Tesis Mamposteria

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA

DE MÉXICO

PROGRAMA DE MAESTRÍA Y DOCTORADO

EN INGENIERÍA

INGENIERÍA CIVIL – ESTRUCTURAS

TEORÍA DEL CAMPO DE COMPRESIÓN APLICADA A MAMPOSTERÍA CONFINADA


CON ACERO DE REFUERZO

T E S I S
QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE

MAESTRO EN INGENIERÍA
P R E S E N T A:

ADOLFO IVÁN JIMÉNEZ PALACIOS

TUTOR:

DR. JUAN JOSÉ PÉREZ GAVILÁN ESCALANTE

MÉXICO D.F. _________ 2015


JURADO ASIGNADO:

Presidente: Dr. Oscar Alberto López Bátiz

Secretario: Dr. Fernando Peña Mondragón

Vocal: Dr. Marcos Mauricio Chávez Cano

1 er. Suplente: Dr. José Alberto Escobar Sánchez

2 d o. Suplente: Dr. Juan José Pérez Gavilán Escalante

Lugar donde se realizó la tesis:

INSTITUTO DE INGENIERÍA, UNAM.

TUTOR DE TESIS:

DR. JUAN JOSÉ PÉREZ GAVILÁN ESCALANTE

--------------------------------------------------
FIRMA

ii
Agradecimientos

iii
Contenido
Agradecimientos .......................................................................................................................... iii
Resumen ........................................................................................................................................ 1
1. Introducción .......................................................................................................................... 2
1.1 Antecedentes ................................................................................................................ 5
1.2 Objetivos y alcances del estudio ................................................................................... 8
2. Teoría del campo de compresión modificado (TCCM) .......................................................... 9
2.1 Definición del problema .............................................................................................. 11
2.2 Condiciones de compatibilidad ................................................................................... 13
2.3 Condiciones de equilibrio ............................................................................................ 15
2.4 Relaciones constitutivas .............................................................................................. 18
2.4.1 Relación constitutiva de la mampostería a compresión ..................................... 18
2.4.2 Relación constitutiva de la mampostería a tensión ............................................ 20
2.4.3 Relación constitutiva para el concreto a compresión ......................................... 21
2.4.4 Relación constitutiva para el concreto a tensión ................................................ 22
2.4.5 Transferencia de cortante en las grietas ............................................................. 23
2.4.6 Relaciones constitutivas para el acero ................................................................ 27
3. Modelo de múltiples elementos verticales ......................................................................... 28
4. Estrategia de solución ......................................................................................................... 37
5 Casos analizados.................................................................................................................. 46
6 Resultados ........................................................................................................................... 56
6.1 Influencia del esfuerzo principal a tensión de la mampostería .................................. 59
6.2 Influencia del esfuerzo principal a compresión de la mampostería ........................... 63
6.3 Conclusiones de los análisis ........................................................................................ 68
7 Conclusiones ....................................................................................................................... 69
8 Referencias .......................................................................................................................... 71
Anexos ......................................................................................................................................... 74
Anexo 1.................................................................................................................................... 74
Anexo 2.................................................................................................................................... 76
Anexo 3.................................................................................................................................... 79
Anexo 4.................................................................................................................................... 85
Anexo 5.................................................................................................................................... 91
Resumen

Se presenta un macromodelo (Vulcano y Bertero, 1987) capaz de predecir la respuesta carga


lateral-desplazamiento de elementos estructurales de mampostería confinada con acero de
refuerzo sujetos a esfuerzos cortantes y normales. En el modelo se adoptan las hipótesis de la
Teoría del Campo de Compresión Modificada desarrollada por Frank J. Vecchio y Michael P.
Collins para concreto reforzado, en donde el elemento agrietado se trata como un nuevo
material con sus propias características de esfuerzo-deformación. Asimismo las condiciones de
equilibrio, compatibilidad y la relación esfuerzo-deformación del material están dados en
términos de esfuerzos y deformaciones promedio, es decir, que se tratan zonas y distancias lo
suficientemente grandes para que abarquen varias grietas.

Se comprobó la aplicabilidad de la teoría del campo de compresión modificada, mediante la


comparación de los resultados obtenidos del modelo analítico contra los resultados de muros
confinados con acero de refuerzo ensayados en el Centro Nacional de Prevención de Desastres
(CENAPRED), donde se tomaron en cuenta materiales y procedimientos estándares utilizados
en México (Cruz, 2015).

Las cargas máximas de la respuesta del muro (curva carga lateral-desplazamiento) obtenidas en
el modelo analítico, tienen un valor similar al registrado en los ensayos experimentales, con un
porcentaje de error aceptable menor al 14%.

1
1. Introducción

La mampostería es ampliamente usada en el mundo, principalmente para la construcción de


edificaciones habitacionales de baja y mediana altura, debido a su bajo costo y la facilidad de
construcción.

Antiguamente eran habituales los muros utilizados para resistir únicamente las solicitaciones de
cargas verticales, y se ignoraban las cargas laterales que por lo general se asocian a cargas
sísmicas. Reconociendo estas cargas, se empezó una serie de investigaciones en torno a este
tema a fin de implementar cambios en el método de análisis y constructivo a modo de que los
muros resistieran simultáneamente las cargas verticales y las cargas horizontales simulando así
un comportamiento más realista.

Las limitaciones del uso de suelo, la arquitectura y las condiciones socioeconómicas han forzado
que las estructuras a base de muros se conciban optimizando el área transversal de estos.
Debido a estas limitantes, los muros de mampostería simple tienen desventajas importantes
como la limitación para resistir fuerzas laterales por la poca o nula resistencia a tensión y un
comportamiento frágil una vez que llega a la carga de agrietamiento. Para contrarrestar estas
desventajas se han desarrollado distintas alternativas de construcción con el objetivo de mejorar
la resistencia y la capacidad de deformación de la mampostería simple. Este estudio centra su
atención en los muros de mampostería rodeados de elementos de concreto reforzado
(confinamiento) y que poseen refuerzo horizontal en las juntas horizontales de las piezas.

Los muros confinados se componen de paneles hechos con piezas de mampostería pegadas con
mortero rodeados en el sentido vertical por pequeñas columnas de concreto llamadas castillos
y en sentido horizontal por trabes llamadas dalas. Asimismo, la introducción de acero de
refuerzo en la mampostería confinada le dio una adecuada resistencia lateral y ductilidad ante
cargas laterales.

El deseo de entender y mejorar el comportamiento de la mampostería ha llevado a realizar


diferentes investigaciones experimentales alrededor del mundo con el objetivo de conocer
diferentes aspectos como: la resistencia a cortante y flexión, la resistencia ante cargas cíclicas,
la degradación de rigidez, la ductilidad, la interacción del cortante y la flexión en la deformación
de los muros, la influencia de relaciones de aspecto en el comportamiento, la importancia de la
cuantía de acero, entre otros.

Con relación a las investigaciones desarrolladas sobre estructuras de mampostería, en especial


en el caso de mampostería confinada reforzada interiormente, se destacan los estudios que se
han hecho hasta el momento en México (Aguilar y Alcocer,2001), así como en Perú (San
Bartolomé, 1994) y Eslovenia (Tomazevic, 1992). En Estados Unidos (Shing, 1990) como en
Nueva Zelanda (Voon, 2006) y Japón (Matsumura, 1988) también se han desarrollado muchas
investigaciones en torno a muros de mampostería reforzada interiormente, sin embargo, estas
centran su atención en la mampostería reforzada hecha con piezas huecas industrializadas de
concreto. En donde se incluye refuerzo vertical embebido en mortero dentro de los huecos o
celdas de las piezas.

Dentro de las investigaciones para muros de mampostería confinada con acero de refuerzo en
las juntas de mortero se pueden mencionar:

2
 Hernández y Meli (1976) evaluaron las distintas maneras de reforzar muros de
mampostería con el objeto de incrementar su resistencia y ductilidad ante cargas
laterales alternadas. También se evaluó el comportamiento de muros formados por
bloques de concreto colocados con juntas secas, con refuerzo interior y un aplanado de
mortero de alta adherencia que está compuesto de cemento, arena fina, aditivos
especiales y un refuerzo a base de fibra de vidrio que le da resistencia al muro. El análisis
cualitativo del comportamiento de los muros llevo a las siguientes conclusiones y
recomendaciones para el detallado de muros de mampostería confinada con acero de
refuerzo:
a) Se observa un mejor comportamiento en términos de capacidad de absorción de
energía, nivel de deterioro y reserva de resistencia después del agrietamiento con
la colocación de refuerzo horizontal adicional, en comparación de los muros no
reforzados.
b) El refuerzo horizontal resulta efectivo si está completamente recto y anclado en los
extremos del muro. La adherencia no representa una variable importante en este
sentido.
c) Se deben de realizar estudios adicionales para determinar un valor más adecuado
de la cuantía mínima de acero horizontal.
 Meli (1979) se estudiaron la variabilidad de los materiales que forman a la mampostería
para la determinación de las propiedades básicas de estos mediante ensayos de
pequeños especímenes y del comportamiento de la mampostería ante cargas
reversibles en una sola dirección, en donde concluyó que:
a) Los coeficientes de variación para las propiedades de los materiales involucrados
para la construcción de muros de mampostería confinada con acero de refuerzo son
muy altos.
b) El comportamiento fue aproximadamente lineal hasta el primer agrietamiento, que
se presenta por flexión o tensión diagonal. En el primer caso la falla es dúctil, y en
el segundo depende del tipo y cantidad de refuerzo interior y de las características
de los elementos confinantes.
c) La reserva de resistencia después del agrietamiento depende del tamaño de los
castillos del confinamiento y de la cuantía de refuerzo interior.
d) La carga vertical provoca un incremento en la resistencia y en la rigidez, reduciendo
la ductilidad del muro.
 Tomazevic y Velchovsky (1992) del Institute of Testing and Research in Materials and
Structures es uno de los trabajos más amplios y reconocidos a nivel mundial que ha
estudiado el comportamiento de la mampostería ante cargas sísmicas, estudiando el
efecto del refuerzo horizontal en la resistencia lateral y la ductilidad de muros de
mampostería utilizando en algunos experimentos mortero de alta resistencia para
mejorar la adherencia y el anclaje del refuerzo horizontal. A través de su amplia gama
de ensayos, los autores pudieron concluir que:
a) Se puede esperar una mejora en el comportamiento sísmico de los muros de
mampostería si se coloca refuerzo horizontal y vertical
b) El refuerzo horizontal tienen una influencia mayor, ya que aumenta la capacidad de
corte y la ductilidad, lo que posteriormente conduce a la fluencia del acero vertical
y a un desarrollo completo de la capacidad a flexión de la sección.
c) La resistencia al corte de los muros de mampostería está regida por los elementos
que se encuentran en tensión dentro del muro, por lo que solo depende de las
propiedades de las piezas y, en muy poca medida, de la resistencia del mortero.

3
d) La eficacia del refuerzo horizontal depende en gran parte de las condiciones de
adherencia y anclaje de este. Se incrementa la resistencia del mortero y disminuye
con el aumento de la cuantía del refuerzo.
e) La colocación de una cuantía mínima de refuerzo horizontal, resulta suficiente para
observar un aumento en la ductilidad del muro. Cuantías elevadas de refuerzo son
antieconómicas ya que la eficacia se reduce.
 Aguilar y Alcocer (2001) presentan los resultados de los ensayes ante cargas laterales de
cuatro muros de mampostería confinada con acero de refuerzo horizontal con
diferentes cuantías. Se llegó a recomendaciones para el análisis, diseño y construcción
para las Normas Técnicas Complementarias para el Diseño y Construcción de Estructuras
de Mampostería (NTCM) integradas en el Reglamento de Construcciones para el Distrito
Federal (RCDF) en relación con la cuantía mínima de refuerzo horizontal. Los autores
concluyeron que:
a) La presencia de refuerzo horizontal en muros de mampostería de tabique recocido
favorece una distribución más uniforme del daño y aumenta significativamente la
capacidad de deformación y la resistencia a cargas laterales
b) Los valores del cortante de agrietamiento y la distorsión a la que se presentan son
similares en todos los casos analizados
c) Existe una relación directa entre la cantidad de acero de refuerzo horizontal y la
distorsión a la que se registra el cortante máximo
d) La rigidez inicial de los modelos no se modifica por la presencia de refuerzo
horizontal
 Pineda y Alcocer (2004) presentan los resultados de ensayes de muros cuadrados
reforzados con encamisado de malla de alambre electrosoldada y aplanados con
mortero sometidos a cargas cíclicas alternadas y con esfuerzo vertical constante en los
muros. Se concluyó que el refuerzo horizontal y vertical dado por la malla electrosoldada
con mortero, aumenta la resistencia ante cargas laterales y la capacidad de
deformación.
 Cruz (2015) presenta muros confinados con castillos exteriores hechos con bloque liso
multiperforado de concreto en donde la variable estudiada es la cuantía de refuerzo
horizontal colocada entre las juntas de mortero buscando evaluar y en su caso
replantear la fórmula de eficiencia para el refuerzo horizontal plasmada en las NTCM
para mamposterías consideradas de alta resistencia.

Como se puede ver en el resumen anterior, desde las décadas de 1970 y 1980 ha habido un gran
desarrollo tanto experimental como analítico para la predicción del comportamiento tanto del
comportamiento lineal como del no lineal de estructuras a base de elementos de mampostería
confinada. Las expresiones utilizadas en México derivadas de pruebas experimentales que están
plasmadas en el Reglamento de Construcciones del Distrito Federal (RCDF) se basan en la
suposición que el patrón de agrietamiento sucede a 45° y en la analogía de la armadura
(Hernández, 1976), en donde la resistencia a cortante es expresada algebraicamente en
términos de la resistencia de la mampostería, la carga axial y el cortante del acero de refuerzo.
En contraste la teoría del campo de compresión modificado (TCCM), la cual ha sido adoptada
para diseñar elementos estructurales de concreto reforzado, ha demostrado que la hipótesis del
ángulo de agrietamiento igual a 45° puede ser demasiado conservadora (Vecchio, 1986).

4
1.1 Antecedentes
El mecanismo de fractura de los muros de mampostería depende de distintos factores como: la
carga vertical, los castillos, la adherencia entre las piezas y el mortero, los miembros de
confinamiento, la resistencia y la cuantía del acero horizontal, entre otras. Los mecanismos se
pueden sintetizar en los siguientes modos para la mampostería confinada, sabiendo de
antemano que el colapso se puede presentar con una combinación de varias fallas (Aguilar y
Alcocer, 2001).

1. Falla por flexión: Tiende a presentarse en muros esbeltos cuando se generan tensiones
importantes en los castillos, el acero con más solicitación de esfuerzo es el que se
encuentra longitudinalmente en la sección que por lo general está ubicado en los
castillos. Se produce la fluencia del acero longitudinal y una falla a compresión por
flexión en el talón comprimido del muro (Figura 1.1a). El agrietamiento se presenta en
forma vertical en las esquinas y en el centro del muro.
2. Falla por cortante por adherencia: se produce por un deslizamiento horizontal a lo largo
de la junta de mortero, en donde se presenta una falla por adherencia en la junta (Figura
1.1b)
3. Carga vertical: Se produce por una carga axial muy elevada con el aplastamiento de la
mampostería (Figura 1.1c)
4. Contracciones: Se debe a los cambios de temperatura o al fraguado (Figura 1.1d)
5. Cortante: Se caracteriza por un agrietamiento inclinado, que pasa a través de las piezas
siguiendo las juntas tanto horizontales como verticales (Figura 1.1e)
6. Tensión diagonal: Se producen agrietamientos inclinados pero a diferencia de la falla
por cortante, las grietas pasan uniformemente por toda la sección (Figura 1.1f).
Este tipo de falla puede generar la situación donde se presentan grandes esfuerzos de
compresión en las esquinas inferiores del muro, las cuales pueden provocar la falla por
aplastamiento cuando las piezas de mampostería son de baja calidad.

Figura 1.1. Modos de Falla

Figura 1.1. Modos de Falla

5
En los casos de los muros de mampostería confinada con acero de refuerzo, además de los
modos de falla anteriormente mencionados, se puede presentar una falla de compresión
cuando la cuantía del acero es elevada y la mampostería no tiene la capacidad de transmitir los
esfuerzos del mismo a la base del muro, esta falla se caracteriza por un mecanismo cortante-
compresión en donde se puede observar un aplastamiento de la mampostería en la base de los
muros.

En años recientes se han propuesto modelos analíticos que intentan representar el


comportamiento de las estructuras de mampostería ante diferentes tipos de solicitaciones,
principalmente para reproducir el mecanismo de falla de flexión y cortante (Pérez, 2012). Los
modelos se pueden dividir en lineales y no lineales, para los cuales existen dos filosofías, los
macromodelos y los micro-modelos. Los micromodelos están basados en la metodología de
elementos finitos en donde se representa a la mampostería con modelos detallados que simulan
el comportamiento que presentan todos los componentes que conforman a cada muro de
mampostería. Es decir que se utilizan varios tipos de elementos, uno para tabique, otro para el
mortero, otro para el acero, y los elementos necesarios para modelar la unión entre el mortero
y el tabique o entre el acero y el mortero. Estos últimos se modelan con elementos de interfaz
los cuales simulan la unión entre los materiales (Lourenco, 1996; Gambarotta y
Lagomarsino,1997). Diferentes estudios analíticos han demostrado que los modelos basados en
elemento finitos pueden reproducir el comportamiento no lineal de los muros de mampostería
confinada con acero de refuerzo con una exactitud aceptable (Ewing, 1988; Lotfi y Shing, 1991).

Debido al gran uso de recursos computacionales, así como la complejidad de implementar los
resultados derivados de los análisis con los modelos de elemento finito, se han desarrollado los
macromodelos que tratan de predecir el comportamiento de los muros de mampostería de
forma global y simplificada, dando resultados razonablemente acertados. Dentro de estos
modelos se pueden mencionar los más comunes: columna ancha (Zúñiga y Terán, 2008),
diagonal equivalente (Bazán, 1980) y el Modelo de múltiples elementos verticales (MMEV) o
mejor referido por sus siglas en ingles MVLEM (multiple-vertical-line-element-model) propuesto
por Vulcano en 1988.

Generalmente, la mayoría de los modelos simplificados están basados en el enfoque de idealizar


el panel completo de la pared en términos de elementos inelásticos colocados en las regiones
en donde se espera la no linealidad y conectados con elementos elásticos que simulan el resto
del muro (Figura 1.2). Los modelos comunes de columna ancha que simulan el comportamiento
histérico de la mampostería utilizan un elemento viga-columna en el eje centroidal de la pared
con un elemento elástico a flexión añadiendo un resorte no lineal en cada extremo para simular
la rotación que toma en cuenta el comportamiento inelástico de las secciones críticas. Entre
estos modelos se puede mencionar por ejemplo el modelo no lineal de columna ancha de Zúñiga
y Terán (2008), el cual se compone de un elemento barra que representa al muro unido a un
resorte que exhibe el comportamiento no lineal.

6
Figura 1.2 Elemento viga-columna (Orakcal, 2004)

La desventaja principal de los modelos comunes de viga-columna es que al estar modeladas las
propiedades del muro con una columna equivalente y unido en los extremos por vigas rígidas,
las rotaciones de un elemento viga columna ocurren alrededor del eje centroidal de la pared;
por lo tanto, la migración del eje neutro de la sección transversal a lo largo de la pared durante
la carga y descarga no se toma en cuenta (Figura 1.3).

En el presente estudio se adopta la Teoría del Campo de Compresión Modificado (TCCM),


usando un modelo de múltiples elementos verticales (MMEV) ya que equilibra con éxito
(Vulcano, 1988) la simplicidad de un modelo macroscópico y los refinamientos de un modelo
microscópico. El MMEV captura características de respuesta esencial como el cambio del eje
neutro y el efecto de una fuerza axial en la fluctuación de esfuerzos y rigidez, además de que
ofrece la flexibilidad para incorporar refinados modelos constitutivos de materiales y las
características de respuesta importantes como el confinamiento de los muros y el
comportamiento no lineal del mecanismo de cortante. Sin embargo tienen la desventaja de que
toma en cuenta de forma desacoplada la respuesta de flexión y cortante que podría ser
inconsistente con observaciones experimentales.

Figura 1.3 Desplazamiento del eje neutro

Asimismo debido a la complejidad del comportamiento después del agrietamiento del


fenómeno de cortante se han desarrollado distintas teorías para reproducir la respuesta de
distintos sistemas estructurales. Sin embargo la teoría del campo de compresión modificado

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tiene una simplicidad y exactitud superior a las teorías desarrolladas en el pasado, contando
además con una serie de experimentos que la respaldan (Vecchio y Collins, 1986).

En este estudio se implementa la teoría del campo de compresión modificado para evaluar la
resistencia de muros de mampostería sujetos a fuerzas laterales a partir de un modelo analítico
simple, capaz de reproducir de forma sencilla el comportamiento de los muros de mampostería
confinada con acero de refuerzo. En las siguientes secciones se explica la teoría del campo de
compresión modificado, desarrollado para elementos de concreto reforzado, asimismo se da a
conocer la justificación de la implementación de la teoría para elementos de mampostería
confinada con acero de refuerzo.

1.2 Objetivos y alcances del estudio


El objetivo de este trabajo es evaluar la teoría del campo de compresión modificado (TCCM) con
el desarrollo de un modelo analítico simple que sea capaz de simular con mayor precision el
comportamiento de muros de mampostería confinada con acero de refuerzo sujetos a cargas
verticales y horizontales.

Los objetivos intermedios son:

1. Calibrar el modelo con propiedades de mampostería utilizada comúnmente en México.


2. Comprobar la eficacia del modelo con pruebas realizadas en México para muros de
mampostería confinada con acero de refuerzo.
3. Analizar la importancia de la resistencia a tensión de la mampostería en el
comportamiento global de los muros.
4. Comprobar la efectividad de la teoría del campo de compresión modificado para estimar
el comportamiento ante momento flexionante y cortante de la mampostería.
5. Comparar los resultados obtenidos con muros ensayados en el CENAPRED donde
tomaron en cuenta materiales y procedimientos de construcción estándar utilizados en
México (Cruz, 2015).

La calibración, comprobación y eficacia del modelo seleccionado para implementar las hipótesis
de la TCCM, se evaluará con la comparación de la respuesta global carga lateral-desplazamiento
(envolvente) obtenida de muros ensayados en el CENAPRED (Cruz, 2015), en donde gracias a los
elementos confinantes y el acero de refuerzo, se logró un patrón de agrietamiento uniforme a
lo largo de los muros ensayados en cantiléver bajo cargas verticales y laterales.

La adecuación del modelo de múltiples elementos verticales (MMEV), así como la teoría del
campo de compresión modificado (TCCM) son adecuadas para reproducir de forma analítica el
comportamiento de los muros mencionados. Sin embargo es necesario estudiar otros casos de
los que se pueden mencionar: los muros con diferentes relaciones de aspectos (muros alargados
y esbeltos), muros con aperturas (como puertas y ventanas) y muros en donde exista diferente
distribución de curvatura a lo largo del muro.

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2. Teoría del campo de compresión modificado (TCCM)

Los muros de mampostería típicamente son diseñados para solicitaciones combinadas


(Figura 2.1 a) de fuerzas axiales (𝑃) , fuerzas laterales (𝑉) y momentos flexionantes (𝑀). La
combinación de estas solicitaciones da como resultado un estado de esfuerzos y deformaciones
complejo en el interior del muro, que depende primordialmente de la posición del punto de
interés que se quiera evaluar del muro. Para un estado particular de esfuerzos, la falla por
esfuerzos cortantes puede ocurrir de una de las siguientes maneras: una grieta inclinada y
escalonada que sigue las juntas de mortero, la formación de una sola grieta inclinada que pasa
tanto en las piezas de mampostería como en el mortero, la formación de grietas horizontales
siguiendo las juntas de mortero, la formación de múltiples grietas diagonales (falla dúctil),
(Aguilar,2001), o el aplastamiento de la mampostería en la zona a compresión. La ocurrencia de
un estado de falla a cortante, por lo general también se desarrolla en conjunto con el
comportamiento inelástico de los materiales tal como la fluencia del acero de refuerzo
horizontal, la apertura de las grietas, así como la posibilidad del aplastamiento o astillamiento
de la mampostería.

Las expresiones de diseño en Estados Unidos y en México se han desarrollado suponiendo un


fallo a tensión diagonal a lo largo de un plano de agrietamiento a 45°. La consecuencia de esta
hipótesis es una estimación poco conservadora de resistencia a corte que ofrece el acero y la
mampostería cuando el ángulo 𝜃 es menor a 45° y estimaciones excesivamente conservadoras
cuando el ángulo 𝜃 es mayor a 45° (Bennett, 2014). El ángulo 𝜃 representa la orientación de las
grietas de cortante con relación a un sistema coordenado 𝑥 y 𝑦, que se escoge de tal manera
que el eje 𝑥 sea paralelo a las juntas horizontales de la mampostería y al acero de refuerzo
horizontal (Figura 2.1c).

Para el desarrollo de un modelo analítico que prediga con precisión la resistencia de fuerza
cortante de muros de mampostería confinada con acero de refuerzo, es necesario tomar en
cuenta las propiedades ortotrópicas de la mampostería cuando está sujeta a estados de
esfuerzos biaxiales con diferentes orientaciones de carga con respecto a las juntas horizontales
de mortero, pues es ampliamente reconocida la formación de planos de debilidad que ocurren
entre las piezas de mampostería donde se encuentra el mortero. También es necesario ir más
allá de la hipótesis de un ángulo de fisura fija de 45° y aplicar una metodología racional para
estimar la separación de grietas y la transferencia de cortante en las grietas, tomando en cuenta
las condiciones locales en las grietas de cortante que contribuyen significativamente a la
resistencia ante fuerzas laterales de la mampostería confinada con acero de refuerzo. Además
el modelo aplicado debe tomar en cuenta tanto el nivel de momento aplicado y la contribución
de la fuerza axial.

La teoría del campo de compresión modificado, que se desarrolló para elementos estructurales
de concreto reforzado (RC) establece que los elementos estructurales puedan ser visualizados
como un ensamble de elementos simples llamados paneles (Figura 2.1b). Teóricamente si se
conoce el comportamiento de estos paneles, el comportamiento de la estructura completa se
puede estimar de una forma precisa.

9
Figura 2.1 Comportamiento de la mampostería reforzada sujeta a fuerzas combinadas: a)
muro típico de mampostería confinada y reforzada interiormente sujeto a fuerzas axiales y
laterales; b) panel representativo c) esfuerzos principales en el panel

Predecir la respuesta de estos paneles después del agrietamiento no es una tarea fácil, debido
a que bajo un estado particular de carga, se puede formar nuevas grietas teniendo en cuenta
que las grietas preexistentes pueden ser que se propaguen o que se cierren. La teoría del campo
de compresión ha sido desarrollada para elementos sujetos a fuerza cortante, en donde el
concreto agrietado es tratado como un nuevo material con sus propias características de
esfuerzo-deformación. Equilibrio, compatibilidad y las relaciones de esfuerzo-deformación son
formulados en términos de deformaciones promedio en donde se consideran áreas y distancias
lo suficientemente grandes para abarcar muchas grietas (Figura 2.3).

En el presente trabajo se adoptan las hipótesis y desarrollo de la TCCM para la creación de un


modelo analítico simple que describa el comportamiento de cortante y flexión de la
mampostería confinada con acero de refuerzo. El uso de la TCCM para la mampostería
confinada reforzada, se considera correcta por las similitudes en el comportamiento señalado
para estos dos materiales y se justificará más adelante.

En la siguiente sección se presenta la teoría del campo de compresión modificado desarrollada


para elementos de concreto reforzado y se plasman las hipótesis fundamentales para la
elaboración del presente trabajo.

10
2.1 Definición del problema
El panel mostrado en la Figura 2.2 representa a una porción pequeña de una estructura de
concreto reforzado completa en donde los esfuerzos actuando sobre ella, se pueden considerar
uniformes. El acero longitudinal y transversal son ortogonales entre sí y paralelos a los ejes 𝑥 y
𝑦, las cargas aplicadas al elemento en cada uno de sus planos son consideradas uniformes y
consisten en esfuerzos axiales 𝜎𝑥 y 𝜎𝑦 y un esfuerzo uniforme cortante 𝜏𝑥𝑦 . Las deformaciones
del elemento se asumen de tal manera que los bordes permanecen rectos y paralelos. La
configuración deformada está definida por dos deformaciones normales 𝜀𝑥 , 𝜀𝑦 y una
deformación a cortante 𝛾𝑥𝑦 .

Figura 2.2 Estado de esfuerzos y deformación del panel

El problema en cuestión es determinar la relación que existe entre los tres esfuerzos 𝜎𝑥 , 𝜎𝑦 y
𝜏𝑥𝑦 y las deformaciones 𝜀𝑥 , 𝜀𝑦 y 𝛾𝑥𝑦 . Para solucionar el problema se asumen las siguientes
hipótesis.

1. Por cada estado de deformaciones, existe solo un estado de esfuerzos correspondiente,


las situaciones en las que la historia de carga es significativa (carga cíclica reversible,
cambios de temperatura) no se consideran.

11
2. Los esfuerzos y deformaciones son considerados en términos de valores promedios en
donde se toman áreas y distancias lo suficientemente grandes para incluir varias grietas
(Figura 2.3). Sin embargo se incluye la influencia de los efectos locales en las grietas en
los muros donde se espera que las fallas locales gobiernen la resistencia del sistema.
3. El concreto y el acero de refuerzo están perfectamente unidos entre sí.
4. El refuerzo longitudinal está uniformemente distribuido en todo el elemento.
5. El esfuerzo principal a compresión es paralelo a las grietas y coincide con la dirección de
la deformación principal a compresión (Figura 2.2).

Los esfuerzos y deformaciones a tensión son tratados como cantidades positivas mientras que
los esfuerzos y deformaciones a compresión son tomados como negativos.

La principal suposición de la teoría del campo de compresión modificado es que la dirección del
esfuerzo principal a compresión (paralelo a las grietas) coincide con la dirección de la
deformación principal a compresión (Figura 2.2).

Figura 2.3 Deformaciones promedio en el elemento agrietado

Las cinco hipótesis anteriormente mencionadas son extrapoladas a mampostería debido a la


similitud en el comportamiento y en el patrón de agrietamiento que se puede observar en
pruebas experimentales en muros de mampostería confinada con acero de refuerzo horizontal
(Pineda y Alcocer ,2004). Sin embargo es de interés presentar las principales diferencias en el
comportamiento de elementos de concreto reforzado y los de mampostería confinada con acero
de refuerzo.

De acuerdo con la TCCM, las ecuaciones de compatibilidad y equilibrio se han derivado


suponiendo que el concreto es un material isotrópico (que presenta propiedades invariables en
todas sus direcciones), sin embargo la teoría del campo de compresión se puede aplicar a los
elementos de mampostería teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

1. La construcción de elementos de mampostería es ortotrópica. Esto debido a la


estructura interna de la unidad en sí, y de los planos de debilidad que se forman en las
juntas entre el mortero y los bloques de mampostería y la interacción entre estos.

12
2. Los muros de mampostería están compuestos de muchos materiales (piezas de
mampostería, mortero, acero de refuerzo, castillos y dalas). La interacción entre estos
materiales cuando se someten a diferentes tipos de condiciones de carga (por ejemplo
compresión pura contra cortante puro) provoca un cambio significativo en el
comportamiento de muros de mampostería confinada reforzada comparado con muros
de concreto reforzado. Como resultado, los paneles de mampostería tienen diferentes
relaciones constitutivas que son altamente dependientes del ángulo de los esfuerzos
principales en relación con las juntas donde se encuentra ubicado el mortero.
3. Los muros de mampostería confinada y reforzada también difieren en los detalles de
construcción limitados por la misma composición ortotrópica de la mampostería en
comparación de sus contrapartes muros de concreto reforzado. Esta situación provoca
varias diferencias en el detallado y prácticas del armado incluyendo la separación y
arreglos del acero de refuerzo.

Sin embargo las observaciones de Aguilar y Alcocer (2001), Pineda y Alcocer (2004), han
demostrado mediantes pruebas experimentales que el comportamiento de muros de
mampostería confinada con acero de refuerzo tienen un comportamiento parecido a los muros
de concreto reforzado, siguiendo un patrón de agrietamiento uniforme a lo largo del muro
(Figura 2.4).

Figura 2.4 Estado final de los especímenes ensayados por Aguilar y Alcocer (Aguilar, 2001)

2.2 Condiciones de compatibilidad


Habiendo asumido que el acero está anclado a la mampostería, por compatibilidad se presume
que cualquier deformación experimentada por la mampostería debe ser exactamente igual a la
deformación experimentada en el acero. Cualquier cambio en la deformación de la
mampostería, será acompañado por una deformación igual en el acero.

Si se conocen los tres componentes de deformación 𝜀𝑥 , 𝜀𝑦 y 𝛾𝑥𝑦 , entonces se pueden conocer


las deformaciones en cualquier otra dirección usando geometría. El círculo de Mohr de las
deformaciones se muestra en la Figura 2.5, posteriormente se resumen algunas relaciones útiles
proveniente de la propia geometría del círculo (ecuaciones 2.1 a 2.5) que se utilizarán para
determinar los esfuerzos principales a compresión y a tensión (𝜀2 , 𝜀1 ) a partir de deformaciones
promedias en los ejes coordenados (𝜀𝑥 , 𝜀𝑦 , 𝛾𝑥𝑦 ). El objetivo principal de estas ecuaciones es
calcular el ángulo de inclinación de las grietas 𝜃, para poder relacionar las deformaciones
principales a compresión y tensión con los esfuerzos principales respectivamente.

13
Figura 2.5 Círculo de Mohr para deformaciones

𝜀𝑥 + 𝜀𝑦
𝐶𝑒 = 2.1
2

𝛾𝑥𝑦 2
𝑅 = √( ) + (𝐶𝑒 − 𝜀𝑦 )2 2.2
2

𝜀1 = 𝐶𝑒 + 𝑅 2.3

𝜀2 = 𝐶𝑒 − 𝑅 2.4
𝛾𝑥𝑦
tan(2𝜃) = 2.5
𝜀𝑦 − 𝜀𝑥

Donde

𝐶𝑒 = Centro geométrico del círculo de Mohr de deformaciones

𝜀𝑥 , 𝜀𝑦 , 𝛾𝑥𝑦 = Componentes de deformación promedio en el sistema coordenado 𝑥-𝑦

𝑅 = Radio geométrico del círculo de Mohr de deformaciones

𝜀1 = Deformación principal promedio a tensión de la mampostería

𝜀2 = Deformación principal promedio a compresión de la mampostería

𝜃 = Ángulo de inclinación del eje de las deformaciones principales con


respecto al sistema coordenado 𝑥-𝑦

14
2.3 Condiciones de equilibrio
De acuerdo con la TCCM el panel del muro esta descrito en términos de un material equivalente
homogéneo y ortotrópico, cuyas propiedades como la resistencia a compresión y a tensión
fueron obtenidas a partir de pruebas experimentales. Una vez que se forman las grietas, el panel
del muro puede ser visto como un conjunto de elementos uniaxiales: puntales de compresión y
tensión, paralelos y perpendiculares a las grietas respectivamente, que simulan el
comportamiento promedio de la mampostería.

Las condiciones de esfuerzo en el panel (Figura 2.6) se consideran uniformes y se especifican en


términos de esfuerzos normales 𝜎𝑥 , 𝜎𝑦 y esfuerzos cortantes 𝜏𝑥𝑦 . Estos componentes de
esfuerzos están definidos en un sistema de coordenadas 𝑥-𝑦 que se elige que coincida con la
dirección del acero de refuerzo y las juntas de la mampostería. Los elementos de mampostería
y acero se formulan por separado y son conectados por requisitos de compatibilidad (Figura
2.6b y Figura 2.6c).

Se plantean condiciones de equilibrio para que las acciones aplicadas sobre el panel de
mampostería confinada con acero de refuerzo (Figura 2.6a) se encuentren balanceadas entre
las reacciones en la mampostería (Figura 2.6b) y del acero de refuerzo (Figura 2.6c). Se asume
que las barras de acero solo pueden resistir esfuerzos axiales y que el campo de esfuerzos en la
mampostería se puede definir en términos de esfuerzos normales, las condiciones de equilibrio
pueden ser expresadas por las ecuaciones 2.6 a 2.8. Que serán de utilidad para el cálculo de los
esfuerzos en el sistema de coordenadas 𝑥-𝑦 a partir de los esfuerzos principales a compresión y
tensión. En el anexo 1 se muestra el procedimiento desarrollado para la obtención de dichas
ecuaciones.

𝜎𝑥 = 𝜎1 sin(𝜃)2 + 𝜎2 cos(𝜃)2 + 𝜌𝑥 𝜎𝑠𝑥 2.6

𝜎𝑦 = 𝜎1 cos(𝜃)2 + 𝜎2 sin(𝜃)2 + 𝜌𝑦 𝜎𝑠𝑦 2.7

𝜏𝑥𝑦 = −(𝜎1 − 𝜎2 ) sin(𝜃) cos(𝜃) 2.8

Donde:

𝜎𝑥 , 𝜎𝑦 ,𝜏𝑥𝑦 = Componentes de esfuerzo promedio en el sistema coordenado 𝑥-𝑦

𝜎1 = Esfuerzo principal promedio a tensión de la mampostería

𝜎2 = Esfuerzo principal promedio a compresión de la mampostería

𝜌𝑥 , 𝜌𝑦 = Cuantía de acero en la dirección 𝑥 y 𝑦 respectivamente

𝜎𝑠𝑥 , 𝜎𝑠𝑦 = Esfuerzo axial promedio en el acero en la dirección 𝑥 y 𝑦 respectivamente

𝜃 = Ángulo de inclinación del eje de los esfuerzos principales con respecto al


sistema coordenado 𝑥-𝑦

15
Figura 2.6 a) Panel de mampostería, b) Esfuerzos principales, c) Esfuerzos en el acero

Las condiciones que se muestran en la Figura 2.6 (repetidos en la Figura 2.7b) representan los
esfuerzos promedios del panel. Sin embargo se puede prever que en la zona de grietas (Figura
2.7c), habrá variaciones de esfuerzos diferentes a los esfuerzos promedios, ya que en los puntos
cercanos a la grieta, el acero de refuerzo está sujeto a un esfuerzo más grande que el que esta
embebido en la mampostería debido a la reducción de área que contribuye a la resistencia a
corte (es decir que las tensiones en las zonas de grietas no son tomadas por la mampostería
agrietada). El incremento de esfuerzo en el acero de refuerzo es representado por el esfuerzo
local 𝜎𝑠𝑦 y 𝜎𝑠𝑥 𝑐𝑟 (Figura 2.7c). Aunque los esfuerzos principales a tensión no pueden ser
𝑐𝑟
transferidos por la mampostería, existe la posibilidad de que los esfuerzos de cortante sean
transmitidos a través de los agregados del mortero y las piezas de mampostería que existen a lo
largo de la grieta. Este esfuerzo cortante local es definido por 𝜈𝑚𝑖 , por otra parte se identifica
un esfuerzo normal 𝜎𝑚𝑖 . Para conservar el equilibrio del elemento, los esfuerzos promedios que
se encuentran en la zona no agrietada, deben de ser iguales con los esfuerzos en la zona
agrietada, dando como resultado el equilibrio planteado a continuación (ecuación 2.9 a 2.10).En
el Anexo 2 se presenta el desarrollo para la obtención de las ecuaciones 2.9 y 2.10

𝜎𝑠𝑥 𝜌𝑥 sin(𝜃) + 𝜎1 sin(𝜃) = 𝜎𝑠𝑥 𝑐𝑟 𝜌𝑥 sin(𝜃) − 𝜎𝑚𝑖 sin(𝜃) − 𝜈𝑚𝑖 cos(𝜃) 2.9

𝜎𝑠𝑦 𝜌𝑦 cos(𝜃) + 𝜎1 cos(𝜃) = 𝜎𝑠𝑦 𝜌𝑦 cos(𝜃) − 𝜎𝑚𝑖 cos(𝜃) + 𝜈𝑚𝑖 sin(𝜃) 2.10
𝑐𝑟

16
a)

b)

c)

Figura 2.7 Efectos locales a lo largo de la grieta del panel agrietado

17
2.4 Relaciones constitutivas
Las relaciones constitutivas que se ocupan en esté trabajo sirven para relacionar los esfuerzos
principales con las deformaciones principales. En la siguiente sección se plasman las relaciones
constitutivas utilizadas en el presente estudio tanto de mampostería que servirán para modelar
la parte interior del muro, como las del concreto que servirán para modelar los castillos de la
mampostería confinada.

2.4.1 Relación constitutiva de la mampostería a compresión


En la práctica, los medios típicos para obtener la resistencia a mampostería a compresión (𝑓′𝑚)
son con ensayos a compresión axial sobre ensambles de mampostería llamadas pilas
(Figura 2.8a). Estas pruebas se someten a esfuerzos perpendiculares a la junta de mortero en
compresión pura (𝜃 = 90°), en donde 𝜃 es el ángulo de inclinación medido desde el eje de
referencia 𝑥, 𝑦 que concuerda con las juntas horizontales de mortero, y el esfuerzo principal a
compresión que es páralo a la dirección de las grietas. El ángulo 𝜃 = 90° representa una relación
de esfuerzos principales de 𝜎2 ⁄𝜎1 = −1/0 .Sin embargo diversos estudios (Bazán, 1980 y
Lizárraga, 2013) han demostrado que la resistencia de la mampostería a compresión, varia
significativamente dependiendo del ángulo de aplicación de la carga con respecto a las juntas
horizontales de mortero. Siguiendo esta analogía se hace uso de la ecuación 2.11 propuesta por
Lizárraga (2013) para poder relacionar la resistencia de la mampostería a compresión con el
ángulo de inclinación 𝜃 para ángulos comunes mayores a 45° (Figura 2.8b).

𝑓𝑚 (𝜃)
= 4.403 ∗ 10−4 𝜃 2 + (−4.944 ∗ 10−2 )𝜃 + 1.88 𝑠𝑖 𝜃 > 45° 2.11
𝑓𝑚 (90°)

Figura 2.8 a) Prueba estándar de pilas, b) Pilas ensayadas por Lizárraga (2013) variando la
inclinación de las juntas de mortero

18
Adicionalmente a la ecuación 2.11, se ha observado (Tikalsky, 1995) que la resistencia a
compresión de la mampostería de una pila (compresión pura) es distinta a la que se puede
observar en los paneles que están sujetos a esfuerzos de tensión adicionales a los de
compresión. Estos esfuerzos a tensión provocan una reducción de la capacidad a compresión de
la mampostería. Por lo que, para considerar el comportamiento complejo de la reducción de
resistencia a compresión por la inclinación de la junta de mortero y por los esfuerzos a tensión
que rigen al panel, se adopta una ecuación propuesta por Vecchio y Collins (ecuación 2.12), en
donde se introduce el parámetro 𝛽 (ecuación 2.12) que considera la deformación principal a
tensión y adicionalmente se incluye el parámetro 𝑓 𝑚 (𝜃) que considera la inclinación del ángulo
𝜃 en la resistencia a compresión de la mampostería. La ecuación 2.12 nos da la resistencia
máxima alcanzada por la mampostería como un producto del parámetro 𝛽 y 𝑓𝑚 (𝜃).

2𝜀2 𝜀2 2
𝜎2 = 𝛽𝑓𝑚 (𝜃) [ −( ) ] 2.12
𝜀𝑐𝑜 𝜀𝑐𝑜

Donde

𝜎2 , 𝜀2 = Esfuerzo y deformación principales a compresión

𝑓𝑚 (𝜃) = Resistencia a compresión axial de la mampostería en función del ángulo de


inclinación (ecuación 2.11)

𝛽 = Parámetro que considera el esfuerzo principal a tensión en el panel (Figura


2.10) cuya expresión (ecuación 2.13) está basada en las pruebas
experimentales de Drysdale y Kattab (1995).

𝜀𝑐𝑜 = Deformación en donde ocurre la carga máxima a compresión. Se obtiene


experimentalmente de pilas de mampostería ensayadas a compresión pura y
varía según el tipo de pieza de mampostería utilizada (-0.0015, -0.0018,- 0.002,
-0.003).

1
𝛽= 𝜀1 ≤ 1 2.13
0.8 − 0.34
𝜀 𝑐𝑜

19
Influencia del parametro β
σ2/fm(θ)

beta=1
beta=0.9
beta=0.7
beta=0.5

0 -0.0005 -0.001 -0.0015 -0.002 -0.0025 -0.003 -0.0035 -0.004 -0.0045


ε2

Figura 2.9 Comportamiento de la mampostería a compresión para


distintos valores de 𝛽

Variación de β
1.2

0.8
β

0.6

0.4

0.2

0
0 -1 -2 -3 -4 -5 -6 -7
ε1/ε´c

Figura 2.10 Parámetro 𝛽 que toma en cuenta el esfuerzo principal a tensión


en la resistencia de la mampostería a compresión

2.4.2 Relación constitutiva de la mampostería a tensión


Para describir la relación entre el esfuerzo y la deformación a tensión de la mampostería
(Figura 2.11) se utiliza un modelo exponencial desarrollado por Gupta y Maestrini (1990). En
donde se propone una relación lineal hasta la deformación 𝜀𝑐𝑟 correspondiente al agrietamiento
del panel de mampostería, una vez fisurado el panel, la resistencia de la mampostería a tensión
es cero en la zona del elemento agrietado. No obstante, incluso después del agrietamiento la
mampostería que se encuentra entre las grietas, que continua en su estado natural, es capaz de
contribuir en la resistencia a tensión por lo que se toma en cuenta con la rama descendente de
la ecuación 2.15.

20
Figura 2.11 Comportamiento de la mampostería a tensión

𝜎1 = 𝐸𝑚 𝜀1 0 ≤ 𝜀1 ≤ 𝜀𝑐𝑟 2.14

𝜎1 = 𝑓𝑡 𝑒 −𝐶(𝜀1 −𝜀𝑐𝑟 ) 𝜀1 > 𝜀𝑐𝑟 2.15

Donde

𝜎1 , 𝜀1 = Esfuerzo y deformación principales a tensión

𝑓𝑡 = Resistencia al agrietamiento de la mampostería sujeta a tensión axial


𝑓𝑡 = 0.05𝑓𝑚 (Shing, 1993)

𝜀𝑐𝑟 = Deformación al agrietamiento de la mampostería sujeta a tensión axial 𝜀𝑐𝑟 =


𝑓𝑡 /𝐸𝑚

𝐶 = Parámetro de daño que refleja el efecto de la rigidización a tensión 𝐶 = 150


(Matsumura, 1988)

𝐸𝑚 = Módulo de elasticidad de la mampostería

2.4.3 Relación constitutiva para el concreto a compresión


Las relaciones expuestas a continuación sirven para simular el comportamiento del concreto
utilizado en los castillos y en las dalas de la mampostería confinada con acero de refuerzo y serán
utilizadas para relacionar las deformaciones principales con los esfuerzos principales.

La resistencia a compresión del concreto varia significativamente en los paneles sujetos a


esfuerzos biaxiales contra las pruebas estándar en cilindros de concreto que se ensayan con
esfuerzos puros de compresión, por lo que se adopta la siguiente expresión (ecuación 2.16)
propuesta por Vecchio y Collins que introduce el parámetro 𝛽𝑐 (ecuación 2.17) que considera el

21
reblandecimiento del concreto debido a las deformaciones de tensión 𝜀1 que son
perpendiculares a la dirección principal de compresión.

2𝜀2 𝜀2 2
𝜎2 = 𝛽𝑐 𝑓𝑐 [ −( ) ] 2.16
𝜀𝑐𝑜𝑐 𝜀𝑐𝑜𝑐

Donde

𝜎2 , 𝜀2 = Esfuerzo y deformación principales a compresión

𝑓𝑐 = Resistencia a compresión axial del concreto obtenida de ensayes comunes de


cilindros de concreto.

𝛽𝑐 = Parámetro que considera el esfuerzo principal a tensión en el panel cuya


expresión (ecuación 2.17) está basada en las pruebas experimentales de Vecchio
y Collins (1986) en concreto reforzado

𝜀𝑐𝑜𝑐 = Deformación en donde ocurre la carga máxima a compresión que se obtiene de


las pruebas de cilindro estándar (0.003)

1
𝛽𝑐 = 𝜀1 ≤ 1 2.17
0.8 − 0.34
𝜀 𝑐𝑜𝑐

2.4.4 Relación constitutiva para el concreto a tensión


Para la relación entre el esfuerzo y deformación principal a tensión en el concreto (Figura 2.12),
se adopta la siguiente expresión (ecuación 2.18 y 2.19). En donde primeramente por efectos del
conglomerante con el agregado, el concreto presenta cierta resistencia a la tensión (𝑓𝑐𝑟 ) incluso
en ausencia del acero de refuerzo. Al solicitar al elemento de concreto reforzado a tensión, se
advierte inicialmente un comportamiento lineal hasta llegar al agrietamiento (ecuación 2.18).
Tras el agrietamiento, el concreto reforzado es capaz de seguir resistiendo tensiones por efecto
principalmente de la adherencia entre el acero y el concreto (rigidización a tensión). En el
momento del agrietamiento se produce una transferencia de esfuerzos al acero de refuerzo, sin
embargo, el concreto ubicado entre las grietas que continúa en su estado no agrietado, es capaz
de resistir ciertas tensiones. Estas tensiones son tomadas en cuenta por la rama descendente
de la Figura 2.12 (ecuación 2.19).

2.18
𝜎1 = 𝐸𝑐 𝜀1 0 ≤ 𝜀1 ≤ 𝜀𝑐𝑟𝑐

𝑓𝑐𝑟
𝜎1 = 𝜀1 > 𝜀𝑐𝑟𝑐 2.19
1 + √200𝜀1

22
Donde

𝜎1 , 𝜀1 = Esfuerzo y deformación principales a tensión

𝑓𝑐𝑟 = Resistencia al agrietamiento del concreto (0.33√𝑓´𝑐)

𝜀𝑐𝑟𝑐 = Deformación al agrietamiento del concreto 𝜀𝑐𝑟𝑐 = 𝑓𝑐𝑟 /𝐸𝑐

𝐸𝑐 = Módulo de elasticidad del concreto

Figura 2.12 Comportamiento del concreto a tensión

2.4.5 Transferencia de cortante en las grietas


Hasta el momento, solo se han tratado esfuerzos y deformaciones promedias tanto en las
propiedades constitutivas de la mampostería como del concreto, en esta sección se toman en
cuenta la variación de esfuerzos entre las zonas agrietadas con respecto a las zonas no
agrietadas.

Tradicionalmente, los ensayos experimentales están enfocados en evaluar la capacidad de la


mampostería agrietada no reforzada para transmitir esfuerzos cortantes a través de las juntas
de mortero. Antes y durante el inicio del agrietamiento en la interfaz mortero-pieza, la
resistencia a cortante se obtiene a través de una fricción interior generada principalmente por
la carga axial normal al plano de deslizamiento (Figura 2.13).

23
Figura 2.13 Transferencia de cortante debido a la trabazón de los agregados

Este fenómeno es dependiente del nivel de esfuerzo normal que actúa contra la apertura de las
grietas. Si el ancho de grietas promedio (𝑤) supera el tamaño de los agregados que sobresalen
a lo largo de la superficie de grieta (causantes de la fricción), se evita el contacto entre los
agregados y por lo tanto, no hay fricción. Se hace notar que la contribución total de la trabazón
de los agregados del mortero a lo largo de la superficie de grieta que están compuesto por
agregados muy finos, será dominada por la contribución de las piezas de mampostería que están
compuestos con tamaño de agregados mayores cuando la grieta penetre indiscriminadamente
tanto en las piezas de mampostería como en el mortero.

Sin embargo es nula la información experimental que se tiene acerca del cortante transferido
en las grietas y la fricción provocada por la trabazón de diferentes tamaños de agregado
(bloques de mampostería, mortero). No obstante Veccio y Collins (1986) dentro de la TCCM
utilizaron el trabajo experimental de Walraven (1981) para determinar un límite superior
(𝜈𝑐 ,𝑚𝑎𝑥 ) para el máximo cortante que puede ser transmitido a través de una grieta abierta de
concreto reforzado (𝜈𝑐𝑖 ) basado en el tamaño máximo de agregado (𝑎𝑔 ), el ancho de grieta (𝑤)
y la resistencia a compresión del concreto (𝑓´𝑐). La expresión dada por la ecuación 2.20
conservadoramente desprecia la contribución del esfuerzo a compresión normal en la grieta
(𝑓𝑚𝑖 ).

0.18√𝑓´𝑐
𝜈𝑐𝑖 ≤ 𝜈𝑐 ,𝑚𝑎𝑥 = 2.20
24𝑤
0.31 +
𝑎𝑔 + 16

Para adaptar la ecuación 2.20 en la composición natural de los materiales de los muros de
mampostería, se debe considerar la interacción que existe entre las piezas de mampostería y las
juntas del mortero. Consecuentemente 𝑎𝑔 puede ser tomado como un promedio grueso de los
tamaños de los agregados (𝑎𝑔 ,𝑚𝑜 = 2.5𝑚𝑚 para mortero y 𝑎𝑔 ,𝑏𝑙 = 5.0𝑚𝑚 para las piezas de
mampostería). La contribución de cada tipo de materiales en la resistencia a cortante, varia con

24
el tipo de pieza de mampostería seleccionada, el tipo de mortero, el ángulo de inclinación de la
grieta con respecto a las juntas horizontales y que cantidad de material pasa a lo largo de la
grieta. Por simplicidad se hace uso de un volumen representativo de mampostería para calcular
un tamaño de agregado promedio (𝑎𝑔 ,𝑎𝑣 ) dado por la ecuación 2.21

𝑉𝑚𝑜 𝑎𝑔 ,𝑚𝑜 + 𝑉𝑏𝑙 𝑎𝑔 ,𝑏𝑙


𝑎𝑔 ,𝑎𝑣 = 2.21
𝑉𝑢𝑛𝑖𝑡

Donde

𝑉𝑚𝑜 = Volumen del mortero a lo largo de las juntas tanto horizontales como verticales

𝑎𝑔 ,𝑚𝑜 = Tamaño del agregado del mortero

𝑉𝑏𝑙 = Volumen solido de las piezas de mampostería

𝑎𝑔 ,𝑏𝑙 = Tamaño del agregado de las piezas de mampostería

𝑉𝑢𝑛𝑖𝑡 = Volumen grueso representativo de la mampostería

La resistencia a compresión (𝑓´𝑐) usada en la ecuación 2.20 está originalmente basada en la


capacidad a compresión de un cilindro de concreto. Sin embargo, la mampostería está
compuesta de diferentes materiales que interactúan entre ellos con diferentes propiedades
mecánicas que difieren significativamente del ensamble completo, la discrepancia entre la
resistencia del elemento de mampostería y la de los materiales individuales recae en gran
manera en forma que la compresión uniaxial se aplica en los ensayos de mampostería, ya que
esta está resistida por la mampostería como un material compuesto. Por el contrario, las fuerzas
de trabazón que existe en la grieta dependerá de la unión entre los agregados y la base
cementante que contengan. Por este motivo, se deben reflejar las propiedades individuales de
cada material en lugar del elemento entero de mampostería. En este contexto se propuso
(Bennett R. Banting, 2014) que el 𝑓´𝑐 expresado en la ecuación 2.20 es mejor representado por
la media ponderada de la resistencia de los materiales (𝑓𝑎𝑣 ) dado por la ecuación 2.22.
Para el cálculo de la media ponderada se considera un volumen representativo de mampostería
confinada (𝑉𝑢𝑛𝑖𝑡 ) el cual se puede separar en la porción del volumen representativo del mortero
(𝑉𝑚𝑜 ) y la del volumen representativo de las piezas de mampostería (𝑉𝑏𝑙 ).

𝑉𝑚𝑜 𝑓𝑚𝑜 + 𝑉𝑏𝑙 𝑓𝑏𝑙


𝑓𝑎𝑣 = 2.22
𝑉𝑢𝑛𝑖𝑡

Donde

𝑓𝑚𝑜 = Resistencia del mortero a compresión

𝑓𝑏𝑙 = Resistencia de la pieza de mampostería a compresión

𝑉𝑚𝑜 = Volumen del mortero a lo largo de las juntas tanto horizontales como verticales

25
𝑉𝑏𝑙 = Volumen solido de las piezas de mampostería

𝑉𝑢𝑛𝑖𝑡 = Volumen grueso representativo de la mampostería

Remplazando 𝑎𝑔 ,𝑎𝑣 y 𝑓𝑎𝑣 de las ecuaciones 2.21 y 2.22 por 𝑎𝑔 y 𝑓´𝑐 ´ de la ecuación 2.20 se
puede obtener una ecuación que exprese un límite superior del cortante que se puede transmitir
a través de la trabazón de los agregados (ecuación 2.23).

0.18√𝑓𝑎𝑣
𝜈𝑚𝑖 ≤ 𝜈𝑚 ,𝑚𝑎𝑥 = 2.23
24𝑤
0.31 +
𝑎𝑔,𝑎𝑣 + 16

El termino final que se requiere para la determinación del cortante por la trabazón de los
agregados es el ancho de grieta (𝑤 = 𝑠𝜃 ∗ 𝜀1 ). El espacio promedio entre grietas está definido
por 𝑠𝜃 puede ser estimado con la ecuación 2.24 respaldan Vecchio y Collins (1986).

1
𝑠𝜃 =
sin(𝜃) cos(𝜃) 2.24
+
𝑠𝑦𝑐 𝑠𝑥𝑐

Donde

𝑠𝜃 = Espacio promedio entre grietas medidas perpendicularmente al ángulo de


inclinación de las grietas

𝑠𝑦𝑐 = Promedio de espaciamiento vertical

𝑠𝑥𝑐 = Promedio de espaciamiento horizontal

26
2.4.6 Relaciones constitutivas para el acero
El acero es un material que, ensayado de forma aislada, responde de forma muy semejante a
tensión y a compresión. Aunque el comportamiento real en ensayo uniaxial es más complejo,
para representar el comportamiento del acero de refuerzo, se asume un modelo bilineal común
utilizado en las formulaciones de la TCCM (Figura 2.14). Sin embargo, debido a que el acero de
refuerzo está orientado de manera paralela al eje coordenado propuesto, la relación del
esfuerzo y deformación del comportamiento del acero se relaciona con las deformaciones en
𝑥 y en 𝑦 (Figura 2.2).

𝜎𝑠𝑥 = 𝜀𝑥 𝐸𝑠𝑥 𝜀𝑥 ≤ 𝜀𝑠𝑜𝑥 2.25

𝜎𝑠𝑥 = 𝐹𝑥 𝜀𝑥 ≤ 𝜀𝑠𝑜𝑥 ≤ 𝜀𝑠𝑢𝑥 2.26

𝜎𝑠𝑦 = 𝜀𝑦 𝐸𝑠𝑦 𝜀𝑦 ≤ 𝜀𝑠𝑜𝑦 2.27

𝜎𝑠𝑦 = 𝐹𝑦 𝜀𝑦 ≤ 𝜀𝑠𝑜𝑦 ≤ 𝜀𝑠𝑢𝑦 2.28

Donde

𝜎𝑠𝑥 , 𝜎𝑠𝑦 = Esfuerzo en el acero en compresión o tensión en la dirección de estudio


(𝑥, 𝑦)

𝜀𝑥 , 𝜀𝑦 = Deformación en tensión o compresión en la dirección de estudio (𝑥, 𝑦)

𝜀𝑠𝑜𝑥 , 𝜀𝑠𝑜𝑦 = Deformación de fluencia del acero en la dirección de estudio 𝑥, 𝑦 (0.0021)

𝜀𝑠𝑢𝑥 , 𝜀𝑠𝑢𝑦 = Deformación última del acero en la dirección 𝑥, 𝑦 (0.015)

𝐸𝑠𝑥 , 𝐸𝑠𝑦 = Módulo de elasticidad del acero

𝐹𝑥 , 𝐹𝑦 = Esfuerzo de fluencia del acero

Figura 2.14 Comportamiento del acero tanto en compresión como en tensión axial

27
3. Modelo de múltiples elementos verticales

Las hipótesis de la TCCM, equilibrio, compatibilidad y relaciones constitutivas de la mampostería


anteriormente mencionadas se implementan en un modelo macroscópico de elementos
verticales y horizontales (Figura 3.1b) que simulan la respuesta general del muro. Para poder
definir la relación entre el desplazamiento causado por flexión y por el desplazamiento por
cortante se utiliza un modelo llamado MVLEM (multiple-vertical-line-element-model)
desarrollado por Vulcano (1988). En donde se puede modelar a los muros como una pila de
subelementos MVLEM (𝑚) que se colocan uno sobre otro.

Figura 3.1 a) Muro de mampostería b) Modelo del muro usando MVLEM

Cada ensamble genérico de MVLEM (Figura 3.2) está compuesto de una serie de elementos
unidimensionales verticales que en conjunto simulan la respuesta a flexión y axial del modelo,
estos elementos están conectado a vigas rígidas tanto en la parte superior como en la inferior:
los dos elementos axiales que se encuentran en los extremos (𝑘𝑦1 , 𝑘𝑦𝑛 ) representan la rigidez
axial y a flexión de los castillos que confinan a la mampostería, mientras que los elementos
intermedios (𝑘𝑦2 , … , 𝑘𝑦𝑛−1 ) representan la rigidez axial y a flexión de la mampostería, que se
encuentra en el panel central. El número de elementos axiales puede ser incrementado para
una descripción más detallada de la sección del muro analizada.

28
Figura 3.2 Modelo de múltiples elementos verticales (MVLEM)

Para considerar la rigidez axial en dirección horizontal, al modelo antes mencionado (Figura 3.2)
se le agrega un elemento con rigidez 𝐾𝑥𝑖 unido de igual manera a vigas rígidas discretizando el
muro como se muestra en la Figura 3.3. Un solo ensamble de MVLEM contiene seis grados de
libertad (𝐺𝐷𝐿) correspondientes a dos de traslación y uno de rotación. En los casos en donde se
modele el muro con un solo ensamble de MVLEM (𝑚 = 1) se tendrían tres grados de libertad
para considerar las deformaciones axiales verticales (𝑣), las deformaciones axiales horizontales
(𝑢) y las rotaciones en la parte superior del elemento (𝜙). Así mismo si se consideran más
ensambles de MVLEM el número de 𝐺𝐷𝐿 del modelo se incrementa, del modo que para muros
empotrados en la base con 𝑚 = 2 existen 6 𝐺𝐷𝐿, con 𝑚=4 corresponden 12 𝐺𝐷𝐿. Para centrar
la atención en la aplicabilidad de la TCCM se utiliza solo un ensamble de elementos (𝑚 = 1)
obteniendo un sistema con 3 𝐺𝐷𝐿

29
Figura 3.3 Modelo utilizado en el estudio

Cada uno de los elementos verticales es analizado individualmente, aunque las condiciones de
compatibilidad y equilibrio se deben de cumplir en el muro completo.

En la formulación del modelo se hicieron las siguientes consideraciones:

1. Se asumen que existen condiciones de esfuerzos y deformación uniformes en cada


elemento.
2. La teoría de campo de compresión modificado (Modified Compression Field Theory,
MCFT) rige la compatibilidad y el equilibrio de cada elemento.
3. Se cumple la hipótesis de Bernoulli- Navier en donde la distribución de deformaciones
longitudinales es lineal a lo largo de la sección transversal del muro.
4. Se consideran únicamente las deformaciones causadas por flexión, cortante y la
deformación por carga axial (Figura 3.4), despreciando cualquier otra deformación
adicional causada por algún otro mecanismo (Figura 1.1).

Figura 3.4 a) Deformación total, b) Deformación por flexión, c) Deformación


por cortante

La rotación relativa entre la parte superior y la inferior del muro ocurre alrededor de un punto
localizado en el eje centroidal del elemento a una altura 𝑐 ∗ ℎ. Las rotaciones y los
desplazamientos transversales causados por flexión son calculados con base en la curvatura del
muro, derivada del momento flexionante y de las propiedades de los materiales (Figura 3.5).
Los desplazamientos causados por cortante no dependen del valor de 𝑐.

El valor de 𝑐 se basa en la distribución de curvatura esperada del muro a lo largo de la altura ℎ.


Por ejemplo, en los casos de muros de concreto reforzado, si la curvatura a lo largo de la altura
del elemento es constante, el valor de 𝑐 = 0.5 da una exactitud razonable para el cálculo de

30
desplazamientos laterales tanto en el rango elástico como en el inelástico (Vulcano, 1988). En
el caso de distribuciones triangulares de momento flexionante, el valor de 𝑐 = 0.5 sigue dando
buenas aproximaciones en el rango lineal, pero subestima los desplazamientos en el
comportamiento no lineal. Este problema puede ser resuelto “apilando” más elementos (𝑚) que
conlleva a un menor gradiente de momento (Fischinger, 1992) especialmente en las regiones en
donde se espera deformaciones no lineales. En el rango inelástico el problema es aún más crítico
debido a que incluso pequeños gradientes de momento pueden causar grandes distribuciones
de curvatura. Consecuentemente se deben de utilizar valores pequeños de 𝑐 (Vulcano, 1988)
para tomar en cuenta la distribución no lineal de curvatura a lo largo de la altura del muro. El
aumento del número (𝑚) de MVLEM en las zonas en zonas en donde se tenga una distribución
de momentos triangular y se esperen deformaciones no lineales (por ejemplo, los muros del
primer nivel en estructuras a base de muros) resulta en reducir la variación del momento y la
curvatura a lo largo del muro restándole influencia al parámetro 𝑐 en la respuesta del muro.

Figura 3.5 Rotaciones y desplazamientos debidos a la flexión

Geométricamente el centro de rotación es el punto para el que el desplazamiento por flexión


transversal del elemento, es equivalente al desplazamiento asociado al desplazamiento del
cuerpo rígido resultante de una rotación que el elemento sufre en el centro de rotación. En
consecuencia, el centro de la distribución de curvatura se encuentra a una distancia 𝑐 ∗ ℎ como
se muestra en la Figura 3.6 y se demuestra en las ecuaciones 3.1 a 3.4

ℎ 0 ℎ ℎ 3.1
Δ𝛿𝑓𝑙 = ∫ 𝜔𝑥´𝑑𝑥´ = − ∫ 𝜔(ℎ − 𝑥)𝑑𝑥 = ℎ ∫ 𝜔𝑑𝑥 − ∫ 𝜔𝑥𝑑𝑥
0 ℎ 0 0

ℎ 3.2
Δϕ = ∫ 𝜔𝑑𝑥
0

∫ 𝜔𝑥𝑑𝑥 ℎΔϕ − Δ𝛿𝑓𝑙 Δ𝛿𝑓𝑙


𝑐ℎ = = =ℎ− 3.3
∫ 𝜔𝑑𝑥 Δϕ Δϕ

Δ𝛿𝑓𝑙 = ℎ(1 − 𝑐)Δϕ 3.4

31
Figura 3.6 Centro de rotación

El valor de 𝑐 está basado en la distribución de curvatura esperada a lo largo de la altura del


elemento (ℎ) como se, mencionó con anterioridad. Por ejemplo, para muros en donde el signo
de la curvatura no cambia a lo largo de la altura del muro, la siguiente expresión (ecuación 3.1)
se puede utilizar para el cálculo del parámetro 𝑐 (Colotti, 1993).
𝑎+2
𝑐= , (0 ≤ 𝑐 ≤ 1) 3.1
3(𝑎 + 1)

𝑀𝑏
Donde 𝑎 = con 𝑀𝑏 y 𝑀𝑡 , momento en la base y el momento en la cara superior
𝑀𝑡
respectivamente. Para muros con rotación libre en la parte superior, el valor de 𝑐 derivado de la
ecuación 3.1 se toma como límite superior, mientras que el valor de 𝑐 = 0 puede ser tomado
como límite inferior en el caso donde se considera que la articulación plástica ocurre en la base
del muro. Al contrario, para muros en donde se tienen restricciones al giro en su parte superior,
la ecuación 3.1 no es válida y se recomienda modelar al muro con más elementos (𝑚) apilados
uno arriba de otro (Fischinger, 1992) para restarle influencia al parámetro 𝑐 o para
aproximaciones menos precisas se puede considerar 𝑐 = 1 para despreciar el desplazamiento a
flexión Figura 3.7a y que solo el desplazamiento debido a cortante contribuya con el
desplazamiento total del muro.

El valor de 𝑐 es de importancia en el rango no lineal en donde se esperan grandes distribuciones


de curvatura con pequeños cambios en momento flexionante. En consecuencia valores
pequeños de 𝑐 deben ser usados para tomar en cuenta la distribución no lineal de la curvatura
a lo largo de la altura del muro.

Para especímenes en donde el momento en la parte superior del muro es cero se usa un valor
de 𝑐 = 1/3 basado en la respuesta de modelos experimentales (Vulcano, 1988).

Asimismo se estima el desplazamiento total del muro (δ) como la suma del desplazamiento
provocado por la flexión (𝛿𝑓𝑙 ), más el desplazamiento provocado por el cortante (𝛿𝑠ℎ ) derivando
en la siguiente relación (ecuación 3.2):

32
𝛿 = 𝛿𝑓𝑙 + 𝛿𝑠ℎ = 𝜙(1 − 𝑐)ℎ + 𝛾𝑥𝑦 ℎ 3.2

Donde:

𝛿 = Desplazamiento total del muro (Figura 3.7a).

𝛿𝑓𝑙 = Componte de desplazamiento provocado por la flexión (Figura 3.7b).

𝛿𝑓𝑙 = Componente de desplazamiento provocado por cortante (Figura 3.7c).

𝛾𝑥𝑦 = Distorsión media de cortante

𝜙 = Rotación a flexión

Figura 3.7 Mecanismo de deformación del muro

33
Desde el punto de vista mecánico, cada uno de los subelementos de modelo de múltiples
elementos verticales se puede representar como:

a) Una serie de elementos axiales, cada uno con rigidez axial 𝐾𝑦,𝑖 y un resorte horizontal
posicionado a una altura 𝑐 ∗ ℎ (Figura 3.8), con rigidez 𝐾𝐻 . Los elementos verticales
describen globalmente la rigidez axial y a flexión del elemento en la dirección vertical,
mientras que el resorte horizontal describe la rigidez a cortante.
b) Un elemento horizontal, con rigidez 𝐾𝑥 , el cual describe a la rigidez axial del muro en
dirección horizontal (Figura 3.8).

Figura 3.8 Componentes de rigidez del muro

En la Figura 3.9 se muestran los componentes de desplazamientos para el muro, dado un


desplazamiento total 𝛿 y estimando los demás componentes de desplazamiento 𝑢, 𝑣, 𝜙. Las
deformaciones promedio en cada uno de los elementos verticales y horizontales se pueden
evaluar cómo sigue (ecuaciones 3.3 a 3.6 ):

1 3.3
𝜀𝑦,𝑖 = (𝜈 − 𝜙𝑥𝑖 )

𝑢 3.4
𝜀𝑥 =
𝑙

𝛿 3.5
𝛾𝑥𝑦 = − 𝜙(1 − 𝑐)

𝛾𝑥𝑦
tan(2𝜃) = 3.6
𝜀𝑦,𝑖 − 𝜀𝑥

34
Figura 3.9 Componentes de desplazamiento

A partir de las deformaciones promedias de cada uno de los elementos verticales y horizontales,
se estiman las deformaciones principales 𝜀1 y 𝜀2 y los esfuerzos principales 𝜎1 y 𝜎2 de acuerdo
con las formulaciones descritas anteriormente en la TCCM. Finalmente se evalúan los esfuerzos
𝜎𝑥,𝑖 y 𝜎𝑦,𝑖 en el sistema coordenado 𝑥, 𝑦 y se comprueba el equilibrio general del muro con las
siguientes condiciones de equilibrio (ecuaciones 3.7-3.10):

∑ 𝐾𝑦 ,𝑖 ∗ ℎ ∗ 𝜀𝑦 ,𝑖 = 𝑁 3.7
𝑖=1
𝑛

𝐾𝐻 ∗ (ℎ ∗ 𝛾𝑥𝑦 ) ∗ (1 − 𝑐) ∗ ℎ − ∑ 𝐾𝑦 ,𝑖 ∗ ℎ ∗ 𝜀𝑦 ,𝑖 ∗ 𝑥𝑖 = 𝑀 3.8
𝑖=1
𝑛

∑ 𝐾𝑥 ,𝑖 ∗ 𝑙 ∗ 𝜀𝑥 = 0 3.9
𝑖=1

𝐾𝐻 ∗ ℎ ∗ 𝛾𝑥𝑦 = 𝑉 3.10

35
En donde

χ ∑𝑛𝑖=1 𝐴𝑦 ,𝑖 ∗ 𝜏𝑥𝑦 ,𝑖 3.11


𝐾𝐻 =
h 𝛾𝑥𝑦

1 𝐴𝑥 ,𝑖 𝜎𝑥 𝑖 3.12
𝐾𝑥 ,𝑖 = ∗
𝑙 𝜀𝑥
1 𝐴𝑦 ,𝑖 ∗ 𝜎𝑦 ,𝑖 3.13
𝐾𝑦 ,𝑖 = ∗
ℎ 𝜀𝑦 ,𝑖

En donde

𝑁, 𝑀, 𝑉 = Fuerzas aplicadas en la sección

𝐴𝑥,𝑖 , 𝐴𝑦,𝑖 = Área de la sección transversal de cada elemento 𝑖 en dirección 𝑥 y 𝑦 con


relación al eje centroidal del muro

𝛸 = Factor de área efectiva de cortante

𝑛 = Número de elementos verticales

Si se sustituyen las ecuaciones 3.11,3.12,3.13 en las ecuaciones 3.7,3.8,3.9,3.10 se obtiene:


𝑛

∑ 𝐴𝑦 ,𝑖 ∗ 𝜎𝑦 ,𝑖 = 𝑁 3.14
𝑖=𝑖
𝑛

∑ 𝐴𝑦 ,𝑖 ∗ [χ ∗ τxy ,i ∗ (1 − 𝑐)ℎ − 𝑥𝑖 ∗ 𝜎𝑦 ,𝑖 ] = 𝑀 3.15


𝑖=1
𝑛

∑ 𝜒 ∗ 𝐴𝑦 ,𝑖 ∗ 𝜏𝑥𝑦 ,𝑖 = 𝑉 3.16
𝑖=1

36
4. Estrategia de solución

Para el análisis de los muros de mampostería confinada con acero de refuerzo se siguieron dos
analogías. En la primera se consideraron únicamente esfuerzos y deformaciones promedios
(áreas y distancias lo suficientemente grandes para abarcar varias grietas) despreciando los
efectos locales que se presentan en las grietas. Este procedimiento fue utilizado para analizar
muros que presentaron una falla dominada por el mecanismo de tensión diagonal con un patrón
de fallas distribuidas uniformemente (falla deseada). Por otro lado, la segunda analogía se utiliza
para poder considerar la reducción en la resistencia de los muros que tienen una cuantía elevada
(generalmente mayores al 0.2%), que aunque tienen más acero distribuido horizontalmente en
las juntas de las piezas de mampostería, se ha observado que la resistencia máxima alcanzada
por los muros con esta característica es menor a los muros que tienen las mismas condiciones
de geometría, carga y propiedades mecánicas pero menos cuantía de acero horizontal
(Cruz,2015).

Para los dos procedimientos, basándose en la teoría del campo de compresión modificado, los
esfuerzos de compresión que son tomados por la mampostería y por los castillos (𝜎2 ) son
determinados por las ecuaciones (2.12 y 2.16).

Para el primer caso en donde se desprecian los efectos locales a lo largo de las superficies de las
grietas, el esfuerzo principal a tensión (𝜎1 ) se calcula con las ecuaciones 2.14 y 2.15, y para el
segundo procedimiento se anexaron las siguientes consideraciones que toman en cuenta el
cortante y la trabazón de los agregados a lo largo de la superficie de las grietas:

Una vez que empieza el agrietamiento, el efecto de la rigidización a tensión en la mampostería


debe ser considerado (parte descendente del comportamiento a tensión). Sin embargo, el
esfuerzo principal a tensión (𝜎1 ) estará limitado por las condiciones de esfuerzo locales en la
superficie de las grietas (ecuaciones 2.9, 2.10, 4.1 y 4.3). Las condiciones locales están
gobernadas por la “cantidad de resistencia de reserva” en el acero de refuerzo que cruzan a las
grietas (es decir, que tan cerca están de su esfuerzo de fluencia). Para el instante en donde el
esfuerzo promedio en el acero de refuerzo que está embebido en la mampostería no agrietada
todavía está dentro de su rango elástico, se tendrá una resistencia de reserva significativa en la
grieta para compensar la reducción brusca del área transversal. La cantidad de esta capacidad
de reserva dependerá de un número de factores, como el ángulo de inclinación 𝜃 y la cantidad
de acero de refuerzo, tal que las ecuaciones 2.14 y 2.15 gobernarán el esfuerzo principal a
tensión. Sin embargo, cuando el acero incrustado en la mampostería se acerca a su límite de
fluencia, la resistencia de reserva puede ser gobernada por un valor limitado de (𝜎1 ). Para
determinar este límite, se asume que 𝜎𝑠𝑥 ,𝑐𝑟 = 𝐹𝑥 y 𝜎𝑠𝑦 ,𝑐𝑟 = 𝐹𝑦 donde 𝐹𝑥 y 𝐹𝑦 son los esfuerzos
de fluencia de los aceros en la dirección 𝑥 y 𝑦 respectivamente y se sustituye en las ecuaciones
2.9 y 2.10 (y de forma conservadora se asume que 𝜎𝑚𝑖 = 0) resultando (ecuaciones 4.1 y 4.2):

𝜈𝑚𝑖 4.1
𝜎1 ≤ (𝐹𝑥 − 𝜎𝑠𝑥 )𝜌𝑥 −
tan(𝜃)

𝜎1 ≤ (𝐹𝑦 − 𝜎𝑠𝑦 )𝜌𝑦 + 𝜈𝑚𝑖 tan(𝜃) 4.2

37
Alternativamente si el ancho de grieta 𝑤, es muy pequeño; el valor de 𝜈𝑚𝑖 es muy grande pero
existe una capacidad de reserva reducida. Si se sustituye la ecuación 4.2 en la ecuación 4.1
también se tiene el límite siguiente (ecuación 4.3):

𝜎1 ≤ (𝐹𝑥 − 𝜎𝑠𝑥 )𝜌𝑥 sin2 (𝜃) + (𝐹𝑦 − 𝜎𝑠𝑦 )𝜌𝑦 cos 2 (𝜃) 4.3

Finalmente se necesita para la obtención del equilibrio el cortante transferido por la trabazón
de los agregados que se puede determinar sustituyendo la ecuación 4.1 en la ecuación 4.2 y
resolviendo para 𝜈𝑚𝑖 sujeto al límite 𝜈𝑚 ,𝑚𝑎𝑥 (ecuación 2.23).

|(𝐹𝑥 − 𝜎𝑠𝑥 )𝜌𝑥 − (𝐹𝑦 − 𝜎𝑠𝑦 )𝜌𝑦 | 4.4


𝜈𝑚𝑖 = < 𝜈𝑚 ,𝑚𝑎𝑥
1
(tan(𝜃) + )
tan(𝜃)

En conclusión, el esfuerzo principal a tensión 𝜎1 es el valor mínimo de las ecuaciones 2.14,2.15


y 4.1-4.3.

Por otro lado, para poder tomar en cuenta los efectos locales (ecuación 2.23) se necesita el
espaciamiento promedio vertical y horizontal de las grietas (𝑠𝑦𝑐 , 𝑠𝑥𝑐 ) del macroelemento, los
cuales pueden reflejar de forma anticipada el comportamiento global del muro. No obstante,
se tiene que hacer una distinción entre los muros en los que predominan las deformaciones a
flexión contra los muros en donde predominan las deformaciones a corte.

En general, las paredes en cantiléver que se espera que se comporten predominantemente a


flexión, es decir ℎ𝑒𝑓𝑓 /𝐿 > 1.0 en donde ℎ𝑒𝑓𝑓 es la altura efectiva del muro y 𝐿 la longitud del
muro, se le pueden asignar un parámetro de espaciamiento promedio de grieta vertical igual a
la separación que existe entre las barras de acero de refuerzo vertical 𝑠𝑦 = 𝑠𝑦𝑐 , en este tipo de
muros, el refuerzo vertical acarrean mayores esfuerzos que el acero horizontal. Por el contrario,
los muros en cantiléver cuadrados en donde se anticipa un comportamiento predominante a
cortante (es decir ℎ/𝑙 ≤ 1.0), así como los muros sujetos a doble curvatura, es de esperarse que
el acero de refuerzo horizontal tenga grandes esfuerzos. En estos muros, la orientación de las
grietas verticales se espera que se formen en planos de debilidad creados por el espaciamiento
del acero de refuerzo vertical (𝑠𝑦 ) así como las juntas verticales en donde los sobre esfuerzos
en el acero horizontal (𝑠𝑥𝑗 ) pueden causar grietas. Para consolidar este efecto el parámetro de
espaciamiento de grietas puede ser tomado como el promedio entre la contribución de los dos
planos de debilidad (𝑠𝑦𝑐 = (𝑠𝑦 + 𝑠𝑥𝑗 )⁄2).

En cuanto al parámetro de separación de grieta horizontal (𝑠𝑥𝑐 ), se hace una distinción similar
de acuerdo con el tipo de comportamiento esperado del muro. Los muros en cantiléver que se
esperan tengan un comportamiento predominante a flexión (es decir ℎ𝑒𝑓𝑓 /𝐿 > 1) se les asigna
un parámetro de espaciamiento de grieta horizontal igual a la separación del acero de refuerzo
horizontal tal que 𝑠𝑥𝑐 = 𝑠𝑥 . Del mismo modo en muros en cantiléver cuadrados (ℎ𝑒𝑓𝑓 /𝐿 ≤ 1),
así como los muros sujetos a doble curvatura, se les asigna igual un parámetro de espaciamiento
horizontal promedio igual a 𝑠𝑥𝑐 = 𝑠𝑥 .

38
Para efecto del estudio de ambos procedimientos se considera en el modelo únicamente las
deformaciones dentro del muro a partir de los 3 grados de libertad (𝑢, 𝑣, 𝜙), es decir que solo se
considera un ensamble de MVLEM (𝑚 = 1) empotrado en su parte inferior (Figura 3.8).
Suponiendo que la deformación por esfuerzo cortante es uniforme a lo largo de la sección y que
las secciones planas permanecen planas, la deformación axial (𝜀𝑦 ) se calcula para cada elemento
vertical y la distorsión por cortante se calcula para el muro completo (𝛾𝑥𝑦 ) basándose en los
grados de libertad prescritos en la etapa de análisis actual.

Las ecuaciones descritas anteriormente gobiernan el comportamiento global del muro de


mampostería confinada con acero de refuerzo sujeto a cargas externas. La solución de estas
ecuaciones nos da como resultado el estado de carga-deformación del muro bajo incrementos
monotónicos de carga lateral o desplazamientos. El problema radica en la naturaleza no lineal
del sistema de ecuaciones, para el cual se adopta el método iterativo de Newton-Raphson
implementado la siguiente estrategia de solución:

1. Seleccionar un valor de δ
2. Estimar los desplazamientos 𝑢, 𝑣, 𝜙
3. Se calculan los valores promedio de deformación 𝜀𝑥 , 𝜀𝑦 , 𝛾𝑥𝑦 con las ecuaciones 3.3,3.4
y 3.5
4. Se calcula en ángulo de inclinación 𝜃 con la ecuación 3.6
5. Se calculan las deformaciones principales a tensión y a compresión 𝜀1 , 𝜀2 con las
ecuaciones 2.1-2.4
6. Se calcula los esfuerzos en el acero 𝜎𝑠𝑥 , 𝜎𝑠𝑦 con las ecuaciones 2.25 o 2.26
7. Se calcula el esfuerzo principal a compresión ya sea del concreto de los castillos o de la
mampostería 𝜎2 con las ecuaciones 2.12 o 2.16
8. Se calcula el esfuerzo principal a tensión ya sea del concreto de los castillos o de la
mampostería 𝜎1 con las ecuaciones 2.18-2.19 para los castillos, con las ecuaciones 2.14
y 2.15 para el procedimiento en donde no se consideran las fallas locales o el mínimo
valor de las ecuaciones2.14,2.15 y 4.1-4.3 para donde se deben de considerar los efectos
locales en la mampostería.
9. Se comprueba el equilibrio con las ecuaciones 3.14-3.16
10. Si no se cumple el equilibrio se varían los desplazamientos 𝑢, 𝑣, 𝜙 y se regresa al paso 3
11. Se calcula el valor de la fuerza cortante resultante 𝑉 con la ecuación 3.16
12. Se selecciona el siguiente valor de δ y se repiten los pasos 2-11

Para variar los desplazamientos 𝑢, 𝑣, 𝜙 necesarios para el procedimiento, se utiliza el esquema


iterativo de Newton-Raphson:

𝑠 𝑗+1 = 𝑠 𝑗 − 𝑊 ∗ 𝑟 𝑗 4.5

En donde 𝑗 está referido al número de ciclo en donde se encuentra la iteración, 𝑠 = [𝑢, 𝑣, ϕ]𝑇
es el vector de desplazamientos que se varía y el vector 𝑟 es el vector residual de fuerzas que
está definido como:

39
𝑛

∑ 𝐴𝑦,𝑖 𝜎𝑦,𝑖 − 𝑁
𝑖=1
𝑟1 𝑛
4.6
𝑟 = (𝑟2 ) = ∑ 𝐴𝑦,𝑖 [𝜒𝜏𝑥𝑦 (1 − 𝑐)ℎ − 𝑥𝑖 𝜎𝑦,𝑖 ] − 𝑀
𝑟3 𝑖=1
𝑛

∑ 𝐴𝑥,𝑖 𝜎𝑥,𝑖
[ 𝑖=1 ]
Y 𝑊 está definido por el Jacobiano del vector 𝑟:
𝜕𝑟1 𝜕𝑟1 𝜕𝑟1
𝜕𝑢 𝜕𝜈 𝜕𝜙
𝜕𝑟2 𝜕𝑟2 𝜕𝑟2 4.7
𝑊=
𝜕𝑢 𝜕𝜈 𝜕𝜙
𝜕𝑟3 𝜕𝑟3 𝜕𝑟3
[ 𝜕𝑢 𝜕𝜈 𝜕𝜙 ]

El proceso iterativo se detiene hasta que el vector de fuerzas residual 𝑟 sea tan pequeño como
una tolerancia especificada (1𝑥10−4 ), por lo general, se requieren del orden de dos iteraciones
para la convergencia a ceros del vector residual. En la Figura 4.1 se muestra de manera
ilustrativa el procedimiento por cada elemento vertical a seguir en ambas analogías para la
obtención del equilibrio interno del modelo, en donde se tiene en primera instancia el panel del
muro deformado en función de sus componentes 𝜀𝑥 , 𝜀𝑦 y 𝛾𝑥𝑦 las cuales se calcularon con las
ecuaciones 3.3, 3.4 y 3.5, a partir de estos componentes de deformación, se calculan las
deformaciones principales del panel 𝜀1 y 𝜀2 así como el ángulo 𝜃, una vez que se obtiene el
ángulo de inclinación, se pueden relacionar los componentes de deformaciones principales con
los de esfuerzos principales 𝜎1 y 𝜎2 haciendo uso de las propiedades constitutivas de los
materiales, ya que se tienen los esfuerzos principales, se estima el equilibrio del panel en el eje
coordenado 𝑥, 𝑦 y se le suman las componentes de esfuerzo del acero por compatibilidad de
deformaciones.

40
Figura 4.1 Procedimiento a seguir para el equilibrio interno del muro en ambas analogías

41
Se expone a continuación el diagrama de flujo para los muros en donde no se considera la falla
local (Figura 4.2) y el diagrama de flujo para los muros en donde si se consideran los efectos
locales (Figura 4.3), para la solución numérica a detalle de los muros de mampostería con acero
de refuerzo. Dichos diagramas son la base para la programación del algoritmo en cualquier
paquete de programación.

En el primer paso de los algoritmos, se escoge un desplazamiento total 𝛿 con el cual se inicia el
proceso iterativo, en todos los muros se parte de un desplazamiento de 𝛿 = 0.1 𝑚𝑚 y se va
aumentando con una tasa de aumento igual a Δ𝛿 = 0.005 hasta llegar al desplazamiento
deseado para cada muro. Para la primera estimación de los desplazamientos 𝑢, 𝑣, 𝜙 se eligen
dos puntos que estén muy cercanos entre si y cercanos a cero (ej. 𝑠𝑗 = [0.001, −0.1,1 ∗ 10−6 ]
y 𝑠𝑘 = [0.0009, −0.9,0.9 ∗ 10−6 ]), luego se sigue el procedimiento plasmado en la sección
anterior o en los diagramas de flujo hasta llegar al equilibrio del muro (paso 9), si el equilibrio
no se cumple se varia el vector 𝑠 con ayuda del Jacobiano. Para el cálculo del Jacobiano se debe
de calcular las derivadas parciales del vector 𝑟 (ecuación 4.6) para lo cual se tiene que repetir
todo el procedimiento (desde el paso 2) tomando en cuenta cuanto varia el vector 𝑟 con
respecto a los componentes del vector 𝑠 (es decir 𝑢, 𝑣, 𝜙), por ejemplo, para la obtención de la
variación con respecto a los desplazamientos se tomara como la diferencia que existe entre los
dos puntos propuestos (Δs = [0.001, −0.1,1 ∗ 10−6 ] − [0.0009, −0.09,0.9 ∗ 10−6 ]). Si se
𝜕𝑟1 𝜕𝑟2 𝜕𝑟3
quiere obtener , , se tendrá que repetir los pasos 3 al 9 con la variación del
𝜕𝑢 𝜕𝑢 𝜕𝑢
componente de desplazamiento 𝑢 con respecto a 𝑟 (Δu = 0.001 − 0.0009) traducido en un
incremento del componente 𝑢, es decir 𝑢2 = 𝑢 + Δ𝑢 dejando fijos 𝑣 y 𝜙 (−0.1,1 ∗ 10−6 ). De
𝜕𝑟1 𝜕𝑟2 𝜕𝑟3
igual manera para los componentes , , se repiten los pasos 3 al 9 dejando fijos los
𝜕𝑣 𝜕𝑣 𝜕𝑣
−6
desplazamientos 𝑢 y 𝜙 (0.001,1 ∗ 10 ) y el desplazamiento 𝑣 tomará el valor de 𝑣2 = Δ𝑣 + 𝑣
𝜕𝑟1 𝜕𝑟2 𝜕𝑟3
donde Δ𝑣 = (−0.1 − (−0.09)). Lo mismo sucede con , , dejando fijo los valores de 𝑢
𝜕𝜙 𝜕𝜙 𝜕𝜙
y 𝑣 (0.001, −0.1) y realizando los pasos 3 al 9 sumándole a 𝜙 el incremento respectivo de Δ𝜙 =
1 ∗ 10−6 − 0.9 ∗ 10−6 .

42
Inicio Si i=1 o i=n

𝑓𝑚 (𝜃)
2𝜀2 𝜀2 2
= 2.66 ∗ 10−4 𝜃 2 + (−3.04 ∗ 10−2 )𝜃 + 1.58 𝑠𝑖 𝜃 > 45° 𝜎2 = 𝛽𝑐 𝑓𝑐 [ −( ) ]
Para δ de 𝑓𝑚 (90°) 𝜀𝑐𝑜𝑐 𝜀𝑐𝑜𝑐
0.01 has ta DD
2𝜀2 𝜀2 2
𝜎2 = 𝛽𝑓𝑚 (𝜃) [ −( ) ]
𝜀𝑐𝑜 𝜀𝑐𝑜 𝜎1 = 𝐸𝑐 𝜀1 0 ≤ 𝜀1 ≤ 𝜀𝑐𝑟
𝑓𝑐𝑟
𝜎1 = 𝜀1 > 𝜀𝑐𝑟
1 + √200𝜀1
𝜎1 = 𝐸𝑚 𝜀1 0 ≤ 𝜀1 ≤ 𝜀𝑐𝑟
𝑢, 𝑣, 𝜙
𝜎1 = 𝑓𝑡 𝑒 −𝐶(𝜀 1 −𝜀 𝑐𝑟 ) 𝜀1 > 𝜀𝑐𝑟

Para i de 1
has ta n

𝜎𝑠 = 𝜀𝑠 𝐸𝑠 𝜀𝑠 ≤ 𝜀𝑠𝑜
1
𝜀𝑦,𝑖 = (𝜈 − 𝜙𝑥𝑖 ) 𝜎𝑠 = 𝐹𝑦 𝜀𝑠 ≤ 𝜀𝑠𝑜 ≤ 𝜀𝑠𝑢

𝑢
𝜀𝑥 =
𝑙
𝛿
𝛾𝑥𝑦 = − 𝜙(1 − 𝑐)

𝛾𝑥𝑦
tan(2𝜃) = 𝑛
𝜀𝑦 ,𝑖 − 𝜀𝑥
∑ 𝐴𝑦 ,𝑖 𝜎𝑦 ,𝑖 − 𝑁
𝑖=1
𝑟1 𝑛

𝑟 = (𝑟2 ) = ∑ 𝐴𝑦 ,𝑖 [𝜒𝜏𝑥𝑦 (1 − 𝑐)ℎ − 𝑥𝑖 𝜎𝑦 ,𝑖 ] − 𝑀


𝑟3 𝑖=1
𝑛
𝜀𝑥 + 𝜀𝑦
𝐶𝑒 = ∑ 𝐴𝑥,𝑖 𝜎𝑥,𝑖
2 [ ]
𝑖=1

𝛾𝑥𝑦 2
𝑅 = √( ) + (𝐶𝑒 − 𝜀𝑦 )2
2

𝜀1 = 𝐶𝑒 + 𝑅
𝜕𝑟1 𝜕𝑟1 𝜕𝑟1
𝜀2 = 𝐶𝑒 − 𝑅 no si 𝜕𝑢 𝜕𝜈 𝜕𝜙
𝛾𝑥𝑦 Si r ˃tolerancia
tan(2𝜃) =
𝜀𝑦 − 𝜀𝑥
𝜕𝑟2 𝜕𝑟2 𝜕𝑟2
𝑊=
𝜕𝑢 𝜕𝜈 𝜕𝜙
𝜕𝑟3 𝜕𝑟3 𝜕𝑟3
[ 𝜕𝑢 𝜕𝜈 𝜕𝜙 ]

𝑠 𝑗 +1 = 𝑠 𝑗 − 𝑊 ∗ 𝑟 𝑗

Fin

Figura 4.2 Diagrama de flujo para la solución numérica sin considerar efectos locales

43
Inicio Si i=1 o i=n

2𝜀2 𝜀2 2
𝑓𝑚 (𝜃) 𝜎2 = 𝛽𝑐 𝑓𝑐 [ −( ) ]
= 2.66 ∗ 10−4 𝜃 2 + (−3.04 ∗ 10−2 )𝜃 + 1.58 𝑠𝑖 𝜃 > 45° 𝜀𝑐𝑜𝑐 𝜀𝑐𝑜𝑐
Para δ de 𝑓𝑚 (90°)
0.01 has ta DD
2𝜀2 𝜀2 2
𝜎2 = 𝛽𝑓𝑚 (𝜃) [ −( ) ]
𝜀𝑐𝑜 𝜀𝑐𝑜 𝐸𝑐 𝜀1 0 ≤ 𝜀1 ≤ 𝜀𝑐𝑟
𝑓𝑐𝑟
𝐸𝑚 𝜀1 0 ≤ 𝜀1 ≤ 𝜀𝑐𝑟 𝜎1 = 𝜀1 > 𝜀𝑐𝑟𝑐
1 + √200𝜀1
𝑢, 𝑣, 𝜙 𝜎1 = 𝑓𝑡 𝑒 −𝐶(𝜀 1 −𝜀𝑐𝑟 ) 𝜀1 > 𝜀𝑐𝑟 𝜎1 = 𝑚𝑖𝑛 𝜈𝑐𝑖
𝜈𝑚𝑖 (𝐹𝑥 − 𝜎𝑠𝑥 )𝜌𝑥 −
𝜎1 = 𝑚𝑖𝑛 (𝐹𝑥 − 𝜎𝑠𝑥 )𝜌𝑥 − tan(𝜃)
tan(𝜃)
(𝐹𝑦 − 𝜎𝑠𝑦 )𝜌𝑦 + 𝜈𝑐𝑖 tan⁡(𝜃)
(𝐹𝑦 − 𝜎𝑠𝑦 )𝜌𝑦 + 𝜈𝑚𝑖 tan⁡ (𝜃)
(𝐹𝑥 − 𝜎𝑠𝑥 )𝜌𝑥 sin2 (𝜃) + (𝐹𝑦 − 𝜎𝑠𝑦 )𝜌𝑦 cos2 (𝜃)
(𝐹𝑥 − 𝜎𝑠𝑥 )𝜌𝑥 sin2 (𝜃) + (𝐹𝑦 − 𝜎𝑠𝑦 )𝜌𝑦 cos2 (𝜃)
Para i de 1
has ta n

1
𝜀𝑦,𝑖 = (𝜈 − 𝜙𝑥𝑖 )

𝑢
𝜀𝑥 =
𝑙
𝛿
𝛾𝑥𝑦 = − 𝜙(1 − 𝑐)

𝛾𝑥𝑦
tan(2𝜃) = 𝑛
𝜀𝑦 ,𝑖 − 𝜀𝑥
∑ 𝐴𝑦 ,𝑖 𝜎𝑦 ,𝑖 − 𝑁
𝑖=1
𝑟1 𝑛

𝑟 = (𝑟2 ) = ∑ 𝐴𝑦 ,𝑖 [𝜒𝜏𝑥𝑦 (1 − 𝑐)ℎ − 𝑥𝑖 𝜎𝑦 ,𝑖 ] − 𝑀


𝑟3 𝑖=1
𝑛
𝜀𝑥 + 𝜀𝑦
𝐶𝑒 = ∑ 𝐴𝑥,𝑖 𝜎𝑥,𝑖
2 [ ]
𝑖=1

𝛾𝑥𝑦 2
𝑅 = √( ) + (𝐶𝑒 − 𝜀𝑦 )2
2

𝜀1 = 𝐶𝑒 + 𝑅
𝜕𝑟1 𝜕𝑟1 𝜕𝑟1
𝜀2 = 𝐶𝑒 − 𝑅 no si 𝜕𝑢 𝜕𝜈 𝜕𝜙
𝛾𝑥𝑦 Si r ˃tolerancia
tan(2𝜃) =
𝜀𝑦 − 𝜀𝑥
𝜕𝑟2 𝜕𝑟2 𝜕𝑟2
𝑊=
𝜕𝑢 𝜕𝜈 𝜕𝜙
𝜎𝑠 = 𝜀𝑠 𝐸𝑠 𝜀𝑠 ≤ 𝜀𝑠𝑜
𝜕𝑟3 𝜕𝑟3 𝜕𝑟3
[ 𝜕𝑢 𝜕𝜈 𝜕𝜙 ]
𝜎𝑠 = 𝐹𝑦 𝜀𝑠 ≤ 𝜀𝑠𝑜 ≤ 𝜀𝑠𝑢

𝑠 𝑗 +1 = 𝑠 𝑗 − 𝑊 ∗ 𝑟 𝑗

Fin

Figura 4.3 Diagrama de flujo para la solución numérica considerando efectos locales

44
Una vez que se tiene el Jacobiano, se obtiene el nuevo vector de desplazamientos 𝑠 utilizando
el esquema iterativo de Newton-Raphson 𝑠 𝑗+1 = 𝑠 𝑗 − 𝑊 ∗ 𝑟 𝑗 y se repite el proceso ahora
tomando el vector 𝑠𝑗 al nuevo vector procedente de la ecuación 4.5 y al vector 𝑠𝑘 al antiguo
vector 𝑠𝑗 , repitiendo todos los pasos hasta que se cumpla el equilibrio reflejado en el vector 𝑟.

En conclusión, para cada iteración se realiza 4 veces el proceso del diagrama de flujo para la
obtención de todos los parámetros necesarios para el esquema de iteración como se muestra
en la Tabla 4.1.

Caso Parámetros Resultado

𝑟1
1 𝑢, 𝑣, 𝜙 𝑟
𝑟 = ( 2)
𝑟3

𝜕𝑟1
𝜕𝑢
𝜕𝑟 𝜕𝑟2
2 𝑢 = 𝑢 + Δ𝑢 , 𝑣, 𝜙 =
𝜕𝑢 𝜕𝑢
𝜕𝑟3
( 𝜕𝑢 )

𝜕𝑟1
𝜕𝑣
𝜕𝑟 𝜕𝑟2
3 𝑢, 𝑣 = 𝑣 + Δ𝑣 , 𝜙 =
𝜕𝑣 𝜕𝑣
𝜕𝑟3
( 𝜕𝑣 )

𝜕𝑟1
𝜕𝜙
𝜕𝑟 𝜕𝑟2
4 𝑢, 𝑣, 𝜙 = 𝜙 + Δ𝜙 =
𝜕𝜙 𝜕𝜙
𝜕𝑟3
( 𝜕𝜙 )

Tabla 4.1 Obtención de los parámetros para el esquema iterativo

Cuando se cumpla el equilibrio o que el vector 𝑟 sea menor a una tolerancia especifica (0.001)
para el desplazamiento total elegido (𝛿), se pasa al siguiente desplazamiento cercano (𝛿2 ) y se
repite todo el proceso hasta llegar nuevamente al equilibrio. Este procedimiento se repite hasta
llegar al desplazamiento deseado (𝛿𝑛 ).

45
5 Casos analizados

Para ilustrar la aplicabilidad y comprobar la fiabilidad del modelo adoptado para muros de
mampostería confinada con acero de refuerzo, se analizaron distintos muros (Cruz, 2015)
probados en el Centro Nacional de Prevención de Desastres en el Distrito Federal. El estudio
experimental constó de 5 muros de mampostería confinada con piezas industrializadas de block
de concreto que fueron probados en el laboratorio de Estructuras Grandes del CENAPRED ante
cargas cíclicas laterales, donde la principal variable analizada fue la cuantía de acero de refuerzo
horizontal ubicado en las juntas horizontales de los muros y con cuantía vertical nula en la
mampostería. El objetivo principal de ese estudio fue conocer el comportamiento del refuerzo
horizontal y su eficiencia ante cargas laterales en muros de mampostería confinada.

Figura 5.1 Pieza de block seleccionada

Los muros tienen una relación de aspecto igual a 1 con medidas de 2.5 𝑥 2.5 metros con 12
centímetros de espesor. Para las piezas de mampostería se utilizaron piezas liso multiperforada
de concreto con 12 celdas (Figura 5.1) con dimensiones nominales de 11.9 𝑥 11.9 𝑥 24
centímetros. Las dimensiones de los castillos fueron de 15 𝑥 12 y de la dala 25 𝑥 12 centímetros.

El mortero en las juntas se utilizó una relación cemento: cal: arena de 1:1/4:4 para que sea
considerado como un mortero tipo I según el reglamento de construcciones para el Distrito
Federal 2004. El concreto que se utilizó en los catillos y la dala tiene una resistencia de diseño a
compresión de 𝑓´𝑐 = 350𝑘𝑔/𝑐𝑚2 , limitando la aparición del mecanismo de falla debido a la
flexión.

46
Figura 5.2 Dimensiones de los muros analizados

Para el refuerzo de los castillos se utilizaron 4 barras del #6 y como refuerzo transversal, estribos
del #2 cada 7 cm en los extremos y a cada 18 en la parte interna de la sección de los castillos con
límite de fluencia 𝐹𝑦 = 4200 𝑘𝑔/𝑐𝑚2 . El refuerzo horizontal que se ocupó en cada muro se
muestra en la Tabla 5.1, y los muros no cuentan con acero en dirección vertical en su interior
(𝜌𝑦 = 0).

Separación
Modelo 𝝆𝒉 𝝆𝒉 𝑭 𝒚 Varillas
hiladas cm
0.0385%
MB-1 2.31 1 x 5/32" (0.12 cm) 2 26
0.1026%
MB-2 6.15 1/4" (0.32 cm) 2 26
0.1538%
MB-3 7.88 2 x 3/16"+ 5/32" (0.48 cm) 2 26
0.2628%
MB-5 12.31 2 x 1/4" + 3/16" (0.82 cm) 2 26
Tabla 5.1 Características del refuerzo horizontal de los muros analizados

Los muros fueron ensayados en voladizo, con un esfuerzo constante en la parte superior del
muro de 4.7 𝑘𝑔/𝑐𝑚2 que simulaba la carga axial.

La investigación completa (Cruz, 2015) abarca también pruebas de muretes y pilas de


mampostería, prueba de piezas aisladas de block, cilindros de concreto y de mortero, así como
pruebas de varillas aisladas cargadas axialmente, tanto para al acero embebido en el concreto
como para el que va colocado en las juntas de la mampostería. Las propiedades de los materiales
que componen los muros de mampostería confinados con acero de refuerzo que nos concierne
son: La resistencia a compresión de la mampostería y del concreto (𝑓𝑚 (90), 𝑓´𝑐 ), el módulo de
elasticidad de la mampostería y del concreto (𝐸𝑚 , 𝐸𝑐 ), la deformación unitaria al agrietamiento

47
tanto del concreto como de la mampostería a tensión y a compresión (𝜀𝑐𝑟 , 𝜀𝑐𝑟𝑐 ), la deformación
unitaria donde se aprecia la carga máxima en compresión tanto de la mampostería como del
concreto (𝜀𝑐𝑜 , 𝜀𝑐𝑜𝑐 ), la resistencia promedio de los agregados de la mampostería (𝑓𝑏𝑙 , 𝑓𝑚𝑜 ), así
como los detalles de las propiedades del acero de refuerzo que se utiliza en los castillos y la dala
como en el interior de la mampostería (𝐹𝑦𝑦 , 𝐹𝑦𝑥 , 𝐸𝑠 ).

Las propiedades mecánicas y geométricas de la mampostería, del concreto y del acero,


necesarias para el trabajo se presentan en la Tabla 5.2 (Cruz, 2015)

Propiedades
𝒇𝒎(𝟗𝟎) =11.2 𝑀𝑃𝑎
𝒇´𝒄 =35 𝑀𝑃𝑎
𝒇𝒃𝒍 =25.536 𝑀𝑃𝑎
𝒇𝒎𝒐 =20.496 𝑀𝑃𝑎
𝑭𝒚 (castillos y dala) =411 𝑀𝑃𝑎
𝑭𝒙 (Refuerzo de la
=588.42 𝑀𝑃𝑎
mampostería)
𝑬𝒎 =6700 𝑀𝑃𝑎
𝑬𝒄 =25000 𝑀𝑃𝑎
𝑬𝒔 =200000 𝑀𝑃𝑎
𝜺𝒄𝒐 =0.002
𝜺𝒄𝒐𝒄 =0.003
𝒂𝒈 =9.525 𝑚𝑚
𝒂𝒈 ,𝒎𝒐 =2.5 𝑚𝑚
𝒂𝒈 ,𝒃𝒍 =5 𝑚𝑚
𝒔𝒙𝒄 =240 𝑚𝑚
𝒔𝒚𝒄 =260 𝑚𝑚
𝑪 =150
𝝌 =7/8
𝒄 =1/3
Tabla 5.2 Propiedades utilizadas (Cruz, 2015)

Los especímenes fueron sometidos ante cargas laterales cíclicas alternadas para conocer la
participación del acero de refuerzo horizontal en la resistencia y capacidad de deformación
inelástica de los mismos.

Todos los muros eran confinados con castillos exteriores, con la misma pieza, configuración
geométrica, relación de aspecto, resistencia en el mortero y concreto de elementos confinantes,
refuerzo longitudinal y transversal de los elementos confinantes, cargas verticales e historia de
cargas laterales cíclicas reversibles, sólo variando la cuantía de acero de refuerzo horizontal en
la mampostería.

Como resultados de los muros probados ante cargas cíclicas reversibles se obtuvieron las
siguientes curvas (envolventes). En el eje de las abscisas se encuentra el desplazamiento lateral
total del muro en milímetros y en el eje de las ordenadas esta la carga lateral en kilo Newton,
en el título de las curvas (Figura 5.3 a Figura 5.9) se pone la cuantía de acero horizontal utilizada
en cada muro. En las Figura 5.4, Figura 5.6, Figura 5.8 y Figura 5.10 se ilustra el estado final de
los muros de mampostería confinada con acero de refuerzo (Cruz, 2015)

48
MURO MB-1 [Ρ=0.0385%]
350

300
CARGA LATERAL [KN]

250

200

150

100

50

0
0 2 4 6 8 10 12 14 16
DESPLAZAMIENTO [mm]

Figura 5.3 Envolvente Muro MB-1

Figura 5.4 Estado final del muro MB-1

49
MURO MB-2 [Ρ=0.1026%]
400

350

300
CARGA LATERAL [KN]

250

200

150

100

50

0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45
DESPLAZAMIENTO [mm]

Figura 5.5 Envolvente Muro MB-2

Figura 5.6 Estado final del muro MB-2

50
MURO MB-3 [Ρ=0.1538%]
450
400
350
CARGA LATERAL [KN]

300
250
200
150
100
50
0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45
-50
DESPLAZAMIENTO [mm]

Figura 5.7 Envolvente Muro 3

Figura 5.8 Estado final del muro MB-3

51
MURO MB-5 [Ρ=0.2628%]
450
400
350
300
CARGA LATERAL [KN]

250
200
150
100
50
0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
-50
DESPLAZAMIENTO [mm]

Figura 5.9 Envolvente Muro 5

Figura 5.10 Estado final del muro MB-5

52
RESUMEN
Muro1 Muro 2 Muro 3 Muro5

450
400
350
CARGA LATERAL [KN]

300
250
200
150
100
50
0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
-50
DESPLAZAMIENTO [mm]

Figura 5.11 Resumen de envolventes

RESUMEN
Muro1 Muro 2 Muro 3 Muro5

450
400
350
CARGA LATERAL [KN]

300
250
200
150
100
50
0
-5 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
-50
DESPLAZAMIENTO [mm]

Figura 5.12 Resumen de envolventes en línea continúa

53
Los muros varían su cuantía de acero horizontal de menor a mayor siendo el MB-1 el que tiene
menor cuantía y el MB-5 el que tiene la mayor cuantía. En la Figura 5.11 se muestra el resumen
de todos los muros considerados, en donde se puede observar que la resistencia ante cargas
laterales aumenta a medida de que aumenta la cuantía de acero horizontal exceptuando al muro
MB-5 que tiene una cuantía notablemente mayor en comparación de los otros tres muros. Este
fenómeno está gobernado principalmente a la resistencia a compresión y a tensión de la
mampostería, es decir, la capacidad que tiene la mampostería para transferir las cargas
(considerada como una falla local), ya que al ir aumentando el acero de refuerzo horizontal, se
llegará a un punto en donde la falla del muro se regirá por el aplastamiento de la mampostería
en la zona a compresión y no por la resistencia última del acero de refuerzo.

Dentro del trabajo de Cruz (2015) se presentó una evaluación detallada de la evolución del daño
de cada uno de los especímenes, resumiendo el comportamiento en tres puntos principales que
son: el primer agrietamiento diagonal, la resistencia máxima y la resistencia última.

El punto de agrietamiento diagonal se obtuvo de concertar tres criterios: el primero es el


momento en que el acero horizontal comenzó a deformarse, el segundo es el agrietamiento
físico en el muro, y donde se ubicó un cambio de pendiente en el ciclo histerético del muro. La
resistencia máxima se obtuvo del punto más alto de las curvas histeréticas y la resistencia ultima
se interpretó como el ultimo pico del ciclo en el que la prueba todavía era estable (Cruz, 2015).

Los muros probados arrojaron los siguientes valores para sus tres puntos característicos (Tabla
5.3)

𝑽𝒇𝒂𝒍𝒍𝒂
𝒑𝒉 𝒑𝒉 𝒇𝒚𝒉 𝑽𝒂𝒈𝒓 𝑽𝒂𝒈𝒓 𝑽𝒎á𝒙 𝑽𝒎á𝒙 𝑽𝒖 𝑽𝒎á𝒙 𝑽𝒇𝒂𝒍𝒍𝒂
Muro (𝟎. 𝟖𝑽𝒎á𝒙 )
[%] [kg/cm ] 2 [t] [kN] [t] [kN] [t] 𝑽𝒂𝒈𝒓 𝑽𝒂𝒈𝒓
[t]
MB-1 0.0385 2.3 17.6 172.66 32.15 315.39 32.15 32.15 1.83 1.83
MB-2 0.1026 6.2 20.15 197.67 37.7 369.84 30.16 25.8 1.87 1.50
MB-3 0.1538 9.2 24.25 237.89 42.95 421.34 34.36 29.35 1.77 1.42
MB-5 0.2628 15.8 23.7 232.5 39.6 388.48 31.68 23.35 1.67 1.34
Tabla 5.3 valores de cortante de los muros estudiados

𝒑𝒉 𝒇𝒚𝒉 𝜸𝒂𝒈𝒓 𝜸𝑽𝒎á𝒙 𝜸𝒇𝒂𝒍𝒍𝒂 𝜸𝒖 𝜸𝑽𝒎á𝒙 𝜸𝒇𝒂𝒍𝒍𝒂


Muro 𝜸𝒂𝒈𝒓 𝜸𝒂𝒈𝒓
[kg/cm2] [%] [%] [%] [%]
MB-1 2.3 0.069 0.584 0.584 0.584 8.46 8.46
MB-2 6.2 0.064 0.777 1.39 1.665 12.14 21.72
MB-3 9.2 0.110 0.808 1.48 1.615 7.35 13.45
MB-5 15.8 0.116 1.012 1.55 1.818 8.72 13.36
Tabla 5.4 Valores de distorsión de los muros estudiados

En el trabajo, Cruz pudo concluir lo siguiente acerca del comportamiento de los especímenes:

 Con la cuantía de refuerzo horizontal hay una distribución menos concentrada y más
dispersa en el área del muro con grietas de menor espesor y se aumenta la carga de
agrietamiento diagonal.

54
 La carga máxima resistida de los especímenes aumento con el refuerzo horizontal hasta
el muro MB-3, en cuantías más elevadas no se logró un aumento en la carga máxima
resistida.
 A partir del muro MB-2, los especímenes presentaron una falla en la unión de la losa con
la dala, y para distorsiones arriba de 0.8% la dala se dañó severamente en los extremos,
indicando que para muros con refuerzo horizontal, es necesario un diseño más
elaborado del refuerzo en las dalas y la losa.
 En los muros con elevadas cuantías de refuerzo (MB-5) se presentaron grietas
horizontales en los muros, que se deben a efectos de deslizamiento.
 El muro MB-1 presento una falla frágil, al romperse todas las varillas en los puntos que
coincidían con las grietas principales. Se observó en algunas varillas dos rupturas,
indicando la posibilidad de fuerzas de adherencia entre el mortero y la varilla.
 En el muro MB-3 y en el MB-5 se presentó daño severo en las piezas debido a la
concurrencia y movimiento de las grietas por causa de las cargas cíclicas reversibles
 Las curvas histeréticas fueron casi simétricas para ciclos positivos y negativos en los
modelos que contaron con refuerzo horizontal con lazos estables en los ciclos de
incremento y repetición.

55
6 Resultados
Para el análisis de los muros MB-1, MB-2 y MB-3 se utilizó la primera analogía expuesta en el
capítulo 4 en donde se consideran esfuerzos y deformaciones promedio sin tomar en cuenta los
efectos locales (Figura 4.2) en las grietas. Para el muro MB-5 se utiliza la segunda analogía
considerando los efectos locales en el interfaz de las grietas (Figura 4.3). En el Anexo 4 se
presenta el desarrollo a seguir para la obtención del equilibrio del muro para un desplazamiento
total dado (𝛿).

El algoritmo expuesto en el capítulo 4 se implementó en un programa de computo (MATLAB).


Los análisis se hicieron considerando únicamente el incremento de desplazamiento
monotónicamente y se utilizaron las propiedades y parámetros mencionados anteriormente. En
particular se asume que el área efectiva de corte 𝜒 = 7/8 (Matsumura, 1988), 𝐶 = 150 y 𝑛 = 8
que corresponde al número de elementos verticales que se adopta en el modelo en donde los
elementos verticales 1 y 8 corresponden a los castillos y los elementos 2 y 7 el interior del muro
compuesto de mampostería, asimismo, se utilizó en todos los muros solo un ensamble de
MVLEM (𝑚 = 1). Los códigos de los programas utilizados para las dos analogías empleadas se
presentan en el Anexo 4 y Anexo 5.

En esta sección se presentan las comparaciones de las curvas carga lateral-desplazamiento


obtenidas con el modelo (Figura 6.1 a Figura 6.4) contra las obtenidas experimentalmente
(Cruz, 2015).

MURO 1 [ρ=0.0385%]
350

300

250
CARGA LATERAL [KN]

200

150
Analítico
Experimental
100

50

0
0 5 10 15
DESPLAZAMIENTO [mm]

Figura 6.1 Resultado analítico contra experimental del muro MB-1

56
MURO 2 [ρ=0.1026%]
450

400

350
CARGA LATERAL [KN]

300

250

200 Analítico

150 Experimental

100

50

0
0 5 10 15 20 25 30 35 40
DESPLAZAMIENTO [mm]

Figura 6.2 Resultado analítico contra experimental del muro MB-2

MURO 3 [ρ=0.1538%]
450

400

350
CARGA LATERAL [KN]

300

250

200 Analítico
150 Experimental

100

50

0
0 10 20 30 40
DESPLAZAMIENTO [mm]

Figura 6.3 Resultado analítico contra experimental del muro MB-3

57
MURO 5 [ρ=0.2628%]
500
450
400
350
CARGA LATERAL [KN]

300
250
Analítico
200
Experimental
150
100
50
0
0 10 20 30 40
-50
DESPLAZAMIENTO [mm]

Figura 6.4 Resultado analítico contra experimental del muro MB-5

Las cargas máximas obtenidas a partir del modelo propuesto, así como la comparación contra
las observadas experimentalmente se muestran en la Tabla 6.1, el porcentaje error se calcula
con la ecuación 6.1:

|𝐶𝑀𝐶 − 𝐶𝑀𝑂|
%𝑒𝑟𝑟𝑜𝑟 = ∗ 100 6.1
𝐶𝑀𝑂
Donde:

𝐶𝑀𝐶 = Carga máxima calculada con el modelo propuesto


𝐶𝑀𝑂 = Carga máxima observada en las pruebas experimentales

Carga máxima del modelo Carga máxima observada


Muro % error
propuesto [𝒌𝑵] [𝒌𝑵]
MB-1 324.5218 315.3915 2.89
MB-2 401.69 369.837 8.61
MB-3 419.45 421.3395 0.448
MB-5 442.733 388.476 13.96
Tabla 6.1 Valores analíticos contra valores experimentales

En las Figura 6.1 a Figura 6.4 se muestran los resultados experimentales y analíticos en función
de la fuerza lateral contra el desplazamiento total que experimentan los muros. Las curvas de
color naranja muestran la envolvente de carga-deformación de la respuesta cíclica de cada muro
obtenida de las pruebas experimentales (Cruz, 2015) y la línea azul es el resultado del modelo
analítico adoptado en este estudio bajo incrementos monotónicos de desplazamientos (𝛿). De
estas figuras y de los resultados mostrados en la Tabla 6.1 se puede observar que la
implementación de la TCCM dentro de un modelo de múltiples elementos verticales describe el
comportamiento lineal y no lineal de los muros con una precisión aceptable ya que el porcentaje

58
de error calculado para la carga máxima de cada muro es relativamente bajo si se considera la
facilidad de implementación y desarrollo del modelo en comparación los modelos basados en
elemento finito. Las diferencias entre las curvas analíticas y las experimentales pueden
atribuirse principalmente a los efectos de degradación de rigidez que tienen los muros bajo
cargas cíclicas reversibles y a que no se cuenta con una relación establecida de cómo afecta la
cuantía de acero a la resistencia a compresión a la mampostería en los casos donde las fallas
locales gobiernan el comportamiento de los muros. En el anexo 6 se hace un análisis detallado
del MB-3 para comparar las distorsiones y el comportamiento interno del modelo, contra las
observaciones experimentales.

6.1 Influencia del esfuerzo principal a tensión de la mampostería


En el estudio se observó que aparte de la contribución del acero horizontal en la resistencia de
la mampostería, un parámetro influyente en la respuesta del modelo analítico era la
contribución del esfuerzo y deformación principal a tensión (𝜎1 , 𝜀1 ). En la Figura 6.5 se muestra
la influencia que tiene el parámetro de degradación 𝐶 en el esfuerzo principal a tension (𝜎1 ) en
donde se puede observar que debido a la reducción exponencial que tiene la ecuación 2.15, el
esfuerzo principal a tensión tiende a valores más pequeños conforme se aumenta el valor de 𝐶.

ESFUERZO PRINCIPAL A TENSIÓN


0.5
0.45
0.4
0.35
0.3
𝜎1

0.25
0.2
0.15
0.1
0.05
0
0 0.005 0.01 0.015 0.02 0.025

C=100 C=200 C=300 C=400 C=500

Figura 6.5 Influencia del parámetro C en el esfuerzo principal a tensión


Para mostrar cómo influye el esfuerzo principal a tensión dentro de la curva de respuesta carga
lateral- desplazamiento final del muro, se toma como referencia el muro MB-3 que se analizó
con la primera analogía (sin considerar los efectos locales en las grietas) y se presenta en la
Figura 6.6, en donde se observa diferentes curvas carga lateral-desplazamiento variando el valor
del parámetro 𝐶 en la ecuación 2.15, teniendo como mejor aproximación a la curva que resulta
con un valor de 𝐶 = 150 arrojando un error del 0.448% comparado con la carga máxima
reportada en el experimento del muro como se muestra en los resultados de carga máxima de
la Tabla 6.2.

59
Carga máxima del
Carga máxima
Valor de 𝑪 modelo propuesto % error
observada [𝒌𝑵]
[𝒌𝑵]

50 461.27 421.3395 9.47


100 436.91 421.3395 3.69
150 419.448 421.3395 0.448
200 406.173 421.3395 3.56
250 395.652 421.3395 6.1
Tabla 6.2 Valores de cargas máximas con distintos valores de 𝐶

MURO 3 CON DIFERENTES VALORES DE C


500

450

400
CARGA LATERAL [KN]

350

300

250

200

150

100

50

0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45
DESPLAZAMIENTO [mm]

Experimentales C=250 C=200 C=150 C=100 C=50

Figura 6.6 Influencia del parámetro 𝐶 en la respuesta del muro

La rigidización a tensión reflejado en la variable 𝐶 es de gran importancia dentro del modelo y


es necesario tomarlo en cuenta para contar con una predicción realista del comportamiento
inelástico de los muros de mampostería confinada con acero de refuerzo (Figura 6.6). En todos
los muros analizados se observó que con un valor de 𝐶 = 150 se tenía un resultado
relativamente preciso como se muestra en los errores calculados en la Tabla 6.1.

Con respecto al muro MB-5, que se analizó con la segunda analogía (considerando efectos
locales), las limitaciones impuestas (4.1, 4.2 y 4.3) en el análisis del esfuerzo principal a tensión
(𝜎1 ) dan como resultado una reducción en la resistencia del muro. En la Figura 6.7 se muestra

60
una comparación del análisis del muro MB-5 sin considerar la falla local (línea anaranjada) contra
el análisis considerando falla local (línea azul), teniendo como carga máxima 497.49[𝑘𝑁] y
442.73[𝑘𝑁] respectivamente, obteniendo un error de 28.06% y de 13.966% con respecto a la
carga máxima obtenida en las pruebas experimentales de 388.476 [𝑘𝑁]. Asimismo se muestra
en la Figura 6.8 como afectan las limitaciones impuestas al esfuerzo principal a tensión de la
mampostería (𝜎1 ) dentro del modelo analítico.

MURO 5 [ρ=0.2628%]
600

500
CARGA LATERAL [KN]

400

300

200

100

0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
-100
DEFORMACIÓN [mm]

Con falla local Sin falla local Experimental

Figura 6.7 Comparación del muro MB-5

ESFUERZO PRINCIPAL A TENSIÓN DEL MURO MB-5


0.6

0.5

0.4

0.3
𝜎1

0.2

0.1

0
0 0.005 0.01 0.015 0.02 0.025
-0.1

C=150 Con limitaciones

Figura 6.8 Comparación del esfuerzo principal a tensión sin considerar falla local y
considerando falla local

61
Dentro de las limitaciones que se impusieron en el caso del muro MB-5, un parámetro que
podría parecer importante es el espaciamiento promedio vertical y horizontal de las grietas
(𝑠𝑦𝑐 ,𝑠𝑥𝑐 ). Sin embargo, se observó que variando este parámetro se reducía de manera
insignificante la carga máxima observada en el análisis. En la Figura 6.9 se muestran distintos
análisis del muro MB-5 variando el espaciamiento promedio de las grietas.

VARIACIÓN DEL ESPACIAMIENTO PROMEDIO DE


LAS GRIETAS
500
450
400
CARGA LATERAL [KN]

350
300
250
200
150
100
50
0
-50 0 10 20 30 40
DESPLAZAMIENTO [mm]

Experimental syc=260 sxc=240 syc=560 sxc=540


syc=760 sxc=740 syc=1060 sxc=1040 syc=1260 sxc=1243

Figura 6.9 Muro MB-5 con distintas separaciones promedias 𝑠𝑦𝑐 , 𝑠𝑥𝑐

62
6.2 Influencia del esfuerzo principal a compresión de la mampostería
Aunque se observó que el parámetro del esfuerzo principal a compresión (𝜎2 ) tiene una menor
influencia sobre la respuesta final del muro que el esfuerzo principal a tensión (𝜎1 ), es
interesante resaltar el esfuerzo principal a compresión máximo tomado por la mampostería, así
como la resistencia a compresión máxima considerada para los cálculos internos del programa
desarrollado. El esfuerzo principal a compresión, se ve afectado por dos factores que son claves
en la respuesta final de los muros de mampostería confinada con acero de refuerzo. Por un lado
está la reducción en la resistencia a compresión de la mampostería cuando se toma en cuenta
el ángulo de inclinación del esfuerzo principal a compresión que fue considerado por la ecuación
2.11, donde siguiendo las hipótesis planteadas por la teoría del campo de compresión
modificado (TCCM), se considera que el esfuerzo principal a compresión es paralelo al ángulo de
inclinación de las grietas , por lo que se hace una reducción a la resistencia máxima a compresión
de la mampostería que se obtiene de ensayes de pilas (𝑓𝑚 (90°)) en función del ángulo de
inclinación del esfuerzo principal a compresión con respecto a las juntas horizontales de mortero
y el acero horizontal, y por otro lado se reduce por el factor 𝛽 que toma en cuenta los efectos
de la deformación principal a tensión en la resistencia a compresión de la mampostería.

Para ejemplificar estos factores se tomará como base nuevamente el muro MB-3. En la Figura
6.10 se presenta la variación del factor de degradación de la resistencia a compresión de la
mampostería con respecto al ángulo de inclinación del esfuerzo principal a compresión (𝜃), en
donde se puede observar que los casos críticos son cuando el ángulo esta entre un rango de 50°
y 60°.

Figura 6.10 Factor que toma en cuenta el ángulo 𝜃


En el caso del muro MB-3 se calculó que en la carga lateral máxima correspondiente al valor de
419.448[kN] , los ángulos calculados correspondientes a los 8 elementos verticales axiales
(Figura 6.11) en los que se dividió el muro fueron los siguientes (Tabla 6.3):

63
Figura 6.11 División del muro en elementos verticales

Elemento 𝜽 𝒇𝒎(𝜽)[𝑴𝑷𝒂]
1 52.11 -5.58
2 52.93 -5.55
3 54.08 -5.52
4 55.20 -5.50
5 56.297 -5.50
6 57.35 -5.50
7 58.378 -5.52
8 59.07 -5.54
Promedio 55.67 -5.53
Tabla 6.3 Ángulos calculados y reducción de resistencia a compresión

Como se puede ver en la Tabla 6.3, la reducción en la resistencia a compresión que se obtiene
considerando el ángulo de inclinación 𝜃 es notable en comparación con la resistencia que se
obtiene en ensayes de pilas normales, que en el caso de los muros analizados fue de 𝑓𝑚 (90°) =
−11.2[𝑀𝑃𝑎]. Para el caso del muro MB-3 se obtuvo una reducción promedio de la resistencia
a compresión de la mampostería del orden del 52% al considerar el ángulo de inclinación 𝜃 con
respecto a la resistencia para 𝜃 = 90°, la cual se traduce en una reducción de resistencia ante
cargas laterales del muro como se puede ver en la Figura 6.12 en donde se observa en la curva
color azul, el análisis del muro MB-3 sin considerar la reducción de resistencia a compresión, en
la curva color naranja al análisis considerando las reducciones mostradas en la Tabla 6.3 y en
color gris a los valores reportados en la prueba experimental, dando como resultados las cargas
máximas mostradas en la Tabla 6.4 en donde se puede observar que la carga máxima del análisis
en donde se toma en cuenta la resistencia a compresión de 𝑓𝑚 (90°) arroja un error del 15.09%
muy por arriba del error de 0.448% que se obtiene con el análisis con los valores de 𝑓𝑚 (𝜃).

64
REDUCCIÓN DE RESISTENCIA POR EL ÁNGULO DE
INCLINACIÓN
600

500

400
CARGA LATERAL [KN]

300

200

100

0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45
-100
DESPLAZAMIENTO [mm]

sin considerar el angulo considerando el angulo Experimental

Figura 6.12 Reducción de resistencia por considerar el ángulo de inclinación

Carga máxima del Carga máxima


MB-3 modelo propuesto observada % error
[𝒌𝑵] [𝒌𝑵]
𝒇𝒎 (𝜽) 419.44874 421.3395 0.448
𝒇𝒎 (𝟗𝟎°) 484.924354 421.3395 15.091
Tabla 6.4 Valores de carga máxima del muro MB-3 considerando la
inclinación del ángulo 𝜃

Por otro lado, el esfuerzo principal a compresión de la mampostería se afecta por el factor 𝛽 que
está en función de la variación de la deformación principal a tensión de cada elemento vertical
dentro del muro y que simula la reducción en la resistencia de la mampostería por la presencia
de esfuerzos biaxiales (a tensión y a compresión). En la Figura 6.13 se presenta la variación que
existe del esfuerzo principal a tensión para los ocho elementos verticales que componen al muro
MB-3, en donde en el eje horizontal está el desplazamiento total del muro en milímetros (𝛿) y
en el eje vertical el esfuerzo principal a tensión (𝜎1 ) en mega pascales, observando que la
variación es casi lineal con respecto al desplazamiento total del muro. Con los valores de la
deformación principal a tensión se obtiene el parámetro 𝛽 que influye directamente en el
cálculo del esfuerzo principal a compresión de la mampostería (Figura 6.14).

65
VARIACIÓN DE σ1
0.016

0.014
ESFUERZO A TENSIÓN

0.012

0.01

0.008

0.006

0.004

0.002

0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45
DESPLAZAMIENTO [mm]

ε1-1 ε1-2 ε1-3 ε1-4 ε1-5 ε1-6 ε1-7 ε1-8

Figura 6.13 Variación del esfuerzo principal a tensión por cada elemento vertical

VARIACIÓN DE β
1.2

0.8

0.6
β

0.4

0.2

0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45
DESPLAZAMIENTO [mm]

β1-1 β1-2 β1-3 β1-4 β1-5 β1-6 β1-7 β1-8

Figura 6.14 Variación de 𝛽 por cada elemento vertical

66
En el caso del muro MB-3 la carga máxima del modelo analítico se presentó en un
desplazamiento de 𝛿 = 15.81𝑚𝑚, para la cual se calculó tanto la deformación principal a
tensión como el parámetro 𝛽 mostrado en la Tabla 6.5. El parámetro 𝛽 se sustituye en las
ecuaciones 2.13 y 2.16 para obtener el esfuerzo principal a compresión de la mampostería y del
concreto.

El producto de la multiplicación de 𝛽 ∗ 𝑓𝑚 (𝜃) para cada elemento, se presenta en la Tabla 6.5,


dando un valor promedio de los 6 elementos internos del muro de −3.21966 [MPa],
respresentando una reducción del 71.25% con relación a la resistencia 𝑓𝑚 (90°) =
−11.2[𝑀𝑃𝑎]. En la Figura 6.15 se muestra la reducción de la curva esfuerzo deformación (𝜀2 −
𝜎2 ) cuando se afecta por las consideraciones mencionadas, la curva azul muestra la variación del
esfuerzo principal a compresión considerando la resistencia a compresión obtenida en los
ensayes de pilas normales (𝑓𝑚 (90°)), la curva anaranjada muestra la variación considerando la
resistencia a compresión (𝑓𝑚 (𝜃)) con el ángulo de inclinación (𝜃) y la curva gris muestra la
variación considerando la resistencia 𝑓𝑚 (𝜃) y el parámetro 𝛽.

𝒇𝒎 (𝜽) 𝜷 ∗ 𝒇𝒎 (𝜽)
Elemento 𝜺𝟏 𝜷
[𝑴𝑷𝒂] [𝑴𝑷𝒂]
1 0.0051 0.567 - -
2 0.0050 0.571 -5.55 -3.17
3 0.0050 0.575 -5.52 -3.18
4 0.0049 0.580 -5.51 -3.20
5 0.0048 0.585 -5.50 -3.22
6 0.0047 0.589 -5.51 -3.25
7 0.0047 0.593 -5.53 -3.28
8 0.0046 0.596 - -
Promedio 0.0049 0.582 -5.53 -3.22
Tabla 6.5 Valores de los esfuerzos principales a tensión y del parámetro 𝛽 para cada elemento
vertical, correspondientes a la carga máxima calculada para el muro MB-3

67
ESFUERZO PRINCIPAL A COMPRESIÓN
0
-0.004 -0.003 -0.002 -0.001 0
-2

-4
σ2 [MPA]
-6

-8

-10

-12
ε2

σ2 fm(90°) σ2 fm(θ) σ2 fm(θ)β

Figura 6.15 Esfuerzo principal a compresión

6.3 Conclusiones de los análisis


La aplicabilidad y adaptación de la teoría del campo de compresión modificada (TCCM) dentro
del modelo analítico, depende en gran manera del patrón de agrietamiento esperado en los
muros, para los muros analizados MB-1, MB-2 y MB-3 se obtuvieron buenas aproximaciones
analíticas en el comportamiento global (curva carga lateral-desplazamiento) debido a sus
propiedades geométricas y de refuerzo. Estos muros tuvieron una falla predominante a tensión
diagonal con un patrón de agrietamiento uniforme a lo largo de su altura. Sin embargo, para el
caso particular en donde la resistencia lateral de la mampostería este gobernada por el
aplastamiento de la mampostería y por su incompatibilidad de transmitir las cargas como es el
caso MB-5 , se pudo ajustar con relativa precisión los límites que rigen al esfuerzo principal a
tensión, no obstante, debido a la naturaleza del método de solución (Newton-Raphson) no se
recomienda el uso de estas limitaciones para todos los muros ya que son deseables las
relaciones constitutivas que sean continuas y derivables en todos sus puntos y que no tengan
cambios bruscos de pendiente a lo largo de su función. Para estos casos es necesario adaptar
relaciones constitutivas basados en principios de adherencia entre acero-mortero-pieza de
mampostería y que puedan acoplar el mecanismo de falla local de los muros.

68
7 Conclusiones
Los objetivos del trabajo fueron alcanzados exitosamente ya que se pudo adaptar la TCCM para
desarrollar un modelo analítico simple capaz de reproducir con relativa exactitud muros de
mampostería confinada con acero de refuerzo para materiales usados comúnmente en México.
Asimismo se analizó la importancia del esfuerzo principal a tensión dentro del modelo analítico
y la efectividad de las hipótesis y desarrollo de la teoría del campo de compresión modificado.

En este estudio se presentaron las hipótesis y el desarrollo de la teoría del campo de compresión
modificado (TCCM), que se adaptaron dentro de un modelo analítico simple de múltiples
elementos verticales (MVLEM), capaz de predecir de forma precisa el comportamiento elástico
e inelástico de muros de mampostería confinada con acero de refuerzo sujeto a cargas verticales
y laterales. El paso clave para desarrollar un modelo con un grado de precisión aceptable, es la
obtención de las relaciones constitutivas adecuadas que reflejen el comportamiento promedio
de la mampostería, pero a diferencia de las pruebas estándar, es necesario que estas relaciones
esfuerzo-deformación (𝜎 − 𝜀) se determinen bajo estado de esfuerzo biaxiales, donde actúen
simultáneamente los esfuerzos de compresión y tensión.

Con base en los resultados y observaciones obtenidas, se puede concluir lo siguiente:

 Se puede estimar la respuesta elástica e inelástica de manera general de la mampostería


confinada con acero de refuerzo con el modelo propuesto (curva desplazamiento-carga
lateral), sin embargo si se desea obtener la respuesta inelástica detallada (curvas
histeréticas, nivel de daño en castillos y en muro) es necesario conocer los modelos
histeréticos no lineales para cada material que conforma a los muros. Dichos modelos
histeréticos tienen que tomar en cuenta cuestiones importantes como el
comportamiento histeréticos bajo cargas cíclicas de compresión y tensión, degradación
progresiva de la rigidez bajo condiciones de carga y descarga, efectos del confinamiento
y rigidización a tensión.
 En los casos donde los muros tienen una cuantía de acero elevada como es el caso del
muro MB-5, el efecto de la rigidización a tensión de la mampostería es una variable que
influye en gran manera en el comportamiento inelástico, es importante profundizar en
el estudio de la rigidez a tensión ya que ésta no afecta a toda el área de la sección
transversal del muro sino solo a una parte situada en el entorno de la barra de acero y
depende fuertemente de la adherencia que existe entre el mortero, pieza de
mampostería y acero.
 La principal dificultad de implementación de la teoría del campo de compresión
modificado, es la integración del mecanismo de falla local dentro de la propiedad
constitutiva de la mampostería a tensión. Esta integración es resultando en el equilibrio
entre los esfuerzos promedios y los esfuerzos a nivel grieta. Las ecuaciones del estudio
a nivel grieta de la TCCM introducen tantas incógnitas nuevas como ecuaciones en el
proceso iterativo haciéndolo ineficaz.
 El ablandamiento a compresión parece tener menor influencia en la respuesta fuerza-
desplazamiento de los muros.
 La principal hipótesis de la teoría del campo de compresión modificado es la aceptación
de que el ángulo de inclinación de las grietas con respecto a los ejes coordenados 𝑥 y 𝑦
es paralelo al esfuerzo principal a compresión y coincide con la deformación principal a
compresión.

69
 Debido a las condiciones ortotrópicas de los muros de mampostería, se debe tomar en
cuenta la degradación de la resistencia a compresión con respecto al ángulo de
inclinación de aplicación de la carga.
 Los parámetros de entrada del modelo son las propiedades mecánicas de los materiales
del muro de mampostería. El comportamiento compuesto de los muros de mampostería
sujetos a esfuerzos principales a tensión y a compresión con una inclinación 𝜃 con
respecto a las juntas horizontales es mejor representado por medio de paneles de
mamposterías (elementos macro), en lugar de ensambles a pequeña escala (pilas).
Cuando el ángulo de inclinación de la carga en el ensamble de mampostería se desvía
de la dirección normal, las características ortotrópicas de la mampostería provocan una
reducción en la capacidad a compresión.
 La aplicabilidad de la teoría del campo de compresión modificado (TCCM) depende del
patrón de agrietamiento del muro, en casos donde no se tenga un agrietamiento
uniforme a lo largo del muro, la teoría queda invalidada.
 La variable 𝜎𝑚𝑖 correspondiente al esfuerzo a compresión que se presenta en la grieta,
se despreció en el estudio conservadoramente, sin embargo es necesario tomarlo en
cuenta para tener una mejor aproximación del comportamiento de los muros con altas
cuantías de acero ya que la mampostería al estar confinada por los castillos y las dalas
se puede dar el caso en donde este valor sea importante para cumplir el equilibrio
interno del muro.
 En los casos de los muros con cuantías elevadas de acero en donde se presente una falla
por cortante-compresión, es necesario incluir este tipo de mecanismo de falla en el
modelo a través de relaciones constitutivas.

Debido a las limitaciones e hipótesis propuestas, el modelo tiene varios impedimentos


importantes que reducen su aplicabilidad, dentro de las que se puede mencionar: el
desacoplamiento de la deformación a flexión y la deformación a cortante, que no se toma en
cuenta dentro del comportamiento de los muros otros mecanismos de falla (el fallo por cortante
por adherencia, el efecto del deslizamiento del acero de refuerzo cuando existe una falla por
adherencia, etc.). Por otro lado el modelo supone que los campos de compresión y tensión son
uniformes en el muro y una expansión lateral uniforme a lo largo de la altura de la pared, que
se ha observado que no se tiene en muros bajo condiciones de carga normales. No obstante,
para los casos analizados, estas aproximaciones no parecen ser críticas para la fiabilidad del
modelo, aunque se necesitan investigaciones más extensas de análisis antes de sacar
conclusiones definitivas sobre los principales supuestos del modelo.

El modelo propuesto, así como la teoría del campo de compresión modificado son apropiados
para los casos en donde el comportamiento de los muros de mampostería está gobernado por
un número de grietas distribuidas de manera uniforme, como es el caso donde los muros tienen
una cuantía de refuerzo adecuada. Para los casos en donde no se obtenga este tipo de
comportamiento se recomienda el uso de modelos más detallados que puedan integrar el
mecanismo de fallas locales dentro de sus parámetros.

70
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73
1. Anexos

Anexo 1
Las ecuaciones 2.6 a 2.8 se derivan geométricamente del círculo de Mohr correspondiente a los
esfuerzos promedios (Figura 1.1). De donde se pueden determinar por geometría las siguientes
relaciones:

𝜎1 − 𝜎2
𝜏𝑥𝑦 = − 𝑠𝑒𝑛(2𝜃)
2 1.1

σ1 + σ2 σ1 − σ2
σx = − cos(2θ) 1.2
2 2

σ1 + σ2 σ1 − σ2 1.3
σy = + cos(2θ)
2 2

Figura 1.1 Circulo de Mohr para esfuerzos

74
Asimismo se utilizan las identidades trigonométricas del ángulo doble para el coseno y el seno
(ecuaciones 1.4 y 1.5)

𝑠𝑒𝑛(2𝜃) = 2 ∗ 𝑠𝑒𝑛(𝜃)cos(𝜃) 1.4

cos(2𝜃) = cos 2 (𝜃) − 𝑠𝑒𝑛2 (𝜃) 1.5

Se sustituye las ecuaciones 1.4 y 1.5 en las ecuaciones 1.1, 1.2 y 1.3, haciendo las sustituciones
y reducciones algebraicas simples correspondientes y se obtienen las ecuaciones 2.6, 2.7 y 2.8

75
Anexo 2
Para la obtención de las ecuaciones 2.9 y 2.10 se parte del elemento deformado y agrietado
como se muestra en la Figura 1.1.2, en donde se aprecia el macroelemento de mampostería
sujeto a esfuerzos normales (𝜎𝑥 , 𝜎𝑦 ) y esfuerzos cortantes (𝜏𝑥𝑦 ). En el macroelemento
deformado y agrietado, la mampostería se puede subdividir en puntales de compresión
idénticos, inclinados según el ángulo de inclinación de las grietas ( 𝜃) y separados un espacio
promedio de 𝑠𝜃 .

Figura 1.1.2 Estado de esfuerzos del macroelemento agrietado de mampostería

En la Figura 1.3 se presenta el corte A de la Figura 1.1.2 en donde se observa que los puntales
de compresión del macroelemento están sujetos en la zona fuera de la superficie de la grieta a
los esfuerzos principales a tensión y a compresión (𝜎1 y 𝜎2 ) perpendicular y paralelo
respectivamente a la dirección de las grietas.

Figura 1.3 Estado de esfuerzos en un puntal de compresión del macroelemento


de mampostería

76
La condición dada en la Figura 1.3 representa el estado de esfuerzos promedio del
macroelemento. Sin embargo las ecuaciones 2.9 y 2.10 representan el estado de esfuerzos que
se encuentran en la superficie a lo largo de la grieta, en la Figura 1.4 se muestra el corte B de la
Figura 1.1.2 . El incremento de esfuerzo en el acero de refuerzo es representado por el esfuerzo
local 𝜎𝑠𝑦 y 𝜎𝑠𝑥 𝑐𝑟 . Y aunque los esfuerzos principales a tensión no pueden ser transferidos por
𝑐𝑟
la mampostería, existe la posibilidad de que los esfuerzos de cortante sean transmitidos a través
de los agregados que existen en la mampostería a lo largo de la grieta. Este esfuerzo cortante
local es definido por 𝜈𝑚𝑖 , además de que se identifica un esfuerzo normal 𝜎𝑚𝑖 .

Figura 1.4 Esfuerzos actuando a lo largo de la superficie de la grieta

Los esfuerzos aplicados 𝜎𝑥 , 𝜎𝑦 y 𝜏𝑥𝑦 están fijos, y los esfuerzos mostrados en la Figura 1.3 y
Figura 1.4 deben ser estáticamente equivalentes. Se asume un área unitaria tanto en el corte
A y como en el corte B para el cálculo de las fuerzas en dirección 𝑥 y 𝑦 del elemento resultando
el siguiente equilibrio:

Figura 1.5 Asignación de áreas unitarias

77
𝜎𝑠𝑥 𝜌𝑥 sin(𝜃) csc(𝜃) 𝐴0 + 𝜎1 sin(𝜃) csc(𝜃) 𝐴0
1.6
= 𝜎𝑠𝑥 𝑐𝑟 𝜌𝑥 sin(𝜃) csc(𝜃) 𝐴0 − 𝜎𝑚𝑖 sin(𝜃) csc(𝜃) 𝐴0
− 𝜈𝑚𝑖 cos(𝜃) csc(𝜃) 𝐴0
𝜎𝑠𝑦 𝜌𝑦 cos(𝜃) csc(𝜃) 𝐴0 + 𝜎1 cos(𝜃) csc(𝜃) 𝐴0
= 𝜎𝑠𝑦 𝜌𝑦 cos(𝜃) csc(𝜃) 𝐴0 − 𝜎𝑚𝑖 cos(𝜃) csc(𝜃) 𝐴0 1.7
𝑐𝑟
+ 𝜈𝑚𝑖 sin(𝜃) csc(𝜃) 𝐴0

Realizando las simplificaciones correspondientes se obtienen las ecuaciones 2.9 y 2.10

78
Anexo 3
Para ejemplificar la metodología utilizada en el presente estudio, se presenta a continuación un
ejemplo del procedimiento utilizado para obtener la carga lateral del muro MB-3, tomando
como desplazamiento total el valor de 𝛿 = 0.1𝑚𝑚, no obstante, se escoge como punto de
partida al vector 𝑠 = [−2.53406 ∗ 10−6 , −0.126843948, 3.236 ∗ 10−6 ] producto del método
de iteración utilizando el Jacobiano como se explicó en la sección anterior. El ejemplo numérico
se desarrolló en MATHCAD y solo muestra el ciclo en donde el vector 𝑟 cumple el equilibrio, cabe
mencionar que para llegar al vector 𝑠 con el que se parte en el ejemplo, primeramente se tuvo
que hacer una serie de iteraciones tomando como partida los dos puntos mencionados en la
sección 5.1.

79
80
81
1
 :=
151 
1
  0.8 - 0.34
 142   348.476  co
   
 99.324 
143   1
   98.282   
 144   97.261 
1
 =  Pa 1
1 :=  1 := for i  1 .. n tot
  96.26   
145 1
   
1 i  1 if i
>1 1= 
   95.278  1
 146    
94.314 
    1 i  i otherwise 1
 147   326.154  1
  1  
 158  1
 

1
 
1 1
c := 2 := for i  1 .. n tot
1 1
0.8 - 0.34
2 i  1 if ci > 1
 
coc
=
1
2  
1
2 i  ci otherwise  
1
2 1
 
1

 -2.822  10
5
 
 5
 -2.828  10 
 5
 -2.842  10 
 5
for i  1 .. n tot
 -2.862  10  Pa
21 := =
 5
 2 2  -2.888  10 
 2 i  2i  
  5
21i  ( 1.067 1 ) i m2 i 
 f  -
   -2.919 

10 
 co  co   5
 -2.955  10 
21  5
 -2.983  10 

 221 
 -1.112  106   6
     -1.1117  10 
 6  212   5
 -1.119  10     -2.8281  10 
 6  213   5
 -1.13  10     -2.8419  10 
 6  214   -2.8618  5
for i  1 .. n tot
 -1.141  10  Pa  = 10  Pa
22 := =
 2 := 
6 215
  5
 2 2  -1.152  10     -2.8875  10 
 2 i  2i  
  6
-1.163  10 
  
216   -2.9187  10
5
22i  2 i fc  -
     
 coc  coc    6    5
 -1.174  10   217   -2.9551  10 
22  6    6
 -1.182  10   228   -1.1822  10 
 

82
83
84
Anexo 4
%Comportamiento de muros de mamposteria reforzada%
%utilizando la Teoria de Campo de compresión%
%Adolfo Iván Jiménez Palacios%
clear;clc;
disp('....COMPORTAMIENTO DE MUROS DE MAMPOSTERIA REFORZADA...');
disp('_________________________________________________');
NOMBRE='Datos3bien.xlsx';
u=xlsread(NOMBRE, 'A2:A2'); %Se proponen valores para la primera interaccion%
v=xlsread(NOMBRE, 'B2:B2');
f=xlsread(NOMBRE, 'C2:C2');
H=xlsread(NOMBRE, 'A5:A5');
L=xlsread(NOMBRE, 'B5:B5');
n=xlsread(NOMBRE, 'C5:C5');
c=xlsread(NOMBRE, 'A8:A8');
dist=xlsread(NOMBRE, 'F:F');
desp=xlsread(NOMBRE, 'I2:I2');
Em=xlsread(NOMBRE, 'A12:A12');
Es=xlsread(NOMBRE, 'A18:A18');
Fy=xlsread(NOMBRE, 'B18:B18');
Fyy=xlsread(NOMBRE, 'D20:D20');
ro=xlsread(NOMBRE, 'C18:C18');
roy=xlsread(NOMBRE, 'D18:D18');
esox=xlsread(NOMBRE, 'A20:A20');
esoy=xlsread(NOMBRE, 'B22:B22');
Fu=xlsread(NOMBRE, 'B20:B20');
eco=xlsread(NOMBRE, 'B12:B12');
ecoi=xlsread(NOMBRE, 'C12:C12');
ecu=xlsread(NOMBRE, 'A14:A14');
fm=xlsread(NOMBRE, 'B14:B14');
esu=xlsread(NOMBRE, 'C20:C20');
ecr=xlsread(NOMBRE, 'A25:A25');
ft=xlsread(NOMBRE, 'B25:B25');
CC=xlsread(NOMBRE, 'C25:C25');
Area=xlsread(NOMBRE, 'G:G');
Areax=xlsread(NOMBRE, 'Q:Q');
chi=xlsread(NOMBRE, 'A30:A30');
Nap=xlsread(NOMBRE, 'K3:K3');
Map=xlsread(NOMBRE, 'L3:L3');
Vap=xlsread(NOMBRE, 'M3:M3');
ecl=xlsread(NOMBRE, 'C14:C14');
pp=xlsread(NOMBRE, 'A22:A22');

%Propiedades de concreto y acero para castillos%


fc=xlsread(NOMBRE, 'B40:B40');
ecco=xlsread(NOMBRE, 'B38:B38');
Ec=xlsread(NOMBRE, 'A38:A38');
ncastillos=xlsread(NOMBRE, 'C34:C34');
Lc=xlsread(NOMBRE, 'B34:B34');
Hc=xlsread(NOMBRE, 'A34:A34');
eccoi=xlsread(NOMBRE, 'C38:C38');
eccu=xlsread(NOMBRE, 'A40:A40');
eccl=xlsread(NOMBRE, 'C40:C40');
Esc=xlsread(NOMBRE, 'A44:A44');
Fyc=xlsread(NOMBRE, 'B44:B44');
roxc=xlsread(NOMBRE, 'C44:C44');
royc=xlsread(NOMBRE, 'R:R');
esoxc=xlsread(NOMBRE, 'A46:A46');
Fuc=xlsread(NOMBRE, 'B46:B46');
esuc=xlsread(NOMBRE, 'C46:C46');
Fyyc=xlsread(NOMBRE, 'D46:D46');
ppc=xlsread(NOMBRE, 'A48:A48');
esoyc=xlsread(NOMBRE, 'B48:B48');
eccr=xlsread(NOMBRE, 'A51:A51');
ftc=xlsread(NOMBRE, 'B51:B51');
ccc=xlsread(NOMBRE, 'C51:C51');
fm2=xlsread(NOMBRE, 'S:S');
ft2=xlsread(NOMBRE, 'T:T');
diary('variables3')

85
Aux=[];
u1=0.0009;
u2=-0.9;
u3=-0.0000009;
ui=[u1,u2,u3];
tam=size(dist);
ntot=tam(1,1);
format longg
valorparatolerancia=0.001;
tolerancia=20;
contador3=0;

for desp=0.01:0.05:40
contador2=0;
contador=0;
uj=[u,v,f]
Val=[ui',uj']
tolerancia=10;
Aux=[zeros];
Aux2=[zeros];

while tolerancia>valorparatolerancia

contador2=contador2+1;
Val=[ui',uj'];
deltaS=((uj)-(ui))
deltau=deltaS(1,1);
deltav=deltaS(1,2);
deltaf=deltaS(1,3);

for z=1:4

if z==2
u=(u+deltau);

end
if z==3
u=Val(1,2);
v=v+deltav;

end
if z==4
u=Val(1,2);
v=Val(2,2);
f=f+deltaf;
end

for i=1:ntot

%deformaciones promedias del muro


ey(i,z)=(1/H)*(v-f*dist(i,1));
ex(i,z)=u/L;
gxy(i,z)=(desp/H)-(f*(1-c));
alfa(i,z)=(atan2(gxy(i,z),(ey(i,z)-ex(i,z))))/2;
%circulo de mohr para deformaciones principales
Ce(i,z)=(ey(i,z)+ex(i,z))/2;
R(i,z)=((gxy(i,z)/2)^2+(ey(i,z)-Ce(i,z))^2)^(1/2);
e1(i,z)=Ce(i,z)+R(i,z);
e2(i,z)=Ce(i,z)-R(i,z);
%esfuerzos en los castillos
if i==1 | i==ntot
if abs(ex(i,z))<=esox
sigs(i,z)=Es*ex(i,z);
elseif abs(ex(i,z))<=esu
if ex(i,z)<0
sigs(i,z)=-Fy;
else
sigs(i,z)=Fy;
end
else
sigs(i,z)=0;

86
end
if abs(ey(i,z))<=esoyc
sigsy(i,z)=Esc*ey(i,z);
elseif abs(ey(i,z))<=esuc
if ey(i,z)<0
sigsy(i,z)=-Fyyc;
else
sigsy(i,z)=Fyyc;
end
else
sigsy(i,z)=0;
end
rrc=(0.8-0.34*e1(i,z)/eccoi);
betac=1/rrc;

if betac>1
betac=1;
end

if e2(i,z)<0

sigma2(i,z)=betac*fc*((2*e2(i,z)/eccoi)-(e2(i,z)/eccoi)^2);

elseif e2(i,z)>0 && e2(i,z)<=eccr

sigma2(i,z)=Ec*e2(i,z);

elseif e2(i,z)>eccr

sigma2(i,z)= ftc/(1+sqrt(200*e2(i,z)));
end
if e1(i,z)<0

sigma1(i,z)=betac*fc*((2*e1(i,z)/eccoi)-(e1(i,z)/eccoi)^2);

elseif e1(i,z)>0 && e1(i,z)<=eccr

sigma1(i,z)=Ec*e1(i,z);

elseif e1(i,z)>eccr

sigma1(i,z)= ftc/(1+sqrt(200*e1(i,z)));

end
else
%esfuerzo en el acero de la mamposteria
if abs(ex(i,z))<=esox
sigs(i,z)=Es*ex(i,z);
elseif abs(ex(i,z))<=esu
if ex(i,z)<0
sigs(i,z)=-(Fy);
else
sigs(i,z)=Fy;
end
else
sigs(i,z)=0;
end

if abs(ey(i,z))<=esoy
sigsy(i,z)=Es*ey(i,z);
elseif abs(ey(i,z))<=esu
if ey(i,z)<0
sigsy(i,z)=-(Fyy);
else
sigsy(i,z)=Fyy;
end
else
sigsy(i,z)=0;
end
ecr=ft2(i,1)/Em;

87
rr=(0.8-0.34*e1(i,z)/ecoi);
beta=1/rr;

if beta>1
beta=1;
end

if e2(i,z)<0

sigma2(i,z)=beta*fm2(i,1)*((2*e2(i,z)/ecoi)-(e2(i,z)/ecoi)^2);

elseif abs(e2(i,z))>abs(ecu)
sigma2(i,z)=0;

elseif e2(i,z)>0 && e2(i,z)<=ecr

sigma2(i,z)=Em*e2(i,z);

elseif e2(i,z)>ecr

st1= ft2(i,1)*exp(-CC*(e2(i,z)-ecr));

sigma2(i,z)=st1;
end

if e1(i,z)<0

sigma1(i,z)=beta*fm2(i,1)*((2*e1(i,z)/ecoi)-(e1(i,z)/ecoi)^2);

elseif e1(i,z)>0 && e1(i,z)<=ecr

sigma1(i,z)=Em*e1(i,z);

elseif e1(i,z)>ecr

st5= ft2(i,1)*exp(-CC*(e1(i,z)-ecr));
sigma1(i,z)=st5;

end
end

sigmax(i,z)=sigma1(i,z)*sin(alfa(i,z))^2+sigma2(i,z)*cos(alfa(i,z))^2+(ro+roxc)*sigs(i,z);
sigmay(i,z)=sigma1(i,z)*cos(alfa(i,z))^2+sigma2(i,z)*sin(alfa(i,z))^2+(roy+royc(i,1))*sigsy(i,z);
taoxy(i,z)=-(sigma1(i,z)-sigma2(i,z))*sin(alfa(i,z))*cos(alfa(i,z));
N(i,z)=Area(i,1)*sigmay(i,z);
M(i,z)=Area(i,1)*(chi*taoxy(i,z)*(1-c)*H-dist(i,1)*sigmay(i,z));
Cer(i,z)=Areax(i,1)*sigmax(i,z);
V(i,z)=chi*Area(i,1)*taoxy(i,z);

end
NN(1,z)=sum(N(:,z));
MM(1,z)=sum(M(:,z));
CCer(1,z)=sum(Cer(:,z));
FL(1,z)=sum(V(:,z));
end
f=Val(3,2);

rp=[NN(1,1)-Nap;MM(1,1)-Map;CCer(1,1)];
ru=[NN(1,2)-Nap;MM(1,2)-Map;CCer(1,2)];
rv=[NN(1,3)-Nap;MM(1,3)-Map;CCer(1,3)];
rf=[NN(1,4)-Nap;MM(1,4)-Map;CCer(1,4)];

ruton=[ru(1,1)/(1000*9.81);ru(2,1)/((10^6)*9.81);ru(3,1)/(1000*9.81)];
rvton=[rv(1,1)/(1000*9.81);rv(2,1)/((10^6)*9.81);rv(3,1)/(1000*9.81)];
rfton=[rf(1,1)/(1000*9.81);rf(2,1)/((10^6)*9.81);rf(3,1)/(1000*9.81)];
rpton=[rp(1,1)/(1000*9.81);rp(2,1)/((10^6)*9.81);rp(3,1)/(1000*9.81)]

tolerancia=(sum(abs(rpton)))
Aux2(contador2,1)=u;

88
Aux2(contador2,2)=v;
Aux2(contador2,3)=f;
Aux(contador2,1)=tolerancia
deltaru=(ru-rp)/(deltau);
deltarv=(rv-rp)/(deltav);
deltarf=(rf-rp)/(deltaf);
[minimo,indice]=min(Aux)
if contador==100
u=Aux2(indice,1);
v=Aux2(indice,2);
f=Aux2(indice,3);
uj=[u v f];
Aux(indice,:)=[];
Aux2(indice,:)=[];
[minimo2,indice2]=min(Aux)
ui=[Aux2(indice2,1) Aux2(indice2,2) Aux2(indice2,3)]
Val=[ui',uj'];
tolerancia=valorparatolerancia;
contador3=contador3+1;
respuesta(contador3,2)=uj(1,1);
respuesta(contador3,3)=uj(1,2);
respuesta(contador3,4)=uj(1,3);
respuesta(contador3,5)=tolerancia;
respuesta(contador3,1)=desp;
respuesta(contador3,6)=FL(1,1);
Aux3(contador3,:)=e1(:,1)';
Aux4(contador3,:)=e2(:,1)';
Aux5(contador3,:)=sigs(:,1)';
Aux6(contador3,:)=sigsy(:,1)';
Aux7(contador3,:)=sigma2(:,1)';
Aux8(contador3,:)=sigma1(:,1)';
Aux9(contador3,:)=alfa(:,1)';
Aux10(contador3,:)=sigmax(:,1)';
Aux11(contador3,:)=sigmay(:,1)';
Aux12(contador3,:)=taoxy(:,1)';
Aux13(contador3,:)=N(:,1)';
else

if tolerancia>valorparatolerancia

W=[deltaru,deltarv,deltarf];
sj=uj'-W^-1*rp
ui=uj;
ui2=uj;
uj=sj';
ul=sj';
u=(uj(1,1));
v=uj(1,2);
f=uj(1,3);
uj=[u v f]
Val=[ui',uj']
else
contador3=contador3+1;
respuesta(contador3,2)=uj(1,1);
respuesta(contador3,3)=uj(1,2);
respuesta(contador3,4)=uj(1,3);
respuesta(contador3,5)=tolerancia;
respuesta(contador3,1)=desp;
respuesta(contador3,6)=FL(1,1);
Aux3(contador3,:)=e1(:,1)';
Aux4(contador3,:)=e2(:,1)';
Aux5(contador3,:)=sigs(:,1)';
Aux6(contador3,:)=sigsy(:,1)';
Aux7(contador3,:)=sigma2(:,1)';
Aux8(contador3,:)=sigma1(:,1)';
Aux9(contador3,:)=alfa(:,1)';
Aux10(contador3,:)=sigmax(:,1)';
Aux11(contador3,:)=sigmay(:,1)';
Aux12(contador3,:)=taoxy(:,1)';
Aux13(contador3,:)=N(:,1)';
end

89
end

contador=contador+1;

end

disp('El valor es menor que la tolerancia especificada')

end
[maxcar,renglonv]=max(abs(respuesta(:,6)));
tetamax=Aux9(renglonv,:);
tetamax=tetamax*180/pi();
for ij=1:ntot

if tetamax(1,ij)<=45
fmteta=4.74*10^-4*tetamax(1,ij)^2+(-2.43*10^-2)*tetamax(1,ij)+0.883;
if fmteta>1
fmteta=1;
end
fm2(ij,1)=fm*fmteta;
else
fmteta=4.403*10^-4*tetamax(1,ij)^2+(-4.944*10^-2)*tetamax(1,ij)+1.88;
if fmteta>1
fmteta=1;
end
fm2(ij,1)=fm*fmteta;
end

end
Texto='Muro3';
xlswrite(Texto,fm2,'Hoja17','A2');
xlswrite(Texto,ft2,'Hoja18','A2');
xlswrite(Texto,Aux3,'Hoja2','A2');
xlswrite(Texto,Aux4,'Hoja3','A2');
xlswrite(Texto,Aux5,'Hoja4','A2');
xlswrite(Texto,Aux6,'Hoja5','A2');
xlswrite(Texto,Aux7,'Hoja6','A2');
xlswrite(Texto,Aux8,'Hoja7','A2');
xlswrite(Texto,Aux10,'Hoja13','A2');
xlswrite(Texto,Aux11,'Hoja14','A2');
xlswrite(Texto,Aux12,'Hoja15','A2');
xlswrite(Texto,Aux13,'Hoja16','A2');
xlswrite(Texto,Aux9,'Hoja12','A2');
xlswrite(Texto,respuesta,1,'A2');

diary('off')

90
Anexo 5
%Comportamiento de muros de mamposteria reforzada%
%utilizando la Teoria de Campo de compresión%
%Adolfo Iván Jiménez Palacios%
clear;clc;
disp('....COMPORTAMIENTO DE MUROS DE MAMPOSTERIA REFORZADA...');
disp('_________________________________________________');
NOMBRE='Datos5.xlsx';
u=xlsread(NOMBRE, 'A2:A2'); %Se proponen valores para la primera interaccion%
v=xlsread(NOMBRE, 'B2:B2');
f=xlsread(NOMBRE, 'C2:C2');
H=xlsread(NOMBRE, 'A5:A5');
L=xlsread(NOMBRE, 'B5:B5');
n=xlsread(NOMBRE, 'C5:C5');
c=xlsread(NOMBRE, 'A8:A8');
dist=xlsread(NOMBRE, 'F:F');
desp=xlsread(NOMBRE, 'I2:I2');
Em=xlsread(NOMBRE, 'A12:A12');
Es=xlsread(NOMBRE, 'A18:A18');
Fy=xlsread(NOMBRE, 'B18:B18');
Fyy=xlsread(NOMBRE, 'D20:D20');
ro=xlsread(NOMBRE, 'C18:C18');
roy=xlsread(NOMBRE, 'D18:D18');
esox=xlsread(NOMBRE, 'A20:A20');
esoy=xlsread(NOMBRE, 'B22:B22');
Fu=xlsread(NOMBRE, 'B20:B20');
eco=xlsread(NOMBRE, 'B12:B12');
ecoi=xlsread(NOMBRE, 'C12:C12');
ecu=xlsread(NOMBRE, 'A14:A14');
fm=xlsread(NOMBRE, 'B14:B14');
esu=xlsread(NOMBRE, 'C20:C20');
ecr=xlsread(NOMBRE, 'A25:A25');
ft=xlsread(NOMBRE, 'B25:B25');
CC=xlsread(NOMBRE, 'C25:C25');
Area=xlsread(NOMBRE, 'G:G');
Areax=xlsread(NOMBRE, 'Q:Q');
chi=xlsread(NOMBRE, 'A30:A30');
Nap=xlsread(NOMBRE, 'K3:K3');
Map=xlsread(NOMBRE, 'L3:L3');
Vap=xlsread(NOMBRE, 'M3:M3');
ecl=xlsread(NOMBRE, 'C14:C14');
pp=xlsread(NOMBRE, 'A22:A22');

%Propiedades de concreto y acero para castillos%


fc=xlsread(NOMBRE, 'B40:B40');
ecco=xlsread(NOMBRE, 'B38:B38');
Ec=xlsread(NOMBRE, 'A38:A38');
ncastillos=xlsread(NOMBRE, 'C34:C34');
Lc=xlsread(NOMBRE, 'B34:B34');
Hc=xlsread(NOMBRE, 'A34:A34');
eccoi=xlsread(NOMBRE, 'C38:C38');
eccu=xlsread(NOMBRE, 'A40:A40');
eccl=xlsread(NOMBRE, 'C40:C40');
Esc=xlsread(NOMBRE, 'A44:A44');
Fyc=xlsread(NOMBRE, 'B44:B44');
roxc=xlsread(NOMBRE, 'C44:C44');
royc=xlsread(NOMBRE, 'R:R');
esoxc=xlsread(NOMBRE, 'A46:A46');
Fuc=xlsread(NOMBRE, 'B46:B46');
esuc=xlsread(NOMBRE, 'C46:C46');
Fyyc=xlsread(NOMBRE, 'D46:D46');
ppc=xlsread(NOMBRE, 'A48:A48');
esoyc=xlsread(NOMBRE, 'B48:B48');
eccr=xlsread(NOMBRE, 'A51:A51');
ftc=xlsread(NOMBRE, 'B51:B51');
ccc=xlsread(NOMBRE, 'C51:C51');
syc=xlsread(NOMBRE, 'I4:I4');
sxc=xlsread(NOMBRE, 'I5:I5');
fm2=xlsread(NOMBRE, 'S:S');
ft2=xlsread(NOMBRE, 'T:T');

91
diary('variables3')
Aux=[];
u1=0.0009;
u2=-0.9;
u3=-0.0000009;
ui=[u1,u2,u3];
tam=size(dist);
ntot=tam(1,1);
format longg
valorparatolerancia=0.001;
tolerancia=20;
contador3=0;

for desp=0.01:0.05:40

contador2=0;
contador=0;
uj=[u,v,f]
Val=[ui',uj']
tolerancia=10;
Aux=[zeros];
Aux2=[zeros];

while tolerancia>valorparatolerancia

contador2=contador2+1;
Val=[ui',uj'];
deltaS=((uj)-(ui))
deltau=deltaS(1,1);
deltav=deltaS(1,2);
deltaf=deltaS(1,3);

for z=1:4

if z==2
u=(u+deltau);

end
if z==3
u=Val(1,2);
v=v+deltav;

end
if z==4
u=Val(1,2);
v=Val(2,2);
f=f+deltaf;
end

for i=1:ntot

%deformaciones promedias del muro


ey(i,z)=(1/H)*(v-f*dist(i,1));
ex(i,z)=u/L;
gxy(i,z)=(desp/H)-(f*(1-c));
alfa(i,z)=(atan2(gxy(i,z),(ey(i,z)-ex(i,z))))/2;
%circulo de mohr para deformaciones principales
Ce(i,z)=(ey(i,z)+ex(i,z))/2;
R(i,z)=((gxy(i,z)/2)^2+(ex(i,z)-Ce(i,z))^2)^(1/2);
e1(i,z)=Ce(i,z)+R(i,z);
e2(i,z)=Ce(i,z)-R(i,z);
%esfuerzos en los castillos
if i==1 | i==ntot
if abs(ex(i,z))<=esox
sigs(i,z)=Es*ex(i,z);
elseif abs(ex(i,z))<=esu
if ex(i,z)<0
sigs(i,z)=-Fy;
else
sigs(i,z)=Fy;
end

92
else
sigs(i,z)=0;
end
if abs(ey(i,z))<=esoyc
sigsy(i,z)=Esc*ey(i,z);
elseif abs(ey(i,z))<=esuc
if ey(i,z)<0
sigsy(i,z)=-Fyyc;
else
sigsy(i,z)=Fyyc;
end
else
sigsy(i,z)=0;
end
vmi(i,z)=abs((Fy-sigs(i,z))*ro-(Fyyc-sigsy(i,z))*royc(i,1))/(tan(alfa(i,z))+(1/(tan(alfa(i,z)))))
steta=1/(sin(alfa(i,z))/syc+cos(alfa(i,z))/sxc)
wi=steta*e1(i,z)

vmmaxc=0.18*sqrt(abs(fc))/(0.31+24*wi/(9.525+16))
rrc=(0.8-0.34*e1(i,z)/eccoi);
betac=1/rrc;
if vmi(i,z)>vmmaxc
vmi(i,z)=vmmaxc
end
if betac>1
betac=1;
end
if e2(i,z)<0

sigma2(i,z)=betac*fc*((2*e2(i,z)/eccoi)-(e2(i,z)/eccoi)^2);

elseif e2(i,z)>0 && e2(i,z)<=eccr

sigma2(i,z)=Ec*e2(i,z);

elseif e2(i,z)>eccr

st1= ftc/(1+sqrt(200*e2(i,z)));
st2=(Fy-sigs(i,z))*ro+vmi(i,z)/tan(alfa(i,z));
st3=(Fyyc-sigsy(i,z))*royc(i,1)+vmi(i,z)*tan(alfa(i,z));
st4=(Fy-sigs(i,z))*ro*sin(alfa(i,z))^2+(Fyyc-sigsy(i,z))*royc(i,1)*cos(alfa(i,z))^2;
stg=[st1 st2 st3 st4]
sigma2(i,z)=min(abs(stg))

end
if e1(i,z)<0

sigma1(i,z)=betac*fc*((2*e1(i,z)/eccoi)-(e1(i,z)/eccoi)^2);

elseif e1(i,z)>0 && e1(i,z)<=eccr

sigma1(i,z)=Ec*e1(i,z);

elseif e1(i,z)>eccr

st5= ftc/(1+sqrt(200*e1(i,z)))
st6=(Fy-sigs(i,z))*ro+vmi(i,z)/tan(alfa(i,z))
st7=(Fyyc-sigsy(i,z))*royc(i,1)+vmi(i,z)*tan(alfa(i,z))
st8=(Fy-sigs(i,z))*ro*sin(alfa(i,z))^2+(Fyyc-sigsy(i,z))*royc(i,1)*cos(alfa(i,z))^2
stg2=[st5 st6 st7 st8]
bb=find(stg2<0)
stg2(:,bb)=[]
sigma1(i,z)=min((stg2))

end
else
%esfuerzo en el acero de la mamposteria
if abs(ex(i,z))<=esox
sigs(i,z)=Es*ex(i,z);

93
elseif abs(ex(i,z))<=esu
if ex(i,z)<0
sigs(i,z)=-(Fy);
else
sigs(i,z)=Fy;
end
else
sigs(i,z)=0;
end

if abs(ey(i,z))<=esoy
sigsy(i,z)=Es*ey(i,z);
elseif abs(ey(i,z))<=esu
if ey(i,z)<0
sigsy(i,z)=-(Fyy);
else
sigsy(i,z)=Fyy;
end
else
sigsy(i,z)=0;
end

ecr=ft2(i,1)/Em;

vmi(i,z)=abs((Fy-sigs(i,z))*ro-(Fyy-sigsy(i,z))*roy)/(tan(alfa(i,z))+(1/(tan(alfa(i,z)))));

steta=1/(sin(alfa(i,z))/syc+cos(alfa(i,z))/sxc);
wi=steta*e1(i,z);

vmmax=0.18*sqrt(18.4)/(0.31+24*wi/(7+16));

if vmi(i,z)>vmmax
vmi(i,z)=vmmax
end

rr=(0.8-0.34*e1(i,z)/ecoi);
beta=1/rr;

if beta>1
beta=1;
end

if e2(i,z)<0

sigma2(i,z)=beta*fm2(i,1)*((2*e2(i,z)/ecoi)-(e2(i,z)/ecoi)^2);

elseif abs(e2(i,z))>abs(ecu)
sigma2(i,z)=0;

elseif e2(i,z)>0 && e2(i,z)<=ecr

sigma2(i,z)=Em*e2(i,z);

elseif e2(i,z)>ecr

st1= ft2(i,1)*exp(-CC*(e2(i,z)-ecr));
st2=(Fy-sigs(i,z))*ro+vmi(i,z)/tan(alfa(i,z));
st3=(Fyy-sigsy(i,z))*roy+vmi(i,z)*tan(alfa(i,z));
st4=(Fy-sigs(i,z))*ro*sin(alfa(i,z))^2+(Fyy-sigsy(i,z))*roy*cos(alfa(i,z))^2;

stg=[st1 st2 st3 st4]

sigma2(i,z)=min(stg);
end

if e1(i,z)<0

sigma1(i,z)=1.067*beta*fm2(i,1)*((2*e1(i,z)/ecoi)-(e1(i,z)/ecoi)^2);

elseif e1(i,z)>0 && e1(i,z)<=ecr

94
sigma1(i,z)=Em*e1(i,z);

elseif e1(i,z)>ecr

st5= ft2(i,1)*exp(-CC*(e1(i,z)-ecr));
st6=(Fy-sigs(i,z))*ro+vmi(i,z)/tan(alfa(i,z));
st7=(Fyy-sigsy(i,z))*roy+vmi(i,z)*tan(alfa(i,z));
st8=(Fy-sigs(i,z))*ro*sin(alfa(i,z))^2+(Fyy-sigsy(i,z))*roy*cos(alfa(i,z))^2;
stg2=[st5 st6 st7 st8];
%stg2=[st5 st6 st8];
%stg2=[st5 st6];
sigma1(i,z)=min(stg2)

end
end

sigmax(i,z)=sigma1(i,z)*sin(alfa(i,z))^2+sigma2(i,z)*cos(alfa(i,z))^2+(ro+roxc)*sigs(i,z);
sigmay(i,z)=sigma1(i,z)*cos(alfa(i,z))^2+sigma2(i,z)*sin(alfa(i,z))^2+(roy+royc(i,1))*sigsy(i,z);
taoxy(i,z)=-(sigma1(i,z)-sigma2(i,z))*sin(alfa(i,z))*cos(alfa(i,z));
N(i,z)=Area(i,1)*sigmay(i,z);
M(i,z)=Area(i,1)*(chi*taoxy(i,z)*(1-c)*H-dist(i,1)*sigmay(i,z));
Cer(i,z)=Areax(i,1)*sigmax(i,z);
V(i,z)=chi*Area(i,1)*taoxy(i,z);

end
NN(1,z)=sum(N(:,z));
MM(1,z)=sum(M(:,z));
CCer(1,z)=sum(Cer(:,z));
FL(1,z)=sum(V(:,z));
end
f=Val(3,2);

rp=[NN(1,1)-Nap;MM(1,1)-Map;CCer(1,1)];
ru=[NN(1,2)-Nap;MM(1,2)-Map;CCer(1,2)];
rv=[NN(1,3)-Nap;MM(1,3)-Map;CCer(1,3)];
rf=[NN(1,4)-Nap;MM(1,4)-Map;CCer(1,4)];

ruton=[ru(1,1)/(1000*9.81);ru(2,1)/((10^6)*9.81);ru(3,1)/(1000*9.81)];
rvton=[rv(1,1)/(1000*9.81);rv(2,1)/((10^6)*9.81);rv(3,1)/(1000*9.81)];
rfton=[rf(1,1)/(1000*9.81);rf(2,1)/((10^6)*9.81);rf(3,1)/(1000*9.81)];
rpton=[rp(1,1)/(1000*9.81);rp(2,1)/((10^6)*9.81);rp(3,1)/(1000*9.81)]

tolerancia=(sum(abs(rpton)))
Aux2(contador2,1)=u;
Aux2(contador2,2)=v;
Aux2(contador2,3)=f;
Aux(contador2,1)=tolerancia
Aux2

deltaru=(ru-rp)/(deltau);
deltarv=(rv-rp)/(deltav);
deltarf=(rf-rp)/(deltaf);

[minimo,indice]=min(Aux)

if contador==100
u=Aux2(indice,1);
v=Aux2(indice,2);
f=Aux2(indice,3);
uj=[u v f];
Aux(indice,:)=[];
Aux2(indice,:)=[];
[minimo2,indice2]=min(Aux)
ui=[Aux2(indice2,1) Aux2(indice2,2) Aux2(indice2,3)]
Val=[ui',uj'];
tolerancia=valorparatolerancia;
contador3=contador3+1;
respuesta(contador3,2)=uj(1,1);
respuesta(contador3,3)=uj(1,2);
respuesta(contador3,4)=uj(1,3);
respuesta(contador3,5)=tolerancia;

95
respuesta(contador3,1)=desp;
respuesta(contador3,6)=FL(1,1);
Aux3(contador3,:)=e1(:,1)';
Aux4(contador3,:)=e2(:,1)';
Aux5(contador3,:)=sigs(:,1)';
Aux6(contador3,:)=sigsy(:,1)';
Aux7(contador3,:)=sigma2(:,1)';
Aux8(contador3,:)=sigma1(:,1)';
Aux9(contador3,:)=alfa(:,1)';
Aux10(contador3,:)=vmi(:,1)';
else

if tolerancia>valorparatolerancia

W=[deltaru,deltarv,deltarf];
sj=uj'-W^-1*rp
ui=uj;
ui2=uj;
uj=sj';
ul=sj';
u=(uj(1,1));
v=uj(1,2);
f=uj(1,3);
uj=[u v f]
Val=[ui',uj']
else

contador3=contador3+1;
respuesta(contador3,2)=uj(1,1);
respuesta(contador3,3)=uj(1,2);
respuesta(contador3,4)=uj(1,3);
respuesta(contador3,5)=tolerancia;
respuesta(contador3,1)=desp;
respuesta(contador3,6)=FL(1,1);
Aux3(contador3,:)=e1(:,1)';
Aux4(contador3,:)=e2(:,1)';
Aux5(contador3,:)=sigs(:,1)';
Aux6(contador3,:)=sigsy(:,1)';
Aux7(contador3,:)=sigma2(:,1)';
Aux8(contador3,:)=sigma1(:,1)';
Aux9(contador3,:)=alfa(:,1)';
Aux10(contador3,:)=vmi(:,1)';
end
end

contador=contador+1;

end

disp('Valor menor que la tolerancia')

end
[maxcar,renglonv]=max(abs(respuesta(:,6)));
tetamax=Aux9(renglonv,:);
tetamax=tetamax*180/pi();
for ij=1:ntot

if tetamax(1,ij)<=45
fmteta=4.74*10^-4*tetamax(1,ij)^2+(-2.43*10^-2)*tetamax(1,ij)+0.883;
if fmteta>1
fmteta=1;
end
fm2(ij,1)=fm*fmteta;
else
fmteta=4.403*10^-4*tetamax(1,ij)^2+(-4.944*10^-2)*tetamax(1,ij)+1.88;
if fmteta>1
fmteta=1;
end
fm2(ij,1)=fm*fmteta;
end

96
fcr=-3.93*10^-5*tetamax(1,ij)^2+(3.49*10^-3)*tetamax(1,ij)+0.212;
ft2(ij,1)=fcr*sqrt(-fm);

end
Texto='Muro5';
xlswrite(Texto,fm2,'Hoja13','A2');
xlswrite(Texto,ft2,'Hoja14','A2');
xlswrite(Texto,Aux10,'Hoja15','A2');
xlswrite(Texto,Aux3,'Hoja2','A2');
xlswrite(Texto,Aux4,'Hoja3','A2');
xlswrite(Texto,Aux5,'Hoja4','A2');
xlswrite(Texto,Aux6,'Hoja5','A2');
xlswrite(Texto,Aux7,'Hoja6','A2');
xlswrite(Texto,Aux8,'Hoja7','A2');
xlswrite(Texto,Aux9,'Hoja12','A2');
xlswrite(Texto,respuesta,1,'A2');

diary('off')

97
Anexo 6
Para comparar las distorsiones de los muros examinados, así como la comparación del
comportamiento interno del modelo con lo observado en los ensayes experimentales, se
presenta a continuación una evaluación del modelo realizado para el muro MB-3, el cual tenía
una cuantía de refuerzo horizontal 𝜌ℎ = 0.15%. En las pruebas realizadas, se presentó el primer
agrietamiento 𝑉𝑎𝑔𝑟 = 238𝑘𝑁 a una distorsión de 0.11% (2.81𝑚𝑚), la carga máxima 𝑉𝑚á𝑥 que
resistió fue de 421𝑘𝑁 en el ciclo de incremento positivo a un desplazamiento 𝛾𝑉 de
𝑚á𝑥
0.81% (20.7𝑚𝑚) La carga de falla 𝑉𝑓𝑎𝑙𝑙𝑎 que se calculó resultó ser de 337 𝑘𝑁 a una distorsión
𝛾𝑓𝑎𝑙𝑙𝑎 de 1.48% (37.8𝑚𝑚).

a) Primer agrietamiento inclinado b) Primer agrietamiento diagonal

c) Resistencia máxima d) Estado final

Figura 1.6 Fotografías de estados de daño del muro MB-3 en distintas etapas de la prueba
(Cruz,2015)

El primer agrietamiento se presentó en la esquina inferior izquierda del muro y la primera grieta
diagonal fue de esquina a esquina del panel a través de las piezas del muro, con otras grietas
paralelas en la parte inferior sobre las juntas de mortero. Según lo observado, las grietas se
presentaron en los ciclos de incremento de desplazamiento, abriéndose hasta 0.8mm en los
ciclos de repetición.

El daño se fue presentando con espaciamiento constante entre grietas paralelas que
atravesaron las piezas, aunque se concentraba en los extremos inferiores del panel. Para la carga
máxima se presentó un espesor de grieta de 3mm en el ciclo positivo y de 10mm en el ciclo

98
negativo. Al final de la prueba, el muro presentó aplastamiento de piezas en las zonas donde la
trayectoria de las grietas coincidía por el mismo lugar.

Tomando en cuanto todas las observaciones presentadas en el trabajo de Cruz (2015), se plantea
a continuación una comparación entre los tres puntos principales (primer agrietamiento,
cortante máximo y falla ultima) que se observaron en el experimento, contra sus
correspondientes puntos en la curva esfuerzo deformación de los resultados del modelo
estudiado. Observando internamente que pasa con las curvas 𝜀1 − 𝜎1 y 𝜀2 − 𝜎2 en cada
elemento vertical del modelo analítico en cada uno de los tres puntos mencionados.

Para el trabajo se determinó el punto de agrietamiento siguiendo los siguientes criterios:

 El momento en el cual el acero horizontal comenzó a deformarse


 Agrietamiento físico del muro obtenido de las pruebas fotográficas
 Donde cambio de pendiente el ciclo histerético de carga

Figura 1.7 Tres puntos principales del muro MB-3

En la Figura 1.7 se puede observar que el punto de agrietamiento para el modelo analítico se
produce alrededor del desplazamiento 1.61 [𝑚𝑚] en comparación del 2.81 [mm] reportado
experimentalmente, el valor de 1.61 [mm] corresponde al 0.06% contra el 0.11% reportado. El
punto de carga máxima se presentó a un desplazamiento de 15.76 [mm] en el modelo analítico
y a 20.7 [mm] para las pruebas experimentales, dando una distorsión de 0.61% y 0.81%
respectivamente, el punto de carga último se consideró a una distorsión de 1.54% para el
modelo analítico y 1.6% para el modelo experimental con 39.26 [𝑚𝑚] y 40.96 [𝑚𝑚]
respectivamente. En la Figura 1.8, Figura 1.9 se muestra las curvas esfuerzo-deformación para
las direcciones principales de la mampostería para los puntos de desplazamiento principales, y
en la Figura 1.10 el esfuerzo en el acero en los tres puntos estudiados.

99
Figura 1.8 curva esfuerzo deformación principal a tensión de la mampostería en los tres
puntos principales

100
Figura 1.9 curva esfuerzo deformación principal a compresión de la mampostería en
los tres puntos principales

101
Esfuerzo en el acero
700
600
500
400
300
200
100
0
-100 0 10 20 30 40 50

Figura 1.10 Curva esfuerzo desplazamiento del acero de refuerzo


horizontal en los 3 puntos principales
Como se puede ver el cambio de pendiente el modelo analítico está gobernado por los cambios
de pendientes específicas en las relaciones constitutivas propuestas, por ejemplo, para el primer
agrietamiento, se puede observar que el primer cambio de pendiente del modelo analítico,
obedece al cambio de pendiente en la relación constitutiva a tensión de la mampostería. Para
el caso particular del modelo analítico para el muro MB-3, la carga máxima se puede observar
que concuerda con el cambio de pendiente en la relación constitutiva del acero y de la relación
constitutiva a compresión de la mampostería, y para la carga ultima existe un aplastamiento en
la mampostería que se puede observar en las curvas esfuerzo-deformación de la mampostería
de los últimos elementos verticales del modelo analítico, los últimos elementos verticales son
los que tienen una mayor solicitud de esfuerzos a compresión.

102

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