Conferencia A Las Damas Gnosticas Sobre El Eterno Femenino

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CONFERENCIA A LAS DAMAS GNOSTICAS SOBRE EL ETERNO FEMENINO

Por: Samael aun Weor

La mujer es eterno amor que fluye y que palpita en todo lo que es, en todo lo que ha sido,
y en todo lo que será. Jamás falto la mujer en la pirámides de Egipto, Ella fue la vestal
que inició a los grandes maestros, nunca faltó la mujer en el templo de Delfos; aún nos
parece verla sentada en forma de Pitonisa; allá en el País de Grecia. Entonces
pronosticaba grandes acontecimientos que sucedía inevitablemente.

Me viene a la memoria el caso de Alejandro Magno; ¡Gran Conquistador del mundo!,


aquel que uniera a Europa y al Asia bajo su cetro en forma de un gran imperio,
recordemos el nudo gordiano, muchas fueron la Pitonisas de Delfos que en estado de
éxtasis, retaron a los hombres más sabios a desatar tal nudo. ¡Ninguno podía!, solo hubo
uno que fue Alejandro; se acercó hacia aquel nudo, desenvainó la espada y lo cortó en
pedazos; las Sacerdotisas de Delfos le abrazaron diciendo: „Tú conquistarás el mundo“, y
ciertamente lo conquistó,

Vean ustedes como la mujer a través del tiempo ha guiado el curso de los siglos.

En el viejo Egipto de los Faraones, la mujer convertida en Cleopatra, enseñaba a las


multitudes. Las Cleopatras en la Isla Elefantina en el Nilo, hacían resonar su verbo entre
el pueblo, para enseñar a la gente. Recordemos a la mujer convertida en la sacerdotisa
de Tebas, las antorchas ardían mientras ella platicaba a las multitudes. Una momia de
aquellas fue encontrada hace muchos años y llevada al mundo occidental, se la metió en
aquél gran barco gigante que existiera hace muchos años, un banco enorme, con gran
dolor aquel barco se fue al fondo del mar, incuestionablemente aquella momia poseía
poderes extraordinarios, tan grandiosos como los que poseían las mujeres de la Isla
Elefantina, tan formidables como los que poseían las Pitonisas de Delfos, tan solemnes
como aquellos poderes que poseían las sacerdotisas Druidas. Así que la mujer a través
de los siglos ha resplandecido maravillosamente.

El eterno femenino bulle y palpita en todo lo que es, en todo lo que ha sido, y en todo lo
que será....

El gran Alaya del Universo resplandece en cada piedra preciosa, en cada árbol y en cada
coloso.

El eterno femenino, ¡Ora es adorado como ISIS en la tierra de los faraones!, ¡Ora es
adorado como Astarte en la tierra de Persia. Se le rinde culto en la isla de Creta con el
nombre grandioso de CIBELES, se le venera profundamente en la tierra griega con el
nombre de Der. Todavía me viene a la memoria aquellos instantes, en que el sacerdote
griego enseñaba ante la piedra de Der traída de algún lugar, todavía me viene a la
memoria el recuerdo precioso en que los sacerdotes de SAIS enseñaban al pueblo ante la
mirada vetusta de la virgen negra.

La mujer ha resplandecido como Diosa y como humana. ¡Ora lleva en sus brasos al niño
HORUS!. ¡Ora le canta deliciosamente en la cuna esperando en el mañana!
La mujer, el eterno femenino, es el desdoblamiento del principio masculino eterno, Dios
mismo en toda su grandeza se desdobla para convertirse en mujer...

Me viene a la memoria también aquella palabra que dice: Elohim; Dios creó al mundo, lo
creo ELOHIM. Elohim en hebreo significa Diosas y Dioses, así pues, la palabra Elohim
Dios, el creador del Universo es femenino y masculino a la vez; Elohim, es una palabra
femenina con un plural masculino. Toda religión donde no hayan Diosas se encuentran a
la mitad del camino ateo, porque Elohim es Dios y Diosa.

Así que resulta absurdo suponer que sólo el varón puede llegar a la realización íntima del
ser, resulta inconGruente pensar que solamente(los hombres pueden Cristificarse. Gn
nombre de la verdad diremos que si Elohim es Dioses y Diosas, las mujeres tienen el
mismo derecho que los hombres; ellas pueden llegar tan alto como el varón; el varón no
es pues nunce más que la mujer, ni la mujer más que el virón.

Si el varón puede encarnar El!Cristo en su$~aturaleza íntima, también la mujer tiene el


mismo derecho; yo conozco mujeres cristifikadas, las he visto, soy amiga de ellas, hay
una q}e vive en la vieja Europa, resplandece por su belleza, tiene el Cristo Intimo en su
interior, es de raza céltica, se trata de una dama resurrecta inmortal. Conozco otra
también del círculo de la humanidad consciente, que opera sobre los distintos centros
superiores del ser, es druida también, inmortal. Así que el concepto aquél de que sólo los
hombres pueden llegar a la cristificación, resultó falso, porque Dios es mujer también.

En nombre de la verdad he de decir en forma enfática que si Dios resplandece a través de


las Cleopatras de la Isla Elefantina, que si Dios resplandece a través de las Vestales de
Egipto, de Persia, de Grecia, de Roma, y de Siracusa; también resplandece gloriosamente
a través de las mujeres de cada tiempo, de cada época, y a través de la madre que arulla
al hijo en sus brazos....

Así que en nombre de la verdad he de decir que: la mujer tiene los mismos derechos que
el varón, el varon nunca es más que la mujer; aunque pretenda serlo.

El principio femenino universal resplandece en cada piedra en el lecho cantarín de cada


arroyuelo, en la montaña deliciosa llena de árboles, en toda la naturaleza, resplandece el
principio femenino en cada ave, en el ave que vuela taciturno que regresa a su nido para
arrullar a sus hijos, en cada pez que se desliza entre las profundidades del borrascoso
Ponto, entre las fieras más terribles de la naturaleza; el principio femenino universal, lo
vemos también hasta en las plantas, en las flores, allí hallamos los órganos masculinos y
femeninos los cistilos y pistilos; el principio femenino resplandece en las estrellas pues
éstas tienen las polaridades masculino femenino a la vez y esos rayos del eterno
femenino viniendo desde los luceros más lejano, se anidan en el corazón de toda mujer
que ha resplandecido con la eliminación del ego y la cristificación. Así que en nombre de
la verdad no podemos menos que sentir admiración ante el eterno femenino. Dios mismo
desdoblado o convertido en mujer, anida con su amor en el corazón del sistema solar; en
el eterno femenino es el asiento de donde surge toda vida en el amanecer de la aurora de
un mahanvantara el logos hace fecunda la materia caótica, hace que resplandezca el
vientre de la Virgen Madre, del eterno femenino para que surja de entre el caos, de entre
del gran vientre ¡El Universo!.
Así que no hay motivo, como para que las mujeres del M. G. C. U. se sientan tristes o
deprimidas, suponiendo que solamente sirven de vehículo a los hombres que quieren
cristificarse, realmente ellas tienen el mismo derecho y llegan a las mismas alturas; si la
mujer es el vehículo para el hombre mediante el cual éste último puede cristificarse,
también he de decir a ustedes hermanas gnósticas que el hombre es el instrumento, el
vehículo mediador mediante el cual cada una de ustedes puede llegar a la cristificación.
La columnas J. B. de todo templo están presentes en el templo corazón, las columnas
masculino y femenino no están demasiado cerca ni demasiado lejos hay un espacio entre
ambas para que la luz pueda penetrar en medio de ellos.

El eterno femenino resplandece no solamente en eso no que no tiene nombre, no


solamente en el espíritu universal de vida, no solamente en las estrellas que se atraen y
repelen de acuerdo con la ley de las polaridades; el eterno femenino resplandece también
dentro del átomo, dentro de los iones, dentro de los electrones, dentro de los protones, en
las partículas más infinitesimales de todo eso que vibra y palpita en toda la creación...

El eterno femenino hace un compás maravilloso con el eterno masculino, para crear y
volver nuevamente a crear; el eterno femenino. Dios mismo convertido en madre; labora
intensamente en la creación; el eterno femenino es el rayo que despierta las conciencias
adormecidas de los hombres

El momento ha llegado en que cada mujer levante con su diestra la antorcha del verbo
para iluminar el camino de los varones; con profundo dolor he de decir que los varones de
esta época marcha por la línea de la entropía, es decir caminan en forma descendente
involutiva; ha llegado el momento en que las mujeres extiendan su diestra a los varones
para levantarlos, para regenerarlos, para hacer de ellos algo distinto, algo diferente; ha
llegado el instante en que las mujeres comprendan que el elemento masculino está en
involución por estos tiempos, ha llegado el momento en que la mujer lucha intensivamente
por regenerar al hombre. Así pues que a las mujeres les corresponde en esta era de
acuario un gran papel cual es regenerar al elemento masculino decadente.

Se le rinde culto al ETERNO FEMENINO con los diversos nombres orientales: Ella es
SHAKTI Hindú, Ellas es la KUNDALINI DIVINAL; Ella es precisamente el verbo en su
aspecto femenino universal. En el oriente se aprecia más el AMOR, mucho más que las
teorías meramente intelectivas; las sacerdotisas de Japón, las mujeres del AMOR, allí
jamás lo profanan, lo consideran como demasiado sagrado.

En el mundo de la antigua Grecia, las vestales eran siempre respetadas por todos los
varones, porque verdaderamente ellas en sí mismas eran las sacerdotisas del AMOR.

Dios en su aspecto femenino es la adorable ISIS, la casta DIANA; es también el gran


Alaya del Universo. Dios en su aspecto femenino es la matriz de toda esta creación, en
realidad de verdad no hubieran surgido jamás los mundos de entre el caos de este gran
Alaya si precisamente el ETERNO FEMENINO no hubiera existido, Dios Madre, la matriz
universal, resplandece entre el caos profundamente.

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