El Factor Confianza de Stephen Covey y Rebecca Merrill
El Factor Confianza de Stephen Covey y Rebecca Merrill
El Factor Confianza de Stephen Covey y Rebecca Merrill
La confianza ha sido siempre fundamental tanto en nuestras relaciones laborales como en las
personales. Sin embargo, es un elemento que solemos dar por sentado a pesar de que vivimos en una
época signada por escándalos corporativos.
No hay virtud más valiosa que la confianza: todo líder debería aprender a cultivarla y promocionarla
a lo largo y ancho de su organización. La razón es que la confianza incide en la velocidad y los costos.
Si hay poca confianza, habrá poca velocidad y los costos aumentarán. En cambio, cuando hay
confianza, la velocidad aumenta y los costos disminuyen.
En el presente texto, los autores nos brindan una serie de instrumentos para aprender a cultivar,
aumentar y conservar la confianza en las diversas esferas de nuestra vida: personal, relaciones,
corporativa y comunitaria.
La confianza es una de las formas de motivación e inspiración más poderosas. Toda persona quiere
que confíen en ella.
Cualquiera sea la situación, lo mejor es aprender a establecer, ampliar y restablecer la confianza. Esta
es la forma más efectiva de relacionarnos y trabajar con otras personas, así como el modo más efectivo
de obtener resultados.
Tal y como dijo Booker T. Washington: “No hay nada que ayude más a un individuo que concederle
una mayor responsabilidad y hacerle saber que confiamos en él”.
El liderazgo se trata de obtener resultados de un modo que inspire confianza. Tiene que ver con
aumentar nuestro aporte actual y nuestra habilidad de aportar en el futuro mediante la confianza que
lo haga posible. La confianza es algo que todo líder y toda persona debería cultivar en sus vidas y
carreras.
El dividendo de la confianza
La capacidad de establecer, cultivar, aumentar y restablecer la confianza con todos los clientes, socios,
inversionistas y colegas es una habilidad clave para el líder de la nueva economía global. La confianza
es una variable escondida en la siguiente fórmula del éxito: negocios/éxito organizacional.
La razón de esto es que la confianza siempre afecta dos resultados: la velocidad y los costos. Cuando
hay poca confianza, habrá poca velocidad y los costos aumentarán. En cambio, cuando hay mucha
confianza, la velocidad aumenta y los costos disminuyen.
Veamos dos ejemplos: – Tras los ataques del 11 de septiembre, la gente desconfiaba de los aviones
porque los ataques demostraron que las medidas de seguridad vigentes no eran suficientes. Así que
fue preciso aumentar las medidas de seguridad en los aeropuertos.
Aunque esto permite prevenir otros ataques, ahora viajar cuesta más y supone mucho más tiempo.
Los pasajeros tienen que pasar por más puntos de seguridad, lo que implica mayor tiempo y más
impuestos en seguridad.
– Un vendedor de rosquillas se dio cuenta que se tardaba demasiado calculando el vuelto. Algunos
clientes que estaban haciendo la fila incluso se cansaban de esperar y decidían ir a otro lugar. Para
agilizar el proceso, colocó una cesta en la que los mismos clientes debían dejar el dinero y tomar el
cambio. ¡Y funcionó! Ahora se tardaba menos y recibía mejores propinas porque los clientes
agradecían la confianza que el vendedor ponía en ellos.
Piense en su propia experiencia. ¿En quién confía usted? ¿Por qué confía en estas personas? ¿Quién
confía en usted? La confianza depende de dos elementos:
– Competencia: tiene que ver con las habilidades, las destrezas, los resultados y el historial de la
persona.
Por ejemplo, aunque consideremos que una persona dada es sincera y honesta, no confiaremos en la
misma hasta que no obtenga resultados. También es posible que no confiemos en una persona a pesar
de ser extremadamente talentosa y capaz.
¿Cómo podemos establecer, cultivar, aumentar y mantener la confianza? Debemos cambiar o mejorar
nuestro comportamiento y nuestro modo de ver y hablar. Esto quiere decir que, aparte de cambiar de
paradigma, también debemos cambiar nuestra forma de hablar y nuestro comportamiento.
La primera ola es confiar en uno mismo. Esto significa confiar en nuestra habilidad para establecer y
alcanzar objetivos, honrar compromisos y hacer lo que decimos que vamos a hacer, así como para
inspirar a los demás. Este principio fundamental es la credibilidad.
Ralph Waldo Emerson dijo una vez que “la confianza en uno mismo es el primer secreto para tener
éxito… Es la esencia del heroísmo”.
¿Tiene usted credibilidad? ¿La gente confía en usted? Hay cuatro elementos para aumentar la
credibilidad: integridad, propósito, capacidades y resultados. Los dos primeros tienen que ver con la
personalidad, mientras que los otros dos tienen que ver con la competencia. Los cuatro son
importantes para aumentar la confianza en uno mismo.
Elemento 1: Integridad
La integridad es lo primero que le viene a la mente a la mayoría de las personas cuando piensan en la
confianza. Tiene que ver con hacer lo que pregonamos y con tener el coraje para actuar de acuerdo
con nuestros valores y creencias.
– Humildad: según investigaciones, los líderes de las compañías que triunfan suelen ser reservados,
tranquilos y tímidos.
La gente humilde reconoce que no está sola sino que está parada sobre los hombros de sus
predecesores.
Significa preocuparse más por el equipo que por uno mismo y reconocer el aporte de los demás en
vez de esperar el reconocimiento de los demás.
La integridad supone el coraje para hacer lo correcto por muy difícil que esto sea.
Primero, es necesario determinar el nivel de integridad del que disponemos. Formúlese las siguientes
preguntas:
– ¿Estoy abierto a la posibilidad de aprender nuevas verdades que me lleven a reconsiderar ciertos
asuntos o incluso a redefinir mis valores?
– ¿Soy capaz de honrar mis compromisos? Luego de que responda estas preguntas, trate de aumentar
su integridad haciendo lo siguiente:
Significa ser lo suficientemente humilde y valiente como para aceptar que pueden haber principios y
conocimientos diversos a los nuestros. Significa estar abierto a nuevos conocimientos.
Elemento 2: Propósito
La confianza crece cuando tenemos motivos claros y nos preocupamos genuinamente por los demás.
Cuando la gente sospecha que tenemos un motivo inconfesable, aumentan las suspicacias ante todo
lo que hacemos y decimos.
1. Examine y refine sus motivos: esto significa identificar los principios que le permitirán obtener los
resultados que usted quiere y luego vivir según dichos principios. En otras palabras, preocuparse
genuinamente por conseguir un beneficio mutuo.
2. Exprese su propósito: esto quiere decir comunicar sus motivos e intenciones, y hacerles saber a los
demás que está dispuesto a actuar según los mismos.
3. Escoja la abundancia: esto quiere decir creer que hay suficiente para todos, y saber que mientras
más damos, más recibimos.
Elemento 3: Capacidades
Estas son las habilidades que inspiran confianza. Son el medio para obtener resultados. Es posible
que un médico tenga integridad y que sus motivos sean buenos, pero, a menos de que esté bien
entrenado, carecerá de credibilidad. Las capacidades también tienen que ver con nuestra habilidad
para establecer, cultivar, aumentar y restaurar la confianza.
Para conservar la credibilidad hoy en día, es necesario mejorar constantemente las habilidades,
talentos, actitudes, destrezas, conocimientos y estilo.
2. Siga cultivando sus fortalezas: aproveche las oportunidades para aprender más y aumente su nivel
de competencia en las responsabilidades y tareas que quiera.
3. Sepa siempre hacia dónde va: procure tener una visión de lo que quiere alcanzar.
Elemento 4: Resultados
Esto tiene que ver con su historial y desempeño. Si usted no cumple con lo que tiene que hacer, su
credibilidad disminuirá.
Pero cuando hacemos lo que habíamos prometido, mejoramos nuestra reputación. Nuestra reputación
nos precede.
Cómo mejorar nuestros resultados Hay tres modos de mejorar nuestros resultados e incrementar
nuestra credibilidad:
1. Responsabilícese por los resultados (no por las tareas y actividades): en vez de centrarnos en las
tareas, es preciso que nos centremos en los resultados que queremos obtener. Esto avivará nuestra
creatividad. Hay que asumir los resultados sean buenos o malos.
2. Espere siempre ganar: uno tiende a obtener lo que espera tanto de los demás como de uno mismo.
Cuando esperamos más, obtenemos más, y cuando esperamos menos, obtenemos menos.
3. Finalice vigorosamente: los resultados tienen mucho que ver con nuestra forma de finalizar las
cosas. Esto significa no renunciar cuando las cosas se pongan difíciles.
La segunda ola tiene que ver con aprender a establecer e incrementar la confianza entre usted y los
demás. El principio fundamental aquí es mantener un “comportamiento coherente”, que permita
generar confianza entre las partes y alcanzar los resultados.
Podemos cambiar nuestro comportamiento con el fin de generar confianza. Hay 13 comportamientos
que podemos adoptar, y estos emanan de la personalidad y la competencia, o de una mezcla de ambos.
La mayoría de la gente no miente descaradamente, sino que finge. Por ejemplo, dice cosas de un
modo engañoso, retiene información, sostiene un doble discurso, halaga, etc. Todo esto crea una falsa
impresión y disminuye la confianza. No manipule a la gente y no esconda la verdad.
Hablar claramente significa expresar nuestros pensamientos y sentimientos con sinceridad, y buscar
una solución que beneficie a todos.
Mostrar respeto se enmarca dentro de los principios de la justicia, la bondad y el amor. Lo contrario
de mostrar respeto es irrespetar a los demás o mostrar respeto por algunos y no por otros.
Mostrar respeto significa preocuparse realmente por los demás. Trate a todo el mundo con respeto,
sobre todo a quienes no pueden hacer nada por usted. Muestre su amabilidad hasta en los detalles más
pequeños.
Esto significa ser genuino y decir la verdad de una manera que todo el mundo puede verificar. Tiene
que ver con los principios de la honestidad, la integridad y la autenticidad. Cuando actuamos
transparentemente, reconfortamos a la gente.
Corregir la falta no sólo tiene que ver con pedir disculpas sino con resarcir a los demás. Corregir las
faltas tiene que ver con los principios de humildad e integridad. No permita que su orgullo se
imponga.
Mostrar lealtad tiene que ver con los principios de integridad, gratitud y reconocimiento.
Hay dos maneras fundamentales de mostrar lealtad: darle el crédito a los demás y hablar sobre los
demás como si estos estuvieran presentes.
Comportamiento 7: Mejorar
Mejorar tiene que ver con los principios del mejoramiento continuo, el aprendizaje y el cambio.
Mejorar crea una gran confianza porque la gente sabe que usted o su compañía pueden evolucionar
en un clima cambiante.
Mejorar significa, además, tomar en cuenta la opinión de los demás y aprender de nuestros errores.
Enfrentar la realidad tiene que ver con asumir los asuntos difíciles y compartir las malas noticias.
Asumir los asuntos difíciles sin rodeos es una buena manera de generar confianza.
Clarificar las expectativas significa crear una visión compartida sobre lo que se debe hacer
inmediatamente. Clarificar las expectativas tiene que ver con los principios de claridad y
responsabilidad.
Cuantifique los resultados y los objetivos desde un principio y establezca cómo serán evaluados. Esto
le evitará dolores de cabeza y lamentaciones de último momento.
Asuma la responsabilidad por sus acciones y errores. Asumir la responsabilidad tiene que ver con los
principios de responsabilidad, gerencia y propiedad. Evite culpar y acusar a otros.
A la vez, es necesario que haga que los demás asuman sus responsabilidades. A la gente le gusta tener
que hacerlo. Cuando hace que otra persona asuma su responsabilidad, está aumentando la confianza
de este en usted.
Esto significa escuchar antes de hablar y hacer un verdadero esfuerzo por entender lo que los demás
están diciendo. No presuma de tener todas las respuestas.
Honrar los compromisos es la manera más rápida de crear confianza en una relación. Elija bien los
compromisos que asuma, y luego hónrelos a toda costa. Procure que esto se convierta en un símbolo
de honor.
Solemos ser más rígidos con los compromisos adquiridos en el trabajo que con los de la familia. La
realidad es que estos últimos son los verdaderamente importantes – aquellos que a la larga realmente
nos podemos arrepentir de no cumplir.
Extender la confianza tiene que ver con los principios de autoridad, reciprocidad y credibilidad.
Extender la confianza significa que en lugar de construir la confianza de los otros en usted, usted
extiende a los demás su confianza, convirtiéndose en una persona y líder más confiable.
Extender la confianza es importante porque la gente siente que ha sido investida con autoridad y
reflejará dicha situación en la gente con la que lidia (los clientes, por ejemplo).
Tener confianza organizacional tiene que ver con el modo en que los líderes generan confianza en las
organizaciones. El principio fundamental aquí es el “alineamiento”, que ayuda a los líderes a crear
estructuras, sistemas y símbolos de confianza organizacional. El alineamiento significa asegurarse de
que todas las estructuras y sistemas de la compañía u organización estén en armonía con los 4
elementos y los 13 comportamientos para crear confianza.
Si tenemos una baja confianza organizacional, lo más probable es que tengamos que lidiar con
redundancias, burocracia, política, desacuerdos, fraudes, etc.
El principio fundamental aquí es la “reputación”. Esto tiene que ver con la marca de la compañía, que
refleja la confianza que tienen en nosotros los clientes, los inversionistas y otros interesados.
La reputación es muy importante a todo nivel y es posible generarla siguiendo algunos de los 13
comportamientos mencionados más arriba: hablar claramente, crear transparencia y escuchar
primero.
Las compañías están reconociendo cada vez más la importancia de contribuir con la sociedad. La
ciudadanía global se ha vuelto una necesidad en el mundo de hoy porque la gente reconoce cada vez
más que dependemos los unos de los otros.
La gran pregunta es cómo sabemos cuándo confiar en alguien. Y al final debemos reconocer que la
vida está repleta de riesgos. El objetivo es, pues, no tratar de evitar los riesgos (porque es imposible),
pero gerenciar los riesgos sabiamente.
Extender una confianza inteligente tiene que ver con ser “propenso a confiar”, así como a analizar.
La propensión a confiar es una cuestión del corazón. Tenemos que cultivar una predisposición a creer
que la gente es digna de confianza.
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Lo compré pensando que estaba escrito por Stephen Covey, autor de Los siete hábitos de la gente
altamente efectiva. A poco andar descubrí que lo había escrito su hijo, el que profundiza en varias
distinciones sobre confianza.
Escribí un post sobre este tema hace un tiempo atrás, basado en los trabajos de Fernando Flores. Creo
que es un tema de la mayor importancia ya que la confianza actúa como un pegamento básico de las
relaciones y cuando se daña, irremediablemente, las relaciones se quiebran o se ven afectadas
enormemente. Me parece un tema muy relevante en el ámbito personal y organizacional, más que por
la presencia de confianza, por la ausencia de la misma y por muchas prácticas que en vez de reforzarla
la dañan.
Si bien entiendo que existe una confianza básica que se aprende en los primeros años de vida según
nos crían nuestros padres y el entorno de seguridad donde nos desenvolvemos no debe confundirse
con la ingenuidad, confianza peligrosa que no se basa en ninguna evidencia. Por ello los adultos
debemos aprender a confiar, mirado desde la prudencia, confianza basada en las pruebas y en la
evidencia, que permite construir contextos seguros y respetuosos.
Para Covey la confianza no es una cualidad blanda, sino que es un activo, tangible y activable que
puede crearse y cultivarse, de ahí la importancia de reconocerlo y trabajar sobre él para que aparezca
en la vida personal y organizacional, aprendiendo a infundirla, cultivarla, desarrollarla y recuperarla
de ser el caso.
Para poder tangibilidad la confianza, plantea el autor que la confianza determina dos resultados: la
rapidez y el costo. A su vez, al reducirse la confianza, también se reduce la rapidez y se incrementan
los costos.
Por otro lado, la dimensión económica de la confianza propicia que, en muchas relaciones, se pague
un impuesto oculto por la escasa confianza. El mismo hecho que esté oculto, no implica que no esté,
si uno sabe dónde buscar está en todas partes, en todas las organizaciones y en las relaciones, puede
cuantificarse y con frecuencia es muy elevado. A juicio del autor, el “impuesto por escasa confianza”
no grava sólo las actividades económicas, sino todas las actividades, en todas las relaciones, en todas
las interacciones, en todas las comunicaciones, en todas las decisiones, en todas las dimensiones de
la vida. (la metáfora se puede usar al revés, hablar de dividendo en vez de impuesto de confianza).
Estoy completamente de acuerdo. Existen numerosas prácticas que dañan la confianza tanto a nivel
individual, grupal, organizacional o social y esas prácticas terminan generando costos enormes a todo
nivel. Ahora mismo por ejemplo en Chile con el financiamiento ilegal de muchas empresas a los
políticos, donde la Fiscalía, el Servicio de Impuestos Internos y los mismos tribunales de Justicia no
han dado el ancho, quedando impunes coimas, cohecho y otras figuras. Al mismo tiempo que
persiguen de manera implacable a delincuentes menores o delitos sin importancia.
Por todo lo anterior, sostiene Covey, “la capacidad de infundir, cultivar, desarrollar y recuperar la
confianza con todas las partes interesadas (clientes, socios, inversores y compañeros de trabajo) es la
competencia de liderazgo clave en la nueva economía global.
Me parece interesante el planteamiento de Covey, a nivel organizacional los líderes hacen mucho más
que “mandar” o “dirigir” construyen contextos para que las cosas ocurran y esos contextos necesitan
confianza, en su integridad, en su responsabilidad, en sus buenas intenciones y en que los resultados
beneficiarán a todos.
Dado lo anterior, la confianza se encuentra comprendida en “cinco ondas”. Esta metáfora se basa en
la “reacción en cadena” que ilustra gráficamente la naturaleza interdependiente de la confianza y
como fluye desde dentro hacia afuera. Define cinco niveles o contextos, donde establecemos la
confianza. También establece una estructura para entenderla y actuar sobre ella.
Primera Onda. Confianza Personal: Esta onda comprende la confianza que tenemos en nosotros
mismos (en la capacidad para marcarnos objetivos y conseguirlos, mantener los compromisos y
cumplir lo que decimos) y también la capacidad para inspirar confianza en los demás.”. El principio
fundamental es la credibilidad, “ser digno de confianza.
Cuenta con cuatro focos: Integridad, Intenciones, Capacidades y Resultados. Las dos primeras tienen
que ver con el carácter y las segundas con las competencias. Vistos por separado:
Integridad: Significa esencialmente honestidad, aunque es más amplio, significa integración, “hacer
lo que dices”, “ser congruente por dentro y por fuera, poseer coraje para actuar con arreglo a los
valores y las creencias.
Intenciones: Tiene que ver con las motivaciones, prioridades y la conducta resultante. La confianza
surge cuando nuestras intenciones están claras y se basan en el beneficio mutuo, cuando nos
preocupados sinceramente no solo por nosotros sino también por las personas con las que
interactuamos. Cuando sospechamos que alguien alberga alguna intención oculta o no creemos que
esté actuando por nuestro bien, sospechando de lo que dice.
Capacidades: Son las aptitudes que poseemos que inspiran confianza, talentos, actitudes, destrezas,
conocimiento y estilo. Son los medios que utilizamos para alcanzar resultados.
Para Covey los cuatro focos de la credibilidad se pueden mirar con la metáfora del árbol. La integridad
se encuentra bajo la superficie, es el sistema de raíces de donde crece todo lo demás. Las intenciones
resultan un poco más visibles, son el tronco que surge bajo la superficie y se alza hacia el cielo. Las
capacidades son las ramas; nos permiten producir y los resultados son los frutos, las consecuencias
visibles, tangibles y mensurables que los demás perciben y evalúan con más facilidad.
Tercera Onda. Confianza Organizacional: Contempla como los líderes generan confianza en todo
tipo de organizaciones. El principio fundamental es el alineamiento, ayuda a los líderes a crear
estructura, sistemas y símbolos de confianza en la organización que reducen o eliminan siete de los
impuestos más insidiosos y costos para la organización y generan siete dividendos de confianza para
la misma. Estos siete impuestos son: redundancia, burocracia, políticas, desconexión, renovación,
agitación fraude. A su vez los dividendos son: valor aumentado, crecimiento acelerado, aumento de
la innovación, mejora de la colaboración, asociación más sólida, mejora de la ejecución y aumento
de la lealtad.
Cuarta Onda. Confianza del Mercado: El principio subyacente a este nivel de confianza es la
reputación. Comprende la marca de la empresa que refleja la confianza depositada en ella por clientes,
inversores y otros actores del mercado.
Quinta Onda. Confianza Social: Comprende la creación de valor para otros y para la sociedad en
general. El principio subyacente es la contribución, contribuyendo o devolviendo se contrarresta la
sospecha, el cinismo y la escasa confianza en la sociedad. También se inspira a los demás a crear
valor y contribuir.
Algo que echo de menos en los planteamientos de Covey junior es la dimensión de la responsabilidad,
a la que alude Flores en su trabajo. Confiar en alguien que ha tenido una trayectoria de cumplimiento
también es una dimensión importante de la confianza, pues indica que más allá de integridad,
intenciones, capacidades o resultados, da muestras en su comportamiento histórico que cumple lo que
promete, ya sea una persona o una organización.
Toda mi vida de adolescente participé del movimiento scout y nunca se me ha olvidado una de las
leyes del movimiento, “el scout es digno de confianza”, lo que significa un valor central necesario de
cultivar, de cuidar y de transmitir en todo momento de la vida.