Informe - Opínion Sentencia c200

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SENTENCIA C200 – 2012

Resumen

El secreto profesional es inviolable, es lo que contempla el artículo 74 de la


constitución política de 1991, se entiende como el deber de guardar sigilo ante el
descubrimiento de información privada en el ejercicio profesional de cada labor, por
tanto en la relación contratante-contratado, el contratante deposita la confianza en
el contratado con el fin de resolver situaciones que caben dentro de su función y
entre su relación contractual y/o profesional, por lo cual el contratante tiene el
derecho de exigir la confidencialidad y el contratado el deber de mantener el secreto.

De acuerdo a lo anterior, y al no existir limitaciones en cuanto a profesiones se


refiere, en primera instancia se puede concluir que todo profesional que en el
ejercicio de su profesión incumpla con el deber de mantener secreto en su estrecha
relación laboral, estaría violando un derecho constitucional, protegido
adicionalmente por el artículo 68 del código de procedimiento penal, aludiendo que
no es obligación de denunciar cuando se entera del delito mediante el secreto
profesional, reafirmado con el artículo 385 del mismo estatuto en su numeral f),
donde se relaciona a la profesión del contador público como excepción al deber a
declarar en cuanto a su relación con el cliente. La normatividad fomentó el uso del
principio constitucional con el fin de garantizar la confianza pública con la persona
que solicita y obtiene los servicios del profesional.

A raíz de lo anterior se demanda el artículo 7 de la ley 43 de 1990, en la cual se


obliga al Contador Público, en su función como Revisor Fiscal, a denunciar los actos
de corrupción que se hayan encontrado en el ejercicio del cargo, y adicionalmente
se resalta que en actos de corrupción no procederá el secreto profesional.

Con fundamento en el artículo 74 menciona de forma enunciativa más no taxativa


la inviolabilidad del derecho, por tanto se argumenta en la denuncia que al no
limitarse ninguna profesión, no es excluyente al revisor fiscal del derecho
constitucional por tanto la ley 43 de 1990 en su artículo 7 resultaría inconstitucional.

La norma en el estudio de la denuncia, establece y recuerda la sentencia C-062 DE


1998, en la que se diferencia el oficio de contador público y el de revisor fiscal, por
lo cual se argumenta que el contador establece un vínculo de servicio privado entre
contratantes y el revisor fiscal como potestad y obligación del gobierno.

Se analiza por parte de los postulados gubernamentales que el principio


constitucional alude a valores éticos y morales los cuales etimológicamente están
apoyados a las personas más no a las empresas, por tanto se deduce que el secreto
profesional se cumple en el vínculo persona – persona y no empresa – persona, por
no existir una relación interpersonal. Adicional se argumenta que en la función del
revisor fiscal no se desconoce el derecho del secreto profesional al no desvincularse
del concepto de intimidad personal y familiar, puesto la función del revisor fiscal se
desliga de ello diferenciando su alcance hasta la libertad de asociación y libertad de
empresa, donde hay intereses más allá de los individuales y protección personal.

Se añade por parte de la corte que el revisor fiscal tiene un vínculo adicional con el
estado, puesto éste tiene una característica fundamental en la cual el estado a
través de esta profesión ejerce una conducta publica de auditoria, en la cual el
profesional trasciende de su vínculo con el “cliente” a cumplir un enlace con el
estado, por tanto el profesional no solamente debe auditar y velar el buen control de
la empresa para sus asociados, sino también su relación conlleva a una
responsabilidad mutua. El revisor fiscal, en cuanto a la importancia económica
desempeñada está ejerciendo lo encomendado en los términos de la ley.

Por tanto, en todos sus estamentos la corporación declara el artículo 7 de la ley 43


de 1990 como exequible, debido a que los hechos que se entera el revisor fiscal no
se realizan en una relación por parte del cliente, sino que se revisan el en ejercicio
de su profesión cumpliendo como veedor de la norma.
Opinión

En el juicio del artículo 74 de la norma constitucional, se alude el principio de las


profesiones, al contener en su corta oración que el secreto profesional es inviolable,
es de sopesar el alcance para nuestra profesión y de forma algo llamativa ver como
trasciende el principio del derecho en una profesión tan característica como la
revisoría fiscal, y la negación para con ella con el principio normativo.

Cabe resaltar de acuerdo a la sentencia, la duda normativa en cuanto al revisor


fiscal que no denuncia efectivamente a la empresa con inconvenientes económicos,
valiéndose del secreto profesional, dentro de lo cual de acuerdo a la sentencia no
sería válido por disponer además del vínculo empresarial con un vínculo con el
estado e intereses de sus vinculantes como lo son los proveedores y clientes.

Cabe resaltar que en nuestro país la ejecución normativa en función de la revisoría


resulta de forma compleja con las diferentes causales de ilegalidad al contratar por
parte de la empresa, los grupos al margen de la ley y sus zonas de control, entre
las que se competen diferentes pagos por extorción no denunciables y entre la cual
participa el miedo por la corrupción de los entes de vigilancia y control policial, esto
sin hablar de la participación impositiva tan alta del estado en las empresas, entre
los cuales se disminuye la competitividad en comparación con empresas extranjeras
u otras del mercado que se juegan por la evasión con el fin de crecer
económicamente, vale tener en cuenta la cantidad de profesionales que año a año
se gradúan como contadores públicos y como algunos de ellos y su calidad son
poco controlados, por tanto algunos profesionales omiten la denuncia con el fin de
mantener su derecho a ejecutar la profesión, limitando sus argumentos a faltas
graves de evasión en los cuales corran un mayor riesgo social o como anteriormente
se mencionaba no sea posible llevar a una solución por la ilegalidad y riesgo que el
manejo contable representa a lo que la seguridad se refiere.
El revisor fiscal se establece como el veedor del buen cumplimiento de la
normatividad de las empresas, por tanto en su oficio ejerce una función en la cual
diferencian de las demás profesiones, por tanto la comparativa y exclusión a nuestra
labor no es posible comparar con profesionales como lo son los médicos y
abogados, ya que nuestra responsabilidad trasciende de la obligatoriedad con el
cliente hacia la obligación con el estado, sin embargo en la ejecución de la labor, es
válido analizar las limitaciones contables que esto conlleva y como en diversas
ocasiones la denuncia va más allá del control verdadero del empresario e incluso
del mismo estado.

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