con
trabajos comunitarios, por lo que es previsible aplicar la ley más favorable por el principio
de favorabilidad; en consecuencia, la Jueza de Sentencia, obró incorrectamente
aplicando la ley sustantiva que no le corresponde en un marco de una sindéresis
jurídica, menos explicó por qué aplicó la ley penal con sanción desfavorable; es decir,
la ultractividad de la ley penal desfavorable”.
(…)
“De lo expuesto, es posible establecer que ante la corroboración de parte del Tribunal
de apelación de la vigencia de una norma sustantiva más favorable aplicable a la
acusada, por las modificaciones introducidas al art. 271 del CP; primero, mediante
la Ley 348 y luego por la Ley 369, tiene la obligación constitucional de aplicarla en
el marco de los principios de favorabilidad y de proporcionalidad; por cuanto, la
retroactividad de la ley más favorable a la imputada o imputada está plenamente
establecida en la Norma Fundamental y en las normas infraconstitucionales descritas
y porque el legislador ha previsto una sanción más benigna (no restrictiva de libertad);
en concordancia, a la magnitud de la acción, constitutiva de una lesión menor a catorce
días (en el caso concreto la lesión produjo tres días de incapacidad legal), aún se
haya producido en la humanidad de una persona adulta mayor, circunstancia en la
que la nueva norma relativa al tipo penal de Lesiones Graves y Leves, ha previsto
una agravación que tampoco implica una sanción restrictiva de libertad, limitándose
únicamente a sancionar el accionar delictivo con la sanción de trabajos comunitarios, lo
que no puede entenderse como un pronunciamiento ultra petita, que afecte la garantía
del debido proceso, en su elemento de una correcta fundamentación enmarcada en los
arts. 124 y 398 del CPP; por cuanto, no obstante la parte apelante no alegó la aplicación
retroactiva de la norma sustantiva penal más favorable a ella, en el momento procesal
oportuno, la observancia de los principios antes señalados impelen a las autoridades
jurisdiccionales a ponderar la materialización del ejercicio del derecho al debido proceso
en su elemento derecho a la defensa estrechamente vinculado al derecho a la libertad
(de la imputada), en confrontación con el derecho a una debida fundamentación y
motivación de una resolución judicial (del acusador particular); en cuyo efecto, debe
considerarse la ponderación del ejercicio de un derecho fundamental frente a otro, con
la fórmula establecida por Robert Alexy a través de la ley de la ponderación, en sentido
de que `Cuanto mayor sea el grado de la no satisfacción o de afectación de un principio,
tanto mayor tiene que ser la importancia de la satisfacción del otro´, lo que el mismo
autor ha llegado a visualizar a través de tres etapas: 1. Definir y determinar el grado
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
PRIMERA SISTEMATIZACION
Derecho Procesal Penal/ Resolución/ Legal/ Por ejercer la función del debido
control de la sentencia/ Sobre la responsabilidad o autoría.
SEGUNDA SISTEMATIZACION
Derecho Procesal Penal/ Elementos comunes de procedimiento/ Principios/ De
verdad material/ La condena debe estar relacionada en base a este principio.
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Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
por su lectura de acuerdo a las previsiones del art. 333 del CPP y que concuerdan
con lo relatado a viva voz por la víctima en juicio; asimismo, se debe tener presente
que el Tribunal de alzada ha observado que el Tribunal de juicio únicamente condena
al ahora recurrente por el delito de Lesiones Leves y no por el delito de Violación
precisamente en resguardo al principio de verdad material, ya que no debe pasar por
alto que el principio iura novit curia que faculta al juzgador a variar la calificación legal
inicialmente efectuada, sin que esto implique un cambio de los hechos demostrados,
obedeciendo precisamente a un condicionamiento fáctico, que fue precautelado en el
caso de autos por el Tribunal de mérito así como lo advertido por el Tribunal de alzada,
respetando el principio de congruencia, con la finalidad de guardar compatibilidad con
las exigencias que requiere un debido proceso, por lo que, no es evidente que el fallo
ahora impugnado se haya apartado del principio de la verdad material aludida; por
consiguiente, el motivo en análisis no es contradictorio con el precedente invocado,
habiéndose observado por el contrario el cumplimiento de los arts. 124 y 398 del CPP,
resultando en consecuencia infundado”.
Por tanto: Infundado.
“En el sistema jurídico penal vigente, por disposición del art. 407 del CPP, el recurso de
apelación restringida puede ser interpuesto por inobservancia o errónea aplicación de
la ley, que se encuentran especificadas en el art. 370 del CPP o en los casos previstos
por los arts. 167 y 169 de la misma norma adjetiva penal; empero, esta inobservancia
o errónea aplicación de la ley, debe surgir durante el juicio oral, público y contradictorio
en la emisión de la resolución del Juez o Tribunal de mérito.
En el caso de autos, conforme lo descrito en el acápite II.2 de la presente resolución,
se establece que la recurrente vía apelación restringida, pretendió la corrección de un
acto procesal consistente en la supuesta errónea notificación con el señalamiento de
audiencia para la aplicación de procedimiento abreviado, constituyendo una cuestión
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
incidental, que no podría ser corregida es una cuestión incidental, la cual no puede ser
corregida mediante un recurso de apelación restringida, como determinó el Tribunal de
apelación en la resolución hoy impugnada, por lo que en observancia del principio de
igualdad de las partes ante la ley, lo que implica no solo que las partes puedan ejercer
sus facultades y derechos durante el trámite de un proceso, pues el trato igualitario
implica también rechazar cualquier pretensión de las partes cuando éstas no ejercen
sus facultades en el momento procesal oportuno o no lo hacen por el medio idóneo
previsto por ley, lo cual a la vez da seguridad jurídica y velando por el derecho al debido
proceso, corresponde declarar infundado el recurso de casación, debiendo destacarse
además que esta Sala Penal de la revisión del contenido del Auto de Vista impugnado,
no advierte que el Tribunal de alzada haya asumido que la sentencia emitida en la
presente causa solo contendría los motivos de hecho y no de derecho como sostiene la
recurrente; por el contrario, estableció que el referido fallo se ajustó a las previsiones de
los arts. 124, 360, 373, 374 y 365 del CPP, sin que además se advierta un planteamiento
fundado que la oposición alegada por la recurrente a la aplicación del procedimiento
abreviado posibilitaría un resultado distinto al establecido en la sentencia emitida por
la Juez cautelar; pues este Tribunal debe velar porque las partes, tanto víctima como
imputado, accedan a una solución pronta y razonable a su conflicto procesal penal,
como sucede en el presente caso”.
Por tanto: Infundado.
“…es posible concluir que existe similitud de supuestos fácticos procesales entre el
precedente invocado y el motivo de casación relativo a la falta de consideración por
el Tribunal de apelación del memorial de respuesta del actual recurrente al recurso de
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Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
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Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
CPP, aspecto que fue soslayado por el Tribunal de apelación, quien no obstante dicha
falencia argumentativa, ingresó al fondo de la impugnación, declarando admisible y
procedente el recurso de alzada, únicamente haciendo un análisis de una supuesta
falta de consideración de la declaración de la víctima como testigo, sobre la que los
Jueces de mérito, únicamente le habrían dado valor para establecer con precisión las
circunstancias en las que se dio la relación entre la víctima y el acusado; pero, no para
acreditar la promesa que hizo el acusado de sacar a su esposo del Penal en el plazo
de tres meses, tampoco habrían relacionado, la declaración de ella con la del testigo
Willy Macías, quien recibió la primera declaración de la víctima, en la que también
se refirió a la promesa que hizo el acusado de sacar al esposo de ésta en el plazo de
tres meses, para asumir más adelante que `la forma en que se hizo la valoración de la
declaración de los testigos nombrados, implica defecto en la valoración de la prueba e
insuficiente fundamentación, lo que habilita la apelación restringida tal cual manda el
art. 370.5.6 del Código de Procedimiento Penal´ (sic), normas que en ningún momento
fueron citadas por la parte impugnante, ni mucho menos argüido el defecto de falta de
fundamentación; en consecuencia, el cuestionamiento del impugnante tiene mérito.
Con relación al recurso de apelación del Ministerio Público, en el memorial de
casación se advierte que el recurrente cuestionó que en dicho medio de impugnación
el Fiscal no citó de manera concreta y precisa las disposiciones legales que consideró
violadas o erróneamente aplicadas, tampoco fundamentó separadamente cada
violación y entremezcló varios conceptos, entre ellos, que la Sentencia fue declarada
contradictoriamente; que es incongruente, que hay un error de procedimiento por
inobservancia de la ley; y, que no se realizó una correcta valoración de las pruebas; a
cuyo efecto, aseveró que el Tribunal de apelación no efectuó el análisis de admisibilidad
antes de resolver el fondo del recurso; por lo que, corresponde verificar si resultan
evidentes las referidas falencias argumentativas en el recurso de apelación del
Ministerio Público.
En ese contexto, se advierte que el Fiscal, evidentemente no cumplió con su obligación
de citar concreta y precisamente las disposiciones legales que consideró violadas
o erróneamente aplicadas, tampoco fundamentó separadamente cada violación,
incurriendo en argumentos diversos a la vez, por cuanto, cuestionó la incorrecta
valoración de las pruebas de cargo fiscal; que de manera contradictoria concluyó que
no se habría llegado a demostrar el ardid o engaño por parte del acusado al momento
en que se produjo la disposición patrimonial; tildando la Sentencia de carente de
motivación y congruencia, debido a que se habría demostrado fehacientemente la
existencia no sólo del hecho, sino también de la disposición patrimonial como fruto
del engaño y la conciencia ilusoria creada por el acusado para que la víctima pueda
realizar esa disposición patrimonial, falencias argumentativas que permiten concluir
que el Ministerio Público no cumplió con el mandato inserto en los arts. 407 y 408 del
CPP, lo que no fue debidamente observado por el Tribunal de apelación en etapa de
admisión, para darle la posibilidad de subsanar dichas omisiones, por lo que, resulta
que el Tribunal de apelación, en contradicción con la doctrina legal invocada, no ejerció
el control sobre el cumplimiento de los requisitos mínimos que debía contener dicho
medio de impugnación, habiendo ingresado al fondo del asunto, estableciendo que
hay razón en el reclamo, debido a que la fundamentación (de la Sentencia) no se
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De lo detallado, se desprende que la denuncia realizada por María Aurelia Ordoñez
Gareca en su recurso de apelación restringida, circunscrita al problema jurídico
ahora analizado, se basó en que el Tribunal de Sentencia le rechazó su incidente de
exclusión probatoria, bajo el argumento de que no era la etapa procesal oportuna,
dado que su derecho de observar la legalidad en la obtención de las pruebas había
precluido; puesto que, debió haber interpuesto dicho mecanismo de impugnación en
la audiencia conclusiva, reservada para el saneamiento del proceso penal, lo que a su
criterio provocaría una limitación a su derecho a la defensa en juicio oral, razonamiento
que alega se encontraría plasmado en la Sentencia Constitucional 1543/2014. Ante
tal denuncia, el Auto de Vista le otorgó una respuesta motivada, explicando el instituto
jurídico de la prescripción, demostrando jurídica y doctrinalmente que en el caso la
preclusión había operado, sustentando su determinación en precedentes legales
contenidos en los Autos Supremos 73/2013 de 20 de marzo y 46 de 7 de marzo de 2006,
no siendo atendible que la recurrente pretenda reputar como incongruencia omisiva del
Auto de Vista, el agravio denunciado por no haberse hecho mención a la cita de una
Sentencia Constitucional, como sería la 1543/2014 en la respuesta, cuando la misma
explicó con detalle, las razones por las cuales, la prescripción para la presentación del
incidente de exclusión de prueba por su supuesta ilegalidad en su obtención, había
prescrito no quedando duda alguna en que la respuesta estuvo enmarcada en los
límites legales establecidos por la doctrina y jurisprudencia emanadas por este máximo
órgano de justicia ordinaria”.
(…)
“Ahora bien, lo descrito demuestra que; no obstante, que el Tribunal de Sentencia
estableció de manera correcta que la etapa procesal para el planteamiento de las
exclusiones probatorias referidas a la obtención de las pruebas, había precluido, dado
que las mismas debieron ser activadas en la audiencia conclusiva, al ser la etapa
procesal idónea para ello y para el saneamiento del proceso; en cuanto, a la aplicación
de la Sentencia Constitucional 1453/2014, también realizó las precisiones anotadas
precedentemente, en sentido que las líneas jurisprudenciales deben ser aplicadas
para procesos en curso y en este caso, la audiencia conclusiva ya había fenecido. En
consecuencia, no resulta evidente lo señalado por la parte recurrente en su recurso
de casación, que se hubiera coartado su derecho a la defensa, al habérsele impedido
hacer uso de las exclusiones probatorias, de las pruebas MP17 y MP24 que a su
decir, hubieran sido determinantes para fundar su condena; puesto que, tal como se
demuestra precedentemente, en ningún momento se denegó el tratamiento de las
exclusiones, por lo que; no obstante, que los juzgadores admitieron que no resultaba la
etapa procesal idónea para su atención, de todas formas sí procedieron a resolverlas,
con excepción de la falta del acta de colección de evidencias, sobre la cual, se mantuvo
el criterio de no corresponder su análisis. En consecuencia, no responde a la verdad
material de los hechos y actuados procesales lo afirmado por la recurrente, en sentido
que no se hubieran tramitado sus incidentes, al contrario, sí se dio el tratamiento
correspondiente, emitiéndose resoluciones específicas para cada caso”.
SALA PENAL 95
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
Por imperio de la última parte del art. 413 del CPP, el Tribunal de alzada cuenta
con la atribución legal de fallar directamente en caso necesario; empero,
cuidando que la nueva determinación asumida, no sea el resultado de la
modificación de los hechos y menos de una revalorización probatoria, ello
en caso de haber obtenido la convicción necesaria sobre la culpabilidad o
inocencia del procesado.
96 SALA PENAL
Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
PRIMERA SISTEMATIZACION
SEGUNDA SISTEMATIZACION
SALA PENAL 97
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
abril de 2016 de acuerdo a la diligencia de fs. 391 con la sentencia, en ese ínterin el
27 de abril de 2016, de acuerdo al memorial de fs. 397 y vta. el acusado se apersonó
al proceso sin que su comparecencia haya sido aceptada hasta ese entonces según
se desprende del proveído de 28 de abril de 2016 de fs 399, el cual fue objeto de
reposición por el acusado a través del escrito de fs. 402 a 403 vta., emitiéndose el Auto
de 16 de mayo de 2016 de fs. 405 que deja sin efecto las medidas impuestas para la
comparecencia del acusado.
Consecuentemente, se debe tener presente dos aspectos; por una parte, si bien es
evidente que el edicto es de 7 de febrero de 2016, no se puede pasar por alto que la
Defensora de oficio fue legalmente notificada con la sentencia por órdenes del mismo
juzgador el 29 de abril de 2016, fecha a partir de la cual corresponde efectuar el cómputo
para la interposición del recurso de apelación restringida, que al haber sido interpuesto
en 10 de mayo de 2016, se encuentra dentro del plazo previsto por el art. 408 del
CPP; por otra parte, en cuanto a la legitimización subjetiva de la Defensora de Oficio
extrañada por el Tribunal de Alzada, se constata que si bien el 27 de abril de 2016 el
acusado se apersonó al proceso, su comparecencia no fue aceptada según providencia
de 28 de abril de 2016, disposición contra la que interpuso recurso de reposición,
para luego emitirse el Auto de 16 de mayo de 2016 posterior a la fundamentación
del recurso de apelación restringida; por consiguiente, las afirmaciones del Tribunal
de alzada no responden a un análisis correcto de la causa, además de soslayar el
principio de impugnación en los procesos judiciales previsto en el parágrafo II del art.
180 de la CPE; asimismo, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
que en su art. 8 señala: `Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante
los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus
derechos fundamentales reconocidos por la Constitución o la ley´; además, del art. 8.2.
inc. h) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos que establece que toda
persona tiene derecho de: recurrir del fallo ante el juez o tribunal superior` y en su art.
25 refiere que toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier
otro recurso efectivo ante los Jueces o Tribunales competentes, que la ampare contra
actos que violen sus derechos fundamentales; demostrándose en consecuencia la
vulneración de los derechos aludidos por el ahora recurrente, debiendo el Tribunal de
alzada previo examen de admisibilidad pronunciarse sobre el recurso de apelación
restringida planteado conforme a derecho, deviniendo en consecuencia el primer
motivo de casación en fundado”.
Por tanto: Deja sin efecto.
98 SALA PENAL
Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
“…la denuncia realizada por el recurrente Jhery Encinas Orellana, en sentido de que
el Tribunal de alzada hubiera incurrido en inobservancia o errónea aplicación de la ley
sustantiva, porque no hubiere tomado en cuenta la humanización del derecho penal,
inaplicando “…la doctrina legal imperante en el país…” (sic), pudiendo en virtud a
ello, haber modificado el quantum de la pena impuesta a su persona, pese a que se
estableció presidio de quince años sin una debida fundamentación sobre las razones
para haber agravado la pena mínima establecida para el tipo penal de Homicidio;
omitiendo tomar en cuenta su edad, grado de instrucción, condiciones económica y
social; y, que no cuenta con antecedentes penales; en función a lo cual, correspondía
imponerle la pena mínima de cinco años de reclusión.
Denuncias concebidas por el ahora recurrente como lesivas del debido proceso, al
habérsele impuesto una condena sin la debida fundamentación sobre las razones para
la agravación de su presunta conducta en la determinación de la pena.
No obstante lo señalado, de la revisión exhaustiva del recurso de apelación restringida
planteado por el imputado, actual recurrente, se evidencia que dicho sujeto procesal;
primero, no solicitó enmienda y complementación sobre los extremos que considera no
estar suficientemente claros de la Sentencia; y segundo, no planteó reclamo alguno, en
su recurso de apelación restringida, sobre los aspectos que ahora requiere en etapa
casacional, pretendiendo reclamar recién, aspectos que oportunamente no fueron
impugnados.
Así, corresponde señalar que conforme a la jurisprudencia constitucional y a la doctrina
legal expuesta en el Fundamento III.1 de la presente Resolución, se tiene que la nulidad
de los actuados procesales, corresponderá en aquellos casos en los que se constate
que éstos se hubieran realizado con violación de los requisitos, formas o procedimiento
que la ley procesal previó para su validez, ello bajo la pretensión de asegurar el ejercicio
pleno del debido proceso y de regular la actuación procesal ante la inobservancia de
SALA PENAL 99
Tribunal Supremo de Justicia Resúmenes de Jurisprudencia 2017
“…se establece que los Tribunales de alzada a momento de emitir sus fallos deben
tener presente estos requisitos, pues su función de controlador debe abocarse a
responder de manera fundamentada, no siendo necesaria una respuesta extensa o
“Sobre el referido reclamo, conforme se tiene del Auto de Vista recurrido el Tribunal de
alzada abrió su competencia manifestando que el fallo impugnado en el punto IV.1.2,
señalaría que Manuela Villarrubia Vda. De Tapia en su calidad de única heredera
de su esposo Cecilio Tapia, transfirió a favor de Félix Gerónimo Oxa y Marcelina de
Gerónimo una porción de terreno de tres hectáreas mediante documento privado de 23
de junio de 1993, que en el acápite IV.1.3 apuntaría que Aníbal Alejandro Tapia Ríos a
su nombre y de sus hermanas María Susana y Benita Angélica Tapia Ríos, interpuso
declaratoria de herederos de su padre Francisco Teodoro Tapia y su abuela Manuela
Villarrubia Olguín, que transcribiendo parte de la demanda en el que mencionó una
supuesta `relación por aventura´ entre Cecilio Tapia y Sofía Tapia, en la que procrearon
un hijo de nombre Francisco Teodoro Tapia, que en el apartado IV.1.4 tras transcribir
parte de la sentencia por el que se declaró herederos forzosos ab intestato de su padre
Francisco Tapia y su abuela Manuela Villarrubia a Anibal Alejandro, María Susana y
Benita Tapia Ríos, especifica que no consta filiación respecto a la supuesta abuela ni a
Cecilio Tapia, aseverando que la Resolución se basó únicamente en el acta de entrega,
que en el apartado IV. 1.5 tras insistir la falta de la referida filiación haría hincapié
en que el Juez de Instrucción Cuarto en lo Civil faltó a la verdad e incorporó hechos
inexistentes al declarar la existencia de filiación de Francisco Teodoro Tapia y Manuela
Villarrubia, lo que llevó al Tribunal a quo a sostener la existencia de datos falsos en
que este Tribunal atribuye a la falta de una diligente observancia a la doctrina legal
aplicable que fuera desarrollada a través del Auto Supremo 461/2016-RRC de 16 de
junio, emitido en la presente causa con anterioridad, por el cual al Tribunal de alzada,
se le advirtió con la suficiente precisión y claridad, que en el caso de que el Ministerio
Público no cumplió a cabalidad las exigencias previstas por la norma procesal penal
originada en la concurrencia de algún defecto u omisión de forma, debió imprimir el
trámite previsto por el art. 399 del CPP, en el marco del respeto al principio pro actione”.
Por tanto: Deja sin efecto.
“En cuanto a que no existiría prueba suficiente, sino duda, pues para cometer
el delito de Uso de Instrumento Falsificado, se tendría que cometer primero los
delitos de Falsedad Material e Ideológica los cuales se habrían extinguido mediante la
excepción respectiva, conforme se precisó en los antecedentes procesales vinculados
al recurso, ante la emisión de la Sentencia condenatoria, la recurrente formuló recurso
de apelación restringida donde denunció como un segundo punto que los tres delitos
por los que fue acusada (Falsedad Material, Falsedad Ideológica y Uso de Instrumento
El plazo previsto por el art. 133 del CPP, constituye un parámetro objetivo a
partir del cual corresponde analizar en cada caso concreto la razonabilidad
del plazo en el cual se desarrolla el proceso, para cuyo análisis la propia Corte
Interamericana de Derechos Humanos adoptó tres criterios esenciales: a)
La complejidad del asunto; b) La actividad procesal del interesado; y, c) La
conducta de las autoridades judiciales.
“Ahora bien, en cuanto a los aspectos que la autoridad jurisdiccional debe observar para
determinar la extinción de la acción penal, la jurisprudencia constitucional en reiterados
fallos, aclaró no ser suficiente considerar únicamente el transcurso del tiempo, sino
que se debe analizar caso por caso la complejidad del asunto, referida no sólo a los
hechos, también a la cuestión jurídica, la conducta de las partes que intervienen en el
proceso y de las autoridades competentes -Órgano Judicial y Ministerio Público-, carga
atribuida al imputado (Sentencia Constitucional 101/2004 de 14 de septiembre de
2004, Auto Constitucional 0079/2004-ECA de 29 de septiembre y 1042/2005-R de 5 de
septiembre, entre otras); en esa misma línea, la Sentencia Constitucional 0551/2010-R
de 12 de julio, estableció…”.
(…)
“De manera que incumbe al Tribunal de alzada, la tarea previa de verificación del
cumplimiento de los aspectos formales incluido el requisito temporal, que en el
recurso se encuentren contemplados en forma explícita y en base a fundamentos
que denoten claridad y precisión los agravios sufridos debidamente puntualizados,
las disposiciones legales infringidas y la solución pretendida, con el respaldo jurídico
normativo a efectos de proporcionar al Tribunal los insumos sobre los cuales tiene que
centrar el discernimiento y resolución del motivo, que en caso de ser observados, el
Tribunal de alzada en primer término y con la finalidad de no vulnerar la garantía del
derecho de impugnación por incumplimiento de requisitos formales, debe observar la
alternativa prevista en el art. art. 399 del CPP, respecto a la posibilidad de subsanación
Dr. Jorge Isaac von Borries Méndez Dr. Antonio Guido Campero Segovia
Magistrado Presidente Sala Magistrado Sala Contenciosa y
Contenciosa y Contenciosa Contenciosa Administrativa,
Administrativa, Social y Administrativa Primera
Social y Administrativa Primera
Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
“…siempre en resguardo del derecho a la seguridad social cabe referir que si bien
existen normas que previeron ciertos parámetros para la calificación de las prestaciones
jubilatorias y certificaciones de aportes del sector de la Banca Privada en base a los
Estudios Matemáticos Actuariales y sus complementarios, no es menos cierto que el
Decreto Supremo antes señalado, otorgó la posibilidad de que estas certificaciones se
las realicen en base a la documental supletoria, conforme lo antes ya señalado.
Al respecto revisados los antecedentes que informan al proceso, se evidencia que, la
asegurada, a momento de iniciar su trámite adjunto certificación del Banco de Crédito
de Oruro de 13 de octubre de 1987 y certificación de la Caja Petrolera de Salud de
27 de febrero de 2013, entre otros, como también de manera posterior el fotocopia
de parte de ingreso a la Caja Petrolera de Salud, finiquito de24 de febrero de 1994,
oficio del Hotel Portales de 31 de enero de 1989, memorándum de 30 de agosto de
1989, documentos que llevan el nombre de la asegurada, donde se constata que la
solicitante, trabajó en el Banco de Crédito Oruro desempeñando diferentes funciones
como auxiliar de caja, encargada de caja de ahorros, encargada de depósitos a plazo
fijo, auxiliar de contabilidad y encargada de cartera y comercio exterior desde abril de
1979 a junio de 1987, como también el trabajo desempeñado en el Hotel Portales como
auxiliar de contabilidad como función principal desde febrero de 1989 a diciembre de
1989, documentos auténticos y públicos, expedidos por autoridad competente que
tienen todo el valor probatorio que le asigna el art. 1289 del Código Civil, toda vez que
conforme los derechos sociales como del trabajo y seguridad social, son derechos
humanos los cuales por su propia naturaleza son irrenunciables, imprescriptibles e
inalienables, ya que de las distintas resoluciones emitidas por el ente gestor se
observa con claridad que los motivos por el cual no se procedió a la Compensación de
Cotizaciones fue porque la interesada no figuraba en las planillas cursantes en el Área
de Certificación como tampoco en los Estudios Matemáticos Actuariales, llegándose
a establecer que tanto el Tribunal de Alzada como la Comisión de Calificación de
“…Para el caso de Autos, es preciso establecer que la Constitución Política del Estado
en su art. 45 ‘garantiza el derecho a la jubilación, con carácter universal, solidario y
equitativo’. Complementando la normativa precedente, el Código de Seguridad Social
en su art. Artículo 52 - La renta de viudedad se pagará en las condiciones previstas en
el artículo anterior, a la esposa o a falta de ésta, a la conviviente que hubiere estado
inscrita como tal en los registros de la Caja, por lo menos un año antes de la fecha de
fallecimiento del causante, siempre que no hubiere existido impedimento legal para
contraer matrimonio y que la vida en común se hubiere iniciado dos o más años antes
“…la Constitución Política del Estado (CPE) en su art. 49-III, al referirse a la estabilidad
laboral en general, prescribe: “El Estado protegerá la estabilidad laboral. Se prohíbe el
despido injustificado y toda forma de acoso laboral. La Ley determinará las sanciones
correspondientes”; en ese sentido, el Órgano Ejecutivo a través de la Resolución
Ministerial (RM) Nº 107 de 23 de febrero de 2010, en su art. 3, al referirse al retiro
voluntario y estabilidad laboral, señaló: “…III. Aquellas renuncias resultantes de presión
u hostigamiento por parte del empleador, serán considerados como retiros forzosos
e intempestivos para fines de Ley”; disposiciones que no pueden ser desconocidas
cuando se presenta un hecho real que acomode su accionar en tales previsiones
normativas.
En ese contexto, el Tribunal de alzada conforme los fundamentos esgrimidos en su
resolución, no ha considerado la normativa precedentemente citada, determinando
la no correspondencia del desahucio en favor del actor, bajo la afirmación de que la
ruptura de la relación laboral fue por renuncia voluntaria; argumento que desnaturaliza
lo establecido en la CPE y demás normas laborales destinadas a la protección del
trabajador, toda vez que, conforme se evidencia de los datos del proceso, este último
no renuncio voluntariamente, sino que como bien afirma en su demanda, la carta de
renuncia fue presentada a insistencia y petición del empleador, con el propósito de
extinguir la relación laboral, simulando una renuncia al trabajo.
De lo anterior, pese a la existencia de una carta de renuncia presentada por el demandante
ahora recurrente, debe entenderse en aplicación a los principios de protección, primacía
de la relación laboral, continuidad, estabilidad laboral, e irrenunciabilidad de los derechos
y beneficios, que éste no consintió la renuncia descrita, por cuanto incluso acudió a
la instancia administrativa laboral (Jefatura Departamental del Trabajo) reclamando
sus derechos; aspectos que permiten a este Tribunal, llegar a la convicción de que
la renuncia del actor no fue consentida y por el contrario fue producto de la presión
ejercida por el empleador; más aun cuando, en materia laboral, siendo manifiesta la
“…En ese contexto el Auto de Vista advierte que la ahora recurrente cuenta con dos
matrimonios conforme el reporte del SERECI de fs. 204, evidenciando que el primero
contrajo nupcias con Juan Apaza Huanca, cuyo divorcio fue cancelado en el 2015,
sin embargo el Auto de Vista también advierte un otro matrimonio contraído por la
recurrente con Ciro Menacho Carrillo el año de 1983; el cual a decir de la recurrente
sería nulo de pleno derecho al haberse consumado en el periodo en que la partida
de matrimonio con Juan Apaza Huanca aún se encontraba vigente; al respecto debe
Resulta preciso referir que si bien la norma exige que la vida en común se hubiere
iniciado dos o más años antes del deceso, no es menos evidente que la norma también
prevé la inexistencia de impedimento legal para contraer matrimonio, aspecto que se
evidencia en el presente proceso.
Todos estos hechos apreciados a la luz del Principio de Verdad Material establecido
en el art. 180.I de la CPE, 30.11 de la LOJ, y la amplia jurisprudencia desarrollada por
este Tribunal han sido correctamente compulsados por el Auto de Vista recurrido, el
cual confirma acertadamente los argumentos y la parte resolutiva establecidos por la
Resolución de la Comisión de Reclamación.
En consecuencia en virtud de los fundamentos constitucionales de Seguridad Social
citados anteriormente; corresponde manifestar que la recurrente no se constituye en
beneficiaria de la renta de viudedad invocada, al no subsumir los hechos y su situación
de libertad de estado exigida por la norma prevista en el art. 52 del Código de Seguridad
Social y su Reglamento…”.
Por tanto: Infundado.
2.- Que, dicha Renta, excepcionalmente, puede ser suspendida en forma definitiva,
no obstante, para ello, debe tenerse presente el alcance de los arts. 477 y 595 del
RCSS, en cuya aplicación la sanción consistente en pérdida definitiva de la condición
de rentista, sólo puede darse en el caso de que la persona infractora no tuviera
ningún derecho a percibir la Renta de Vejez, se entiende por no contar con los
aportes ni edad requeridos.
3.- Asimismo, la suspensión del pago de la renta calificada y otorgada, es una medida
precautoria que podrá aplicar la autoridad administrativa, entre tanto se sustancie el
proceso judicial de comprobación del acto fraudulento que dé lugar a la aplicación de
la sanción consistente en la revocatoria de la calificación y/o rehabilitación de la renta
de vejez.
de la Caridad Fuentes Acea, quien respecto a la pregunta cuarta que refiere: ‘P.4.
Tiene conocimiento que a la señora María Teresa Méndez Rodríguez no le pagaron
sus salarios de los meses de Octubre, Noviembre, Diciembre de la Gestión 2010, así
como de Enero y Febrero de 2011?’, respondió: R.4. ‘La señora ha trabajado 3 años
en tres gestiones y esto me consta porque tenía funciones de administradora el 2009’.
-A fs. 180 cursa el respectivo interrogatorio, presentado por la parte actora el cual
contiene seis preguntas, siendo pertinente en el caso de autos, referirse a la pregunta
cuarta, misma que fue transcrita anteriormente.
(…)
A lo manifestado se debe tener presente que, respecto a la manera en la que una
autoridad puede valorar determinados medios de prueba, en materia laboral, el art. 158
del CPT dispone: ‘El Juez no estará sujeto a la tarifa legal de pruebas y por lo tanto
formará libremente su convencimiento, inspirándose en los principios científicos que
informan la crítica de la prueba y atendiendo a las circunstancias relevantes del pleito
y a la conducta procesal observada por las partes’.
Consecuentemente, este Tribunal advierte en el caso concreto, que la documentación
de fs. 174, no es lo suficientemente contundente, para desvirtuar lo manifestado por los
diferentes testigos de cargo, concluyendo en que el Tribunal de Alzada no incurrido en
error de derecho al momento de valorar la prueba cursante a fs. 174, 180, 181, 182 y
187, como equivocadamente refiere el señor Ernesto López Ibarola.
En la última parte del escrito de Casación, se manifiesta que el CEV Boliviano-Cubano,
conforme el calendario escolar los meses de diciembre y enero cerraba sus puertas por
descanso pedagógico de fin de año en consecuencia la actora no podía prestar ningún
servicio al referido Colegio, precisamente porque estaba cerrado. Este argumento,
no desvirtúa lo manifestado por la parte actora, respecto a que ella dejo su trabajo
a consecuencia del no pago de sus salarios, aspecto que se considera como una
causal de despido indirecto, en consecuencia, independientemente de la suspensión
de actividades del referido Colegio, por descanso pedagógico, en el caso concreto, el
objeto de la controversia es establecer si la parte empleadora y ahora demandada, al
momento de la renuncia de la trabajadora, le adeudaba o no sueldos, situación que
como se pudo acreditar, reiteramos la parte actora, afirmó en forma categórica que si
se le adeudaba sueldos, aspecto que la motivo a renunciar a su fuente de trabajo y el
demandado Ernesto López Ibarola no pudo desvirtuar en el transcurso del proceso…”.
Por tanto: Infundados.
Cuando una de las partes duda de la parcialidad de uno de los miembros del
Tribunal de alzada, si la razón de esta susceptibilidad se encuentra dentro
de las causales de excusa, la parte debe recusar al administrador de justicia
en el primer actuado, y no esperar el resultado del fallo, para introducir esta
recusación en el recurso de casación, al dejar pasar la oportunidad para
efectuar aquello, su derecho a precluido.
“…En este entendido, se concluye que una vez iniciado el proceso de Contravención
Aduanera por Contrabando, al amparo del art. 98 de la Ley Nº 2492, el sujeto pasivo
se encuentra plenamente facultado para presentar todas las pruebas de descargo
que considere pertinentes, en el plazo perentorio e improrrogable de tres días hábiles
administrativos, pruebas que deben ser debidamente valoradas conforme a las reglas
de la sana critica, conforme al art. 81 del CTB; es así que las autoridades administrativas
no pueden limitarse al simple reconocimiento de la misma o al cumplimiento de sus
formalidades, al contrario, deben buscar la verdad material sobre la verdad formal,
conforme a los Principios Generales de la Actividad Administrativa, conforme al art.
4.d) de la Ley 2341 referido al principio de verdad material; más si la Administración
cuenta con distintas facultades y posibilidades para acercarse a la verdad de los
hechos, sea obteniendo información de sus propios archivos o sistemas informáticos,
sea logrando información de terceros particulares o mediante la vía de la cooperación
interinstitucional.
En ese sentido, teniendo presente que en la causa la accionante presentó en calidad de
prueba documental copias simples de las facturas Nos. 0002861, 0002829, 0002855 y
0002854, ante el Juez ordinario que inicialmente conocía la causa, documentación que
luego pasó a conocimiento de la Autoridad Aduanera debido a la cuantía de la mercancía
incautada, ya radicada la causa en instancia administrativa, la Aduana Nacional no
valoró dicha prueba bajo el argumento que, al no haber sido acompañada con la DUI
en etapa de descargos, conforme dispone la RD N° 01-005-13 de 28/02/2013, y al no
consignar las referidas copias de facturas la descripción comercial de la mercancía
detallando características, marca, tipo, modelo y/o serie, dimensión, capacidad, talla
y otros, que permitan su identificación exacta, dicha documentación no representaría
documentación de descargo en esa instancia, por lo que no la consideró para efectos
de compulsa, criterio que se mantuvo en instancia de impugnación tributaria, sin
considerar en tal decisión los alcances del derecho a la prueba y a su valoración por
la autoridad correspondiente, como parte del derecho constitucional al debido proceso
en su vertiente a la defensa material y valoración razonable de la prueba, conforme se
anotó precedentemente.
Debe considerarse que la demandante alega la compra local de la mercancía, de modo
que la Administración Aduanera, cuando tal derecho se encuentra acreditado con la
factura, en uso sus facultades de control, verificación, fiscalización e investigación
previstas en el art. 100 del CTB, debe realizar el cruce de información con el SIN,
solicitar información al vendedor por la que respalde la legal internación a territorio
nacional, obtener información de su propio sistema informático, a efectos de constatar
que la mercancía fue legalmente internada al país, bajo el entendido –nuevamente- que
la demandante no habría nacionalizado la mercancía incautada y que únicamente la
adquirió en el mercado nacional, de modo que el que debe acreditar que la mercancía
decomisada fue legalmente internada al país es el importador y no así quien acredita
la compra en el mercado interno.
En consecuencia, siendo atribución de este Tribunal, en ejercicio de la jurisdicción
y competencia que la Ley le otorga, la modulación del alcance de sus decisiones,
precisadas las infracciones en las que incurrió la Administración Aduanera en sede
administrativa, reencausando el debido proceso y las garantías constitucionales de
la demandante, se concluye que la Autoridad General de Impugnación Tributaria al
pronunciar la Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 0023/2016, de 11 de enero,
lo hizo interpretando y aplicando erróneamente las normas legales comprendidas en
los arts. 76, 77 y 98 del CTB y art. 2.I del DS N° 0708 de 24 de noviembre de 2010,
en relación al art. 4.d) de la Ley 2341, al condicionar la consideración y valoración
de una factura presentada con posterioridad al comiso preventivo, al necesario
acompañamiento del Documento Único de Importación (DUI), lo que fue una constante
en las resoluciones administrativas previas, vulnerando con tal decisión el derecho
constitucional de la parte actora al debido proceso en su vertiente a la defensa material
y valoración razonable de la prueba, debiendo en tal sentido procederse a su valoración
conforme a derecho…”.
Por tanto: Probada.
“…Al respecto, toda vez que este Tribunal ha solicitado interpretación Prejudicial al
TJCA el mismo que si bien no es competente para aplicar el Derecho Comunitario a
un caso en concreto, ya que el fallo en el proceso principal corresponde siempre y
exclusivamente al juez nacional siendo su función la de interpretar la norma comunitaria
es decir la búsqueda de su significación para precisar su alcance y su sentido jurídico,
corresponde ahora a este Tribunal Supremo aplicar la norma a los hechos concretos.
En ese marco, resulta de especial utilidad el documento cursante a fs. 491 a 521
consistente en interpretación prejudicial emitida por el TJCA que contiene pautas
interpretativas que debe aplicarse en la solución de la presente controversia, tomando
en cuenta además que, pese a existir precedentes jurisprudenciales, debe tenerse en
cuenta el resultado de la consulta realizada y de la interpretación realizada por el TJCA
en este caso particular.
En ese marco, se tiene que el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, del examen
de los antecedentes remitidos en consulta, a fin de la interpretación prejudicial aludida
estableció que las marcas involucradas son COCAKOLLA BOL (mixta) y COCA-
COLA (denominativa), COCACOLA, (denominativa), COCA-COLA LIGHT PLUS
(denominativa), COCA-COLA C2 (denominativa), COCA COLA ESO ES (denominativa),
COCA COLA, LIFE TASTES GOOD (denominativa), COCA-COLA (mixta) COCA-
COLA (mixta), COCA-COLA LIGHT (mixta), COCA-COLA ZERO (mixta), COCA COLA
CLASSIC (mixta), COCA COLA INTERACTIVE MUSIC (mixta) y COCA COLA EN
CURSIVA Y CINTA DINAMICA (mixta) y entre los temas de interpretación estableció (
fs. 499 c 3) los siguientes:
1.- Irregistrabilidad de signos por identidad o similitud fonética, ortográfica, conceptual
y figurativa. Riesgo de confusión directa y de asociación. Reglas para realizar el cotejo
de los signos distintivos.
2.- Comparación entre marcas mixtas y denominativas compuestas
3.- Comparación entre marcas mixtas con parte denominativas compuesta.
“…En ese marco, toda vez que el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, acerca
de los actos administrativos referentes a la concesión o a la denegación de registros
de marcas, ha manifestado que los mismos requieren de motivación para su validez.
Coincidente con ese criterio, esta Sala Especializada del Tribunal Supremo sostiene
que la motivación de las resoluciones administrativas es de especial relevancia por
estar vinculado al derecho de petición y certeza, lo que supone la garantía que tiene
todo administrado de contar con resoluciones motivadas y los razonamientos en que
se apoya la resolución sobre los aspectos reclamados por la parte, constituye una
exigencia impuesta para la vigencia efectiva del principio de legalidad, presupuesto
ineludible de todo Estado de derecho, pues la falta de fundamento racional suficiente de
una actuación administrativa es por sí sola contraria a las garantías del debido proceso
administrativo, por consiguiente, la motivación constituye una garantía constitucional
del administrado que busca evitar la arbitrariedad de la Administración al emitir actos
administrativos.
En ese sentido, la Ley del Procedimiento Administrativo, en el art. 30 establece ‘Los
actos administrativos serán motivados con referencia a hechos y fundamentos de
derecho cuando: Resuelvan recursos administrativos;…’.
“…Sobre el art. 120 de la LGT, dicha norma establece: ‘… las acciones y derechos
provenientes de esta ley, se extinguirán en el término de dos años de haber nacido de
ellas’, por su parte, el art. 163 de su Decreto Reglamentario establece: ‘las acciones y
derechos emergentes de la ley que se reglamenta se extinguirán en el término de dos
Los funcionarios que son asignados a sus puestos laborales mediante libre
nombramiento, de igual forma son de libre remoción; es decir, que al no
haber pasado un proceso de convocatoria y examen de competencia, en su
designación tiene la característica de ser de libre nombramiento, por lo tanto
ante su desvinculación no procede una reincorporación.
“…Es así, que de antecedentes se observa, que el Tribunal de Alzada a tiempo de emitir
el Auto de Vista Recurrido, por disposición del art. 236 del Código de Procedimiento
Civil, circunscribió su resolución a los puntos apelados, desarrollando en ese cometido,
los fundamentos traídos a colación por el apelante, concretamente los referidos al
ingreso del actor como Profesional Auditor con el Ítem N° 57 en la gestión 2010, y con
el cargo de Asistente Administrativo con el Ítem 94 en las gestiones 2011 y 2012, con
un salario que como característica no tuvo variación sustancial de un cargo a otro,
fundamento con el cual tanto en Primera como en Segunda Instancia permitió a los
Jueces que conocieron la causa establecer que la reincorporación demandada no era
pertinente legalmente, en razón a que el cargo reclamado es de libre nombramiento
y remoción, y que el Memorando N° 46/2013 de 08 de febrero no se encuentra en los
alcances de la Ley N° 321 de 18 de diciembre de 2012.
En ese entendido es preciso establecer que, el Tribunal de Segunda Instancia ha
esgrimido de manera coherente y congruente con la Sentencia de primera instancia,
las razones de hecho y de derecho que han respaldado su determinación, fundada
principalmente en la constancia de que el ingreso del actor al Gobierno Autónomo
Municipal de Sucre, fue en calidad de Profesional Auditor, calificado como provisorio
y de libre designación, entendimiento que se encuentra plasmado en la Sentencia
Constitucional – SC 1068-R de 11 de julio, cuando expresa: ‘…los 8 funcionarios
designados y los de libre nombramiento pertenecen al ámbito de los funcionarios
provisorios, por cuanto su ingreso a una entidad pública no es resultado de aquellos
procesos de reclutamiento y selección de personal, sino que obedece a una invitación
personal del máximo ejecutivo para ocupar determinadas funciones de confianza
o asesoramiento en la institución, infiriéndose de ello que estas funciones son
temporales o provisionales…’; consecuentemente, la prueba de cargo presentada
por el actor demuestra fehacientemente que el ingreso a la institución pública fue por
libre designación o contratación como Profesional Auditor impartiendo una labor de
asesoramiento a la institución con un Básico de Bs. 4.410,00 en la gestión 2010 y 2011
y de Bs. 4.608,00 en la gestión 2012, hecho que demuestra que no hubo variabilidad
“…Ahora bien, un primer elemento que salta a la vista es que el Fallo impugnado
no observó el mandato contenido en el art. 236 del CPC, aplicable en la materia por
expresa disposición del art. 252 del CPT. Como tampoco lo prescrito por el art. 17.II de
la Ley del Órgano Judicial que prevé que en grado de apelación, casación o nulidad,
los tribunales deberán pronunciarse sólo sobre aquellos aspectos solicitados en los
recursos interpuestos.
Es claro que cualquier operador judicial, está obligado a dictar Sentencias o resoluciones
congruentes, salvo que dentro de ciertos requisitos y para una instancia determinada,
la Ley los releve expresamente de ello, bajo determinadas condiciones que además
deben ser controladas por el Tribunal de Apelación.
La congruencia por lo tanto, salvo esta excepción, es una regla general que orienta la
decisión que debe adoptar el Juez, en la medida que impone la obligación de estructurar
su resolución dentro del marco del o los agravios denunciados en el recurso de
apelación, por consiguiente para que la resolución a emitir sea congruente el Tribunal
de apelación debe ajustarse a ese escenario.
En nuestra legislación, la congruencia está establecida en el art. 236 del CPC señala que
la resolución que resuelve la apelación debe ser congruente con los puntos apelados.
Lo que significa que el Tribunal Apelación tiene la obligación de resolver todos y cada
uno de los agravios denunciados en el recurso de apelación; mandato que en el caso
no fue observado, pues el Tribunal de apelación soslayó esa su obligación aduciendo
un error de cálculo incurrido por el Juez a quo, vulnerando el principio de la no reforma
en perjuicio (ya que la parte demandada fue la única apelante) excediendo los motivos
del recurso agravó la situación, al ordenar a tiempo de confirmar la Sentencia disponer
se agregue Multa – Duplo del Reintegro Saldo Salarios desde 2009 al 2012, ordenando
a la parte demandada María Eugenia Antunez Vega pague la suma de Bs. 86.183,00
más la multa, actualización y reajustes dispuestos por el art. 9 del DS Nº 28699..
En virtud del principio non reformatio in peus, el Juez o Tribunal que conoce de la
alzada no puede decidir agravando la situación de quien interpuso la impugnación,
salvo que este derecho hubiera sido ejercido por ambas partes.
Como podrá advertirse el Tribunal de Alzada, resolvió más allá de lo pedido extralimitando
su competencia y agravando la situación de la -en ese momento- apelante, por lo que
el fallo vulnera el principio de la non reformatio in peus…”.
Por tanto: Anula.
“…De la revisión del escrito recursivo, se advierte que bajo el epígrafe de Casación
en el fondo, el recurrente, cuestiona la Sentencia de primera instancia, omitiendo
referencia alguna respecto a lo decidido por el tribunal de apelación.
Sobre el particular, se debe tener presente que, conforme al art. 255 del Código de
Procedimiento Civil, sólo contra las siguientes resoluciones:
1) Autos de vista que resolvieren en apelación, las sentencias definitivas en los
procesos ordinarios, sumarios, concursales y de árbitros de derecho.
2) Autos de vista que resolvieren una declinatoria de jurisdicción, decidieren una
excepción de incompetencia o anularen el proceso.
3) Autos de vista referentes a autos interlocutorios que pusieren término al litigio.
4) Autos de vista que declararen haber lugar o no a oír a un litigante condenado
en rebeldía.
5) Sentencias definitivas pronunciadas en primera instancia por las Cortes
Superiores del Distrito. (Art. 250)
Como se puede advertir de la norma legal citada, el recurso de casación contra una
sentencia, sólo es admisible en tanto dicha sentencia haya sido expedida en primera
instancia por las Cortes Superiores de Distrito, hoy Tribunales Departamentales de
Justicia.
Por su parte el Código Procesal Civil actual en su art. 270 sólo admite el recurso de
casación “para impugnar autos de vista dictados en procesos ordinarios y en los casos
expresamente señalados por Ley”.
Por otro lado, conforme al Código de Procedimiento Civil y al Código Procesal Civil
actual, para impugnar una decisión de primer grado como lo es una sentencia de
primera instancia como la presente, se tiene reservado el recurso de apelación.
Así entonces, conforme a lo expuesto supra, éste tribunal carece de competencia para
someter a juicio casacional la Sentencia de primera instancia, conforme pretende el
recurrente…”.
Por tanto: Casa.
“…Si bien es evidente que en materia laboral rigen principios protectores a los
trabajadores, como el Principio de Primacía de la Realidad que ciertamente se
encuentra comprendido también en los arts. 1 y 4 del Decreto Supremo (DS) N° 521
de 26 de mayo de 2010, principio que supone que ante cualquier situación en que
se produzca una discordancia entre lo que efectivamente sucede en los hechos y lo
acordado entre partes, debe preferirse la primera; empero, en el caso es inaplicable
el principio mencionado, dado que por la prueba que en conjunto fue valorada por los
jueces de fondo, se generó en los mismos la convicción de que en la causa no existió
una relación laboral como erróneamente sostiene la demandante, al no concurrir
ninguno de los elementos esenciales previstos en los DDSS Nos. 23570 y 28699, es
decir que no existió una prestación de servicio por cuenta ajena, debido a que, el hecho
de haber habitado la casa de la demandada, junto a su familia, de ninguna manera
conlleva una prestación de trabajo por cuenta ajena, como tampoco la existencia de
los elementos de subordinación y dependencia, más cuando no se tiene evidenciado
ninguna forma de remuneración o salario por dicho presunto servicio prestado durante
los años que se reclama.
Lo anotado lleva a concluir que las autoridades que suscriben el Auto de Vista recurrido,
valoraron correctamente la prueba aportada al proceso, en conjunto, en el marco de
la sana crítica y atendiendo a sus experiencias máximas, ya que se convencieron que
en la causa no concurrían los elementos esenciales de la relación laboral, conforme
lo previsto en los DDSS Nos. 23570 y 28699, cumpliendo de esa manera la carga
probatoria que se impone a la parte empleadora demandada, conforme los arts. 3.h),
66 y 150 del CPT.…”.
Por tanto: Infundado.
Si bien existen sectores que no están amparados por la Ley General del Trabajo
(servidores públicos), y no cuentan con beneficios sociales, la judicatura laboral
tiene competencia para que estos puedan reclamar sus derechos laborales
consolidados, sueldos devengados y aguinaldos, al ser irrenunciables y estar
protegidos constitucionalmente, deben ser tutelados en la vía laboral en forma
excepcional.
“…la CPE establece los derechos fundamentales y garantías siendo deber del Estado
promoverlos, protegerlos y respetarlos, garantizando a toda persona, el libre y eficaz
ejercicio de los mismos conforme a los arts. 13 y 14 de la misma constitución. Que, el
texto constitucional, regula los derechos sociales y económicos, entre ellos, el derecho
al trabajo y al empleo y expone una serie de mandatos y consideraciones sobre
los derechos de los trabajadores y la obligación del Estado de proteger el ejercicio
del trabajo en todas sus formas, de modo que éstos no sean simples enunciados,
sino, tengan aplicación plena. Que, si bien es cierto que no todos los que trabajan
o prestan un servicio por cuenta ajena, lo hacen bajo el manto de la LGT y sus
disposiciones complementarias o conexas; pues, es claro que también existen otro tipo
de trabajadores, como los servidores públicos, que de igual manera prestan servicios
para el Estado, los que innegablemente también cuentan con derechos laborales que
deben ser protegidos, si corresponde, en el marco de la norma respectiva que los
cobija, sea bajo un procedimiento administrativo que puede ser instado por el servidor
público, conforme a la RM Nº 014/10 de 18 de enero de 2010, así como puede hacerlo
también ante la judicatura laboral ordinaria de manera directa, pues nada impide que
aquello pueda ser así, por cuanto es claro que el art. 73 de la Ley del Órgano Judicial
(LOJ), otorga a los jueces en materia de trabajo y seguridad social, la competencia
para 4. Conocer y decidir acciones individuales o colectivas, tanto por derechos como
por beneficios sociales, y en general, conflictos que se susciten como emergencia de
la aplicación de las leyes sociales. La actual Jurisprudencia del Tribunal Supremo,
recalca que los derechos laborales también son aplicables a los servidores públicos en
el marco de la norma específica que les atañe, de modo que, no necesariamente ha de
entenderse como el derecho social, aquello que se encuentra regulado en la LGT o sus
disposiciones complementarias o conexas, sino también aquellas que correspondan al
ámbito del servicio público, en cuanto a los derechos laborales se refiere.
En coherencia con lo referido precedentemente, el art. 1 del CPT, indica que el Adjetivo
Laboral regulará los modos y las formas de tramitación y resolución de todos los asuntos
relativos a las cuestiones laborales cuyo conocimiento corresponde a la Judicatura del
Trabajo y de Seguridad Social, la cual por disposición del art. 6 del mismo cuerpo legal
se ejerce ‘por los Juzgados de Trabajo y Seguridad Social, las Salas Sociales de las
Cortes Superiores y la Corte Suprema de Justicia en su Sala Social y Administrativa’
(sic)
Evidenciándose en el caso de examen, que el demandante impetra, el pago de subsidio
frontera y no beneficios sociales queda claro que, la competencia de la judicatura
laboral está reconocida aún siendo el actor servidor público en la medida en que dicho
ámbito regula también derechos laborales como parte del derecho social, abriendo así,
de manera excepcional para los servidores públicos, la competencia de la judicatura
laboral para conocer demandas en las que reclaman derechos, que a diferencia de los
beneficios sociales, que son expectaticios, no pueden afectarse.
Por lo señalado, sobre la base de dicho razonamiento, en aplicación de los arts. 1, 3.g)
4, 9 in fine, 43 y 44 del CPT, se establece que el presente proceso es de competencia
de los jueces en materia laboral…”.
Por tanto: Infundado.
“…El art. 120 de la LGT, relacionado a la prescripción de los derechos laborales, dispone
que los mismos se extinguen en el término de dos años a partir de la fecha en que
nacieron; sin embargo, no es menos evidente que en virtud a la uniforme jurisprudencia
desarrollada por el Tribunal Supremo de Justicia, ha establecido que por el principio
de protección y de irrenunciabilidad de los derechos del trabajador es decir, que en
derecho laboral, la prescripción tiene su interpretación restrictiva, ya que previene la
conservación del derecho, la subsistencia del derecho del trabajador y en definitiva,
el cumplimiento efectivo de las obligaciones contraídas y no a su pérdida por la vía
de la prescripción. En ese sentido nuestra legislación laboral regula el instituto de la
prescripción extintiva del derecho del trabajador en el art. 120 de la LGT, determinando
que: ‘las acciones y derechos provenientes de esta ley, se extinguirán en el término
de dos años de haber nacido de ellas’, por su parte el art. 163 del DR-LGT, establece
que: ‘las acciones y derechos emergentes de la ley que se reglamente se extinguirán
en el término de dos años a partir de la fecha en que nacieron’, institutos a la fecha aún
vigentes, para aquellos derechos cuyo nacimiento fue anterior al régimen constitucional
vigente a partir del 7 de febrero de 2009.
En tal contexto normativo, para el caso se evidencia de antecedentes que el demandante
trabajó en un primer periodo comprendido entre el 12 de enero de 2007 hasta el
No puede negarse la Renta de Viudedad por dudas del ente sobre la convivencia
o separación de la solicitante con el causante, esta causal que genera la pérdida
del derecho (la separación) debe demostrarse mediante el divorcio o una
separación declarada judicialmente; no a libre criterio del ente gestor.
“…el art. 34 del MPRCPA establece: ‘No tendrán derecho a la renta de viudedad la
divorciada por sentencia ejecutoriada antes de la fecha del fallecimiento del causante,
la esposa que hubiese estado separada en forma libremente consentida y continuada
por más de dos años, conforme dispone el Código de Familia, la conviviente, si el
«de- cujus» estuvo casada y no existía sentencia de divorcio ejecutoriada y cuando
hubiera quedado dos o más concubinas, situación que será comprobado mediante
procedimiento especial (sic)’. En el marco de las normas referidas, se entiende que
no correspondería el pago de la renta de viudedad a la esposa que hubiese estado
separada en forma libremente consentida y continuada por más de dos años, y que
este aspecto debe ser comprobado mediante procedimiento especial.
“…en relación al argumento del recurrente, en sentido de que la Juez A quo al emitir
el Auto Interlocutorio de 09 de julio de 2015 (excepción de Incompetencia), habría
adelantado criterio sobre el fondo del asunto, debiendo el Auto de Vista N° 433/2015
de 03 de septiembre, determinado el apartamiento de dicha autoridad y remitir los
antecedentes al llamado por ley; resulta por demás incongruente con la excepción de
incompetencia propiamente dicha, planteada por el demandado ahora recurrente, ya
que a efecto precisamente de establecer la existencia o no de la misma (incompetencia),
la Juez A quo estaba obligada hacer referencia a los antecedentes y fundamentos
que sostenían la excepción referida, en función precisamente a la nulidad previamente
declarada por Auto de Vista 293/2015 de 23 de junio, pronunciado como emergencia
del Recurso Apelación interpuesto por el demandado en contra del primer Auto
Interlocutorio dictado en fecha 11 de mayo de 2015, cursante a fs. 34-35, resolviendo la
excepción planteada a fs. 19-21. En consecuencia, alegar que la Juez A quo adelantó
criterios sobre el fondo del asunto, fundando en ese argumento la pretensión de nulidad
del proceso, resulta incongruente a esta altura del proceso, ya que la finalidad para
la cual fue interpuesta la excepción de incompetencia, fue resuelta oportunamente
en el marco del debido proceso en sus elementos de motivación y fundamentación;
siendo aplicable a ese efecto el Principio de Protección, que tiene como fundamento la
protección del acto, y en ello proteger aquellos sujetos inmersos en un proceso, ya sea
como parte o como terceros, pues en esa finalidad se entiende que el proponente de la
nulidad no puede ser el mismo que ha originado la supuesta nulidad, pues ese actuar
estaría afectando a otros interesados en el proceso, por ello se dice que el presupuesto
de la nulidad es la ausencia de culpa o dolo de quien la alega; quien la deduce debe
acreditar un perjuicio cierto y actual a su derecho de defensa, demostrando también su
interés en la subsanación del vicio; circunstancias que el recurrente no ha demostrado
Cuando se demuestra que el hijo del trabajador que concluyo una relación
laboral, nació dentro de la misma, le corresponden por derechos las
asignaciones familiares establecidas por Ley; es decir, si el hijo nació cuando
aún era trabajador, no puede desconocerse este derecho, así exista una
desvinculación laboral.
“...A fin de evidenciar el actuar del Tribunal ad quem en relación a las prestaciones del
régimen de asignaciones familiares, el art. 25 del DS Nº 21637, señala: ‘A partir de la
vigencia del presente Decreto, se reconocerán las siguientes prestaciones del Régimen
de Asignaciones Familiares que serán pagadas, a su cargo y costo, directamente por
los empleadores de los sectores público y privado: a) Subsidio PRENATAL, consistente
en la entrega a la madre gestante asegurada o beneficiaria, de un pago mensual, en
dinero o especie, equivalente a un salario mínimo nacional durante los cinco últimos
meses de embarazo, independientemente del subsidio de incapacidad temporal por
maternidad. b) Subsidio de NATALIDAD, por nacimiento de cada hijo: un pago único
a la madre, equivalente a un salario mínimo nacional. c) Subsidio de LACTANCIA,
consistente en la entrega a la madre de productos lácteos u otros equivalentes a un
salario mínimo nacional por cada hijo, durante sus primeros doce meses de vida.
d) Subsidio de SEPELIO, por fallecimiento de cada hijo calificado como beneficiario
menor de 19 años: un pago único a la madre, equivalente a un salario mínimo nacional.
Las Cajas de Salud serán las encargadas de velar por el fiel cumplimiento de estas
prestaciones’.
Por su parte, el art. 2 del CSS, dispone: ‘La aplicación de las normas de seguridad social,
se efectuará mediante este Código constituido por el Seguro Social Obligatorio, las
Asignaciones Familiares y sus disposiciones especiales que tienen carácter obligatorio
para todas las personas e instituciones comprendidas en el campo de aplicación del
presente Código’.
Caja de Salud a la que pertenecía el asegurado, por lo menos un año antes de la fecha
de fallecimiento del causante, siempre que el asegurado o conviviente no hubiera tenido
impedimento legal para contraer matrimonio; vale decir, que el causante ostentaba el
estado de soltero, viudo o divorciado mediante sentencia judicial ejecutoriada y que
la vida en común se hubiera iniciado dos o más años antes del deceso’. A su vez el
art. 34 del mismo cuerpo legal refiere: ‘No tendrán derecho a la renta de viudedad la
divorciada por sentencia ejecutoriada antes de la fecha del fallecimiento del causante,
la esposa que hubiese estado separada en forma libremente consentida y continuada
por más de dos años, conforme dispone el Código de Familia, la conviviente, si el
«de-cujus» estuvo casado y no existía sentencia de divorcio ejecutoriada y cuando
hubieran quedado dos o más concubinas, situación que será comprobada mediante
procedimiento especial.’
-Adviértase que el art. 32 del referido Manual, es taxativo al disponer: ‘Se concede
renta de viudedad a la esposa sobreviviente…’, lo que implica que la parte impetrante,
únicamente debe acreditar este extremo, caso contrario, si su estatus es de conviviente,
corresponde aplicar la segunda parte de este artículo, aclarando que la frase: ‘…y que
la vida en común se hubiera iniciado dos o más años antes del deceso.’, únicamente es
aplicable en relación al conviviente que pretenda beneficiarse de la renta de viudedad,
no siendo necesario que la esposa sobreviviente demuestre esta situación.
-En el caso de autos, la señora Olga Mirea Morales Terrazas, acredito que: a) el de
cuyus Dionicio Muriel Rocha, contrajo su primer matrimonio civil con la señora
Margarita Hinojosa Zenteno, el 18 de noviembre de 1971; habiendo fallecido la referida
señora, el 17 de octubre de 2001, conforme se acredita por la documentación cursante
a fs. 57; b) el señor Dionicio Muriel Rocha, adquirió el estatus civil de viudo, a partir
de octubre de 2001, teniendo plena libertad para adquirir matrimonio civil en cualquier
momento, es en ejercicio de este su derecho que su segundo matrimonio civil, lo
contrajo el 10 de agosto de 2009, con la señora Olga Mirea Morales Terrazas, conforme
se acredita a fs. 58 del expediente.
-A partir de agosto de 2009, el estatus civil de la señora Olga Mirea Morales Terrazas
era de esposa, del señor Dionicio Muriel Rocha, quien lamentablemente falleció el 30
de octubre de 2009, situación que se evidencia a fs. 59, lo que implica que el estatus
civil de la señora Morales Terrazas a partir de esta fecha es de viuda, respecto
a su fallecido esposo. En mérito de lo explicado, se asume que la ahora impetrante,
acreditó la condición prevista en la primera parte del art. 32 del Manual de Prestaciones
de Rentas en Curso de Pago y Adquisición de la Unidad de Recaudación, aprobado
por Resolución Secretarial Nº 10.0.0.087, de 21 de julio de 1997, estando plenamente
habilitada para ser beneficiada con la renta de viudedad.
-En relación a las causales que impiden ser beneficiaría de la renta de viudedad, las
mismas están desarrolladas en el art. 34 del referido Manual y se identifican cuatro
causales:
1º. No será beneficiaría la divorciada por Sentencia ejecutoriada, antes de la fecha del
fallecimiento del causante. En el caso de autos esta causal no es aplicable, en virtud
a que la impetrante Olga Marea Morales, no se divorció de su esposo Dionicio Muriel
Rocha.
“…el art. 2 del DL Nº 16187 de 16 de febrero de 1979, establece que no está permitido
más de dos contratos sucesivos a plazo fijo, como tampoco están permitidos contratos
a plazo fijo en tareas propias y permanentes de la empresa, en caso de evidenciarse la
infracción de estas disposiciones por parte del empleador, se dispondrá que el contrato
se convierta en uno por tiempo indefinido.
(…)
Dr. Gonzalo Miguel Hurtado Zamorano Dr. Fidel Marcos Tordoya Rivas
Magistrado Sala Contenciosa y Magistrado Presidente Sala
Contenciosa Administrativa, Contenciosa y Contenciosa
Social y Administrativa Segunda Administrativa,
Social y Administrativa Segunda
Resúmenes de Jurisprudencia 2017 Tribunal Supremo de Justicia
“…el art. 21 de la LGT, establece que: ‘En los contratos a plazo fijo se entenderá existir
reconducción si el trabajador continua sirviendo vencido el término del convenio.’,
normativa concordante con el DS Nº 16187 de 16 de febrero de 1979, que establece en
su ‘art. 1.- El Contrato de Trabajo puede celebrarse en forma oral o escrita por tiempo
indefinido, a plazo fijo, por temporada, por realización de obra o servicio, condicional
o eventual’ y ‘el art. 2.- No está permitido más de dos contratos a plazo fijo en tareas
propias permanentes de la Empresa. En caso de evidenciarse la infracción de estas
prohibiciones por el empleador, se dispondrá que el contrato a plazo fijo se convierta
en contrato de plazo indefinido’, precepto jurídico del que se desprende que, en los
contratos a plazo fijo se entiende que existe reconducción si el trabajador continua
prestando sus servicios al termino del mismo; y al respecto el decreto supremo señalado
establece que, no está permitido más de dos contratos a plazo fijo; nótese que, de las
normas legales señaladas, en ninguna de estas se establece que para que se dé la
reconducción, el trabajador deba demandar la reconducción de su contrato de trabajo;
de lo que se establece que, la Juez a quo con las atribuciones que le faculta la ley,
concluyó que de la revisión de obrados se pudo evidenciar que un determinado número
de demandantes tuvo hasta tres contratos a plazo fijo, por lo cual les correspondía el
pago del desahucio…”.
Por tanto: Infundados.
“…En este contexto, se advierte que estos extremos no han sido desvirtuados por
la parte demandada como correspondía hacerlo, conforme era su obligación hacerlo,
según lo previsto en los arts. 3. h), 66 y 150 del CPT, referidos al principio de la inversión
de la prueba, que determinan que, en materia social la carga de la prueba corresponde
al empleador, incumpliendo la parte demandada con estos preceptos, además que
para privar a los trabajadores de los beneficios sociales que reconocen las leyes, debe
existir prueba suficiente que permita al juzgador formar claro y amplio criterio sobre
lo argumentado por la parte demandada, en sentido de que el actor, nunca fue su
dependiente, motivo por el cual no le correspondería ningún beneficio social a su favor,
sin que se hallen respaldadas por prueba fehaciente, no constituye factor determinante
para pretender desconocer los derechos y beneficios que por ley le pertenecen a un
trabajador, como erradamente pretende justificar la parte demandada, razón por la
cual corresponde reconocer a favor del actor, el pago de los derechos y beneficios
sociales establecidos en la parte resolutiva de la Sentencia Nº 56 de 2 de marzo de
2015 cursante de fs. 431 a 434 de obrados, resolución que fue confirmada por el auto
de vista recurrido, emitido por el tribunal ad quem, quienes para llegar a la conclusión
asumida, valoraron de manera correcta la prueba aportada durante la tramitación del
proceso, conforme le facultan los arts. 3. j), 158 y 200 del CPT, pues analizado el fallo
de primera instancia, el juez a quo, en base a las documentales de fs. 4, 55 y 56 de
obrados, consistentes en certificados de trabajo extendidos por el recurrente, quien
dicho sea de paso, es un profesional abogado dedicado al campo laboral, quien tenía
conocimiento de la documentación que extendido al demandante, arribó a la conclusión
que entre el actor y la parte demandada, existió relación laboral de dependencia, no
siendo por tanto evidente las infracciones acusadas…”.
Por tanto: Infundado.
“…no se demostró que el certificado de nacimiento de fs. 21, 72, y 165, presentado
por el afiliado para la percepción de la renta de vejez, fuera falso, tal calidad fue
determinada oficiosamente por el SENASIR sobre la base de la Certificación emitida
por el SERECI-CBBA 1361/2013 de 4 de abril de 2013 de fs. 146, que da cuenta de la
existencia de tres partidas de nacimiento registradas a nombre de Juvenal Ayala Calle,
que como se señaló en párrafo precedente, dos de ellas fueron canceladas mediante
sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada emitida por autoridad competente.
Que, sobre la base de dicha certificación, el SENASIR no podía determinar
arbitrariamente que el certificado de nacimiento correspondiente a la Oficialía
de Registro Civil Nº 563, libro Nº 512100110NO, partida 56, folio 56 de fecha 6 de
noviembre de 1999, fuera falso, pues no es la autoridad competente para el efecto,
toda vez que la determinación de la falsedad de un documento, debe ser resuelto
en proceso contradictorio que cuente con sentencia judicial ejecutoriada. Del mismo
modo, los informes emitidos por el SERECI, no son idóneos para acreditar la falsedad
de un documento público, por lo que no pueden ser usados como fundamento para
justificar la desestimación de la renta de vejez, privándole al asegurado adulto mayor
a percibir una prestación económica imprescindible que le garantice una vida digna de
manera pronta y oportuna
Lo referido en el párrafo precedente, no significa la negación del deber que tiene el
SENASIR de fiscalizar y controlar que las prestaciones otorgadas por el Sistema de
Seguridad Social en el Régimen de Largo Plazo, hayan sido otorgadas de acuerdo a
ley, pero debe ejercitarlo en el marco del derecho al debido proceso y a la presunción
de inocencia, tal como prevé el art. 115-II y 117-I de la Constitución Política del Estado
y, art. 10 de la RM Nº 266 de 25 de mayo de 2005, que faculta al SENASIR: ‘En
los casos en que se evidencie la comisión de delitos o fraude procesal el SENASIR,
los artículos 46 de la Constitución Política del Estado y el 52 de la Ley General del
Trabajo; correspondiendo al actor el pago del desahucio determinado por el Juez a
quo y confirmado por el Tribunal de Alzada; entendiéndose que en materia laboral los
juzgadores no se encuentran sujetos a la tarifa legal de la prueba sino, por el contrario
deben formar libremente su convencimiento, inspirándose en los principios científicos
que informan la crítica de la misma y atendiendo las circunstancias relevantes del pleito
y la conducta procesal observada por las partes, conforme determinan los artículos
158 y 159 del Código Procesal del Trabajo, en relación con el artículo 3. j) del mismo
cuerpo legal, normas que disponen la libre apreciación de la prueba, pudiendo valorar
las mismas con amplio margen de libertad y según los principios reconocidos por la
constitución y las normas laborales.
En lo que refiere al cobro de beneficios sociales, cuando el trabajador se retira de
manera voluntaria, el recurrente argumentó que no correspondería su pago debido a
que la desvinculación laboral se operó por la ruptura unilateral del contrato por parte
del trabajador por haber inasistido a su fuente laboral por más de 6 días continuos; sin
embargo, corresponde el pago de desahucio a la trabajadora o al trabajador que sea
retirado intempestivamente. Siguiendo el razonamiento de los puntos precedentemente
expuestos y definida como está la relación laboral entre el empleador y el trabajador,
se garantiza el pago del desahucio cuando se produce un retiro intempestivo por
cuanto conforme la literal de fs. 56 presentada como prueba de descargo respecto la
desvinculación del actor, consistente en una carta presentada al Ministerio de Trabajo
con el cual pone en conocimiento que se habría producido el abandono de funciones
del trabajador, sin embargo de ello a fs. 55 del cuaderno procesal cursa una carta
otorgada por el demandado al actor, en la cual le fijan la meta de venta de 1200
paquetes y que en caso de incumplimiento se resolvería el contrato, entendiéndose
que la parte demandada tenía la intensión de rescindir el contrato con el trabajador,
por lo que dicha carta presentada ante el Ministerio de Trabajado no constituye prueba
fehaciente que demuestre el supuesto abandono de funciones del actor. De la misma
forma cabe resaltar que, por las declaraciones de los testigos de descargo, todos
coincidieron al afirmar que el actor no se retiró de manera voluntaria de su fuente de
trabajo; de donde se estableció que la desvinculación laboral se produjo por despido
forzoso o intempestivo, por lo que, este Tribunal de Casación coincide plenamente
con la decisión efectuada por el tribunal ad quen, no siendo evidentes los agravios
manifestados por el recurrente…”.
Por tanto: Infundado.
Para otorgar la Renta de vejez -al ahora causante- se valoró prueba dentro
el trámite de solicitud y el ente gestor determino que le correspondía este
derecho; por lo que, luego ante el fallecimiento del asegurado y la otorgación
de Renta de viudedad a la beneficiaria, no puede suspenderse esta última,
por considerar que falta documentación que acredite el derecho del causante,
menos que la que se utilizo era falsa, ya que la administración le otorgó en su
momento la Renta de vejez, en base a la documentación que cuestiona para
suspender en forma ilegal la Renta de viudedad a su beneficiaria.
La multa del 30% del monto total a cancelarse, respecto de los beneficios
sociales y derecho laborales que le correspondan a cada trabajador, establecida
como sanción en el art. 9 del DS 28699 ante el incumplimiento del pago de estos
conceptos dentro los 15 días, a la conclusión de la relación laboral, es aplicable
independientemente de la forma de desvinculación laboral; al ser su finalidad la
cancelación oportuna de los indicados derechos que fueron adquiridos por el
trabajador.
“…de la ratio legis de la norma citada, se colige que la aludida multa del 30% y la
actualización son aplicables cuando se produce el despido del trabajador, sea
intempestivo o indirecto, siendo obligación del empleador cancelar a los trabajadores
“…de la revisión de los datos y actuados del proceso se advierte que emitida la
Sentencia Nº 2/2016 de 5 de abril, a fs. 498 cursa la diligencia de notificación en la que
se hace constar que se notificó a la apoderada del Gobernador del Departamento de
Oruro con la ‘Resolución de Apelación P. Contencioso Administrativo’, cuando en
coherencia con el proceso debió haberse hecho constar señalando que se notifica con
la Sentencia Nº 2 /2016 de 5 de abril, pronunciada en el proceso Contencioso, toda
vez que éste proceso por su naturaleza es especial y en su trámite no admite recurso
de apelación contra la sentencia, sino recurso de casación según el art. 5 de la Ley Nº
620, aspecto que no fue advertido por la Secretaria de Cámara, como tampoco por los
Vocales de la Sala que concedieron el recurso de casación de fs. 525 a 531 por Auto
Nº 77/2016 en aplicación del art. 261 del Código Procesal Civil, sin tomar en cuenta
que los plazos procesales para interponer el recurso de casación contra las sentencias
dictadas en procesos contenciosos según el art. 5.I de la Ley 620 y numeral 2 de la
Circular Nº 2/2016, es el establecido por el 273 y conceder en aplicación del párrafo
II del art. 276 ambos del Código Procesal Civil y no como lo hizo en virtud del 261 del
Código Procesal Civil, que concede el recurso de apelación contra las sentencias o
autos definitivos, medio de impugnación que no se encuentra previsto en el trámite del
proceso contencioso, omisión que también debe ser subsanada, toda vez que los actos
realizados sin observar y cumplir las normas procesales para la materia, vulneran las
formas esenciales del proceso que de ningún modo pueden ser pasados por alto por
este tribunal e impide que abra su competencia para conocer y resolver el recurso de
casación de fs. 525 a 531 de obrados…”.
Por tanto: Anula.
“…si bien es cierto que el art. 61 del Manual de Prestaciones de Rentas en Curso de
Pago, como el art. 532 del Reglamento del Código de Seguridad Social, establecen
que la acción de cualquier derecho-habiente para reclamar una renta de los seguros
de riesgos profesionales o de muerte, prescribe a los tres años de la fecha de
fallecimiento del causante; sin embargo, no es menos cierto que el art. 410.II de
la CPE, establece que la Constitución es la norma suprema del ordenamiento
jurídico boliviano y goza de primacía frente a cualquier otra disposición normativa.
A ello corresponde señalar que de conformidad al art. 164.II. del mismo cuerpo de
normas fundamentales, debe cumplirse obligatoriamente a partir del momento de
su publicación.
Por otra parte, es de advertir, que el art. 48.IV. de la CPE, establece que los salarios
o sueldos devengados, derechos laborales, beneficios sociales y aportes a la
seguridad social no pagados tienen privilegio y preferencia sobre cualquier otra
acreencia, y son inembargables e imprescriptibles.
Consiguientemente, en consideración a las disposiciones legales precedentemente
citadas, de la revisión de antecedentes, se advierte que a fs. 129, cursa el Certificado
de defunción de Edith Luz Avila Enriquez, misma que demuestra que falleció el 9
de agosto de 2010, consiguientemente, cuando se encontraba en plena vigencia la
nueva Constitución Política del Estado de 7 de febrero de 2009, misma que en su art.
48.IV. dispone que los salarios o sueldos devengados, derechos laborales, beneficios
sociales y aportes a la seguridad social no pagados tienen privilegio y preferencia
sobre cualquier otra acreencia, y son inembargables e imprescriptibles.
Por tanto, el solicitante José López López para acceder a los derechos de viudedad,
tramitados ante SENASIR, no tiene plazo porque son imprescriptibles, aún sea que
el art. 61 del Manual de Prestaciones de Rentas en Curso de Pago y Adquisición
y el art. 532 del Reglamento del Código de Seguridad Social, dispongan la
prescripción en tres años, toda vez que por mandato del art. 410.II de la CPE, son
las disposiciones constitucionales las que deben aplicarse con primacía frente a
cualquier otra disposición legal de inferior jerarquía como lo son las alegadas por la
entidad recurrente. Consiguientemente, el Tribunal de Apelación, ajustó a derecho
sus determinaciones, no habiendo sido demostrado por el SENASIR, aspecto
contrario…”.
Por tanto: Infundado.
realizó, puesto que este pago lo hizo en la misma gestión 2004, fecha desde la cual
nuevamente comenzó el cómputo del plazo de los 4 años para la prescripción, es
decir que comenzó desde el 1 de enero de 2005 y concluyó el 31 de diciembre de
2008, correspondiendo en consecuencia declarar prescrita la contravención impuesta
al contribuyente, como bien establecieron los Tribunales de instancia…”.
Por tanto: Infundado.
“…no obstante la claridad del fallo y las disposiciones legales en que se funda la
decisión de alzada, la institución recurrente niega la devolución de Bs. 3.700 por el
pago de su tratamiento porque no se cumplió con las formalidades exigidas por las
normas señaladas, es decir que no autorizó la Comisión de Prestaciones la atención
por otro nosocomio; sin embargo, ésta formalidad no puede prevalecer cuando se
encuentra en peligro la vida de la beneficiaria, porque razonar en contrario sería
desconocer los principios en que se sustentan la Seguridad Social, particularmente el
derecho a la vida, que en el caso, el estado de salud de la beneficiaria está respaldada
por las Resoluciones Nº 68/2013, de fs. 53 a 55, por la 255 de 7 de febrero de 2013,
el Informe Social de fs. 11 a 12 que describen el diagnóstico y tratamiento al que
estaba sometida, que no pudo ser cumplido por la Caja Nacional de Salud, tampoco
en el Hospital San Gabriel, razón por la cual se cumplió con el tratamiento en el Centro
de Imagen Molecular CIM, recibiendo la “Dosis de 100 mc de I-13 (Yodo radioactivo)
durante la internación de dos noches”, que guarda relación con el diagnóstico médico
de la paciente y resta valor a las formalidades que antepone la Caja Nacional de Salud,
Cuando existe una prestación de servicio profesional o técnico, sin que exista
dependencia y subordinación, ni exclusividad, no se puede pretender hacer
creer que se trata de una relación laboral, al ser esta una netamente comercial;
al no contener las características propias de una relación laboral.
“…el art. 1 del DS N° 23570 de 26 de julio de 1993, el cual hace referencia a las
características esenciales de la relación laboral que son las siguientes: a) La relación de
dependencia y subordinación del trabajador respecto del empleador; b) La prestación
del trabajo por cuenta ajena; y c) La percepción de remuneración o salario en cualquiera
de sus formas de manifestación.
Así también el art. 2 de la misma norma, de manera concordante, establece que en
las relaciones laborales en las que concurran aquellas características esenciales
precedentemente citadas, se encuentran dentro del ámbito de aplicación de la Ley
General del Trabajo. Del mismo modo, la jurisprudencia de la entonces Corte Suprema
de Justicia en su Auto Supremo (AS) N° 431 de 10 de julio de 2006, ha expresado
que: ‘... la doctrina y la jurisprudencia del Supremo Tribunal, en casos similares, ha
establecido que en derecho laboral se distinguen: los trabajadores independientes y
los dependientes. Los primeros, realizan una actividad sin sujeción a ningún patrón o
empleador, mediante la celebración de actos, obras o contratos de derecho común;
en cambio, los trabajadores dependientes son subordinados, realizan una actividad
con sujeción a un patrono, sujeto a la prestación de un servicio personal, bajo una
continua y permanente dependencia. Por consiguiente, para ser considerado contrato
de trabajo, dada su naturaleza especial, hace imprescindible la conjunción de varios
requisitos, entre ellos: los sujetos intervinientes, la capacidad, el consentimiento, la
dependencia o subordinación, la prestación personal, la remuneración, la exclusividad
y la profesionalidad entre otros. Luego, la relación de dependencia y subordinación,
así como los efectos de la relación laboral, deben estar determinados por un salario,
horario de trabajo y otras características que lleguen a establecer la dependencia con
claridad, conforme previene el D.S. Nº 23570 de 26 de julio de 1993 que interpreta a
cabalidad el artículo 1 de la Ley General del Trabajo’.
En el caso en análisis, de los antecedentes fácticos se desprende que la Corporación
de Seguro Social Militar “COSSMIL” Regional Santa Cruz, suscribió un contrato de
“…en ese entendido de los antecedentes del proceso cursa de fs. 1 a 3 repetido de fs.
82 a 84, el contrato de prestación de servicios de consultaría suscrito entre la actora
“…se tiene que de la revisión de obrados se pudo evidenciar que, a fs. 32 cursa el
certificado de reconocimiento de antigüedad de Florencia Andia Rodríguez, emitido
por el Departamento Nacional de Recursos Humanos de la Caja Nacional de Salud,
en el cual se manifestó que: ‘…debemos aclarar que para efectos de jubilación, la
Dirección General de Pensiones necesariamente deberá computar el inició de sus
servicios a partir del 28 de abril de 1982, con lo cual al 1 de mayo de 1997 cumple
el requisito mínimo de 180 cotizaciones, el que añadido a los 55 años de edad, le
permite acceder al beneficio de Jubilación’ (las negrillas fueron añadidas). Además
que mediante el certificado emitido por el Jefe Regional de Recursos Humanos de
la Caja Nacional de Salud, se certificó que: ‘revisado el expediente personal de la
Sra. FLORENCIA ANDIA RODRIGUEZ, se establece que ingreso a trabajar a la
Institución en fecha 28 de abril de 1982, bajo la modalidad de Contratos Temporales
(…) Siendo su designación a partir del 1 de septiembre de 1982 como personal de
planta en el cargo de ENFERMERA…’; siendo esta documentación con la que se
contó para dar fe probatoria para calcular su Renta Única de Vejez, documentos que
fueron incorrectamente valorados por el SENASIR, puesto que claramente se puede
evidenciar de los certificados citados, que la asegurada ingreso a trabajar a la Caja
Nacional de Salud el 28 de abril de 1982, siendo esta fecha la que se tiene que tomar
en cuenta para efectos de antigüedad y no así la fecha de 1 de septiembre de 1982,
que fue la fecha en la que pasó a formar parte del personal de planta.
En ese contexto debemos señalar que el art. 14 del DS Nº 27543 de 31 de mayo
de 2004, señala: ‘En el caso de inexistencia de planillas y comprobantes de
pago en los archivos del SENASIR, del periodo comprendido entre enero de 1957
y abril de 1997, el SENASIR certificará los aportes con la documentación que
cursa en el expediente del asegurado, a la fecha de publicación del presente
Decreto Supremo, bajo presunción juris tantum. Los documentos será uno o más
de los siguientes: Finiquitos, Certificados de trabajo, boletas de pago o planillas de
“…el art. Único del DS Nº 23474 de 20 de abril de 1993, señala: ‘Ampliase la base
de cálculo del Bono de Antigüedad, establecido por el D.S. No. 23113 de 10 de abril
de 1992, a tres salarios mínimos nacionales para los trabajadores de las empresas
productivas del sector público y privado, respetando los acuerdos establecidos en
convenios de partes sobre esta materia’.
Inicialmente debemos referirnos que el DS Nº 21137 de 30 de noviembre de 1985, fue
derogado en parte por el artículo único del DS Nº 23113 de 10 de abril de 1992 y este
Cuando los elementos que hacen a una relación laboral, se encuentran en los
hechos en una relación contractual, no puede pretenderse que se entienda
como otra forma de relación que no sea laboral, al estar claramente establecidas
los elementos que la definen.
“…Respecto a la aplicación del art. 9-I del Decreto Supremo Nº 286999 según el
art. 48-II de la Constitución Política del Estado; cabe señalar que de la revisión de
los antecedentes del proceso, se tiene que el actor Luis Alberto Vaca Pinto Balcazar
registra como fecha de ingreso a la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno el
01 de julio de 1981 como docente emérito hasta su retiro voluntario en fecha 23 de
marzo de 2006, de cuyo cómputo resulta que trabajó en la referida institución 24 años,
5 meses y 12 días, conforme a las literales de cargo de fs. 1 a 85; fs. 173 a 297 y las
de descargo de fs. 104 a 155.
De esto se colige que, el actor Luis Alberto Vaca Pinto Balcazar concluyó su relación
con la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno el 13 de marzo de 2006, fecha
a partir de la corría el plazo de 15 días para el pago de los beneficios sociales por la
institución empleadora, conforme prevenía el Decreto Supremo Nº 23381 de 29 de
diciembre de 1992, que en caso de incumplimiento imponía para el empleador que
el pago sería con la actualización y reajuste de los beneficios sociales en base al
Índice de Precios al Consumidor (IPC), norma vigente a la fecha de la desvinculación
laboral y por tanto correctamente aplicada por el Juez a quo como por el Tribunal ad
quem, toda vez que no se sanciona la fecha de pago como erróneamente entendió el
recurrente, sino se sanciona el incumplimiento de los 15 días por el empleador, que
en el caso de autos, ese incumplimiento operó en vigencia de la norma señalada, en
consecuencia no corresponde la imposición de la multa del 30% más la actualización
en UFV prevista en el art. 9-I del Decreto Supremo Nº 28699 de 1 de mayo de 2006, por
la sencilla razón que no se encontraba vigente a la fecha de la desvinculación laboral,
lo cual no quiere decir que la obligación del empleador de cancelar en el plazo de 15
días los beneficios sociales no estaba sancionado, sino que se encontraba previsto
en el D.S. 23381, este razonamiento guarda relación con el principio establecido en el
art. 33 de la Constitución Política del Estado de 1967 y mantenida en el art. 123 de la
Constitución Política del Estado de la actual, que refiere, la Ley sólo dispone para lo
venidero y no tiene efecto retroactivo, excepto en materia social cuando lo determine
Todo trabajador que preste sus servicios en una zona que se encuentre dentro
los 50 km lineales con las fronteras internacionales, adquiere el derecho a
percibir un subsidio frontera, al ser esta la única condición exigible para su
procedencia.
“…debemos señalar que, el subsidio de frontera, en el marco del art. 12 del DS Nº 21137,
(Subsidio de frontera) señala: ‘Se sustituye los bonos de frontera, zona o región con un
subsidio de frontera, cuyo monto será el veinte por ciento (20%) del salario mensual.
Se beneficiarán con este subsidio, solamente los funcionarios y trabajadores del Sector
Público cuyo lugar de trabajo se encuentra dentro de los cincuenta kilómetros lineales
de las fronteras internacionales. Esta disposición regirá también para las empresas
privadas’. (El subrayado es nuestro). Esta normativa fue instituida con la intención de
fortalecer la presencia del componente humano, no sólo a través de la Administración
pública, sino en general de todo trabajo, asalariado que comparta esa condición; y
por otra, constituye un derecho consolidado emergente de una condición específica
(ubicación geográfica de la fuente laboral) sin que esa norma pilar, reconozca tratos
discriminatorios.
La procedencia del pago, está condicionada a que el lugar de trabajo se encuentre
dentro de los 50 Km., lineales de las fronteras internacionales. Ahora bien de la revisión
de obrados se evidencia que a fs. 209 de obrados, cursa el certificado emitido por el
Instituto Geográfico Militar por el que se establece que la ciudad de Tupiza, lugar donde
se desarrolló el trabajo, se encuentra en una distancia aproximada de 50 km del límite
del radio urbano al hito 18 (cerro Vaqueros), de lo que se llaga a la conclusión de darse
por cumplido este requisito.
Del mismo modo, de fs. 3 a 4 de obrados, cursa la Resolución Suprema Nº 228719 de
14 de mayo de 2008, en la que se evidencia que el actor trabajó en la línea fronteriza de
la ciudad de Tupiza, como Superintendente de Minas, con jurisdicción en las Provincias
Nor y Sud Chichas, Nor y Sud Lípez, Enrique Baldivieso, Daniel Campos y Modesto
Omiste del Departamento de Potosí y todo el Departamento de Tarija; adicionalmente
a fs. 7, cursa la Resolución Suprema Nº 00541 de 5 de junio de 2009, que refrenda y
evidencia que el demandante fungió como Director Ejecutivo de la Autoridad Regional
Jurisdiccional Administrativa Minera de Tupiza, ambas resoluciones, se constituyen en
corroboraciones periféricas, en consonancia con el resto de las pruebas, sustentado en
la premisa normativa, todas en su conjunto conducen a la conclusión de forma racional
que corresponde el pago del beneficio…”.
Por tanto: Infundados.
‘II. Se exceptúa a las servidoras y los servidores públicos electos y de libre nombramiento,
así como quienes en la estructura de cargos de los Gobiernos Autónomos Municipales,
ocupen cargos de: 1. Dirección, 2. Secretarias Generales y Ejecutivas, 3. Jefatura, 4.
Asesor, y 5. Profesional’.
En el caso presente, analizado los antecedentes procesales, se evidencia que el actor
ingresó a trabajar en el Gobierno Autónomo Municipal de Sucre, a partir del 12 de mayo
de 2014, como Técnico en el Área de Información y Registro Catastral dependiente de
Catastro Multifinalitario - Secretaría Municipal de Planificación Territorial del Gobierno
Autónomo Municipal de Sucre, conforme se evidencia por el Memorándum Cite
S.M.P.O.T. – RR.HH. Nº 05/14 de 12 de mayo de 2014 cursante a fs. 1 de obrados,
hasta el 27 de julio de 2015, según consta en el Memorándum Cite S.M.P.O.T. – RR.HH.
Nº 40/15 de 27 de julio de 2015 de fs. 2 de obrados.
En virtud de tales apreciaciones, se puede advertir con verosimilitud que, en la
institución demandada, el actor desempeño sus funciones en el cargo de Técnico del
Área de Información y Registro Catastral, según consta en antecedentes, por tanto, al
no encontrarse dentro de las excepciones previstas en el art. 1. II de la Ley Nº 321 de 18
de diciembre de 2012, se encuentra amparado por la Ley General del Trabajo, extremo
corroborado en el art. 8 del Reglamento Específico del Sistema de Administración de
Personal del Órgano Ejecutivo del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre, cursante de
fs. 17 a 35, donde es la propia institución edilicia que reconoce que los que ocupan el
cargo de técnico como es el caso del actor, si están amparados por la Ley General del
Trabajo, por lo que, al haberse demostrado la existencia de una relación laboral, con
las características esenciales previstas en los arts. 1 del DS Nº 23570 de 26 de julio de
1993 y 2 del Decreto Supremo Nº 28699 de 1 de mayo de 2006, corresponde el pago
de los derechos y beneficios sociales consignados en la sentencia de primera instancia
y confirmados en el auto de vista recurrido, quienes para arribar a la decisión asumida,
valoraron de forma correcta y acertada la prueba aportada durante la tramitación de la
causa, conforme le facultan los arts. 3. j), 158 y 200 del Código Procesal del Trabajo, ya
que la parte demandada no logró desvirtuar los extremos alegados por la parte actora,
como era su obligación hacerlo, según lo previsto en los arts. 3. h), 66 y 150 del Código
Procesal del Trabajo…”.
Por tanto: Infundado.
Para que un trabajador sea despedido por un acto o hecho que se le acusa,
este debe primero ser sometido a un proceso donde pueda asumir defensa, y
en el cual se demuestre con las garantías del debido proceso su inocencia o
culpabilidad; empero, si este proceso se lo realiza sin presencia del trabajador
se vulnera el debido proceso, y por lo tanto el despido producto del mismo, es
ilegal e intempestivo.
46 y 48. II. III de la Constitución Política del Estado, prohibiendo además el artículo
49.III de la referida constitución, el despido injustificado y toda forma de acoso laboral,
habiéndose emitido en ese marco varias normas que tienden a proteger la estabilidad
laboral, entre ellas el Decreto Supremo Nº 28699 de 1 de mayo de 2006, cuyo artículo
11, protege y reconoce la estabilidad laboral de todos los trabajadores asalariados,
claro está cuando estos no incurran en las prohibiciones previstas por ley que den
lugar a su despido con justa causa, parámetros protectivos que en el caso no pueden
ser desconocidos…”.
Por tanto: Infundado.
“…Respecto a la acusación de violación del art. 202 del CPT, sobre supuesto error
cometido por el tribunal de alzada, al confirmar la sentencia de primera instancia, al
omitir fundamentar la resolución; al respecto, corresponde señalar que del examen de la
Sentencia de fs. 133 a 136 de obrados, el Juez de primera instancia al emitir el fallo dio
cumplimiento con lo estipulado por el art. 202 del CPT, al establecer que: ‘La sentencia
recaerá sobre todos los puntos litigados y constará de una parte considerativa y otra
resolutiva, y se dictará conforme a las reglas siguientes: a) En la parte considerativa se
indicará el nombre de las partes, la relación sucinta de la acción intentada y los puntos
materia de la controversia. En párrafos expresos se hará una relación de los hechos
comprobados y alegados oportunamente. Se hará referencia a las pruebas que obren
en los hechos. En seguida se darán las razones y fundamentos legales que se estimen
pertinentes, se citarán las normas legales y las razones doctrinales que se consideren
aplicables al caso. b) En la parte resolutiva, se indicará la decisión que se adopte con
determinación obligatoria e inexcusable de la cuantía de las obligaciones que debe
pagar el demandado. La liquidación que contenga deberá referirse a todos y cada
uno de los conceptos a que se refiera el auto de prueba previsto en el Artículo de este
Código bajo responsabilidad. c) La parte resolutiva también comprenderá aquello que
el trabajador hubiese omitido reclamar en la demanda y que en el curso del proceso se
hubiera evidenciado y tenga conexitud.’
En ese sentido, se evidencia que el Juez al dictar la sentencia incorporó en su
resolución las exigencias de la precitada norma legal, con la debida fundamentación
en el segundo considerando, cumpliendo con lo exigido por los arts. 190 del Código de
Procedimiento Civil y 202 del Adjetivo Laboral, ya que contiene decisiones expresas,
positivas y precisas, explicando de manera clara la relación de los hechos alegados
oportunamente y comprobados en el proceso, haciendo referencia a las pruebas que
llevaron a la autoridad a concluir en la existencia de la relación laboral y posteriormente
resolver conforme a los argumentos de la sentencia, siendo congruente tanto la parte
considerativa como la parte resolutiva y pertinentes las citas de las pruebas que llevaron
a tal convencimiento, no siendo evidentes las infracciones legales denunciadas…”.
Por tanto: Infundado.
Supuesto Fáctico:
“…señala que a pesar de que Río Grande ha entregado la obra en tiempo oportuno
y dentro del plazo establecido, el Gobierno Autónomo Municipal de Oruro, no realiza
el pago de liquidación final que asciende a la suma de 387.197,31, toda vez que se
argumenta que la mencionada obra fue adjudicada y ejecutada durante la gestión del
Lic. Edgar Bazán Ortega y no así en la gestión de la actual Alcaldesa de Oruro y que
ésta no puede correr con un pago de obra que no contrató. Al respecto, dice que se
debe recordar que el Gobierno Autónomo Municipal de Oruro, responde a una entidad
jurídica la misma que tiene sus representantes, por tanto no es directamente la persona
natural con la que se contrata sino con la entidad jurídica que evidentemente tiene un
representante. Finalmente, señala que a pesar de que la obligación se encuentra
totalmente respaldada y conciliada con personeros del Gobierno Autónomo Municipal
de Oruro, vanos son las solicitudes que realiza de cancelación”.
Precedente:
“…sobre el pago de los supuestos trabajos adicionales en la suma de Bs. 82.964,83
supuestamente encargados por el supervisor de obras, no cursa en obrados
documentación o actas u otra prueba fehaciente que demuestre el encargo oficial del
Gobierno Municipal de Oruro, para la ejecución de dichos trabajos es decir no existe
una orden oficial u nota u orden expresa que avale la pretensión del demandante en
sentido de que se le habría pedido o encomendado aquellos trabajos adicionales y
que por estos se le adeudaría la suma adicional demandada, aspecto que inviabiliza
éste pedido, máxime si se infiere que la empresa demandante por la actividad de
construcción que permanente que realiza con instituciones públicas y otras, conoce
de las exigencias administrativas para la ejecución de aquellos trabajos adicionales,
tal es así que en el transcurso de la ejecución de proyecto se suscribieron contratos
Supuesto Fáctico:
«…ALFA VITAMINS LABORATORIES INC., se apersonó ante la Dirección de Propiedad
Intelectual del SENAPI, solicitando la cancelación del registro marca `ALFA VITAM´,
clase 5 internacional, de titularidad de la firma LABORATORIOS ALFA LIMITADA,
Supuesto Fáctico:
Acusa que la Autoridad General de Impugnación Tributaria no analizo correctamente las
pruebas, llegando a vulnerar la normativa tributaria, como la existencia de la diferencia
del 50% entre lo declarado y lo consignado en las facturas Nos. 752 y 753, de lo que
para consignar como crédito fiscal se debió realizar un análisis de las mencionadas
facturas, como así también que en dichas facturas consignan el NIT 1020702023
debiendo ser el correcto 1020703023, error que la AGIT no toma en cuenta justificando
en que las facturas observadas consignan el NIT de ENTEL S.A. pero con un error
en el séptimo digito del NIT, por lo que cita los parágrafos i y III del art. 41 de la RND
10-0016-07 de 18 de mayo de 2007, en el sentido que dicha norma es clara en cuanto
a los requisitos que debe contener una factura para que sea válida para crédito fiscal
y uno de esos requisitos es que se encuentre correctamente consignado el NIT del
contribuyente al cual se le otorga la factura, y que al existir en las facturas observadas
752 y 753 error del NIT del comprador (ENTEL S.A.) incumple el numeral 4 de la citada
Resolución Normativa de Directorio, y que la AGIT pretende subsanar el error en el
NIT con la documentación referida al contrato privado, libros de compras diarios y
otros, y que si bien existe la factura original esta fue emitida sin cumplir los requisitos
establecidos en la normativa.
Que la AGIT considero vagamente lo dispuesto en la Ley Nº 843, para validar el crédito
fiscal del contribuyente con una errada interpretación de la normativa tributaria, ya que
Supuesto Fáctico:
“La entidad actora menciona que el Servicio de Impuestos Nacionales emitió la
Resolución Normativa de Directorio No. 10-0016-07 “Nuevo Sistema de Facturación
(NSF-07)” de 18 de mayo, norma que dispone la obligatoriedad de contar con Libros
de Compras y Ventas IVA por los sujetos pasivos y terceros responsables afectos al
Impuesto al Valor Agregado para fines impositivos, llevándose un registro cronológico,
así mismo con la finalidad de incrementar la eficiencia en las labores de fiscalización
y a su vez facilitar a los sujetos pasivos el cumplimiento de sus deberes formales, se
Supuesto Fáctico:
“…al momento del comiso no se presentó ninguna documentación legal que acredite
la adquisición de mercancías en mercado interno correspondiente a los ítems 22, 24,
25, 28, 30, 34 y 36, y así se consignó en el cuadro de cotejo de documentación en
observaciones; 22 mercancía no se encuentra amparada, no coincide con el lote, no
se encontró número de lote; 24 mercancía no se encuentra amparada, no coincide con
la descripción de referencia del producto; 25 mercancía no se encuentra amparada, no
coincide con la descripción de referencia del producto; 28 mercancía no se encuentra
amparada, no coincide con la descripción de referencia del producto; 30 mercancía
no se encuentra amparada, no coincide con el lote, no se encontró número de lote; 34
no presentó documentos de descargo; y 36 mercancía no se encuentra amparada, no
coincide con la descripción de referencia del producto.
La AGIT señala que conforme al art. 90 de la LGA y el art. 111 del Reglamento a
la Ley General de Aduanas, el único documento que ampara la legal importación
de mercancías a territorio nacional, es la DUI y que realizado el cotejo respectivo
con la documentación soporte, se evidencia que la mercancía está amparada; ello
sin considerar que el art. 81 del Código Tributario (CTb), prevé que las pruebas se
apreciarán conforme a las reglas de la sana crítica, que son admisibles únicamente
aquellas que cumplan los requisitos de pertinencia y oportunidad, y que deben ser
rechazadas las pruebas manifiestamente inconducentes, dilatorias, superfluas o
lícitas, las no presentadas durante el proceso de fiscalización ni se hubieran anunciado
para presentar antes de la emisión de la resolución determinativa y las ofrecidas fuera
de plazo; en ese caso, pueden presentarse como prueba de reciente obtención.
De ello se infiere que la Administración Aduanera no puede ni debe valorar las pruebas
presentadas fuera del plazo tributario previsto al efecto, por cuanto las mismas
fueron producidas en sede jurisdiccional, específicamente en la etapa preparatoria o
investigativa a cargo del Ministerio Público; el principio de verdad material no puede
ser aplicado discrecionalmente para valorar pruebas no producidas oportunamente, ni
Supuesto Fáctico:
“…en el procedimiento de Control Diferido Regular, se estableció claramente que el
certificado de IBMETRO que fuera presentado como documento de soporte de la DUI,
no existe y no está registrado en ninguno de los archivos de IBMETRO-Central La;
además que los certificados tienen Código 04, cuando corresponde a la ADA Avaroa
el código 03 y el técnico que firma no se encontraba en funciones, tampoco detalla el
número de factura el cual hace referencia al servicio realizado, no se verifica el número
de parte de recepción del vehículo que debe responder al vehículo inspeccionado y
certificado, por lo que no corresponde realizar una Fiscalización Posterior para que
se determine si el certificado es válido o no, si el mismo IBMETRO certificó que no
es válido ese documento porque cuenta con diferentes observaciones que invalidan
el mismo. Con relación al procedimiento penal, señala que este tiene el único fin de
determinar quién y en qué grado fue responsable de la emisión del certificado y no así
la validez o no del certificado.
Supuesto Fáctico:
“Respecto a las Actas por Contravenciones Tributarias, previa descripción de los
artículos de la RND 10-0037-07 y de antecedentes administrativos hasta la emisión de
las Actas por Contravenciones Tributarias Nos. 42468 y 42467, las cuales impusieron
una multa de 3.000 UFV por Incumplimiento de Deberes Formales cada una por la
contravención del art. 70.8 del Código Tributario Boliviano (CTB); señala que no existe
una doble sanción por el mismo Incumplimiento Formal ni se ha vulnerado el principio
non bis in ídem, como señala la Resolución Jerárquica AGIT-RJ 1505/2013, ya que
para que se confirme la vulneración debe existir identidad de sujeto, objeto y causa,
aspectos que en el presente caso no existió porque no hay identidad de objeto entre
las Actas por Contravención Tributarias Nos. 42468 y 42467, por lo que no se vulneró
dicho principio”.
Precedente:
“…la Administración Tributaria notificó a la Constructora y Servicios Urquizo SRL con el
Orden de Verificación N° 0011OVE00346, requiriendo la presentación de los siguientes
documentos: 1) Declaraciones Juradas de los periodos observados (Form. 200), 2)
Libros de Compras IVA, 3) Facturas de compras observadas, 4) comprobantes de
las compras realizadas, 5) Comprobantes de Transacciones, medios fehacientes de
pago y otra documentación que respalde las compras efectuadas al proveedor Orlando
Paricollo Pérez con Nit 253645601, 6) Otra documentación que el Fiscalizador
asignado solicite durante el proceso; empero, tal solicitud de documentación
no fue cumplida por la Constructora mencionada, por lo que, el SIN emitió el Acta
por Contravenciones Tributarias vinculadas al proceso de Determinación N° 42468,
registrando el Incumplimiento del Deber Formal y determinó una sanción de
UVF’s.3.000.-, prevista en el subnumeral 4.1 del art. 4 del Anexo A Consolidado de la
RND N° 10.0037.07.
Supuesto Fáctico:
“Alegó sobre la prescripción, indicando que la fiscalización de los períodos octubre,
noviembre y diciembre de 2008 (debió decir julio, agosto y septiembre), a la fecha
de la Resolución Determinativa de 1 de abril de 2013, que no le fue notificada hasta
ahora, trascurrieron más de 4 años, debiendo aplicarse el artículo 59 de la Ley N° 2492.
Manifestó que la Administración Tributaria hace referencia a que se interrumpió el
término de la prescripción con la emisión de la Vista de Cargo N° 00246/2012 de 28
de diciembre, emitiéndose posteriormente la Resolución Determinativa de 1 de abril
de 2013, por los períodos fiscales de julio, agosto y septiembre de 2008, notificada
a Silvestre Paco Mamani el “11 de enero de 2013” (sic). Citó el artículo 60 de la Ley
N° 2492, concluyendo que, realizado el cómputo, prescribieron las obligaciones
correspondientes a los períodos señalados.
En cuanto a la sanción, insistió en que la sanción por supuesta omisión de pago, como
Supuesto Fáctico:
“Sostiene que la AGIT no se pronunció de forma expresa, positiva y precisa sobre las
cuestiones planteadas en el recurso jerárquico, pues en su resolución, sólo identificó
dos agravios expuestos por el recurrente: el primero, referido a la contradicción de la
normativa citada en el AIC y la RS, y el segundo, en relación a que la adecuación al tipo
de ilícito es inadecuada. Sin embargo, de forma incongruente, la AGIT argumentó que
la Administración Aduanera (AA) vulneró el debido proceso y el derecho a la defensa,
debido a que antes de calificar la conducta del sujeto pasivo como contravención
aduanera, debió verificar la procedencia de las veinte (20) cajas, y en aplicación del
art. 36-II de la Ley 2341 Ley del Procedimiento Administrativo (LPA) dispuso anular
obrados hasta el AIC, inclusive; evidenciándose que fundamentó su decisión en hechos
y fundamentos diferentes a los agravios expresados por el recurrente, emitiendo un
fallo ultra petita.
Señala, que de acuerdo a esta norma, el TCP es la única institución que ejerce la
justicia constitucional, el control de constitucionalidad y precautela el respeto y vigencia
de los derechos y garantías constitucionales, por lo que la AGIT al arrogarse facultades
que no le corresponden, anuló tácitamente la resolución emitida, sin competencia para
el efecto”.
Precedente:
“…el argumento utilizado por la AGIT para determinar la nulidad, señala que: `(…) la
descripción y cantidad de la mercancía que señala el Informe Técnico AN-GRLPZ-
ELALZ-I N° 235/2012 correspondiente a los 24 bultos declarados, entre los cuales
se encuentran las veinte (20) cajas con autopartes, mismas que arribaron en el
contenedor precintado desde origen, son las mismas que se describen en el Acta
de Intervención AN-GRLPZ-ELALZ-I-30/2012 donde se menciona que veinte (20)
cajas con diferentes autopartes fueron encontradas posterior a la apertura del
Supuesto Fáctico:
“Manifiesta, que el contribuyente presentó la DDJJ con Nº de orden 7931240125 del
periodo agosto de 2008, con ventas facturadas de más de siete millones de bolivianos,
e impuesto determinado de Bs. 237.316, que no fue cancelado; luego el 10 de octubre
de 2008 presentó DDJJ Rectificatoria con Nº de orden 7931246510, de la cual pidió
y se aceptó un plan de pagos que concluyó el 9 de junio de 2011. En esa situación,
antes de que concluya el plan de pagos se presentó una nueva DDJJ Rectificatoria
con el N° de Orden 7931515238, por la que se inició el PIET N° 586/2009, hecho que
incumplió el art. 25 de la RND N° 10-0037-07, que establece que cuando se presente
una declaración que no consigne la multa se debe enviar la misma al Departamento
Jurídico y a Cobranza Coactiva para la ejecución tributaria.
Manifiesta, que esta falta se la considera como omisión de pago descrita en el art 42
de la Ley 2492 CTb y que se enmarca dentro del art. 165 de la norma citada, porque
declaró un importe que no cancelo, correspondiendo por esta situación que se deba
proceder a cancelar el 100 %, porque no se encontraba cancelada la deuda en su
totalidad, de forma que la Administración Tributaria (AT) lo que ha hecho es proceder
a cumplir con lo determinado por el último artículo citado y calcular la deuda tributaria
en UFV tal como establece el art. 42 del RCTB. Esto porque todas las actuaciones de
la AT están bajo el sometimiento pleno a la Ley dispuesto por el art. 4 inc. c) de la Ley
2341 de Procedimiento Administrativo (LPA)”.
Precedente:
“…el SIN ha aprobado un Procedimiento para la aplicación de Sanciones Directas
por Incumplimiento de Deberes Formales relacionados con la Presentación de DDJJ
que es la RND Nº 10-0011-08 de 20 de marzo de 2008, que en su art. 2, dispone la
Supuesto Fáctico:
“… al encontrarse en los alegatos de la parte demandante y demandada, varios objetos
de controversia a ser resueltos relacionados a: 1) Si la Resolución Agua Potable y
Saneamiento Básico Nº 055-13, que confirma la Resolución Administrativa Regulatoria
AAPS 280/ 2013 que a su vez confirma la Resolución Administrativa Regulatoria AAPS
244/ 2013 debió o no disponer la prevalencia de los derechos existentes y vigentes
del Servicio Autónomo Municipal de Agua Potable y Alcantarillado y Aguas, así como
la vigencia del Contrato de Régimen de Bienes, el cuidado y supervigilancia de los
bienes dados en arrendamiento y pago de los cánones comprometidos por la Empresa
Pública Social de Agua y Saneamiento S.A.; 2) Si Ministerio de Medio Ambiente y
Agua y la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento
Básico, usurpando funciones que no le competen establecen en las resoluciones, la no
resolución del Contrato de Régimen de Bienes por concepto de caducidad o terminación
de la Autorización Transitoria Especial, bajo diferentes fundamentos, incurriendo en
clara trasgresión del Contrato de Régimen de Bienes; y 3) Si se infringen derechos
fundamentales del Servicio Autónomo Municipal de Agua Potable y Alcantarillado y
Aguas y en relación a los principios de la actividad administrativa, que tienen que ver
con la jurisdicción constitucional y o dilucidarse en procesos contencioso emergente
de contratos, negociaciones o concesiones del Poder Ejecutivo, este tribunal, en
cumplimiento de la aplicación directa la Nueva Constitución Política del Estado de 9
de febrero de 2009 dispuesta por la Sentencia Constitucional Nº 1922/2012 de 12
de octubre de 2012 que señala que : `… los preceptos de una Constitución al entrar
en vigencia, deben ser aplicados de forma inmediata, aún en casos pendientes de
resolución iniciados con anterioridad a la vigencia de la Constitución Política que se
está aplicando, pues los derechos fundamentales, garantías constitucionales y los
tal forma que esta última parte de la norma analizada, fija por un lado, que cuando se
haya declarado la revocatoria de la concesión en forma pura y simple sin intervención
y se hubieran agotados todos los recursos administrativos, la revocatoria determinará
el cese inmediato de los derechos del Titular, interpretación contraria significaría que
declarada la revocatoria, inmediatamente se produciría la cesación de los derechos
del titular de concesión y el servicio de agua potable se vería interrumpido, mientras se
proceda a la nueva licitación.
En el caso de autos la Resolución Administrativa Regulatoria AAPS Nº 244/2013
de 25 de marzo de 2013, que fue confirmada a través de la Resolución de Agua
Potable y Saneamiento Básico Nº 055-13 de 31 de julio de 2013 (Resolución de
Recurso Jerárquico), dispuso en su Artículo Segundo: Disponer la revocatoria de la
Autorización Transitoria Especial otorgada a EPSAS S.A., emergente de la Resolución
Administrativa Regulatoria SISAB Nº 05/1997 de 24 de julio de 1997 y del Contrato de
Concesión suscrito con la Superintendencia de Aguas y la Empresa Aguas del Illimani
S.A., las cuales por mandato del D.S. Nº 076 de 6 de diciembre de 2010 pasaron
a denominarse Autorización Transitoria Especial y en su Artículo Tercero determina:
Revocada la Autorización Transitoria Especial, en cumplimiento del art 43 de la Ley
2066 de 11 de abril de 2000 y los arts. 4 y 26 inc. c) del D.S. Nº 071 de 9 de abril de 2009
se dispone la intervención a la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento S.A.
a objeto de asegurar la norma provisión del servicio de agua potable y alcantarillado
sanitario a la ciudad de La Paz y El Alto y sus alrededores, de tal forma que la Autoridad
de Fiscalización y control Social de Agua Potable y Saneamiento Básico declaró la
revocatoria de la concesión con intervención y que por consiguiente al no declararla de
forma pura simple, solo revocatoria no accionó, la cesación de los derechos del titular
de concesión.
Por tanto: Improbada.
Supuesto Fáctico:
“Violación del art. 123 de la Constitución Política del Estado. Transcribiendo el art.
123 de la Constitución Política del Estado, señala que de esta norma se infiere que no
procede la aplicación retroactiva de las leyes a excepción de las materias señalas en
la misma norma constitucional, sin embargo la resolución demanda señala: “…Decreto
Supremo Nº 28963 de 6 de diciembre de 2006, modificado por los Decretos Supremos
29836 de 3 de diciembre de 2008 y 1606 de 12 de junio de 2013, disponen en su
art. 3 inc. u) Vehículos Antiguos.- Vehículos automotores usados o sin uso, que de
acuerdo al año del modelo correspondan a gestiones anteriores a la vigente. Cuando
no sea posible identificar el año del modelo de un vehículo en su chasis, se tomará
en cuenta el periodo de fabricación…”, tomando en cuenta la modificación efectuada
mediante D.S. 1606 que data de 12 de junio de 2013 se aplica retroactivamente al
presente proceso que ha sido tramitado el año 2012, es decir 3 meses antes de que
entre en vigencia la modificación del art. 3. Por otro lado, corresponde señalar que
para la referida modificación se aplique retroactivamente, la autoridad demandada
señala expresamente que el reglamento tiene el siguiente nombre: “Reglamento para
la Importación de Vehículos Automotores, Aplicación Retroactiva del Arrepentimiento
Eficaz y la Política de Incentivos y Desincentivos”, donde ilegalmente se incluye la
palabra retroactiva, sin que norma expresa efectúe la modificación del nombre del
reglamento. Violación de la Norma Andina ISO 3779. La norma vulnerada establece
que el décimo código del VIN (Número de Identificación del Vehículo) corresponde al
año de fabricación del mismo, siendo que el vehículo materia de la presente demanda
tiene el Código del décimo lugar corresponde al año 2006, dato que obtiene en cualquier
lugar del mundo, es decir que el referido vehículo tiene año de fabricación el 2006 y
como este dato no se encuentra consignado físicamente en el vehículo y como el dato
de los documentos presentado por el importador es contradictorio y el importador no
ha presentado el certificado del fabricante, únicamente corresponde asignar al referido
vehículo el año 2006 como año del modelo, toda vez que este dato ha sido plenamente
confirmado por la decodificación efectuada en las páginas de internet, por lo cual
mismo se encuentra prohibido de importación y en base a lo señalado por el art. 181
inc. f) de la Ley 2491, debe ser declarado como contrabando, siendo que dicha norma
andina no ha sido aplicada correctamente por la autoridad demandada”.
Precedente:
“…el proceso administrativo se inicia, el 26 de diciembre de 2012, con la notificación
en secretaria al contribuyente Gumercindo Condori Porce, con Acta de Intervención
Contravencional Nº AN-GRLPZ-ELALZI 039/2012 de 20 de diciembre de 2012 y
concluye, en la vía administrativa con la notificación en Secretaria al citado sujeto
pasivo con la Resolución Sancionatoria en Contrabando AN-GRLPZ-ELALZI Nº
004/2013 de 13 de marzo, el 13 de marzo de 2013 (fs. 1 del Anexo Administrativo 1),
pero sin embargo al haber sido objeto de impugnación, la Resolución Sancionatoria en
Contrabando, todavía no se encontraba como cosa juzgada y faltaba la resolución de
los recursos administrativos previstos en el Código Tributario, que dieron por resultado
que la Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 1809/2013 de 30 de septiembre del
2013, disponga revocar totalmente la Resolución de Recurso de Alzada ARIT- LPZ/
RA 0773/2013 de 8 de julio de 2013 y dejar sin efecto la Resolución Sancionatoria
en Contrabando AN-GRLPZ-ELALZI Nº 004/2013, por lo que en este caso existe
retroactividad no autentica es decir cuando una Ley se ejecuta a casos acontecidos con
anterioridad de su publicación a situaciones jurídicas en curso o si se quiere todavía
no concluidas.
Se debe añadir a lo razonado, que en el presente asunto se debe hacer una interpretación
en función al principio pro homine de la norma aplicable, puesto que se trata de un
proceso administrativo sancionatorio que conforme a la Sentencia Constitucional Nº
0567/2012 de 20 de julio de 2012, es igual a un proceso penal, con la única diferencia
que es la autoridad que impone la sanción, por ello la modificación del inc. u) del
art. 3 del Reglamento para la Importación de Vehículos Automotores, Aplicación del
Arrepentimiento Eficaz y la Política de Incentivos y Desincentivos Mediante la
Aplicación del Impuesto a los Consumos Específicos ICE aprobado por D.S. 28963
de 6 de diciembre de 2006, por el D.S. Nº 1606 en cuanto al año de vehículo a fines
de determinar o no el contrabando contravencional, debe tomar en el caso de autos la
descripción inicial de la mercancía del Acta Contravencional, es decir que fue fabricado
el año 2006 y que al tenor del inc. u) del art. 3 modificado por el D.S. Nº 1606, cuando
no sea posible identificar el año del modelo de un vehículo en su chasis, se tomará en
cuenta el periodo de fabricación comprendido entre el 1 de julio de una gestión y el 30
de junio de la gestión siguiente, consignándose esta última gestión como el año del
modelo.
(…).
La Norma Andina ISO 3779 que específica el contenido y estructura del número de
identificación de un vehículo (VIN) con el fin de establecer, sobre una base mundial, un
sistema de numeración de identificación uniforme para vehículos automotores, como
se ha señalado en el anterior acápite debe ser interpretada aplicando la retroactividad
no auténtica y la interpretación en función al principio pro homine del inc. u) del
Supuesto Fáctico:
“…la Administración Tributaria emitió las Actas por Contravenciones Tributarias 35483,
35804, 35805, 35806, 35807, 35808, 35835, 35836 y 35837 en cumplimiento de la
Resolución Normativa de Directorio 10-0016-07, cuyos arts. 46 y 47 regulan la forma
de presentación del Libro de Ventas IVA y el Libro de Compras IVA, señalando que
deberán registrarse diariamente, cronológica y correlativamente las facturas, notas
fiscales o documentos equivalentes, con datos de cabecera, datos de las transacciones
realizadas y datos finales totalizados mensualmente, a efectos de la determinación
del débito fiscal IVA en el caso del Libro de Ventas y para el crédito fiscal en el del
Libro de Compras IVA, lo que significa que existe normativa suficiente que tipifica el
Supuesto Fáctico:
“Transcribiendo los arts. 111 y 119 del DS 25870, arts. 2, 3, 4, 5 y 6 de la Ley 1737 de
17 de diciembre de 1996, así como el Anexo 2 del Manual para el Registro Sanitario de
Dispositivos Médicos, aprobado con Resolución Ministerial (R.M.) 010 de 17 de enero
de 2006, señaló que conforme con el art. 84 de la Ley General de Aduanas (LGA) y 119
del Reglamento a la Ley General de Aduanas (RLGA) aprobado con DS 25870 y con
base en la normativa contenida en la Disposición Final Segunda del DS 572 de 14 de
julio de 2010, se refuerza la obligatoriedad de presentar la autorización respectiva para
todo medicamento o dispositivo médico.
De acuerdo a la normativa señalada, se evidencia que en el momento en que fueron
tramitadas las DUI’s se encontraba plenamente vigente la Ley de Medicamentos, que
señala rotundamente que la importación de dispositivos médicos entre otros, deben
presentar la documentación y el certificado correspondiente para su importación; ahora
bien, la R.M. 0110, especifica y define claramente el concepto de dispositivo médico,
además de clasificar el grado de peligrosidad de los mismos, sirviendo como apoyo
a las leyes del país; sin embargo, el importador, a tiempo de introducir la mercadería
señalada, no tomó en cuenta que la ley estaba vigente y se encuentra por encima de
cualquier resolución o reglamento y es deber de los importadores cumplirla”.
Precedente:
“…la Administración Aduanera, al plantear su demanda no ha observado los requisitos
puntuales señalados por el art. 327 del Código de Procedimiento Civil; por consiguiente,
no ha provisto a esta Sala Plena, los antecedentes fácticos ni los argumentos suficientes
para que pueda efectuarse el control de legalidad correspondiente, teniéndose
presente que el cumplimiento del mandato contenido en el art. 192-3) del Código de
Procedimiento Civil es imperativo y que dicha norma refleja el principio de congruencia
1 Teoría General del Proceso, Hernando Devis Echandía, 1985, pag. 533 a 536
Supuesto Fáctico:
“Señaló que, dado que la AGIT ha resuelto de manera correcta que el usuario puede
computar el crédito fiscal en el mes que se emite la factura, independientemente del
mes de la prestación del servicio, esta situación ya no es parte de la “litis”; sin embargo,
se incurre en error de apreciación y en contradicción ya que se observaron algunas
facturas al no tener fecha de pago e impresión, sino solamente la fecha de pago en
sello, por lo que según la AGIT no se puede corroborar que realmente la fecha de
pago coincida con la impresión material de la misma, por ello el contribuyente expresa
que no existe otro documento anterior o posterior de registro y generación de crédito
fiscal, no siendo cierto que la fecha de emisión real es la fecha en que se dio aviso de
cobranza, ya que esa fecha solamente deja constancia del momento en que la factura
se encuentra disponible en todos los centros de cobranzas en línea para poder realizar
la cancelación, este último aspecto fue reconocido por la AGIT, considerando además
que el contribuyente no puede computar crédito fiscal sin tener la factura original para
el efecto; entonces por procedimiento la fecha de pago es la fecha de impresión de la
factura y de su real emisión, todo concordante con la RND N° 10-0016-07 y la RND N°
10-0032-07.
Arguye que, las facturas no aceptadas fueron las pagadas en la ciudad de Puerto
Suarez, cuyo pago una vez realizado y verificado es certificado por la CRE LTDA.
mediante su sello de “cancelado”, las facturas sí aceptadas han sido pagadas en la
ciudad de Santa Cruz de la Sierra en los cajeros del Banco Nacional de Bolivia S.A.
que disponen de impresión automática de certificación del pago, por lo que dar trato
diferenciado a dichas facturas es discriminatorio e injusto, tomando como base la forma
de efectivización del pago del que se dispone en las ciudades de Puerto Suarez y Santa
Cruz de la Sierra, agregando que el mismo Banco Nacional de Bolivia S.A emitió una
carta de Certificación de impresión de factura emitidas por la CRE LTDA., mediante
la cual se certifica la fecha de impresión de las facturas por servicio de consumo de
energía eléctrica que no fueron observadas, misma que corresponde a la fecha de
pago de dichas facturas, esta certificación fue presentada oportunamente en calidad
de prueba, así como la Carta de Certificación emitida por la CRE LTDA., con Cite
GCS/209/2012 de 31 de julio, referida a la fecha de impresión de facturas por consumo
de electricidad, que certifica las fechas de pago y las fechas de impresión de las facturas
pagadas en Puerto Suarez que solamente cuentan con un sello de “cancelado” y no
así con una impresión automatizada de la fecha de pago, siendo declaradas en el
periodo correspondiente a su pago y efectiva tenencia como documento que avala
el crédito fiscal declarado; por todo lo señalado expresa que, se incurre en error de
apreciación de las pruebas, ya que conforme a la certificación señalada las facturas
no aceptadas fueron emitidas en la fecha de pago. Finalmente hace referencia a
resoluciones jerárquicas en casos similares que confirman sus alegaciones acerca de
que las facturas deben ser declaradas en el periodo de su pago ya que no se puede
compensar créditos fiscales en meses anteriores”.
Precedente:
“Con relación a la prestación de los servicios básicos de naturaleza permanente e
ininterrumpida, como es el de provisión de energía eléctrica, se estableció que el hecho
generador por este servicio no se perfecciona en el momento de la lectura del medidor
ni a tiempo del pago por el servicio, sino en la fecha de emisión de la respectiva factura;
criterio que se desprende de lo estimado por el art. 4 inc. b) de la Ley 843, en cuyo texto
dispone que el hecho imponible se afinará en el caso de la prestación de servicios (entre
otras), cualquiera fuere su naturaleza, desde el momento en que finalice la ejecución o
prestación o desde la percepción total o parcial del precio, el que fuere anterior.
Consecuentemente, los usuarios de estos servicios, a los efectos de determinar
el crédito fiscal, deberán considerar para su aplicación, la fecha de emisión de
dichas notas fiscales, aún en el caso que estas no hubiesen sido canceladas,
extremo que se desprende de lo establecido en la RND 10.0016.07 de 18 de mayo de
2007, que en su art. 43, relativo al nuevo sistema de facturación, prevé que conforme a
lo previsto por la Ley Tributaria y como regla general, los créditos fiscales contenidos en
las facturas, notas fiscales o documentos equivalentes serán imputados en el periodo
fiscal al que corresponda la fecha de emisión del documento.
Concordante con dicha normativa, el art. 41 inc. f) de la RA 05-0043-99 dispone que las
entidades de servicios básicos son aquellas que prestan servicios de energía eléctrica,
agua potable, comunicación y saneamiento básico, las mismas que deben sujetarse
a lo determinado en sentido de que el hecho imponible del IVA, se perfecciona en
Supuesto Fáctico:
“…sostiene que el domicilio tributario señalado por la contribuyente dejó de tener esa
calidad porque cuando practicaron la notificación estaba ocupada por otra persona y
si bien el mencionado domicilio existe de forma física y material no menos cierto es
que dicho domicilio es inexistente como domicilio tributario porque no es ocupado ni
desarrolla sus actividades la contribuyente, situación similar ocurre con el domicilio
personal del sujeto pasivo. Asimismo, afirma que la contribuyente tenía pleno
conocimiento del proceso de determinación de las obligaciones tributarias del IVA
e IT por los periodos antes expuestos porque fue notificada personalmente con la
orden de verificación N° 0008OVI0171 y que “…la contribuyente en su memorial de
Recurso de Alzada manifiesta que por motivos personales se tuvo que ausentar del
país…”. Añade que la Autoridad General de Impugnación Tributaria en la Resolución
de Recurso Jerárquico AGIT-RJ/0094/2010 afirmó que se causó indefensión porque
la notificación de la Vista de Cargo no fue realizada en el domicilio señalado por la
contribuyente sin embargo no tuvo presente que el sujeto pasivo ya no desarrollaba
más sus actividades en su domicilio tributario fijado. Al tener un paradero desconocido
se notificó conforme al art. 86 de la Ley 2492”.
Precedente:
“Fijado el thema decidendum y revisados los antecedentes descritos ut supra, se
constata que una vez emitida la Vista de Cargo CITE: SIN/GDLP/DF/SVI/VC/149/2009
de 7 de abril, funcionarios del Servicio de Impuestos Nacionales La Paz comprobaron
la existencia del domicilio tributario fijado por la contribuyente Daysi Susana Castellón
Céspedes ubicado en calle Sagarnaga N° 177, edif. Gala Centro, Piso 1, Depto. 2-A,
zona Central conforme muestra el acta de verificación de domicilio de 4 de mayo de
2009 no constando en obrados de que se hubiese operado el cambio de domicilio
tributario; consecuentemente, no correspondía al SIN La Paz buscar a la contribuyente
en su domicilio particular o en la residencia habitual o permanente puesto que el art.
Supuesto Fáctico:
“Argumentó que se planteó la compensación por repetición de acuerdo con lo
establecido por el artículo 12 de la Resolución Normativa de Directorio (RND) N° 10-
0044-05; que en el presente caso se trata de un crédito fiscal que será objeto de
compensación con débitos futuros, por lo que cumple la condición de constituirse en
crédito líquido y exigible.
Añadió que el artículo 16 del Decreto Supremo N° 27310 no detalla como improcedencia
la compensación contra deudas u obligaciones anteriores con crédito fiscal que se
plasma en una nota de crédito fiscal.
Indicó que no existiendo reglamentación para la acción de compensación, se recurre
a la repetición, considerándose que se requiere de la Administración Tributaria una
resolución fundamentada y con notificación personal, para adecuarse a lo dispuesto
por el numeral 4 del artículo 4 de la Ley N° 3092.
Refirió que ni la resolución pronunciada en alzada, ni la pronunciada en recurso
jerárquico se manifestaron sobre la consideración doctrinal del crédito fiscal, que es
un impuesto pagado por adelantado, que en esa consideración, existe un impuesto
pagado en demasía a ser compensado con obligaciones futuras en su calidad de
crédito tributario líquido y exigible.
Manifestó que tampoco existe una manifestación respecto de la compensación contra
adeudos anteriores o de diferentes períodos aun si corresponden a otros impuestos”.
Precedente:
“…de acuerdo con los datos del proceso y los antecedentes administrativos del mismo,
Supuesto Fáctico:
“…expresó respecto de la suspensión del curso de la prescripción, que la Autoridad
Regional de Impugnación Tributaria (ARIT) Santa Cruz, manifestó que la Autoridad
Jerárquica, a través de la Resolución AGIT-RJ 0462/2011, resolvió anular obrados
hasta el estado que se emita una nueva resolución sancionatoria, con fundamentación
expresa sobre la valoración de los descargos presentados por el sujeto pasivo,
habiéndose operado la prescripción el 31 de diciembre de 2010, por lo que no se aplica
el concepto de interrupción del término de la prescripción.
Agregó que la Autoridad Regional de Impugnación Tributaria Santa Cruz, no tomó en
cuenta lo que determina el parágrafo II del artículo 62 de la Ley N° 2492, pues la
Resolución Sancionatoria N° 18-00003600-10 (debió decir N° 18-0003731-10), fue
notificada con anterioridad a la prescripción de la sanción, conforme determina el
artículo 154 del Código Tributario.
Argumentó que el artículo 62 de la Ley N° 2492 dispone la suspensión del término de
la prescripción por la interposición de recursos administrativos o jurisdiccionales, hasta
la recepción formal del expediente por la Administración Tributaria, pero que además,
no existe disposición en la ley, que determine que si se dispone la nulidad de obrados,
no se deba aplicar la suspensión e interrupción del término de la prescripción por lo que
tal argumento carece de sustento legal.
Citó textualmente el artículo 154 de la Ley N° 2492, reiterando que el término de
la prescripción se suspende por la interposición de recursos administrativos o
jurisdiccionales; que asimismo la norma señalada es aplicable a los procedimientos
sancionadores y que el artículo 60 de la citada norma legal, determina que al notificarse
el acto administrativo, la resolución sancionatoria en este caso, se interrumpe el término
de la prescripción, correspondiendo computarlo nuevamente.
Respecto de la prescripción, refirió que la Autoridad General de Impugnación Tributaria
Resúmenes de Jurisprudencia
se terminó de imprimir en
diciembre de 2017,
en Sucre, Chuquisaca - Bolivia