Conferencia A Las Damas Gnosticas Sobre El Eterno Femenino
Conferencia A Las Damas Gnosticas Sobre El Eterno Femenino
Conferencia A Las Damas Gnosticas Sobre El Eterno Femenino
La mujer es eterno amor que fluye y que palpita en todo lo que es, en todo lo que ha sido,
y en todo lo que será. Jamás falto la mujer en la pirámides de Egipto, Ella fue la vestal
que inició a los grandes maestros, nunca faltó la mujer en el templo de Delfos; aún nos
parece verla sentada en forma de Pitonisa; allá en el País de Grecia. Entonces
pronosticaba grandes acontecimientos que sucedía inevitablemente.
Vean ustedes como la mujer a través del tiempo ha guiado el curso de los siglos.
El eterno femenino bulle y palpita en todo lo que es, en todo lo que ha sido, y en todo lo
que será....
El gran Alaya del Universo resplandece en cada piedra preciosa, en cada árbol y en cada
coloso.
El eterno femenino, ¡Ora es adorado como ISIS en la tierra de los faraones!, ¡Ora es
adorado como Astarte en la tierra de Persia. Se le rinde culto en la isla de Creta con el
nombre grandioso de CIBELES, se le venera profundamente en la tierra griega con el
nombre de Der. Todavía me viene a la memoria aquellos instantes, en que el sacerdote
griego enseñaba ante la piedra de Der traída de algún lugar, todavía me viene a la
memoria el recuerdo precioso en que los sacerdotes de SAIS enseñaban al pueblo ante la
mirada vetusta de la virgen negra.
La mujer ha resplandecido como Diosa y como humana. ¡Ora lleva en sus brasos al niño
HORUS!. ¡Ora le canta deliciosamente en la cuna esperando en el mañana!
La mujer, el eterno femenino, es el desdoblamiento del principio masculino eterno, Dios
mismo en toda su grandeza se desdobla para convertirse en mujer...
Me viene a la memoria también aquella palabra que dice: Elohim; Dios creó al mundo, lo
creo ELOHIM. Elohim en hebreo significa Diosas y Dioses, así pues, la palabra Elohim
Dios, el creador del Universo es femenino y masculino a la vez; Elohim, es una palabra
femenina con un plural masculino. Toda religión donde no hayan Diosas se encuentran a
la mitad del camino ateo, porque Elohim es Dios y Diosa.
Así que resulta absurdo suponer que sólo el varón puede llegar a la realización íntima del
ser, resulta inconGruente pensar que solamente(los hombres pueden Cristificarse. Gn
nombre de la verdad diremos que si Elohim es Dioses y Diosas, las mujeres tienen el
mismo derecho que los hombres; ellas pueden llegar tan alto como el varón; el varón no
es pues nunce más que la mujer, ni la mujer más que el virón.
Así que en nombre de la verdad he de decir que: la mujer tiene los mismos derechos que
el varón, el varon nunca es más que la mujer; aunque pretenda serlo.
El eterno femenino hace un compás maravilloso con el eterno masculino, para crear y
volver nuevamente a crear; el eterno femenino. Dios mismo convertido en madre; labora
intensamente en la creación; el eterno femenino es el rayo que despierta las conciencias
adormecidas de los hombres
El momento ha llegado en que cada mujer levante con su diestra la antorcha del verbo
para iluminar el camino de los varones; con profundo dolor he de decir que los varones de
esta época marcha por la línea de la entropía, es decir caminan en forma descendente
involutiva; ha llegado el momento en que las mujeres extiendan su diestra a los varones
para levantarlos, para regenerarlos, para hacer de ellos algo distinto, algo diferente; ha
llegado el instante en que las mujeres comprendan que el elemento masculino está en
involución por estos tiempos, ha llegado el momento en que la mujer lucha intensivamente
por regenerar al hombre. Así pues que a las mujeres les corresponde en esta era de
acuario un gran papel cual es regenerar al elemento masculino decadente.
Se le rinde culto al ETERNO FEMENINO con los diversos nombres orientales: Ella es
SHAKTI Hindú, Ellas es la KUNDALINI DIVINAL; Ella es precisamente el verbo en su
aspecto femenino universal. En el oriente se aprecia más el AMOR, mucho más que las
teorías meramente intelectivas; las sacerdotisas de Japón, las mujeres del AMOR, allí
jamás lo profanan, lo consideran como demasiado sagrado.
En el mundo de la antigua Grecia, las vestales eran siempre respetadas por todos los
varones, porque verdaderamente ellas en sí mismas eran las sacerdotisas del AMOR.