Progeria
Progeria
Progeria
Descripción general
En general, dentro del primer año de vida, el crecimiento de un niño con progeria se
desacelera en forma notable, pero el desarrollo motor y la inteligencia se mantienen
normales.
Retraso en el crecimiento, con una estatura y con un peso por debajo del
promedio
Rostro angosto, mandíbula inferior pequeña, labios delgados y nariz aguileña
Cabeza desproporcionadamente grande para el rostro
Ojos prominentes y cierre incompleto de los párpados
Caída del cabello, incluso de pestañas y cejas
Piel delgada, manchada y arrugada
Venas visibles
Voz aguda
Resistencia a la insulina
Complicaciones
Los niños con progeria suelen padecer un endurecimiento grave de las arterias
(ateroesclerosis). Este es un trastorno en el cual las paredes de las arterias (los vasos
sanguíneos que transportan nutrientes y oxígeno del corazón al resto del cuerpo) se
endurecen y se engrosan, lo que suele restringir el flujo sanguíneo.
La mayoría de los niños con progeria mueren por complicaciones relacionadas con la
ateroesclerosis, como:
Problemas con los vasos sanguíneos que irrigan el corazón (problemas
cardiovasculares), lo que provoca ataques cardíacos e insuficiencia cardíaca congestiva
Problemas con los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro (problemas
cerebrovasculares), lo que provoca accidentes cerebrovasculares
No se suelen presentar otros problemas de salud que se relacionan frecuentemente con
el envejecimiento (como artritis, cataratas y mayor riesgo de padecer cáncer) como parte
del avance de la progeria.